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I. INTRODUCCIÓN
C. La mayordomía del tiempo no tiene que ver con la agenda sino con la vida
1. La agenda simplemente refleja las prioridades existentes en nuestra vida, sean estas
correctas o no lo sean.
B. El tiempo es democrático
1. A todos se nos ha dado la misma cantidad de tiempo. No existen personas que
tienen días de cuarenta horas mientras que otras los tienen de tan sólo 20.
E. Los principios hasta aquí mencionados, que el tiempo pertenece a Dios, que es
democrático, que tiene su propia naturaleza y que hay tiempo para todo, nos exigen
una buena mayordomía del mismo.
a. Por lo tanto, mirad bien cómo os portáis. No viváis neciamente, sino con sabiduría.
Aprovechad bien el tiempo porque los días son malos. No actuéis tontamente:
procurad entender cuál es la voluntad del Señor.
(1) el diccionario define al necio como un imprudente o falto de razón, como aquel
que es ignorante y que no sabe lo que debe o podía hacer.
(2) En la Escritura el necio es aquel que no ordena su vida conforme a los propósitos y
enseñanzas de Dios, tanto el libro de los Salmos como el de Proverbios están plagados
de referencias al necio y al sabio quien es, en contraposición al primero, aquel que
ordena su vida conforme a los propósitos del Señor.
(3) Por otra parte, el diccionario define al insensato como aquel carente o deficitario
de entendimiento.
(1) La voluntad de Dios pasa, pues, por una imitación del Dios al que invocamos y
reconocemos como Padre.
(2) Una segunda pregunta que naturalmente surge de la primera sería, ¿en qué
debemos de imitarlo de forma práctica? El propio pasaje, como no podía ser de otro
modo, nos da la respuesta:
a. Todos los cultos del mundo nunca podrán ser un sustituto de nuestra búsqueda
personal, privada, diaria del Señor. Del mismo modo que todo el conocimiento bíblico
del mundo nunca podrá compensarnos de su puesta en práctica.
B. Pon en primer lugar las cosas primeras. Debemos tener una clara visión de cuáles
son las prioridades a la luz de la Escritura, Dios es lo primero –que no debe ser
confundido con la práctica religiosa- nuestra familia es lo segundo y el trabajo viene
en tercer lugar.
C. Huye del engaño que afirma que la mayordomía del tiempo tiene que ver
primeramente con las horas que dedicamos a actividades religiosas. No es así, tiene
que ver primera y fundamentalmente con vivir nuestra vida a la luz de la voluntad de
Dios, siendo colaboradores suyos en su tarea de restauración y formando a Cristo en
nuestras vidas.
D. Usa de manera correcta el día de reposo. El objetivo básico y fundamental del día
de reposo no es invertirlo en actividades religiosas, sino más bien, utilizarlo para
reenfocar la manera en que vivimos nuestra vida. Dios nos da cada siete días el
privilegio de pararnos, evaluar si estamos viviendo en conformidad con su voluntad e
C. ¿En qué modo, de qué manera sería diferente tu vida si pusieras en práctica esos
cambios?