Está en la página 1de 14

ISEGORIA 53 N-1_Maquetación 1 16/11/15 12:49 Página 617

ISEGORÍA. Revista de Filosofía Moral y Política


N.º 53, julio-diciembre, 2015, 617-629 ISSN: 1130-2097
doi: 10.3989/isegoria.2015.053.08

NOTAS Y DISCUSIONES

“La fortuna favorece a los audaces”:


Maquiavelo y la subversión de un lugar común

“Fortune favors the bold": Machiavelli and the Subversion


of a Commonplace
JÉRÉMIE DUHAMEL
Universidad de Montreal1

RESUMEN. Este artículo explora una pregunta ABSTRACT. This paper explores a very pre-
muy precisa: ¿qué significa la propuesta, cise question: what does Machiavelli mean
expuesta por Maquiavelo en el penúltimo when he writes, in the chapter XXV of The
capítulo de El Príncipe, según la cual es pre- Prince, that it is preferable to behave im-
ferible ser impetuoso que respetuoso? A par- petuously rather than cautiously? Through
tir de un análisis riguroso de este capítulo, el an in-depth analysis of this chapter, the au-
autor cuestiona la validez de la interpreta- thor questions the validity of the prevailing
ción dominante según la cual mediante una interpretation, which holds that a virtuous
acción impetuosa, un individuo virtuoso individual can subjugate “fortuna” through
puede someter a la fortuna. La propuesta de an impetuous action. Machiavelli’s asser-
Maquiavelo se debe interpretar más bien tion should be construed as a bet on the cre-
como una apuesta hacia las virtualidades ative potentialities of action in a context of
creativas de la acción ante una situación de corruption in which fatalism and the desire
corrupción en la que el fatalismo y el deseo to be dominated tend to prevail. In this
de ser dominado tienden a prevalecer. En sense, the priority given to impetuosity is the
este sentido, la primacía dada a la impetuo- cornerstone of a provisional morality re-
sidad constituye la piedra angular de una quired for adverse times.
moral de carácter provisional requerida en
“tiempos adversos”. Key words: Machiavelli; impetuosity; virtue;
fortune; rhetoric; fatalism; corruption; pru-
Palabras clave: Maquiavelo; impetuosidad; dence.
virtud; fortuna; retórica; fatalismo; corrupción;
prudencia.

[Recibido: marzo 2014 / Aceptado: febrero 2015] 617


ISEGORIA 53 N-1_Maquetación 1 16/11/15 12:49 Página 618

Jérémie Duhamel

“[…] non è mai alcuna cosa sì desperata, che viduo, sino su impetuosidad, la cual re-
non vi sia qualch via de poterne sperare […]” sulta de una mezcla original de elementos
(Maquiavelo, La Mandrágora) considerados tradicionalmente como vi-
cios o característicos de los animales
En este artículo me propongo explorar (como el furor o la ferocidad). ¿Qué quiere
una pregunta muy precisa: ¿qué significa entonces decir Maquiavelo cuando escribe
la propuesta, expuesta por Maquiavelo en sin precaución alguna que es conveniente
el penúltimo capítulo de El Príncipe, se- adoptar este modo de actuar? ¿Acaso sig-
gún la cual es preferible ser impetuoso nifica, como lo piensan muchos de sus in-
que respetuoso? Esta afirmación tiene un térpretes6, que al actuar de manera impe-
carácter paradójico que puede ser com- tuosa es posible someter a la fortuna y
probada a través de una lectura lineal y no que, por consiguiente, habría que descar-
tan profunda de este capítulo: después de tar la hipótesis inicial del propio Maquia-
escribir que “la fortuna es árbitro de la mi- velo según la cual el individuo es dueño
tad de nuestras acciones, más o menos”2, sólo de la mitad de su acción?
Maquiavelo concluye dicho capítulo afir- Esta línea interpretativa me parece
mando que “es mejor ser impetuoso que errónea. En primer lugar, cabe señalar que
respetuoso (respettivo), porque la fortuna la idea, sostenida por Maquiavelo, de que
es mujer, y es necesario, si se la quiere te- la impetuosidad permite resistir al yugo de
ner sometida, atracarla y golpearla”3. la fortuna no es un hápax: vuelve a apare-
Desde luego, podríamos buscar ate- cer a lo largo de su obra7. Pero podemos
nuar el carácter desconcertante de esta úl- decir lo mismo de la idea según la cual la
tima aserción, recordando que Maquia- fortuna siempre vuelve a aparecer, y que
velo no hace más que retomar un lugar lo hace de manera particularmente brutal
común, de origen romano4, del que se ha- cuando nos descuidamos de ella porque
cen eco muchos de sus contemporáneos5: creemos haberla sometido. ¿Cómo pode-
Audaces fortuna iuvat (la fortuna favo- mos explicar que estas dos propuestas
rece a los audaces). Sin embargo, la con- pueden cohabitar en un mismo capítulo,
tinuidad aparente entre Maquiavelo y los en un mismo libro y en una misma obra?
que han transmitido este topos es dema- Esta es la pregunta que me gustaría ex-
siado frágil para sostener cualquier es- plorar aquí. Es cierto que diversas estra-
fuerzo serio de interpretación en este sen- tegias exegéticas podrían permitirnos mi-
tido. Como suele hacerlo a lo largo de su tigar por lo menos esta tensión. No
obra, Maquiavelo no puede evitar ser, al obstante, ninguna me parece aceptable.
mismo tiempo, infiel a la tradición y sub- Desde mi punto de vista, en esta tensión
versivo cuando retoma algún concepto radica la especificidad del pensamiento
moldeado por sus antecesores. En efecto, de Maquiavelo. Y, en este sentido, el ver-
el Secretario florentino agrega un ele- dadero desafío consiste en tomar en cuenta
mento nuevo y sorprendente a los usos esta tensión de manera rigurosa y entender
tradicionales del lugar común: en El Prín- qué nos dice sobre su método, su pensa-
cipe, ya no enaltece la audacia de un indi- miento y, tal vez, su herencia.

618 ISEGORÍA, N.º 53, julio-diciembre, 2015, 617-629, ISSN: 1130-2097


doi: 10.3989/isegoria.2015.053.08
ISEGORIA 53 N-1_Maquetación 1 16/11/15 12:49 Página 619

“La fortuna favorece a los audaces”: Maquiavelo y la subversión de un lugar común

Mi análisis se va a desarrollar en tres blema clásico de la oposición entre virtù y


partes. Para empezar, propondré una in- fortuna, Maquiavelo elabora una tipología
terpretación de dicha tensión a la luz de un de la reglas de prudencia. Esta reflexión
análisis de la argumentación que despliega está dividida en dos partes: en primer lu-
Maquiavelo en el capítulo XXV de El gar, el autor examina esta relación de ma-
Príncipe. Si llevamos a cabo este análisis nera general; en segundo lugar, Maquia-
de manera satisfactoria, nos permitirá lle- velo realiza un análisis a través de casos
gar a la conclusión de que la impetuosidad particulares.
tiene un valor extremadamente importante En la primera secuencia, la fortuna
pero limitado, es decir que su eficacia de- aparece como un río furioso que destruye
pende de ciertas circunstancias. En un se- todo al salir de su cauce natural. Gracias a
gundo momento, describiré las circuns- un mínimo de experiencia, los ribereños
tancias en las cuales se impondría la saben que el río se puede volver violento
impetuosidad, a partir del análisis que Ma- en una cierta época del año. A través de
quiavelo propone de la coyuntura en la esta metáfora, Maquiavelo sugiere que a
que está inmerso. Para concluir, quisiera pesar de que la fortuna representa un pe-
ver si de mi análisis puede deducirse una ligro importante, cuyas causas se sitúan
regla de acción o una norma de evaluación fuera del alcance del control humano, se
más general. pueden al menos anticipar sus efectos de
manera parcial. Según Maquiavelo, me-
1. Tipología de la prudencia diante un buen uso de la historia, podemos
maquiaveliana identificar los esquemas recurrentes de la
adversidad y resistir en parte a lo que den-
Para empezar, es necesario detenerse en el tro de lo imprevisible es, a final de cuen-
capitulo XXV de El Príncipe, con el fin de tas, inevitable9. Por ejemplo, al “colo[car]
subrayar las características principales de diques y espigones”10, se puede obstaculi-
la concepción maquiaveliana de la pru- zar o canalizar el desbordamiento del río
dencia8. Podríamos dar cuenta del conte- y contener los efectos más nefastos de la
nido de este capítulo clave de la siguiente inundación. Más allá de la metáfora del
manera. Primero, Maquiavelo sostiene río, lo que está en juego son los “princi-
que, a diferencia de lo que sugiere la pers- pales fundamentos”, en particular “las
pectiva providencialista, el individuo tiene buenas leyes y las buenas armas”11, que
un cierto control sobre su acción. El des- posibilitan al cuerpo político ordenar los
arrollo del planteamiento que sigue está elementos concretos que le permiten pro-
dedicado, por una parte, al análisis del tegerse contra amenazas internas y exter-
margen de maniobra que tiene el individuo nas. Para optimizar su independencia con
para que la fortuna no gobierne sola y, respecto a la fortuna, la primera regla de
por otra parte, a la identificación de pau- la prudencia plantea así que la virtù que
tas generales de acción que puede seguir el conviene es la “virtud dispuesta (virtù or-
individuo para poseer un dominio óptimo dinata)”12, es decir la virtù de las institu-
de su acción. A través del análisis del pro- ciones políticas y militares.

ISEGORÍA, N.º 53, julio-diciembre, 2015, 617-629, ISSN: 1130-2097 619


doi: 10.3989/isegoria.2015.053.08
ISEGORIA 53 N-1_Maquetación 1 16/11/15 12:49 Página 620

Jérémie Duhamel

Pero, inmediatamente después, Ma- La inclinación natural de cada individuo


quiavelo advierte que esta estrategia no es tan rígida que la fortuna tiende a estar
permite resistir con mucha eficacia a la va- siempre un paso adelante del que la persi-
riación de la fortuna. Los casos particula- gue. Si el precavido, que suele tener éxito,
res a partir de los cuales aborda ahora la fracasa cuando aparecen nuevas circuns-
relación entre virtù y fortuna nos de- tancias que exigen más impetuosidad, de
muestran que las circunstancias siempre la misma manera, el impetuoso, que tam-
cambian y que pueden desestabilizar cual- bién suele ser exitoso, fracasa cuando apa-
quier modo de actuar. Por ejemplo, un recen circunstancias que exigen más pre-
príncipe actualmente muy exitoso puede caución.
de pronto ver reducido su poder a escom- La figura emblemática que moviliza
bros, sin que haya cambiado para nada su Maquiavelo para ilustrar estos dos aspec-
manera de actuar. Esto se explica, escribe tos de la virtù oportuna es la del papa Ju-
Maquiavelo, por el hecho de que el en- lio II. Ante el tirano Giovanni Bentivoglio,
cuentro con “las características de los el papa no dudó en tomar la iniciativa de
tiempos (la qualità de’ tempi)” determina la acción. El primero se quedó tan sor-
en última instancia el éxito o el fracaso de prendido que se volvió mudo e impotente
una acción13. Aquí encontramos la metá- ante la intervención de Julio. Este episodio
fora de la fortuna como rueda: esta figura inspiró a Maquiavelo un comentario diti-
clásica revela que, para no dejarse gober- rámbico: “[…] Julio condujo con su mo-
nar por la fortuna, el individuo tiene que vilización impetuosa lo que ningún otro
esforzarse para variar su acción a la par de pontífice con toda la humana prudencia
ella y confiar en que su acción es la ade- habría conducido”15. El ejemplo muestra
cuada. Por supuesto, como la fortuna cam- como un individuo puede estar a la altura
bia de cara y de expectativas de manera in- de las circunstancias al sorprender a sus
terrumpida, no se impone siempre el adversarios, pero también revela los lími-
mismo modo de actuar: ciertas circuns- tes constitutivos de tal conducta. Maquia-
tancias exigen más paciencia, así como velo sugiere, en efecto, que el éxito sin
otras exigen más temeridad. La segunda precedentes de Julio se debe más a la bre-
regla de prudencia prescribe entonces la vedad de su vida que a su capacidad de
adaptación a las circunstancias, de tal adaptación. Predispuesta por naturaleza a
forma que se pueda encontrar y aprove- la impetuosidad, la acción de Julio habría
char la ocasión que conllevan14. Podría- terminado por naufragar en “tiempos en
mos decir que de la virtù ordinata pasa- que hubiese sido necesario proceder con
mos a la virtù oportuna. precaución (respetti)” 16. De este ejemplo
Pero Maquiavelo señala enseguida la (como los de Soderini y de Fabio presen-
inmensa dificultad de cumplir con esta tados en el capítulo III, 9 de los Discursos
exigencia. Dada la inflexibilidad natural sobre Tito Livio), se destaca la idea fun-
de los seres humanos, se revela suma- damental según la cual dada la variación
mente difícil cambiar de actitud con la continua de las circunstancias, cualquier
misma rapidez con que cambia la fortuna. modo de actuar está condenado, tarde o

620 ISEGORÍA, N.º 53, julio-diciembre, 2015, 617-629, ISSN: 1130-2097


doi: 10.3989/isegoria.2015.053.08
ISEGORIA 53 N-1_Maquetación 1 16/11/15 12:49 Página 621

“La fortuna favorece a los audaces”: Maquiavelo y la subversión de un lugar común

temprano, al fracaso. En suma, la pruden- punto, en ciertos modelos ejemplares


cia maquiaveliana se caracteriza por una transmitidos por la historia18. ¿En qué me-
aporía fundamental17. Si bien es cierto que dida estos modelos pueden ayudar el des-
conviene, siguiendo esta lógica, esforzarse tinatario de El Príncipe a superar el des-
en optimizar el control sobre su destino, de afío planteado por Maquiavelo? Según
la misma manera es preciso reconocer los una perspectiva interpretativa dominante,
límites constitutivos de esta aspiración so defendida entre otros por Louis Althus-
pena de condenarse a la “ruina”. ser19, su tarea es similar a la que cumplie-
A mi juicio, debemos interpretar el pá- ron los fundadores clásicos citados en los
rrafo final del capítulo XXV de El Prín- capítulos VI y XXVI. Como Moisés, Ró-
cipe, en el cual Maquiavelo expresa su mulo, Ciro y Teseo, el principe nuovo ten-
“preferencia” por la impetuosidad, a la dría que contemporizar con un pueblo dis-
luz de este ejemplo. Como cualquier otro, perso, afeminado y esclavo que espera,
este modo de actuar no puede pretender por así decirlo, la virtù del fundador he-
someter de manera definitiva a la fortuna. roico para escapar a la situación de vul-
En ciertas circunstancias, sólo la impe- nerabilidad extrema en la que se encuen-
tuosidad puede limitarla y asegurar que el tra. De la misma manera que los
sujeto tenga un mínimo de control sobre fundadores ejemplares de la Antigüedad,
sus acciones. Sin duda, Maquiavelo con- el principe nuovo tendría como meta dar
sidera que el éxito del principe nuovo (al “forma” a una “materia” vacía e inerte.
que confía en el último capítulo la misión Sin embargo, esta interpretación “conti-
de liberar Italia de las potencias extranje- nuista” no permite dar cuenta de un elemen-
ras) depende de su capacidad para actuar to textual que no ha sido suficientemente
de este modo. Con el fin de entender con apreciado en la literatura. Maquiavelo
más claridad las virtualidades específicas escribe en el último capítulo de El Prínci-
de la impetuosidad, conviene entonces pe que para conocer la virtù del espíritu
preguntarse ahora sobre el tipo de cir- italiano fue necesario que Italia se viera
cunstancias en las que se impone. reducida a los términos en los que se
encontraba en ese momento, es decir:
2. La malignidad de los tiempos “[…] más esclava que los hebreos, más
presentes sierva que los persas, más dispersa que los
atenienses, sin jefe, sin orden, abatida,
En los términos de El Príncipe, de lo que expoliada, lacerada, asolada, y que hubie-
se trata es de determinar la naturaleza se soportado toda clase de ruina”20. Al
exacta de la tarea que tiene que llevar a usar el adjetivo comparativo “más”,
cabo el principe nuovo. Desde luego, dado Maquiavelo marca un cambio que revela,
que el acto mismo de innovación se hace a mi juicio, una diferencia importante con
en circunstancias singulares, no se puede respecto al tipo de circunstancias a las
seguir una regla de acción predefinida. cuales el principe nuovo tiene que enfren-
No obstante, para orientarse, el individuo tarse. Según Maquiavelo la Italia de ese
puede inspirarse, al menos hasta cierto comienzo de siglo no presenta las mismas

ISEGORÍA, N.º 53, julio-diciembre, 2015, 617-629, ISSN: 1130-2097 621


doi: 10.3989/isegoria.2015.053.08
ISEGORIA 53 N-1_Maquetación 1 16/11/15 12:49 Página 622

Jérémie Duhamel

características que aquellas en las cuales de vulnerabilidad25. Para Maquiavelo, el


los fundadores clásicos pudieron expresar problema de la “malignidad de los tiem-
su virtù. Esto no permite inferir que la pos” tiene, en definitiva, dos aspectos
“materia” a la cual el principe nuovo tie- complementarios: la crisis política y mili-
ne que dar “forma” no es precisamente tar, pero también la incapacidad de reac-
amorfa, sino que en realidad está carco- cionar de manera adecuada ante la adver-
mida por elementos de corrupción que sidad y la derrota. ¿Cuáles son las causas
amenazan con hacer desaparecer el anhe- de esta “indolencia” a la que Maquiavelo
lo de libertad. atribuye tanta importancia en el análisis de
Para poder llegar a una comprensión su coyuntura? Para intentar dar una res-
precisa de estas circunstancias, es útil ana- puesta satisfactoria a esta cuestión, parece
lizar la cuestión a la luz de otros textos en útil referirnos a otros textos del floren-
los cuales Maquiavelo elabora un diag- tino, antes de volver nuevamente a El
nostico sobre su propia coyuntura. De ma- Príncipe.
nera recurrente, el Secretario presenta el En su obra, la idea según la cual el mal
periodo que empieza con la conquista que aflige a sus contemporáneos está
francesa de 1494 en los términos de una acompañado de la pérdida de interés por la
mutazione di tutte le cose. Como muchos virtù antigua es un verdadero leitmotiv26.
de sus contemporáneos, atribuye a este Maquiavelo enfatiza la responsabilidad de
evento una causalidad decisiva en el ciclo la educación cristiana en este fenómeno.
de ruina política y militar de la que fue En el capítulo II, 2 de los Discursos sobre
presa toda Italia en los años ulteriores21. Si Tito Livio, el autor señala que, a los valo-
bien existe un cierto consenso respecto a res de la gloria mundana, de la lucha por
la “malignidad” de los tiempos, Maquia- el honor y de la fuerza física de los indi-
velo se distingue al identificar las causas viduos, el cristianismo opuso el carácter
de dicho fenómeno. A sus ojos, el pro- edificante de la humildad, de la mortifi-
blema principal no es tanto la variación cación y del desprecio por las cosas hu-
desconcertante de la fortuna como tal, manas. Al incitar a los creyentes a sopor-
sino la incapacidad de los italianos de sus- tar las ofensas y los ultrajes, el
traerse al yugo del fatalismo22. Los capí- cristianismo quitó a los individuos el afán
tulos XXIV y XXVI de El Príncipe están por la acción y, de esta forma, restó facto-
en sintonía con esa idea. Maquiavelo res importantes de potencia al cuerpo po-
aborda el tema de la derrota militar de los lítico. Como Maquiavelo lo afirma de ma-
príncipes italianos e insiste en que tuvie- nera recurrente, el modo de vida moldeado
ron la culpa no sólo de haber cometido por el cristianismo hizo que el mundo se
errores tácticos, sino también de haber ca- volviera más débil, más ocioso y más vul-
ído en la ignavia23 y en la debolezza24. Sin nerable a la voluntad de poder de los mal-
lugar a dudas, esta “indolencia” o “debili- vados.
dad” genera un sentimiento de impotencia Con todo, el cristianismo sólo explica
ante los “tiempos adversos” y alimenta la una parte de la indolencia de los italianos.
tentación de conformarse en su condición En el Proemio del segundo libro de los

622 ISEGORÍA, N.º 53, julio-diciembre, 2015, 617-629, ISSN: 1130-2097


doi: 10.3989/isegoria.2015.053.08
ISEGORIA 53 N-1_Maquetación 1 16/11/15 12:49 Página 623

“La fortuna favorece a los audaces”: Maquiavelo y la subversión de un lugar común

Discursos sobre Tito Livio, Maquiavelo efectos concretos en el terreno político28 y


desarrolla una explicación complementa- estos son los que quisiera ahora poner de
ria: sus contemporáneos están convenci- relieve. A lo largo de la obra de Maquia-
dos de que se sitúan fuera de la historia y velo se establece con claridad una corre-
que, en ese sentido, hay una especie de lación entre la indolencia y la pérdida del
ruptura ontológica entre el presente y el gusto por la libertad. En momentos claves
pasado. Este fenómeno se acompaña del de sus escritos políticos, Maquiavelo su-
desprecio por el presente y de una ideali- giere que la combinación de estos dos es-
zación del pasado. De ello se desprende la tados de ánimo puede desembocar en la
idea de que en ningún momento la historia tentación de buscar y desear la domina-
les puede servir a los individuos para orien- ción. Esta eventualidad aparece de ma-
tarse ante la adversidad y para imaginar que nera metafórica en el Arte de la guerra29,
algo diferente puede sucederles. Esta situa- así como en otros textos, y toma una
ción está descrita con claridad en el primer forma más precisa en los Discursos sobre
capítulo del Asno de oro: el pesimismo está Tito Livio. Al comparar el modus operandi
tan difundido en la sociedad, señala el autor, de Aníbal y de Escipión en el capítulo III,
que parece que la época obliga a todos a per- 21, Maquiavelo explica que el que intenta
cibir más el mal que el bien en lo que les su- invadir otro país puede contar con el
cede27. Una frase muy famosa del capítulo apoyo de los habitantes del país invadido,
III,1 de los Discursos sobre Tito Livio nos a condición de que estos estén suficiente-
permite ver la complementariedad entre esta mente afligidos por la atmosfera menos-
percepción negativa del presente y la edu- caba por el mal o que adolezcan de un har-
cación cristiana: Maquiavelo sostiene que la tazgo con respecto al bien que les rodea.
renovación del cristianismo se hizo gracias Estos dos estados de ánimo tienen el
a una lógica de obediencia basada en la con- mismo efecto: en el capítulo I, 37, Ma-
vicción según la cual “es malo decir algo quiavelo sostiene que pueden abrir las
malo del mal (è male dir male del male)”. puertas al conquistador y favorecer el en-
Así, entendemos que bajo la impulsión de raizamiento de su poder en sus nuevas tie-
un deseo que se complace en el desdén del rras. Asimismo, esta idea aparece, aún de
presente, la época se caracteriza por el ha- manera más elocuente, en El Príncipe. Al
bito de maldecir acerca de todo, salvo pre- hablar, en el tercer capítulo, del riesgo que
cisamente de aquello que es verdadera- representa para un príncipe un vecino que
mente malo, lo cual sugiere que, a ojos de crece en potencia, Maquiavelo señala que
Maquiavelo, el cristianismo contribuyo su- su entrada al territorio conquistado puede
brepticiamente a hacer que el mal, aún estar favorecida por todos los que, por
considerado inaceptable, fuera al menos ambición o por miedo, están “desconten-
soportable. tos”30. Pero añade que esto representa una
Estos son los síntomas principales de ínfima parte de lo que puede motivar a los
lo que Maquiavelo presenta como la in- pobladores a actuar en contubernio con el
dolencia insalvable de sus contemporá- invasor. Maquiavelo escribe, en efecto,
neos. Estos fenómenos tienen, a su vez, que “cuando un forastero poderoso entra

ISEGORÍA, N.º 53, julio-diciembre, 2015, 617-629, ISSN: 1130-2097 623


doi: 10.3989/isegoria.2015.053.08
ISEGORIA 53 N-1_Maquetación 1 16/11/15 12:49 Página 624

Jérémie Duhamel

en una provincia, enseguida todos los que que consiste, según Maquiavelo, en salvar
están allí y son menos poderosos se le su- a los individuos de ellos mismos, o por lo
man, movidos por la envidia que le tienen menos de un estado que los incita a seguir
al poderoso que tienen por encima”31. Al siendo esclavos32.
evocar la posibilidad de una sumisión vo-
luntaria de los sujetos al invasor extranjero 3. Las virtualidades
(que resulta de la envidia del más débil de la impetuosidad
con respecto al más potente), Maquiavelo
parece haber tenido la intuición de un fe- La primacía dada a la impetuosidad anti-
nómeno complejo que La Boétie descri- cipa la perspectiva voluntarista del capí-
birá con claridad algunas décadas más tulo final de El Príncipe. La adopción de
tarde. Lo esencial es que este análisis, que tal modo de actuar constituye, tal como lo
tiene paralelismos sorprendentes con otros he venido sugiriendo a lo largo de este ar-
textos, esclarece el problema que este ar- tículo, una aplicación de la segunda regla
tículo busca elucidar. En efecto, es posible de prudencia que prescribe la adaptación
sostener que el problema subyacente a El a las circunstancias: la impetuosidad re-
Príncipe es el peligro de la servidumbre presenta para Maquiavelo el ingrediente
voluntaria que corren los contemporáneos principal de la terapia que se debe aplicar
de Maquiavelo. a una Italia corrupta y abatida. Ahora bien,
Lo que revela, en suma, el diagnostico ¿cómo se explica el hecho de que la im-
que propone Maquiavelo de su propia co- petuosidad pueda contribuir a la transfor-
yuntura es que el principe nuovo tiene mación de una situación de aflicción y de
como desafío suministrar una “forma” a derrotismo aparentemente implacable?
una “materia” que no está caracterizada Para entender mejor las expectativas de
por su pureza, su vacuidad o su indeter- Maquiavelo con respecto a la impetuosi-
minación, como piensa por ejemplo Al- dad, es preciso recordar su convicción más
thusser, sino por una serie de elementos de general acerca de los poderes específicos de
corrupción que amenazan con atizar y ge- la acción ofensiva en momentos de crisis.
neralizar el deseo de ser dominado. Si En efecto, encontramos numerosos frag-
Maquiavelo sugiere entonces que hay una mentos en su obra en los que aparece la idea
diferencia entre los grandes fundadores según la cual tomar la iniciativa de la acción
de la Antigüedad y el príncipe nuovo que puede tener efectos imprevistos. Maquia-
necesita Italia para liberarse de las poten- velo sugiere —en los Discursos sobre Tito
cias extranjeras, es porque este último Livio33, en las Historias florentinas34, así
tiene la misión de aportar una innovación como en una carta destinada a Vettori35—
en un contexto donde la “materia” a orde- que en los momentos en que sentimos estar
nar sufre una corrupción avanzada y pro- condenados a la desesperanza y en los cua-
funda. Ahora bien, lo que queda aún por les nos parece que no tenemos nada que per-
analizar es cómo la virtù de la impetuosi- der, intentar algo inusitado puede abrir nue-
dad es susceptible de contribuir a la supe- vos horizontes para la deliberación y nuevas
ración de un reto sumamente peligroso posibilidades de acción. Esta reflexión

624 ISEGORÍA, N.º 53, julio-diciembre, 2015, 617-629, ISSN: 1130-2097


doi: 10.3989/isegoria.2015.053.08
ISEGORIA 53 N-1_Maquetación 1 16/11/15 12:49 Página 625

“La fortuna favorece a los audaces”: Maquiavelo y la subversión de un lugar común

arroja una luz indispensable sobre la oposi- revelar el carácter limitado, contingente y
ción entre impetuosidad y precaución plan- reversible del dominio de la fortuna. En
teada en el capitulo XXV de El Príncipe. otras palabras, la impetuosidad puede llevar
Como han señalado diferentes intérpretes de a los individuos a pensar que es posible te-
Maquiavelo, como Felix Gilbert, la “pre- ner otra relación con respecto al mal que pa-
caución” hace referencia a una actitud muy decen y, por lo tanto, que se puede esperar
difundida entre los gobernantes de la repu- algún cambio. A diferencia de la precaución,
blica florentina36. Y Maquiavelo no pierde la acción impetuosa puede abrir nuevas po-
una sola ocasión para denunciarla. A dife- sibilidades, tanto mentales como prácticas.
rencia de los “sabios de [su] tiempo” que es- Por ello, Maquiavelo sostiene que aunque
taban convencidos de que al actuar de ma- las posibilidades de ver aparecer la virtù
nera cauta se podía “gozar el beneficio del sean pocas, es mejor buscarlas que confor-
tiempo”37, Maquiavelo estima que la pasi- marse con el mal.
vidad, la temporización y la precaución son A lo largo de la obra de Maquiavelo en-
sinónimos de inacción, de irresolución y de contramos entonces lineamentos de una mo-
cobardía38, porque no hacen más que forta- ralidad para los “tiempos adversos”. Esta
lecer la aflicción ya presente. moralidad, de carácter provisional, aparece
En el capítulo XXV de El Príncipe, Ju- como alternativa a una situación de impo-
lio II aparece como un actor discrepante tencia nutrida por la ausencia de esperanza.
con respecto a estos sabios circunspectos. A Según Maquiavelo, existen dos opciones
la luz de otros fragmentos de su obra en los ante este tipo de situación: abandonarnos a
cuales el caso del Papa es discutido39, en- la fortuna o esperar un cambio de fortuna
tendemos que su naturaleza feroz e impe- mediante la acción. Encontramos huellas
tuosa neutralizó todos los obstáculos que generales de esta dualidad en el capítulo
podían frenar la acción –como el miedo, el XXV de El Príncipe, pero es en los Dis-
escrúpulo moral o la irresolución. Según cursos sobre Tito Livio donde Maquiavelo
Maquiavelo, ello explica los éxitos sor- expresa esta tesis con mayor claridad. Allí
prendentes del Papa ante adversarios apa- nos dice que si bien es cierto que los hom-
rentemente más potentes y en contextos a bres sólo pueden “secundar a la fortuna y no
priori desfavorables. También es lo que jus- contrarrestarla”, “[n]o deben abandonarse a
tifica el carácter ejemplar que le atribuye al ella, porque, ignorando sus designios y ca-
Papa en estas páginas: en tiempos aciagos, minando la fortuna por desconocidas y ex-
en los cuales encontramos numerosos e irre- traviadas sendas, siempre hay motivos de
sistibles factores culturales, morales y psi- esperanza que sostendrán el ánimo en cual-
cológicos de indolencia, el Papa aparece quier adversidad y en las mayores contra-
como una luz inesperada. Si la combinación riedades de la suerte”41. A través de esta
de impetuosidad y de ferocidad40 tiene un dualidad, Maquiavelo sugiere que, dado el
gran valor, ello se debe a que conlleva la po- carácter limitado de su poder, los individuos
sibilidad de contrarrestar los malos hábitos tienen que rivalizar con la fortuna, opo-
desarrollados bajo el influjo de la aflicción. niéndole la inspiración vigorosa y creativa
Para Maquiavelo, la impetuosidad puede de la esperanza y de la audacia.

ISEGORÍA, N.º 53, julio-diciembre, 2015, 617-629, ISSN: 1130-2097 625


doi: 10.3989/isegoria.2015.053.08
ISEGORIA 53 N-1_Maquetación 1 16/11/15 12:49 Página 626

Jérémie Duhamel

Ahora bien, cabe señalar que lo opuesto una apuesta hacia las virtualidades creativas
al abandono a la fortuna no es el pleno con- de la acción ante los “tiempos adversos”.
trol de la naturaleza, sino la esperanza de
que un cambio de fortuna pueda ocurrir 4. Conclusión
mediante la acción. La historia revela que,
aún en las circunstancias más difíciles, Esta interpretación nos permite comprender
nunca es vano esperar un cambio. Sin em- qué conduce a Maquiavelo a hacer un uso
bargo, el no darse cuenta que la historia subversivo del lugar común según el cual la
está atravesada por ciclos y que a la buena fortuna ayuda a los audaces. Nos permite
fortuna le sigue la mala fortuna, y vice- también dar una explicación menos unila-
versa42, es un efecto de la aflicción. Para sa- teral del tono voluntarista y categórico que
lir de este círculo vicioso, de nada sirve re- adopta Maquiavelo al dirigirse a su desti-
zar nos dice Maquiavelo; es más fructífero natario en el último capítulo de El Prín-
intentar forzar las cosas y tomar la iniciativa cipe. Recordemos que, en el capítulo XXIV,
de la acción sin precaución alguna. Maquiavelo atribuye la ruina de Italia a la
Este breve análisis nos permite entender incapacidad de los príncipes de reaccionar
el énfasis que pone Maquiavelo en la espe- de manera eficaz ante la adversidad: inso-
ranza en el último capítulo de El Príncipe. lentes en la buena fortuna, olvidaron pre-
“Sperando non si abbandonare”, esta es la parase para la mala. De este análisis se des-
exhortación que dirige Maquiavelo a sus taca una doble meta con la que tiene que
contemporáneos. La primacía dada a la im- cumplir el príncipe prudente: prolongar lo
petuosidad es el eje principal de una estra- más posible la buena fortuna y acortar la du-
tegia retórica desarrollada para convencer a ración de la adversa.
sus lectores de que es posible aspirar a la li- En el primer caso, el principal desafío
bertad aun cuando las circunstancias no pa- consiste en no sobreestimar su virtù; en el
recen favorables43. Suponiendo que la im- segundo, en no subestimarla. Maquiavelo
petuosidad permite al principe nuovo sugiere que cuando nos favorece la fortuna
acomodarse con la qualità de’ tempi, nada es indispensable actuar como si un cambio
asegura que podrá contar con el amparo de de fortuna fuera inminente. Por el contrario,
la buena fortuna por mucho tiempo. La im- cuando enfrentamos tiempos de adversi-
petuosidad, como cualquier otro modo de dad, es imperativo actuar como si la fortuna
actuar, no puede pretender dominar la for- no fuera tan poderosa. Dicho de otro modo,
tuna de manera definitiva y, por lo tanto, no para poder actuar en tiempos desfavora-
puede superar la aporía fundamental de la bles, el individuo necesita pensar que puede
prudencia humana. Más bien, dado que los rivalizar con la fortuna: el que la respeta de-
tiempos cambian de manera continua, la masiado y espera el momento perfecto para
impetuosidad no puede ser otra cosa que actuar, o bien no hará nada o bien actuará
una respuesta puntual a la mala fortuna –o demasiado tarde45. Esto explica, a mi juicio,
sea a la fortuna impetuosa y furiosa44. En el tono voluntarista y estruendoso de la
este sentido, resulta esclarecedor interpretar prosa de Maquiavelo en la última secuencia
la prioridad dada a la impetuosidad como de El Príncipe.

626 ISEGORÍA, N.º 53, julio-diciembre, 2015, 617-629, ISSN: 1130-2097


doi: 10.3989/isegoria.2015.053.08
ISEGORIA 53 N-1_Maquetación 1 16/11/15 12:49 Página 627

“La fortuna favorece a los audaces”: Maquiavelo y la subversión de un lugar común

BIBLIOGRAFÍA

Cox V., “Rhetoric and ethics in Machiave- Lazzeri, Ch., “Prudence, éthique et politique
lli”, in Najemy J. M. (ed.), The Cam- de Thomas d’Aquin à Machiavel”, in To-
bridge Companion to Machiavelli, Cam- sel A. (ed.), De la prudence des anciens
bridge, Cambridge University Press, comparée à celle des modernes, Anna-
2010, pp. 173-189. les de l’Université de Besançon, Be-
Duhamel, J., “Machiavel et la vertu inte- sançon, 1995, pp. 79-128.
llectuelle de prudence: étude du chapi- Maquiavelo, El Príncipe, trad. Ivana Costa,
tre XXV du Prince”, Revue canadien- Buenos Aires, Colihue, 2012.
ne de science politique/Canadian Jour- Maquiavelo, Las obras más importantes,
nal of Political Science, 46, 2013/4, pp. trad. M. M. Saralegui Benito, ed. Gredos,
821-840. Madrid, 2011.
Fournel J.-L., “Retorica della guerra, reto- Mansfield, H. C., Jr., Machiavelli’s Virtue,
rica dell’emergenza nella Firenze repu- Chicago, University of Chicago Press,
blicana”, Giornale critico della filosofia 1996.
italiana, 7, 2006/2. pp. 389-411. Santoro, M. Fortuna, ragione e prudenza ne-
Gilbert, F., Machiavelli and Guicciardini: Po- lla civiltà letteraria del Cinquecento, Li-
litics and History in Sixteenth-Century guori, Nápoles, 1966.
Florence, Princeton, Princeton Univer- Strauss, L., Thoughts on Machiavelli, Chi-
sity Press, 1965. cago y Londres, The University of Chi-
Hörnqvist M., Machiavelli and Empire, cago Press, 1958.
Cambridge, Cambridge University Press, Vatter, M. E., Between Form and Event: Ma-
2004. chiavelli’s Theory of Political Free-
Kahn V., Machiavellian Rhetoric: From dom, Dordrecht, Boston y Londres,
the Counter-Reformation to Milton, Kluwer, 2000.
Princeton, Princeton University Press, Viroli, M., Redeeming “The Prince”, Prin-
1994. ceton y Oxford, Princeton University
Press, 2013.
NOTAS
1
El autor quisiera agradecer, por sus va- 6
Cf. Strauss, L., Thoughts on Machiavelli,
liosos comentarios y sugerencias, a Gabriel Chicago y Londres, The University of Chi-
Entin, Frida Osorio Gonsen, Beatriz Porcel, cago Press, 1958, p. 216 ; Mansfield, H. C., Jr.,
Jorge Velazquez Delgado, Luciano Venezia y Machiavelli’s Virtue, Chicago, University of
Diego Vernazza. Chicago Press, 1996, pp. 39-51 y 109-122 ;
2
El Príncipe, XXV, trad. Ivana Costa, Bue- Vatter, M. E., Between Form and Event: Ma-
nos Aires, Colihue, 2012, p. 132. chiavelli’s Theory of Political Freedom, Dor-
3
Ibid., XXV, p. 135. drecht, Boston y Londres, Kluwer, 2000.
4
Encontramos este lugar común en la 7
Por ejemplo, véase: Capítulo sobre la
Eneida (X, 284) de Virgilio y en el Phormio fortuna; Historias Florentinas, III, 14.
(203) de Terencio. 8
Para un anális más detallado, véase: Du-
5
Cf. F., Ricordi politici e civili, CXXXVI. hamel, J., “Machiavel et la vertu intellectuelle

ISEGORÍA, N.º 53, julio-diciembre, 2015, 617-629, ISSN: 1130-2097 627


doi: 10.3989/isegoria.2015.053.08
ISEGORIA 53 N-1_Maquetación 1 16/11/15 12:50 Página 628

Jérémie Duhamel

de prudence: étude du chapitre XXV du mundo están gobernadas de tal modo por la
Prince”, Revue canadienne de science politi- fortuna y por Dios que los hombres con su
que/Canadian Journal of Political Science, prudencia no pueden corregirlas” (El Príncipe,
vol. 46, 2013/4, pp. 821-840. XXV, op. cit. p. 131).
9
Por ejemplo, véase: El Príncipe, XIV, 23
Ibid., XXIV, p. 129.
op. cit., p. 78-79; Discursos sobre Tito Livio, 24
Ibid., XXVI, p. 139.
III, 6, trad. M. M. Saralegui Benito, ed. Gredos, 25
“Por lo tanto, estos príncipes nuestros
Madrid, 2011, p. 533. que estuvieron muchos años en su principado
10
El Príncipe, XXV, op. cit., p. 132. que no acusen a la fortuna por haberlo perdido
11
Ibid., XII, p. 62. después, sino a su propia indolencia: porque al
12
Ibid., XXV, p. 132. no haber pensado nunca durante los tiempos de
13
Ibid., p. 133. paz que estos pueden cambiar (un defecto co-
14
Sobre este tema, véase también los Ghi- mún de los hombres: en la bonanza no tener en
ribizzi, una carta de Maquiavelo del 1506 des- cuenta la tempestad), cuando luego vinieron
tinada a Giovanni Battista Soderini. tiempos adversos pensaron en cómo huir y no
15
El Príncipe, XXV, op. cit., p. 134. en cómo defenderse.” (Ibid., XXIV, pp. 129-
16
Ibid., XXV, p. 135 (traducción modifi- 130). Sobre el mismo tema, véase: los Discur-
cada). sos sobre Tito Livio, III, 31.
17
Para un análisis complementario, véase : 26
Por ejemplo, véase: Historias Florenti-
Lazzeri, Ch., “Prudence, éthique et politique de nas, I, 39.
Thomas d’Aquin à Machiavel”, in Tosel A. 27
“Ma questo tempo dispettoso e tristo fa,
(ed.), De la prudence des anciens comparée à senza ch’alcuno abbia gli occhi d’Argo, più
celle des modernes, Annales de l’Université de tosto il mal che ’l bene ha sempre visto; onde
Besançon, Besançon, 1995, pp. 79-128. s’alquanto or di veleno spargo, bench’io mi sia
18
“No se asombre nadie si al hablar yo de divezzo di dir male, mi sforza il tempo di ma-
principados completamente nuevos y del prin- teria largo.” (El asno de oro).
cipe y del estado, aporto ejemplos notabilísi- 28
En el Capítulo sobre la ambición, Ma-
mos; porque los hombres, al caminar casi siem- quiavelo ofrece una visión sinóptica de la si-
pre por los caminos transitados por otros, y al tuación desastrosa de Italia: “Questa l’Italia
proceder en sus acciones imitándolos, no pueden già fece fiorire, / E di occupare il mondo tutto
poseer y sumar completamente los caminos aje- quanto / La fiera educazion le dette ardire. / Or
nos ni las virtudes de aquellos a quienes imitan. vive, se vita è vivere in pianto, / Sotto quella
El hombre prudente debe ingresar por caminos ruina e quella sorte / Ch’ha meritato l’ozio suo
transitados por grandes hombres, y por aquellos cotanto. / Viltate è quello, con l’altre consorte;
que han sido excelentísimos de imitar; de manera / D’Ambizione son quelle ferite / Ch’hanno
que si la virtud de esos grandes hombres no le d’Italia le provincie morte. / […] Rivolga gli
llega, que le llegue al menos cierto olor de ella occhi in qua chi veder vuole / L’altrui fatiche,
[…]” (El Príncipe, VI, op. cit., p. 26). e riguardi se ancora / Cotanta crudeltà mai
19
Althusser, L., Machiavel et nous, Ta- vidde il sole. / Chi ’l padre morto e chi ’l ma-
llandier, Paris, 2009, pp. 106-108. rito plora; / Quell’altro mesto del suo proprio
20
El Príncipe, XXVI, op. cit., p. 136. tetto, / Battuto e nudo, trar si vede fora. / […]
21
Cf. Santoro, M. Fortuna, ragione e pru- Quello abbandona il suo paterno solo /
denza nella civiltà letteraria del Cinquecento, Accusando gli Dei crudeli e ingrati, / Con la
Liguori, Nápoles, 1966, pp. 11ss. brigata sua piena di dolo.”
22
La tentación del fatalismo es tan fuerte 29
El Arte de la Guerra, II, 13, ed. Gredos,
que Machiavelo mismo declara que “algunas Madrid, 2011, p. 150.
veces y en algunos aspectos” ha estado incli- 30
El Príncipe, III, op. cit., p. 12.
nado a tener la opinión de que “las cosas del 31
Idem.

628 ISEGORÍA, N.º 53, julio-diciembre, 2015, 617-629, ISSN: 1130-2097


doi: 10.3989/isegoria.2015.053.08
ISEGORIA 53 N-1_Maquetación 1 16/11/15 12:50 Página 629

“La fortuna favorece a los audaces”: Maquiavelo y la subversión de un lugar común

32
En los Discursos sobre Tito Livio, Ma- 40
La proximidad de la ferocidad y de la
quiavelo escribe que es muy “difícil y peli- virtù aparece también en el rostro que Ma-
groso […] querer dar libertad al pueblo que de- quiavelo pinta de Cesar Borgia: “[...] había en
sea vivir en servidumbre” (III, 8, op. cit., p. el duque tanta ferocidad y tanta virtud (tanta fe-
541). La misma idea aparece en las Historias rocità e tanta virtù) [...]” (El Principe, VII, op.
Florentinas (III, 27). cit., p. 40 ; trad. modificada)
33
Como lo sugiere el título del capítulo III, 41
Discursos sobre Tito Livio, II, 29, op. cit.,
44 de los Discursos sobre Tito Livio: “Con el p. 497.
ímpetu y la audacia se consigue muchas veces 42
Sobre este tema, véase: el Asno de oro,
lo que con los procedimientos ordinarios no se V; Discursos sobre Tito Livio, II, proemio; His-
obtendría jamás.” (op. cit., p. 625) torias florentinas, V, 1.
34
“[…] operando, si scuoprono quelli con- 43
Sobre la importancia de la retórica en
sigli che, standosi, sempre si nascondereb- Maquiavelo, véase: Viroli, M., Redeeming
bono” (Historias Florentinas, VI, 13). “The Prince”, Princeton y Oxford, Princeton
35
“[…] qui non bisogna più claudicare, ma University Press, 2013, chap. III; Cox V., “Rhe-
farla all’impazzata; e spesso la disperazione toric and ethics in Machiavelli”, in Najemy J.
truova de’ rimedi che la electione non ha saputi M. (ed.), The Cambridge Companion to Ma-
trovare” (Carta del 16 de abril de 1527). chiavelli, Cambridge, Cambridge University
36
Gilbert, F., Machiavelli and Guicciar- Press, 2010, p. 173-189; Fournel J.-L., “Reto-
dini: Politics and History in Sixteenth-Cen- rica della guerra, retorica dell’emergenza nella
tury Florence, Princeton, Princeton University Firenze republicana”, Giornale critico della
Press, 1965, p. 32. filosofia italiana, vol. 2, n°7, 2006, p. 389-
37
El Príncipe, III, op. cit., p. 14. 411; Hörnqvist M., Machiavelli and Empire,
38
Maquiavelo añade que, al actuar de esta Cambridge, Cambridge University Press, 2004,
forma, el príncipe será odiado por el pueblo y p. 1-37; Kahn V., Machiavellian Rhetoric :
no podrá, por consiguiente, contar con su From the Counter-Reformation to Milton, Prin-
apoyo: “Despreciable lo vuelve el ser consi- ceton, Princeton University Press, 1994.
derado voluble, superficial, afeminado, pusi- 44
Por ejemplo, véase: Capítulo sobre la
lánime, irresoluto; de esas cualidades un prín- fortuna; Segunda Decenal.
cipe debe cuidarse como de un escollo, y debe 45
Como lo escribe Maquiavelo: “[...] i par-
ingeniárselas para que en sus acciones se re- titi pericolosi quanto più si considerano tanto
conozca grandeza, coraje, gravedad, fortaleza peggio volentieri si pigliano [...]” (Historias
[…]” (Ibid., XIX, p. 96) florentinas, op. cit., II, 32).
39
Por ejemplo, véase: Segunda Decenal;
Discursos sobre Tito Livio, I, 27 y III, 9.

ISEGORÍA, N.º 53, julio-diciembre, 2015, 617-629, ISSN: 1130-2097 629


doi: 10.3989/isegoria.2015.053.08
ISEGORIA 53 N-1_Maquetación 1 16/11/15 12:50 Página 630

También podría gustarte