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ENSAYO PARADIGMA “NO HAY TIEMPO PARA MEDIR”

El indicador de gestión se convierte en los signos vitales de la organización,


permiten establecer las condiciones e identificar los diversos síntomas que se
derivan del desarrollo normal de las actividades asociadas a los procesos y a la
organización en general. Es importante tener en cuenta que los indicadores son un
medio y no un fin por lo cual es necesario erradicar uno de los principales
paradigmas.
Cuando se habla de la medición “no hay tiempo para medir” es un paradigma que
ha tomado fuerza debido a que las organizaciones y empleados no asumen que
es una de las funciones laborales que deben cumplir para lograr los objetivos
establecidos.
Es importante tener claro el objetivo que queremos llevar a cabo dentro de la
organización de esta manera no se cae en el error de realizar mediciones al
extremo de cada detalle, de ser así el tiempo se tornará menor y no se cumplirá
con el objetivo; en cambio identificando cuales pasos, procesos o procedimientos
se van a evaluar el tiempo será el suficiente para la medición y evaluación. Es
importante tener esto presente en las organizaciones, ya que muchas de estas
creen que establecer indicadores en todos los procesos tomaran más tiempo y por
eso no son aplicados.
Muchas organizaciones sacan excusas para medir, haciéndose preguntas como

  ¿Cómo construir las fórmulas?


  ¿Cómo medir resultados de una gestión de una empresa o entidad que
dependen de la gestión de otras varias entidades?
  Disponibilidad de datos históricos.
  Dificultad para medir insumos y productos por falta de sistemas contables
financieros.
  Evaluar los indicadores se transforma en una carga burocrática y no se
estimula el interés por su evaluación.

En la elaboración de indicadores siempre se tienen experiencias que deben servir


de base para corregir el futuro, como parte del mejoramiento continuo de la
gestión de la organización, y no caer con carácter repetitivo en la existencia de no
conformidades, errores o incongruencias. Algunos de estos errores se mencionan
a continuación:

  No establecer indicadores para todos los procesos.


  No tener asociado a cada indicador al menos un valor esperado.
  Subestimación o sobrevaloración de metas.
  Debilidad, desconocimiento, falta de información o de visión estratégica (en
toma de decisiones) de jefes de procesos, directivos de la organización y equipos
técnicos, para precisar, establecer y clasificar indicadores.
  No establecer valores límite o de alarma al indicador
 Demasiados indicadores
  Dificultades para el establecimiento de responsabilidades sobre el
cumplimiento e incluso seguimiento y reporte de los valores alcanzados con
anterioridad y los que se deben alcanzar. Falta de análisis y propuestas de mejora.
  Falta de coordinación entre las diferentes partes interesadas para la
validación de los indicadores y su difusión y comunicación a la organización a
través de los métodos establecidos.
  Debilidad de su articulación con los esquemas de planificación y
programación estratégica del gasto.  No describen la interacción entre los
procesos.
  Mala formulación de los indicadores.
  No establecer correcciones o acciones correctivas adecuadas y oportunas
de acuerdo a la no conformidad.

Medir nuestros indicadores es una de las herramientas más aconsejables para


evaluar la eficacia de los procesos de cualquier organización, además de ser un
requisito de la norma ISO 9001:2015, lo cual lo convierte en una exigencia para
las empresas, como puede ser precisado en el capítulo 9 ¨Evaluación del
desempeño¨, y otros apartados de la propia norma.

En conclusión, estos indicadores pueden ser aplicados en cualquier área dentro


de la organización de acuerdo con el objetivo que queremos lograr y lo que
queremos medir. Si los funcionarios y empleados de las empresas no se percatan
de la gran importancia de aplicar estos indicadores y control en sus
organizaciones el desarrollo del éxito de la gestión, la medición no llevara a cabo
sin aplicar los indicadores.

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