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d) La adopción, entre los romanos, se mayor tratándose de la adrogación por ser

fundaba en el principio de imítatio natu- el adrogado una persona SMÍ jurls y con-
rae, de ahí que solamente podían adoptar vertirse en allenl jurts.
quienes eran capaces de generar hijos, no El patrimonio del adrogado, primitiva-
así los castrados e Impúberes. En cambio mente, se confundía con el del adrogante.
se consideraba que los impotentes no te- Justiniano modificó el sistema, exigiendo
nían impedimento para adoptar, por cuan- que se separaran los bienes del adrogado
to su incapacidad para generar podía ce- y permitiendo solamente el usufructo de
sar por acción de la naturaleza. los mismos al adrogante.
e) No podía adoptar quien tuviera hi- El adoptado, en todos los casos, adquiría
jos legítimos o naturales. La esencia mis- el nombre de su nueva familia, abandonan-
ma de la Institución explica el motivo de do el de la familia originaria.
esta prohibición. En cuanto a los hijos na- 4. La adopción entre los pueblos germá-
turales, se practicaba respecto a ellos la nicos. — La mayor parte de los autores, al
legitimación por subsiguiente matrimonio, estudiar la institución entre los germanos,
suprimida por el emperador Justino y vuel- distinguen tres períodos definidos, a saber:
ta a Implantar por Justiniano. el de las primitivas costumbres, el de In-
f) La adopción, siempre de acuerdo al fluencia del Derecho romano hasta la san-
mencionado principio de ímitatio naturas, ción del Código de Prusla y el período pos-
debía ser permanente. Sin embargo, el adro- terior hasta la sanción del Código alemán.
gado, una vez llegado a la pubertad, po- En realidad el tercer período mencionado
día exigir con mediación de un magistra- ya corresponde al moderno Derecho, pese
do, que se lo emancipara. En cuanto al a lo cual y dada la subsistencia de formas
adoptado, tenia el adoptante facultad de más antiguas del Derecho romano, tiene
emanciparlo, o aún de hacerlo objeto de características propias.
una nueva adopción. En cualquiera de am- a) Costumbres primitivas: Desde tiem-
bos casos, el primitivo adoptante no podía pos muy primitivos, los germanos practi-
volver a adoptarle," caron la adopción. Pueblo guerrero por na-
g) Los tutores o curadores no podían turaleza, la Institución, en su seno, debía
adoptar a las personas colocadas bajo su tener lógicamente una finalidad guerrera,
guarda, aunque hubieran renunciado a la cual era la de hacer que el hijo adoptivo
representación, pues en tal caso se exigía llevara adelante las campañas emprendi-
que el adoptado tuviera 25 años cumpli- das por el jefe de familia adoptante. Por
dos. La razón era de índole moral, pues tal motivo, el adoptado debía previamen-
bien fácil resultaría eludir la rendición de te haber demostrado en la guerra cualida-
cuentas mediante el recurso de la adop- des sobresalientes de valor y destreza.
ción. El adoptado adquiría el nombre, las ar-
Los que hemos resumido son, a grandes mas y el poder público del adoptante, pero
rasgos, los requisitos fundamentales de la no tenía derechos sucesorios en la heren-
adopción entre los romanos. Quedan por cia del padre adoptivo, salvo que éste le
estudiar los efectos de la misma, que tra- hiciera donaciones o lo Instituyera here-
tamos a continuación: dero por testamento.
a) En cuanto al adoptante, tanto en la b) Período de influencia del Derecho
adrogación como en la adopción propia- romano: Este derecho de las costumbres
mente dicha, el padre adoptivo adquiría so- del primitivo período, fue modificándose
bre el adoptado la autoridad y el poder pa- paulatinamente bajo el influjo creciente
ternos. Sin embargo y respecto a la adop- del Derecho romano. En el siglo xv, con
ción, estableció Justiniano que el poder pa- las enseñanzas de la Escuela de Bolonia,
terno continuaba en el padre natural, no se llega al apogeo de la influencia roma-
teniendo el padre adoptivo ningún dere- nista, imponiéndose la obra jurídica de
cho sobre los bienes del adoptado. Tal era Justiniano en las diversas provincias ger-
la llamada adoptio minus plena y se con- manas.
templaba una excepción, a saber: que el Desde entonces el Derecho fue una mez-
adoptante fuera padre natural del hijo cla del Derecho romano, del canónico, de
adoptado. primitivas costumbres y de Derecho me-
b) En cuanto al adoptado, tanto en la dieval. Se hacía necesaria una recopilación
adrogación como en la adopción propia- y unificación, tarea que Federico II de Pru-
mente dicha, dejaba de ser agnado res- sia encomendó a una comisión, siendo el
pecto a su familia natural, para pasar a encergado de su redacción el doctor Vol-
serlo en la familia adoptiva, mar. Resultado de ello fue el Landrecht o
El adoptado sufría en todos los cases una Código prusiano de 1794, que ya merece un
mínima capitis diminutio, que resultaba estudio aparte.
c) El Landrecht: Por su influjo poste- los 708 y 710, si al constituirse la adop-
rior en el Código de Napoleón, el de Pru- ción han concurrido al contrato y pres-
Sia de 1794 tiene Importancia respecto a tado su consentimiento todos los parientes
la adopción, que trata en su parte II, ti- del adoptante, el adoptado entra en la fa-
tulo u, sección X en forma orgánica. De milia adoptiva con todos los derechos de
sus disposiciones surge lo siguiente: un hijo legítimo, ocurriendo lo mismo con
1) La adopción se formaliza mediante sus descendientes.
un contrato escrito que debe ser confirma- Los lazos entre el adoptado y su familia
do por el tribunal superior del domicilio natural subsisten. El hijo adoptivo toma
del adoptante. Cuando confiere el nombre el nombre del adoptante, al que agrega el
y las armas de nobleza, requiere su confir- suyo.
mación por el soberano. d) Período posterior al Landrecht has-
Vale decir que se da a la adopción la ta la sanción del Código alemán actual: El
forma de un contrato solemne. Código de 1794 se aplicó en Prusia y en
2) Las condiciones requeridas para la las regiones sometidas a su legislación. En
adopción son: las demás provincias alemanas no pudo
El adoptante debe tener 50 años cumpli- desarraigar las costumbres y sobre todo el
dos, por lo menos, no estar obligado al ce- Derecho de Justiniano, que se aplicaba co-
libato y carecer de descendencia. rrientemente. Además, en muchas de ellas,
El adoptado tiene que ser menor que el influyó no poco y en muchos casos fue
adoptante, para lo que no se determina ex- adoptado, el Código de Napoleón. Tal si-
presamente una diferencia de edad, como tuación persistió hasta la sanción del Có-
se hacía entre los romanos. digo alemán, en el año 1900, cuya aplica-
La mujer casada, para adoptar, necesi- ción no tuvo inconvenientes en una na-
ta del consentimiento del marido. Por su ción política y jurídicamente unificada.
parte, éste no necesita el consentimiento 5. La adopción en Francia. — Por las
de su mujer para adoptar, pero si ella no controversias que se suscitaron en la épo-
lo ha prestado, la adopción se considera ca post-revolucionarla. sobre la convenien-
inexistente al sólo efecto de los derechos cia de introducir la adopción en la legis-
de la mujer en la sucesión del marido. lación, por los fundamentos empleados
El adoptado mayor de 14 años de edad frente a la distinta organización de la fa-
debe prestar su consentimiento y en todos milia de la época de los romanos a en-
los casos el padre o tutor debe prestarlo tonces, y por la difusión que el Código Na-
para que la adopción pueda efectuarse. poleón tuvo en el mundo, el estudio de la
El padre y la madre del adoptante tam- adopción en Francia reviste particular in-
bién deben prestar su consentimiento. En terés.
caso contrario, la adopción es válida, pero También aquí los autores destacan tres
el hijo adoptivo no tiene derecho a la su- períodos históricos: el primitivo, el post-
cesión del adoptante si éste fallece antes revolucionario y el de sanción y discusión
que la madre o el padre que se opusieron. del Código de Napoleón.
3) Los efectos que produce la adopción A) Período primitivo: No se encuentran
son los siguientes en dicho Código: antecedentes de la adopción en Francia,
El adoptado toma el nombre del adop- tal como debe concebirse la institución en
tante. Si la familia originaria del adopta- este período. Con rara frecuencia se prac-
do tiene títulos de nobleza, no los pierde ticaba la adopción, algunas veces en virtud
por el hecho de la adopción. Si los títulos de la influencia germana, otras, en cam-
son del adoptante, sólo se trasmiten al bio, de la romana. Pero, evidentemente, la
hijo adoptivo mediando expresa autoriza- adopción no estuvo arraigada en las cos-
ción del soberano. tumbres, y era casi desconocida en Fran-
La adopción engendra los mismos dere- cia en el siglo xvm.
chos que entre padre e hijo legitimo. B) Periodo pos-revolucionario: En este
El adoptante no tiene derecho alguno so- período se nota en los hombres públicos y
bre los bienes del adoptado, quien conser- en los jurisconsultos una marcada influen-
va el derecho sucesorio en la herencia de cia de las Instituciones y del Derecho ro-
sus padres naturales, solamente a favor de- mano. Es así que no debe extrañar el
ellos se abre la sucesión. pedido que, en 1792, hizo Rougier de La-
El adoptado no adquiere derechos en vengerie a la Asamblea, en el sentido de
cuanto a los bienes de los parientes del que la adopción fuera incorporada al cuer-
adoptante. Los hijos naturales del adop- po general de leyes civiles de la nación, lo
tante que nacieran después de la adopción, que se aprobó por decreto.
no se tienen como hermanos del adopta- Desde entonces, y sin estar reglamenta-
do. Sin embargo, de acuerdo a los artícu- da la institución, las adopciones fueron
numerosas en Francia, tanto por parte de consagración solemne por el Cuerpo legis-
los particulares, como también por parte lativo, Este criterio fue rechazado, soste-
del Estado. Se realizaban sin una ley que niéndose que sería sacar al Cuerpo legisla-
las autorizara expresamente, pero fueron tivo de su función natural para asignarle
regularizadas estas situaciones por la ley el estudio de casos cuyo análisis correspon-
transitoria dictada el 25 de marzo de 1803. día al poder judicial. Por lo tanto, se ex-
C) Discusión y sanción del Código de pidió la comisión en el sentido de que la
Napoleón: Al emprender Napoleón la mag- adopción debía reglamentarse como un
na obra del Código civil, secundado por sistema de Derecho común.
un grupo de eminentes jurisconsultos, se d) La adopción solamente podía tener
contempló la adopción. A los fines de su lugar cuando el adoptado estuviera en con-
estudio, designó una comisión formada por diciones de poder prestar su consentimien-
miembros del Estado, del cuerpo legislati- to, vale decir, cuando fuera mayor de edad
vo y del poder judicial. En el seno de la (art. 346). Tal disposición se debe a que
comisión se plantearon brillantes polémi- la adopción fue considerada como un con-
cas sobre la conveniencia de la adopción, trato, de acuerdo con la,s doctrinas impe-
motivadas principalmente por los abusos rantes en la época de su sanción. Consti-
a que había dado lugar el decreto de 1792. tuye una contradicción con los propósitos
Se redactaron numerosos proyectos y, por expuestos por Berlier, en el sentido de
fin, se aprobó uno que, acompañado por que el fin que contemplaba la adopción
una exposición de motivos redactada por era la protección del débil, del niño y, en
Berlier, fue presentado al cuerpo legisla- todo caso, del individuo menor.
tivo, donde se renovaron las discusiones. En el Código de Napoleón se reglamen-
Fue sancionado el 23 de marzo de 1803. y tan tres formas de adopción, a saber: la
en el Código de Napoleón lleva el título VIII. ordinaria, la remuneratoria y la testamen-
Después de sancionado, quedaron consa- taria. La primera es la común; remune-
grados respecto a la adopción los siguientes ratoria es la destinada a premiar actos de
principios: arrojo o de valor, como en casos de sal-
a) Se trata de una institución filantró- vamentos durante naufragios, incendios,
pica, destinada a ser fuente de consuelo combates, etc.. y se denominó testamenta-
para los matrimonios estériles y de soco- ria la adopción que se permitía hacer al
rro para los niños pobres. Según palabras tutor oficioso que después de cinco años
de Perlier "la adopción debía venir en so- de conferida la tutela, y creyendo próxi-
corro del débil; y la atención se ha fijado ma su muerte antes de que su pupilo cum-
en seguida sobre el niño, o al menos, sobre pliera la mayoría de edad, quería adop-
el individuo menor". tarlo.
b) Napoleón se mostró partidario de que Los requisitos principales que establecía
la adopción siguiera el principio de imita- el Código de Napoleón eran los siguientes:
ción de la naturaleza, lo que defendió con a) El adoptante debía haber cumplido
tenacidad frente a la oposición de la ma- cincuenta años y tener quince años más
yoría de la comisión. Triunfó en cuanto se que el adoptado. No podía tener descen-
decretó la prohibición de adoptar hijos a dientes legítimos en el momento de la
las personas solteras, en lo que se vio fa- adopción. El adoptante casado debía con-
vorecido por la tesis de quienes sostenían tar con el consentimiento de 'su cónyuge.
que la adopción haría aumentar el celiba- Se requería que el adoptante hubiera dis-
to. En cambio debió ceder posiciones Na- pensado cuidados no interrumpidos al
poleón en lo referente al vínculo entre el adoptado durante su menor edad, y por
adoptado y la familia originarla. Napoleón un lapso de seis años por lo menos. Por
pretendía que el padre odoptivo obtuviera último, se le exigía gozar de buena repu-
preferencia sobre el padre natural, de ma- tación.
nera tal que el adoptado debía perder toda b) El adoptado debía prestar su con-
vinculación con la familia natural para sentimiento, por lo que era indispensable
entrar a formar parte en igualdad de con- ser mayor de edad. Antes de los veinticin-
diciones en la familia adoptiva. Triunfó un co años era menester contar con la auto-
criterio intermedio, o sea que el adoptado rización de sus padres, y después de esta
entra a formar parte de la familia adop- edad, solicitar su consejo.
tiva, pero conservando lazos de unión con c) Como contrato solemne que era. debía
la familia natural. celebrarse ante el juez de Paz y ser con-
c) Inspirado por la organización roma- firmado por la Justicia e inscripto poste-
na de la institución, aspiraba Napoleón a riormente en el Registro civil. El juez
que la adopción tuviera un carácter pú- competente es el del domicilio del adop-
blico y político, creyendo necesaria su tante, y las partes deben comparecer per-
sonalmente o mediante un poder especial guna razón para subsistir. Se introdujo la
y auténtico. fórmula del Código suizo sobre los "justos
El trámite de confirmación ante la jus- motivos" para la adopción y que ella fue-
ticia consta de dos partes: una ante el ra "conveniente para el adoptado".
tribunal civil, que se pronuncia en el sen- Otra reforma importante en cuanto a
tido de si ha lugar o no ha lugar, previo los efectos es la transferencia de la patria
examen sobre las condiciones requeridas potestad al adoptante, lo que no ocurría
por la ley. La segunda parte es ante el en el Código de Napoleón y en el Land-
tribunal de apelación, haya o no confir- recht.
mado en primera instancia. El trámite en
ambos casos es sin procedimiento, sin ex- III. — ESTUDIO DE LA INSTITUCIÓN
presión de motivos y sin necesidad de
abogados. Se trata simplemente de una 1. — Condiciones generales que rigen la
presentación de antecedentes y una reso- adopción: capacidad y requisitos sustancia-
lución sobre los mismos. les y formales.
En lo referente a los efectos de la adop- A. Capacidad,
ción en el Código de Napoleón, son los si-
guientes: a) Quiénes pueden adoptar: El criterio
a) Respecto al nombre, el adoptado general de que puede ser adoptante cual-
agrega al suyo propio el dej adoptante. quiera a quien la ley no se lo prohiba, su-
b) Dispone la obligación recíproca en- fre Innúmeras restricciones por obra de
tre adoptante y adoptado de prestación esa misma ley. En principio pueden ser
alimentaria. varones o mujeres, solteros o casados, en
c) Confiere al adoptado condiciones de goce de los derechos civiles y que reúnan
hijo legítimo y con derecho a heredar al los requisitos legales.
adoptante, aun cuando nacieran después Personas de existencia visible y personas
de la adopción hijos legítimos. jurídicas: De acuerdo a la generalidad de
d) Establece impedimentos matrimo- los tratadistas, esta institución presupone
niales, a saber: entre el adoptante y el vínculos entre personas de existencia vi-
adoptado y sus descendientes; entre el sible. Desde que el adoptante persigue con
adoptante y el cónyuge del adoptado; en- su acción un fin moral y altruista, como
tre el adoptado y el cónyuge del adop- es el de integrar una familia, mal podría
tante; entre hijos adoptivos de una mis- atribuirse idéntica finalidad a una crea-
ma persona; y entre el adoptado y los hi- ción ideal, como es la de las personas ju-
jos legítimos del adoptante que nacieren rídicas.
después de la adopción. En diversas oportunidades y países, se
Reforma del año 1923: Con las disposi- han producido casos de adopciones por el
ciones del Código de Napoleón, la adopción Estado, pero, en realidad, las mismas eran
no se arraigó en las costumbres. Por el simples menciones honoríficas o implica-
contrario, el número de adopciones era ban una mera asistencia a menores des-
reducido en Francia, y generalmente el amparados (Francia: ley del año 1927, en
propósito no era filantrópico, sino que se que el Estado adopta a los huérfanos cu-
perseguían fines poco edificantes, tales yos padres han sido víctimas de la guerra).
como burlar al Pisco etc. Se practicó tam- Personas impotentes: Fundada primitiva-
bién como forma equivalente de la legiti- mente la institución en el deseo de cons-
mación de hijos naturales. La dificultad tituir una familia o dar un sucesor a quien
insalvable que existía en la legislación no podía tener o no había tenido hijos,
vigente era el ya estudiado artículo 346, esa asimilación a la naturaleza determinó
que impedía la adopción de menores, por restricciones en cuanto a los impotentes.
cuanto exigía el consentimiento del con- Las leyes romanas no negaban al impo-
trato por parte del adoptado y, por ende,
su mayoría de edad. tente el derecho a adoptar, pero sí a los
Con la primera guerra mundial y el cre- castrados, porque el estado de aquél era
cimiento enorme del número de huérfanos, susceptible de cambiar, y no así el de
se hizo imprescindible mejorar la ley, y éste. Las Partidas (Partida 4, tít. 16, leyes
sobrevino la reforma del 19 de junio de 1923, 2 y 3) le negaban el derecho al impotente
completada por la ley del 23 de julio de que lo fuera por naturaleza, pero no al
1925. A partir de entonces es posible en que lo fuera por accidente. Esta prohibi-
Francia la adopción de menores. Por la ción se inspiraba en la consideración de
misma reforma se suprimieron las formas que mal se podia suplir con la ley lo que
de adopción, denominadas remuneratoria negaba la naturaleza, criterio hoy carente
y testamentaria, pues ya no tenían nin- de significación, por haberse variado ra-
dicalmente los fundamentos que explican del Niño, de Uruguay, art. 151; ley chile-
la adopción. na de 1934, art. 3), y por el pago de los
Sacerdotes católicos: Las leyes canónicas saldos (Brasil) no puede existir oposición
crearon también un tipo de imposibilidad para que el tutor o curador adopten a sus
derivada de ser el adoptante sacerdote ca- protegidos.
tólico. Así lo establecía el Fuero Real, pa- La Conferencia de Abogados, reunida en
sando posteriormente al Derecho de varios la ciudad de Buenos Aires en 1943, dispuso
países occidentales. En España está prohi- en su base cuarta: "Es prohibida la adop-
bida, al igual que en Chile y Austria. ción al tutor o curador respecto de sus re-
Sin duda, se fundamenta la prohibición presentados hasta después de haberse
en el deseo de evitar la violación del celi- aprobado las cuentas y haberse abonado
bato eclesiástico, o que se cree una familia el saldo" (Prim, Conf., págs. 105 y 150).
sacrilega, encubierta por la adopción. En b) Quiénes -pueden ser adoptados: Toda
las leyes que guardan silencio, por ejem- persona, cualquiera que sea su nacionali-
plo, la francesa, la Corte de Casación re- dad, edad, sexo o estado civil, puede, en
solvió favorablemente en una ocasión. Coll términos generales, ser adoptada. Basta
y Estivill insisten en que siendo el fin que se cumplan los requisitos que dicta la
perseguido por la adopción el de proveer ley, que en cada caso particular importan
a la formación moral del menor, en cada o no una restricción, como luego se verá,
caso particular, deberá ser examinado el al estudiar los requisitos de fondo. Pero
problema, estimando que en nuestra le- en lo referente a la capacidad para ser
gislación de fondo no existen impedimen- adoptado, han surgido discrepancias en la
tos para que un sacerdote católico pueda doctrina respecto a dos cuestiones impor-
adoptar. tantes, a saber: si los hijos ilegítimos pue-
Tutores y curadores: En el Derecho ro- den ser adoptados por sus padres naturales,
mano se establecía: "No es permitido a un y si los cónyuges pueden ser adoptados
tutor, o a un curador, adoptar a aquéllos por una misma persona.
cuyos bienes administra, en Cuanto ellos Los padres naturales respecto a los hijos
sean menores de veinticinco años, supo- ilegitimas: La adopción por parte del padre
niéndose que los adopte para evitar la natural respecto a sus hijos ilegítimos, era
rendición de cuentas. Deberá verificarse si permitida en Roma, siendo prohibida pos-
la causa de la adopción no es deshonesta" teriormente por Justiniano. El Código de
(Digesto). Napoleón nada dice al íespecto, y tampo-
Esta disposición tenia por objeto evitar co lo hace la ley de reforma de 1923. Luego
que por medio de la adopción se pudieran de numerosos cambios de criterio en cuan-
encubrir actos dolosos en la administra- to al punto, la Corte de Casación francesa
ción de los bienes del incapaz o eludir la ha llegado finalmente a la conclusión, que
responsabilidad inherente al administra- todavía subsiste, de que dentro del Código
dor por los actos de administración. de Napoleón es permitida esta forma de
Similar disposición se encuentra en la adopción. La mayoría de los autores fran-
ley 6*, título 16, parte 4*, en el Derecho ceses se pronuncian en el mismo sentido
ibérico. (Baudry, Lacantinerie, Aubry y Rau, Lau-
En el moderno Derecho, casi todas las rent, Zachariae) y Demolombe en contra,
legislaciones han establecido disposiciones por cuanto sostiene que ella es incompati-
tendientes a proteger los intereses de los ble con el carácter esencial de la adopción
incapaces bajo tutela o cúratela, en caso y que está reñida con las consideraciones
de ser adoptados por sus tutores o cura- más elevadas de moral pública.
dores. Es así que se exige en casi todos los El Código civil italiano y su reforma
casos la previa rendición de cuentas, y en (arts. 205 y 291, respectivamente), prohibe
algunos países (Brasil, p. ejem., art. 371, la adopción, por parte de los padres, de los
Cód,), se requiere además el pago del hijos nacidos fuera del matrimonio.
saldo. Solmi sostuvo en tal sentido, al tratarse
Coll y Estivill no ven inconveniente, sino la reforma, que es incompatible el vínculo
ventajas, en que el tutor adopte a su pu- de sangre con el de la adopción. Agregaba
pilo, desde el momento que ha ejercido la que para hacer ingresar en la familia a
patria potestad sobre el menor en forma los hijos naturales, la ley contempla otros
provisoria. Por lo tanto, nada más lógico medios, cuales son el reconocimiento y la
que por medio de la adopción tal vinculo legitimación. Además, el vinculo creado
se convierta en permanente. por la adopción, tal como se encuentra le-
Garantidos los intereses de los menores gislado, es revocable, lo que resultaría sin-
mediante la exigencia de la rendición de gularmente extraño en caso de ser el adop-
cuentas (Cód. civ., Méjico, art. 393; Cód. tado realmente hijo del padre adoptivo.
En el mencionado artículo 291 de la re- haber sido adoptados con anterioridad a
forma de 1939 se mantuvo la prohibición, su enlace.
agregando que la adopción no puede im- Por la misma razón, agrega, sería impo-
pugnarse si en el momento en que tuvo sible la adopción de ambos cónyuges por
lugar, la calidad de hijo natural del adop- una misma persona.
tado no resultaba de reconocimiento o de Demolombe cree, en cambio, que tal
declaración Judicial, a menos que se tra- prohibición del Derecho romano no tiene
tara de un hijo natural no reconocible; razón de ser, por cuanto el artículo 348 se
por cuanto, como afirma Solmi, sería ex- opone por razones de moral, en el seno
cesivo extender ese beneficio a los hijos de la familia, al matrimonio ulterior de
adulterinos o incestuosos no reconocibles. hijos adoptivos de un mismo individuo;
Uruguay y Venezuela, al igual que Italia, pero nada se opone a que dos cónyuges
expresamente prohiben esta clase de adop- puedan ser adoptados con posterioridad a
ción. Suecia, en cambio, la admite en for- su matrimonio.
ma también expresa. En Suiza no se hacen Pensamos, por nuestra parte, que no se
restricciones a la misma. trata aquí de prohibir o no la adopción en
Los argumentos que se esgrimen en la base al estado civil de los adoptados, sino
doctrina, en favor de la adopción de los fundados en su edad. Como veremos al
hijos naturales o ilegítimos, por sus pa- tratar especialmente el punto, nada acon-
dres, son numerosos. Podríamos sintetizar- seja la adopción de mayores de edad, por
los en los siguientes: no existir en tal caso los justos motivos
a) Sería injusto que se permitiera adop- a que hace referencia el Código suizo;
tar a cualquiera, brindándole con ello to- menos aún tratándose de cónyuges. En
das las ventajas que comporta conceder idéntico sentido se pronuncian la ley para
la calidad de hijo legítimo, y se negara Inglaterra de 1926 y para Escocia de 1930,
ese beneficio a los hijos de la propia san- que sólo permiten adoptar menores de
gre, por el solo hecho de ser ilegítimamen- veintiún años que nunca hubieran estado
te concebidos. casados.
b) La adopción de un hijo bastardo no
perjudica en nada el régimen de la familia B) Reauisilos sustanciales y formales.
legítima, por cuanto la mayor parte de las Requisitos de fondo. — a) Edad: Del
legislaciones establecen la prohibición de adoptante: En la mayoría de las legisla-
adoptar a los padres que ya tuvieran hijos ciones sobre la adopción, se estipula una
legítimos o naturales reconocidos. edad mínima para el adoptante, tomando
c) Que no es exacto en todos los casos en consideración el fundamento de la ins-
que se pueda reemplazar la adopción por titución en cuanto procura integrar una
la legitimación, pues sucede a veces que familia. Suponen las leyes que a una cierta
los padres ilegítimos no tienen voluntad o edad, tal posibilidad se convierte en remota
no están en condiciones de unirse. desde un punto de vista fisiológico.
d) Por otra parte, mientras la filiación Ya los romanos establecían una edad
del hijo ilegítimo no sea conocida, no hay mínima para el adrogante, que fijaban en
nada que se oponga a la adopción del mis- los sesenta años (Dígesto).
mo. Además, los hijos adulterinos o inces- El Código de Prusia de 1794 (Landrechí)
tuosos no pueden ser reconocidos. Resul- exigía una edad mínima de cincuenta años
tado de todo ello sería, como lo destacan (art. 668), pero admitía dispensa real para
Coll y Estivill. que los hijos nacidos del los menores de esa edad si por razones de
adulterio o el incesto y los naturales no salud o físicas hacían presumible la impo-
reconocidos, estarían en una situación ven- sibilidad de procrear.
tajosa respecto de los hijos naturales re- La misma edad se estableció para el
conocidos, lo que importaría un premio a adoptante en el Código de Napoleón (ar-
la habilidad para ocultar un vínculo de tículo 343). Berlier explicaba la razón por
sangre realmente existente. la cual se exigía esta edad, por cuanto,
Adopción de ambos cónyuges por una siendo la adopción un consuelo para los
misma persona: Fundándose en que el Có- que no habían tenido hijos, o los habían
digo de Napoleón, artículo 348, prohibía el perdido no podía la ley autorizar adopcio-
matrimonio entre hijos adoptivos de un nes a personas que todavía estaban en
mismo individuo. Duranton llega a afirmar condiciones físicas de tenerlos por el ma-
que una misma persona, no puede adoptar trimonio.
a los dos cónyuges. Hace para ello una La reforma de 1923 al Código francés,
especulación puramente racional, diciendo siguiendo orientaciones más modernas, fijó
que ellos serían hermanos por adopción, a la edad mínima en cuarenta años, y en la
los que el matrimonio estaría prohibido de misma forma lo han hecho los Códigos
de Venezuela y Méjico. En Uruguay y Es- ron el citado Código, no incluyeron prime-
paña se exige un mínimo de cuarenta y ramente la institución, pero a requerimien-
cinco años. Panamá y Japón requieren te- to de la Corte de Casación, el Consejo de
ner más de veintiún años, o ser mayor de Estado la trató. Siete proyectos se hicie-
edad, respectivamente. ron, y recién en el cuarto se indicó la po-
El Código alemán establece la edad de sibilidad de adoptar a un mayor. Por otra
cincuenta años, pero admite dispensas. parte, la suposición de que nadie, sin su
La ley de Adopción de Chile, artículo 2$, consentimiento, podía quedar sometido a
determina que sólo podrán adoptar las un vínculo de familia, determinó que los
personas mayores de cuarenta años y me- proyectos establecieran la posibilidad del
nores de setenta. disentimiento del adoptado al llegar a la
Ya hemos explicado las razones por las mayoría de edad. Prevaleció, no obstante,
cuales se ha establecido una edad mínima el mejor criterio, y se dispuso la irrevoca-
de cincuenta años. Creemos que son más bilidad del vínculo. En la redacción defi->
científicas las legislaciones que la han fi- nitiva, se prohibió realizar el acto jurídico
jado en cuarenta años, por ser una edad antes de la mayoría de edad del adoptado
en que, si bien no se ha perdido la espe- (art. 346); sin embargo, se requería que
ranza de tener hijos por procreación, pue- hubiera sido de hecho adoptado en la mi-
de ya presumirse que tal imposibilidad sea noridad, es decir, haber estado seis años
definitiva. Y a los cuarenta años la per- bajo la protección del adoptante antes de
sona está aún en condiciones físicas y llegar a la mayoridad. A tal fin, se esta-
espirituales para asumir la responsabilidad bleció la tutela oficiosa, por la cual una
que representa la adopción y a la vez brin- persona con capacidad para adoptar, po-
dar su afecto al adoptado. Y más sabio día tomar a su cargo a un menor de quin-
aún consideramos el precepto sustentado ce años, para que los seis años do cuidados
por el Código venezolano, que, si bien es- previos se pudieran cumplir en la mino-
tablece un mínimo de cuarenta años, per- ridad. Tenía como ventaja respecto a la
mite la adopción desde los treinta años, sí simple tenencia, que después de cinco años
los cónyuges llevan seis años de casados. de tutela, antes de la mayor edad del pu-
Las conclusiones anteriores reflejan nues- pilo, el adoptante, en previsión de su
tro criterio respecto a la edad exigida a muerte, lo podía instituir como hijo adop-
los adoptantes, tratándose de cónyuges, no tivo por testamento (adopción testamenta-
así para los solteros, para quienes consi- ria).
deramos adecuada la edad de cincuenta Asunto de trascendental importancia es
años, por cuanto, de lo contrario, podría el de determinar si desde el punto do vista
prestarse la adopción para posibles co- social y jurídico es admisible la adopción
rrupciones. de mayores.
Edad del adoptado: El Código de Napo- Coll y Estivill, en su tratado sobre la
león exigía la mayoría de edad en el adop- materia, se refieren extensamente al pro-
tado (veintiún años), fundado en la teoría blema y llegan a una conclusión negativa,
del contrato y del consentimiento válido. que compartimos. Para fundar tal oposi-
El Código sardo requería dieciocho años ción, seguimos las argumentaciones que
como mínimo, tomando en consideración dan los mencionados autores.
la necesidad del consentimiento y la fija- Como acertadamente lo expresaba la
ción de una edad que hiciera admisible la Exposición de Motivos dol Proyecto de
creación del vínculo afectivo. Código civil argentino de 1936 (Exp. de
La ley francesa de 1923, el Código civil Motivos, pág. 64). la adopción "responde,
italiano de 1939, el Código civil alemán, no hay duda, a una tendencia natural y
han suprimido el límite de edad. En idén- respetable, que los hombres suelen abrigar,
tica forma se ha legislado en Suecia. Che- especialmente cuando el matrimonio no ha
coeslovaquia, Brasil, Chile y Uruguay. traído el fruto esperado". La institución
Establecen límites máximos de edad: la obedece a una necesidad sentida en todos
ley de 1926 para Inglaterra y de 1930 para los pueblos, pero, sin duda, esa aspiración
Escocia, al fijarla en veintiún años. Igual- reúne todas las exigencias sociales y éticas
mente, el Código civil mejicano de 1928 en cuanto se refiere a la adopción de me-
autoriza la adopción para menores, salvo nores.
tratándose de incapaces (art. 390). La adopción de mayores, según diversos
Los redactores de la adopción en el Có- autores, se justifica en "el deseo tan lógico
digo civil francés la establecieron exclusi- que tendrá una persona mayor de nom-
vamente para menores, exceptuada la re- brar su sucesor, do decidir quién lo sucede
muneratoria, que nada tiene que ver con on los bienes y quién lleve también su ape-
la verdadera adopción. Los que proyecta- llido. Después de satisfacer este anhelo cié
tener un sucesor en los bienes, podrá sa- no Justifican en forma alguna la adopción
tisfacerse este otro anhelo: que los hijos de mayores. Los deseos particulares no de-
del adoptado mayor sean algo así como los ben privar sobre los fines sociales de una
nietos del adoptante, y el adoptante ten- Institución, ni introducir desórdenes en
drá no sólo en el mayor un hijo adoptivo, una sociedad, menos aún cuando son Jurí-
sino en esos pequeños a sus verdaderos dica y éticamente irrelevantcs.
nietos" (Actas de la 1* Conferencia de Diferencia de edad entre adoptante y
Abogados de Buenos Aires, Primera Confe- adoptado: Por el principio de "imitatio
rencia, pág. 131). Igualmente se ha queri- Naturae", los romanos establecieron que
do fundar este criterio en el deseo del entre adoptante y adoptado debía haber
adoptante de instituir como hijo a una una diferencia de edad que Justiniano fijó
persona que hubiera sido de afección del en dieciocho años.
hijo premuerto, como esposa o novia del La mayoría de las legislaciones moder-
mismo. nas han conservado tal disposición. El Có-
Desde el punto de vista social, poco más digo alemán (art. 1744), el de Frasil (ar-
se puede agregar en apoyo de la adopción tículo 369), de Parú (art. 326, inc. 2<?) y
de mayores. Y las razones invocadas ca- Venezuela (art. 246, 29 apart.), así lo es-
recen de relevancia suficiente como para tablecen.
justificar algo que no responde a fines ge- La ley francesa de 1923 ha fijado la di-
nerales y sentidos por la mayoría. Para ferencia en quince años; en diecisiete la
decidir quién suceda a una persona en sus de Méjico (art. 390, Cód. civ.). Las leyes
bienes o en el apellido, no es menester de Inglaterra de 1926 y Escocia de 1930,
adoptarlo. Un simple testamento lo puede exigen que la diferencia sea de veintiún
instituir como heredero. En cuanto al ape- años, aunque establecen excepciones.
llido, se trata de un mezquino prejuicio Se justifica la diferencia de edad exigida
aristocrático, carente de relevancia jurídi- por la seriedad y dignidad de la institu-
ca o social, que no debe entrar en las ción. Por otra parte, desde que se pre-
consideraciones del legislador. tende dar padre o madre legítimos a quien
La necesidad de la institución en lo re- no los tiene, para proveer a su desarrollo
ferente a la adopción de mayores, debe físico y moral, es lógico que se exijan
ser determinada por la utilidad de los efec- condiciones necesarias para que tales efec-
tos jurídicos emergentes, relativos a la pa- tos jurídicos se produzcan sin contradic-
tria potestad, la trasmisión del apellido, ción con los hechos.
la vocación hereditaria, la obligación ali- b) Consentimiento: El consentimiento
mentaria y los efectos secundarios. tiene un papel de importancia, y sin él
En cuanto a la patria potestad, no exis- seria imposible toda adopción. Los vínculos
te sobre los mayores de edad. Respecto al que crea la adopción pueden afectar los
apellido, es absurdo que se pretenda adop- intereses de otras personas, tales como los
tar a una persona mayor de edad por el cónyuges o los padres de adoptante o adop-
solr» hecho de que lleve el apellido del tado. De ahí que sea también necesario te-
adoptante. En Francia se produjo el fe- nerlas en cuenta en lo que se refiere al
nómeno contrario, de adopciones de per- consentimiento del acto.
sonas con apellidos ilustres a favor de otras Consentimiento del adoptante: No ofre-
con apellidos sin brillo, pero pudientes, ce mayores dificultades. Se trata del su-
respondiendo al deseo de sumar a la ri- jeto activo, interesado en la adopción y
queza un nombre ilustre. sólo se requieren los requisitos de discer-
La obligación alimentaria no cuenta nimiento, intención y libertad que estable-
tampoco como argumento sólido. No hace ce el Código de fondo (art. 897).
falta obligarse unilateral e irrevocable- Consentimiento del adoptado: El proble-
mente para satisfacer las necesidades de ma del consentimiento del adoptado no
otra persona a quien se quiera favorecer. ofrece dificultades cuando el mismo es
Finalmente, la vocación hereditaria, al mayor de edad, en las legislaciones que
igual que los anteriores motivos, no resis- permiten tales adopciones. Lógicamente,
te al análisis. Ya hemos dicho que en tal para la creación del vinculo adoptivo, debe
caso se podría instituir heredero por tes- prestar su consentimiento.
tamento, sin necesidad de acudir a la adop- El problema se plantea tratándose de
ción. Muchas Veces, como ocurrió frecuen- menores de edad, de acuerdo con las dis-
temente en Francia, tales adopciones ocul- posiciones de fondo sobre el discernimiento
tarían un afán de eludir impuestos a la y la capacidad.
transmisión gratuita de bienes. Las legislaciones varían en tal sentido.
Del análisis efectuado, se infiere que los Los Códigos de Uruguay (art. 247), España
motivos invocados o los efectos jurídicos, (art. 178) y Suiza (art. 265), exigen sola-
mente el consentimiento de los adoptados padres del adoptado, por cuanto no es ne-
mayores de edad, o el del representante cesario, quedando librado al criterio del
legal si se hallare bajo potestad paterna hijo el cumplir con los deberes morales
o poder tutelar. hacia sus progenitores.
El Código de Venezuela (art. 251) dispo- En el Código de Napoleón se exigía el
ne que el menor debe dar su consentimien- consentimiento de los padres hasta los
to expreso si ha cumplido doce años de veinticinco años. Pasada esa edad, el
edad. El de Perú (art. 328, ap. 59), al igual adoptado debía solicitar consejo respetuo-
que el de Méjico (art. 397), traen igual so a sus padres naturales.
exigencia que el anterior para cuando el La ley de 1923 modificó tal situación,
menor hubiera cumplido catorce años. La estableciendo que sólo es necesario el con-
ley francesa de 1923 (art. 360) lleva esa sentimiento de los padres tratándose de
edad a los dieciséis años. El Código italia- menores. En igual forma se han pronun-
no dispone que el menor que tuviera doce ciado los Códigos de Venezuela, Perú, Ale-
años cumplidos debe ser oído por el juez. mania y la ley de Adopción de Chile. El
La cuestión hay que considerarla, como Código italiano (art. 295) mantuvo la
lo hacen Coll y Estivill, según se conside- exigencia, de manera que siempre que el
re la adopción como contrato o como ins- adoptado tenga padres o cónyuge vivos,
titución jurídica. En el primer caso, es im- éstos deben prestar su consentimiento.
prescindible el consentimiento civilmente En lo relativo a los menores a adoptar,
válido y por tanto, la mayoría de edad en las diversas leyes exigen el consentimiento
el adoptado. En cambio, considerada ins- de los padres, por ser un derecho emer-
titucionalmente, "si el acuerdo de volun- gente de la patria potestad.
tades no crea el vínculo, careciendo de otro Algunos autores sostienen que, en caso
significado que el de manifestar una vo- de negativa absoluta de los padres, los
luntad no Jurídicamente válida para con- jueces pueden suplir el consentimiento de
tratar, sino psicológicamente apta para los mismos mediante resolución fundada.
formar la relación de familia que se bus- Nos parece más acertado el criterio de
ca, se llega a prescindir del concepto jurí- quienes se muestran partidarios de acordar
dico de mayoridad para atender al con- dicha facultad al juez, únicamente en los
cepto biológico de inteligencia y de vo- casos en que los padres del menor hubie-
luntad". ran incurrido en pérdida de la patria po-
Disentimos con las legislaciones que fi- testad o se hubieran colocado en situación
jan para el consentimiento del adoutado, de perderla según los casos expresamente
edades menores a las que las respectivas previstos por la ley.
leyes de fondo establecen para la mayo- No debe librarse al arbitrio judicial la
ridad. En ningún caso puede hablarse de pérdida de la patria potestad sobre los
consentimiento en el estricto sentido ju- hijos. Pueden existir justos motivos para
rídico: solamente puede tratarse de un la adopción, tales como el cariño a un me-
asentimiento psicológico respecto al víncu- nor, el deseo de asegurarle una mayor edu-
lo que se pretende crear. Por eso son más cación y un bienestar económico sin que
acordes con el Derecho aquellas leyes que ello autorice la adopción si los padres
filan una edad desde la cual el menor cumplen debidamente sus deberes de ta-
debe ser oído por el Juez, por cuanto a éste les.
interesa, más que un consentimiento ju- Pueden presentarse en la práctica las
rídicamente irrelevante, la disposición vo- siguientes situaciones:
luntaria del menor al acto. Con ello se 1) Los padres ejercen la patria potes-
evitará que se realicen adopciones impues- tad, en cuyo caso es imprescindible su
tas al menor por influjo de quienes están consentimiento.
cerca del mismo sin tener para nada en 2) Padres que han perdido la patria
cuenta sus sentimientos. potestad o la tenencia de sus hijos; o que
Lógicamente, el asunto se relaciona con se han colocado en situación de perderlas
la revocabilldad del vínculo. La conformi- según los casos previstos por la ley: fren-
dad que el menor preste al acto no podrá te a esta situación y su negativa absoluta
redundar en su perjuicio si al llegar a la a la adopción, los jueces pueden suplir su
mayor edad se encuentra facultado por consentimiento si hubiera justos motivos
la ley para revocar el vínculo adoptivo. para la misma.
Consentimiento de los padres y del cón- 3) Cuando los deberes de la patria po-
yuge del adoptado: Tratándose de mayo- testad son ejercidos por un guardador en
res de edad adoptados, en las legislaciones lugar de los padres, a aquél corresponde
que lo admiten, no se crea problema algu- prestar el consentimiento.
ni en lo referente al asentimiento de los 4) El menor se encuentra bajo la guar-
da o tenencia de la misma persona que 1923 (art. 343), el Código italiano (art 310),
desea adoptarlo: en tal supuesto, no ha- el Código de Venezuela (art. 253) y el de
bría ningún problema. Perú (art. 326), establecen una exigencia
Puede presentarse otra situación que distinta, que dejan librada al criterio del
merece atención especial: sería el caso juez: la existencia de "justos motivos",
en que los padres del menor se encontra- para la adopción y de ventajas o conve-
ran separados de hecho o judicialmente. niencias para el adoptado. La apreciación
La ley francesa dispone que es suficiente de la conveniencia de la adopción queda
el consentimiento del esposo en cuyo favor entonces librada al criterio del juez, tanto
dictóse la sentencia, y que tiene la guar- desde el punto de vista moral, pecuniario
da del menor. Sin embargo, dado que no y de la educación del menor.
están en juego los sentimientos conyuga- d) Reputación del adoptante: Siendo la
les, síno filiales, creemos necesario el con- misión del adoptante orientar y dirigir la
sentimiento de ambos esposos. personalidad y la educación del adoptado,
En cuanto al consentimiento del cónyuge es lógico que entre los requisitos se tome
del adoptado, lo exigen las leyes de Ale- en cuenta la reputación de aquél. Es por
mania (arts. 1748, 1756), Suiza (art. 260), ello que los Códigos de Venezuela, Perú e
francesa de 1923 (art. 347), Italia (art. 295), Italia lo prescriben expresamente. Pensa-
Uruguay (art. 158), Perú (art. 326, inc. 8<?). mos que aún no estando legislado el prin-
La vinculación existente entre marido y cipio, teniendo el juez facultad para apre-
mujer impone esta exigencia de la ley. ciar los antecedentes y decidir en mérito
Consentimiento del cónyuge del adop- a ellos, tornará en cuenta como oigo fun-
tante: La doctrina y las leyes en general damental la conducta del adoptante.
requieren como esencial el consentimiento e) Requisitos negativos: Llamamos re-
del cónyuge del adoptante. Esta exigencia quisitos negativos a aquellos que se refie-
se encuentra fundada en la necesidad de ren a la inexistencia de descendientes del
proteger el orden dentro de la familia le- adoptante en el momento de la adopción
gítima. No puede admitirse, salvo expreso y a la inexistencia de adopciones previas
consentimiento del otro, que uno de los por la misma persona.
cónyuges introduzca en el hogar común 1) Que el adoptante carezca de descen-
un hijo adoptivo —tal vez un propio hijo dientes: Siendo que el fundamento de la
ilegítimo—, con todos los derechos que adopción es, además de la protección del
emergen de la filiación. menor, la integración de la familia en
Tratándose de cónyuges separados de aquellos hogares que no pueden tener hi-
hecho o judicialmente, es unánime el cri- jos, y que han tenido la desgracia de per-
terio de prescindir del consentimiento. Ex- derlos, resultaría inadmisible que adoptara
presamente lo disponen así la ley francesa quien ya tuviera hijos de sangre.
de 1923, en su artículo 347, y el Código de Partiendo de la base de que las personas
Venezuela (art. 251). con descendencia propia no pueden adop-
Consentimiento de los padres del adop- tar, cabe preguntarse si igual criterio debe
tante: Este punto carece de importancia seguirse frente a los hijos legítimos y a
en la actualidad, y la mayoría de las le- los naturales. Algunas legislaciones, como
gislaciones sobre la adopción guardan si- la de Uruguay, no impiden que adopte
lencio sobre el particular. Algunos autores quien tenga hijos legítimos o naturales.
esgrimen el argumento relacionado con oí Venezuela, pese a la prohibición, admite
Derecho sucesorio, planteando el supuesto dispensas en estos casos. Pero debemos
de que el padre adoptivo falleciera antes destacar que en dichas leyes no se llega
que el hijo, por lo que éste concurriría a la a lesionar derechos patrimoniales de los
sucesión con sus abuelos de adopción, lo hijos de sangre, pues los hijos adoptivos
que disminuiría su porción a heredar. Con- quedan excluidos de la sucesión del adop-
sideramos que un motivo tan particular y tante. El Código italiano establece la prohi-
remoto, en la mayor parte de los casos no bición para cuando existieran hijos legí-
autoriza a exigir el consentimiento de los timos o legitimados (art. 289).
padres del adoptante. Existiendo hijos naturales del adoptante,
c) Justos motivos: El antiguo criterio debe entenderse que la prohibición tiene
establecido por el Código de Napoleón, y validez si los mismos estuvieran legalmente
adoptado por otras leyes, que exigía al reconocidos antes de la adopción. To-
adoptante un determinado número de años do reconocimiento posterior no afecta el
durante los cuales hubiera prestado soco- vínculo creado así, como tampoco le afecta
rro y cuidados a la persona que se preten- la supcrmancncia de hijos legítimos, a
día adoptar, no se requiere en las más monos, en este último caso, que ya estuvie-
modernas legislaciones. La ley francesa de ran concebidos, lo que anularía el acto.
2) Que no medien adopciones previas: adoptante y adoptado. Queda por ver el
La prohibición que aparece en las antiguas alcance de los efectos en cuanto se refiere
legislaciones, de .adoptar cuando ya la a ¡as familias de ambos. Así, deben consi-
misma persona hubiera efectuado adopcio- derarse las siguientes situaciones:
nes previas, tiende a desaparecer. Lo que a) Sí el adoptado se desvincula total-
procuran las leyes de nuestros días es mente de su familia de sangre: Por la
limitar el número de adopciones en bene- adopción, el adoptado no pierde los dere-
ficio de los adoptados. chos y deberes que resultan del parentesco
En los países donde la ley no las prohi- de sangre, excepto la patria potestad, que
be expresamente, la jurisprudencia ha en- se transmite al adoptante. Conserva, por
tendido que son factibles. El Código ale- lo tanto, su derecho a la legitima en la
mán las autoriza en forma expresa. En herencia de sus padres naturales y sub-
algunos Códigos se exige que para tener siste la obligación alimentaria recíproca.
validez deben realizarse en un mismo acto Esta es la solución adoptada por la mayor
(Cód. italiano, art. 292). parte de los autores y legislaciones mo-
Requisitos de forma: Son los que se re- dernas, no ofreciendo dificultades su in-
fieren a la intervención de las partes, a la terpretación. Se pronuncian en tal senti-
intervención judicial, la inscripción y pu- do: Código de Méjico (art. 403); de Bra-
blicidad del acto, etc., todos de suma im- sil (art. 378); España (art. 177); Perú
portancia por tratarse de una institución (art. 335); Italia (art. 299), y ley francesa
jurídica y no de un simple contrato. Los de 1923 (art. 352).
principales requisitos de forma son los si- b) Si el adoptado entra en la familia
guientes: del adoptante: El adoptado no entra en'
a) Intervención judicial: Salvo algunos la familia del adoptante, ni queda unido
pocos países, como Bolivia y Brasil, que a ella por ningún lazo de parentesco. Por
permiten realizar la adopción como' un lo tanto, no adquiere ni contrae, con res-
acuerdo de voluntades, para el que con- pecto a ella, derechos ni obligaciones. El
curren ante el oficial público las partes Código de Napoleón, siguiendo el ejemplo
que deben prestar su consentimiento, la del Código de Prusía, de 1794, no mantuvo
mayoría de las legislaciones disponen que el criterio del Derecho romano, que intro-
sea decretada por la autoridad judicial. ducía en una familia, en todos sus grados,
El Estado, que es directamente interesa- a un individuo extraño a la misma. De
do en la fiscalización del acto, por tratarse acuerdo con la opinión de Carr.baceres,
de una institución de orden público, inter- Tronchet y Berlíer, se dispuso que el adop-
viene en los procedimientos judiciales por tado permaneciera extraño en cuanto al
medio del Ministerio Público y del Minis- parentesco, a la familia del adoptante. La
terio de Menores. solución francesa, que surte su máximo
b) Inscripción y publicidad: Los pro- efecto en el Derecho sucesorio, pasó a la
nunciamientos o sentencias de los jueces mayoría de las legislaciones modernas.
que hacen lugar a la adopción deben ins- c) Si el vínculo se extiende a los pa-
cribirse en Registros. Algunos Códigos dis- rientes del adoptado: El adoptante no tie-
ponen que se inscriban en el Registro civil, ne, frente a los ascendientes y colaterales,
y otros crean al efecto un Registro especial del adoptado, ningún vínculo jurídico. No
de adopciones. Con la inscripción se da sucede lo mismo frente a los descendien-
autenticidad y fecha cierta al acto. tes y cónyuge del adoptado.
En cuanto a la publicidad, algunas leyes Respecto a los descendientes del adop-
establecen que se debe publicar por la tado, no hay uniformidad de criterios en
prensa (Cód. italiano, art. 312; de Vene- la doctrina ni en la legislación. El Código
zuela, art. 257). de Napoleón no hacía extensivos en forma
3. Efectos de la adopción.—Los efectos expresa, a los descendientes del adoptado,
jurídicos de la adopción han variado a los beneficios de la adopción. En conse-
través del tiempo, según fuera el funda- cuencia, surgieron discrepancias entre los
mento con que se pretendía explicar la comentaristas, pero, en general, la juris-
institución. En el antiguo Derecho romano, prudencia aceptó la solución afirmativa.
por el principio de "imiíatio naturae", el La ley de 1923 aclaró el problema, al ex-
adoptado se desvinculaba totalmente de tender tales beneficios a los descendientes
su familia para ingresar en la del adop- del adoptado, sin distinguir entre los naci-
tante. Actualmente no sucede lo mismo, dos con anterioridad o con posterioridad
por cuanto se han atemperado los efectos a la creación del vínculo adoptivo. Así, el
de la adopción. art. 353 dispuso que los lazos de la adopción
A. Extensión del vínculo: La institu- se extienden a los hijos legítimos del adop-
ción crea vínculos entre dos personas: tado
El Código alemán, en cambio (art. 1762), la doctrina y las leyes coinciden en otor-
dice que los efectos de la adopción se ex- gar en favor del adoptante la administra-
tienden a los descendientes del adoptado ción de los bienes del menor. Pero gene-
nacidos después de celebrarse la misma. ralmente se le priva del usufructo de los
El Código del Brasil y el uruguayo del mismos, al par que se dictan normas ten-
Niño, limitan el vínculo expresamente a dientes a asegurar una administración sa-
las partes (arts. 376 y 168, respectivamen- na en salvaguardia de los bienes propios
te) . Sin embargo, Clovis Bevilacqua, en su del adoptado.
comentario a la primera de las leyes men- Así lo disponen los Códigos de España
cionadas, sostiene que se vinculan por la (art. 166), Perú (art. 336), Colombia (art.
adopción, además de las partes, los des- 278) y ley chilena de 1943 (art. 18).
cendientes del adoptado. El Código italiano de 1939, en sus ar-
En cuanto a los efectos en la relación tículos 299 y 300, obliga al adoptante, en
al cónyuge del adoptado, el Código alemán un plazo de treinta días, a inventariar los
lo excluye expresamente. bienes del menor adoptado y trasmitir el
En la doctrina se consideran dos situa- inventario al juez de la tutela. Otorga al
ciones: si el matrimonio del adoptado es adoptante la administración de los bienes
anterior o posterior a la creación del víncu- inventariados, privándole del usufructo de
lo adoptivo, señalando que en el primero los mismos, aunque puede emplear las ren-
de los casos debe producir efectos en re- tas en subvenir las necesidades propias del
lación al cónyuge adoptado solamente. mantenimiento, educación e instrucción
B. Efectos particulares de la adopción: del menor.
Debemos considerar los efectos en cuan- La solución del Código italiano resulta
to a: la más aceptable, por cuanto evita adop-
1) La patria potestad: La patria po- ciones interesadas y garante un uso ade-
testad, como hemos visto, no es retenida cuado de los bienes propios del menor adop-
por los padres naturales del adoptado, sino tado.
que se transfiere al adoptante. Si bien el b) Como consecuencia de la patria po-
Código de Napoleón no se refería al asun- testad, el adoptante es quien debe prestar
to por cuanto establecía la adopción de su consentimiento para el matrimonio del
mayores únicamente, la ley de 1923, en su adoptado. Así lo dispone expresamente la
artículo 352, confiere la patria potestad al ley francesa de 1923. Finalmente, también
adoptante. Igual disposición contienen los puede aceptar donaciones en beneficio del
Códigos de: Perú (art. 335), Alemania (ar- menor.
tículo 1765), Venezuela (art. 256). Italia 2) Apellido del adoptado: Desde que la
(art. 299), Méjico (art. 403), Brasil (ar- adopción produce los efectos de la filia-
tículo 378), España (art. 154), ley chilena ción legítima, el adoptante trasmite su ape-
de 1943 (art. 15). llido al adoptado. Como éste conserva el
Siendo que el adoptante asume la direc- apellido de los padres naturales, veamos
ción y orientación espiritual del menor, es cómo la doctrina y la legislación han re-
lógico que se le otorgue la patria potestad suelto el problema.
del adoptado. Dado que la patria potestad En Roma, el adoptado tomaba el nom-
es el conjunto de derechos y obligaciones bre de la gens y de la familia del adoptan-
que tienen los padres sobre las personas te, sistema que se mantuvo en el Código
y bienes de sus hijos en cuanto sean me- de Prusia de 1794 (Landrecht).
nores de edad no emancipados, queda el En las modernas leyes y por lo general,
adoptante sujeto a todas las sanciones que el adoptado agrega, al suyo propio, el ape-
trae aparejado su incumplimiento. llido del adoptante. En tal sentido se pro-
La ley francesa de 1923 (art. 352, 2* par- nuncian los Códigos de: Bélgica (art. 347),
te) y el Código alemán (art. 1765, 2* par- Italia (art. 297), Perú (art. 334), Solivia
te) contemplan el caso particular de fa- (art. 185). El Código español lo hace en
llecimiento, interdicción o desaparición le- forma similar, con el requisito de que tal
galmente probada así como incapacidades adictamente se establezca en la escritura
sobrevinientes del adoptante, en cuyo caso de adopción.
disponen que la patria potestad sea recu- Disponen que el adoptado lleve directa-
perada por los padres naturales. mente el nombre del adoptante, el Código
Con motivo del ejercicio de la potestad de Suiza (art. 268), el alemán (art. 1758),
paterna por el adoptante, es necesario con- la ley francesa de 1939 (art. 361, inc. 3).
templar especialmente algunas situaciones 3) Impedimentos matrimoniales: He-
particulares: mos visto que la adopción crea lazos de
a) Administración de los bienes del adop- unión entre el adoptante, el adoptado y
tado: Con motivo de la patria potestad, sus descendientes. Por el hecho de la adop-
ción, surgen impedimentos matrimoniales adoptar personas de su mismo sexo. Como
entre el adoptante, el adoptado y sus des- se aprecia, no contempla la totalidad de
cendientes; entre el adoptante y la cón- situaciones que podrían plantearse.
yuge del adoptado, y recíprocamente, entre 4) Obligación alimentaria: Debemos con-
éste y la esposa de aquél; entre los hijos siderar ahora, siempre entre los efectos
adoptivos de una misma persona; y entre particulares de la adopción el de la obli-
el hijo adoptivo y el descendiente sanguí- gación alimentaria motivada por el víncu-
neo del adoptante. Razones morales que lo. Esta obligación se halla explícita o im-
deben imperar en el seno de la familia, plícitamente incorporada a todas las le-
han sido la causa determinante de la san- gislaciones y se entiende que la misma exis-
ción de tales impedimentos. Afirmaba Ber- te «ntre el adoptante, el adoptado y sus
lier que "la afinidad moral establecida por descendientes.
la adopción entre las personas de esta ca- 4) Efectos de la adopción en el Dere-
lidad y las relaciones físicas que la coha- cho sucesorio: La adopción plantea una
bitación hace nacer entre ellas, prescriben serie de problemas con relación al Dere-
no ofrecer alimentos a sus pasiones para cho sucesorio, que por su importancia es
el matrimonio". menester contemplar debidamente. Para
En la legislación comparada encontra- una mejor ordenación del asunto, tratare-
mos diversos sistemas en lo que a la solu- mos separadamente: los derechos del adop-
ción del problema se refiere: tado y sus descendientes legítimos en la
a) De las prohibiciones dirimentes: El sucesión del adoptante; y derechos del
matrimonio entre las personas de la fami- adoptante en la sucesión del adoptado.
lia adoptiva a quienes la ley prohibe ex- a) Derechos del adoptado y sus des-
presamente la unión, es considerado nulo. cendientes en la sucesión del adoptante:
El inconveniente grave de este sistema es La vocación hereditaria es una de las con-
que se crea una nueva fuente de hijos ile- secuencias mediatas de la creación del
gítimos. Se pronuncian en la forma enun- vínculo adoptivo. Por lo general, las legis-
ciada, los Códigos de: Brasil (art. 376 y laciones equiparan al hijo adoptivo a la
183), Bélgica (art. 348), Perú (art. 83), condición de hijo legítimo, desplazando de
Méjico (art. 40 y 157), España (art. 84), la herencia a todo otro pariente del adop-
Italia (art. 85) y Francia (art. 354). tante que no ostente la calidad de cónyu-
De una legislación a otra encontramos ge, hijo legítimo, natural o adoptivo. Si-
diferencias en lo que se refiere a las per- guen este criterio los Códigos de Italia,
sonas que se encuentran impedidas para Francia. Bélgica, Méjico y Perú.
contraer matrimonio. Algunas, como Es- Los Códigos alemán, suizo, y austríaco
paña, Francia e Italia, admiten dispensas disponen en igual sentido, pero con el agre-
tratándose de matrimonio entre el adop- gado de que puede convenirse lo contrario
tado y descendientes del adoptante. por contrato.
b) Sistema de la libertad absoluta: No La ley inglesa de 1926 no confiere dere-
opone ningún impedimento al matrimonio cho alguno al adoptado sobre los bienes del
entre padres e hijos o hermanos adopti- adoptante, salvo testamento a favor del
vos. Se sostiene por parte de la doctrina mismo. El Código español (art. 177) trae
que este sistema hiere la ética familiar. Es idéntica disposición, haciendo la salvedad
apoyado por Coll entre nosotros, así como de que ella no rige si el adoptante se obli-
Lafaille. ga a instituir heredero al adoptado en la
c) Sistema intermedio: Propiciado por misma escritura de adopción. También son
la base 12 de la Primera Conferencia de restrictivos los Códigos de Prasil y Vene-
Abogados de Buenos Aires. Se establecen zuela. El primero dispone que el adoptado
las prohibiciones en la ley, pero frente a hereda como hijo legítimo, pero si concu-
la trasgresión de las mismas, en lugar de rre con otros hijos legítimos, hereda sola-
declarar nulo el matrimonio así realizado, mente la mitad de lo que a ellos corres-
prefiere declarar insubsistente el vínculo ponda. El segundo de los Códigos mencio-
adoptivo. Se procura así, al par que salvar nados llama a los hijos adoptivos en con-
la ética en la familia, evitar que se pro- currencia con otros herederos cuando no
duzca una nueva fuente de hijos ilegíti- hubieren descendientes legítimos o natu-
mos. rales.
Siguen este sistema los Códigos civiles En la doctrina y las leyes hay unifor-
de Alemania, Suiza y Perú. midad en cuanto a la vocación hereditaria
d) Sistema de la ley inglesa de 1926, de los hijos del adoptado respecto a la su-
seguido por Colombia y Panamá: no solu- cesión del adoptante, siendo la solución
ciona el problema sino por vía indirecta, afirmativa.
al disponer que los adoptantes sólo podrán Por último, como consecuencia de que
la adopción no vincula al adoptado con los ría aparejada tal consecuencia: así serían
parientes del adoptante, aquél no hereda nulas las adopciones hechas ante juez in-
a los padres de éste. competente, o sin intervención de los Mi-
b) Derechos deZ adoptante en la suce- nisterios públicos, o la no inscripción en
sin del adoptado: Es casi unánime la for- el Registro correspondiente. Sin embargo,
ma en que se ha legislado este punto: el y en cuanto al último requisito mencio-
adoptante no hereda "ab intestato" al nado, algunos países, como Méjico, en lu-
adoptado, con lo que se trata de impedir gar de establecer la nulidad del acto, san-
las adopciones inspiradas en propósitos cionan con una multa al culpable de la no
de lucro. A título ilustrativo, menciona- inscripción.
mos los Códigos de Italia (art. 312), Perú 2) Nulidad por inobservancia de los
(art. 338), Venezuela (art. 828), Alemania requisitos de fondo: Según criterio unifor-
(art. 1759), Colombia (art. 282), etc. En me en la doctrina y en la jurisprudencia
cambio, Brasil dispone que falleciendo el de diversos países, causa nulidad absoluta
adoptado sin dejar descendientes, y no de la adopción la violación de los siguien-
teniendo padres de sangre, el adoptante tes requisitos: edad del adoptante y del
excluye a todo otro heredero (artícu- adoptado; diferencia de edad entre ambos;
lo 1609). adoptante con descendientes de los que
4) Extinción de la adopción. — Revoca- impiden la adopción: pluralidad sucesiva
bilidad: Consideran los autores tres modos de adoptados; prohibiciones, en las leyes
de extinción de la vinculación adoptiva: que las establecen, respecto de sacerdotes
uno, normal, por fallecimiento del adop- católicos o tutores que no hayan rendido
tante o del adoptado; y dos anormales, cuentas y abonado el saldo. Causan, en
sea por nulidad o anulación de la adop- cambio, nulidad relativa los requisitos no
ción, sea por revocación de la misma. El observados en lo que se refiere al consen-
primero, por lo mismo que es un modo timiento, o a los vicios del consentimiento,
normal de fenecimiento de la relación por error, dolo o violencia. Hay quo desta-
adoptiva, no merece estudio especial. Los car, sin embargo, que la ausencia del con-
otros, en cambio, plantean una serie de sentimiento de adoptante o adoptado, en
problemas que la doctrina, las leyes y la los países que se exige, causa nulidad ab-
jurisprudencia de los distintos países re- soluta.
suelven según criterios que se examinarán A quienes competo la acción de nulidad:
a continuación. No ofrece mayor dificultad este asunto,
a) Nulidad de la adopción: Por tratarse que se encuentra reglado por disposiciones
de una institución de orden público y su- de fondo en nuestro país. Si la nulidad
jeta a solemnidades para asegurar su se- fuera absoluta, la acción compete a las
riedad, la ley establece una serie de re- partes, o a los que tuvieran un interés
quisitos sustanciales y formales a la vez pecuniario nacido y actual, o al Ministerio
que exige una determinada capacidad en público. Si se tratara de nulidad relativa,
las partes. La inobservancia de tales con- la acción compete únicamente a la. persona
diciones es el motivo determinante de la en beneficio de la cual se instituyó la nu-
nulidad o anulación del acto. Para la me- lidad.
jor comprensión de este punto habrá que b) Revocabiüdad: Quienes se apegan al
tener presente la distinción de las leyes principio de que la adopción debe imitar
de fondo entre actos jurídicos nulos y anu- la naturaleza, sostienen que la misma
lables, o aquella otra correlativa entre debe tener caracteres de permanencia, per-
nulidades absolutas y relativas (arts. 1037 petuidad e inmutabilidad. Por el contrario,
y siguientes de nuestro Cód. civ.). los que la consideran como institución
Corresponde, pues, considerar las nuli- creadora de un vínculo artificial de pa-
dades en la adopción según provengan de rentesco análogo al que une al padre o
la trasgresión de requisitos de forma o de madre con sus hijos legítimos, afirman
fondo: que hay circunstancias de suma gravedad
1) Nulidad por vicios de forma: Nos re- que aconsejan la revocación del vínculo
ferimos en primer término a los vicios de adoptivo.
forma por cuanto ellos acarrean en to- Las causas de revocación son diversas y
dos los casos la nulidad absoluta del acto. vamos a examinarlas seguidamente:
Ello obedece a lo que ya llevamos dicho a) Indignidad: Esta causa figura en
sobre la solemnidad con que el legislador numerosos Códigos de Valencia, Venezuela,
ha querido rodear el acto, con miras al or- Panamá, Perú, Méjico y ley chilena de
den público y al interés social. adopción. Pueden incurrir en indignidad
De manera, pues, que la violación de tanto el adoptado como el adoptante. Son
cualquiera de los requisitos formales trae- los casos más comunes los que enumera
nuestro Código civil entre las incapacida- tidas, que datan del siglo xrn. Fueron las
des para suceder. disposiciones de ambos cuerpos jurídicos el
b) Negativa de alimentos: Algunos có- Derecho aplicable en la colonia y en nues-
digos la incluyen expresamente como cau- tro país hasta la sanción del Código civil.
sal de revocación, mientras que en otros Por la forma en que estaba organizada
queda involucrado en la ingratitud. Entre la adopción, se advierte fácilmente que era
los primeros se encuentran los de Méjico, un calco casi fiel de las disposiciones de
Venezuela, Brasil, Perú y ley chilena. Justiniano sobre la misma.
c) Impugnación justificada: Se funda Distinguían, así, entre adopción común
en el hecho de que el menor o incapaz y arrogación, al igual que en Roma.
pueden haber sido adoptados sin expre- Podían adoptar quienes no tuvieran hi-
sión de consentimiento de su parte o con jos, nietos o descendientes legítimos y
un consentimiento viciado por la inmadu- fueran hombres libres de la patria potes-
rez mental. Disponen algunas leyes que al tad, debiendo existir entre adoptante y
llegar a la mayoría de edad, o al cesar la adoptado una diferencia de edad de die-
incapacidad, pueda el adoptado manifes- ciocho años. No estaba permitido hacerlo
tar su voluntad en el sentido del cese de la a los sacerdotes y a las mujeres, salvo dis-
adopción. Para deducir la impugnación, pensa por haber perdido un hijo en la
fijan un plazo a contar desde la mayor guerra.
edad o el término de la incapacidad. El Có- Se establecía un procedimiento ante el
digo español la estipula en cuatro años, el magistrado, y se requería el consentimien-
de Perú, un año y el de Venezuela, dos años. to del adoptante, del padre del adoptado y
d) Acuerdo mutuo: Algunas leyes per- de este último cuando tuviera catorce años
miten la revocación fundada en el acuer- cumplidos.
do mutuo de adoptante y adoptado En lo relativo a los efectos, se disponía
(Brasil, Alemania, Suiza, Venezuela). Ge- la transmisión de la patria potestad al
neralmente, tal disposición surge de la adoptante o arrogante, quien, en el primer
equiparación de la adopción a un contra- caso, podía revocar el vínculo por su vo-
to bilateral. Opinan los autores que acep- luntad, no así en la arrogación, donde
tar dicho principio atenta contra la se- está prohibida la revocación. Tanto una
riedad de la institución. como otra forma de adopción, daban na-
e) Supernacencia de hijos del adop- cimiento a obligaciones alimentarlas y a
tante: No es causal de revocación, salvo impedimentos matrimoniales.
el caso expresamente contemplado en al- Finalmente, en lo que se refiere al De-
gunos códigos, de que fueran concebidos recho sucesorio, el adoptado heredaba "ab
antes del acto constitutivo de la adopción. intestato" al adoptante, cuando éste no
Tal la norma del artículo 287 del Código tuviera ascendientes ni descendientes na-
de Colombia. turales o legítimos. En cambio, el adop-
f) Matrimonio entre personas unidas tante no adquiría derecho sucesorio sobre
por la adopción: Nos remitimos a lo ya los bienes propios del hijo adoptivo, con-
expuesto al tratar sobre los efectos de la servando tal derecho los parientes de san-
adopción en cuanto a los impedimentos gre del mismo.
matrimoniales. 2. El Código civil y la opinión de Veles
Efectos de la revocación: Producida la Sársfield: Al entrar en vigencia, desde el
revocación, cesan todos los efectos de la 1? de enero de 1871, el Código civil argen-
adopción relativos al nombre, la patria tino, la institución desapareció de la le-
potestad, los derechos sucesorios, la obli- gislación en nuestro país. Al referirse a
gación alimentaria, los impedimentos ma- los motivos que lo impulsaron a suprimir
trimoniales y la administración de los bie- el título relativo a la adopción, Vélez Sárs-
nes del adoptado por el adoptante. field manifestaba: "Tampoco está en nues-
Procedimiento: El procedimiento de la tras costumbres, no lo exige ningún bien
revocación está revestido de las mismas social, ni los particulares se han servido
formalidades que la adopción. Deben ser de ella sino en casos muy singulares".
oídas las partes, intervenir la Justicia y La única disposición que se encuentra en
ser inscripta. el Código es la que trae el articulo 4050,
relativa a las adopciones ya existentes, las
IV. — ANTECEDENTES Y PROYECTOS NACIONALES que debían regirse por las leyes del tiempo
1. La legislación española y de la colo- en que pasaron los actos jurídicos.
nia: La adopción comenzó a practicarse Probablemente influyeron desfavorable-
en la Península merced al influjo romano. mente en el ánimo de nuestro codificador
La organización legal del instituto la en- los debates a que dio lugar la aplicación,
contramos en el Fuero Real y en las Par- en Francia, de la ley de adopción incor-
porada al Código de Napoleón y los no Cámara por parte de legisladores o por el
pocos abusos que se cometieron en dicho Poder Ejecutivo, señalando que se tuvo
país. muy en cuenta y fue la fuente directa de
3. Conferencias y "proyectos anteriores muchas disposiciones de la ley, el proyec-
a la sanción de la ley n? 13.252. — Llama to redactado en su oportunidad por el
poderosamente la atención el hecho de doctor Jorge E. Coll.
que durante más de cincuenta años pos- Además expuso el pensamiento de la
teriores a la sanción del Código civil, no Comisión en cuanto a los fines de la ins-
se notara en nuestro país ninguna inicia- titución: "Por una parte, para brindar
tiva tendiente a instituir la adopción en protección al menor; por otra, para, dar
nuestras leyes. Ello parecería dar la razón hijos a quien no los tiene de su sangre".
a Vélez Sársñeld, cuando decía que la ins- 1. Estudio de la institución, tal como
titución no estaba en nuestras costumbres. la establece la ley 13.252: Capacidad, re-
Sin embargo, no era así. Existía el pro- quisitos, efectos, extinción. Relaciones con
blema de la niñez desamparada, de los la legislación general de fondo, especial-
menores huérfanos; y paralelamente au- mente con el Derecho sucesorio y la ley
mentaba el número de hogares sin descen- 10.903. — Dispone la ley, en su artículo 1<?,
dencia propia, que acudían no pocas veces que la adopción crea el vínculo legal de
a la suposición de estado civil para tener familia. Coincide en esto con la legislación
el consuelo de un hijo que llevara su pro- comparada, que ya hemos analizado debi-
pio nombre. damente, en cuanto se refiere a los alcances
La ley 10.903, de 1919, sobre Patronatos de dicha vinculación. A lo ya expresado
de Menores, no significó sino una solución nos remitimos.
transitoria y limitada del problema. En En cuanto a las condiciones generales
virtud de la misma, se provee de tutor a de la adopción, en nuestra ley, son las si-
los menores cuyos padres han sido priva- guientes:
dos de la patria potestad, o cuyo ejercicio a) Capacidad para adoptar o ser adop-
ha sido suspendido. tado: De acuerdo a lo que surge del ar-
Es recién en el año 1933 cuando se pre- tículo 59 de la ley, pueden adoptar todas
senta al Senado, por parte del doctor Ra- las personas capaces a quienes tal derecho
món S. Castillo, una ley de asistencia no esté vedado expresamente en el mismo.
social y patronato de menores, cuyos ar- Tales prohibiciones se refieren a:
tículos 28 a 40 tratan de la adopción, y 1) Quien tenga descendientes legítimos
cuyo autor fue el doctor Jorge E. Coll. A concebidos o nacidos, salvo, en el último
partir de entonces se presentan una serie de los casos, que se encontraran ausentes
de proyectos o bases por parte del mismo con presunción de fallecimiento.
doctor Coll, Rayces, Saravia, la Primera 2) Quien tenga hijos naturales recono-
Conferencia de Abogados de la Ciudad de cidos, salvo que estuvieren ausentes, con
Fuenos Aires y proyecto de Código del presunción de fallecimiento.
Niño, de Cabral. Y lo que es más impor- 3) Quien no haya cumplido cuarenta
tante aún, lo que no hizo Pibiloni en su años. Sin embargo, admite una excepción:
anteproyecto de Código civil, lo subsanó cuando los adoptantes sean cónyuges con
la comisión de jurisconsultos, que en 1936 más de ocho años de casados.
presentó, tras diez años de labor, el Pro- 4) Un hermano a otro.
yecto de Reformas del Código civil, al re- En cuanto a los tutores, dispone el ar-
ferirse, en su capítulo 1? del título III, a tículo 79 que sólo podrán adoptar al pu-
la adopción. pilo después de aprobadas las cuentas y
pagado el saldo.
V. LA LEY ARGENTINA DE ADOPCIÓN No trae prohibición expresa, como el
Código español, respecto a los sacerdotes
Fue votada y sancionada el 15 de sep- católicos.
tiembre de 1948, siendo promulgada el 23 En cuanto a quiénes pueden ser adopta-
del mismo mes y año, con el número 13.252. dos, establece que cualquier menor hasta
De acuerdo a lo que expresamente dispone los dieciocho años puede ser adoptado
el artículo 23 de la misma, sus disposicio- (art. 2<?).
nes se hallan incorporadas al Código ci- Queda por ver si se pueden adoptar los
vil. propios hilos ilegítimos. De la lectura del
La Comisión de Legislación General de apartado final del artículo 6? se infiere
la Cámara de Diputados, según lo expre- que la respuesta es afirmativa, y así lo
sara su miembro informante, tuvo espe- expresó el senador Ramella. al tratarse la
cialmente en cuenta los diversos proyectos ley en el Senado (Dlar. de Ses. del Senado,
presentados con anterioridad a la misma septiembre 15, 1948, pág. 1927).
b) Requisitos de fondo: 1) Edad del adoptante nacido posteriormente a la pri-
adoptante- De lo ya dicho, surge que la mera adopción.
edad mínima que la ley ha establecido c) Requisitos de forma: La ley da a
para el adoptante, es de cuarenta años, la adopción el carácter de institución so-
salvo cuando fueren cónyuges con más de lemne y, por lo tanto, debe realizarse con
ocho años de casados (art. 59, inc. c). intervención judicial, debiendo interpo-
2) Edad del adoptado: Se íija una nerse la demanda ante el juez del domi-
edad náxima de dieciocho años, en lo que cilio del adoptante. Además de las partes,
se ha seguido el criterio sustentado por el interviene en el juicio el Ministerio de
doctor Coll en su proyecto. Menores (art. 99).
3) Diferencia de edad entre adoptante Tanto la adopción como su revocación o
y adoptado: Debe ser de dieciocho años. nulidad, deben inscribirse en el Registro
Es la misma que establecían los romanos, de Estado Civil (art. 21).
y que ha perdurado en las legislaciones d) Efectos de la adopción: 1) Los efec-
(art. 39). tos de la adopción comienzan desde la fe-
4) Consentimiento del adoptado: Cuan- cha de la sentencia que la ordene (articu-
do fuera el mismo mayor de diez años, lo 10).
será oído personalmente por el juez (ar- 2) Extensión del vínculo: El parentes-
tículo 99, inc. c). co que crea la adopción se limitará al
5) Consentimiento de los padres del adoptado, quien será considerado como hi-
adoptado: La ley no exige expresamente jo legítimo. El adoptado no adquiere víncu-
el consentimiento de los padres del adop- lo familiar con los parientes del adop-
tado, limitándose a disponer en el artícu- tante (art. 12).
lo 99, inciso b, que los mismos son parte El vínculo de parentesco entre el adop-
en el juicio de adopción. Siendo el trá- tado y su familia de sangre, no se extin-
mite establecido el de un juicio común, se gue por la adopción, salvo la patria po-
entiende que al ser parte en el mismo, testad, que se transfiere al adoptante
pueden expresar su oposición. (art. 14).
6) Consentimiento del cónyuge del 3) Patria potestad: la ejerce el adop-
adoptante: Es exigido por el artículo 89 de tante (art. 14). Se sobreentiende que lo
la ley, y debe ser expresado judicialmen- hace con todos los deberes y obligaciones
te. Las excepciones se refieren a los si- que tal ejercicio representa, y expuesto a
guientes casos: cuando media divorcio las mismas sanciones.
declarado por juez competente; cuando 4) Administración y usufructo de bie-
existe separación de hecho sin voluntad nes: El padre adoptivo adquiere la admi-
de unirse; cuando el cónyuge ha sido de- nistración, pero no el usufructo de los
clarado insano; y cuando el cónyuge ha bienes del adoptante (art. 15). Exceptúase
sido declarado ausente con presunción de el caso del cónyuge adoptante sobrevivien-
fallecimiento. te respecto al usufructo que el adoptado
7) Justos motivos: La ley 13.252 no ha- adquiera en la sucesión del cónyuge adop-
ce mención a la existencia de justos mo- tante premuerto (art. 15).
tivos para la adopción. En su lugar, 5) Apellido del adoptado: Impone al
establece, en el artículo 69, el requisito de adoptado el apellido del adoptante, sin per-
haber atendido al menor con los cuidados juicio que agregue el suyo propio (art. 13).
de un padre, durante un plazo mínimo 6) Impedimentos matrimoniales: De
de dos años, anteriores a la demanda. acuerdo a lo dispuesto por el artículo 17,
8) Buena reputación del adoptante: Si no pueden contraer matrimonio: el adop-
bien no lo expresa en forma directa, la ley tante con el adoptado o alguno de sus
la tiene en cuenta al disponer en el inciso descendientes; el adoptado con el cónyuge
d) del artículo 99 que el adoptante debe del adoptante ni el adoptante con el cón-
acreditar cualidades morales y medios de yuge del adoptado; los hijos adoptivos del
vida suficientes, a criterio del juez. Vale mismo adoptante entre sí; el adoptado
decir que juega un papel importante la con un hijo del adoptante.
apreciación judicial. Como vemos, nuestra ley se coloca en la
9) Que no medien adopciones previas: tendencia prohibitiva, que tiene el incon-
El artículo 49 dispone que no podrá adop- veniente de crear una nueva fuente de
tarse más de un menor de cada sexo por hijos ilegítimos. Recordamos que el doc-
persona o matrimonio, salvo las siguien- tor Coll propiciaba la libertad absoluta, y
tes excepciones: Si las adopciones se efec- que la Primera Conferencia de Abogados
túan todas en un mismo acto; si el nuevo de Buenos Aires, en su base 12, se pronun-
adoptado es hermano de alguno de los ció por la tendencia intermedia, o sea la
menores ya adoptados o hijo ilegitimo del que sostiene que si el matrimonio se
efectúa pese a los Impedimentos de la ley, zarse numerosas adopciones de hecho rea-
se hace necesario revocar la adopción. lizadas antes de la vigencia de la ley.
7) Obligación alimentaria: Está inclui-
da implícitamente en la ley (arts. 1° y 12), JURISPRUDENCIA. — La ley Í3.252 ha confiado la
representación del Estado en el Juicio de adopción
pero únicamente entre adoptante y adop- al Ministerio de Menores, a quien le Incumbe íis-
tado o sus descendientes. calizar si ss cumplen las condiciones establecidas
8) Efectos en relación al Derecho su- en la misma (Cim. Clv. 2' Cap. Fcd., 0-11-950,
L. L.. t. 61, pág. 757).
cesorio: Dispone el artículo 16 que el El podre o la madre —en su caso— del menor
adoptante no hereda áb intestato al adop- a adoptarse, debe ser oído —o al menos dársele
tado. En cambio, los descendientes del la posibilidad tíe serlo—. a cuyo efecto debo ser
adoptado tienen derecho de representa- citado al juicio en la forma que las leyes de pro-
cedimiento determinan (Cám. Ctv. 2* La Plata,
ción en la sucesión del adoptante. Sala 2». 2-2-951, L. L., t. 62, pág. 88).
c) Extinción de la adopción. Nulidad. El consentimiento expreso de les padres no
Revocabilidad: Ya hemos visto que la suple la exigencia legal que impone la prueba al
adopción se extingue por causas normales adoptante de haber atendido al menor, durante
tíos años anteriores al momento de la demanda,
(muerte del adoptante o adoptado) y por con los cuidados de un padre (Cám. Nac. Ctv.,
causas anormales: nulidad o revocación Sala C, 31-7-051, L. L.. t. 63, pág. 686).
del vínculo. La, exigencia contenida en el Inciso e del ar-
1) Nulidad: La ley establece, en el ar- tículo 5* cíe la !<;y 13.252. aparece cumplida en el
supuesto de que cada uno da los cónyuges adop-
tículo 20, nulidades absolutas y relativas, tantes sou mayor de 40 años, aun cuando el ma-
sin perjuicio de las nulidades del Derecho trimonio no haya alcanzado el mínimo de 8 años
común. Adolece de nulidad absoluta la de antigüedad (Cám. Nac. Clv., Sala C, 29-2-952.
L. L.. t, 65, pág. 764).
adopción obtenida en violación de los pre-
ceptos relativos a: los requisitos formales BIBLIOGRAFÍA.—'Brebia, R. H.. y Sala, B., "La
exigidos por la ley; la edad del adoptado; adopción en !a doctrina y en el proyecto de la
Comisión Reformadora del Código civil", en Re-
la diferencia de edad entre adoptante y vista, del Colegio de Abogados, de Rosario, año
adoptado. Sufren nulidad relativa cuando 1937, t. 8. pf.g. 193. — Colegio de Abogados de
la violación se refiere a los preceptos re- Bs. Aires, Primera Conferencia de abogados, Bs.
lativos a: la exigencia de que no existan Aires, 1943. — Coll, J. E., y EstivSll. t,. A,, La adop-
ción y la filiación, Bs. Aires, 1D47. — Goulanges.
descendientes del adoptante; a la edad F. de, La ciudad antigua., trad. de M. Slges Apa-
mínima del adoptante; a la falta o vicios ricio. Madrid. 1931. —"balloz, D. M., .Repertorio de
del consentimiento. legislación. París, 1911. — Escrlche, J., Diccionario
razonado de legislación y jurisprudencia, Madrid.
Si bien la ley no establece a quién com- 1074. — Ferrl, J., La adopción. La afiliación, Bs.
pete solicitar la nulidad del acto, debemos Aires, 1945. — Lafallle. H.. Derecho de familia,
estar a los principios peñérales, ya expre- Bs. Aires. 1930. — Natnur. P.. Cterso de institucio-
sados en el capítulo ni. nes y de historia del Derecho romano, trad. F. B.
Armcsto, Bs. Aires, 1904. — Petlt. E., Tratado ele-
2) Revocación: Contempla la ley 13.252 mental de Derecho romano, trad. de Bloussou,
solamente cuatro causales de revocación: Thedy y Sáens, 4» ed., Bs. Aires. — Planlol y Ki-
Por haber incurrido el adoptado o el adop- pert. Tratado de Derecho civil francés. Habana,
tante en indignidad, en cualquiera de los 1927. — Rayces, A., Sobre la ley de adopción, Bs.
Aires, 1942. — Salvnt, B.. Tratarlo de Derecho civil
supuestos que contempla el Código civil argentino, Parte general, Bs. Aires, 1931. — Sa-
para las sucesiones; por haberse negado ravia, G. A., La adopción, Bs. Aires, 1943. — Sol-
los alimentos sin causa justificada; por mi, A., Códice civilc. Progetto definitivo, Roma,
1938. — Diarios de Sesiones de la Cámara de Di-
acuerdo de partes judicialmente, mani- putados de la Nación de fechas Junio 23, 24 y 25
festado cuando el adoptado fuere mayor de 1948. — Dínrío Ac Sesiones del Senado do la
de edad; o en vista de impugnación justi- Nación del 15 de setiembre de 1948.
ficada deducida por el adoptado, dentro
del término de un año posterior a su ma- ADQUIRIR. Del latín acquiro, que sig-
yoridad (art. 18). nifica obtener, proporcionarse, ganar, agre-
La revocación produce efectos desde su gar, en un sentido pecuniario.
declaración judicial (art. 19). En su concreta acepción jurídica, signi-
d) Cláusula transitoria: Trae la ley una fica la obtención de una cosa o de un de-
cláusula de excepción en su artículo 22, recho con el fin de sacar el provecho pe-
relativa a la exigencia del artículo 2?, so- cuniario correspondiente.
bre la edad del adoptado. Establece la Tampoco debe descartarse la situación
mencionada disposición que podrá prescin- jurídica de la obtención de un derecho sub~
dirse de tal requisito hasta tres años de jetivo, sin aparente valor pecuniario, como
promulgada la ley, si 61 adoptado ha es- el de usar o de llevar el nombre, por ejem-
tado al cuidado del adoptante durante dos plo. De todos modos, en su más amplia
años, que empezarán a correr antes de la acepción, siempre se refiere a la idea de la
sanción de la misma. Esta cláusula se ha incorporación de un valor, al patrimonio
agregado a fin de que pudieran regulari- espiritual, moral o material de la persona.
Se acostumbra a señalar tres acepciones sición de medianería; adquisición de nom-
de este vocablo: bre, etc.
19) Adquirir un derecho determinado, ya El hecho o el acto jurídico que ocasiona
sea ften forma originaria o derivada. la adquisición de cosas, derechos y obliga-
2 ) Adquirir un conjunto de derechos y ciones, debe reunir ciertos caracteres o re-
obligaciones (deberes, como consecuencia quisitos esenciales para que tenga validez
de ese estado jurídico: en la nacionalidad, jurídica.
estado de padre, etc.). Por lo mismo que la adquisición Impor-
39) Adquirir cosas del comercio jurídico, ta una relación de derecho, son necesarios:
y consecuentemente el derecho sobre ellas. a) un sujeto (individuo, persona jurídica,
(A. V. S.) . Estado) adquirente; b) un objeto adqui-
rido; c) un título de la adquisición (el he-
BIBLIOGRAFÍA. — (Consultar la correspondiente a cho o el acto lícito que le da origen).
Adquisición.)
De estas esenciales condiciones se deri-
van las otras: en cuanto al sujeto, éste
ADQUISICIÓN. El concepto general debe tener la capacidad suficiente para
abarca todo el campo del Derecho (públi- adquirir; al mismo tiempo acreditar un
co y privado), ya que se refiere a la idea derecho al objeto de la adquisición. Cabe
del acrecentamiento de un patrimonio de señalar que ésta puede hacerse por man-
toda persona física o jurídica. datario, representante o procurador y aun
La universalidad del concepto, aún den- por personas que no tengan la plena ca-
tro del ámbito jurídico, deviene de su sig- pacidad legal para contratar, con ciertas
nificación social, teniendo en cuenta que limitaciones, v. gr., menor, mujer casada,
la adquisición indica la acción (humana etcétera. Pueden adquirir las personas in-
o estatal) que tiende a procurar las cosas, dividuales y las jurídicas. El tutor, en be-
los derechos y las obligaciones ajenas, ne- neficio del pupilo. 7
cesarios para el desenvolvimiento de la En cuanto al objeto, éste debe ser lícito,
persona (el hombre, la institución, el Es- estar en el comercio y no estar compren-
tado) en una colectividad dada. dido en alguna prohibición legal.
La adquisición, en un concepto lógico- Por lo que se refiere al título, basta re-
jurídico, general, significa concretamente cordar en esta síntesis, que el dominio so-
la incorporación de una cosa o de un de- bre las cosas se puede adquirir en plenitud
recho a la esfera patrimonial de una per- o con ciertas limitaciones, siendo el prin-
sona (física o jurídica) y por regla gene- cipio general el siguiente:
ral, a título definitivo. "Nema- plus iuris ad alium transferre
En su acepción legislativa, se refiere el potest, quam ipse háberet" (Ulpiano, Dig.,
concepto general al acto previsto por las lib. 50, tít. 17, L. 5-4).
leyes por el cual se adquiere el dominio Es decir, que nadie puede transmitir a
de alguna cosa mueble o raíz, al mismo otro más derechos de los que él mismo
tiempo que el derecho sobre ellas. tuviere. (A. V. S.)
Para tener una idea de la aplicación de
este concepto múltiple y adaptable, en el BIBLIOGRAFÍA. — Halperín, G., Manual de latín
campo jurídico, basta aludir a las siguien- para juristas, pág. 1C9, Bs. Aires, 1946. — Diccio-
nario de Derecho privado (español), pags. 225 y
tes situaciones en que se produce la rela- slgs., Barcelona, 1950. — Escriche. Diccionario ra-
ción jurídica que lo informa: en el Dere- zonado de legislación y jurisprudencia, Madrid,
cho internacional se habla de adquisición 1847.
de territorios, de botín de guerra, etc.; en
el Derecho privado internacional, la ad- ADQUISICIÓN DE LA HERENCIA. * La
quisición de la nacionalidad es parte fun- adquisición de la herencia se produce
damental de la materia; en el Derecho cuando el acervo hereditario se incorpora
político y en el administrativo se estudia como valor económico en el haber del su-
prolijamente la adquisición de los dere- cesor, incrementando su patrimonio.
chos; en el Derecho privado se aplica el El problema jurídico que ello supone es
concepto general, no sólo con referencia a complejo, porque debe resolver múltiples
las cosas y a los derechos, sino que ello cuestiones relacionadas con la posesión, la
implica la idea de adquisición de deberes, propiedad, el apoder amiento, del haber
de obligaciones, de situaciones jurídicas hereditario, considerado tanto en su uni-
especiales, como los estados civiles. Se se- versalidad como en - sus bienes particula-
ñalan estas modalidades de la adquisición res. Por eso se deben distinguir en esta
en el Derecho privado: Adquisición de de- materia perfectamente los respectivos con-
rechos; adquisición de bienes; adquisición
de dominio; adquisición de frutos; adqui- • Por el Dr. ARMANDO V. SILVA.
ceptos y no se deben confundir el hecho mentales en que se asientan los dos siste-
de la posesión o del apoderar/liento de mas que se han definido en la evolución
ciertos bienes de la herencia con la po- legislativa y doctrinal del problema: "O
sesión, o el apoderamiento de pleno de- la herencia va al heredero sin necesidad
recho de la entidad ideal: herencia (Ré- de que éste realice ningún acto por su
bora, op. cit.). parte, o es el heredero el que va hacia la
Se ha sostenido, con buenos argumentos, herencia exteriorizando su voluntad de
que en nuestro Derecho civil la transmi- aceptarla". El primer concepto correspon-
sión de la sucesión mortis causa no se de al sistema germano puro, y el segundo
produce desde el primer momento del al romano puro. Se debe tener en cuenta
apoderamiento (legal o judicial). que las notas teóricas características de
Con el apoderamiento sólo se produce ambos sistemas pueden faltar, atempe-
un llamamiento a recibir la sucesión. No rarse o combinarse, como ha sucedido en
se opera la adquisición de parte del suce- los sistemas históricos mixtos o interme-
sor, sin el acto de la aceptación —expresa dios, como el francés y el nuestro. De modo
o tácita—, que es lo que viene a definir que ni aun en Roma, como se verá, sub-
la situación hipotética de atribución de sistió nunca el principio enunciado en su
propiedad o de posesión del todo ideal de integridad, pero sí en cuanto a su princi-
la herencia (arts. 3344, 3365, 3420 y conc. pal característica en la época de Justi-
del Cód. civ.). niano.
Ese acto de aceptación de herencia co- En el Derecho romano de la época de
mo una de las formas de resolver el de- Justiniano, el fallecimiento del transmisor
recho de opción en el heredero o sucesor abría el período de delación hereditaria,
universal, consolida prácticamente todas que corresponde desde el punto de vista
las relaciones jurídicas que importan el del sucesor universal, a la vocación heredi-
contenido de la sucesión como todo ideal taria. Esta delación implicaba, por lo tan-
transmisible, en cabeza del sucesor xmi- to, un llamamiento del heredero a la su-
versal. De modo que la adquisición de la cesión y un ofrecimiento legal para que
herencia, en el concepto señalado, como la adquiera como titular del derecho su-
un incremento de patrimonio y compren- cesorio.
diendo además las consecuencias jurídicas Un segundo momento lo constituía el
de esa incorporación económico-patrimo- acto de la adición (aceptación) de heren-
nial, no se realiza en nuestro Derecho po- cia. Por el mismo se adquiría realmente
sitivo, sino con la integración del elemento la herencia deferida por la delación, ín-
indispensable para que la transmisión he- terin, la herencia aún no aceptada, per-
reditaria sea un hecho de la realidad y manecía en calidad yacente, institución
no mera hipótesis legal: Ese elemento está típicamente romana. Por lo demás, no se
constituido por la aceptación del heredero debe olvidar que en el Derecho primitivo
y constituye el tercero, además de la aper- existieron los herederos suyos y necesa-
tura de la sucesión y la vocación heredi- rios, para quienes la herencia se transmi-
taria. tía ministerio legis, y de la que no podían
La doctrina se ha visto enfrentada con declinar. (V. HEREDEROS. HERENCIA.)
el problema siguiente, desde el Derecho Por el acto de la adición, en el caso de
romano: se trata de resolver la cuestión los herederos voluntarios, se consideraba
de trasladar el conjunto de las relaciones el efecto retroactivo de los derechos y
jurídicas integrantes del patrimonio here- obligaciones del de cujus. La posesión real
ditario, de cabeza de su titular desapare- de los bienes hereditarios, en cambio, pre-
cido, el de cujus, a la de un heredero o cisaba la aprehensión material de las co-
sucesor legítimo. De hecho se produce un sas del haber hereditario.
intervalo de tiempo sin que tal patrimonio La aceptación, en sus dos formas: la
cuente con una cabeza visible y represen- cretio y la pro heredes geRtio, del Derecho
tativa. Todo ello constituye el núcleo del clásico, adquiere en este sistema toda la
problema que se intenta resolver por dos importancia de una decisión trascendental
métodos o criterios jurídicos, al pareen1 en el derecho patrimonial del sucesor uni-
diferentes, pero, en el fondo, concurrentes versal. Producida como acto voluntario y li-
al mismo fin: atribuir con efecto retro- bre, trae las consecuencias citadas con sus
activo al día y aún al instante del falle- efectos retroactivos al día del fallecimien-
cimiento del transmisor, la propiedad o la to del causante.
posesión del haber hereditario en cabeza En el sistema llamado germánico, se
del sucesor. considera que sólo existen herederos de
Antecedentes históricos.— Josserand (op. sangre con el fundamento de que sólo
cit.) ha sintetizado los principios funda- Dios puede crearlos (solus Deus facit here-
dem). También ya se usó el aforismo des- o vinculaba al causante como propietario,
arrollado en el Derecho francés, el muer- como acreedor o como deudor, con lo cual
to hace heredar al vivo. queda establecida, respecto del heredero, la
La muerte del transmisor importa la obligación de hacer frente al pasivo he-
sustitución del titular del patrimonio he- reditario no solamente con los bienes de
reditario en forma instantánea. No existe, la sucesión, sino también con sus propios
por lo tanto, la figura de la herencia ya- bienes" (Síntesis de Rébora, op. cit.).
cente, porque se considera que en ningún Un ejemplo de la aceptación de prin-
momento la herencia queda sin sujeto. cipios y directivas de los dos sistemas,
Pero no significaba que el heredero fuera enunciados, nos da el régimen del Código
como en los primeros tiempos del Derecho civil francés. Respecto a la adquisición
romano, un heredero necesario, sin el po- hereditaria se ha planteado el problema
der de renunciar o de repudiar la heren- de si la saisine da no sólo la posesión de
cia. Se permite la repudiación dándole la herencia, sino que otorga también la
efectos retroactivos, que se produce si el propiedad de las cosas hereditarias. El
heredero no está conforme con la trans- asunto ha sido motivo de diversas inter-
misión y adquisición que automáticamen- pretaciones, que acogen las siguientes ex-
te se ha producido, ope legls. plicaciones:
El Derecho consuetudinario francés de a) Para una corriente doctrinaria en la
la Edad Media acogió el sistema germáni- que sobresalen las ideas de Aubry y Rau,
co. El principio prevalente era el siguiente: Chabot y Zachariae (v. op. cit. en la Bi-
tanto el dominio como la posesión, se bliografía), los parientes legítimos seña-
adquiría ípso jure por el heredero, de lados por el artículo 724 del Código civil,
modo que, investido de la posesión, podía son investidos de pleno derecho "no sola-
ejercitar las acciones correspondientes. mente en la propiedad, sino en la posesión
Las costumbres expresaron gráficamen- civil de la herencia y de los objetos par-
te estas ideas en el siguiente aforismo le ticulares que de ella dependen" (Aubry
mart saisit le vif (el muerto apodera al y Rau; op cit., t. VI, n<? 609, B.). Es decir,
vivo). que aceptan la prevalencia de la tradición
Esta idea tiene la importancia de rela- germánica en el sistema del Código de
cionar el tema directamente con la trans- Napoleón.
misión y la adquisición hereditaria. En b) Otra corriente, en la cual se en-
efecto, hace referencia directa a la trans- cuentran Huc, como autor antiguo, y Ver-
misión de la propiedad, a la posesión de dier, entre los modernos, sostiene la pre-
las cosas materiales y al título que puede valencia del sistema romano o de sus
emanar del dominio y de la posesión de las principios, y se basa en la distinción de
cosas hereditarias in totum. Antes del los efectos y el concepto de saisine, dis-
Código de Napoleón, el sistema había ad- tintos del concepto y de los efectos de la
quirido los siguientes caracteres: adquisición de la herencia en calidad de
I1?) "El heredero a quien se otorga la titular del dominio.
saisine adquiere inmediatamente con ella, c) Una tercera interpretación trata de
a die mortls, la propiedad de las cosas, explicar las características eclécticas del
así como los derechos que pertenecían al sistema francés, y por. eso admite que, en
de cujus; principio, la trasmisión de la herencia se
21?) El heredero a quien se otorga la efectúa de pleno derecho, recogiendo así
saisine adquiere, también, inmediatamen- lo fundamental del concepto germánico
te, la posesión de las cosas que el causan- (art. 724, Cód. civ. francés, respecto sólo a
te poseía, y la adquiere aun no habiendo los herederos legítimos; éstos son descen-
mediado hecho alguno de aprehensión; dientes y ascendientes legítimos; parien-
39) El derecho hereditario del herede- . tes colaterales e hijos naturales y herede-
ro a quien se otorga la saisine, adquirido ro instituido).
desde el instante del fallecimiento del de No se concedía a los sucesores irregula-
cujus, y adquirido aun en casos de ha- res, restringiendo así las aplicaciones del
berse ignorado la apertura de la sucesión, sistema germánico. En este mismo sentido
se incorpora desde ese mismo momento al se deben anotar las disposiciones que esta-
patrimonio del heredero, de modo que, en blecen que nadie está obligado a aceptar
caso de fallecimiento de este último, se la herencia que le ha sido deferida (ar-
transmite como todo lo demás; tículo 775), y que la aceptación puede ha-
4<?) El heredero a quien se otorga la cerse en forma pura o bajo beneficio de
saisine, continúa la persona del causante inventario (art. 774).
y se convierte, por eso, en propietario, Producida la aceptación, sus efectos se
acreedor y deudor de lo que correspondía llevan al día del fallecimiento del cau-
sante (art. 777). En definitiva, se sostiene cuanto a la diferenciación de los conceptos
que dentro de las características del siste- ya enunciados de posesión, apoderamiento
ma germánico, la aceptación le da una y titularidad de la herencia.
modalidad especial al sistema francés, ya Esa atribución legal de la posesión de
que la delación por ese motivo sólo impli- pleno derecho, a ciertos herederos, implica
ca una transmisión provisoria de la he- la atribución de la posesión del todo he-
rencia, que el acto de la aceptación reditario y no de algunas de sus partes.
consolida. Por otra parte, el acto de la Tiene la función jurídica de atribuir una
repudiación o de la renuncia destruye esa investidura; la de heredero con vocación
hipótesis legal de la atribución abstracta legítima (art. 3418 y conc. Cód. civ., Ré-
de posesión y propiedad, del haber here- bora, op. cit.). "No podría decirse, de nin-
ditario. guna manera, que hubiera existido, desde
Como consecuencia de estas interpre- el primer momento, transmisión virtual;
taciones, actualmente la doctrina parece puede decirse, sí, que ha existido un lla-
sostener principios comunes y básicos. Se mamiento a recibir la sucesión, y que tal
acepta que el efecto de la saisine es insti- llamamiento ha sido formulado en corres-
tuir herederos legítimos y consolidar la vo- pondencia con un correlativo derecho a
cación, pero al mismo tiempo es indepen- suceder, derecho que, siendo susceptible
diente de la adquisición hereditaria. En de consolidarse mediante aceptación, ha-
ese sentido se entiende que mientras la bría nacido bajo la condición suspensiva
posesión se transmite ipso jure, la titula- entrañada por esa consolidación; lo que
ridad jurídica sobre el patrimoio heredi- no impediría que, de acuerdo con la teoría
tario ha menester de la aceptación. general de las obligaciones condicionales,
El sistema del Código civil argentino un hecho resolutorio, tal como el de re-
deriva de la doctrina del Código civil fran- nuncia que se interpusiera, se armara con
cés, de la doctrina de sus comentadores, el poder de desvirtuar la perspectiva sub-
como asimismo de las disposiciones espa- sistente hasta que el hecho se hubiera
ñolas vigentes en la primera época de la producido..." (Rébora, op cit., pág. 342).
Revolución de Mayo (Leyes de Indias, Por otra parte, agrega el autor que es-
Recopilación, libro II, título 32: "Juzgado tamos siguiendo en esta síntesis, "pero
de Bienes dt; Difuntos..." X, ley 42 a 45). afirmar que alguien es virtualmente un su-
Se concede la posesión dé pleno derecho cesor, o que queda apoderado de la herencia,
a ciertos y determinados herederos legíti- o que la herencia ha pasado a él, o que él
mos: ascendientes y descendientes, domi- entra en posesión de la herencia, y re-
ciliados- en la jurisdicción de los bienes y conocer después que la calidad da sucesor
con vocación, no afectados de causas de se define por la aceptación o se eclipsa
desheredación (arts. 3410, 3411, a contra- por la renuncia, es adelantar solamente
rio sensu). un concepto respecto de las instituciones
No así al descendiente o ascendiente le- sucesorias. No es ponerlas en acción. SI
gítimo que no esté domiciliado en la pro- aquél a quien pasa la herencia, y entra a
vincia; al cónyuge; al hijo natural; al pa- poseerla, o queda apoderado de ella, rea-
dre natural; los parientes colaterales y al liza algún acto como heredero, ese acto
heredero instituido por testamento, los cua- tiene la virtud de completar los elementos
les, sin que les fuera otorgada la posesión de la transmisión, porque lleva implícita
de la herencia, por pronunciamiento judi- la aceptación de la herencia (art. 3319 in
cial, peticionado, no pueden tomar por sí Jine y sig., Cód. civ.); en tal hipótesis, den-
los bienes hereditarios "ni ejercer las ac- tro de nuestro Derecho, y sin perjuicio de
ciones que dependan de la sucesión, ni las limitaciones que puedan derivar de la
demandar a los deudores ni a los detenta- necesidad de apoderamiento judicial, las
dores de los bienes hereditarios", "ni ser instituciones sucesorias estarán, sí, en fun-
demandados por los acreedores de los bie- ción, pero lo estarán porque el heredero
nes hereditarios u otros interesados en la habrá aceptado la sucesión abierta y no
sucesión" (arts. 3414 y 3415 y conc. Códi- solamente porque la sucesión le haya sido
go civ.). deferida, tal como extensamente lo de-
El acto de la aceptación de la herencia mostraremos al ocuparnos del Apodera-
es, sin embargo, el que define en ambos miento" (Rébora, op. czí., t. I, pág. 122 y
supuestos, la transmisión y la adquisición 123). (V. ACEPTACIÓN DE HERENCIA.)
de la herencia. Como esta materia está
JURISPRUDENCIA. — V. la contenida en el tema
comprendida dentro de la más general: po- Aceptación de herencia.
sesión de la herencia, nos remitimos a ella
en cuanto a su origen, desarrollo e inter- BIBLIOGRAFÍA. — Arlas, J., Manual de Derecho ro-
mano. pá;;s. 489 y EÍRÍ;.. Es. Aires, 1941. — Arias
pretación doctrinaria, como asimismo en Ramos, J.. Derecho romano, págs. 599 y sigs., Ma-
drid, 4» ed., — Aubry ct Rau, Cours de Droit ci- adquisición del nombre. Esta se prudace,
vil franjáis d'aprfs la métliode da Zachariae, t. 6, en consecuencia, en razón de la función
págs. 609 y slgs.. París, 1867 y 1878. — Huc, Com-
mcntairc théorique et pratique. du Code civil que cumple el nombre dentro del núcleo
/raneáis, t. 5, páj. 39, Pnris, 1893. — Josserand, familiar, como elemento jurídico trascen-
Cours de Droit civil postif ¡raneáis, t. 3, pág. 498, dente. El nombre viene a ser a la vez un
París. 1940. — Robora, J. C., Derecho de las su-
cesiones, t. 1, 5 06, y apéndice al cap. 1, §§ 198 elemento externo y determinativo del nú-
y sígs.. Bs. Aires, 1952. cleo familiar.
Desde el punto de vista del Derecho
ADQUISICIÓN DEL NOMBRE.* En el público, la institución que esbozamos se
estado actual de la doctrina de la institu- relaciona con la idea de la determinación
ción del nombre, después de su larga obligatoria, ya que, como signo de lengua-
evolución de carácter consuetudinario, aún je, debe ejercer la función de individua-
no integrada la legislación en forma or- lización e identificación de la persona,
gánica y sistemática; todavía discutidos dentro de su núcleo social.
los aspectos esenciales en la doctrina, y En este sentido, la persona adquiere un
no asentada en criterios seguros y decisi- nombre necesario y determinativo, en lo
vos la jurisprudencia, el acto de la adqui- posible, de su núcleo familiar, a la vez.
sición del nombre, en el Derecho civil, Con un adecuado procedimiento judicial o
presenta dos aspectos netamente diferen- administrativo, según los países, y, de
ciados. El aspecto de Derecho privado y acuerdo a reglas de Derecho, establecidas
el de Derecho público, lo que implica la por las costumbres y actualmente consagra-
existencia de intereses personales, fami- das por la legislación y la jurisprudencia.
liares, sociales y de orden público. Esos dos aspectos fundamentales de la
Desde el punto de vista estrictamente institución del nombre son comprendidos
privado, el nombre es un derecho adquiri- en la teoría general que los analiza, y da
do por la costumbre inmemorial, com- actualmente la noción integral de la mis-
prendido el apellido y el prenombre. ma (v. NOMBRE), dada su trascendencia en
Históricamente, el individuo necesita indi- el orden social y jurídico.
vidualizarse, distinguirse en su núcleo fa- Indudablemente, la doctrina contempo-
miliar y en su núcleo social. Ha adquirido ránea ha sobrepasado la esfera puramen-
el derecho a ese signo de su personalidad, te privada, y considera la institución de
expresado en el lenguaje de su raza. Entre referencia, desde el ángulo o las perspec-
los antiguos, hasta los griegos, un solo tivas que configuran las reglas de Derecho
vocablo le distinguía, en este aspecto in- público que la rigen.
timo, de sus derechos personales. Después La concepción integral implica el reco-
de los romanos se hizo la distinción, com- nocimiento de los intereses individuales y
pleja entre ellos y simplificada en la ac- familiares, razonablemente expuestos (en
tualidad, entre apellido y prenombre. casos de mutación o modificación de nom-
Asimismo, en el aspecto privado de esta bre), y al mismo tiempo la prevalencia
Institución consuetudinaria, tiene trascen- de los intereses colectivos, eventualmente
dencia la relación con el grupo familiar, afectados (en casos de lesión de intereses
al cual pertenece el individuo. En este de terceros, o del orden público, la moral
sentido, el nombre exterioriza el empla- y las buenas costumbres).
zamiento en el estado de hijo, pertene- Y ello se explica en un Estado jurídica-
ciente a una familia dada. "Establecido mente organizado, porque como bien se
desde el nacimiento, otorgado con poste- ha dicho: "Cada individuo representa una
rioridad, u obtenido, en fin, a raíz del suma de derechos y obligaciones, y en este
ejercicio de condigna acción de estado, tal sentido constituye una unidad, y un valor
emplazamiento se manifiesta objetivamen- en lo jurídico, en lo económico y en lo
te por el nombre, uno de los caracteres social. Y es de importancia que esta uni-
determinativos del núcleo dentro del cual dad y este valor aparezcan al solo enun-
ha nacido el hijo..." (Rébora). ciado de un nombre, sin equívoco ni con-
Por ello, la protección del nombre es fusión posible" (Josserand). El interés
una manifestación de la realidad de la fa- social exige que cada individuo esté siem-
milia en el campo de lo jurídico, como pre y públicamente vinculado a su familia
dice el autor citado. y a su pasado por un nombre invariable
La adquisición del nombre, normalmente que permita al público y a la sociedad
se relaciona con la idea de filiación, ya que reconocerlo sin error (Busso, Savatier).
la existencia del núcleo familiar, con el Se distingue en la doctrina la adquisi-
vínculo filial que presupone, determina la ción del apellido o patronímico y la ad-
quisición del prenombre o nombre de pila.
* Por el Dr. ARMANDO V. SILVA. Dada la importancia de la materia, se re-
mite el tema y su análisis sistemático al (arg. art. 264, Cód. civ., modif., ley 10.903
vocablo nombre; aquí sólo se esbozarán los y art. 29, ley 11.357).
aspectos de la adquisición del nombre en Las reglas legales aplicables a esta ma-
general, de acuerdo a la doctrina que sur- teria, es notorio y público, que son insufi-
ge de los fallos de nuestros tribunales. cientes para abarcar la complejidad de la
Metódicamente se distingue: Adquisición misma, en cuanto a los casos prácticos
del apellido de modo originario —deriva- que se llevan a la esfera judicial. No exis-
do de la filiación— al anotarse en la par- ten en nuestro Código civil disposiciones
tida de nacimiento del recién nacido, de la que rijan el derecho a la elección del pre-
adquisición posterior, por razones de esta- nombre. Tampoco existen en las leyes de
do civil (v. NOMBRE). En la adquisición Registro civil de la capital y de las pro-
originaria se distinguen tres situaciones: vincias, con excepción de la ley de la
Adquisición del patronímico: a) por filia- provincia de Mendoza, que contiene esta
ción legítima; b) por filiación natural re- norma: "Los nombres no pueden ser otros
conocida; c) en la filiación desconocida. que los que se hallen en los calendarios
Todo ello partiendo del hecho de que la o los de personas históricamente conoci-
transmisión y adquisición se produce por das" (art. 29, inc. 59). Mientras subsiste
costumbre inmemorial de padres a hijos, la necesidad de colmar las lagunas legis-
la ley lo reconoce en una forma implícita lativas sobre el nombre en general, la ju-
(art. 79, Cód. civ. y 42, inc. 3<?, ley 1565). risprudencia" ha elaborado algunos prin-
La adquisición posterior al acto del cipios, como ya se señaló, que permiten
nacimiento se produce: a) por reconoci- la solución de los casos prácticos, llevados
miento voluntario del hijo o por el reco- a la esfera judicial. Pero ello no es sufi-
nocimiento en virtud de una decisión ju- ciente. De ahí que se hayan dictado los
dicial en un caso de reclamación de estado; decretos n<? 11.609, en el año 1943, modi-
b) por el cambio del estado civil: el ma- ficado más tarde por el decreto n9 410,
trimonio, el divorcio, la viudez y las se- en el año 1946, para satisfacer en parte la
gundas nupcias, producen sus efectos al necesidad de principios rectores en esta
respecto; c) por la adopción (ley 13.252, materia. Especialmente se refiere el decre-
art. 13). to 11.609 a la materia de la elección del
En cuanto al prenombre, se adquiere nombre propio; así, el artículo 19 estable-
por la inscripción que efectúe el oficial ce la prohibición para todo oficial público
público en el acta de nacimiento, a pro- de Registros del Estado Civil, en todo el
puesta, normalmente, de la persona que territorio de la República, de inscribir:
tiene la facultad de hacer la elección. "personas con nombres que no sean ex-
Los principios generales que dominan presados en idioma nacional o que no fi-
esta materia derivan de la consolidación guren en el calendario, o que no sean de
de las costumbres, en la teoría elaborada, proceres de nuestra independencia". Admi-
principalmente por los fallos de los tribu- tiéndose "la inscripción de nombres en
nales, tanto, que se orienta la elaboración idioma castellano, o aquellos que el uso
del estatuto del nombre, en base a la doc- haya castellanizado, como así también
trina jurisprudencial. voces o palabras indígenas incorporadas
Se diferencia en ese sentido del patro- al idioma nacional" (art. 2<?). Por último,
nímico, cuya determinación y adquisición el decreto citado prohibe inscribir "nom-
se hace en forma automática, en función bres que. signifiquen o expresen tendencias
de la filiación, generalmente. Aquí, por el ideológicas o políticas, como tampoco nom-
contrario, existe una cierta libertad, una bres ridiculos o extravagantes, o contra-
especie de discrecionalidad dentro de la rios a las buenas costumbres (art. 49), o
esfera de los derechos privados y dentro cualquier apellido como nombre propio"
de ciertos y necesarios límites legales, cada (art. 59). El decreto n9 410 se refiere esen-
vez más restrictivos. (V. JURISPRUDENCIA.) cialmente a la excepción establecida en
En los casos de hijos legítimos, corres- favor de los hijos de funcionarios y em-
ponde la elección del prenombre al pa- pleados de las representaciones diplomá-
dre, y en caso de muerte o pérdida de la ticas acreditadas en la República, o de
patria potestad, o del derecho de ejercer- cónsules de países extranjeros, en el sen-
la, a la madre (arg. art. 264, modif. Cód. tido de que no les comprende la prohibi-
civ. y ley 10.903). ción del decreto 11.609, en los casos de
En los casos de hijos naturales, la elec- anotación del nombre en el Registro.
ción corresponde en principio al padre o Doctrina de la Jurisprudencia. — La doc-
la madre natural que reconozca al hijo, trina que surge de los fallos de nuestros
ya que tienen respectivamente ese dere- tribunales es de formación consuetudina-
cho, en cuanto ejerzan la patria potestad ria, por consolidación de las prácticas y
usos y orientación de la doctrina general, gunda de la Capital Federal, el 10 de julio
lo que ha originado un usus fori, que tiene de 1947, en J. A., 1947-11, página 544, y La
la función de salvar los obstáculos, que Ley, tomo 47, página 517, con nota de Ro-
son una consecuencia de las lagunas le- berto A. M. Terán Lomas: "A propósito
gislativas. El fenómeno jurídico es similar del uso del apellido materno", se autoriza
en todos los países de cultura romanista, la inscripción en la partida de nacimien-
y sólo alguna variante en los usos y cos- to, adicionando el apellido materno al
tumbres los diferencia, Así, en cuanto a paterno, previo los trámites administrati-
la adquisición del apellido, por filiación vos previstos por la ley del Registro civil.
legítima, se presentan como casos judicia- En cuanto al uso de los apellidos compues-
les, los de adquisición del doble apellido tos en general, se ha declarado que ese
y apellido compuesto. En doctrina, el prin- uso "está consagrado por nuestras cos-
cipio aceptado en nuestro Derecho es el tumbres cuando se ha transmitido a las
siguiente: El hijo legítimo, es regla usual, nuevas generaciones" y cuando ofrece "los
que lleve el apellido de su padre, teniendo caracteres de fijeza y continuidad reque-
en cuenta la función del patronímico, se- ridos para justificar su perpetuación".
ñalada precedentemente. Es decir, es una Fallo de Primera instancia civil, Capital
consecuencia de la filiación, entendiéndo- Federal, 17 de abril de 1944, en J. A., 1944-
se que desde su nacimiento tienen como II, página 517. Con respecto a la variante
apellido el de su padre (art. 79, Cód. civ., 42, que se ha presentado de la adquisición del
ley 1565 y uso concordante). doble apellido, es decir, cuando el hijo
Esta costumbre, que es una consecuencia sigue usando el apellido compuesto del
de la organización de la familia (Salvat), padre. Se ha hecho notar que ninguna
deriva de los usos de raigambre española, disposición legal prohibe incorporar ese
que es general en la cultura europea y segundo apellido de la abuela o bisabuela
americana, y por la cual se reconoce un paterna y que, además, el uso de los ape-
apellido para la familia legítima, que no llidos compuestos está consagrado por
es otro que el apellido de la familia del nuestras costumbres cuando se ha tras-
padre, que se trasmite hereditariamente, mitido de generación en generación. Al
asociado o no, en cada generación con el respecto, consultar los fallos: de la Cá-
apellido de la familia de la madre (Ré- mara civil 2$, Capital Federal, del 17 de
bora). noviembre de 1947, en La Ley, tomo 48,
El fenómeno jurídico es similar en casi página 877, y el de Primera Instancia ci-
todos los países y se caracteriza porque vil, Capital Federal, 28 de mayo 1941, en
ningún texto legal lo dispone expresamen- J A., 1943-11, página 294.
te, tratándose de una regla de Derecho En cuanto a los casos de Adquisición de
consuetudinario, incontestable por lo de- apellido en la filiación natural o descono-
más (Josserand). Se concreta el principio cida, son poco numerosas las decisiones
diciendo: que el hijo legítimo tiene el de- jurisprudenciales. Cuando se trata de hijos
recho-obligación de usar el apellido pa- sin filiación conocida, los comúnmente lla-
terno y al mismo tiempo un derecho de mados expósitos, el nombre completo los
carácter potestativo, para añadir como elige el oficial encargado del Registro ci-
complementario el apellido materno. Esta vil (art. 46, ley Reg. civ., Cap. Fed.). Este
costumbre, en países como Francia, donde es el principio de la legislación y de la
la legislación permite a la mujer asumir doctrina consagrado. Si el menor es en-
el apellido del marido, sustituyendo el su- tregado a unos guardadores, nada se opo-
yo, las soluciones de la doctrina jurispru- ne, legalmente, a que éstos adicionen el
dencial suelen ser distintas (Spota). propio apellido al del menor, bajo la fis-
Los casos judiciales no son numerosos, calización oficial. Pero la vida de relación
pero en ellos se han fijado, más o menos de los menores incorporados al seno de
claramente, los principios que rigen la ma- una familia de guardadores, les presenta
teria. Fallo de la Cámara Federal de Para- de inmediato los problemas referentes a su
ná, 26 de noviembre de 1943, en G. del F., denominación personal y social. De ahí los
tomo 169, página 444, donde se sostiene casos de adquisición de apellidos de me-
que no es necesaria la autorización judicial nores, inscriptos con uno cualquiera, de-
para ejercer el derecho de usar el apellido terminado al azar por la autoridad en-
materno adicionado al paterno, con un cri- cargada de la anotación en el Registro
terio liberal y. teniendo en cuenta induda- civil, y aún, con la determinación de dos
blemente, que el apellido compuesto surge nombres de pila, como lo autoriza, por
de la misma partida de nacimiento de los ejemplo, el reglamento interno del Regis-
hijos legítimos, donde constan ambos ape- tro civil de la Capital Federal (art. 72).
llidos. En un fallo de la Cámara civil se- El menor, o sus guardadores, necesitan la
determinación precisa del apellido del nú- de la filiación, lo que implica un cambio
cleo familiar, donde conviven. En este en el estado civil de la persona, se presen-
sentido se han dictado fallos con criterio tan los casos de adquisición de apellido
amplio y de sentido humanista; Cámara por la mujer casada y del hijo adoptivo,
civil 2*, Cap. Fed., 2 de diciembre de 1935, que dan motivo a resoluciones judiciales,
en La Ley, tomo I, página 776, y J. A., con respecto a la naturaleza jurídica y
tomo 52, página 814. Donde se ordena su- caracteres de esa adquisición.
primir el nombre y apellido provisoria- En el primer caso, el uso y la costmn-
mente determinado y se autoriza la ad- bre, que en esta materia es fuente de de-
quisición del apellido de los guardadores, rechos, y, mientras no tomen el lugar de
de acuerdo a lo dispuesto por el artículo la ley ni pretendan derogarla (art. 17, Cód.
23 de la ley del Registro civil. En un caso civ.), ha permitido que la mujer casada
similar, la misma Cámara, en un fallo del adquiera el derecho de usar, indiscutida-
19 de mayo de 1939, en La Ley, tomo 14, mente, el apellido de su esposo, sin perder
página 708, y J. A., tomo 66, página 652, el suyo, propio. De ese modo, al apellido
resolvió asimismo en sentido favorable a de soltera, escrito entero o con iniciales,
la sustitución, por ser suficientemente se- añade el apellido del marido, entre nos-
rias las razones aducidas, y consultar el otros. No así en Francia, donde usual-
interés de la menor. Otro caso análogo, mcnte se designa por el apellido del ma-
aunque no idéntico, lo resolvió la Cámara rido. La adquisición, según nuestra doc-
19 en lo civil y comercial de La Plata, el trina, se hace a título de derecho-deber, y
21 de marzo de 1950, en J. A., 1950-11, pá- teniendo como fundamento la unidad del
gina 416; se trataba de una "aplicación matrimonio y los hechos en que se pro-
analógica de lo dispuesto expresamente yecta objetivamente esa unidad: el nom-
por la ley respecto al expósito, y porque bre. De ese modo, la adjunción que se
toda persona debe necesariamente poseer produce en los apellidos de ambos cónyu-
un nombre, por razones de policía civil y ges, no sufre en principio modificación
orden social, sin que ello importe una derivada de una eventual separación, y
atribución de filiación". teniendo en cuenta los sentimientos domi-
Como variante de estos casos judiciales, nantes en la sociedad, de los cuales la
se han decidido las siguientes hipótesis costumbre es la fuente de derechos en
reales, en que el menor abandonado, lleva materia de nombre.
el apellido de la madre natural. Fallos, de Esa costumbre, se ha señalado, está de
la Cámara 2^ de Apelaciones de La Plata, acuerdo con los deberes de convivencia,
sala II, el 14 de marzo de 1941, en La Ley, ayuda mutua y asistencia recíproca que
tomo 22, página 205, donde no se hizo lu- surgen del vínculo conyugal. De ahí que
gar al pedido de adquisición del apellido el deber se concrete en el hecho de adi-
de sus guardadores, porque se dijo que en cionar a su apellido de soltera, por parte
el fondo implicaría una rectificación de la de la esposa, el de su marido y el derecho
partida de nacimiento de la menor, donde de llevarlo, conservarlo y defenderlo jurí-
consta su apellido por filiación natural. dicamente en caso necesario.
En cambio, haciendo lugar por los moti- De todo ello, surgen consecuencias ju-
vos aducidos, el de la Cámara civil 2^ de rídicas importantes, sobre el uso de ese
La Plata, del 5 de septiembre de 1944, en apellido del esposo, que se concretan en
J. A., 1944-IV, página 587. En el sentido casos judiciales de pérdida del mismo. La
del primer fallo, el de 1"> Instancia civil, jurisprudencia de nuestros tribunales tie-
La Plata, del 21 de marzo de 1944, en La ne en cuenta los principios enunciados
Ley, tomo 34, página 69, y fallo de la Cá- precedentemente sobre la materia, para
mara de Apelaciones de Mercedes, provin- adecuarlos a la solución de los casos pre-
cia de Buenos Aires, del 2 de septiembre sentados ante sus estrados. Las dificulta-
de 1930, en J. A., tomo 34, página 286. Con des se han presentado en los casos de
criterio más amplio, aunque en la hi- divorcio, y los efectos que el mismo, en
pótesis del hijo legítimo, con apellido nuestro Derecho producen, respecto a la
acreditado, abandonado por sus padres y adquisición del apellido conyugal. Se ha
recogido por sus guardadores, que peticio- distinguido el caso de divorcio que se de-
nan para la determinación de un nuevo crete por culpa de la cónyuge. La doctrina
apellido. Se accede por el tribunal, dado está de acuerdo en que en estos casos los
los argumentos de orden moral y senti- tribunales pueden prohibir que la mujer
mental. Cámara civil 2?-, Capital Federal, de vida escandalosa continúe en el uso del
en J. A., tomo 14, página 524. apellido del esposo (Rébora, Spota). En
En la hipótesis, de la adquisición del la doctrina jurisprudencial aún no se ha
apellido, por acto posterior, no derivado llegado a la unidad de criterio. Se ha ad-
mitido, por una parte, que la esposa pier- tre nosotros, sólo se ha anotado un caso
de el derecho a usar el apellido marital, de jurisprudencia, que puede ser la pauta
cuando el divorcio se ha decretado por su de la doctrina en los futuros y análogos
culpa, y tiene como causales injurias gra- casos que se lleven a los tribunales. Se
ves y adulterio. Pallo de la Cámara civil trata del problema de la adquisición del
19, Capital Federal, del 16 de julio de 1938, apellido completo de la adoptante, mujer
en G. del F., 123-233. y del I1? de septiembre viuda, que quiere transmitir al adoptado
de 1941, en J. A., tomo 75, página 842. Como su apellido y el de su esposo desaparecido.
variante del caso judicial, se han presen- La Cámara Civil 19 de la Capital Federal,
tado, a la inversa, la petición, por parte el 28 de junio de 1950, en La Ley, t. 59,
de la esposa, de suprimir el apellido, que pág. 213, resolvió: "La adoptada debe lle-
lleva en virtud de un derecho-deber, por var el apellido completo de la adoptante,
causales graves. Esto ha dado motivo a la esto es, el formado por el que correspon-
jurisprudencia a formular principios más de al esposo de ésta y el de soltera, pu«s
generales que abarquen toda la materia ambos constituyen el nombre de la espo-
de que se trata. Así, se ha dicho que el uso sa" (se fundamenta legalmente en el art.
y la costumbre han establecido las reglas 13 de la ley 13.252, de Adopción).
ausentes de la legislación, y que deben te- En la adquisición del prenombre, la ju-
nerse en cuenta, ya que el artículo 17 del risprudencia, ante el silencio de la ley, co-
Código civil sólo importa desconocer valor mo ya se señaló, ha elaborado una serie
a la costumbre contra legem. Y así como de principios, que se admiten actualmen-
esa costumbre permite y da el derecho a la te como doctrina en los fallos de nuestros
mujer que agregue el apellido de su espo- tribunales. En esta materia, la elección del
so, no existe inconveniente en reconocer nombre de pila está limitada, legislativa-
también el derecho a desprenderse del mente, como ha quedado señalado. Pero
mismo, en casos en que las circunstancias como las disposiciones legales existentes,
así lo recomienden. Pero siempre que me- una vez más pecan por su deficiencia, la
dien causas graves que aconsejen la me- jurisprudencia ha tenido que integrar lo
dida en resguardo del honor y la dignidad que se podría llamar realmente el actual
de la mujer. Fallos: Cámara civil 19, Ca- estatuto empírico del nombre. En ese sen-
pital Federal, del 26 de noviembre de 1934, tido las limitaciones subsisten en la doc-
en J. A., tomo 48, página 491; del 16 de trina de los tribunales, con variantes y di-
julio de 1936, en La Ley, tomo 3, página ferencias de criterios, como se verá más
320; 27 de septiembre de 1939, en La Ley, adelante, pero en un sentido progresivo, en
tomo 16, página 233; 27 de septiembre de la búsqueda de los principios rectores. En
1948 J. A., 1943-IV, página 160. los fallos anteriores al decreto 11.609/43,
Según el criterio de otros tribunales, ya citados, se perfilaban dos tendencias,
éstos carecen de la facultad para pronun- con respecto al criterio con que debía
ciarse sobre esta cuestión, porque no exis- apreciarse la libertad de los padres a ele-
te asidero legal que conceda ese derecho a gir el prenombre de sus hijos, en cuanto
la mujer divorciada; fallo de la Cámara al idioma, a la significación injuriosa o
de Apelaciones de La Plata, del 5 de junio afrentosa, su significado político o extra-
de 1934, en J. A., tomo 46, página 1136, ño sobremanera a las costumbres del país,
con nota. Cámara civil 19. Capital Federal, si estaban o no en el calendario o el san-
1943, en J. A., tomo 1943-III, página 349. toral, etc. Un tendencia liberal y de crite-
El principio general elaborado por la ju- rio amplio permitía la elección, siempre
risprudencia en estos casos, de supresión que no se vieran afectados el orden publi-
del apellido adquirido con motivo de la co, la moral y las buenas costumbres. En
existencia del vínculo matrimonial, ya se ese sentido como doctrina de los fallos que
trate de un pedido de la esposa o del ma- sustenta dicho criterio los siguientes: Cám.
rido, es el siguiente: El orden 'publico está Civ. l^ Cap. Fed., 6 de octubre de 1943 en
interesado, teniendo en cuenta que, según La Ley, t. 32, pág.. 238 y diciembre de 1944,
nuestra legislación, el vínculo no se disuel- La Ley, t. 37, pág. 13 y J. A., 1943-IV, pág.
ve (arts. 64, 81 y 83, ley del Matrimonio 364. En concreto sostuvo la doctrina de
civil). De ahí que, en principio, el ape- esos fallos: que ante la falta de disposi-
llido del esposo debe seguir adicionado, ciones legales que reglamenten la elección
salvo casos excepcionales de extrema gra- del nombre del recién nacido, debe recu-
vedad, relacionados con las causales gra- rrirse a los principios generales del Dere-
ves de divorcio. (V. JURISPRUDENCIA.) cho, constituidos por el artículo 19 de la
Con respecto a la adquisición del apelli- Constitución Nacional (1853) por la regla
do, en los casos de adopción, dada la cir- sobre la representación de los padres y sus
cunstancia de ser nueva la materia en- deberes y derechos (tít. ni, sec. II, L. I,
Cód. civ.) y finalmente por el principio que La Ley, t. 30, pág. 628. Y fallo de la misma,
reconoce el derecho al nombre como dere- en 1929, en G. del F., t. 81, pág. 134).
cho puramente interno, que forma parte Sin embargo, la doctrina más difundida
del patrimonio espiritual de las personas. entiende actualmente que sólo puede atri-
Por todo ello, se reconoció al padre el de- buirse a las personas nombres que figuren
recho de inscribir a sus hijos con un nom- en los calendarios o que correspondan a
bre de uso común, que no tiene equivalen- personajes históricamente conocidos (Fa-
te en nuestro idioma, puesto que el mismo llo de la Cám. Civ. 2a, Cap. Fed. del 1<? de
no es extravagante ni ridículo, ni propio abril de 1935, en G. del F., t. 115, pág. 243;
de otro sexo, ni se trata de un disminuti- 24 de abril dea 1935, G. del F., t. 116, pág. 20;
vo, aparte de ser adecuado para la perso- Cám. Civ. 1 Cap. Fed.. 14 de septiembre
na y no significar un atentado o burla a de 1939, G. del F., t. 144, pág. 35 y La Ley,
la moral o buenas costumbres-. t. 16, pág. 212).
En cambio, en sentido restrictivo a la En cuanto a la inscripción del nombre
elección, fallos de la Cám. Civ. 2a Cap. en idioma nacional, predomina la opinión
Fed., 26 de julio de 1929, en G. del F., t. 81, de rechazar toda inscripción en idioma ex~-
pág. 229; 1° de abril de 1935. en G. del F., tranjero, sea o no susceptible de traduc-
t. 115, pág. 242: 7 de diciembre de 1943, en ción castellana: Cám. Civ. 1a Cap. Fed, 30
G. del F., t. 167. pág. 533; en 1943, en La de abril de 1926. en G. del F., t. 62, pág. 70
Ley. t. 31, pág. 780 y J. A. 1943-IV. pág. 195. y fallo reiterando jurisprudencia del 15 de
Estas dos tendencias, en realidad, se septiembre de 1943 y 14 de diciembre del
mantienen después que los tribunales han mismoa año en La Ley, t. 33, pág. 33; Cám.
comenzado a aplicar las disposiciones del Civ. 2 Cap. Fed. en fallos de 20 de abril
decreto anotado, con predominio de la se- de 1938, en G. del F.. 1.134 pág. 33. etc. Asi-
gunda de carácter restrictivo. mismo, la orientación doctrinaria de la
La misma Corte Suprema Nacional ha Corte, en sus últimos fallos ya anotados.
sostenido el criterio amplio en un fallo del Existe otra tendencia, que admite la ins-
20 de abril de 1945. registrado en J. A., cripción de nombres extranieros, cuando
1945-11, pág. 465 y La Ley, t. 38, pág. 409. no tienen traducción castellana.
Sin mencionar el decreto, ya vigente, auto-
rizó la inscrioción de los siguientes nom- JTJKISPRTIDENCIA. — Fallos sobre adauísMón del
bres extranieros: Patricio Keith Fleming, doble apellido v del apellido compuesto: Con cri-
terio liberal: Cám. Fed. Paraná. 26-11-943. G. del F.,
como prenombres, reconociendo la liber- t. 169, pág. 444. Con ciertas lim'taclones: Cám.
tad ilimitada de los padres para elegir Civ. 2' Cap. Fed.. 10-7-947. J. A.. 1947-11, pá?. 544,
los nombres de sus hiios. con la sola li- y L. L., t. 47, pág. 517. con nota R. A. M. Terán
mitación de las reglas morales. Aunque Lomas "A propósito del uso del apellido mater-
no". Estableciendo un principio general en cuanto
en fallos posteriores, la doctrina del su- al uso: fallo de 1' Inst. Civ. Cap. Fed., 17-4-944.
premo tribunal ha variado radicalmente, J. A.. 1944-11, pág. 517. Sobre el uso del apellido
fundamentada en las disposiciones del de- comDuesto del padre: Cám. Civ. 2» Cap. Fed.,
17-11-947. L. L., t. 48, pág. 877, y lo Inst. Civ. Cap.
creto mencionado en el aspecto legal. Fa- Fed., 28-5-941, J. A., 1943-11, pág. 294. .
llos de febrero de 1948, en J. A.. 1948-1, pág. Fallos sobre aüquisión de apellido de los me-
335, La Ley, t. 50 pág. 137 y Fallos, t. 210, nores expósitos o abandonados: En sentido am-
pág. 65 y en abril del mismo año, en La plio y de consideración de los intereses humanos
en Juego: Cám. Civ. 2? Cap. Fed., dic. 1935, L. L.,
Ley, t. 50, pág. 810 y en 1949, en J. A., t. 1, pág. 776, y J. A., t. 52, pág. 814; 19-5-939,
1949-1. pág. 99. (consultar Jurisprudencia L. L., t. 14, pág. 708, y J. A., t. 66, pág. 652. En
sobre fallos de los tribunales con mención casos análogos: Cám. 1' en lo Civ. y Com. La
de los dos criterios). Plata, 21-3-950, J. A., 1950-11, pág. 416. Casos aná-
logos, pero con la variante en que el menor tiene
Especialmente se forma una jurispruden- un apellido por filiación. En sentido restrictivo:
cia, que, sosteniendo los principios enun- Cám. 2? Apel. La Plata. Sala 2», 14-3-941, L. L.,,
ciados, se concreta a los casos especiales t. 22, pág. 205; 1? Inst. Civ. La Plata, 21-3-944,
L. L., t. 34, pág. 69; Cám. Apel. Mercedes, 2-9-
de nombres del calendario y de nombres 930, J. A., t. 34, pág. 286. En sentido menos res-
en idioma nacional. En el primer caso tam- trictivo: Cám. Civ. 25 La Plata, 5-9-944, J. A.,
bién se perfilan las dos tendencias. La me- 1944-IV, pág. 587, y Cám. Civ. 2» Cap. Fed., J. A.,
nos numerosa y sostenida aisladamente, t. 14, pág. 524.
Fallos en casos de adquisición del apellido por
dice que los padres pueden elegir libremen- parte de la mujer casada: El principio general:
te el nombre de pila de sus hijos, siem- Cám. Civ. 1», 27-9-938, L. L., t. 16, pág. 233;
pre que no lesionen los consagrados prin- sept. 1943, L. L., t. 31, pág. 811; oct. 1943, L. L.,
cipios de la moral y las buenas costumbres. Repert. general, t. 5, Divorcio-sumario 99; Cám.
Civ. Nac., Sala B, L. L., t. 62, pág. 215. Además,
El argumento legal es que nadie puede ser consultar la síntesis Jurisprudencial sobre el tema
obligado a hacer lo que la ley no manda, en el Repertorio señalado, pág. 215. Variantes en
ni privado de lo que ella no prohibe. (Fa- caso de pérdida del apellido adquirido, del espo-
so, cuando existen causales de divorcio, casos en
llos: Cám. Civ. 1a, 29 de abril de 1943, en que la mujer lo pierde como sanción: Cám. Civ. 1»
Cap. Fed., 16-7-936, G. del F., t.123. pág. 233; l'-6- Ley, t. 20, págs. 657 y 653, respectivamente. —
941, J. A.,, t. 75, pág. 842. Caso en que la mujer Día- de Guijarro, E., "El nombre del hijo natu-
suprime ei apellido en resguardo cíe su honor y ra! no reconocido", en Jurisprudencia Argentina,
dignidad: Cám. Clv. 1» Cap. Fed., 26-11-934, J. A., 1950-11, nota al fallo n» 11.665. — Cermesoni, F.,
t. 48, pág. 491; 16-7-036, L. L., t. 3, pág. 320; "El nombre de la mujer casada", en Jurisprudencia
27-9-939, L. L., t. 16, pág. 233; 27-9-943, J. A., Argentina, í. 11, pág. 542, nota. — López Olaci-
1943-IV, pág. 160. Planteando cuestión de compe- regui, J. M., "Elección del nombre; los derechos
ter1 cía en casos análogos y denegando por íalta pcrsonallslmos y ¡os derechos patrimoniales fren-
de asldere {legal la supresión del apellido: Cám. te a las garantías de la Constitución", en Jitris-
Apel. La Plata, 5-6-934, J. A., t. 46, pág. 1138, prudencia Argentina, 1945-11, pág. 461. — Bébo-
con nota; Cám. Clv. 1* Cap. Fed., 1943, J. A., ra, J. G., La familia, "Boceto sociológico Jurídico"
1943-III, pág. 349. t. 1, "Parte general", pág. 261, nos. 170-174, y
Fallos en los casos de adquisición de apellido, t. 2, "Parte especial", pág. 81, nos. 258 y 259
por efecto de la adopción: Cám. Clv. 1» Cap. Fed., y págs. 132 y 266, Bs. Aires, 1926; El estatuto de la
26-6-950, L. L., t. 59, pág. 213. mujer y las relaciones emergentes del matrimo-
Fallos sobre adquisición del prenombre: Sen- nio, págs. 98 y 206, Bs. Aires, 1927; Instituciones
tando principios generales, en sentido menos res- de la familia, t. 3, Zi parte, cap, 1, pág. 277, n» i,
trictivo: Cám. Clv. 1» Cap. Fed., 6-10-943, L. L., y t. 4, 1» parte, tít. 2, cap. único, pág. 195, n» 1.
t. 32, pág. 238; dlc. 1944, L. L., t. 37, pág. 13, — Saravia, G., La adopción, págs. 137 y slgs., Bs.
J. A., 1913-IV, pág. 364. En sentido restrictivo: Aires, 1943. — Terán Lomas, B. A. M., "A propó-
Cám. Clv. 2» Cap. Fed., 25-7-929, G. del F., t. 81, sito del uso del apellido materno", nota en La
pág. 229; 4-9-929, G. del F., t. 82, pág. 240; l'-4-935, Ley, t. 47, pág. 517. — Josserand, L., Derecho ci-
O. del F., t. 115, pág. 242; 7-12-943, G. del F., 1.167, vil, t. 1. vol. 1, págs. 195 y sigs., trad. arg., Bs. Ai-
pág. 533; 1943, L. L., t. 31, pág. 780; J. A., 1943-IV, res, 1950, — Savatler, B., Les métamorphoses du
pág. 195. Fallo de la Sup. Corte Nac. en sentido Droit civil, pág. 90, París, 1948.
amplio: 20-4-945, J. A., 1945-11, pág. 465. En sen-
tido restrictivo: feb. 1948, J. A., 1948-1, pág. 385; ADROGACION. (V. ARROGACIÓN.)
i. L., t. 50, pág. 137; abr. 1948, L. L., t. 60,
pág. 810; 1949, J. A., 1949-1, pág. 99. ADUANAS. Según la Academia, son las
Fallos sobre adquisición del nombre del calen- oficinas públicas donde se registran los gé-
dario: En sentido amplio y liberal: Cám. Civ. 1»,
29-4-945, L. L., t. 30, pág. 628; 1929, G. del F., t. 81, neros y mercaderías que se importan y ex-
pág. 134. En sentido limitado: Cám. Clv. 2? Cap. portan y cobran los derechos que adeudan.
Fed., l'-4-935, G. del F., t. 115, pág. 243; 24-4-935, Afirma Escriche —que las define de ma-
G. del F., t. 116, pág. 20; Cám. Clv. 1» Cap. Fed.,
14-9-939, G. del F.. t. 144, pág. 35; L. L., t. 16, nera- similar pero más deficiente— que la
pág. 212. palabra aduana parece derivarse del nom-
Fallos sobre la adquisición del nombre en idio- bre arábigo divanum que significa la casa
ma nacional; En sentido restrictivo: Cám. Civ. 1» donde se recogen los derechos, y de ahí de-
Cap. Fed., 30-4-926, G. del F., t. 62, pág. 70; 30-9 938,
G. del F., t. 144, pág. 35; L. L., t. 16, pág. 212; rivó en divana, luego en duana y final-
15-9-943, y 14-12-943, L. L., t. 33, pág. 33; Cám. mente en aduana. Otros sostienen que eti-
Civ. 2? Cap. Fed., 20-4-938, G. del F., t. 134, mológicamente procede del árabe adayuan,
pág. 33; L. L., t. 10, pág. 342; 23-2-946, J. A., registro o libro de cuentas; otros la hacen
1946-11, pág. 112, y L. L., t. 41, pág. 787; 9-6-949,
J. A., 1949-IV, pág. 273, L. L., t. 55, pág. 583; etc. proceder del francés douana o dovana,
En sentido más liberal y que permite la inscrip- equivalente a derecho; y otros del italia-
ción de prenombres sin traducción castellana: no duxana como derechos que percibía el
Cám. Civ. 2» Cap. Fed., 12-5-933. G. del F., t. 104,
pág. 107. En jurisprudencia anterior, había rei- dux por la entrada de las mercaderías en
terado el principio de que todo nombre de pila Venecia.
debe ser Inscripto en el Reg. Civ. en idioma cas- El impuesto de aduanas fue conocido en
tellano, salvo los nombres extranjeros que no la India, en Grecia y en Roma donde pa-
tengan traducción ai idioma nacional: Fallos del
12-3-923, J. A., t. 42, pág. 233; 4-9-929, J. A., rece que fue establecido por Anco Marcio
t. 31, pág. 209; 26-7-929, J. A., t. 30, pág. 450; con ocasión de la conquista del puerto de
3-10-925, J. A., t. 18, pág. 182. Lo que ha rei- Ostia, por lo cual este impuesto fue desig-
terado en íallos posteriores: 24-4-935, J. A.,
t. 50, págs. 140 y 198; 22-3-949, L. L., t. 54, nado con el nombre de portorlum. En Cas-
pág. 185; J. A., 1949-11, pág. 35; Cám. Apel. Cór- tilla y León los reyes aplicaban el impues-
doba, 13-11-931, J. A., t. 36, pág. 1894. En el sen- to denominándole "derechos de puertos se-
tido de que si el nombre extranjero tiene perfecta cos y mojados", según que se tratase de
traducción, debe inscribirse en castellano: Fallos
de Cám. Civ. 1» Cap. Fed., 30-4-926, G. del F., t. 62, aduanas terrestres o marítimas. Los ára-
pág. 70; 25-6-929, G. del F., t. 81, pág. 134, 15-9-939, bes, invasores de España, también estable-
G. del F., t. 144, pág. 35, y L. L., t. 16, pág. 212; cieron este impuesto, llamándole almeja-
27-5-946, L. L., t. 42, pág. 870; Cám. Civ. 2» Cap.
Fed., 5-10-925, G. del F., t. 58, pág. 446; 26-7-929, rifazgo y almojarifes a los empleados en-
G. del F., t. 81. pég. 229; 4-9 929, G. del F., t 82, cargados de la recaudación.
pág. 240; 12-5-933, G. del F., t. 104. pág. 107; 4-9- Claro es que la aduana no tiene una fi-
047, L. L., t. 48, pág. 69; 5-7-948, L. L., t,. 62,
pág. 64; 25-6-948, L. L., t. 51, pág. 568. En casos
nalidad exclusivamente fiscal de recauda-
especiales, aunque tenga traducción: Cám. Clv. 2», ción de un impuesto, sino otra finalidad
Cap. Fed., 9-9-943, L. L., t. 31, pág. 780. tal vez más trascendental en orden a la
economía nacional, ya que la política li-
BIBLIOGRAFÍA. — Consultar la que corresponde a brecambista o proteccionista que siga el
Nombre y Adición de nombre; además: Acuña An-
zorena, A., "El nombre de la mujer divorciada" Estado se encuentra reflejada en la cuan-
y "El nombre de la mujer casada", notas en La tía de los impuestos a la importación y ^
la exportación. Ya lo entendió así Campo- y regional, dentro de una misma nación,
manes al decir que "la justa exacción de mediante la creación de fronteras y adua-
derechos en las aduanas a las manufactu- nas internas, cuya desaparición en muchos
ras introducidas de fuera, es tan útil al fo- países europeos no se pudo conseguir sino
mento de las nuestras como a los intereses después de luchas y contiendas encona-
de la real hacienda". En Igual sentido se das. En la Argentina se producía esa si-
expresaba Joveílanos al señalar que aun- tuación y para evitarla, el artículo 9 de la
que siempre se han mirado las aduanas Constitución de 1853 estableció que en to-
"como un objeto de contribución, ya reco- do el territorio de la Nación no habría más
nocen hoy todas las naciones que sólo de- aduanas que las nacionales; el artículo 10
ben servir para asegurar una favorable libró de derechos de circulación en el in-
concurrencia a la Industria doméstica res- terior de la República tanto los efectos de
pecto de la que viene de otra parte" y en producción o fabricación nacional como
tal sentido "son útilísimas, porque gravan las mercancías de todas clases despacha-
la industria extraña hasta el punto de en- das en las aduanas exteriores; el artícu-
carecer sus productos sobre los de la pro- lo 11 suprimió todos los derechos de trán-
pia, y facilitar así el preferente consumo sito entre provincias; el artículo 67 atri-
de éstos". Que ese proteccionismo repre- buyó al Congreso nacional la facultad de
sente una ventaja o, comor creen otros auto- legislar sobre aduanas exteriores y esta-
res, un serio inconveniente incluso para el blecer los derechos de importación y de ex-
desenvolvimiento y perfección de la in- portación; y el artículo 108 prohibió a las
dustria nacional, constituye el tema de provincias establecer aduanas. Esos pre-
constante discusión entre las escuelas pro- ceptos tienen sus equivalentes en los ar-
teccionistas y las librecambistas, con toda tículos 9, 10, 11, 68 y 101 de la Constitu-
la gama de doctrinas intermedias. Pero ción de 1949.
toda esa cuestión envuelve un problema La ley 810 de 5 de octubre de 1876, de-
que no entra en el campo de lo estricta- rogatoria de la 181 y modificada a su vez
mente jurídico y cuya dilucidación corres- por las 5.527, 8.878 y 11.281, aprobó las Or-
ponde a los economistas. Por eso lo único denanzas de Aduanas, dividiendo éstas en
que aquí importa es señalar la doble fi-
nalidad que las aduanas cumplen aun cuan- marítimas y terrestres, según que estén en
do únicamente se las quisiese considerar las costas del mar y de los ríos navegables
como instituciones recaudadoras de un im- o en las fronteras con otras naciones. Tan-
puesto. to unas como otras se subdividcn en adua-
Nitti señala que "los impuestos de fron- nas mayores o de depósito y en aduanas
tera, que gravan a las mercaderías intro- menores o receptorías. En el amplio tex-
ducidas del extranjero, exportadas al ex- to de las Ordenanzas se determinan las
tranjero o de tránsito a través del terri- operaciones para que están habilitadas
torio nacional, son gravámenes indirectos unas y otras, tanto en materia de impor-
que merecen el estudio más detenido, es- tación como de exportación, especificán-
pecialmente bajo el aspecto de impuestos dose con detalle la-tramitación correspon-
a la importación, debido a que desempe- diente al despacho de todas las activida-
ñan un papel no sólo fiscal, sino, sobre to- des aduaneras, a las operaciones en buques
do, económico, puesto que, cualquiera sea de arribada, recaladas y naufragios, circu-
su fin, ejercen una acción preponderante lación de mercaderías, penalidades, pro-
sobre la producción de la riqueza". Para cedimiento, etc.
Serra Moret las aduanas representan "el La ley 12.963 de 2 de abril de 1947 creó
sistema de Impuestos al intercambio in- los cuerpos técnico y auxiliar de adua-
ternacional y la organización estatal en- nas así como una escuela especial para
cargada de su aplicación" sirviendo tam- la preparación del personal técnico. En di-
bién "para controlar dicho intercambio, cha ley se regulan las condiciones que de-
asegurar la calidad de las importaciones ben reunir los aspirantes al ingreso en uno
y exportaciones y levantar estadísticas'de u otro escalafón.
la clase, volumen y valor de las mismas, La ley 12.964, también del día 2 de abril
con las cuales se obtiene conocimiento per- de 1947, creó la Superintendencia y Direc-
fecto del dilatado y diverso comercio mun- ción de las Aduanas, estableciendo sus com-
dial". petencias, ampliando las funciones con-
Cierto que el proteccionismo aduanero feridas a las aduanas y receptorías por las
no siempre tuvo un sentido exclusivamen- leyes 810 y 11.281, facultando al P. E. para
te internacional, sino que hasta tiempos modificar y mantener actualizado el aran-
no muy lejanos esa forma impositiva y ese cel de importación, y regulando el proce-
proteccionismo tuvieron carácter localista dimiento para la instrucción y resolución
de las causas promovidas por infracciones I. CONCEPTO E HISTORIA
a las leyes aduaneras.
El desarrollo específico de los problemas 1. Definición. — La palabra adulterio es
doctrinales y legislativos de la presente la forma castellana de la voz latina adul-
voz, se encontrará en los temas correspon- terium, cuyo verbo adulterare, se refiere
dientes. (V. AGENTES DE ADUANAS. CONTRA- genéricamente a la acción del adulterio y
BANDO. DRAWBACK. IMPUESTO DE ADUANAS. sólo de manera figurada —aunque sea la
PUERTOS FRANCOS. TARIFA DE AVALÚOS. ZONAS que definitivamente se impuso— significa
FRANCAS.) (M. O. y F.) "viciar, falsificar alguna cosa". En cam-
bio, Morin, en su Repertoire, cree que su
ADUCCIÓN. Del latín odducíio, que alu- origen es justamente el de "corromper,
mezclar" (!).
de a la idea de conducción, de envío, de
ser traído (del verbo ad.du.cere: compuesto En nuestro lenguaje usual vale tanto co-
de ad y ducere, llevar). mo "ayuntamiento carnal ilegítimo de hom-
En filosofía significa el procedimiento bre con mujer, siendo uno de los dos o am-
por el cual se intenta demostrar una tesis bos casados". Para el Derecho, el adulterio
introduciendo una o más proposiciones en es ad alterum thorum vcl uterum accessio,
el razonamiento demostrativo. pero no hay que entender el principio
En el campo jurídico se emplea la ex- como material violación del lecho donde
yacen los cónyuges. Farinacio concibió ya
presión en Derecho procesal, llamándose este delito como profanación del lecho con-
aducción de pruebas a la presentación o yugal: alieni thori violatio ( 2 ). De estos
invocación de ellas. elementos extrajo Carlos Tejedor el con-
cepto que estampó en su proyecto: "vio-
ADULTERACIÓN. (V. DELITOS CONTRA LA lación de la fe conyugal, cometida corpo-
SALUD PÚBLICA.) ralmente y a sabiendas".
ADULTERINO. Del latín adulterinus, 2. Historia. — Las más antiguas legisla-
derivado de adulter, que significa la idea ciones contienen crudelísimas penas con-
de algo falseado, en este caso por prove- tra los adúlteros. Para el Derecho hebrai-
nir de otro (ad, a y alter, otro). Se aplica co, únicamente cometía adulterio la mujer
a las personas o cosas procedentes del infiel a su marido; es decir, que no era
adulterio y particularmente al hijo nacido delincuente el hombre que rompía la fe
de la unión delictiva o prohibida (ex dam- conyugal. El rigor era tan grande que se
nato coitu), según las legislaciones. presumía por el simple hecho de que la
En este último sentido se relaciona con mujer estuviera sola con otro hombre por
la materia de la filiación ilegítima, como breve tiempo. La pena originaria fue la de
una de las especies dentro de las filiacio- lapidación. Recordemos las frases de Jesús
nes no legales legisladas por nuestro Có- que, puesto en conflicto por los fariseos
digo Civil. (V. HIJO ADULTERINO.)
ante la mujer adúltera, halló el expedien-
te para no ser acusado de rebelarse contra
BIBLIOGRAFÍA. — Busso, E. B., Código civil ano- las viejas leyes, diciendo: "El que esté
tado, t. 2, "Familia", págs. 803 y sígs., Bs. Aires, limpio de pecado, que arroje la primera
1945. — Rébora, J. C., Instituciones de la familia,
t. 4, pág. 165, § 16. Bs. Aires, 1947. piedra". Esta forma de ejecutar la pena
de muerte se completa luego, entre los he-
ADULTERIO.* SUMARIO: i. Concepto e his- breos, con otras más: la horca y el fue-
toria: 1. Definición. 2. Historia. 3. Legisla- go (2 bis).
ciones vigentes. II. Debate sobre su pena- Estas antiquísimas formas de penar a
lidad: 4. Las razones en pro. 5. La hones- la adúltera pervivieron en los pueblos
tidad y el honor. 6. La fidelidad. 7. El buen
orden de la familia. 8. Lo injusto. 9. Con- aborígenes de América hasta los tiempos
clusión negativa, in La dogmática del de la conquista. La lapidación era la pena
adulterio: 10. El bien Jurídico infringido. usada entre los aztecas. En otras tribus,
11. El acto sexual. 12. Criterios' generales. como ocurría entre los indígenas que po-
13. El divorciado no es adúltero. 14. El caso
del matrimonio nulo. 15. ¿Es delito de "pro- blaban el interior de las regiones que hoy
pia mano"?. 16. La condición objetiva de
penalidad y el consentimiento. IV. El adul- (1) Es Inaceptable derivar la palabra adulte-
terio de la mujer: 17. Las adúlteras. 18. El rio de adulteris thorum iré (Vid. Carrara, Pro-
codelincuente. V. El amancebamiento del gramma del Corso di Diritto crimínale, parte es-
marido: 19. Naturaleza del amancebamiento. pecial, vol. 3, § 1871; en la trad. castellana de
20. La manceba. VI. La pena y su extinción: Soler, Núñez y Gavier, t. 5, págs. 247-249).
21. Penalidad. 22. Extinción de la acción y (2) París et thoricae criminalis libris, quaest.
de la pena. 141, n« 1.
(3 bis) Viíí. sobre esto el trabajo muy Intere-
sante de Roberto A. M. Terán Lomas, que se cita
* Por el Dr. Luis JIMÉNEZ DE ASÚA. en la Bibliografía.
constituyen los Estados de Venezuela y de más primitivos, el marido tenía el derecho
Colombia, se castigaba el adulterio hasta de darle muerte. Durante la República,
con la muerte, porque la india era cosa la pena fue sólo de destierro; pero al
propia del marido. Lo mismo cabe decir aumentar la corrupción, se establecieron
de la práctica de los calchaquíes y, sobre penas más severas. En la Lex Julia de
todo, de los araucanos, pues este delito se adulteriis se castigó el adulterio con rele-
equiparaba al robo, que era una de las gación ("). Constantino impuso la pena
más graves infracciones. También recibía de muerte: sacrilegas autem nuptiarum
pena de muerte la mujer adúltera en el gladio punieri oportet (i*); pero Justinia-
Derecho incaico, pero el marido uxoricida no modificó esos castigos, en cuanto a la
no quedaba exento de represión, aunque mujer adúltera, ordenando que fuera azo-
sólo se le desterraba. En la Tierra del Fue- tada, competentibus vulneribus subactum,
go, sus primitivos habitantes eran muy y recluida en un monasterio, de donde el
respetuosos de la fidelidad conyugal, y la marido podía sacarla a los dos años, y
mujer que la quebrantaba podía ser muer- de lo contrario, quedaba allí como mon-
ta por su marido, e incluso se cas- ja (1S). Los demás codelincuentes, sobre
tigaba con mayor severidad al codelin- todo los terceros, temeratores alienarum
cuente (2 ter.). nuptiarum, siguieron conminados con la
En el Derecho romano tampoco se pe- pena capital ("•).
naba más que a la mujer adúltera ( 3 ), y En el Derecho canónico, tanto puede co-
en el antiguo Derecho, el hombre era due- meter adulterio el hombre como la mujer.
ño de la acción. Así, por ejemplo, en tiem- Los Prácticos que resumen, en el Derecho
pos de Rómulo, el marido con su consejo común de cada país, las leyes existentes,
de familia no sólo perseguía a la adúltera, ordenan su copioso número y su contra-
sino que era el arbitro en cuanto a la pe- dictorio texto acudiendo al Derecho roma-
nalidad. Después, y conforme a la ley Julia no. Lo hicieron así también en materia de
de adulterlis, se declaró público este deli- adulterio. Con razón se cuidan éstos, como
to, diferenciándose tres clases de acusa- Farinacio ( l $ ) , de señalar la intención:
ciones: iure mariti, parentum et extra- sine. dolo adulterium non committitur, y
neorum ( 4 ); pero Constantino abolió esta así, en caso de violencia o error, la mujer
última facultad: probatam enim a martto, no es punible como adúltera, pues el co-
et acquiescens, matrimonium non debet razón no participa de esta falta .del cuer-
quis turbare atque inquietare ( 5 ); y sólo po (16); únicamente en el caso de que el
abarcó a los parientes próximos: quos ve- error fuera tan grosero que equivaldría al
rus dolor ad accussationem impellet (°). dolo, la excusa no funciona, según enseñó
Por fin, triunfó la máxima, que pervive Julio Claro (17). No ha faltado algún an-
en todos los derechos vigentes: maritus tiguo autor, como Bayardo (*»), que alega-
genitalls thori solus vindex. La acción para se también como eximente el caso de que
perseguir a la mujer adúltera prescribía el marido no proveyera a la subsistencia
a los cinco años ( 7 ), y no podía ejercerla de su mujer. Pero, en general, se resistie-
si había habido connivencia en el adulte- ron los prácticos a admitir que la sevicia
rio de la mujer, pues en tal caso el ma- y la mala conducta del marido disculparan
rido era indigno (8) y con9 tal connivencia a su esposa, pues la irritación no es capaz
se hacía reo de delito ( ). La acción se de ejercer en ésta un influjo irresistible.
extinguía si hubo reconciliación, y ésta Por eso dijo Farinacio: nec uxore poena
era presumida si no arrojaba de su lado adulteris excusatur propter virí saevitiam
a la adúltera: crimen adulterii maritum propter famis18 necessitatem, aut propter
retenta in matrimonio uxore, inferre non pauperatem ( ). En cambio, la nulidad
posse nemini dubium est ( 10 ). del matrimonio imposibilita el adulterio,
La penalidad de la adúltera en Roma porque sin aquél no hay acción ilícita en
varió en el decurso de los tiempos. En los el comercio sexual, por lo que el marido,
(2 ter) VÍA. Luis Jiménez de Asúa, Tratado (11) Pauli Sent, tít... 26, § 14.
de Derecho penal, t. 1, Bs. Aires, 1960, Losada, (12) L. 30, Cod., lug. cit.
págs. 704, 721, 725, 730, 741 y 742. (13) Novela 134, cap. 10. Auth. sed hod., Cod.
(3) Lex 1, Coa., ad legem Julia de adulteras. ad leg. Jul. de adult.
(4) L. 2, |g 8 y 9 Digesto, ad leg. Jul. de (14) Instituto, lib. 4, tít. 17, § 4.
adult., y L. 30 Cod., ad leg. Jul. (15) Praxis cit., quaest. 141, n» 100.
(5) L. 26, Digesto, ad. leg. Jul. de adult. (16) Farinacio, id. id., n« 15.
(6) L. 3, Cotí., ad leg. Jul. de adult. (17) Practica civilis et criminalis, § adult.
(7) L. 5, Cod., ad leg. Jul. de adul. n» 100
(8) L. 46, Digesto, de sol. matrím. (18) Cit. por Juüo Claro, Practica cit., id.,
(9) L. 20, ? 3, Digesto, ad leg. Jul. de adult. •K> 15.
(10) L. 11, Cod., ad leg. Jul. de adult. (19) Praxis cit., quaest. 141, n« 60.
como exige Julio Claro, tendrá que probar Resulta discutible si el derecho del ma-
la validez del casamiento antes de perse- rido para perseguir a la mujer adúltera
guir a la adúltera: tune maritum oppor- queda invalidado cuando él mismo cometió
tet probare ut el sit uxor (20) . también infidelidad conyugal. De algunas
La reconciliación, cuyo influjo hemos leyes27 de las Partidas parece deducirse
visto en el Derecho romano, tiene igual así ( ); pero de otras se desprende lo
fuerza entre los Prácticos. Por eso dicen contrario, sobre todo al decidir que la mu-
que anula el delito, ora sea expresa o tá- jer no puede acusar al marido de adulterio,
citamente demostrada; es decir, que tanto "pues que los2S daños e las deshonras non
vale que conste por actos o cartas, como son iguales" 20
( ). La excepción del fuero
que resulte de hechos tales como la coha- eclesiástico ( ) le sirve a Gregorio Lopea
bitación o cariños después de la falta. para ensayar una conciliación entre las
Julio Claro escribe frases de este tenor: leyes contradictorias. La Novísima Recopi-
Caveat maritus ne sciens uxorem esse lación zanjó las dudas, pues ordena "que
adulteran se um ea carnaliter commisceat la mujer no se pueda excusar de responder
nam ex eo videtur illi adulteríum remis- a la acusación del marido o del esposo,
porque diga que quiere probar que el
En el Derecho histórico español halla- marido o el esposo cometió adulterio" ( so ).
mos, muy semejantes normas. La noción En cambio, la connivencia del hombre en
del adulterio se vincula a la infidelidad la conducta de su mujer, no sólo hace
de la mujer, porque ésta "es contada por imposible la acción persecutoria, sino que
lecho de su marido22y non de ella", como las Partidas mandan que ella sea dada por
dicen las Partidas ( ), si bien para otros "quita" en la acusación, y el marido reciba
efectos estas leyes reconocen que puede pena de adulterio, "porque aquel yerro 1
ser dable, cuando es entre dos personas avino por su culpa e por su maldad" (3 ).
sadas: ínter uxoratos (2i») . La consuma- Como en el Derecho romano, la reconci-
ción del delito se reputa esencial, aunque liación anulaba este delito. El Fuero Real
a veces basta con la presunción. En la aceptaba, como los Prácticos posteriores
ley 62 de las Leyes del Estilo se dice: harían, las formas tácitas de concillarse,
"...O fallándolos en la casa escondidos y así dice, de manera presuntiva, a fin
seyendos ambos enfamados de este peca- de permitir la persecución: "...no la
do". Aunque por tratarse de una ofensa a tenga a su mesa,
32
ni en su lecho" después
la fe conyugal y a los derechos del mari- del adulterio ( ). También el abandono
do, no debe existir adulterio hasta que se de la acusación extingue la facultad,Oe
celebre el matrimonio, en las Partidas y perseguir a la mujer delincuente, "dicien-
en la Ley de Toro él era posible una vez ce- do al juez que ya no quiere acusarla",
lebrados los esponsales de presente, spe- como consta en las Partidas («3). La ac-
cimen matrimonii ( 24 ) . Por la misma ra- ción prescribe
S4
ordinariamente a los cinco
zón podría decirse que no hay adulterio años ( ).
si el matrimonio no es válido; pero las El dolo se declara esencial y, por ende,
Leyes de Toro lo pusieron en duda, y las no es punible el adulterio por violencia,
Recopilaciones rechazaron esta defensa de "porque —según la Nueva Recopilación—
las adúlteras, "pues por ellas no quedó de la mujer no fue en culpa" (3!*); pero es
fazer lo que non devian", y facultan al preciso que esa fuerza se pruebe con.cla-
marido para acusarlas "como si el matri- ridad, "travando de ela rebatosamente de
monio fuese verdadero" ( 20 ) . En el anti- manera que se non pudiere 3 amparar",
guo Derecho español ya quedó firme que conforme exigen las Partidas ( «). Por el
se trata de un delito sólo perseguido por mismo motivo, el error excusa en este
la acción privativa del cónyuge. Así apa- caso, pero como las mismas leyes dicen,
rece en las Leyes Recopiladas, en que cons-
ta también que se ha de acusar "a los dos (27) Ley 8, tí.t. 2 de la Partida 4, y ley 9,
siendo vivos o a ninguno" (26) . tít. 17 cié la Partida 7.
(28) Ley 1, tit. 17 de la Partida 7.
(29) Ley 12, tít. 9 de la Partida 4.
(20) Practica clt., In suppl. § adult., n' 100. (30) Ley 3, tít. 20, lib. 8.
(21) Id., id., Id. (31) Ley 6. tít. 9, Partida 4, y ley 7, tít. 17
(22) Ley 1, tit. 17 de la Partida 7. Vid. también de la Partida 7.
ley 9, tít. 17 de la Partida 7. (32) Ley 5, tit. 7, lib. 4.
(23) Ley 13, tit. 9 de la Partida 4. (33) Ley 6, tit. 9 de la Partida 4, y ley 8,
(24) Ley 1, tít. 17 de la Partida 7 y ley 81 tít. 17 de la Partida 7.
de las de Toro. Esos esponsales no pueden tener (34) Ley 4, tít. 17 de la Partida 7. Según Gre-
lugar después del Concillo de Trento. gorio López se exceptúa el caso de haber además
(25) Ley 81 de Toro y ley 9 de la Partida 4. incesto.
(26) Ley 7, tit. 19, y ley 2, tít. 20, del lib. 8 (35) Ley 1, tít. 20, lib. 8.
de la Nueva Recopilación. (36) Ley 7, tít. 9 de la Partida 4.
es necesario que el hombre "yoguiese en con tanto detalle, la historia del delito de
la casa, y ella lo recibiese cuidando que era adulterio. Hemos creído necesario hacerlo
su marido" ( 37 ). por dos potísimos motivos. El primero se
También el error anulaba el delito del debe a que por tratarse de un delito en
codelincuente; es decir, del hombre que franca declinación (vid. in/ra, núms. 4-9),
yace con la mujer casada, puesto que para la historia vale más que el presente y
perseguirle exigen las Partidas: "fueras mucho más que el futuro. La segunda
ende si le fuese probado que lo sabia" ( 38 ). razón del largo estudio de las leyes pasa-
La penalidad del adulterio fue muy dura das, estriba en que por tratarse de un
en el Derecho histórico español. El Fuero delito paleontológico, de condenable su-
Real ponía los adúlteros a disposición del pervivencia, los problemas que hoy se
marido (•'">), y las Leyes de Partida, des- plantean ya estaban suscitados y resueltos
pués de señalar los grandes males y daños en las épocas pasadas, como podrá com-
que resultan de este delito ( 4< >), adoptan probarse a lo largo de cuanto sigue.
las disposiciones que dio Justiniano en
sus Novelas e Instituía ( 4 1 ). La Recopila- 3. Legislaciones vigentes. — En los ac-
ción volvió al viejo criterio de entregar los tuales Códigos penales perviven la mayor
culpables al marido, dejando a su arbitrio parte de esas normas. En el vigente Có-
su persona y bienes, pero "no puede matar digo penal francés, el adulterio sólo se
al uno y dejar al otro" ( 4 2 ); "pudiéndolos comete por la mujer; el marido es el úni-
a ambos a dos matar" de su propia auto- co que puede denunciarlo, y él mismo, si
ridad, en caso de sorprenderles in fraganti "toma de nuevo a su mujer", hace cesar
4:t la condena (arts. 336-337). El "cómplice"
adulterio ( ); pero en tal caso no gana
la dote ni bienes (* 4 ). de la mujer adúltera será castigado con
De ahí arranca, remontándose además la misma pena de ella, y las "únicas prue-
a las normas del Derecho romano primi- bas que pueden admitirse contra el acu-
tivo, esa "facultad de matar" otorgada al sado de complicidad, son, a más del delito
hombre, que en la Argentina funcionaba flagrante, cartas u otros papeles escritos
como causa de justificación en favor de por él" (art. 338). El hombre sólo comete
cualquiera de los cónyuges ultrajados, el delito de concubinato cuando tenga la
fuese el hombre o la mujer, en el Código manceba en la casa conyugal. La ouerella
de 1887, y que degeneró en excusa abso- corresponde a la esposa (art. 339). De
lutoria o semiabsolutoria, en el Código idéntico tenor, aunque con variantes de
penal español de 1870. La República es- forma, son las disposiciones del Código
pañola suprimió dicho precepto en su re- belga (arts. 387-390).
forma de 1932. Pero el Código franquista Muy breve, pero grávido de problemas,
de 1944 lo resucita en su artículo 428, en puesto que se inserta en su texto una
la falsa creencia de que rinde holocausto condición objetiva de penalidad, que exa-
a las tradiciones españolas. Error crasísi- minaremos luego en la dogmática argen-
mo, pues ese "derecho" del marido para tina, es el texto que consagra a este delito
vengar "su honor", lo hallamos también el Código penal alemán. Dice así el 5 172:
en la Ordenanza prusiana de 1721, y en el "El adulterio será castigado con prisión
primer código francés. Incluso en el vi- hasta de seis meses, en la persona de la
gente en Francia desde 1810 figura el mujer culpable y de su codelincuente,
uxoricidio por adulterio como excusable cuando por causa del adulterio se ha di-
(es decir, beneficiado con una atenuante suelto el matrimonio. La persecución se
muy privilegiada), en el párrafo segundo inicia sólo por querella".
del artículo 234 («). Más detalladas son las disposiciones del
Código penal italiano de 1930. Se castiga
No debe extrañar que hayamos expuesto, el adulterio de la muier. y con mayor pena
sus "relaciones adulterinas". También se
(37) Ley 7, tít. 9 de la Partida 4. sanciona al codelincuente. Sólo se persigue
(38) Ley 5, tlt. 17 de la Partida 7.
(39) Ley 1, tlt. 17 del llb. 4. el delito a querella del marido (art. 559).
(40) Proemio del tlt. 7 de la Partida 7. El hombre únicamente es culpable de "con-
(41) Ley 15, tlt. 17 de la Partida 7. cubinato", y la misma sanción se señala
(42) Ley.l, tit. 20. llb. 8.
(43) Ley 3, tít. y llb. acabados de citar. a su manceba. El concubinato se perpetra
(44) Ley 82 de Toro. por el hecho de tener "concubina en la
(45) No nos ocupamos de este tema — q u e en casa conyugal o notoriamente en otra par-
cierto modo completa el del adulterio, puesto que te". El delito es perseguible a querella de
ese uxoricidio privilegiado viene a ser un dere-
cho de penar puesto ei» manos del marido— por-
que corresponde a otro asunto, que será desen- a ese respecto, la lectura del magistral trabajo de
vuelto en su Hipar correspondiente. No podemos José Peco El uxurícídio por adulterio, Bs. Aires,
sustraernos, sirt embargo, al deseo do aconsejar, 1929, Abeledo.
la esposa (art. 560). La adúltera no es adulterio, inútil ya después de la ley de
ptínible cuando el marido "la había indu- divorcio de 2 de marzo del mismo año, que
cido o incitado a la prostitución, o bien incluso contenía sanciones penales para el
había obtenido de cualquier modo ventajas caso de inasistencia familiar. El Código de
de la prostitución de ella". Ni la adúltera 1944 restablece lo dispuesto en el Código
ni el concubinario son punibles si aquélla de 1870. El adulterio estaba enclavado, y
o éste estaban legalmente separados por lo está de nuevo, entre los "delitos contra
culpa del otro cónyuge, o bien abandonado la honestidad". Se distingue el adulterio
por él injustamente. El cónyuge legalmen- de la mujer y el amancebamiento del ma-
te separado, que tenga culpa, recibe pena rido y ambos son delitos que sólo se per-
atenuada si comete adulterio o amanceba- siguen en virtud de querella. He aquí lo
miento (art. 561). que el Código penal español dispone sobre
En el Código suizo de 1937 se regula el ambas infracciones: "Artículo 449. El adul-
adulterio, como delito contra la familia, terio será castigado con la pena de prisión
sin distinciones de s.exos; es decir, que lo menor. Cometen adulterio la mujer casada
mismo es adúltero el hombre que la mu- que yace con varón que no sea su marido,
jer que quebranta la fidelidad conyugal. Es y el que yace con ella, sabiendo que es ca-
delito que se persigue a querella del ofen- sada, aunque después se declare nulo el
dido y, como en Alemania, se precisa la matrimonio". "Artículo 450. No se impon-
condición objetiva de punibilidad de ha- drá pena por delito de adulterio sino en
berse pronunciado el divorcio o la sepa- virtud de querella del marido agraviado.
ración de cuerpos por razón de ese adul- Este no podrá deducirla sino contra am-
terio. El plazo para presentar la querella, bos culpables, si uno y otro vivieren, y
que dura tres meses, comienza a correr nunca si hubiere consentido el adulterio
desde que la sentencia de divorcio o de se- o perdonado a cualquiera de ellos". "Ar-
paración es firme. No tiene derecho de tículo 451. El marido podrá en cualquier
querellarse el cónyuge que ha cometido el tiempo remitir la pena impuesta a su con-
adulterio o lo ha perdonado. El juez puede sorte. En este caso se tendrá también por
eximir al delincuente de toda pena si remitida la pena al adúltero". "Artículo
en el momento de cometerse el hecho, la 452. El marido que tuviere manceba den-
vida en común de los esposos había cesa- tro de la casa 4conyugal, o notoriamente
do; si el propio querellante había come- fuera de ella ( f i ), será castigado con pri-
tido adulterio, o si se había hecho culpable sión menor. La manceba será castigada
de los actos previstos en los artículos 138 con la misma pena o con la de destierro.
a 140 del Código civil suizo (art. 214). Lo dispuesto en los artículos 450 y 451 es
Otros Códigos modernos no configuran aplicable al delito castigado en el presen-
en sus textos el delito de adulterio, esti- te respecto a la mu.ler agraviada".
mando que es sanción suficiente el divor- Transcribimos ahora lo preceptuado por
cio. Así acontece en los Códigos penales de el Código penal argentino, puesto que esas
la Rusia soviética de 1927- de Dinamarca, disposiciones van a ser dogmáticamente
de 1930; de Letonia, de 1933 etc. (« bis). reconstruidas y analizadas. Artículo 118.
En España, la Reforma de 1932 supri- Serán reprimidos con prisión de un mes
mió del cuerpo codificado el delito de a un año: 1? La mujer que cometiere adul-
terio; 21? El codelincuente de la mujer; 3°
(45 bis) La comisión que elaboró el Cód. pen. El marido, cuando tuviere manceba dentro
ginebrlno —cuyo Cantón ya no tiene ley penal o fuera de la casa conyugal; 4<? La man-
propia, pues el Código de 1937 es común a toda ceba del marido. En otros artículos del
la Coníedcraclón Helvénttca— decía: "No estima
la Comisión que el adulterio sea una infracción Código penal argentino se hace referencia
penalmente punible; esto sería rebajar la noción al adulterio. Según lo dispuesto en el ar-
del matrimonio. La sola sanción penal reside en tículo 73, es un delito de acción privada,
la naturaleza del vinculo, en la revocación o res- y conforme a lo dicho en el articulo 69,
cisión del contrato. Divorcio o separación de cuer-
pos: tales son. según nosotros loa dos verdade- se extingue, como todos los de esta índole,
ros remedios cuando uno de los esposos falta de por perdón de la parte ofendida. En el
una manera grave a sus compromisos. Un juicio
no remedia: produce escándalo; no corrige al articulo 74, establece el Código una con-
culpable y humilla al Inocente" (Vid.. Gautler. dición objetiva de punibilidad que luego
en Schweizerische Zeitschrlft für Strafrecht, 1894,
pág. 367). En Francia, presentó Vivlanl en 1894
un proyecto suprimiendo las penas contra el adul- (46) Esta frase ("o notoriamente fuera de
terio, y en 1904, Valle, ministro de Justicia fran- ella") se ha copiado textualmente del Cód. ita-
cés, hizo una Importante declaración Instando a liano y es la sola reforma —salvo la supresión del
las Cámaras legislativa» a pronunciarse en este viejo art. 451 del Cód. de 1870. que era de con-
sentido (Vid. Kerambrum. L'ldfe tíu martage tenido procesal— que se ha Introducido en el an-
depttíi le Code civil jusqu'a nos jours, París, 1907, tiguo texto, que más exacta y castizamente decía'
P*S. 520). "o fuera de ella con escándalo".
estudiaremos (vid., núm. 16), a más de II. DEBATE SOBRE su PENALIDAD
fijar los efectos del consentimiento y de
una causa extintlva: La acción por delito 4. Las razones en pro. — Aunque sea
de adulterio corresponde únicamente al hoy cuando más agudamente se cuestion'a
cónyuge ojendido, quien deberá acusar a sobre la índole punible del adulterio, la
ambos culpables, pero no podrá intentar la polémica está muy lejos de ser nueva. Ya.
acción penal mientras no se declare el Filangieri dijo que no era útil castigar el
divorcio por causa de adulterio. La sen- adulterio, incluso el cometido por la mujer,
tencia en el juicio de divorcio no producirá porque nada vale la pena frente a la opi-
efecto alguno en el juicio criminal. El cón- nión pública que ridiculiza al marido ( 4 T ).
yuge que ha consentido el adulterio o lo Pero, sobre todo, es clásica la controver-
ha perdonado, no tiene derecho de iniciar sia entre Francisco Carrara y Tissot. El
la acción. La muerte del cónyuge ofendido primero —que ha escrito sobre el adulterio
extingue la acción penal y hace cesar la largas y completísimas páginas ( 48 )—, afir-
ejecución de la pena. ma que ese delito atenta contra "el deber
Con pocas diferencias —salvo lo dispues- de fidelidad conyugal", que estima "incon-
to en el Código penal boliviano, en que trastable" (Programa, § 1872), y al que no
se deja la duración de la pena de la adúl- sólo tiene derecho el hombre, sino también
tera a lo que "quiera el marido, con la mujer (§ 1874). Por su parte, Tissot,
tal que no exceda de seis años" (artícu- razonando muy exactamente sobre los erro-
los 564-565)—, regulan el adulterio y el res que se cometen al hablar del adul-
amancebamiento por separado y confor- terio y del fin que se persigue incriminán-
me a inspiración española, en la mayor dole, observa que sólo debe considerarse
parte de ellos, los Códigos de Chile (ar- la "infidelidad a la promesa dada". Mas
tículos 375-381), Nicaragua (arts. 417-425), en este caso, ¿cómo hacer diferencia en-
El Salvador (arts. 338-391), Honduras (ar- tre la falta del marido y la de la mujer?
tículos 431-435), Paraguay (arts. 295-299), Y, sobre todo, dice que "el sentimiento
Panamá (arts. 301-306), Venezuela (ar- de fidelidad o infidelidad, objeto esencial
tículos 396-401), Guatemala (artículos 325- de la promesa conyugal, pertenece exclu-
329) y Ecuador (artículos 479-480). Lo sivamente a la moral, que escapa a la vio-
dispuesto en el Código francés pervive lencia y a la represión". En efecto, sagún
en los de Haití (arts. 284-287) y República el agudísimo penalista francés, si el matri-
Dominicana (arts. 336-339). En los Códi- monio es un contrato, la autoridad civil
gos de Puerto Eico (art. 269), Perú (ar- no hace más que "inscribir un acto que
tículos 212-213) y Brasil (art. 240), no se interesa a las partes y también a terceros".
hacen distinciones entre marido y mujer. "Si no mediaran intereses materiales en
Cualquiera de los cónyuges es adúltero si el acto del matrimonio —agrega—, no ten-
quebranta la fidelidad. El adulterio se dría la sociedad que ocuparse de la unión
enclava en los dos últimos Códigos entre del hombre con la mujer; este asunto que-
los delitos contra la familia. Tampoco ha daría enteramente abandonado a sus sen-
hecho diferencias el Código de México, timientos". Por tanto, "esta promesa sólo
pero exige, para que el adúltero o la adúl- se refiere a ellos, puesto que no ha sido
tera sean castigados, que el delito se haya hecha sino en vista de su respectiva fide-
"cometido en el domicilio conyugal o con lidad... En verdad que la falta a seme-
escándalo" (arts. 273-276). jantes promesas no produce lesión de de-
En los Códigos penales del Uruguay, recho natural o convencional al resto de
Cuba, Colombia y Costa Rica no figura la sociedad, en cuanto a que pueda que-
jarse de infidelidad". La correcta solución,
el delito de adulterio, ni el de amanceba-
miento. Tampoco aparecía en el Proyecto para satisfacer al cónyuge que ha sido víc-
de Código penal argentino de 1891, y la tima de infidelidad, es el divorcio ( 49 ).
Exposición de Motivos que consagra lar- Tampoco Pessina es de opinión de man-
gos y acertados párrafos a razonar la su-
presión, se funda sustancialmente en que (47) Scienza delta legislasione, vol. 2, ed. Con-
tl, pág. 341.
"en la Argentina no se persigue el adul- (48) Vid. Programma, cit., vol. 3 de la parte
terio como delito". No lo incluye, ahora, ni especial, §§ 1871-1935, páf.;s. 247-537, de la tra-
el Proyecto de Código penal argentino de ducción castellana mencionada.
Gómez y Coll, publicado en 1937 («> bis), (49) Tissot, Eí Derecho penal estudiado en sus
principios, en sus aplicaciones y legislaciones de
ni el de José Peco, presentado a la Cáma- Zas diversos pueblos del mundo o Introducción
ra de Diputados el año 1941. filosófica e histórica al estudio del Derecho penal,
trad. española de J. Ortega García, Madrid, Gón-
gora, 1880, págs. 226-231. Vid., ademí.s, de Tissot,
(46 bis) Lo criticó Molinario en el articulo que Le mariage, la separation et le divorce, conside-
se cita en la Bibliografía. ré aux points du Droit naturel, París, 1868.
tener el adulterio en el cuadro de los de- alegato de Langle: "La fidelidad en el ma-
litos, basándose en que la pasión amorosa trimonio, tal como la vemos establecida y
no puede 50ni debe ser objeto de regulación tutelada por la legislación, no es un hecho
jurídica ( ). resultante del mutuo cariño y del deber
Los partidarios de mantener el divorcio común, gratuitamente observado por dos
en el repertorio de delitos castigados por seres..., es, por el contrario, una exigen-
el Código penal, buscan el bien jurídico cia del marido celoso y dominante... No
que debe tutelarse, apelando a la honesti- hay deber recíproco, sino injusta prepo-
dad, la fidelidad, al buen orden de la fa~ tencia" (54) .
milia, etc., o alegan, sencillamente, que se Para Carrara, sin embargo, éste era el
trata de un injusto que ha de reprimirse. "derecho" infringido por los adúlteros.
Haremos el examen crítico de cada una Igualmente, Gómez cree que el "bien le-
de estas tesis. sionado por el adulterio no es otro que la
fe conyugal". Y en cierto modo, a pesar
5. La honestidad y el honor. — Aunque de que ve el asunto con mucha más com-
el Código penal español y el argentino in- plejidad, también parece ser el bien pre-
cluyan este delito entre los que lesionan ponderante para Soler, puesto que acepta
la honestidad, es harto discutible que sea la definición de Tejedor ( 55 ).
ese bien jurídico el tutelado por la pena Alegar que es el honor del cónyuge
que se impone a los adúlteros. La lujuria ofendido el que padece por el adulterio, nos
de los culpables sólo lesionaría su propia parece ridiculamente absurdo y, sin em-
honestidad. No cabe decir que hiere la del bargo, esta tesis fue la predominante en
marido y tampoco la honestidad pública. España, puesto que se esgrimía para ab-
El hecho de que sea delito que sólo se per- solver o semieximir al marido que daba
sigue por acción privada, destruye esa te- muerte a la adúltera y a su amante cuando
sis. Lo ha demostrado Langle( 51 ). les sorprendía en el acto sexual. Molinario
En la Argentina, dice Soler que si sólo se apoya en el hecho de que la opinión
se concibiese el adulterio como delito con- pública, con injusticia, pero fatalmente,
tra la honestidad, "no parece explicable, pone a cargo del cónyuge engañado su
en efecto, la fundamental diferencia que propia desventura para defender la "incri-
la ley hace entre el adulterio de la mujer minación" del adulterio.
y el del marido" (").
Por otra parte, si la honestidad fuera el 7. El buen orden de la familia. — Entre
quid en la infracción que nos ocupa, sería los delitos que atacan ese complejo de bie-
más grave que la mujer adulterara con nes, sitúa el adulterio y el amancebamien-
otra mujer y que el hombre tuviera en to el Código de Italia y los de algunos
amancebamiento otro hombre, por la gra- países iberoamericanos, como Perú y Bra-
vísima corrupción que esto supone, y, sin sil.
embargo, como veremos, las relaciones Langle ha atacado también esta pre-
homosexuales no constituyen adulterio (cf. tendida causa de la penalidad del adulte-
infra, núm. 11). rio y ha escrito al respecto: "Observemos,
en primer lugar, que cuando en un matri-
"6. La fidelidad. — Tissot, a mediados monio se da el adulterio, ya no existe el
del pasado siglo, hizo ya atinadas consi- orden, la armonía y el amor familiar, sino
deraciones sobre ella, como bien tutelado de una manera nominal, aparente, ficticia,
por las leyes
5:i
penales en la represión del etcétera. ... En segundo término, si el
adulterio ( ). Aparte de que se trata de un adulterio perturba el orden de la familia,
deber moral más que jurídico, como el debe sostenerse que infiere a la sociedad
comportamiento leal entre amigos, lo cier- un daño de carácter público y que consti-
to es que de ser base del matrimonio, ten- tuye un delito público; en contra de ello,
dría que exigirse a uno y otro consorte, en
cuyo caso no podrían hacerse las diferen- las legislaciones lo declaran delito priva-
do" (56) .
cias que la legislación española y la ar-
gentina, así como la gran mayoría de los En verdad, el orden de la familia queda
Códigos vigentes, hacen entre el adulterio ya destruido por el desamor, previa con-
de la mujer y el amancebamiento del dición para el adulterio, y para estas con-
hombre. secuencias de la falta de afecto y de res-
En tal sentido, no está descaminado el peto, es mal recurso la pena. La única
(50) Elementí áí DMtto pénale, vol. 2, pág. 300. (53) Ob. clt, págs. 8-24.
(51) Monografía cit. en la bibliografía que se (54) Tratado de Derecho penal, Bs. Aires, 1940,
da a! final, págs. 24-28. Compañía Argentina de Editores, págs. 22-24.
(52) Derecho penal, Bs. Aires, La Ley, t. 3, (55) Derecho penal, cit., t. 3, pág. 333.
1945, pág. 332 (56) Ob. clt., págs. 30-33.
sanción lógica es proclamar jurídicamente penal, en oposición a un ilícito civil, ad-
disuelto el vínculo que ya no existe real- ministrativo, etc. ( 5S ).
mente; es decir, el divorcio. Ahora bien, esta afirmación no supone,
Reconozcamos, sin embargo, que los par- por fortuna, la condena penal del adulte-
tidarios de mantener el delito de adulterio rio. Hay abundantísimos actos injustos que
en las leyes, sólo pueden concebirle así, no acarrean contra su autor más que una
como infracción al buen orden de la fa- sanción civil. Las enseñanzas de von Liszt
milia. Entendido de ese modo es como tie- son cluyentcs sobre este punto. El adulte-
ne sentido el sentimiento social (la nor- rio, que en otras épocas pudo ser un In-
ma de cultura) que considera punible justo tan grave que merecióse pena tras
cualquier cópula de la mujer fuera de de ser definido como delito en las leyes,
matrimonio, en tanto que sólo castiga el no merece hoy tan severo trato.
amancebamiento del marido. El orden de 9. Conclusión negativa. — Son muchos
la familia puede trastocarse por el adul- los penalistas —y no todos de última ho-
terio de la mujer, aunque sea esporádico, ra— que han postulado la supresión del
puesto que se puede perturbar la filiación adulterio como delito, de entre los artícu-
legítima al traer o poder traer al hogar los del Código penal. Ya conocemos las
conyugal como hijos legítimos, criaturas opiniones de Filangierl, Tissot, Pesslna,
espurias ("). junto a los cuales debemos mencionar,
además de los feministas (ri!1), a Ferri, Lu-
8. Lo injusto. — Todavía se ha esgrimi- chini, Gautier ((!1>), StoossC»), Crisaiulll,
do un argumento más —ajeno al bien ju- que se revuelvo tan áspera como retórica-
rídico tutelado—, en defensa de la inori- mente contra Molinario ( 62 ), etc. En lengua
minación del adulterio. Lo usa Quintano española han escrito decididamente en pro
Ripollés, oponiéndose a la distinción de de que se destierre el adulterio de las le-
ilícitos, y, por tanto, a la tesis de que yes penales: Langle, Gómez (<;:i) y nosotros
el adulterio sea un mero injusto civil en mismos («O. Todos acudimos a la fórmula
vez de un hecho antijurídico penal. A su del divorcio, que Ferri llamó "sustitutivo
juicio, no puede alegarse tal cosa, porque del adulterio". Para nosotros no hay más
la diferencia de ilícitos (o injustos) está sanción que disolver el vínculo matrimo-
periclitada. No negaremos, sino que al con- nial. En verdad, ambos cónyuges están
trario, lo proclamamos muy alto, que lo obligados a ser mutuamente fieles, y la le-
sión del bien de la fidelidad puede come-
injusto es general a todo el Derecho y que terse por cualquiera de ellos; pero la úni-
están errados quienes hablan de un injusto ca sanción apropiada es la de la ley civil
que pronuncia el divorcio, declarando la
(57) Emilio Langle Rubio no ha tratado este culpabilidad del adúltero con todas las
terna cíe la filiación bastarda en el examen del
"orden de la íamllla" como bien jurídico que la consecuencias civiles que esto supone» Se-
pena del adulterio resguarda. Acaso para comba- gún se ha visto, este criterio se abre
tirlo mejor le incluye en otra sección en que se franco paso en las legislaciones penales
ocupa del posible sustento del adulterio como de-
lito, en la "violación del derecho de propiedad". (cf. retro, núm. 3, in fine).
Demos de lado el problema, que también T«inglc Hasta los partidarios de encontrar base
estudia, de considerar a la mujer como parte del jurídica al delito de adulterio, vacilan ya
patrimonio del marido (páff. 43). lo que nos haría
retrotraernos a las nociones de los Indios calcha-
quíes o araucanos. Mencionemos, tan sólo, el otro (53) Vid. mi Tratado di- Derecho penal, t. 3,
aspecto del problema: el de la propiedad de la Bs. Aires. Iflñl, Losada, n° 1247.
familia legitima usurpada por el hijo adulterino. (59) Recordemos a Bridel (Le droit des fem-
Langle cree salir del paso con esta observación mes et le mariage. Pnris, 1893. pág. 36) y ft Ro-
poco sagaz: Esto nos condena al absurdo de que mera Navarro (Ensayo de una filosofía feminista,
"habrá delito en el caso de resultar embarazo y p&g. 139. nota).
no lo hfibrá cuando éste falte: con lo cual el eje (00) En Scliweizrrischc Zeitscliri/t ¡ür Stra-
de la cuestión se traslada del hecho de la infide- frccht, 1894. págs. 355 y slgs.
lidad al hecho del parto" (pág. 35). No podemos ( G l ) Lchrlmrli ríes osicrr-ichischcn Strafrechts,
aceptar estas objeciones unilaterales y falsas. No 2' ed.. Viena y Leipzig, Dsutlcke, 1913. pág. 20.
esta .sólo en juego la "propieclod" de la familia CU?) Vid. su nrtifulo en Revista de Psiaviatría
legitima, sino el orden total de ella, con la pn- y Criminología. 1940, págs. 259 y slgs., que se cita
tcrnldad al frente: lo reprobable es el hecho de en la Bibliografía dada al final.
que se introduzca un hijo adulterino que recibi- (63) Tratado, cit., t. 3. págs. 33-30.
rá el cariño, la dirección, la educación, etc. por (64) Luis Jiménez de Asúa, Estudio de los de-
parte del que se cree padre de el. no siendo en litos en particular, Madrid. 1921. Suárez, vol. 1,
realidad mas que el producto del engaño de su págs. 223 y 224; el mismo, en colaboración con
cónyuge. Por lo demás, razona Langle en cuanto José Antón. Derecho penal conforme al Código
a la hipótesis de que la adú'tera no quedase em- <!r, 1928. Madrid, 1930. Reus. t. 2. págs. 253 v 256:
barazada, como si desconociese el valor del peli- el mismo, en los comentarlos bibliográficos al
f^"o en el resultado del delito, y en consecuencia Tratado de Gómez, en El Criminiaüsta, t. G. Es.
los delitos de peligro concreto. Aires. La Ley, 1947, paga. 132 y 133.
y no dejan de ver en el divorcio Mel mejor que se trate de un delito de instancia pri-
remedio. Recordemos a Soler ( bis), a vada (TO) .
Jean von Parys ( o r > ), y a Quintano Ripollés, De considerarse el adulterio como delito
que en su última obra no sostiene con —desacertada afirmativa que ya hemos
tanto aplomo la incriminación del adulte- combatido—, el interés que con ese pre-
rio ( O B ), alegando, sobre todo, la!T Insufi- cepto trata de respaldarse, constituye un
ciencia de la pena en este caso (< ). complejo de bienes inmateriales, en el que
predomina el interés privado sobre el so-
III. LA DOGMÁTICA DEL ADULTERIO cial.
10. El bien jurídico infringido. — Estu- 11. El acto sexual. — Es preciso que,
diado el concepto, la historia y la proble- ante todo, determinemos el aspecto obje-
mática del adulterio, nos consagraremos tivo de este delito; es decir, la acción que
a su estudio dogmático en referencia a la se incrimina. Desde luego ha de ser un
legislación argentina. Tratemos de escla- acto sexual y tiene que realizarse con per-
recer, en primer término, cuál es el bien sona del otro sexo. El Código argentino
jurídico que el Código argentino pretende dice taxativamente, en el artículo 118, que
tutelar incriminando estos hechos. Sabe- la "mujer" comete adulterio con "el code-
mos que están presididos por la rúbrica de lincuente", y que el "marido" perpetra
"delitos contra la honestidad", del títu- amancebamiento con "la manceba". La
lo III del Libro Segundo. No es ésta oca- esposa que tiene tratos sexuales con otra
sión para enfrascarnos en el interesante mujer, o el marido que en vez do manceba
problema del valor de los epígrafes que mantiene a otro hombre con el que se
los títulos ostentan; pero es harto conoci- ayunta sexualmente, cometen actos inmo-
do que si un tipo de delito aparece com- rales (e incluso el delito de homosexualis-
pleto bajo titulares que no le conciernen mo en los países en que se penan estas
—como la violación de prostituta, carente conductas), pero no adulterio ni amance-
de honestidad y de buenas costumbres, bamiento. La opinión es unánime al res-
que vemos definida y benignamente san- pecto, incluso en autores de otros paí-
cionada en el Código italiano—, no por eso ses ( 7 I ). He aquí una concluyente prueba
la figura delictiva se estima caducada o de que el delito que nos ocupa no es exclu-
superflua ( Bs ). Es decir, que Incluso puede sivamente contra la honestidad (y acaso
tener el adulterio la finalidad de proteger pudiera decirse, que no es éste el bien ju-
otros bienes inmateriales, además o fuera rídico que en verdad se ha contemplado),
de la honestidad que le asigna el lugar en pues en tal caso más deshonesto que las
que el Código le enclava. Por eso puede relaciones ilícitas normales es que la es-
decir Gómez, sin menoscabo de la dogmá- posa tenga tratos sexuales con otra hem-
tica construida sobre el Código argentino, bra y que el marido se amancebe con otro
que "el bien lesionado por el adulterio no hombre.
es otro que la fe conyugal" (6!>) ,• y afirmar Determinados ya los sujetos activos y
Soler que esa norma protege un "interés pasivos de estos delitos, cabe aún discutir
complejo", en que no es sólo la honestidad, sobre el acto en sí. Entre personas de dis-
sino el buen orden de la familia —expli- tinto sexo es posible entablar relaciones
cándose asi la diferencia entre el adulterio
(70) Derecho penal cit.. t. 3. pags. 332 y 333.
de la mujer y el del hombre— y la fe con- (71) Vid.: En la Argentina: Moreno. El Código
yugal, interés particular del consorte ofen- penal y sus antecedentes, t. 4, Bs. Aires. 1923,
dido, como se demuestra por el hecho de Tommasl Editor, pág. 226: Tomas Jotré. El Có-
digo penal de 1922, Bs. Aires, 1922, pág. 223: Octa-
vio González Roura, Derecho penal, Bs. Aires, 1922,
(64bfe) Derecho penal, clt.. t. 3, págs. 330 y Abeledo, t. 3, pág. 80. En Italia: Carrara. Proaram-
331. ma, lu^. clt.. 8 1884. nota; MnnTjni, Trattato di Di-
(65) Articulo clt... orí Revue de Droft Penal et ritto pénale, t. 4, n» 2328: Manfrcdlnl, Delitti con-
de Crtminologie. 1951, paga. 505 y Bigs., que se 1ro la m'oralitá e U buon costiimr. Delitti contra la
citará en la Bibliografía, al término de este tra- famtglia. Milán Vallard!, 1934, pags. 287 y 288
bajo. (es el 7* volumen del Tratatto de Plorlan); etc.
(68) "Comentarios al Código penal", Madrid. En Alemania: Frank, Strafgesetzbuch für Deutsche
Editorial de la Revista de Derecho Privado, 1946, Reich, Herausgegeben und erlitutet..., 18» ed.,
vol. 2. págs. 300-302. Tublnga Mohr. 1931. § 172. I: LiS7,t-Schmldt,
(67) La criminología en la literatura univer- Lehrbuch des deutschen Stra/rechts, 25* ed., Ber-
sal. Barcelona, 1951. Bosch. pág. 152. Sobre esta lin-Lelpslg. 1927. Walter de Oruyter. § 118, II (la
obra Vid. nuestro articulo "Los delincuentes y última edición. 27». 1932, sólo comprende la Parte
Ja literatura, en Revislo, de Derecho Penal, Bs. general, y el 2" tomo no vio la luz); Adolf Schon-
Aires, 1951, ler. trimestre. ke, Strafgesetznuch. Kommentar, 5» ed.. Munlch-
(68) Vid. Luis Jiménez de Asúa. Tratado de De- Bcrlin, 1951, Beck Verlag. pág. 418. En Francia:
recho penal. 1. 2; "Filosofía y lev penal". BH. Ai- Garraud, Traite théortque et pratique de Droit
res. 1950, Losada, págs. 362 y 363. penal /raneáis, París, años 1914 y slgs., Slrey,
(69) Tratado cit.. t. 3, píigs. 22-24. t. 4. n» 509.
de orden sexual que no sean la propia Para quienes sustentan esta opinión am-
fornicación. ¿Se comete adulterio por cual- plia y correcta, no tiene sentido el otro
quier clase de relaciones carnales entre problema que ahora vamos a esclarecer y
hombre y mujer? La opinión tradicional que, en cambio, preocupó mucho a los
demanda el coito ordinario, exigiendo la que mantienen la' llamada doctrina tradi-
penetración sexual ita unum sint et sese cional. ¿Se precisa la polución ínter vas;
commisceant; es decir, la cópula natural es decir, la inmissio seminis, o basta con
entre hombre y mujer, aunque luego se la simple cópula o inmissio penis, sin lle-
abra debate sobre si ha de ser perfecta y gar a la emissio seminis, o practicando el
terminada o basta la mera inmissio pe- viejo fraude de Onán? Carrara, que fue
nis C 2 ). No faltan, sin embargo, opiniones resuelto partidario del ayuntamiento com-
divergentes, creyendo con razón que ora pleto, perfecto y terminado, nos da indi-
se trate de un delito contra la honestidad, o rectamente la razón para no exigirlo al
bien de un delito contra la fe conyugal, confesar que la prueba sería imposible en
todo acto libidinoso, o que sea el equiva- la mayoría de los casos ( TS ). No se crea
lente del coito normal; esto es, las relacio- que este debate era bizantino. Al contra-
nes contra natura, la fellatio, etc., son rio, reviste caracteres sustanciales y lle-
actos constitutivos de adulterio. Con razón nos de trascendencia nar:: quienes fundan
ha dicho Hafter que los actos graves con- el adulterio en el orden de la familia, y,
tra natura "no lesionan menos (que la sobre todo, en la seguridad de la estirpe
cópula normal) la pureza del matrimo- legítima. Si el coito no terminaba por la
nio" (73). También la posición de Schmidt- emissio seminis ínter vas, el riesgo de con-
Leichner (i*) es crítica al respecto. En Iw- fusión de la prole quedaba anulado. Este
lia es criterio corriente hoy que no debe es, por ende, uno de los decisivos argu-
concretarse el adulterio al acto del coito knentos de quienes, como Soler, no cir-
natural, y que esos otros actos vicariantes cunscriben el bien lesionado por este de-
son capaces de configurarle también (? 5 ). lito a un interés concreto, y se transforma,
En el Código penal argentino no creemos en suma, en poderoso argumento para los
que quepa duda alguna sobre esto, ya que que alegamos su falta de consistencia ju-
se encuadra el delito qtie estudiamos bajo rídico-penal.
la rúbrica de los que lesionan la honesti- 12. Criterios generales. — La serie homo-
dad. Por eso dice Gómez, con acierto, que génea de problemas que acabamos de exa-
el concepto de adulterio "se hace extensivo minar, no agota las cuestiones comunes
a todo contacto entre una mujer casada que puedan suscitarse y que deben resol-
y un hombre que no sea su marido si ese verse. Hay otras muchas, algunas de las
contacto es libidinoso, esto es, constituye cuales, por su trascendencia, merecen ser
la práctica, normal o anormal, de un amor tratadas aparte.
fisiológico". Y amparándose en lo dicho Esclareceremos, ante todo, la duplicidad
por la jurisprudencia italiana, piensa que de conductas que requiere este delito; la
incluso un impotente puede 70ser "partícipe condición consciente de casados, que ha
en el delito que se estudia" ( ). Con vistas de ligar a los amantes para que el adulte-
a la ley argentina, también asume Soler rio o el amancebamiento exista; la cues-
la tesis extensiva ("). tión de la tentativa, y la índole privada
de esta infracción.
(72) Esta opinión, llamada tradicional, se man- El adulterio y el amancebamiento son un
tiene por Jotré (oh. clt., pág. 223) en la Argen-
tina; y fuera de ella, en Italia, por Carrara, Pro- delito de dos; pero ello no supone que se
gramma, § 884; Majno, Comjnenio oí Códice pé- exija la participación, en que es esencial
nale italiano, 4» reimpresión, Turln, 1924, vol. 3, la voluntad de cooperar; es decir, la cul-
n" 1534; en Alemania, por Olshausén, Kommen- pabilidad de cada uno de los copartícipes.
tar 8um Strafgesetsbuch für das Deutsche Belch,
12» ed., 1943, § 172, I; Prank, ob. cit., § 172, I; Como luego veremos, en el que cohabita
Ebermayer, Lobe, Rosenberg, Das Reichstafgesetz- con mujer casada puede haber descono-
buch mit beson&erer Berücksichtigung der Bech- cimiento de que la hembra con quien yace
tsprechung des Reichsgerichts erlüutert (más co-
nocido por Leipziger Kammentar), 4? ed., Ber- está unida a otro en matrimonio. En tal
lín, 1929, § 172, I; Llszt-Schmidt, Lehrbuch, ed. caso, no comete delito, pero no deja por
cit., § 118, II; y en Francia, por Garraud, ob. cit., ello de ser adúltera la mujer, aunque se
lug. cit., n' 509. absuelva al hombre por causa de error de
(73) Schioeizerisch.es Strafrecht, Besonderer
Teil, 2» parte, Berlín, Springer, 1943, pág. 422. hecho. De aquí que sea equivocado llamar
(74) En Zeitschrift der Ákademie jUr Recht, cómplice, como han hecho algunos códi-
1940, pág. 368. gos, al que adultera con la mujer o a la
(75) Vid. Manzinl, Trattato, lug. clt., pág. 668;
Manfredini, ob. cit., págs. 288 y 289; etc. manceba del marido. El Código argentino
(76) Tratado clt., t. 3, paga. 52 y 53.
(77) Derecho penal cit., t. 3, pág. 337. (78) Programma cit,, lug. cit., |§ 184-186.
llama al primero codelincuente, nombre En cuanto al otro actor, es decir, al
que prefiere Soler ( re ) al de coautor, aun- hombre que yace con mujer casada, y a
que ambos son igualmente impropios, si se la manceba que tiene concabinario casado,
reclama la voluntad concurrente en lo in- ignorado aquél y ésta que sus respectivos
justo y culpable de la conducta. Acaso amantes se hallan ligados por vínculos de
fuese menos incorrecto hablar de coautor, matrimonio, es obvio que no son delin-
que no es copartícipe, puesto que puede cuentes. El error esencial de hecho, les am-
fácilmente despojarse a tal vocablo de su para.
carácter culpable y referirle tan sólo a la Este problema nos sitúa en el camino
concurrencia en el acto, considerado fuera de otra cuestión fácil de resolver en la
de toda valoración y de todo finalismo — Argentina; pero espinosísima en España.
tan en boga éste después de los trabajos ¿Será posible un adulterio o un amance-
de Welzel— y dándole tan sólo índole na- bamiento por culpa? Si el error esencial es
turalista, como sustrato de las valoracio- vencible o "imputable" —como dice en
nes que posteriormente se insertaron en él forma negativa y con muy discutible ex-
(antijuricidad y culpabilidad). presión el Código argentino, en el inciso
Ahora bien, un viejo requisito de la le- I1? del articulo 34—; esto es, si fuera difí-
gislación española, que pervive en el Có- cilmente concebible la creencia de que la
digo penal argentino: el de que la acción mujer o el concubinario, respectivamente,
sólo puede deducirse contra ambos culpa- no eran casados, es usual decir que si bien
bles, cree Soler que impide perseguir por se destruye el dolo, queda subsistente la
ídulterio a una mujer que ha cohabitado culpa. Esto es cierto. Pero sólo se incrimi-
con uno o varios amantes desconocidos, na ésta en aquellas figuras delictivas con-
lo que Manzini considera, no obstante, cretamente admitidas en su forma culposa.
perfectamente posible ( 80 ). A nuestro jui- Lo que no ocurre en el Código argentino
cio, el caso de que el "codelincuente" no con el adulterio. En cambio en España, y
fuese identificable y la prueba terminante en aquellos Códigos hispanoamericanos
(el embarazo de la mujer), es una hipó- que mantienen su fórmula referente a. la
tesis semejante a la de la muerte de uno imprudencia (art. 565 del Código español
de los culpables. No puede dudarse de que de 1944), el asunto es muy otro. Sin llegar
la muerte del amante de la esposa no a valer como figura de delito de culpa,
empece la persecución criminal de ésta y, puede considerarse como una definición
sin embargo, no se querella el marido con- general de ella que, conforme al texto, es
tra ambos. aplicable a todo "hecho que si mediare
Otro problema común al adulterio y al malicia constituiría delito". Todas las fi-
amancebamiento, es que exista la con- guras delictivas del Código que sean sus-
ciencia de estar casados. Aúneme Soler diga ceptibles de perpetrarse por culpa, son
que no tiene "importancia práctica para el conforme a ese precepto, incriminables, y
marido o la mujer, pues difícilmente po- el adulterio y el amancebamiento no son
drá invocarse con razón que no se sabían de los que por su esencia deban quedar
Casados", la tuvo y grande, no sólo para la excluidos.
cónyuge que sufre la violación fraudulenta Los autores discrepan en otra materia
del que se finge su marido —lo que, en importante: ¿puede o no existir tentativa
efecto, no nos interesa aquí, por constituir de adulterio? En España, Pacheco, siguien-
otro delito: el definido y penado en el do a Vizmanos y Alvarez, cree que "no son
artículo 121 del Código penal argenti- punibles ni el delito frustrado ni la tenta-
no (81)—, sino también en el supuesto, tiva". Y sin alegar razones que abonen su
perfectamente posible y no infrecuente, tesis, sentencia rotundamente: "Cuando no
de error en ley no penal, que funciona hay la consumación del hecho, no hay
como error de hecho. Por ejemplo, en la nada para la ley" ( 82 ). También Garraud,
mujer divorciada en el extranjero, que yace partidario de la doctrina "tradicional" en
con otro varón en la Argentina (y lo mis- la acción del adulterio, se niega a admitir
mo cabe decir del hombre divorciado que la tentativa ( 83 ). En cambio, los autores
tiene manceba aquí), durante la época en italianos, con Carrara al frente ( 84 ), como
que se dio interpretación extensiva a los
"efectos" de que habla el artículo 19 del Crivellari (ss), Manzini (««), Manfredi-
Código penal. Este asunto se liga con el
problema que luego abordaremos (cf. infra, (82) Pacheco, El Código penal concordado y
comentado, Madrid, 1849, Imp. Saunaque, t. 3,
núm. 13). pág. 115.
(83) Traite cit,, vol. 5, pág. 140.
(79) Derecho penal, t. 3, pág. 337. (84) Programma, lug. cit., § 1906,
(80) Tratatto cit., vol. 6, n« 2328. (85) II Códice pénale, vol. 7, pág. 632.
Í81) Soler, Derecho penal, t. 3, pág. 333. (86) Tratatto cit., vol. 6, pág. 671.
ni( s "), etc., creen que jurídicamente la como delito privado, se refieren a la con-
tentativa de adulterio es perfectamente dición objetiva de penalidad, al consenti-
realizable. En la Argentina, Gómez la juz- miento y al perdón, que luego trataremos
ga inincriminable, puesto que el artículo 74 (infra, núm. 18).
del Código penal exige para perseguir ese Hay, como hemos advertido, otros prin-
delito, que se haya declarado el divorcio cipios generales que, por su trascendencia,
por tal causa, y la tentativa de infidelidad merecen ser tratados aparte: los efectos
no figura entre los motivos que el artícu- del divorcio y de la nulidad del matrimo-
lo 67 de la ley de matrimonio civil enume- nio; el esclarecimiento de si el adulterio
ra para que los cónyuges puedan divor- y el amancebamiento son delitos de "pro-
ciarse. El argumento puede ser de peso pia mano"; la condición objetiva de pena-
en cuanto a la condición objetiva en sus lidad, y el consentimiento, a que acabamos
efectos para la perseguibilidad, pero por de aludir.
ser ajena al tipo no invalida la existen- 13. El divorciado no es adúltero. — Si,
cia jurídica de la tentativa. Por su par- como hemos dicho, la existencia del adul-
te, Soler la afirma en el adulterio femeni- terio requiere un matrimonio válido, no es
no ( 8S ), aunque condicionando los actos posible cometer este delito si media el di-
de comienzo de ejecución —siguiendo a vorcio. Así opinan, y con razón: More-
Manzini— a los que sean inmediata e in- no (»<>),
M
Jofré( 01 ),!H Malagarriga (»2), Gó-
equívocamente tendientes a la cópula. Es- mez ( ) y Soler ( ). Los argumentos que
te es el mejor criterio. En España, Via- se contienen en la sentencia de la Cámara
da cree también que son punibles la frus- Criminal y Correccional de la Capital, de
tración y la tentativa en este delito, y 9
10 de junio de 1924 í »), son al respecto
observa que las relaciones amorosas por sí sumamente hábiles y no parece que quepa
solas no entrañan el conato ( 8S bis). La ju- duda sobre este punto.
risprudencia española también afirma su En efecto, la ley de matrimonio civil ha
posibilidad (ss ter). suprimido el artículo 208, que el Código
Por el contrario, no puede menos de civil argentino contenia y que era de este
reinar unanimidad en el rechazo de la tenor: "Los esposos que vivan separados
tentativa en el amancebamiento, jurídica- durante el juicio o en virtud de la senten-
mente imposible, puesto que, como vere- cia de divorcio, tienen obligación de guar-
mos, es un delito de los llamados colectivos darse mutuamente fidelidad, y podrá ser
<cf. infra, núm. 19). criminalmente acusado, por el otro el que
La índole privada del adulterio y del cometiere adulterio" (90).
concubinato del marido se funda en aque- En segundo término, al decir el artícu-
llas razones que abonan la naturaleza de
los delitos de acción privada, y no existe pereceres de Pacheco, Groizard, Carrera, Chauveau
y Hollé y Garraud.
aquí especialidad alguna. El evitar el "es- (90) Ob. cit., t. 6, p5g. 231.
trépito del foro", que seria acaso mayor (91) Ob. clt., pág. 194.
(92) El Códiyo penal argentino, Bs, Aires, 1927,
mal que el delito mismo, hace que se man- Cervantes, t. 2, pág. 194.
tengan esas formas de actuar la pretensión (03) Tratado cit., t. 3, pags. 43 y slgs.
penal (sa). Las especialidades del adulterio, (94) Soler, Derecho penal clt., t. 3, págs. 334
y 335.
(95) Fallos de la Cámara Criminal, etc., t. 1,
(87) Ob. clt., pág. 290. págs. 37 y siga.
(88) Derecho penal cit., vol. 3, pág. 340. (96) Rnmos Mejta, que votó en disidencia en el
(88 bis) Código penal reformado de 1870, fallo de 10 de junio de 1924, del que nos estamos
4» cd , Madrid. San Martín, 1880-1891, t. 3, pá- ocupando, usó corno argumento, la Indisolubilidad
ginas 107-110. del mntrlmonío Incluso en caso de divorcio, y, ha-
(88 tcr.) El Tribunal Superior ha declarado que ciéndose cargo de la tesis de sus colegas Gonzá-
en el delito de adulterio es punible por lo menos lez Koura y Oribe, les objeta que, a pesar de la
la tentativa. La Sala 2' de la Audiencia de Ma- supresión del artículo 208 del Cód. clv., queda
drid encontróse ante el caso siguiente: Un mari- subsistente el deber de fidelidad. Pero no ve que
do que sospechaba de la fidelidad de su mujer, también existía antes el artículo que la ordenaba
finge que se va de viaje y oculto en la casa, (el 184 del Cód. civ.), y que la otro disposición
cuando comprende que su mujer trata de reco- se refería exnrcfaraeante al caso de divorcio y auto-
gerse, la sorprende en su alcoba en actitud de rizaba a proceder criminalmente. Es esto lo que
desnudarse en compañía de un tercero. La Audien- se ha suprimido. Antes de la vigencia del Cód.
cia calificó este hecho de adulterio frustrado: de 1922, prevalecía el criterio que en este fallo
pero el Tribunal Supremo casó lík sentencia por mantuvo Ramos Mejía. También eran de esta
creer que el hecho de haber sido sorprendidos en opinión Btvaroia, Exposición y crítica del Código
la alcoba los dos acusados y en actitud de des- penal de la República Argentina, Bs. Aires, 1990,
nudarse la mujer, es un principio de ejecución, Lajotiane. t. 2, pág. 172, e ir.cluso —después de
y puesto que debía producirse como resultado el regir el actual Código— González Boura, Derecho
delito, se trataba de un caso de tentativa de adul- penal, Bs. Aires, 1922, Abeledo, t. 3, pág. 85;
terio (Vid, Viada, ob. cit., t. 3, pág. 110). pero adviértase que dos años más tarde, en la
(89) Gómez examina el asunto con cierta e-c- sentencia do que se habla en el texto, ya no pien-
tensión (Tratado, t. 3, págs. 66-69), invocando sa as!.
lo 74 del Código penal que se necesita pre- 15. ¿Es delito "de propia mano"? — De-
vio divorcio para perseguir este delito, nomínase así aquellas infracciones que
"contempla únicamente el caso de esposos sólo pueden ser perpetradas por aquellos
no divorciado&" (como esa sentencia dice). que, como actores, definen las leyes; es
Finalmente, el artículo 118, al definir el decir, que no admiten la extensión de
amancebamiento, supone la existencia del pena, por extensión del tipo, a los copar-
hogar conyugal, que no existe cuando los tícipes (instigadores o cómplices) ( 10 -).
consortes se han divorciado, pues cada Parece evidente que no hay razón algu-
uno fija su casa donde quiere. na que pueda alegarse en defensa de este
A pesar de esto, no han faltado jueces criterio negativo. La participación en cual-
que hayan creído que incluso divorciados quiera de sus formas puede darse y hasta
los cónyuges, pueden hacerse reos de adul- cobra a menudo, en el adulterio de la mu-
terio. Lo dice en primera instancia de la jer, importancia descollante una tercera.
Capital, la Sentencia de 3 de diciembre de Carrara lo afirma así con su alta auto-
1925: Careciendo de validez el segundo ridad (i°3), y también Manzini (">*). Lo
matrimonio, celebrado en Montevideo por mismo dicen en la Argentina, Gómez ( 1(W )
un cónyuge allí divorciado de un primero y Soler (««).
contraído en la Argentina, la convivencia Ahora bien, el caso se ha debatido mu-
que realicen los contrayentes del matrimo- cho en España, por haberlo puesto sobre
nio inválido constituye delito de adulte- el tapete un penalista de la talla de Luis
rio (»T) . Esta resolución, sobremanera des- Silvela, que siguió en esto la senda seña-
acertada, halló fundamento en la manera lada por Vizmanos y Alvarez, a pesar de
de interpretar el artículo 1? del Código que Pacheco estimó bien hacedera la com-
penal, donde se ordena que este Código se plicidad y el encubrimiento ( 107 ).
aplicará no sólo a los delitos cometidos Con sumo gracejo expuso Silvela su
en el territorio, sino a aquellos "cuyos punto de vista, no basado en que no fuese
efectos" deban aquí producirse. La abusiva posible la instigación o el auxilio en el
concepción se encuentra, 98por fortuna, ra- adulterio, sino por entender que no era
dicalmente abandonada ( ). dable perseguir al tercero que intervenía.
En "El triunfo de Celestina" O08) nos pre-
14. El caso del matrimonio nulo. — Esa senta un caso de adulterio en el cual la
validez a que nos hemos referido, que es mujer, profundamente arrepentida de su
requisito sine qua non para que pueda falta, sólo pecó de inadvertida y todas las
hablarse de adulterio, hace que no pueda culpas recaen sobre la criada, que procu-
mantenerse la tesis de que 8éste existe ra, por infames artes, el envilecimiento de
cuando el matrimonio es nulo (» ). En cam- su ama para disculpar el suyo propio. Y,
bio, no podría decirse otro tanto cuando se sin embargo, la letra de la ley es termi-
trata de simple anulabilidad, puesto que nante. El marido agraviado sólo podía de-
el transcurso del tiempo puede subsanar ducir querella, a tenor del articulo 449 del
esa especie de nulidades. Código de 1870, contra ambos culpables,
Tanto Gómez (10°) como Soler O01) creen y en la palabra de ambos no caben más
que el decidir sobre la nulidad, compete a que los dos adúlteros. Por consiguiente,
la jurisdicción civil, y que es prejudicial "... cualquiera puede ayudar, impeler a
conforme a los principios del Derecho ar- una mujer casada a que arrastre por el
gentino. lodo el nombre y la honra de su marido;
(07) Vid. Gacc.ta del Foro. t. 59, pág. 3Q9.
cualquiera puede introducirse en una fa-
(98) Este problema se relaciona con la biga-
mia, pues cu todo caso ésta seria, y no el adul- (102) Vid. sobre osto, Luis Jiménez de Asúa,
terio, el cielito perpetrado por el cónyuge que Tratado de Derecho penal, t. 3, "El delito". 1? par-
obtuviere el divorcio en países en que es vincular, te, Bs. Aires, IflSl, Losada, n' 1204.
y contrajese después otro casamiento, estable- (103) Programma. lug. clt., ^ 1906.
ciéndose en la Argentina. (1041 Tratatta, val. G. pág. 671.
(99) Entre los autores extranjeros éste es el (105) Tratado, t. 3. pág. 60.
principio Imperante: Prank, Strafgesetzbuch, (106) Derecho penal, t 3. pág. 340.
§ 172. I; Leizigcr Kommentar. § 172, III; Liszt- (107) "En él [en el adulterio] puede haber
Schmidt. Lchrbuch. § 116, II; Schonke, ob. clt., complicidad y puede linber encubrimiento, de la
lug. cit. Lo mismo ocurre entre los penalistas ar- misma suerte que en cualesquiera otros [delitos];
gentinos: Moreno, ob. cit., t. 3, pág, 232; Gonzá- los ejemplos serían vulgares. A la comisión del
lez Roura, ob. clt., t. 3, pág. 97; Malagarriga, delito pueden concurrir con su ayuda personas
ob. cit., t. 2, pág. 194; Gómez, Tratado, t. 3. de diferentes clases, que no podrían sin injusti-
pág. 40; Soler, Derecho penal, t. 3, págs. 335 y cia ser calificadas de otro modo" (E¡ Código cit.,
336. Los textos del CóU. civ., r.rts. 1044 y 1047, t. 3, pág. 115).
y de la ley del Matrimonio civil, arts. 84 y 87, (108) Es uno de los capítulos que con el ana-
ii" 1. son claros al respecto. grama de Elias Visllú escribió Silvela en su Inte-
(100) Tratado, t. 3, pág. 46. resante libro El Códiijo penal y el sentido común,.
(101) Derecho penal, t. 3, pág. 336. Madrid, 1880. pág. 45.
mllia para deshacerla, para desmoralizar- Nos hallamos en presencia de una de
la, para robarla lo que vale más que la esas causas extrínsecas, independientes del
vida y la fortuna". tipo legal, de las que la ley punitiva ha
Ya José Antón dijo no estar conforme hecho depender la efectividad de la pena.
con ía doctrina de Silvela í10"). Es cierto No ha faltado discusión sobre su índole,
que en el Código español de 1870 se decía creyendo algunos que sé trata de un mero
(y dice el vigente): "Este [el marido requisito procesal, como ha dicho la ju-
agraviado] no podrá deducirla [la que- risprudencia alemana. Pero la communis
rella], sino contra ambos culpables"; pero opinio, con von Liszt al frente ( m ), juz-
este precepto es condicional, y la condi- ga esa disposición que aparece en el ar-
ción se halla expresada en las palabras tículo 172 del Código alemán (así como
"si uno y otro vivieren". De donde, que en el holandés, en el suizo, etc.), de donde
cuando no se dé la condición, no vale el se tomó en la Argentina, como una condi-
precepto, y, por consiguiente, si acepta- ción objetiva de penalidad. Este es tam-
mos la doctrina de Silvela, resultaría que bién nuestro punto de vista ( n2 ).
al morir uno de los dos culpables, ya po- Ahora bien, puesto que la condición ob-
dría deducirse querella contra el cómplice. jetiva impide, por imperio de la ley, que
Y como es absurdo que la responsabilidad la acción pueda iniciarse, parece lógico
del cómplice dependa de una circunstan- que la prescripción no pueda correr hasta
cia tan extraña a ella como es el falle- que esté franca la vía persecutoria. El pa-
cimiento de uno de los adúlteros, queda recer de von Liszt es terminante, y por
demostrado el que encierra la interpreta- reinar criterio opuesto en la Argentina,
ción de Silvela. nos permitimos transcribirle secundum tex-
No habrá más remedio que reconocer, tus et in extenso: "Cuando falta y en
por tanto, que el precepto del Código vi- tanto cuanto falta la condición de pena-
gente en España, lejos de tener un sentido lidad, no es posible que nazca la occidn
restrictivo, tiene un sentido amplificador. penal pública... Por consiguiente, antes
Con él se quiso expresar que no se podrá de sobrevenir la condición (por ejemplo,
deducir querella contra uno solo de los antes de que la sentencia de divorcio sea
dos autores del delito; pero no se pensó en firme, en el caso del § 172 del Código pe-
consagrar la impunidad del cómplice. nal [alemán]), no puede iniciarse el pro-
No ha admitido esta interpretación la cedimiento, ni siquiera presentarse la que-
jurisprudencia española, para la cual, no rella para la iniciación del mismo con
pudiendo deducir el marido querella sino eficacia jurídica. El plazo para la presen-
contra ambos culpables, no es posible am- tación de la querella sólo comienza, pues,
pliar dicha acción por motivo de compli- en caso de adulterio, desde que el ofendido
cidad, ni por ningún concepto, a cualquiera tuvo conocimiento de la fuerza de ley de
otra persona fuera de los culpables (Sen- la sentencia de divorcio" ( ns ).
tencia de 3 de junio de 1874).
Las mismas consideraciones afirmativas ley de Reformas, y viene a BU texto al discutirse
el proyecto en la Cámara de Diputados. La ini-
—que no pueden ser dificultadas por esa ciativa íué del diputado Gouchon y se debe al
antigua sentencie española y por el pare- deseo de evitar que los cónyuges se pusieran de
cer de Silvela, por mucho que sea su pres- acuerdo para extorsionar al amante. La fórmula
tigio— son válidas para el Código penal se defiende como una transacción entre los pos-
tulantes de la penalidad del adulterio y los que
argentino. proougnan su supresión de la tabla de delitos
(Diario de Sesiones de la. Cámara de Diputados
16. La condición objetiva de penalidad de 1' de diciembre de 1900, pag. 1088. Vid. Gó-
y el consentimiento. — Como hemos dicho mez. Tratado, t. 3, págs. 71 y 72).
al transcribir los textos del Código penal ílll) F. von Liszt. Tratado de Derecho penal,
t. 2, trad. de Luis Jiménez de Asúa, Madrid, 1916,
argentino (cf. retro, núm. 3), el artículo 74 Eeus, pag. 446.
contiene una condición de perseguibilidad (1121 Vid. "La teoría jurídica del delito", dis-
que es de índole objetiva; es decir, de esas curso universitario, Madrid, 1931, Imp. Colonial,
que se denominan en la dogmática ale- págs. 108-117. Cfr., además. La ley y el áelíto.
Curso de dogmática penal, Caracas, 1945, Ed. An-
mana condiciones objetivas de penalidad. drés Bello, págs. 621-532.
En efecto, la ley dice que el cónyuge ofen- (113) Tratado cit., t. 2, pag. 447. Lo mismo
dido no podrá intentar la acción penal consta en la última edición publicada por Eber-
hard Schmldt, Lehrbuch des deutschen Stra-
mientras no se declare el divorcio por cau- freohts, 26? ed., Berlín y Leipzig, 1932. Walter de
sa de adulterio (11(>). Gruyter, pag. 295. No negaremos que si bien ésta
es la opinión general, hay algunos discrepantes:
Frank, Strafgesetzbuch cit., § 172, III, 2; Mitter-
(109) Derecho penal, Madrid, 1922, Reus, pá- inaier, "Ehebruch", en Vergleíchende Darstellung
ginas 167 y 168. des deutschen und ausl&ndischen Strafrechts,
(110) Esta disposición se añade en el art. 126 Berlín. Liebmann, Besonderer Teil, vol. 4, pá-
del Código derogado en 1922, y por la llamada gina 100; Schwartz, Das Strafgesetzbuch Jür das
En la República Argentina se consideró Utos diferentes, pero que como hemos vis-
terminante, a causa de la viciosísima dis- to, tienen muchos criterios comunes, se
posición de que el delito prescribía mien- distinguen bajo la rúbrica de adulterio in
tras se perseguía, que la acción del marido, genere: a) el adulterio sensu stricto, que
imposible de iniciar hasta que se declare sólo es posible en la mujer (y en su coac-
el divorcio, quedaba prescrita al trans- tor o codelincuente) y el amancebamiento
currir el plazo de un año. Lo resolvió así del marido, delito específico de éste y que
la jurisprudencia y la doctrina. El parecer perpetra con su manceba.
de Gómez gs terminante ( m ). Después de Por mucho que sufra nuestro sentimien-
la reforma introducida el 21 de septiem- to igualitario y de justicia conmutativa,
bre de 1949 en el artículo 67, se pone coto lo cierto es que esa diferencia no es arti-
a esta anomalía de que prescriba una ac- ficial, ni, por tanto, injusta, si se atiende
ción impedida. El párrafo que nos impor- a las normas de cultura, cantera de don-
ta dice así: La •prescripción se suspende de surge el derecho. Un cúmulo de sen-
en los casos de los delitos para cuyo juz- timientos, ideas y motivos, engendraron esa
gamiento sea necesaria la resolución de distinción: el "honor" de la mujer no pa-
cuestiones previas o prejudiciales que de- dece porque el marido la "engañe" espo-
ban ser resueltas en otro juicio. Terminada rádicamente; no existe peligro de turbatio
la causa de la suspensión, la prescripción sanguinis, si es el hombre el que adultera
sigue su curso. e incluso no peligra el buen orden de la
Lo mismo que en las más viejas leyes, el familia, salvo si existe amancebamiento
Código penal argentino valúa el consen- doméstico o escandaloso í116).
timiento y el perdón. En este caso, el cón- Con razón ha dicho Quintano Ripollés, en
yuge consentidor, o que perdonó, no tiene el mismo sentido, aunque enfilando otro
el derecho de iniciar la acción (art. 74). aspecto del asunto, aue. ouizá con sufri-
Basta para ilustrar estos puntos lo que miento de la "conciencia del jurisconsulto
dice Soler: "El consentimiento del esposo y hasta del moralista", no puede encon-
tendrá importancia sobre todo en los ca- trar el consagrado a la Criminología un
sos de mujeres públicas, situación en la "biotipo de adulterio masculino", sino úni-
cual resultaría incriminable por adulterio camente de la mujer, sin que ello signifi-
el sujeto que accidentalmente tuviera ac- que que la adúltera sea nata, puesto que
ceso carnal. La ley distingue consentir y son los factores exógenos los decisivos, y
perdonar. A lo primero equivale la tole- entre los endógenos sólo son apreciables
rancia. A fortiori. núes, no nodrá accionar los de índole psíquica (117).
el que ha promovido o facilitado el adul- Por la propia esencia de este delito de
terio" (««). la mujer, basta para incriminarle con un
solo acto, con una sola unión sexual, por
IV. EL ADULTERIO DE LA MUJER aislada que aparezca. Las relaciones adul-
17. Las adúlteras. — La exposición que terinas pueden ser en algunas leyes, como
antecede sobre ios principios generales, acontece en el Código italiano de 1930,
hace que sea ya muy corta la que podría- motivo de agravación, pero no ocurre esto
mos llamar, con injustificada magnifica- en el Código penal argentino.
ción, parte especial del adulterio. Dos de- El trato sexual con varón ha de ser la
cópula o los sustitutivos de ésta, y la ju-
deutsche Reich. Mit Kommentar, 1914, § 173, risprudencia tiene declarado que no basta
nota 4. V. sobre este asunto: Rüdoríf, -Wann para probarlo las cartas dirigidas por la
begint die Antragfrist beim Ehebruch?, Diss. de mujer a un presunto amante, aunque de
la Universidad de Preib.urg, 1900. Para evitar toda
duda, el vigente Cód. suizo, en su art. 214, manda ellas resulte la confesión plena o insi-
que el plazo para presentar la querella no em- nuada /Sentencia de la Suprema Corte de
piece a correr basta que sea firme la sentencia la Provincia de Buenos Aires, de 28 de abril
de divorcio. de 1925) ("8).
(114) "Prescripción de la acción de adulte-
rio", en Revista Penal Argentina, t. 1, págs. 257
y sigs., y Tratado clt., t. 1, pág. 674. Ahora bien, (116) Tampoco cree Carrara que hay parcia-
para Gómez, en caso de quiebra punible, la pres- lidad en lo que hace la ley a este respecto (Pro-
cripción de la acción no empieza a correr hasta gramma, lug. cit., §§ 1875 y 1876).
que se declare la calidad de quebrado. La decla- (117) Quintano Ripollés, La criminología en la
ración de la quiebra, asi como su calificación, es literatura universal, ya cit., págs. 149 y 150. En
otra condición objetiva de penalidad. Por. serlo efecto, la literatura, cuando ha tratado del tema,
no se debía dar distinto tratamiento a un caso sólo ha novelado adúlteras, como Madame Bovary
y a otro. Afirmar que ocurre la prescripción en de Plaubert, Ana Karenina de Tolstol y La Re-
el delito de adulterio y negarlo en la quiebra, no genta de Clarín. No se le ha ocurrido a literato
parecía correcto. As! lo hicimos notar a su tiem- alguno poner como personaje central de su obra
po. Vid. nuestros comentarlos al libro de Gómez, a un adúltero.
en El Criminalista, t. 6, pág. 207). (118) Vía. Jurisprudencia Argentina, t. 15, pá-
(115) Derecho penal, t. 3, pág. 339. gina 674.
Sólo nos resta, en cuanto a la mujer V. El, AMANCEBAMIENTO DEL MARIDO
adúltera, establecer su imputabilidad. El 19. El amancebamiento y su naturale-
Código civil argentino autoriza el matri- za.—Este delito consiste en tener el ma-
monio cuando la contrayente tiene doce rido manceba "dentro o fuera de la casa
años cumplidos. Si la cónyuge de menos conyugal", según dice el inciso 3<? del ar-
de catorce años adultera, ¿se la considerará
imputable y, por ende, capaz de perpetrar tículo 118 del Código argentino.
este delito? El artículo 36, que es de ca- No se. necesita, aunque Soler diga que
rácter general, no lo permite, puesto que se da una relación "externamente seme-
declara que "no es punible el menor de jante al matrimonio" (122>, que el amante
catorce años" (119). viva con ella more uxorio. En esto se halla
La-edad de la mujer puede engendrar Gómez en lo cierto cuando dice que el
dudas en cuanto al delito de que se trata amancebamiento se produciría "aunque el
y hasta del papel que ella representa en marido continuara viviendo con su cónyuge
la acción, pasando de víctima a delin- y tuviera la concubina en otro lugar" (*23).
cuente. El Código penal, en su anómala Mucho más si se considera, como luego
forma de estupro del artículo 120, confi- veremos, que puede tener la manceba en
gura la infracción en base de la edad de cualquier parte, y además que, como es
la paciente: acceso carnal con mujer me- del común sentir, no necesita mantenerla,
nor de quince años. Sí se tratare de una pues basta simplemente que la tenga (124) „
muchacha menor de esa edad, casada, El Código penal argentino no demanda,
que yace con varón que no sea su marido, como el Código español de 1870, que la
¿sería autora del delito de adulterio o concubina sea Reñida en la casa conyugal
víctima de estupro del hombre que yace o fuera de ella con escándalo, o bien con
con ella? No creemos que deba ofrecer notoriedad, como dice el Código de Italia
dudas este caso, pues difícilmente se po- y el vigente ahora en España. El Código
dría denominar estupro el hecho de coha- argentino se contenta con decir que sea
bitar con una mujer casada, aunque sólo dentro o fuera de la casa conyugal. Por
tenga catorce años y medio. Sin embargo, eso no tenemos para qué enfrascarnos125 en
del tenor de una Sentencia dictada por la noción de hogar de los cónyuges ( ),
la Cámara Federal de La Plata el 11 de y nos basta únicamente con destacar, si-
abril de 1932, se deduce que el problema guiendo a Soler, que el lugar donde vive
sería debatible ante los Tribunales. En la manceba está desprovisto de todo in-
efecto, los jueces dicen que el concúbito flujo y que en esas líneas denuncia el tex-
con mujer casada mayor de quince años, to legal palmario descuido, puesto que si
con el consentimiento de ésta, sóZo puede es suficiente para configurar ese delito,
encuadrar en el delito de adulterio (12«). tener manceba fuera del domicilio del ca-
A sensu contrario podría pensarse que si sado, no se necesitaba hacerlo constar en
la joven es menor de esa edad, sería tal esa forma disyuntiva 0'-«).
vez posible encuadrar el hecho en otro Finalmente, el amancebamiento reviste
artículo. los caracteres del
127
llamado delito colectivo.
Tanto Gómez ( ), como Soler (t-'«), di-
18. El "codelincuente". — Ya hemos di- cen que se trata de una infracción perma-
cho la naturaleza autónoma de su acción nente, a diferencia del adulterio de la
y su carácter de coautor, acaso mejor de mujer que se consuma con un sólo acto.
coactor que le corresponde (cf. retro, nú- Acaso quepa discutir esta calificación. El
mero 12). Y también hemos hablado de la propio Gómez es más exacto cuando tres
necesaria concurrencia del dolo, anulado páginas después dice que el "adulterio del
por el error. Ahora bien, no debe exigirse marido" "requiere la habitualidad". En
en este caso el ánimo subjetivo de lo in- efecto, un sólo acto carnal con otra mu-
justo, consistente en el propósito de violar jer es penalmente indiferente; la habi-
la fe conyugal que debe su amante al ma- tualidad caracteriza la infracción, como
rido con quien está unida. Basta el cono- en los Códigos que castigan al mendigo.
cimiento de que la mujer es casada y la
(122) Derecho •penal, t. 3, pág. 338.
tendencia sexual. Con acierto subraya So- (123) Tratado, t. 3, pág. 62.
ler O21) que aquel designio no es pre- (124) Vid. Manzini, Trattato cit., t. G, pág. 689:
ciso. Manfrediní, ob. cit., pág. 296; Gomen, Tratado,
t. 3. pág. 62; Soler, Derecho penal, t. 3, pág. 338.
(125) Con citas de Chauveau y Hélie, Tejedor
y Crivellarl trata cíe esta cuestión Gómez, en
(119) Vid. Gómez, Tratado, t. 3. pág. 46. Tratado, t. 3, págs. 63 y 64.
(120) Jurisprudencia Argentina, t. 37, pági- (126) Derecho penal, t. 3, pág. 338 y note, 25,
na 1248. (127) Tratado, t. 3, págs. S9 y 60.
(121) Derecho fenol, t. 3, pág. 337. (128) Derecho penal, t. 3, pág. 339.
Por eso creemos que en vez de delito per- cubinario por el perdón del ofendido, se-
manente debe hablarse de «na infracción gún acontece en todos los delitos de acción
de naturaleza colectiva, entendido el tér- privada, a tenor de lo dispuesto en el ar-
mino como se usa en la dogmática alema- tículo 69.
na y no en el sentido de la terminología Pero, además, hay una forma extintiva
española, en que "delito colectivo" se particularmente prevista en el último pá-
identifica con "delito de ¡a muchedum- rrafo del artículo .74, donde se dice que la
bre". muerte del cónyuge ofendido extingue la
acción penal y hace cesar la ejecución de
20. La manceba ( 13n ). — Con respecto a la pena sí ésta se había impuesto y se es-
ella es válido cuanto se ha expuesto al taba cumpliendo.
tratar del "codelincuente" de la adúltera.
Es necesario su conocimiento del matri- JURISPRUDENCIA.* — No requiere el adulterio
monio del concubinario, y no se precisa el prueba directa, bastando al cónyuge ofendido
acreditar el hecho con presunciones graves, pre-
propósito de hollar la fe conyugal que éste cisas y concordantes (Cám. 3a Apel. Rosario, 28-
debe a su cónyuge. Si la manceba fuera 3-950, L. L., t. 59, pág. 432) . En igual sentido,
casada, nos hallaríamos en el caso de Cám. Civ. Ir Cap. Fed., 19-6-942, J. A.. 1942-III.
adulterio doble de que ya hablaron las pá^. 42fl) . Carece de validez la causal de adulte-
rio invocada para el divorcio, si las partes se re-
Partidas. En tal hipótesis, la mujer sería conciliaron posteriormente (Cám. 2J Apel. La Pla-
autora de dos delitos en concurso ideal. ta, hoy Eva Perón, 4-7-950, L. L., t. 59, pág. 659).
La convención celebrada entre los cónyuges para
divorciarse en el extranjero previéndose la posi-
VI. LA PENA Y SU EXTINCIÓN bilidad de un nuevo matrimonio de la mujer, in-
habilita lógica y moralments al marido para cali-
21. Penalidad. — La pena, para el adul- ficar de adulterio la situación en que aquélla se
terio y para el amancebamiento, así como ha colocado casándose con otro hombre después
para los autores y codelincuentes expresa- de obtener el divorcio; pero puede reclamar la de-
mente previstos en la ley, es la misma claración de divorcio ante la Justicia argentina,
fundándose en adulterio cometido por la mujer
en el Código penal argentino, conforme antes de decretarse el divorcio (Cám. Civ. U Cap.
ordena el articulo 118: la de prisión de Fed., 25-8-944, J. A., í. 1944-IV, pág. 168). La
un mes a un año. No creemos que haya acción privada por adulterio sólo puede iniciarla
el marido ofendido con obligación de acusar a
inconveniente para la apreciación de mo- ambos culpables, previa obtención de sentencia
tivos atenuantes y agravantes, según lo de divorcio por causa de adulterio (Cám. Fed.
ordenado de manera general en los ar- Cap. Fed., 26-7-933, -J. A., t. 42, pág. 1008). No
tículos 40 y 41. Por ejemplo: no puede me- hay condiciones típicas para calificar el adulterio
flagrante de la mujer (Cám. Apel. Tucumán, 15-
nos de tomarse en cuenta el estado de 4-920, J. A., t. 4, pág. 230). No existe delito de
miseria en que se encontraba el hogar adulterio si los esposos se hallan divorciados
conyugal, para disminuir la pena de la (Cám. Crim. y Corr. Cap. Fed., 10-8-924, J. A.,
t. 13, pág. 239).
mujer que adultera, a fin de procurar Además la jurisprudencia citada en el texto.
sustento a sus hijos.
Si hubiera instigadores o cómplices, la A. — Además de las obras generales
penalidad se regula de acuerdo a ¡o dis- que se citan en las notas, pueden especialmente
consultarse las siguientes monografías y artículos:
puesto en los artículos 45 y 46 del Código Fernández, J. V., Estudio sobre el delito de
penal. adulterio. Tesis, Bs. Aires, 1868. — Fers, 3E., La
violación de la fe conyugal, Tesis. Bs. Aires, 1879.
22. Extinción.—Aparte de las formas — Del Campillo, A., El adulterio no es delito, Te-
generales de extinguirse la acción y la sis doctoral, Bs. Aires, 1895, — Cano, L. J., El
pena, sobre todo la prescripción de que ya adulterio ante la ley penal. Tesis doctoral, Bs. Ai-
res. 1896. — Servini, C. M., El adulterio, Tesis
nos hemos ocupado, termina igualmente doctoral, Bs. Aires, 1900. — Vera, B. "El adulte-
el castigo impuesto a la adúltera y al con- rio. Penas con que se ha castigado este delito en
la antigüedad y con las con que hoy se corrige
(129) Por similitud con el nombre de concubi- seirim la legislación chilena", en Archivos de Cri-
na, que también se le asigna a la manceba, se dice minología, Medicina Legal y Psiquiatría, Bs. Ai-
en la Argentina concubino para designar al aman- res, 1902. t. 1, págs. 505-603. — Conil Paz, A.,
tó, que es, como hemos visto, quien perpetra el ¿El adulterio es un delito?. Tesis, Córdoba, 1905. —
delito. La incorrección no sólo es paladina, puesto Góngora Echeníque, M., Adulterio, Madrid, 1919,
que nuestro Diccionario cíe la Lengua únicamente Sociedad General de Librería. — Langle Rubio, E.,
recibe esa voz en remenino, sino inelegante e ¿Debe constituir delito el adulterio?, Madrid, 1922,
Innecesaria. Inelegante, porque resulta risible lla- Beus. — Couts, W. E., "El adulterio", en Revista.
mar concubino al que tiene manceba. En broma, de Criminología, Psiquiatría y Medicina Legal,
aunque incorrectamente, podría designarse así al Bs. Aires, 1927, t. 14. págs. 689-716. — Teje-
hombre mantenido por otro hombre. Pero sobre ra (h.), D. V., El adulterio. La Habana, 1928.-—
todo ese término es innecesario, puesto que. en Molinario, A. J., "La desincriminaelón del adul-
nuestro idioma, al que tiene concubina se le lla- terio en el Código penal argentino", en Anales de
ma concubinario. En verdad la palabra no es bella.
pero no suscita la ironía ni tiene los ridículos '•* Esta referencia jurisprudencial es de la Re-
ribetes que el llamar concubino ni que vive aman- dacción y no del autor de la parte doctrinal. La
cebado. bibliografía que va a continuación es del autor.
la Sociedad Argentina de Criminología, t. 5, (1939), se permitió la formación de pequeñas ma-
Bs. Aires, 1940, págs. 17-32, — Terán Lomas, sas de bienes cuya administración se con-
B. A. M., "El adulterio entre los antiguos he-
breos", en La Ley de 8 de agosto de. 1944. cedía al hijo: los peculios, (V. PATRIA PO-
O. Perrero, "Le crlme d'adultére. Son paasé, son TESTAD. USUFRUCTO DE BIENES.)
avenir", en Archives de l'Anthropologie Criminelle, Se caracterizaron: el peculium profec-
t. 9 (1894), págs. 392-403. — Orassl, C., GH Spro-
positi del Códice pénale in materia di adulterio, titíum, que se obtenía del empleo útil de
Turin, 1894. — Otvmbarotta, O., L'adulterio e la los bienes entregados en administración
teórica dei deliti necessarí, Turin, 1898. — Luc- por su padre y de cuya propiedad no salían.
chlnl, L., voz "Adulterio", en Digesto Italiano, vo- El peculium castrense, que adquiría el hijo,
lumen 2. — Crisafulll, "La destncriminación del
adulterio", en Revista de Psiquiatría y Crimino- por la prestación de servicios militares (el
logía, Bs, Aires, Julio-agosto 1940, págs. 259 y sigs. sueldo, su parte en el botín de guerra). El
Haupt, De poena adultera ex lege Julia, Lipsia, peculium quasi castrense, que se adquiría
1797. — Büdoríf, Wann begint die Antragfirst
beim Erebruch?, Diss. de la Universidad de Frei- por el ejercicio de una función civil o ecle-
burg, 1900. — Mittermaler, en Vergelichende Dar~ siástica. El peculium adventitium, o me-
stellung des deutschen una ausldndischen Stra- jor dicho, los bona adventitia, cuyo origen
drechts, Berlín, Llebmann, 1905-1909, Besonde- en la época imperial se remonta a un
rer Tell, vol. 4, págs. 100 y sigs. — Cohn, M., Dos
Problem der Bestrafung des Ehebruchs, Besalau, senado consulto, sancionado balo Marco
Scliletter, 1916. Aurelio y, por el cual, se acordó la heren-
T. de LotSeu Revel, L'adultére, París, 1881. — cia materna a los hilos, balo patria po-
Brousse, Essai sur l'adultére, Montpelier, 1869.—
A. W. Broncha, Stude sur l'adultére un point de testad, en forma normal, ya que antes sólo
vue penal, París, 1893. — Solimán, M., La repre- la recibían a título excepcional.
sión de l'adultére en Egypte, Tesis doctoral de la La institución ha sufrido variaciones en
Universidad de París. París, 1925. — Van Parvs. J.,
"Convient-il de mantenir les sanctíons des déllta el sentido de la atenuación del princinio
d'adultére et d'entretien de concubino dans no- de la patria potestas. Constantino, instii-
tre Drolt penal?", en Bevue de Droit Penal et de rado en disposiciones del Derecho griego,
Criminologie, Bruselas, febrero de 1951, pági- modificó el destino de los bienes compren-
nas 505-512.
didos, que, por la fuerza de los princitrfos
aceptados, hacían que ellos fueran adnui-
ADULTO. Del latín adultus, que alude ridos por el padre, hasta entonces. Una
a la idea de la edad perfecta. Constitución del año 319, negó al padre la
La persona que trasciende los límites de facultad de disposición sobre esa parte del
la adolescencia y que, biológicamente, ha patrimonio del filius.
desarrollado sus funciones vitales: psíqui- Más adelántense amplia el contenido de
cas y orgánicas. la institución y se comprenden, entre los
Se considera en el campo del Derecho, bienes, los recibidos de otros ascendientes,
a la persona adulta, teóricamente capaz, de la rama materna, y los que se adquieren
por su desarrollo intelectual, afectivo y con motivo de los esponsales o el matri-
físico. De ahí que todo lo que se diga de monio (lucra nuptialia). Justiniano com-
la persona, sin limitaciones, es referido al pleta esta evolución y v. generaliza, con
sujeto de derecho adulto. (V. EDAD. CAPA- respecto a todos los bienes, quedando com-
CIDAD.) prendidos en el concepto de bono ad-
ventitia todos los bienes que no provengan
ADVENTICIO. Del latín adventicias, que del patrimonio paterno (non ex substan-
llega de afuera, por obra del azar o sin tia patrís) ni estén comprendidos en el
trabajo personal. En su aplicación jurídi- peculio castrense y cuasi castrense. (V. PE-
ca, el término se relaciona especialmente CULIO.)
con la noción de los bienes adventicios — Se caracterizó el peculio adventicio, por-
bono adventltia, del Derecho romano—, que en él, a diferencia del profecticio, el
que son los que se adquieren por suerte o hijo tiene la nuda propiedad, de la que no
trabajo del hijo bajo patria potestad. puede disponer por actos entre vivos, ni
El tema se relaciona con el usufructo por causa de muerte, teniendo el padre la
de los bienes, por parte del padre y en ejer- administración y goce, a título de usufruc-
cicio de la patria potestad. tuario, con facultades extraordinarias, ya
En el Derecho romano, la concepción que no estaba obligado a dar caución, ni
de la patria potestas, en la familia de los rendir cuentas. La única limitación con-
tiempos clásicos, era absorbente, con res- sistía en que no podía enajenar los bienes
pecto al patrimonio de sus hijos alieni sin conformidad del hijo, salvo hipótesis
jurís. (V. PATRIA POTESTAD.) De ahí que el excepcionales. (V. BIENES ADVENTICIOS.)
filius familias carecía de derecho para te- La Institución pasó al Derecho español
ner un patrimonio propio. Con el tiempo y con las características del Derecho justi-
la obra de la jurisprudencia y la legisla- nianeo, lo que se legisló en la Partida IV,
ción, la prohibición absoluta se atenuó, y leyes 5, 6 y 7 del titulo XVII. Se conside-
raron adquisiciones adventicias de los hi- que actuaba para controlar la regularidad
jos sometidos a patria potestad "las re- del procedimiento y la exacta formulación
sultantes de actividades comunes desple- ritual, de las acciones, lo que le impedía
gadas por el hijo, o procedentes de dona- adaptar el Derecho a las necesidades de
ciones recibidas por el hijo, o de herencia la vida jurídica.
deferida al hijo por fallecimiento de per- La lex Aebutia propició la reforma, que
sonas pertenecientes a la familia de la ya se fue llevando a la práctica, por obra
madre; adquisiciones, todas ellas, que de- del pretor peregrino, para las relaciones
bían reputarse como realizadas por el pro- entre comerciantes extranjeros. Se calcu-
pio hijo, aunque debían quedar sometidas la que fue aprobada entre los años 150 y
al usufructo establecido a favor del padre" 120, antes de Cristo (Arangio-Ruiz). Su
(Rébora). principal innovación fue la de sustituir el
Esta evolución del concepto de üona ad~ procedimiento de las fórmulas verbales de
ventitia, pone en evidencia, conjuntamen- caracteres religiosos por el de las fórmu-
te considerada con las otras adquisiciones las escritas de carácter jurídico. Pero se-
del hijo de familia, el origen clásico de la gún el método romano, esta ley fue obra
institución, cuya ubicación sistemática de la experiencia jurídica, pacientemente
corresponde a la materia del usufructo a elaborada en la vida de los negocios, y
favor de los padres, dentro de la más am- de ahí que no sustituyó de una vez el pro-
plia de la patria potestad. cedimiento de las acciones de la ley, sino
En el Derecho civil argentino, la mate- que autorizó al magistrado para disponer
ria aludida tiene sus raíces históricas, de fórmulas adaptables a todos los litigios
también en el Derecho romano, y puede posibles y además, hasta la lex Julia, de-
ser estudiada en forma sistemática y or- jaba a las partes en libertad de elección
gánica, dentro de los conceptos Patria po- entre el antiguo y el nuevo sistema.
testad, Usufructo, Bienes adventicios y Es decir, que el nuevo procedimiento se
Peculio. (A. V. S.) caracteriza porque se litiga per concepta,
BIBLIOGRAFÍA. — Arias, J., Manual de Derecho ro- verba, con el uso de la fórmula, redactada
mano, págs. Í91 y sigs., Bs. Aires, 1949. — Bus- por el magistrado con los elementos pro-
so, E. B., Código civil anotado, í. 2, "Familia", cesales suministrados por las partes y
art. 287, pág. 615, Bs. Aires, 1945. — Rébora, J. C., que, a su vez, servirán como elementos de
Instituciones de la familia, t. 4, 2* parte, tit. 1, instrucción para el judex. (V. PROCEDI-
cap. complementario, § 27, pág. 331, Bs. Aires,
1947. — Foignet, B., Manual elemental de Dere- MIENTO FORMULARIO.)
cho romano, 1« parte, sec. 4», cap. 2, pág. 44. El nuevo procedimiento trajo aparejada
la ventaja de dejar al magistrado la liber-
AEBUTIA (Leí). Se atribuye a esta ley, tad casi ilimitada en la creación de las
conjuntamente con la Lex Julia judiciarum fórmulas, adaptables a todos los casos
privatorum, una reforma fundamental en posibles; con lo que superó la posición me-
el procedimiento romano. Aunque la fecha cánica del mismo, en la época anterior.
de la Lex Aebutia es incierta y discutida, Ahora no resultaba una especie de testigo
lo real es que su aparición señala una ritual del litigio, sino que se vio aumen-
época de transición del antiguo derecho sa- tada su autoridad y prestigio en el sentido
cramental de caracteres religiosos, en que de que podía rechazar, negar o acordar la
predominaba el concepto primitivo del acción- intentada, de acuerdo al derecho
rito, con sus fórmulas verbales estrictas, vigente.
cuyo olvido producía la pérdida del litigio. En el año 17 antes de Cristo, la lex Julia,
El procedimiento en la época de las Le- señalada, presentada a la asamblea del
gis Actiones, paulatinamente había sufri- pueblo por Augusto, abolió el derecho de
do grandes modificaciones, teniendo co- opción e impuso a todos el deber de recu-
mo causa principal el desenvolvimiento del rrir al procedimiento formulario, salvo en
sentido jurídico de los romanos, para re- los casos de los procedimientos que debían
solver los problemas que se le presentaban llevarse in judíelo ante el tribunal de los
con el auge de las relaciones comerciales centunviros, y en los casos de darmnum
y civiles. infectum (Arangio Ruiz-Foignet). (A.V.S.)
El sistema de las legis actiones ofrecía BIBLIOGRAFÍA. — Arias, J., Manual de Derecho ro-
numerosos inconvenientes, v. gr., su for- mano, págs. 525 y sigs., Bs. Aires, 1949. — Aran-
malismo, que exigía esfuerzos de memoria gio Buiz, V., Las acciones en el Derecho romano,
a las partes, para recitar el texto de las págs. 45, 51, 57 y sigs., Madrid, 1945. — Foignet, B.,
Manual elemental de Derecho romano, págs. 250
declaraciones solemnes, enseñadas por los y sigs., México, 1948.
pontífices, con el peligro de perder el
pleito o el negocio, por una palabra mal AELIA (Lex). Esta ley introdujo un or-
empleada. El papel mecánico del pretor, denamiento entre los fallos que dictaban
los magistrados romanos, en el año 134 cinco senadores, de cinco caballeros de
antes de C. Lleva el nombre del tribuno Roma o de veinte recuperatores de las pro-
A. Aelio, que la propuso. vincias.
Su objeto concreto fue el de establecer 2) La manumisión, además, debía efec-
una distinción por jerarquía de los fallos, tuarse por vindicta, una de las formas
según la categoría de los magistrados, de clásicas y solemnes de manumisión. En
tal manera que ninguno de éstos se daba síntesis, consistía en los siguientes actos:
por notificado oficialmente de cualquier Era un juicio ficticio de libertad, al mis-
resolución que le perjudicara, si no pro- mo tiempo que una reivindicación si-
cedía de otro magistrado de igual clase mulada. El dueño que quería libertar al
o categoría superior a la suya. esclavo, comparecía ante el pretor, acom-
BIBLIOGRAFÍA. — Diccionario de Derecho privado pañado de un amigo, o persona de buena
(español), t. 1, pág. 242, Barcelona, 1950. voluntad, denominada para el caso adser-
tor übertatis, el que afirmaba o reivindi-
AELIA SENTÍA (Leí). Dictada en tiem- caba la libertad, ante el amo. Su presen-
po de Augusto, el año 4 d. de J. C. Conjun- cia fue indispensable, porque un esclavo
tamente con la ley Fufia Caninia, anterior no podía litigar por sí mismo.
en cinco años, tuvo por finalidad primor- El adsertor libertatis, tocando al esclavo
dial restringir la manumisión de los escla- con una varita, la vindicta, decía, más o
vos. menos: declaro que este hombre es libre.
Se debe recordar que la manumisión se El silencio del demandado se interpretaba
efectuaba desde el Derecho antiguo: por como la afirmación del derecho del actor.
censo, por vindicta y por testamento, co- Por el contrario, si el juicio no fuera si-
mo formas solemnes. Además, eri el Dere- mulado con respecto al fondo del asunto,
cho clásico existieron otras formas no el amo hubiera protestado o negado la
solemnes. pretensión, y se hubiera entrado a debate.
Las manumisiones llegaron a ser muy El pretor hacía constar, en esas circuns-
numerosas a fines de la República, por tancias, que el esclavo era libre.
causas sociales, económicas y políticas. 3) El libertino debía tener por lo me-
Con ese motivo se dictaron las leyes alu- nos treinta años. En caso contrario, sólo se
didas, imponiendo restricciones a la facul- volvía Zaííno juniano, con derechos muy
tad de manumitir. restringidos.
La ley Fufia Caninia, del año 2 a. de 4) Era nula la manumisión hecha en
J. C., tuvo por objeto impedir que se acor- fraude de los derechos de los acreedores.
dara con liberalidad la libertad de los es- Justiniano no conservó de esta ley sino
clavos, efectuada por testamento, en per- dos de sus disposiciones: la relativa a la
juicio de los herederos. manumisión hecha por un menor de vein-
Dispuso principalmente la limitación del te años y la que se refería al fraude en
número de esclavos que podían manumi- los derechos de los acreedores. (V. ESCLA-
tirse, de acuerdo a una escala proporcio- VITUD. MANUMISIÓN.) (A. V. S.)
nal: el amo que poseía uno o dos esclavos, BIBLIOGRAFÍA. — Aranglo Rulz. V.. Historia del
podía liberarlos sin limitaciones; cuando Derecho romano, paga. 113 y 280, Madrid. 1943.
se poseían de dos a diez, se podían manu- — Arias. J.. Manual de Derecho romano, págs. 147
mitir la mitad; de diez a treinta, el tercio; y sigs.. Bs. Aires. 1949. — Foígnct, B., Manual ele-
de treinta a cien, el cuarto; de cien en mental de Derecho romano, págs. 29 y slgs.. Méxi-
co. 1948.
adelante, el quinto. Pero no se podía ex-
ceder del máximo tolerado; cien esclavos. AEMILIA (Lex). Se calcula que esta ley
En ese caso eran nulas las manumisiones. se dictó alrededor del año 367 a. de C.
Esta ley fue derogada expresamente por (Arangio Ruiz), y su finalidad fue la de
Justiniano (Inst. I, 7). fijar la duración máxima de las funciones
La ley Aelia Sentía tuvo por objeto: res- del censor romano.
tringir la manumisión de esclavos, regu- Entre los magistrados de la República
lando al mismo tiempo la capacidad del se distinguieron los censores, cuya apari-
marramitente y la condición de los manu- ción en la vida política y jurídica de la
mitidos, así como los efectos jurídicos del época histórica se debe a la necesidad del
acto. Se ocupó de los casos que ocurrían empadronamiento de la población.
ínter vivos. Estos funcionarios, elegidos al principio
Sus disposiciones esenciales eran: 1) El cada cinco años, tenían como función
dueño que liberara a un esclavo debía te- esencial formar el censo o registro de los
ner por lo menos veinte años. Salvo que ciudadanos romanos y el álbum senato-
existiera un motivo atendible y justifica- rium. Con las facultades de que se les in-
do ante un magistrado, y un consejo de vestía, podían imponer, dadas sus funcio-
nes políticas, sanciones a los ciudadanos fesión en justicia de una deuda líquida
de notoria inconducta, alterando o elimi- cíe carácter pecuniario.
nando su inscripción en el censo (Arias). Tiene importancia esta institución, por-
Los censores fueron elegidos en la épo- que de ella derivaban todas las consecuen-
ca del auge de sus funciones, durante la cias procesales, en cuanto a las vías de
República, entre los ciudadanos más an- ejecución se refiere, contra el deudor, re-
cianos, que ya habían desempeñado el conocido en juicio.
cargo de cónsules. Por eso, esta especie Basta recordar la condición del addictus,
de magistratura tenía el prestigio de su como consecuencia del reconocimiento de
investidura moral. su condición de deudor insolvente en jui-
Es opinión general que no se ejercía en cio, y de la condemnatio, pronunciada por
forma continua, nombrándose los censores, el magistrado, sobre la base de la aes
por el término señalado, tan sólo cuando conffesum, para estimar la trascendencia
era necesario proceder a las operaciones de esta última, en las faces del procedi-
de un nuevo censo. miento romano. (V. ADDICTIO.) (A. V. S.)
Precisamente, la lex Aemilia fue la que BIBLIOGRAFÍA. — Diccionario de Derecho privadc
dio cierta autonomía a esta institución, (español), t. 1, pág. 250, Barcelona, 1950. — Ade-
aunque fijó la duración máxima de las más, consultar bibliografía de la voz Addictío.
operaciones propias, en dieciocho meses.
Este lapso señaló asimismo la duración del AETERNIA TARPEIA (Lex). Esta ley,
cargo del censor. (A, V. S.) complementada por las leyes Julia Taplriü
y Menenia Bestia, todas de la cuarta cen-
BIBLIOGRAFÍA. — Arias, J., Manual de Derecho ro-
mano, pág. 50, Bs. Aires, 1949. — ArangSo Buíz, V., turia a. de C., concretaron jurídicamente
Historia del Derecho romano, pág. 40, Madrid, el establecimiento de un patrón monetario
1943. de metal para los romanos.
Anteriormente, tras la evolución del sis-
AERÓDROMO. (V. NAVEGACIÓN AÉREA.) tema monetario, pasando por las etapas
del trueque de ganados, por el de los me-
AERONÁUTICA. (V. MINISTERIOS.) tales rudos, se usaba el Aes rude, especie
de moneda pimitiva de bronce, sin peso ni
AERONAVE. (V. NAVEGACIÓN AÉREA.) medida regular.
Las transacciones comerciales resultaban
AERONAVEGACIÓN. (V. NAVEGACIÓN entorpecidas por el hecho de tener que
ftÉREA.) pesar continuamente los lingotes de cobre
o de bronce, en que se concretaba la mo-
AEROPUERTO. (V. NAVEGACIÓN AÉREA.) neda corriente. De ahí que se ideara la
forma de poner una marca o sello sobre
AES ALIENUM. Del latín aes, metal, el aes rude, como signo de garantía y le-
cobre o bronce, y en los negocios romanos gitimidad y que, al mismo tiempo, deter-
significó la moneda primitiva y cierta minara el real valor monetario del lin-
suma de dinero; alienwn, la idea de aje- gote.
no, de otro. Expresión que literalmente Desde entonces, los aes recibieron el
significa: Zas deudas. nombre de signatus. La figura común era
En el antiguo Derecho romano aludía a la de una cara de carnero o la de un toro
la idea de las deudas en general, y en es- o de un cerdo, con que se representa-
pecial a las deudas en dinero. ba, en realidad, y se recordaba al mis-
Posteriormente, significó el conjunto o mo tiempo, la unidad del cambio primi-
la universalidad patrimonial pasiva, con tivo.
referencia a un deudor. Por virtud de la ley Aeternia Tarpeia,
BIBLIOGRAFÍA. — Diccionario de Derecho privado
se decretó la legalización oficial del aes
(español), t. I, pág. 248, Barcelona, 1950. — Mom- signatum, que vino a constituir un ins-
msem, Histoire de la monnaie ramainc,. París, 1875. trumento cambiarlo y al mismo tiempo una
unidad monetaria segura, en el sistema
AES CONFFESUM. Del latín as, el todo, comercial romano.
que en el Derecho romano significó el Con las otras leyes citadas, el sistema
conjunto de bienes patrimoniales represen- económico-financiero de la moneda se re-
tados en dinero, y también una especie gularizó o normalizó, trayendo como con-
de moneda; del verbo confíteor, confesar, secuencia, la rapidez y la seguridad en las
declarar. transacciones comerciales. (A, V. S.)
Literalmente significa deuda reconocida. BIBLIOGRAFÍA. — Diccionario de Derecho privado
En el campo del Derecho romano se hace (español), páp. 251, Barcelona, 1950. — Mom-
referencia, en la época primitiva, a la con- rnspm, Histoire de la monnaie romaine, París. 1875.
AFECCIÓN DE BIENES. * Es la presta- la renta pública, en principio, en razón de
ción, gravamen o destino económico a que su afectación a los servicios públicos (Fa-
pueda estar sujeto un bien mueble o in- llos cit., t. 131-268); 2°) la inembargabi-
mueble. El concepto abarca una multipli- lidad, en la excepción que se admite en
cidad de situaciones jurídicas, dentro de favor de los Estados, municipios y entida-
las cuales cabe distinguir, entre otras: des de existencia necesaria, en cuanto el
1°) La fianza, en términos generales, embargo puede afectar lo indispensable
cuando la parte que se obliga, accesoria- para la vida y regular funcionamiento de
mente por un tercero, individualiza con- aquéllos; lo contrario implicaría contrariar
cretamente los bienes con que garantiza también la razón misma de la creación
el cumplimiento de una obligación. Puede de tales entidades; 3°) la afectación de
señalarse, en este orden, la fianza hipo- una renta o de un bien dispuesta por la
tecaria y prendaria. Del mismo modo que ley de presupuesto o por ley especial,
la lianza real, en los supuestos en que la no basta para eximirles de embargo (Fa-
convención de las partes, o por imperio de llos cit., t. 183-229). La doctrina de este
la ley, se afecten bienes al aseguramiento último fallo parece contar con la simpa-
de la obligación. tía y adhesión de algunos prestigiosos
2°) La afección de bienes de la heren- tratadistas (Bielsa, Jéze) ( 2 ), que reco-
cia al pago de los impuestos, créditos o nocen facultades al Poder judicial para
derechos reales. determinar la medida en que los ingresos
3°) Las afecciones o reservas formula- públicos pueden ser embargables y suscep-
das expresamente sobre bienes hereditarios tibles de ejecución por los acreedores,
para el pago de legados y donaciones. pues ello es función exclusiva de la ley.
4°) Puede hablarse, asimismo, de afec- Siendo, en consecuencia, lícitos los em-
ciones de bienes, con respecto a los cré- embargos y ejecuciones autorizados por ley
ditos por salarios y sueldos pertenecientes especial, y cuando resulta probado que los
a los trabajadores, sobre las mercaderías ingresos fiscales o bienes del Estado no
y objetos elaborados por ellos, y mientras están "realmente" afectados a servicios
permanezcan en su poder (nuestros arts. públicos establecidos ai sancionarse el pre-
3891 y 3939, Cód. civ.). En el Derecho es- supuesto (Bielsa). Por eso, agrega el autor
pañol se reconoce este derecho de afecta- citado, una afectación o destino de ingre-
ción aun sobre los inmuebles a que se haya sos fiscales que sea falsa o simulada, con
incorporado el trabajo, y aquellos otros respecto a los servicios públicos, puede ser
incorporados a la empresa o explotación. impugnada judicialmente (»).
La preferencia está limitada: a) por estar 7°) Cabe distinguir, por último, el in-
supeditada a las hipotecas por seguros; terés o valor de afección de las cosas, se-
b) por cuanto dicha preferencia, cuando gún se establece en la ley civil. A veces, el
los inmuebles estuvieran gravados con hi- monto de la indemnización se integra no
poteca inscripta en el Registro de la Pro- sólo con el valor comercial, sino también
piedad, alcanza tan sólo al importe de los con el interés de afección del poseedor o
salarios de las dos últimas semanas y a del propietario (el derecho de separación
los sueldos del último mes, teniendo dere- en la legislación civil alemana —ius to-
cho el acreedor hipotecario que haga efec- llendi— y otras hipótesis de resarcimiento,
tivos dichos importes, a solicitar la am- venta, gastos del poseedor de fuena fe,
pliación de la hipoteca hasta cubrir lo etcétera).
que realmente hubiere pagado. BIBLIOGRAFÍA. — Colín y Capltant, Curso ele-
5°) El derecho de retención que acuer- mental de Derecho civil, t. 5, pág. 228, Madrid,
da el artículo 3245 del Código civil nues- 2» ed., 1942. — Boca Sastre, B. M., Instituciones
tro al acreedor antlcresista, hasta lograr
el pago íntegro de su crédito principal y (2) Bielsa ha criticado algunos fallos recientes
accesorio. de la Suprema Corte, por cuanto no sólo los fun-
damentos, Bino las propias consideraciones de los
6°) En el orden administrativo, es fre- mismos, provocan Justas reservas. En una de sus
cuente hablar de "afectación legal", "afec- últimas publicaciones, después de analizar latí de-
tación a los servicios públicos" y "afecta- cisiones de aquel tribunal, sobre la responsabilidad
contractual de la administración pública y la em-
ción financiera" (i). De ese concepto se bargabllidad de Jos ingresos fiscales, resume con
han derivado algunas consecuencias jurí- su acostumbrada autoridad las conclusiones a que
dicas importantes, a través de las cuales debe ajustarse la materia (Estudios de Derecho
se sostiene: 1°) la inembargabilidad de público. Derecho fiscal, t. 2, págs. 267 y sigs., y
especialmente pág. 309. Ed. Depalma, Bs. Airea.
1951).
* Por el Dr. CARLOS B. OBAL. (3) La materia será tratada más extensa y
(1) V. fallos de la Suprema Corte de Justicia, especialmente, en las voces Responsabilidad de
t. 183, pág. 229; Ídem, t. 198, pág. 458; ídem, la administración pública. Embargabilidad. Con-
t. 181, pág. 326. tribuciones e ingresos fiscales. Fisco.
de Derecho hipotecario, t. 3, págs. 310 y sigs., Bar- societatis constituía el requisito y el ele-
celona, 2» ed., 1945. — Blelsa, B., Estudios de De- mento distintivo de otras figuras análogas
recho público, t. 2, "Derecho fiscal", págs. 266 y
sigs., 295 y sigs. — Corwin, E. S., The Twilight of al contrato de sociedad, donde asimismo se
the Suprcme Court, págs. 12 a 19, New Ha ven, 1934. daba una comunidad indivisa de bienes.
— Planiol, Traite élémentaire de Droit civil, t. 2, En el Derecho actual tiene la expresión
n« 937, París. 1942. — V. la voz Fisco, en Di- un significado más concreto y un conte-
gesto Italiano, anotada por Pasetti; ídem, Privi-
legi fiscali, anotada por Santangelo Speto. nido puramente técnico, pues se denomina
asi a la intención de los contratantes con
AFFECTIO SOCIETATIS. Voluntad de respecto a la unión de sus capitales, o de
formar sociedad. sus esfuerzos, o de ambas cosas a la vez,
En el Derecho romano, como contrato, para obtener una utilidad común.
era considerada la sociedad una conven- Pero supone, como en el Derecho roma-
ción del Derecho de gentes. El mismo se no, tina mutua confianza entre los socios.
celebraba en razón de la confianza reci- Asimismo un vínculo de armonía y con-
proca entre los contratantes. fianza. En virtud de estas situaciones ju-
Los socios actuaban en la sociedad en rídicas, se fundan las disposiciones que
virtud de una mutua confianza y de una conceden en el ordenamiento legal de la
recíproca consideración (por eso estos con- legislación comparada, el beneficio de com-
tratos se consideraban celebrados intuito petencia entre los socios.
personae). El lazo que se establecía entre Para determinar si en una situación ju-
ellos era un lazo de fraternidad (quoddam rídica de comunidad indivisa de bienes,
ius fraternitatis), el - que se traducía en existe o no una sociedad, se recurre a este
la consecuencia práctica del beneficio de elemento de carácter subjetivo. Si se lo
competencia que se atribuían entre los llega a configurar a través de las circuns-
socios (Dig., L. 17, tít. 7°, § 2). tancias' y de los hechos que relacionan a
De ese modo, la sociedad resultaba un las partes, se tiene indudablemente el con-
contrato de buena fe, sinalagmático per- trato de sociedad, distinto de otras figuras
fecto, en virtud del cual los contratantes similares.
ponían en común bienes o prestaciones La doctrina de la jurisprudencia ha bus-
personales, para realizar operaciones co- cado en este elemento la caracterización
munes, con la voluntad de soportar las de la sociedad, indagando en los términos
pérdidas que hubieren y de repartir las del contrato, en su mismo espíritu, la
ganancias que resultaren. manifestación de la affectio entre los so-
De todo ello, surgen los elementos obje- cios; pues si bien en el contrato escrito la
tivos y subjetivos del contrato de sociedad. intención puede ser manifiesta, también
(V. CONTRATO DE SOCIEDAD. SOCIEDAD.) puede ser equívoca y prestarse a doble
Como elementos objetivos se distinguie- interpretación. En igual sentido ha debido
ron: a) el aporte común, ya sea en bienes analizar las circunstancias y los hechos
o en prestaciones; b) el fin económico que configuran las relaciones entre los
perseguido: la realización de un beneficio contratantes, la actitud posterior y los ac-
a repartir; c) la participación de los so- tos realizados por los mismos; con el pro-
cios en las pérdidas comunes. pósito de inferir la intención de las partes
Como elemento subjetivo, el consenti- dentro de la convención.
miento, que en este contrato asume una En esa forma se puede determinar en
especial modalidad. La affectio societatis una situación de comunidad de bienes si
constituía un elemento intencional no fácil existe o no contrato de sociedad. En éste
de caracterizar, y que se manifestaba en y la copropiedad, o la situación de indi-
toda situación jurídica de comunidad de visión de bienes, se puede observar un
bienes y de valores económicos, donde las hecho común: que existe un bien de la
partes (socios) ejercían una actividad comunidad'en que las partes reparten las
igualitaria. ganancias que puedan resultar, como asi-
La affectus societatis constituía un ele- mismo soportan las pérdidas que puedan
mento moral y psicológico de significado sobrevenir. Pero en la copropiedad'y en la
lato, que en forma general indicaba un indivisión no existe esa colaboración "ac-
lazo de fraternidad entre los socios. Asi- tiva, diligente, deliberada e igualitaria"
mismo un sentimiento de estimación y en la obra común de sociedad. Ni tampoco
afecto que se consideraba indispensable la intención y voluntad de "someter el
para que en la sociedad existiera una ac- fondo común a las contingencias de los
tividad armónica, de modo que no se rela- negocios sociales" con el fin de obtener
jase en ningún momento el vínculo con- utilidades apreciables en dinero. Todo lo
tractual de carácter igualitario. cual existe y debe existir en el contrato
de sociedad para caracterizarlo. En doctri-
na, se considera la situación de simple pág. 255, y 27-2-936, L. L., t. 2, pág. 79; 28-12-938,
L. L., t. 13, pág. 769; Cám. Com., 8-10-923, 3. A..
comunidad como estática, en el sentido de t. 11, pág. 807).
que si se producen algunas ganancias, es Se tiene también establecido que el concubi-
solamente por razones económicas ajenas nato por si solo no hace presumir la intención
a la actividad dirigida en ese sentido por societaria (fallo» Cám. Civ. 1«, 16-6-941, L. L.,
t. 233, pág. 115; Cám. Apel. Rosario, Sala 3*, l«-3-
los comuneros. Mientras en la sociedad 948, L. L., t. 42, pág. 366; Cám. Apel.. La Plata,
los socios colaboran deliberadamente, con Sala 1», 25-3-947, L. t,., t. 45, pág. 519.
la intención (affectio societatte) de poner Con motivo de la prueba de la sociedad de
el fondo común en actividad lucrativa y hecho se ha sostenido: "que mientras no se prue-
ben las relaciones de socios entre las partes con
soportando todos los riesgos de los nego- antecedentes Idóneos que las justifiquen, ni se
cios sociales. De ahí que se considere esta prueben vínculos subjetivos que traduzcan la
situación de comunidad societaria como affectio societatis, es imposible establecer la exis-
tencia de una sociedad" (Cám. Com. Cap. Fed.,
dinámica. 25-12-847, L. L., t. 49, pág. 570).
En el Derecho actual, también se dis-
tinguen los elementos o condiciones del BIBLIOGRAFÍA. — Arias, J., Manual de Derecho ro-
contrato de sociedad. En primer lugar, mano, págs. 372 y sigs., Bs. Aires, 1949. — Ade-
más: Contratos civiles, Teoría y -práctica, t. 2.
los elementos objetivos: a) Fondo común, pág. 151, Bs. Aires, 1939. — Arias Ramos, J., De-
susceptible de valoración económica, que recho romano, págs. 389 y sigs., Madrid, 1937. —
constituye el capital social, b) Participa- Castillo, B., Curso de Derecho comercial, t. 3.
paga. 46 y sigs., Bs. Aires, 193S. — Foignet, R..
ción igualitaria en los beneficios y contri- Manual elemental de Derecho romano, págs. 152
bución en las pérdidas, c) Como elemento y sigs., México, 1949. — Fernández, R., Código de
subjetivo: la affectio societatis, que apa- comercio comentado, t. 1, págs. 375 y sigs., Bs. Ai-
rece casi siempre en forma implícita, pero res, 1943. — Lafaille, H., Curso de contratos, t. 2.
pág. 346, Bs. Aires, 1928. — Ricct, S. F., nota en
que se constituye en la base psicológica Jurisprudencia Argentina, t. 3, págs. 629 y siga.—
y moral del contrato. Salvat, R. M., Tratado de Derecho civil argentino,
Si existe affectio, expresa la voluntad t. C; Fuentes de las obligaciones, t. 2; Contra-
tos, págs. 5 y sigs., Bs. Aires, 1946.
de unión "en la que el asociado se debe a
sus asociados". Por eso se pueden indicar
los elementos constitutivos de esa inten- AFFECTUS MARITALIS. La expresión
ción societaria a los efectos de su confi- que literalmente significa voluntad de afec-
guración jurídica, en la voluntad de unión, to y solidaridad entre los esposos, tiene ac-
en el trato igualitario de los socios, dentro tualmente una importancia histórica para
de sus respectivas condiciones económicas, el Derecho civil y está vigente para el De-
en la participación directa en cuanto a las recho canónico.
ganancias y las pérdidas, como asimismo Con ella se aludía en el Derecho roma-
en la colaboración activa, consciente e no a la intención matrimonial. En el ma-
Igualitaria (Lafaille, Fernández, Hamel). trimonio romano sine manu, que se con-
(A. V. S.) sideraba un estado de hecho, una situa-
ción de convivencia entre dos personas de
JURISPRUDENCIA. — Sobre el concepto: la affectio distintos sexos, el elemento unificador de
íoctetatis, como elemento del contrato de sociedad, las relaciones recíprocas entre los cónyu-
da la voluntad o el propósito de cooperar en los
negocios sociales, aceptando deliberadamente la ges lo constituía precisamente el affectus
participación en las utilidades y en las pérdidas. maritalis.
(Se trata del caso de una sociedad de hecho en la Ese género de vida matrimonial presu-
adquisición de un billete de lotería: Cám. Clv. 1*
Cap. Fed., 20-5-949, I.. L., t. 54, pág. 622.) El ele- ponía el. consentimiento mutuo entre los
mento esencial de la causa del contrato de so- esposos y al mismo tiempo daba las ba-
ciedad es la voluntad de unión, en la que el aso- ses tácticas para la institución del divor-
ciado se debe a sus asociados. (Se cita en este cio, porque cuando cesaba el acuerdo de
fallo al trabajo del profesor Josehp Hamel, de la
Facultad de Derecho de Strabourg, L'affectto so- voluntades entre los esposos por hecho de
eietatis: Cám. Com. Cap. Fed., 8-8-945, L. L., t. 39, los mismos, el matrimonio sine manu, se
pág. 706.) disolvía por diversidad de ánimo.
Se debe tener en cuenta que la doctrina de la
Jurisprudencia es vacilante en cuanto a la carac- La affectus maritalis era en consecuen-
terización del elemento subjetivo del contrato de cia la expresión de la intención de convi-
sociedad. Kilo se observa en los fallos referentes a vir como marido y mujer. En esta situación
los casos planteados sobre sociedades Irregulares
entre concubinos. Asi se ha resuelto en un senti- jurídica, bien se ha dicho que el matrimo-
do: "Si existió convivencia de la actora por ser nio romano era una res facti como la po-
concubina del' causante; si hubo relaciones inti- sesión y no una res iuris, como en la ac-
mas durante años y se prueba que hubo aportes tualidad.
de recursos propios por la mujer, ademas de tra-
bajos personales en la atención y administración La affectus maritalis no era una expre-
de los negocios, debe concluirse que también exis- sión especial, solemne, emitida en una ce-
tió comunidad de bienes y prestaciones que re-
únen los elementos típicos de la «//ecíio societa- íemonia peculiar. Era sencillamente, en
tis" (fallos Cám. Clv. .1', 2D-4-923, J. A., t. 10, las uniones libres del siglo vi de Roma y
principios del Imperio "un estado de vo- los gobiernos de ciertos países imponen a
luntad cotidiano", entre los cónyuges. De los portadores extranjeros de valores mo-
ahí que el divorcio pareciera cosa natural biliarios, cuando éstos demandan o solici-
en esta circunstancia. El matrimonio cesa- tan la excepción con respecto de un im-
ba si la affectus maritalis cesaba (Arias puesto interior sobre esos mismos valores.
Ramos). (A. V. S.)
Para el Derecho canónico es una voz BIBLIOGRAFÍA. — Nueva Enciclopedia Jurídica
técnica que designa el amor existente en- (española), t. 2. pág. 449, Barcelona, 1950. — Pe-
tre los esposos y que sirve de fundamento rraud-CharmanUer. A., Petit dictionnaire de Droit,
al consensus maritalis, que es la confor- pág. 23, París, s/f.
midad de los contrayentes, como acto de
voluntad, hacia el Sacramento instituido AFILIACIÓN. (V. FILIACIÓN.)
por Cristo. (A. V. S.)
AFINIDAD. * De a/finitas, vocablo lati-
BIBLIOGRAFÍA. — Arias Ramos. 3., Derecho roma- no que denota la idea de vecindad, proxi-
no, págs. 459 y 489, Madrid, 1947. — Poignct, B..
Manual elemental de Derecho romano, pág. 66, midad.
México, 1949. — Jiménez Fernández, M., La insti- En el lenguaje jurídico se alude al pa-
tución matrimonial, Madrid, 1943. — Diccionario rentesco originado a consecuencia del ma-
de Derecho Privado, t. 1. pág. 253, Barcelona, 1950. trimonio, entre cada uno de los cónyuges
con los parientes respectivos. De modo
AFERICIÓN. Es la operación de con- que importa el lazo de afinidad entre
trastar o marcar las pesas y medidas co- el esposo y los parientes de la mujer y la
mo garantía de que se ajustan al marco esposa y los parientes del marido. Com-
o patrón. (V. PESAS Y MEDIDAS.) prendiendo en un concepto amplio a los
parientes legítimos, naturales y adopti-
AFIANZAR. Es el acto de asegurar con vos.
fianza el cumplimiento de una obligación. El concepto lato de parentesco abarca
Al mismo tiempo como resguardo de inte- la idea de esta afinidad creada por el
reses económicos. matrimonio, como un efecto natural del
mismo, al que la ley le da categoría de
AFIDAVIT o AFFIDAVIT. Del latín affi- parentesco legal. El parentesco en ese sen-
do, doy fe de ello. Era una palabra de uso tido "es el vínculo establecido, ya por la
frecuente en el lenguaje jurídico de la naturaleza y entre personas que descien-
Eda'd Media. Actualmente, sólo en algunos den las unas de las otras, o de un autor
países se la emplea, con las siguientes común, ya por la ley, que declara unas ve-
acepciones: ces la existencia de un vínculo entre el
En los países de habla inglesa se aplica adoptante y el adoptado, y otras veces la
esta expresión al hecho de prestar una de un vínculo entre personas que han con-
declaración jurada, como testigo de cargo, traído matrimonio y los parientes consan-
ante un funcionario dotado de fe pública. guíneos de su cónyuge, los cuales con-
Significa al mismo tiempo el acto de ex- sanguíneos vendrían a ser, en ese caso,
presión del conocimiento con efectos ju- sus propios parientes por afinidad" (Ré-
rídicos propios y el documento donde bora).
consta tal manifestación de fe. Fundamento. — La idea fundamental de
En algunos países se la utiliza en- el esta institución se refiere al hecho de la
lenguaje del Derecho marítimo, para de- unión que origina el matrimonio, entre
notar la declaración jurada del capitán los cónyuges, tanto, que se ha sostenido
del buque mercante, expresando que no lle- que entre los esposos se produce un víncu-
va otra carga que la consignada en la lo que supera al de parentesco y va más
documentación correspondiente. allá hasta la unión de las personalidades
Se aplica también para designar el dic- de los cónyuges. El Derecho canónico ha
tamen suscrito por dos especialistas en definido esta situación, denominándola el
Derecho (especialmente Derecho interna- unium carnis. Siendo esta idea central la
cional), donde se hace constar la vigencia que da el fundamento jurídico al paren-
de una norma de derecho o de'una cos- tesco por afinidad (Troplong, Rébora, La-
tumbre, en un país distinto del juez a f aille).
quien va dirigida la documentación, y Esa unidad familiar, que confunde en
cuando esa norma resulta aplicable en el una sola personalidad jurídica a ambos
territorio del tribunal informado. esposos, origina en definitiva ese lazo o
En el lenguaje del Derecho internacio- vínculo que es la afinidad, la que consti-
nal privado y rentístico, relacionados, sig-
nifica la declaración bajo juramento, que * Por el Dr. ARMANDO V. SILVA.
tuye una imagen o prolongación de la parientes, se decía que desaparecida la cau-
consaguinidad, porque no viene a ser sino sa, debía desaparecer el efecto. Este crite-
el parentesco de consanguinidad de cada rio fue seguido más adelante por el Dere-
uno de los cónyuges, proyectado en ei cho francés, en una de sus etapas, donde
otro. estuvo en boga la máxima de Loysel: Morte
Historia. — El concepto actual del pa- ma filie, morí mon gendre.
rentesco por afinidad ha resultado de una Según el antiguo Derecho canónico, el
larga evolución, a través de los diversos parentesco por afinidad se origina por la
pueblos, costumbres y derechos respectivos. cópula, no por los esponsales. Teniendo
Lo mismo puede afirmarse con respecto lugar lo mismo por la cópula licita (ma-
a los caracteres y efectos de la institu- trimonio) que por la ilícita, aun cuando
ción. en la última hipótesis, sea con mujer de-
Hay noticias concretas sobre la misma mente, ebria, forzada o dormida, siempre
entre los hebreos. Se originaba por el ma- que fuera consumado el ayuntamiento car-
trimonio legitimo y por los esponsales, que nal.
en este pueblo equivalía al matrimonio Se extendía ampliamente la noción de
rato. No se originaba por la cópula ilí- afinidad: cada esposo consideraba como
cita. afines, no solamente a todos los parien-
Entre los romanos, el matrimonio daba tes de su cónyuge, sino a los maridos o
nacimiento a la relación de afinidad entre mujeres de esos parientes. Se decía que
cada uno de los. cónyuges y los parientes se producía en este caso el affinitas secun-
del otro, comprendiendo a los parientes di generis; existiendo en el caso de nuevo
de ambos, el parentesco por afinidad, Mo- matrimonio una affinitas tertii generis.
destino ha expresado que se consideran Estas alianzas fueron suprimidas por el
afines (D., 38, 10, 4, 3) los cognados del concilio de Letrán de 1215.
marido y de la mujer, llamados así por- En el Derecho canónico se consideraron
que las nupcias hacen unir dos cognacio- otras dos especies de afinidad: la espiri-
nes, que son entre sí diversas. tual, originada en el bautismo y en la
De ahí que las relaciones de afinidad confirmación, contrayéndola el bautizado
originasen una denominación especial; o confirmado y sus padres con los padri-
según los grados en que figuradamente se nos. Además, la afinidad por superveniens
encontrasen las personas: el marido y la que se producía cuando uno de los cón-
mujer tomaban el nombre de vir y uxor, yuges había tenido comercio carnal con
respectivamente. Los padres de ambos, un consanguíneo del otro.
varón y mujer, eran el socer y la socrus El antiguo Derecho canónico, como ya
(suegro y suegra). Los abuelos maternos se hizo notar, daba como fuente de este
y paternos, respectivamente, socer mag~ parentesco a las relaciones sexuales noto-
ñus y socrus magnus, o prosocer y proso- rias, establecidas entre dos personas de
crus; el yerno se denominaba gener, y la distinto sexo y consideraba afín al pa-
nuera nurus; el padrastro, vitricus; la riente del concubino; en cambio, admitía
madrastra, noverca; el hijastro para el que un matrimonio no consumado no
otro cónyuge, privignus; la hijastra, pri- producía el lazo de afinidad, sino única-
vigna; el hermano del marido, levir (cu- mente un impedimento del matrimonio
ñado), y la hermana, glos (cuñada); la del mismo género que los esponsales, el
concuñada, janitrix. impedimentum publicae honestatis. Sin
En la afinidad no se contaban los gra- embargo, el nuevo Código canónico ha
dos (gradus adfinitati nulli sunt), sin em- roto con esa tradición: Affinitas oritur
bargo, por una ficción, a un esposo se ex matrimonio valido, sive rato tantum,
lo consideraba pariente de los cognados sive rato et consummato (Planiol y Ri-
de su cónyuge, en el mismo grado que pert).
éste. Con referencia a la terminación dé este
Los efectos jurídicos se manifestaron parentesco, el Derecho canónico sostenía
principalmente en lo que se refiere a los la teoría, en ocasión de tratar los impedi-
impedimentos matrimoniales y cierto de- mentos para el matrimonio, de que equi-
recho a pedir alimentos.
Es discutida la cuestión de la extinción parándose la afinidad con el parentesco,
del parentesco por afinidad, ya que existe era perpetua. (Affinitas in supestie non
contradicción en los textos. La opinión deletur).
dominante es que cesaba ipso tacto, desde Fuentes. — Se debe tener en cuenta que
el momento en que fallecía uno de los el parentesco entre cada uno de los cón-
cónyuges. Siendo ficta la vinculación esta- yuges y los consanguíneos del otro es
blecida entre los cónyuges y sus respectivos igualmente una consecuencia del dúo in
carne una, establecido por el matrimo- Se sostiene, por otra parte, que si el
nio. matrimonio vale como putativo, el paren-
El matrimonio es la fuente que da ori- tesco nace. Pero si no vale como tal, al
gen a esa clase de parentesco y, en ge- desaparecer todos los efectos del matri-
neral se aplica a todos los parientes del monio, desaparece la afinidad (Busso, Se-
cónyuge, sin que haya de distinguirse en- govia).
tre parientes legítimos, naturales o adop- También se ha sostenido que en el caso
tivos. de anulación de un matrimonio contraído
Se debe recordar que en el antiguo De- de mala fe, deben subsistir los impedimen-
recho canónico, el círculo se ampliaba tos, porque no sería justo que se restrin-
hasta comprender a las relaciones sexua- giera más la libertad de la persona que
les notoriamente establecidas fuera del contrajo matrimonio de buena fe, que la
matrimonio, considerando como afines a del que lo hizo de mala fe. Se dice que
los parientes del concubino. Pero admitía existe en ese supuesto una afinidad ile-
que en el matrimonio no consumado no se gítima (Machado).
producía el lazo de afinidad, sino única- Grados. Cómputo. — Se distinguen idén-
mente un impedimento, el citado impedi- ticas líneas y los mismos grados que en el
mentum publicae honestatis. parentesco, efectuándose la computación
En el Derecho civil francés, la afinidad por analogía. En los casos de los afines más
nace hasta del matrimonio no consumado, próximos se emplea el calificativo político,
puesto que todos los efectos jurídicos del después de la indicación del parentesco en
mismo se derivan de su celebración y no esta forma: hijo político, padre político.
de su consumación (Planiol y Bipert). Existen, además, las denominaciones de
Se considera por la doctrina que debe yerno y nuera, para indicar al hijo polí-
comprenderse en este parentesco al legíti- tico y a la hija política.
mo, al natural y al adoptivo. En cuanto Efectos. — Be debe tener en cuenta que
al natural, su premisa fundamental es que el lazo de unión en este parentesco es legal
el parentesco que determina la afinidad y no de sangre, por lo cual los efectos que
debe estar legalmente establecido. Así se el Derecho de familia fundamenta en los
ha resuelto, por ejemplo, en la jurispru- vínculos de sangre no se producen aquí,
dencia francesa. Donde también se ha v. gr., lo referente al ejercicio de los de-
admitido que en materia de impedimentos, rechos d$ la patria potestad y lo atinente
el parentesco natural no establecido le- al Derecho sucesorio.
galmente, debe ser tomado en considera- Se considera que los demás efectos del
ción. La afinidad por adopción, resulta parentesco son comunes en principio a la
de haberse establecido ésta, por el cónyuge afinidad. Debiendo distinguirse el grado de
o con respecto al cónyuge; la jurispruden- la afinidad y la línea directa o colateral,
cia francesa ha reconocido su existencia, y además si procede de un parentesco le-
a pesar del carácter artificial de la adop- gítimo, natural o adoptivo, pues varían al
ción (Planiol y Ripert). respecto en intensidad.
Del concubinato no nace el parentesco En realidad, y de acuerdo al sistema im-
por afinidad, ya que no puede haber puesto por las distintas legislaciones, los
alianza fuera del matrimonio, y en,el De- efectos que produce este parentesco, deben
recho argentino, por ejemplo, el Código ser estudiados y así se procede con criterio
civil niega efectos jurídicos a la unión docente y metodológico, en ocasión del
libre (Planiol, Ripert, Josserand, Busso). análisis sistemático de las diversas mate-
En el caso de un matrimonio nulo, la doc- rias relacionadas, v. gr. los impedimentos,
trina sostiene dos tesis opuestas: en el la obligación alimenticia, limitaciones es-
supuesto de que el primer matrimonio sea peciales en las leyes especiales, ya sea
anulado y sólo valga como putativo, se para ser testigo o actuar como juez. (V.
dice, por una parte, que la solución no PARENTESCO.)
ofrece dudas, ya que no existe la afinidad El principal efecto y con relación al De-
fuera del matrimonio. Se hace notar que recho de familia, es el impedimento de
en defecto de texto legal expreso que haya matrimonio. Ya el Derecho romano esta-
previsto el impedimento, cuando se quiere bleció la prohibición indefinida en la línea
directa y hasta el tercer grado en la cola-
hacer valer en el caso, por consideracio- teral. El Derecho canónico fue mucho más
nes de honestidad pública, como lo hace exigente, prohibiendo el matrimonio entre
en forrara expresa y positiva el nuevo Có- todos los parientes, como una reacción
digo canónico, es imposible admitirlo. La moral de la Iglesia contra la promiscuidad
jurisprudencia francesa se ha pronuncia- producida a consecuencia de las invasio-
do en ese sentido (Planiol y Ripert). nes bárbaras. Debido al rigor exagerado
de esas primitivas disposiciones, el Conci- este parentesco no produce en nuestro
lio de Letrán de 1215 redujo la prohibición Derecho de familia ninguna consecuencia
al cuarto grado canónico, equivalente al jurídica.
octavo del cómputo civil, admitiendo asi- Con motivo del establecimiento de este
mismo dispensas en ciertos grados. El parentesco de afinidad, se ha considerado
nuevo Código canónico ha limitado hasta siempre, como se ha visto en la reseña
el tercer grado la prohibición entre pa- histórica precedente, la limitación legal
rientes consanguíneos y hasta el segundo para contraer nuevas nupcias con los pa-
grado entre los afines. (V. IMPEDIMENTOS rientes afines. La materia de los impedi-
DEL MATRIMONIO.) mentos por afinidad ha sido una preocu-
Derecho civil argentino. — Deriva exclu- pación constante de los legisladores, por
sivamente del matrimonio, no admitiéndo- los intereses morales que se tutelan. En
se la cuasi afinidad del Derecho canónico. nuestro Derecho se deben relacionar los
La afinidad queda establecida por el ma- siguientes preceptos, el artículo 9, inciso
trimonio como una consecuencia del dúo 39 de la ley de Matrimonio civil, y el ar-
in carne una. tículo 363 del Código civil, ya que ambos
La estructura del parentesco en general imponen el régimen de limitación legal por
se integra, pues, con las siguientes dispo- causa de afinidad.
siciones: Como ya se ha visto, el afín queda en
Cómputo. — "La proximidad del paren- el mismo grado de parentesco que su con-
tesco por afinidad se cuenta por el número sorte (art. 363, aludido), y ese vínculo no
de grados en que cada uno de los cónyu- acaba con la muerte, aunque no exista
ges estuviese con sus parientes por con- descendencia. Además, únicamente cons-
sanguinidad" (art. 363, 1* parte, Código tituye un impedimento en la línea recta,
civil). v. gr., entre el suegro y la nuera viuda del
Hay que tener en cuenta, para interpre- hijo; entre la suegra y el yerno viudo de
tar esta parte del articulo 363 del Código la hija; entre el padrastro, viudo y la hi-
civil, que la nota del mismo aclara: "En jastra o sus descendientes, y entre la
el parentesco por afinidad, no hay grados, madrastra, viuda, y el hijastro, o sus des-
porque no hay generaciones. La compu- cendientes. En estas últimas hipótesis exis-
tación se hace por analogía, suponiéndose te doctrina jurisprudencial en contra.
que los dos cónyuges forman una sola per- Con respecto a la cuestión que surge con
sona". motivo de un matrimonio anulado, se de-
Por lo tanto, para establecer el paren- be tener en cuenta el régimen sistemático
tesco por afinidad basta establecer cuál es de nuestra legislación, porque como muy
el grado de consanguinidad del otro espo- bien se ha hecho notar, "los artículos 87
so con la persona cuya afinidad quiera y 88 de la ley de Matrimonio de 1889, que
determinarse; v. gr., el marido, está con señalan los efectos que produce un matri-
respecto a los hermanos de su mujer (los monio nulo cuando ha sido contraído de
cuñados) en el mismo grado de afinidad, buena fe por ambos cónyuges o por uno
que aquel en que se encuentra su cónyuge de ellos, no han incluido entre ellos la
con ellos en razón de consanguinidad. subsistencia de un vínculo de afinidad;
"En la línea recta, sea descendente o pero su texto, que es reproducción de los
ascendente, el yerno o nuera están recí- artículos 230 y 231 del Código civil, de-
procamente con el suegro o suegra, en el rogados por la ley de 1889, no puede ser
mismo grado que el hijo o hija, respecto interpretado como una negación expresa
del padre o madre, y así en adelante. En del impedimento, ni debe olvidarse que los
la línea colateral, los cuñados o cuñadas derogados artículos 230 y 231 del Código,
entre sí están en el mismo grado que en- formaban sistema con el Derecho canóni-
tre sí están los hermanos y hermanas. Si co, que, según el mismo Código, regía la
hubo un precedente matrimonio, el padras- aptitud para casarse. En nuestra opinión,
tro o madrastra en relación a los entena- pues, la afinidad creada por el matrimo-
dos o entenadas, están recíprocamente en nio anulado, perdura a estos efectos, y
el mismo grado en que el suegro o suegra, como no debe perdurar solamente para el
en relación al yerno o nuera" (art. 363, cónyuge de buena fe, lo que sería absur-
Cód. civ.). do, la consecuencia se extiende natural-
"El parentesco por afinidad no induce mente a los matrimonios contraídos de
parentesco alguno para los parientes con- mala fe por ambos cónyuges, o sea a toda
sanguíneos de uno de los cónyuges en re- situación que permita comprobar en for-
lación a los parientes consanguíneos del ma auténtica esa unión matrimonial y un
otro cónyuge" (art. 364, Cód. civ.). comercio sexual que justifiquen el impe-
Efectos.—Para ios fines hereditarios mento" (Rébora, confr. Lafaille, Planiol y
Klpert, Busso, en casos de matrimonios al respecto el criterio legislativo del De-
putativos). recho canónico. Es decir, que la afinidad
Otro de los efectos importantes que pro- en este sistema no desaparece por la diso-
duce este parentesco está establecido en lución del matrimonio.
el artículo 368 del Código civil. Al respecto, se debe tener en cuenta que
"Entre los parientes legítimos por afi- los impedimentos establecidos para el ca-
nidad únicamente se deben alimentos el samiento entre los parientes por afinidad
suegro y la suegra y el yerno y la nuera". parten de la suposición de un matrimonio
Esta obligación sólo existe entre los pa- disuelto, según nuestra ley civil.
rientes afines en línea recta de primer JURISPRUDENCIA. — En caso de alimentos: La obli-
grado, y entre éstos se limita a los sue- gación de prestarse alimentos entre parientes le-
gros, yerno y nuera, de modo que en el gítimos por afinidad, a quienes la ley Impone el
sistema de nuestra ley quedan excluidos los deber, es de carácter subsidiario y eólo puede ha-
padrastros e hijastros y demás afines. cerse efectiva en el caso de que falte o no existan
parientes llamados en primer término a hacerlo
Nuestra legislación ofrece diferencia con (Cám. Civ. 1» Cap. Fed., 11-5-923, J. A., t. 10,
la francesa, porque en ella el parentesco pég. 479), La obligación alimentaria existe entre
por afinidad persiste después del falleci- suegra y nuera (Cám. Civ. 1? Cap. Fed., 11-5-921,
J. A., t. 6, pág. 427). Obligación entre parientes
miento de la persona que con su matri- afines siempre que se justifique la Imposibilidad
monio le dio origen. Por eso, en algunos de alimentos por ausencia de parientes consan-
casos la Jurisprudencia ha resuelto que guíneos (Cám. Civ. 1» Cap. Fed.. 17-3-921, J. A,, t. 6,
muerto el marido, y no habiendo hijos, la pág. 225; ídem, 18-8-922, J. A., t. 9, pág. 276r
12-3H926, J. A., t. 19, pág. 415; 14-3-940, J. A.,
suegra tiene derechos a pedir alimentos a t. 69, pág. 956; etc.; Cám. Civ. 1» Cap. Fed., 24-6-
la nuera (Cám. Civ. 2a, 24-V-1920). 940; J A., t. 71, pág. 118). Sólo existe entre afines
Asimismo se acepta como firme la doc- y tiene carácter subsidiario (Cám. Civ. 1» Cap.
Fed., 10-11-943, J. A., 1944-1, pág. 185).
trina de la jurisprudencia argentina con Sobre el criterio para fijar los alimentos, ver
referencia al carácter de esta obligación Sup. Corte Prov. Bs. Aires, fallo 4-8-940, I,. L.,
alimentaria, que es subsidiaria y sólo pue- t. 19, pág. 502, y Cám. Civ. 1?, 11-5-938, L. L., t. 10,
de hacerse efectiva cuando falten los pa- pág. 668, e ídem, lv-0-941. L. L., t. 23, pág. 894.
Sobre la obligación subsistente, basada en la con-
rientes obligados por la ley en primer tér- tinuidad del vínculo, aunque se produzca el fa-
mino. (V. ALIMENTOS.) llecimiento de uno de los cónyuges (Cám. Civ. 1»
El parentesco por afinidad origina asi- Cap, Fed., 10-11-913, J. A.. 1944-1, pág. 185).
mismo otras consecuencias jurídicas, que BIBLIOGRAFÍA. — Busso, E. B., Código civil ano-
configuran verdaderas prohibiciones lega- tado, t. 2, "Familia", págs. 824, 835 y slgs. y 853,
les, v. gr., "El escribano pariente del tes- Bs. Aires, 1945. — Lafaille, H., Curso de Derecho
civil, "Derecho de familia", págs. 394 y sigs., Bs.
tador en línea recta, en cualquier grado Aires, 1931. — Robora, J. C., La familia, t. 8, Par-
que sea, y en la linea colateral hasta el te especial, pág. 39, n? 232, y págs. 357 y 358,
tercer grado de consanguinidad o afini- nos. 477 y sigs., Bs. Aires, 1926; Instituciones
dad, no puede concurrir a la redacción del de la familia, t. 2, § 19, págs. 176 y sigs.; § 27,
pág. 289; t. 4, § £9, págs. 491 y sígs. y § 40,
testamento" (art. 3653, Cód. civ.). págs. 507 y sigs., Bs. Aires. 1947. — Segovia, L.,
"El escribano y testigos en un testa- Explicación y crítica tíeí Código civil de la Re-
mento, por acto público, sus esposas y pa- pública Argentina, Bs. Aires, 1881. — Josserand,
L., Cours de Droit civil positlf fra.nc.ais, t. 1.
rientes o afines, dentro del cuarto grado, nos. 679, 683 y slgs., París, 1930. — Planiol, M.,
no podrán aprovecharse de lo que en él Blpert, J., y Rouast, A., Tratado práctico de De~
se disponga a su favor" (art. 3664, Cód. recito civil francés, págs. 12, 16 y slgs., Cuba, 1946.
civ.).
"No podrán formar parte de la junta de AFORADO. Dícese de las personas na-
acreedores los parientes del concursado turales o jurídicas que gozan de fuero. (V.
dentro del segundo grado de afinidad" AFORO. FUERO.)
(art. 34, ley 11.719).
"No pueden ser testigos los ascendientes AFORADOR. El que afora. (V. AFORO.
ni descendientes del testador; pero pue- FUERO.)
den serlo sus parientes colaterales o afi-
nes, siempre que el testamento no conten- AFORAR. (V. AFORO.)
ga alguna disposición á su favor" (art. 3702,
Cód. civ.). AFORISMO. Del griego aphó, de y orí-
Extinción. — El Código civil argentino zekn, limitar. Sinónimo de adagio, senten-
no establece expresamente el sistema para cia, apotegma, proverbio, axioma, voca-
la extinción de este parentesco. Sin em- blos de los que es difícil distinguir la
bargo de la combinación de los preceptos diferencia conceptual. Todos encierran la
sancionados por los artículos 368 y 3652, idea y el sentido de una frase breve, de
del mismo Código, y artículo 9, inc. 3° de claro y evidente significado doctrinal.
la ley de Matrimonio, parece haber seguido Es, por lo tanto, una manera de definir
y determinar conceptos fundamentales derías que haya en un lugar. (V. ARQUEO.)
sobre una materia dada, por medio de una (M. O. y F.)
frase corta de profundo significado, que
resume toda una doctrina, de carácíer fi- AGENCIAS DE COLOCACIONES. En el
losófico, moral, político, jurídico o cien- año 1919, la Organización Internacional
tífico. del Trabajo aprobó la Convención núm. 2,
En medicina se usa la expresión, sien- relativa a los medios encaminados a com-
do célebres los aforismos de Hipócrates. batir la desocupación forzosa, y entre ellos
Además, han alcanzado notoriedad los estableció la obligación de los Miembros
aforismos contenidos en el poema afo- ratificantes, de crear un sistema de oficinas
rístico de la Escuela de Salerno, sobre públicas gratuitas de colocación, -bajo la
Higiene y Medicina popular en el si- fiscalización de una autoridad central y
glo XIII. con comités formados por patronos y obre-
En las ciencias físico-naturales de la ros, que habrán de ser consultados para
Edad Media se cultivó este género litera- todo lo concerniente al funcionamiento de
rio por sabios cristianos, judíos y musul- tales oficinas. Esta Convención fue rati-
manes. ficada por la República Argentina median-
En la ciencia y la práctica del Derecho, te la ley 11.726 de 28 de septiembre de 1933.
desde la época romana, se han consagrado En cierto modo la Argentina se había
como un modo de expresión de los prin- anticipado en mucho a esa necesidad, pues
cipios cardinales de la doctrina y la le- ya en la ley 9.148 de 25 de septiembre de
gislación. 1913, posteriormente modificada por la
Bajo la denominación De Diversis re- 12.101 de 15 de octubre de 1934, había es-
gulls juris, el Digesto contiene más de tablecido agencias públicas gratuitas de
doscientos aforismos en título XVII, libro colocaciones, bajo la dependencia del Re-
V, los cuales han sido recogidos en gran gistro de colocaciones del Departamento
parte por Las Partidas, en el título 34, Nacional del Trabajo, el cual debería tam-
Partida 7*. bién coordinar las operaciones de las
agencias privadas o públicas de jurisdic-
BIBLIOGRAFÍA. — Goblot, E., Vocabulario filosó- ción nacional, provincial o municipal. Las
fico, pág. 47, Bs. Aires, 1942. —- Halperín, G.. Ma-
nual de latín. para los juristas (Repertorio de dependencias del Estado que ocupasen
adagios jurídicos), Bs. Aires, 1946. — Nueva En- obreros, domésticos o jornaleros deberían
ciclopedia Jurídica (española), t. 2, pág. 451, Bar- reclamar a las agencias públicas los que
celona, 1950. necesitasen. Al mismo tiempo se conce-
día ayuda pecuniaria a las agencias gra-
AFORO. Acción y efecto de aforar. El tuitas de colocaciones de sociedades fi-
verbo aforar tiene diversas acepciones con lantrópicas, mutualistas o gremiales que
alcance jurídico: se sometiesen a la fiscalización del Depar-
En un sentido es el hecho de dar o to- tamento Nacional del Trabajo y se prohi-
mar a foro una heredad, o sea de celebrar bía el funcionamiento en la Capital y
un contrato por el cual una persona cede Territorios nacionales de agencias de co-
a otra el dominio útil de una cosa me- locaciones que no hubiesen sido previa-
diante cierto canon o pensión. (V. PORO.) mente inscritas en el libro especial a
En otro sentido, equivale a otorgar fue- cargo de las autoridades municipales o
ros, o sea privilegios y exenciones a favor gobernadores de Territorios, no pudiéndo
de personas, villas, ciudades, provincias o tales agencias funcionar en locales anexos
regiones. Fuero tiene también el signifi- a hoteles, fondas o despachos de bebidas.
cado de jurisdicción; y asimismo corres- Una de las modificaciones introducidas
ponde a la denominación de algunas leyes por la ley 12.101 a la 9.148, evidentemente
antiguas españolas. (V. FUERO.) como consecuencia de la ratificación del
Otra acepción es la de reconocer y va- Convenio núm. 2 de la O. I. T., fue la de
luar los géneros y mercaderías para el constituir una comisión paritaria de obre-
pago de" derechos, teniendo especial im- ros y patronos, presidida por un delegado
portancia en lo que afecta a la renta de del Departamento Nacional del Trabajo,
aduanas. (V. ADUANAS. IMPUESTO DE ADUA- que sería consultada acerca de todo cuan-
NAS.) to se relacionase con el Registro de colo-
Finalmente, es un término de uso común caciones y las agencias creadas por la
como sinónimo de medición del caudal de propia disposición legal.
agua que lleva una corriente en determi- La ley 9661 de 28 de agosto de 1915,
nada unidad de tiempo, aplicado igual- reglamentaria de la agencias particulares,
mente al cálculo de la capacidad de un complementada por la ley 12.102 de 15
receptáculo y a la determinación de la de octubre de 1934, imponía sanciones a
cantidad y valor de los géneros o merca- las agencias que engañasen o indujesen
a error a un obrero, o cobrasen comisio- ejercen la representación del Estado, en
nes por anticipado, o interviniesen o fa- el ejercicio de sus funciones específicas,
cilitasen negociaciones fraudulentas para para lo cual han sido nombrados por auto-
el cobro de comisiones indebidas. ridad competente y de acuerdo a normas
Tanto la ley 9148 como la 9661, fueron jurídicas expresas y determinadas, de don-
reglamentadas por decreto del año 1915. de emanan sus facultades o poderes, con
En 21 de julio de 1943 se dictó el decreto el fin de asegurar el cumplimiento de las
n"? 2928, organizando el Registro Nacional leyes y del mantenimiento del orden pú-
de Colocaciones con objeto de coordinar blico y la seguridad de las personas y de
y regular en todo el país la oferta y de- las cosas.
manda de trabajo y la acción de las agen- En la esfera del Derecho privado se co-
cias adheridas al mismo. Estas agencias, nocen los agentes de segura, agentes de
divididas en dos grupos —uno de coloca- negocios, agentes auxilares del comercio,
ción de trabajadores asalariados en gene- agentes marítimos, etc.
ral y otro de colocación del servicio do» En la designación de estas personas va
méstico— quedan reglamentadas en su implícita la idea de un sujeto que obra
funcionamiento y coordinadas en sus ser- en representación de otro sujeto de dere-
vicios, tanto en lo que se refiere a las cho y con las suficientes facultades para
agencias públicas como a las privadas. Por producir efectos jurídicos en su nombre.
el decreto 35.188 de 30 de diciembre de En la misma línea de pensamiento debe
1944 se cancelaron los permisos otorgados incluirse a ios mandatarios, que aunque
hasta la fecha para el funcionamiento de no es usual para ellos la designación de
comercios con el carácter de agencias de agentes, en realidad lo constituyen con
colocaciones privadas en todo el territorio respecto a sus mandantes.
nacional, las que serian organizadas, re- En el concepto de agente, dentro del
glamentadas y fiscalizadas de acuerdo con Derecho privado, va aneja la idea del in-
las normas fijadas en el precitado decreto termediario, para ciertas situaciones jurí-
2928/43. dicas, en que se da esta compleja figura
La ley 13.591 de 11 de octubre de 1949, del Derecho. La persona que interviene en
creadora de la Dirección Nacional del Ser- calidad de intermediaria para la realiza-
vicio de Empleo, en la parte relativa a las ción de un negocio entre dos personas ex-
agencias de colocaciones, prohibe el fun- trañas, es un verdadero agente de negocios,
cionamiento de las de carácter privado quien bajo su responsabilidad gestiona di-
con fines de lucro; y en cuanto a las de chos negocios a título oneroso. En el mis-
carácter privado sin fines de lucro, las mo sentido, cualquier agente mediador en
somete a la autorización y fiscalización las actividades comerciales.
de la propia Dirección Nacional. (V. DES- Dada la importancia de la materia, al
OCUPACIÓN. OCUPACIÓN.) (AT. O. y F.) tratar cada uno de los agentes señalados,
nos remitimos a la expresión consignada
AGENTE. Del latín agens, p. a. del verbo en esta obra. (A. V. S.)
agere. Su etimología nos está indicando
el concepto general del vocablo: todo en- BIBLIOGRAFÍA. — Escrlche, Diccionario razonado
te activo, diligente u oficioso, con capa- de legislación y jurisprudencia, págs. 102 y slgs.,
Madrid, 1847. — Orgaz, A., Diccionario elemental
cidad de obrar y con facultades o poderes de Derecho y Ciencias sociales, pag. 20. s/f. —
para producir efectos jurídicos. Ramírez Oronda, J. D., Diccionario jurídico, pa-
En el lenguaje del Derecho se conocen gina 35, Bs. Aires, 194S. '
dos acepciones principales. La primera,
en el sentido lato precedentemente enun- AGENTES AUXILIARES DEL COMER-
ciado, que generalmente se aplica al con- CIO. (V. BARRAQUEROS Y ADMINISTRADORES
cepto" de autor; designando de ese modo DE CASAS DE DEPÓSITO. CORREDORES. DEPENDIEN-
a la persona que realiza hechos o actos en TES DE COMERCIO. EMPRESARIOS DE TRANSPOR-
el campo del Derecho y es responsable o, TE. FACTORES o ENCARGADOS DE COMERCIO. POR-
simplemente, ejecutor de los mismos.' En TEADORES. REMATADORES o MARTILIEROS.)
el lenguaje del Derecho penal se aplica
esta acepción: "la pena que corresponde AGENTES CONSULARES.* SUMARIO: 1. De-
al agente..." (art. 44, Cód. penal). ílnición e historia. 2. Punciones consula-
res. 3. Clasificación. 4. Inmunidades y pri-
En un sentido más restringido, señala vilegios. Normas argentinas.
la persona que obra en representación de
otra ejecutando actos en su nombre, con 1. El título de cónsul, que ya se había
la correspondiente autorización. dado en Roma a algunos magistrados, se
En el orden político o administrativo empleó más tarde para denominar a los
se conocen los agentes consulares, agentes
fiscales, agentes policiales, etc. Los cuales * Por el Dr. MANUEL OSSOBIO Y FLOIUT.
agentes establecidos en Levante y Berbe- mado más tarde por Mohaméd II, al apo-
ría con la misión de proteger las personas derarse de Constantinopla, y un siglo des-
y entender en los asuntos comerciales y pués por Solimán el Magnífico, en la
marítimos, llamándoseles también cónsu- concesión que hizo al rey de Francia,
les del Mar y habiéndose llegado a reco- Francisco I, para todos sus subditos que
pilar sus decisiones en un código al que residiesen en sus territorios. Al ir siguiendo
se dio el nombre de Consulado del Mar. estas normas otros países, nacieron los
En los tiempos modernos podría definirse Consulados con el régimen de capitulacio-
al agente consular, con Pradier-Fodéré, nes que, en los países que no eran cris-
como un funcionario que un Estado acre- tianos, consistía en sustraer a los europeos
dita en el extranjero para velar por sus de la jurisdicción de los magistrados del
intereses comerciales, prestar asistencia y país, para someterlos a la de sus propios
protección a sus nacionales, desempeñar cónsules y que, al través de muchos siglos
funciones administrativas y judiciales, de existencia, ha llegado hasta nuestros
ejercer la policía de la navegación e in- días, aunque cada vez se vaya reduciendo
formar sobre el movimiento comercial e hasta terminar casi completamente, por el
industrial; en una palabra,'representar en desenvolvimiento de los nacionalismos en
el exterior los intereses de su país en todos todos los países en donde han venido sub-
los dominios, exceptuando los políticos re- sistiendo y ante el deseo de obtener una
servados a los agentes diplomáticos. plena soberanía para sus Estados. Estos
El Consulado considerado como institu- cónsules elegidos o "electi" se generaliza-
ción destinada a proteger el comercio y ron durante las Cruzadas en las factorías
los intereses de los nacionales, es de ori- que Venecia, Pisa, Marsella, Barcelona y
gen muy remoto, incluso más aún que la otras ciudades marítimas fundaron en el
misma diplomacia. En la antigüedad, pue- Asia menor y en las costas de Levante.
de decirse que ya existía desde el momento A partir del período de las concesiones
que se ejercían funciones de protección al de jurisdicciones o régimen de Capitula-
conceder hospitalidad a los extranjeros ciones que varias naciones europeas fue-
comerciantes. En el Oriente, por las leyes ron obteniendo de los Estados berberiscos
de la India, los extranjeros se hallaban y de otros príncipes de Oriente, los cónsu-
bajo la protección de funcionarios espe- les "electi" fueron reemplazados paulatina-
ciales que velaban por sus personas y sus mente por cónsules "missi", o enviados,
bienes. Lo mismo ocurría en Egipto, don- que desempeñaron toda clase de funciones,
de se encontraban bajo la dirección de incluso las de carácter político, debido al
sacerdotes que en su defensa desempeña- carácter meramente transitorio de las mi-
ban diversas funciones, entre ellas, la de siones diplomáticas, llegando los consula-
administrar justicia en todos los asuntos dos al apogeo de su importancia, hasta que
que les concernían. También contaron con más adelante, y después del tratado de;
protectores especiales en las colonias fe- Westfalia, en 1648, las legaciones adqui-
nicias, en Tebas, Menphis y en la colonia riendo un carácter de permanencia, des-
griega de Naukrates, y así se ha ido man- pojaron a los cónsules de sus funciones
teniendo esta protección a los extranjeros políticas, mientras que, por otra parte y
por medio de funcionarios o magistrados debido al afianzamiento de la soberanía
calificados en las costas del Mediterráneo de los distintos países, se les quitaban
(que en todos los tiempos ha sido la en- igualmente las atribuciones judiciales, de-
crucijada de todos los pueblos de la tie- jándolos como estaban anteriormente, en-
rra) hasta los primeros siglos de la Edad cargados simplemente de la defensa de
Media, en cuyo momento los comerciantes, intereses comerciales.
ya establecidos en los puertos de Levante, 2. No existen agentes en el extranjero
agrupándose por nacionalidades, elegían que hayan dado lugar a más. controversias
a uno de entre ellos para representarlos que los consulares en lo que se refiere a
y defenderlos ante las autoridades loca- las diversas funciones que tienen que
les. (De esta elección vino la denomina- ejercer, y esto debido al origen de la ins-
ción de "electi" o elegido, con que aún en titución y a las diversas fases por las que
la actualidad se designan algunos cónsu- ha pasado, tanto como a la gran diversidad
les) . Lo que en los primeros tiempos tuvo de asuntos de que tienen que ocuparse y
el carácter de costumbre, se transformó al hecho de que su situación varíe algunas
después en un derecho, dando lugar al veces según los países en donde se hallen
nacimiento de la verdadera institución acreditados. Por eso, los juristas que han
consular. En Bizancio, los emperadores tratado de definir su carácter se encon-
griegos autorizaron a los venecianos a ser traron frecuentemente en desacuerdo, su-
juzgados por magistrados de su misma cediendo lo mismo con los gobiernos, que
nacionalidad, privilegio que fue confir- en la práctica les aplican reglas distintas.
Ante lo mucho que se ha escrito por los po, en. materia industrial, agrícola y co-
tratadistas de Derecho internacional, con mercial.
opiniones diametralmente opuestas sobre 3. Los Congresos de Viena y de Aix-la-
las funciones que competen a los agentes Chapelle de 1815-1818, que clasificaron a
consulares, deberemos guiarnos siempre, los agentes diplomáticos en cuatro cate-
como única fuente eficiente para estable- gorías, no se ocuparon para nada de los
cerlas, por los tratados o convenios inter- consulares, dejando libre la clasificación
nacionales, que son los que las regulan, y al criterio de cada país en cuanto no fuese
por el principio de reciprocidad. incompatible con las leyes del Estado en
Si en los primeros momentos, como he- donde debieran ejercer sus funciones. La
mos visto, las funciones consulaies se re- costumbre internacional ha venido, no obs-
ducían a asistir y proteger a sus naciona- tante, estableciendo varias clasificaciones.
les, como mandatarios elegidos por una Bajo el punto de vista jerárquico, se ha
corporación o ciudad, en sus diversos admitido la clasificación en cónsules ge-
asuntos individuales o privados, y más nerales, cónsules, cónsules auxiliares o ad-
tarde como meros agentes comerciales, en juntos, vicecónsules, agentes consulares y
los tiempos modernos y, como consecuencia agentes comerciales. Teniendo en cuenta
de la conexión, cada vez más estrecha, que la cuestión de emolumentos, pueden divi-
existe entre los intereses económicos y dirse los cónsules en pagados, o sea dis-
políticos, se ha ido realzando la institución frutando de un sueldo, y honorarios o ad-
consular, volviendo a adquirir la impor- honorem. Por último, otra clasificación
tancia que perdiera después del tratado de corresponde a la diferencia entre los cón-
Westfalia. Los cónsules "missi", ya conver- sules "electi", llamados así (como se vio
tidos en funcionarios de carrera en la antes), por ser elegidos entre sus conna-
mayoría de los países, vienen a ser los de- cionales en los primeros tiempos de la
legados directos de gobiernos soberanos y institución consular, y que siguen denomi-
encargados de asuntos referentes a comu- nándose así en nuestros días, aun cuando
nidades nacionales en las circunscripciones sean designados por nombramiento de los
extranjeras que les son asignadas, inter- gobiernos, y los "missi" o enviados; los
vienen exclusivamente en funciones públi- primeros son honorarios y generalmente
cas,, siendo los intermediarios oficiales en comerciantes; los segundos, de carrera o
las relaciones que pueden influir sobre los de profesión. Para poder mejor diferenciar
intereses generales de su país, sustituyen- unos de otros, lo mejor será atenernos a
do a los cónsules comerciantes que, si aún la definición del Instituto de Derecho In-
subsisten en algunas partes, es sólo ante ternacional, el cual, en su reglamento de
consideraciones de orden económico. Venecia, de 26 de septiembre de 1896, con-
Sus atribuciones son múltiples para po- sidera como agentes consulares "missi" a
der responder mejor a las funciones que los funcionarios que, siendo subditos del
les competen, que pueden ser incluso po- Estado que representan, no ejercen otra
líticas en algunos casos, y que, sobre todo, profesión que la consular, mientras que
son de orden económico, civil, administra- denomina "electi" a aquellos otros que,
tivo y judicial, en casos de jurisdicción cualquiera que sea su nacionalidad, ejer-
voluntaria y hasta contenciosa en países cen además de la consular cualquier otra
sometidos a regímenes de eapituíaciones. profesión.
Hoy en día, el cónsul es al mismo tiempo 4. Los agentes consulares gozan gene-
el notario, el consejero, el arbitro, el oficial ralmente de ciertas prerrogativas e inmu-
encargado del registro del estado civil de nidades para poder desempeñar con inde-
la colonia o comunidad nacional en el te- pendencia las funciones inherentes a su
rritorio de su jurisdicción. En materia cargo. Dichas inmunidades y privilegios,
marítima, por lo que respecta a los bu- que se consignan siempre en los tratados
ques de su bandera, es el representante de o convenios donde se especifican las fun-
la administración marítima de su país y ciones consulares, son de mayor importan-
en ese concepto tiene que intervenir en cia las que se conceden a los funcionarios
todos los actos de carácter administrativo de carrera del país que los envía y nacio-
desde que el barco entra en el puerto has- nales del mismo, que las acordadas a los
ta su salida, así como en los casos de ave- demás agentes consulares que son ciuda-
rías, naufragios, etc. Lo que se pide a un danos del país donde ejercen sus funcio-
agente consular en nuestro siglo, es nada nes. A unos y otros se les concede el de-
menos que una competencia universal, pa- recho de colocar su escudo y pabellón en
reciendo casi imposible que se pueda exi- la fachada de la casa donde se halle ins-
gir de un funcionario los conocimientos talada su oficina consular y se les auto-
completos del jurisconsulto y del adminis- riza para poder comunicar directamente
trador, con la experiencia, al propio tiem- con las autoridades judiciales y adminis-
trativas de sus respectivos distritos, aun- nedores; resolver sobre la repatriación de
Que para comunicar con el ministro de argentinos indigentes; llevar un registro
Relaciones Exteriores se encuentren, por de residentes y otro de nacimientos de hi-
lo general, obligados a recurrir al agente jos de padres argentinos, de matrimonios
diplomático de su país. en que tuviesen esta nacionalidad uno o
En el momento de su nombramiento ambos cónyuges, y de defunciones, e ins-
deben ser acreditados por sus respectivos cribir la opción que a favor de la nacio-
gobiernos, por medio de una comunicación nalidad argentina formulasen los hijos de
dirigida al jefe de Estado o gobierno del argentinos nacidos en el extranjero. Rati-
país donde deba ejercer sus funciones, ficaba el reglamento las funciones nota-
quien responde con una autorización o riales que la ley atribuye a los cónsules,
"Exequátur" que, cuando se trata de cón- quienes también recibirían y registrarían
sules de carrera, lleva la firma del jefe del las declaraciones, protestas y contraprotes-
Estado, refrendada por su ministro de Re- tas de los ciudadanos argentinos y capita-
laciones Exteriores. Esta autorización no nes de buques para resguardo de intereses
precisa ser concedida previamente al nom- y responsabilidades propias o ajenas, re-
bramiento, como cuando se trata de los cibiendo en custodia los testamentos ce-
agentes diplomáticos que sean jefes de rrados y ológrafos que les presentasen,
misión. extendiendo los testamentos por acto pú-
5. La ley 4712, de 30 de septiembre de blico y cuidando de la conservación y se-
1905, estableció normas- para el Cuerpo guridad de los bienes de los argentinos
consular argentino, con separación del fallecidos. Correspondían también a los
Cuerpo diplomático, regulado entonces por cónsules deberes de asistencia y protoco-
la ley 4711, de igual fecha. En la precitada larios en relación a los jefes de escuadras
ley 4712 se organizó el servicio, estable- o buques de la marina de guerra argentina
ciéndose las categorías de los cónsules, su que visitasen puertos en que aquéllos re-
retribución y sus funciones, si bien en sidiesen. El reglamento determinaba con
cuanto a éstas se limitaba a señalar que grandes amplitud y detalle las atribucio-
registrarían los nacimientos, matrimonios, nes y obligaciones de los cónsules en re-
defunciones y reconocimiento de hijos na- lación con la marina mercante argentina y
turales para su inscripción en los regis- con el despacho de buques nacionales o
tros de la República, de acuerdo con las extranjeros que transportasen mercaderías
leyes de ésta, y que autorizarían, con ple- con destino a la República. Era deber de
no valor jurídico, todos los actos que las estos funcionarios cuidar de los problemas
leyes de la Nación atribuyen a los escriba- relativos a la emigración e Inmigración y
nos públicos y de marina. Asimismo, au- proceder a la expedición o al visado, según
torizarían el cambio de bandera para los los casos, de pasaportes, así como enviar
buques. al Ministerio informes trimestrales y anua-
Era en el reglamento de 31 de marzo de les de los asuntos de su competencia.
1926, modificado por el decreto de 10 de En la actualidad, todas estas cuestiones
agosto de 1940, donde, además de detallar- aparecen reguladas en la ley 12.951, de 15
se toda la organización del cuerpo consu- de febrero de 1947, relativa al Servicio
lar, se especificaban sus funciones, no di- Exterior de la Nación, y en su decreto re-
plomáticas, pero sí representativas, en lo glamentario n<? 5182, de 24 de febrero de
que se refería a los intereses comerciales 1948, parcialmente modificado por los de-
de su país, careciendo de derecho de asilo cretos 25.602, de 25 de agosto de 1948, y
en sus casas y quedando los mismos cón- 31.870, de 16 de diciembre de 1949. Los fun-
sules sometidos a la jurisdicción .civil y cionarios que integran dicho servicio des-
penal de la Nación en que residiesen. Era empeñan indistintamente cargos diplomá-
misión de los cónsules promover y fomen- ticos y consulares, a cuyo fin se establece
tar la navegación y el comercio entre la una correlación de categorías entre conse-
Argentina y los países en que estaban jeros de primera y segunda clase y cónsu-
acreditados; difundir el conocimiento del les generales de primera y segunda clase,
progreso cultural, económico e industrial; entre secretarios de primera, segunda y
vigjlar la observancia dé los principios del tercera clase y cónsules de primera, se-
Derecho de gentes relativos al comercio y gunda y tercera clase, y entre agregados
navegación y el cumplimiento de los tra- y vicecónsules.
tados de comercio; y prestar la protección Para pertenecer al Servicio Exterior de
que el Estado debe en el extranjero a las la Nación y, consecuentemente, para des-
personas e intereses de sus nacionales. A empeñar cargos consulares, se requiere ser
requerimiento de las partes, si una o las argentino nativo o por opción, gozar de
dos eran connacionales del cónsul, podían derechos civiles y políticos, observar con-
actuar de arbitros o de amigables compo- ducta moral pública y privada, poseer
buena salud y condiciones físicas adecua- amparados, hasta la repatriación de los
das, y prestar juramento de fidelidad a la mismos o hasta que se presente el tutor
Nación y a la Constitución. Además, el o curador testamentario, legítimo o dativo;
cónyuge tiene que ser argentino nativo o actuar, cuando sean a tal efecto requeri-
naturalizado, y para contraer matrimonio dos, como amigables componedores o arbi-
se necesita autorización previa del Minis- tros, a fin de resolver diferencias entre
terio de Relaciones Exteriores. Para in- argentinos o entre éstos y naturales del
gresar en el servicio se requiere ser menor país de residencia; vigilar la aplicación a
de treinta y cinco años y aprobar un exa- sus connacionales de los principios del
men de carácter universitario sobre de- Derecho de gentes; promover y fomentar
terminadas materias, y otro de conoci- el comercio y la navegación; prestar aten-
miento de idiomas. De tales exámenes ción a la emigración; vigilar el cumpli-
están exentos los doctores en jurispruden- miento de los tratados de comercio, na-
cia, en ciencias económicas o en diploma- vegación, postales, etc.; observar completa
cia, y los abogados, a condición de que neutralidad en caso de guerra civil o in-
acrediten conocer idiomas extranjeros. ternacional del país en que residan; fo-
Además de estas normas de carácter ge- mentar la creación de Cámaras de comer-
neral, cuanto se refiere específicamente a cio argentino-locales; informar a los ca-
los cónsules, aparece determinado en el pitanes de buques, comerciantes, agentes
reglamento consular aprobado por decre- y despachantes, de los requisitos necesa-
to n<? 12.354, de 7 de mayo de 1947. En rios para la expedición de buques y mer-
realidad, este reglamento, pese a su ex- caderías; difundir el conocimiento de la
cesivo detallismo, principalmente en as- riqueza, progreso y cultura de su país;
pectos adjetivos, contiene pocas variacio- remitir al Ministerio de Relaciones Exte-
nes en lo que se refiere a las funciones riores las informaciones locales que juz-
consulares, con respecto a la reglamenta- guen interesantes; conservar en lugar se-
ción anterior. Mantiene las categorías de guro los códigos, instrucciones y claves;
los cónsules fijadas en la ley 12.951 y reclamar contra toda tentativa de las
confirma que su representación no es po- autoridades locales para intervenir en
lítica sino civil, administrativa y comer- hechos delictivos cometidos en barcos ar-
cial, gozando de inmunidad personal por gentinos en alta mar; solicitar el auxilio
los actos oficiales de su competencia, sien- de los buques de guerra argentinos, surtos
do justiciables, fuera de ellos, civil y cri- en puerto o en las proximidades, para
minalmente por las autoridades del país proteger la seguridad de las personas y la
en que residan. Aun cuando su despacho conservación de los bienes e intereses de
oficial, cancillería y archivos son inviola- la República amenazados por la situación
bles, no tienen el derecho de asilar, antes política del país; proteger en todo momen-
bien, deben entregar a las autoridades lo- to a los argentinos y sus propiedades;
cales a cualquier perseguido por la jus- arreglar las diferencias entre capitanes de
ticia que allí se refugie. Los cónsules no buques argentinos y con los tripulantes;
pueden entrar en el ejercicio pleno de sus expedir pasaportes a los argentinos y vi-
funciones mientras no obtengan el exe- sar los de extranjeros; cumplir las normas
quátur correspondiente. del enrolamiento; expedir certificados, co-
Entre sus deberes protocolarios, figura pias de documentos y legalizaciones; co-
también el de visitar a los comandantes brar los derechos consulares en concepto
de buques o escuadras de su país, salvo si de tasas retributivas de servicios, cuando
los mismos tienen graduación inferior a así proceda; despachar buques, aeronaves
contralmirante y el cónsul tiene catego- y cargas y ocuparse de todo lo relacionado
ría de general, en cuyo caso debe esperar con la documentación del tráfico maríti-
la visita del comandante. En cualquiera mo, aéreo y terrestre con destino a su país;
de ambos supuestos, debe prestar al co- y enviar al ministerio informes regulares
mandante el auxilio e informaciones que e informes según la oportunidad, así como
precise para el desempeño de su misión. la memoria estadística anual.
Todos estos deberes se entienden también El decreto 17.165, de 11 de junio de 1948,
referidos a los comandantes de aeronaves prohibe que dentro de una misma juris-
de la armada nacional. dicción diplomática o consular, ni en la
Entre las múltiples funciones consulares, misma dependencia de la cancillería, pres-
cabe destacar las siguientes: ejercer las ac- ten servicios personas ligadas entre sí por
tividades notariales que corresponden a parentesco de consaguinidad o de afini-
los escribanos públicos y de marina; actuar dad hasta el cuarto grado, salvo los cón-
en tanto las leyes del país de residencia lo yuges en determinadas circunstancias.
permitan, como tutores de menores y cu- El decreto n9 4267, de 25 de febrero de
radores de incapacitados argentinos des- 1950, crea secciones consulares en las re-
presentaciones diplomáticas de varios paí- El Código de comercio de 1862, no legis-
ses, regula sus funciones y clausura las laba sobre bolsas y mercados y, por tanto,
oficinas consulares que antes funcionaban tampoco lo hacía sobre los comisionistas
en esos mismos países. de bolsa. Por tal motivo surgieron dificul-
El decreto n<? 15.831, de 28 de julio de tades en la práctica, para establecer el
1950, modifica el reglamento consular en verdadero carácter de las funciones de los
cuanto al tipo de cambio que debe utili- agentes de bolsa. Cuando surgían dificul-
zarse en las operaciones de importación. tades, el contratante se dirigía judicial-
El decreto 23.834, de 10 de noviembre de mente contra el agente y éste, a su vez,
1950. establece normas para la percepción contra el comitente, tratando de repetir
por el Ministerio de los derechos consula- lo pagado. A menudo los comitentes ale-
res y para la aplicación e interpretación gaban que el agente de cambio no podía
del arancel por la Dirección general im- obligarse por ellos ni garantizar el cum-
positiva, así como para la emisión de plimiento del convenio, por cuanto se
valores consulares. trataba de simples intermediarios. Sin em-
Y el decreto 20.216, de 9 de octubre de bargo, en la mayoría de los casos los tri-
1951. fija normas sobre competencia y de- bunales se pronunciaron a favor del agen-
limitaciones de las jurisdicciones consula- te, fundándose en el principio de que
res. nadie puede enriquecerse con lo ajeno, y
BIBLIOGRAFÍA. — Pradíer-Fodéré, Traite de Droit en aquel otro principio del Código civil,
International (1885). — Gucsalaga. Derecho diplo- por el cual, aquel que cumple una obliga-
mático y consular (1900). — Maluquer y Salva- ción que ha cumplido por otro, se subroga
dor, Derecho consular español (1900). — Donna-
dlevi. Consuls de Franco (1928). — Antokoletz, en los derechos del acreedor y puede eje-
Manual diplomático consular, Bs. Aires, 1928, y cutar, por lo tanto, al deudor.
Tratado teórico y práctico de Derecho diplomá- En la reforma de 1889 se dispuso que
tico y consular, Bs. Aires, 1948. — Podestá Costa, los agentes de bolsa están sujetos a las
Manual de Derecho internacional público, Bs. Ai-
res, 1943. disposiciones sobre corredores (art. 82),
lo que constituye un error por la distinta
AGENTES DE ADUANAS. (V. DESPA- manera de actuar de los mismos. Como se
CHANTES DE ADUANAS.) lleva dicho, el corredor tiene una función
de intermediación, aproximativa de las
AGENTES DE CAMBIO Y BOLSA. Gene- partes contratantes, mientras que el agen-
ralmente se designa con el nombre de co- te de bolsa, que con más propiedad debie-
rredores de bolsa a los comisionistas de ra llamarse comisionista de bolsa, con-
bolsa, antes llamados agentes de cambio cluye actos de comercio, utilizando su
y bolsa. Es una denominación inapropia- nombre y reservando el de su comitente.
da. No pueden ser equiparados a los Para la Bolsa, la persona obligada es el
corredores de comercio, pues tienen fa- comisionista, a quien se impone la obliga-
cultades y funciones completamente di- ción de cubrir los saldos de las liquida-
ferentes, desde todo punto de vista y ciones, de acuerdo a los reglamentos in-
especialmente bajo el aspecto jurídico. ternos, y se les aplican las sanciones que
El corredor de comercio no obra a su motiva la falta de cumplimiento de sus
nombre ni concluye contratos, limitándose obligaciones.
solamente a aproximar a las partes. En Al reglamentarse por primera vez la
cambio, el comisionista de bolsa tiene fa- Bolsa de Comercio de Buenos Aires, a fin de
cultades más extensas, desde el momento salvar inconvenientes, se los llamó comi-
que obra en nombre propio, concluye los sionistas y se les exigió en todos los ca-
negocios que se le encomiendan y queda sos una orden escrita de su comitente
personalmente obligado con aquéllos con para realizar cada operación comercial.
quienes trata. Ello trajo una sensible disminución de las
Son mandatarios de quien les enco- operaciones, lo que dio lugar a que se
mienda la gestión y deben rendir cuentas. modificara la reglamentación, volviéndose
Por lo tanto, no pueden quedar sujetos a a la situación anterior. (II. Ch.)
las disposiciones del corretaje. Conside- BIBLIOGRAFÍA. — Castillo, R. S., Curso de Dere-
rados debidamente, no deberían regirse cho comercial, Bs. Aires, 1946. — Siburu. J. B.,
por las disposiciones del corretaje. Al no Comentario del Código de comercio argentino,
ser simples auxiliares del comercio, sino Bs. Aires, 1923. — Fernández. B., Código de co-
mercio de la República Argentina comentado, Bs.
comerciantes, deberían cumplir con todos Aires, 1943. — Revoltós, J., Banca, bolsa y cam-
los requisitos exigidos a los mismos, tales bio, Barcelona, 1931.
como inscribirse en "la matrícula, llevar
libros, rendir cuentas y conservar la co- AGENTES DE LA ADMINISTRACIÓN.
rrespondencia. (V. EMPLEADOS PÚBLICOS.)
AGENTES DE LA AUTORIDAD. Se de- reglamentarios y rendida y aprobada la
signa así a las personas que ejercen fun- prueba de suficiencia correspondiente, son
ciones por delegación de las autoridades inscriptas en la matrícula de la Oficina de
de cualquiera de las ramas representativas Marcas y autorizadas para todo trámite an-
de los Poderes estatales, aun cuando gene- te la misma en representación de terceros.
ralmente se aplica a quienes dependiendo Esta profesión ha sido reglamentada.
de organismos gubernativos, tienen a su En primer término, se ha creado la ma-
cargo el mantenimiento del orden público trícula de agentes de la propiedad indus-
y la defensa de las personas y de sus bie- trial, bajo el control de la Oficina de Mar-
nes. Si bien esas autoridades delegantes cas y el Ministerio de Agricultura (decre-
no son las mismas en todos los países, ya to 4066/32).
que cada uno tiene su organización pro- La inscripción en la matrícula la soli-
pia, es frecuente que los servicios de se- cita el interesado al comisario de la Ofi-
guridad dependan en sus funciones del cina de Marcas. Para ello se requiere: 1)
Ministerio del Interior, como sucede en la Ser mayor de edad, lo que se justifica con
Argentina con el cuerpo de policía y con partida de nacimiento, libreta de enrola-
la Gendarmería nacional, cuyos miembros miento, etc.; 2) Domicilio legal, con cer-
son los agentes de la autoridad por anto- tificado de la policía seccional; 3) Identi-
nomasia. dad comprobada con la cédula respectiva,
En la legislación argentina se emplea además del registro de firma en la Ofi-
más la designación de funcionario que la ' ciña; 4) Certificado de buena conducta y
de agente, ya que éstos lo son en efecto, moralidad de la Policía; 5) Depósito de
pues de acuerdo con la definición de Biel- una fianza de cinco mil pesos o la ga-
sa, tiene el carácter de funcionario público rantía de dos personas a satisfacción de
todo el que, en virtud de designación es- la Oficina, por el mismo valor menciona-
pecial y legal, ya por decreto del Ejecutivo, do; 6) Aprobación de un examen sobre
ya por elección, y de una manera continua, leyes de propiedad industrial y el corres-
bajo formas y condiciones determinadas en pondiente trámite administrativo. Este
una determinada esfera de competencia, examen lo toma un tribunal constituido
constituye o concurre a constituir y ex- por el director de la Oficina, los jefes de
presar o ejecutar la voluntad del Estado, las secciones de Marcas y de Patentes, un
cuando esa voluntad se dirige a la reali- subcomisario técnico de la sección de Pa-
zación de un bien público (actividad ju- tentes y un profesor de la Facultad de
rídica o social).- De ahí que sean aplica- Derecho. Se ha exceptuado de dicho exa-
bles a los agentes de la autoridad las men a las personas que ostentaran tituló
disposiciones del Código penal relativas a universitario y a las que, al tiempo de
los funcionarios a que se refieren los ca- reglamentarse la profesión, ya tenían cin-
pítulos I, II, III, IV, V, VI, VII, VIII y EX co años de ejercicio en la misma.
del título XI. (M. O. y F.) El comisario de la Oficina de Marcas
tiene potestad disciplinaria sobre los agen-
AGENTES DE LA PROPIEDAD INDUS- tes. Puede aplicar amonestaciones o sus-
TRIAL. Por ley 111 del año 1864, se creó pensiones por causa justificada, siendo
la Oficina de Marcas de la Nación, con sus resoluciones apelables. Cuando la falta
asiento en la Capital Federal. Recién fue del agente fuera muy grave, el comisario
instalada en el año 1866 y suspendida en puede cancelar la inscripción en la ma-
su funcionamiento en 1868, haciéndose tricula. Todas las sanciones se deben pu-
cargo de sus funciones el Ministerio del blicar en el Boletín Oficial.
Interior. Fue restablecida en 1870 (nov. Derechos y prohibiciones: Los agentes
30), y desde entonces funciona normal- tienen derecho para autorizar hasta cua-
mente, entrando sus ingresos en rentas tro empleados para correr con todo el trá-
generales del presupuesto de la Nación. mite de sus negocios, con excepción de la
El decreto 4066 del año 1932 reglamenta contestación de vistas. Son responsables
lo relativo a la "representación" ante la de las consecuencias civiles por los delitos
Oficina de Marcas y la profesión de "agen- de sus empleados en las relaciones con la
te de la propiedad industrial". Es así que Oficina.
en dicho decreto se establece que sola- No pueden ser agentes los empleados
mente pueden actuar ante la Oficina: públicos, sean nacionales, provinciales o
los agentes de la propiedad industrial, los municipales.
administradores generales y los parientes En el Boletín Oficial se publica anual-
de los mandatarios dentro del segundo gra- mente la lista de los agentes matricula-
do de consanguinidad o los esposos. dos; y en la Oficina de Marcas y Patentes,
Son agentes de la propiedad industrial en transparentes, se publica la lista men-
las personas que, llenados los requisitos sualmente.
La inscripción en la matrícula caduca gaciones de cada uno de los principales
al 31 de enero del año siguiente al de ins- agentes de retención, de acuerdo con las
cripción, pudiendo ser renovada mediante leyes respectivas.
el pago de la correspondiente patente.
(H. Ch.) 1. Impuesto a los réditos.—Por imperio
del artículo 38 de la ley 11.682, t. o. 1952,
BIBLIOGRAFÍA. — Breuer Moreno, P. C.. Tratado la percepción de este impuesto —tasa bá-
de marcas de fábrica y comercio, Bs. Aires, 1946.
sica, adicional y recargo por ausentismo—,
AGENTES DE NEGOCIOS. (V. COMISIO- se realizará mediante la retención en la
NISTAS. CORREDORES.) fuente, en los casos y en la forma que
disponga la Dirección. Como se puede
AGENTES DE POLICÍA. (V. AGENTES DE apreciar, ya la ley establece que el im-
LA AUTORIDAD.) puesto debe percibirse directamente de la
fuente que lo ha originado, y a tal eíecto
AGENTES DE RETENCIÓN.* Para la aparece luego la Dirección General Impo-
realización de su actividad recaudadora sitiva eligiendo las personas que actuarán
de impuestos, el fisco ha elegido diversas como agentes de retención.
personas de existencia visible o ideal, a Por otra parte, el artículo 29 de la ley
las cuales se les ha denominado agentes 11.683, t. o. 1952, de Procedimiento, se
de retención, y cuya tarea está represen- expresa de manera semejante, estable-
tada por la retención y posterior ingreso ciendo que la percepción de los impuestos
a la Dirección, de los réditos que deter- sé hará en la misma fuente cuando asi lo
minado grupo de contribuyentes deben establezcan las leyes impositivas y cuando
abonar. la Dirección, por considerarlo conveniente,
Estos ingresos, generalmente, asumen el disponga qué personas y en qué casos in-
carácter de provisorios, estando sujetos a tervendrán como agentes de retención.
ajustes posteriores que, en la mayoría de Como se puede apreciar, las facultades
los casos, los realizan los propios contribu- de la Dirección General Impositiva para
yentes con independencia del agente de determinar agentes de retención, están
retención. perfectamente previstas en las leyes ci-
La función de los agentes de retención tadas.
es absolutamente gratuita, no perciben La reglamentación general del impuesto
por ella ninguna remuneración, pero sí a los réditos (decreto 6188, t. o. 1952) in-
están sujetos a distintas penalidades, para cluye entre los obligados a presentar de-
el caso en que no cumplan su cometido, claración jurada en los formularios ofi-
en la forma que establecen las reglamen- ciales y, cuando corresponda, a ingresar
taciones respectivas. De esta forma, el el impuesto, en la forma establecida por
Estado utiliza, sin ninguna erogación, re- ese reglamento, a los agentes de retención.
caudadores de impuesto, con lo que ve Las tareas de los mismos se tornan a veces
disminuido el costo de su actividad, faci- complicadas, por cuanto deben conocer
litada la individualización del contribu- una serie de disposiciones legales para
yente y percibido el impuesto, casi siem- poder cumplir con su cometido, pues la
pre con mucha anterioridad a la fecha en retención no se efectúa simplemente sobre
que lo percibiría, si el obligado debiera el rédito neto, sino que en muchos casos
ingresarlo directamente. es menester efectuar descuentos y deduc-
Cada día adquiere más cuerpo la ac- ciones que complican la misma.
tuación de este gratuito servidor del Es- Al hablar de la forma de retener y del
tado, y a medida que se sancionan leyes ingreso del impuesto, el reglamento, en
impositivas o que se reforman las vigen- su artículo 29, establece que, salvo otra
tes, se lo ve aparecer con nuevas obliga- disposición del mismo o de la Dirección,
ciones y cada vez en más estrecha cola- la retención se efectuará sin deducciones
boración con las autoridades fiscales. por mínimo no imponible y cargas de fa-
En la legislación argentina son dignos milia, debiendo los agentes ingresar el im-
de tenerse en cuenta los agentes de re- puesto retenido dentro de los cinco días
tención que colaboran en la percepción hábiles de efectuado el pago o acreditado
de los Impuestos a los Réditos, a las Ven- el rédito. Precisamente, la facultad que
tas, a las Ganancias eventuales y a las aquí se confiere a la Dirección para mo-
Actividades lucrativas, y también en el dificar esta forma de retener, es la que
cobro de los aportes jubilatorios, embar- crea mayores obligaciones, desde que debe
gos, impuestos a los sellos, etc. Analiza- contemplar una serie de situaciones espe-
remos en esta nota las funciones y obli- ciales para cada contribuyente, que se po-
nen más de manifiesto en los de cuarta
• Por el Dr. VIBGH.IO MACHADO RAMOS. categoría, como veremos en seguida.
2. Retenciones de la cuarta categoría.— ber a sus agentes de retención, dentro de
Cuando se abonan réditos correspondien- los cinco días hábiles de ocurrida. Si la
tes al desempeño de cargos públicos o al declaración fuese falsa, la responsabilidad
trabajo personal ejecutado en relación de recae sobre el beneficiario y no sobre el
dependencia, como así también jubilacio- agente de retención. Además de ingresar
nes, pensiones, retiros o subsidios de cual- los importes retenidos en la forma ya ex-
quier especie en cuanto tengan su origen presada, deben también estos agentes pre-
en el trabajo personal, deberá retenerse el sentar todos los años un estado detallado,
7 por ciento del monto imponible e ingre- en el que conste nombre y domicilio de
sarlo a la Dirección dentro de los cinco cada contribuyente, las remuneraciones pa-
días hábiles de efectuada la retención. gadas, los distintos descuentos permitidos
Del Importe de la remuneración se dedu- por la ley que se han efectuado de ellas
cirán los aportes jubílatenos, a la Caja y el impuesto ingresado en definitiva.
de Maternidad, y la prima de seguro de Como la ley de Impuesto a los Réditos
vida que correspondan al empleado, como tiene una tasa fija y otra adicional pro-
asi también las donaciones efectuadas por gresiva para los réditos que superan los
intermedio del empleador a entidades 5.000 pesos anuales, los agentes de reten-
exentas. ción, mediante sistemas adecuados, podrán
Para determinar el monto imponible so- retener la tasa fija del 7 por ciento y el
bre el cual corresponde practicar la re- adicional correspondiente a la vez.
tención, se descontará el mínimo no im- Con autorización de la Dirección, y a fin
ponible de 500 pesos moneda nacional de evitar en algo este trabajo gratuito que
mensuales, o seis mil pesos moneda na- se les impone a los agentes de retención,
cional anuales, con más los adicionales O), en determinados casos —cuando el núme-
por tratarse de renta de cuarta categoría, ro de liquidaciones a practicar lo justi-
y las cantidades2 que corresponda por car- fique— podrán ingresar mensualmente la
gas de familia ( ) de los empleados, jubi- doceava parte de lo retenido el año an-
lados y demás beneficiarios, siempre que terior, debiendo practicar con posteriori-
éstos las hubieran comunicado por escrito dad, al finalizar el año, el reajuste res-
y bajo juramento al agente de retención. pectivo.
Cuando se modifiquen las causas de las Correspondiente a los honorarios, suel-
deducciones, los beneficiarios lo harán sa- dos u otras retribuciones de las personas
que actúen transitoriamente en el país
(1) Con las últimas reformes Impositivas los (técnicos, artistas, deportistas profesiona-
contribuyentes que obtengan réditos de cuarta
categoría superiores a í 7.500 ó 8.000, según que les y otros), deberá retenerse el impuesto
tengan o no cargas de familia, tendrán derecho básico y adicional correspondiente.
a una deducción adicional Igual al excedente de Cuando un empleado percibiera sueldo
dicha suma y hasta un máximo de $ 12.600 anua- de distintos empleadores, podrá optar para
les (art. 20, penúltimo párrafo, ley 11.682, t. o.,
1952). que uno de ellos le efectúe la retención,
(2) De acuerdo con el art. 21 de la ley 11.682 declarando ante él todas las rentas que
(t. o, 1952) corresponde deducir por cargas de perciba.
familia, por las personas que residen en el país
y están a cargo del contribuyente y no tengan en Para el cómputo de la renumeración del
el año entradas netas superiores a 9 3.400 anua- empleado se debe tener en cuenta no so-
les, los siguientes importes: lamente lo que perciba en efectivo, sino
») Mil quinientos pesos moneda nacional (m$n. también en cualquier otra forma de remu-
1.500) anuales por el cónyuge;
b) MU doscientos pesos moneda nacional (m$n. neración, como ser casa-habitación, ali-
1.200) anuales por cada descendiente en li- mento o cualquier clase de compensacio-
nea recta varón (hijo, nieto, biznieto) e hi- nes, susceptibles de ser estimadas en dine-
jastro, menor de edad o Incapacitado para ro. Esta estimación también está a cargo
el trabajo;
e) MU doscientos pesos moneda nacional (m$n. del agente de retención.
1.200) anuales por cada descendiente en lí-
nea recta mujer (hija, nieta, biznieta) e 3. Sociedades de capital. — Las socie-
hijastra; dades de capital que distribuyan dividen-
d) M'I doscientos pesos moneda nacional (m$n. dos o utilidades deberán retener e ingre-
1.200) anuales por cada ascendiente (padre, sar a la dirección, con carácter definitivo,
abuelo, bisabuelo);
e) Mil doscientos pesos moneda nacional (m$n. el 6 por ciento, sobre dicho dividendo o
1.200) anuales por cada hermano varón me- utilidades.
nor de edad o incapacitado para el trabajo, Cuando se abonen dividendos a enti-
y hermana, cualquiera sea su edad;
f) MI! doscientos pesos moneda nacional (m9n. dades exentas del pago del impuesto a los
1.200) anuales por el suegro o suegra; réditos no se efectuará retención alguna.
g) Mil doscientos pesos moneda nacional (m$n. Cuando estos dividendos se pagan a enti-
1.200) anuales por cada yerno menor de dades mixtas no exentas, la retención del
edad o incapacitado para el trabajo, y nue-
ra, cualquiera sea su edad. gravamen deberá practicarse sobro la par-
te proporcional que corresponda al capi- descontarlo del impuesto que, en definiti-
tal privado. En todos los casos las reten- va, le corresponda abonar.
ciones se ingresarán dentro de los cinco Esta obligación subsiste siempre que el
días hábiles de efectuada la retención. responsable no esté inscripto y, como di-
jimos, la ley la establece para ponerse a
4. Retención recargo por ausentismo. — cubierto de la evasign impositiva, al serle
Cuando se pague o acredite a sociedades difícil individualizar al verdadero respon-
de capital constituidas en el exterior, que sable, si no es a través de este primer pa-
no tengan en el país establecimiento co- go, eminentemente provisorio.
mercial, industrial u otra actividad orga- Como ya expresáramos el despachante
nizada en forma de empresa, réditos de de aduana debe retener a los importado-
cualquier categoría —excluidos dividen- res no inscriptos y la retención se efectúa
dos— corresponderá que el que los pague sobre el valor determinado por la factura
o acredite retenga e ingrese a la Dirección de compra más un porcentaje fijado por
dentro del mismo plazo el 30 por ciento la Dirección Nacional de Aduanas y com-
de esos importes. Si el pago se efectuara putando, además, los gastos de fletes, se-
a representantes residentes en el país, la. guros, aduanas, etc.
obligación se desplaza hacia ese represen-
tante. Este ingreso corresponde al porcen- 6. Impuesto a las ganancias eventua-
taje de recargo que en materia de ausen- les. — De acuerdo con el decreto 14.342/46,
tismo tienen cierta categoría de contribu- ratificado por la ley 12.922, están obliga-
yentes residentes en el exterior que per- dos a actuar como agentes de retención
ciben rentas (art. 25, ley 11.682, t. o., 1952). en la forma y tiempo que disponga la re-
glamentación respectiva o las resoluciones
5. Impuesto a las ventas. — En el im- de la Dirección General Impositiva, los es-
puesto a las ventas, los agentes de reten- cribanos, rematadores, corredores, comisio-
ción actúan, siempre que los responsables nistas, otros intermediarios y el mismo
directos no estén inscriptos, como contri- comprador, bajo las responsabilidades y
buyentes. Tienen la categoría de tales, prin- sanciones que establece la ley 11.683 (t. o.
cipalmente los despachantes de aduana, y 1952).
también los importadores por cuenta de Cuando se trate de boletos de compra-
cerceros. venta, el cesionario retendrá e ingresará
La ley 12.143 (t. o. 1952) de impuestos a el gravamen sobre la utilidad obtenida por
las ventas, establece que son equiparados el cedente, sin deducción alguna en con-
a importadores o exportadores, según el ca- cepto de ganancia eventual no imponible.
so, los despachantes de aduana que inter- En los casos en que se paguen o acredi-
vengan en el despacho aduanero de las ten beneficios alcanzados por este impues-
mercaderías pertenecientes a personas o to a personas domiciliadas en el exterior
firmas no inscriptas como responsables deberá retenerse el total del gravamen que
ante la Dirección General Impositiva. Por corresponda.
otra parte, los importadores por cuenta de
terceros son responsables por el impues- 7. Impuesto a las actividades lucrati-
to que corresponda abonar a dichos ter- vas. — La ordenanza municipal establece
ceros. que los consignatarios y martilieros, sin
Los despachantes de aduana y los impor- perjuicio del impuesto que les correspon-
tadores o exportadores citados ingresarán da abonar por su propia actividad, actua-
por cuenta de los terceros no inscriptos rán como agentes de retención por el im-
como responsables el impuesto correspon- puesto que les correspondiere liquidar a los
diente a las mercaderías que despachen, comitentes, con exclusión de las operacio-
introduzcan o exporten por orden o re- nes sobre inmuebles, títulos y acciones.
presentación de los mismos. La retención a que se refiere este ar-
Como se puede apreciar, la ley grava tículo se hará efectiva a partir del momen-
provisoriamente al importador por cuenta to en que el monto acumulado de las ope-
de terceros, porque es el sujeto más fá'cil raciones del comitente durante el año fis-
de individualizar, de la misma manera que cal, exceda el límite establecido en con-
la reglamentación lo equipara del despa- cepto de mínimo no imponible.
chante de aduana y lo hace actuar como Sin perjuicio de ello, los agentes de re-
agente" de retención. tención remitirán una información anual,
Quiere decir que, tanto el pago que efec- de todas las operaciones cuyo monto so-
túa el despachante de aduana, como los brepase la suma de cinco mil pesos, por
importadores por cuenta de terceros, es un cada comitente.
pago a cuenta del mayor que debe reali- Los comisionistas, consignatarios y mar^
zar el dueño de la mercadería y éste puede tilleros deberán ingresar el impuesto por
trimestre vencido y dentro de los cinco ción, la misma no ha sido abundante, por-
días subsiguientes. que en muy raros casos se han suscitado
8. Aportes jubilatorios. — Los emplea- problemas que merecieran una dilucida-
ción judicial. El agente, ya sea el Estado,
dores, comerciales e industriales, deben re- por intermedio de algunas de sus reparti-
tener a sus empleados la suma que les co- ciones o mediante los servicios del Poder
rresponde abonar en concepto de jubila- Judicial, o ya se trate de los particulares,
ciones e ingresarla, dentro del término de en sus funciones de empleadores, no tie-
cinco días, juntamente con el aporte pa- nen mucho que discutir acerca de las ta-
tronal al Instituto Nacional de Previsión reas que se les ha impuesto. La ley auto-
Social. riza a la Dirección a designar agentes de
Con el nuevo régimen jubilatorio el apor- retención y éstos deben cumplir con sus
te obrero es del 10 por ciento y el pa- obligaciones.
tronal del 15 por ciento, existiendo, ade- Sin embargo algunos casos de jurispru-
más, otros aportes menores que deben in- dencia se han presentado y los que se re-
gresar al Instituto de las Remuneraciones fieren a los agentes de retención que no
y que se calculan sobre el aguinaldo abo- han ingresado los importes retenidos ad-
nado. quieren importancia, porque de acuerdo
9. Disposiciones comunes a los agentes con la ley 11.683, todos aquellos agentes
de retención. — De acuerdo con la ley que dentro del término de cinco días há-
11.683 (t. o. 1952) están obligados a pagar biles no ingresen los importes retenidos
el impuesto al fisco con los recursos que cometen una defraudación al fisco.
administran o de que disponen, como res- Es común esta situación en algunos em-
ponsables del cumplimiento de la deuda pleadores que al abonar los sueldos retie-
tributaria de sus representados, mandan- nen el aporte jubilatorio correspondiente
tes, acreedores, titulares de los bienes ad- a sus empleados, el que conjuntamente con
ministrados o en liquidación, etc., en la el aporte patronal debe ingresarse al Ins-
forma y oportunidad que rijan para aqué- tituto Nacional de Previsión Social. Y tam-
llos o que especialmente se fijen para ta- bién, es común observar cómo esos em-
les responsables y bajo pena de las san- pleadores deben grandes cantidades de di-
ciones de dicha ley, entre otros, los agen- nero, no sólo de sus aportes sino también
tes de retención de los impuestos. los retenidos.
Responden con sus bienes propios y so- También ocurre algo análogo cuando los
lidariamente con los deudores del tributo despachantes de aduana retienen a los im-
y, si los hubiere, con otros responsables del portadores no inscriptos el impuesto a las
mismo gravamen, sin perjuicio de las san- ventas provisorio. Esta función en manos
ciones correspondientes a las infraccio- de los despachantes hace que los mismos
nes cometidas, los agentes de retención manejen fuertes sumas que casi nunca se
por los impuestos que omitieran retener o depositan con la regularidad que exije la
que, retenidos, dejaron de pagar a la Direc- ley. Por ello, en más de una oportunidad
ción, dentro de los cinco días siguientes hemos sostenido que los despachantes de
a aquél en que corresponda efectuar la re- aduana debieran ser agentes de informa-
tención, si no acreditaren que los contri- ción y no de retención como un medio de
buyentes han pagado el gravamen y sin prevenir situaciones que pueden ser per-
perjuicio de la obligación solidaria que judiciales para el fisco y para ellos mis-
para abonarlo existe a cargo de éstos des- mos.
de el vencimiento del plazo señalado. Citaremos, a continuación, algunos casos
De igual manera la ley 11.683 obliga a de jurisprudencia, los más importantes, de
los agentes de retención en la misma for- los pocos fallos que se han producido a
ma que a los contribuyentes a conservar este respecto:
por el término de diez años los compro- a) En el juicio de la Compañía D. S.,
bantes y documentos relativos a las opera- de Buenos Aires, contra impuesto a los ré-
ciones o transacciones que den motivo a ditos ( 3 ); la Dirección General de Impues-
la retención del impuesto o a las infor- tos a los Réditos exigió de la firma refe-
maciones del caso. rida el pago de los impuestos que debían
El deber de conservación se extiende tam- tributar los tenedores de deventures resi-
bién a los libros o registros en que se ha- dentes en el exterior por los intereses co-
yan anotado las operaciones o transaccio- brados sobre préstamos que habían sido
nes indicadas aun en el caso de que quien utilizados en la República Argentina, al
los posea no esté obligado a llevarlos. no haber obrado la empresa como agente
de retención. La decisión de la Corte Su-
10. Jurisprudencia. — En materia de
jurisprudencia sobre los agentes de reten- (3) La Ley. t. 50. pdg. 233.
prema de Justicia de la Nación fue termi- ció G. A. contra D. y Cía. ( 5 ), en la cual el
nante, estableciendo que: "El agente de actor demandó a la empresa por indemni-
retención responsable del pago del impues- zación por despido y sueldos atrasados.
to por el artículo 25 de la ley 11.683, de- La firma perdió el pleito y al depositar
be ingresar el impuesto que omitió rete- el dinero correspondiente al pago de las
ner". sumas cuestionadas sostuvo que correspon-
to) Idéntico dictamen dio a conocer la día deducir los importes que por impues-
Cámara Federal de la Capital en la cau- to a los réditos debía pagar el demandan-
sa Compañía A. C. de B. B. contra Impues- te por meses ya cobrados y sobre cuyos
to a los Réditos. En esta oportunidad la haberes no había efectuado deducción al-
empresa demandante- cuestionó que los in- guna.
tereses pagados —en este caso, también se El tribunal resolvió desestimando el pe-
trataba de deventures— no eran de fuente dido y en sus argumentaciones expregaba
argentina; que por otra parte, los contra- que el empleador condenado a abonar in-
tos eran anteriores a la época de sanción demnización por despido y sueldos atra-
de la ley y que el pago era exigible ante sados, no puede pretender que se deduz-
tribunales extranjeros y por consiguiente can de la condena los réditos del actor, co-
de hecho y de derecho, imposible efectuar rrespondientes a remuneraciones ya abo-
retención alguna, ya que ello implicaría nadas, sobre las cuales omitió obrar opor-
reducir el interés pactado. Estimó, enton- tunamente como agente de retención. Esta
ces, que semejante imposibilidad la exime decisión trae como consecuencia que el co-
de la responsabilidad que se le atribuye, merciante referido es único responsable
desde que no puede imponerse al simple ante la Dirección General Impositiva por
agente que cumpla algo que el propio fisco esas retenciones no efectuadas.
no podría hacer efectivo. e) Pero el caso más interesante de los
El tribunal se expidió con estas palabras: insertados en esta nota es, sin duda algu-
"Los agentes de retención son responsables na, el que se refiere al juicio promovido
del pago del impuesto porque ésa y no otra por el Instituto Nacional de Previsión So-
es la responsabilidad a que se refiere el cial contra F. G. ('•), propietario de una
artículo 25 de la ley 11.683". empresa teatral, ante la Cámara Federal
c) Otro caso interesante, aunque de fa- de la Capital. El demandado había rete-
cetas diferentes a los comentados, se ven- nido los aportes jubila torios a sus emplea-
tiló ante los tribunales a través del juicio dos y no procedió a ingresarlos en tiempo
S. S. contra S. J. B. (*), y forma —dentro de los cinco días de ope-
La causa referida trataba de un embar- rada la retención— al referido Instituto.
go dispuesto por el juez, como consecuen- Esta situación fue calificada como apro-
cia del cual el empleador debía actuar co- piación indebida y defraudación, con las
mo agente de retención con respecto al consiguientes consecuencias de índole pe-
empleado a quien se le había embargado nal. En uno de los considerandos del fallo,
el sueldo. se expresaba: "no es posible sostener que
La Cámara de Paz Letrada resolvió que el empleador que no deposita los aportes
la justicia tenía derecho a compulsar los por jubilación en el término legal en la
libros del comerciante que debía actuar co- respectiva sección del Instituto Nacional
mo agente de retención a fin de cercio- de Previsión Social, no ha dispuesto de di-
rarse en qué forma se desarrollaba su ac- nero de esta institución sino que solamen-
tuación. Este temperamento fue discutido te se ha constituido en un deudor por el
por el comerciante y al dictaminarse en importe de las sumas que debía retener,
favor del pensamiento judicial, se expre- si ha efectuado las retenciones exigi-
saba que notificado el embargo al emplea- das legalmente en el caso por el decreto
dor del embargado, el mismo se convierte 31.665/44, sobre los sueldos de su perso-
en un auxiliar de la justicia, puesto que nal y tal operación sólo podía realizarla
se constituye en agente de retención y de- como representante del Instituto y a nom-
positario de las sumas embargadas. Por lo bre del mismo, ya que el decreto de refe-
que debe rendir cuenta de su cometido. rencia instuye a los empleadores como
Por ello se estimó que procedía la com- agentes de retención".
pulsa de los libros del empleador a fin de Por ello, se considera al demandado au-
verificar la forma en que ha cumplido la tor de defraudaciones reiteradas en la for-
orden de embargo de los sueldos de su ma del artículo 174, inciso S? del Códi-
empleado. go penal en función con el artículo 173,
d) Ante los Tribunales del Trabajo se inciso 2? del mismo y de acuerdo a lo
sustanció otra cuestión derivada del jui-
(5) La Ley, t. 58, pág. 628.
(4) La Ley, t. 51, pág. 796. (6) La Ley, t. 62. pftg. 261.
preceptuado en el articulo 56, del decre- Dicho en general y sin perjuicio de las
to 31.665/44. aclaraciones que haremos más adelante, el
agente es un auxiliar del asegurador, no
AGENTES DE SEGUROS.0 Están com- es representante jurídico suyo, ni es un ór-
prendidos en esta denominación aquellas gano de la empresa, sus actos se consi-
personas que operan como mediadores en- deran de comercio por la doctrina, y en
tre los aseguradores y los asegurados, con- la Argentina expresamente por la dispo-
fiándoseles por los primeros, con carácter sición del artículo 8, inciso 69 del Código
de permanencia, la función de propagan- de comercio, asumiendo a su vez el agen-
da del seguro. te el carácter de comerciante.
Desde el punto de vista jurídico, se con- Historia breve de los mediadores del se-
sidera agente de seguros, toda persona que guro.
gestiona o estipula seguros, para determi- Desde los inicios hasta nuestros días,
nado asegurador, o contrata seguros en su pueden distinguirse tres etapas, con carac-
nombre, mediante una retribución, sin que teres perfectamente delineados en la pro-
por ello se haya creado una relación de
empleo al servicio de la industria asegura- gresiva diferenciación que se opera con res-
dora. pecto a la intervención de los agentes, para
la contratación del seguro.
Diversidad. 1<? La función del agente de seguros no
Es necesario distinguir el agente de se- es considerada una actividad principal y
guros del corredor ya que este último se excluyente de toda otra por la persona que
refiere a personas independientes vincu- la ejerce; y es dado así por el hecho de
ladas a quienes desean asegurarse, más que que el mismo seguro se contrata las más
a las empresas aseguradoras, pues no man- de las veces, directamente entre asegura-
tiene con las mismas una relación que le dor y asegurado y como condición de otros
cree obligaciones para con ellas; no obs- negocios, que constituyen la actividad ha-
tante mediar entre los asegurados y ase- bitual de las personas que lo celebran. De
guradores, para que estos últimos celebren ahí que se ofrezca inicialmente la función
contratos de seguros. del agente, como una actividad accesoria,
Por último, cabe advertir también la que realizan comerciantes y banqueros, que
existencia del agente corredor, que es la no tienen en cuenta el rendimiento de tal
persona que con autorización de su comi- actividad, porque tienen puesta su aten-
tente, trabaja para más de una empresa ción especulativa en el producto de los ne-
aseguradora, lo cual ocurre en los casos gocios que celebran en el ejercicio de su
en que gestionan contratos, por ejemplo, principal comercio.
para una empresa de seguros de incendio, 2? Se caracteriza por el pago de la co-
otra de seguros de vida, o de pedrisco, he- misión, por cada contrato que se celebra.
lada, etc. También en los casos en que se De modo que no es sólo la participación
gestionan seguros para varias empresas de en las primas anuales de los seguros que
una misma rama del seguro; como asi en gestiona, sino que, además, obtiene una re-
los casos en que se gestiona el coaseguro, muneración —mayor o menor— por los
de lo cual existe como caso tipico, el agen- contratos que haya celebrado; lo cual au-
te corredor o corredor simplemente del se- menta considerablemente los ingresos pro-
guro marítimo. ducidos por el ejercicio de la función de
agente.
Los mediadores del seguro. La innovación se ha operado en Estados
Existen como mediadores, agentes de se- Unidos de Norte América. Hacia 1862 se
guros, agentes corredores y corredores, nombran agentes profesionales, con exclu-
tanto en el seguro individual como en el sividad para el seguro de vida; pasando
social, y pueden desempeñar la función de luego a Alemania, Inglaterra, etc., ha-
agente, tanto personas físicas como per- cia 1870.
sonas de existencia ideal. Para este últi- Esto trae como consecuencia que las per-
mo caso, tenemos como ejemplo, el segu- sonas adviertan lo productivo que resulta
ro de la empresa ferroviaria, con relación dedicarse con exclusividad al cargo de
al equipaje y la vida del pasajero, tal cual agente de seguros y en consecuencia que
como resulta en la Argentina, de la reso- aparezca con caracteres autónomos la ac-
lución del ministerio de Transportes de la tividad del agente asegurador; haciéndose
Nación —19 de septiembre de 1950— que así universal la propagación de los media-
fijó el seguro de vida para el pasajero de dores para el seguro.
todos los ferrocarriles del Estado. 39 Se vincula la caracterización de esta
tercera etapa, al extraordinario desarro-
• Por el Dr. ERNESTO EDUARDO BOBOA. llo que se opera en el seguro, en todas sus
manifestaciones, cualesquiera fuera su ra- para la empresa sino para la economía na-
ma y carácter y muy especialmente su po- cional, por cuanto ésta impone como un
pularización, al extremo de considerarse imperativo el de que los nuevos seguros
operando sus beneficios, en lugares donde contratados excedan en cantidad a los que
jamás había entrado, por habérsele con- se extinguen.
siderado antes vinculado a las actividades Por ello refiriéndose en general a los
de las clases adineradas. mediadores, pudo decir Manes que pueden
Esta propagación extensiva e intensiva definirse como personas, cuya función al
de la actividad aseguradora, debe reper- servicio de la industria del seguro, consis-
cutir necesariamente en la función de los te en desarrollar una actividad de propa-
agentes, que uniéndose a la autonomía lo- ganda para la obtención de nuevos asegu-
grada, sobre la base de una retribución rados.
que asegura la perspectiva de la dedica-
ción exclusiva, hace que alcance la insti- Para la claridad de nuestra exposición
tución de los agentes de seguro un des- y el estudio de la condición jurídica de los
arrollo, en masa, llevando el seguro a las agentes, cabe advertir, que la doctrina, dis-
clases humildes que alcanzan una clara tingue en general, entre los agentes que
comprensión de los beneficios del seguro, están facultados para cerrar contratos en
merced a la propaganda que realizan los nombre de la empresa que los ha desig-
agentes, como función específica suya, en- nado y agentes que no teniendo esa facul-
tre otros de los factores que tanto han tad, son meros mediadores.
coadyuvado al desarrollo del seguro en Coincidente con la facultad del agente
nuestro tiempo. de cerrar contratos, que estipula para la
empresa que lo ha designado con pode-
Necesidad del agente. res al efecto, dentro de los riesgos que se
Aparte de la expansión o retracción que consideran normales; o con la de ser un
se opera según los períodos de prosperidad simple mediador; se ofrecen múltiples de-
o depresión económica, en lo que se re- signaciones en la doctrina, por lo que ca-
fiere a la existencia de agentes de segu- be que uniformemos criterio al respecto.
ros, en cuanto a su número y actividad se Así según tengan o no la facultad de
refiere, lo cierto es que la institución del cerrar contrato Manes los denomina: agen-
agente de seguros se considera imprescin- tes, para la contratación, institorios o apo-
dible para la negociación del seguro, mien- dores; Herrmannsdorfer: agentes apode-
tras la solicitud de seguros motu proprio rados y agentes corredores; Halperin, si-
por el público, sea en proporción, escasa; guiendo el pensamiento de Valeri, Vivan-
y aún cuando la escasez al respecto se te y Bruck, los designa: agentes institorios
muestra relativa, el agente resulta im- y agentes dependientes.
prescindible para lograr la expansión de Para facilitar nuestra exposición deno-
la empresa en el mercado, por cuanto sin minaremos de aquí en adelante a los agen-
el impulso que aquél le da, el seguro tien- tes, para la constatación, institorios o apo-
de a decaer. derados, simplemente agentes apoderados
Y ello se debe a que el agente de segu- y a los agentes mediadores, dependientes
ros es en primer término, por excelencia, o corredores, agentes corredores, estable-
el propagandista más eficaz para lograr, ciendo así la diferencia que existe entre
por la persuasión individual, la populari- los agentes entre sí y la de éstos con los
zación de la idea del seguro. corredores.
Servicio exterior. Agente apoderado.
De ahí que la empresa de seguros tenga El agente apoderado está autorizado en
que constituir, con los agentes, como ele- forma expresa o tácita para celebrar con-
mentos fundamentales, lo que se llama en tratos de seguros y emitir pólizas a nom-
doctrina la organización del servicio ex- bre de la empresa para la cual actúa, de
terior. ahí que quepa calificar su actividad de
Y ello es así en razón de que la exis- jurídica, por cuanto es capaz de obligar a
tencia de toda empresa de seguros está li- su comitente, ya que su modo de actuar
gada inexcusablemente a la extensión e in- en público ofrece las características del fac-
tensidad del mercado que sepa conquistar- tor de comercio legislada por nuestro Có-
se, toda vez que constantemente ha de digo de comercio en el capítulo IV del li-
compensar los contratos celebrados que se bro I, título IV, artículos 135 a 161.
extinguen, con nuevos contratos, pues de De ahí que digamos, que la autoriza-
lo contrario, se operaría un descenso pau- ción puede ser tácita, por cuanto el ase-
latino hasta su total extinsión; no cum- gurador a quien obliga el agente apodera-
nliendo con su misión económica, no sólo do ha de responder, no sólo por los actos
autorizados en forma literal y expresa sino derados gozan muchas veces de poderes
por todos los comprendidos implícitamen- aun mayores que los conferidos a los di-
te en el negocio que se gestiona, tal cual rectores de la empresa, según dice Manes
resulta del artículo 135 primera parte, del y en ocasiones exageran peligrosamente su
Código de comercio; a lo que debe unir- función, llegando a considerarse "como los
se asimismo el hecho de la conformidad patronos de los asegurados, viendo en las
o consentimiento, del asegurador, del ac- compañías algo así como los garantes y
to celebrado por el agente apoderado, ex- mediadores de los contratos por ellos ce-
cediéndose en sus poderes; lo cual crea lebrados", en una palabra se consideran
una apariencia en la actuación del agen- dueños de la producción.
te, en razón de la cual, el asegurado con- Pero aun cuando así fuere, las limita-
cluye por considerar facultado al agente ciones sólo son admisibles, en cuanto se
apoderado, para el acto realizado, exce- concillen con la índole de la proposición,
diéndose en sus poderes, ya sea para di- desechándose todas aquellas que resulten
ligencias futuras relativas al mismo o en incompatibles con las características in-
otras contrataciones que celebre. herentes a la misma.
Asimismo ha de tenerse presente para
todo cuanto significa la autorización táci- Agentes-corredores.
ta, el valor de la, costumbre en cuanto se En rigor de verdad no hay signo exterior
refiere a los actos que comprende y exige alguno que permita distinguir entre un
la gestión y contratación del seguro. agente apoderado y un agente corredor,
El agente apoderado tiene facultades toda vez que estos últimos constituyen la
que se extienden a todos los actos inhe- gran mayoría, y en razón de que las facul-
rentes a la actividad de su principal o co- tades son conocidas y ostensibles por la
mitente necesarios implícita o explícita- empresa que las otorga y el agente que las
mente; de ahí que se le puede considerar recibe.
facultado para aceptar o rechazar pro- Todas las promesas y declaraciones he-
puestas de contrato, aceptar propuesta de chas por los agentes corredores, jurídica-
prórroga o rescisión, percibir primas y otor- mente, no se consideran hechas por la em-
gar recibos, conceder esperas, recibir de- presa, ni las que se formulen por el ase-
claraciones de agravación o cambios de gurado al agente, como hechas a la em-
riesgos, de siniestros, liquidar daños, modi- presa, porque su tarea es esencialmente
ficar contratos celebrados, aceptar riesgos material y sus atribuciones consisten en
excluidos o no previstos, pero considera- recoger las ofertas que se les hacen para
dos normales. Es decir, que la facultad celebrar contratos, prórroga y modifica-
otorgada al agente, para celebrar contra- ción, revocaciones y rescisiones, como así
tos, lleva implícita la autorización de: eje- finalización de los mismos; recibir los avi-
cutarlo, percibiendo las primas, liquidar y sos que el contrato de seguro supone, en-
pagar los daños, transar, estar en juicio, tregar las pólizas de seguro extendidas
nombrar peritos arbitradores, etc., pudién- por la empresa, percibir las primas con
dose afirmar en general que el interés efec- facturas firmadas por el asegurador, re-
tivo del comitente y los límites del nego- cibir declaraciones, o cualesquiera otras'
cio que se celebra, establecen el marco de que afecten a la relación de aseguramien-
actuación del agente apoderado. to y provengan del asegurado.
Estas facultades, ya de por sí restringi-
Limitación. das, puesto que se caracterizan como una
No se puede, por ello mismo, oponer al actividad meramente intermediaria entre
asegurado, por el asegurador, las violacio- el asegurador y el asegurado, son muchas
nes en que el agente hubiere incurrido, res- veces restringidas aún más, establecién-
pecto a las instrucciones recibidas; respon- dose en la póliza que el agente no está
sabilizándolo sólo a este último frente a autorizado a introducir modificaciones en
su comitente. el contrato, ni en las tarifas, celebrarlo,
Pero, en cambio, sí es limitación y res- rescindirlo ni rehabilitarlo, con Ip cual
tricción legítima, de las facultades del aparece claramente la distinción con el
agente apoderado, oponible al asegurado, agente apoderado, cuyas facultades hemos
si aquél se excedió en el ejercicio de sus visto antes.
facultades, las que resulten de las condi- El asegurado es quien debe llenar el plie-
ciones generales de la póliza; por cuanto go de preguntas para la solicitud de segu-
lo actuado en tales circunstancias, hace ro, pero el agente corredor puede hacerlo
que pueda prescindírse de la presunción de y las más de las veces es tarea que toma
buena fe, para caer en el terreno del dolo a su cargo. En tales circunstancias si el
o la negligencia. asegurador no excluye expresamente esa
Cabe tener presente que los agentes apo- colaboración, de manera que el asegura-
do pueda conocerla, ha de tenerse por fa- rantía entre ellos, deviene responsable; y
cultad concedida al agente-corredor; de en idéntica forma es responsable de las re-
ahí que la doctrina y la jurisprudencia ducciones de tarifas que otorgue, sin facul-
hayan podido afirmar al respecto que no tad para ello, o aún contra instrucciones
podrá el asegurador alegar reticencias, si al respecto, pero dicha responsabilidad no
se ha omitido una circunstancia esencial se extiende a lo pagado por indemnización
del riesgo por el agente, con ignorancia al del siniestro, si éste se produjo.
respecto del asegurado, quien por supues-
to deberá acreditar que ha sido víctima Retribución y gastos del agente.
inocente del engaño del agente, ya que no En cuanto se refiere a la retribución de
estaba en condiciones de verificar lo que los agentes, el sistema predominante es el
escribía aquél y él suscribía con su fir- de las comisiones establecidas en propor-
ma, si su falta de instrucción o alguna in- ción del tanto por ciento o por mil sobre
capacidad se lo impedía. Podrá oponer en las primas de las sumas que son objeto
cambio la reticencia el asegurador si re- de seguro.
sultase manifiesta negligencia, o conniven- Estas comisiones según el modo de per-
cia culposa o dolosa del asegurado con el cibirlas con relación al tiempo del contra-
agente corredor. to, se pueden clasificar, según se abone de
Las disposiciones del Código de comer- una sola vez al celebrar el contrato o pe-
cio, acerca de los agentes y factores de co- riódicamente, en tanto el contrato se man-
mercio, rigen también para los agentes de tiene en vigor, al hacer el asegurado el
seguros y, en general todas las normas pago de las cuotas respectivas. En la Ar-
supletorias vinculadas a su actividad, por gentina -se ha establecido una retribución
lo que en caso de impugnarse la póliza, anual complementaria, por decreto n? 8312
pretendiéndose su ineficacia o nulidad, el del 22 de marzo de 1948, del Ministerio de
asegurador no podrá invocar las cláusulas Trabajo y Previsión.
de la misma para limitar las facultades del Para fijar los tipos de comisión median
agente, pues la extensión de tales facul- criterios vinculados a los riesgos, siendo
tades deberán fijarse, conforme a dichas fijadas las comisiones más altas para los
normas legales, en la decisión de la con- riesgos más gratos a la empresa, con lo
troversia. cual excluye de la actividad de los agen-
tes los riesgos indeseables; pero aun cuan-
Responsabilidad emergente de la conduc- do se trate de riesgos deseables y con res-
ta de los agentes. pecto a agentes de extraordinaria signifi-
La conducta de los agentes sean ellos cación para la empresa en cuanto han
apoderados o agentes corredores, implica contribuido a su creación; no puede esta-
siempre que obren en el ejercicio de sus blecerse comisión que exceda del limite
facultades, la responsabilidad del asegu- que la explotación del seguro pueda so-
rador, aún cuando obren con culpa o dolo, portar.
tanto con respecto al asegurado como de Asimismo, las comisiones son más altas
otros aseguradores. según que la celebración del contrato se
Para establecer una concreta manifes- haga por un número mayor de años.
tación de esa responsabilidad, que en ge- Es preciso tener en cuenta, cuando se
neral acabamos de caracterizar, cabe decir trata de una gran empresa de compleja
que el asegurado puede alegar la nulidad organización, que ha de concederse comi-
de todo documento que haya suscripto en sión a otros órganos del seguro, llegando
razón de maniobras dolosas del agente; a distribuirse la misma entre varias per-
respondiendo el asegurador además por sonas a saber: organizador, subdirector,
los daños que por culpa del agente en el director de zona, agente general, agente
desempeño de sus tareas ocasione; ya que principal, agente, subagente, mediador, ins-
se ha dicho con razón, que no pueden con- pector jefe, inspector.
siderarse agentes para cuando se desem- El agente tiene derecho al reembolso'de
peñan correctamente y dejar de serlo los gastos por parte del asegurador, inclu-
cuando proceden en forma incorrecta. so los de propaganda e instalación, salvo
Con respecto a la percepción de primas, que se haya revocado el poder y que di-
no se puede impugnar el pago realizado chos gastos no le fueran útiles a la em-
por el asegurado, si el agente entregó la presa.
póliza, pues esto hace presumir la facul- Aun cuando el agente haya dejado de
tad de percibir. pertenecer a la empresa, conserva su de-
El agente puede, sin incurrir en respon- recho de comisión por los pagos pos-
sabilidad hacia el asegurador, endosar los teriores al finiquito de su relación con
pagarés que recibe en pago de primas; pe- la compañía, por contratos celebrados por
ro si media una convención especial de ga- él.
Cuando la relación entre el agente y la Asociación de agentes.
empresa se extingue, aquél está obligado Hay empresas de seguros donde existen
a la entrega del archivo de la agencia, sin agrupaciones de agentes, que constituyen
poder retenerlo ni aún para la rendición así un nuevo organismo administrativo,
de cuentas. la Dirección filial o regional, a la que es-
Agente general. tán subordinadas aquéllas.
Puede considerarse que sus funciones
Los agentes apoderados suelen disponer son las mismas que las de los agentes ge-
de agentes corredores y contar con la co- nerales, y su creación sólo se inspira en el
laboración de otras personas que no tienen deseo de intensificar, en la zona en que
el carácter de agentes corredores o corre- opera la agrupación, la producción de se-
dores; y en tal caso, reciben corriente- guros, por lo que al frente de la agrupación
mente el título de agente general. se pone a una persona que tenga conoci-
Generalmente representan a la empresa mientos especiales, referidos a las posibi-
aseguradora en una demarcación preesta- lidades del lugar.'
blecida, que puede abarcar una población
o varias, comprendiendo municipios, pro- Legislación. Intervención estatal.
vincias o todo el Estado. El Estado ha debido intervenir en lo re-
Es el representante de la empresa más ferente a los agentes de seguros, por ra-
importante en sus relaciones con el público, zones de contralor y vigilancia de la
prácticamente el jefe de la explotación del actividad aseguradora y también por mo-
seguro, en el servicio exterior, lo que supone tivos meramente fiscales.
obligaciones que consisten en entregar to- El desarrollo extraordinario alcanzado
da su energía personal, con la colabora- por la actividad de ¡os agentes y su exis-
ción de todos los órganos a su cargo, y con tencia en masa, determinaron a los
el más constante y mayor celo, para alcan- Estados de la Unión Norteamericana a
zar y ofrecer para la empresa el máximo someter al régimen de concesión la indus-
de actividad de sus subordinados y con tria de los agentes de seguros, advírtién-
.ello la máxima cantidad posible de ofer- dose dos tipos de leyes al respecto: a) las
tas de seguro. que lo hacen por mero interés fiscal; b)
La elección de agentes, solventes, capa- las que tienden a afianzar y afirmar la
ces y activos, es también tarea suya, den- honestidad y solvencia de las personas
tro de su demarcación, y proponerlos a la dedicadas a esta actividad y, en ocasiones,
empresa para que los nombre; respondien- también a limitar su número,
do ante la misma de la conducta de los Se exige que la empresa aseguradora
agentes que de él dependen. acredite la capacidad y moralidad del as-
Hay muchas empresas que no limi- - pirante a agente, solicitándose la conce-
tan el radio de acción de sus representan- sión por escrito y consignándose los datos,
tes. incluso informes sobre las actividades an-
La función más importante del agente teriores del candidato, la declaración de
general en la administración de la cartera que no violará las leyes del seguro, etc.,
del seguro, tanto de lo existente al hacerse todo bajo juramento.
cargo como de lo contratado por él, es la Donde la cantidad es más numerosa y
percepción de las primas, y a él compete, la perspectiva de la competencia desleal
al recibir proposiciones de seguros: reco- se hace patente, las exigencias legales para
nocer el objeto asegurado, como así duran- el otorgamiento de la concesión se hacen
te la vigencia del contrato, encarar todas más rigurosas, al extremo que en los Es-
las gestiones oue se realicen, con la posibi- tados como Nueva York, se deja al arbi-
lidad de modificarlo, y al hacerlo debe trio de los órganos inspectores, señalar los
inspirar la máxima confianza de ios ase- informes que el solicitante debe presentar,
gurados, lo mismo que la de los agentes se les examina sobre conocimientos pro-
que de él dependen, poniéndose en contac- fesionales, ¡legándose hasta la reprobación
to inmediato con ellos, ya que constituye de los que no satisfacen las exigencias le-
el medio de comunicación entre ellos y la gales.
dirección de la empresa. En la Argentina, de acuerdo con lo dis-
Debe cuidar de la organización en cuan- puesto por la ley 11.672. artículo 102, pun-
to se refiere & la representación en todos to 11 del texto ordenado y el artículo 10
los puntos de su zona, de la empresa, para del decreto 108, 295; las empresas de se-
recibir todas las proposiciones de seguro guros deben celebrar sus operaciones por
«pie admite el plan, cuidando, al afecto, intermedio de agentes inscriptos en un
de que se haga toda la propaganda que registro que lleva la Superintendencia de
faere necesaria. Seguros, atribuyendo asimismo a esta re-
partición la última parte del referido a quien, por supuesto, no representa, li-
artículo 10 la facultad de: "suspender al mitándose a recoger la oferta, en una me-
agente o revocar su inscripción, cuando diación libre, entre asegurado y asegura-
se compruebe que no reúne los requisitos dor; recibiendo muchas veces la repre-
que exija para su inscripción, o que ha sentación del asegurado, ante el asegura-
violado las disposiciones a que debe ajus- dor.
tarse". Puede, en ocasión, llegar a depender, en.
La provincia de Buenos Aires ha dictado todo o en parte, de la empresa asegura-
disposiciones legales relativas a la policía dora, en cuyo caso se convierte ya en
y fiscalización del seguro, en las que se agente, que se caracteriza en tanto no sea
refiere a los agentes desde el punto de apoderado como agente corredor, y del
vista fiscal, para la percepción del im- cual nos hemos ocupado antes.
puesto de patente. Así, ley 4530, artículos El corredor tiene función importante que
6 y 12, modificados por la ley 5119, y re- desempeñar, cuando se trata de asegurar
glamentadas .por el decreto número 25.408, riesgos por sumas considerables, en cuyo
del 26 de abril de 1947. Ulteriormente se caso se hace necesario el coaseguro, o sea
dictó el Código fiscal, en que se contem- la concurrencia de varias compañías o
pla por idénticos motivos la situación de empresas; lo mismo que para cubrir un
los agentes de seguros en las disposicio- riesgo extraordinario.
nes respectivas, todas de carácter fiscal. En ciertos casos, la función suya no es
En idéntica forma las demás provin- sólo la de mediador, sino que, asumiendo
cias, y por motivos fiscales han dictado la representación del asegurado, celebra
disposiciones al respecto, por ejemplo: personalmente el contrato, con una o va-
Santiago del Estero, ley número 1738; rias empresas y hasta redacta en ocasio-
Tucumán, ley número 1779; Santa Pe, ley nes condiciones del contrato, liquida pri-
número 3074, etc. mas, realiza notificaciones e incluso ges-
tiona la indemnización en su caso, para
Corredor de seguros. hacerla llegar al asegurado a quien repre-
Para completar esta reseña, sobre me- senta.
diadores del seguro, en que aparecen como Se retribuye su tarea con la comisión
los más numerosos y caracterizados los o prima de corretaje que paga el asegu-
agentes del seguro, ya sean agentes corre- rador, a pesar de que el corredor recibe el
dores o agentes apoderados; es necesario encargo de seguro, del asegurado.
que nos ocupemos también, aunque muy
brevemente, de los mediadores, denomina- La reglamentación profesional.
dos simplemente corredores, y que se ocu- En nuestro país, las actividades de los
pan preferentemente de los seguros ma- mediadores del seguro están reglamenta-
rítimos. das de la siguiente forma:
Aparecieron, según expresión de Manes, El artículo 102 de la ley 11.672 (t. o.),
trabajando en el seguro marítimo desde puntos 2 y 11, dejó a cargo de la Super-
sus orígenes, aproximadamente, la segun- intendencia de Seguros de la Nación, la
da mitad del siglo xiv; abundando, como vigilancia y fiscalización de las activida-
es lógico, en los puertos de las ciudades des de los mediadores del seguro.
comerciales italianas, en Alemania por el En el año 1948, por decreto n? 8312,. se
año 1642; donde fue reglamentada la pro- encomendó a dicha repartición la prepa-
fesión, con miras a proteger la actividad ración de la reglamentación pertinente, a
de los intrusos. fin de establecer ios requisitos que debe-
Por supuesto, sigue siendo la principal rían cumplirse, para poder actuar como
actividad de los corredores el seguro ma- mediador y los derechos y obligaciones
rítimo, lo que no los excluye de otras ra- inherentes a la. condición de tal.
mas, extendiéndose al seguro de naves Por decreto ni* 8909, del 7 de mayo de
aéreas e incluso al reaseguro. 1952, el Poder Ejecutivo estableció el Es-
tatuto de los Productores de Seguros, para
Diferencia del corredor con el agente. todo el territorio de la República, reser-
La diferencia fundamental está en que vando a éstos la mediación entre asegura-
una de las partes, las más de las veces do y asegurador —cuando la hubiere—,
el asegurado, le confía, ocasionalmente, la dejando a cargo de la Superintendencia
concertación deí seguro, coaseguro o rease- de Seguros de la Nación todo lo concer-
guro; en tanto que el agente está en una niente a la aplicación e interpretación del
relación de carácter permanente, con una referido Estatuto, según lo dispuesto por
parte: el asegurador. el artículo 1<?.
Ocupa una posición libre, y no se halla, El artículo 2? expresa que "es productor
en relación contractual con el asegurador, de seguros la persona o sociedad que en
forma habitual, pública y continuada ges- el pedido sea apoyado por una entidad
tiona o realiza operaciones, mediando en- aseguradora o un productor inscripto".
tre asegurado y asegurador, siempre que Por el artículo 11 se establece quiénes
figure inscripta en el "Registro de Produc- no podrán actuar como productores, entre
tores de Seguros" que la Superintendencia otros, aquellos a quienes les está prohibido
de Seguros de la Nación habilitará al comerciar, los fallidos declarados fraudu-
efecto", disponiendo el artículo 3*? las ca- lentos; directores, síndicos, gerentes, sub-
tegorías de productores de seguros en la gerentes y apoderados generales de las
siguiente forma, a. saber: a) Corredor de empresas aseguradoras y agentes genera-
seguros: el productor que actúa directa- les, los que tienen inscripción cancelada
mente y sin exclusividad para una entidad o se encuentran suspendidos; y a toda per-
aseguradora determinada; b) Agente de sona que en razón de su actividad pueda
seguros: el productor que actúa directa- obligar o presionar a otra para tomar «n
mente con preferencia o exclusividad para seguro determinado.
una sola entidad aseguradora en los ra- Los productores autorizados tienen fun-
mos y condiciones que convenga con ella; damentalmente las siguientes obligaciones:
c) Agente organizador: el productor que Actuar personal y directamente, salvo im-
actúa directa y/o indirectamente con ex- posibilidad material; informar al asegu-
clusividad para una sola entidad asegura- rador sobre identidad de las personas que
dora en los ramos y condiciones que con- contraten por su intermedio; veiificar las
venga con ella; d) Agente organizador de condiciones del riesgo; asesorar al asegw-
campaña: el "agente organizador" que ac- rable sobre la tarifa más conveniente a
túa exclusivamente en la campaña, esto sus intereses, tipo de cobertura más ade-
es, en regiones del interior del país que cuado, detalles, extensión e interpretación
comprendan únicamente zonas rurales, del contrato; verificar todos los detalles
parajes, pueblos y/o ciudades de menor referentes al riesgo, asesorar durante toda
importancia; e) Director de producción: la vigencia del contrato al asegurado;
(ramo vida), el productor que actúa in- exhibir el documento que acredite su
directamente, con exclusividad para una inscripción como productor, ejercer tof3as
sola entidad aseguradora, en las condi- las funciones Inherentes ai carácter'de tai..
ciones que convenga con eila. firmar y sellar la propuesta qyc suscribe
Prevé lo referente a las sociedades de y comunicar a la Superintendencia de Se-
productores, que deberán constituirse como guros de la Nación cualquier circunstancia
colectivas; y los beneficios sociales que se que lo coloque en la prohibición del ar
otorgan a los productores de seguro indi- tículo 11 y llevar —sin perjuicio de los
vidualmente, como ser: retribución anual que corresponda por el Código de Comer-
complementaría, incorporación a la Caja cio— libros de registro y contabilidad que
Nacional de Jubilaciones de Empresas establezca la Superintendencia de Seguros.
Bancarías, de Seguros, Reaseguros, Capi- Queda expresamente prohibido por c!
talización y Ahorro, reconocimiento de los artículo 15: falsear o exagerar beneficios
servicios computados por dicha Caja por del seguro o antecedentes de la empresa,
toda otra Caja de Jubilación, y beneficios prometer beneficios que el asegurador no
de la ley 11,729, si se cumplen los requi- esté obligado a cumplir, incurrir en com-
sitos del artículo 8?, incisos a, b y c, en- petencia desleal; Inducir al abandono de
tre otros exclusividad de actuación para un contrato que mantenga con otra com-
una sola empresa, con carácter público pañía, comprar la póliza de un asegurado
continuado y habitual, y que ello conste y/o prestarle dinero con garantía de ella,
en contrato de exclusividad, entre el pro- y recibir remuneración alguna de los ase-
ductor y la entidad. gurados por gestiones vinculadas con el
El artículo 10 establece como condicio- contrato.
nes para inscribirse en Registro de,Pro- La remuneración de los productores de se-
ductores de Seguros, sin perjuicio de las guro fija por el artículo 17, en las siguien-
disposiciones aplicables del Código de tes condiciones: comisión para corredores,
Comercio, las siguientes: a) Ser argentino agentes, agentes organizadores, agentes
o extranjero con residencia habitual en el organizadores de campaña (estos últimos
país durante los últimos dos años, o tener dos, por su producción directa) y los em-
cónyuge o hijos de la nacionalidad argen- pleados de compañías que actúan en la co-
tina; b) tener domicilio real en el país, y locación de operaciones; comisiones que
c) acreditar competencia de acuerdo con serán uniformes para todos en cada ramo.
la reglamentación respectiva; establecién- Adicionales fije y/o variables sobre la pro-
dose una inscripción transitoria para los ducción de su organización, y/o porcentaje
que deseen dedicarse con carácter expe- de utilidades sobre el resultado de su or-
rimental como productores, "siempre que ganización, convenidos de común acuerdo
entre las partes y dentro de límites má- bién sanciones para las infracciones que
ximos, los directores de producción (ramo cometan, a saber: apercibimiento o multa
vida), los agentes organizadores y los de hasta 10.000 pesos moneda nacional,
agentes organizadores de campaña. Se suspensión hasta tres años y cancelación
prohibe toda retribución por colocación de la inscripción.
de seguros a personas que no sean pro- Todas las comisiones percibidas con
ductores de seguros. motivo de infracciones al Estatuto, debe-
La comisión se percibirá una vez que se. rán ser devueltas, lo mismo que cualquier
obtenga el derecho a ella, señalándose otra suma percibida y que le beneficiare,
como momento el ingreso a la compañía con motivo de la infracción.
de la prima o cuotas de prima respectiva; La Superintendencia de Seguros de la
y queda prohibido reducir primas, efectuar Nación, por denuncia o de oficio, puede
descuentos o bonificaciones sobre ellas, iniciar el procedimiento para constatar y
tanto a las compañías como a los produc- penar la Infracción, y los responsables
tores. tienen un plazo de treinta días a partir
Toda comisión que las compañías deban de la notificación para ser oídos y presen-
abstenerse as reconocer y pagar, multas y tar prueba de descargo, siendo susceptible
devoluciones que imponga la Superinten- de ampliación dicho plazo si la Super-
dencia de Seguros, ingresarán a una cuen- intendencia lo encontrare atendible. Una
ta especial, a nombre de ésta y a su- orden, vez reunidas todas las pruebas de cargo,
hasta que se incorporen los productores descargo y alegatos, pasan a estudio de la
al régimen de la Dirección general de ser- Comisión Asesora Honoraria que crea el
vicios sociales, para el personal de seguros, artículo 37 para asesorar a la Superinten-
reaseguros, capitalización y ahorro, crea- dencia en todo lo relativo a la aplicación,
do por la íey 14.057. interpretación y modificación del Estatu-
En caso de fallecimiento de un produc- to. Dicha Comisión Asesora deberá dicta-
tor, sus derechohablentes pueden continuar minar previamente a toda resolución que
con la cartera, inscriptos en el Registro, o sobre el particular deba dictar la Super-
por otros productores. La misma compañía intendencia de Seguros de la Nación.
atenderá por un año dicha cartera, acre- De toda resolución de la Superintenden-
ditando las comisiones correspondientes, cia, que dicte en estos casos, como así de-
debiendo optar dentro de dicho plazo, los negando la inscripción, podrá apelarse
derechohabientes, por la continuación o para ante el Ministerio de Hacienda de la
transferencia a otros productores. Nación, pero es previo a ello interponer
Se considera autorizado para cobrar la ante la Superintendencia recurso de re-
prima, al productor de seguros que ha re- vocatoria y su denegación por ésta para
cibido de la compañía la póliza y/o los que proceda el de apelación. La apelación
recibos oficiales de la empresa, no pudien- sólo se concederá en relación, y se esta-
do recibir documentos en pago de ella, si blece para la interposición de ambos re-
no estuviese autorizado al efecto. cursos el plazo da quince días hábiles, con-
El ejercicio clandestino de la actividad tados desde las correspondientes notifica-
de productor de seguros se pena con mul- ciones. SI se concede el recurso de revoca-
ta de hasta 5.000 pesos moneda nacional, toria podrán dentro del plazo de quince
y las infracciones al Estatuto, por parte días hábiles a partir de la notificación apor-
de funcionarios mandatarios de la em- tarse nuevas pruebas.
presa, con apercibimiento, multa de hasta Las resoluciones que se dicten por la
100.000 pesos moneda nacional, prohibición aplicación e interpretación del Estatuto,
de contratar seguros por hasta noventa una vez firmes, harán cosa juzgada, dis-
días, en el ramo de la infracción, en al- pone el artículo 36; in Une, del mismo.
gunos otros o en todos; en caso de reinci- La Comisión Asesora Honoraria, que se
dencia. instituye por el artículo 37, será presidida
Sin perjuicio de ello, se establecen res- por la Superintendencia de Seguros de la
ponsabilidades individuales, en forma per- Nación, y se integrará con un represén-
sonal y/o solidaria, sancionando infrac- tente de cada uno de los organismos gre-
ciones con multa hasta de 10.000 pesos miales de productores y empleados de
moneda nacional e inhabilitación de hasta seguros, reconocidos por la autoridad com-
cinco años para actuar en cualquier cam- petente, y un representante por cada aso-
po de la actividad aseguradora. Cuando ciación de entidades de seguros con per-
los funcionarios sean de inferior jerarquía sonería jurídica.
se les penará con hasta 5.000 pesos mo- Se renovará la Comisión totalmente ca-
neda nacional. da dos años, y sus miembros titulares y
Los productores tienen establecidas tam- suplentes serán designados por la Super-
intendencia de Seguros de la Nación, a alianzas defensivas u ofensivas, para pac-
propuesta en terna, tanto para titular tar la paz, para convenir matrimonios, para
como para el suplente, por cada una ofrecer dádivas y regalos en señal de
de las entidades representadas; debién- amistad o de sumisión, etc., no eran sino
dose presentar a la Superintendencia con diplomáticos primitivos que, sin embargo,
treinta días de anticipación a la fecha de tenían con los actuales similitudes tan
renovación de los miembros de la Comi- evidentes como la de ostentar la repre-
sión. sentación de la tribu o jefe por delegación
La vigencia del Estatuto del Productor de los cuales actuaban, y en tal sentido,
de Seguros, instituido por decreto del P. E. usando la terminología de hoy, eran ver-
de fecha 7 de mayo de 1952, número 8909, daderos plenipotenciarios para el asunto
fue postergada por el mismo y sucesiva- concreto que habían de tratar, y la de
mente por otros decretos, como el número gozar de la prerrogativa de su inviolabili-
7118 del 24 de septiembre de 1952; el nú- dad personal, acompañada a veces de un
mero 4177 del 12 de marzo de 1953 y por carácter sagrado. Pasando de la organiza-
último el decreto número 9124 del 26 de ción tribal a tipos de sociedad más des-
mayo de 1953, que mantiene la suspensión arrollados, encontramos la costumbre en
de la vigencia hasta el mes de noviembre la antigua China de enviar legados espe-
de 1953. ciales a los Estados vecinos. Y en lo que
De estos decretos cabe mencionar muy a la India se refiere, las leyes de Manú
especialmente el número 4177 del 12 de ya insertaban normas relativas a las rela-
marzo de 1953 que derogó el número 8909 ciones diplomáticas.
del 7 de mayo de 1952. Si bien introduce Los pueblos helénicos, independientes y
numerosas modificaciones, coincide con el soberanos, ao sólo se enviaban unos a otros
anterior en cuanto instituye el Estatuto embajadores o legados, sino que tuvieron
del Productor de Seguros, reglamentando la idea de la "misión diplomática", puesto
la profesión en sus lincamientos fundamen- que dichos representantes eran verdade-
tales. ros jefes de misión que iban acompañados
BIBLIOGRAFÍA. — HermarmstSorfer, P., Seguros
del correspondiente séquito. En Roma se
privados, Ed. Labor, Barcelona, 1933. — Manes, perfecciona la institución, puesto que se
A., Tratado de seguros, "Teoría general del segu- reconoce a los Estados soberanos el dere-
ro", Ed. Logos, Madrid, 1930. — Halperín, I., cho de legación activo y pasivo. Los lega-
Contrato de seguro, Ed. T. E. A., Bs. Aires, 1946. tus u oratores eran sagrados e inviolables,
— Murattl, N., Elementos económicos, técnicos y
jurídicos del seguro, Ed. El Ateneo, Bs. Aires» 1946, no podían ser expulsados sino por causas
— Alien Fraude, T., Principios generales de se- graves, estaban exentos civil y criminal-
guros, Ed. F. C. E., México, 1949. — Instituto de mente de la jurisdicción local, y cualquier
Sociedades Comerciales, Facultad de Ciencias Eco- ofensa que se les Infiriese tenía que ser
nómicas de Bs. Aires, "La explotación del seguro
y su régimen legal. Estadísticas argentinas bosta debidamente reparada, considerándose la
1936, inclusive. Legislación extranjera". — Anales omisión como casus belli.
de Legislación Argentina^ En la Edad Media se mantiene y aun
se acrecienta la costumbre, mejor diríamos
AGENTES DEL SERVICIO CIVIL DE LA la necesidad, del envío de misiones diplo-
NACIÓN. (V. EMPLEADOS PÚBLICOS.) máticas, siempre sobre la base de la invio-
labilidad de los embajadores o legados.
AGENTES DIPLOMÁTICOS. * Aun cuan- Los Papas enviaban con frecuencia a las
do no con las características actuales, la naciones europeas sus representantes di-
función diplomática, no en su sentido ori- plomáticos, a los que se denominaba legatt
ginal de arte que enseña las reglas para
conocer y distinguir los diplomas y otros a tolere si tenían el rango de cardenales,
documentos solemnes, sino en el de cien- y legati missi o nuntü si eran de menor
cia o conocimiento de los intereses y re- categoría. En el Derecho español, ya el
laciones de unas naciones con otras, y Código de las Siete Partidas abordaba el
más todavía en el de servicio de los Esta- tema, si bien concretamente referido a los
dos en sus relaciones internacionales, que mensajeros "que vienen muchas vegadas
eso es la diplomacia, tiene muy remotos de tierra dé moros, e de otras partes a la
antecedentes, puesto que es la consecuen- Corte del Rey", sin duda porque en aquella
cia ineludible de la división de la huma- época la mayor necesidad de gestiones di-
nidad en grupos, y de la precisión, por plomáticas se relacionaba con los árabes
razones de sociabilidad, de establecer re- invasores. Pues bien, no obstante lo pro-
laciones entre ellos. Los emisarios envia- longado de una lucha en que no sólo
dos de una tribu a otra para concertar jugaban sentimientos nacionales, sino tam-
bién religiosos, la inviolabilidad de dichos
* Por el Dr. MANUEL Ossoaio T FLORIT. representantes era categóricamente esta-
bleclda: "e maguer vengan de tierra de categorías, mediante las "cartas creden-
los enemigos por mandado de ellos, tene- ciales", dirigidas de jefe a jefe de Estado;
mos por bien, e mandamos, que todo men- si son de la cuarta categoría, mediante las
sajero que venga a nuestra tierra, quier "cartas de gabinete", dirigidas de ministro
sea chrtstiano, o moro, o judío que venga, a ministro de Relaciones Exteriores; y si se
e vaya seguro, e salvo por todo nuestro trata de Encargados de Negocios ad inte-
señorío; e defendemos que ninguno non sea rim, por medio de yna nota dirigida por
osado de facer tuerca nin tuerto, nin mal, el jefe de misión que se ausenta, al mi-
a él nin a sus cosas". También se estable- nistro de Relaciones Exteriores. La pleni-
cía, en cierto modo, el principio de exen- potencia puede estar determinada en la
ción de la jurisdicción local, con estas carta credencial o en documento aparte
palabras: "E otrosí dezimos, que maguer y contiene la autorización concedida al
el mensajero que viniesse a nuestra tierra, agente diplomático para realizar negocia-
devisse alguna debda a orne de nuestro ciones, o participar en una conferencia
señorío, que non le prendan por ella, nin diplomática o a concertar un tratado. La
lo traigan a juyzio; mas las debdas que plenipotencia tuvo antes carácter absoluto,
íiziesse en nuestra tierra después que pero ahora la negociación o firma del
viniesse en la mensajería, si non las qui- plenipotenciario se entiende subordinada
siesse pagar, bien gelas puede demandar, a la ratificación de su gobierno.
e apremiarlo por juyzios, que los pague". Al agente diplomático se le denomina
Pero es en el siglo xv cuando se empie- jefe de misión, y es acompañado en ella,
za a señalar el concepto actual de la di- especialmente cuando se trata de repre-
plomacia mediante la institución de repre- sentaciones permanentes, por consejeros,
sentaciones permanentes, hechas por las secretarios, intérpretes, valijeros y agrega-
Repúblicas italianas. Esta costumbre se dos de "diversas clases (comerciales, cultu-
extiende a todos los países europeos a lo rales, militares, obreros, etc.),
largo del siglo xvi; y es en 1648, en el El envío y recepción de agentes diplo-
Congreso de la Paz de Westfalía, donde se máticos (derecho de legación activo y. pa-
establece la obligatoriedad de mantener sivo) es facultad de los Estados soberanos.
relaciones diplomáticas entre los Estados No es obligación, dado que un Estado pue-
europeos, como medio de afirmar el equi- de no establecer relaciones diplomáticas
librio político. El sistema se fue generali- con otros o romper las existentes. Tampo-
zando y especialmente a partir del si- co el derecho de legación activo y pasivo
glo xix, en cuyo año 1815 se celebró el tiene una correlación forzosa, ya que, aun
Congreso de Viena, se han hecho cada cuando el caso sea raro y excepcional,
vez más frecuentes este género de reunio- nada impide en las normas internaciona-
nes internacionales. Si bien a algunas de les que un Estado envíe agentes diplomá-
las más importantes concurrieron los res- ticos a otro sin recibirlos del mismo y vi-
pectivos jefes de Estado o sus primeros ceversa.
ministros, para otras fue necesario acre- Para designar un jefe de misión se
ditar agentes diplomáticos ad hoc, con consulta previamente si es persona grata
carácter de delegados plenipotenciarios. y el gobierno consultado puede conceder
Las diferentes clases de agentes diplo- el placet o negarle sin dar explicaciones.
máticos fueron establecidas en el precita- Para los demás miembros de la misión no
do Congreso de Viena con alguna modifi- hace falta consulta previa, pero cualquier
cación hecha en el de Aquisgrán, de 1818, objeción al nombramiento o permanencia
quedando clasificados en las siguientes determina el retiro inmediato.
categorías: 1^ Embajadores, Legados y Las funciones de los agentes diplomá-
Nuncios üos-dos últimos para los repre- ticos sé concretan a mantener las rela-
sentantes de la Santa Sede). 2? Enviados ciones políticas entre los dos países, vi-
extraordinarios y Ministros plenipoten- gilando el desarrollo de las relaciones
ciarios (Internuncios para la Santa Sede). jurídicas, económicas, financieras, cultura-
3* Ministros residentes. 4^ Encargados de les, etc.; a fomentar el buen entendimiento
Negocios (permanentes o interinos). La entre los dos pueblos y gobiernos; a ob-
clasificación sólo afecta a las cuestiones servar e informar sobre la situación del
de precedencia protocolaria, pues todos país; a negociar los tratados y acuerdos
ellos ejercen igual la representación del que sea menester; y a proteger a sus con-
Estado que les ha acreditado y gozan de nacionales, repatriándolos si estuvieren
las mismas inmunidades y privilegios. Los en la indigencia. Los agentes diplomáticos,
agentes diplomáticos se acreditan ante el en el desempeño de sus funciones, tratan
país que los recibe, de la siguiente forma: directamente con el ministro de Relacio-
si son de cualquiera de las tres primeras nes Exteriores del país en que están acre-
ditados, y únicamente con anuencia del menos tratándose de actos cuya realización
ministro pueden tratar con el jefe del es voluntaria. De otra manera, se dejaría
Estado. Las funciones de los agentes di- en situación desventajosa a los naciona-
plomáticos ad hoe se limitan al asunto les que con él hubiesen entablado aquellas
concreto para que han sido designados, relaciones; y aun se dificultaría la vida
bien se trate de una negociación determi- normal de dichos funcionarios con quienes
nada, bien de un acto de mera cortesía. mucha gente no querría contratar para no
Los agentes diplomáticos gozan de las colocarse en situación polémica de infe-
siguientes inmunidades: inviolabilidad de rioridad. Sin embargo, este punto de vista
su persona; exención de jurisdicción local; no es por todos compartido, pues muchos
y exención de cargas fiscales directas. Ta- autores sostienen que no siendo siempre
les privilegios existen a base de recipro- clara la distinción entre actos oficiales y
cidad y cesan por inconducta del agente privados, el sólo hecho de consentir a la
diplomático. Si se hace huésped intómodo autoridad judicial local la dilucidación de
o se ingiere en política, el Estado local no ese problema, ya representa un atentado
puede someterle a juicio, pero puede des- contra el principio de la inviolabilidad
hacerse de él declarando que ha dejado de diplomática, porque el agente no tendría
ser persona grata o, en casos graves, en- garantía ninguna, ni siquiera frente al
tregándole los pasaportes y acompañán- ejercicio abusivo de la autoridad local, pues
dole hasta la frontera con las garantías inclusive se haría posible que la autoridad
necesarias para la seguridad de su per- local dificultase la actuación oficial del
sona y efectos. Estas medidas igualmente diplomático, promoviéndole cuestiones ju-
se pueden adoptar con respecto a los de- diciales bajo pretexto de actividades no
más miembros oficiales de la misión. La oficiales. Como se ve ambas tesis presen-
inviolabilidad del agente diplomático es tan su pro y su contra, resultando difícil
extensiva a la sede de la embajada o lega- señalar cuál sea la más acertada. De to-
ción, a la correspondencia, a los efectos dos modos, es criterio corrientemente ad-
personales, a los vehículos y al equipaje. mitido que no se pueden adoptar medidas
En la inviolabilidad de la sede tiene su de compulsión o de ejecución judicial. La
fundamento el derecho de asilo diplomá- exención de impuestos y tasas directas es
tivo. (V. ASILO, derecho de.) Otros privi- aplicable al personal oficial y comprende
legios del agente consisten en la utiliza- también los derechos de aduanas sobre los
ción de clave para comunicarse, incluso efectos de la legación y los de uso perso-
telegráficamente, con su gobierno; en usar nal.
valijas cerradas propias; y en enviar o Los agentes diplomáticos no pueden ser
recibir correos especiales. obligados a comparecer como testigos, pero
La exención de jurisdicción local en ma- se les puede requerir para que emitan su
terias civil y penal comprende al jefe de testimonio por escrito o para que, si se
misión, al personal oficial de la misma, avienen a ello, concurra el juez a su re-
a los miembros de la familia de cualquiera sidencia para recibirlo. En la Argentina,
de ellos que vivan bajo su mismo techo, y el artículo 96 de la Constitución atribuye
al personal no oficial (excluido el servi- a la Corte Suprema de Justicia la compe-
cio doméstico) pero no a sus familias. La tencia única para entender en las causas
concernientes a embajadores, ministros
exención de jurisdicción en materia penal plenipotenciarios y cónsules extranjeros.
puede ser renunciada por el privilegiado En el aspecto doctrinal se ha discutido
con ella, previa autorización de su gobier-
no. La exención en materia civil se en- el fundamento jurídico de las inmunidades
tiende generalmente para la actuación y privilegios diplomáticos. Desde luego, y
oficial, pero no para la privada (propiedad en un principio, tuvo que obedecer a una
personal sobre bienes, herencias, legados, razón de orden práctico, ya que cuanto
contratación particular, etc.). Este crite- más elementales y violentas fuesen las
rio se puede defender muy fundadamente costumbres de las tribus y de los pueblos
en el sentido de que si un individuo de los necesitados de establecer relaciones en-
que forman la misión, fuera de sus fun- tre sí, mayores garantías de seguridad
ciones oficiales, tiene o adquiere bienes necesitaban obtener las personas que ha-
integrantes de su patrimonio privado, es- bían de ostentar la representación entran-
tablece relaciones de parentesco o sucesión, do en territorio ajeno y generalmente ene-
realiza actos de comercio, suscribe contra- migo. De otro modo hubiese sido difícil
tos de arrendamiento, de préstamo, de desarrollar esas relaciones. Con Hugo Gro-
permuta, etc., no hay razón ninguna para cio y Van Bynkershoek nace la teoría ju-
que pueda sustraerse de las leyes del país rídica que Wolff llamó de la extraterrito-
en que tales actos tienen lugar, y mucho rialidad. Partiendo del principio de que la
jurisdicción soberana de un Estado alcan- acreditada o no tuviese su residencia ha-
za a toda persona que habite en su te- bitual una legación permanente, se podría
rritorio, llega a la conclusión de que los investir con el carácter de encargado de
agentes diplomáticos se sustraen a esa negocios a los cónsules generales. Sin ne-
jurisdicción porque no son habitantes del cesidad da nombramiento especial, el pri-
país donde están acreditados, sino que mer secretario, a falta del jefe de la le-
debía considerárseles como ausentes del gación, le sustituiría a título de encargado
mismo. Trátase, pues, de una ficción de de negocios ad interim. Se regulaban el
derecho, en virtud de la cual, según Wolff, nombramiento y las causas de cesantía de
"los ministros públicos con su séquito, sus los jefes de misión.
bagajes y las cosas que les pertenecen son El decreto de 20 de enero de 1926, re-
supuestos que se encuentran fuera del glamentario de la ley 4.711, clasificaba a)
territorio, y por lo que sus palacios son personal diplomático en las siguientes
considerados como situados fuera del te- categorías: a) Embajador en misión per-
rritorio". Ya en el pasado siglo fue dis- manente o especial, b) Enviado extraordi-
cutida la teoría de la extraterritorialidad, nario y ministro plenipotenciario en misión
que en nuestros días es generalmente re- permanente o especial, c) Consejero de
chazada, por entenderse que para justificar Embajada, d) Secretario de primera clase,
las inmunidades diplomáticas no es pre- e) Secretario de segunda clase, f) Agregado
ciso acudir a la precitada ficción. Bastan- o asesor civil, comercial, técnico especial,
do apoyarse en el hecho de que la misión militar, naval o de aviación. Establecía las
diplomática sólo es realizable mediante la normas para el nombramiento, toma de
independencia y libertad de actuación de posesión de los cargos, las atribuciones y
los agentes. Otra cosa representaría una obligaciones, la forma de llevar los libros
coacción latente sobre los representantes y el archivo, el uso de la clave y el empleo
diplomáticos cohibidos por posibles y a del escudo y de la bandera, la correspon-
veces arbitrarias represalias, mucho más dencia postal y telegráfica, los sueldos, los
si se tiene en cuenta que no siempre se gastos de instalación, de ascenso y de
desempeñan en naciones con las que se traslado, los pasajes, las licencias, la si-
mantengan relaciones cordiales y que, aun tuación de disponibilidad, el egreso de la
a veces, siquiera sea de modo transitorio, carrera, las sanciones, el ceremonial y los
pueden encontrarse en países con el que uniformes y honores militares.
el suyo propio se halla en guerra. Actualmente todas estas cuestiones apa-
En las relaciones internacionales son recen reguladas en la ley 12.951 de 15 de
admitidos otros agentes que no tienen ca- febrero de 1947, relativa al Servicio Exte-
rácter diplomático, por cuanto no ejercen rior de la Nación, estableciendo que los
la representación formal del Estado, como funcionarios que integran dicho servicio
son: los confidenciales, encargados de rea-
lizar ciertas exploraciones ante el gobier- desempeñan indistintamente cargos diplo-
no de otro Estado; los observadores, que se máticos y consulares, a cuyo fin se esta-
envían a aquellas conferencias internacio- blece una correlación de categorías entre
nales en las cuales no se desea participar consejeros
cónsules
de primera y segunda clase y
generales de primera y segunda
oficialmente; los comisionados o peritos, clase, entre secretarios de primera, segun-
para realizar estudios con funcionarios
análogos designados por otro país en asun- da y tercera clase y cónsules de primera,
tos de interés recíproco; y los delegados segunda y tercera clase, y entre agrega-
sin plenipotencia, que asisten a conferen- dos y vicecónsules. Además de estas cate-
cias internacionales para deliberar sobre gorías y por encima de ellas, se establecen
cuestiones técnicas, a fin de preparar an- las de embajadores extraordinarios y ple-
teproyectos, que se someten luego a la fir- nipotenciarios, enviados extraordinarios y
ma de sus gobiernos o de los agentes di- ministros plenipotenciarios de primera cla-
plomáticos. se y enviados extraordinarios y minis-
tros plenipotenciarios de segunda clase.
En la Argentina, la ley 4.711 de 25 de Los embajadores podrán ser designados
septiembre de 1905, promulgada el 30 de entre los ministros plenipotenciarios del
octubre siguiente, estableció normas para cuadro permanente del cuerpo diplomáti-
el cuerpo diplomático. En ella se clasifi- co o entre personas extrañas al mismo.
caba el personal en: a) Enviados extraor- En este último caso, el nombramiento se
dinarios y ministros plenipotenciarios, b) considerará extendido nada más que por
Encargados de negocios, c) Secretarios de el tiempo que dure el mandato del presi-
primera clase, d) Secretarios de segunda dente de la Nación que lo designe. En caso
clase, e) Agregados civiles, militares o na- de ausencia del jefe de la misión, el mi-
vales. En los países donde no estuviese nistro consejero o el consejero que le siga
en jerarquía y antigüedad desempeñará de agentes navieros y agentes de navega-
las funciones de encargado de negocios ad ción, a las personas o entidades que en
interim, sin necesidad de nombramiento concepto de mandatarias del propietario
especia!. A iguales fines, los secretarios y o del armador del buque, intervienen en
agregados necesitan una designación ex- operaciones mercantiles relativas al trans-
presa. El Poder Ejecutivo puede designar porte marítimo de personas y de mercan-
embajadores, ministros plenipotenciarios o cías, tales como recibo y entrega de la
agentes en misión especial ante los gobier- carga, recepción de la póliza, cobro de
nos extranjeros, y delegados u observado- fletes, consignación de las mercaderías, y
res ante Conferencias, Congresos, Asam- otras muchas que corresponderían, con-
bleas y organismos internacionales. El mi- forme a la ley, a sus mandantes. En esa
mistro de Rela^nes Exteriores, a propues- misma representación desempeñan funcio-
ta de los respectivos ministerios, designará nes que el Código de comercio atribuye a
agregados militares, navales, aeronáuticos, los capitanes de los buques. El concepto de
de prensa, obreros, culturales, docentes o la navegación marítima ha sufrido una
de otro carácter técnico, todos los cuales, enorme transformación de cien años a
así como también el personal que desem- nuestros días. La navegación a vela y la
peñe funciones consulares, dependerán del de los primeros buques a vapor era lenta
jefe de la misión, a quien deben dar cuen- y requería prolongadas estadías en los
ta de los informes que envíen o reciban de puertos de escala y de destino, circunstan-
sus respectivos ministerios. cia que permitía a los capitanes ocuparse
Para las condiciones de ingreso en el directamente de la contratación de los
Servicio Exterior de la Nación, véase lo que fletes y del transporte de pasajeros, así
al respecto se dice en la voz correspondien- como de las otras muchas operaciones pre-
te a los "agentes consulares". vias a la zarpa de la nave o posteriores a
En la ley 12.951 se regulan también las su arribada. Pero la moderna seguridad y
obligaciones que impone el estado diplo- rapidez en la navegación, ha traído como
mático, los derechos y la pérdida de los consecuencia la formación de líneas regu-
mismos; la calificación a efectos del ingre- lares de comunicación, en las cuales no es
so, ascensos, traslados, retiros, disponibili- conveniente que los buques se detengan en
dad y medidas disciplinarias; los sueldos, cada puerto sino contadas horas o, a lo
asignaciones y pasajes; las licencias; y las sumo, contados días. Ello imposibilita que
sanciones disciplinarias y remociones. La sea el capitán quien se ocupe de concertar
ley 12.951 se encuentra reglamentada por los contratos de transporte de personas y
el decreto 5.182 de 24 de febrero de 1948, de cosas, haciéndose preciso que a la 'lle-
parcialmente modificado por los decretos gada de la nave esté todo preparado para
25.602, de 25 de agosto del mismo año, y la carga. Sin embargo, muchas legislacio-
31.870, de 16 de diciembre de 1949. Otro nes reguladoras de este problema (como,
decreto, el 17.165, de 11 de junio de 1948, por ejemplo, el Código de comercio argen-
prohibe que dentro de una misma depen- tino) siguen aferradas al viejo concepto y
dencia de la Cancillería, presten servicios continúan atribuyendo al capitán funcio-
personas ligadas entre sí por parentesco nes que, en la práctica, ño puede ejercer y
de consanguinidad o afinidad hasta el que han de ser desempeñadas por los
cuarto grado, salvo los cónyuges en deter- agentes marítimos a los cuales no alude
minadas circunstancias. el Código, pero que la realidad ha impues-
El decreto 6.420 de 15 de marzo de 1949, to y la jurisprudencia'ha regulado.
crea la carrera de agregados obreros, que Scialoja se ocupa de este tema y define
habrán de figurar en el presupuesto del a los agentes de navegación o consignata-
Ministerio de Relaciones Exteriores, y que rios como las personas que en forma esta-
comprenderá las siguientes categorías: Con- ble o en cada caso, están encargadas en
sejero gremial de primera y segunda clase, los puertos del cumplimiento de opera-
Secretario gremial de primera, segunda y ciones relativas a los buques que llegan o
tercera clase y Agregados obreros. parten; y señala, con referencia a Italia,
BIBLIOGRAFÍA.— V. la consignada en Agentes que el Código de comercio atribuye al ca-
consulares. pitán el cumplimiento de todas las ope-
AGENTES FISCALES. (V. MINISTERIO raciones comerciales y la gestión de la
FISCAL.) carga, lo que presupone una prolongada
detención del buque en los puertos. Pero
AGENTES MARÍTIMOS.* Se conocen el armador tiene interés en reducirla al
con esa denominación, y también con las mínimo y ello ha traído como consecuen-
cia el nombramiento de representantes pro-
* Por el Dr. MAKUEL OSSORIO Y FLOUIT. pios o mandatarios terrestres que cuiden
de tener preparados los fletes y cargas sí ni asuntos pendientes ni cuestiones que
y tomen en consignación las mercaderías resolver. Pero ahora las cosas suceden de
desembarcadas, para distribuirlas entre otro modo: el buque se detiene el menor
sus destinatarios, quizá cuando el buque tiempo posible y se hace a la mar dejan-
ya haya partido. Esos representantes o do en el muelle, según la expresión de
mandatarios ^nsigue diciendo Scialoja— Eipert, un importante cargamento que es
son los consignatarios que, como auxiliares preciso entregar a los destinatarios; y tam-
de la empresa de navegación, sustituyen bién —sigue exponiendo Gamechogoicoe-
al armador o al capitán en el cumplimien- chea— un reguero de reclamaciones y
to de las operaciones de tráfico naval y protestas de los receptores y de'cuestiones
que unas veces forman parte del personal a resolver. Tampoco puede el capitán rea-
auxiliar de la empresa naviera, y otras lizar en las pocas horas que a veces per-
yeces son comerciantes que en sus propias manece en el puerto, los trámites más o
oficinas de negocios tramitan los asuntos menos complicados que exige la entrada
de los propietarios de los buques, actuando y salida del buque. Todo eso es lo que ha
como sus representantes. Frecuentemente quedado a cargo de un intermediario, a
las funciones del consignatario o agente quien el autor comentado designa siempre
marítimo están desempeñadas por el pro- con el nombre de consignatario.
pio armador, mediante la institución de Esa designación es también la que pre-
filiales o sucursales permanentes, en los ferentemente" emplea la legislación ar-
puertos de su tráfico, sistema con el cual gentina, aun cuando en ninguna parte
desaparece la figura del intermediario, llá- aparezcan sistemáticamente definidas sus
mese agente o consignatario. funciones, ni con ese nombre ni con el de
Cuando es el mismo armador quien actúa agente marítimo o agente de la navega-
en los diversos puertos, valiéndose de su- ción.
cursales o filiales, se simplifican notable- Ya en las Ordenanzas de Aduana, apro-
mente los problemas de su responsabili- badas por la ley 810, de 5 de octubre de
dad frente a terceros y se eliminan por 1876, se emplea la palabra consignatario
completo los derivados de la representa- con un doble sentido de "consignatario del
ción, tanto más difíciles de resolver cuan- buque" y de "consignatarios de las merca-
to mayores son la falta o la vaguedad de derías". Estos segundos interesan a efectos
las disposiciones legales concernientes a del estudio del contrato de transporte
dichos intermediarios. Lo corriente es apli- marítimo y de fletamento, pero no guar-
car las normas generales del mandato y dan relación ninguna con el concepto de
tener en cuenta los usos y costumbres de agente marítimo de que nos ocupamos. A
la navegación en general y del país don- éstos únicamente nos referiremos. En di-
de se actúe en particular. chas Ordenanzas encontramos las siguien-
Con relación al aspecto genérico del tes disposiciones:
tema considerado y con vistas a la legis- Al tratar de los requisitos y diligencias
lación española, Gamechogoicoechea se- necesarios desde que fondea un buque has-
ñala que al naviero corresponde la re- ta que obtiene el alijo o permiso de des-
presentación del buque en el puerto en que carga, determinan los artículos 40, 42, 43,
se encuentre; pero que carente del don 45, 46, 50 y 52, que el capitán o el consig-
de ubicuidad, ha de valerse de ,otra per- natario del buque presentarán en la con-
sona o entidad que le represente de- taduría de Aduana un certificado, por
fendiendo los intereses de la nave y re- duplicado, del cónsul a cuya nación per-
solviendo cuantos conflictos se puedan tenezca el buque, haciendo constar el de-
presentar en el curso de la expedición, pósito en el Consulado de los papeles de
sin que pueda llenar ese cometido nadie navegación del buque, y si el buque es
mejor que el capitán, compañero insepa- nacional, o no hay cónsul de la nación a
rable del buque, por cuya razón la ley que pertenezca, el depósito de los papeles
le otorga, entre otras facultades, todas las se hará en la Capitanía del puerto; que
relativas a las operaciones comerciales de el capitán o el consignatario del buque re-
carga, descarga, entrega de mercaderías, cibirán para su abono la liquidación prac-
cobro de fletes, pago de gastos, etc. Ahora ticada por la contaduría, en concepto de
bien, esto sucedía así en los tiempos de derechos y multas correspondientes a la
la navegación a vela, cuando un barco no falta de legalización consular de los pape-
solía tocar repetidamente un mismo puer- les de la carga; que firmarán la diligencia
to, o sea, como dice Rocco, citado por el de reconocimiento de los documentos y de
mencionado autor español, en los tiempos confrontación del manifiesto, recibiendo
en que el capitán, al abandonar el puerto después el consignatario del buque el ma-
de carga o de descarga, no dejaba tras de nifiesto original de la carga y relación del
sobrante de rancho, para su traducción, de exportación de cabotaje, fija en sus
por triplicado en papel sellado, y siendo artículos 696, 697, 701, 703, 706, 709 y ^710,
responsable de los errores en la traduc- las obligaciones análogas a las anterior-
ción, errores que serán salvados ante el mente reseñadas, que incumben al con-
Administrador, excepto si los mismos se signatario del buque.
encuentran en el manifiesto original, en En las mismas Ordenanzas de Aduana
cuyo caso deberán ser rectificados por el se consigna un capítulo especialmente des-
capitán. tinado a tratar de las operaciones de im-
Al tratar del retorno o permanencia de portación y de exportación en paquetes a
la carga, determina el artículo 83 que el vapor o buques privilegiados, entendiéndose
permiso del retorno debe ser firmado por como tales los que empleando esa fuerza
el consignatario de las mercancías y en au- motriz "se establezcan en una línea cual-
sencia de éste, por el consignatario del quiera, siempre que su itinerario, sus es-
buque. calas y la duración de sus viajes sea a
Al referirse a la apertura de registro de tiempo fijo y determinado" (art. 836). Es
carga en las operaciones de exportación, interesante mencionar que en esa parte
establece que sólo podrá hacerlo el con- de las Ordenanzas se emplea la palabra
signatario de entrada u otro comerciante agentes en lugar de consignatarios del bu-
establecido, debidamente autorizado por que, posiblemente por la costumbre que
el consignatario (art. 534), a menos que desde un principio tuvieron las líneas re-
el capitán del buque, al consignarlo a su gulares de navegación de establecer agen-
entrada, haya nombrado otro consignata- cias o agentes en los puertos de escala de
rio para la salida (art. 535). sus barcos. Así, en el artículo 842 se in-
Al referirse al despacho del Jmque, man- dica que los armadores o agentes de los
da que el consignatario, terminada la car- paquetes a vapor responden personalmen-
ga, presente en la Oficina de Registros te a la Aduana por todas las diferencias
una relación de todo lo que conduzca la que resulten en la descarga, y que en los
nave, haciendo constar su arboladura, buques de vela impedirían su despacho y
nacionalidad, nombre, destino, número de salida. Claramente se ve en este precepto
bultos y fecha (art. 619) y pedirá al Ad- la variación producida en la navegación y
ministrador el cierre del registro de car- cómo la exigencia de la permanencia del
ga (art. 623). Si dicha oficina encuentra buque hasta tanto estuviesen todas las ope-
que faltan despachos o copias de facturas raciones en regla, atentaría contra la re-
para depósito de alguna parte del carga- gularidad del transporte marítimo. De ahí
mento, no dará el expedito hasta tanto la necesidad de ir derivando la responsa-
el consignatario del buque no presente bilidad de la nave y de su capitán hacia
un certificado de la alcaidía en que cons- un intermediario o agente con residencia
te estar en los almacenes de Aduana los en el puerto. Con igual objeto de aligerar
bultos por los cuales no se ha expedido las operaciones se permite a los paquetes
despacho o depósito (art. 630). La guía a vapor que lleguen a puerto en días u
de salida del barco, expedida por la oficina horas en que la Aduana no funcione, de-
de entradas y salidas, será entregada al positar la carga con intervención del Res-
consignatario de salida o al capitán, para guardo, en lanchas o en los muelles, por
su presentación al Resguardo en el mo- cuenta y riesgo de los agentes o empresa-
mento de la partida (art. 635). Si después rios de los vapores y sólo por el tiempo
de dada por el consignatario la relación necesario para salvar las horas o los días
general del cargamento, la Aduana ad- inhábiles (arts. 843 y 844). Los errores in-
vierte y comprueba la inexactitud de la voluntarios cometidos por el capitán o el
relación y documentos de carga del buque, agente del vapor en el manifiesto general,
impondrá al consignatario y 'cargador las podrán salvarse mientras la carga perma-
sanciones establecidas a tales efectos (ar- nezca a bordo, en lanchas o en pontones;
tículo 641). El consignatario del buque pero venida la carga a tierra, las merca-
podrá pedir al administrador que se anule derías mal manifestadas quedarán suje-
el registro de cierre de carga a fin de tas a las penas establecidas para los exce-
poder recibir más carga (art. 646). Reci- sos o faltas sobre los manifiestos genera-
bida por el buque la nueva carga, arre- les de los buques de vela (art. 846). Los
glados los documentos y abonados los agentes de los paquetes a vapor sufrirán
derechos, el consignatario le cerrará nue- la sanción correspondiente, en el caso de
vamente el registro de carga, procediendo no presentar con anticipación al Resguar-
como si por primera vez se realizare esta do la relación de la carga en tránsito sin
operación (art. 650). añadir otra carga (arts. 852 y 853); y si
Al tratar de la carga en las operaciones esa relación se presentare al Resguardo sin
tiempo suficiente para hacer la visita de pa también de los consignatarios del bu-,
Inspección, el capitán o el agente firma- que, en los siguientes preceptos:
rán una nota indicativa de la hora en que Artículo 907, para decir que el capitán
se presentó la relación y de la hora de sa- obrará de acuerdo con el dueño, armador
lida del buque (art. 854). Cuando los pa- o consignatario de la nave cuando se ha-
quetes a vapor quieran recibir carga en el llaren presentes, para formar la tripula-
puerto, no se les exigirá que abran regis- ción y despedirla.
tro para cargar, pero la Aduana no expe- Artículo 944, para autorizar al capitán a
dirá permiso de ninguna clase que venga controlar por sí los fletamentos, no hallán-
sin el conforme del agente del vapor, con dose presentes los dueños del buque, sus
expresión del viaje en que va a cargarse mandatarios o consignatarios.
(art. 855). Los permisos para cargar en Artículo 945, para prohibir al capitán ha-
los buques a vapor se pedirán y tramita- cer gasto extraordinario ninguno en el bu-
rán en igual forma que los embarques, que sin autorización del armador, manda-
reembarques y transbordos en los buques tarios o consignatarios en los puertos don-
de vela, siendo preciso, además, el confor- de éstos residieren.
me del agente del vapor (art. 856), lo que Artículos 947 y 948, para facultar al ca-
importa para 'dicho agente la aceptación pitán, cuando le fuese indispensable, para
de la responsabilidad por el arreglo, dere- contraer deudas, tomar dinero a la grue-
chos y demás obligaciones que nacen de sa sobre el casco, quilla y aparejos y aun
los permisos librados y que en los buques para vender mercaderías de la carga, siem-
de vela impiden y embargan la salida del pre que no estuvieren presentes los propie-
buque (art. 857). Los paquetes a vapor no tarios, mandatarios o consignatarios.
están obligados a arreglar los permisos, pa- El reglamento de 24 de noviembre de
gar los derechos ni hacer relación jurada 1933 relativo a las actividades de los in-
de su carga antes de la salida del buque troductores, despachantes, agentes maríti-
como lo hacen los de vela; pero los arma- mos y exportadores, exige que todos ellos,
dores y agentes de los vapores son respon- para poder realizar operaciones en general,
sables personalmente por el arreglo y pa- se inscriban como tales en los libros de
go de los derechos de los permisos librados, Registros de las Aduanas habilitados a
y tienen obligación de dejar arreglado el esos fines; presten la fianza pecuniaria de
registro del vapor dentro de los quince días tres mil pesos oro, en títulos nacionales de
siguientes al de su salida (art. 858), y si renta, o la de casas de comercio abonadas
no lo hicieren, la Aduana ejecutará a los en la plaza con antigüedad de cinco años,
cargadores o a los agentes por e'l pago de a tenor de lo dispuesto en el artículo 39 de
los derechos (art. 861). Los agentes de los la ley 11.281; y llenen los requisitos de
vapores, después de la salida de éstos, exi- mayoría de edad, comprobación de su iden-
girán de los cargadores el inmediato arre- tidad con libreta de enrolamiento o cédula
glo y pago de los derschos de los documen- de identidad (según se trate de argentinos
tos de carga y procederán a formar la re- y naturalizados o de extranjeros), radi-
lación jurada de la que han conducido cación anterior a tres años en el lugar don-
(art. 859). Los agentes de los vapores se- de vayan a actuar, constitución de domici-
rán mancomunada y solidariamente res- lio, tenencia de patente nacional correspon-
ponsables con los cargadores por las pe- diente al año de la inscripción, ejercicio
nas pecuniarias impuestas a las diferen- del comercio por plazo no inferior a tres
cias que resulten en los permisos de car- años o desempeño por igual término de
ga (art. 863). El Resguardo confrontará las funciones de despachante, y certificado
papeletas de descarga con la relación for- de honorabilidad y competencia, debiendo
mada por el guarda de a bordo y firmada asimismo acreditar que no se encuentran
por el comisario, haciendo al agente las en situación de falencia, de concurso civil
cargas que resulten de esa confrontación o de inhibición de bienes (arts. 1° y 2°).
(art. 872) í 1 ). Los agentes marítimos han de llevar un
El Código de comercio argentino se ocu- libro Diario, rubricado por el contador in-
terventor de la Aduana, en el que harán
(1) Interesa decir, aun cuando seguramente lo constar por orden de fecha, todas las en-
habrá advertido el lector, que al hacer la reseña tradas de buques a su consignación, ex-
precedente tan sólo hemos querido señalar los presando el nombre, número de paquete,
preceptos que en las Ordenanzas se refieren a los fecha de zarpado y procedencia. Dicho li-
consignatarios del buque o a los agentes del mis-
mo, sin que en ningún momento hayamos pre- bro contendrá en cuatro columnas la con-
tendido consignar sistemáticamente las operacio- signación de los gastos por derechos, por
nes de entrada y salida, carga y descarga de los
buques, porque ello no corresponde al tema exa- las multas, por las sumas abonadas de más
minado. y los que le hayan sido devueltos, hacien-
do la referencia al libro copiador en que nes que no representen sino diligencias de
conste la acreditación de las sumas al menor importancia. Afectarán a estos apo-
comitente. Este libro, que será presentado derados las inhabilidades establecidas en
a la Administración de la Aduana cada vez el artículo 22 (art. 25).
que lo requiera, será llevado con arreglo a Quienes hayan de desempeñarse como
lo dispuesto en el artículo 54 del Código apoderados o dependientes de las personas
de comercio, guardado en forma que no se o entidades autorizadas a actuar ante las
pierda, destruya o deteriore, y conservado Aduanas o Receptorías, habrán de acredi-
diez años, contados desde la fecha de su tar: su identidad, residencia en el lugar
último asiento. También llevarán un libro durante más de tres años, ocupación ho-
copiador, en el que consten las facturas pa- nesta durante igual plazo y actuación por
sadas a ¡os comitentes por reembolsos de el mismo tiempo como empleado de despa-
gastos. Asimismo presentarán los contra- chante, de casa importadora o exportado-
tos o documentos probatorios de la gestión ra, de agencia marítima, de Banco o em-
a realizar, en el acto de inscribirse y en presa mercantil y su buena conducta por
los casos en que la Aduana lo requiera certificado policial (art. 26).
para la comprobación de infracciones o Toda persona que desee instituir un apo-
denuncias en que ella sea parte (art. 10). derado para actuar ante la Aduana de la
Para la instalación o inscripción de sub- Capital, presentará ante la Administración
agencias o sucursales de una agencia ins- el pedido correspondiente, en la forma y
crita para actuar en la Aduana de la Ca- términos establecidos en el artículo 25. y
pital, se exigirán los mismos requisitos es- la Administración, una vez comprobados
tablecidos para la inscripción de la agen- los extremos a que se refiere el artículo 26,
cia principal (art. 11). pasará las actuaciones a la oficina de Ase-
Serán causas de inhabilidad para ser soría y Sumarios, para el otorgamiento
inscrito en cualquier carácter ante las del poder en el Registro que corresponda
Aduanas: el estarles prohibido el ejercicio (art. 29). En dicha oficina se llevarán, en-
de la profesión de comerciante, bien sea tre otros Registros, el de "apoderados de
por incompatibilidad de estado o por inca- agentes marítimos" en que figurarán los
pacidad legal, conforme a lo preceptuado apoderados generales de éstos, considerán-
en los artículos 22 y 24 del Código de co- dose que invisten tal carácter aquellos
mercio; el haber sido eliminados de los mandatarios a quienes se faculta a firmar
registros de cualquier Aduana, sin haber y presentar los manifiestos de los buques.
sido rehabilitados; el haber transcurrido Estos apoderados podrán firmar las listas
menos de dos años desde que dejaran de de rancho y sus traducciones, los roles, las
ser empleados de la Aduana en que hayan relaciones de carga, simples o juradas, y
de actuar, y siempre que la causa motiva- los conformes, trasbordos o giros, así como
dora de la separación no afecte a su buen presenciar los descargos y solicitar rectifi-
nombre; el haber sido condenados por los caciones de los manifiestos, firmar los re-
delitos de contrabando, contra la propie- cibos por mercaderías removidas y recibidas
dad o por los comunes a funcionarios y a consignación y guías de expedición de
empleados públicos; y la existencia de cir- la misma clase de carga, e intervenir en
cunstancias análogas a las enumeradas o los trámites y notificaciones de los suma-
de antecedentes que merezcan juicio des- rios fiscales. Igualmente llevará la oficina
favorable a la repartición respectiva (ar- de Asesoría y Sumarios el Registro de "De-
tículo 22). pendientes de agentes marítimos", a quie-
La inscripción termina el 31 de diciem- nes únicamente se podrá conferir las si-
bre de cada año, debiendo solicitarse la guientes facultades: presentar y tramitar
renovación en el mes de noviembre ante- los manifiestos, permisos, solicitudes, etc.,
rior (art. 231, haciendo constar que no ha firmados por los agentes marítimos o por
variado la situación legal y personal du- sus apoderados; presenciar las descargas
rante la actuación del año anterior, que y solicitar rectificación de los manifiestos;
subsiste en toda su plenitud la fianza otor- y firmar recibo por mercaderías removidas
gada, y que oportunamente se presentará y recibidas a consignación (art. 30).
la patente nacional del ramo en que se La revocación o renuncia de un poder,
reinscriba (art. 24). se efectuará por escrito al administrador
Las personas o entidades a quienes se de la Aduana (art. 33), notificándose per-
autoriza para actuar ante las Aduanas o sonalmente o por cédula al interesado, la
Receptorías de la República, podrán cons- revocatoria, caducidad o retiro del poder
tituir hasta dos apoderados generales y el (art. 34).
número de dependientes apoderados que Las personas autorizadas para actuar
consideren necesarios para las tramitacio- ante las Aduanas que incurran en infrac-
clones afectantes a la moral administra- la más adecuada sería la de "consignata-
tiva, o a su buen nombre, serán eliminadas rio del buque", señala que la ley le trata en
del correspondiente registro (art. 37); pu- el cuádruple aspecto de raeomandatario-
cüendo ser suspendidas en sus actividades representante, de racomandatario institor,
mediante resolución fundada del adminis- de racomandatario-agente marítimo, y de
trador, cuando incurran, en irregularida- racomandatario-comisionista. El primero
des, faltas o infracciones que no revistan tiene por ley la facultad de obrar en nom-
importancia suficiente para determinar la bre e interés del mandante y, dentro de los
eliminación (art. 38). límites en que la representación le ha
Se ha, discutido ampliamente en ía doc- sido conferidas puede promover acciones a
trina la naturaleza jurídica del agente nombre de sus representados y ser deman-
marítimo o consignatario del buque. En dado con igual carácter. El segundo es el
general se admite que es un mandatario que ejerce la dirección y administración.
del naviero, en cuyo nombre y por cuya üe una sede, más o menos importante, de
cuenta actúa, si bien, una vez nombrado, la empresa naviera y puede realizar todos
ha de cumplir funciones y aceptar respon- los actos relacionados con sus funciones,
sabilidades determinadas por los precep- excepto aquellos que le hayan sido limita-
tos legales que hemos consignado, además dos en los poderes. El tercero, o sea el ra-
de ¡as que le correspondan en virtud del comandatario-agente marítimo, es el que
contrato de mandato. De que se estime así asume de modo permanente la conclusión
o no, depende la solución de otro problema de los contratos de transporte de una de-
también muy debatido en la doctrina y en terminada zona por cuenta ajena y a cam-
la jurisprudencia, cual es el relacionado bio de la correspondiente retribución, exis-
con la responsabilidad del agente maríti- tiendo exclusividad reciproca en el sentido
mo o consignatario del buque frente a los de que el armador no puede tener otros
cargadores o a los consignatarios de la agentes en la misma zona, ni el agente
mercancía. La norma más aceptada es la puede tratar con otros armadores. El cuar-
que Umita su responsabilidad a aquellos to, vale decir, el racomandante-comisionis-
actos que personalmente le atañen, como ta, concierta y concluye en nombre propio,
sería la desaparición o las averías que su- negocios por cuenta del armador o del
friesen las mercancías una vez que se transportista.
hizo cargo de ellas, o la falta de entrega El propio Brunetti advierte cómo auto-
de las mismas a sus destinatarios y otras rizados tratadistas no se han dado cuenta
similares. La responsabilidad que contrae de que la revolución experimentada en el
el consignatario con los interesados en el contrato de transportes, ha hecho que el
cargamento, por actos derivados del con- consignatario del buque (racomandatario
trato de transporte o por daños causados de naves) no pueda seguir siendo consi-
a las mercancías durante la travesía — derado únicamente como un sustituto del
afirma Gamechogoicoechea— no le afecta capitán para el desempeño de las labores
personalmente, ya que como representan- que a éste incumben en los puertos de
te del naviero y no del capitán, permanece escala, pues las -agencias o filiales de las
al margen de las consecuencias que puedan empresas de armamento han ocupado su
resultar de los actos de este último, reca- puesto y ejercen tareas más vastas, facti-
yendo la responsabilidad sobre el armador. bles por la estabilidad de la función, fren-
Según Rocco, el consignatario no contrae te a "la precaria e intermitente que impri-
responsabilidad alguna frente a terceros, mía antiguamente a la persona un aspecto
porque no es sino un representante del híbrido que oscilaba entre el de un inter-
armador, salvo que deje de obrar dentro de mediario y el de un mandatario".
los límites del mandato. En igual sentido En cuanto a la responsabilidad del con-
se pronuncia Ripert, al afirmar que el signatario frente a la Aduana, por las
consignatario no puede ser personalmente operaciones en que ha de intervenir, se ha
responsable del incumplimiento del con-, de estar a las normas legales que hemos
trato de transporte, por faltas imputables reseñado.
al armador o al capitán, puesto que no es
parte en dicho contrato. Y Bonnecase sólo JURISPRUDENCIA. — El agente marítimo tiene la
representación del capitán o del armador con re-
ve en el consignatario un agente de ejecu- lación a los consignatarios de la carga (Cam. Fed.
ción del contrato de fletamento por cuen- Cap. Fed., 12 y 26-8 y 7-11-921, 17-3-922 y 13-3-
924, J. A., t. 7, págs. 108, 110 y 425; t. 12, págs. 81
ta del armador. y 257). El agente marítimo tiene personería para
Brunetti, refiriéndose al código de la representar al capitán del buque en una acción
navegación de Italia, y empleando la pa- por entrega de la carga o de Indemnización por
íalta de la misma (Cam. Fed. Cap. Fed., 20-10-922,
labra raccomandatario, de difícil traduc- J. A., t. 9, pág. 523). Los agentes marítimos son
ción a nuestro idioma, aun cuando tal vez considerados como mandatarios del armador (Cam.
Fed. Cap. Fed., 28-2-92-4, J. A., t. 12, pág. 78). t. 48, pág. 55). La diferencia entre lo manifes-
Las responsabilidades del buque sólo se sustitu- tado en el rancho y la cantidad real existente,
yen por la personal del agente cuando se trata no hace pasible de pena al agente del buque
de buques con privilegio do paquetes (Cám. Fed. si fue debido a ua exceso de consumo y no a
Cap. Fed., 28-5-923, J. A., t. 10, pág, 466). Los destino distinto de las mercaderías en cuestión
agentes del vapor son responsables <le la infrac- (Cám. Fed. Cap. Fed., 2-9-82D, J. A., t. 31,
ción que Importa manifestar ráenos cantidad de pág. 67). El agente es responsable ante la adua-
carga de la realmente embarcada (Cám. Fed. Cap. na, si no Justifica el destino dado a la merca-
Fed., 16-6-926, J. A., t. 20, pág. 621). No procede dería en tránsito, lo que hace presumir su intro-
la Imposición de pena contra los agentes del bu- ducción en la plaza sin pagar los derechos corres-
que si no resulta suficientemente establecido que pondientes (Cano. Fed. Cap. Fed., 2-9-929, J. A.,
los efectos en Infracción fueran hallados 8n po- t. 31, pág. 68). Procede imponer una multa al
der de los empleados del vapor o en comparti- agente, igual ai valor de la mercadería sin mani-
mentos que les son reservados (Cám. Fed. Cap. festar, encontrada en compartimentos reservados
Fed., 22-7-927, J. A., t. 25, pág. 464); ni si hft exclusivamente a los tripulantes (Cám. Fed. Cap.
habido en el manifiesto deficiencia, que en todo Fed., 23-9-929, J. A., t. 31, pág. 04), aun cxiatido
caso sería Imputable a ¡os consignatarios, pues el perteneciese a los mismos en propiedad y si ade-
capitán no tiene facultades para verificar la mer- más tenían el propósito de introducirla, clandes-
cadería, en el puerto extranjero de embarque, ni tinamente en la plaza (Cám, Fed. Cap. Fed.,
seria materialmente posible esa verificación, de- 20-5-931, J. A., t, 35, pág. 867); o si estaba an
biendo atenerse a las constancias del manifiesto el interior de un bote salvavidas (Cám, Fed.
consular y conocimiento respectivo (Cám. Fed. Cap Fed., 12-6-931, J. A., t. 35, pág. 1169). El
Cap. Fed., 8-6-927, J. A., t. 25, pág. 49). No son agente de ua buque nacional, propiedad de com-
responsables el capitón ni los agentes del bxique pañía argentina, sí no ha intervenido en la carga
por los derechos aduaneros adeudados por dife- y descarga cjel mismo, no es responsable del ac-
rencias que resulten en la descarga de las mer- cidente de trabajo (Cám. Fed. Cap. Fed, 3-7-930,
caderías (Sup. Corte Nac., 25-11-927, J. A., t. 26, J. A., t. 33, pág. 772). De la simple calidad de
p&g. 464), ni por los derechos o servicios adeu- agente de una compañía de barcos, no surge Ja
dados por las mercaderías que hayan sido *ntre- representación para estar en juicio por dicha en-
.gadas a la aduana (Cám. Fed. Cap. Fed., 30-12- tidad, máxime si no se ha justificado que sus
925, J. A., t. 18, p&g. 895). -E! hecho de qu« los fines sean hacerse cargo de las obligaciones co-
consignatarios del buque abonaran cuentas de rrespondientes a los buques, sus armadores, pro-
mercaderías del capitán del barco, sin haberse pietarios o capitanes (Cám. Fed. Cap. Fed., 14-5-
declarado responsables por los actos del mismo, 930, J. A., t, 33, pág. 47). Los agentes de un vapor
no los obliga por los gastos efectuados por un ca- que se han acogido al beneficio del art. 141 deí
pitán del mismo barco, si ellos dejaron de ser con- decreto reglamentario de la ley 11.281 son pasi-
signatarios (Cám. Fed. Cap. Fed., 15J9-922, J. A., bles de la multa establecida en el art. 69 de la
t. 9, pág. 36S). En el caso establecido por el ar- misma el se ha probado la violación de los sellos
tículo 59 de la ley 11.281, el Importé de ¡a multa colocados por las autoridades en el compartimen-
a cargo del agente marítimo debe liquidarse con- to respectivo (Cám. Fed. Cap. Fed,, l»-12-932,
forme al valor real de la mercadería comisada J. A., t. 40, pág. 328). Un buque puede tener un
más el valor de los derechos respectivos y no al agente representante matriculado para los trá-
fijado en la tarifa de avalúos, para el cobro del mites aduaneros, pero sin facultades para cobrar
impuesto (Cám. Fed. Cap. Fed., 26-8-935. J. A., íletes ni pagar reclamos (Cám. Fed. Cap. Fed..
t. 51, pág. 459). El examen pericial de la merca- 16-12-931, 3. A., t, 37, pág. 57). La persona que
dería averiada hecho practicar por el consignata- pretende exonerarse de las obligaciones frente a
rio de la carga con posterioridad al plazo fijado terceros alegando su calidad de agente marítimo.
en el conocimiento y en los arts. 1079 y 1080 Cód. ha de probar que esa representación no ¡o obliga
com. no puede sustituir a la pericia Judicial es- sino en la; medida que él pretende, pues su acti-
tatuida por los mismos a los efectos de respon- vidad no está legislada expresamente como una
sabilizar al capitán o agentes marítimos (Cám. institución con caracteres fijos, que se resuelva
Fed. Cap. Fed., 7-8-935, J. A., t. 51, pág. 427K en una representación con igual amplitud de po-
Aun cuantío ninguna disposición legal acuerda deres en cada caso, sino de manera general, como
expresamente a los agentes marítimos la repre- una de las múltiples manifestaciones de la indus-
sentación del capitán o armador, con relación a tria humana, susceptible de todas Ins modalida-
los consignatarios de la carga, ellos la tienen por des de las convenciones privadas; por lo cual si
interpretación extensiva de los arts. 842, 847, bien los agentes marítimos al realizar por otros
inc. 3', 857, 859, 861 y 863 de las ordenanzas de negocios individualmente determinados obrando
aduana (Cám. Fed. Cap. Fed., 24-10-934, J, A., a nombre propio, han realizado operaciones que
t. 48, pág. 54). El agente marítimo es mandata- presuponen mandato, éste reúne tales caracteres
rio ex lege del armador en el lugar en que ejerce que constituyen una figura Jurídica independien-
sus funciones, sin que ello implique reconocer su te dentro de la categoría general de los manda-
responsabilidad personal por hechos que, no le tos, según lo prescribe el art. 222, inc. 2", Cód.
son imputables (Cám. Fed. Cap. Fed., 24-10-934, com., y debe regirse por ¡as reglas estatuidas en
J. A., t. 48, pág. 55) El mandato que ejerce el los arts. 232 y sigs.; deduciéndose de todo ello
agente es de una naturaleza particular en el De- que el agente marítimo que obra en nombre pro-
recho marítimo, interviniendo sólo como repre- pio o bajo una razón social, se obliga directa y
sentante- del armador en el contrato de transpor- personalmente hacía los terceros con quienes con-
te, por lo cual su responsabilidad queda limitada trata, aunque los contratos se celebren con oca-
a sus hechos u omisiones en tal carácter (Cám, sión de los negocios que se le han encomendado,
Fed. Cap. Fed., 24-10-934, J. A., t. 48, pág. 55). pues la relación de derecho que mantiene con su
El agente marítimo responde por ¡as averías su- comitente es res ínter olios acta respecto a los
fridas por las mercaderías, llegadas en buenas terceros, por lo que la prueba tendiente a Justi-
condiciones, por su permanencia a la Intemperie ficar esa relación es Inoficiosa en un Juicio pro-
donde fueron depositadas por la negativa del ca- movido por los terceros contra el agente con
pitán a entregarlas en la forma convenida en el quien han contratado (Cám. Civ. 1» Cap. Fed.,
conocimiento, fundado en que el consignatario 27-2-937, J. A., t. 57, pág. 441). No tiene carác-
pretendía emplear en la descarga personal no ter patronal a efectos de la ley 9588 la sociedad
iederado (Cám. Fed. Cap. Fed., 24-10-934, J. A., marítima comercial dedicada al negocio de repre-
sentaciones, cuando actúa como agente marítimo a bordo (Cám. Civ. 2? Cap. Ped., 14-9-950, L. L.,
de un buque propiedad de otra compañía, aun- t. 59, pág. 757).
que aquélla realizara las operaciones de alije,
carga y descarga por Intermedio de otra empresa, A, — Bonnecase, Traite de Drolt com-
si la cuenta por egoa gastos era debitada al vapor mercial maritime. — Brunetti, Manuale de Diritto
que los ocasionaba, deduciéndola del Importe de delta navigazione marittima e interna, Padua, 1947,
los fletes, pasajes y equipajes, transfiriendo la y Derecho marítimo privado, ed. castellana, Bar-
ganancia a la propietaria del buque, por lo cual celona, 1S50. — Oamechogoícoechea, Tratado de
los agentes marítimos que no aprovechan de 'los Derecho marítimo español, Bilbao, 1943. — Rlpert,
beneficios ni soportan las pérdidas, tienen el Droit maritime. — Rocco, Principa di Dirítto com-
carácter de mandatarios (Caín. Civ. 1» Cap. Fed., merciale. — Scialoja, Sistema del Derecho de la,
25-11-936, J. A., t. 56, pág. 491). El agente ma- navegación, ed. en castellano. Es. Aires, 1950.
rítimo de un buque cuyos dueños constituyen
una sociedad nacional, no es responsable por las AGER PUBLICUS ROMANUS. * Del la-
consecuencias de los accidentes sufridos por los tín ager, que significa campo, tierra de la-
tripulantes (Cám. Ped. Cap, Ped., 14-8-936, J. A.,
t. 55. pág. 4Í5), No procede la excepción de falta bor y territorio propiedad de un Estado.
de acción opuesta a la demanda de accidente de Representó la tierra pública en toda la
trabajo por los agentes marítimos que contrataron evolución de la historia de Roma, cuyo
a nombre propio al obrero para prestar servicios régimen de posesión y propiedad dio lugar
en un barco que ellos atendían mientras se en-
contraba en el puerto, si no hicieron salvedad ex- al movimiento social y jurídico más impor-
presa al contratarlo de que lo tomaban por cuenta tante de su historia interna.
de sus comitentes (Cám. Civ. 1» Cap. Ped., 27-2- Considerado en sí mismo el Ager Putíll-
837, J. A., t. 57, pág. 441). En BU carácter de re-
presentante del capitán y armador, el agente cus, se debe distinguir: el estricto Ager
marítimo de un buque puede ser traído a juicio Romanus, que primitivamente comprendió
por falta en la carga recibida por el destinatario sólo el territorio que pertenecía a la ciudad
(Cám. Ped. Cap. Ped., 17-3-941, J. A., t. 75, de Roma, donde únicamente se podía ori-
pág, 231). Es procedente la demanda del carga-
dor contra el agente marítimo por lo que el pri- ginar la propiedad civil (dominium ex jure
mero solicita se condene al segundo a devolverle quiritum), del Ager Publicus en general,
el 10 % del conocimiento que le exigió para res- originado en la ampliación del territorio
ponder a pretendidos gastos de descarga; y ello
porque se trata de gastos a cargo del armamento, romano.
pues la carga debió entregarse en Bs. Aires, ha- El ager publicus, en su concepto amplio,
biendo sido entregada en la rada por razones im- comprendió todo el territorio incorporado
putables a los armadores (Cárn. Fed. Cap. Fed.,
4-9-940. J. A., t. 71, pág. 863). 81 la firma que a título de dominio al Es'tado romano. Es
actuó como agente marítimo de un buque es una importante considerar, en breve síntesis,
sucursal de la casa matriz domiciliada en Liver- los aspectos trascendentales de su régimen
pool, y otra sucursal domiciliada en Nueva York de adquisición, de posesión, de propiedad,
actuó como fletador del buque, !a sucursal de
Bs. Aires puede ser responsabilizada por las obli- de distribución, así como las causas que
gaciones de la de Nueva York (Cám. Fed. Cap. dieron motivo a su paulatina desaparición.
Ped., 17-3-941, J. A., t. 75, pág. 231). El agente El ager publicus se originó, sin duda, en
marítimo en el lugar en que desempeña sus fun-
ciones, debe ser considerado, frente a los carga- la propiedad territorial común de la Ciu-
dores y pasajeros, como un mandatario ex lege dad-Estado, desde sus orígenes inciertos.
del armador y puede ser demandado por las re- Existió ya, con motivo del reparto del te-
sultas a consecuencia del contrato de fletamento rritorio a las tribus fundadoras (ager ro-
(Cám. Ped. Cap. Fed., 25-7-945, J. A., 1945-IV,
pág. 49). El agente marítimo es un mandatario manus, estricto), en calidad de propiedad
ex lege del armador, estando restringido su man- precaria al principio, para convertirse más
dato a las relaciones del mismo con los consig- tarde en dominio definitivo de las familias
natarios de la carga que residan en el país, ya patricias. Al lado de esa parte de territo-
que el mandato ejercido por el agente marítimo rio, así repartido, encontramos el ager
es de una naturaleza particular, quedando limi-
tada su responsabilidad a los hechos u omisiones publicus. Toda la tierra pública, en el
en su intervención en el contrato de transporte concepto jurídico originario, no era de
como representante del armador (Cám. Ped. Cap. propiedad privada, perteneciendo al Rey y
Ped., 30-11-949, t,. L., t. 60. pág. 56). El agente
marítimo, al obrar en nombre propio o bajo una más tarde a la ciudad. Para asegurar su
razón social, se obliga directamente con las per- predominio político, la clase de los patri-
sonas con qviienea contratare, pues para los ter- cios se reservó como clase privilegiada, la
ceros . la relación de derecho que mantiene para disponibilidad de esa tierra, ya que les
con su comitente, es res ínter olios acia (Cám.
Apel. Rosario, 23-12-947, E. S. P., t. 18, pág. 137). bastó la subordinación económica de la
La responsabilidad de los agentes marítimos por plebe, como medio eficaz, para la subsis-
hechos fortuitos del armador del buque o de su tencia de sus privilegios. El derecho de
equipaje, debe quedar restringida a la necesidad ocupar y utilizar el ager publicus, espe-
que determina BU exigencia (Cám. Fed. Cap. Fed.,
30-11-949, L. I,., t. 60, pág. 56). El agente ma- cialmente para el pastoreo, correspondió
rítimo es responsable del accidente de trabajo en la práctica a los patricios, quienes sólo
ocurrido al obrero estibador contratado por él permitieron el usufructo de los terrenos
para el desarrollo de sus actividades (Cám. Apel. del ager publicus a los plebeyos, a condi-
Rosario, 23-12-947, B. S. F., t. 18, pág. 950). En
principio al armador o agente del buque le In-
cumbe manifestar la mercadería que se encuentra * Por el Dr. ARMANDO V. SILVA.
ción de que pertenecieran o se adscribie- nidades, se dejó a los vencidos la totalidad
ran como clientes a la gens concesionaria. de sus bienes, comprendido el territorio.
Más tarde, con el auge de las actividades Pero, entendiéndose en el aspecto político
agrarias, se produjo la necesidad económi- que ocupaban las tierras a título precario,
ca de la distribución de la fuerza de tra- bajo el dominio de Roma a la que pa-
bajo para el cultivo, y esa fue la causa gaban el correspondiente tributo (stipen-
por la cual la clase privilegiada comenzó dium).
a entregar pequeñas parcelas de ager pu- En el auge de las conquistas, se llegó a
blicus a la plebe rural. El aspecto político distinguir, en el territorio por ellos domi-
no sufría gran cambio con esta concesión nado: el ager romanus y el ager peregrinus,
de los patricios, que por intermedio del que comprendía el territorio itálico o ita~
Estado-Ciudad, conservaba el dominio emi- licum solnm, y el territorio de las provin-
nente de la tierra pública, ya que la obli- cias o solum provinciali.
gación de la plebe, para poder vivir en el El régimen jurídico del Ager Publicus.—
campo, con más o menos libertad económi- El Ager publicus se explotó, principalmen-
ca y obtener a título precario una parcela te por un régimen de concesión, por co-
de terreno cultivable, fue la de tener que lonización y atribución en propiedad. Se
solicitarlo, ofreciéndose al mismo tiempo deben distinguir al respecto tres épocas:
colocarse en una situación de clientela, que de la Monarquía, de la República y del
limitaba su libertad política. Imperio.
La plebe urbana, que practicaba el co- En la primera se tuvo en cuenta la dis-
mercio y la artesanía, influyó en la esfera tinción entre las tierras aptas para el cul-
política con más rapidez que sus herma- tivo y para la ganadería. Las primeras
nos desgraciados del campo romano, y de fueron entregadas por los reyes a los ciu-
ella surgieron familias acaudaladas e in- dadanos, que se comprometían a pagar un
fluyentes que apoyaron las reivindicacio- tributo especial, anual, el diezmo de las
nes de la plebe en general en el campo po- cosechas y el quinto del rendimiento de
lítico (Arangio Ruiz). ios árboles frutales. Más tarde se dictaron
Formación del Ager Publicus.— El terri- ordenanzas para el régimen de estos terre-
torio que en esa calidad pasó en propiedad nos no cultivados, aptos para la labor agrí-
al Estado romano, tuvo diverso origen y cola, por intermedio de los.cuales se regla-
forma de adquisición. Se señalan la con- ba la ocupación por parte de las gens.
quista, la donación de soberanos extranje- Cuando la extensión del ager publicus
ros, la adquisición de los bienes inmuebles alcanzó límites inusitados como una con-
de los condenados a la pena capital (pros- secuencia de las conquistas del territorio
cripciones de la época de Sila, César, los itálico, se repartieron las tierras laborables
Triunviros y Augusto); la adjudicación al entre los ciudadanos romanos, patricios y
Estado de las cosas abandonadas por sus plebeyos, aplicándose el régimen de la
dueños, consideradas res nullius (leyes Metrópolis. Se debe tener en cuenta que
Julia y Papia Popea, dictadas por Au- esta especie de adjudicación de la tierra
gusto) . pública formalmente se hacía a título pre-
La principal fuente de adquisición fue cario, como uni posesión que el Estado
la de la conquista, primero, del territorio romano podía Revocar a voluntad. Pero,
itálico, y más tarde del mundo antiguo. El prácticamente, la atribución se convirtió
apoderamiento tuvo diversos caracteres, en definitiva para la clase de los patricios
según .las circunstancias de la conquista, que detentaba el poder y tenía el privilegio
la época en que llevó a término la resis- de los cargos públicos.
tencia del pueblo conquistado y aún el A medida que aumentaron las necesida-
criterio político circunstancial del con- des políticas de expansión y colonización,
quistador. En los primeros tiempos fue al mismo tiempo que las necesidades fisca-
costumbre incautarse de una parte pro- les de la Ciudad-Estado, sé establecieron
porcional del territorio enemigo, la mitad, nuevos sistemas de explotación y distribu-
el tercio, etc. Otras veces, se ocupaba manu ción del ager publicus. A consecuencia de
milüaris todo el territorio del enemigo hos- un proceso político-jurídico, en la evolu-
til y se lo distribuía en esta forma: la ción del Estado romano, que se acentuó
mitad al pueblo, en calidad de terrenos de poco después de la conquista de Veyes
cultivo, y la otra mitad se convertía en (396 a. de C.), se introdujo la costumbre
Ager Publicus, jurídicamente de propiedad de destinar la mayor parte del territorio
del Estado conquistador, y prácticamente, conquistado al enemigo, para la creación
en posesión de la clase privilegiada. Sin de pequeños lotes, que : sé distribuyeron en
embargo, ésa no fue la política habitual de propiedad a los plebeyos, lo que se denomi-
la conquista romana. En muchas oportu- nó el ager divisus et adsignatus. Así
comenzó Roma a. contar, al lado de los mana se efectuaron continuas formas de
grandes propietarios (los latifundistas pa- repartos a los ciudadanos y vencidos, a
tricios), estos pequeños propietarios, con efectos de la colonización agrícola. Esas
influencia decisiva en el campo político parcelas cedidas entraron directamente al
como integrantes de las legiones, y que dominio privado, como u.ger viritarus. Pero
utilizaron muy bien su poder social en sus hubo otra -especie de adjudicación de la
luchas por la conquista del poder político. tierra pública de carácter político, por
Se llegó a transferir la tierra pública por ejemplo, una vez terminadas las guerras
una especie de venta y por intermedio 'de civiles, se llegó a despojar a los antiguos
los cuestores, con estas características: El propietarios u ocupantes, para entregarlas,
Estado, siempre, se reservaba el derecho a en parcelas, a los veteranos de las milicias
intervenir en último término, y se consi- y a título definitivo.
deraba que era el único que podía despo- Además de estas causas de carácter ju-
seer al colono de sus tierras. Tenía, ade- rídico o político, se encuentran las de
más, el derecho a percibir una renta real carácter social, como lo denuncia el hecho
o nominal, vectigal; de ahí que se deno- de la usurpación del ager publicus por
minase ager publicus vectigalisque o quaes- parte de la clase de los patricios. Los te-
torlus. rrenos que originariamente habían obte-
La desposesión no se producía mientras nido a título precario, fueron incorpora-
el colono pagara puntualmente a los cues- dos a sus dominios, constituyendo verda-
tores, intermediarios en la operación seña- deros latifundios romanos.
lada, el tributo indicado. Por todo ello, a la caída de la República
Los pretores protegieron esta especie de el ager publicus primitivo había desapare-
posesión del ager publicas, por intermedio cido totalmente, quedando reducido a pe-
de los interdictos posesorios y por una ac- queñas colonias en las fronteras del Im-
ción real, llamada precisamente actio vec- perio. En esta época, los escasos restos
tigaüs; de ese modo, el ager vectigalis se continuaron dándose en arrendamiento,
convirtió en un verdadero derecho real pre- hasta que Vespasiano y Tito, para com-
toriano, que dio origen más tarde a la En- batir la notoria usurpación de la tierra
fiteusis y con la que se confundió en la pública, autorizaron la venta total de la
época del Bajo Imperio. misma.
Durante la época de la República, el
BIBLIOGRAFÍA. — Arias. J., Manual de Derecho ro-
Estado romano se mostró incapaz de en- mano, págs. 39. 59 y 303, Bs. Aires. 1949. — Aran-
contrar un régimen estable para su tierra glo Ruiz, V., Historia del Derecho romano, págs. 25,
pública. Lo que dio origen a la paulatina 26, 41, 42, 53 y slgs., Madrid, 1943. — Enciclope-
desaparición del Ager romanus. Se hizo dia Universal Ilustrada, t. 3. págs. 322 y slgs.. Es-
esta distinción entre los terrenos. Por un pasa, Barcelona. — Engels. F., Origen de la fami-
lia, de la propiedad privada y del Estado, págs. 175
lado se empezó a arrendar el execedente y slgs., La Plata, 1946.
de la tierra pública, que había sido asig-
nada a los patricios o vendida en la forma AGERE. Una de las cuatro funciones
señalada precedentemente. Se concertaban fundamentales de los jurisconsultos roma-
contratos por un periodo que oscilaba en- nos.
tre los cinco y cien años, siendo los mis- Al monopolio de la iurísprudentia por
mos el antecedente inmediato de la Enfi- parte de los pontífices, en los comienzos
teusis. de la época republicana, siguió la distri-
La otra distinción que se hizo en los te- bución de sus tareas jurídicas a cargo de
rrenos del Estado comprendía a las tierras los primeros jurisconsultos.
incultas y bosques, que se empezaron a En el año 304 a. de J. C. dicho monopolio
ceder para su explotación. sufrió el golpe de su decadencia al publi-
A la caída de la República, el Ager Pu- carse las actiones por el secretario de Appio
blicus había desaparecido casi por com- Claudio el Ciego, Cneo Flavio. Hasta en-
pleto. tonces, la tarea interpretativa de la ley de
Causas de la desaparición. — Entre las las Doce Tablas había estado a cargo de
1
causas de carácter lega más importantes, los pontífices y su Colegio, constituyendo
se anota la enajenación de la tierra públi- un verdadero privilegio de la clase noble.
ca por leyes especiales, para ser destinadas A la publicación de las actiones, por
a colonias agrícolas. Más tarde, y según parte de Flavio, siguió, con el mismo ca-
las necesidades del erario público, se pro- rácter de divulgación popular, la de Sexto
cedió a la venta por intermedio de los Aelio, en el año 204, a. de J. C. Estas pu-
cuestores, ventas que transferían el domi- blicaciones constituyeron el ius Flavianu
nio pleno de la tierra. y ius Aelianu. Posteriormente, el paso final
Durante el proceso <le la conquista ro- de la secularización y vulgarización del
Derecho fue dado por Tiberio Coruncanio, enfoque el problema desde el punto moral
primer plebeyo que ejerció el cargo de o en su aspecto jurídico.
pontífice máximo. Este pontífice autorizó Ya desde la antigüedad clásica se traza-
al público a asistir para escuchar las con- ron los rasgos fundamentales, especie de
sultas evacuadas por el colegio pontifical, dos pilares en que descansa todo el edificio
que antes eran estrictamente secretas. De económico. Aristóteles diferenciaba "Cata-
este modo, la ciencia del Derecho deja de láctica" de "Crematística". La primera re-
ser un privilegio sacerdotal y tener el ca- presentaba la economía de los cambios,
rácter religioso y esotérico del pasado, y se dentro del equilibrio natural de las rique-
incorpora definitivamente al acervo de la zas, en un orden lógico y podríamos decir
cultura del pueblo romano. moral; la conexión necesaria entre el fe-
Desde entonces se estableció una activi- nómeno económico, el ético y el jurídico.
dad fecunda y trascendental, llevada a tér- La crematística, el lucro desenfrenado, sin
mino por los juristas laicos. Estos absor- vallas frente a la Valoración colectiva
bieron y desarrollaron científicamente la acerca del nivel lícito en cuyo marco la
actividad pontifical, con respecto al Dere- actividad económica está permitida. Sig-
cho privado. Llenaron cuatro funciones nificaba una preponderancia acentuada-
esenciales: responderé, cavere, agere y scri- mente individualista, ante la objetividad
bere. Las que sintéticamente significaron: consagrada normativamente como forma
responderé, dar consultas verbales; cavere, aceptada de obrar dentro de la esfera mer-
redactar documentos jurídicos para las cantil. De ahí que si derivamos uña especie
partes contratantes; agere, asistir a las de tales conceptos generales circunscrip-
partes a un negocio judicial; scribere, es- tos al término especulación, motor del
cribir obras de Derecho. comercio como fase de la actividad eco-
En un principio, la actividad indicada nómica, observaremos cómo toda actividad
con el verbo agere, significó la asistencia económica está insuflada de un propósito
de los interesados —cliente y su patrono— directo o mediato de especulación, y tam-
para elegir y adaptar los modelos proce- bién cómo no toda especulación es comer-
sales más convenientes a sus intereses. La cio, puesto que la hay lícita, extraña a todo
de indicar la actio más exacta y oportuna. propósito de agio y la hay también des-
Más tarde tomó el sentido concreto de embocando en el cauce de la acción penal,
defensa de los litigantes ante los jueces, sea de tipo común, sea de carácter admi-
especialmente en los juicios criminales. nistrativo.
(A. V. S.) Digamos, entonces, existe una especula-
BIBLIOGRAFÍA. — Aranglo Ruiz, V., Historia del ción lícita, permitida, y también una es-
Derecho romano, págs. 148 y sigs., Barcelona, 1843. peculación prohibida (agio), que reprime
— Arlas, J., Manual tío Derecho romano, págs. 63 la norma jurídica o repudia el postulado
y sigs., Bs. Aires, 1949. — Poignet, R., Manual ele- moral. Esta última es una forma negativa
mental de Derecho romano, pág. 15, México, 1948.
y contrapuesta a la primera, que es, en sí,
AGERE PER FORMULAM. (V. PROCEDI- un ponderable elemento que coadyuva en
MIENTO FORMULARIO.)
bien del complejo social, en tanto que aquél
lo menoscaba. Por esto es que desde los
tiempos de Diocleciano se persiguieron el
AGIO.* SUMARIO: A) Generalidades. B) Con-
cepto: Concepto en el Derecho civil. Con- agiotaje y el acaparamiento, e iguales pre-
cepto en el Derecho comercial. Concepto en visiones contuvo el Derecho romano en el
el Derecho penal. Concepto en el Derecho Digesto.
penal administrativo. C) Naturaleza. D) Le-
gislación: a) Grupo de las leyes sustantivas B) CONCEPTO: El agio provoca artificio-
o de fondo; b) Grupo de las normas de ca- samente las variantes en las cotizaciones.
rácter orgánico y funcional; c) Grupo de Entonces, dentro de la acepción actual,
las reglas procesales y del contralor.
AGIO: es todo hecho u omisión especulativa
A) GENERALIDADES: La voz "agio", den- que, realizados con ficción o malicia, y
tro de las modernas orientaciones, es la teniendo por objeto bienes económicos,
especie de un género, o sea de otra de producen para él o los sujetos activos un
sentido más amplio: "especulación". Mas beneficio, un interés real o potencial, me-
cabe la siguiente distinción: en todo hecho diato o inmediato, o que, sin obtenerlo, ha
de "agio" hay especulación, mas no toda producido o podido producir una lesión en
especulación, es agio. Puede haber especu- el patrimonio o salud individual o colecti-
lación sin agio, más nunca éste sin la pri- vos.
mera. Juega en esta distinción el concepto Concepto en Derecho civil: El Código
de la eticidad o el de la licitud, según se civil argentino, en su artículo 2055, esta-
blece: "Prohíbese demandar en juicio deu-
* Por el Dr. JACINTO R. TARANTINO. das de juego, o de apuestas que no pro-
vengan de ejercicio de fuerza, destreza de Concepto en el Derecho penal adminis-
armas, corridas, y de otros juegos o apues- trativo: Es la violación de las normas de
tas semejantes, con tal que no haya habi- Derecho público o privado, que aseguran
do contravención a alguna ley o regla- el bienestar individual, o colectivo, me-
mento de policía". diante hechos u omisiones que afectan,
Salvat ha sostenido que "el juego repre- mediante la especulación ilícita (dolo, cul-
senta un peligro para la sociedad, porque pa), la libre circulación y el consumo de
haciendo entrever a los hombres ganancias la riqueza destinada a la satisfacción de
fáciles, los aparta del trabajo y el ahorro, las necesidades de la colectividad. Al exa-
que son la base del orden social; el juego, minar la naturaleza del concepto en sus
no sólo es casi siempre una causa de ruina proyecciones dentro del Derecho penal ad-
de las personas, sino que en todos los casos ministrativo, ampliaremos los alcances del
es un motivo de desmoralización". término "bienestar" de nuestra definición.
Concepto en él Derecho comercial: Se En nuestro país, el concepto de agio,
desprende del articulo 78 del Código de dentro de la esfera de Derecho penal ad-
comercio argentino al disponer: "Quedan ministrativo, está dado por el artículo 1?
prohibidas todas las operaciones que bajo de la ley N"? 12.830, en los siguientes tér-
cualquier forma legítima impliquen un minos: "Quedan comprendidos en las dis-
contrato aleatorio de los prohibidos por posiciones de esta ley, las materias primas,
las leyes. Tales operaciones no producirán artículos manufacturados, locaciones de
acción en juicio, y harán incurrir a sus obra o productos de cualquier naturaleza,
autores y cómplices en las multas esta- destinados a la alimentación, vestido, vi-
blecidas en el artículo 86". Como bien lo vienda, materiales de construcción, alum-
enseña Raimundo L. Fernández, los ele- brado, calefacción, sanidad y cualesquiera
mentos esenciales que tipifican tales ope- otros que afecten las condiciones de la
raciones son: la- aleatoriedad y la prohibi- vida y el trabajo y -al transporte de dichas
ción de las mismas, no comprendiendo las cosas; así como toda materia prima, ar-
operaciones diferenciales (juego de bolsa), tículo manufacturado o producto de cual-
que se regulan por las disposiciones de los quier naturaleza al que el Poder Ejecutivo,
artículos 80 y 81 del mismo Código, con en ejercicio de las facultades que le con-
carácter especial. Opinión contraria sus- fiere esta ley, fije precio, sujete a racio-
tentan: Siburu, Castillo y Malagarriga, namiento o declare crítico o escaso en el
que entienden, en cambio, también el ar- país, sea de producción nacional o extran-
tículo comprende el juego de bolsa. Sostie- jera".
nen Rivarola y Segovia que deben incluirse En el articulo aparece una enunciación,
en tal norma a todas las operaciones que de lo que nosotros hemos denominado
revistan la característica de prohibidas sin "riqueza destinada a la satisfacción de las
distinción. necesidades de la colectividad" y a la que
Concepto en el Derecho penal: La figura la disposición examinada califica como
penal se halla caracterizada asi: "...el "... que afecten las condiciones de la vida
que hiciere alzar o bajar el precio de las y el trabajo y al transporte...". Subsi-
mercaderías, fondos públicos o valores, por guientemente, comprende a "toda materia
medio de noticias falsas, negociaciones prima, artículo manufacturado o producto
fingidas o por reunión o coalición entre de cualquier naturaleza al que el Poder
los principales tenedores de una mercade- Ejecutivo fije precio, sujete a raciona-
ría o género, con el fin de no venderla o miento, o declare crítico o escaso en el
de no venderla sino a un precio determi- país...".
nado" (art. 300, inciso 19, del Cód. penal). C) NATURALEZA: El agio, en la actuali-
Cierta orientación jurisprudencial fija la dad, frente al proceso inflatorio y el de
órbita general de este concepto penal, co- su correlativo, la disminución del poder
mo "infracciones contra la fe pública, con adquisitivo monetario, es un fenómeno
el carácter específico de ser en fraude al que se observa en todos los países. Necesa-
comercio o a la industria". Soler precisa rio es entonces ahondar en el examen de
más el concepto que juega como preliminar este fenómeno para fijar su naturaleza.
de todo este capítulo, señalando que la fe Pero muy pronto de iniciada nuestra labor
pública a que se refiere el texto legal, lo hallaremos que la materia de nuestro co-
es "... en el sentido de confianza, hones- nocimiento, el "agio", tiene aspectos que
tidad y buena fe en los negocios y las re- vinculan a la faz ética, a \a. económica y
laciones comerciales, lo cual no tiene mu- a la jurídica.
cho que ver, por cierto, con la facultad En el primer aspecto hallamos las nor-
de autentificación, que era el aspecto fun- mas impuestas por la convivencia social
damental de las demás falsedades". en el ramo de las actividades mercantiles.
La moralidad en los procedimientos para y siendo éste un problema que afecta a la
con los colegas del empresario, comercian- vida de las relaciones jurídicas comunes,
te o industrial, para con los clientes y el a las comerciales y que cuadra en las nor-
público y aún para con el Estado, órgano mas de represivas, debemos tener presente
de la coacción. Normas autónomas inde- principios de Derecho civil, los de Derecho
pendientes de toda legislación positiva, económico y los de Derecho penal.
que deben ser respetadas por quienes ejer- Principios constitucionales y de Derecho
cen estas profesiones. Cuando esas normas privado, demuestran cómo tampoco las
éticas son violadas, existe una forma de normas comunes no pueden dejar de ser
agio que si bien no está alcanzada por la irrelevantes ante el giro de las relaciones
norma escrita en los códigos o cuerpos económicas privadas. No quedar ellas libra-
especiales de ordenanzas, lo está mediante das a la unilateralidad del arbitrio indi-
el repudio colectivo, restricción crediticia y vidual. Por eso, Roberto Goldschmidt ha
otros diversos modos con que la sociedad podido fijar la distinción bien clara entre
reacciona contra la acción especulativa de libertad del Derecho y libertad en el Dere-
carácter anormal. cho, en las siguientes palabras: "...es di-
En el enfoque económico, el agio es una ferente estar libre del Derecho o ser libre
de las formas de entorpecer los movimien- en el Derecho, y que es el segundo princi-
tos de la producción, distribución, circula- pio el que rige, por lo menos, en el presen-
ción y del consumo de los bienes. Si el agio te, dentro del Derecho privado. Basta re-
actúa en cualquiera de estas etapas, rápi- cordar, entre otros, los límites puestos al
do se advierte una discontinuidad en el arbitrio individual por la teoría del acto
ritmo natural de sus múltiples movimien- o negocio jurídico, o por la doctrina del
tos. Podrá llegar a constituir, si la acción abuso del Derecho".
del agio se agudiza, un estado patológico Frente a las variantes que se operan
dentro del cuerpo económico general. Será en los tratos económico-privados, la pre-
necesario suprimir las causas determinan- sencia del agio, ante la evolución constitu-
tes mediante medidas contragiotistas, que cional y legislativa, debe ceder mediante
la misma ciencia económica nos suminis- formas que tiendan a suprimirlo o a en-
tra. Si, por ejemplo, se opera el acapara- jugar el agravio que genera, sea por las
miento de un producto determinado, debe, vías de las nulidades del acto viciado, por
o intensificarse la producción, o lanzar al el resarcimiento, de los daños y perjuicios
mercado otro artículo sustitutivo. Si se o por otros medios que llegue a regular el
alza artificialmente el precio de un pro- Derecho civil.
ducto, el consumo se retrae a lo estricta- Si el Derecho económico comprende las
mente necesario, o bien se adquiere otro normas jurídicas relacionadas con los pro-
que lo reemplace. Si el precio de un ser- blemas de la producción, circulación, dis-
vicio se eleva, se apela al procedimiento tribución y consumo de los bienes econó-
mecánico, o se difiere la fecha de la con- micos, toda acción u omisión que tienda a
tratación. Existen infinitas formas de con- entorpecerlos no debe escapar a su ámbito.
trarrestar el agio por el uso de contrame- El agio presiona con sus muy diversos ma-
didas que lo atenúen o lo supriman. Son tices en todas esas etapas. Si lo hace, por
los módulos que tienden a establecer el ejemplo, trabando el proceso del cambio,
equilibrio económico que se ha roto por la del transporte, etc., las previsiones corre-
acción negativa que entorpece el desarrollo lativas deberán hallarse en las normas
social. que garantizan el Derecho de la circula-
Desde el punto de vista jurídico, el fe- ción como rama del Derecho económico.
nómeno agio debe ser considerado para También en la órbita del Derecho comer-
saber si cae en su órbita general y si tam- cial observamos, al estudiar el concepto
bién lo comprende alguna de sus esferas de agio, cómo quedaban ineficaces las
especiales. Es un fenómeno jurídico, por- operaciones aleatorias y prohibidas. ¿A qué
que estando el agio vinculado a la noción tendía la norma jurídico-mercantil? Ten-
de lo ilícito, a las formas de prevenirlo y día a asegurar, precisamente, la libre circu-
a los medios de reparación, puede ser y es lación de la riqueza, al través de los cam-
objeto de su conocimiento. El Derecho, bios lícitos, fase indudablemente de Dere-
como Ciencia, estudia y analiza causal- cho económico.
mente la noción de lo lícito y las formas El Derecho privado y el económico ase-
de asegurar su imperio frente a los hechos guran la videncia de un orden jurídico que
y actos que contra ello conspiren. Por lo impida la acción negativa, en la cual pue-
que, en conclusión, sostenemos que tam- de situarse el agio. Las formas del resar-
bién al Derecho corresponde, en general, el cimiento privado y económico que a ins-
examen de la cuestión agio. Sin embargo, tancia individual, cubra las consecuencias
del agravio material o moral. Pero frente formación de los precios, evitar las inter-
a estas ramas autónomas que prevén e¡ mediaciones inútiles que encarecen los
problema, nos hallamos con operaciones artículos, suprimir las causas interruptl-
de agio que superan en sus consecuencias vas de la circulación, facilitando la com-
a las meramente comunes o económicas, y petencia y, por fin, proscribiendo la espe-
que, por cierto, están previstas por el De- culación ilícita.
recho penal. He aquí otra esfera de cono- En primer lugar, tenemos los artículos
cimiento relativa al problema que nos 35 y 40 de la Constitución Nacional, por
ocupa. virtud de los cuales los derechos no am-
Pero se nos plantea ahora el mismo que paran a ningún habitante de la Nación en
divide a la doctrina sobre el enunciado perjuicio, detrimento o menoscabo de otro,
acerca de la muy debatida cuestión sobre y si bien es cierto que toda la actividad
la existencia de un Derecho penal admi- económica se organizará conforme a la
nistrativo, o si todo el tema de las ilicitu- iniciativa privada, será así siempre que no
des por agio debe caer en la rama general, tenga por fin, ostensible o encubierto, do-
o sea en el Derecho penal, con la plena vi- minar los mercados nacionales, eliminar
gencia de sus principios. Ante esta ardua la competencia o aumentar usurariamente
contienda doctrinaria, caben dos respues- los beneficios. De los textos fundamentales
tas: una afirmativa, en el sentido de que se desprende ya la importancia que se
compete al Derecho penal resolver las si- asigna a la acción del Estado, como regu-
tuaciones, como las1 que contempla el ar- lador del proceso económico privado, de
tículo 300, inciso I ?, del Código de la ma- tal forma que pueda asegurarse el progre-
teria, y una negativa que atribuye al so y el bienestar.
Derecho penal administrativo, a una es- El complejo de las normas de carácter
pecie tal de infracciones que violan el valor administrativo (leyes, decretos, resolucio-
del bienestar que, en la concepción de nes y disposiciones) denominadas Repre-
Goldschmidt, corresponde a la ideología sivas del agio y de la especulación, reco-
del Estado de policía o del bienestar, no nocen su antecedente en la ley N? 12.591,
tanto individual como el social, que niega de 1939, posteriormente abrogada en 1946.
que el Derecho penal justicial y el Derecho Ya desde los comienzos de la aplicación de
penal administrativo concuerdan en sus esta ley, que fue dictada para contrarres-
elementos materiales. De ahí que situemos tar los efectos perniciosos que producía la
en el área del Derecho penal administrati- especulación desenfrenada con toda suerte
vo el tema de la especulación ilícita. El de riquezas, con motivo de la última gue-
Derecho penal fiscal también tiene rela- rra, fue objetada por cierto sector de la
ción con él, los hechos u omisiones inspira- doctrina, en cuanto que atribuía al Poder
das en agio. La tienen cuando indirecta- administrador facultades propias y espe-
mente es el Fisco quien se perjudica, cíficas del poder judicial, a lo que otro
además del público, como consecuencia del grupo de autores, con el enfoque de la rea-
"injusto enriquecimiento que determinan lidad inmediata, respondió analizando la
los fraudes comerciales...", como lo ense- creciente extensión de la actividad admi-
ña Bielsa, a la vez que detraen gruesas nistrativa del Estado, particularmente en
sumas y valores con desmedro del erario el orden de las actividades económicas, por
estatal. Las sanciones fiscales son factores lo que este tipo especial de infracciones y
concurrentes que en forma mediata tien- la multiplicidad de reglas que regulan esos
den a sanear las actividades especulativas fenómenos de la circulación y distribución
hacia el rumbo normal, protegiendo el in- y consumo de las riquezas, necesariamente
terés económico privado y la salud de la debían crear la necesidad de una juris-
población. dicción especial, aunque algunos postulan
D) LEGISLACIÓN: Además de las normas no sin error, la creación de órganos com-
citadas al estudiar los diversos conceptos petentes, que gozando de la garantías de
del término agio, o sea el Derecho civil independencia de juicio, aplique las leyes
(art. 2055 del Cód. civ. arg.), el Derecho específicas a los casos concretos.
comercial (art. 78 del Cód. de com. arg.), Podríamos realizar con un fin explica-
existe en nuestro país una copiosa legis- tivo, aunque no rigurosamente exacto, la
lación en materia administratativa rela- clasificación de las leyes que prevén el
cionada con esta materia. No hay una fenómeno del apio y del abastecimiento,
recopilación sistemática de tipo legislati- en la siguiente forma: a) Grupo de las
vo. Son normas dispersas que se vienen leyes substantivas o de fondo; b) Grupo
elaborando conforme a las necesidades de las normas de carácter orgánico o fun-
cambiantes que, operadas en la realidad cional; c) Grupo de las reglas procesales
y con el objeto de regular el proceso de y del contralor.
a) Grupo de Zas leyes sustantivas o de El articulo 29 autoriza al Poder Ejecuti-
Jando: Ley N<? 12.830, confiriendo faculta- vo a delegar sus facultades en los jueces
des al Poder Ejecutivo para regular los de la ley 12.833, para el juzgamiento de las
precios de los productos destinados al infracciones leves, siendo inapelables las
abastecimiento de la población y para sanciones de arrestos, sin perjuicio de la
combatir la especulación ilícita. El ar- facultad de indulto, que corresponde al
tículo 6<? de la ley, prevé todas las hipó- Poder Ejecutivo. Los Gobiernos de Provin-
tesis posibles de agio y autoriza, en tal cia y los gobernadores de territorios ejer-
caso, a aplicar de cincuenta a cien mil cen las mismas facultades de esta ley,
pesos de c/1., sin perjuicio de que ese otorgadas al Poder Ejecutivo Nacional. Las
monto pueda ser mayor cuando la utilidad sanciones que ellos apliquen, salvo las de
o beneficio ilícito resultara excediéndolo, los incisos b) y c) del artículo 1<?, y las
debiendo ingresarse hasta el límite de ese multas hasta 500 pesos, son recurribles
excedente. A las personas físicas se les ante los jueces nacionales de sección y
aplicará, además, la prisión de un mes a ante los nacionales de los Territorios, al
seis años. Esta pena, sin embargo, en. vir- solo efecto devolutivo.
tud de la ley 12.591 y del decreto n<? 16.216, La ley N<? 13.493 introduce modificacio-
en su artículo 9?, se impone sólo en caso nes a la ley 12.983, autorizando para dele-
de reincidencia. Para la aplicación de tales gar en los .jueces administrativos de la ley
penalidades intervienen los tribunales de 12.833, a los fines del juzgamiento de las
policía administrativa. infracciones leves, las facultades que le
Ley N<? 12.833, que da fuerza y ratifica el acuerda la ley 12.983, en lo que se refiere
decreto N<? 945/46, creando los Tribunales a la aplicación directa de las sanciones
de policía administrativa, que sustituyeron de la ley 12.830 y a la imposición de
la intervención originaria de los jueces fe- arresto.
derales. Las funciones de estos Tribunales La ley N"? 13.906, que faculta para dele-
son el juzgamiento de las violaciones de gar total o parcialmente en el o los
las normas previstas en las leyes 12.830 y funcionarios destinados al efecto, las atri-
12.591. Se sigue el procedimiento estableci- buciones de las leyes 12.830 y 12.983, acor-
do por el Código de procedimientos crimi- dadas al Poder Ejecutivo, sigue lincamien-
nales de la Capital, y establece que las tos semejantes a las anteriores en lo que
penas serán de tipo pecuniario, de clausura respecta a los recursos, pero introduce
y decomiso y las corporales, pérdida de la las variantes referentes a la apelación que
ciudadanía y de los derechos cívicos. Se deberá ser fundada en el mismo acto de
autoriza los recursos para ante los jueces su interposición, y el juez resolverá el re-
del crimen de la capital Federal, o ante curso sin más trámite.
los letrados de los Territorios Nacionales, b) Grupo de normas de carácter orgá-
la apelación en relación y al solo efecto de- nico o funcional. — El decreto n<? 10.102/49,
volutivo. Conforme al artículo 7<?, las demás crea la Dirección Nacional de Vigilancia
sanciones son recurribles en ambos efectos. de Precios y Abastecimiento, la cual depen-
Ley N<? 12.983, cuya vigencia estaba limi- derá directamente del Poder Ejecutivo 'Na-
tada hasta el 30 de septiembre de 1950, ha cional y tendrá a su cargo todo cuanto se
sido prorrogada hasta el 3 de junio de 1958. relaciona con la vigencia y contralor del
Con el objeto de reprimir la especulación, cumplimiento de las leyes 12.830 y 13.492
el agio y los precios abusivos, faculta al y disposiciones complementarias, en la ca-
Poder Ejecutivo: a) aplicar directamente pital federal, en el Gran Buenos Aires y
las sanciones establecidas en la ley 12.830, en lo que se refiere al comercio interjuris-
excepto las penas de prisión; b) imponer diccional en todo el territorio de la Repú-
arrestos hasta noventa días, no conmuta- blica. Desarrollará su cometido con la Di-
bles por multas; c) aplicar a los extran- rección Vigilancia de Abastecimientos de
jeros la ley 4144; ch) suspender o secues- la policía federal.
trar patentes y marcas; d) incautarse de El decreto n? 16.024/50 establece en sín-
productos bajo consignación judicial del tesis que el Poder Ejecutivo delega en el
precio, según el artículo 16 de la ley 12.830; ministerio de Industria y Comercio las
e) incautarse temporariamente para el uso atribuciones que le fueron otorgadas por
de establecimientas industriales o comer- las leyes 12.830, artículos 2 y 16 y la ley
ciales, consignando judicialmente el valor 12.983, artículo 1<?, incisos ch, e, f, g, h, y
de uso con posterioridad; f) tongelar pre- d, este último en cuanto su aplicación no
cios; g) fijar las remuneraciones; h) obli- sea de la competencia del Director Na-
gar a fabricar determinados productos cional de Vigilancia y Abastecimiento.
dentro del sistema de cuota mínima que El decreto n? 12.182/51, crea la Dirección
fíjase (art. 19). Nacional de Abastecimiento como depen-
dencia jerarquizada de la subsecretaría de fijada por los decretos 32.506/47, artícu-
Industria y Contralor Comercial del mi- lo 6, por la resolución n? 1165/50, articulo
nisterio de Industria y Comercio de la Na- 7 y por el decreto n"? 4995/49 y se establece
ción, la que tendrá a su cargo las funcio- sobre la resultante de aplicar sobre el im-
nes que actualmente corresponden a la Di- porte neto de las ventas, los porcentajes
rección General de Abastecimiento del mis- que detalla el primer decreto. A los efec-
mo departamento de Estado. tos de la confección del balance que de-
El decreto n<? 12.183/51, crea el Consejo termine la utilidad para la base del con-
Federal Coordinador del Abastecimiento, tralor, el decreto 32.506/47 en su artícu-
como organismo coordinador de consulta lo 9 se remite a las normas de las leyes
en todo cuanto se relacione con el ordena- de impuestos a los réditos 11.682, su decre-
miento del abastecimiento y la fijación de to reglamentario y resoluciones de la Di-
los precios, en todo el territorio nacional. rección General Impositiva.
Funciona dentro del ministerio de Indus- 2) Limitación de los beneficios brutos:
tria y Comercio, bajo la dependencia in- Está prevista por la resolución n<? 1165/50:
mediata del titular de este departamento "La venta al por menor de los artículos
y se integrará en las demás condiciones comprendidos en la presente resolución, se
que expresa el decreto. efectuará a precios que no representen por-
Por último el decreto n"? 4592/52 crea la centualmente una utilidad bruta sobre las
Comisión Nacional de Precios y Salarios ventas netas, superior a la correspondien-
dependiente del Poder Ejecutivo, que ten- te a cada establecimiento, conforme a lo
drá a su cargo el estudio, contralor y vigi- que se dispone en este apartado. Se toma-
lancia de: a) las normas sobre precios y rán los datos reales correspondientes al pe-
salarios, con el propósito de asegurar per- ríodo 1? de agosto de 1949 al 31 de ju-
manentemente su equilibrio con sentido lio de 1950 por los siguientes conceptos:
económico social, en todo el país; b) los a) importe de las ventas netas al por me-
planes económicos de gobierno, en la par- nor, determinadas de acuerdo con el decre-
te relativa a las materias indicadas en el to n"? 32.506/47; b) importe de los gastos
inciso anterior. Las resoluciones emana- pertenecientes a dichas ventas admitidos
das de la Comisión serán elevadas al Po- de acuerdo con los decretos nos. 32.506/47
der Ejecutivo por conducto del Consejo Eco- y 4995/49 actualizados con la aplicación de
nómico Nacional. lo dispuesto en el apartado 89 de la presen-
Hemos trascripto las partes sustanciales te resolución.
relativas a la creación de los grandes or- "A la relación porciento que resulte de
ganismos estatales encargados de la vigi- dividir el importe que arroje el inciso b)
lancia, contralor y coordinación de los pre- precedente por el resultado del inciso a)
cios y abastecimientos. se le agregará el porciento de utilidad lí-
c) Grupo de las reglas procesales y de quida sobre ventas netas autorizado por el
contralor. — Las reglas procesales que ha- decreto n? 4995/49 rebajado en dos pun-
cen posible en la práctica las formas del tos.
contralor y vigilancia por parte de los ór- "Porcentaje de utilidad bruta máxima
ganos a que nos hemos referido y que por sobre ventas.
otra parte crean métodos de limitación de "Se determina el mismo partiendo de la
beneficios en función de coeficientes de siguiente fórmula:
utilidad neta o bruta, congelación de pre- "Gastos correspondientes a las ventas in-
cios, marcación en el establecimiento de cluidas; x 100. Total de ventas netas in-
origen, o que crean procedimientos mixtos, cluidas.
son las siguientes: "A la cantidad obtenida se le suma el
1) Limitación de beneficios netos: El porcentaje de utilidad neta máxima admi-
decreto 32.506/47 determina cuáles son los tido por el decreto n"? 4995/49 rebajado en
artículos comprendidos y los sujetos obli- dos puntos."
gados así como las excensiones. Tales ar- 3) Congelación de precios: Resulta del
tículos son los de indumentaria personal y decreto n<? 5245/52 y comprende, salvo las
sus complementos, los textiles destinados excepciones del artículo 5 a las mercade-
al uso de hogar y las materias primas uti- rías destinadas a la indumentaria perso-
lizadas en su elaboración. Los sujetos obli- nal y los artículos textiles para uso del ho-
gados son los importadores, mayoristas, in- gar.
dustriales, confeccionistas y otros respon- "A partir del día siguiente al de la pu-
sables por las operaciones al por mayor, blicación del presente decreto, no podrán
cuyas personas están sometidas en sus ac- aumentarse en todo el territorio de la Na-
tividades al régimen limitativo de los be- ción los precios corrientes en cada esta-
neficios. La utilidad nega admitida está blecimiento, dentro de cada modalidad de

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