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Nº 44

Dosier

Museo de la Autonomía de Andalucía


Del 30 de enero al 1 de junio de 2014
Vivir en el
Avda. Blas Infante s/n. Coria del Río - La Puebla del Río (Sevilla) | www.centrodeestudiosandaluces.es/maa
Siglo
de O ro

ANDALUCÍA EN LA HISTORIA
Mujeres y poder
tras las celosías
de la Alhambra

Un canónigo andaluz
frente al cardenal Gomá
Vivir en el Siglo de Oro
Colaboran
Organizan

Rocamar
Asociación de Memoria Histórica Enrique Tapia Herreros

Año XII número 44 abril-mayo 2014 3,50 €


Nº 44
Dosier

Museo de la Autonomía de Andalucía


Del 30 de enero al 1 de junio de 2014
Vivir en el
Avda. Blas Infante s/n. Coria del Río - La Puebla del Río (Sevilla) | www.centrodeestudiosandaluces.es/maa
Siglo
de O ro

ANDALUCÍA EN LA HISTORIA
Mujeres y poder
tras las celosías
de la Alhambra

Un canónigo andaluz
frente al cardenal Gomá
Vivir en el Siglo de Oro
Colaboran
Organizan

Rocamar
Asociación de Memoria Histórica Enrique Tapia Herreros

Año XII número 44 abril-mayo 2014 3,50 €


e n f o q u e

Ricos, pobres y pobrecillos


Nº 44

E
n 1754, el andaluz Luis José estado felicísimo que tenía España de
DOSIER
Velázquez —II marqués de Val- riquezas y población en el año de 1518”
Museo de la Autonomía de Andalucía
Del 30 de enero al 1 de junio de 2014
ViVir en el deflores— fue el primero que con la penosa situación en la que se
a. Blas Infante s/n. Coria del Río - La Puebla del Río (Sevilla) | www.centrodeestudiosandaluces.es/maa
Siglo utilizó el término Siglo de Oro para re- entró bajo el reinado de Felipe II.
de o ro
ANDALUCÍA EN LA HISTORIA

ferirse al siglo XVI como una época de


gran apogeo de la cultura española. Vivir rodeado de tanta miseria y
Pero no fue hasta bien entrado el siglo de tanto sufrimiento humano llevó
AH
Mujeres y poder

XX cuando los historiadores asociaron al motrileño Martínez de Mata a


tras las celosías
de la Alhambra

Un canónigo andaluz
frente al cardenal Gomá
el término con un largo período his- convertirse, según Domínguez Ortiz,
abril
Vivir en el Siglo de Oro

tórico de expansión económica y crea- en “un vulgar agitador o un patriota


2014
Colaboran

Rocamar
Asociación de Memoria Histórica Enrique Tapia Herreros

Año XII número 44 abril-mayo 2014 3,50 €


ción cultural, que en el caso andaluz amigo de los humildes”. Como otros
pudo comenzar en 1492 y finalizar arbitristas, redactó memoriales —que 3
quizás en 1649 con el brutal impacto entregó al rey— en los que proponía
de la peste. Fueron décadas de cierto remedios para frenar la despoblación
e irregular crecimiento económico, y la pobreza, pero a diferencia de
de una sociedad dinámica amparada otros fue denunciado en 1660. Su de-
en el paradójico discurso del inmo- lito había sido pregonar las causas de
vilismo, pero también fueron años tanta pobreza entre “el pueblo y gente
de muchos contrastes y conflictos, vulgar inculta y necesitada a que pi-
de segregaciones y expulsiones, de dan lo que se les debe negar y no se les
ostentosas riquezas y de una estructu- puede conceder”. La crítica que había
ral pobreza, o de una contrarreforma hecho pública Martínez de Mata por
católica y de una indisciplina crónica. las calles de Andalucía, y que tanto
alarmaba a las autoridades, no era
Los coetáneos autores de los siglos otra que los españoles soportaban
XVI y XVII no lo vieron desde el enfo- “intolerables cargas con tan cortas
que glorioso del oro, más bien desde fuerzas”. Eran pobres y andaban sin
el oropel. Cervantes comparaba con sosiego como “peces en poco agua”.
cierta amargura su presente con un
pasado más fraternal y menos des- Lúcido economista y franciscano
igual: “Dichosa edad y siglos dichosos terciario, el inconformista y rebelde
aquellos a quien los antiguos pusie- Martínez de Mata no creyó que las
ron nombre de dorados, y no porque desigualdades fueran un castigo del
en ellos el oro, que en esta nuestra cielo sino de la desastrosa política
edad de hierro tanto se estima, se económica de la Monarquía. Su error,
alcanzase en aquella venturosa sin informar de ello al resto de los mor-
fatiga alguna, sino porque entonces tales que vivían en una España aún
los que en ella vivían ignoraban estas ebria de ínfulas imperiales y de un
dos palabras de tuyo y mío” (1605). Siglo de Oro que, en realidad, había
sido un tiempo de esplendor y de mi-
Otros consideraban que con la seria, donde los ricos fueron minoría,
muerte de Fernando el Católico en los pobres mayoría y los pobrecillos
1516 había terminado la Edad de Oro legión.
y había comenzado la Edad de Hierro.
En 1655, Francisco Martínez de Mata
alargaba poco más la primera, y co- Manuel Peña Díaz
mentaba que no se podía comparar “el Director de Andalucía en la Historia
d o s i e r

Vivir en el Siglo de Oro 6


La Andalucía del Siglo de Oro fue un espacio y un tiempo donde convergieron tensiones y negociaciones
en el día a día. Una sociedad que, bajo el aparente manto de lo inmóvil, estuvo continuamente zarandeada
por la novedad, lo sobrenatural y la expectación. Una sociedad que osciló entre conflictos y sumisiones,
expansiones y crisis, esplendores y miserias. Una sociedad en la que las prácticas sociales y culturales
oscilaron entre la disciplina moral y la indisciplina crónica. Este dosier, coordinado por el director de la
revista Andalucía en la Historia y profesor de Historia Moderna de la Universidad de Córdoba, Manuel Peña
Díaz, reivindica la importancia de estudiar y conocer lo cotidiano desde una nueva perspectiva que permite
no sólo ahondar en algunas de las rutinas diarias sino también en las tensiones y luchas a través de una
Edita: Centro de Estudios Andaluces
Presidente: Manuel Jiménez Barrios selección de artículos que tienen a la pobreza, las tabernas, la música, la cultura del amor, la celebración
Directora gerente: Mercedes de Pablos Candón
de rogativas, la fascinación por lo exótico americano y las prácticas de la lectura como protagonistas.
Coordinación: Alicia Almárcegui Elduayen
Consejo de Redacción: Eva de Uña Ibáñez, Rafael Corpas
Latorre, Esther García García y Lorena Muñoz Limón La pobreza cotidiana 8
Director: Manuel Peña Díaz Juan Ignacio Carmona García
Consejo Editorial: Carlos Arenas Posadas, Marieta
Cantos Casenave, Juan Luis Carriazo Rubio, Salvador
AH Cruz Artacho, José Luis Chicharro Chamorro, María José
de la Pascua Sánchez, Encarnación Lemus López, Carlos
Entre voces, ruido y armonías
Clara Bejarano Pellicer
14
abril Martínez Shaw, Teresa María Ortega López, Antonio
Ramos Espejo, Valeriano Sánchez Ramos y José Luis
2014 Sanchidrián Torti
Mirando al cielo. Clima y religiosidad 18
4 Colaboran en este número: Juan Ignacio Carmona
García, Clara Bejarano Pellicer, Manuel Peña Díaz, Carlos
Manuel Peña Díaz

Alberto González Sánchez, Alberto Ramos Santana,


María José de la Pascua Sánchez, Pedro Rueda Ramírez, Lo maravilloso y lo exótico 22
Desiderio Vaquerizo Gil, Bárbara Boloix Gallardo, Raúl
González Arévalo, Pilar Vilela Gallego, José Luis Casas
Carlos Alberto González Sánchez
Sánchez, Gonzalo Butrón Prida, Alberto Carrillo Linares,
Manuel García Fernández, Carlos Martínez Shaw, Pura
Sánchez, Montserrat Rico Góngora, Marieta Cantos Bodegas y tabernas 26
Casenave, Gloria Román Ruiz y Martí Marín Corbera Alberto Ramos Santana

Diseño: SumaySigue Comunicación


De la calle a la alcoba 30
María José de la Pascua Sánchez
Maquetación y tratamiento de las imágenes:
ARTS&PRESS
Impresos efímeros en la vida cotidiana 36
Impresión: Egondi Artes Gráficas Pedro Rueda Ramírez

Distribución: Distrimedios, S.A. y Mares de Libros

El Centro de Estudios Andaluces es una Fundación


La vida en el campo 40
Pública Andaluza adscrita a la Consejería de la Nosotros no hemos sido los primeros en descubrir las
Presidencia de la Junta de Andalucía
Centro de Estudios Andaluces bondades y beneficios de la vida en el campo; mucho
C/ Bailén, 50 - 41001 Sevilla antes los descubrieron los romanos quienes crearon un
Información y suscripciones: 955 055 210
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Correo-e:
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que se basaba en una gran red sin precedentes de asen-
URL: www.centrodeestudiosandaluces.es tamientos rurales: las villae.
Depósito legal: SE-3272-02
ISSN: 1695-1956 Desiderio Vaquerizo Gil

Foto de portada: Mujeres en la ventana. Óleo de


Bartolomé Esteban Murillo (1655-1660). Galería
Nacional de Arte de Washington D.C. Mujeres y poder tras la celosía 46
¿Quiénes fueron las mujeres que habitaron las estancias y
rincones, los palacios y jardines de la Alhambra? Este artí-
culo descubre la vida de estas mujeres cuyas vidas fueron
silenciadas en las crónicas tanto árabes y cristianas.
Bárbara Boloix Gallardo

Cautivo en tierra de moros 52


La aparición de una nueva frontera marítima tras la conquis-
ta de Granada en 1492 cambió los rasgos generales del cau-
tiverio en el norte de África. La redención de cautivos pasó
‘Andalucía en la Historia’ no se responsabiliza de las
opiniones emitidas por los colaboradores y participantes a estar en manos de marinos, aventureros y comerciantes.
de cada número de la revista. Raúl González Arévalo
s u m a r i o

El patio de Monipodio (1858),


óleo de Manuel Rodríguez Guzmán.

AH
abril
2014

Palacio de la Diputación. Cáceres (deposito del Museo del Prado).


5

Una boda en la nobleza 58 S E C C I O N E S


El 30 de octubre de 1610 se celebraron los desposorios
entre Juan de Saavedra, de 30 años de edad y la joven
noble Juana Mª Ramírez de Arellano que contaba con 16 Agenda 66
años. Una carta custodiada en el Archivo General de Anda-
lucía narra todos los interesantes detalles de la ceremonia. Tiempo presente 70

Pilar Vilela Gallego Entrevista con Clive Griffin

Ocurrió hace
doscientos años 74
El canónigo Gallegos Rocafull 62
El canónigo de la catedral de Córdoba José Manuel Ga- El Manifiesto de los Persas

llegos Rocafull, gaditano de origen, manifestó sus dis-


Los documentos
crepancias con la Pastoral a favor de los militares suble-
del Archivo 78
vados rubricada por de los obispos españoles en 1937, de Medina Sidonia
actitud que le acarreó graves consecuencias.
El I duque y la guerra en la frontera
José Luis Casas Sánchez
In memoriam 86
Quisco de la Peña

La música antifranquista 82
Libros 90
En 1961 siete jóvenes italianos emprendieron un viaje
semiclandestino por España para recopilar canciones an-
A propósito/ Opinión 94
tifranquistas. Con el material reunido se publicó un disco y
un libro que provocó la inmediata reacción del franquismo. Mujeres en las fosas

Alberto Carrillo Linares


d o s
Detalle del óleo Anciana espulgando a un niño (h. 1660). Bartolomé Esteban Murillo. Alte Pinakothek de Munich.

H
asta hace pocos años, entre numerosos filó-

AH sofos, sociólogos, antropólogos o historia-


dores, decir “vida cotidiana” era sinónimo
abril de banal, superficial, masa, vulgar, ordi-
2014 nario, repetitivo... Incluso en la enseñanza

6 de la historia, sea en el ámbito universita-


rio, de la secundaria o de la primaria, aún
prevalecen las estructuras por encima de las personas, los
discursos y las ideas por delante de las prácticas, la iden-
tidad de las naciones se anteponen a las comunidades de
individuos y, mientras, la vida cotidiana sigue quedando
relegada a la anécdota, más o menos simpática y curiosa.
Es cierto que se suele considerar lo cotidiano como lo ha-
bitual, donde domina lo repetitivo y rutinario, lo estable, lo
sometido al orden establecido. Sin embargo, en los espacios
cotidianos subsistieron y se superpusieron las luchas y las
tensiones diarias. Como afirmó Agnes Heller “la vida cotidia-
na no está ‘fuera’ de la historia, sino en el ‘centro’ del acaecer
histórico: es la verdadera ‘esencia’ de la sustancia social”.
En este dosier planteamos una aproximación novedo-
sa a lo cotidiano, tomando un tiempo lleno de ambiva-
lencias y contradicciones: el Siglo de Oro. Entendiendo
por tal el largo siglo XVI que se inicia en 1492 con un pe-
ríodo de expansión económica a raíz del descubri-
miento de América —más centrado en la An-
dalucía occidental— y que se cerraría hacia
1649, con el brutal impacto de la epidemia
de peste bubónica. Un larga centuria ca-
racterizada también por expansiones seño-
riales, crecimientos urbanos importantes,
cambios demográficos y conflictos sociales,
emigraciones, expulsiones y exilios, por
numerosos y conocidos ejemplos de
esplendor artístico y literario, por
intercambios culturales y mestizajes
humanos, por imposiciones re-
ligiosas y resistencias co-
tidianas, por muchos
delitos e innumera-
bles pecados, etc.
Era ésta una
Andalucía de
muchísima
riqueza en
i e r

Vivir en el
Siglo de Oro Coordinado por Manuel Peña Díaz
Universidad de Córdoba

manos de una pequeña minoría —las elites nobiliarias y ción de programas disciplinantes de la Iglesia y de las au-
eclesiásticas— y de una extendida pobreza, sufrida por la
inmensa mayoría. Desigualdad y polarización, con estos
toridades civiles. No fueron únicamente sujetos pasivos,
adocenados por los discursos oficiales. Fueron individuos
AH
términos resume con acierto Juan Ignacio Carmona la di- activos y pacientes, miembros de comunidades familia-
abril
námica social que agudizó hasta el abismo las diferencias res, laborales, religiosas o estamentales, que aceptaban la 2014
económicas entre ricos, pobres y pobrecillos. Una pobre-
za cotidiana en la que (mal)vivían tantos andaluces, lu-
dependencia y la autoridad, pero que también buscaban
espacios y tiempos para la transgresión, a ser posible lejos
7
chando contra la rutina. Es más, lo cotidiano era el único del escándalo. Porque en el ámbito del confesionario, de
lugar real donde podía aparecer lo inesperado. La vida la escritura, de las fiestas, de los cuerpos,... las coaccio-
cotidiana fue, pues, un espacio y un tiempo de supervi- nes impuestas por el orden dominante fueron asumidas,
vencia en los que predominó la expectación entre tantos negociadas o, simplemente, transgredidas. Entre otras
y tantos andaluces. A diario se podía implorar el favor razones porque sólo podían ser aceptadas lentamente si se
divino ante circunstancias climatológicas desfavorables mezclaban en proporciones distintas con prácticas here-
o incluso se buscaba en su normalidad religiosa la explica- dadas de épocas anteriores.
ción a fenómenos extraordinarios. Y todo ello envuelto, Como resultado de complejos procesos de encuentro y
en palabras de Clara Bejarano, por la atmósfera sonora negociación, la vida cotidiana en los principales núcleos
del Siglo de Oro, a veces excepcional otras repetitiva, pero urbanos y rurales andaluces fue más rica y diversa que el
siempre cotidiana. Se esperaban con curiosidad noticias reflejo de una sociedad confesional, presuntamente mo-
de América o se asombraban cada día ante las maravillas nolítica y monocorde en su fe y en sus comportamientos.
que llegaban de Oriente, con una función compesatoria Las prácticas sociales y culturales no tuvieron un sentido
—escribe Carlos A. González— ante la trivialidad y la es- estable y oscilaron entre la disciplina moral y la indiscipli-
casez de aquel tiempo. Noticias que, como tantas otras, na crónica. Y aunque los creadores o las autoridades —ci-
circulaban por doquier en impresos efímeros, menuden- viles o eclesiásticas— intentaron siempre reglar el sentido
cias que —comenta Pedro Rueda— despertaban una enor- y difundir la interpretación correcta de dichas prácticas,
me y cotidiana expectación entre los andaluces, fuese en podían ser ellos mismos —u otros privilegiados— quienes
sus casas, en las calles, en tabernas, bodegas, ventas o cotidianamente las distorsionaran, negociaran o trans-
mesones, donde se reunían no sólo para beber vino y más gredieran. La vida cotidiana en el Siglo de Oro fue, pues,
vino, también para hablar, leer y conocer mundo, aun- una tensión constante entre la tradición y el conflicto, el
que fuese como oyentes. Espacios de sociabilidad, uni- gozo y el sufrimiento, la rutina y la excepción… Y ante un
versos tabernarios que, como demuestra Alberto Ramos, mundo, tan complejo como efímero e inesperado, cada
fueron regulados una y otra vez ante los constantes y rei- día sus habitantes no podían por menos que estar siempre
terados incumplimientos. Y si una práctica cotidiana fue expectantes, en su doble sentido.
transgresora, esa fue la del deleite carnal. María José de La sociedad andaluza del Siglo de Oro fue mucho más
la Pascua explica cómo, frente a restricciones y más res- abierta, a pesar del disciplinamiento de costumbres, im-
tricciones, los andaluces recrearon sus propios escenarios puesto por la Iglesia y controlado por la Inquisición. Inclu-
para la seducción y para las relaciones sexuales, entre el so la opinión pública que podía tener distintos y diversos
consentimiento y la violencia. creadores, terminaba por ser recibida y reelaborada en la
En este dosier ha interesado explorar lo que había de calle, en la plaza, en la taberna... De ahí que el interés de
latente tras las reglas, tras lo aparentemente común o las autoridades por los “rumores maliciosos del pueblo”,
aceptado, o lo que se escondía tras los roles inmóviles y como escribió Juan de Mariana, fuese en aumento a lo
aceptados. En la vida cotidiana todos los andaluces fueron largo del Siglo de Oro, un interés que en el XVIII termi-
los protagonistas de su época al transmitir o rechazar un nó por convertirse en un miedo latente a la multitud, a
conjunto de actitudes, hábitos y conocimientos hereda- la mayoría, a los andaluces, protagonistas de la Historia,
dos o recibidos —directa o indirectamente— de la proyec- día a día. 
d o s i e r

La pobreza cotidiana
Esplendor y miseria en el Siglo de Oro

Juan Ignacio Carmona


Universidad de Sevilla

AH
abril
2014
Vivir en el Siglo de Oro

8
D
esigualdad y polarización. Estas A grandes rasgos, el Siglo las ayudas a los menesterosos montaban
dos palabras sirven para explicar de Oro en Andalucía bastante menos de lo que cabía esperar y
las transformaciones que se die- poco servían para remediar la difícil situa-
se caracterizó por un
ron en la estructura social en el Siglo de ción que sufrían los necesitados. Resulta-
crecimiento económico y
Oro en Andalucía. Hubo más gente y más ba evidente que mientras amplios sectores
riqueza, pero ésta no se repartió equitati- un aumento de población. de población vivían precariamente, la elite
vamente. Los principales movimientos en Hubo más gente y más de los poderosos disfrutaba de la abundan-
la escala social en el Siglo de Oro conducían riqueza, pero ésta no se cia y el lujo.
de los grupos intermedios a los inferiores, A pesar de que hacer testamento era una
repartió equitativamente.
de modo paralelo a la creciente acumu- práctica bastante extendida, pues se trata-
lación de la riqueza en los adinerados. El
Anticipándose medio ba en realidad de prepararse al bien morir,
proceso de polarización se explica en parte milenio a lo que de el propio hecho de hacerlo (muy pocos po-
porque mientras los pobres eran víctimas nuevo está sucediendo dían pagar a un notario) y el monto de lo
de la inflación y la carestía de vida, per- en nuestros días, el reparto del que se dejaba reflejaban indirectamente el
diendo poder adquisitivo al bajar los sala- fuerte contraste social existente entre los
bienestar no alcanzó a todas
rios reales (aunque los salarios nominales que tenían más y los que poseían menos.
subieron, los precios lo hicieron más), por las clases del mismo modo y la Basta acercarse a conocer cuántos feligreses
el contrario los ricos veían aumentar sus desigualdad se agudizó. Mientras testaban dentro de una parroquia, el tipo y
ingresos, ya fuese por el auge del comercio que unos se enriquecieron, la cuantía de la herencia, al igual que los
y de la banca, porque sus tierras producían otros se empobrecieron. Es más, motivos que explicaban que un gran nú-
más o por ambas causas a la vez. mero no lo hiciera, para descubrir que sólo
los ricos se hicieron más ricos
La ampliación del caudal de la mino- una minoría restringida podía instituir do-
ría acomodada resultaba espectacular por y los pobres más pobres. Fue naciones para el socorro de los desfavoreci-
su cuantía y notoriedad, al un siglo dorado para las clases dos, mientras que muchos otros no hacían
igual que lo era el despil- altas, pero no para las bajas. testamento por “ser pobres o no tener qué
farro que realizaba en testar”.
Un tanto paradójicamente se
gastos de ostentación. Una de las principales características
ha generado en ambos tiempos
Es verdad que asumiendo de las comunidades tradicionales como la
en cierta forma las prédicas un mayor desajuste social y la andaluza era el desequilibrio existente en
religiosas que exaltaban la distancia que separaba (separa) el reparto de la renta, el contraste que se
caridad cristiana, los pu- a los que más tenían (tienen), daba entre la miseria de la masa de los más
dientes llevaban pobres frente a la magnificencia de un li-
de los que menos poseían
a cabo obras de mitado número de muy ricos. La renta se
misericordia
(poseen) no ha disminuido, distribuía de modo que, en un extremo, la
en auxilio de en realidad se ha elevado. escasa minoría pudiente se beneficiaba de
los desfavo- la mayor parte, mientras que en el otro, a
recidos, la inmensa mayoría le quedaba una peque-
p e r o ña parte. Así lo mostraban los registros de
d o s i e r

En el Siglo de Oro se acentuó


la desigualdad entre ricos
y pobres. San Diego de Alcalá
dando de comer a los pobres (h. 1660).
Bartolomé Esteban Murillo.

AH
abril
2014
9

Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.


impuestos, padrones fiscales en los que los
cabezas de familia pobres eran clasificados
como categoría aparte por estar exentos
del pago de tasas. En los grandes núcleos
de población más de la mitad de sus habi-
tantes estaba constituida por gente cuyo
patrimonio se estimaba como insuficien-
te, quedando por tanto englobada dentro
del amplio colectivo de los pobres.
No hay que identificar la pobreza fiscal
con la miseria ni con la indigencia, pues
incluía tanto la penuria moderada como
la severa. Ser pobre no implicaba carecer
por completo de bienes. El cronista Alonso La sociedad andaluza del Siglo de Oro se caracterizaba por el
Palencia decía que pobre era “quien man-
da poco y tiene poco, aunque algo”, y en
contraste que se daba entre la miseria de la masa de los más pobres
las fuentes documentales de la época se frente a la magnificencia de un limitado número de muy ricos
llamaba pobres a los trabajadores y se les
equiparaba con los pecheros —los obliga- las integraban entre un 20 y un 25% de ñas casas y en corrales de vecindad en ré-
dos a tributar­—, el contingente más nu- los vecinos de los núcleos urbanos y unos gimen de alquiler; o en la sencillez de los
meroso, con mucho, de los vecindarios. pocos campesinos acomodados, lo que su- ajuares que poseían. En un informe sobre
No solamente tenemos que integrar, por ponía que no serían más del 10 o 15% del las condiciones de vida en la localidad de
tanto, bajo la denominación de pobre a los conjunto social. Todo el inmenso resto, Baena se anotaba: “Las casas de los veci-
incapacitados para el trabajo por motivos en torno al 80%, estaba constituido por nos pobres, que de las cuatro partes de las
de edad, sexo, enfermedad o impedimen- el bajo pueblo, tanto rural como urbano, que componen la población son más de
tos físicos, sino también a muchas perso- amplísima mayoría a la que se denomi- tres y media, son bajas y estrechas, y no
nas activas, a las que contaban con una naba “gente de pequeña manera o pueblo tienen la capacidad necesaria para que có-
pequeña propiedad o con un trabajo que le menudo”. Respecto al nivel de vida de esta modamente las habiten (...). Las tienen
era insuficiente para el mantenimiento fa- masa popular, su horizonte económico no muy sucias y sin la correspondiente venti-
miliar, a las que lo tenían transitoriamen- iba más allá de procurar satisfacer las ne- lación. Acostumbran a criar un cochino,
te y, por supuesto, a las que nada tenían, cesidades básicas de cada día. al que por las noches alojan en la habita-
ni siquiera una ocupación. Definida por la parquedad de recur- ción y dormitorio”.
sos, la modestia de los sectores popula- La penuria afectaba a la mayoría de la
pueblo Menudo. Dentro de la estruc- res se reflejaba nítidamente en aspectos población. De una a otra parte de la geogra-
tura social, alrededor del 5% de la pobla- que estaban determinados por la insufi- fía andaluza, ya fuera en el campo o en la
ción lo formaba la clase dominante, a ciencia económica que les caracterizaba. ciudad, la precariedad de las clases humil-
saber, la alta nobleza y las aristocracias Por ejemplo, en los tipos de alojamiento, des se manifestaba claramente. Cristóbal
ciudadanas o locales. Las capas medias pues por regla general moraban en peque- de Cárdenas, síndico procurador de la villa
d o s i e r

Mientras los pobres eran


víctimas de la carestía de vida,
los ricos veían aumentar sus
ingresos. La Dama del Abanico
(h. 1630) y La costurera (h. 1635)
ambos pintados por Velázquez.

La desigualdad
QQ“La abundancia de uno sume a
muchos en la miseria y la opulencia
de unos pocos supone calamidades
para la masa… Es muy nociva la
miseria derivada de la mala distri-

Galería Nacional de Arte de Washington


bución de las riquezas: el poder, la

AH desvergüenza y la haraganería por


Colección Wallace de Londres

parte de los que tienen, y la mise-


abril ria, la servidumbre y la desespera-
2014 ción para los que nada tienen”.

10 Mateo López Bravo, 1616.

de Huelva, hacía saber que dicha localidad ma de origen campesino y de una gran común tocada por el infortunio, trabaja-
“tiene de vecindad novecientos vecinos poco variedad de inmigrantes de procedencia dores en paro y jornaleros, inmigrantes y
más o menos, y que si no es algunas pocas más lejana. Por consiguiente, al número transeúntes, pícaros y vagabundos, prosti-
personas que tienen algún caudal, todos de vecinos contabilizados en los registros tutas, delincuentes, libertos y esclavos, se
los demás del pueblo es gente tan pobre que municipales, de los que más de la mitad englobaban en esa población depauperada
para sustentarse se valen de ir a pescar al eran considerados como pobres, había que que tenía aún peores condiciones de vida,
mar, sin tener más bienes y hacienda que lo añadirle una indeterminada cantidad de de alojamiento, comida y vestido que las
que ganan con su trabajo personal”. gente incontrolada, no empadronada, que clases populares asalariadas con las que se
En las zonas rurales las situaciones de constituía una confusa mezcolanza inte- mezclaba y confundía.
pobreza, siendo muy abundantes, resul- grada por personas, de los dos sexos y va-
taban menos llamativas. Era en los nú- riedad de edad, de humilde extracción, con Hambrientos y pordioseros. “Otros
cleos urbanos donde se evidenciaban de pocos recursos económicos, sin trabajo ni muchos viven muriendo acosados de ham-
forma notoria, por el efecto de absorción, ocupación fija en buena parte, y por gru- bre o de enfermedad”, escribió Alejo Vene-
de atracción, que las ciudades ejercían so- pos de transeúntes, vagabundos, pícaros y gas en 1553. Sobre la pobreza cotidiana in-
bre la masa campesina, muchos de cuyos otros marginados sociales en sentido estric- cidían las repetidas crisis de subsistencias
integrantes veían en ellas la posibilidad to, dentro de los cuales también las niñas y que tan frecuentes eran en la época. Si en
de mejorar su nivel de vida o al menos de mujeres estaban bien representadas. tiempos de normalidad la existencia de
subsistir. El movimiento de población ru- En definitiva, el heterogéneo mundo de mucha gente era difícil, la situación em-
ral hacia las grandes urbes se convertía, la pobreza en las ciudades andaluzas tenía peoraba notablemente cada vez que apare-
especialmente durante las grados y abarcaba, además de la moderada, cían las crisis agrícolas, que por lo demás
coyunturas críticas, en más llevadera, la severa o extrema, mucho solían traer consigo el alza del precio de
oleadas de personas ne- más dura. Al vasto colectivo de población los granos y la especulación. En la primera
cesitadas que invadían trabajadora que vivía de forma modesta fase los más perjudicados eran los humil-
sus calles y plazas, mu- o en situación precaria había que añadir des labriegos, que muy pronto comproba-
chedumbre que pululaba toda una multitud abigarrada integrada ban cómo su tradicional pobreza se torna-
por todas partes en busca de por variopintos subsectores de “vergonzan- ba en una completa penuria. Así lo recogía
cualquier tipo de auxilio tes”, desocupados y pordioseros. Personas un cronista en relación con una de las mu-
El contingen- principales venidas a menos, gente del chas que se dieron por tierras andaluzas:
te depauperado
urbano se nu-
tría en efecto
En las zonas rurales las situaciones de pobreza, siendo muy
de población
foránea abundantes, resultaban menos llamativas. De hecho, era en
próxi- los núcleos urbanos donde se evidenciaban de forma notoria
d o s i e r

Vieja comiendo gachas con un chico


y un perro (h. 1650).
Óleo de Murillo.

La pobreza fiscal
QQ“La gente común a quien toca
pagar los servicios está reducida a
tan extrema calamidad y miseria
que muchos de ellos andan desnu-
dos sin tener con qué cubrirse, y es
tan universal el daño que no sólo se
extiende esta pobreza a los vasallos
de Vuestra Majestad, pero aún es
Murillo. Museo Wallraf-Richart (Colonia).

mayor en los de los señores, que


ni les pueden pagar sus rentas ni
tienen con qué, y las cárceles están
AH
llenas, y todos se van a perder”.
abril
2014
Carta del Príncipe Felipe al Empera-
dor, 1545.
11

“De la ciudad de Écija se afirma que cual dinero para comprar pan”. Admitiendo la pobres en dos cementerios extramuros, a
si fueran animales inmundos andaban los exageración de la cifra de muertes por in- los que había que sumar los enterrados en
pobres por los molinos de aceite, buscando anición, el testimonio sirve para captar la los camposantos parroquiales y en los de los
hasta el desechado orujo para comer”. intensidad que alcanzó aquella hambru- hospitales. Una buena parte había pereci-
La falta de granos se sintió con espe- na. La crisis desembocó en una revuelta, do en plena calle, al no disponer de ningún
cial dureza durante el bienio de 1521-1522, el denominado motín del Pendón Verde, tipo de refugio ni de ayuda misericordiosa.
hasta el punto de que, según escribía un acaecido entre el 8 y el 10 de marzo de 1521. Ante tanta desgracia, los regidores munici-
coetáneo refiriéndose a la parte occiden- La protesta se inició en el barrio de la Fe- pales elevaron al Consejo Real una petición
tal de Andalucía, “murieron aquí treinta ria y pronto se extendió por toda la ciudad. solicitando ayudas fiscales para costear el
mil personas, y las más de hambres”. La Manuel Chaves Rey describía en sus apun- reparto de pan que se estaba haciendo en-
escasez que se había extendido por el te- tes sevillanos, de comienzos del pasado si- tre los muchos desgraciados que se encon-
rritorio andaluz estaba causando verda- glo, el desarrollo del motín, mencionando traban ávidos de comida. En la solicitud se
deros estragos en numerosas localidades. al respecto cómo aquel alzamiento popular destacaba expresamente “la grande este-
Por aquellas fechas el concejo de Hinojos tuvo por origen la gran carestía de víveres rilidad que había habido en la ciudad y su
informaba acerca de “la gran mortandad que se dejó sentir entre las clases pobres, tierra y provincia de la Andalucía este pre-
que hay, porque es público y notorio que de encareciéndose tanto el pan que el hambre sente año, y que había acudido a la ciudad
hambre se caen las personas en las calles y imperó en los barrios bajos de la ciudad, mucha cantidad de pobres que de noche y
no hallan quién les remedie, por lo que ya llegando a ser verdaderamente desespera- de día estaban las calles llenas de ellos, así
los muertos pasan de 400 personas”. da la situación de multitud de familias. hombres como mujeres y niños que pedían
Las carencias alimenticias iniciadas en 1522 también resultó crítico. La realidad limosnas y que habían perecido de hambre
el ámbito rural repercutían de inmedia- mostraba que no había casi nada para co- y se habían hallado muertos por las calles
to en los núcleos urbanos. En la capital mer y que lo poco que se ofrecía, aunque más de quinientas personas”.
hispalense la situación llegó a ser muy fueran restos de animales y desechos, era Si las décadas iniciales del siglo ha-
crítica, causando una gran mortandad. salvajemente disputado o se vendía a pre- bían resultado calamitosas, las postreras
Según el canónigo y arcediano de Niebla, cios desorbitados. Se produjeron muchos no quedaron a la zaga. Fue 1583 un año de
“fallecieron de esta presente vida en esta fallecimientos por hambre, enfermedad escasez. Preocupados por los muchos indi-
insigne ciudad de Sevilla más de cincuen- o frío. En sólo dos meses, del 23 de febrero gentes que había por todas partes, los ca-
ta mil personas de hambre por no tener al 23 de abril, fueron sepultados casi 1.800 balleros jurados plantearon ante el cabildo
secular hispalense varias propuestas para
enfrentar el problema. Se propuso pedir
dinero al vecindario, pero se desistió por-
Si en tiempos de normalidad la existencia de mucha gente era difícil,
que se sabía de la pauperización que se ha-
la situación empeoraba notablemente cada vez que aparecían las bía apoderado de la población, tal como se
crisis agrícolas, que solían traer consigo el alza del precio del grano comprobó a raíz del último repartimiento
d o s

La penuria afectaba a la mayoría de la población.


Óleo. Muchacho atacado por un perro (h. 1680).
Pedro Núñez de Villavicencio.

Ricos y pobres
QQ“Hay que hacer constar que,

AH aunque la riqueza y la opulencia


de Sevilla en los siglos XVI y XVII
abril era grande, ésta ha sido con exceso
2014 ponderada por los adoradores del

12 pasado, que los documentos y las


memorias coetáneas de aquellos
tiempos prueban de manera bien
clara que la abundancia, el lujo y
las sobras eran sólo para el clero y
para los nobles, mientras cientos y
cientos de seres vivían en la mayor
miseria y sufriendo todo género de
privaciones, sin que sus lamentos
fueran oídos, ni por nadie de los
que podían se atendiese a remediar
tamaños males”.

Manuel Chaves Rey, 1904.

establecido, que apenas pudo realizarse.


De aquella contribución, según manifes-
taba uno de los jurados, se recordaba que
“no se ha podido cobrar de los vecinos con
ser muy moderadas cantidades y se dejan
estar presos y algunos se han ido de esta
ciudad por no poderlo pagar y así la ciudad
está imposibilitada de remedio”. Dada la
presencia de la muchedumbre meneste- de agosto de 1594, el mayordomo de los ju- del pasado que la ciudad mostraba más al
rosa deambulante, por auto municipal de rados, Andrés Núñez Zarzuela, intervino descubierto en los momentos críticos.
7 de mayo de 1583 se ordenó anunciar por para denunciar las negativas consecuen- Se manifestó con rotundidad otra vez
toda la capital y sus arrabales “que habien- cias que, en su opinión, había traído la re- en los meses finales de 1597, a raíz del re-
do la Ciudad tenido noticia que en ella hay ciente medida realizada unos años antes, gistro de pordioseros que llevó a cabo el
muchos pobres, así naturales como foras- en 1587, de reducir el número de estable- nuevo Asistente, el conde de Puñonrostro.
teros, y que por falta de hospitalidad y sus- cimientos hospitalarios. Su alegato hacía La inspección de menesterosos tenía como
tento se mueren por las calles, y queriendo referencia a los muchos mendigos, viejos, objetivo distinguir a los que se considera-
socorrer estas necesidades ha mandado niños, lisiados e impedidos que vagaban ban eran “verdaderos” de los “falsos”, y a los
que en una casa particular sean curados y por las calles, “por no tener donde aco- enfermos de los sanos. A los pobres “autén-
alimentados, lo que se pregona para que gerse, y en las casillas donde se recogen ticos” se les iba a exigir que portasen una
venga a noticia de todos para que gocen de quien los cure y mire por ellos, así que se tablilla que les identificara como tales, y a
este beneficio”. mueren por las calles”. Pero el lamentable los fingidos se les conminaría con castigos
Llegada la última década todo seguía panorama no era producto de la reducción y penas de diversa índole para que no per-
igual. En la sesión de la corporación de 1 hospitalaria, sino una realidad heredada sistieran en su actividad pedigüeña.
i e r

Examen
de pordioseros
QQ“Fue el mayor teatro que jamás
se ha visto, porque había más de
dos mil pobres, unos sanos y otros
viejos, otros cojos y llagados, y mu-
jeres infinitas, que se cubrió todo
el campo y los patios del hospital, y
a las dos de la tarde fue su señoría
acompañado de mucha justicia y
con él muchos médicos y entraron
en el hospital y en una sala baja
tenían su asiento, y mandaron
fuesen entrando las mujeres y a las
que estaban para servir les mandó
AH
su Señoría pena de cien azotes no
abril
anduviesen pidiendo por la ciudad, 2014
y a las viejas que podían andar les
dio licencia para pedir, que para
13
el efecto tenía Su Señoría más de
cuatro mil tablillas con sus cintas
blancas y en ellas puesto licencia
para pedir y a las que habían de
pedir les daba una de aquellas y se
la echaban al cuello para que por
ella pudiesen libremente andar por
la ciudad pidiendo, y en este día no
se pudo concluir más de con las mu-
jeres, que fue mucho de ver cuando
acabaron ver tantas generaciones
de gentes y otros tantos trajes como
Museo de Bellas Artes de Budapest.

había”.

Francisco de Ariño, 1597.

Más información

QQ Carmona, Juan Ignacio


El extenso mundo de la pobreza. Ayunta-
La corporación municipal decidió que titud de indigentes, dolientes y misera- miento de Sevilla. Sevilla, 1993.
inicialmente se imprimiesen dos mil ta- bles. La visión que produjeron tuvo que ser QQ Giginta, Miguel
blillas, cantidad que por sí sola revelaba impactante; de hecho, es ya clásica la cita Tratado de remedio de pobres (1579).
la magnitud del asunto que se había em- de Ariño en la que describía, a modo de Ariel. Barcelona, 2000.
prendido. Para poder ejecutar la medida, gran espectáculo, los instantes de la ins- QQ Pérez de Herrera, Cristóbal
los regidores acordaron que se pregonase pección efectuada por el propio Asistente. Amparo de pobres (1598). Espasa Calpe.
por toda la ciudad, en Triana y en los otros Si la pobreza se hallaba ampliamente Madrid, 1975.
arrabales, que todos los mendigos que extendida en el siglo que estaba a pun- QQ Rodríguez Vázquez, Antonio
hubiera se reunieran para ser registrados to de cerrarse, caracterizado en términos Ricos y pobres. Ayuntamiento de Sevi-
en la explanada que había extramuros macroeconómicos por un relativo creci- lla. Sevilla, 1995.
delante del hospital de la Sangre. Llega- miento, cuando a continuación vinieron QQ Santolaria, Félix (ed.)
do el momento fijado para la revista de tiempos peores dominados por la recesión El gran debate sobre los pobres en el siglo
pordioseros, el gentío menesteroso se fue y la decadencia, resultó consecuente que XVI. Editorial Ariel. Barcelona,
concentrando en aquel espacioso recinto, proliferasen aún más las situaciones de 2003.
llegando a constituir una abigarrada mul- necesidad. 
d o s i e r

Entre voces, ruido


y armonías
El paisaje sonoro de lo cotidiano

Clara Bejarano Pellicer


Universidad de Sevilla

AH
abril
2014
Vivir en el Siglo de Oro

14
L
a atmósfera sonora del Siglo de Oro Hoy apenas podemos pregoneros municipales intervenían en las
estaba marcada por un condicionan- imaginar cómo sonaría la ejecuciones públicas, en las proclamacio-
te fundamental: la utilización de nes de fiestas públicas (demandando la par-
vida urbana en ausencia
canales auditivos para difundir la infor- ticipación obligatoria de la población en la
de vehículos motorizados,
mación necesaria para la vida en común decoración de la ciudad), en la prevención y
obligada, de un lado, por el analfabetismo, reproductores de música, contención de las epidemias y en otros mu-
y de otro, por la creciente urbanización. el zumbido de los aparatos chos casos. Pero la mayor parte de los prego-
Cuanto más se concentraba la población eléctricos y los pitidos nes transmitían un mensaje de contenido
en los núcleos urbanos, más necesario se económico: suponían un medio muy usual
intermitentes del tráfico.
volvía el recurso a los medios de comuni- de ofrecer servicios, mercancías y otros ne-
cación sonoros. La mayoría de los sonidos
Podría antojársenos gocios. Constituían el vehículo más corrien-
de la vida cotidiana en el Siglo de Oro no que reinaría un notable te para la publicidad, utilizada tanto por los
eran meros ecos de una actividad, sino que silencio, pero lo cierto particulares como por el poder civil. El caso
eran producidos para desempeñar funcio- es que la atmósfera sonora en la de los bienes de los deudores o condenados
nes específicas sobre la vida colectiva. En rematados en almoneda pública es paradig-
Andalucía del Siglo de Oro tuvo
ocasiones, incluso daban lugar a conflic- mático, como también lo es el alquiler a par-
tos, ya que el auditivo era uno de cauces sus propias señas de identidad ticulares del cobro de impuestos.
a través de los cuales los poderes ejercían acústicas. La vida cotidiana en
su influencia sobre el común, y mediante aquel período estuvo impregnada Los pregoneros realizaban un itinera-
los cuales se expresaba la determinada for- de sonidos, algunos emitidos rio tipificado a través de los puntos neu-
ma de entender el mundo que caracterizó rálgicos de la vida urbana, desplazándose
por la Iglesia, otros por el poder
a aquella sociedad. a mula o caballo y a veces anunciados por
La voz del pregonero constituyó uno de civil, y otros muchos por la trompetas y timbales. Los pregones no
los elementos propios del población, que se entrecruzaban y sólo se leían en público sino que también
paisaje cotidiano. Tanto el complementaban entre sí, incluso se exhibían públicamente en soporte escri-
poder civil como los parti- to, en lugares simbólicos de la localidad.
a veces competían a la hora de
culares emplearon a esta
conformar el conglomerado que
figura municipal para di- Toques de campanas. Las campanas
fundir mensajes de variado podemos llamar paisaje sonoro. eran otro de los medios a través de los
contenido. Los concejos mu- cuales difundían información de interés
nicipales (y a través de ellos público todos los entes sociales de la pobla-
las instancias su- ción. Instrumento de origen religioso que
periores del rei- representaba la voz de Dios, en la menta-
no) difundían lidad aurisecular consagraban el lugar y
disposiciones ahuyentaban a los malos espíritus. No obs-
de naturaleg- tante, su función iba mucho más allá de la
za políti- marcada por la Iglesia. Su tañido poseía un
ca. Los código, un lenguaje, al alcance de la com-
d o s i e r

Los ciegos en el Siglo de Oro


solían tocar instrumentos
de cuerda como la zanfoña.

El silencio
de las campanas
QQEl silencio de las campanas era
algo realmente excepcional. Hasta
el siglo XVIII no se hicieron intentos
por preservar la tranquilidad al me-
nos por las noches y a la hora de la
siesta. Los únicos momentos en los
que enmudecían las campanas eran:

QQ En Jueves, Viernes y Sábado


Santo, porque si Dios estaba
muerto su voz no podía sonar.
Sus funciones las desempe-
AH
ñaba la carraca o matraca,
abril
2014
Ciego tocando la zanfonía (1610-1630). Georg de la Tour. Museo del Prado.

instrumento de madera que


produce chasquidos secos.
15
QQ En los interdictos, al suspen-
derse la administración de los
sacramentos y todas las cere-
monias religiosas por parte del
estamento clerical.

QQ Esta penalización de la Iglesia


católica implicaba un silencio
de las campanas como signo
de protesta, hecho que produ-
cía un efecto de parálisis en la
ciudad.

contribuían a sacralizar el ritmo horario


La función horaria de las campanas perduró durante tantos siglos,
y las actividades de la jornada, constitu-
superponiéndose a la del reloj solar y reloj mecánico, gracias a su yendo una referencia temporal. Actuaban
polifacetismo y a su independencia de las condiciones atmosféricas como delimitadoras del tiempo de las ta-
reas y también como despertador y además
prensión de la población, si bien era es- un alto grado de complejidad, en propor- poseían cierta función evangelizadora, ya
trictamente local y existían variaciones de ción directa al número y diversidad de que tenían como misión última distraer al
una ciudad a otra. Eran recursos al servicio campanas que estuviesen disponibles. Es- hombre de sus preocupaciones cotidianas
de la comunicación, puesto que proclama- taba regulado el número de vueltas, la se- para dirigir su atención al misterio divino.
ban noticias tipificadas no necesariamen- cuencia de actuación conjunta de las cam- La función horaria de las campanas per-
te de carácter religioso: convocaban a la panas y otras muchas variables. duró durante tantos siglos, superponién-
oración, a la misa, a sermón o fiesta del Las campanas también ejercían una dose a la del reloj solar e incluso el reloj
día siguiente, a novena, a difunto, a viá- función de medida del tiempo. El fraccio- mecánico, gracias a su polifacetismo, a su
tico, al ángelus, a bautizo, a niño muerto, namiento de la jornada en horas se basaba independencia de las condiciones atmosfé-
a entierro, a incendio, a parto laborioso, a en un sistema heredado de la regla monás- ricas y a su condición sonora. Los primeros
tempestad de truenos, a vientos fuertes, a tica. La duración de las horas variaba según relojes públicos mecánicos, construidos a
asedio, a guerra o inundación (rebato), a las estaciones, dependiendo del tiempo de fines del siglo XIII, no tenían esfera ni ma-
auto de fe, a visita pastoral, a exposición luz. A lo largo del día se sucedían los toques necillas, sino que se limitaban a señalar
del Sacramento, a fiesta extraordinaria, a de prima, tercia, misa mayor, sexta, ple- las horas mediante sonería de campanas y
llegada de la flota de Indias y muchísimos garia, nona, vísperas, completas, oración cuidaban de ellos los mismos campaneros.
más casos. El código que regía su tañido, o Ave María, y toque de queda, así como La Iglesia daba por concluida la jornada
reglamentado por escrito, podía alcanzar maitines y laudes en la noche. Estos toques laboral mediante el toque de oración o de
d o s i e r

Avemarías. El poder civil reiteraba el men-


saje, a través de las mismas campanas,
una hora más tarde, en su caso velando
por la seguridad y el orden público. El lla-
mado toque de queda señalaba el momen-
to a partir del cual las puertas de las mura-
llas se clausuraban y las personas de bien
debían retirarse a sus casas. Tenía lugar de
Foto: Marcos Fernández.

9 a 10 en una mitad del año (de octubre a

AH abril) y de 10 a 11 en la otra. El interludio


entre el toque de oración o Avemarías (reli-
abril gioso), y el de queda (civil), —esto es, en el
2014 período de transición después de anoche-

16 cido pero antes de las 10 u 11 de la noche—,


también poseía su propia personalidad so-
nora, gracias al tintineo de la campanilla
Los problemas de la
de las ánimas del purgatorio que un muñi- superpoblación de campanas
dor iba tañendo por las calles para evocar
el recuerdo de las almas en pena e incitar a QQToda suerte de localidades esta- Ilustración. Los tañidos de las distintas
rezar por ellas. Junto al sonido de la cam- ban cuajadas de campanas. Textos procedencias se superponían y no
panilla, podía entonar coplas moralizan- originales del siglo XVIII como el de siempre de la manera más armónica.
tes que se conservan impresas. Gil Francisco Freneva estiman que Esta coincidencia atentaba contra la
Tampoco podemos olvidar la importan- en Sevilla en esta época llegó a haber jerarquía de las sedes y provocaba plei-
cia que tenía el clamoreo de las campanas hasta 350 campanas, entre las que tos. Se distinguen dos tipos fundamen-
en relación a lo funerario. Servía para po- destacan las 24 que conformaban el tales de campana:
ner en marcha la solidaridad entre cristia- cuerpo de la Giralda. Las campanas no
nos al reclamar la oración por la salvación sólo se ubicaban en los campanarios de QQ Las esquilas, también llamadas
del alma del fallecido, para espantar a los las iglesias: cualquier institución, por campanas de pino, genéricamen-
demonios y para proclamar qué puesto insignificante que fuese, contribuía al te son aquellas que por su menor
había desempeñado en la escala social. El clima sonoro general con sus propios tamaño funcionaban “empinán-
tañido de tipología funeraria difería de- tañidos, como un medio de labrarse dose” para girar completamente
pendiendo del estamento o dignidad que su propia identidad y reclamar una sobre sí mismas. Según su tama-
correspondiera al difunto, de su sexo pues jurisdicción espacial. Es el caso de los ño, podían llamarse esquilones,
por los hombres se tañía más que por las gremios y cofradías. La proliferación esquilas o esquiletas.
mujeres, y de los aranceles que decidiera de las campanas provocó conflictos,
pagar el particular. Cuantas más y mejo- sobre todo en el siglo XVIII, momento QQ Las campanas de golpe, por el
res campanas hubiese solicitado el difun- en que la población campanil estaba contrario, se accionaban movien-
to, más se incrementaba el hiperdesarrollada y en que comien- do el badajo o “lengua”, puesto
importe. zan a cuestionarse las más arraigadas que su tamaño y peso hacía impo-
Los toques ayudaban a tradiciones bajo la influencia de la sible voltearlas.
distinguir el momento de
la agonía, de la extrema
unción, el duelo posterior al de ostentación social tan exagerado que también asistían muñidores que tocaban
óbito, el entierro y el culto las constituciones sinodales tuvieron que campanillas, contribuyendo con su tinti-
conmemorativo posterior, regularlo: a partir de 1604 se limitó a una neo y con la propia voz, en actitud panegí-
ofreciendo infor- hora por la mañana y otra por la tarde y rica, al recogimiento colectivo.
mación públi- todo el tiempo que durase el enterramien- Otro sonido familiar del paisaje sono-
ca. El tañido de to. Por lo general, sólo tañían las campa- ro en el Siglo de Oro es la recitación y los
campanas se nas de la parroquia implicada, excepto las instrumentos musicales de los ciegos. Sal-
convirtió en muertes de personajes ilustres de la reale- modiaban o cantaban oraciones, según
un ele- za, Iglesia o gobierno, que eran observadas la tarifa abonada por el particular que de-
mento por toda la ciudad. En los cortejos fúnebres mandara sus servicios, y vendían, narra-
d o s i e r

Los concejos municipales en las principales ciudades contaban con


músicos en su plantilla. Solían ser un cuerpo de trompeteros, otro de
timbaleros y otro de ministriles o instrumentistas de viento-madera

Verano en la

Azulejos con músicos. Jardín del Palacio Episcopal de Málaga.


Alameda de Hércules
QQSegún el cronista Diego Ortiz de
Zúñiga, que escribió en el siglo XVII
su Historia de Sevilla titulada Anales
eclesiásticos y seculares de la muy noble
y muy leal ciudad de Sevilla, el jardín
renacentista de la Alameda, urbani-
zado en la segunda mitad del siglo
XVI, funcionó como un espacio de
AH
sociabilidad en el que destacaba la
abril
música instrumental, costeada por 2014
el concejo municipal para recreo de
los viandantes. Así se refiere a ella
17
en su obra:
ban y recitaban pliegos de cordel impresos en el tiempo ordinario de todos los días y a
que contenían sucesos truculentos o noti- “Vése este sitio en las calurosas canto de órgano en las fiestas y ocasiones
cias políticas y festivas, agitando la cam- noches frequentado de innume- solemnes. A su vez, en la mayoría de las
panilla y el cencerro para atraer al audito- rables coches, que lo hacen paseo iglesias existía un órgano que se tocaba en
rio. Además de la tradicional zanfoña, los memorable en todo el mundo, y que ceremonias solemnes.
instrumentos musicales propios de los cie- a veces se tiene otros públicos feste- El paisaje sonoro de la vida cotidiana
gos eran la vihuela y el laúd, a veces acom- jos, a veces alegría de músicas, y de se enriquecía extraordinariamente en las
pañados de un perro que bailaba y pasaba ordinario en las fiestas, ministriles fiestas públicas, incrementando y diver-
el platillo. A ellos también se suman los y chirimías, pagados de lo público”. sificando la presencia de la música vocal
músicos callejeros que habían aprendido e instrumental y los tañidos de las campa-
a tocar de oído y la producían con instru- nas en el contexto de los pregones de la fes-
mentos viejos, deteriorados y desafinados. varones cantores, niños y adultos, clérigos tividad, las ceremonias litúrgicas y extra-
y seglares, junto con un puñado de minis- litúrgicas en las iglesias, los toros y cañas,
Música profesional. Pero en la vida triles, que interpretaba música polifónica las justas poéticas, las mascaradas, las
cotidiana del Siglo de Oro también estaba profesionalmente bajo la dirección de un procesiones, las representaciones teatrales
presente la música profesional. Los con- maestro de capilla que desempeñaba las y la velada nocturna con sus espectáculos
cejos municipales en las principales ciu- tareas de director y compositor. La polifo- pirotécnicos. El código sonoro de la socie-
dades contaban con músicos en su planti- nía, llamada entonces “canto de órgano o dad del Siglo de Oro sabía cómo transmitir
lla. Solían ser un cuerpo de trompeteros, figurado”, se reservaba para las ocasiones eficazmente las transformaciones entre el
otro de atabaleros o timbaleros, y otro de solemnes en el calendario litúrgico, y para tiempo ordinario y el extraordinario. 
ministriles o instrumentistas de viento- algunos ritos como la Salve y la misa ma-
madera, que tocaban la flauta, la chiri- riana que todos los sábados por la mañana
mía, el sacabuche, la corneta de madera se celebraba en la capilla de la Virgen de la
Más información
y el bajón. Cada uno de estas formaciones Antigua de la catedral de Sevilla.
podía contar con un número variable de Por el contrario, la música más habi- QQ Gómez Pellón, Eloy y Guerrero
miembros, frecuentemente entre tres y tual y ordinaria era la monódica: el canto Carot, José (eds.)
cinco. Además de funciones ceremoniales gregoriano o “canto llano”. Heredado de Las campanas: sonidos de una cultura mi-
y festivas que todos desempeñaban, los la Edad Media, este repertorio se siguió lenaria. I Congreso Nacional. Fundación
ministriles amenizaban las veladas vera- conservando e interpretando en la litur- Marcelino Botín. Santander, 1997.
niegas en las zonas urbanizadas para el pa- gia durante mucho tiempo después de QQ Gallego Roca, Francisco Javier
seo y el esparcimiento, como podían ser la la introducción de la música polifónica, La casa de las chirimías. Azur. Madrid,
Alameda sevillana o el paseo de los Tristes más moderna. Era cantado por el coro de 1983.
en Granada. clérigos de la iglesia, los cuales no eran QQ Ayarra Jarne, José Enrique
Por último, hay que mencionar que las profesionales de la música. Tanto el Oficio La música en la catedral de Sevilla. Caja
catedrales y algunas colegiatas contaban Divino o rito de las horas canónicas, como de Ahorros. Sevilla, 1976.
con capilla musical propia. Se formaba de la misa, eran interpretados a canto llano
d o s i e r

Mirando al cielo
Clima y religiosidad en los siglos XVI y XVII

Manuel Peña Díaz


Universidad de Córdoba

AH
abril
2014
Vivir en el Siglo de Oro

18
N
umerosos datos confirman que Todos, desde el rey hasta hombre. Las más frecuentes eran las que
desde mediados del siglo XVI se el más pobre, invocaban pedían la llegada de lluvias —pro pluvia— y
inició en Europa una pequeña edad las que solicitaban la calma después de un
el favor divino ante
de hielo caracterizada por un aumento de la período revuelto —pro serenitate—. Fueron
circunstancias difíciles
pluviosidad y el frío. En Andalucía ese pe- una práctica cotidiana muy extendida en
ríodo húmedo comenzó a fines del XVI y se o desfavorables. Las la Andalucía del Siglo de Oro, así se cele-
extendió hasta mediados del siglo XVII. Los desastrosas consecuencias braron también para conseguir librarse o
años más húmedos correspondieron a las de las condiciones atenuar cualquier tipo de calamidad co-
décadas de 1591-1600, 1631-1640 y 1641- 1650. lectiva, fuesen epidemias, plagas, acon-
climatológicas adversas
Destacando, por el contrario, un periodo tecimientos bélicos, etc. Tanto unas como
seco de 1600 a 1617 y de 1651 a 1656. Los histo-
afectaban sobremanera otras, llegado el caso, solían culminarse
riadores de la economía han puesto en duda a una sociedad tan con misas de agradecimiento para celebrar
este enfoque y prefieren hablar de oscilacio- dependiente de la el final que motivó la rogativa.
nes climáticas en ciclos de media duración agricultura. Sin soluciones En general, las rogativas se organiza-
que se sumaron al recurrente impacto de las ban según la gravedad de la adversidad. Un
técnicas alternativas, las
fluctuaciones a corto plazo y de las frecuen- excelente ejemplo fue lo sucedido en Gra-
tes alteraciones en la sucesión anual de las populares rogativas eran las nada a fines de 1604 y comienzos de 1605.
cuatro estaciones. Sea por una razón u otra, prácticas más recurrentes y El año había sido extremadamente seco en
el clima en la Andalucía del Siglo de Oro, en cotidianas para combatir las buena parte de Andalucía. La situación era
contraste con siglos anteriores y posterio- inclemencias del tiempo. En alarmante porque hasta el 15 de diciembre
res, estuvo marcado por la irregularidad y el ni había caído una gota de agua ni se ha-
otras ocasiones, se miraba
extremismo —tanto en agua como en tem- bía sembrado un grano de trigo. El cabil-
peratura—, hasta el punto que las creencias religiosamente al cielo no para do catedralicio pidió al arzobispo Pedro de
y las prácticas religiosas se pedir sino para comprender Castro poder hacer un novenario de misas
vieron condicionadas por los rigores climatológicos o los a Nuestra Señora del Antigua y una pro-
estos rigores meteoroló- cesión general con los santos mártires del
fenómenos extraordinarios.
gicos. Sacromonte. La procesión se organizó para
el 27 de diciembre; durante el recorrido se
Candados del cielo. llevó la imagen de la citada virgen que fue
Las rogativas eran súplicas acompañada, nada más y nada menos que
públicas, con carácter peni- por todo el estado eclesiástico de la ciudad,
tencial, en las que secular y regular.
se pedía la ben- Pese al despliegue de tantísimos cléri-
dición de Dios gos y del impacto sonoro de sus repetidas
sobre los cam- oraciones, la rogativa no surtió efecto, y el
pos y sobre el prelado y el cabildo acordaron el 8 de enero
trabajo duplicar las misas a la Virgen del Antigua
d e l y descubrir el Santísimo Sacramento de la
d o s i e r

Detalle de La epidemia de peste (anónimo). Iglesia de Santo Domingo de Antequera.


AH
Además de para pedir la llegada o cese de lluvias, las rogativas se celebraban para tratar de librarse de epidemias, plagas y guerras.
abril
2014

catedral. Como el 25 plementario al que


19
de enero aún seguía Las rogativas eran súplicas públicas, con carácter penitencial, en planteó E. P. Thomp-
sin caer una gota, las que se pedía la bendición de Dios sobre los campos y sobre el son para la Inglate-
decidieron redoblar rra del siglo XVIII.
los ruegos y permitir
trabajo del hombre. Fueron una práctica cotidiana muy extendida Las respuestas pre-
que las monjas y las ventivas de las auto-
beatas de Granada salieran descalzas en el canónigo don Pedro de Molina, y llevó la ridades se amparaban en el discurso de la
procesión hacia el Sacromonte, y celebrar toca de nuestra Señora, el Diácono el hueso caridad cristiana, sin embargo todo apunta
allí sus misas. Desde ese día, también se de San Esteban, y el subdiácono otro de los a que detrás de ese lenguaje existía una con-
acordó que se hiciese cada día en la cate- mártires del Sacro Monte, y últimamente ciencia de economía moral, de un modelo
dral una rogativa y otra en el Sacromonte. iba la ciudad, y todos con mucha humildad de comportamiento establecido por la cos-
El 6 de febrero insistieron con nuevas y devoción. Con estas legiones espirituales tumbre que establecía los límites de lo que
rogativas. Y por fin, refiere Bermúdez de el Prelado al Sacro Monte para dar asalto era todavía soportable o de lo que era intole-
Pedraza, “la perseverancia de la oración desde su cumbre al cielo y sacar más agua”. rable. No se ha de reducir el reparto de trigo
abrió los candados del cielo”. Ese día llovió y pan a una economía moral paternalista,
toda la noche y a la mañana siguiente se Economía moral. Pese a tanto desplie- sino a la evidencia de que su acaparamiento
dijeron cinco misas de pasión con oración gue el año no se pudo enderezar, fue nefas- en los graneros de los grupos dominantes
de gracias a nuestro Señor. Todos estaban to. La falta de hierba y agua había ocasiona- eran prácticas incorrectas e ilegítimas que
convencidos que las rogativas habían surti- do la muerte de un gran número de cabezas justificaban la protesta y el conflicto.
do efecto. Siguió lloviendo el 8 de febrero, de ganado, se habían secado las fuentes y No es extraño, pues, que después del
hasta nevó: “es amigo Dios de agradecidos los ríos apenas llevaban caudal. La situa- desastroso y lluvioso 1677, el precio del
y se le dieron gracias con procesión, y Te ción era tan extrema que no cabía especu- trigo en 1678 fuera altísimo y que los car-
Deum laudamus”. Tanto llovía que la pro- lación: la economía moral de la multitud tujanos sevillanos comenzasen a “dar li-
cesión general al Sacromonte que se había exigía que en estos casos se agotasen todas mosna de pan”, llegando un día a distri-
organizado tuvo que suspenderse hasta las posibilidades antes de que el hambre buir 14.000 raciones. El mayor reparto lo
el 19 de febrero. Ese día, aunque llovía, el se extendiese de manera grave. Conscien- puso en marcha el arzobispo Ambrosio de
arzobispo Pedro de Castro ordenó salir. En tes de ello, el arzobispo y el ayuntamiento Espínola y Guzmán, que mandó entregar
el orden y en el contenido de la procesión acordaron que el 4 de febrero se pregonara cada dos días una hogaza de pan para seis
se recogió muy bien el valor simbólico de que “toda la vega se sembrase de trigo y personas, incluidos niños de pecho. En
las imágenes y de las reliquias, y el poder no de otra semilla ni legumbre, pena de la el hospital de la Caridad cada tres días se
de convocatoria de la Iglesia en Granada: vida, y para este efecto dio el arzobispo con hizo lo propio con un cuarto de pan a cada
“Llevó el buen pastor al monte su ganado, amor de padre, tres mil fanegas de trigo a persona, “aunque era mucha la necesidad,
iban los corderillos, los niños de las escue- la ciudad para que los repartiese entre los nadie se moría de hambre por el socorro de
las cantando la letanía con sus maestros, labradores de ciudad y vega. Atesoraba este este santo prelado y padre de los pobres. A
seguían los oficios con sus santos, las co- Prelado en el cielo, no en los graneros”. los conventos de religiosos enviaba un día
fradías con sus estandartes, las parroquias Son muchos los indicios que evidencias en la semana pan, otro día a las cárceles.
con sus cruces, las órdenes con las suyas y que en Andalucía existió una economía Otros muchos vecinos de Sevilla dieron co-
el cabildo con cruz pequeña, fue revestido moral de la multitud, en un sentido com- piosísimas limosnas”.
d o s i e r

Rayos y centellas
en Sevilla (1651)
QQ“Lunes 13 de marzo, como a las
doce de la noche poco más o menos,
empezó a tronar y relampaguear tan
recio, que no me acuerdo haber oído
truenos tan grandes y grandísimos
aguaceros al mismo tiempo, que
parecía se quería anegar esta ciu-
dad. Al fin cayó un rayo o centella
que se dijo entró por una ventana
de la más baja de la torre de la
santa iglesia mayor, y que fue hacia
arriba, por las mismas vueltas de
la torre, y al campanero menor que
estaba tocando a rogativa lo mató
Estampa popular del siglo XVI que representa una rogativa pro pluvia. dejándole un ojo medio saltado, y

AH el lado del carrillo como tostado y


acardenalado. En el convento de
abril Las rogativas transgresoras. Se y señora Santa Ana se fue el río a su madre los capuchinos, extramuros en la
2014 repite a menudo que este tipo de ceremo- el lunes 4 de diciembre del dicho año”. puerta de Córdoba, asimismo entró

20 nias tenía un coste económico elevado, de


forma que sólo se podían celebrar en mo-
Las rogativas podían ser también unas
prácticas culturales compartidas por (casi)
otra centella que derribó la campa-
na, y anduvo escarmuceando en un
mentos realmente difíciles. Sin embargo, todos. Los cabildos municipales solían acor- desván, coro y altar mayor haciendo
fue muy recurrente su convocatoria. En dar procesiones generales por falta de agua algún daño entre el cual rompió el
primer lugar por la inquietud de los cam- y “sin determinación de imagen”, para con- cuadro del altar mayor. También en
pesinos ante el riesgo de perder las cose- dicionar de ese modo el poder de decisión Salteras cayó otra centella y derribó
chas; y en segundo término, por la citada de los clérigos del lugar. En otras ocasiones la torre, y en Carmona otra casa”.
prevención ante el grave conflicto que se eran los vecinos, sobre todo de comunida-
derivaba de la incompatibilidad entre des rurales, los que ante una adversidad ha- Francisco Morales Padrón. Memorias
hambre y acumulación de granos. cían —sin el permiso de la jerarquía religio- de Sevilla (Noticias sobre el siglo XVII),
Además, no siempre se hicieron si- sa— voto colectivo de guardar cada año la Córdoba, 1981, p. 129.
guiendo una pauta regulada y controlada festividad del santo si este intercedía ante
por la máxima autoridad eclesiástica del Dios y resolvía la emergencia.
lugar, pese a que lo intentasen una y otra A comienzos del siglo XVII, la autono- en rogativa hacia Espiel a su Virgen de la An-
vez. En Sevilla, el miércoles 22 de noviem- mía en las respuestas ante las adversidades tigua, pero a medida que avanzaba el siglo
bre de 1595 el nivel del río Guadalquivir climatológicas estaba muy extendida. Con los primeros prefirieron cambiar la imagen,
empezó a subir peligrosamente. Ocho días el objeto de controlarlas en el Sínodo de quizás por el fracaso en sus votos, por la de
más tarde, cuando ya cubría el Altozano, Jaén de 1602 se acordó requerir a las auto- Nuestra Señora de la Estrella, advocación de
los vecinos de Triana decidieron sacar a ridades locales para que apremiasen a los los segundos. De ese modo, los vecinos de Vi-
santa Ana en procesión y “fue Dios servido vecinos al cumplimiento de los tales votos, llanueva y los de Espiel comenzaron a hacer
que luego comenzó a menguar”. bajo pena de excomunión. Que la Iglesia juntos las procesiones de rogativas.
Ese mismo día se organizó otra petición institucional no tolerase determinados ex- Los cambios en las advocaciones se in-
de singular factura. Los frailes carmelitas cesos en la práctica religiosa de los laicos no troducían en función de las expectativas y
descalzos del Colegio del Ángel de la Guar- quiere decir que llegado el momento desfa- de las necesidades. Si las rogativas surtían
da salieron también en pro- vorable no se volviese a invocar a la imagen el efecto invocado la devoción iba en au-
cesión de rogativa, pero preferida con ritos supersticiosos. A fin de mento; ello suponía en muchas ocasiones
con las cabezas cubiertas cuentas no eran herejías que negasen el la proclamación de patronazgos locales de
de ceniza, con mordazas dogma católico, según los mismos sínodos la imagen venerada. Así sucedió en Huelva
en las lenguas y con so- eran desviaciones y como tal se permitían en 1605. Ante la escasez de agua hicieron
gas atadas a sus cuerpos. siempre que no derivasen en escándalos. rogativas en los primeros días de febrero y
La procesión levantó tanta Si la situación lo requería hasta los pue- sacaron la reliquia de San Vidal, el día 20
expectación que termina- blos se unían en su impotencia ante las comenzó a llover con fuerza y el 22 nom-
ron acompañados inclemencias del tiempo y en sus rogativas braron a dicho mártir italiano patrón de
por un enorme para que el favor divino aminorase su im- la villa. Por el contrario, el fracaso en la
gentío. Cuenta pacto en la producción agrícola, base del intermediación divina podía suponer la
Ariño que “me- quehacer diario de la inmensa mayoría de caída en desgracia de la advocación, una
diante estos los andaluces de aquellos siglos. En el reino situación que fue habitualmente utilizada
benditos de Córdoba, a comienzos del siglo XVII, los por las autoridades municipales en detri-
frailes vecinos de Villanueva de Cárdenas llevaron mento de las eclesiásticas.
d o s i e r

La crónica del tiempo


según un clérigo
QQ“Suceso extraño. Sucedió año de
1680 que el día nueve de octubre
a las seis de la mañana día de
San Dionisio Areopagita hubo un
temblor de tierras de los mayores
que se han visto, habiendo sucedido
antes unas lluvias horribles y true-
nos espantosos los cuales duraron
continuamente un mes y cayeron
piedras el día dieciocho de septiem-
bre de este año como huevos gordos
de gallina. Fue año estéril por no
haber llovido. Desde enero no llovió
hasta principios de mayo y el mes
de diciembre de este año después de Grabado-retrato del arzobispo de Granada Pedro de Castro, impulsor de numerosas rogativas.
cogida la cosecha de la fruta volvie-
ron a florecer los árboles frutales y
AH
por enero de ochenta y uno había la Vida del venerable siervo de Dios el maestro Juan nunca me vi más pusilánime y cobarde en
abril
manzanas y al fin de este año se vio de Ávila, que el temporal era “tan negro, mi vida que allí me hallé. Yo, cierto, a mí 2014
un tremendo cometa como lo cer-
tificó haber visto y lo firmé en Jaén
que al anochecer se temió que quedase
aquella poco menos que destruida”. Ante
misma no me conocía”.
Había que huir de todos los peligros,
21
a treinta de diciembre de 1681. Don el espanto y sufrimiento de los vecinos, las desgracias podían llegar del cielo pero
Antonio de Ulloa Santos”. un fraile franciscano se puso a conjurar también subir de los infiernos. Incapaces
las nubes con los exorcismos de la Iglesia. de comprender los episodios extremos de-
Luis Coronas Tejada. Estudio climato- Y he aquí que se le puso delante en ade- rivados del clima, los andaluces del Siglo
lógico de Jaén en el siglo XVII…, p. 75. mán de insultarle un numeroso ejército de Oro sentían el miedo y la impotencia en
de demonios, que le dijeron: “¿Y a qué sus entrañas y buscaban amparo ante esas
es cansarte y por qué temes? Montilla es desolaciones. Las explicaciones providen-
Más habitual era invocar según las cir- bastante fuerte y está bien defendida con cialistas —que les recordaban sus acciones
cunstancias. El 30 de noviembre de 1586 murallas”. Como el fraile le respondió que pecaminosas y los castigos de Dios— eran
una inundación en Sevilla llevó al cabildo la villa era muy frágil por carecer de ellas, insuficientes. Asumidas las causas de tan-
catedralicio a hacer rogativas a Nuestra los demonios le respondieron: “¿Qué mu- ta calamidad, sólo quedaba hacerles fren-
Señora de las Aguas para que parasen. En ralla más fuerte, que Juan de Ávila que te con supersticiosas invocaciones, fuese
otras ocasiones, se creaban cofradías mar- está enterrado en la Iglesia de los Jesuitas? mediante la intermediación de la Iglesia o
cadas por cierta especialización. El 18 de ¡Ay de Montilla, si para su defensa no tu- por iniciativas colectivas y transgresoras al
abril se fundó en Cádiz la Cofradía del Cris- viese tal muralla!”. margen de ella. Todo valía con tal de sobre-
to de la Columna (llamado “El Aguador”) Había que protegerse ante los demo- vivir, día a día. 
en la Ermita de San Antonio, donde se nios, porque si había un clima que propi-
celebraban las rogativas pro pluvia. En Cór- ciara mejor sus maliciosas acciones ese era
doba, durante el siglo XVI, el santuario de el de Andalucía, tan caluroso. Así lo ex-
Más información
Nuestra Señora de la Fuensanta se convir- plicó Teresa de Jesús. Cuando en mayo de
tió en el destino de numerosas procesiones 1575 inició su camino a Sevilla desde Beas
con el fin de pedir lluvia en años de extre- de Segura, comentó que le incomodaba QQ Fontana Tarrats, José María
ma sequía. En circunstancias climatológi- mucho “el fuego de Sevilla”. Obsesionada Quince siglos de clima andaluz, s.l.,
cas distintas se cambiaba de advocación. por el cielo y el tiempo, Teresa dio noticias 1976.
En 1603 fueron tan continuas las lluvias continuas sobre la canícula a la que nunca QQ Rodrigo, Fernando S.
que el 27 de mayo se hicieron rogativas a se acostumbró. Y en los últimos días de di- Cambio climático natural. La Pequeña
Nuestra Señora de Villaviciosa y a los Már- ciembre comentaba asombrada la calidez Edad del Hielo en Andalucía. Reconstruc-
tires de San Pedro por la serenidad. del invierno en Sevilla. Pero aunque el cli- ción del clima histórico a partir de fuentes
ma le fuera más beneficioso que perjudi- documentales. Tesis Doctoral. Grana-
Demonios y tiempo recio. El miedo cial no lo fue tanto para sus tentaciones. da, 1994.
ante el inminente desastre que se cernía Años más tarde creyó intuir cierta relación QQ Coronas Tejada, Luis.
sobre los mortales generaba todo tipo de entre la vida cotidiana en el sur, en ocasio- “Estudio climatológico de Jaén en
invocaciones, incluso en ausencia de des- nes disoluta, y la calidez de sus estaciones: el siglo XVII”. En Actas II Congreso
gracias había respuestas religiosas. El 21 “No sé si la misma clima de la tierra, que de Historia de Andalucía, Córdoba, 1991.
de septiembre de 1589 el cielo se oscureció he oído siempre decir los demonios tienen Historia Moderna. Córdoba, 1995, t.
sobre la villa de Montilla; todos espera- más mano allí para tentar; que se la debe II, pp. 71-78.
ban lo peor. Cuenta el padre Longaro en dar Dios, y en ésta me apretaron a mí, que
d o s i e r

Lo maravilloso
y lo exótico
América y Oriente en Andalucía

Carlos Alberto González Sánchez


Universidad de Sevilla

AH
abril
2014
Vivir en el Siglo de Oro

22
M
ás allá de los abismos maríti- El descubrimiento y lo viejo y lo nuevo. Una distancia real, ex-
mos y terrestres estaban los conquista de nuevos traña e incomprensible al mismo tiempo,
tesoros, monstruos y prodigios capaz de resolver algunos de los grandes
mundos fue uno de
que, durante tanto tiempo los sabios de arcanos de la vieja Europa. Por tanto, la
los grandes logros del
la Antigüedad, sin llegar a verlos nunca, desenfrenada búsqueda de rutas oceáni-
recrearon y situaron en la remota India. Renacimiento, una cas, continentes fabulosos, portentos y
Como el romano Plinio el Viejo (23-79) en época de cambios tesoros, generó aventuras y trances vita-
su Historia natural, el canon por antonoma- impactantes, novedades les más sorprendentes que los narrados en
sia que perduró y se incrementó durante la los libros de caballería. Pero sus artífices,
y deseos de saber más
Edad Media. Ya sea en las obras de Marco disconformes con la herencia recibida,
Polo (1254-1324), Raimundo Lulio (1232-
sobre el universo. Los quisieron experimentar las cualidades de
1315) o Gervasio de Tilbury (c.1150-c.1228). móviles de una imperiosa lo exótico a través de las misteriosas jor-
Desde el siglo XIII, las ansias de cosas curiosidad hacia lo nadas, rumbo a lo ignoto, que resistieron.
diferentes e inusuales, ventura y gloria alejado, exótico y desconocido, A partir de mediados del siglo XV los
duradera, o el afán de poner en fuga las ru- descubrimientos geográficos empiezan a
que impulsaron la ruptura de
tinas de la vida cotidiana, fueron algunos contradecir la autoridad de los antiguos,
de los incentivos de temerarios viajeros unas fronteras geográficas, sin dejar de ser el referente que subyace en
hacia lo desconocido. Ejecutores de unas hasta entonces insalvables, las pioneras interpretaciones de la realidad
acciones, propias de encantamiento, en donde los clásicos greco-latinos de los nuevos mundos. A ello se debe que los
las que, según sus relatos, creyeron ver: proyectaron un cúmulo de primeros descubridores llenen el vacío de lo
países de oro, islas afortunadas, fuentes desconocido con su imaginario precedente,
fantasía, ilusiones y anhelos.
de la juventud, unicornios, dragones, me- la tradición clásica. Su desmentido era in-
lusinas, sirenas, hadas, amazonas, fau- Andalucía fue un escenario concebible, porque así verificaban viejas le-
nos, hombres con cabeza de privilegiado de aquellos sucesos. yendas de lugares imaginarios, asociando
asno, de perros o pies des- lo extraño con lo sabido. Hasta las fechas,
comunales. Maravillas, los mirabilia se nutrían de seres antropomor-
o mirabilia, de mundos fos inusitados y animales extravagantes
imaginarios ordenados de moda inspirados en los bestiarios me-
alrededor del sentido de la dievales; junto a las gemas curativas men-
vista. Cualquier sociedad cionadas en los textos sagrados y diversos
segrega algo maravilloso productos naturales taumatúrgicos proce-
procedente de vie- dentes de un pasado mítico.
jas maravillas. Si bien, el hallazgo de América auspi-
El Atlánti- ció una diferente noción de “maravilla”,
co, la “mar ahora referida a lo prodigioso e inopinado,
océano”, era característico de un medio asombroso y
el hito sobrecogedor, que, conforme a la mentali-
entre dad mágica imperante, podía ser verdad.
d o s i e r

El descubrimiento y conquista
Nuestra Señora de Guadalupe. Relación de la vida y viajes de Jerónimo Köler (1560-1573).

de nuevos mundos
alimentaron la curiosidad
hacia lo desconocido.

seo natural que creó, uno de los primeros


conocidos, en 1554 alojado en la casa que
acababa de comprar en la calle Sierpes, a
donde lo trasladó desde la de los Francos.
Los negocios mercantiles que mantenía
con el Nuevo Continente, y la grata predis-
posición de sus factores y socios allí esta-
AH
blecidos, siempre atentos a sus reclamos,
abril
le procuraron un exquisito surtido de se- 2014

La presencia de lo extranatural, pues, más La nueva ciencia. Las cámaras de ma-


millas, piezas vegetales y substancias que
los indios empleaban en la cura de enfer-
23
que sorprender, es asimilada como par- ravillas o gabinetes de curiosidades de la medades. El hecho de recibirlas disecadas
te integrante de la realidad, que provoca época, antepasados de nuestros museos no le impidió asumir el reto de tenerlas
admiración por desconocerse el origen de de ciencias naturales, pero en miniatura, en vivo, tras aclimatarlas y reproducirlas,
sus efectos. Una nueva perspectiva intelec- aspiraban a coleccionar todo lo que ha- con el fin de estudiarlas para aplicarlas
tual, laica y naturalista, cambia la manera bía que conocer, o lo que tuviere aspecto a la medicina. Con este propósito formó
de asumir unos enigmas antes contempla- de extraordinario e ignorado: animales aquel huerto, a modo de jardín botánico,
dos como signos premonitorios de aconte- raros, sus esqueletos, fetos deformados, de plantas exóticas como el carlo sancto, las
cimientos excepcionales. Maravillarse fue órganos humanos en alcohol, gemas, cuentas jaboneras, el copal, la caraña, la
la respuesta inicial de los europeos frente taxidermias, huesos, plantas, animales, higuera del infierno, el palo santo, el gua-
al Nuevo Mundo. amuletos paganos, fósiles, rarezas de las yacán, la china, el tabaco, la cañafístola,
Fray Bartolomé de las Casas (+1566) cuen- Indias y Oriente e instrumentos técnicos el mastuerzo, la verbena, el leucoma y un
ta en su Historia General de las Indias que, siendo de navegación. Símbolos del conocimien- largo etcétera. La esencia del vademécum
niño, presenció en su Sevilla natal las al- to científico total, que entonces aspiraba a que publicó en 1574: su Historia medicinal de
bricias de las Indias que bullían en el puer- la averiguación de las causas y secretos del las cosas que se traen de nuestras Indias Occidenta-
to, calles y plazas de la ciudad. No pocas en orbe. El avance de la nueva ciencia estaba les que sirven en Medicina. Entre sus pacientes
boca de charlatanes sin medida, supuestos generando muchas más preguntas de las había gente de la talla de la duquesa de Bé-
testigos del Dorado, el país de la canela, el que era capaz de resolver. jar, el arzobispo Cristóbal de Rojas y el du-
Paititi y otras quimeras fronterizas. Unos Al estilo del museo sevillano del médi- que de Alcalá. Este último también dueño
nueve años tendría cuando Cristóbal Colón co Nicolás Monardes Alfaro (c.1493-1588), de una prolija colección de curiosidades y
regresó de su primer viaje ultramarino, hijo de Niculoso Monardis, librero de as- maravillas, como el VI de Medina Sidonia,
acontecimiento que, a su llegada a la urbe cendencia genovesa activo en la Sevilla el de Arcos y el de Osuna.
sevillana, se celebró con “una fiesta como la de principios del Quinientos. Nicolás, Otro médico, Juan de Cárdenas (1563-
que se hace el día de Corpus Christi, que en testigo directo de las sorpresivas nuevas 1609), nacido en Constantina y desde
muchos tiempos pasados cosas tan nuevas americanas que arribaban en el puerto del temprana edad residente en México, en
y diversas, festivas y de tanta solemnidad Guadalquivir, quedó fascinado ante la vo- 1591 editó el tratado Problemas y secretos ma-
nunca fueron imaginadas”. Al Almirante luminosa descarga de perlas, esmeraldas, ravillosos de las Indias, por no dejar de de dar
lo recuerda como “varón de grande ánimo”, turquesas, papagayos, monos, leones, ge- crédito a “las maravillas y ocultos secretos”
que traía consigo siete indios, lo más des- rifaltes, azores, tigres y, en particular, las de las Indias apreciados in situ; que “si los
concertante para los espectadores, cuarenta plantas, yerbas, licores, raíces, árboles, oyera Plinio quedara absorto y espantado”.
papagayos verdes y colorados, guaizas —ca- frutos y simientes de grandes propieda- Tras observar, entre otros muchos fenó-
rátulas hechas de pedrería, aljófar y oro—, des medicinales. El fundamento del mu- menos inexplicables, que el zumo de la
varias muestras au- yuca si se bebe crudo
tóctonas de árboles mata, pero hervido
y plantas y “otras beneficia al cuer-
Tras su primer viaje Colón, al decir de Fray Bartolomé de las Casas,
muchas cosas nunca po, en tanto que el
antes vistas en Espa- traía consigo siete indios, cuarenta papagayos verdes y colorados, peyote enloquece y
ña ni oídas”. y “otras muchas cosas nunca antes vistas en España ni oídas” provoca alucinacio-
d o s i e r

Es el mundo
tan grande

Gabinete de ciencias naturales del farmacéutico napolitano Ferrante Imperato (1599).


QQ“Es tan poderosa la naturaleza, y
tan varia en sus cosas, y el mundo
tan grande, que cada día vienen a
nuestra noticia muchas novedades.
Las cosas de admiración no las cuen-
tes, que no saben todas gentes como
son: porque diciendo entre simples e
ignorantes se burlan de ellas”.

Antonio de Torquemada. Jardín de


flores curiosas, Salamanca, Alonso de
Terranova, 1577.

Las cámaras de maravillas o gabinetes


AH de curiosidades de la época aspiraban

abril a coleccionar todo lo que había que conocer.

2014
24 nes fantasmagóricas. Además de las vir-
tudes curativas del azogue, el chocolate,
Nada admiraba más a los andaluces de la Modernidad que el maná
el maíz o la grana. Del Maluco, el veneno de oro, plata y piedras preciosas desembarcado en los puertos
de toda la fruta que nace en su banda de atlánticos de la región, “gran suma de millones” aclara Monardes
poniente; y de Ormuz, según destacaban
los portugueses, cangrejos que excitan la manente penuria de la existencia. Es por echa de menos España, y así la gente pobre
lujuria. Al igual, y desde tiempos atrás, ello que nada admiraba más a los andaluces lo pasa mejor en esta tierra, porque man-
las ventajas taumatúrgicas del cuerno del de la Modernidad que el maná de oro, pla- dan siempre y no trabajan personalmen-
unicornio, el rinoceronte, que en la Sevilla ta y piedras preciosas desembarcado en los te”. También la que Francisco Sanz dirige
del siglo XVI, a ciencia cierta, atesoraron puertos atlánticos de la región, “gran suma desde Potosí a su hermano en Cádiz (1587):
algunos médicos, el marqués de Tarifa y la de millones” aclara Monardes. “La carne es de balde, oro y plata no hay
esposa de Hernán Cortés. Incluso el medio Una acostumbrada vía de comunica- que decir que es como tierra. Es una glo-
ambiente de las Indias influía en la condi- ción de dicha prodigalidad pervive toda- ria esta tierra, que no falta más del paraíso
ción de los inmigrantes europeos, como si vía en las cartas que las gentes afincadas para ser cielo toda ella”.
fuese por influencia astral, pues solían de- en el Nuevo Mundo enviaban a sus ami- El mito y la información particular sur-
generar en codicia, vagancia y otros vicios gos y familiares de la península. En ellas tieron efecto, como lo dirime el cronista
execrables. Los criollos, en cambio, acusa- son persistentes los incentivos directos en Gonzalo Fernández de Oviedo (1478-1557)
ban ingenio vivo, trascendido y delicado. forma de cantos de sirenas, reales o fingi- cuando dice: “Hubo muchos que vendie-
dos, o sea, llamadas de atención sobre se- ron los patrimonios y rentas, y haciendas
Paraísos terrenales. Lo maravilloso mejante cornucopia americana. La propia que tenían y heredaron de sus padres; y
también adquiere una función compensa- existencia de las Indias, una maravilla en otros algo menos locos, las empeñaron por
dora ante la trivialidad y la escasez de aquel sí mismas, hubiera bastado para desen- algunos años, dejando lo cierto por lo du-
tiempo. De ahí que se localice en edades cadenar esta ensoñación dinámica de la doso, no teniendo en nada el galardón que
áureas y paraísos terrenales donde rigen la mejora social y la fortuna al alcance de esperaban, en comparación de lo que ha-
abundancia de alimentos, la la mano. Así encontramos en las misivas bían de adquirir y ganar en este camino”.
desnudez de sus habitan- cuantos modelos sean de desear, del tenor La suerte y las capacidades debieron repar-
tes, la riqueza, la libertad de la que desde Lima envía Sebastián Ca- tir, equitativamente, miserias y abundan-
sexual y el ocio: el Dora- brera a su mujer en Sevilla (1576); en la que cias, éxitos y fracasos.
do, islas afortunadas, los escribe: “Es la mejor tierra que calienta Pese a ello aun no deja de admirarnos la
trópicos, el país de las espe- el sol en cristianos, porque no saben qué asiduidad y aparente facilidad de aquellos
cias o las Siete Ciudades de cosa es hambre, que no hay más que derra- desplazamientos intercontinentales, im-
Cíbola. En suma, un mundo mar el trigo y echarle agua, y hacerse un pronta que tampoco pasó desapercibida a
al revés, pero en la cañaveral de grano, que de una fanega co- sus coetáneos, quienes no daban crédito a
vida real, reple- gen cincuenta”. De aquella otra que desde lo que con embelesada sorpresa divisaban.
to de bondades México remite Juan Cabeza a su hermano Tal es, a principios del siglo XVII, la aturdi-
imperecederas Manuel en Córdoba (1590): “En esta tierra da impresión del escritor Cristóbal Suárez
capaces de no se sabe qué cosa es hambre, porque se de Figueroa (1571-c.1644): “Admira la faci-
colmar coge trigo y maíz dos veces al año, y hay lidad con que se embarcan, sin más recá-
la per- de todas las frutas de Castilla, donde no se mara y provisión que una camisa, para tan
d o s i e r

La insaciable demanda asiática de plata


americana conectó Europa con las Indias
y el fabuloso Oriente.
Grabado holandés del siglo XVI. ©ICAS-SAHP Archivo Municipal de Sevilla.

Tierras no ha mucho
descubiertas
QQ“Los habitantes de aquellas tie-
rras, no ha mucho descubiertas por
nuestros reyes, y de donde se trae el
oro, les parece más admirable que
los hombres puedan comunicarse
sus sentimientos a través de una
carta enviada de tan lejanas tierras”.

Juan Luis Vives, Diálogos sobre la edu-


cación. Madrid. Alianza Editorial, 1987.
AH
abril
2014
largo viaje, como es el de las Indias. Ape-
nas se despiden de sus casas; pues con de-
Como sucedió con los indios america-
nos, lo que más llamó la atención de los
Sin duda el más célebre acontecimien-
to de esta secuencia oriental fue la em-
25
cir: “Ahí me llego”, parten a Tierra Firme”. andaluces fueron los orientales, pocos, que bajada japonesa de Hasekura. Fruto del
recalaron en nuestra región, la mayoría en empeño del franciscano, y misionero en
El fabuloso Oriente. El Atlántico no Sevilla y casi todos en calidad de esclavos, la tierra del sol naciente, Luis Sotelo, se-
era el único océano que favorecía a Amé- exotismos humanos que despertaban una villano de la ilustre familia conversa de
rica, un continente también integrado en pasmosa suspensión. Mas sabemos, gracias los Caballero, quien consiguió convencer
el Pacífico, el nexo de unión con el lejano a los inventarios de bienes estudiados por al rey de Sendai, Date Masamune, para
Oeste, Filipinas, China y Japón. Junto con Juan Gil, cómo a medida que Oriente se iba que, en 1613, enviase una representa-
Europa y África, las partes de un mun- haciendo presente, las gentes garantes del ción diplomática a la corte de Felipe III
do globalizado gracias a los intercambios nivel de vida pertinente se fueron aficionan- y al Papa. En estas cuitas, la delegación
comerciales entre unas y otras. Durante do al consumo de pimienta y otras especias. nipona, una vez superada la travesía del
más de tres siglos Andalucía fue el centro A tejidos finos y lujosos como el calicut, la Pacífico, embarcó en Veracruz rumbo a
de esta unidad planetaria, y sus capitales, sinabafa, el canequí, el balagate o el pacharí. No España. Tras sobrevivir a la imprevisible
hasta 1717, Sevilla y, desde ese año a 1778, menos a vestidos, mantones y ropa domés- y sempiterna singladura atlántica, la co-
Cádiz. La insaciable demanda asiática de tica de esmerada elaboración; lozas y porce- mitiva llegó a Sanlúcar de Barrameda el
plata americana logró conectar a la vieja lanas preciosas, abanicos, gemas, jaspe, ru- 30 de septiembre del año en cuestión. El
Europa con las Indias y el fabuloso Orien- bíes y diamantes. A la vez que un exquisito y duque de Medina Sidonia, enterado del
te, mediante una red mundial de nego- singular mobiliario de rica madera pintada arribo, le envió unas diestras y bien en-
cios, tratos y contratos. y taracea: biombos, camas, mesas, bufetes, jaezadas carrozas, que la llevarían al da-
El Asia oriental, sin embargo, se veía escritorios y escribanías. La mayor parte de divoso alojamiento que había mandado
como unos confines demasiado distantes lo enumerado en hogares de aristócratas, el preparar para darle la bienvenida y aga-
del solar andaluz, por ello sus habitantes alto clero y la burguesía en general. sajarla. Días después aquellos embaja-
tenían una muy leve idea de China y Japón, dores remontaron el Guadalquivir hasta
salvo los funcionarios, misioneros y solda- alcanzar Coria, donde fueron hospedados
dos que llegaron a asentarse en aquellos
Más información por el veinticuatro Pedro Galindo entre
reinos. Para el común de la población eran los vecinos del lugar. Finalmente pisan a
lugares legendarios de las postrimerías de la QQ González Sánchez, Carlos Sevilla el 23 de octubre, ciudad en la que
Tierra repletos de maravillas, tesoros y espe- Alberto protagonizaron una solemnísima y en-
cias, que desde medidos del siglo XVI iden- Homo Viator, homo scribens (siglos XVI- galanada entrada, obsequio del concejo
tificaban, sin distinción, con Filipinas. El XVII). Marcial Pons. Madrid, 2007. hispalense, en todo momento resuelto en
referente oriental de España donde dos sevi- QQ Gil, Juan liberalidad con tan extraños huéspedes.
llanos ocuparon el cargo de gobernador. El La India y el lejano Oriente en la Sevilla del Cabe apuntar, como bien se sabe, que
primero Guido Lavezaris, entre 1572 y 1575, Siglo de Oro. Ayuntamiento de Sevi- algunos de aquellos nipones decidieron
hasta entonces un joven librero, de origen lla. Sevilla, 2011. volver a Coria para radicarse allí, evento
genovés, al servicio de la imprenta sevilla- QQ Domínguez Ortiz, Antonio (dir.) cuyas huellas todavía campean por aquí.
na de los Cromberger en México. El otro, de Los andaluces y América. Espasa-Calpe. Sean suficientes estas muestras de mara-
1596 a 1602, el tesorero de la Casa de la Con- Madrid, 1991. villas y exotismos en la Andalucía de la
tratación Francisco Tello de Guzmán. Edad Moderna. 
d o s i e r

Bodegas y tabernas
El vino en Andalucía en el Siglo de Oro

Alberto Ramos Santana


Universidad de Cádiz

AH
abril
2014
Vivir en el Siglo de Oro

26
B
eber vino a diario, y en cantidades Las tabernas, las bodegas, tado silvestre, y hallazgos palinológicos en
generosas los que podían, no tenía, las ventas y los mesones Mazagón permiten plantear la posibilidad
en el Siglo de Oro connotaciones de que pueblos indígenas tuvieran nociones
eran en la Edad Moderna
negativas, sencillamente porque el vino sobre vinificación, a falta de poderlo ratifi-
espacios de sociabilidad
formaba parte de la alimentación, inclu- car con nuevas investigaciones, podemos
so del sustento más básico. Tres productos muy populares donde continuar pensando que fue a partir de las
constituían la base de la manutención de se reunían todo tipo de colonizaciones fenicia y griega cuando en
los españoles —y andaluces— en los si- gente. Pero también Andalucía comenzó a desarrollarse una cul-
glos XVI y XVII, el pan, el vino y la carne, tura enológica, cultura vitivinícola que se
lugares conflictivos, de
aunque las diferencias en el poder adqui- reforzó en la Bética romana con la creación
sitivo —y, por tanto, en la estratificación
mala fama, pues entre de viñedos comerciales y la elaboración
social— también marcaban las diferencias sus paredes y frente cuidada de vinos, no sólo para el consumo
en la proporción de su consumo: el pan y el a la taza o la jarra de en la península, sino también cara a su co-
vino estaban al alcance de todos, la carne, vino se sentaban jornaleros, mercialización por sus dominios, de lo que
no. Pero precisamente por eso, porque no es evidencia incontestable la obra del gadi-
militares, nobles en busca de
todos podían comer carne periódicamen- tano Columela, quien en De re rustica dedicó
te, el vino, por sus cualidades calóricas, emociones fuertes, gentes de paso un valioso apartado al cultivo de la vid y al
era uno de los alimentos más apreciado y parroquianos, aventureros, vino y a las características modélicas de la
socialmente, y su consumo era incluso jugadores, matones, sicarios, vitivinicultura en la provincia de Cádiz.
recomendado como reconstituyente. Yo lo ladronzuelos, salteadores, Con las invasiones bárbaras el vino an-
hizo Arnau de Vilanova en su Liber de vinis, daluz siguió gozando de aprecio, en parti-
bandoleros, gente de fortuna y
recomendando su consumo, moderado, cular, de los visigodos, y conviene recordar
por sus efectos benéficos para la salud desarraigados, esclavos fugitivos que la conquista musulmana de la penín-
en general, y para el trata- o prostitutas. Por eso la autoridad sula no supuso la desaparición del viñedo
miento de determinados estableció sobre las tabernas una y, aunque en menor medida por la pros-
problemas específicos, y cripción islámica al consumo de alcohol,
estricta regulación a través de
siguió siendo recomen- el consumo también se mantuvo, incluso
las ordenanzas municipales.
dado posteriormente por entre musulmanes.
sus cualidades nutritivas. Pero será con la conquista cristiana
cuando la vitivinicultura se consolide en
El viñedo hasta el XVIII. Andalucía, ya que se alentó el repobla-
Aunque está com- miento sistemático, con gente procedente
probado que en del norte, gracias a los repartimientos de
la Andalucía tierras, entre los que destacaron los re-
prehistórica partos de viñedos. El cultivo de la vid y el
existía la vitis comercio y consumo de vinos se consolida-
vinífera ron en la primera mitad del siglo XIV, y ya
en es- en el siglo XV se puede hablar de una época
d o s i e r

Una taza [copa] de

Almuerzo de campesinos (1618-1619). Velázquez. Museo de Bellas Artes de Budapest.


aloque
“La mesa tenemos puesta,
lo que se ha de cenar junto,
las tazas del vino a punto:
falta comenzar la fiesta.
Comience el vinillo nuevo
y échole la bendición;
yo tengo por devoción
de santiguar lo que bebo.
Franco fue, Inés, este toque,
pero arrójame la bota:
vale un florín cada gota
de este vinillo aloque.
(…)
¡Qué suavidad! ¡Qué clareza!
¡Qué rancio gusto y olor!
¡Qué paladar! ¡Qué color!
AH
¡Todo con tanta fineza!.
abril
(…) La muchacha escancia vino en una copa. 2014
Haz, pues, Inés, lo que sueles,
saca de la bota llena porción de tierra dedicada al cultivo de la genéricamente vamos a denominar “tien-
27
seis tragos; hecha es la cena, vid, y generalmente se elaboraba mosto o das de vino”, y lo hacemos así porque hay
levántese los manteles. vino joven para el consumo local —incluso una gran variedad de términos para nom-
Ya que, Inés, hemos cenado en la ciudad de Cádiz existía un viñedo pro- brar los espacios de consumo vinatero. El
tan bien y con tanto gusto, ductivo—, ya a finales del siglo XVII estaba más genérico, procedente del latín, es el
parece que será justo claramente determinada la preponderan- de taberna, de manera que con dicho tér-
volver al cuento pasado. cia de las cinco grandes áreas vitivinícolas mino podemos aglutinar todos los esta-
Pues sabrás, Inés hermana, andaluzas, que permanecen hasta la actua- blecimientos públicos donde se vendía y
que el portugués cayó enfermo… lidad: Condado de Huelva, Montilla-Mori- se vende, se consumía y se consume vino,
Las once dan, yo me duermo; les (Córdoba), Aljarafe sevillano, Málaga y aunque, insistimos, hay muchas denomi-
quédese para mañana”. Marco del Jerez. naciones: taberna, bodega, tabanco, tas-
Pero conviene señalar que los vinos con- ca, cantina, bodeguita, chigre, taquilla,
Baltasar del Alcázar. Cena jocosa, s. XVI sumidos en Andalucía —como en el resto tarantín..., incluso ermita, como las de-
de España, incluso de Europa— en el Siglo nominaba Cervantes: “ermitas de Baco”.
de Oro no eran como los actuales. Se consu- En este sentido, la taberna es un esta-
mían mostos, vinos blancos, tintos y tintos blecimiento o casa pública donde se vende,
de cierto apogeo en la que los vinos anda- claros o mezcla de tintos y blancos (aloque), y regularmente se bebe allí mismo, vino
luces, y de manera especial los jerezanos, vinos del año, de la cosecha, elaborados con al por menor. Originariamente sólo vino,
comenzaron a comercializarse no sólo en procesos de vinificación elementales: pisa- aunque después evolucionó para servir
otras regiones de la península, sino tam- dos, prensados con prensas de viga (lagares también comidas económicas. No obstan-
bién en el extranjero. romanos), conservados en toneles o cubas y te, las casas de comida, donde también se
Además de los vinos de la “zona del jerez” a veces en tinajas de tierra cocida. Y todos servía vino, recibieron nombres diferen-
y de Málaga, los cordobeses vinos de Monti- ellos, los apreciados fuera de su entorno y tes, como figón, bodegón o venta, dife-
lla eran ya apreciados en el siglo XVI, apre- los consumidos sólo en su comarca, se be- renciándose en este caso la venta por ser
cio que continuó en las centurias siguien- bían generosamente, tanto por las calida- un lugar de comidas que se localiza en los
tes, alcanzando el mercado madrileño, al des proteicas antes mencionada, como por caminos, como ya escribiera Covarrubias
igual que el vino de Lucena. También los la mala calidad de las aguas. en el Tesoro de la lengua, donde se define la
vinos del Condado de Huelva conocieron un venta como una casa en el campo, cerca del
importante auge durante la Modernidad, El universo tabernario. El comer- camino, donde los viajeros suelen parar al
de la mano tanto del mercado americano, cio al por menor y el consumo de vinos se medio día y a hacer noche, mientras que
como del consumo nacional, destacando realizaron desde muy pronto, aparte de de taberna dice que es un nombre latino
los vinos de Moguer. Trayectoria similar si- en los domicilios particulares, en las que del lugar donde se vende vino.
guieron los sevillanos vinos del Aljarafe y la
serranía norte, destacando los de Cazalla de
la Sierra, Sanlúcar la Mayor, Villanueva del
Los vinos no eran como los actuales. Se consumían mostos, vinos
Ariscal, Lebrija, Los Palacios o Villafranca.
Y es que, aunque la realidad es que en casi blancos, tintos y tintos claros o mezcla de tintos y blancos, vinos del
todos las localidades andaluzas existía una año y de cosecha elaborados con procesos de vinificación elementales
d o s i e r

Vinos de Andalucía en el siglo XVI

"En Cazorla y en Quesada las calabazas a pares


y en Úbeda y en Baeza, hallaréis en el hospital; en el tiempo —nos podíamos retrotraer a las
cada noche en la posada y en Marchena y en Paradas, tabernas romanas—, en España aparece nor-
me dolía la cabeza; y en Estepa y en Osuna mativa específica sobre las tabernas al menos
en Vilches, Baños y Linares las lenguas andan turbadas desde el primer tercio del siglo XIII, aunque
y en los Castillos, de Jaén, de machacar aceituna. prácticamente todos los autores citan el Códi-
y en Andújar y en Bailén, En Málaga, puerto de mar, go de las Siete Partidas de Alfonso el Sabio como
buenos vinos singulares. y en Cártama y Alcaucín, el conjunto legislativo más antiguo en el que
En Mengíbar y Calzadilla, y en Álora y en Coín se regulan las tabernas, legislación a la que
y en Villanueva y Arjonilla mucho vino hay sin dudar. se seguirá aludiendo todavía en el siglo XIX.
y en Porcuna y en Lopera En Ronda y en Setenil Ya en el siglo XV las Ordenanzas Reales
y en la Torre-de-Don-Jimeno y en la Torre y el Olvera, establecieron la jurisdicción y responsa-
y en Martos y en Alcaudete, en Arcos, Bornos y Espera, bilidad de los municipios en el control de
mucho vino dan y bueno; está la tierra muy gentil. las tabernas, de manera que las ordenan-
bien podéis hacer banquete. En Jerez, Chipiona y Rota, zas municipales debían regular el mundo

AH Pues en Alcalá y en Priego


y en Loja y en Santa Fe,
en El Puerto de Santa María
bien podéis henchir la bota
tabernario y el consumo de vinos en cada
localidad. Y aunque pudiera parecer, a raíz
abril de tal suerte trasegué, cuatro veces cada día; de la lectura de muchas historias locales,
2014 que me dormí tras el fuego. En Cádiz y Puerto Real, que cada municipio regulaba la singulari-

28 En Antequera y Alhama,
en Luque, Cabra y Lucena,
en Vejer, Conil y Chiclana,
vino dan de buena gana,
dad, lo cierto es que las características y las
normas ordenadas eran bastante comunes.
tal me vi después de cena, que en mi vida no vi tal. Por ejemplo, la que afecta a la prohibición
que nunca acerté la cama. Medina, Alcalá y Jimena, del consumo de vino foráneo, mientras no
En El Rincón y Doña Rama, y Tarifa y Gibraltar se hubiera agotado el producido en la loca-
aunque pese a la fortuna, es la tierra tanto buena, lidad, una defensa del vino propio común
de vino hice mi cama, vino dan hasta hartar". en todo el término municipal para favore-
En Alcalá y en Carmona, cer a los cosecheros locales, fuera cual fuese
Gandul y El Viso y Mairena, Coplas hechas por Alonso de Toro, cojo, sobre la la calidad de los vinos. Por lo general, solo
bien podéis tomar la mona abundancia del vino que Dios ha dado, en el año cuando el vino foráneo reuniera unas carac-
con su maza y su cadena. XXXI y en el año XXXII. Sevilla, sin fecha. terísticas que no compitieran con el local,
En Utrera y Los Morales Según Miguel Herrero, de 1533. podían los taberneros, muy excepcional-
en Morón y El Arahal, mente, ofrecerlo a sus clientes.
También se reguló, aunque casi siempre
con escaso éxito, que los vinos servidos tu-
Por eso las tabernas, las ventas, los me- tones, sicarios, ladronzuelos, salteadores, vieran un mínimo de calidad y, sobre todo,
sones, los bodegones, han sido, histórica- bandoleros, gente de fortuna y desarraiga- que no estuviesen “bautizados”, aguados, lo
mente, espacios de sociabilidad de notable dos, esclavos fugitivos o prostitutas. En las que era muy frecuente, tal y como se que-
asistencia de todo tipo de gentes. Lugares bodegas y tabernas del Siglo de Oro el vino, jaba Lope de Rueda cuando escribía “Si bebo
de reunión de gente que trabajaba lejos de en menor medida el aguardiente, se consu- el vino aguado, / berros me nacerán en el costado”.
casa y de solaz para los lugareños. mía en un ambiente ruidoso y promiscuo, Por otra parte, desde el siglo XVI, taberne-
Pero también lugares conflictivos, don- se bebía mucho, se jugaba a naipes y otros ros, pero sobre todo venteros y mesoneros,
de la pendencia y la bronca eran comunes y juegos de azar, se abordaban a las pocas mu- aunque no sirvieran comidas, tenían obli-
frecuentes. La mala fama ha acompañado jeres, “de vida desordenada”, que acudían a gación de proporcionar a los viajeros aceite
siempre a las tabernas y los los locales en busca de un unas monedas o y la sal, también a veces vinagre, precepto
bodegones, pues entre sus de un mínimo sustento…, todo un universo reiterado hacia 1560 a causa de los cons-
paredes y frente a la copa de la marginación que buscaba en las taber- tantes incumplimientos.
o la jarra de vino se sen- nas comida, vino y compañía, aunque fuera Una de las principales restricciones
taban trabajadores, mili- solo accidental, pasajera, por unas horas, afectaba a las mujeres, cuya presencia en
tares y marinos en los mo- un mundo que tan bien conoció el cordobés las tabernas estaba mal considerada, in-
mentos de descanso, nobles Juan Rufo, autor de Las Seiscientas Apotegmas, y cluso prohibida, pues la sombra de la pros-
de alta y baja estofa en bus- gráficamente describió Vicente Espinel en titución, y sus consecuencias en forma de
ca de emociones su novela, cargada de notas autobiográfi- escándalos y atentados a la moral, siem-
fuertes, gentes cas, Vida del escudero Marcos de Obregón. pre se cernían sobre las tabernas. Por eso
de paso y parro- hubo mucho interés en separar el univer-
quianos, aven- La regulación municipal. Por eso ven- so tabernario de las mancebías, también
tureros, ju- tas, tabernas y mesones han sido lugares reguladas estrictamente, como ocurrió
gadores, muy vigilados, muy controlados por la auto- en Carmona en 1501, cuando el concejo se
m a - ridad. Sin tratar de remontarnos en exceso hizo cargo del control del lenocinio, esta-
d o s i e r

bleciendo que las prostitutas solo podían


ejercer en la mancebía, prohibiendo su
presencia en los mesones, incluso que en

Vista de Cádiz en 1647. Museo de las Cortes. Ayuntamiento de Cádiz.


la mancebía se pudiera abrir una taberna
y servir vino. Igual se reguló en Sevilla me-
dio siglo después, cuando las ordenanzas
de 1553, recordando “las ordenanzas anti-
guas de esta ciudad”, prohibieron que en
las mancebías hubiera tabernas ni taban-
cos, en los que se diera de comer o beber.
Convertidas en lugares exclusivos para
la reunión de hombres, las ermitas de Baco
se convirtieron en un destacado lugar de
encuentro en los ratos y días de descanso,
de manera que muchos hombres se refu-
giaban en ellas saltándose los preceptos
AH
eclesiásticos y la asistencia a misa, como
abril
gráficamente escribiera Quevedo: “a ente- 2014
rrar en la taberna / más cuerpos que en la parroquia
/ Envainan, y en una ermita / beben, ya amigos con El vino y las murallas de Cádiz 29
sorna, / su pendencia hecha mosquitos: / aquí paz y QQDesde mediados del siglo XVII la regidos por la propia ciudad. Con esa
después gorja”. Por eso las autoridades ecle- ciudad gaditana intentó asegurar la fecha se obtuvo licencia para imponer
siásticas intentaron que se cerraran las financiación de la construcción de sus diversos gravámenes sobre el vino, el
tabernas en los horarios de misa y cultos. murallas solicitando la regulación de aceite, la cerveza y el vinagre; y desde
arbitrios destinados a tal fin, lo que se entonces fueron estos frutos, junto con
Viajeros y lugareños. Incluso en al- consiguió, en parte, en 1665 gracias a el aguardiente, los principales produc-
gunas localidades se reguló que las taber- la facultad concedida, el 15 de febre- tos gravados para financiar la fortifi-
nas y mesones eran sitios para atender a ro, de establecer arbitrios con los que cación de Cádiz. Todavía a finales de
los viajeros y no a los lugareños. Es lo que resarcirse de diferentes donativos la centuria, en marzo de 1699 y julio
se pretendió hacer en 1538 en Almería, realizados por la ciudad, entre los que del mismo año, se concedía a Cádiz
cuando se quiso dejar los bodegones y las se estableció uno por cada arroba de la facultad de imponer otros arbitrios
tabernas para que comiesen los que esta- vino que entrase en Cádiz. En 1669 se para recabar fondos con que atender los
ban lejos de su casa. O en Tarifa, donde las estableció otro sobre cada bota de 30 múltiples gastos que las obras públicas
ordenanzas de 1549 establecieron que no se arrobas, y en agosto de 1684 se solicitó provocaban en una ciudad en plena
vendiera comida —abastecimientos— en uno específico para la construcción expansión económica y demográfica,
los mesones, ni en las tabernas, aunque de las murallas de la ciudad, cuya así se financiaron la construcción de
se advierte que lo ordenado no suponía concesión parece se retrasó hasta que las murallas gaditanas y otros trabajos
quitarles a los mesoneros y taberneros la una Real Cédula, de 14 de julio de 1693, de infraestructura urbana, principal-
facultad que tenían de poder dar de comer concedió a Cádiz el derecho a establecer mente los de empedrado y enlosado de
a los viajeros y extranjeros, de lo que se los “arbitrios de murallas”, reglados y las calles.
deduce que la prohibición era vender ali-
mentos a los vecinos de la localidad. Igual
se reguló en otras poblaciones andaluzas, de vino, como los encurtidos en vinagre, las
en algún caso prohibiendo explícitamente aceitunas bien especiadas y salpimentadas, Más información
“a los casados y a los solteros” ir a comer y las guindillas, el pescado seco, los tasajos,
beber a las tabernas. longanizas, quesos… Y en los mesones y QQ Herrero García, Miguel.
Pese a las prohibiciones, la presencia de bodegones no faltaban estofados de carne La vida española del siglo XVII. I. Las
lugareños era constante en las tabernas, y guisos de pescado, muy aderezados y pre- bebidas. Madrid, 1933.
incluso para comer. No puede extrañar, por parados con animales de poca calidad, ollas QQ Pérez Samper, María Ánge-
tanto, que en las bodegas y tabernas hubiera de nabos o castañas, berzas, huevos, empa- les y Hernández de Maceras,
más variedad de alimentos que en la dieta nadas…, aunque dependiendo del nivel del Domingo
habitual de un andaluz de los siglos XVI y local, y el económico del cliente, también se La alimentación en la España del Siglo de
XVII. Abundaba lo que conocemos actual- podía encontrar ternera, cordero, piezas de Oro. La Val de Onsera. Huesca, 1998.
mente como aperitivos, denominados fre- caza o pescados apreciados, de manera que QQ Peña Díaz, Manuel (coord.)
cuentemente en la época "llamativos", entre tabernas y bodegas continuaron siendo el La vida cotidiana en el mundo hispánico (si-
los que destacaban los que más provocaban espacio favorito para el descanso y el ocio de glos XVI-XVIII). Abada. Madrid, 2012.
la sed y favorecían el aumento del consumo los andaluces en centurias posteriores. 
dosie r

De la calle a la alcoba
Efectos y cultura del amor

María José de la Pascua Sánchez


Universidad de Cádiz

AH
abril
2014
Vivir en el Siglo de Oro

30
T
odos se casan por el deleite carnal”, escri- La concepción del amor Amén de introducirnos en las contra-
bió Joan Estevan en Avisos de casados en cada época refleja la dicciones observables entre el discurso
en 1581. Así se expresaba un cura sobre el amor de un lado y los hábitos co-
concepción del mundo. En
párroco extremeño, alarmado por la dis- tidianos de otro, en la sociedad hispana de
el Siglo de Oro el amor está
tancia que percibía, a través del confesio- la Contrarreforma, los Avisos de Joan Este-
nario, entre la norma y las prácticas en lo en relación con lo que se van dan pie a una cuestión cuyo plantea-
referente a la vivencia del amor conyugal llama obligaciones sociales miento me parece necesariamente previo.
de sus feligreses. Estevan escribía su Avisos de la persona, de tal modo Acaso no somos muchas veces los histo-
de casados con el objetivo de enderezar lo que riadores presa fácil del discurso, cuando
que las relaciones de
entendía como una perversa interpreta- invariablemente asociamos la vivencia
ción del matrimonio que, de remedio con-
pareja están marcadas por del amor a las transgresiones sexuales. La
tra la concupiscencia, quedaba convertido una concepción patriarcal. pastoral de la época cuando habla del amor
en el día a día en un vehículo potenciador La norma, religiosa y hombre-mujer, de la relación conyugal,
de la misma. No obstante, este confesor jurídica, fijaba las obligaciones apenas refiere algo más que advertencias
se mostraba plenamente consciente de un contra el pecado de la lujuria y la obligada
y los límites del comportamiento
deseo sexual agigantado por la carencia y, direccionalidad del sexo hacia la obtención
de acuerdo con ello, entendía que el sexo de los esposos, entendiendo el de una prole legítima.
honesto salvaba a hombres y mujeres de sexo como un mecanismo para la ¿Pero, se agota aquí el enfoque que los
tentaciones más graves. En su libro, la sen- obtención de una prole legítima. hombres y mujeres de la época tenían de
sualidad y los límites de la sexualidad cons- Pero ¿hemos de entender que sus relaciones de pareja? Tratados de teolo-
tituyen el asunto básico, como en general gía moral, manuales de confesión, sumas
necesariamente estas distinciones
en toda la literatura religiosa y moral de los de casos de conciencia dirigidos a eclesiás-
siglos XVI al XVIII en la que se hablaba de entre una sexualidad tolerable ticos y teólogos, pero también libros de
matrimonio. Sin embargo, —la que se practicaba entre moral y sermones para la población laica
su desarrollo argumental esposos legítimos para tener hablaban con detalle de la sexualidad, de
se desmarca un tanto de la buena —la que se dirigía a la procreación
hijos— y otra considerada como
la opinión de la época al legítima— y de la mala —la encaminada a
pecado —la que se dirigía a la
inscribirse en una pers- la obtención de placer—. Desde esta pri-
pectiva tolerante que trata obtención de placer— guiaban mera distinción básica, sólo la sexualidad
de armonizar las pulsiones las prácticas cotidianas? ¿Qué confinada en el matrimonio era tolerable
primarias, de hombres y ocurría en los espacios secretos, y no sin sospechas ya que, para la mayoría
mujeres, con la de los teólogos, el sexo practicado por los
en el día a día de una relación
obligación de cónyuges sólo era aceptable si se orientaba
templaza y mo-
conyugal o de pareja? a la obtención de descendencia. Restric-
rigeración que ción sobre restricción, queda meridiana-
la doctrina mente claro que el matrimonio tenía para
católica la Iglesia una finalidad eminentemente
exigía. social —y no individual—.
d o s i e r

AH
abril
2014
31

Alte Phinakothek de Munich.

La enferma de amor (hacia 1660), óleo de Jan Steen que representa a un médico tratando de diagnosticar un posible embarazo.

¿Pero, hemos de entender que nece- pareja. Esta última es evidente en la pers- en la familia, pero también por un código
sariamente estas distinciones entre una pectiva conformista y benevolente hacia moral propio del Cristianismo que veía en
sexualidad tolerable —la que se practicaba las actitudes masculinas y, por el contra- la naturaleza de la mujer una raíz pecado-
entre esposos legítimos para tener hijos— rio, marcadamente intolerante y prescrip- ra y perversa que sólo podía compensarse
y otra considerada como pecado —la que tiva sobre las conductas femeninas que con una actitud constante de sumisión al
se dirigía a la obtención de placer— guia- toda esta literatura posee. Como en otros marido. Estas consideraciones se vertieron
ban las prácticas cotidianas? Los libros de lugares de la península Ibérica, en la An- en un modelo actitudinal representado en
moral daban cuerpo, a partir de errores y dalucía de los siglos XVI - XVIII, circularon unos tipos femeninos que, inspirados en
aciertos encarnados en estereotipos mas- un buen número de libros de estados. los modelos de la Antigüedad y la Biblia,
culinos y femeninos, a las obligaciones y En ellos la finalidad normativa se cen- resultaban tan planos como extremos en
los límites del comportamiento de los es- traba especialmente en los comportamien- virtudes como la castidad, la obediencia
posos, dentro de esta concepción estricta tos de las mujeres, condicionados por el al esposo o al padre, el trabajo continuo o
de las funciones de la vida sexual y de una marco legal que regulaba las relaciones el ejercicio de la caridad. Esa era la norma
concepción patriarcal de las relaciones de entre marido y mujer y el papel de esta de obligado cumplimiento si se pretendía
d o s

Una pareja pasea en Jerez de la Frontera. Civitates Orbis Terrarum (1575).

una vida social y familiar sin sobresaltos.


En este sentido la opinión mayoritaria de
los hombres de la Iglesia se muestra coin-

AH cidente con las demandas de una sociedad


construida a partir de la necesaria garan-
abril tía de una sucesión legítima y la concep-
2014 ción del amor es hija de esta misma cultu-

32 ra social.

La justicia. Donde la pastoral fallaba en


la tarea de modelar voluntades y compor-
tamientos, la justicia castigaba y entre
ambos mediaba una sociedad vigilante a la
que la Iglesia recurría en ocasiones como
visitas pastorales o, simplemente, duran-
te los oficios de los días festivos, cuando Donde la pastoral fallaba en la tarea de modelar voluntades y
a través de censuras y amonestaciones se
exhortaba a delaciones y denuncias. La
comportamientos, la justicia castigaba, y entre ambos mediaba
Iglesia intervenía en todas las cuestiones una sociedad vigilante a la que la Iglesia recurría en ocasiones
de índole sacramental y moral que afecta-
ban al matrimonio y a sus fases previas, moral dominante en la realización del úni- tea respecto al que nos ocupa un aspecto
bien concretada su tarea al respecto desde co amor carnal reconocido como natural — muy interesante. Particularmente el peso
el Concilio de Trento (1545-1563) que había el que se daba entre hombre y mujer—. Los de la violencia sexual en la construcción de
definido canónicamente el matrimonio procesos por estupro e incumplimiento de una identidad masculina y en el modelo
manteniendo el criterio consensualista palabra matrimonial, los más numerosos de conducta amorosa masculina. En estos
—aceptación libre por parte de los cónyu- en los tribunales eclesiásticos ordinarios encuentros amorosos/sexuales, tal y como
ges del vínculo del matrimonio— vigente y, aunque menos estudiados, con presen- aparecen descritos en los expedientes, mu-
desde los siglos XII-XIII. Había añadido, cia importante también en los tribunales jeres y hombres se muestran en general
no obstante, unas condiciones de publi- civiles, nos sitúan en el nivel de las rela- asumiendo sus roles identitarios: ellas lle-
cidad y solemnización en su liturgia que ciones amorosas y sexuales entre hombres gando al amor y al encuentro sexual desde
propiciaban, de hecho, un conocimiento y mujeres libres, o al menos, que preten- una posición pasiva, siempre de acuerdo
real por parte de la familia respecto a los dían pasar por tales. En general, jóvenes con el ideal de mujer al cuidado de su hon-
proyectos matrimoniales de los jóvenes y, solteros que establecían relaciones al am- ra y guardada en casa, y ellos mantenien-
por tanto, una posibilidad de intervención paro de una promesa de matrimonio, una do también la imagen general de avidez
en el mismo. Sin embargo, el matrimonio promesa que proporcionaba cierta “legiti- sexual y de libertad. De acuerdo con ello,
como contrato también estaba sometido a midad” en la opinión general a los prime- ellas declaran ante el juez que sólo “con-
la reglamentación de los tribunales civiles ros encuentros. sintieron” —aquí la gama de matices es
y en estas tareas punitivas ambas justi- En relación con ello y más allá de lo que muy amplia— en la relación porque había
cias, la de Dios y la de los hombres, cruza- conocemos sobre los avatares de mujeres proyecto de matrimonio por medio y no sin
ron competencias muchas veces originán- seducidas o, simplemente, engañadas, — presión de su pareja, y ellos, en general,
dose conflictos de jurisdicción. en la mayoría de los casos son mujeres las no niegan los encuentros sexuales pero sí
La práctica punitiva de los tribunales que denuncian— y de hombres acusados de la promesa de matrimonio.
eclesiásticos, conocida relativamente bien incumplimiento de palabra matrimonial La mayoría de las veces y por lo que sa-
a partir de los estudios para algunas zonas y/o de estupro, así como del ambiente y los bemos, —hay que tener en cuenta que en
de Andalucía, refleja las preocupaciones escenarios de la seducción en la España y muchas ocasiones no conocemos el desen-
pastorales hacia las transgresiones a la en la Andalucía de la época, el tema plan- lace del proceso—, el resultado de las con-
i e r

Sólo la sexualidad confinada


en el matrimonio era tolerable
y no sin sospechas.

y/o una compensación económica que,


utilizada como dote, permitiese a la novia
ultrajada remediar su “falta” y contraer
matrimonio en un futuro.
Poco se habla del amor en estos pleitos,
AH
al menos directamente. Como en la litera-
abril
tura de entretenimiento y en la literatura 2014
moral, la preocupación por la honra de la
mujer, garantía del orden familiar y esta-
33
mental establecido, se manifiesta como
el único argumento. Es comprensible tra-
tándose de documentación judicial que así
sea. Respecto a las demandas, la preocupa-
ción de procuradores y fiscales es el conoci-
miento de si hubo realmente compromiso
No sorprende que la víctima solicite el cumplimiento de la palabra de matrimonio futuro y, por tanto, algo
parecido a un vínculo matrimonial efecti-
matrimonial y/o una compensación económica que, utilizada vo en la unión carnal, tal y como lo habían
como dote, permitiese a la novia ultrajada remediar su 'falta' entendido algunos ilustres canonistas del
siglo XIII y defendía a comienzos del XVII
denas por estupro entra dentro de una de ción de los poderes judiciales basándose el jesuita andaluz Tomás Sánchez (De Sanc-
las vías de tratamiento de la delincuencia no tanto en la idea de castigo como en la to Matrimonii Sacramento Disputationum, 1605).
en la época: la composición entre partes. de restaurar la paz. A tenor de esto, no Sin embargo, los contextos que estos
En ella triunfa un modo de interpretar la puede sorprender que la víctima solicite el expedientes por demanda de estupro re-
ley que concibe el arbitraje y la interven- cumplimiento de la palabra matrimonial producen, sí remiten a una casuística re-
lacional más amplia y a unos gestos que
intercambiaban aquellos que empezaban
a amarse. Así las visitas y paseos (entrada
Rinconete y Cortadillo. Óleo de Manuel Rodríguez Guzmán 1858. Colección Particular.

frecuente del novio en casa de la novia,


tratamiento familiar entre ambos, conver-
saciones hasta altas horas de la noche, sa-
lidas juntos a distintas horas, permanecer
a solas en casa), los gestos de complicidad
y cariño (cogerse o jugar con las manos,
besarse, abrazarse) y, en algunos casos,
los inicios de una vida en común. Ellas,
como los testigos, hablan de comunica-
ción constante, familiaridad en el trato y
relaciones sexuales porque estas propor-
cionan pruebas del compromiso matri-
En cuanto a las relaciones monial adquirido por ambos y no tanto
sexuales extramatrimoniales porque sean indicadores de afecto o amor,
se toleraban en el caso aunque indudablemente pueden serlo y
de los hombres y se perseguían en esta lógica eran dados y aceptados. Por
en el caso de las mujeres. ello los historiadores no podemos quedar-
nos en los argumentos explícitos ante los
d o s i e r

AH
abril
2014
34
La concepción del amor en cada época refleja la concepción del mundo.

tribunales, sino que es preciso ir a través


de ellos al lenguaje codificado con el que
Hoy enfocamos el tema del amor y de la sexualidad desde una
estas parejas expresaban sus emociones.
perspectiva individualista; en el pasado el enfoque estaba orientado
El conflicto. Los expedientes de se- desde la perspectiva del grupo y desde la preocupación moral
paración matrimonial, mal llamados
divorcios, frecuentes también entre los tos siglos, el amor está en relación con lo matrimonio y el amor fuera del matrimo-
pleitos que pasaban por los Provisoratos, que llamaríamos las obligaciones sociales nio, en el entendimiento de que el amor no
las requisitorias para reunir matrimonios de la persona. Hoy enfocamos el tema del era condición básica para el matrimonio,
protagonizadas por esposas abandonadas amor y de la sexualidad desde una perspec- que tenía más que ver con estrategias de
que exigían el cumplimiento del contrato tiva individualista y desde la psicología del carácter familiar y social. Sin embargo,
matrimonial y que, debido a la emigración yo y su bienestar; en el pasado el enfoque el amor se consideraba no sólo necesario
de hombres a la América hispana, ha de- estaba orientado desde la perspectiva del sino la raíz de todo por parte de tratadistas
jado una importante serie de requisitorias grupo y desde la preocupación moral. Son como Cristóbal de Fonseca (Tratado del Amor
a Indias y los expedientes inquisitoriales estas obligaciones sociales las que verte- de Dios, 1620), quien compartía con otros
por bigamia ofrecen una visión de la re- bran los escritos de demanda y las decla- moralistas de su tiempo la concepción del
lación de pareja desde la perspectiva del raciones de acusados y testigos, haciéndo- amor como madre de todas las pasiones;
conflicto, del desamor y, en la mayoría de se evidentes en la atención general sobre también formaba parte de los anhelos de
las ocasiones, evidencian la indefensión la honra de las familias, depositada en la hombres y mujeres —el teatro y la novela
de las mujeres en la relación de pareja en fama u opinión pública de honestidad de cortesana lo tenían como argumento fun-
la sociedad patriarcal de este sus mujeres y en el cumplimiento de los damental en el desarrollo de la mayoría de
tiempo. A contraluz, en el deberes cristianos, entremezclados o con- sus obras— y, además, se expresaba en los
juego de luces y sombras fundidos con los deberes sociales. Ni los gestos y palabras cotidianos de los hom-
de testimonios y pruebas individuos ni el grupo se hallan liberados bres y mujeres de aquel tiempo.
documentales, sin em- de la ley de Dios que dirige acciones y obje- Teatro y novela cortesana, de gran éxito
bargo, hallamos emocio- tivos. También las que tienen que ver con en estos siglos como entretenimiento po-
nes, aspiraciones afectivas, el amor. pular, sin ocultar la perspectiva sensual de
también pasiones. ¿Pero que ocurría en los espacios secre- las relaciones afectivas legan una mirada
La concep- tos? ¿En el día a día de una relación conyu- más amplia sobre el tema, extendiendo su
ción del amor gal o de pareja? ¿Sólo en las relaciones con inquietud hacia el amor como pasión que
en cada época las y los amantes, en las relaciones bíga- captura todos los sentidos. Aún así, aun-
refleja la con- mas o al margen del matrimonio pueden que este escenario sitúa al historiador de
cepción del intuir los historiadores amor? Algunos es- los afectos en la perspectiva del amor pa-
mundo. tudiosos del tema se han empeñado en dis- sión y ofrece un panorama más extenso de
En es- tinguir para esta época entre el amor en el las relaciones amorosas, la mirada sigue
d o s i e r

"Muger, escribidle
tierno y derretido"
QQUna mujer acudía en la Sevilla de
1606 a uno de aquellos escribanos
de baratillo para que le compusiera
una carta. El escribano le decía:
“Muger, no siendo este hombre
a quien escrivís vuestro marido,
no le avéis de tratar con aspereza;
escrividle más derretido y tierno:
¿Quanto me avéis de dar? Porque
ay cartas de muchos precios, de dos
cuartos, de real y medio y dos reales
si lleva dibujado junto a la firma
algún corazón o saetas, o algunas
dos manos asidas”. A lo que ella
respondía: “Manos, malas se las
deis de palos en pública plaza y a
malas puñaladas lo vean mis ojos
AH
traer delante, la que bien lo quiere;
abril
corazón y saetas, partido le vea yo 2014
el suio, pues tal tiene apesarado y
marchito este triste mio”.
35

siendo incompleta. Ahora el esfuerzo del contestar, en 1740, desde Buenos Aires a su
investigador se duplica, si el primer paso mujer en Cádiz, como lo hacía Sebastián
—del sexo al amor pasión— puede parecer Marín: “Querida y muy amada esposa mía,
obvio, el segundo que planteo —del amor bien sabe el Cielo que mis continuos deseos
pasión al amor cotidiano— es, frecuente- siempre han sido y son el restituirme a tu
mente, poco comprendido. ¿Es que acaso amada y dulce compañía…”, o más apasio-
se puede llamar amor a lo que existe fuera nadamente, según expresaba en 1738 Cris-
de una pasión romántica?, podrían espe- tóbal Cuvilla, médico en Cádiz, a su novia
Más información
tar algunos. Pues sí, podíamos decir que Teresa Espinosa de los Monteros, vecina de
la pasión romántica es el modelo cultural Sevilla: "Sólo tú eres mi cielo, tú la luz de QQ Candau Chacón, Mª Luisa
y que las vivencias se ajustan a ella más o mis ojos, tú mi corazón, tú mi alma, tú no “En torno al matrimonio: mujeres,
menos, depende, no todo el tiempo, etc. sé que te diga, porque yo quisiera tenerte conflictos, discursos”, en Peña Díaz,
En este caso las cartas, y escritos de tipo junto a mi ahora para darte mil abrazos y Manuel (ed.), La vida cotidiana en el mun-
más personal, pueden guiar mejor nues- comerte a bocados”. do hispánico. (Siglos XVI-XVIII). Abada
tra incursión por esos espacios más secre- Palabras escritas en el convencimien- editores. Madrid, 2012, pp. 97-118.
tos que tienen que ver con las emociones y to que tras ellas, aunque tan codificadas QQ De la Pascua, Mª José
los sentimientos y sobre los que el decoro como algunos gestos (el beso), se expresa- Mujeres Solas: historias de amor y de
social extendía un velo de pudor. Cartas y ban los sentimientos: “Hermana, amante abandono en el mundo hispánico. Centro
billetes de amor circularon en la España de y querida mía, con mucho sentimiento de Ediciones de la Diputación de
los siglos modernos y en ellas se hablaba de pongo estas letras en este papel para que Málaga. Málaga, 1998.
sentimientos como proponía María de los lleguen a tus manos” (Andrés Losada en QQ Otte, Enrique
Reyes, desde Sevilla, a su marido Francisco Panamá a Maria Josefa Rodríguez, en Cá- Cartas privadas de emigrantes a Indias,
Riberos, en Veracruz, cuando al pedirle so- diz, 1785). Pero los sentimientos también 1540-1616. F.C.E.. México, 1988.
corros para ella y su hijo, añadía que calla- se esconden en las cartas tras el lenguaje QQ Ruiz, Marta
ba lo que sentía porque la carta la escribía cotidiano: el que refleja otras preocupa- Matrimonio, moral sexual y justicia ecle-
por medio de otra persona, que “como otro ciones y a través de ellas, la pena de la au- siástica en Andalucía Occidental: la tierra
me escribe supiera yo escribir, os enviara sencia, el miedo a la pérdida, o el deseo del llana de Huelva (1700-1750). Universidad
a decir todo lo que siento en mi alma”. Si reencuentro. Ellas integran ya un corpus de Sevilla. Sevilla, 2011.
ella la hubiera podido escribir de su mano, representativo de documentación epistolar QQ Sánchez, Rocío y Testón, Isabel
podría haber declarado, como Margarita extraída de diversos fondos documentales El hilo que une. Las relaciones epistolares
Oliver hacia en 1751, a su esposo, que se que algunos historiadores, muy especial- en el Viejo y el Nuevo Mundo (siglos XVI-
preparaba para otra boda más convenien- mente Enrique Otte, han ido liberando, y XVIII). Universidad de Extremadura-
te: “que yo hoy día no tengo otro espejo en que nos permiten ir desde la prohibición y Editora Regional de Extremadura.
quien mirarme, si no es en ti y tu no tienes la transgresión sexual, al deseo, al amor y, Cáceres-Mérida, 1999.
que acordarte de nadie si no es de mi”. O también, al desamor y al despecho. 
d o s i e r

Impresos efímeros
en la vida cotidiana
Carteles, calendarios, coplas y relaciones

Pedro Rueda Ramírez


Universidad de Barcelona

AH
abril
2014
Vivir en el Siglo de Oro

36
J
unto a las novelas y comedias, los li- En las imprentas además tierras de los gigantes. Estos pequeños impre-
bros religiosos, tratados y disposicio- de los libros destinados sos son los que se encontraba el público en
nes jurídicas, textos científicos y las las calles y las librerías, en puestos fijos o
a los anaqueles de las
obras dedicadas a la historia, la música, en las paredes de algunos lugares de paso.
bibliotecas se publicaron
la literatura etc., las imprentas andaluzas Uno de los personajes de El mesón del mundo
en el Siglo de Oro publicaron otro mate- un gran número de (1631) de Rodrigo Fernández de Ribera halló
rial, de carácter práctico, menor volumen pequeños impresos. una pared “entoldada de ristras de papeles
y fugaz existencia: carteles, almanaques, Entre estas menudencias y rimas de libretes, que al parecer debía ser
relaciones de sucesos, estampas, tarjetas alguna librería vagabunda, en que entran
salidas de los talleres
de visita o juegos de naipes, que satisfa- coplas, relaciones y sus pocas estampas”.
cían las necesidades de ocio, información
encontraremos relaciones Esta oferta de menudencias de bajo pre-
y comunicación de los habitantes. de sucesos, romances o cio expuestas en cordeles en las paredes re-
El impresor cordobés Rafael García pu- comedias sueltas, pero sultaba habitual en los ámbitos urbanos.
blicó una Lista del surtido que en el día tiene en su también una variada tipología Un testimonio excepcional de estos puestos
imprenta con los librillos, pliegos y estampas de venta es la anotación de Francisco de Ari-
de impresos efímeros de vida
que había editado y que vendía al por mayor ño que recogió los sucesos curiosos acaeci-
a otros libreros y a los ciegos que acudían a limitada, como un cartel, y otros dos en Sevilla. El miércoles 22 de junio de
su taller para abastecerse. La oferta com- de más larga duración, como 1594 anotaba como “entre las tres y cuatro
prendía una notable variedad de pequeños un calendario anual de pared. de la tarde, vino tan gran tempestad de aire
libritos morales o educativos, novenas, es- Un sinnúmero de estos papeles y polvoreda, que… a un librero que estaba
tampas y vidas de santos, aventuras caba- con sus libros, coplas y cartillas en la pared
han desaparecido y tan sólo
llerescas y pliegos poéticos. La vida del Em- del castillo [de Triana] le llevó el aire gran
perador Carlo Magno, el relato de los hechos de ocasionalmente reaparecen. copia de ellas por cima de las torres”.
Bernardo del Carpio o las coplas En ocasiones al abrir libros
de Las dos doncellas disfraza- antiguos o expedientes surgen Ciegos y papeles. Los romances y coplas
das debieron satisfacer el se cantaban como reclamo para su venta “en
como un tesoro que recupera
interés de los lectores. En las plazas y calles principales de los lugares
un retazo de la vida cotidiana
estos títulos encontramos grandes destos reinos”, tal como informaba
tanto viejas como nuevas del pasado, en otros casos los al rey Cristóbal Pérez de Herrera en su Amparo
historias, junto a las coplas encontramos reutilizados en de pobres (1598). En su diatriba el arbitrista Pé-
del Marqués de Mantua de larga las guardas, coleccionados por rez de Herrera insistía en que unos eran cie-
tradición editorial gos “y otros que lo fingen por ventura no lo
curiosidad o formando parte de
aparecen algu- siendo”, pero lo que le preocupaba era que se
nas nuevas in-
álbumes. Aunque en su mayor contaran “sucesos apócrifos sin ninguna au-
corporaciones parte tuvieron una corta vida toridad, y aun algunas veces escandalosos,
como el Descu- útil y fueron desechados. imponiendo y enseñando con ejemplos fin-
brimiento gidos a los ignorantes y mal inclinados co-
de las sas de que les resulta atrevimiento”. El éxito
d o s i e r

Dibujo de Juan de la Cruz


de un ciego con su lazarillo
utilizado en la elaboración
del grabado de la Colección
de trajes de España.

AH
abril
Primera página del catálogo de venta
2014
del impresor cordobés
Rafael García Rodríguez con la
Lista del surtido que en el día tiene en su imprenta.
37

estaba asegurado al cantar “con guitarras y


otros instrumentos coplas impresas, y ven-
derlas”. La venta por las calles y plazas más
concurridas facilitaba a ciegos y lazarillos
distribuir estos modestos pliegos de pocas
páginas y un coste reducido, que harían las
delicias del público.
La venta de gacetas y calendarios se convirtió en algo habitual en
El caso de Mateo de Brizuela “ciego de poca
vista” es interesante ya que fue detenido por las calles andaluzas del Siglo de Oro, siendo distribuidos por los
publicar libelos infamatorios y casos fingidos vendedores callejeros, al menos hasta la aparición de los quioscos
como el Caso admirable y espantoso de los demo-
nios que “llevaron un mal cristiano en hueso El vallisoletano Diego Hernández vivió En la plaza voceaba su mercancía y logró
y carne”. Brizuela fue definido por un testigo en Sevilla trabajando ocasionalmente de dejar a los “oyentes encoplados y gustosos”
como “componedor destas coplas rateras y librero, pero antes de llegar pasó por un vendiendo las coplas con facilidad, lo que
aun ajenas a la verdad”. Además de escribir periplo como soldado y cautivo en Argel, llevó a Estebanillo a pedirle que le vendiera
y publicar las coplas las vendía en Sevilla y en logrando pagar su rescate “con su propio algunas ya que era “un pobre mozo extran-
otros lugares, viajando a Cádiz o Jerez, donde dinero”. En 1680 informaba que no se ha- jero que andaba de tierra en tierra buscan-
fue detenido en 1578. La distribución de gace- bía empadronado en la parroquia de San do donde ganar un pedazo de pan”.
tas y calendarios se convirtió, igualmente, en Vicente de Sevilla por “haberse ido a tra-
algo habitual en las calles, distribuyéndose bajar a la villa de Montixo de su oficio de Papeles por doquier. La vida cotidia-
por vendedores callejeros, al menos hasta la librero donde estuvo dos o tres meses”, na se rodeaba de testimonios impresos, en
aparición de los primeros quioscos y la distri- pero a su vuelta decidió casarse con “Ber- las entradas de las Iglesias se fijaban los
bución de la prensa en los puntos de venta de narda Maria de color membrillo cocho y edictos inquisitoriales, y en los cabildos se
las paradas del ferrocarril. en algún tiempo pareciere ser esclava”, exponían a la vista los bandos o edictos. En
sin que ello fuera impedimento para Her- muchos casos que respondían a las necesi-
Libreros ambulantes. Las menuden- nández. Los testimonios literarios siguen dades de un lugar y momento concreto,
cias formaban parte de la oferta que los esta misma senda. como es el caso de un cartel anunciando
libreros ambulantes llevaban consigo al El más conocido es el relato de Esteba- un evento o el anuncio de una subasta. En
recorrer el campo y las pequeñas ciudades. nillo González en su libro La vida y hechos de otros casos los ciclos festivos anuales esta-
El librero François de Los-Rios en su ma- Estebanillo González, hombre de buen humor, com- ban ligados al uso de determinados mate-
nual sobre El arte científico para conocer y ejercer puesta por él mismo (Amberes, 1646). En Mon- riales efímeros para anunciar o promover
el comercio de la librería explicaba que “a pesar tilla encontró a un ciego de nativitate con un celebraciones, aunque también irrumpie-
de que estos marchantes vendan muchos cartapacio de coplas, harto mejores que las ron en las fiestas de canonización, las en-
libros, no se ha visto retirarse a ninguno famosas del perro de Alba, por ser ejempla- tradas reales y en los momentos de crisis,
con una fortuna decente”. res y de mucha doctrina y ser él el autor”. bien fueran las epidemias o las revueltas.
d o s i e r

Librillos profanos
QQJuan de Dios conocido por fundar
la Orden Hospitalaria en Granada
tiene una singular relación con las
menudencias impresas. Pocos saben
que se dedicó durante un tiempo a
vender libros. Al llegar desde el Norte
de África a Gibraltar se desempeñó
como peón en obras y con los dineros
reunidos “compró ciertos libros de
menudencias y cartillas, con algunas
imágenes de papel, para tornar a ven-
der”, como cuenta Alonso de Villegas
en la biografía del santo. El relato de
su transformación a hombre religioso
tuvo, asimismo, una relación con es-
tas menudencias, ya que los librillos

AH que vendía “que eran profanos” los


hizo “pedazos con las manos y dien-
abril tes, y los que eran de provechosa doc-
2014 trina repartíalos graciosamente y por

38 amor de Dios a los que los querían, y


lo mismo hizo de las imágenes que las
repartió, y no le quedo sino la camisa
y unos zaragüelles con que cubría su
cuerpo, y así desnudo, descalzos sus
pies, y descubierta su cabeza corrió
por las calles mas principales de
Granada, queriendo desnudo seguir
al desnudo Christo”. Tarjeta comercial de un perfumero (h. 1720), con la ciudad de Sevilla como reclamo.

Los papeles impresos de contenido re- pañaron las estrategias de misión y refor- Las menudencias impresas se adapta-
ligioso tuvieron una notable importancia zaban a las autoridades eclesiásticas. El ron al público y tuvieron una estrecha re-
y constituyeron una parte notable de la jesuita Juan de Santiago en sus recorridos lación con los intereses locales, ofreciendo
producción. El día a día de las devocio- por los pueblos andaluces llevaba consigo soluciones para asuntos prácticos, alimen-
nes del santoral venía acompañado de un “estampas, y devocionarios breves” para tado la curiosidad y despertando el interés
sinfín de ofertas devotas impresas, reno- los “estudianticos” que encontraba en sus por la novedad. Un ejemplo sería la tarje-
vadas cada año con nuevos materiales. viajes, y catecismos para “los niños pobres, ta de visita del comerciante gaditano Se-
La devoción de las cofradías y la recogida y gentes trabajadoras” y para “toda esfera bastián Martínez, amigo de Goya y colec-
de limosnas alimentaba este afán de ce- de sujetos el Relox de la Pasión, que instruye a cionista de estampas, que incluye al dios
lebración impresa de la fiesta del santo o meditar por las horas del día, y de la noche Mercurio junto a unos fardos de mercan-
el beato que se procuraba promocionar. los misterios de nuestra Redención”. cías que dan a conocer su oficio de tratante
Aunque en otros casos los reclamos que En otros casos la relación fue compleja, en Indias. En cualquier caso, la escasez de
encendían el interés eran las ocasiones y ocasionalmente turbulenta, ya que las ejemplares que han sobrevivido del Siglo
festivas excepcionales, como un ascenso a oraciones milagrosas, las cedulillas con de Oro no debiera hacernos perder de vista
los altares, que se convertía oraciones protectoras y las estampas de la familiaridad con la que estos impresos
con facilidad en una fiesta “santos” que no habían sido canonizados estuvieron presentes. La relación cotidia-
de celebración con coplas podían generar tensiones y provocar reac- na con los textos e imágenes impresos se
o relaciones impresas, ciones de vigilancia y control de la Iglesia produjo, de manera muy estrecha, gracias
estampas “gastadas” por en las que intervenían tanto el clero como a estos modestos productos tipográficos. 
el uso y reimpresas para sa- los agentes inquisitoriales. En una denun-
tisfacer la curiosidad, con- cia del impresor Juan Serrano de Vargas Más información
virtiendo los papeles en una de 1625 se afirmaba que andaba el mundo
reliquia de fácil lleno de “disparates impresos” vendidos a QQ Caro Baroja, Julio
consumo. los “rústicos que con sólo verlos impresos Ensayo sobre literatura de cordel. Istmo.
En los ám- creen y tienen por cierto que trayendo con- Madrid, 1990.
bitos rurales sigo tales papeles no morirán muerte sú- QQ Rickards, Maurice (dir.)
estas menu- bita, ni padecerán en poder de justicia” ya The encyclopedia of ephemera. British
dencias que tienen “semejantes papeles como por Library, 2000.
acom- reliquia”.
Hoy creemos haber descubierto las bondades del campo, su capacidad de regeneración espiritual, de sanar el
cuerpo y purificar el alma. Hablamos de productos orgánicos como una panacea; soñamos con retirarnos a la
naturaleza para respirar aire puro, tomar contacto con los oficios de siempre, disfrutar de la gente y los largos
paseos, o deleitarnos con el goce estético y profundo que produce en nuestros sentidos la belleza. Y, sin embargo,
también esto estaba inventado. Basta retrotraernos al sistema romano de explotación agropecuaria, basado en
una red sin precedentes de asentamientos rurales (villae), para entender hasta qué punto somos poco originales.

La vida en el campo
El mundo rural en la Bética: ocio, representación y negocio

Desiderio Vaquerizo Gil


Universidad de Córdoba

AH
abril
2014
40

H
ablar de villas romanas es hacerlo El ocio en la Bética pesca, orientación, inserción en el paisaje,
del entramado vital de una cultu- organización del conjunto, estructura ar-
ra y un sistema social que basaron
romana se entendía quitectónica, dotación de servicios, mate-
en la agricultura las claves económicas de como un signo de clase riales empleados, decoración…
su propia subsistencia. Roma cimenta so- y Estatus reservado Su combinación convertía a la villa
bre un pueblo de campesinos, que hicieron en algo más que una instalación estric-
de virtudes como el respeto, la fortaleza, la
sólo a aquellos que tamente agropecuaria (que también las
sobriedad, la humildad, la hombría o el podían pagarlo habría) (negotium): era el lugar que ase-
valor, elementos definidores de su idio- guraba a su dominus el disfrute de la par-
sincrasia. Tal es así que una de las razones te más lúdica de la vida (otium), y que le
fundamentales de su enorme expansión permitía recibir a amigos y visitantes en
radicó en la necesidad de nuevas tierras, podían pagarlo. Todo lo relacionado con la una escenografía diseñada ex profeso, en la
pero, al mismo tiempo, la entrega de éstas explotación de la tierra, la rentabilización que a determinados elementos propios de
a quienes un día decidieron abandonar la y comercialización de sus recursos, su uso las casas urbanas más ricas podía sumar
península itálica en busca de un destino como elemento de prestigio, entronca, otros cargados de artificiosidad, preten-
mejor (ya fueran comerciantes, soldados, pues, directamente con la tradición, la for- siones, boato e incluso belleza, al servicio
o simples colonos) sirvió para fijarlos a las mación cultural, el poder adquisitivo, los expreso de su propia dignitas, de la privata
nuevas zonas conquistadas, propiciando deseos de proyección y ostentación social, luxuria. Así, jardines y vegetación; juegos
con ello la hibridación, la integración, el ideario y un a veces escurridizo espíritu de agua; baños y lujos domésticos de todo
la uniformidad cultural, todas ellas cla- de clase por parte de sus propietarios, que tipo (como las salas calefactadas), grandes
ves determinantes en la consolidación, la hoy podemos rastrear a partir de una serie colecciones escultóricas, pictóricas, mu-
grandeza y la unidad del Imperio. de parámetros arqueológicos que les con- sivarias o artísticas con las que presumir
El campo fue un espacio privilegiado dicionaron a la hora de construir, o elegir, de conocimientos sobre mitología clásica
para el recreo espiritual (amoenitas), un coti- cualquiera de estos grandes conjuntos ru- o historia romana —un barniz cultural,
zado escenario desde el que mostrar a los de- rales: ubicación, cercanía a una o varias en suma, que no siempre consigue dar el
más riqueza y capacidad de disfrute, cultu- ciudades y al menos a una vía de comuni- dinero—; integración del conjunto en pai-
ra y posición social, entendido el ocio como cación transitable, extensión y característi- sajes de ensueño, con vistas escogidas a la
un signo de clase reservado sólo a quienes cas de la finca, abundancia de agua, caza o montaña, el mar, o cualquier otro rincón
Mosaico en el que Zeus como Sátiro
está a punto de enamorar a la princesa
tebana Antíope que, ya ganada, baila al son
de su propio tympanon. Torre de Benagalbón
(Rincón de la Victoria, Málaga).

AH

Salado 2005. p. 362, Lam. 5.


abril
2014
41

privilegiado de la ten en la necesidad


naturaleza; posibili- de no generalizar tal
dad de organizar fies- premisa, por cuanto
tas, banquetes o cacerías existen numerosos testi-
sin miedo a los límites, etc. monios (fundamentalmente
En Hispania, el gusto por la re- filológicos) de que muchos centros
sidencia en el campo (también, por la urbanos de Hispania conocieron una cier-
explotación de la tierra como base econó- ta revitalización en la etapa final del Impe-
mica; siempre, obviamente, muy condi- rio, permaneciendo fieles a su organigrama
cionada, en su dispersión, tipología e in- político, económico, social y administrati-
tensidad por la abundancia o carencia de Las fuentes antiguas vo hasta el último momento, o incluso algo
agua, por los recursos hídricos, que se con- después. Por eso, más que de crisis urbana
reflejan una clara
vierten así, junto a la calidad de la tierra o conviene hablar de transformación: estruc-
la potencialidad del fundus, en el principal indefinición, incluso tural, ideológica, de concepto.
elemento vertebrador del poblamiento ru- una cierta ambigüedad, Las fuentes antiguas reflejan una clara
ral) se intensificó, si cabe, a partir del si- indefinición, incluso una cierta ambigüe-
a la hora de definir
glo III d.C., cuando los domini comienzan a dad, a la hora de definir qué entienden por
vivir de manera permanente en sus fincas, qué entienden por villa villa, cuyo concepto parece relativamente
y de forma especial entre los años finales polivalente y evoluciona en el tiempo. La
de ese mismo siglo y el ocaso del IV d.C., visión que da Varrón (Res Rusticae III, 2, 9) a
cuando la sociedad hispanorromana, de la finales de la República, con asentamientos
mano inicialmente de la relativa estabili- del tipo gran propiedad estructurados en
dad política, social y económica derivadas una pars urbana y otra rustica, se completa a
de los gobiernos de Diocleciano y Constan- Tradicionalmente, se ha venido hacien- lo largo del siglo I d.C. con la de Columela
tino, conoce un nuevo periodo de esplen- do coincidir este proceso con una fuerte (De Agricultura I, 6, 1), que incorpora a las dos
dor, previo a una última y definitiva crisis retracción de la ciudad como centro agluti- anteriores la alusión a una pars fructuaria (en
que encuentra en el medio rural uno de nador de la vida pública y económica. Sin realidad, un sector de la pars rustica, cuando
sus escenarios más privilegiados. embargo, los estudios más recientes insis- ésta ocupaba una gran superficie), conce-
Representaciones mitológicas
que decoran la entrada
al espacio principal
de la villa, tal vez destinado
a banquetes en Fuente Álamo
(Puente Genil, Córdoba).

Foto: Conjunto Arqueológico y Ayuntamiento de Puente Genil.

AH
abril
2014
42

diendo con ello a este tipo de asentamien- más universalmente aceptado por la comu- que tales asentamientos ofrecen en función
tos rurales un componente de producción nidad investigadora. Todo esto cambiará, de la época a la que pertenezcan, la ubica-
agropecuaria que casa bien con la realidad se enriquecerá, o cuando menos evolucio- ción geográfica elegida y las característi-
hispana, pero no con la itálica, por ejem- nará tras la caída del Imperio, dando ori- cas del fundus (que puede ser sólo terrestre
plo, donde son frecuentes las villae de carác- gen a otros términos —villulae, villare, loci, o incluir también el mar), o la formación
ter estrictamente residencial y recreativo. pretoria, castella… (lo que no implica la des- cultural, la posición ideológica o las preten-
Por fin, el Digesto (L, 16, 211) indica clara- aparición del término original, villa, que se siones sociales, económicas o simplemente
mente que, mientras los edificios urbanos mantiene hasta época medieval, aunque filosóficas del dominus. Como consecuencia,
reciben el nombre de aedes, los rurales se acabe aludiendo a un nuevo tipo de asenta- me limitaré a continuación a comentar con
denominan villae, y una finca con edificios miento que conceptualmente llegará hasta algo más de detalle un yacimiento sobre el
fundus, lo que refleja en esencia el esquema nuestros días— que parecen aludir a reali- que trabajamos actualmente, y que consti-
dades territoriales, sociales, económicas y tuye un paradigma al respecto.
Museo Arqueológico de Córdoba

fiscales algo diferentes.


Esto explica que un acercamiento míni- Fuente Álamo. No hace mucho tiempo
mamente en profundidad a la realidad tuvo lugar la firma de un convenio de cola-
rural de la Bética romana sea imposi- boración entre el Ayuntamiento de Puente
ble en un artículo de estas caracte- Genil, la Universidad Carlos III de Madrid
rísticas, más allá de señalar la com- y la de Córdoba para impulsar la investi-
plejidad del problema (entendido gación, difusión y rentabilización del ya-
como tal desde el punto cimiento arqueológico de Fuente Álamo,
de vista histórico- situado a unos tres kilómetros de la loca-
arqueológico), su lidad pontanesa, en un hermoso paraje
evolución a lo lar- cuajado hoy de olivos que en su momento
go del tiempo, y atrajo al hombre por la feracidad de sus
la variabilidad tierras pero también, y sobre todo, por la

Mosaico con tema de atalana, o farsa


popular: batalla entre enanos y grullas
compuesta a la manera de un cómic
moderno de Fuente Álamo
(Puente Genil, Córdoba).
¿Cultura sólo
aparente…?
QQMuy posiblemente, muchos
propietarios de villae no entendían
la trascendencia última de los mitos
con los que decoraban sus lujosas
mansiones campestres, ya fuera
sobre esculturas, mosaico, pintura
o cualquier otro soporte (incluso
textos). Puede servir como ejemplo
ilustrativo al respecto un texto del
Satiricon, de Petronio, escrito en
torno a finales del siglo I d.C. En él,
su inefable protagonista, el orondo
liberto Trimalción, mezcla sin nin-
AH
gún rubor personajes y hechos (tan
abril
cercanos y conocidos, por lo demás, 2014
como los asociados a la Guerra de
Troya), pensando en el fondo que
43
está epatando a los invitados a su
pantagruélica cena, en su mayor
parte igual de ignorantes que él.
Cabe, pues, plantear que, al igual
que ocurre en nuestros días, salvo
en casos concretos de gente culta,
Fuente Álamo es un una categoría de asentamiento sin paran- perteneciente a las clases más altas
gón en Hispania que los estudios ahora ini- de la sociedad, la riqueza no tenía
ejemplo tipo de villa
ciados acabarán, sin duda, perfilando. por qué implicar necesariamente
romana entre los Avanzado el Imperio, el conjunto es re- conocimiento:
mejor conocidos convertido en un complejo agropecuario
que, a sus múltiples instalaciones destina- “Al punto entró una compañía gol-
y gestionados de
das a la explotación del campo y la ganade- peando los escudos con las lanzas.
toda Andalucía ría (partes rustica et fructuaria) añade un sector Trimalción se sentó en un cojín,
residencial de lujo (pars urbana) en el que no y como los homeristas, según su
se ahorran detalles ni materiales para dar orgullosa costumbre, dialogaban en
cuenta del poder adquisitivo, las necesida- versos griegos, él, con voz melódi-
calidad y los valores terapéuticos (incluso, des domésticas y de representación, o el ca, iba leyendo la traducción latina
milagrosos, propiciadores del contacto con nivel cultural de su dominus. Son archico- del texto. Luego, hecho el silencio,
la divinidad), de sus aguas. nocidos sus mosaicos figurados, entre los dijo: ‘¿Sabéis qué episodio represen-
Fuente Álamo representa para la co- cuales uno de los mejores triunfos de Baco tan? Diomedes y Ganímedes fueron
munidad científica un ejemplo tipo de que tenemos en Baetica, una representación dos hermanos, cuya hermana era
villa romana, entre los mejor conocidos fantástica de las Tres Gracias, o el que se Helena. Agamenón la raptó y en su
y gestionados de Andalucía, con una po- ha considerado el primer ejemplo de cómic lugar inmoló una cierva a Diana.
tencialidad histórica que no alcanzará su hispano, protagonizado por enanos y gru- De ahí arranca ahora la narración
verdadera relevancia hasta dentro de al- llas que luchan a muerte, en una posible de Homero explicando cómo luchan
gunos años; porque calificarlo sólo de villa plasmación gráfica de las farsas o atalanas entre sí troyanos y parentinos.
es simplificar en exceso. Comienza siendo que tanto gustaban al pueblo de Roma. Agamenón, naturalmente, salió
otra cosa, todavía por definir en sus pará- Huelga decir que no todo ello es sincró- vencedor y casó a su hija, Ifigenia,
metros exactos, tal vez una mansio (lugar de nico; como resulta habitual, las remodela- con Aquiles. Esto desató la furia de
reposo y hospedaje próximo a una vía de ciones arquitectónicas y ornamentales se Áyax, como acto seguido os lo va a
importancia), tal vez un balneum (a la ma- suceden en el asentamiento al mismo rit- aclarar el argumento'”.
nera de un balneario moderno, adonde se mo de las modas y el devenir histórico del
iba a tomar las aguas, por inmersión y qui- Imperio, hasta convertirse Fuente Álamo Petronio, Satiricon, 59, 3-7. Ed. de L.
zás por ingestión, con cierto componente en un epígono realmente representativo Rubio Fernández, en Ed. Planeta-
ritual que hoy por hoy sólo intuimos), o de la cultura pagana en tiempos en los que DeAgostini. Madrid, 1988.
quién sabe si una mezcla de todo ello, en el Cristianismo constituía ya la religión
Foto: Conjunto Arqueológico y el Ayuntamiento de Puente Genil.

Centro de Interpretación de Fuente Álamo (Puente Genil, Córdoba).

AH La Casa del Sueño


abril QQLa villa romana de El Ruedo (Alme- morada quizá quiso evocar el dominus, rechinamientos:
2014 dinilla, Córdoba) dio a conocer hace según aparece descrita en la Metamor- ninguna hay

44 algunas décadas una de las primeras


y más completas colecciones escultó-
fosis de Ovidio: en toda la
mansión;
ricas —de cronologías comprendidas “Hay junto al país de los cimerios una ningún
básicamente entre los siglos I y III cueva en profundo escondrijo, un guardián en
d.C.— que debieron menudear en hueco monte, mansión y santuario el umbral; sí
este tipo de residencias rurales béti- del Sueño perezoso: allí nunca pue- hay, en medio de la
cas. Es posible que tales piezas for- den entrar los rayos de Febo naciente, caverna, un elevado le-
maran parte ya de la ornamentación ni en su curso medio ni al ponerse; cho, en ébano, de plu-
del conjunto en los siglos I y II d.C., exhala la tierra neblinas tenebro- ma, de un mismo
pero lo cierto es que en el siglo IV sas y la sombría oscuridad del día color y cubierto
son reagrupadas e integradas en una agonizante. El ave madrugadora no de oscuro atavío.
nueva y compleja escenografía arqui- llama allí a la aurora con los cantos En él reposa el
tectónica concebida para evocar un de su pico empenechado, ni con sus dios en persona
ambiente de paradéisos, a la griega, voces rompen el silencio los perros con los miembros rela-
perfectamente enmarcable en el re- vigilantes ni el ganso, más sagaz jados por la inacción.
nacimiento pagano que conoce dicha que los perros; ni fieras, ni animales Esparcidos a su alre-
centuria frente al avance del Cris- domésticos, ni ramas movidas por la dedor e imitando
tianismo. Presidía el conjunto una brisa, ni disputa de humanas lenguas diferentes figuras
estatua en bronce del dios Hypnos, emiten allí sonido alguno; el mudo están tendidos
cuya reposo habita allí. Sin embargo, de tantos vanos
lo más hondo del peñasco sale el sueños cuantas
arroyo del agua del Olvido, en el que espigas tiene
la corriente, que se desliza rumorosa, una mies,
invita al sueño en medio del crepitar hojas un bos-
de los guijarros. A la entrada de la que y granos
caverna florecen fecundas adormi- de arena una
deras y hierbas incontables de playa…”
cuyos jugos recoge la noche el
sopor y lo difunde, con su ro- Ovidio, Metamor-
cío, por las tierras sumidas fosis XI, 592-615;
en tinieblas. Tampoco Traducción de
la puerta al girar sobre A. Ruiz de Elvira,
el quicio produce Madrid, 1983.

A la izquierda representación de Hypnos en


bronce de El Ruedo (Almedinilla, Córdoba).
A la derecha, hermafrodita de bronce
del mismo yacimiento.

Museo de Almedinilla. Museo Arqueológico de Córdoba.


Foto: Conjunto Arqueológico y Ayuntamiento de Puente Genil.
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45

Vista de las excavaciones de Fuente Álamo (Puente Genil, Córdoba).

oficial del Estado e impregnaba los más nerarán, múltiples novedades, sobredi-
diversos órdenes de la vida. Favorecería, mensionadas por el magnífico estado de
como es lógico, esta reivindicación de lo conservación de estructuras y rellenos ar-
clásico frente a la nueva religión emergen- queológicos, y la posibilidad cierta y emo-
te (y dominante) su carácter rural. cionante de convertirse en la única villa
Hasta el momento no hay testimonio romana de Andalucía excavada en su tota-
alguno de cristianos en Fuente Álamo, ni lidad. Protagoniza, además, como conse-
en las zonas de hábitat, trabajo o recreo, cuencia lógica y deseable pero no siempre
Más información
ni tampoco en la rica necrópolis que surgió materializada, un proyecto de museali-
al abrigo del asentamiento. Esto no quiere zación modélico que abrirá sus puertas la QQ Chavarría, Alexandra
decir en absoluto que no existieran. La ar- próxima primavera, en aras de convertir El final de las villae en Hispania (siglos IV-VII
queología es así de imprevisible, y lo que al yacimiento en un centro internacional d.C.), Bibliothèque de l’Antiquité Tardi-
vale para hoy puede no valer para mañana. de referencia para el estudio de las villae ve 7. Turnhout, 2007.
El caso es que, de nuevo en un ejemplo pa- romanas. QQ Chavarría, A., Arce, J. y Brogiolo,
radigmático del papel que las grandes villae Como paso previo, forma ya parte de las J.P. (eds.)
tardías juegan en el final del Imperio ro- redes temáticas más importantes del mun- Villas Tardoantiguas en el Mediterráneo Occi-
mano y el comienzo de esa nueva etapa que do, y ha acogido y acogerá reuniones de dental, Anejos de AEspA XXXIX. Madrid,
acabará alumbrando la Edad Media, entre especialistas relevantes que acabarán por 2006.
los siglos VI y VII el conjunto parece conocer institucionalizarse. Sus instalaciones (cen- QQ Fernández Ochoa, C., García-Entero,
un periodo de lenta descomposición duran- tro de recepción e interpretación, labora- V. y Gil Sendino, F. (eds.)
te el cual, sin embargo, mantiene cierto torio, almacenes, tienda, itinerarios expo- Las villae tardorromanas en el Occidente del
nivel de población fuertemente enraizada sitivos, posibilidades museográficas…) lo Imperio: arquitectura y función. IV Coloquio
en el campo, y acaba acogiendo sin grandes permiten, erigiéndose día a día en un caso Internacional de Arqueología en Gijón. Gijón,
traumas a los nuevos pobladores islámicos. verdaderamente emblemático de cómo un 2008.
Se inicia así un nuevo momento de esplen- pueblo es capaz de apostar por su patrimo- QQ Vaquerizo, D. y Noguera, J. M.
dor que los últimos trabajos arqueológicos nio, hasta convertirlo en yacimiento activo La villa romana de El Ruedo (Almedinilla, Cór-
están dejando claramente en evidencia. de empleo y referente universal del mismo. doba). Decoración escultórica e interpretación,
Fuente Álamo ha sido y es objeto de Déjenme, pues, que termine invitándoles a Murcia, 1997.
excavaciones que han generado, y ge- visitarlo. No les defraudará. 
Quienes hemos recorrido la Alhambra, o las páginas de la historia del reino nazarí, seguramente nos hemos
preguntado en más de una ocasión quiénes fueron las mujeres que habitaron sus estancias y rincones, que
disfrutaron de sus palacios y jardines, a pesar de que las crónicas tanto árabes como cristianas decidieran
silenciarlas. Aunque la leyenda fundamentalmente haya perpetuado las conocidas desavenencias entre las
célebres Aisha y Soraya, fueron en realidad numerosas las mujeres de esta dinastía que influyeron en los
designios políticos del emirato granadino, desde sus mismos orígenes en el siglo XIII hasta su colofón en el XV.

Mujeres y poder tras la celosía


Las sultanas de la Alhambra

Bárbara Boloix Gallardo


Universidad de Granada

AH
abril
2014
46

U
no de los rasgos más conocidos, y principio a fin, rodeó la existencia de este
universalmente aceptados, de la emirato por su constante confrontación
historiografía medieval es el hecho con el ámbito cristiano peninsular. Ambas
de estar escrita por y para hombres. Sin em- coyunturas convirtieron, con el tiempo,
bargo, esta coyuntura, determinada por los a algunas de estas mujeres en cabezas de
parámetros sociales y religiosos varoniles familia, obligándolas a velar por el prós-
que rigieron la propia Edad Media, no logró pero futuro de sus hijos primogénitos y a
anular el protagonismo que, en la Historia, cubrir, en definitiva, el vacío de autoridad
llegaron a tener destacadas mujeres. Este Tras las celosías dejado, al menos parcialmente.
fue, precisamente, el caso del reino nazarí habitaron mujeres que El peso de esta realidad fue tan evidente
de Granada. Es cierto que siempre hemos que ni siquiera los cálamos de los autores
vieron pasar la historia
conocido la historia de esta formación po- más comprometidos con la corte alham-
lítica a través del hilo conductor de las vi- y llegaron a tomar breña, como lo fuera el gran visir y secreta-
das de sus emires, como los célebres Yusuf parte en ella desde la rio Ibn al-Jatib (m. 1374), pudieron, o qui-
I (1333-1354), Muhammad V (1354-1359; 1362- sieron, silenciarla, llegando a salpicar las
sombra del poder
1391), Muley Hacén (1464-1482) o el desven- páginas de sus obras con curiosas anécdo-
turado Boabdil (1482-1483; 1487-1492), sien- tas y descripciones de algunas princesas de
do los episodios acaecidos a lo largo de sus la Alhambra. Estas conscientes licencias
gobiernos las únicas ventanas por las que han hecho posible que hoy podamos sa-
nos hemos asomado a su conocimiento. Sin vedados. Entre el abanico de razones que ber algo sobre estas misteriosas mujeres,
embargo, éstos no fueron sus únicos pro- podrían justificar este inusual hecho po- a pesar de que tal conocimiento nunca nos
tagonistas ni su primacía, tan definitiva y demos considerar la ausencia, más o me- resulte suficiente.
absoluta como las fuentes se empeñan en nos prolongada, de una figura masculina
mostrar. Tras las celosías de dichas venta- de poder como la causa más perentoria. Quiénes eran. Debieron de ser nume-
nas habitaron mujeres que vieron pasar la Resulta bastante significativo constatar rosas las féminas que rodearon las vidas
historia sin ser vistas y que llegaron a to- que, de los veintitrés soberanos que rigie- de los distintos sultanes nazaríes y que vi-
mar parte en ella desde la sombra del poder. ron los destinos del reino de Granada, al vieron, en primera persona, las luces y las
Muchos fueron los motivos que lle- menos trece de ellos fueron víctimas de sombras del reino de Granada. Considere-
varon a estos miembros femeninos de la regicidios. La propia realidad demográfica mos que, entre ellas, no sólo figuraron las
estirpe nazarí a cruzar el umbral de sus del reino inclinaba, inevitablemente, la madres de estos soberanos sino también
ocultas vidas para adentrarse en distintos balanza hacia el sector femenino, pues a sus hermanas, primas, hijas y sobrinas
aspectos del ámbito público del reino, tales los frecuentes asesinatos políticos de sul- y, por supuesto, sus esposas. Como en el
como la política, la economía o la diploma- tanes, ya mencionados, habría que añadir resto del mundo musulmán noble de su
cia, unos ámbitos que, por ser privativos la alta tasa de mortandad masculina en las tiempo, los emires nazaríes se beneficia-
de los hombres, les estaban oficialmente guerras a causa del contexto bélico que, de ron de la permisión coránica que legiti-
Mujer con su hijo y marido en la puerta de la Torre de las Infantas de la Alhambra.
Grabado de Gustav Doré de 1881 incluido en el libro Viaje por Andalucía, de Charles Davillier. Editorial Renacimiento/Centro de Estudios Andaluces. Sevilla, 2010.
47
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abril
Salida de la familia de Boabdil de la Alhambra.
Óleo de Manuel Gómez-Moreno González
fechado en 1880.

La práctica masculina
del derecho de tomar
mujeres de distintos
tipos convirtió al
harén nazarí en un
AH mundo amplio y diverso
abril
2014
48 maba el poder tomar hasta un máximo de
cuatro esposas legítimas (azway) y un sin-
fín de concubinas (ummahat al-awlad). En
cuanto a las primeras, se trataba de muje-
res nacidas en el seno de la propia familia
nazarí y, dado su origen árabe e islámico,
eran consideradas libres (hurra) en el sen-
tido de “nobles”. Esta condición les confe-
ría, en consecuencia, todas las facultades
que el derecho islámico contemplaba para
sus sujetos femeninos. Generalmente,
los emires nazaríes eran desposados con
sus primas paternas y, en su defecto, con
las maternas, siguiendo en ello el tipo de
unión matrimonial preferencial en la cul-
tura árabe.
Por su parte, las concubinas eran mu-
jeres extranjeras procedentes del área cris-
tiana peninsular que habían sido impor-
tadas a la corte nazarí por dos principales La reiterada práctica masculina, de dad y la preferencia de las unas sobre las
vías: la venta en mercados de esclavos o el generación en generación, del derecho otras. Pon paz entre ellas en los asuntos
cautiverio en expediciones militares. Una de poder tomar mujeres de distintos tipos personales, haciéndote el sordo ante sus
vez en la Alhambra, estas féminas cristia- convirtió al “harén” nazarí en un mundo demandas y mostrando deferencia ante
nas o rumiyyas eran destinadas al concubi- amplio y diverso, al integrar a féminas sus aprensiones. Disminuye tus encuen-
nato debido a sus rasgos exóticos, tan dis- muy diferentes entre sí en cuanto a sus tros con ellas, lo cual debe ser tu preocu-
tintos a los propios de la fisonomía árabe, orígenes sociales, sus confesiones reli- pación permanente (…), teniendo intimi-
y que estaban caracterizados por cabellos giosas, sus rasgos físicos, sus edades y dad con [tus mujeres] sólo cuando reine el
rubios, ojos claros y una tez blanca y su- respectivos lugares de procedencia. Fue, cansancio y el tedio; y abstente de ello si
tilmente sonrosada. La situación de infe- precisamente, la lógica dificultad de tienes mucho trabajo, ira, sueño o desga-
rioridad legal que estas mujeres tenían con mantener un ambiente de mínima ar- na por la fatiga del día”.
respecto a las llamadas esposas legales las monía entre todas ellas lo que llevó al ya
obligaba a luchar, desde su llegada al ha- mencionado visir Ibn al-Jatib a facilitar La sultana Fatima. A pesar de estas
rén, por ascender en la pirámide social de una serie de consejos al emir nazarí Mu- sugerencias, lo cierto es que más de una
dicho microcosmos femenino, meta que hammad V sobre cómo tratar al conjunto princesa logró destacar en la política del
alcanzaban gracias a la maternidad. Al de sus mujeres para que no interfiriesen reino por las circunstancias ya aludidas.
engendrarle un hijo al emir, estas concu- en su gobierno, como podemos leer en El caso más emblemático de este fenóme-
binas alcanzaban la libertad de manos de uno de sus tratados sobre política: “Pro- no fue, sin duda, el de la sultana Fatima
su amo, el sultán, y con ella, la condición híbeles el hacerse guiños entre ellas y el (m. 1349), mujer “única que sobrepasó
libre o hurra de las esposas legales. tenerse celos mutuos, así como la rivali- a las mujeres de su tiempo”. Esta mujer
Sobre el harén nazarí
QQEl célebre visir y secretario
de la corte nazarí Ibn al-Jatib
(m. 1374) fue un privilegiado
conocedor tanto de la Alhambra
como de la realidad femenina del
AH
reino. Él mismo así lo reconoció
abril
2014

Museo de Bellas Artes de Granada. Consejería de Cultura y Deporte. Junta de Andalucía.


al declarar que el emir Yusuf I
(733-755/1333-1354) “me entregó
su anillo y su espada, me confió
49
el tesoro de su corte, la Casa de
la Moneda, la custodia de sus
mujeres, la educación de sus
hijos y su fortaleza inaccesible”.
La variedad del harén nazarí
llegó a ser minuciosamente
descrita por este autor con las
siguientes palabras: “Las mu-
jeres árabes del desierto, bien
experimentadas, y las huríes
del paraíso con colores rojos y de
cinturas delgadas y esbeltas, las
gargantas adornadas, los labios
melados y los ojos grandes, con
su perfume característico y apto
para todas las naturalezas, de
movimientos suaves, espíritus
era de sangre real por los cuatro costados, sir non grato llamado Ibn Mahruq, crimen nobles, significados amables,
pues era hija del emir nazarí Muhammad que fue perpetrado en la propia casa de vulvas secas, besos suaves y
II (1273-1302), hermana de los malogra- esta sultana en presencia suya. Se ha lle- nariz recta. Las occidentales, con
dos soberanos Muhammad III (1302-1309) gado incluso a sugerir la participación de cabello negro, rostro bondadoso,
y Nasr (1309-1314), y madre, finalmente, Fatima en el plan de construcción de los sonrisa dulce, labios melados y
del sultán Ismail I (1314-1325), quien in- palacios de la Alhambra que su nieto Yu- rojísimos, de matiz oscuro, mu-
augurara la segunda rama reinante de suf I ordenaría erigir. ñecas cuya belleza perfeccionan
la dinastía nazarí. No sólo transmitió a La honda impronta dejada por esta lon- los espejos y el dibujo del añil
su primogénito la nobleza de sangre y el geva mujer en la corte nazarí se vio excep- del tatuaje. Las cristianas, de
derecho a reinar (puesto que su marido cionalmente honrada en el momento de blancura diáfana, pechos move-
y padre de éste, el arráez de Málaga Abu su funeral, celebrado en el cementerio real dizos, cuerpos delgados, grasas
Said Faray, nunca había sido emir), sino de la Rauda alhambreña. Fue allí donde equilibradas, carnes soberbias en
que, una vez asesinado su hijo, se ocupó Ibn al-Jatib recitó en su honor una exten- edificios estrechos de brocados,
de la regencia compartida de sus dos nie- sa y sentida elegía, compuesta de su puño cuerpos y espaldas embellecidas
tos, Muhammad IV (1325-1333) y Yusuf I y letra, en la que comparaba su brillante con hermosas alhajas y abalorios
(1333-1354), ambos nombrados sultanes presencia con la del sol, presencia de la que preciosos que varían por la rareza
siendo menores de edad. El gran poder de los nazaríes se vieron más despojados que de lo extranjero y engatusan con
decisión de esta mujer en los asuntos pa- los ojos al quedar privados de luz, perma- la consideración extraordinaria
laciegos nazaríes se manifestó en hechos neciendo “el palacio real —la Alhambra—, de la nostalgia”.
tan evidentes como el asesinato de un vi- ensombrecido por ti”.
Las concubinas eran mujeres extranjeras
procedentes del área cristiana peninsular

Copia del fresco de la Sala de los Reyes de Granada. Patronato de la Alhambra y el Generalife.
que llegaron a Granada como esclavas
o cautivas en expediciones militares.

en ocasiones, Se ha
llegado a sugerir
la participación de
Fatima en el plan de
construcción de los
palacios de la Alhambra

La gran sultana Fatima


AH QQLa influencia de la sultana
abril Fatima fue tan honda en la polí-
2014 tica nazarí que llegó a recibir los

50 honores propios de un emir en el


momento de su muerte, acaecida Aunque en menor medida, tampoco lían ensalzar la belleza de la amada. Los
al alba del domingo 26 de febrero han pasado inadvertidas otras figuras fe- textos no dudan en revelar la directa im-
de 1349. Antes de ser enterrada meninas en la historia nazarí, como dos plicación de esta sultana en el destrona-
en el cementerio real de la Rauda de las concubinas que tomara el ya alu- miento de su hijastro, el emir Muhammad
de la Alhambra, a instancias de dido sultán Ismail I (1314-1325). La prime- V, en 1359 para llevar al poder a su propio
su nieto, el emir Yusuf I, Ibn al- ra de ellas respondía al nombre de Alwa primogénito, Ismail II. No sólo sustrajo
Jatib recitó una sentida elegía en (“Alba”), tal vez por su apariencia clara y cuantiosas riquezas del tesoro real nazarí
la que lamentaba profundamen- nívea que le otorgaba su origen cristiano el mismo día del fallecimiento de su espo-
te su ausencia en nombre del peninsular (rumiyya). De ella sabemos que so, Yusuf I, las cuales se hallaban almace-
reino. El respeto ante su persona era “la más preferida [del emir] por su per- nadas en la habitación del difunto sultán,
fue plasmado en una hermosa sonalidad” y que llegó a engendrarle su sino que no cesó de mover hilos familiares
descripción que el mismo autor primogénito. Sin embargo, relatan los tex- hasta lograr su propósito.
le rindió en la biografía del que tos cómo Ismail se alejó de ella a finales de Muy distinta y positiva sería la parti-
había sido su hijo, el emir Ismail su reinado por causa de un asunto, al pare- cipación de las dos esposas que tomara el
I: “Su madre, nobilísima dama cer delictivo, al que la llevó su coquetería. posterior emir Muhammad IX, más cono-
emparentada con los reyes [por Alwa fallecería después que su esposo y, cido como “el Zurdo” (1419-1427; 1430-1431;
los cuatro costados], fue Fatima, por lo tanto, ya en tiempos del sultán Yü- 1432-1445; y 1447-1453). La primera fue su
hija del Emir de los Creyentes suf I. Muy diferente sería la naturaleza de prima paterna Umm al-Fath (“la Madre
Abu Abd Allah [Muhammad II]. la segunda mujer de este soberano, Bihar de la Victoria”), hija del también sultán
Ella era la flor y nata del reino, o “albihar”, seguramente así denominada Yusuf II. Esta mujer era, a decir de las cró-
la perla central del collar [de por su esbeltez. Era, a decir de las cróni- nicas, pura, bienhechora y limosnera, así
la dinastía], el orgullo [de las cas, “una mujer noble en buenas accio- como la más querida de dicho emir, quien
mujeres] del harén, la ambiciosa nes, castidad y ecuanimidad”, mostrando se apoyaba en su consejo y buen criterio
del honor y el respeto, el vínculo además una hospitalidad sin límites de la para los asuntos de gobierno. Fue tal el
[que aseguraba a los súbditos] que se benefició el célebre viajero tangeri- soporte que este soberano recibió de Umm
la protección [de los reyes] y el no Ibn Battuta (m. 1368). A él consta que al-Fath que quedo desolado a su muerte y
[vivo] recuerdo de la herencia [de envió unas monedas de oro que le fueron sumido de por vida en su recuerdo.
la familia real]. Su vida, [muy] necesarias para cubrir los gastos de la visi- De fuerte personalidad, aunque algo
solicitada del buen consejo, ta que este trotamundos giró a Granada en más áspera, sería la segunda esposa que
como un catálogo de moralejas el año 1351, dada la circunstancia de que su tomara Muhammad IX, mujer conocida
y un epitafio de antepasados hijo, el sultán por aquel entonces, Yusuf I con el poético nombre de Zahr al-Riyad
[ilustres], se ha prolongado se hallaba indispuesto. (“Flor de los Jardines”). Esta fémina, de
hasta que falleció en tiempos de Más oscura y compleja fue la personali- origen liberto, fue igualmente un apoyo
su nieto, el sultán Abu l-Hayyay dad de la segunda concubina de este últi- fundamental para Muhammad IX en su
[Yusuf I] —¡que Dios se apiade de mo emir, la controvertida Rim, una mujer recuperación del trono, para lo que ella
ella!—, con más de noventa años seguramente hermosa dada la acepción misma urdió el plan de asesinar a Ali al-
de edad”. principal de su nombre, “gacela blanca”, Amin, visir del anterior emir, Yusuf III.
metáfora con la que los poetas árabes so- Consta que Zahr al-Riyad participó en per-
Mujeres en sus estancias privadas
del interior de la Torre de las Infantas,
por Edwin Lord Weeks (1881-82).

Otra gran mujer:


Umm al-Fath
QQEl cronista del reino nazarí
Ibn Asim nos ha regalado una
de las más hermosas descripcio-
nes conservadas de una sultana
nazarí. En ella nos hablaba de la
primera esposa de Muhammad IX,
Umm al-Fath, en los siguientes
términos: “Había entre ambos
[cónyuges, Muhammad IX y Umm
AH
al-Fath] más afecto y misericordia
abril
de los que suele poner Dios entre 2014

sona en las relaciones diplomáticas desa- Los últimos pasos y vestigios del reino
dos primos que tienen la genea-
logía entrelazada, pues él tenía
51
rrolladas desde la Alhambra con la Corona nazarí tendrían finalmente un marcado influencia sobre ella y ella, sobre
de Aragón, cruzando correspondencia con sello femenino. Con su conocida frase de él, por su sincera armonía (…) y el
el propio rey Alfonso V el Magnánimo, “no llores como mujer lo que no has sabido empeño de cada uno de ellos en el
quien se dirigía por escrito a ella como la defender como hombre” rubricó la sultana máximo afán en pro del objetivo
“muy alta princesa”. Aisha el camino de su hijo Boabdil al exilio de su compañero (…), lo cual sólo
tras haber perdido Granada. Triste fue, asi- es posible por remontarse ambos
el declive. El ocaso del reino nazarí es- mismo, para el Rey Chico el abandono de a un origen noble y a una ilustre
tuvo, asimismo, marcado por las intrigas Mondújar tras haber enterrado a Umm al- prosapia. Ella era [mujer] de
y desavenencias de varias figuras femeni- Fath o Morayma, su esposa, quien nunca firmes creencias, juicio generoso,
nas, en parte responsables de acelerar el llegó a acompañarlo en su exilio. Aunque muy entrada en razón y enorme-
curso de su final. Este fue, precisamente, tornada en cristiana, Granada quedaría mente distinguida en un grado tal
el tono que caracterizó el conocido force- por siempre en el imaginario árabe como que sólo lo comparten las hijas de
jeo mantenido entre las populares Aisha “la capital del país de al-Andalus”, retrata- los reyes nazaríes. En los capítulos
y Soraya tanto por asegurar el favor de su da como “la novia de sus ciudades”.  de la beneficencia participaba
compartido esposo, Muley Hacén, como el ella por causa de la profusión de
ascenso al trono de sus respectivos hijos, limosnas, el ofrecimiento volun-
Boabdil y Saad. La tradición y la historia
Más información tario de bondadosos obsequios y la
nos han transmitido la gran repercusión aproximación a Dios mediante la
que el antagonismo entre ambas sultanas QQ Arié, Rachel aceptación de buenas obras (…).
tuvo en la política del reino. Encaprichado L’Espagne musulmane au temps des Nasrides [Muhammad IX] —¡Dios lo asis-
de Soraya, una joven cautiva cristiana lle- (1232-1492). De Boccard. París, 1973. ta!— no decidía asunto alguno sin
vada a la Alhambra en calidad de sirvien- QQ Boloix Gallardo, Bárbara ella, ni tampoco le daba de lado en
ta, Muley Hacén no sólo repudió a su pri- Las sultanas de la Alhambra. Las grandes ninguno de los secretos del reino
mera esposa y prima paterna, Aisha, sino desconocidas del Reino Nazarí de Granada (…). Y en esta situación pasaron
que urdió el asesinato de su propio hijo, (siglos XIII-XV). Comares - Patronato los días y se acabaron los años,
Boabdil. Al apoyo y protección de este últi- de la Alhambra y el Generalife. hasta que una noche la muerte lla-
mo se dedicó en cuerpo y alma Aisha, con- Granada, 2013. mó a su puerta y la atrapó la parca,
finada en la mansión de Daralhorra que su QQ Rubiera Mata, Mª Jesús estando ella en la fase más aguda
hijo le había regalado en pleno corazón del “La princesa Fatima bint al-Ahmar, la de la enfermedad (…), a la vez que
Albaicín. Curiosas anécdotas nos ilustran 'María de Molina' de la dinastía naza- el sultán [Muhammad IX] perdió
a esta mujer saliendo a despedir a Boabdil rí”, Medievalismo, 6, 1987, pp. 183-189. en ella el tiempo de reposo y el
a la puerta de la torre de Comares cada vez QQ Viguera Molins, Mª Jesús (coord.) respeto de sí mismo, y también un
que éste partía a una batalla o elaborando El Reino Nazarí de Granada (1232-1492). amante fiel por su inteligencia,
una soga con las tocas y almaizares suyos y Sociedad, Vida y Cultura. Tomo 8/4 de la siendo perfecta la resignación en
de sus sirvientas para descolgarlo de noche Historia de España dir. por R. Menéndez él, y [durando] el continuo recuer-
por la ventana de la misma atalaya y así Pidal. Espasa Calpe. Madrid, 2000. do de ella mañana y tarde".
salvarlo de la ira de Muley Hacén.
La guerra de conquista que supuso el final del último estado islámico en la península Ibérica alteró los patrones
de cautiverio de los siglos bajomedievales. Su extinción dio paso a una época de transición con nuevas formas
de pérdida de libertad y nuevos modos de redención de los cautivos. La financiación de los rescates constituía
la parte más delicada del proceso de liberación de los prisioneros en el norte de África, además de la fuente
básica de información, pues conforma el grueso de la documentación que se refiere a las gestiones proyectadas
para rescatar cautivos.

Cautivo en tierra de moros


El norte de África en tiempo de los Reyes Católicos

Raúl González Arévalo


Universidad de Granada

AH
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2014
52

L
a aparición de una nueva fronte- La costa occidental del reino, el obispado
La pérdida de la
ra marítima tras la conquista del de Málaga, más cercana al beligerante rei-
sultanato nazarí de Granada iba a
libertad se producía no de Fez, sufría más ataques que la orien-
cambiar los rasgos generales del cautive- como consecuencia de tal, la costa granadina y almeriense, más
rio, aunque perfectamente continuadores una incursión de moros próxima a un reino de Tremecén, más pa-
del fenómeno presente a lo largo de la Re- cífico. Así, si de una parte las oscilaciones
conquista, si bien con unas características
norteafricanos contra en el número de cautivos son fiel reflejo de
diferenciales propias de la posición fronte- el reino de Granada la situación de la frontera ­—disminuyendo
riza del territorio y de la presencia de la po- en momentos de mayor control castellano
blación mudéjar, morisca a partir de 1502. de la Berbería de Levante, en torno a 1510—
El proceso repoblador, es decir, la afluen- de otra es lógico que, debido a la situación
cia de nuevos habitantes cristianoviejos de los Reyes Católicos cabe distinguir dos geográfica y la importancia de su puerto,
al nuevo reino conquistado, comenzó an- fases: entre 1487 y 1496, la década posterior la mayoría de los cautivos procedieran de
tes del final del conflicto bélico. Por orden a la conquista de Málaga, se reorganizó el Málaga o de localidades costeras de su obis-
cronológico de conquista la primera zona sistema defensivo, debilitado por la guerra pado, siendo menor el origen externo. El
repoblada fue la occidental, el obispado de granadina. Tuvo lugar la emigración ma- carácter de las fuentes impide hacer una va-
Málaga, convertido en la nueva frontera siva de granadinos al norte de África y se loración absoluta del alcance del fenómeno
terrestre castellana con el reino nazarí de sucedieron los ataques piráticos contra las en la sociedad repobladora granadina, pues
Granada por un breve lustro. En estos mo- costas del antiguo emirato. la documentación se refiere exclusivamen-
mentos el cautiverio cristiano osciló entre La segunda fase tuvo lugar entre 1497 y te a los cautivos rescatados o cuyo rescate se
dos variables: la propia guerra de Granada y 1516: con la ocupación de Melilla se inició tramitaba, aunque no concluyera de mane-
la frontera de allende, la nueva frontera maríti- la presencia española en el norte de África ra feliz. De esta manera, es posible trazar
ma con el Islam que habría de convertirse en y se establecieron las bases de la política los rasgos generales del fenómeno, pero no
la única modalidad una vez completado el futura en el Magreb, siempre condiciona- siempre se puede entrar en detalles.
proceso de conquista en 1492. El estudio de da por las necesidades de la política euro- De manera inversamente proporcional,
los libros de repartimiento del reino, elabo- pea. La rebelión mudéjar de 1500-1501 su- los cautivos del occidente granadino te-
rados entre 1485 y 1497, muestra sin embar- puso un revulsivo que puso de manifiesto nían como destino principal Badis (Vélez
go que el cautiverio apenas afectó al 0’3% de las debilidades del sistema defensivo, que de la Gomera en los documentos castella-
la población asentada, 121 individuos de los se procedió a remodelar. Las brillantes nos), que a imagen de Málaga al otro lado
entre 30.000 y 40.000 que se ha calculado victorias del bienio 1508-1510, con la ocu- de la frontera, desempeñaba un papel cen-
que vinieron a repoblar el territorio. pación de sucesivas plazas en el litoral tralizador en la articulación de los resca-
Para entender la evolución del cautive- africano, no culminaron en un dominio de tes. Por el contrario, la costa oriental sería
rio en este nuevo contexto hay que poner la zona debido al abandono de la política objeto de la atención de la Berbería de Le-
de manifiesto, en primer lugar, su rela- ofensiva, la llegada de las primeras derro- vante, y más concretamente de Argel, foco
ción primordial con la política norteafri- tas y los cambios que se produjeron en los corsario de enorme actividad a partir de la
cana de la Corona. Así, durante el reinado focos corsarios con la llegada de los turcos. llegada de los turcos en 1516.
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53

Óleo de Vicente Carducho pintado en 1634. Museo del Prado.

San Juan de Mata entrega las cartas del Papa al rey de Marruecos en la primera redención de cautivos fechada hacia 1200.
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54 Entre uno y veinte años. La perma- La mayoría de los tes, los cautivos que llevaban la vida más
nencia en cautiverio dependía de múl- dura, debido a que no eran “de rescate” y es-
cautivos procedían de
tiples factores, destacando tanto la dis- taban remando encadenados en las flotas de
ponibilidad de medios personales para Málaga o localidades los piratas norteafricanos. En todo caso, sólo
poder pagar un rescate como el compo- costeras de su podemos lamentar la ausencia de más datos
nente geográfico, pues las posibilidades que permitieran profundizar en el medio en
obispado, siendo menor
de hacerlo efectivo serían mayores cuanto el que se desarrollaba el cautiverio.
más integrada estuviera la localidad de el origen externo
destino en las rutas mercantiles frecuen- El rescate. La dinámica de los rescates
tadas por alfaqueques y mercaderes. En muestra que la Alfaquequería Mayor de
pocas ocasiones es posible conocer la du- Castilla estaba en franca decadencia tras la
ración exacta; por el contrario, lo habi- Por otra parte, el carácter aleatorio e guerra de conquista. Efectivamente, había
tual es tener datos indirectos a partir de impredecible que presidía las correrías de problemas jurisdiccionales derivados de la
los cuales hacer cálculos aproximados. los norteafricanos hacía que el mayor peli- aparición de la nueva frontera marítima,
En gran parte de los casos estudiados las gro se corriera en los caminos de la costa, así como con la Corona, que no confirmó
gestiones para la liberación de los cau- realizando actividades en campo abierto, al sucesor de Fernán Arias de Saavedra (fa-
tivos comenzaban entre uno y dos años desempeñando tareas de vigilancia y, so- llecido en 1496), Juan de Saavedra, hasta
después de la pérdida de libertad, pero no bre todo, en el mar. Efectivamente, las tra- 1508. Este vacío de poder favoreció la pro-
significa que la liberación se consiguiera vesías marítimas podían desembocar en liferación de alfaqueques particulares que
en poco tiempo; de hecho, hubo cautivos un encuentro de desagradables consecuen- respondían a la demanda de iniciativa
retenidos ocho, quince e incluso más de cias, pero destacaban por su peligrosidad y privada. En consecuencia, la redención de
veinte años, aunque es un dato que desco- el alto número de cautivos las actividades cautivos en el litoral del reino de Granada
nocemos para la generalidad de la pobla- pesqueras. Además, cabe recordar la exis- estaba fundamentalmente en manos de
ción cautiva. tencia de rehenes, algunos de los cuales se marinos, aventureros y comerciantes que
La pérdida de la libertad se producía desplazaban expresamente desde la penín- actuaban al margen de la autoridad de los
básicamente como consecuencia de una sula Ibérica a ocupar el lugar de un cautivo alfaqueques reales y de la propia Corona,
incursión de moros norteafricanos en las mientras éste gestionaba su rescate. a la que se enfrentaron con motivo de la
costas del reino de Granada, pues son po- Son muy escasas las referencias que decisión de restaurar las competencias del
cas las noticias que tenemos a partir de tenemos sobre la vida en cautiverio en el alfaqueque mayor y ampliarlas a la nueva
operaciones de carácter bélico en el norte Magreb, aunque todo apunta a que era pe- frontera marítima en 1512.
de África. También las fugas masivas de nosa en general debido, entre otras circuns- Sin embargo, los intentos por contro-
mudéjares o moriscos que deseaban mar- tancias, a los trabajos desempeñados. Hay lar la situación fueron vanos hasta la dé-
char al Magreb sin autorización de la Co- indicios que dejan entrever un trato áspero cada siguiente. Efectivamente, la pérdida
rona tras la conversión general tuvieron y riguroso. Los cautivos eran retenidos en en 1520 del peñón de Vélez de la Gomera,
consecuencias en este sentido, destacan- mazmorras parecidas a las de la Alhambra la principal base desde la que los alfaque-
do la de los moriscos de Ojén en 1509, que en Tetuán y Fez, en condiciones de salubri- ques privados articulaban sus rescates en
se llevaron un número indeterminado de dad malas, como las de la alimentación. Sin el norte de África, tuvo consecuencias in-
cautivos con ellos. embargo, no tenemos noticias sobre galeo- dudables que terminarían por conducir al
Panorámica de Málaga
a comienzos del siglo XVI
recogida en el Civitates Orbis
Terrarum de Braun y Hogenberg
(1572-1617).

Algunas personas
se desplazaban
desde la península a
ocupar el lugar de un
cautivo mientras se
gestionaba su rescate AH
abril
2014

abandono progresivo de este procedimien- El pago. La financiación de los rescates


55
to, a partir de 1530 fundamentalmente. constituía la parte más delicada de la re-
Entre tanto, los abusos cometidos fueron dención de cautivos. Es nuestra fuente
notables, según se desprende del memo- básica de información, pues el grueso de
rial elaborado por el obispo de Oviedo a la documentación se refiere a las gestio-
petición del rey Fernando y que antecede a nes proyectadas para rescatar cautivos.
El corso según
la promulgación del Ordenamiento del Al- Sin embargo, son pocos los datos recopi-
faqueque de 1514. De manera excepcional lados sobre las cantidades desembolsadas
Ibn Jaldún
actuaron como alfaqueques judíos, mudé- efectivamente por un rescate, que hay que QQ“La costumbre de hacer el corso
jares, moriscos y norteafricanos. distinguir de aquéllas entregadas a priori, contra los cristianos se estableció
La iniciativa oficial presentaba, por su susceptibles de ser modificadas e incluso en Bujía hace unos treinta años. Se
parte, una doble vertiente. En primer lu- no abonadas en última instancia, por lo practica de la manera siguiente: una
gar estaba la Alfaquequería Mayor de Cas- que sólo cabe tomarlas como aproximati- sociedad más o menos numerosa de
tilla, seriamente debilitada tras la guerra vas. Entre las variables que influían en el corsarios se organiza, construye un
de Granada. Los intentos por restaurar su precio final se pueden señalar los derechos navío y eligen para fletarlo hombres
autoridad fueron infructuosos por la oposi- cobrados por los alfaqueques, ya fueran de bravura experimentada. Estos
ción enconada de los concejos de la fronte- particulares u oficiales, los derechos que guerreros se lanzan a recorrer las
ra marítima, lo que puso de manifiesto que se llevaban las autoridades norteafricanas costas y las islas habitadas por los
el verdadero problema era de índole econó- y los de las mercancías cuando media- cristianos, llegan de improviso y
mica: el destino de los derechos cobrados ban en un rescate. La disparidad en las arrebatan todo lo que cae en sus ma-
por los rescates. En cualquier caso, la re- cantidades, pese a que la media se sitúa nos; atacan también a los navíos de
percusión de las actividades desarrolladas en torno a los 15.000 maravedíes, lleva a los infieles, se apoderan de ellos con
por los alfaqueques reales fue casi nula. plantear la relatividad de la hipótesis que frecuencia y vuelven con los barcos
De la misma manera, apenas hay no- sugiere que los rescates se concertaban apresados cargados de botín y de pri-
ticias concernientes a las órdenes reden- atendiendo a la calidad y las posibilidades sioneros. De esta manera, Bujía y los
toras, concentradas exclusivamente en la económicas de los cautivos, teoría que se- demás puertos occidentales del reino
labor de la orden de la Trinidad, mientras ría tanto más válida cuanto menor fuera hafsí están llenos de cautivos; las ca-
que las referencias a las actividades de la la cantidad abonada. lles de estas ciudades retiemblan con
orden de la Merced y las órdenes militares En cualquier caso, la liberación de un el ruido de los hierros, sobre todo
son marginales. La ausencia en la docu- cautivo no era un proceso lineal; por el cuando estos desgraciados, cargados
mentación local de información sobre su contrario, podía sufrir diversas alteracio- de cadenas y grilletes, se dirigen a
actividad no debe enmascarar el hecho, sin nes y contratiempos, entre los que des- sus tareas ordinarias. El precio de
embargo, de la mayor presencia que fue- tacan las limitaciones impuestas por los su rescate es tan elevado que les es
ron cobraron los trinitarios, sobre todo en medios de que disponían las familias de imposible entregarlo.
torno a 1530, momento a partir del cual las los cautivos. Efectivamente, la calidad de
actividades redentoras estuvieron concen- los cautivos no puede ser tenida en cuenta Ibn Jaldun (1332-1406). Historia de los
tradas en sus manos, según han puesto de como condicionante principal dado que es beréberes.
relieve estudios sobre épocas posteriores.. un factor que tendía a ser obviado confor-
Rescate de un amplio número de cautivos
en Argel por orden de Carlos III (1768).

Óleo de José Aparicio e Inglada. Museo del Prado.


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Las cautivas me la cifra era más elevada, aunque tam- canje de cautivos cristianos por esclavos
poco hemos hallado una alternativa a este moros no estaba en absoluto extendido en
QQEl estudio del cautiverio en el razonamiento. En sentido inverso, los me- ninguna de sus dos variantes, esto es, a
reino de Granada ha revelado la dios disponibles sí resultaban factores de- cambio de un esclavo cualquiera o de uno
presencia abrumadoramente supe- terminantes en las cantidades facilitadas concreto. Más indicios hay referentes a la
rior de hombres sobre mujeres, que a priori, ya que los contratos suponían en sí relevancia que podía adquirir la caridad
apenas llegaban al 7% del total. Sin mismos un límite que venía definido por cristiana, principalmente a través de las
embargo, este porcentaje no se co- la cantidad suministrada. mandas testamentarias, ya fueran gene-
rresponde con la realidad, más aún La financiación del rescate constituía rales o personalizadas.
si recordamos el carácter aleatorio un problema generalizado, según ponen Efectivamente, como fenómeno que
de las capturas. Para encontrar una de relieve numerosos testimonios. Cuan- afectaba a toda la sociedad, la redención
explicación satisfactoria hay que do no se disponía de liquidez se recurría de cautivos implicaba a todos los grupos
recordar que los datos proceden de al patrimonio propio, aunque la hacienda sociales, e incluso desempeñaba un pa-
las liberaciones que se ponían en de los cautivos con frecuencia corría el pe- pel de representación del estatus, más
marcha, en las que se privilegiaba ligro de ser diezmada en su ausencia. Sin evidente cuanto mayor era la posición so-
al hombre sobre la mujer porque so- embargo, no todos los cautivos podían re- cial, esto es, la Corona y la nobleza, que
bre él recaían las responsabilidades currir a sus bienes, a familiares o amigos; podían financiar grandes expediciones
económicas familiares. Tampoco se en ese caso lo corriente era pedir un prés- imposibles de controlar en su totalidad,
puede olvidar que el rescate de los tamo, opción que conllevaba inevitables por lo que con cierta frecuencia se come-
varones era más bajo que el de las riesgos, pues en caso de no ser devuelto en tían irregularidades. Otra variante de la
cautivas. Pero, sobre todo, hay que el plazo y forma convenidos las consecuen- caridad popular era la limosna obtenida a
valorar la posibilidad de que las mu- cias podían ser muy perjudiciales. través de la mendicidad, actividad no muy
jeres fueran explotadas sexualmen- El rescate de cautivos permitió, asimis- extendida en la documentación, y sujeta
te. En la mentalidad colectiva de la mo, el desarrollo de un tráfico comercial a estrictos controles destinados a prevenir
época queda claro que las mujeres que se habría visto en dificultades e in- el fraude.
eran el máximo instrumento para cluso impedido en otras circunstancias. Naturalmente, siempre estaba la op-
deshonrar al enemigo, y el senti- Entre las mercancías empleadas destacaba ción de la fuga, cuyas probabilidades de
miento de afrenta al honor de la principalmente la seda, protagonista de éxito aumentarían cuanto mayor fuese la
colectividad podría incluso explicar rescates que serían presumiblemente muy cercanía de la localidad de cautiverio a los
conductas de abandono por parte elevados. A mucha distancia le seguían los circuitos tradicionales del comercio y de la
de la sociedad y aun de la familia, paños, aunque en realidad es muy difícil presencia occidental, pues hay que tener
y el silencio de los documentos en conocer qué otros productos se empleaban. en cuenta el entorno hostil y las amenazas
consecuencia. Por el contrario, a pesar de lo que se de represalias. En cualquier caso, la tipolo-
ha venido afirmando habitualmente, el gía de las fuentes impide valorar de mane-
Cronología
QQ1487-1496: en la década posterior
a la conquista de Málaga comenzó a
reorganizarse el sistema defensivo,
debilitado por la guerra granadina.
Tuvo lugar la emigración masiva de
mudéjares granadinos al norte de
África y se sucedieron los ataques
piráticos.

QQ1497-1515: con la ocupación


de Melilla se inició la presencia
castellana en el norte de África y se
establecieron las bases de la política
futura en el Magreb, siempre condi-
cionada por las necesidades de la po-
lítica europea. La rebelión mudéjar
de 1500-1501 puso de manifiesto las
debilidades del sistema defensivo,
AH
que se procedió a remodelar. Las bri-
abril
llantes victorias del bienio 1508- 2014
1510, con la ocupación de sucesivas
plazas en el litoral africano —Orán,
53
Bujía, Trípoli— no culminaron en
El peñón de Vélez de la Gomera según el Civitates Orbis Terrarum.
un dominio de la zona debido al
abandono de la política ofensiva,
ra apropiada la importancia de esta vía de medidas contra la despoblación del territo- la llegada de las primeras derrotas
liberación, al igual que ocurre en el caso de rio, entre las que se incluían disposiciones y los cambios que se produjeron en
los renegados. para proteger las posesiones de los que es- los focos corsarios con la llegada de
El cautiverio tuvo consecuencias in- taban cautivos, de lo que es un buen ejem- los turcos.
dudables en la repoblación malagueña, plo la villa de Mijas.
según muestran los Repartimientos, pues En cualquier caso, la consecuencia más QQ1516-1538: el declive de la influen-
hubo cautivos que ni siquiera llegaron a destacable era el empobrecimiento de los cia española y el auge de las “regen-
tomar posesión de las casas que les habían cautivos que recuperaban su libertad, pues cias” berberiscas son evidentes. La
sido asignadas; también los había que, su patrimonio estaba con frecuencia mer- guerra de corso se generalizó a todo
al retornar, se encontraron desposeídos y mado, hipotecado e incluso desaparecido, el Mediterráneo occidental, siendo
eran reubicados en otra propiedad distin- siendo muy difícil averiguar hasta qué la expresión del enfrentamiento
ta, de menor calidad por lo general pues, punto se trataba de una situación defini- entre cristianos y musulmanes,
ante la incertidumbre del futuro del cauti- tiva. A esta depauperación contribuían imagen de la guerra marítima entre
vo, la ciudad disponía de las propiedades indudablemente los abusos cometidos por la Europa cristiana, encabezada por
asignadas. Ante semejante coyuntura, la los alfaqueques particulares, que cobraban Carlos I, y el Imperio otomano.
mujer tenía dos opciones: intentar sobre- derechos desmesurados. Su enriqueci-
vivir sin el recurso del esposo, o marchar- miento constituía el reverso de la mone-
se de la ciudad. Las necesidades económi- da, pues planteada la redención como un
cas derivadas dificultaban lógicamente negocio, las irregularidades se sucedieron Más información
la subsistencia, lo que empujó a algunas hasta provocar la intervención de la Coro-
mujeres a amancebarse. Otras, para pa- na, que intentó restablecer el orden favo- QQ González Arévalo, Raúl
liar la falta de recursos ponían a sus hijas reciendo la iniciativa oficial, impulso esté- El cautiverio en Málaga a fines de la Edad
a servir y a sus hijos como aprendices de ril como se ha demostrado. Media. CEDMA. Málaga, 2006.
un oficio. A pesar de todo, el proceso re- Así pues, y en conclusión, puede afir- QQ García Arenal, Mercedes y De Bu-
poblador iniciado en Málaga tras la con- marse que la guerra de conquista que su- nes, Miguel Ángel
quista castellana se consolidó con el paso puso el final del último Estado islámico en Los españoles y el norte de África. Siglos XV-
del tiempo y no se vio amenazado por el la península Ibérica alteró los patrones de XVIII.
cautiverio, factor de inestabilidad de inci- los siglos bajomedievales. Su extinción dio Fundación Mapfre. Madrid, 1992.
dencia relativa. paso a una época de transición con nuevas QQ Torreblanca Roldán, Mª Mercedes
Efectivamente, algunas localidades formas de cautiverio, continuadoras de La redención de cautivos en la diócesis de Mála-
costeras sí se vieron afectadas negativa- una parte de la tradición medieval medite- ga durante los tiempos modernos, Monte de
mente, incluso hasta el extremo de dejar rránea a la vez que anunciaban los cambios Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba.
de ser habitadas, como fue el caso de Bez- que definiría su fisionomía ya en la Edad Córdoba, 2008.
miliana. Por este motivo la Corona tomó Moderna. Pero ésa es ya otra historia.
Los nobles seguían el modo de vestir
de los reyes. Retrato de Felipe IV y el enano
Soplillo. Se observa en las calzas
las “cuchilladas” o aberturas a través de
las cuales aparece la tela que lleva debajo.
El cuello está adornado con mediana
lechuguilla de puntas. Este mismo
detalle aparece al final de las mangas.

AH
abril
2014
58

E
l 1 de septiembre de 1610 Juan de
Saavedra, de 30 años de edad, na-
tural de Sevilla, hijo de Juan de
Saavedra, el Galán, y de Leonor Carrillo
Venegas, solicitaba a Gil Ramírez de Are-
llano y a Catalina Gonzáles de Medina,
su mujer, autorización para contraer
matrimonio con su hija de 16 años, Jua-
na Mª Ramírez de Arellano. Un enlace
cuyo ceremonial (incluyendo una prolija
descripción de los vestidos de los novios
y los invitados) fue recogido en una in-
formación redactada por un familiar que
se custodiada en el Archivo General de
Andalucía.
Según Las Partidas, antes de celebrarse
los desposorios propiamente dichos, se
redactaban una serie de contratos o es-
tipulaciones matrimoniales, entre cuyas
Rodrigo de Villandrado. Hacia 1620. Museo del Prado.

escrituras se encontraban la de promesa


de casamiento, otorgada entre los padres
de los futuros consortes y el novio; el
consentimiento u obligación de casar; la
de dote, arras y otras donaciones, todas
ellas suscritas ante notario o escribano
público y demás testigos.
Los futuros contrayentes pertenecían
a familias de la alta nobleza castellana.
El novio, Juan de Saavedra, era caballero
de la orden de Calatrava, alguacil mayor
Los documentos del Archivo General de Andalucía

Una boda
en la nobleza en 1610
Pilar Vilela Gallego
Archivo General de Andalucía

El 30 de octubre de 1610 se celebraron los desposorios entre Juan de Saavedra, de 30 años de


edad, natural de Sevilla, y la joven noble Juana Mª Ramírez de Arellano que contaba con 16
años. Un enlace nobiliar que, una vez fijadas las amonestaciones y capitulaciones, dio lugar
a una ceremonia recogida al detalle —incluyendo una prolija descripción de los vestidos que
llevaban los novios y los invitados— en una relación redactada años después de la celebración del
AH
desposorio por el hijo de los contrayentes que se custodia en el Archivo General de Andalucía. abril
2014
59

del Santo Oficio de la Inquisición de Se- A continuación el padre de la contra- bispo de Toledo, envió los juramentos
villa, gentilhombre de boca de Felipe III, yente, como su padre y administrador, a las iglesias de San Sebastián y Santa
entre otros títulos. Por su parte, el padre aceptaba la petición y se sometía a esa Cruz de Madrid, parroquias respectivas
de la contrayente, Gil Ramírez de Arella- misma promesa y juramento en manos de los contrayentes, para ser publicado
no, era caballero de la orden de Santiago, del conde de Nieva, tratándose todo el en ellas su contenido durante tres días
miembro del Consejo Real y Cámara de acto ante Juan de Santillán, escribano de fiesta, por si alguien conociera algún
Castilla y de la Suprema General Inqui- público, así como otros importantes tes- impedimento de consaguinidad, afini-
sición y Cruzada, presidente del Concejo tigos. A continuación la futura novia dad o espiritual parentesco por el cual
de la Mesta, procurador en Cortes por la consentía o se obligaba al matrimonio. el matrimonio no pudiera ser válido o
ciudad de Burgos, alcalde de la Casa y Di- Efectuado el compromiso se llevaron lícitamente contraído y manifestarlo en
visa Real, entre otros títulos. a cabo las amonestaciones y capitulacio- conciencia.
Juan de Saavedra, por su condición nes o contrato matrimonial. Concluidas las amonestaciones, el 2
de noble tenía obligación de solicitar El 25 de septiembre de 1610 los futuros de octubre de 1610 se firmaba el contrato
del rey su licencia y beneplácito para contrayentes, Juan de Saavedra y Juana o las capitulaciones matrimoniales ante
contraer matrimonio. Concedida ésta, Ramírez de Arellano, solicitaron ante el escribano Juan de Santillán. Entre los
los padres de la novia aceptaron el ma- el vicario general de Madrid, Gutierre múltiples capítulos tratados, Gil Ramí-
trimonio, realizando Juan de Saavedra de Cetina, las amonestaciones o “ca- rez de Arellano, además de instituir ma-
el 1 de septiembre de 1610 la promesa de nónicas moniciones” ordenadas por el yorazgo de todos sus bienes a favor de su
futuro o casamiento, así como el pleitoho- Concilio de Trento para contraer matri- hija, con reserva de usufructo, le concedía
menaje o juramento de matrimonio en monio. Tras jurar su soltería y ausencia 20.000 ducados de dote, en joyas de oro,
manos de Francisco Enríquez de Alman- de impedimento alguno para casarse, el plata, camas, tapicerías, colgaduras, ropa
sa, conde de Nieva, norma establecida vicario, con licencia del cardenal arzo- blanca, vestidos, menaje de casa y dinero,
según su estatus todo ello para ser
social. En el caso vinculados al mayo-
de incumplir su razgo. Además le re-
promesa se obliga- galaba en mano 59.258
En la mano portaba una espada plateada. Sobre la cabeza una
ba a pagar a la no- maravedíes entre
via 10.000 ducados gorra de terciopelo adornada con una cadenilla. Los zapatos, joyas, dinero, ropa,
por el daño ocasio- forrados de terciopelo, estaban adornados con plumas blancas caballos, mercaderías
nado. para la boda, etc. Fue
Retrato de Isabel Clara Eugenia y Magdalena Ruiz.
Obsérvese que lleva el pelo recogido en
un moño rodeado con perlas y un cuello
de mediana “lechuguilla” de encaje de
puntas. La manga es de punta unida en
varios puntos por medio de suntuosas
joyas.

AH
abril
2014
60
Alonso Sánchez Coello. Hacia 1570. Museo del Prado. Madrid
Los criados, vestidos con librea de terciopelo negro con
pasamanos blanco y azul sobre pestañas, jubones azules
y “nacaradas” medias, esperaban las órdenes de su señor

exigencia del licenciado Ramírez de Are- Sujetas al jubón, las calzas blancas, ellas, “trencillas” de oro y piedras precio-
llano el que los novios, una vez desposa- con numerosas cuchilladas que dejaban sas. Las “mangas de punta” o abiertas, se
dos, vivieran con él y su mujer en su casa entrever una tela amarilla con irisacio- unían en varios puntos a través de unas
palacio de Madrid o Villaescusa de Haro, nes blancas, como si de ámbar se trata- piezas a modo de corchetes de metal de
por ser su única hija, ya que Guiomar, su ra. Alrededor de la cintura y sujetando gran riqueza (puntas), dejando entrever
segunda hija, había tomado los hábitos ambas prendas llevaba una pretina o co- las manguillas cuajadas de estrechos pa-
en el convento de Santa Mª de Jesús de Vi- rrea con trencillas de plata. samanos o trencilla de oro sobre puntillas
llaescusa de Haro, recibiendo como dote
4.000 ducados. Por su parte, Juan de Sa-
En la mano portaba una espada platea-
da. Sobre la cabeza una gorra de terciopelo
de plata y rica cinta de diamantes.
Por el cuello le asomaba una mediana
AH
avedra se comprometía al matrimonio con adornada con una cadenilla. Los zapatos, "lechuguilla" de finísimo encaje y gran-
abril
8.000 ducados en concepto de arras, en forrados de terciopelo, estaban adornados des puntas. Este mismo adorno remataba 2014
señal de su compromiso. con plumas blancas y "martinetes".
Una vez engalanado partió en un coche
las mangas de la camisa que asomaban
bajo las mangas de la saya. Desde el hom-
61
La boda. Concluidas todas las diligen- a casa de la novia, en la madrileña colla- bro le caía un “cabestrillo” o cadena de
cias previas al matrimonio, el 30 de octu- ción de santa Cruz en el camino de Atocha, oro salteada de diamantes. Sobre el pecho
bre se celebraron los desposorios. La des- acompañado del marqués de Fuentes, el una lujosa joya. El pelo recogido en el vér-
cripción del desposorio que ofrecemos a duque de Osuna y otros nobles. Eran se- tice de la cabeza por un moño de trenzas y
continuación ha sido extraída de una de- guidos por otros dos coches ocupados por cubierto con un “casquete” de perlas.
tallada información, sin fecha, realiza- personas del más alto estamento social. A las ocho de la tarde los novios se diri-
da años más tarde, a nuestro entender, Todas las estancias de la casa se en- gieron al oratorio de la casa lujosamente
por Juan de Saavedra Ramírez de Arella- contraban engalanadas suntuosamente adornado. La mesa del altar estaba ves-
no, hijo de los contrayentes, encabezada para la ocasión. Los criados, vestidos tida con tela de “tabi” azul con “goteras”
como “Relación del casamiento de don con librea de terciopelo negro con pa- o colgaduras de terciopelo bordado. Allí
Juan de Saavadra, mi padre y señor, con samanos blanco y azul sobre pestañas, les esperaba el licenciado Gutierre de Ce-
mi señora Doña Juan Maria Ramírez de jubones azules y “nacaradas” medias, tina, vicario general de Madrid, quien,
Arellano, mi madre y señora”. esperaban las órdenes de su señor. con licencia particular de Bernardo de
El contrayente Juan de Saavedra, tras En la casa de Gil Ramírez de Arellano Sandoval y Rojas, cardenal arzobispo de
comer con el marqués de Fuentes, se en- se encontraban gran cantidad de invita- Toledo y primado de España, procedió a
galanó para la boda. Eligió para el acon- dos integrantes del Consejo Real, oido- la celebración de la ceremonia. La despo-
tecimiento un lujoso atuendo propio de res, así como un nutrido grupo de nobles sada con excelente disposición dijo el sí
la corte de Felipe III. Encima de la camisa y grandezas de Castilla, acompañados tan alto y resolutiva “como si hablara con
llevaba el jubón de raso blanco con boto- de sus respectivas mujeres, entre las que sordos”. No ocurrió lo mismo con el no-
nes de diamantes. Sobre éste mostraba se encontraban la duquesa de Fría, la de vio, que turbándose un poco se disculpó
un "coleto" a modo de casaca sin mangas Alburquerque, Osuna, condesa de Nieva no haberse hallado “en paso semejante”.
con cuchilladas o aberturas, que dejaban y Villalonso, suntuosamente engala- Finalmente el vicario, no observando
entrever un forro de color anacarado, vivo nadas con trajes negros decorados con impedimento canónico desposó, veló y dio
y resplandeciente. Sobre este, la capa de “pestañas” de colores, y adornadas con las bendiciones nupciales de la iglesia a los
terciopelo liso con nueve guarniciones de gran cantidad de lujosas joyas. El último contrayentes, quedando casados y despo-
raso blanco sobre puntillas y sobre el raso en llegar a casa de la contrayente fue el sados legítimamente según la Ley y bendi-
llevaba bordadas dos cadenetas alrededor rey, que acompañado del duque de Alba ción de la Santa Madre Iglesia, en presen-
de un “lomillo” o puntadas cruzadas, fo- y otros títulos, venía de el Pardo. cia de multitud y nobles testigos. 
rrado en “velo de peso” como la entretela. La duquesa de Osuna entró a buscar a
A la espalda de la capa, la capilla, ador- la novia a sus aposentos. Juana Ramírez
nada como aquella. Por el cuello de estas de Arellano, vestía una saya blanca de Más información
prendas sobresalía la “lechuguilla”, de “tabi” o tafetán grueso prensado, cuyas
pequeño tamaño, adornada con puntas labores sobresalían haciendo aguas y on- QQ Saavedra. Legajo 3772.38
de Flandes, motivo usado asimismo en das, guarnecida con “pestañas” o ribetes Gómara y Saavedra. Legajos 3772,
las mangas de la camisa. de raso sobre puntillas de plata, y sobre 3774, 5917 y 5924.
La jerarquía de la Iglesia española, a lo largo de la Guerra Civil, mantuvo una posición favorable a los militares
sublevados. En ello jugó un papel clave el cardenal Isidro Gomá, Primado de España, por su condición de
arzobispo de Toledo. Entre quienes se opusieron a esa actitud se encontraba el canónigo de la catedral de
Córdoba José Manuel Gallegos Rocafull, gaditano de origen, que manifestó sus discrepancias con la Pastoral
de los obispos españoles en 1937, lo cual le acarrearía graves consecuencias.

Un canónigo andaluz
frente al cardenal Gomá
Gallegos Rocafull y su labor de propaganda a favor de la República

José Luis Casas Sánchez


AH I.e.s. MARQUÉS DE COMARES. LUCENA

abril
2014
62

E
l día 21 de agosto de 1895, a los seis “Os lo diré de una do de Priego, si bien se trató de algo breve,
meses de iniciada la guerra de Cuba, pues la nueva corporación fue designada en
vez por todas: he
nació en Cádiz José Manuel Gallegos abril de 1925. Otra experiencia política im-
Rocafull. A la muerte de su padre, capitán elegido al pueblo”, portante, poco fructífera pero sin duda in-
de navío, su madre contrajo de nuevo ma- aseguró Gallegos tensa, fue su participación en la campaña
trimonio y se desplazaron a vivir a Marche- electoral de junio de 1931, cuando concurrió
rocafull en Bruselas
na, localidad natal de su abuela materna. en la candidatura de Acción Nacional, jun-
Su infancia en esa localidad sevillana de- en otoño de 1936 to a José Medina Togores, redactor del dia-
jaría grabada en su memoria la imagen de rio católico El Debate. En la provincia de Cór-
los campesinos cuando volvían de su tra- doba se produjo un triunfo aplastante de los
bajo al atardecer, como recogería más ade- socialistas, y Gallegos, con 15.769 votos, se
lante en algunos de sus artículos. Realizó quedó muy lejos del mínimo exigido para
los estudios de bachillerato, con brillantes vidad como conferenciante lo condujo a obtener el escaño. Tras el revés electoral,
calificaciones, en el instituto San Isidoro numerosas visitas propagandísticas por volvió a su labor de apostolado social. En
de Sevilla, y a su finalización, en 1911, soli- buena parte de la provincia. La prensa pro- 1933 participó en la séptima Semana Social
citó el ingreso en el seminario de la misma vincial se ocupó de ellas, y casi siempre con una ponencia sobre La organización obrera,
ciudad, pero ese mismo curso trasladó su los distintos corresponsales destacaban su donde entre otras cosas defendió la necesi-
matrícula al de Madrid. En 1918 obtuvo el gran capacidad oratoria. También fue el dad de una imprescindible formación de los
presbiterado en la diócesis de Madrid y en encargado de desarrollar la idea del obispo propagandistas.
1920 alcanzó el grado de Licenciado en Teo- de llevar a cabo la construcción de casas En 1935 defendió su tesis doctoral en
logía en Toledo y más tarde el de doctor en baratas que remediaran el grave problema Filosofía ante un tribunal compuesto por
la misma disciplina en Sevilla. Asimismo, social que tenían planteado las familias José Ortega y Gasset, Severino Aznar, Juan
en 1918 logró el título de Licenciado en Filo- pobres. En 1923 se inauguraron tres barria- Zaragüeta, Javier Zubiri y José Gaos, con el
sofía en la Universidad de Madrid. das, en total se construyeron 99 viviendas tema: El orden social según la doctrina de Santo
En 1920 obtuvo, mediante oposición, bajo el amparo de una cooperativa, La So- Tomás de Aquino, cuyo texto sería publicado
una plaza de canónigo en la catedral de lariega, cuyo patronato estaba presidido ese mismo año. Unos meses después, so-
Córdoba. Tomó posesión en enero de 1921, por Gallegos Rocafull. licitaba licencia ante el cabildo para tras-
y un año después optaba a la vacante de De aquellos años consta también su pri- ladarse a Madrid con el fin de colaborar en
la canonjía lectoral, cargo que obtuvo por mera experiencia en el mundo de la políti- la cátedra de Encíclicas Sociales de la Junta
unanimidad del tribunal. Su labor en los ca. Se produjo en el inicio de la dictadura de Acción Católica, y además porque iba
años 20, por encargo del obispo Pérez Mu- de Primo de Rivera, cuando se constituyó a iniciar su actividad como profesor ayu-
ñoz, se centró en su actividad como consi- en enero de 1924 una gestora que sustituía a dante de clases prácticas de filosofía en la
liario de la casa social católica, vinculada la depuesta diputación provincial. Gallegos Universidad de Madrid. Había finalizado
a los sindicatos católicos, aunque su acti- fue nombrado en representación del parti- su etapa cordobesa.
Gallegos Rocafull se opuso a la comunión
entre la cruz y la espada. En la imagen,
Franco bajo palio sale de la catedral de
Sevilla en abril de 1939.
© ICAS-SAHP. Fototeca Municipal de Sevilla. Archivo Serrano.

AH
abril
2014
63

Ante la guerra. En julio de 1936, cuan- gía otra misiva en la que le sugería
do tuvo lugar el golpe de Estado contra la que “es hora de irle a la mano al Sr.
República, Gallegos se hallaba en Madrid. Gallegos desautorizándole por
Su primera reacción fue la de mantenerse los medios que a usted se le su-
escondido, pero pronto intentaría reanu- gieran”, y le pedía que tomara
dar su labor sacerdotal, cosa que resultó cartas en el asunto “porque
harto difícil. Entró en contacto con el pa- en mi viaje al extranjero he
dre Leocadio Lobo y con el capellán Enrique podido percatarme de que se
Monter, y juntos decidieron dar a conocer está haciendo una labor de-
su posición en un breve folleto titulado Pa- plorabilísima contra el Mo-
labras cristianas (12 de octubre de 1936), que vimiento y contra España”.
seguía unos planteamientos muy diferen- Mientras tanto, ya a
tes a los que ya había decidido buena parte comienzos de 1937, Galle-
de la jerarquía eclesiástica. gos se había trasladado a
Poco después, el ministro Álvarez del París, donde recibiría una
Vayo, les pidió, a él y a Lobo, que acudie- carta del obispo auxiliar de
ran a Bruselas para asistir a un congreso de dicha capital con el ruego
católicos antifascistas, en un país donde el de que acudiera a verlo. Fue
embajador era otro católico, Ángel Osso- la persona encargada de ha-
rio. El congreso se suspendió, pero fueron cerle llegar las indicaciones
invitados a pronunciar unas conferencias de su obispo para retirarle las
en la Casa de España. Allí, Gallegos se ma- licencias ministeriales y se le
nifestará de manera clara con respecto al comunicaba la suspensión. Gomá
conflicto bélico: “os lo diré de una vez por hizo saber al representante de los
todas, abierta y sinceramente: he elegido sublevados en el Vaticano que el
al pueblo. No digo exactamente al proleta- obispo de Córdoba “ya tiene a
riado, aunque reconozco que él constituye ese desgraciado suspendido a
el más grande y sin duda uno de los más
importantes sectores del pueblo; digo,
simplemente el pueblo”. Dibujo de Gallegos Rocafull realizado
La información sobre aquella interven- por Francisco Rivero Gil y publicado
ción en Bruselas llegó hasta el cardenal en el nº 10 de la revista Las Españas
Isidro Gomá, quien la transmitió al obispo (México) el 29 de septiembre de 1948.
de Córdoba, y unos meses después le diri-
“Andalucía se me
presenta como
algo muy serio”
QQ"¿Cómo se nos aparece ahora
la tierra y el pueblo de nuestras
raíces, en nuestro caso Andalucía?
Somos aquí mayoría los andaluces
y no quiero, ni pretendo más que
contrastar o conferir mi visión con
la de ellos. Pero hasta a distancia y
en este estado de ánimo, Andalu-
cía se me presenta como algo muy
serio. En estas honduras, cuando
se la lleva como una espina clavada
en el corazón, resulta intolera-

AH ble la Andalucía de panderetas y


castañuelas, de flores y de colmao,
abril de panderetas y procesiones, de
2014 manzanilla y chascarrillos. Toda

64 esa alegría ruidosa, dicharachera,


folclórica, no es más que la máscara
con que el andaluz encubre pudo-
rosamente sus auténticos senti-
mientos. Siempre he creído que el
fino humorismo andaluz, se rebela
ante todo con eso de dejar y hasta
procurar que los otros crean que es Réplica de Gallegos Rocafull a La Carta colectiva de los obispos facciosos.
un tipo alegre cuando por dentro
espanta de serio. Su pronunciación
arbitraria, que quita y pone letras divinis para que sepa a qué atenerse”. En el todo el mundo. Publicado por Ediciones
a su capricho suele caer en gracia mes de agosto, el cardenal denunciaba, en Españolas verá la luz el folleto titulado: La
a los demás y él deja que los otros una entrevista en la prensa, la campaña Carta colectiva de los obispos facciosos. Réplica, y
piensen como quieran […] Vive contra Franco de algunos católicos, como de la cual aparecerían tanto una edición
como va a los toros, no a divertirse, Gallegos, en varios países europeos. El ca- en francés como otra en inglés. En ella se
como el desgraciado del cuento, nónigo no se mantuvo en silencio, pues rebatían los argumentos presentados por
sino a concentrarse en su lucha". le escribió una carta en la que le corregía los obispos, al tiempo que se criticaba su
algunas de sus palabras y concluía: “Como actitud ante el conflicto y su toma de po-
Gallegos Rocafull: Andalucía desde el he creído que mi deber era no predicar la sición a favor de los sublevados, con pre-
destierro. Conferencia en la Casa de Andalu- guerra, sino estar con los pobres y con los guntas como: “¿A los extraviados hay que
cía de México (1958). humildes acompañándoles en su dolor y convencerlos o exterminarlos? ¿Son los
en su miseria, estoy suspendido y V.E. me obispos representantes de Cristo o los pro-
pone en la picota”. pagandistas de Franco?”. En esta toma de
Desde Francia, Gallegos optó por man- posición tan definida, encontró apoyo en
tener una posición activa de colaboración personalidades relevantes como Vidal y
con el gobierno republicano. Aceptó for- Barraquer, además de establecer contactos
mar parte de los Archivos Españoles, de- con diferentes sectores del mundo católico
pendiente de la embajada, donde se cons- en Francia, como por ejemplo Maritain.
tituyó una oficina dedicada a la cuestión También mantuvo relaciones con intelec-
religiosa, que lo tuvo a él como responsa- tuales como Marcel Bataillon y colaboró
ble y de su mano salieron varios folletos y con un comité para la paz creado por otro
libros sobre el aspecto religioso de la gue- católico español, Alfredo Mendizábal.
Su suspensión era rra, entre los cuales destacaría el titulado A la altura de 1939, se dirigió al obispo
perpetua dada su La Religion dans l’Espagne de Franco. de Córdoba por carta y le preguntaba si no
“defensa de la Pero sobre todo será protagonista de terminaría nunca su suspensión, pero no
una respuesta contundente a la carta co- obtuvo respuesta sino del vicario, quien le
revolución roja lectiva del episcopado español de 1937, indicó que la suspensión era perpetua dada
marxista condenada promovida por Gomá a sugerencia de Fran- la actividad que había desarrollado “de pa-
por el Papa” co para captar el apoyo de los católicos de labra, por escrito y de obra a favor y en de-
“¿Es que no se han
enterado de las
matanzas?”
QQ"¿Es que por muchos que sean
los crímenes de los “rojos” pueden
quedar justificados los crímenes de
los “blancos”? Y ¿por qué a los de
éstos se les buscan tantas atenuan-
tes, mientras que a los rojos se les
llama fieras sin entrañas? Y ¿cómo
conocen tan bien los crímenes que
se han cometido en la zona guber-
namental cuando ignoran los de su
propia zona? ¿Es que no se han en-
terado de las matanzas de Badajoz
y Málaga, de los fusilamientos de
Sevilla y Valladolid, de la destruc-
AH
ción de Durango y Guernica? ¿Por
abril
qué no visitan las cárceles y hacen 2014
Ediciones en francés e inglés
una encuesta entre los detenidos?
¿Es que pueden en conciencia
65
de la Réplica de Gallegos Rocafull.
afirmar que no ha habido millares
y millares de fusilamientos sin pro-
ceso de ninguna clase? Y ¿cómo su
conciencia no se revuelve indigna-
da ante el hecho, que ellos mismos
reconocen, de que “por error” se
mate a hombres inocentes? […] ¿No
les dice nada el pánico con que la
fensa de la revolución roja marxista conde- En cuanto a su condición de exiliado po- población civil huye de los pueblos
nada por el Papa y el episcopado español”. lítico, la vivió como otros muchos y desde antes de que lleguen los moros y los
luego de una manera fructífera desde el legionarios? Y ¿no saben tampoco
Exilio mexicano. Su última actividad punto de vista intelectual. A través de la nada de los procedimientos —que
en Francia la realizó en el Centro Cervan- Junta de Cultura, trabajará en la editorial el mismo Queipo de Llano ha
tes de París, donde se constituyó la Junta Séneca, donde se publicarán algunas de sus proclamado en la radio de Sevi-
de Cultura Española, un organismo que se- obras, y donde será el editor de unas Obras lla— con que imponen el orden en la
ría presidido por José Bergamín y en cuya Completas de San Juan de la Cruz. Colaboró retaguardia?".
junta directiva se integraría. En su condi- en revistas como España peregrina, El Hijo Pró-
ción de miembro de la citada junta, junto digo, Las Españas y Letras de México, además de Gallegos Rocafull: La Carta colectiva de
a Eugenio Imaz, saldrá hacia el exilio con participar en actividades de difusión cultu- los obispos facciosos. Réplica (1937)
destino a México, país al que llegará en au- ral junto a otros exiliados y de colaborar en
tobús desde Nueva York. la prensa o en publicaciones como el Boletín
Para Gallegos, no poder ejercer sus de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
labores sacerdotales ya era una forma de También desarrolló una importante la-
Más información
exilio, aunque de este saldría en 1950, bor docente, tanto en la Universidad Ibe-
cuando se le permitió ejercer en México roamericana como en la UNAM, al tiempo QQ Casas Sánchez, José Luis
D. F., si bien el hecho coincide con el mo- que publicó una importante obra en diferen- Por lealtad a la República. Historia del canónigo
mento en que presentó su renuncia como tes ámbitos: el filosófico, el teológico y el de Gallegos Rocafull. Edit. Base. Barcelona,
canónigo lectoral de Córdoba. Desarrolló la filosofía de la historia. Entre otras obras, 2013.
su actividad en la parroquia de la Coro- cabe citar una de especial consideración hoy QQ Gallegos Rocafull, José Manuel
nación B.M.V. de Guadalupe, donde sus día en México: El pensamiento mexicano en los si- La pequeña grey. Testimonio religioso sobre la
homilías fueron seguidas con entusias- glos XVI y XVII (1951). Murió el 12 de junio de guerra civil española. Península. Barcelo-
mo, tal y como en una ocasión lo descri- 1963 cuando se hallaba en la Universidad de na, 2007.
bió Altolaguirre: “El templo estaba lleno Guadalajara impartiendo una conferencia QQ Porciello, Michelle
de gente y él estaba predicando la caridad sobre filosofía medieval. Dos días después, Sacerdote, republicano, esiliato: vita, filosofia
como medio de alcanzar la dicha de ver al- en presencia de autoridades académicas y e politica in José Manuel Gallegos Rocafull.
gún día a Dios cara a cara. Me sentí como religiosas, sus restos fueron inhumados en Academia del Hispanismo. Vigo, 2011.
convertido a la religión”. el Panteón Español de México D.F. 
a g e n d a

A un lado y otro de la Verja

E
n 2013 se cumplieron tres siglos de
la firma del Tratado de Utrecht por
el cual Gibraltar fue declarado pose-
sión británica. A pesar de los intentos por
recuperarlo, el Peñón continúa estando
hoy bajo el manto de armiño de la Corona
Británica. Con apenas cuatro kilómetros
de largo, una superficie de 584 hectáreas y
una población de poco más de 30.000 ha-
bitantes, Gibraltar es, hoy como ayer, un
melting pot en la que conviven distintas na-

AH cionalidades, culturas y religiones, otor-


gando a sus habitantes, los yanitos, una
abril condición mestiza ante la vida que nuclea
2014 su identidad colectiva.

66 El periodista y escritor Juan José Téllez


(Algeciras, 1958), uno de los mejores cono-
cedores del singular universo de Gibraltar
Evacuación de los civiles de Gibraltar durante la II Guerra Mundial.
y de su entorno, viaja al corazón de la Roca
en este ensayo, a caballo entre el reporte-
rismo, la historia, la sociología y la lite- obrero ni de los marginados que habitan Autor de numerosos libros de poemas
ratura, editado por la Fundación Centro el Peñón. y relatos, desde la apertura de la Verja en
de Estudios Andaluces que ya va por su En diferentes capítulos, Téllez desgra- 1982 Téllez ha cubierto como reportero
segunda edición. Más allá de los grandes na cómo se vivió el cierre de comunica- gran parte de los sucesos, conflictos y en-
hechos de la historia, Yanitos, viaje al corazón ciones con Gibraltar entre 1969 y 1982, la cuentros que han jalonado la vida de los
de Gibraltar bucea en la vida de los campo- lucha sindical por la paridad de salarios habitantes del campo de Gibraltar. Juan
gibraltareños desde Utrecht hasta el pre- dentro del Peñón, la industrialización y José Téllez ha escrito esta obra consciente
sente deteniéndose en episodios como las expansión portuaria de la Bahía de Alge- de que “a los gibraltareños se les entiende
distintas formas de contrabando y ban- ciras, los fraudes del Plan de Desarrollo, pero no se les comprende”. La lectura de
dolerismo en los siglos XVIII, XIX y XX, la el boom demográfico, el complejo turístico este ensayo permite, como mínimo, acer-
acogida de los refugiados de los dos bandos de Sotogrande, el retorno de los sefarditas, carse a su realidad compleja, multicultu-
en la Guerra Civil, la evacuación masiva el hacinamiento de los inmigrantes ma- ral que conjuga el espíritu de la City con la
de la población durante la Segunda Guerra rroquíes o episodios tenebrosos como los identidad cultural y social de Andalucía. 
Mundial (en la imagen), los complicados días inmediatos al inicio de la Guerra Civil
años vividos durante las más de dos déca- española, el asesinato de varios activistas
das que la Verja permaneció cerrada (de del IRA en el Peñón o el frustrado atentado
1969 a 1982) partiendo en dos a numerosas contra la Royal Navy por parte de un co-
familias y las desavenencias políticas vi- mando argentino durante la guerra de las
vidas en democracia. Este libro, asegura Malvinas.
su autor, está escrito “para aquellos que A lo largo de sus páginas, asistimos a
sufren la historia y no para quienes la ha- peripecias reales de corsarios, contraban-
cen”, es decir, para los habitantes de uno distas y espías como el ruso Harold “Kim”
y otro lado de la Verja cuya vida cotidiana Philby, el inglés Desmond Bristow o Wil-
“se ha visto secuestrada por intereses de helm Canaris, jefe de la Abwehr —servi-
Estado durante tres siglos”. cio secreto alemán durante el ascenso
Desde Tariq al actual ministro prin- al poder de Adolf Hitler—. Pero también
cipal de Gibraltar Fabián Picardo, perso- tienen espacio los conflictos y relaciones
nalidades políticas, pero sobre todo lite- diarias entre los habitantes de un lado
rarias, artísticas y musicales —Mozart, y otro de la Verja, o las curiosas anécdo-
James Joyce, Paul Bowles, Richard Ford tas protagonizadas por los macacos de
John Lennon, Errol Flyn, Magda Belloti, Gibraltar, también llamados monos de
Ian Fleming, John Le Carré o Trino Cruz— Berbería, los últimos primates salvajes Téllez, Juan José
dejan su impronta en las páginas de este que viven más o menos libremente por el Yanitos, viaje al corazón de Gibraltar (1713-2013)
Centro de Estudios Andaluces. Sevilla, 2013.
libro que tampoco se olvida del Gibraltar continente europeo. 587 págs. 20 €
a g e n d a

El crimen de la carretera
Málaga-Almería y Norman Bethune

N
orman Bethune es una de esas El Centro Andaluz de la Fotografía, de-
personas que hizo de la ayuda a pendiente de la Consejería de Educación
las víctimas y los desfavorecidos y Cultura de la Junta de Andalucía, ha re-
el motor de su vida. Considerado un genio cuperado esta épica historia en la exposi-
de la medicina en su Canadá natal, un hé- ción Norman Bethune, El crimen de la carretera de
roe venerado y admirado en China donde Málaga-Almería (febrero, 1937), de la mano de
falleció, en Andalucía, donde llevó a cabo Jesús Majada, quien ha realizado una in-
una de las acciones más valientes y gene- tensa labor de investigación durante años
rosas de la Guerra Civil, es, sin embargo, para recopilar los testimonios de las vícti-
casi un desconocido. mas y las imágenes. “Durante tres días sin
Nacido en 1890 en Gravenhurts, On- descanso él y sus ayudantes Hazen Size y
tario (Canadá), Norman Bethune estudió
Medicina y se especializó en la lucha anti-
Thomas Worsley hacen repetidas incur-
siones en la carretera para transportar a
AH
tuberculosa. Militante antifascista, defen- niños y ancianos. Los horrores de estos he-
abril
sor de la sanidad pública y de los derechos chos (la muerte, el hambre, el cansancio, 2014
humanos, propuso al gobierno de Canadá
la implantación de una Seguridad Social
el miedo, la angustia y la desesperación
de los malagueños) quedaron reflejados
67
que alcanzara a todas las personas. Creó en el inquietante relato que escribió el Dr.
una clínica de atención gratuita para ne- Bethune y en las tremendas veintiséis fo-
cesitados y fundó una escuela de arte para tografías de su colaborador Hazen Sise”,
niños pobres. Bethune no dudó en abando- recuerda Majada.
nar su puesto prestigioso en un hospital de ción como de los barcos— Bethune decidió Tras haberse expuesto en otras ciuda-
Montreal para venir a España en noviem- desmontar los utensilios médicos de la des andaluzas y viajado a Canadá y Mé-
bre de 1936, creando el Servicio Canadiense ambulancia del Servicio de Transfusiones y xico, esta exposición puede verse en el
de Transfusión de Sangre y ayudando con utilizar el vehículo para trasladar a los más Parlamento de Andalucía (c\ San Juan de
su unidad móvil en varios frentes como necesitados, especialmente niños. Ribera, Sevilla) hasta el 18 de mayo. La
miembro del Socorro Rojo internacional. Cientos de personas fueron salvadas en muestra, compuesta por 56 imágenes en
En febrero de 1937, ante las noticias del su ambulancia. Además, Bethune fue el blanco y negro de alto valor histórico y
gran éxodo de la población civil que estaba primero en publicar los testimonios sobre documental, se expondrá en China pre-
abandonando Málaga por la única vía libre, la tragedia de la Carretera en un folleto en visiblemente en el segundo semestre de
la carretera de Almería, Norman Bethune, inglés: The crime on the Road Málaga-Almería: 2014. La exposición está acompañada por
que ya se encontraba en España, se dirigió narrative with graphic documents revealing facist una publicación trilingüe (español, inglés
a Almería para socorrer a los refugiados que cruelty, que pretendía dar a conocer la que y francés) que contiene, junto a la imáge-
llegaban hasta allí. Cuando comprobó la di- se consideró hasta entonces “la más gran- nes, las narraciones del propio Bethune y
mensión de la tragedia —la matanza fue te- de y terrible evacuación de una ciudad en de cómo vivió el horror que sufrieron los
rrible, ya que en el recorrido por esta vía la los tiempos actuales” y en el que aparecían civiles malagueños. 
población civil, compuesta en gran medida las únicas imágenes conservadas de la tra-
Más información:
por mujeres, ancianos y niños, quedó ex- gedia que fueron tomadas por su ayudante http://www.centroandaluzdelafotografia.es/
puesta a los bombardeos, tanto de la avia- en la ambulancia Hazen Size.
© Norman Bethune. La huella solidaria.
a g e n d a

La represión absolutista y el exilio

A
partir de su regreso a España en contra la política del resto de las monar-
1814, la conducta de Fernando quías de la Restauración, al tiempo que
VII, el “Deseado”, fue la de un procuraron sustentar su ideario político
monarca que no está dispuesto a com- mediante el ejercicio de la literatura y la
partir su poder ni a ceder un ápice de su participación en proyectos educativos.
soberanía. El decreto de Valencia de 4 Con el objetivo de analizar, desde un
de mayo, además de ofrecer una visión punto de vista interdisciplinar, el proce-
negativa de las actividades de las Cor- so emprendido tras el regreso del monar-
tes, incluida la Constitución de 1812, y ca para eliminar todo rastro del edificio
anular la totalidad de la obra de los di- doceañista, la persecución, la censura y
putados, no fue más que el comienzo de el exilio, la Universidad de Cádiz organi-
un largo proceso de deconstrucción del za el I Congreso Liberal: La Represión Absolutista
programa de las Cortes de Cádiz. Así, y el exilio entre los días 6 y 8 de mayo.
las propias Cortes fueron disueltas el 10 El congreso, coordinado por los profe-
de mayo, Fernando VII creó la Comisión sores de la Universidad de Cádiz Marieta

AH de Causas de Estado para depurar a los


liberales, emprendiendo un camino de
Cantos Casenave y Alberto Ramos Santa-
na, se articula en torno a cinco grandes
abril regreso al Antiguo Régimen que propo- temáticas: la construcción del Estado Ab-
2014 ne la reimplantación de los privilegios soluto a partir de 1814; el exilio interior: el

68 fiscales estamentales, la restauración de


la Mesta y los gremios, así como la devo-
estigma de los afrancesados; el exilio euro-
peo y el exilio americano; la política inter-
lución de los bienes desamortizados, lo nacional y la restauración del Absolutismo
que, en medio de una coyuntura econó- en el contexto europeo y la desintegración
mica en la que América deja de enviar las de la Monarquía hispánica y la construc-
acostumbradas remesas de plata, provo- ción de las naciones americanas. 
cará la bancarrota.
Más información e inscripciones:
Los exilados tratarán de luchar con- https://celama.uca.es/2013cc/congresos/con-
tra el gobierno fernandino tanto como gresoliberal

El espíritu de la Ilustración Abu Simbel


La Fundación de Municipios jer o gastronomía de la época.
Pablo de Olavide ha convoca- El plazo de presentación de
do el IX Premio de Ensayo las obras, que podrán res-
Pablo de Olavide: El Es- ponder al formato de artí-
píritu de la Ilustración, culo o libro, finalizará el
un certamen dirigido próximo día 30 de abril
a autores con obras in- de 2014. El Pabellón de la Navegación, ubicado en
éditas sobre la época de La Fundación de Sevilla, acoge hasta el próximo 4 de mayo
Pablo de Olavide y el es- Municipios Pablo de la exposición Templo de Abu Simbel, El tesoro de
píritu de la Ilustración, Olavide es una funda- los faraones, una muestra en la que se exhi-
incluida su proyección a ción universitaria, de be una reproducción a escala reducida del
los tiempos actuales. Las índole cultural y social, famoso templo construido por orden de
obras que concurran al cer- que se constituye en 2001 y Ramsés II en el año 1284 a.C.
tamen podrán presentarse en que aglutina a los pueblos que La muestra está organizada por el artesa-
español, inglés, francés, alemán fueron fundados por el ilustrado no egipcio Hany Mostafa, que fue el creador
e italiano. peruano don Pablo de Olavide y Jáuregui. de esta recreación del templo, y consta de
Se concederá un único premio de 6.000 Su principal finalidad es el fomento y la tres salas: una fachada con cuatro estatuas
euros a la obra que por unanimidad o, en promoción de la investigación y las activi- que representan a Ramsés II, dos cámaras
su defecto, por mayoría de votos, seleccio- dades académicas universitarias, favore- que recrean las del templo original y el San-
ne el jurado. En concreto, las obras podrán ciendo y canalizando para ello las relacio- tuario. El realismo del templo se consigue
versar sobre arquitectura, economía, mú- nes entre la Universidad Pablo de Olavide por la recreación detallada de sus pinturas
sica, tecnología, pensamiento, historia, y su entorno socioeconómico.  y la dimensión de su arquitectura. 
cultura, ingeniería y comunicaciones, es-
Más información: Más información
tudios medioambientales, política, litera- http://www.fundaciones.upo.es/web/fundacion- http://www.pabellondelanavegacion.es/
tura, pintura, lingüística, papel de la mu- municipios/premio-de-ensayo-pablo-de-olavide
age n da

Pirámide de dignidad y memoria

E
l pasado enero se inauguró en Má- la Catedral— ayuden a la reflexión y man-
laga un mausoleo en el antiguo tenga el ejemplo de lo que nunca más debe
cementerio de San Rafael en home- repetirse en nuestro país”, escribe sobre el
naje a los fusilados en las tapias del cam- monumento el profesor de Historia Con-
posanto durante la Guerra Civil y la repre- temporánea de la Universidad de Málaga,
sión franquista. Sobre el monumento, con Fernando Arcas.
forma de pirámide de mármol blanco, han En el acto de inauguración del mauso-
sido grabados los nombres de las 4.571 per- leo estuvieron presentes muchos familia-
sonas que, según pruebas documentales, res (hermanos, hijos, nietos y biznietos)
fueron asesinadas en ese lugar desde mar- de los fusilados, agrupados en la Asocia-
zo de 1937 hasta 1957. La pirámide es la par- ción Contra el Silencio y el Olvido y por la
te visible del monumento que alberga en Recuperación de la Memoria Histórica de

Universidad de Málaga
su interior los restos de las 2.840 personas Málaga y representantes de todas las ins-
que pudieron ser rescatadas de las fosas tituciones que han colaborado en esta ac-
abiertas en el cementerio de San Rafael. ción, única en España por las dimensiones
“Este nuevo y sobrio mausoleo añade
un lugar para el recuerdo de la tragedia.
de la exhumación y por la implicación de
instituciones de distinto signo político.
AH
En vez de situarlo —como el monumento a Los trabajos de exhumación han sido Antonio Muñoz, hijo de uno de los fusilados,
abril
Torrijos y sus compañeros— en el corazón dirigidos por el decano de la Facultad de lee un texto de homenaje ante la pirámide
2014
de la ciudad, está en el lugar del sacrificio,
en el de las fosas comunes de los ejecuta-
Filosofía y Letras de la Universidad de Má-
laga, Sebastián Fernández, y ejecutados
de San Rafael.
69
dos cuyos restos han tardado en recibir por un equipo de profesionales y volunta-
sepultura digna 77 años. Ojalá que este rios coordinados por el arqueólogo Andrés
monumento —y el de las otras víctimas de Fernández. 
t i e m p o p r e s e n t e

Clive Griffin
“Pese a la prohibición, los libros de
caballerías llegaron a América”

AH Alicia Almárcegui Elduayen


abril Centro de Estudios Andaluces
2014
70 Profesor de Literatura
Latinoamericana en la
Universidad de Oxford ya
retirado y fellow emérito del
Trinity College, Clive Griffin
combina su pasión por los
escritores hispanoamericanos
contemporáneos con el estudio
de la imprenta y los impresores
en las dos orillas durante el siglo
XVI. El puente que le condujo a
centrar su objeto de estudio en
dos campos a priori tan alejados
fue el deseo de comprobar la
validez de la afirmación de Mario
Vargas Llosa de que la histórica
pobreza del género de la novela
en Latinoamérica era debida, en
gran medida, a la prohibición
de exportar libros de caballerías
al Nuevo Mundo dictada por la
Corona. Autor de libros como
Los Cromberger: la historia de una
imprenta del siglo XVI en Sevilla y Méjico
(1991) y Oficiales de imprenta, herejía
e inquisición en la España del siglo
XVI (2009), también ha publicado
estudios sobre la obra de, entre
otros autores, Jorge Luis Borges,
Pablo Neruda, Gabriel García
Márquez, Mario Vargas Llosa y
el mexicano Mariano Azuela.
t i e m p o p r e s e n t e

“Irving A. Leonard escribió un libro clásico sobre el comercio de


libros, pero hablaba poco de qué títulos se habían exportado
desde Sevilla al Nuevo Mundo en la primera mitad del XVI.
Yo quise investigar si se habían enviado libros de caballerías”

AH
abril
2014

D 71
e dónde viene su interés y domi- ¿Cuál fue su tema de tesis?
nio por la lengua, historia y lite- Comencé trabajando sobre el negro
ratura en castellano? como personaje en la literatura hispano-
Empecé a estudiar español en mi cole- americana del siglo XIX, pero lo dejé por
gio con 15 años. Ese mismo verano vine a la dudosa calidad literaria de muchas de
España, aunque a mis padres les dije que aquellas obras. Leyendo a Mario Vargas
me iba de pesca a la costa inglesa con un Llosa, autor que siempre me había fasci-
amigo. Corría el año 1965. Pensábamos nado, me fijé en que decía, y creo que si-
que íbamos a encontrar en España una gue haciéndolo, que la novela latinoame-
dictadura algo exótica y en realidad des- ricana había tenido una historia bastante
cubrimos un país muy pobre. Pero el re- empobrecida porque se había prohibido
cuerdo más vivo que llevamos a casa fue la exportación de libros de caballerías al
de la hospitalidad y calor humano de los Nuevo Mundo. Un norteamericano que
españoles. se llamaba Irving A. Leonard había escri-
to un libro clásico, Los libros del conquistador,
¿Estudió historia en la universidad al sobre el comercio de libros con América,
terminar la Secundaria? pero hablaba poco de qué libros se habían
No, había un sistema en Inglaterra Estudié también literatura francesa exportado desde Sevilla al Nuevo Mundo
que se llamaba Servicio Voluntario en el pero me especialicé en literatura española durante la primera mitad del siglo XVI y
Extranjero. Cuando gané la plaza como e hispanoamericana. En Oxford quien me yo quise investigarlo para ver si se habían
estudiante en la Universidad de Oxford enseñó casi todo fue un profesor brillante, enviado desde Sevilla libros de caballerías.
comuniqué que antes de empezar quería John Rutherford, el traductor al inglés de El
irme un año a trabajar como voluntario Quijote y La Regenta. Se casó con una gallega El impacto de la prohibición de enviar
en un país del tercer mundo. Me destina- y ahora es miembro de la Real Academia libros de caballerías a América ¿fue real?
ron a Camerún porque hablaba un poco de Gallega. Tuve como maestro de literatura La Corona prohibió en repetidas ocasio-
francés. Pero un mes antes de partir me hispanoamericana a David Gallagher, que nes la exportación a América de las “histo-
preguntaron si quería ir a Cuba, ya que dejó el puesto para convertirse en banque- rias mentirosas”. Pero esa prohibición nun-
desde la isla habían solicitado dos britá- ro en Chile. El catedrático que me dirigió la ca fue efectiva. Por ejemplo los mercaderes
nicos para que diesen clases de inglés. Me tesis fue Sir Peter Russell, uno de los hispa- de libros y las personas que trabajaban en los
apunté enseguida. ¡Ir a la Cuba revolucio- nistas más distinguidos de su generación. muelles no obedecieron esas disposiciones.
naria era el sueño de todo joven extran- De la Complutense no puedo citar a nadie;
jero que se considerase progresista! Pasé lo cierto es que, para vergüenza mía, ape- De hecho han aparecido libros de caba-
un año dando clases, aprendiendo algo de nas pisé sus aulas. Por otra parte eran años llerías en las bibliotecas y colecciones
política y mucho castellano, empezando de huelgas casi continuas. Una vez fui a americanas.
a leer literatura latinoamericana y divir- una clase en la que el profesor se limitaba a Sí, pero creo que tenemos una visión
tiéndome mucho. leer una biografía de Cervantes en voz alta algo distorsionada de este tema, porque a
y pensé que un libro así lo podía leer yo solo muchos coleccionistas del siglo XIX les in-
Pero no estudió historia sino literatura. en la Biblioteca Nacional, que se convirtió teresaban esos libros impresos en formato
¿Quiénes fueron sus maestros? en una de mis bibliotecas favoritas. folio y los adquirieron de modo que han
t i e m p o p r e s e n t e

“En Sevilla, al contrario de lo que pasaba en otros importantes


centros editoriales como Barcelona, el mundo del libro impreso
no tenía una organización gremial; era un mercado libre en
el que las mujeres viudas también tuvieron cabida”

terminado en las grandes bibliotecas, lo organización gremial; era un mercado


que nos da una impresión de producción bastante libre en el que las mujeres viu-
masiva y comercio muy fluido, pero con das también tuvieron cabida. Los indicios
respecto a la primera mitad del siglo XVI apuntan a que el papel de las mujeres has-
no podemos saberlo a ciencia cierta. El in- ta finales del siglo XVI fue más activo y que
vestigador peruano Pedro Guibovich dijo a partir de entonces se da una regresión,

AH recientemente que se habla mucho de los


libros de caballerías, pero que no aparecen
con la imposición del gremialismo.

abril en los testamentos, ni en los inventarios ¿Los impresores sufrieron muchas perse-
2014 de bienes de archivos peruanos. Lo que se cuciones inquisitoriales?

70 enviaba masivamente a América eran los


relatos de caballerías, de pequeño formato,
Las sufrieron sobre todo ciertos oficia-
les de imprenta extranjeros. El ejercicio
y no tanto los libros de caballerías de gran de su profesión les obligaba a viajar, de tal
tamaño. Unos y otros puede que no dejaran modo que, antes de venir a España, mu-
rastro en los testamentos o inventarios de chos de ellos habían trabajado en Francia
bienes por su, llamémosle, “mala fama”, durante las guerras de religión, viviendo
pero sin embargo sí aparecen anotados en un par de meses en una ciudad católica,
los inventarios de impresores y en los regis- luego tres meses en una ciudad protestan-
tros de envíos de la segunda mitad del siglo. te, etc. En la primera iban a oír misa y en
la segunda los obligaban a asistir a las pre-
¿Qué libros demandaban los lectores en dicaciones calvinistas. Llegaron a España
América? fundó en 1539 en la capital azteca la prime- con una mezcolanza de ideas religiosas
Mayoritariamente libros religiosos, ra imprenta del continente americano. que a veces les condujo ante la Inquisi-
litúrgicos, confesionarios, manuales y li- ción. A unos les acusaban de “luteranos”,
bros de devoción popular como Fray Luis ¿No había bibliografía disponible? a otros les procesaban por haber puesto en
de Granada, la Imitación de Cristo de Tomás Había estudios sobre la imprenta sevilla- duda en el trascurso de una conversación
de Kempis, etc. na muy útiles publicados en la primera mi- de taberna la validez de venerar las imá-
tad del siglo XX y que me servían como punto genes sagradas o por haberse burlado del
¿Cómo descubrió a la familia de impreso- de partida, como los de José Gestoso y Pérez, Papa. La condena más habitual que sufrie-
res Cromberger? y Joaquín Hazañas de la Rúa. Y otros mucho ron fueron las galeras. Otra bastante co-
Gracias al investigador Klaus Wagner más recientes como los de Aurora Domín- mún fue el destierro. Intentar reconstruir
a quien conocí en Sevilla por mediación guez Guzmán y Klaus Wagner. Sobre la his- la vida, peripecias y actitudes de aquellos
del historiador Quisco de la Peña. Wagner toria de Sevilla en la época moderna los estu- humildes obreros es apasionante.
me dijo que si me interesaba la exporta- dios cuya lectura más me impactaron fueron Mi interés por ellos fue producto de una
ción de libros a América podía empezar los de Antonio Domínguez Ortiz, sobre todo combinación de azar y de la generosidad de
por estudiar a la familia Cromberger, im- el centrado en el jesuita Pedro de León. un amigo español. Tenía que escribir una
presores sevillanos con importantes inte- reseña del libro magnífico de Julián Mar-
reses comerciales en el Nuevo Mundo, de La impresora Brígida Maldonado, viu- tín Abad sobre la imprenta del siglo XVI en
quienes se conocía muy poco. De modo que da de Juan Cromberger, decidió en un Alcalá de Henares. En uno de los volúme-
comencé a venir los veranos a consultar la momento concreto subcontratar otras nes, en un par de notas a pie de página,
documentación, a modo de hobby. El resto imprentas para poder hacer frente a los contaba que varios oficiales de imprenta
del año daba clases e investigaba sobre lite- pedidos ¿fue un caso único o se dio a me- fueron procesados como herejes por la In-
ratura hispanoamericana. Poco a poco fui nudo en su sistema de trabajo? quisición. Le pregunté a Julián si él iba a
recopilando información sobre esta familia Creo que fue excepcional. No he encon- seguir estudiando ese descubrimiento tan
de origen alemán que se afincó en Sevilla trado más ejemplos, lo que por supuesto interesante y me dijo que no pero que ha-
y puso en marcha la imprenta más impor- no significa que no los hubiera. Pero es bía mucha documentación parecida en el
tante de España en la primera mitad del cierto que en Sevilla, al contrario de lo que Archivo Histórico Nacional. De esa conver-
XVI. Además, el segundo miembro de esta pasaba en otros centros como Barcelona, sación nació mi libro sobre aquellos opera-
dinastía de impresores, Juan Cromberger, el mundo del libro impreso no tenía una rios “heréticos”.
t i e m p o p r e s e n t e

“No sé si de veras hubo una relación de causa/efecto entre el proceso


de brujería/hechicería que sufrió doña Inés, mujer de Labezaris,
y la negociación para hacerse con las encomiendas pero la
coincidencia de ambas circunstancias resulta muy sospechosa”

Ahora está trabajando en un persona- tenía una “hija” de trece años casada con ¿Llegaron a un acuerdo?
je de vida azarosa, Guido de Labezaris. uno de los conquistadores de las islas. La Sí y no. Para forzar el pacto Ronquillo
¿Cómo lo descubrió y quién era? niña la llamaba “mi madre” y doña Inés la trató de presionar a doña Inés, obligándola
Un verano que estuve viviendo en casa nombraba a aquella como “mi hija”, pero a pagar a un pariente del gobernador para
de Klaus Wagner e investigando en el Ar- es imposible que así lo fueran, porque Inés que administrara por ella sus encomien-
chivo de Protocolos de Sevilla le dije que tenía unos 80 años y la hija sólo 13. De he- das. Ella aceptó a regañadientes y, una
había encontrado muchas referencias a un
tal Labezaris, y le pregunté si lo conocía y
cho, en el proceso aparece citada como “la
vieja”. Es posible que la chica fuera huér-
vez hecho el acuerdo, el proceso de bruje-
ría se suspendió. Pero la presión siguió: el
AH
si le serían útiles. Desapareció un momen- fana y que, como a doña Inés ya no le que- gobernador trató de persuadirla para que
abril
to y regresó con una carpeta llena de otras daban hijos vivos, ella la acogiera antes de se casara con un pariente suyo, sin duda 2014
referencias a esa figura. Quería regalárme-
la para que yo pudiese investigar el perso-
salir de México para reunirse con Labezaris
en Manila. De todas maneras a Inés la acu-
para que él resultara dueño de las enco-
miendas. Cuando Inés se negó, Ronquillo
71
naje. Ninguno de los dos quería trabajarlo saron de bruja y a la niña de hechicera. ideó otras estratagemas para hacerse con
solo y decidimos escribir juntos su biogra- ellas; la última fue obligarla a casarse con
fía. Guido de Labezaris era un joven librero ¿Quién era ella? un joven capitán en México, y para este fin
sevillano que tenía su tienda en la calle de Una sevillana, esposa de uno de los pri- reclutó a varias figuras eclesiásticas que la
Génova. Fue contratado por los Cromberger meros conquistadores de la Nueva Espa- persuadieran. Pero intervino la muerte de
para ser su agente en México y vender sus ña. Quedó viuda en México y se casó con “la vieja”, poniendo fin a todas aquellas
libros allí. Atravesó el Atlántico como su Labezaris en segundas nupcias. En 1570 maniobras. Al final las encomiendas fue-
empleado, pero pronto abandonó su pues- a la edad de 70 años viajó a Filipinas. En ron devueltas a la Corona. No sé si de veras
to y, tras muchos años de expediciones y mi opinión fue una persona intrépida: fue hubo una relación de causa/efecto entre
navegaciones, se encontraba en la cárcel una de las primeras mujeres europeas en el proceso de brujería/hechicería y el trato
de Manila cuando, contra todo pronóstico, pisar las islas. Diez años más tarde, en por las encomiendas pero la coincidencia
pasó de ser preso a verse elevado a gober- 1580, numerosos testigos declararon que de ambas circunstancias resulta muy sos-
nador de Filipinas. Klaus y yo reunimos Inés acostumbraba a untarse y volar junto pechosa (risas).
datos recogidos en los archivos sevillanos, a toda una caterva de brujas. Pero miste-
madrileños y mexicanos, y él publicó un riosamente el caso se paralizó. Se las mul- ¿Qué pasó con la niña?
breve y hermoso artículo sobre Labezaris tó a madre e hija y ahí se acabó el proceso. Ana de Monterrey, así se llamaba, se
para una revista italiana. Cuando falleció creía hechicera. Le incoaron varios proce-
en 2005 no quise seguir con un proyecto ¿Por qué? sos a lo largo de su vida por sortílega, adi-
tan estrechamente vinculado a nuestra Creo que la acusación fue una forma de vina, supersticiosa e incluso bruja que se
amistad. Sin embargo, hace unos cuatro chantajearla para tratar de hacerse con las saldaron con multas leves.
años un amigo australiano me mandó una encomiendas que ella pretendía heredar de El estudio de este caso me va obligando
referencia a un documento sobre un proce- su segundo marido. Un nuevo gobernador, a profundizarme en cuestiones totalmen-
so montado contra la viuda de Labezaris, que se llamaba Gonzalo Ronquillo de Peñalo- te inesperadas, pero hasta cierto punto
doña Inés Álvarez de Gibraleón. Me picó sa y que había llegado a Manila en aquel año relacionadas con mi interés en el mundo
la curiosidad y fui a estudiar el caso en el de 1580, era terriblemente corrupto —todos del libro: Labezaris debe su experiencia de
Archivo General de la Nación en México, lo lo eran pero éste en grado sumo— y quería aventurero en las nuevas colonias a su for-
que volvió a despertar mi entusiasmo por la quedárselas, evitando así que, muerto Labe- mación de librero en Sevilla, mientras que
biografía del antiguo librero y gobernador. zaris, fueran devueltas a la Corona. el proceso de su esposa por brujería tiene
cierto paralelismo con aquellos casos in-
¿En qué consistió el proceso de doña ¿Las encomiendas eran vitalicias y here- quisitoriales contra operarios de impren-
Inés, la mujer de Labezaris? ditarias? ta heréticos en España que he estudiado.
El proceso se inició en Manila una se- La situación en “una tierra tan nueva”, Pero el factor principal que estos varios
mana después de la muerte de su marido, como decían las autoridades, era comple- proyectos de investigación tienen en co-
que había sido maestre de campo y, mu- ja. Algunas encomiendas eran de por vida mún es que son fruto de la desinteresada
chos años antes, gobernador; es decir que y otras además se heredaban en una o dos ayuda y hospitalidad intelectual que me
la acusaron en el momento en el que po- generaciones, pero al final pasaban a la han ofrecido siempre amigos y colegas en
dían someterla a una mayor presión. Ella Corona, por lo menos en teoría. España y, sobre todo, en Sevilla. 
o c u r r i ó h a c e . . .

El Manifiesto
de los Persas
El retorno del rey y el fin de la experiencia constitucional gaditana

Gonzalo Butrón Prida


Universidad de Cádiz

AH
E
La noticia del retorno de l tratado de Valençay, firmado el 11 Resuelta la incógnita dinástica, y tras
Fernando VII a España generó, de diciembre de 1813, no sólo sellaba más de cinco años de trayectorias diver-
abril la paz entre España y Francia, con gentes, quedaba por conocer tanto la opi-
2014 desde finales de 1813, un clima
la consiguiente retirada de la tropas fran- nión de la Regencia y las Cortes sobre un
de incertidumbre política que
74 tardó en resolverse, puesto que
cesas, sino que también resolvía a favor
de Fernando la grave crisis dinástica que
tratado firmado al margen de su autori-
dad; como la opinión del rey sobre el pro-
la fuerza que había alcanzado había estallado justo antes del inicio de la ceso de cambio político experimentado en
el rey durante la guerra hacía guerra, si bien es cierto que aseguraba a su su ausencia, que lo había transformado de
padre —que no había compartido exilio con rey absoluto en rey constitucional.
que todos quisieran tenerlo de
él y que se encontraba en Roma tras haber La Regencia tuvo conocimiento del
su lado, tanto quienes habían vivido hasta 1812 en Francia—, una renta tratado por una carta enviada por el rey
preparado su transformación en vitalicia suficien- desde Valençay solicitando la ratificación
monarca constitucional, como te para vivir con del tratado. Conocedora de la limitación
la dignidad aso- de sus poderes, la Regencia contestó, el
quienes deseaban verlo en el
ciada a su per- 8 de enero de 1814, remitiendo al rey el
trono absoluto. Este contexto
sona. decreto que habían aprobado las Cortes el
de tensión, incrementado por primero de enero de 1811, que declaraba
el retraso del nulos “todos los actos y convenios del Rey
retorno a Madrid, durante su opresión fuera o dentro de Es-
paña”. La defensa de aquel decreto —que
tuvo su reflejo
no sólo intentaba evitar el cumplimiento
en Andalucía, de las decisiones que el rey tomara falto
donde la fuerza de libertad, sino que trataba además de
del compromiso restar legitimidad a los actos que carecie-
constitucional convivió ran “de la esencialísima e indispensable
circunstancia del consentimiento de la
con el protagonismo
Nación”—, recordaba al rey las nuevas
de algunos diputados reglas del juego político definidas en
andaluces en la Cádiz, y mostraba el deseo del gobierno
redacción del constitucional de cumplirlas más allá de
Manifiesto de que las circunstancias de 1814 no fueran
ya las de 1811.
los Persas.
Si acaso la respuesta de la Regencia
no era suficientemente clara, las Cortes
aprobaron el dos de febrero un nuevo
decreto que regulaba el recibimien-
to del rey y el proceso de entrega del
poder constitucional que le corres-
pondía, y que insistía, en un tono
Fernando VII con manto real. cercano a la hostilidad, en la idea
Óleo pintado por Francisco de Goya de no reconocerlo como libre
y datado el mismo año en el que se firmó hasta que jurara la Consti-
el Manifiesto de los Persas (1814). tución ante las Cortes.

Museo del Prado


o c u r r i ó h a c e . . .

A finales de abril las Cortes se dirigieron por dos veces al rey a través
de sendas cartas redactadas en un tono moderado y conciliador
que llegaron a la opinión pública al ser reproducidas por la prensa

Despejadas las dudas sobre las inten- decisión del rey apelaban al juramento de narquía…”—, fueron también expresadas
ciones de las Cortes, quedaba por conocer mejor morir que vivir como esclavos. de forma oficial tanto por parte de las Cor-
la reacción del rey, que evitó entrar en la En breve, nadie se preocuparía de ocul- tes, como por parte de otras instituciones
dinámica de celoso activismo elegida por tar la desconfianza hacia el rey y, ya en de poder de ámbito provincial y local. En
las autoridades constitucionales y fue ca- mayo, el propio Conciso consideraba abier- este último caso, destacan las promovi-
paz de marcar, desde la ambigüedad y el tamente la posibilidad del alejamiento del das desde Andalucía por la Diputación y el
silencio, los tiempos de su retorno. Rodea-
do de consejeros absolutistas y apoyado
rey de la senda constitucional: “a pocos
días de la morada de S.M. en Valencia se
Ayuntamiento de Cádiz, que se unieron a
las manifestaciones de apoyo al régimen y
AH
además, como señalara Joaquín Varela, muda la escena, entran las dudas; confír- de reconvención al rey.
abril
en la oposición del embajador inglés a la manse las sospechas, y créese por último Las Cortes se dirigieron por dos veces al 2014
Constitución, Fernando guardó silencio y
evitó pronunciarse sobre sus intenciones
que el Rey no jurará la Constitución. Cons-
ternánse todos…”.
rey a través de sendas cartas que llegaron a
conocimiento de la opinión pública gracias
75
hasta llegado prácticamente el momento Las pautas marcadas por las opiniones a su reproducción por parte de la prensa en
de entrar en Madrid. particulares recogidas por El Conciso, que el contexto de creciente tensión de princi-
publicaría nuevos artículos en aquellos pios de mayo. Fechadas respectivamente el
El retorno del rey. La actitud de Fer- días que insistían en la reprobación de la 25 y el 30 de abril, ambas estaban redacta-
nando VII generó todo tipo de rumores, in- conducta reservada del rey —“parece in- das en un tono moderado y conciliador que
certidumbres y temores y sentó las bases concebible que después de tanto tiempo refleja tanto una manifiesta voluntad de
de una dura lucha por el poder que, afron- que Fernando VII se halla entre sus leales compromiso, como una conciencia de lo
tada desde posiciones antagónicas y con súbditos, puedan ignorar éstos el modo de necesaria que resultaba la legitimidad mo-
armas completamente distintas, iba a pro- pensar de S.M. sobre el estado de la mo- nárquica para la supervivencia del régimen
longarse durante varios meses. En efecto, constitucional. Ambas cartas coincidían
la estrategia real del mutismo y la reserva en subrayar los problemas generados por
sobre sus intenciones fue contestada con la incertidumbre creada por la prolonga-
una actitud más combativa de parte de los
El temor liberal da presencia de Fernando VII en Valencia,
comprometidos con el régimen liberal, QQ“Como jefe político, como general pues se temía que incluso pudiera provo-
que no dejaron de pronunciarse en todo y, sobre todo, como buen español car la perturbación del orden público. En
este tiempo. En un principio, pusieron que le ama y ama a la nación, me ellas, las Cortes recordaban al rey quiénes
el acento en la presentación del rey como veo en la obligación de decir sin habían luchado para restablecer la Monar-
mal aconsejado, en tanto que más tarde, embozo ni rodeos que la patria está quía borbónica y le transmitían la impa-
realmente preocupados por un vuelco polí- en peligro, y solo la pronta venida ciencia “con que la nación y sus represen-
tico, mostraron menos consideración ha- del Rey a Madrid a hacer el debido tantes anhelan el momento en que venga
cia la figura del monarca. juramento en el Congreso puede V.M. a ocupar el trono que le han rescatado
Buen ejemplo de la primera opción lo re- salvarla, de lo contrario preveo sus pueblos”. Conscientes de no contar aún
presentan las páginas de El Conciso, publica- males que el tiempo acreditará […] con la legitimidad de la Monarquía, las
ción clave del Cádiz sitiado que había segui- que es imposible que seis años tales Cortes se aferraban a la legitimidad de la
do a las Cortes hasta Madrid, que a finales como los pasados desaparezcan de nación, de ahí que pusieran precisamente
de abril de 1814 censuraba el silencio del rey nuestra historia, vuelvan las cosas el acento en la larga, constante y heroica
y defendía abiertamente el carácter cons- al año ocho, sueño que solo puede lucha de los españoles por su rey y contra
titucional de la Corona española frente al imaginar la malicia o la ignorancia. “el usurpador” y se presentaran como las
“estado de duda que la nación se halla sobre Dígase al Rey la verdad sin rodeos ni “felices intérpretes de la voluntad nacio-
la resolución que Fernando VII tomará, y cálculos de la buena o mala suerte nal” a la hora de solicitar al monarca que
que se aumenta cada día más con la demora que ella puede acarrearnos”. acelerara su regreso a Madrid.
de S.M. en el viaje”. En la misma línea que El tono contenido del discurso oficial
El Conciso, pero con algo menos de reserva, Carta de Cayetano Valdés, jefe político emitido desde Madrid se tornaba en ame-
se situaba el granadino El loco constitucional, de Cádiz, al ministro de la Gober- naza velada en el caso de las representacio-
que el 21 de abril expresaba su temor a que nación, Cádiz, 3 de mayo de 1814 nes dirigidas el 3 de mayo a las Cortes por
los malos consejeros evitaran que Fernando (El Conciso, 10/05/1814). la Diputación y el Ayuntamiento de Cádiz,
VII jurara la Constitución, y frente a la in- que trascendieron el ámbito gaditano y an-
o c u r r i ó h a c e . . .

La propuesta
de los “Persas”
QQ“Que se estime siempre sin valor
esa Constitución de Cádiz, y por
no aprobada por V.M., ni por las
provincias: aunque por conside-
raciones que acaso influyan en el
piadoso corazón de V.M. resuelva en
el día jurarla; porque estimamos las
leyes fundamentales que contiene
de incalculables y trascendenta-
les perjuicios, que piden la previa
celebración de unas Cortes especia-
les legítimamente congregadas, en
libertad y con arreglo en todo a las
antiguas leyes”.

AH Último párrafo del Manifiesto de los


Persas (Madrid, 12 de abril de 1814).
abril
2014

Museo de Historia de Madrid.


74
Alegoría del triunfo de España y
de Fernando VII sobre Napoleón (h. 1814).

daluz, puesto que, al ser ampliamente re- que la inquietud de los pueblos crecía a la to que su deseo de impedir que “seis años
producidas por la prensa, entre ellas el pro- espera de comprobar que el rey se alineaba tales como los pasados desaparezcan de
pio Conciso, tuvieron repercusión nacional. finalmente con la Constitución. En conse- nuestra historia”, se adelantaba al decreto
Las dos representaciones daban cuenta cuencia, el ayuntamiento, haciéndose par- que firmaría el rey al día siguiente, que dis-
de la preocupación por la permanencia del tícipe de la preocupación y el pesar del pue- ponía el retorno a la situación de 1808 como
rey en Valencia y las noticias que llegaban blo de Cádiz —que no entendía que el rey, en si no hubiesen pasado jamás esos años “y se
de aquella ciudad y avisaban, sin cuidado unas circunstancias tan difíciles, dilatara quitasen de en medio del tiempo”.
alguno, que su compromiso con la Constitu- su llegada a la capital—, consideraba que En todo caso, no es solo importante la
ción podía ser mayor que con el rey. La re- las Cortes debían hacer ver al rey lo peligrosa interpretación que podamos hacer ahora
presentación de la diputación, la más breve que era su ausencia de Madrid y anunciaba de estas representaciones, sino también
de las dos, lo exponía con claridad: “Ningún que se sacrificaría “por la observancia de la la que hicieron en su momento, y es que a
pueblo ama con más decisión al Rey que éste Constitución antes que verla degradada en esas alturas la situación era tan tensa que la
[…]; pero ningún pueblo ni provincia está un solo ápice”. sola noticia de la llegada de las representa-
más íntimamente unida a la conservación Junto a las representaciones, llegó a pu- ciones de Cádiz movilizó a la opinión públi-
del sagrado Código que se produjo en su blicarse una carta remitida por Cayetano ca madrileña, que incluso antes de contar
seno”, de ahí que reclamara que el rey apre- Valdés, jefe político de Cádiz, al ministro de con la edición impresa de las mismas, llegó
surara su llegada a Madrid para que “dando la Gobernación que, fechada igualmente el a verlas como una advertencia de Cádiz al
un día de gloria a la nación, tranquilice el 3 de mayo, reiteraba la mayor fortaleza del gobierno: “Por ignorancia o por malicia se
espíritu del pueblo Gaditano, que se halla compromiso gaditano con la Constitución decía que Cádiz se separaba (!!!) del gobier-
agitado entre la fidelidad, respeto y temor”. que con el rey y criticaba igualmente la pru- no”, publicaba El Conciso el 9 de mayo.
En cuanto a la del ayuntamiento, comen- dencia de las Cortes. Para Valdés, no solo es- La tensión y la inquietud estaban, en
zaba dando cuenta tanto de la amenaza de taba en peligro el “extremado” amor que se todo caso, fundadas, y el tiempo daría la
la reacción absolutista —presentada suce- profesaba en Cádiz a Fernando VII, sino que razón a quienes, como denunciaba al día
sivamente en forma de “odiosas contiendas la propia patria peligraba, y lo exponía de siguiente un articulista de El Conciso, dibu-
que suscitan los malévolos” y los “esfuerzos forma clara, valiente y premonitoria, pues- jaban un escenario ensombrecido a partir
de los crueles adula- de los rumores que
dores”—, como de la algunos se compla-
frustración generada cían en propagar
Frente a la exposición pública de las ideas realizada por los
por la dilatada estan- sobre patíbulos, pri-
cia del rey en Valen-
defensores del liberalismo, los absolutistas optaron por la vía siones, proscripcio-
cia, pues apuntaba conspirativa con la esperanza de ganarse el apoyo del rey nes y venganzas.
o c u r r i ó h a c e . . .

Detalle de la distinción que recibieron


los diputados que rubricaron el Manifiesto
de los Persas.

El manifiesto trataba de deslegitimar todo el proceso que había


llevado hasta la promulgación de la ‘Pepa’ que debía darse por nula,
dado que no había sido aprobada ni por el rey, ni por las provincias

La reacción absolutista. Frente a la


exposición pública de las ideas realizada por
sino también el encargado de entregarla al
rey en Valencia, siendo premiado por ello
canto de la popularidad”, sino también
como heredera del texto francés “que ató
AH
los defensores del liberalismo, los absolu- con el marquesado de Mataflorida; de otro las manos a Luis XVI en Francia, principio
abril
tistas optaron por la vía conspirativa con la lado, de Antonio Gómez Calderón, natural del trastorno universal de Europa, de ese 2014
esperanza de ganarse el apoyo del rey. Uno
de los instrumentos de atracción del favor
de Baena y diputado por Córdoba que, a
diferencia de Mataflorida, acabaría mode-
código en fin, cuya duración conduciría al
pueblo a su precipicio”.
75
del monarca fue el luego conocido como Ma- rando sus principios políticos. El éxito de este argumentario es bien
nifiesto de los Persas, una representación Por lo demás, el objetivo del manifiesto conocido, pues la idea de convocar cortes
firmada el 12 de abril de 1814 por sesenta y es bien conocido, pues se centraba en justifi- y reformular las bases de la política y la
nueve diputados de las Cortes en contra del car la necesidad de anular toda la obra de las legislación española creó tanta inquietud
reconocimiento de cualquier legitimidad a Cortes de Cádiz y sentar las bases del nuevo en Fernando VII, que no sólo anuló la labor
la Constitución de Cádiz y a favor del estable- tiempo político a partir de la celebración de de las Cortes de Cádiz, sino que ni siquiera
cimiento de un sistema político basado en “Cortes con la solemnidad y en la forma que llegó a reunir las cortes tradicionales que
las leyes fundamentales del reino. Aunque se celebraron las antiguas”. Con este fin, reclamaban los firmantes del manifiesto,
el manifiesto no vería la luz hasta la restau- trataba de deslegitimar todo el proceso que abriendo paso a un definido en el interior
ración de Fernando VII en el trono absoluto, había llevado hasta la promulgación de la por la exclusión de liberales y afrancesados
se le atribuye una importante influencia so- Constitución de Cádiz, que debía darse por de la vida pública, y en el exterior por la
bre el famoso decreto de 4 de mayo que rom- nula, dado que no había sido aprobada ni descalificación de España como gran po-
pía por fin el mutismo del rey y confirmaba por el rey, ni por las provincias. tencia. 
los temores de quienes habían augurado la De entrada, criticaba el modo en que se
oposición de Fernando VII a la Constitución; habían reunido las juntas, “defectuosas
de hecho, la real orden de 12 de mayo que en su origen”, así como el procedimien-
Más información
acompañó la edición del manifiesto era una to seguido por los subalternos de la Junta
muestra del reconocimiento real tanto a su Central para silenciar el decreto de convo-
contenido, como a sus firmantes. catoria de cortes de 29 de enero de 1810, que QQ Fontana, Josep
Entre los firmantes del manifiesto de debía haber dado lugar a la reunión de unas La quiebra de la monarquía absoluta, 1814-
los Persas, un largo documento de sesenta cortes cercanas a las antiguas de España y 1820. Ariel. Barcelona, 1987.
páginas, se encontraban ocho diputados no a las que finalmente se celebraron de QQ Varela Suanzes-Carpegna,
andaluces, tres representantes de Sevilla, forma irregular en Cádiz, “compuestas de Joaquín
tres de Córdoba y dos de Granada. Entre cerca de doscientos hombres, que solo re- “La teoría constitucional en los pri-
ellos, dos destacan especialmente, tanto presentaban una confusión popular: y este meros años del reinado de Fernando
porque las recompensas pronto logradas fue el primer defecto insanable, que causó VII: el Manifiesto de los ‘Persas’ y
en forma de cargos de responsabilidad en nulidad de cuanto se actuó”. A continua- la ‘Representación’ de Álvaro Flórez
la administración y el gobierno absolutis- ción, negaba que las Cortes gaditanas tu- Estrada”, en Estudios dieciochistas en
ta hacen pensar en la fuerza de su com- vieran encargo constitucional alguno y las homenaje al profesor José Miguel Caso
promiso con el Manifiesto; como porque censuraban tanto por habérselo arrogado, González. Instituto Feijoo. Oviedo,
ambos alcanzaron gran protagonismo a como por “imitar ciegamente los [pasos] de 1995, vol. 2, pp. 417-426.
finales del trienio constitucional como la revolución francesa”. QQ Wilhelmsen, Alexandra
líderes de la lucha por la segunda restau- La tacha de revolucionaria, democrá- “El ‘Manifiesto de los persas’: una
ración. Se trata, de un lado, del sevillano tica y francesa sería, precisamente, el eje alternativa ante el liberalismo espa-
Bernardo Mozo de Rosales, que no sólo sobre el que giraría la desacreditación de ñol”, Revista de Estudios Políticos. nº 12
fue el primer firmante y, para muchos, la Constitución de 1812 a los ojos del rey, (1979), pp. 141-162.
principal inspirador de la representación, a quien no solo le fue definida como “en-
Los documentos del archivo Medina Sidonia

El I duque y la guerra
en la frontera
La frontera occidental de Granada en 1448

Manuel García Fernández


Universidad de Sevilla

AH Entre los fondos del Archivo General de la Fundación Casa Medina Sidonia se guarda una
interesante documentación medieval relacionada, en gran parte, con los avatares militares de
abril
2014 la vida cotidiana en la frontera de Granada, especialmente en el sector gaditano-xericense y
atlántico más próximo al Estrecho de Gibraltar. Este es el caso de la interesante bula pontificia
78 de Nicolás V (1447-1455) por la que se le concede a don Juan Alfonso Pérez de Guzmán, VI señor de
Sanlúcar de Barrameda, III conde Niebla y I duque de Medina Sidonia, indulgencias plenarias para
todas las personas que colaborasen militarmente con él en la guerra contra los musulmanes.

D
esde los lejanos tiempos de Al- la monarquía castellana y los condes de propaganda belicista del papa Nicolás V,
fonso Pérez de Guzmán, el Bueno, Niebla, incluso los papas de Roma —se- cuyos ejemplos más significativos fue-
los diferentes señores de San- gún el documento que ahora nos ocupa— ron, entre otros, la bula Dum Diversitas
lúcar de Barrameda siempre se habían siempre coincidieron en la provisión de dada en 1452 al rey de Portugal Alfonso V
destacado, como auténticos señores de la su conquista, defensa y repoblación en la por la que se legitimaba —incluso se jus-
guerra, en heroicos servicios fronterizos Baja Edad Media andaluza. tificaba— el derecho del monarca luso a
a la Corona castellana. Fue este el caso de El diploma en cuestión es una intere- atacar, conquistar y subyugar hasta la
Juan Alonso Pérez de Guzmán, I duque de sante bula pontificia del papa Nicolás V esclavitud hereditaria a los sarracenos
Medina Sidonia, valiente y decidido capi- (1447-1455) por la que se le concede a don que no reconocieran la fe de Jesucristo
tán mayor de la frontera en el arzobispado Juan Alfonso Pérez de Guzmán (1436- como verdadera. Y también la predica-
de Sevilla y el obispado de Cádiz en tiem- 1468), VI señor de Sanlucar de Barrame- ción de una sorprendente y vehemente
pos de Juan II y también Adelantado Ma- da, III conde Niebla y I duque de Medina cruzada por toda Italia y sur de Alemania
yor de Andalucía con Enrique IV; quien Sidonia —“dilectus filius nobilis vir Johannes, para recuperar Constantinopla que ha-
llevaría a cabo —a su propia iniciativa— dux de Medina et comes de Nebula”— indul- bía sido tomada el 29 de mayo de 1453 por
la conquista de la plaza Gibraltar en 1462, gencias plenarias para todas las perso- los turcos otomanos ante la indiferencia
tras el frustrado intento de su padre don nas –clérigos y laicos— que ayudasen y del mundo cristiano occidental.
Enrique de Guzmán en 1436; suceso en asistiesen militarmente al conde en la La cronología del documento que estu-
el que perdería la vida el llamado desde guerra contra los musulmanes grana- diamos —según la portadilla del mismo
entonces “el buen conde de Niebla”. Pues dinos –“paganos et sarracenos regís Granat”— datado erróneamente en la ciudad de Roma
el antiguo monte de Calpe había sido sin incurrir en irregularidades para el 24 de febrero de 1447— presenta algunos
desde la conquista de Tarifa en 1292 no acrecentar la fe verdadera “ad honorem et problemas que los archiveros de la casa
sólo el objetivo militar y económico del gloriam orthodoxe catholice fidei”. de Niebla no terminaron de identificar y
linaje, sino también la guarda del litoral Se trata por tanto de un diploma muy que pueden aun hoy confundir al posible
del Estrecho en el que tantos intereses se- en la línea del pensamiento cruzado y la investigador. Efectivamente, como toda
ñoriales tenían los la documentación
Pérez de Guzmán. pontificia medieval,
Y en este contexto Desde los tiempos de Guzmán el Bueno los señores de Sanlúcar de la bula de Nicolás
geopolítico de la V está fechada por
Barrameda siempre habían destacado como auténticos señores de
frontera granadi- el año de la Encar-
na más occidental, la guerra en heroicos servicios fronterizos a la Corona castellana nación de Nuestro
Archivo General de la Fundación Casa Medina Sidonia. A.G.F.C.M.S 919
AH
abril
2014

Señor Jesucristo, según el cómputo floren- QQ Anno Encarnationis Dominis millesimo Durante estos difíciles años, la gue-
79
tino; es decir, que comienza el año nuevo quadrangentesimo, quadragesimo septimo; rra civil castellana que enfrentaba en
el día 25 de marzo y no el 1 de enero, según 1447, pero al emitirse la bula entre Andalucía, en las grandes ciudades
la cronología del calendario gregoriano ac- el 1 de enero y el 25 de marzo, en este como Sevilla o Jerez de la Frontera, a par-
tual. Por lo tanto, a todos los documentos caso el 24 de febrero, debemos añadir te de la nobleza regional liderada por los
pontificios medievales fechados entre el 1 un año más a la datación del mismo, llamados infantes de Aragón —los hijos
de enero y el 25 de marzo, al menos hasta 1448. Y es en este cómputo en donde de Fernando de Antequera, rey de Ara-
finales del siglo XVI, debemos sumar un yerra el archivero ducal. gón desde 1412— contra el rey y su valido
año más para adaptarlos definitivamente don Álvaro de Luna, se desarrolló parale-
a nuestro cálculo moderno. Por lo tato la fecha correcta de la bula la a las múltiples querellas intestinas y
Asimismo, utiliza la bula el tradicional de Nicolás V es de 24 de febrero de 1448, dinásticas del reino nazarí; por lo que la
sistema de la calendación romana, retró- pues hasta el 6 de marzo de 1448 no co- vida en la frontera se hace ahora peligro-
grada y clásica, que hace arrancar el mes menzaría su segundo año de pontificado. samente azarosa, caprichosa incluso. La
en su primer día; es decir, en las “kalen- Además sería muy difícil la emisión de un guerra y paz se convierten más que nun-
das”, pero realizándose el cálculo del mis- documento de estas características vacan- ca en episodios menudos y vergonzantes
mo hacia atrás, enumerando el primer y te la sede apostólica de Roma, a menos de promoción social y política de algunos
último día del cómputo y señalando, de que fuera falso. Pero no es este el caso. nobles ávidos de poder de lado y lado de
este modo, los días que faltan para llegar a la misma raya fronteriza.
las referidas calendas. Además la datación La bula en su contexto. La con- A comienzos de los años cuarenta del
se completa con el año del pontificado. cesión de la bula se inserta y justifica, siglo XV, Muhammad IX incrimina a los
Vayamos por parte para concretar y por tanto, en los complejos avatares de andaluces de la frontera mas occiden-
analizar la datación completa del texto, la vida fronteriza andaluza de la zona tal al progresivo desencadenamiento de
cuyo tenor dice: “Data Rome, apud Sanctum gaditano-xericense a mediados del si- una guerra abierta, tal vez ya como úni-
Petrum, Anno Encarnationis Dominis millesimo glo XV, en tiempos del monarca Juan II ca salida para salvar la unidad interna y
quadrangentesimo, quadragesimo septimo, sexta de Castilla (1405-1454) y también en los la supervivencia del propio reino nazari-
kalenda primo martii. Pontificatus nostri prime”. dos últimos y turbulentos mandatos del ta. Una actividad bélica sólo atemperada
emir de Granada Muhammad IX, lla- por la iniciativa particular de municipios
QQ Pontificatus nostri prime; sabemos que Ni- mado en la fuentes cristianas “el Zurdo” como Sevilla, Jerez de la Frontera, Jime-
colás V comenzó su pontificado el 6 de (1432-1445 y 1447-1453), separados por pe- na de la Frontera y Écija, y especialmen-
marzo de 1447, estando vacante la sede riodos en los que la intervención militar te por el liderazgo militar de algunos
apostólica desde la muerte de su antece- castellana colocaría en la Alhambra a nobles andaluces, auténticos señores de
sor Eugenio IV el 23 de febrero de 1447. efímeros sultanes vasallos de los cris- la guerra como Juan Ponce de León, VI
QQ Sexta kalenda primo martii; el 24 de febre- tianos como Yusuf V Ibn Ahmad, antes señor de Marchena y II duque de Arcos;
ro (seis días hacia atrás enumerando incluso de la sonada conquista de la pla- Juan Alfonso Pérez de Guzmán, VI señor
el 1 de marzo y los días 28-27-26-25-24 za de Gibraltar en 1462 por el I duque de de Sanlúcar de Barrameda, III conde Nie-
de febrero). Medina Sidonia. bla; Juan Arias de Saavedra, alfaqueque
Escudo de la Casa
Medina Sidonia.

mayor de la fronte- y beneficiario de


ra, alcaide de Jime- la misma, era en
na de la Frontera y 1448 VI señor de
I señor de Castellar Sanlúcar de Barra-
y Per Afán de Ribe- meda, III señor de
ra, adelantado ma- Ayamonte, Lepe y
yor de la frontera, La Redondela, III

AH entre otros. Hasta


tal punto fue la
conde de Niebla, y
I duque de Medina
abril debilidad andaluza Sidonia por conce-
2014 por estos años que Granada se aprove- su parte, el conde de Arcos, Juan Ponce sión de Juan II el 17 de febrero de 1445,

80 charía de la impotencia militar cristiana


para recuperar las posesiones perdidas
de León, también capitán general de la
frontera occidental instala determina-
confirmado el 15 de febrero de 1460 por el
monarca Enrique IV.
entre 1432 y 1435 en la frontera oriental dos jinetes y peones en Marchena. Para Educado militarmente a la sombra de
—Vélez Blanco, Vélez Rubio y Galera, y el profesor Rafael Sánchez Saus estos ca- su padre, la heroica muerte de su proge-
otras poblaciones— lo que terminaría balleros fronteros asentados en Lebrija y nitor —Enrique de Guzmán— ahogado
con la firma de las treguas de 1442 entre Marchena eran todos hombres de la casa en la bahía de Algeciras al intentar so-
Juan II y Muhammad IX, en la que los se- del duque o del conde, respectivamente correr a algunos vasallos en la frustrada
ñores de la guerra andaluces tuvieron un y tenían tierras de sus señores, viviendo conquista Gibraltar de 1436, marcaría su
destacado protagonismo regional. además a su costa y frecuentado la corte destino como señor de la guerra y tam-
Rotas las treguas de nuevo en 1445 y señorial. La Corona y los grandes con- bién de la paz en la frontera de granadi-
coetánea a la misma emisión de la bula cejos de realengo —como Sevilla o Jerez na en sector gaditano-xericense del anti-
de Nicolás V, el 17 de marzo de 1448 tuvo de la Frontera— solían ayudar al man- guo reino de Sevilla.
lugar la triste derrota andaluza —prácti- tenimiento de las tropas fronterizas con En la defensa de los intereses pobla-
camente de la nobleza sevillana— en Sie- determinadas rentas y avituallamientos cionales y económicos de las localida-
rra Bermeja (Ronda) narrada con detalles de alimentos y pertrechos, en su mayor des del litoral de Estrecho, la casa de los
heroicos en el célebre romance de Río Ver- parte procedentes de rentas regias, mu- Guzmán coincidía ya desde el siglo XIV
de, río Verde. Don Juan Arias de Saavedra, nicipales incluso eclesiásticas. Como su- con los de la propia Corona castellana.
alfaqueque mayor de la Frontera, y otros cede, en este caso, con la bula del papa De ahí que pronto surgieran alianzas mi-
caballeros, oficiales casi todos de las for- Nicolás V de 24 de febrero de 1448. litares entre algunos condes de Niebla y
talezas del duque de Medina Sidonia, per- Efectivamente, estas modalidades de los monarcas castellanos. En este sen-
dieron la vida de regreso de una correría acciones bélicas tan singulares no debe- tido, Juan Alfonso de Guzmán mantuvo
por los ruedos de Estepona y Marbella. rían sorprendernos, pues era la costum- la línea política de su padre a favor casi
A raíz de la derrota —como bien sos- bre militar de la Frontera. Y en el con- siempre del rey frente a la nobleza levan-
tiene el profesor J. L. Carriazo Rubio— texto geopolítico andaluz del siglo XV, tisca de la zona, que en muchos casos li-
arrecian los vientos de guerra por toda en el que coincidían los intereses públicos deraba en I duque de Arcos, Pedro Ponce
la frontera occidental, y las plazas de de la Corona castellana con los privados de de León y su poderoso linaje.
primera línea como Jimena y Castellar los nobles fronterizos, el esfuerzo de los En efecto, el conde de Niebla supo
corren serios peligros. Los poderosos se- señores de la guerra sería a la larga deci- aprovechar perfectamente la singular
ñores de la guerra reciben la orden regia sivo no sólo en el empuje conquistador, muerte de su padre para arrancar privi-
de Juan II de defender el territorio; y lo defensivo y repoblador del antiguo reino legios a la Monarquía. Pues el monarca
harían —como casi siempre— a su pro- de Granada; sino también, y en contra- Juan II le nombraría el 6 de marzo de
pia costa, al precio de la sangre de los partida, en el desarrollo del vasto régi- 1439 capitán mayor de la frontera en el
de su propia casa. En 1449 Alfonso Pé- men señorial andaluz. arzobispado de Sevilla y obispado de Cá-
rez de Guzmán, como el capitán mayor diz, y como tal actuará brillantemente
de la frontera, consigue reclutar has- Juan Alfonso Pérez de Guzmán. —según la documentación municipal
ta 173 jinetes que sitúa al mando de su Juan Alonso Pérez de Guzmán (Niebla, sevillana y jerezana— estableciendo
primo Juan de Guzmán, en Lebrija. Por 1410-Sevilla, 1468), el receptor de la bula soldados fronteros a su costa en 1440 en
Los musulmanes enviaron una embajada secreta al duque
declarándose dispuestos a entregarle sólo a él la plaza por respeto
a su persona y a la memoria de su padre, Enrique de Guzmán

la misma raya fronteriza a suroeste de El primero en llegar fue el hijo del con- capitulación gibraltareña, desestimó
Antequera, o bien concertando treguas de de Arcos, Rodrigo Ponce de León, con la oferta en tanto no llegaran los capi-
entre 1449-1450 con las autoridades de la 300 lanzas. Informado de la situación, tanes mayores de la frontera; su padre,
poblaciones granadinas de Ronda y Se- el hijo del conde pasó a inspeccionar las el conde de Arcos, y el duque de Medina
tenil. Pero sobre todo, el afianzamiento defensas de Gibraltar y las maniobras del Sidonia, quienes debían tomar el mando
político de Juan Alfonso de Guzmán en cerco. Los musulmanes, alarmados por en nombre del rey. Sin embargo, ante la
Andalucía llegaría durante la crisis an- la llegada de tropas enemigas, salieron a llegada a Gibraltar del duque de Medina
daluza de 1441 a 1444, provocada por la
intervención de los infantes de Aragón
parlamentar y pretendieron entregar la
plaza a Ponce de León. Pero carente éste
Sidonia, los musulmanes gibraltareños
le enviaron una embajada en secreto de-
AH
con el apoyo de Juan Ponce de León, II de la autoridad necesaria para recibir la clarándose dispuestos a entregarle a solo
abril
conde de Arcos, para situarse al lado del él la plaza por respeto a su persona y a 2014
rey Juan II y su valido Álvaro de Luna,
en la defensa de los intereses regios en Más información
la memoria de su padre Enrique de Guz-
mán, cuyos restos mortales aún estaban
81
algunas grandes ciudades como Sevilla y en Gibraltar.
Jerez de la Frontera. QQ Rojas Gabriel, Manuel Rodrigo Ponce de León, enojado, pi-
En pago a sus servicios, el 17 febrero La Frontera entre los reinos de Sevilla y dió al duque que no aceptase, en espera
de 1445, Juan II le concedió el título de du- Granada en el siglo XV (1390-1481). Uni- de la llegada de su padre, para que am-
que de Medina Sidonia, siendo el primer versidad de Cádiz. Cádiz, 1995. bos tomaran posesión de la fortaleza
título ducal de Andalucía en el siglo XV. QQ Carriazo Rubio, Juan Luis conjuntamente. Pero Alfonso Pérez de
Infatigable caballero de la frontera, el I La casa de Arcos entre Sevilla y la frontera Guzmán estaba decidido a entrar en Gi-
duque de Medina Sidonia interviene con de Granada (1374-1474). Universidad de braltar y recibir la rendición de la plaza
audacia militar en la tala de los ruedos de Sevilla. Sevilla, 2003. personalmente y cuanto antes mejor.
Granada y Málaga en 1459; y en la ordena- QQ Sánchez Saus, Rafael Además los gibraltareños pretendían en-
ción de la vida fronteriza al promover a su “Sevilla y la guerra de Granada tregar la plaza únicamente al duque de
secretario, Fernando de Sandoval, como (1446-1452). Participación política Medina Sidonia. Por lo que sin esperar
alcalde de moros y cristianos en la fronte- y militar”. Revista Gades, nº 9, al conde de Arcos, las tropas de Medina
ra sevillana, así como en la negociaciones Cádiz, 1982. Sidonia entraron, poco a poco, en Gibral-
de las treguas de 1459-1460. QQ Suárez Fernández, Luis tar y se apoderaron de toda la fortaleza
Pero sin duda, donde su fama de es- Juan II y la frontera de Granada. Valla- y la ciudad, permitiendo a la población
tratega en la guarda y defensa del Estre- dolid, 1968. islámica salir libremente y bajo garantía
cho de Gibraltar se consolidaría en el año QQ Ladero Quesada, M. A. de seguridad hacia territorio granadino.
1462 . El nuevo rey de Castilla Enrique “Don Enrique de Guzmán el ‘buen Era el 20 de agosto de 1462. Comenzaba
IV se encontraba en paz con el reino de conde de Niebla’” (1375-1436). En La así la larga y amarga enemistad de las
Granada. Pero conocedor el alcaide de España Medieval, vol. 25, Madrid, casas de Arcos y Medina Sidonia que
Tarifa, Alonso de Arcos por un renegado 2012. salpicaría de confrontaciones políticas y
gibraltareño, Alí el Curro, del mal esta- QQ Peinado Santaella, Rafael G. y militares toda Andalucía hasta el reina-
do de las defensas de su localidad natal, López de Coca Castañer, José E. do de los reyes Católicos y en inicio de la
cuya guarnición había partido a Málaga, Historia de Granada. La Época Medieval, guerra de Granada en 1481. 
decidió cercar Gibraltar por su cuenta y siglos VIII-XV. Editorial Don Quijo-
riesgo. Así, el alcaide tarifeño partió con te. Granada, 1987.
toda diligencia de Tarifa junto con 80 ca- QQ García Fernández, Manuel
balleros y 180 peones el día 15 de agosto “Gibraltar y la frontera de Granada
de 1462, mientras pedía refuerzos a las a fines de la Edad Media. Defen-
ciudades de Jerez, Arcos, Medina y Cádiz sa y repoblación”, en La Península
y rogaba al duque de Medina Sidonia, así Ibérica en la Era de los Descubrimientos,
como al conde de Arcos, capitanes de la 1391-1492. Edt. Junta de Andalucía.
frontera, que acudiesen con todas sus Universidad de Sevilla.
tropas a Gibraltar lo más presto posible. Sevilla, 1997. pp. 1453-1472.
A n dal u c í a y s u s músicas

Andalucía y la música
antifranquista
Canciones contra la dictadura

AH Alberto Carrillo Linares


Universidad de Sevilla
abril

L
2014 En el verano de 1961 siete jóvenes a apertura de líneas de investiga- pilación de canciones antifranquistas que

82 italianos emprendieron un viaje ción en los últimos años ha permi-


tido aproximaciones a la historia del
realizaron en 1961 varios italianos vincula-
dos al importante grupo musical Cantacro-
semiclandestino por España
antifranquismo desde ópticas novedosas nache: para ellos representaba la “nueva
con el objetivo de realizar una e imaginativas. Una de ellas, que aborda resistencia española”. El grupo además de
recopilación de canciones la lucha contra la dictadura capitaneada su trabajo puramente musical (composi-
antifranquistas. Con el material por el general Franco, atiende a variables tores e intérpretes) desarrolló una desta-
reunido se publicó un disco y un culturales como manifestaciones del des- cada tarea de investigación centrada en
contento; en ese terreno, la música jugó la música política y social antifascista a
libro. La edición del volumen tuvo
un papel de primer orden en la expresión nivel europeo; en este marco se inscribió
enormes repercusiones en los más cotidiana y popular de un malestar no sólo su proyecto para España. La historia es la
variados ámbitos, sobre todo por político, económico o social, sino básica- siguiente.En julio de 1961 emprendieron
la virulenta reacción que suscitó mente existencial. un viaje semiclandestino por España siete
Una explicación clásica considera este jóvenes italianos con el objetivo de resca-
entre los franquistas y sus apoyos.
producto cultural inmaterial como con- tar de las oscuras cavernas canciones de la
A pesar de que en su itinerario
secuencia de dicha asfixia vital al tiempo lucha contra el franquismo. Con el mate-
los jóvenes italianos no llegaron que verdadera propaganda oral; sin dejar rial recopilado se publicó un disco, Canti
a pisar Andalucía, nuestra de ser cierto, también se puede considerar della resistenza spagnola. 1939-1961 (Italia Can-
región quedó representada en causa o factor catalizador de la misma opo- ta, 1961) —en su portada el Preso con Paloma
sición al funcionar como un poderoso ins- de la paz, de Picasso— y un libro, Canti della
el trabajo a través de algunos
trumento de cohesión social que facilita la nuova resistenza spagnola (1939-1961) (Einaudi,
informantes andaluces emigrados integración e identidad grupal, promueve Turín, 1962); éste tuvo enormes repercu-
a otras regiones, así como por la la creación de espacios compartidos, la siones en los más variados ámbitos por la
procedencia y temática de algunas comunicación abierta de emociones aná- reacción virulenta del franquismo contra
de las canciones recogidas. logas o la identificación con un enemigo la obra (políticas, diplomáticas, judicia-
común. En estas condiciones, la música les, editoriales, literarias, religiosas y pe-
es verdadero alimento destinado al espíri- riodísticas).
tu que contiene fuertes dosis psicológicas En el libro se añadía a cada canción
con las que afrontar las penas; ello explica una ficha técnica sobre las composiciones
la naturaleza, a veces burlona, de ciertas (lugar y circunstancias en las que fue re-
coplillas, un eficaz mecanismo, el humor, cogida, información musical, etc.). En su
para endulzar los pesares. Otras veces re- itinerario no pisaron Andalucía —aunque
flejaba la esperanza y desesperanza de un tenían contactos en Sevilla— pero la tierra
pueblo cautivo. quedó representada de dos modos: a través
Los andaluces lógicamente no queda- de los informantes (andaluces emigrados a
ron al margen de dichos repertorios musi- otras regiones) y de la procedencia y temá-
cales, que con sus melodías y letras parti- tica de algunas de las canciones.
ciparon y expresaron el rechazo al régimen Durante veinticuatro días recorrieron
militar impuesto por los golpistas desde en coche la zona septentrional peninsu-
1936. De ello quedó constancia en la reco- lar, penetrando por la frontera de Bourg
A n d a l u c í a y s u s m ú s i c a s

Con el material recopilado se publicó


en 1961 el disco Canti della resistenza spagnola.
1939-1961 (Italia Canta), cuya portada
jugaba con los colores de la bandera
tricolor republicana, y se ilustró con
el Preso con Paloma de la paz, de Picasso.

AH
abril
Madame-Puigcerdá (Girona), precisa- 2014
mente el punto en el que se estableció en
Francia uno de los campos “provisionales”
83
para los exiliados del invierno de 1939 re-
tratados magistralmente por la cámara
de Robert Capa. El lugar dio nombre a la
considerada como la última canción de la
Guerra Civil y la primera de la oposición,
la Canción de Bourg Madame, sobre la que les
informó en París Antonio Soriano, funda-
dor de la prestigiosa Librería Española y Según narraba el informante, que resi- Y son
testigo presencial de la improvisada com- día en Suiza, ésta última se trataba de un y son y son tiempos borrascosos
posición. couplé que había escuchado en Barcelona que tienen
El viaje a España comenzó por el exilio, durante la guerra. que traen las lágrimas a los ojos.
en París y Ginebra, donde realizaron los El día 12 de julio de 1961 establecieron
primeros ejercicios de fuente oral. En Gi- importantes contactos en Madrid; de he- Y el cielo ya se ha despejado
nebra un exiliado les cantó el tema de El cho, la mayoría de las canciones relacio- ya se ve relucir una estrella
Quinto Regimiento, que aunque no se incluyó nadas con Andalucía las recogieron en y reluce con brillo potente
en el libro, su ficha técnica —con la refe- esta fecha. Por el diario de viaje que deja- todo el mundo confía sólo en ella
rencia de El Vito—, conservada en el CREL, ron escrito y publicaron, sabemos que un
hacía constar que se trataba de un “baile taxista (“taximetrista”) cuarentón de origen Y son
andaluz muy animado y vivo, en compás andaluz —con escaso acento— les aportó y son y son tiempos de bonanza
de tres por ocho”, citando a Julio Casares algunas letrillas para la colección. Sobre que tienen
y su Diccionario ideológico de la Lengua Española una de ellas, Nubes y Esperanza, escribían: que traen que están llenos de esperanza…”.
como fuente de autoridad. El mismo infor- “Es una canción de los detenidos políti-
mante les entonó varias coplillas satíricas, cos. El ejecutante la rimó correctamen- También fue interpretado por el mismo
una dedicada a Francisco Franco: te, sin concesiones expresivas, con gesto andaluz un Villancico guasón que decía:
mecánico, y retornando sistemáticamen-
“Si iruneses se llaman te a la primera estrofa después de haber “Dicen que falta dinero
los que han nacido en Irún completado la segunda: una canción sin dicen que ha sido el Caudillo
Franco ha de ser de Cabra fin, que gira sobre sí misma casi obsesi- dicen que ha ido a Suiza
porque está hecho un cabrón” vamente, como una fila de prisioneros al- dicen: peor que el vivillo [sic]
rededor del patio de una prisión a la hora Que dale a la zambomba
Y otra recordando al Virrey de Andalu- del ‘paseo’ cotidiano”. El texto interpreta- que dale al almirez
cía, Gonzalo Queipo de Llano: do era el siguiente: que dale a la zambomba
que dale tú otra vez”
“Con los bigotes de Queipo “Y el cielo se encuentra nublado
vamos a hacer una escoba no se ve relucir una estrella Y añadían en el libro: “Interrogándolo
para limpiar los fascistas los motivos del trueno y del rayo sobre algún hecho preciso de la canción,
que quedan en Barcelona” vaticinan segura tormenta recogimos este breve diálogo”:
A n dal u c í a y s u s músicas

— “¿En qué ocasión fue compuesta? pues, que enmarcarlo en la vida de una
— No sabría… persona joven, apenas adolescente, al co-
En el libro se añadía a
— Pero usted, ¿cuándo la escuchó? menzar la Guerra Civil. Ello explica el títu-
cada canción una ficha: — La oí en Navidad. lo del libro Canti della nuova resistenza spagnola
lugar y circunstancias — ¿Y desde hace cuánto tiempo? (1939-1961) y la filosofía general del proyecto
en las que fue — Desde siempre”. político-cultural.
De la trascendencia de las canciones
recogida, información En 1961 una nueva generación, funda- recogidas da cuenta un pequeño y, aparen-
musical, etc. mental en la reverdecida lucha antifran- temente, insignificante detalle. El taxista
quista, comenzaba a despertar en España andaluz entonó un tema titulado Sin, pan,
entretejiendo así las bases sociales de la sin pan. En su interpretación el informante
oposición juvenil al franquismo y de la cantó: “Una gacha pa’ comer, una gacha
futura transición. El “desde siempre” hay, pa’ cenar”, pero los italianos al transcri-

AH “Ataques blasfemos contra la religión oficial del Estado español”


abril
2014 QQLa publicación en Italia del libro Canti españoles que a su vez arrancaron la

82 della nuova resistenza spagnola (1939-1961)


(Einaudi, Turín, 1962) que recopilaba
intervención de la prensa internacional
en, al menos, tres continentes. Hasta el
las canciones antifranquistas españo- Vaticano, a través de su portavoz oficial,
las provocó una virulenta reacción del L’Osservatore Romano, se implicó en el affai-
franquismo. El volumen apareció en el re del canti. Se oyeron incluso voces que
mercado italiano en el verano de 1962 pidieron la excomunión de los responsa-
y sólo unos meses después se iniciaron bles de la edición.
discretas gestiones, vía corresponden- En el diario Madrid, del Opus Dei, se pudo
cia, entre el gobierno español —a través leer:
del Director General de Información, “Hemos tenido en la mano la recopila-
Carlos Robles Piquer— y el editor Giulio ción de inmundicias (…). Tiene música y
Einaudi que por entonces presidía el letra de malvados borrachos que llegan al
premio Formentor, fundado gracias al sacrilegio y a los insultos más groseros.
impulso de Camilo José Cela y que se (…). Sólo almas envilecidas y plumas ve-
fallaba en Mallorca. Con ocasión de la nales al servicio del comunismo podían
aparición del compendio de canciones haber imaginado semejante libelo”.
antifranquistas se consideró a Einaudi, Los medios de comunicación andaluces
su empresa y posibles delegados, “per- no quedaron al margen de la polémica.
sonas y editorial non gratas”, vetando El Correo de Andalucía, subrayaba que la
su entrada en España. En una carta actividad editorial “debe ser un vehículo
personal a Jaime Salinas, secretario del de cultura y no un pozo negro al servicio Portada del libro Canti della nuova resistenza
mencionado premio, se dejó clara la de innobles elucubraciones”, y en otro spagnola (1939-1961), editado en Italia por
postura del gobierno de Franco, que ins- lugar afirmaba: “se trata simplemente Giluio Einaudi, hijo del ex presidente
trumentalizó al máximo las referencias de basura: insultos, blasfemias, pala- de la República italiana.
religiosas contenidas en el libro: bras malsonantes, léxico de burdel”.
“La editorial Einaudi viene publicando Con similar tono y diferente cobertura,
con frecuencia libros que atacan España otros medios andaluces participaron
y a las Instituciones o personas del también de la campaña de desprestigio:
gobierno español. El último y más grave el Ideal de Granada, Sevilla, Odiel de Huel-
de estos ataques se contiene en un libelo va, La Voz de Almería, el Sur de Málaga, supuso el exilio definitivo del premio
titulado ‘Canti della nuova resisten- etc., fueron verdaderos palmeros de Formentor, el gobierno español logró el
za spagnola’ en el que se contienen aquella puesta en escena. En general secuestro judicial de la obra durante un
además, ataques blasfemos contra la fue en los artículos de opinión y edito- tiempo y el asunto llegó a ser tratado en
religión oficial del Estado español”. riales donde las plumas más se inflama- el Parlamento de Italia. Inmediatamen-
Ante la negativa del editor a plegarse a ron, reservando las noticias para cubrir te se hacía una edición en castellano
las presiones franquistas, se optó por el impacto en los medios italianos. en Uruguay y otra en Francia; dos años
sacar el conflicto a la luz pública movi- No contento con la polvareda levan- más tarde, aparecía en la República
lizando a los medios de comunicación tada que, entre otras consecuencias, Federal Alemana.
A n d a l u c í a y s u s m ú s i c a s

tar en un coche del subterráneo a un grupo Y se adjuntaba una explicación sobre el


de trabajadores que volvía de la fábrica: fandango, estilo musical casi desconocido
era un sábado y habían cobrado la paga se- por entonces en Italia, primer lugar en el
manal. Parece que la melodía sea la de una que apareció el libro (inmediatamente lo
cancioncilla del ‘varieté’”. haría en Montevideo, París y Hamburgo):
También aparecen en la compilación “Danza popular andaluza, normalmente
otras cantinelas relacionadas con Andalu- respetuosa de las rígidas reglas formales y
cía, como Los Ingenieros de Minas, declarada armónicas que en esta parodia no son se-
como “canción de los mineros de Linares” guidas”.
(Jaén), variante de la copilla titulada Los Y citaban el Dizionario di Musica de Andrea
señores de la mina. Había sido rescatada en Della Corte y Guido M. Gatti:
Madrid, aunque no se indica nada sobre “Un antiguo cronista español narra que
el informante. En este caso, el marco de poco después de su aparición en España en
referencia de la tonada es la lucha contra 1600, la autoridad eclesiástica la prohibió
la explotación capitalista, considerando
al franquismo como una simple prolonga-
como danza escandalosa. Pero el Consisto-
rio, antes de confirmar la condena, quiso
AH
ción de aquél: saber de qué se trataba. Dos bailarines fue-
abril
ron por eso llamados a ejecutar la danza 2014
“Los ingenieros de minas
van a hacer una romana
delante del Consistorio: entonces los inte-
grantes del Consistorio fueron presa de la
83
para pesar el dinero mayor alegría a al ver bailar el fandango
que toítas las semanas realizado para ellos, y la severa sala se con-
le roban al pobre obrero”. virtió en salón de baile. Y de la condena no
La cesión universal de derechos por parte
se habló más”.
de la editorial Einuadi permitió que se
hiciera una edición en castellano en
Entre los contactos clandestinos que De esta manera quedó reflejada Andalu-

Montevideo, que fue un cauce para que


establecieron los italianos en Madrid, en cía en el importante e innovador proyecto
las canciones antifranquistas llegaran este caso en los ambientes cinematográ- desarrollado por los músicos y musicólogos
a América del Sur. ficos —y es la única pista que daban en italianos asociados Cantacronache. Infor-
la monografía— estuvo uno de gran pro- mantes, temas o procedencia de las cancio-
yección al que he podido poner nombre y nes daban cuenta melódica de la presencia
apellidos: fue el director de cine, nacido de la región en la lucha contra la dictadura
en Cádiz en 1930, Julio Diamante Stihl. franquista en los años sesenta. La música
birlo entendieron “una gracia pa’ comer, Diamante se había destacado en los suce- seguía siendo, como al menos desde el na-
una gracia pa’ cenar” y con este error pu- sos estudiantiles de 1956 en la Universidad cimiento de la contemporaneidad, un for-
blicaron la canción. Desde entonces hasta Central de Madrid, al calor del fallido Con- midable aliado de los movimientos sociales
hoy —e internet da buena cuenta de ello—, greso Universitario de Escritores Jóvenes y políticos, a la vez que manifestación in-
todas las interpretaciones de este tema, (1955), del que era el secretario General, material de su existencia. 
que se basan precisamente en la versión y el Congreso Nacional de Estudiantes
aparecida en el disco y libreto de 1962, re- (1956), en los que estuvieron implicados
producen el error: personajes de renombre (Javier Pradera, Más información
Enrique Mújica, Ramón Tamames, Ga-
“San Antonio pa’ comer briel Elorriaga, Fernando Sánchez Dragó, QQ Balestrini, Nanni y Moroni,
San Antonio pa’ cenar etc.). Aportó algunas composiciones rela- Primo
San Antonio pa’ comer y (a) trabajar cionadas precisamente con los incidentes La horda de oro (1968-1977). La gran ola
Sin pan, sin pan, sin pan estudiantiles, algunas de cuyas coplillas revolucionaria y creativa, política y existen-
Sin pan, sin pan, sin pan... habían sido compuestas en prisión por los cial. Traficantes de sueños. Madrid,
Y (a) trabajar mismos universitarios. Les recitó Fandango 2006.
de la maleta, referida también como El fan- QQ Carrillo-Linares, Alberto
Una gracia pa’ comer dango de las maletas de Huelva, cuyo texto es- “Surcos de esperanza y gritos de
Una gracia pa’ cenar peranzado rezaba: libertad. Música contra el franquis-
Una gracia pa’ comer y (a) trabajar mo”, en Historia Social, nº 73, 2012,
Sin pan, sin pan, sin pan “Maleta, pp. 80-99.
Sin pan, sin pan, sin pan... le dijo el Paco a la Carmen “Antifranquismo de guitarra y
Y (a) trabajar”. vete a alistar la maleta linotipia. Canciones de la nueva
porque dentro de poco tiempo resistencia española (1939-1961)”, en
En el libro agregaban: “Recogida en nos vamos a freír puñetas, Ayer, nº 87, 2012 (3), pp. 195-224.
Madrid. El informante la había oído can- le dijo el Paco a la Carmen”.
i n m e m o r i a m

Quisco de la Peña
Entre Olivares y la Nueva España

AH Carlos Martínez Shaw


abril UNED / Real Academia de la Historia
2014
86
N
La reciente reedición de la obra acido en Sevilla el 5 de junio de Historia Económica de España (1972) bajo
Memoriales y Cartas del Conde Duque 1944, José Francisco de la Peña se el título de “Formación de una gran propie-
licenció en la Universidad Hispa- dad agraria. Análisis de una contabilidad
de Olivares —editada por vez
lense con una tesis sobre La política de reformas agrícola del siglo XIX”. En el trabajo, mien-
primera en dos volúmenes por del Conde Duque de Olivares, título que anun- tras Antonio Miguel Bernal demuestra su
John Elliott y José Francisco de ciaba unos intereses que ya nunca le aban- conocimiento de la agricultura andaluza
la Peña en 1978 y 1981 y agotada donarían en su carrera de investigador. del Ochocientos, Quisco pone a contribu-
desde entonces— ha traído a Su primer destino docente fue su nombra- ción su dominio de los archivos sevillanos,
miento como profesor ayudante en la cá- ya que la documentación procede de los
la memoria de ‘Andalucía en la
tedra de Historia Moderna de España, que fondos de los duques de Béjar conservados
Historia’ la figura de Quisco de había obtenido hacía pocos años José Luis en el palacio conocido como “Casa de San-
la Peña, fallecido hace casi una Comellas. Desde ese momento, su inclina- ta Teresa”: son los libros de contabilidad
década con 50 años de edad. ción por la historia española e hispanoame- (escalonados de 1802 a 1861) de las propie-
ricana del Antiguo Régimen (más concre- dades rurales del término de Elche de la
Este historiador sevillano,
tamente del siglo XVII) se convierte en una familia alicantina de los Roca de Togores.
ayudante durante varios años
constante de su actividad profesional. El análisis de los datos reconstruidos sobre
de John Elliott en el Instituto Sin embargo, un hecho fortuito cambia propiedad, producción y salarios permite
de Estudios Avanzados de de modo radical su vida. Cuando llega a concluir en la estrategia de la compra de
Princeton, fue uno de los grandes Sevilla y declara su intención de consultar tierras a pequeños propietarios en épocas
una serie de documentos custodiados en de recesión, en la política de inversiones
renovadores en el estudio de la
el archivo ducal de Medinaceli, el profesor con un ritmo antitético al del gasto sala-
historia colonial de la América John Elliott acepta la recomendación que rial y en el objetivo de la consecución de
española. Carlos Martínez Shaw le hacen de introducirse en aquellos fon- un mayor patrimonio económico, un ma-
traza un emocionado perfil dos de la mano de Quisco de la Peña, que yor estatus social y una mayor influencia
de este modernista de gran era ya uno de los mejores conocedores de política, al amparo de las oportunidades
los archivos hispalenses. Tras aquella aven- abiertas en la primera mitad de siglo a una
altura intelectual y personal.
tura archivística, el prestigioso hispanista nobleza aburguesada o a una burguesía
británico le ofrece acompañarle al Institute ansiosa de ennoblecimiento.
for Advanced Study de Princeton, lo que su- En setiembre de 1974 inicia su aventura
pone para Quisco una oportunidad única de estadounidense, al convertirse en ayudan-
perfeccionar su formación historiográfica. te de investigación de John Elliott en el ya
John Elliott guardará durante toda su vida citado instituto de Princeton. Son años de
un cariño entrañable a Quisco, como ha incesante trabajo, ya que ha de compagi-
puesto de manifiesto en muchas ocasiones. nar la redacción de su tesis doctoral con las
Entre 1971 y 1972, Quisco de la Peña pre- investigaciones en numerosos archivos y
para junto con Antonio Miguel Bernal su bibliotecas a fin de componer una de sus
primer artículo de gran proyección, que obras mayores, escrita en colaboración con
presentan en Barcelona al I Coloquio de su maestro. Nos referimos a los dos volú-
i n m e m o r i a m

De izda. a dcha.,
Antonio Domínguez Ortiz,
John Elliott y Quisco de la
Peña en una imagen de
junio de 1977.

AH
abril
2014

menes de los Memoriales y Cartas del Conde


87
Duque de Olivares (en dos tomos, dedicados a
la política interior, respectivamente para
1621-1627 y 1628-1645, aparecidos en Ma-
drid, Alfaguara, 1978 y 1981), una pieza
clave en la renovación de los estudios sobre
el siglo XVII que había inaugurado brillan-
temente Antonio Domínguez Ortiz.
Mientras preparaba los textos del Conde
Duque de Olivares, Quisco debía atender a
la realización de su tesis doctoral, para la
cual pudo contar con la documentación
que le había sido señalada por José de la
Peña en el Archivo de Indias y con la direc-
ción de John Elliott. De ahí nacerá la que
Su obra más considerable fue su tesis doctoral defendida en
será su obra más considerable, primero en
formato de tesis doctoral defendida en la la Universidad Autónoma de Madrid en 1977 bajo el título
Universidad Autónoma de Madrid en 1977 de ‘Oligarquía y propiedad en Nueva España, 1550-1624’
y después convertida en un libro asequible
en sus dimensiones y aparato crítico (con
prólogo fechado precisamente en Prince- la historia económica. Una panorámica empréstito obligatorio de 200.000 pesos,
ton, en febrero de 1979), que, finalmente general nos habla de la agricultura y la ga- el control más estricto de la negociación
sería publicado, con gran retraso, en 1983, nadería, de los molinos de pan y los inge- del Galeón de Manila, la prohibición del co-
en México, por el Fondo de Cultura Econó- nios de azúcar, de los obrajes de lana y las mercio con el Perú (que era la salida natu-
mica, bajo el título de Oligarquía y propiedad minas de plata y, finalmente, del capital ral de los paños mexicanos) y la libertad de
en Nueva España, 1550-1624. mercantil y financiero. A continuación se los indios de los obrajes, que conllevó el
En el prólogo del libro, el historiador reconstruye el proceso formativo de los pa- encarecimiento de la mano de obra para la
reconoce sus muchas deudas, entre ellas trimonios de la oligarquía novohispana, producción textil.
las contraídas con don Antonio Domín- en cuya composición entran los inmuebles La segunda y última parte del libro se
guez Ortiz (el “maître à tous”), con los ame- urbanos, las haciendas de labor, las estan- acerca a la historia social, a la configu-
ricanistas, españoles (como Guillermo cias de ganado, los oficios adquiridos, las ración de una nueva sociedad en que los
Céspedes del Castillo) y foráneos (como rentas de indios, los esclavos y la riqueza “conquistadores” y “beneméritos” son sus-
François Chevalier) o con los más signifi- suntuaria en plata, joyas, ajuar, menaje, tituidos por la nueva hornada de los “po-
cados representantes de la nueva historia coches y caballos, etcétera. Una econo- bladores” (término confesadamente vago
económica hispana (Felipe Ruiz Martín, mía que ha entrado, sin embargo, en cri- para una definición cuya precisión se juzga
Gonzalo Anes y Jordi Nadal). sis a principios del siglo XVII, entre otras como inalcanzable), dando origen a la crea-
Tanto la introducción como la primera razones por las medidas adoptadas por el ción de un nuevo grupo de “poderosos”. El
parte del libro se dedican precisamente a marqués de Gelves: la imposición de un autor llega a la conclusión de que las refor-
i n m e m o r i a m

mas del Conde Duque de Olivares condu-


jeron en Nueva España a una refundación
de la sociedad oligárquica mexicana. Más
tarde, ya en el siglo XVIII, una segunda
etapa de reformas, las impulsadas por las
autoridades ilustradas, conducirán a la

AH toma de conciencia de la población criolla


y, más adelante, al desencadenamiento del
abril definitivo proceso de emancipación de las
2014 provincias americanas. Es decir, el autor

86 arguye que este “primer reformismo” de


Olivares fue una prefiguración del refor-
mismo ilustrado, que, por más maduro,
produjo consecuencias más radicales. Y, de
este modo, la obra adquiere la estatura de
una gran tesis de historia económica y so-
cial que abre nuevas perspectivas interpre-
tativas no sólo para el siglo XVII, sino para
todo el periodo colonial posterior y para
toda América. De ahí que el libro de Quisco
de la Peña pueda ser considerado un hito
dentro de la investigación de la historia co-
lonial de la América española.
Antes de finalizar la década de los se-
tenta, la estancia en Princeton toca a su
fin. Quisco vuelve a España en 1979, con
un amplio bagaje de experiencias, un
Quisco de la Peña llegó a la conclusión de que las reformas
acreditado prestigio y una sólida obra his-
toriográfica como carta de presentación. del Conde Duque de Olivares condujeron en Nueva España
Sin embargo, no bastan tales títulos para a una refundación de la sociedad oligárquica mexicana
conseguir una fácil reinserción en la vida
universitaria hispana. Mientras trata de
introducirse de nuevo en el mundo univer- Sin embargo, acosado por graves difi- José Francisco de la Peña, Quisco, falle-
sitario, consigue ser nombrado director de cultades personales y aquejado por pro- ció el 18 de mayo de 2014 a los cincuenta
la sección de Historia de la Editorial Alfa- blemas de salud, sus años felices tocan años de edad.
guara, protagoniza la recuperación de la a su fin. No por ello abandona sus tareas Así en una mañana primaveral, en el
casa natal de Velázquez en Sevilla, ingre- docentes ni deja de escribir los que serán cementerio-jardín de Alcalá de Henares
sa como académico correspondiente en la sus últimos trabajos. Primero será su co- despedimos al amigo entrañable, al com-
Real Academia de la Historia y se inserta laboración para el tomo VI de la Historia de pañero generoso, al ciudadano conciencia-
en el comité científico que prepara una España de Editorial Planeta (1988), dirigi- do, al universitario de raza, al historiador
nueva Historia de la Humanidad bajo el patro- da por don Antonio Domínguez Ortiz, que vocacional. Un historiador modernista y
cinio de la Unesco. se reserva Carlos II y encarga a Quisco el americanista que nos ha dejado una obra
Afortunadamente, las primeras oposi- reinado de Felipe IV. Después vendrá el llamada a perdurar en el tiempo. Un ami-
ciones a las que concursa, sin éxito, le pro- libro, escrito por el profesor Emilio Sola, go querido que nos ha dejado el consuelo
pician la oferta de Bartolomé Escandell de contando con “la amistad, el magisterio de su memoria, por decirlo glosando a
un contrato de profesor en la Universidad y la colaboración” de Quisco, titulado Jorge Manrique, uno de los muchos poe-
de Alcalá de Henares, que se convertiría en Cervantes y la Berbería. Cervantes, mundo turco- tas que le acompañaron siempre, a él que
el último punto de amarre de su trayecto- berberisco y servicios secretos en la época de Felipe también fue, como pocos, un enamorado
ria vital. II (1995). de la poesía y de los clásicos. 
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estas dos interesantes
obras: Viaje a la Andalucía
inexplorada, primera FORMA DE PAGO
traducción al español de
la obra en la que Hugh  Adjunto cheque a nombre de la Fundación Pública Andaluza Centro de Estudios Andaluces.
James Rose habla de las
condiciones de vida de  Transferencia bancaria a nombre de la Fundación Pública Andaluza Centro de Estudios Andaluces en la cuenta:
los mineros del llamado
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“black country” (Linares), y
Con los rojos en Andalucía, ES79 0182 5566 7402 0150 8457 BBVAESMMXXX
una nueva mirada sobre
la Guerra Civil a cargo del  Cargo en cuenta:
brigadista irlandés Joe IBAN: Código Swift/BIC:
Monks, un joven ateo y
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Lopera y Pozoblanco.  Vía Internet a través de la página www.centrodeestudiosandaluces.es

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l i b r o s

Los apoyos sociales


del franquismo
Martí Marín Corbera cómo se construyeron esos apoyos ción al fascismo, mucho antes de
Universidad Autónoma sociales al franquismo en Almería, que cualquier violencia les obligara
de Barcelona con indicaciones razonables sobre a ello, pese a proceder de familias
cómo pudieron producirse proce- de orden que teóricamente abomina-

E
l presente libro de Óscar Ro- sos similares en otros espacios pa- ban del tipo de prácticas fascistas,
dríguez Barreira puede des- recidos —rurales, empobrecidos y tan alejadas de ese viejo orden. Fi-
pistar involuntariamente al con una única referencia urbana nalmente, en la tercera y última,
posible lector a causa de su título. de peso en su capital—. Tres son nos presenta las luchas políticas
Aunque no se refleje en el mismo las partes básicas que estructuran internas a los vencedores que die-
hay que aclarar que se trata (tam- el trabajo. El autor recorre, en pri- ron al franquismo almeriense su
bién) de historia de Almería, por- mer lugar, la experiencia vivida de constitución definitiva, al menos

AH que ese es su marco geográfico de


referencia. Y ello, como su desa-
la Guerra Civil por los vencedores
almerienses de la misma: la per-
Rodríguez Barreira,
Óscar
hasta 1951. Un conglomerado de
luchas de intereses que dieron en
abril rrollo se encarga de demostrar, no secución, el miedo y el silencio, Miserias del poder. Los pode- construir un nuevo entramado de
2014 disminuye un ápice su interés de junto con las actividades de la lla-
res locales y el nuevo estado
franquista, 1936-1951. relaciones clientelares y de poder,

90 cara a la historia general. Rodríguez mada quinta columna en favor de las Publicacions de la Uni- ya no alrededor de un sistema de
versitat de València.
Barreira se encarga desde las pri- armas de Franco. Sin duda se trata Valencia, 2013. 445 partidos plural, o al menos, bina-
meras páginas de la obra de hacer de una experiencia muy distinta págs. 25 € rio, sino en torno a un partido úni-
evidente el porqué de la elección a la de quienes estuvieron con el co —FET y de las JONS— integrado
del título de la misma: tiene po- bando franquista en Burgos o Sala- dentro del propio estado, como ele-
derosas razones académicas para manca pasando por tres años triun- mento constitutivo del mismo. Sin
haber actuado como lo ha hecho. fales. Vuelve sobre sus pasos, en la duda uno de los rostros más inquie-
Pero llegados a este punto, y des- segunda parte, para mostrar cómo tantes de la llamada modernidad, a
de las páginas de una revista como habían vivido esas mismas gentes la que jamás estuvo ajena Almería:
esta, es necesario explicar por qué la experiencia de la República en porque tan modernos fueron quie-
nos ocupamos de reseñarla. paz y cuáles habían sido sus opcio- nes inventaron el ordenador como
Nos encontramos pues, ante un nes políticas durante la misma. En quienes diseñaron los campos de
trabajo que pretende explícitamen- ella descubrimos cómo, lejos de ser concentración y exterminio, cada
te contribuir al mejor conocimien- la guerra la explicación de todo, uno en su especialidad.
to de la forma política de funcio- parte de una generación de jóvenes Las aportaciones documenta-
nar de la dictadura franquista, así almerienses se radicalizó en direc- les del autor son —como corres-
como de cómo se configuraron sus ponde a un trabajo cuyo origen se
apoyos sociales. Y ello lo hace des- encuentra en una magnífica tesis
de Almería porque, según el autor: doctoral— verdaderamente apabu-
“Lo que queremos es ver los intere- llantes: de los archivos a la prensa
ses materiales de quienes detenta- de época, pasando por las entrevis-
ban el poder, calibrar la capacidad tas, ningún aspecto ha escapado a
proselitista del franquismo, ana- la atención del investigador. Nadie
lizar el pasado de la familia y las va a poder decir que al autor le fal-
redes clientelares en la dinámica tan datos: como la obra deja claro,
política, dilucidar la continuidad más bien le sobraban y tuvo que de-
o ruptura de los cuadros políticos jar parte de ellos en el original de
de la dictadura... Todo ello desde la tesis, tal y como suele suceder
una provincia depauperada tan en estos casos. No podemos sino
representativa o más que otra con felicitarnos del hecho de que este
un nivel de desarrollo económico trabajo, presentado en sede aca-
por encima de la media”. No cabe démica en mayo de 2007, hace ya
duda pues de la consideración que seis años largos, haya podido ver
el autor tiene por la importancia de la luz, al tiempo que nos sentimos
hacer historia, como él mismo es- íntimamente identificados en su
cribe “de abajo a arriba”. peripecia (quien firma estas líneas
Quien se acerque a la obra de tardó más o menos el mismo lapso
Rodríguez Barreira encontrará de tiempo en conseguir publicar su
sugerentes explicaciones sobre tesis, 1993-2000).
l i b r o s

Feminismo y cultura
Marieta Cantos Casenave lucha de escritoras que desde Fer- o centrarse en sus reivindicaciones
Universidad de Cádiz nán Caballero a Rosalía de Castro de género. Sin olvidar las estrate-
y la portentosa Pardo Bazán traba- gias de las falangistas, la historia

C
omo explica su autora, este jaron para publicar y dignificar la va abriéndose paso a las reivindica-
libro pretende introducir labor de las mujeres, así como la de ciones de los años 60 y 70.
alguna claridad en la abun- las que, en el último tercio, denun- En este siglo XXI —“De la mu-
dante bibliografía surgida en torno cian de forma más comprometida jer a la biomujer”— la cuestión
al feminismo. Al igual que en La las injusticias con que la cultura femenina no deja de complicarse,
historia del feminismo de Pérez Garzón, dominante las trata. Ya en el XX el al dar entrada a una multiplicidad
el punto de partida es interrogarse feminismo (Campoamor, Nelken, de feminismos: de la igualdad, de
sobre el motivo que impide a mu- Kent) deberá recorrer aún un largo la diferencia, posfeminista. Como
chas mujeres asumir el califica- camino, jalonado por varias gue- Caballé, Anna corolario a una serie de jugosos
tivo de “feminista”. Quizás como rras, en el que las mujeres elegirán El feminismo en España: testimonios, Caballé pone el dedo
La lenta conquista de un
señala Caballé, el cliché en torno entre apoyar las reivindicaciones derecho. en la llaga del feminismo al seña-
a la “virago” feminista sea uno
de ellos, pero no conviene ignorar
políticas de ambos sexos —aunque
eso supusiera convivir con unos
Colección La historia
de… Cátedra. Madrid,
lar “su falta de cintura para dialo-
gar e integrar las múltiples moda-
AH
2013. 336 págs. 14.30 €
que, en la batalla por acceder a la correligionarios que las siguen rele- lidades que ha ido adoptando a lo
abril
cultura y sostener el derecho a in- gando a una posición subsidiaria— largo de su supervivencia”. 2014
tervenir en ella, han sido particu-
larmente denostadas las que han
91
preferido dedicarse a “la cuestión
femenina”, como si esto hubiera de
ser excluyente o superfluo.
Los límites de esta reseña impi-
den dar cuenta de la profundidad
y multiplicidad de referencias con
que la autora sustenta, de forma
solvente y amena, su tesis de que
el feminismo español no es para-
sitario de otros y de que se diferen-
cia por la sostenida reclamación
del acceso a la cultura. Desde las
celdas o aledaños de la corte, mu-
jeres como Isabel de Villena o Lui-
sa de Sigea reclaman pronto una
interpretación de la cultura, libre
de todo prejuicio excluyente o des-
calificador de la práctica femeni-
na —también Teresa de Ávila—, y
desde estas voces se inicia el itine-
rario por otros textos de mujeres
(María de Zayas) que denuncian
que los hombres les niegan el ac-
ceso a la educación, para ejercer
su poder sin réplica y someterlas a
una doble moral, que a un tiempo
las incita a cuidar de su aspecto y,
por otra, rechaza que aspire a su
propia satisfacción. Precisamente
el estudio es el camino a la felici-
dad que propone la obra de la ilus-
trada Josefa Amar para la mujer,
una vez cumplidas —eso sí— sus
obligaciones domésticas.
En el XIX, siglo del “retraimien-
to femenino burgués” sería injusto
—señala la autora— desconocer la
l i b r o s

Los últimos días


de Antonio Machado
Montserrat Rico Góngora tifascistas. El segundo, a ocho kiló- Jacques Baills, el ferroviario que le
escritora metros de la capital del Turia, será dio las primeras indicaciones en
el pueblo de Rocafort donde se ins- la estación del humilde pueblo de

C
uando se acaban de cumplir tala en villa Amparo, propiedad de pescadores donde había llegado; a
75 años de la muerte de An- la familia Báguena García. Es aquí Madame Quintana, propietaria del
tonio Machado en la peque- donde comienza a colaborar con La hotel donde se hospedó y murió;
ña localidad francesa de Collioure, Vanguardia, colaboración que se in- o a Madame Figueres, dueña de la
Monique Alonso, hija de exiliados terrumpe y reanuda en Barcelona, tienda de confecciones que propor-
de la Guerra Civil, creadora de la donde vuelve a ser evacuado al al- cionó algo de ropa al que la contien-
Fundación Antonio Machado en Co- bur de los acontecimientos bélicos. da civil española había despachado
llioure, ha escrito el ensayo impres- Desde la torre Castañer, un pa- casi desnudo como los hijos de la mar.

AH cindible sobre el exilio del poeta.


Esta no es una gran biografía
lacete de estilo italiano al pie de la
montaña del Tibidabo, propiedad
Alonso, Monique
Antonio Machado, el largo
En unos últimos apuntes nece-
sarios, la autora repasa los ofreci-
peregrinar hacia la mar.
abril por su extensión, pero si por su de la marquesa de Moragas, pues- (Prólogo de Alfonso mientos que llegaron tarde a solu-
2014 contenido. La autora ha expurga- ta a disposición del Socorro Rojo,
Guerra). Ediciones
cionar materialmente la vida del
Octaedro. Barcelona,

90 do deliberadamente toda hazaña


vital del poeta sevillano anterior
Machado pergeña sus escritos en
la sección Desde el mirador de la guerra,
2013. 158 págs. 18 € poeta. Cabe destacar al respecto la
carta en la que John Brande Trend
al período comprendido entre 1936 el último, el 6 de enero de 1939, le ofrecía un puesto de lectorado
y 1939 para narrar en 158 páginas preludia el silencio inminente y la de su departamento de español en
la crónica esclarecida de sus tres última etapa de su exilio y su vida. Cambridge, fechada el mismo día
últimos años de vida en su decli- Monique Alonso consigue en de su muerte.
ve humano y parejo a la moral de los últimos capítulos de su ensayo Antonio Machado, el largo peregrinar
retirada de aquellos que, como enredar la peripecia humana de hacia la mar es, además de la bio-
él, defendieron hasta su último quienes acompañaron al poeta o lo grafía imprescindible para aden-
aliento la causa republicana. asistieron en su destino final con trarse en el mundo machadiano,
Su estudio germinó en 1976 una prosa brillante. Así transfie- una crónica cruda y abundante
cuando se dieron cita en Colliou- re protagonismo a Corpus Barga, en detalles sobre el exilio humano
re algunas de las personas que el colega que salió al encuentro de que prosiguió a la conclusión de la
habían compartido vida y expe- la familia Machado en Cerbêre; a guerra.
riencias con Machado, y cuyos
testimonios, en un día completo
de careos y trabajo, sirvieron para
recoger, compilar, o modificar y
rechazar ciertos datos que en el
transcurso de los años venían dán-
dose por ciertos.
Este largo peregrinar hacia la mar
que se constituye en la esencia
del título, no deja de aludir a la
metáfora machadiana del final
de la vida, ese otro polo opuesto al
origen, a su infancia en un patio de
Sevilla y un huerto claro donde madura el
limonero.
Monique Alonso consigue una
exposición de los hechos en un or-
den cronológico sin tacha, desde
que Machado, en una expedición
de quince miembros, algunos de
su propia familia, es evacuado
desde Madrid a Valencia donde su
primer destino será el hotel Palace,
incautado para albergar a los inte-
lectuales que se han declarado an-
l i b r o s

Miedo y mucho más


Gloria Román Ruiz La pregunta que opera tras las El volumen recorre toda la dic-
Universidad de Granada páginas de No solo miedo podría for- tadura, desde el trauma bélico
mularse en los siguientes términos: hasta los días del tardofranquismo

L
a lectura de No solo miedo nos ¿Cómo consiguió el régimen el con- y el cambio de sistema político. Y
ayuda a entender mejor sentimiento de la “gente corriente”? lo hace recurriendo a diversos es-
cómo fue posible que, duran- Es decir, ¿qué elementos, políticos o tudios que salpican buena parte de
te cuatro largas décadas, se sostu- discursivos, activados desde arriba, la geografía española y que tocan
viera en España una experiencia fueron capaces de atraer a la gente temas varios referentes a políticas
dictatorial como la franquista. Los de abajo? El lector va descubriendo sociales, resistencia simbólica,
autores que dan vida a la obra se las múltiples respuestas a estos com- acceso a los bienes de consumo o
proponen pulsar las actitudes ciu- plejos interrogantes a medida que va espacios de participación ya en los
Del Arco, Miguel
dadanas bajo el régimen de Franco, desbrozando el jugoso contenido del estertores del régimen. El resulta-
Ángel; Fuertes,
descubrir qué mecanismos activó libro. Así, por ejemplo, la “Cultura Carlos; Hernández, do es una visión global, panorámi-
Claudio y Marco, Jorge
para granjearse el consentimien- de la victoria” logró embelesar a una ca y bastante completa de la “acti-
(eds.)
to de los españoles y ver hasta qué
punto entraron estos en el juego
población que tan solo deseaba recu-
perar la “normalidad” perdida con
No solo miedo. Actitudes
políticas y opinión popular
tudes políticas y opinión popular
bajo la dictadura franquista”.
AH
propuesto por la dictadura. la guerra. Pero también la Obra Sin-
bajo la dictadura franquista
(1936-1977). Además, hemos de reconocer a
abril
La obra no oculta la compleji- dical del Hogar, las actividades for- Comares. Granada, No solo miedo el mérito de conseguir 2014
2013. 248 págs. 20 €
dad de aproximarse al objeto de es-
tudio propuesto. Lejos de simplifi-
mativas de la Sección Femenina o la
presencia de la televisión en los ho-
dibujar el estado actual de la histo-
riografía social del franquismo, con
91
car y distanciarse de la realidad, gares españoles, ya bien entrados los el interesante añadido de apuntar,
opta por presentar sin disfraces la sesenta, pudieron resultar atractivos a lo largo de sus páginas, las sendas
amplia muestra de posibilidades, para amplias capas de la sociedad. por las que habrán de transitar fu-
puntos intermedios y contradic- La presente obra desmonta la turas líneas de investigación. Así,
ciones que componen la cotidia- creencia generalizada y por largo a lo largo de los capítulos se ofrecen
neidad social. El resultado consi- tiempo extendida de que el fran- valiosas pistas por las que conti-
gue su propósito de demostrar que quismo se sostuvo solamente en nuar el camino emprendido.
la dictadura no se sustentó solo el terror y la represión. Tal y como El libro ofrece al lector unas bri-
gracias a la coerción y la violencia, nos indica el propio título, no solo llantes páginas de historia social
sino que consiguió atraer, me- se trató de miedo, sino también de desde abajo, un campo en el que se
diante distintos discursos y políti- grandes dosis de consentimiento, han hecho grandes progresos para
cas, a buena parte de la población sin que ello nos lleve al extremo el periodo franquista, pero que
española. Ese fue su gran éxito. contrario de renunciar al primer aún está lejos de quedar agotado.
La obra comienza situándonos elemento explicativo. En las notas Son muchos los interrogantes que
en el panorama historiográfico in- finales, Ismael Saz lo expresa con siguen en el aire. Nuevos estudios
ternacional en que se inserta. Nos contundencia: “no solo el miedo y de caso que empleen nuevos en-
introduce en las perspectivas y ca- la represión, pero también el mie- foques y perspectivas y exploren
tegorías empleadas para el análi- do y la represión”. fuentes novedosas (caso de la pren-
sis de los comportamientos y acti- sa extranjera, sobre cuyo potencial
tudes ciudadanas bajo regímenes se nos ilustra en uno de los capí-
no democráticos como el fascista o tulos) podrán acercarnos más a la
el nazi, haciendo un recorrido que ambiciosa pretensión de conocer el
va desde los estudios pioneros has- “estado de ánimo” de los españoles
ta el estado actual de la cuestión. bajo la dictadura franquista.
El trabajo alberga un importan- La tarea que se persigue se anto-
te componente psicológico, que se ja harto difícil, pero ello no ha de
hace patente, sobre todo, a la hora ser óbice para persistir en el empe-
de comprender la participación de ño. De un lado, resulta alentador
hombres corrientes no “especialis- conocer la madurez de los logros
tas en la violencia” en una guerra alcanzados. De otro, no puede ne-
fratricida y la simultánea y su- garse cierto desaliento motivado
cesiva represión contra sus igua- por el reto que suponen las nuevas
les, cuestiones ambas tratadas en preguntas que van surgiendo a
los dos primeros capítulos, tras medida que se avanza en la investi-
cuya lectura quedamos más cerca gación. Como dijo Aristóteles, “los
de comprender cómo fue posible grandes conocimientos engendran
aquella barbarie. las grandes dudas”.
a p r op ó si t o

Distintas fosas,
el mismo horror
El ritual humanizador de las exhumaciones

En la carretera de Grazalema a Ronda, en plena Sierra de Cádiz; en la finca El Aguaucho de Fuentes de


Andalucía; en una fosa común del cementerio de Gerena. Tres lugares, tres fosas distintas, unas sesenta
mujeres asesinadas. El mismo horror, en distintos lugares, al mismo tiempo. La profesora e investigadora
Pura Sánchez, autora de los volúmenes Individuas de dudosa moral: la represión de las mujeres en Andalucía, 1936-
1958 (Crítica, 2009) e Historias sin historia (Paréntesis, 2013) reflexiona en esta tribuna sobre el ritual y la
AH necesidad de excavar estas fosas para restablecer la dignidad a las víctimas y dar consuelo a las familias.

abril
2014
94

mujeres, asesinadas después de haberlas fetos volvieron a su pueblo y fueron digna-


vejado y humillado. Tenían entre 18 y 22 mente enterrados en diciembre de 2013. La
años. La ubicación de la improvisada fosa, sepultura está presidida por la inscripción
en la que aún permanecen sus cuerpos, to- “Verdad, justicia y reparación”.
davía no se ha determinado con exactitud. Tres lugares, tres fosas distintas, treinta
En junio de 2013, el pueblo de Fuentes de y siete mujeres asesinadas. El mismo ho-
Andalucía inaugura un jardín de memoria rror, en distintos lugares, al mismo tiempo.
para recordar a los 116 asesinados, 27 de los Poco a poco, el tesón de personas y aso-
cuales eran mujeres. En un lugar central ciaciones y la memoria resistente en los
del jardín, como un árbol metálico y aé- relatos colectivos han ido despejando las
reo del que escapan palomas volando, se dudas sobre quiénes eran, cuándo fueron
encuentra plantado el monumento en re- asesinadas y cómo. Pero las certidumbres
cuerdo de las “niñas” del Aguaucho sólo van desvelando la magnitud del ho-
Gerena, Sevilla. 12 de octubre, 1936. En rror. Por ello, hay que seguir profundizan-
una fosa común del cementerio interior, do en los porqués. Porque las “razones” de
bajo la segunda fila de nichos de la izquier- los verdugos no nos sirven, por insuficien-
Pura Sánchez da, yacen los cuerpos de diecisiete muje- tes y perversas; porque sus familiares y la
IES Velázquez res. “Cazadas” a tiros, cuando intentaban sociedad merecen y necesitan explicacio-
escapar a la muerte parapetándose en las nes que les ayuden a comprender y a cons-

S
ierra de Cádiz. Zona boscosa en la ca- tumbas del cementerio, fueron asesinadas truir, sobre esa comprensión, memoria
rretera de Grazalema a Ronda. Finca una a una, mientras un niño atónito con- resistente y digna.
de El Retamalejo. Verano del 36. En un templaba aterrorizado la escena, subido Las excavaciones de estas fosas mues-
horno de carbón vegetal, y a 50 metros de en un árbol. Todas eran del vecino pueblo tran variantes acerca del número de víc-
la conocida como Curva de las Mujeres, de Guillena. El proceso de localización, ex- timas o sobre si las humillaciones cons-
donde habían sido fusiladas, fueron en- humación e identificación de los cuerpos tituían o no la antesala de la muerte; no
terradas sin nombre quince mujeres y un ha durado prácticamente una década. Los obstante, más allá de estas variantes, los
adolescente. Los dieciséis cuerpos se iden- cuerpos de las 17 mujeres de Guillena y dos hechos presentan rasgos comunes lo que,
tificaron en septiembre de 2008. Ahora ya-
cen enterrados juntos, como fueron asesi-
nados, en el cementerio de Benamahoma.
Fuentes de Andalucía, Sevilla. Finca El
Consideraron a las mujeres botín de guerra, cosificándolas,
Aguaucho, carretera de La Campana. Vera- deshumanizándolas; convirtieron su cuerpo de mujeres en un
no del 36. Fueron arrojadas a un pozo cinco campo de batalla más, usándolo como medio y como mensaje
a p r o p ó s i t o

AH
abril
2014
95
Exhumación de las 17 mujeres de Guillena fusiladas en Gerena.

unido a su reiteración, hace que se pueda Pero el ritual tenía además una dimen- Muchas eran mujeres jóvenes; probable-
pensar en la escenificación de un ritual. sión más global: los vencedores, que esta- mente la mayoría no había conocido otros
Como en todos los rituales, los actuantes, ban apropiándose del espacio público-polí- horizontes que los de su pueblo, donde to-
mediante gestos simbólicos, escenifica- tico de los vencidos por la vía de las armas dos los caminos llevaban a lugares familia-
ron su poder, cifrado en su capacidad de —en la medida en que cada nueva conquis- res. Quizás salieran a la calle para festejar
generar sufrimiento. Consideraron a las ta suponía expropiación de un territorio y, la llegada de la República. Algunas de ellas
mujeres botín de guerra, cosificándolas, finalmente, del Estado—, al acceder a las habrían votado por primera vez tres años
deshumanizándo - antes. Todas estrena-
las; convirtieron su ban tal vez el pálpito
cuerpo de mujeres ¿Qué mujer de Fuentes de Andalucía, de Grazalema, de Guillena, de que había muchas
en un campo de ba- cosas por estrenar,
se atrevería en lo sucesivo a levantar la voz, a decir lo que pensaba,
talla más, usándolo soñando un mundo
como medio y como a salir a la calle, a no ir a misa, a sentirse como un ser libre? diferente, que se ha-
mensaje. Para los bía vuelto inespera-
varones vencidos, damente ancho.
era el medio por el cual se les humillaba mujeres, accedían también el espacio pri- Y no tuvieron miedo de empezar a reco-
nuevamente tras la derrota. Para las muje- vado de estos. Eso y no otra cosa significaba rrer el nuevo camino: salir a la calle a mos-
res, vencidas o mujeres de los vencedores, la violación, el sometimiento de los fami- trar su alegría republicana, asistir a los mí-
el recuerdo del castigo sufrido por sus con- liares de los vencidos al hambre, la posibi- tines, levantar el puño, afiliarse incluso a
géneres y el terror paralizante ante actos lidad de perder a los hijos: el dominio sobre las Juventudes, como lo habían hecho otras
tan bárbaros les impediría en muchos años el espacio privado e íntimo, representado amigas, decir en voz alta lo que pensaban:
intentar romper de nuevo los estrechos lí- por el control sobre la domesticidad y el ac- que estaba bien que las mujeres pudieran
mites de su confinamiento doméstico. ceso violento a la intimidad de las vencidas. votar, que pudieran trabajar igual que los
¿Qué mujer de Fuentes de Andalucía, Los apellidos de las víctimas nos hablan hombres, que hubiera divorcio, que eligie-
de Grazalema, de Guillena, se atrevería en de entramados familiares: madres e hijas, ran si casarse o no y cómo hacerlo, que sus
lo sucesivo a levantar la voz, a decir lo que primas, hermanas, esposas; sin ellas sa- hijos no tuvieran una marca infamante por
pensaba, a salir a la calle, a no ir a misa, berlo, el parentesco se había convertido en haber nacido fuera del matrimonio. Ellas no
a sentirse como un ser libre, con voluntad una de las causas de su muerte. Pero ser la sospechaban seguramente que estos gestos
y capacidad de pensamiento? El miedo que hermana, la madre o la hija de un rojo era y estos pensamientos les pudieran acarrear
paraliza, que impide pensar, discernir, al- algo tan determinante para morir que ni algún problema.
canzar la magnitud de la arbitrariedad y la siquiera los asesinos se contuvieron ante Por eso, quizás, no tuvieran tiempo
violencia, será en lo sucesivo la garantía la maternidad próxima o la juventud de de pensar qué les iba a pasar, ni siquiera
del silencio y el sometimiento. algunas de las asesinadas. cuando vinieran a por ellas. A fin de cuen-
a p r op ó si t o

tas, quienes se las llevaban eran hombres cada a sus labores. Pero para esas otras, que Y así se ha ido tramando un relato en
conocidos, de su pueblo o de los pueblos habían estado “tiradas a la calle”, hablando el que estos episodios se darán por no su-
vecinos. Quizás les dijeran que las solicita- y haciendo lo que no debían, a esas les po- cedidos, porque para qué remover, para
ban para hacer de cocineras, para hacerles día pasar cualquier cosa; por eso, porque se qué hablar de ello, que bastante hubo con
unas preguntas. señalaron, porque creyeron que podían ser lo que pasó, que mejor no pronunciar sus
Quizás no sospecharan nada porque ig- como los hombres, porque traspasaron una nombres, porque, a fin de cuentas, sus
noraban que habían dejado de ser seres hu- línea prohibida, para entrar de lleno en el cuerpos no están, aunque se supo que se
manos; que, a costa de ellas, se iniciaba la territorio de las “individuas de dudosa mo- fueron al otro mundo habiendo sido man-
escritura de un nuevo capítulo en la larga ral”. A partir de ahí, lo que les ocurriera se cilladas, atacadas en su pudor y escarneci-
historia de violencia y humillación que las lo habrían ganado a pulso. En cambio, pen- das después de muertas, como ya se encar-
mujeres han padecido en todos los tiempos, sarían otras, nada debemos temer noso- garon en ocasiones de declarar sus propios
en todas las guerras, desde que el pueblo tras, señoras y señoritas, hijas, madres y espo- verdugos.

AH elegido presentara a Yahvé, dios de los ejér-


citos, el botín de guerra, formado indistin-
sas de las gentes de orden, que sabemos cuál es
nuestro sitio; por eso nos mantuvimos en
Quizás ellas se fueron sin comprender,
sin saber exactamente qué les estaba pa-
abril tamente por mujeres y cabezas de ganado, nuestras casas, mirando detrás de nuestros sando. Que estaban siendo víctimas de
2014 hasta las guerras de un ritual antiguo

94 nuestro tiempo, tri-


bales o con armas de
y despiadado, por
el que se las despo-
destrucción masiva.
En Grazalema y en Guillena se ha restituido la dignidad y la seía, no ya de su ca-
Ignoraban qué humanidad a las víctimas. La fosa cerrada de la finca El Aguaucho tegoría de ciudada-
poco importaba a de Fuentes de Andalucía es todavía una ausencia amordazada nas, amputándoles
sus verdugos si ha- de forma violenta
bían hecho poco o y cruel las alas que
mucho. Se trataba les había dado la II
de expiar una culpa antigua y nueva. La visillos cómo nuestros aguerridos falangis- República, con el establecimiento jurídi-
culpa antigua de ser mujeres, incitadoras tas las buscaban y se las iban llevando una co de la igualdad, sino que el ritual, con
de los hombres, como Eva, causantes de a una para no regresar jamás. un solo gesto, las confinaba en el espacio
los males del mundo, como Pandora; la Sin embargo, pasado el ardor y la exal- oscuro de las no mujeres y de los seres no
culpa nueva de querer ser personas libres tación de los primeros momentos de la humanos.
e iguales, de intentar nuevamente esca- victoria, quizás estos hombres y mujeres Quizás ellas no supieran todo esto. Pero
par a la sumisión. Y el territorio en el que dudaran. Quizás pensaran que había sido sus verdugos, de una manera oscura y re-
se libró la batalla fue el propio cuerpo de algo excesivo el castigo ejemplar. Quizás lle- mota, sí.
las mujeres. Una batalla en la que se iba garan a plantear estas dudas en la soledad Por lo demás, la eficacia del ritual es
a practicar obediente y disciplinadamente del confesionario. El confesor, entonces, se constatable: basta pensar cuántos años
lo sugerido, nada sutilmente, por el gran apresuraría a disiparlas y a tranquilizar las están haciendo falta para hacer públicos
general, el Queipo de Llano radiofónico, conciencias de unos y otras. A las señoras les estos hechos y cuántos silencios y olvidos
que animaba a los suyos a cometer seme- diría que eran cosas de la guerra y que las ha habido que vencer para ello.
jantes actos para que las rojas supieran de buenas cristianas nada habían de temer. Por eso, cuando una fosa se abre, cuan-
una vez por todas lo que era ser un auténtico A alguno de ellos tal vez le resultara difícil do un cuerpo se recupera y se le nombra,
hombre. olvidar que violaron y asesinaron a mujeres se realiza justamente el ritual inverso.
Tampoco debieron sospechar cómo lle- de la edad de sus hijas, de sus hermanas, de Cada exhumación —frente a la desapari-
garía a determinar sus vidas el que se les sus madres. Tal vez le resultara imposible, ción forzosa, que desposee a la víctima de
llamara “rojas”. Cómo imaginar, ni ellas pasado el envalentonamiento del vino y la su humanidad— supone, parafraseando al
ni sus paisanas, que con esa palabra ingre- camaradería falangista, pensar en esas mu- poeta, un gesto para desamordazar y regresar a
saban en la categoría de las mujeres des- jeres como “peligrosísimas” para la “nueva la víctima, ingresándola en el territorio de
preciables a las que ningún dios, y mucho España”. Entonces el confesor insistiría en los seres humanos, un espacio con nom-
menos su iglesia, redimiría. Porque la san- que ellas se lo buscaron y que lo que cuen- bre e identidad. Un ritual, en definitiva,
ta Iglesia católica predicaba el perdón solo ta es el acto de arrepentimiento que mos- que lleva el consuelo a las familias —nada
para quienes hubieran sido, o se mostraran traban ante el señor, que a fin de cuentas consuela más que saber dónde ir a llorar a
dispuestas a ser, “buenas cristianas, bue- sigue siendo el dios de este ejército, de esta nuestros muertos— y que llena la Historia
nas esposas y madres”, para quienes no hu- Santa Cruzada, que no hace ascos a sacrificios de dignidad.
bieran pisado la calle, para quienes no hu- expiatorios como este, aunque las víctimas En Grazalema y Guillena se ha restitui-
bieran traspasado el umbral de sus casas, propiciatorias sean estas pobres mujeres, da la dignidad y la humanidad a las vícti-
el espacio propio de las mujeres, ese donde pero que mucho lo habían ofendido. Y se les mas. La fosa cerrada de Fuentes de Andalu-
debe estar recluida toda buena mujer, dedi- recomendaría a unos y otras rezar y callar. cía es todavía unaausencia amordazada. 
CENTRO DE La represión franquista en Andalucía
Balance historiográfico, perspectivas teóricas
y análisis de resultados
ESTUDIOS Francisco Cobo Romero (coord.)

ANDALUCES
El Centro de Estudios Andaluces
presenta la nueva colección
‘Cuadernos de Andalucía en Andaluces contra el caciquismo
la Historia Contemporánea’ La construcción de la cultura democrática
en la Restauración
cuyo objetivo es abrir el debate Salvador Cruz Artacho (coord.)
para la construcción de un
discurso nuevo y renovado
de la historia de Andalucía
en línea con las investigaciones
más recientes y de la mano
de expertos en cada una de
La Constitución de 1812
las materias. Clave del liberalismo en Andalucía
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Andaluzas en la historia
Reflexiones sobre política, trabajo y
acción colectiva
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Industrialización y desarrollo
económico en Andalucía
Un balance y nuevas aportaciones
Andrés Sánchez Picón (coord.)

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a v a n c e a h 4 5

Dosier: Una visión diferente de la “Gran Guerra”


En agosto de 1914 los países neutrales parecían no
tener reservado ningún papel en la “Gran Guerra”.
Sin embargo, la España neutral y especialmente la
región andaluza, situada en un nudo clave para las
comunicaciones navales y el comercio internacio-
nal, se convirtieron en un improvisado escenario
de lucha y no sólo en el terreno de la propagan- Los corrales de pesca
da. Las redes de espionaje francesa, británica y
alemana se extendieron muy rápido por la región. La nueva sección de la revista creada
Con motivo del centenario del estallido de las hosti- en colaboración con el Archivo
lidades el próximo número de la revista Andalucía General de la Casa Medina Sidonia
en la Historia publica este dosier, coordinado por la se ocupa de un documento sobre los
investigadora del EEHAR-CSIC de Roma Carolina corrales de pesca datado en 1466 que
Sanz García, en el que investigadores nacionales e permite al profesor de Antropología
internacionales ofrecen una visión diferente de la David Florido trazar la evolución
Primera Guerra Mundial a partir de sus repercusio- histórica de este arte de pesca en la
nes en la realidad andaluza de aquellos años. costa atlántica andaluza.
AH
abril
2014 La caña de azúcar en la Andalucía medieval

98 La historia de la caña de azúcar es la historia


de un viaje, largo, dilatado en el tiempo,
a otro lo hicieron creando sistemas no ya sólo
ecológicos, sino fundamentalmente sociales
lleno de dificultades y de superación de esas y económicos. Buena parte del enorme
dificultades. De hecho, conocer su historia esfuerzo de adaptación que debe cumplir
no se limita a saber cómo cumplió el largo la planta, los hombres que la trabajan y las
viaje hacia Occidente. Se trata de entender sociedades que la consumen se produjo en
cómo los hombres que la llevaron de un lado Andalucía durante toda la Edad Media.

Omerique: el matemático elogiado por Newton


Considerado el geómetra español más Jesús y resolvió dos problemas incluidos en
eminente del siglo XVII, Antonio Hugo de Los elementos de Euclides. Su aportación más
Omerique se reservó una página de honor destacada fue su obra Análisis geométrico, volu-
en la historia de la ciencia con apenas varios men impreso en 1698, que pudo influir en la
tratados inconclusos o dispersos. Nacido en Aritmética universal de Newton, quien celebró
Sanlúcar de Barrameda en 1634, Omerique su método y sus resoluciones “sencillas y
se formó con maestros de la Compañía de elegantes”.

La expedición Malaspina (1789-1794)


Hace 220 años, el 21 de septiembre de 1794, del Océano Atlántico y el Océano Pacífico,
arriban a Cádiz, el puerto del que también con el objetivo de ampliar el conocimiento
habían partido, las dos corbetas de la expedi- científico en materia de hidrología, carto-
ción Malaspina: Atrevida y Descubierta. Duran- grafía, astronomía e historia natural. La
te los cinco años que duró este apasionante expedición Malaspina fue, sin duda, una de
viaje por los dominios españoles de Ultra- las más fascinantes aventuras de la España
mar, sus protagonistas surcaron las aguas Ilustrada.

De vigilar y castigar a compadecer al delincuente


Aunque el cambio de sensibilidades hacia los así como de las vetustas y hediondas cárceles
castigos infamantes y el trato dispensado a donde la nueva razón punitiva haría castigar
los criminales sea uno de los rasgos más so- a quienes quebrantaban el pacto social. Sin
bresalientes de la modernidad, dichas trans- mencionar, por último, que no había nada
formaciones no se dieron siempre juntas en más difícil que “odiar el delito y compadecer
el tiempo. Prueba de ello sería la superviven- al delincuente” como proponía Concepción
cia de la pena capital en plena etapa liberal, Arenal.

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