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DESPLATONIZANDO A SÓCRATES

Una visión atípica de Sócrates1


Presentado por Fabián Andrés Ardila

Una de las primeras enseñanzas que se le imparte a todo estudiante de filosofía es el estudio
sobre los pensadores antiguos, aquellos con los que dio inicio la filosofía y que ayudaron a
configurar la manera en que ésta sería entregada al mundo. Entre estos, sin duda, uno de los
más importantes pensadores fue Sócrates, pues, representa la coherencia y el ímpetu que
deben dirigir la vida de todo hombre, y con mayor razón, de todo aquel que aspire a la
filosofía. Sin embargo, dado que éste no dejo constancia escrita de su labor, sus reflexiones
son presentadas a partir de las referencias que sobre Sócrates nos llegan a través de uno de
sus discípulos, y quizá, uno de los más reconocidos filósofos de la antigüedad, Platón.

El problema que surge con la visión que sobre Sócrates nos es entregada por Platón radica
en que, de manera intencional o no, no se puede definir con claridad dónde comienzan las
reflexiones de Sócrates y dónde acaban las suyas. Pues, parece indudable el hecho de que
éste hace uso de la figura de su maestro para dar fuerza a sus propias concepciones sobre
aquello que es la filosofía. Sometiendo así al neófito a una visión cargada de actitudes y
pensamientos platónicos que se difuminan y entremezclan con el discurso socrático.

Es en el marco de dicha problemática que las reflexiones aportadas sobre los


planteamientos socráticos a través del seminario Desplatonizando a Sócrates resultan tan
provechosas, pues, permiten al estudiante de filosofía lograr una comprensión sobre la
filosofía y la vida de Sócrates que se aleja de la concepción platónica y pone de manifiesto
aspectos que, de otro modo, probablemente permanecerían ocultos para el ojo no
especializado.

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Conclusiones sobre el Seminario sobre Sócrates impartido por Jairo Urrea Henao, profesor de Planta del
programa de Filosofía, Universidad del Quindío
Es así que, visiones aportadas por pensadores como el filósofo germano estadounidense
Werner Jaeger, despliegan no sólo un monumental conocimiento y comprensión de la
figura socrática, sino que abordan aspectos bastante difusos en la concepción platónica de
Sócrates. En el capítulo La herencia de Sócrates de su obra titulada Paideia, W. Jaeger
introduce un Sócrates que encarna e interpreta un cambio histórico en la formación del
hombre griego: establece al hombre como una conexión viva y orgánica entre lo mundano y
el cosmos. Esta concepción deja de lado la visión artística y militar de los antiguos griegos
y se centra en el hombre y su estructura, es decir, una concepción antropocéntrica en la que
lo moral y lo religioso adoptan el papel principal en un afán de enseñar al hombre a
sobreponerse a un mundo el que cada vez se hacía más difícil sobrevivir, permitiendo así,
una concepción que permite figurarse el que Sócrates cambio la forma en que se hacía
filosofía al establecer al hombre como figura central del ejercicio filosófico.

Otros pensadores como Rafael Del Águila, que, al introducir a Sócrates dentro de un
ámbito de carácter político, conduce las reflexiones de manera tal que se hacen latentes las
razones de fondo que, en última estancia, llevaron a su juicio. Del Águila nos enseña un
Sócrates que iba en contra de la forma tradicional griega, que instaba a la preservación del
interés público mediante la toma de decisiones sobre los asuntos de la polis, y, se enfocaba
en la educación de ciudadanos virtuosos y capaces de pensar, en refinar sus pensamientos y
crear un fundamento para un orden político común cuyo génesis fueran los mismos
ciudadanos. Un sistema político pensado y puesto en acción por y para la propia
ciudadanía.

El seminario, entonces, no sólo amplió la visión que sobre Sócrates dibuja Platón, sino que,
permitió establecer nuevas configuraciones de la figura socrática y nuevas formas de
abordar los textos platónicos.

Bibliografía
Jaeger, W. (1995). Paideia. México: Fondo de Cultura Económica.
Del Águila Rafael (2004). Sócrates furioso. El pensador y la ciudad. Editorial Anagrama.
Barcelona.

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