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Cazadores de microbios

El primer momento en el que me entere que debíamos leer un libro acerca de la


microbiología me pareció aburrido, ya que no suelo acostumbrar a leer acerca de la historia
de alguien más, y bueno para muchos estudiantes no nos es muy cómodo leer un libro ya
que según nosotros google puede darnos todas las respuestas, y hace una semana no
estaba muy interesada en saber mucho acerca de los microbios, pero desde un inicie a leer
este libro me gustó, ya que me llamó mucho la atención la curiosidad y la forma de pensar
de estos cazadores de microbios.

Cuando inicie con Anthony Leeuwenhoek, un conserje holandés, pulidor de sus propias
lentes que vivió hace más de 250 años, quien con una curiosidad penetrante, fue el primero
en echar un vistazo al mundo microbiano, siendo un conserje pero con una curiosidad a lo
desconocido, me motivo a indagar más allá de lo que ven mis ojos, de ser curiosa y
preguntarme “¿Por qué pasa eso?” o ”¿Qué habrá dentro de eso?”, y me impresiono tanto
su empeño de querer descubrir algo nuevo cada día ya que muchas personas no son así
de curiosas, también su personalidad me pareció intrigante, y el cómo una persona dedica
su vida entera en descubrir algo, y el que lo haya guardado para el, si me pareció un poco
egoísta, aunque bueno él quería proteger su trabajo, ese trabajo que le tomo demasiado
esfuerzo cumplir y de esta manera superar sus propias expectativas acerca de explorar ese
nuevo y pequeñísimo mundo, que para la humanidad fue uno de los más importantes
hallazgos.

Durante mis tres años en la carrera y desde más joven sabía que existían los microscopios
pero nunca me di la tarea de investigar quien fue el creador de este, el cómo tuvo la idea y
busco el método de hacer uno, y me da gusto saberlo ahora, que Leeuwenhoek, a pesar
que fue un hombre terco, quisquilloso, y desconfiado pero que a la vez esto influyera en
que haya aportado demasiado a la sociedad solo por un gusto y una satisfacción propia, la
cual me hace caer en cuenta que uno puede ir mas allá de lo que se propone. Y así fue
como Leewenhoek el inventor del microscopio es considerado padre de la Microbiología.
Yo soy católica pero entiendo completamente que la biología y la religión no deben de
mezclarse desde mi punto de vista, siempre hay que querer ver más allá sin precipitarse a
dar una concusión del porque sin antes probarlo como dije antes.

Me da mucha curiosidad y me asombra mucho como hay personas que nacen para hacer
algo en específico, no hay otra forma de llamarle más que talento, me gusta como las
personas son tan difíciles de contradecir, hablando de los experimentos de spallanzani los
cuales fueron muy claros muy enfocados a lo que él quería demostrar, aunque si se me
hizo un poco injusto lo que Needham que se cerró a su teoría, pues simplemente con un
experimento, en el cual no vio más allá de lo que pudo haber, o de las posibles causas las
cuales pudieran haber pasado y provocado aquellas bacterias, como que el aire tenía esas
partículas, y el sentir cada vez más esa sensación de molestia desde el punto de vista de
spallanzani, porque sé cómo se siente cuando alguien se cree más inteligente que tú o más
bien, superior pero sin haber demostrado del todo o bien con compruebas científicas sus
creencias y sus teorías, y que además contradigan algo que tú sí estás probando, pero que
básicamente se asilan con su idea y no aceptan otras teorías.

Y a pesar de esto Spallanzani confirmó con sus experimentos que los organismos
unicelulares son seres vivos con su frase célebre “Los microbios nacen de los microbios” y
refutó la generación espontánea, adelantándose a Pasteur.

Ahora, Luis Pasteur logró fabricar la vacuna antirrábica, algo asombroso ya que
básicamente fue un trauma de niño el que lo impulso a hacer algo tan grande, el
experimentar en animales lo cual no me pareció justo, pero después de pensarlo bien, no
es como ahora, creo que fue algo muy necesario en aquel tiempo.

Desde hace años escucho el nombre de Pasteur y siempre mis maestros me han hablado
acerca de sus descubrimientos, y no hay otra manera de llamarlo más que un genio como
a todos los cazadores de microbios que hay en este lindo libro.
Después pasamos con Robert Koch quien nos enseña que los microorganismos son los
causantes de las enfermedades y descubre los bacilos que causan la tuberculosis y el
cólera. Recibió el Premio Nobel de Medicina y es considerado el fundador de la
bacteriología. En mi opinión Koch supo que pasos seguir, se dio la tarea de como médico
ayudar a las personas y me metió al mundo de las bacterias dando paso a un gran camino
lleno de descubrimientos asombrosos.

Otros dos grandes genios fueron Emilio Roux y Emil August Behring, aunque con su
matanza a los conejillos de indias que repito no me parecía bien que experimenttaran con
los animales, aunque fue necesario, Behring descubrió la vacuna contra la difteria, que cada
año mataba a miles de niños y jóvenes en Europa y América. Y Behring junto a Kitasato -
codescubridor del agente infeccioso de la peste bubónica-, demostraron el valor de la
antitoxina en la prevención de enfermedades produciendo una inmunidad pasiva al tétano
en un animal que haya recibido inyecciones graduadas de suero sanguíneo desde otro
animal infectado con la enfermedad.

Estos científicos y muchos otros cazadores de microbios tuvieron trayectorias similares en


cuanto a errores cometidos en sus luchas contra los microbios, los sentimientos de envidia
de quienes no pudieron lograr mayores éxitos y los reclamos de otros por los errores de
estos hombres de ciencia, así como sus reconocimientos por los miles de vidas humanas
que salvaron.

Emilio Behring y Emilio Roux descubren la antitoxina que acaba con la difteria que mataba
niños. Elías Méchnikoff localiza los fagocitos, células de la sangre que eliminan partículas
nocivas en el organismo. Ronald Ross y Battista Grassi descubren que el paludismo o
malaria lo transmiten mosquitos Anopheles (hembras). Paul Ehrlich halla el primer método
eficaz contra la sífilis.

En los últimos capítulos no me vi muy interesada ya que fue más repetir los procedimientos
anteriores, pero con una cosa diferente, los demás científicos se dieron sus tareas, aún sigo
pensando en cómo es que se empapan del conocimiento, esa curiosidad del como una
bacteria se reproduce, de cómo una célula muere, de cómo cada experimento debe de ser
especial, y con su tratamiento específico. Me quedo anonadada, admiro muchísimo a
aquellos microbiólogos que dedican su vida a encontrar algo que se podría decir invisible,
pero que para ellos es algo grande,

Es un libro realmente asombroso, creo que podría jurar que cualquier persona que inicie
este libro sentirá curiosidad por conocer cómo se descubrieron los microorganismos y el
trabajo de un grupo de científicos que con muy pocos recursos llegaron a dar a conocer al
mundo sus trabajos y las diversas formas de vida que nuestros ojos no son capaces de ver
sin la ayuda de instrumentos como el microscopio, siempre y cuando te agrade la biología
y las ciencias que se le asocian, Se trata de un libro fascinante que describe la vida y obra
de un grupo de hombres del siglo pasado que sentaron las bases para conocer y
comprender el mundo de los entes vivientes más pequeños de la Tierra y nuestra relación
con ellos.

Podría repetir muchas veces lo asombrada que me dejó, el darme cuenta de la forma en la
que fueron uniendo hilos para llegar a una gran y única conclusión y a una cura, el pensar
en la palabra “cura” me hace sentirme emocionada, esa sensación de euforia es la que me
motiva a querer seguir aprendiendo más y más. Suelo tener ideas un poco confusas acerca
de cómo lo hacen, intento imaginar los métodos, los experimentos, que a veces estos
mismos científicos y médicos ponen en juego a sus familias y a sus propias vidas, como lo
que Pasteur que probo en el su vacuna, confiando en su procedimiento, pero por otro lado
quienes accidentalmente enferman por un descuido o por no conocer del todo los efectos
de aquello desconocido pero maravilloso.

Debo decir que a la vez siento algo de miedo, aunque mi especialidad me pide experimentar
como lo hicieron los cazadores de microbios, bueno no tan salvajemente con animales pero
si a tratar con nuevos virus, el que sea algo incontrolable me hace desanimarme un poco,
pero estoy consiente que actualmente existen grandes mentes y que ahora contamos con
muchísimos más recursos que en aquel tiempo Anthony con sus microscopios, y que
podemos fiarnos de que podemos avanzar aún más en este mundo infinitamente pequeño,
porque curiosamente, así como hay un infinito hacia el cielo lo hay hacia el suelo, aunque
suene un poco raro me hace sentirme confiada en que siempre hay algo nuevo que
descubrir y hace que deje el miedo atrás.

Mientras más avanzaba en la lectura más quería saber acerca de estas grandes mentes,
ya que pensando en la situación actual que hay en el mundo con el COVID-19.

Realmente no me interesaba para nada saber acerca de la pandemia, lo veía como algo
que solo paso y que debía hacer caso a los médicos, no me queje ni di una opinión formal
acerca de este virus, y no fue por ignorante, fue más por todas aquellas grandes
controversias, entre las personas que creían saber acerca de esto, y quienes de verdad
sabían.

Yo soy de esas personas que esperan a que algo sea comprobado, pero el que cada día
hubieran muertes, personas cada vez más cercanas a mí me hacía sentirme curiosa y a la
vez abrumada acerca del mundo microbiano, pero bien no fue hasta después de leer este
libro que tengo la inmensa sensación de meterme en estos temas, admiro mucho a mi
Doctora quien nos habla con tanto cariño hacia esta materia y ahora entiendo el porqué. Si
bien el autor de este libro me atrapo con su manera de escribir o esta extraña sensación
del imaginarme descubriendo algún microorganismo que provoque alguna enfermedad o la
cura de esta misma, o bien el simple hecho de utilizar un microscopio y sumergirme en esta
forma de vivir, porque pienso que si podría dedicarme a la microbiología.

Terminando agradecida con los científicos que dieron a los grandiosos descubrimientos, y
al grandioso escritor, totalmente un gran libro, recomendado para toda aquella persona que
le gusta leer o que simplemente sienta gusto por la ciencia y la biología que busca
enriquecer su conocimiento y sentirse más motivado este libro es para ti.

Gracias Doctora por abrirme las puertas a este nuevo mundo, espero que algún día pueda
aprender más de usted y de su amor por la microbiología.

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