Este módulo trata sobre la ética y su aplicación a la enfermería como profesión.

Los
enfermeros a menudo asumen el rol de partidarios de los pacientes de manera que la
ética es importante para comprender cómo manejar situaciones que pueden surgir en
algún momento de su carrera.

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Los objetivos de este módulo son educarlo sobre cuestiones éticas relacionadas con la
enfermería como profesión y enseñarle los aspectos importantes de la toma de
decisiones éticas en el cuidado del paciente. Al finalizar, tendrá una comprensión más
cabal de la ética, de los principios éticos y de los dilemas éticos. Podrá reconocer el
Código de Ética del Consejo Internacional de Enfermería y comprender su aplicación
en la práctica. Al finalizar este módulo también reconocerá las cualidades que poseen
los líderes éticos firmes, analizar el rol que cumplen los enfermeros en situaciones
éticas y y entender las cuestiones más importantes del profesionalismo en el ambiente
de trabajo.

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Comenzaremos por analizar qué es realmente la ética. Ética es un término genérico
que abarca diferentes maneras de comprender y evaluar la vida moral. Al analizar la
ética en situaciones relacionadas con la atención médica deberíamos referirnos al
término bioética. La bioética es el estudio de las implicancias morales y sociales como
consecuencia de los avances de innovación tecnológica en el campo de las ciencias
biológicas.

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La bioética es el estudio de las situaciones éticas típicamente controvertidas que
surgen a partir de los avances en biología y medicina. Bow-shaum and Childress
concibieron cuatro principios éticos para la ética biomédica o bioética que sirven como
marco de referencia para analizar situaciones éticas que surgen a menudo en el campo
médico. Los cuatro principios éticos se tratarán en detalle más adelante en este
módulo.

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La bioética analiza un amplio espectro de temas que a menudo provocan emociones y
grandes debates. Estos temas pueden incluir cuestiones relacionadas con los límites de
la vida como el aborto y la eutanasia. También puede incluir el alquiler de vientres, la
donación de órganos, la asignación de recursos para la atención médica en
condiciones de escasez o el derecho a rechazar la atención médica por valores o
creencias personales. Entre algunos de los temas biotecnológicos relacionados con la
ética se incluyen la terapia genética, la clonación, la prolongación de la vida y la
ingeniería genética humana.

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Tanto la ética como la moral se relacionan con la conducta “correcta” e “incorrecta”.
La ética hace referencia a un conjunto de reglas provistas a un individuo por una
fuente externa. Esta fuente puede ser su profesión o su religión. La moral sin
embargo, hace referencia a los principios de un individuo en función de lo correcto y lo
incorrecto. Una fuente interna. La moralidad abarca varios estándares de conducta,
principios morales, reglas, ideales, derechos y virtudes.

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Las personas aprenden sobre la moralidad a medida que crecen. La moral es flexible,
lo que significa que puede cambiar de acuerdo a las creencias. Las normas
universalmente aceptadas pueden variar según los diferentes grupos de personas. El
conjunto de normas compartidas por todas las personas comprometidas con la moral
es conocido como moralidad común.

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Los estándares aceptables de moralidad incluyen decir la verdad, evitar el mal o el
daño, no causar dolor o sufrimiento y mantener las promesas

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La moralidad común incluye atributos como la integridad, la no malevolencia, la
amabilidad y la fidelidad. La integridad es la calidad de ser honesto y justo. La no
malevolencia es no tener o no mostrar deseos de causar daño a otra persona por odio
o mala voluntad. La amabilidad es poseer o mostrar una naturaleza amable y el deseo
de ayudar a los demás. La fidelidad es la cualidad o estado de ser fiel. Cuando las
personas carecen de estos atributos se considera que carecen de integridad moral.

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Existen dos ramas de la ética, la normativa y la no normativa. La ética normativa es el
estudio de la acción ética. Es la rama de la ética filosófica que investiga las preguntas
que surgen al considerar cómo se debe actuar, moralmente hablando. En otras
palabras es la justificación de la intuición moral. La ética no normativa es la evaluación
sistemática de la teoría moral y del lenguaje.
Con la ética no normativa no se intenta prescribir conductas o fijar normas. El énfasis
se pone en la descripción de las creencias éticas de las personas o en el análisis de la
terminología relacionada con la ética.

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La ética aplicada se incluye en la categoría normativa y se utiliza para aplicar conceptos
generales para describir un problema particular. Es el uso de normas y otros recursos
morales para analizar problemas, prácticas y políticas en las profesiones o en las
instituciones (Beauchamp & Childress, 2009). Esto sirve como punto de partida para
elaborar normas de conducta.

La ética no normativa comprende la ética descriptiva y la metaética, que analizaremos

más detalladamente.

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La ética normativa intenta desarrollar un conjunto de reglas que regulen la conducta
humana. Hace referencia a lo que las personas deberían considerar como correcto o
incorrecto. Cuando la mayoría de las personas utiliza los términos “moralidad” o
“ética” casi siempre se refieren a la “ética normativa”, ya que es esta rama la que se
encarga de decirnos cómo debemos vivir nuestras vidas. Los principios éticos son
teorías a menudo utilizadas en un intento por identificar y justificar estas normas.

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La ética descriptiva es el estudio de las creencias reales sobre ética o moralidad. No se
intenta evaluar o juzgar estas creencias. La metaética es el estudio de lo que significan
los términos y las teorías éticas. Define términos como virtud, obligación, bueno, malo,
correcto, incorrecto, etc.

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La ética descriptiva estudia los fenómenos de la toma de decisiones por parte de
sustitutos. Esto sucede cuando un representante o agente de atención médica sirve
como defensor de los pacientes incapaces. En otras palabras, cuando un paciente no
puede tomar decisiones o hablar por sí mismo sobre la atención médica personal,
alguien más debe brindarle orientación.

La metaética se ocupa de la teoría del significado del conocimiento moral. Busca

comprender la naturaleza de las propiedades, las afirmaciones, las actitudes y el juicio
éticos.

La metaética intenta comprender la naturaleza de las propiedades y las evaluaciones

éticas mediante el planteo de preguntas sobre la moralidad y su objetividad, la
relatividad y la racionalidad.

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Un término común al analizar la ética es el dilema ético. Un dilema ético es una
ocasión que surge y que hace que una persona se cuestione cómo debería reaccionar
según sus convicciones y cómo elegir entre lo correcto y lo incorrecto. Ciertas veces un
dilema ético puede resolverse fácilmente, pero en otros casos puede resultar difícil y
engorroso. Estas condiciones pueden causar sentimientos de incertidumbre sobre
cómo reaccionar y qué medidas tomar en esa situación particular.

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La enfermería ha dejado de ser una profesión de fidelidad al deber, para convertirse en
una profesión que reconoce la capacidad intelectual de los enfermeros. Florence
Nightingale creía que para ser un buen enfermero primero había que ser una buena
persona, pero es importante tener en cuenta que ser una buena persona no significa
simplemente seguir las reglas. Por esta razón se elaboraron los códigos de ética. Los
códigos modernos se basan más en las virtudes y se concentran más en las
características de la buena práctica que en simples reglas y afirmaciones.

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El Código de Ética del Consejo Internacional de Enfermería se adoptó en 1953 y desde
entonces ha servido como modelo para los enfermeros de todo el mundo. El código de
enfermería parte de la idea de que los enfermeros deben respetar los derechos
humanos, lo que incluye el derecho de un paciente a la vida y a la dignidad. El código
de ética se revisa y actualiza regularmente en respuesta a las realidades de la
enfermería y de la atención médica en una sociedad en constante cambio.

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Al reconocer y respetar los derechos de los pacientes, la enfermería ha experimentado
una transición desde un campo cuyo enfoque es la obediencia al médico hacia un
enfoque en las necesidades del paciente. Según el Código de Ética del ICN, la
responsabilidad principal de un enfermero es hacia sus pacientes. Enumera cuatro
responsabilidades de los enfermeros que se deben enfrentar para satisfacer las
necesidades de los pacientes 1) promover la salud 2) prevenir la enfermedad 3)
recuperar, aliviar o mejorar la salud.

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Hay cuatro elementos principales que describen los estándares de la conducta ética.
Estos elementos son 1) los enfermeros y las personas, 2) los enfermeros y la práctica,
3) los enfermeros y la profesión, y 4) los enfermeros y los compañeros de trabajo.

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En el elemento 1: Los enfermeros y las personas analizan cómo la principal responsabilidad
profesional de los enfermeros es hacia las personas que necesitan atención. Los enfermeros
garantizan que las personas reciban información precisa y oportuna que sea culturalmente
apropiada. Los enfermeros también mantienen la confidencialidad de la información y tienen
la capacidad para compartir esta información con criterio. En definitiva, el elemento 1
establece que los enfermeros deben demostrar honradez, integridad y compasión para
cumplir el rol de promotor del paciente.

El elemento 2 se refiere a los enfermeros y la práctica. Este elemento establece que el

enfermero es personalmente responsable de la práctica de la enfermería y debe llevar el
uniforme blanco con orgullo y dignidad. Para ello debe recurrir al aprendizaje constante,
delegar responsabilidades con criterio y mantener un estándar de conducta personal que
dignifique la profesión.

El elemento 3 se refiere a los enfermeros y a la profesión que establece que el enfermero es

responsable de mejorar el perfil de la profesión con la investigación y la práctica, haciendo uso
de la práctica de la enfermería en función de la evidencia. Los enfermeros deben participar en
el desarrollo de los aspectos fundamentales del conocimiento profesional en función de la
investigación que apoye la práctica basada en la evidencia y que cree un entorno de práctica
positivo y seguro.
El elemento 4 se refiere a los enfermeros y los compañeros de trabajo. Este elemento
establece que los enfermeros tienen la responsabilidad de promover una relación armoniosa
entre compañeros de trabajo e integrantes del equipo de atención médica. Los enfermeros
deben tomar las medidas adecuadas para proteger a los individuos, a las familias y a las
comunidades cuando su salud se encuentre amenazada por un compañero de trabajo o
cualquier otra persona.

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El Código de Ética del Consejo Internacional de Enfermería y la Asociación
Estadounidense de Enfermería son muy similares. Ambos creen que el primer
compromiso de los enfermeros es para con el paciente, y que los enfermeros deben
tener compasión y respeto por todas las personas, independientemente de quiénes
son, qué clase de problemas médicos tienen o de qué clase social o económica
provienen.

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Ahora que ya hemos analizado las expectativas del Código de Ética del Consejo
Internacional de Enfermería, podemos volver y analizar los principios éticos que, como
dijimos anteriormente, son directrices que se utilizan para determinar si una acción es
correcta o incorrecta.

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Recordar que tal como se determinó previamente, la ética normativa describe los
comportamientos y lo que se considera correcto o incorrecto al tener que decidir qué
hacer en una situación particular. En estos momentos los principios éticos pueden
influir sobre las decisiones. Los principios éticos son reglas generales que se pueden
aplicar a situaciones y ayudar a decidir si ciertas acciones son morales o inmorales en
la práctica de la enfermería. Los principios éticos son útiles porque no es práctico
referirse siempre a teorías éticas para la toma de decisiones. Por esta razón, estos
principios más limitados y más específicos constituyen una herramienta útil para
orientar el criterio. Analizaremos los cuatro principios éticos en las diapositivas
posteriores.

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Los cuatro principios éticos son autonomía, no maleficencia, beneficencia y justicia.

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La palabra autonomía proviene del latín "auto" que significa auto y "nomía" que
significa control. Por lo tanto autonomía significa respeto por las decisiones de
acuerdo a las razones y a los propósitos de cada uno. Esto incluye consentimiento
informado, apoyo de las decisiones de cada uno en las opciones de tratamiento,
aceptación del rechazo a un tratamiento, dar a conocer la totalidad de la información
al paciente y fomentar la confidencialidad. Se pueden utilizar responsables sustitutos
en la toma de decisiones cuando los pacientes no pueden hacerlo por sí mismos (en
casos de falta de madurez o de capacidad mental insuficiente); sin embargo, estos
responsables sustitutos deben determinar el mayor beneficio neto entre las opciones
disponibles.

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El segundo principio ético es el de no maleficencia que nos obliga a no causar daño a
los demás, ya sea de manera intencional o no intencional. En la ética médica esto se
expresa comúnmente como “antes de nada, no causar daño”. La eutanasia, las
opciones de tratamientos comunes o extraordinarios y la negligencia son ejemplos de
temas que pueden surgir al analizar la no maleficencia. Este principio da sustento a
reglas morales como por ejemplo no matar, no causar dolor o sufrimiento, no
incapacitar y no privar a los demás de las cosas buenas de la vida.

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La regla del efecto doble evalúa la permisibilidad de una acción cuando esta acción
también puede causar un efecto que normalmente se evitaría Un ejemplo de esto
sería aliviar el dolor de un paciente que sufre de una enfermedad terminal, de manera
que le produzca un estado de sedación pero que le acorte la vida levemente. Se deben
reunir cuatro condiciones para justifica un efecto doble. 1) La naturaleza del acto en sí
es buena, o al menos neutral desde el punto de vista moral. 2) La intención de los
agentes debe ser buena, el efecto negativo puede estar previsto pero no es
intencional. 3) El efecto negativo no debe ser un medio para el efecto positivo y 4) El
efecto positivo debe superar al negativo.

Se analiza la relación entre los tratamientos opcionales y los obligatorios.

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Existen varias condiciones para anular la obligación de realizar un tratamiento.
Situaciones en las que los médicos o los proveedores no pueden realizarlo, el
tratamiento no va a producir un efecto fisiológico, existen muchas probabilidades de
que el tratamiento no sea eficaz o que los resultados sean insignificantes. Otras
condiciones para anular el tratamiento son aquellas que se deben a la complejidad, o
que se basan en una total especulación de algo que nunca se ha probado. Si el
tratamiento causa más daño que la justificación para anularlo, por lo general se
concede el tratamiento Volviendo al concepto de no maleficencia, el objetivo general
es evitar causar daño a los demás

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La beneficencia es nuestro tercer principio ético y deriva de la raíz latina bene que
significa bien y ficencia que significa hacer. Este término hace referencia a la
obligación moral de actuar en beneficio de los demás o de hacer el bien. Esto está
estrictamente relacionado con la protección y la defensa de los derechos de los
demás, con el impedimento de ocasionar daño a los demás, con la ayuda a los
incapacitados y con el rescate de aquellos que están en peligro. La beneficencia exige
más que la no maleficencia, ya que se deben tomar medidas positivas para ayudar a
los demás, brindarles beneficios y existe la obligación de rescatarlos. Por lo general
los beneficios se miden mediante un análisis de efectividad de costo, un análisis de
costo-beneficio y el valor de los años de vida ajustados según la calidad.

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La justicia es la obligación de ser imparcial y establece que todas las personas tienen el
derecho a ser tratadas de manera igualitaria y justa, independientemente del género,
la raza, la clase social o la religión. La justicia distributiva es imparcial, equitativa y hace
referencia a la distribución apropiada de recursos y de oportunidades en una sociedad.
Por lo general se observan problemas de justicia distributiva bajo condiciones de
escasez, de competencia y de acceso desigual a la atención médica.

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Los principios rivales de la distribución establecen que las personas tienen derecho a
una igual participación de acuerdo a las necesidades, el esfuerzo personal, la
contribución social y el mérito de los individuos.

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La norma de oportunidades justas establece que las personas no deben recibir
beneficios ni tampoco se les deben negar en función de propiedades ventajosas
inmerecidas, ya que no son responsables de las propiedades. Como ejemplos de estas
propiedades podemos citar diferencias étnicas, raciales y de género, y las poblaciones
vulnerables y explotadas. La justicia también analiza los problemas relacionados con el
acceso de las personas a la atención médica, la participación automática en estudios
de las personas con una situación económica desventajosa y el derecho a tener un
mínimo decente de atención médica.

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El razonamiento clínico es una aptitud necesaria para resolver situaciones éticas. La
resolución ética es un proceso de 5 pasos que orienta a los médicos en el caso para
poder tomar una decisión moralmente sólida.

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En el paso 1 se aclaran los hechos pertinentes necesario para tomar una decisión
sensata. Se plantean preguntas como quién, qué, cuándo, dónde y porqué. En el paso
2 se evalúa si el conflicto es personal, interpersonal, institucional o a nivel social.
También se interpreta si el asunto tiene un componente moral o ético. En el paso 3 la
resolución ética enmarca el problema en cuestión. Para ello se identifican a las
personas apropiadas para la toma de decisiones, se determina si las decisiones se
toman para beneficio del paciente y de otras partes, y se establecen las obligaciones
profesionales y morales de los proveedores de atención médica. En el paso 4 se
necesita juicio clínico para tomar una decisión. El paso último y final de la resolución
es la crítica. Es en este punto donde se consideran las principales objeciones y la
capacidad de cambiar de decisión. También se puede evaluar la búsqueda de
opiniones de colegas a nivel interprofesional. En este paso se pueden hacer análisis
retrospectivos que se pueden utilizar como herramientas para la próxima vez.

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Nada es más importante en las organizaciones de atención médica que establecer una
cultura de confianza. Los comités de ética son un componente clave para garantizar
una cultura de confianza. Si bien los enfermeros son profesionales autónomos, pueden
beneficiarse de la colaboración con otros profesionales al enfrentar situaciones
difíciles. Los principales objetivos de la enfermería son fomentar la salud, prevenir la
enfermedad y cuidar a los pacientes que sufren.
Se espera que los enfermeros profesionales demuestren cierto grado de altruismo,
logros especiales, sacrificio y una actitud correcta en su tarea. Cada enfermero debe
entender las responsabilidades y las inquietudes que forman parte de la profesión. El
trabajo en equipo con profesionales para brindar atención médica a los pacientes exige
una disciplina interna y una compostura externa constantes.

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Si su institución no cuenta con un comité de ética, puede ser el momento de
considerarlo. Están integrados por miembros preseleccioandos que se reúnen para
analizar problemas éticos que se presentan en la organización. Los comités de ética
están integrados por médicos, enfermeros, capellanes, asistentes sociales, miembros
del personal administrativo y representantes legales y de la comunidad. Cuando surgen
desacuerdos o dilemas éticos, los proveedores de atención médica pueden buscar
asesoramiento en el comité de ética. Los enfermeros especialmente deben estar
dispuestos a hacerlo, ya que puede haber ocasiones en que no están de acuerdo con
un médico, con un familiar del paciente o con un sustituto responsable de la toma de
decisiones acerca de lo que es mejor para el paciente, y se necesita la opinión de un
tercero. Los enfermeros no deben sentir que están haciendo algo mal si buscan
asesoramiento ético, ya que hacerlo forma parte del rol del enfermero como defensor
del paciente.

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Los enfermeros deben luchar por conservar la integridad moral. La integridad moral
indica que una persona es responsable, honesta, sincera, digna de confianza, valiente,
benévola y sensata. Estos valores fundamentales se aprecian, se requieren y
demuestran profesionalismo. Los enfermeros siempre deben actuar de la mejor
manera como profesionales y respetar los acuerdos morales que los pacientes y las
comunidades les confían, es decir brindar la mejor atención a los pacientes.

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