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UNIVERSIDAD DEL SALVADOR

TECNICATURA EN EDUCACIÓN TECNOLÓGICA

ENSEÑANZA DE LA TECNOLOGÍA
NIVEL INICIAL Y PRIMARIA

ENSAYO

ESCRIBIR BIEN

Docente:
Prof. A. Cogliandro

Alumno:
BLICHARSKI, UBALDO – DNI 11.703.657
ulblicharski@gmail.com

Comisión III

MMVIII
Escribir Bien
Este es un ensayo dirigido a alumnos de los últimos años de la Educación Primaria,
mostrando la importancia del “buen escribir” entendiendo a la escritura como el producto
tecnológico fundamental en el desarrollo de la civilización.

La tecnología de la escritura, en el proceso de la comunicación, es determinante para el


desarrollo intelectual de la especie humana. El traspaso de información oral, de persona a
persona, si bien eficaz en cuanto a su llegada, no logra eficiencia en la transmisión. Quien
habla está afectado por su subjetividad. Los procesos de transferencia de la idea al habla,
enfatizando lo que el orador cree importante, acentuando sus ideas, entonando las
palabras afectado por su estado emocional, o por los conceptos previos que tenga sobre
el o los oyentes, pueden inducir a respuestas, puntos de vista y conclusiones en el
receptor, aún en contra de sus propias ideas y conceptos.

El escucha, por otra parte, también inserta su objetividad en el proceso. Su estado de


ánimo, la predisposición a la atención, y el interés en el tema inciden plenamente en la
recepción y comprensión del mensaje.

Finalmente, la transmisión oral exige una situación espacio-temporal común. Transmisor y


receptor deben compartir un instante único e irrepetible, donde ideas y conceptos fluyen
en una única dirección: la del tiempo. Esta variable complica aún más la comprensión del
mensaje: la obligación del procesamiento instantáneo, la no posibilidad de la “marcha
atrás”, de repetir lo no captado.

La escritura va más allá. Siendo una comunicación atemporal, el transmisor no necesita el


contacto real con el receptor. Las ideas, plasmadas en un soporte físico, son procesadas,
una y otra vez. Son corregidas, aclaradas, organizadas, hasta lograr el producto final. El
lector, también “desconectado” del redactor, realiza su propia reconstrucción del mensaje,
ya no con la urgencia del escuchante, sino bajo condiciones claramente distintas. La
ruptura de la relación espacio-tiempo, entre escritor y lector, permite a éste último emplear
su tiempo, su espacio, acomodándose acorde a su interés en el tema.

Esta predisposición, y la posibilidad de la re-lectura, permite una elaboración más


profunda del mensaje, aumentan la riqueza de la transmisión, refuerza la intencionalidad
de la comprensión, posibilita el análisis crítico. Aún más, en una relación epistolar,
convierte al receptor en emisor cuando inquiere sobre de dudas específicas relativas al
tema tratado. También posibilita la confrontación entre diversas fuentes.

Aunque la transmisión oral y escrita comparten la misma convención de código –el


lenguaje-, la escritura exige procedimientos y técnicas más precisas que la transmisión
oral. En esta última es posible, para ambos actores, hacer correcciones, aclaraciones
sobre la marcha, seleccionar la amplitud y profundidad del tema, agregar, eliminar y
modificar información, aunque implique ruidos que alteren la finalidad del mensaje.

La escritura, por el contrario, solicita del autor la realización de un esquema previo, un


ordenamiento y correlación que evite la confusión del lector durante el proceso de lectura,
la reelaboración, por parte del autor o de otros, de lo escrito antes de su publicación.
También exige que existan convenciones mínimas: una letra clara y legible que facilite la
interpretación de las palabras, un discurso acorde con el nivel de conocimientos o de
abstracción del lector, utilización correcta de reglas ortográficas, semánticas y
gramaticales, notas aclaratorias cuando sean necesarias.

El lector, aislado espacio-temporalmente, debe reconstruir el código para captar su


significado. La lectura exigirá de él aptitudes para la interpretación del texto, la
decodificación de las ideas clave, el análisis crítico de la información recibida.

Todo esto muestra lo necesario e imprescindible que es conocer las tecnologías utilizadas
en el mensaje escrito, utilizando las codificaciones adecuadas al medio de transmisión
empleado. ¡No es lo mismo un informe técnico, una carta familiar, un correo electrónico, el
chat o los mensajes por celular! Cada medio posee códigos, alcances y limitaciones
propias…

Aprovechemos la escritura, es un espacio de nuestra memoria y de nuestra vida a


compartir. Aprovechemos la lectura. Nos integra al mundo más allá del tiempo y del
espacio…

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