Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
En diferentes partes del mundo y a lo largo del tiempo, el ser humano que hoy conocemos
ha indagado y especulado sobre su historia, su naturaleza y su motivo para existir. Muchas
veces la respuesta llegaba desde el ámbito de la fe cuando la razón no alcanzaba, por
ejemplo, los mitos griegos. Esto es posible gracias a que el hombre es el único ser vivo
racional, y, por ende, el único consciente de sí mismo y su existencia. Es gracias a lo
anterior que se piensa en el hombre como un ser superior, un ser que domina a los demas,
tanto así que incluso puede llegar a clasificarlos y nombrarlos, o como lo diría Carlos Uribe
(2021), Dios le concede el poder de la nominación y solo aquel ser superior puede nombrar
a otros. Es decir, una característica (el raciocinio), cuyas causas se analizarán más adelante,
llevo al ser humano a un nivel superior, cosa que no es cierta.
Hasta hace poco se creía que el ser humano era una especie aislada de las demas, algún tipo
de ser externo a las leyes naturales y que apareció en el mundo en su forma actual, sin
cambios, sin historia, sin antepasados ni parientes. Si vemos atrás podemos encontrarnos
que realmente los primeros miembros de la especie sapiens, los cuales eran muy distintos a
lo que somos hoy en día, según Harari (2011), nace hace alrededor de 70.000 años con la
formación de culturas, en medio de algo que él llama la revolución cognitiva. Teniendo en
cuenta que la primera forma de vida pudo haber nacido hace 3.800 millones de años,
podemos decir que el ser humano ni fue el primero ni estaba solo y apartado como se creía.
Ahora, al estudiar los genes del Homo sapiens actual se pueden encontrar coincidencias
extraordinarias con muchas especies de homininos, sobre todo con los grandes simios. Y ni
se diga de las coincidencias que podemos encontrar en el comportamiento del simio con el
del sapiens primitivo, incluso con nuestros comportamientos menos “racionales”.
El próximo gran evento que nos propone Harari (2011) como eje en el desarrollo de la
especie humana como aventajada frente al resto de animales sucede hace 12.000 años, la
revolución agrícola. Dicha revolución representa un cambio en todo lo respectivo a la
forma de vida del homo sapiens, ya no fue necesario cazar ni caminar trayectos inmensos
para obtener recursos. Desde ese momento empieza un ciclo de crecimiento e innovación
continua exponencial en la vida del homo sapiens, muchas veces de la mano de otras
especies, como el perro o el ganado, muchas otras solo. Los seres humanos son como son
por una suerte de sucesos similares a los explicados anteriormente, ningún aspecto especial
recae sobre su formación como especie hasta el momento actual. Por tanto, podemos decir
que el resto de las especies que no están en vía de extinción están tan evolucionadas como
el ser humano, solo que se adaptaron a entornos y situaciones diferentes. Por otro lado, la
evolución del ser humano no ha sido perfecta, solo se tienen pruebas de una especie que se
dañe a ella misma, el ser humano, que hoy en día es el único ser que destruye su propio
hábitat, por ejemplo, el calentamiento global. De esto podríamos deducir que la evolución
del homo sapiens también es una contrarreloj contra la extinción.
En conclusión, el ser humano actual (homo sapiens sapiens) ha evolucionado tanto como
para poder definirlo como la especie dominante de el mundo actual, esto no significa que
haya evolucionado mas o mejor que el resto de las especies en el planeta, por esto no se
debería separar al ser humano de los animales como un ente superior o fuera de lo común.
además, se debería llegar a un consenso sobre lo que es la naturaleza humana, un
comportamiento intrínseco a toda persona que se encuentre en el nivel actual de condición
humana. Antes de lo anterior no debería utilizarse este concepto indiscriminadamente sin
tener en cuenta el dar una breve descripción de este.
Bibliografía