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Relación Química-Matemática

M. Rodríguez (2011)
Como expresa  : “En todas las ciencias está presente la matemática y por
tanto puede usarse la relación matemática-ciencias como recurso didáctico en
cualquier nivel educativo”.

Garritz y Rincón (1996


, 1997a y 1997b), en su trilogía de publicaciones denominada
“Capricho valenciano”, muestran relaciones de términos químicos y conceptos
matemáticos. En la primera parte, relacionan la valencia y el balance de ecuaciones
químicas mediante el método de los números de oxidación, con el uso de ecuaciones
algebraicas, en la segunda parte, muestran el fundamento matemático de dicho
método y en la tercera, entregan, entre otras conclusiones, la siguiente:

“El balanceo algebraico de ecuaciones químicas, debe abordarse en los cursos de


álgebra. Y ello no sólo porque introduce aspectos de sistemas de ecuaciones lineales
con más o menos incógnitas, o porque permite iniciarse en el tema de matrices, sino
porque finalmente permite conectar los cursos de matemáticas con los de química, lo
cual produce una motivación adicional en los estudiantes de las carreras científicas”.

En la experiencia de quien suscribe, el docente de química también debe asumir un rol


de profesor de matemática: enseñar a usar la calculadora, por ejemplo, es una
situación muy recurrente en las clases de química. También conceptos tan simples
como la masa de una sustancia, la longitud de enlace, la temperatura que tiene el
agua al congelar o la cantidad de moles de sustancia contenidos en una solución,
constituyen un claro ejemplo del uso frecuente que se hace de las unidades
fundamentales de medida en la resolución de problemas químicos simples. Más
complejos son aquellos en los que se utilizan unidades derivadas de medida, como
calcular el volumen de una sustancia líquida, la densidad de un compuesto sólido o la
presión de una mezcla gaseosa, no solo porque se debe reconocer la unidad de medida
que acompañará al resultado, sino también por la operación matemática involucrada.
La transformación de estas unidades derivadas puede llegar a ser un desafío para los
estudiantes, si se trata, por ejemplo, de encontrar la equivalencia entre centímetros
cúbicos (cm3), mililitros (mL) y litros (L). El uso de potencias o de raíces cúbicas,
muchas veces son un impedimento al momento de buscar matemáticamente la
respuesta para esta equivalencia de unidades de volumen.

Álgebra | Operaciones con polinomios |

Valor numérico de un polinomio; Términos de un polinomio – Clasificación por número de términos; Grado de un
polinomio; Orden, homogeneidad y estructura de un polinomio; Valor numérico de un polinomio

Un polinomio es una expresión algebraica de la forma:


 

en la que:
· x es la incógnita
· a0, a1, a2, a3 … an son los coeficientes de los términos
· n es el exponente máximo del polinomio
Valor numérico de un polinomio
El valor numérico de polinomio para determinadas incógnitas es el número que resulta tras
sustituir las incógnitas por sus valores y efectuar las operaciones que se indican. Ver V.1
Introducción al Álgebra: Valor numérico de una expresión y semejanza.

Términos de un polinomio. Clasificación por número de términos


Un polinomio está constituido por la suma (adición o diferencia) de una serie finita de
términos algebraicos formados por un coeficiente real y una parte literal integrada por una o
varias incógnitas elevadas a sus correspondientes exponentes:

Cada término lleva asociado un grado o exponente de la incógnita. Cuando en el término no


aparece incógnita (ejemplo: 56), se trata de un término independiente y su grado (exponente
de la X) es 0: 56·x^0 = 56 · 1 = 56 -> Término independiente.
Dependiendo del número de términos que integren un polinomio, distinguimos entre:

Un monomio es un polinomio de un único término, de tal forma que ambas palabras


(monomio y término) son equivalentes. A partir de ahora nos referiremos indistintamente a
términos o monomios para referirnos a expresiones del tipo ax^n (ver arriba).

Grado de un polinomio
El grado de un polinomio es el mayor exponente a que se halla elevado uno de sus
términos. Es, pues, el exponente del término con mayor grado.
Así, el grado de 6x^8 + 3x^3 + 15x^2 + 12x - 9 es 8; y el grado de 7x + 6 es 1.
Según el grado, los polinomios se pueden clasificar en:

Orden, homogeneidad y estructura de un polinomio


Si nos fijamos en el orden de un polinomio, distinguiremos entre polinomios ordenados y
desordenados.
· Un polinomio está ordenado respecto a una incógnita (denominada ordenatriz o principal)
cuando sus términos (o monomios) están ordenados de forma creciente o decreciente según
los exponentes de dicha incógnita.
· En caso contrario, decimos que el polinomio está desordenado respecto a esa incógnita.
Ejemplos:
 Dado el polinomio desordenado P(x, y) de dos variables x e y.
  P(x,y) = 18·x·y^2 – 3· x^2·y^3 – 5·x^3 - 6
 Ordenamos P(x, y) respecto a la incógnita x de forma decreciente, pero no respecto a y
(ordenatriz = x).
  P(x,y) = – 5·x^3 – 3· x^2·y^3 + 18·x·y^2 – 6 (Secuencia de exponentes de x: 3, 2, 1, 0)
 Ahora hemos ordenado P(x, y) respecto a y de forma creciente y lo hemos desordenado
respecto a x (ordenatriz = y).
  P(x,y) = – 6 – 5·x^3 + 18·x·y^2 – 3· x^2·y^3 (Secuencia de exponentes de y: 0, 0, 2, 3)
Las tres formas de expresar P(x, y) son igualmente correctas. Se observa, pues, que en los
polinomios se cumple la propiedad conmutativaconmutativa.

Si nos analizamos la homogeneidad de un polinomio, clasificaremos éstos en homogéneos


y heterogéneos.
· Un polinomio es homogéneo cuando está formado por términos o monomios del mismo
grado

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