LECTURA PARA RESUMEN.

Jesús promete que bautizaría con el Espíritu Santo, esto parece sugerir a los apóstoles la
cuestión de restituir el reino a Israel en ese tiempo. El Señor Jesucristo había estado
hablando durante su ministerio, de un concepto de reino totalmente distinto al que los judíos
tenían. A pesar del tiempo que los apóstoles habían pasado con él, también seguían
teniendo la idea de un reinado temporal de Israel, incluso sobre otros pueblos; a pesar de
que Jesús ya les había declarado la naturaleza espiritual de ese reino. Mat. 16:21–28;
20:26–28; Luc. 17:20, 21; 18:31–34; Juan 18:36.
No es de extrañar que después de verlo resucitar, los apóstoles creyeran que en ese poder
ahora Jesús restauraría un reino terrenal. Él solo se limita a dejar los tiempos en la mano de
Dios el Padre.
El versículo 8 nos muestra más claramente que ese reino se extendería testificando del
evangelio por todo el mundo, y que esto sería a través del poder del Espíritu Santo.
El cristianismo nació dentro del judaísmo más estricto. No abandonó las sinagogas o el
templo en el principio del movimiento cristiano. Sin embargo los cristianos fueron excluidos
de las sinagogas y del templo, porque el cristianismo incluía cualquiera que por fe seguía a
Jesucristo.
Vemos el interés verdadero de Jesús por toda la gente, no sólo por los judíos. A él le
interesaban todas las necesidades de toda la gente. A Jesús no le interesaban las
instituciones de la religión judía tales como el sábado, el ayuno, los ritos de purificación y
otras por el estilo. Su interés estaba en Dios y en la gente.
La comunidad cristiana en los días de Lucas no había quitado la fe en el verdadero
judaísmo ni en Cristo Jesús. Al llegar a ser una comunión de personas que pasa por alto las
distinciones de nacionalidad, raza y ritos,el cristianismo es fiel a las enseñanzas de Cristo.
El movimiento cristiano estaba logrando el pacto que Dios hizo con Abram y Moisés, los
fundadores del pueblo de Dios (ver Gén. 12:3; Exo. 19:6–8; 1 Ped. 2:9, 10).
Lo que sucede después, es que nos narra el hecho trascendental de la ascensión de Jesús
al cielo y nos introduce a dos pensamientos de mucha importancia en el NT: la historia de la
ascensión y nos enfrenta con el asunto de la segunda venida.
Los dos personajes vestidos de blanco de modo semejante al evento en la escena de la
resurrección (Luc. 24:4), anuncian a los apóstoles que Jesús reaparecerá de la misma
manera que lo ven ahora desaparecer, sólo que a la inversa, pues ahora desaparece
subiendo y entonces reaparecerá descendiendo. Desde ese momento constituye la
suprema expectativa de la primera generación cristiana, y cuya esperanza los alentaba y
sostenía en sus trabajos.