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Nivel: Quinto
Número de 112
créditos:
2020
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Objetivos Tricerebrales
Proceso Objetivo general Objetivo especifico
Clasificar e identificar los
agentes biológicos en el
Identificar, evaluar y trabajo.
Lógico
controlar los agentes
biológicos en el medio Establecer una metodología
Evaluación Tricerebral
Recursos metodológicos
Índice de Contenido
Información Docente responsable ................................................................................... 2
Presentación de la Guía Triádica Sistemas de Gestión de Seguridad ............................ 2
Objetivos Tricerebrales ................................................................................................ 3
Evaluación Tricerebral ................................................................................................. 4
Requisitos para el Examen – Feedback Final .............................................................. 4
Acuerdos para la Convivencia Proporcionalista ........................................................... 5
Estrategias, Metodologías y Recursos Didácticos Triádicos ........................................ 6
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................ 9
CAPÍTULO UNO ........................................................................................................... 10
INTRODUCCIÓN AL RIESGO BIOLOGICO ................................................................. 10
RESULTADOS DEL APRENDIZAJE ......................................................................... 10
DEFINICIONES Y TIPOS DE AGENTES BIOLOGICOS ........................................... 10
CLASIFICACIÓN DE AGENTES BIOLÓGICOS ........................................................ 15
FUENTES DE EXPOSICIÓN ..................................................................................... 15
CLASIFICACIÓN POR ACTIVIDADES PROFESIONALES Y DE LAS ENFERMEDADES
O MICROORGANISMOS MAS FRECUENTES ASOCIADOS ................................. 17
CAPITULO 2.................................................................................................................. 29
IDENTIFICACIÓN, EVALUACIÓN Y CONTROL DE RIESGOS BIOLOGICOS......... 29
RESULTADOS DE APRENDIZAJE ........................................................................... 29
IDENTIFICACIÓN Y EVALUACIÓN DE RIESGOS ................................................... 29
MEDIDAS DE CONTROL .......................................................................................... 41
CAPITULO 3.................................................................................................................... 55
METODOLÓGIA DE EVALUACIÓN DE RIESGOS BIOLOGICOS ................................. 55
RESULTADOS DEL APRENDIZAJE ......................................................................... 55
MÉTODO BIOGAVAL ................................................................................................ 94
CASO PRACTICO 1 ................................................................................................. 69
PROYECTO DE APLICACIÓN DE MÓDULO............................................................ 79
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ........................................................................... 80
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9
INTRODUCCIÓN
Al final de cada capítulo se encuentran los retos, los mismos son parte de la
evaluación y su finalidad principal es fijar el aprendizaje. Esperamos puedas sacar el
mayor provecho en tu vida personal, profesional y laboral de esta área.
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CAPÍTULO UNO
INTRODUCCIÓN AL RIESGO BIOLOGICO
RESULTADOS DEL APRENDIZAJE
Agente biológico, grupo 1: Aquél que resulte poco probable que cause enfermedad en el
hombre.
Agente biológico, grupo 2: Aquél que puede causar una enfermedad en el hombre y puede
suponer un peligro para los trabajadores, siendo poco probable que se propague a la
colectividad y existiendo generalmente una profilaxis o un tratamiento eficaz.
Agente biológico, grupo 3: Aquél que puede causar una enfermedad grave en el hombre y
presenta un serio peligro para los trabajadores, con riesgo de que se propague a la colectividad
y existiendo generalmente una profilaxis o un tratamiento eficaz.
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Agente biológico, grupo 4: Aquél que causando una enfermedad grave en el hombre supone
un serio peligro para los trabajadores, con muchas posibilidades de que se propague a la
colectividad y sin que exista generalmente una profilaxis o un tratamiento eficaz.
Bacteria: Son organismos procariotas. Están constituidos por una célula que contiene los dos
tipos de ácido nucleico. Su ADN se encuentra organizado en un cromosoma circular disperso
en el citoplasma que contiene muy pocas estructuras u orgánulos útiles para su desarrollo.
Entre ellos los ribosomas encargados de la síntesis de las proteínas. Las bacterias pueden
disponer de hasta tres envueltas: la membrana citoplasmática, la pared bacteriana y la cápsula.
Parásito: Organismo que vive en, con o sobre otro organismo nutriéndose de este último. No
necesariamente causa enfermedad. Generalmente, hace referencia a protozoos y a helmintos.
Vector: Agente, generalmente un insecto u otro animal, que puede transportar patógenos de
un hospedador a otro.
Virus: Entidad no celular que aunque puede sobrevivir extracelularmente durante periodos de
tiempo variables, es un parásito obligado, es decir, solo es capaz de replicarse en el interior de
células vivas específicas, pero sin generar energía ni ninguna actividad metabólica. Los
componentes permanentes de los virus son ácido nucleico (ADN o ARN, de una o de dos
cadenas) envuelto por una cubierta proteica llamada cápside.
Cultivo celular: el resultado del crecimiento «in vitro» de células obtenidas de organismos
multicelulares.
Fuente de exposición: medio, vivo o no, desde donde pasa el agente etiológico al
huésped(reservorio y fuente de exposición frecuentemente coinciden).
Portador: sujeto que no padece signos ni síntomas de infección pero elimina microorganismos.
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Portador pasivo (contacto): persona que ha estado en relación con un caso de enfermedad
transmisible o con portadores.
Transmisión directa: paso de un AB desde la fuente de infección al sano susceptible por una
relación inmediata. Ocurre en un espacio de tiempo breve, en el que el microorganismo no
puede reproducirse o sufrir variaciones:
• Mordeduras/arañazos
• Contacto físico: – Vía sexual – Contacto de mucosas
• Transmisión holodáctila: Transmisión a través de la mano contaminada con excreciones,
secreciones, tierra, etc.
• Vía transplacentaria
• Transmisión intraparto
Aire: microorganismos que tienen salida por el aparato respiratorio contaminan el aire (a través
de las gotitas de Pflüge).
Suelo: especialmente importante para los gérmenes esporulados que resisten largo tiempo en
él.
Huésped susceptible: aquel que puede afectarse por un agente causal. La susceptibilidad
varia según muchos factores: edad, sexo, raza, lugar de residencia, hábitos, profesión,
inmunidad.
FUENTES DE EXPOSICIÓN
Para (Comision de Salud Pública, 2001) Ciertas actividades laborales pueden suponer
una exposición a agentes biológicos, aquellas actividades en las que los trabajadores estén o
puedan estar expuestos a agentes biológicos debido a la naturaleza de su actividad laboral.
Dicha exposición podría clasificarse en:
La identificación de los agentes y por lo tanto deje de la vigilancia sanitaria de que será objeto
el trabajador, en las actividades con intención deliberada (A), resultará del listado de los
agentes biológicos manipulados en cada momento.
En aquellas actividades sin intención deliberada (B), habida cuenta de la incertidumbre que
representa la presencia o no de determinados agentes biológicos en las fuentes señaladas, la
identificación (qué agentes y en qué cantidad) resultará más compleja. Será en la evaluación
de los riesgos, donde queden identificados los posibles agentes biológicos a que pueden estar
expuestos los trabajadores en función de la actividad desarrollada, y esta deberá tener en
cuenta aquellas fuentes de información que relacionen agentes o enfermedades con
determinadas actividades (listado de Enfermedades Profesionales en España o Comunitaria,
listas de zoonosis de declaración obligatoria, revisiones bibliográficas de enfermedades
infecciosas en trabajadores de diferentes actividades...).
Una vez identificados los agentes, el conocimiento del mecanismo de acción de los mismos
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(inefectividad, patogenicidad, virulencia, puertas de entrada...), así como los posibles riesgos
tóxicos o alérgicos asociados, servirán para establecer las estrategias de vigilancia de salud.
La Guía Técnica para la Evaluación y Prevención de los Riesgos Laborales Relacionados con
la Exposición a Agentes Biológicos (INSHT), hace referencia a otro tipo de clasificación:
a) Exposición que no se deriva de la propia actividad laboral.
b) Exposición que surge de la actividad laboral, pero dicha actividad no implica la
manipulación, ni el trabajo en contacto directo o el uso deliberado del agente biológico.
La exposición es incidental al propósito principal del trabajo.
c) Exposiciones derivadas de una actividad laboral con intención deliberada de utilizar
o manipular un agente biológico que constituye el propósito principal del trabajo.
La siguiente clasificación pretende aunar de forma complementaria los dos puntos de vista
anteriores. Englobando una clasificación dentro de otra. No es exhaustiva. Solo pretende ser
indicativa y facilitar un recordatorio de los AB más frecuentemente relacionados con algunas
actividades. Como es lógico, algunos microorganismos se repetirán en los diferentes listados.
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Grafico 2. Exposición que no se deriva de la propia actividad laboral (Comision de Salud Pública, 2001)
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Grafico 3. Exposición que se deriva de la propia actividad laboral (Comision de Salud Pública, 2001)
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Grafico 3. Exposición que se deriva de la propia actividad laboral (Comision de Salud Pública, 2001)
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Grafico 3. Exposición que se deriva de la propia actividad laboral (Comision de Salud Pública, 2001)
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Grafico 3. Exposición que se deriva de la propia actividad laboral (Comision de Salud Pública, 2001)
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Grafico 4. Exposición que se deriva de la propia actividad laboral con intención (Comision de Salud
Pública, 2001)
Mecanismos de acción
No pueden agruparse dada la variedad y dispersión de los síntomas que producen pero sí han
de ser conocidos específicamente los de aquellos agentes biológicos propios de cada actividad
productiva por el personal sanitario de los Servicios de Prevención para prevenir, detectar y
orientar con la máxima rapidez a los trabajadores susceptibles de padecer la entidad
nosológica precisa. En las fichas específicas de las diferentes enfermedades se aporta
información relacionada.
Grafico 5. Enfermedades por agente biológico relacionada a la industria alimenticia (Llorca Rubio , Soto
Ferrando , & Benavet Nacher, 2018)
25
Grafico 6. Enfermedades por agente biológico relacionada en trabajos agrarios (Llorca Rubio , Soto
Ferrando , & Benavet Nacher, 2018)
26
Grafico 7. Enfermedades por agente biológico relacionadas a contactos con animales o productos de
origen animal (Llorca Rubio , Soto Ferrando , & Benavet Nacher, 2018)
Grafico 8. Enfermedades por agente biológico relacionadas a trabajo de asistencia sanitaria. (Llorca
Rubio , Soto Ferrando , & Benavet Nacher, 2018)
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Grafico 10. Enfermedades por agente biológico relacionadas a trabajos en instalaciones depuradoras de
aguas. (Llorca Rubio , Soto Ferrando , & Benavet Nacher, 2018)
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CAPÍTULO DOS
IDENTIFICACIÓN, EVALUACIÓN Y CONTROL DE RIESGOS BIOLOGICOS
Sin embargo, en las actividades sin intención deliberada de utilizar agentes biológicos,
determinar su presencia es más complejo. En esta situación es fundamental disponer de
información sobre los siguientes aspectos (lista no exhaustiva): el tipo de actividad laboral
desarrollada, los agentes biológicos típicamente asociados a esa actividad (presencia teórica),
los materiales implicados en el proceso productivo, los procedimientos y los equipos de trabajo
utilizados en el mismo y las características de las instalaciones y del lugar de trabajo.
Al término del proceso de análisis de esta información es posible que aún exista
incertidumbre sobre la presencia de los agentes biológicos. Frente a este factor de
incertidumbre, la evaluación se debe realizar atendiendo al principio de precaución, es decir,
dando por segura la presencia de los agentes biológicos.
Si, como resultado de esta etapa, se establece sin lugar a duda que en el desarrollo de
las tareas no se identifica el factor de riesgo “exposición a agentes biológicos”, se dará por
concluido el proceso de evaluación de riesgos por exposición a agentes biológicos. No
obstante, como cualquier actividad laboral, seguirá sometida a las exigencias generales en
materia de prevención de riesgos laborales contenidas en la LPRL, el RSP y aquella normativa
específica que le fuera de aplicación.
trabajo, y antes de valorar el riesgo de exposición a los mismos, se ha de intentar eliminar este
riesgo, y solamente cuando dicha eliminación no sea factible se continuará con el proceso de
evaluación. Por lo tanto, la evaluación de riesgos por exposición a agentes biológicos es un
proceso que se inicia tras la identificación de los factores de riesgo (presencia o posible
presencia de agentes biológicos) y para aquellos riesgos que no se han podido evitar.
2. La infección, alergia o toxicidad es fruto de una exposición laboral similar a las que
tienen lugar en el ámbito de la higiene industrial cuando se trata de agentes químicos,
en las que el agente contaminante puede estar presente en el ambiente en
concentraciones indeterminadas, pudiendo o no causar daño en la salud de los
trabajadores.
En este caso, los trabajadores designados para realizar esta evaluación de riesgos por
exposición a agentes biológicos deberán acreditar la cualificación necesaria para realizar
funciones preventivas de nivel superior en la especialidad de Higiene Industrial. En las
empresas con 250 o más trabajadores será obligado constituir un servicio de prevención
propio, el cual podrá encargarse de realizar la evaluación de riesgos siempre que disponga de
personal con la cualificación anteriormente indicada. Asimismo, es obligada la constitución de
un servicio de prevención propio en aquellas empresas de menos de 250 trabajadores en las
que así lo decida la autoridad laboral, previo informe de la Inspección de Trabajo y Seguridad
Social y, en su caso, de los órganos técnicos en materia preventiva de las comunidades
autónomas, en función de la peligrosidad de la actividad desarrollada o de la frecuencia o
gravedad de la siniestralidad en la empresa. En cualquier caso, el empresario podrá recurrir a
uno o varios servicios de prevención ajenos.
Esta evaluación deberá repetirse periódicamente y, en cualquier caso, cada vez que se
produzca un cambio en las condiciones que pueda afectar a la exposición de los trabajadores
a agentes biológicos.
Asimismo se procederá a una nueva evaluación del riesgo cuando se haya detectado
en algún trabajador una infección o enfermedad que se sospeche que sea consecuencia de
una exposición a agentes biológicos en el trabajo.
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Para las actividades con intención deliberada de utilizar agentes biológicos, en las que
se conoce la identidad del agente implicado en el proceso, o para actividades sin intención
deliberada de utilizar agentes biológicos, cuando se disponga de una identificación teórica de
los agentes biológicos, la lista de agentes biológicos clasificados hasta el momento.
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Considerando que la inclusión de los agentes biológicos en los grupos de riesgo viene
determinada por el análisis de la patogenicidad del agente, el riesgo de propagación entre los
trabajadores y a la colectividad y la disponibilidad de profilaxis y tratamiento, para realizar esta
clasificación es preciso conocer las características del agente biológico respecto a los aspectos
básicos que definen una infección. Estas características se pueden agrupar en los siguientes:
• Efectos sobre la salud: patogenicidad, virulencia, dosis infectiva, epidemiología,
mecanismo de transmisión, huéspedes, tiempo de incubación, facilidad de
contagio, etc.
• Propagación: reservorio, vectores, zoonosis.
• Viabilidad: sensibilidad a antimicrobianos, a desinfectantes; métodos de
inactivación; supervivencia fuera del huésped.
• Medidas profilácticas: primeros auxilios, inmunización/vacunación, profilaxis.
d) Los efectos potenciales, tanto alérgicos como tóxicos, que puedan derivarse
de la actividad profesional de los trabajadores.
alérgicos y tóxicos.
primer trimestre de embarazo, período en el que la mujer embarazada se puede encontrar más
desprotegida frente a los riesgos laborales, ya que con frecuencia no ha comunicado su estado
al empresario.
Sobre los agentes biológicos, recoge los clasificados en los grupos 2, 3 y 4 en la medida
en que se sepa que dichos agentes, o las medidas terapéuticas que necesariamente traen
consigo, ponen en peligro la salud de las trabajadoras embarazadas o del feto. En ese sentido,
en el proceso de evaluación de riesgos se debe prestar especial atención a la naturaleza y
características de los agentes biológicos que tienen incidencia sobre la mujer embarazada, el
feto o el recién nacido, al estado inmunitario de la mujer frente a los agentes biológicos que
pueden suponer un riesgo y a la disponibilidad de vacunas eficaces.
La diferenciación entre las actividades con y sin intención deliberada de utilizar agentes
biológicos condiciona, por lo que respecta a su complejidad, la evaluación de riesgos.
Asimismo, dicha diferenciación y el resultado de la evaluación son factores determinantes en
la aplicación de las disposiciones contenidas en el real decreto y en las medidas preventivas
concretas que se deban adoptar en cada situación.
MEDIDAS DE CONTROL
Es evidente que cuando se trate de actividades en las que no existe una intención deliberada
de manipular agentes biológicos seguramente no será posible aplicar esta medida por lo que
respecta a sustituir al agente biológico; sin embargo, siempre debe contemplarse la posibilidad
de sustituir o modificar el proceso, los equipos o el método de trabajo para eliminar la posible
exposición.
Cuando no sea posible la sustitución del agente biológico ni la sustitución o modificación del
proceso utilizado, la exposición al agente debe ser reducida al mínimo para garantizar la
seguridad de los trabajadores.
trabajadores que estén o puedan estar expuestos, restringiendo además el acceso a las zonas
de manipulación de agentes biológicos únicamente al personal designado y autorizado.
Sin embargo, y a pesar de lo expuesto, se debe tener en cuenta que en determinadas
actividades, como es el trabajo en zonas con niveles 3 y 4 de contención, se impone el trabajo
en parejas.
Este apartado contempla tanto los agentes biológicos propiamente dichos (cepas de
microorganismos, cultivos, líneas celulares) como los materiales que los pueden contener,
fundamentalmente excreciones, secreciones, sangre y sus componentes, líquidos corporales,
tejidos, fluidos tisulares (muestras clínicas), aguas o suelos potencialmente contaminados, que
durante el desarrollo de la actividad van a ser objeto de las operaciones descritas.
El transporte de agentes biológicos o de materiales infecciosos dentro del centro de trabajo, y
para mantener las condiciones de contención que le sean requeridas, se debe realizar en un
sistema de embalaje/envasado que se compone de dos elementos: el recipiente primario que
contiene el agente biológico o el material infeccioso y el recipiente secundario para su
transporte.
El recipiente primario debe ser estanco, a prueba de fugas y estar debidamente etiquetado
en relación con el contenido. Este recipiente debe ir envuelto en material absorbente suficiente
para absorber el líquido en caso de rotura o fuga y colocado en un recipiente/envase
secundario para su transporte. Estos recipientes deben ser estancos, a prueba de fugas y
deben poderse tratar en autoclave o ser resistentes a la acción de los desinfectantes químicos.
Cuando se trate de muestras para diagnóstico y el recipiente primario no sea estable (por
ejemplo, tubos con sangre), estos se colocarán en soportes (tipo gradilla o similar) que
garanticen su estabilidad. El conjunto se colocará en un recipiente secundario.
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Las medidas de protección colectiva engloban al conjunto de todas las medidas técnicas
aplicables para la eliminación o reducción del riesgo. Comprenden: las actuaciones sobre el
foco, cuyo objetivo es evitar o reducir la emisión y dispersión del contaminante; las actuaciones
sobre el medio en el que se dispersa el agente, que permiten el mantenimiento de niveles de
contaminación lo más bajos posible, y las medidas de tipo administrativo u organizativo, que
inciden sobre el método de trabajo (procedimiento), el tiempo de exposición (duración de la
jornada) y la reducción de la exposición (limitación del número de trabajadores).
Las CSB de clase III constituyen el máximo nivel de bioseguridad y son las apropiadas para
trabajar con agentes biológicos pertenecientes al grupo 4 (y en ocasiones con agentes
biológicos del grupo 3). Se trata de recintos herméticos en presión negativa y, por ello, su
interior se halla completamente aislado del entorno. Se opera en ellas a través de unos
1
guantes; el aire entra a través de un filtro HEPA y su expulsión al exterior suele ser a través
de dos filtros HEPA. Puede ir conectada a un autoclave de doble puerta en el que se
descontaminará todo el material que entre o salga de la cabina.
Extracción localizada
La extracción localizada permite eliminar el agente biológico en el origen. Esta medida pretende
limitar la dispersión del agente en el ambiente mediante su captura en las inmediaciones del
foco de generación.
El trabajo en CSB constituye uno de los elementos esenciales para la contención de los
agentes biológicos. Su funcionamiento evoluciona desde las vitrinas de gases, incorporando a
su objetivo principal la protección del trabajador, la protección de su entorno y, en el caso de
las cabinas de clase II y III, la protección de los productos que se manejan en su interior. Este
triple objetivo se consigue, dependiendo de las características de la CSB, mediante el control
de los flujos de aire que circulan por el interior de la cabina y depurando tanto el aire que circula
por ella como el que se expulsa al exterior mediante filtros absolutos (tipo HEPA).
Según sus prestaciones, las CSB se clasifican en tres categorías: Clase I, II y III. En la selección
de una determinada CSB debe tenerse en cuenta: el grupo en el que están clasificados los
agentes biológicos manipulados, la posibilidad de generación de aerosoles al manipular el
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La distribución del aire estéril en régimen de flujo laminar lleva, en ocasiones, a denominar a
las “cabinas de seguridad biológica” como “de flujo laminar”. Las diferencias en su
funcionamiento, pero sobre todo en el tipo de protección que ofrecen ambos tipos de cabinas,
hacen necesario clarificar dichas diferencias.
Las cabinas de flujo laminar son recintos que emplean un ventilador para forzar el paso del aire
a través de un filtro HEPA barriendo la superficie de trabajo y expulsándolo por la abertura
frontal. El flujo de aire puede ser vertical u horizontal. Estas cabinas ofrecen protección
únicamente al material que se manipula en su interior, pero nunca al trabajador, por lo que no
están indicadas para la manipulación de agentes infecciosos, o con efectos tóxicos o alérgicos.
Las cabinas de flujo laminar no son de seguridad biológica.
Además de los objetivos propios de la ventilación por dilución, cuando existen sistemas de
extracción localizada, esta medida cumple también con el objetivo de aportar el aire necesario
para su correcto funcionamiento.
Limpieza
La eliminación de la suciedad (fuente de nutrientes para los agentes biológicos) es, a pesar
de su aparente sencillez, una de las medidas preventivas más importantes para reducir el
riesgo. En el proceso de limpieza se puede distinguir la limpieza propiamente dicha y la
desinfección con sus distintos grados que van desde la inactivación de los agentes biológicos
hasta su completa destrucción (esterilización). (Ver apéndice 11 “Procedimientos de
descontaminación y desinfección”).
se debe disponer de procedimientos que indiquen cuándo se deben realizar estas operaciones
de limpieza, la forma en que deben realizarse evitando la generación de aerosoles y los medios
necesarios. Estas operaciones deben ser realizadas por trabajadores debidamente informados
y formados.
Los métodos más eficaces son el fregado y el aspirado (con utilización de filtros absolutos
HEPA para el aire expulsado) o una combinación de ambos. Dependiendo de la actividad es
recomendable disponer de sistemas de drenaje que permitan limpiar y evacuar la suciedad y
los residuos orgánicos.
Las medidas de protección colectiva tendrán siempre prioridad sobre las de protección
individual, y no se debe recurrir a la utilización de los equipos de protección individual sin
respetar el cumplimiento de este conjunto de medidas de protección colectiva. Las medidas de
protección a nivel individual se basan fundamentalmente en el uso de los EPI. En general se
recurrirá a la protección individual en las siguientes situaciones:
Para su elección se tendrán en cuenta criterios de seguridad, es decir, que la protección sea
adecuada al riesgo específico, y de confortabilidad, ya que de no considerarse el segundo
aspecto resultaría difícil garantizar la aceptación y el uso de los EPI y, por tanto, lograr la
eficacia preventiva. Los EPI deben ajustarse a lo dispuesto en el Real Decreto 773/1997, sobre
disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas a la utilización por los trabajadores de
equipos de protección individual, cuya interpretación y aplicación se ha desarrollado en la
correspondiente Guía técnica para la utilización por los trabajadores de equipos de protección
individual, publicada por el INSHT, y en el Real Decreto 1407/1992, que establece los requisitos
que deben cumplir los EPI, desde su diseño y fabricación hasta su comercialización.
Las medidas preventivas deben permitir evitar o minimizar la exposición de los trabajadores
que manipulan los agentes biológicos. Pero, además, se deben adoptar medidas que eviten o
dificulten la dispersión de los agentes biológicos a otras áreas donde pueden afectar a
trabajadores que no se hallan directamente implicados en esta actividad y, por lo tanto, no
están expuestos a agentes biológicos por motivo de su trabajo. Se trata de medidas que afectan
al diseño y construcción de la instalación y que tienen como objetivo impedir la salida o
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propagación de los agentes biológicos a otras zonas de trabajo o al medio ambiente; implica el
uso de, por ejemplo, salas provistas de un sistema de ventilación especialmente diseñado (para
mantener el local en depresión2), esclusas, limpieza del aire de salida al exterior mediante el
uso de filtros absolutos (HEPA), sistemas de descontaminación (autoclaves), inactivación de
los efluentes por medios físicos o químicos de eficacia probada, etc. Estas actuaciones se
deben plantear en la fase de diseño de las instalaciones. En los anexos IV y V del real decreto
se indica la necesidad de depuración de los efluentes tanto en los laboratorios y locales para
animales como en los procesos industriales en los que se trabaja con agentes biológicos. La
extensión y el grado de exigencia en el cumplimiento de estas medidas se establecen en el
nivel de contención correspondiente a la peligrosidad (grupo) del agente biológico manipulado.
En el caso de materiales que se sepa que hayan estado en ambientes contaminados o
potencialmente contaminados, la recomendación es que sean tratados (sistemas de
descontaminación, autoclave, incineración) en el propio centro o, en el caso de no disponer de
instalaciones para tal fin, evacuarlos en recipientes rígidos, resistentes, herméticos, con
capacidad suficiente y debidamente etiquetados para su tratamiento final. Otras actuaciones
con el fin de evitar o minimizar la dispersión de los agentes biológicos fuera del lugar de trabajo
son las siguientes:
• Mantener cerrada la puerta de la zona de trabajo.
• Lavarse las manos con un jabón desinfectante adecuado antes de abandonar el puesto
de trabajo y siempre que se sepa o se sospeche que ha existido contaminación con
agentes biológicos o con materiales contaminados.
• Cuando se utilizan guantes, ya sea de forma rutinaria o durante la realización de una
tarea concreta, éstos se quitarán siguiendo técnicas asépticas, se desecharán como
residuos contaminados y el trabajador se lavará las manos antes de realizar cualquier
otra tarea.
• Antes de abandonar el puesto de trabajo quitarse, siguiendo técnicas asépticas, la ropa
de protección; guardarla separada de la ropa de calle o desecharla adecuadamente si
está o se sospecha que pueda estar contaminada.
• En aquellos casos en que se utiliza ropa de trabajo encima de la ropa de calle, o uniforme
de trabajo, es preciso quitarse la ropa de trabajo antes de abandonar el área de trabajo
y guardarla de forma separada de la ropa de vestir. El uso de estas prendas debe
prohibirse fuera de las áreas de trabajo, por ejemplo en cafeterías, bibliotecas o zonas
de descanso.
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Los accidentes que pueden provocar una exposición a agentes biológicos se producen
habitualmente por lo siguiente:
Entre estos accidentes, los más frecuentes son los causados por objetos punzantes y
cortantes contaminados por sangre o fluidos biológicos (ver apéndice 8 “Prevención de
lesiones por objetos cortantes y punzantes”).
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1. Accidentes percutáneos.
• Lavar la herida con agua y jabón, sin frotar, permitiendo a la sangre fluir libremente,
durante 2-3 minutos bajo el agua corriente.
Tras aplicar estas medidas de actuación, el trabajador deberá notificar, según procedimiento
establecido, el accidente biológico lo antes posible a fin de determinar el riesgo e iniciar, si es
necesario, el tratamiento postexposición.
CAPÍTULO TRES
METODOLOGÍA DE EVALUACION DE RIESGOS BIOLOGICOS
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METODO BIOGAVAL
La identificación de riesgos es la primera acción que debe tomarse en todo proceso preventivo.
De su correcta ejecución dependerá el éxito de las actividades preventivas.
Para realizar esta identificación debemos conocer, de modo detallado, la organización de la
empresa, el proceso productivo que en ella se desarrolla, las tareas, procedimientos, materias
primas utilizadas, equipos de trabajo, etc. La mencionada identificación tiene por objeto
evidenciar aquellos agentes clasificados en el grupo 2, 3 ó 4 ó aquellos del grupo 1 que
presenten riesgo conocido para la salud de los trabajadores.
Los puestos de trabajo en los que, la actividad realizada no suponga exposición a un riesgo
adicional de exposición a agentes biológicos con relación al resto de la población general no
deben ser considerados en el estudio. Por ejemplo, un puesto de trabajo donde se realizan
tareas de atención al público puede tener la sensación subjetiva de un mayor riesgo de contagio
de enfermedad de transmisión aérea, no correspondiéndose habitualmente esa percepción con
la realidad.
Otros ejemplos propios de agentes que no deberían ser considerados en las actividades
sanitarias, serían:
Cuando el Índice de Incidencia y el de prevalencia del año anterior de un agente biológico sea
cero y no haya ningún brote epidemiológico en el momento que se realiza la evaluación de
riesgos, no se considerará dicho agente biológico en la evaluación.
Es por ello que en el anexo I de este documento, se establece una lista orientativa de los
agentes biológicos que con mayor frecuencia aparecen en cada una de las actividades
indicadas en el anexo I del Real Decreto 664/1997.
Este listado ha sido obtenido a partir de datos epidemiológicos y otras fuentes bibliográficas,
advirtiendo al Personal Técnico en Prevención de Riesgos laborales que vaya a realizar la
evaluación del riesgo biológico, que no se limite a llevar a cabo una simple transcripción de los
microorganismos de la lista, sino una adaptación a las circunstancias especiales de cada
puesto de trabajo objeto de estudio, considerando tanto las tareas como los datos bibliográficos
actualizados.
Este método está concebido para el trabajador o la trabajadora sano, sin ninguna limitación.
Por tanto no podrá ser evaluado el riesgo de personal laboral especialmente sensible como por
ejemplo personas en tratamiento con inmunosupresores o trabajadoras embarazadas que
requerirán un estudio específico.
El personal que realiza la evaluación, puede optar por utilizar el método completo o bien la
forma simplificada. El empleo de la modalidad simplificada de evaluación supone tener un
profundo conocimiento de la actividad, así como del propio proceso de trabajo y tener la
absoluta certeza de que la exposición evaluada de este modo es representativa del conjunto
de microorganismos presentes. De no ser así no debe utilizarse porque implicaría realizar una
evaluación con pérdida de información.
Esta modalidad consiste en tomar como referentes de la exposición a los “microorganismos
centinela” es decir, microorganismos presentes habitualmente en la actividad a evaluar y
representativos del daño más frecuente capaz de originar.
Para que un microorganismo pueda considerarse centinela tiene que cumplir, como mínimo,
los siguientes requisitos:
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A estos efectos se puntuarán los agentes biológicos según el grupo en que los encuadra dicho
anexo, por lo que se puntuará de 1 a 4.
Entendemos por vía de transmisión cualquier mecanismo en virtud del cual un agente
infeccioso se propaga de una fuente o reservorio a una persona.
La puntuación final se obtiene sumando las cifras correspondientes a las diferentes vías de
transmisión que presenta cada agente biológico, en el supuesto de que tenga más de una vía.
A la vía de transmisión aérea se le ha asignado una puntuación mayor, por resultar mucho más
fácil el contagio del trabajador.
A continuación se definen las tres posibles vías de transmisión, según el manual para el
control de las enfermedades transmisibles de la OMS, en su 17º edición
La probabilidad de contacto plantea cierta complejidad porque este método está especialmente
recomendado en aquellas actividades en que no existe intención deliberada de manipular un
agente biológico.
La probabilidad de contacto puede ser valorada de dos formas diferentes según la actividad de
que se trates
a) En el caso que las trabajadoras y los trabajadores realicen tareas con animales o sus
productos, se considerará la prevalencia de la enfermedad en la especie animal con la que se
esté trabajando en un determinado ámbito geográfico. Por ejemplo, en un área libre de ántrax
en el cerdo, esa enfermedad debe excluirse de la evaluación.
En epidemiología, se denomina prevalencia a la proporción de individuos de un grupo o una
población que presentan una enfermedad en un momento o período determinado.
En trabajos que impliquen manejo de animales, deberá consultarse información referente a la
posibilidad de que las enfermedades transmitidas por estos pueden padecerlas los
trabajadores y trabajadoras expuestos. Entre las páginas Web existentes, una de las más
importantes es la de la Organización Internacional de Epizotias (OIE) httpes//www.oie.int. En
esta página pueden encontrarse las enfermedades de tipo zoonótico transmitidas al ser
humano, entre otras cuestiones de interés.
Además, consideramos conveniente que las técnicas y técnicos conozcan la existencia del
Real Decreto 526/2014 de 20 de junio del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, por
el que se establece la lista de enfermedades de animales de declaración obligatoria y se regula
su notificación.
Previo a otorgar la puntuación de esta variable, el personal técnico deberá plantearse las
siguientes preguntas:
Para ello deberá consultarse la información sobre la situación sanitaria en materia de sanidad
animal del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Buscar bibliografía para el resto de agentes sobre prevalencia del país en el que se esté
realizando la evaluación.
Para calcular la puntuación aplicable según el método propuesto, en función del índice de
prevalencia debe utilizarse la siguiente tabla
más realista para determinar la probabilidad de una enfermedad, tomar como base la incidencia
real de la enfermedad.
Así pues, la tasa de incidencia se define como el número de casos nuevos de una enfermedad
que aparecen en un intervalo de tiempo, siendo este un dato de gran relevancia para decidir
qué microorganismo debe o no incluirse en nuestra evaluación, ya que se relaciona con el
riesgo de sufrir contagio la población laboral a estudio, en el desarrollo de su actividad.
Por tales motivos es conveniente conocer la tasa de incidencia de las distintas enfermedades
en un periodo de tiempo determinado. En el presente caso se toma siempre el año anterior,
calculándose según la siguiente expresión
Los datos necesarios para calcular la tasa de incidencia de una enfermedad pueden
obtenerse en la página web del Instituto Nacional de Estadística (INE) donde se registran las
cifras correspondientes a la población española. Para las enfermedades transmisibles puede
consultarse las monografías del Centro Nacional de Epidemiologeía6 del Instituto de Salud
Carlos III o bien consultar los Boletines Epidemiológicos Semanales que publica el mencionado
Instituto.
Para calcular la puntuación aplicable según el método propuesto, en función del índice de
incidencia debe utilizarse la siguiente tabla
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En este apartado se requiere la colaboración de medicina del trabajo para conocer el número
de trabajadoras y trabajadores expuestos que se encuentran vacunados siempre que exista
vacuna para el agente biológico en cuestión.
Caso de que no exista vacuna completamente eficaz, deberá calcularse el porcentaje del
personal laboral que se encontraría protegido y se aplicaría la tabla anterior.
Así por ejemplo, en el caso de la gripe, el coeficiente a aplicar dependerá del nivel de
vacunación existente en la empresa En el caso de la tuberculosis como la vacuna no se
considera eficaz para prevenir la primoinfección, se la asignaría la puntuación 1 a este ítem.
Una vez realizado este cálculo deberá llevarse a la tabla siguiente para conocer el nivel de
riesgo.
d) En función del porcentaje obtenido, se aplican los siguientes coeficientes de disminución del
riesgo a cada agente biológico, según los valores asignados en la tabla siguiente
e) El valor obtenido se restará del valor final de la ecuación que calcula el nivel de riesgo
resultante para cada agente biológico contemplado.
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Donde:
R = Nivel de riesgo.
G = Grupo en el que esté encuadrado el agente biológico.
V = Vacunación.
T = Vía de transmisión.
P = Probabilidad de contacto.
F = Frecuencia de realización de tareas de riesgo.
MH = Puntuación medidas higiénicas.
Una vez obtenido el nivel de riesgo (R) mediante la expresión anterior es preciso interpretar su
significado.
El método fue validado aplicándolo a las distintas actividades incluidas en el anexo I del real
decreto 664/97 y se concluyó que dispone de suficiente sensibilidad para evaluar los distintos
tipos de exposición a agentes biológicos.
Tras la validación se consideraron dos niveles:
Entendemos como nivel de acción biológica (NAB) aquel valor a partir del cual deberán
tomarse medidas de tipo preventivo para intentar disminuir la exposición, aunque la situación
no llegue a plantear un riesgo no tolerable. No obstante, a pesar de que no se considere
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peligrosa esta exposición para las trabajadoras y trabajadores, constituye una situación
manifiestamente mejorable, de la que se derivarán recomendaciones apropiadas. Los aspectos
fundamentales sobre los que se deberá actuar son las medidas higiénicas y la aplicación de
técnicas de profilaxis o también actuar sobre el tiempo de exposición.
El límite de exposición biológica (LEB) es aquel que en ningún caso y bajo ninguna
circunstancia debe superarse, ya que supone un peligro para la salud de los trabajadores y
representa un riesgo intolerable que requiere acciones correctoras inmediatas.
Los citados niveles han sido situados en:
En el anexo II de este documento se encuentran algunos casos prácticos, en los que se aplica
todo el método indicado.
CASO PRACTICO 1
1. Enfermería de urgencias:
En este supuesto práctico, se va a realizar la evaluación del riesgo biológico del puesto de
trabajo de enfermería de urgencias de un hospital.
La actividad realizada se encuentra incluida en el anexo I del Real Decreto 664/97 por lo que
se identifica la posible existencia de exposición de los trabajadores y trabajadoras a riesgo
biológico.
Para realizar la evaluación es preciso conocer los agentes biológicos que con mayor
probabilidad se encuentran en esta actividad.
Identificación del agente biológico:
El listado proviene de datos epidemiológicos de la población española para identificar aquellas
enfermedades que actualmente tienen una mayor incidencia, puesto que la entrada de los
agentes biológicos en el hospital es por medio de los pacientes y los trabajadores.
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Tras consultar con la bibliografía correspondiente se han codificado las distintas variables.
Para el caso de aquellos agentes biológicos cuyo índice de incidencia ha sido cero, se han
mantenido en la evaluación por la posibilidad de que en un futuro pudiera darse el caso de la
aparición de algún brote que hiciera necesaria su inclusión.
f) Medidas higiénicas: Tras la revisión del cuestionario, se han obtenido los siguientes
resultados de la tabla siguiente:
74
75
76
Con estos resultados se comprueba que el riesgo estaría superando el nivel de acción
biológica en las condiciones que se está realizando la actividad para cuatro de los agentes
existiendo varias posibilidades de actuaciones
Cabe destacar que el docente conversara con usted para explicarle y tutorar el
buen desarrollo y desempeño de usted en el mismo.
Esperamos que al final, este material te sirva para tus acciones laborales.
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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Bibliografía
Bibliografía
INSHT. (2014). Guía técnica para la evaluación y prevención de riesgos relacionados con la
exposición a agentes biológicos. Madrid: INSHT.
Llorca Rubio , J., Soto Ferrando , P., & Benavet Nacher, S. (2018). Manual Práctico para la
Evaluación del Riesgo Biologico en actividades laborales diversas . INVASSAT.