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Argimiro A. Arratia Quesada https://www.cs.upc.

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INDEX/INDICE
Las dificultades para el fraude electrónico.

Argimiro Arratia
Argimiro
Arratia Departamento de Matemáticas
Publications
Universidad Simón Bolívar
Publicaciones
Alguna vez leí, en un diario capitalino, un artículo sobre fraude electrónico que me
Conferences
sorprendió por la simpleza del método allí expuesto. Este básicamente consistía en
Conferencias
recoger los papelitos que algún usuario de cajeros automáticos desechaba con la
Students información de su tarjeta; luego interrogarlo, por teléfono o en persona, sobre sus datos
Estudiantes personales, incluyendo la clave secreta de su tarjeta, fingiendo tal vez ser un encuestador
privado y, finalmente, clonar la tarjeta de la víctima. El método, sin duda chimbo, luce
Computational difícil de practicar y, si asumimos que la población lectora de diarios capitalinos quedó
Finance advertida, debería ser inocuo. No obstante, sospecho que muchos lectores prudentes
(aquellos que no pregonan en público los números y las claves secretas de sus tarjetas)
debieron sentirse alarmados, aumentando así su desconfianza hacia las transacciones
electrónicas. Para tranquilizar a esos lectores, explico a continuación algunos de los
elementos formales que conforman el intercambio electrónico de información.

El sistema criptográfico en uso más popular para codificar mensajes, que asegura la
privacidad de los correos en la internet y de las operaciones bancarias electrónicas, es el
RSA inventado por Ron Rivest, Adi Shamir y Len Adleman, dado a conocer en 1977 en
el Scientific American. La idea básica del RSA es considerar un mensaje que se desea
enviar electrónicamente, como un número positivo M (por ejemplo, cada letra del
alfabeto se le asigna un número y palabras son encadenaciones de los correspondientes
números). Para cifrar M el emisor utiliza dos números positivos e y N, donde N = pq es
el producto de dos números primos p y q; luego eleva M a la potencia de e y divide el
resultado por N (sin sacar decimales); el resto de esta división (llamémoslo C) es lo que
envía como mensaje codificado; en símbolos

C = Me + N.(algo).

Más formalmente, lo anterior se expresa como

C = Me mod N (léase C igual Me módulo N).

Para descifrar C y recuperar el mensaje M, el receptor eleva C a la potencia de un cierto


número d, con la propiedad siguiente:

ed = 1 mod (p-1)(q-1) (ecuación (*))

y divide el resultado por N.

El resto de ésta división resulta ser M debido a un teorema de Euler. En efecto:

Cd = Med = M mod N

Así, N y e son del dominio público y d es la llave secreta para decodificar mensajes que
sólo posee el receptor. Es d el objetivo de un ladrón electrónico sofisticado. ¿Cómo
conocer d? De acuerdo con la ecuación (*)

d = e-1 mod (p-1)(q-1)

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