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La pandemia del Covid-19 detuvo el mundo, incluida una gran parte de la industria,
que ahora afronta un escenario completamente distinto al que dejó a inicios de
marzo. Semanas de confinamiento protagonizadas por formas de comunicación que
seguramente se mantendrán en el futuro; horas de formación que deben ayudar a
afrontar con más fuerza la recuperación; y la consciencia de que no hay economía
fuerte sin un sector industrial más eficiente, más productivo y más sostenible. Las
tecnologías que definen la Industria 4.0 parecen erigirse como la base sobre la que
construir un futuro digital que si bien ya muchos habían anunciaban debía llegar,
ahora se hace necesario para sobrevivir.
2. ¿Cómo está afectando esta crisis a las relaciones comerciales con clientes y
proveedores?
3. ¿Cómo puede ayudar la Industria 4.0 al reforzamiento del tejido industrial en este
momento tan incierto?
4. ¿Qué sectores industriales cree que pueden ser de interés en España para atraer la
inversión de capital privado?
1.
Este año las estimaciones de variaciones anuales que se están haciendo en nuestro
sector son del entorno del -20%. No obstante, se considera que la recuperación
puede ser relativamente rápida a lo largo del próximo año.
2.
El confinamiento obligatorio ha acelerado el desarrollo del denominado “mundo
digital” transformando, por ejemplo, las reuniones y formaciones presenciales en
sesiones online. Por otra parte, la parada de muchas de las empresas del sector está
permitiendo a muchos de sus empleados dedicar más tiempo a mejorar el
conocimiento en nuevas tecnologías y soluciones para la automatización, así como
en la aplicación de éstas en sus empresas.
3.
El desarrollo de la industria 4.0 es un objetivo prioritario para la automatización y
optimización de los procesos así como la mejora de la competitividad. Por ello es
clave para conseguir no sólo salvar nuestro tejido industrial actual sino también
consolidar su futuro en el medio-largo plazo.
4.
En España tenemos una diversidad importante de sectores industriales atractivos
pero si tengo que citar algunos en concreto, me inclinaría por aquellos que están
directamente relacionados con la energía eléctrica por ser ésta cada vez más
relevante en el desarrollo actual y futuro de nuestro mundo. En particular, citaría las
energías renovables y el desarrollo de toda la infraestructura de movilidad eléctrica
necesaria para poder dar una cobertura óptima al coche eléctrico.
Desde Siemens, creemos que es el momento para instar tanto a los responsables
políticos como a los institucionales a alcanzar un Pacto de Estado por la Industria,
como ya existe en otros grandes países europeos. El objetivo principal de este Pacto
sería incrementar el peso de la industria en el PIB hasta un 20%. Para conseguirlo es
esencial fomentar el modelo de la Industria 4.0 y la transformación digital, primando
la inclusión de tecnologías que mejoren la eficiencia energética y la productividad
de las industrias más obsoletas.
2.
El Covid-19 ha puesto a prueba las relaciones con los proveedores críticos y ha
hecho a las empresas reflexionar sobre sus cadenas de suministro globales. Antes
incluso de la pandemia, las compañías ya estaban preocupadas por los riesgos del
comercio mundial como resultado de las tensiones geopolíticas. Esta crisis ha puesto
de relieve su vulnerabilidad. Para aumentar su resiliencia habrá que buscar una
diversificación de las cadenas de suministro y ubicar la producción más cerca de sus
mercados. El desafío es importante, se deberá fabricar a menor escala en países con
costos de mano de obra potencialmente más altos sin perder competitividad. Esto
requerirá mayores niveles de automatización basada en mayor integración y
plataformas de IoT, donde las plantas serán más inteligentes y estarán conectadas
entre sí y con sus cadenas de suministro. Y es aquí donde desde Siemens, gracias a
nuestra tecnología, podemos ayudar a conseguirlo.
3.
Como comentaba, la pandemia ha puesto de relieve la necesidad de contar con una
estructura industrial de base potente, capaz de garantizar la cohesión social y
sustentar la actividad productiva del país ante situaciones de emergencia. Es
momento de impulsar una industrialización basada en el conocimiento y la
tecnología. Y será la digitalización, bajo el paraguas de la Industria 4.0, quien nos
permita conseguirlo.
Para ello, el Gobierno deberá reforzar los programas y fondos dispuestos para la
digitalización empresarial y el impulso de TIC entre las pymes, así como favorecer
la colaboración público-privada para la innovación y la digitalización dirigida a
mejorar los procesos industriales.
4.
En España, según datos de la Asociación de Capital, Crecimiento e Inversión
(ASCRI), el volumen de inversión de capital privado batió en 2019, por segundo año
consecutivo, un récord con más de 8.500 millones de inversión en 680 operaciones.
Lamentablemente, estas cifras no volverán a repetirse. Y es que la inestabilidad
actual consecuencia del Covid-19 ha afectado inevitablemente a los flujos de
inversión de capital privado que, entre enero y abril, han caído un 48,78%.
1.
Negativa, pero no por esto vamos a desfallecer. Contamos ya con 5 meses de
ejercicio con caídas del 20 al 40% en el tejido industrial según sectores y esto parece
irrecuperable. Si le añadimos el fuerte impacto en el turismo o la construcción,
conllevará una disminución de los ingresos y el PIB que debilitará todos los sectores
económicos. Es necesario contar con planes estratégicos claros de impulso
económico para fortalecer a las industrias y sus empleados, definidos junto a las
autoridades tanto españolas como europeas.
2.
La relación con los clientes ha sido positiva, todos nos encontramos inevitablemente
en la misma situación. Hemos aprendido a utilizar otros lenguajes de comunicación
que desconocíamos hasta el momento, pero que nos aportarán grandes frutos en el
futuro. Ha acelerado el conocimiento y contacto con tecnologías a las que siempre
habíamos hecho referencia pero que nunca quisimos o necesitamos usar por creer
que no iba con nosotros. Ahora se han convertido en una realidad que ha llegado
para quedarse. A nivel de proveedores nos ha hecho reflexionar sobre la
globalización y sus beneficios, aunque la situación ha puesto de manifiesto que en
épocas de crisis como la actual necesitamos una reestructuración paralela más
cercana para no sufrir los problemas de movilidad como los que están sufriendo las
materias primas para la fabricación.
3.
Llevamos años hablando de la cuarta revolución industrial sin un movimiento
ascendente definido. Tenemos una oportunidad de oro para reconvertir la
industrialización de España, para que nuestros fabricantes y usuarios se acojan a las
tecnologías ya disponibles para la digitalización de la industria y mejorar la
competitividad frente a los agentes externos. Desde los estamentos oficiales a los
tejidos asociativos debemos dar un impulso a la introducción de estas tecnologías.
4.
Una de las aportaciones positivas de esta situación ha sido el perder el miedo a la
compra online, lo que ha hecho que grandes corporaciones aceleren sus inversiones
en centros logísticos. La industria de las renovables es y será una necesidad
imperiosa en el futuro y donde España puede jugar un papel importante. Sin olvidar
la automotriz de larga tradición y experiencia, pero necesitada de una reconversión
urgente. Alimentación, bebidas y farma son sectores sólidos y de gran interés por su
estabilidad.
Xabier Iturralde, Director Técnico de Larraioz Elektronika
1.
La evolución económica será incierta y cambiante. Algunos sectores industriales
tales como los de la alimentación o médico/farmacéutico lo llevarán positivamente
con un incremento de demanda de automatización y robotización en dichos campos.
Otros sectores como el de la automoción o el aeronáutico entre otros sufrirán
notablemente, por lo menos a corto y medio plazo. A largo plazo posiblemente
habrá cierta mejora añadida dado que la dependencia de suministro desde países
asiáticos ha generado grandes trastornos por problemas logísticos, y determinadas
empresas productivas europeas se plantearán reducir en mayor o menor medida esa
dependencia de la producción asiática.
2.
Aunque se ha hecho lo posible por echar mano de herramientas remotas tales como
videoconferencias o workshops online para mantener cierta normalidad, la realidad
es que a veces la colaboración necesita de ver, tocar y sentir a corta distancia. Las
relaciones con clientes y proveedores, se mantienen, funcionan y no se cortan, pero
no son tan eficientes como en otras circunstancias. Se echa de menos la proximidad.
3.
La tendencia al teletrabajo pone encima de la mesa la importancia de disponer la
información adecuada en el momento adecuado y por la persona adecuada, de
manera segura, para así tomar las decisiones correctas en cada instante. En cuanto a
la automatización y robotización de las cadenas de producción locales el acceso a la
información es fundamental ya que se deben de complementar con la
descentralización de las cadenas de control y decisión.
4.
Cualquier empresa del sector industrial que ponga encima de la mesa un plan serio
de producción local y de manera competitiva frente a la producción descentralizada
de bajo coste que más ha sufrido los problemas logísticos y de falta de suministro
durante esta crisis por la epidemia del Covid-19.
1.
Desde mi punto de vista, la evolución económica del sector industrial en España va
a ser bastante negativa en los próximos meses. La gran incertidumbre que
experimentamos nos impide ver con claridad como se va a desarrollar la actividad
industrial, pero la gran mayoría de los indicadores que observamos son pesimistas.
Hay ciertos sectores que mantienen una posición pujante, como la industria
alimentaria; e incluso otros, en los que es fácil suponer que habrá inversiones, como
la industria farmacéutica. Tampoco podemos obviar las actividades industriales
olvidadas antes de esta pandemia y que ahora cobran cada día más relevancia:
fabricación de mascarillas, EPIs en general, dispositivos médicos, geles
hidroalcohólicos, desinfectantes, etc. Sin embargo, otras industrias muy importantes
para España, principalmente el turismo y la automoción, están sufriendo mucho y se
van a tener que reinventar.
Por lo que se refiere al sector del automóvil, la crisis ya viene de lejos y la situación
derivada del Covid-19 ha sido “la puntilla”. Nuestro país es muy dependiente de este
sector y, en estos momentos, que se habla de cierre de fábricas y de deslocalización
los augurios no son nada buenos. Se necesita ya mismo una acción urgente y
potente.
Por otra parte, también hay limitaciones a la hora de exportar maquinaria a otros
países ya que el ritmo de vuelta a la normalidad en las empresas es distinto en cada
territorio. Además, la movilidad limitada de las personas tampoco ayuda; es difícil
encontrar la forma de enviar técnicos a poner en marcha instalaciones si tienen que
someterse a cuarentenas en el destino y al regresar a España. Me consta que muchos
fabricantes de máquinas tienen problemas de espacio para almacenar los productos
terminados y que no pueden expedir a sus clientes.
2.
Las relaciones con clientes y proveedores siguen su curso, de una manera diferente,
virtual, pero se mantienen. Una de las cosas positivas de la situación que vivimos en
este tiempo es que estamos aprendiendo a ser más eficientes y a utilizar con mayor
intensidad las soluciones que la tecnología pone a nuestra disposición. Las
relaciones con clientes y proveedores no tienen que ser siempre presenciales, si no
que, muchas de ellas, se pueden hacer online.
Por otra parte, los clientes están mucho más abiertos a escuchar propuestas de valor
que les sirvan para crecer como empresa y responder a los nuevos desafíos a los que
se enfrentan, ya no solo a largo plazo, también a corto.
También hay que dedicar más tiempo a analizar la situación financiera de las
empresas con las que mantenemos relaciones comerciales. La actual situación de
crisis que estamos ya experimentando, va a hacer que muchas de ellas tengan
problemas financieros y liquidez, y el riesgo de impago y morosidad puede crecer
peligrosamente.
3.
Creo que la inversión en digitalización, fabricación flexible, robótica, inteligencia
artificial, IIoT, mejora continua de procesos..., no es ya una opción si no que es una
necesidad, y ya no de largo plazo sino a muy corto. Esta crisis tiene que ser un punto
de inflexión para todas aquellas empresas industriales que quieren tener un futuro
próspero y aumentar sus beneficios.
Una de las cosas de las que nos hemos dado cuenta en los últimos dos meses, es la
gran dependencia que nuestro país tiene del exterior. Hemos tenido que salir de
nuestras fronteras a buscar respiradores para nuestras UCIs, mascarillas y otros
equipamientos de protección individual (especialmente para nuestro personal
sanitario) y tests necesarios para evaluar la magnitud de la pandemia. Y todo ello en
un entorno de competencia brutal con todos los países que están en la misma
situación que nosotros, con lo que todo esto conlleva la escasez de bienes, aumento
de los precios, disminución de la calidad de los productos y casos de corrupción.
Toda crisis es una oportunidad, y España tiene que aprovechar esta oportunidad.
Tenemos que cambiar las amenazas por oportunidades y aprender de los errores del
pasado para que no vuelvan a producirse. Un alto nivel de automatización nos hará
competitivos frente a países en los que la principal ventaja competitiva es el precio
de la mano de obra. La calidad de los productos fabricados con los más altos niveles
de robotización y automatización en general siempre será un factor diferenciador.
Recientemente, una investigación encargada por la OCDE ha concluido que las
empresas que emplean la tecnología de manera efectiva son diez veces más
productivas que las que no lo hacen.
4.
Durante estas semanas de aislamiento, todos nos hemos dado cuenta de la gran
importancia que tiene la venta online. Y el factor principal que ha potenciado este
modo de compra ha sido el tremendo desarrollo de la industria logística. Este sector
tiene que continuar su desarrollo ya que son muchas las personas que han comprado
online por primera vez y han visto las grandes ventajas que tiene. Por esta razón, la
vuelta a la normalidad no hará que este auge se desvanezca, todo lo contrario, en mi
opinión seguirá aumentando.
Y por último, tenemos que apostar por aprovechar el músculo agroalimentario que
tenemos para modernizar y explotar un sector en el que hay mucho por hacer,
además de tener un potencial muy grande en el que deberíamos focalizarnos como
país para atraer las seguras inversiones de capital privado que se obtendrían
fácilmente.
1.
Como diría el clásico, “Cuan largo me lo fiais, amigo Sancho...” Entiendo que
nosotros estamos en una situación similar al resto, al no saber lo que va a pasar ni
dentro de una semana en el país. Confiamos, deseamos y esperamos que la vuelta a
la normalidad traiga consigo un comienzo de la actividad industrial, pero
obviamente esto no es como una lámpara, que la enciendes y apagas teniendo
efectos inmediatos.
2.
Ambas partes están afectadas, y dependiendo del país, de una manera mayor o
menor. Al menos en WEG, nuestras fábricas están cumpliendo lo exigido por los
gobiernos correspondientes. Esto obliga a revisar los procesos de fabricación y, al
menos hasta ahora, la logística está funcionando.
Todo esto lleva a que obviamente nos impacta, como creo que le está pasando a casi
todo el mundo.
3.
La Industria 4.0, en mi opinión, no es una solución a un problema, si no una
herramienta o concepto que podemos utilizar para optimizar en todo lo posible. Por
mucho que tengamos una industria implementada bajo este concepto, si no hay
pedidos, poca magia puede hacer. Eso sí, si llegan, nos podrá ayudar a conseguir
suministrarlo mejor y de forma más eficiente a nuestro cliente.
4.
Para poder atraer inversión lo que primero que tenemos que crear es una estructura
industrial lógica, ayudar con leyes lógicas y tener personas lógicas al mando. Para
que un empresario se implante en un país u otro, o en una localidad u otra, debes de
aportar algo que otros no tengan, bien sea una red de empresas con sinergias, una
red de infraestructuras potente, o un alto grado de capacitación del personal.
España, aunque haya gente que no lo sepa, es potencia mundial en el sector del agua,
de infraestructuras, e ingeniería, entre otras, y lo único que necesitamos son
proyectos.
2.
Las relaciones con nuestros partners se han visto afectadas por la imposibilidad de
mantener un contacto presencial. No obstante, todos nos hemos adaptado bien al uso
de herramientas online, como videollamadas, o webinars, y estamos trabajando de
manera casi normal.
3.
Esta crisis ha demostrado la importancia de la digitalización y será un catalizador
que acelerará los procesos de cambio, en este sentido, la industria 4.0 ha sido y será
un factor diferenciador para mantener la competitividad del tejido industrial.
4.
Los sectores que mayor interés pueden crear son los relacionados con las energías
renovables, ferrocarril y digitalización del sector agroalimentario.
José Paredes, Country Sales Director de Rockwell Automation Iberia
1.
Estamos viviendo una situación sin precedentes que cambiará la forma en que
vivimos y operamos nuestros negocios en el futuro. La pandemia de Covid-19 ha
tenido un impacto en la mayoría de los sectores industriales de nuestro país,
posiblemente con la excepción de aquellos cuyos productos son considerados
esenciales. Vemos como muchas empresas industriales han parado su actividad
temporalmente o están produciendo por debajo de su capacidad; otras que han
retrasado proyectos y reducido o cancelado inversiones. Indicadores económicos
como el índice PMI del sector manufacturero, que ha caído hasta un 30,8% en abril,
confirman el decrecimiento en el sector industrial. Esperamos por lo tanto una caída
significativa del sector industrial para el resto del año, siendo la principal pregunta
cómo será la curva de recuperación y hasta cuando se extenderá, dependiendo esto
de la duración de la pandemia y de la capacidad de las empresas para recuperarse.
2.
Cuando pienso en cómo se ha llevado a cabo nuestro negocio y cómo estamos
gestionando el entorno actual, empiezo por nuestros empleados y nuestros clientes.
La seguridad de nuestros empleados es siempre nuestra primera prioridad.
3.
Si antes de la crisis ya se consideraba la digitalización como una necesidad para
mantener la competitividad de las empresas ahora será indispensable para salir de
una forma más rápida y fácil de la crisis. La crisis del Covid-19 ha puesto de
manifiesto la importancia de tener una capacidad de producción flexible y eficiente,
disponer de una cadena de suministro integrada en nuestras operaciones que nos
permita alternar proveedores y servir al mercado de una forma rápida y estos son
aspectos que la digitalización permite y facilita. En la post-crisis las empresas
industriales necesitarán mejorar su eficiencia y reducir los costes para ser
competitivos, adaptar sus líneas de producción a los requerimientos de seguridad de
su personal, responder a incrementos de la demanda de ciertos productos e incluso
cambiar sus producciones. Es en la automatización y la digitalización donde
encontrarán respuestas a estos retos.
1.
2.
No cabe duda que las cadenas de suministro se han visto afectadas fuertemente por
el Covid-19. El no poder disponer de insumos o productos provenientes de
diferentes partes, o al menos ver como se retrasan las entregas en casi todos los
casos, han puesto a prueba la paciencia de más de uno. Las empresas que han podido
gestionar mejor los plazos y las expectativas, sumado a la comprensión de las
personas por encontrarnos en una situación bastante atípica, ha ayudado a que las
relaciones con clientes y proveedores se mantengan sanas, al menos desde el punto
de vista de nuestra compañía.
3.
Como hemos indicado líneas arriba, la tecnología y el conocimiento han de ser los
pilares de la recuperación del tejido industrial. Obviamente deberán estar
suficientemente impulsados y respaldados por políticas acordes con semejante tarea.
4.
El cambio que introduce la Industria 4.0 no está en la producción, está en la
innovación del proceso y del modelo de negocio. Si lo entendemos correctamente y
lo aplicamos a los diferentes sectores, serán más interesantes de lo que lo son
actualmente para la inversión extranjera.
Redacción AeI