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TEORÍA GENERAL DEL PROCESO

CLASE N°01 – FEBRERO 03 2021


Juan Pablo Rincón Camacho
10/02/2021

Necesariamente se debe tener un presupuesto de orden fundamental, art 29 CPC debido proceso y ley 16 de 1972_ convención
americana de derechos humanos, se titula como el pacto de san José de costa rica, se habla de cláusulas o garntias judiciales en
torno a los procesos. Se deben aplicar las normas en torno a un proceso, para no incurrir en violación directa al debido proceso
El derecho procesal se hace por medio del d sustancial o d adjetivo
Conceptos de carácter procesal en torno al derecho penal
La sentencia se aplica a la ley sustancial; la imputación depende el título que se le impone al sujeto

CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO


Se aplica de forma puntual en tramites civiles, comerciales, de familia, agrarios y servirá como norma no supletoria sino va a cumplí los
vacíos que no dan los demás códigos.

PROCESO DE FIJACIÓN DE CUOTA ALIMENTARIA Y RÉGIMEN DE VISITAS: Art 390


La cuantía se entiende para poder determinar si el proceso es de única o segunda instancia, en material civil de familia comercial,
define si es el juez civil municipal o civil circuito. Juez promiscuo municipal. Los procesos que se determinan por cuantía, se
determinan si son de única instancia, si es de única, no habrá recurso de apelación contra la sentencia, si es de primera instancia, si
habrá recurso de apelación. Caso de la cosa juzgada formal
Se define custodia, cuidado personal, visitas y alimentos. El juez en una sentencia determina en manos de quien queda, en el mayor
de los casos, con la madre y el señor deberá alimentos en la suma de 1 millón de pesos, las visitas cada 15 días, por un fin de
semana.
La cosa juzgada material hace referencia a que le pone fin cuando se firma la sentencia, se toma con base a unas pruebas, no permite
juzgarse por los mismos hechos, ejemplo causal de divorcio
La cosa juzgada formal, permite que si se firmó sentencia, se revise nuevamente el caso por hechos, ejemplo proceso de fijación de
alimentos

Las providencias judiciales emitidas por los jueces, se clasifican en: Art 278 CGProceso
Autos: Providencias que pueden ser interlocutorios o de sustentación, dan impulso a la actuación procesal. Ejemplo: auto admisorio de
la demanda o el que inadmite la demanda. Auto que decreta las pruebas y ordena la práctica de las mismas y se resuelve lo
pretendido por el demandante por el demandado.
El demandante pide sus suplicas ante el juez mediante la demanda, existe un acápite especial que se llama pretensiones (Art 82
CGProceso)
El demandado va a que le reconozcan el derecho sustancial (Art 96 del CGProceso)
Sentencias: ponen fin a los actos procesales, porque ponen fin al debate judicial, dirime la Litis o el conflicto
Entre el juez para reconocer el derecho al demandante o demandado

FUENTES DEL DERECHO PROCESAL; son fuentes de conocimiento y descansa la teoría general del proceso
Ley
Costumbre
Doctrina
Jurisprudencia
Tratados internacionales conforme el Art 93 de la CPC

LEER SENTENCIA C-086/2016


ACCIÓN Y DERECHO DE CONTRADICCIÓN en los sistemas más simples la demanda como acción y como el derecho de
contradicción del demandado de poder contestar pero habrá ocasiones que en unos procesos se puede proponer demanda de
reconvención (contrademanda) Ejemplo, en un proceso de divorcio uno de los esposos demanda por elaciones extramatrimoniales

CLASIFICACIÓN DEL PROCESO, existen varias clases de proceso y depende del órgano/corporación se clasifican en: arbitral, judicial
Las cámaras de comercio tienen centro de arbitramento
Existen procesos Voluntarios, las partes estan de acuerdo en asumir un acuerdo, ejemplo: divorcio, separación de cuerpos y de
bienes. (LAS COSAS SE HACEN COMO SE DESHACEN) (Teoría de la autonomía de las partes)
Existen procesos Contenciosos, existe demandante y demandado (Art 577 CGProceso)
HISTORIA Y ELEMNTOS DEL PROCESO, ORGANIZACIÓN JUDICIAL Y PARTES O FACTORES DE COMPETENCIA
LLEGAR AL ART 100 DEL CGPROCESO MANUAL DE DERECHO PROCESAL, TOMO UNO, TEORIA GENERAL DEL PROCESO.
JAIME ASUMA CAMACHO Editorial: MARCEL SILVA

Socialización de los XV capítulos


LIBRO: CLÁSICOS JURÍDICOS 1. DIRECTOR: Adolfo Alvarado Velloso. COLABORADOR: Maximiliano García Grande
TÍTULO: CÓMO SE HACE UN PROCESO – FRANCESCO CARNELUTTI

PREFACIO
Formas de un proceso en el ámbito penal y civil.
El libro “como se hace un proceso” se divide en 15 capítulos en los cuales habla de cada elementó para poderse darse un proceso
completo como el autor decía que es una obra teatral y que se necesita de todos para que la función se pueda realizar a cabalidad,
aun con esto nos volvemos unos espectadores morbosos viendo las personas como un personaje del acto ni fijándonos en las
consecuencias de que nos conlleva ser un espectador en busca del olvido de su propia vida.

I – EL DRAMA
PAROXISMO: Grado de mayor exaltación de un sentimiento, un estado de ánimo o una sensación.
El primer capítulo el drama, nos relata como nosotros de vez en cuando no olvidamos de las decisiones que tomamos para los otros,
sin importarnos de a mucho las repercusiones de las mismas y así en futuro podemos tener una repercusión de estar descuerdo los
unos con los otros en las decisiones tomas y así mismo podemos tener conflictos y entrar en guerra los unos con los otros.
RAI (Radio Italiana) propone lecciones de Derecho Procesal para la reanudación de la clase única. El interés del público por los
procesos, ante todo penales, pero también civiles, ha existido siempre; pero hoy, acaso, con los estímulos de la prensa y del
rotograbado, ese interés ha llegado al paroxismo. El drama en la vida de los demás, es diversión para uno mismo y por un momento
se olvida la propia vida.
II – EL PROCESO PENAL
El segundo capítulo es el proceso penal, sugiere la idea de la pena y esta la idea del delito, ya que por medio de esta la persona que
cometió el delito no lo volverá a cometer y además servirá de ejemplo para que las demás personas no cometan este mismo delito y
piensen antes de infringir la ley de algún modo, pero lastimosamente el fin del proceso penal en si es lograr la re incorporación de la
persona a la sociedad, pero la sociedad se niega a admitirlos, por lo tanto se puede decir que este proceso logro su fin pero fracaso en
su objetivo el cual era la reinserción social de estos sujetos.
Sugiere la idea de la pena, y esta la del delito; el proceso penal se hace para castigar los delitos, incluso los crímenes, a su vez se
castigan las perturbaciones menos graves del orden social, que se llaman: contravenciones. Precisamente porque los delitos perturban
el orden y la sociedad necesita de orden, al delito debe seguir la pena para que la gente se abstenga de cometer otros delitos y la
misma persona que lo ha cometido pueda recuperar su libertad, que es el dominio de sí, y con ella la capacidad de reprimir las
tentaciones, que desgraciadamente nos acechan continuamente a lo largo de nuestro camino.
Uno ha robado: he aquí el delito; debe ponérsele en prisión: he ahí la pena. En esta simple fórmula el delito y el castigo se consideran
como dos hechos equivalentes, cuya equivalencia incluso restablece el orden social; Hay ciertos delitos largamente preparados;
ciertos hurtos, por ejemplo, que exigen mucha paciencia; en materia de homicidio se habla a este respecto de premeditación; pero
frecuentemente, en cambio, el delito ocurre tan rápidamente que se puede decir de él que es instantáneo: por ejemplo, un homicidio
en riña o un hurto con destreza. La premeditación, en cambio, si es un carácter accidental del delito, es un carácter esencial del
castigo.
Premeditados: de alta preparación.
Accidentales: ocurren por accidente
Justicia segura o rápida
El d penitenciario pretende que el ciudadano se resocialice. El fin del proceso penal es la justicia restaurativa, se humaniza el proceso
penal, se pretende que la víctima y el victimario arreglen su problema. Reparación simbólica y

III – EL PROCESO CIVIL


El Capítulo tercero proceso civil, este tiene muchas diferencias comparado con el proceso penal ya que en este no existe delito pero si
existe una discordia entre las personas ósea un conflicto de intereses o también llamado Litis o Litigio, pero lo que hace el código civil
es tratar de redimir estos conflictos entre particulares para llegar a buenos términos.
Se distingue del Proceso Penal, porque no existe un delito, se realiza inter cives, es decir, entre hombre dotados de civilidad. Civilitas
es el modo de ser del civis o también de la civitas, es decir, del ciudadano y de la ciudad. Civis, probablemente, deriva, de cum ire, ir o
andar conjuntamente. La civilidad no es, pues, otra cosa que un andar de acuerdo; pero si los hombres tienen necesidad del proceso,
quiere ello decir que falta el acuerdo entre ellos; Una tal situación no es aún la guerra entre ambos, pero la contiene en potencia por lo
cual se comprende que alguien o algo deba intervenir para evitarla. Ese algo es el proceso, que se llama civil porque todavía no ha
surgido el delito que reclama la pena; y la situación frente a la cual interviene, toma el nombre de litis o litigio (desacuerdo), elemento
del desacuerdo: conflicto de intereses, si se satisface el interes del uno, queda sin satisfacer el interes del otro y viceversa.
Sobre este elemento sustancial se implanta un elemento formal, que consiste en un comportamiento correlativo de los dos
interesados: uno de ellos exige que tolere al otro y la satisfacción de su interés, y a esa exigencia se la llama pretensión; pero el otro,
en vez de tolerarlo, se opone. En la litis va siempre implícita una injusticia. En efecto, no es posible que ambos litigantes tengan razón,
esto es, que tanto la pretensión como la oposición respondan a la justicia: o es justa la una o es justa la otra, o una y otra solo son
justas en parte; el proceso civil puede operar no solo para la represión, sino también para la prevención del litigio (formas).
El proceso civil voluntario, que tiene por tanto carácter preventivo, es la figura menos importante, o con más exactitud, menos compleja
de las dos; La figura del proceso civil que más llama la atención del público, es el proceso represivo, o contencioso, como se lo quiera
llamar, que se desarrolla en presencia de un litigio.

IV – EL JUEZ
El capítulo cuarto el juez, él soluciona conflictos o delitos cometidos, esta persona debe ser idónea, capaz e imparcial dentro del
proceso, además que se encuentra acompañado por el secretario y el oficial judicial, también debería tener una guía como Dios ya que
se encuentra por encima de las partes involucradas en el proceso así entraría en un medio de imparcialidad con la resolución de
conflictos asignados al mismo.
El juez tiene juicio, es decir, posee la capacidad de saber juzgar (de manera correcta). En la raíz de esa intuición está, aun para los no
creyentes, la palabra de Cristo: no juzguéis. Si supiesen qué quiere decir juzgar, se darían cuenta de que es lo mismo que ver en el
futuro; pero el hombre es prisionero del tiempo y el juicio es una evasión imposible. Todo esto lo digo para hacer comprender una sola
cosa, para tener una idea del proceso: el juez, para serlo, debiera ser más que hombre: un hombre que se aproximara a Dios, De esta
verdad conserva un recuerdo la historia al mostramos una primitiva coincidencia entre el juez y el sacerdote, que pide a Dios y obtiene
de Dios una capacidad superior a la de los demás hombres.
Probablemente las soluciones, en el plano lógico, son dos, dependientes de los dos conceptos de la cualidad y de la cantidad. Desde
el punto de vista cualitativo, aflora nuevamente la coincidencia original entre el juez y el sacerdote. Hoy la regla consiste en que el juez
es elegido por el Estado, es decir, por ciertos órganos del Estado, según ciertos dispositivos que se conceptúan idóneos para hacer la
elección. Estos dispositivos son de dos tipos, según que la elección se haga desde arriba o desde abajo, por decreto o por elección.
El juez, singular o colegiado, juntamente con el secretario y el oficial judicial, son las figuras principales que constituyen un grupo de
empleados del Estado que, por la estabilidad de sus cometidos, se llama oficio, y por el carácter específico de los mismos, se
denomina oficio judicial. Por otra parte, en el conjunto de los oficios se dejan sentir las exigencias que plantea la especialización en
orden a las diversas materias de los asuntos y de los litigios que se presentan al juicio, y también de las diversas funciones que al
respecto se ven obligados los jueces a ejercer, al punto de que entre los varios oficios deben distribuirse los cometidos según un plano
que da lugar al instituto de la competencia judicial.

V – LAS PARTES
El capítulo quinto las partes, en el proceso penal siempre serán dos uno es el que actúa el otro es el que sufre la acción, uno es el
ofensor y el otro el ofendido, en el litigio una da de las dos partes pretende y la otra resiste a la pretensión, uno es el agresor y el otro
el agredido Las partes no solamente están involucradas en el proceso, sino que además deben sufrirlo siendo juzgados por el juez, o
sea pasa de ser una cosa pendiente a una cosa juzgada. Las partes adoptan en el proceso civil el nombre de actor y demandado.
La estructura del proceso contencioso permite entender por qué los que deben ser juzgados se llaman partes, que es un nombre
extraño y un poco misterioso. ¿Qué tiene que ver con el proceso, y en general con el derecho, la noción de parte? La parte es el
resultado de una división: el prius de la parte es un todo que se divide. La noción de parte está, por tanto, vinculada a la de discordia,
que a su vez es el presupuesto psicológico del proceso; no habría ni litigios ni delitos si los hombres no se dividiesen.
La fórmula que hace poco he empleado: imputado puede ser un hombre siempre que sea una persona, y actor o demandado puede
ser un hombre aunque no sea persona o una persona aunque no sea un hombre, expresa una de las diferencias más destacadas
entre el proceso penal y el proceso civil. Puesto que el proceso penal solo se hace para certificar y actuar la responsabilidad penal, el
concepto de parte está doblemente limitado respecto de él. No puede ser imputado, porque no es penalmente imputable, un niño
menor de nueve años o un enfermo mental, como no puede ser penalmente imputable una persona jurídica (por ejemplo, una
sociedad comercial); imputado puede ser quien no sea penalmente imputable solo con la condición de que se ignore en el momento de
la imputación que él no es imputable y el proceso se haga para saber si lo es o no.
El juicio del juez, tal cual se forma, con los modos que veremos, es el proceso, no es un juicio cualquiera; en particular, no tiene el
simple valor de un consejo, de modo que aquel a quien se lo dirige pueda seguirlo o no, según le parezca bien o mal; es un juicio que
tiene la fuerza de un mandato, cual si estuviese escrito en la ley. Por ejemplo: La ley dice: quien roba, es castigado; y el juez dice:
Ticio ha robado, y por tanto lo castigo. Ello es como si en la ley estuviese escrito: Ticio debe ser castigado. La ley dice: el padre debe
mantener y educar al hijo menor de edad; y el juez dice: Cayo es padre del menor de edad Sempronio; ello es como si en la ley
estuviese escrito: Cayo debe mantener y educar a Sempronio.

VI – LAS PRUEBAS
El capítulo sexto las pruebas, son los hechos que le juez mira escucha o lee, son hechos presentes sobre los cuales se construye la
probabilidad la existencia o inexistencia de un hecho pasado, pueden haber dos formas de prueba, las representativas que se ocupa
de la lógica o las indicativas o indiciarias que se ocupa de las perspectiva de lo que el hombre percibió.
Se ha dicho que el juez hace historia; no es todo lo que se debe decir de él, pero lo cierto es que el primero de sus cometidos es
precisamente el de la historia, o mejor el de la historiografía; El juez, al principio, se encuentra ante una hipótesis; no sabe cómo
ocurrieron las cosas; si lo supiese, si hubiese estado presente en los hechos sobre los que debe juzgar, no sería juez, sino testigo y si
decide, precisamente, convierte la hipótesis en tesis, adquiriendo la certeza de que ha ocurrido o no un hecho, es decir, certificando
ese hecho. Estar cierto de un hecho quiere decir conocerlo como si se lo hubiese visto. El estado de una persona o de una cosa puede
servir de prueba en dos formas diferentes, según las cuales las pruebas se dividen en pruebas representativas y pruebas indicativas o
indiciarias. Es esta una distinción de suma importancia, acerca de la cual trataré de ser lo más claro que me sea posible. Esencial a
este objeto es el concepto de representación, que ocupa en la lógica un puesto de primer plano.
Un ejemplar de representación indirecta es la narración de un testigo. Ejemplares de representación directa son un disco fonográfico o
una fotografía. Puesto que, por lo común, los hechos que deben ser declarados ciertos en el proceso, ocurren sin la presencia de los
instrumentos necesarios para su registro, la disponibilidad de pruebas representativas se limita de ordinario a la representación
indirecta; pero a medida que se perfecciona la técnica representativa, crece y crecerá el número de casos en que el proceso podrá
disponer de pruebas representativas directas. En este aspecto se advierte una diferencia muy conocida entre proceso civil y proceso
penal, pues solo de ciertos negocios civiles se piensa en el momento de realizarlos en formar la prueba, y cuando se piensa en ello se
adoptan, naturalmente, las nuevas técnicas representativas, mientras que el delito se realiza en condiciones que muy raras veces, y en
vía totalmente excepcional, consienten que se disponga su representación.
La representación indirecta que hasta los tiempos modernos, y a un modernísimos, era la única representación conocida, se lleva a
cabo de dos modos diversos, según que la actividad del representador se despliegue en presencia o en ausencia del hecho
representado, y en ausencia o en presencia de aquel o de aquellos a quienes debe ser representado el hecho. De acuerdo con este
criterio, se distingue la representación documental de la representación testimonial.
El notario forma el documento mientras alguien le declara su voluntad; el testigo forma el testimonio mientras el juez lo escucha: en el
primer caso está presente el declarante, pero está ausente el juez; en el segundo ocurre lo contrario: está presente el juez, pero está
ausente la persona cuyo testimonio refiere la declaración. Este criterio distintivo aclara los méritos y deméritos de cada uno de estos
dos tipos de representación: el documento garantiza la fidelidad de las pruebas, en particular protege de los peligros de infidelidad de
la memoria del hombre; pero por otra parte, el testimonio puede adaptarse con más ductilidad a las exigencias del juez, las cuales, en
el momento en que se forma el documento, pueden no estar del todo previstas.
Las pruebas indicativas, a diferencia de las representativas, no sugieren inmediatamente la imagen del hecho que se quiere certificar
y, por tanto, no actúan a través de la fantasía, sino por medio de la razón, la cual, sirviéndose de las reglas sacadas de la experiencia,
argumenta de ellas la existencia o inexistencia del hecho en sí. Tales pruebas se distinguen en dos categorías, según sean naturales o
artificiales: las pruebas indicativas naturales se denominan indicios; las artificiales toman el nombre de señales. También estos dos
tipos de pruebas indicativas sirven en diversa medida para el proceso penal o para el proceso civil; en el primero prevalecen los
indicios, y en el segundo las señales, por la razón misma que determina en el uno y en el otro el predominio del testimonio o del
documento.

VII – LAS RAZONES


El capítulo séptimo las razones, pertenecen a la realidad no al mundo de las ideas, son objetivo no medio de conocimiento, las
razones están en el campo de la realidad metafísica, además que las razones deben ser buscadas al igual que las pruebas, después
de esto las razones terminan convirtiéndose en razones de juicio crítico, las cuales le van a servir al juez como referente para
aplicarlas a la solución del caso.
Este concepto de la razón y de las razones exige para su esclarecimiento un poco de paciencia. La razón, como todos saben, es una
de las fases o de los aspectos de la mente humana. Su distinción respecto de la inteligencia no es fácil de señalar. De cualquier modo,
a los fines modestos de estas conversaciones baste saber que la inteligencia consigue mediante el juicio un resultado provisional y
para ratificarlo se necesita de la razón: la una procede en avanzada, y la otra sigue precavida. El hombre razonable (razona), no se fía
de la intuición, sino que la verifica cautelosamente.
Las razones, como las pruebas, pertenecen a la realidad, no al mundo de las ideas; en otros términos, son objeto, no medio de
conocimiento. Solo que, a diferencia de las pruebas que pertenecen a la realidad física, las razones están en el campo de la realidad
metafísica. La verdadera diferencia entre juicio de equidad y juicio de derecho atañe al buscador de las razones, que en un caso es el
juez mismo y en el otro lo es el legislador. Cuando el juez no es libre para juzgar según equidad, encuentra él las razones formuladas
ya en el legislador. Transferidas al plano del proceso, las normas jurídicas (los artículos del código, para darme a entender) se
convierten en las razones del juicio crítico. Permítaseme insistir sobre la analogía, y aun sobre la simetría, entre las pruebas y las
razones. Unas y otras, para servir al juicio de existencia o al juicio de valor, exigen del juez la misma actividad. Las razones y las
pruebas deben ser buscadas.
Por último, también las razones, como las pruebas, tienen que ser valoradas; y esta es una operación más difícil y delicada todavía,
que toma el nombre de interpretación de la ley. La interpretación, como dice la misma palabra, es una mediación: el juez tiene que
situarse entre la ley y el hecho. Pero es esta una expresión oscura que se debe aclarar a fin de que los discípulos se hagan cargo de
lo que es en realidad el proceso. Algo hemos dicho de ello en el curso de las lecciones precedentes, a propósito de la ley y del juicio;
pero sobre este punto fundamental la insistencia nunca será excesiva. La verdad es que los hombres, para vivir en sociedad,
necesitan por igual de certidumbre y de justicia; pero certidumbre y justicia no se pueden obtener a la vez: toda concesión a la justicia
perjudica a la certidumbre, y viceversa. Todo ordenamiento jurídico es un compromiso entre las dos exigencias opuestas, y
precisamente en el terreno del proceso es donde se manifiesta su imperfección. Por eso el juez es el Cireneo del derecho.

VIII – EL CONTRADICTORIO
El Capitulo octavo el contradictorio, el cual consiste en sí, en que una parte contradiga a la otra, lo cual genera un choque entre ellas y
así se hace que salte la chispa de la verdad, el contradictorio se desenvuelve a la manera de un dialogo de cual cuya eficacia depende
de una preparación técnica y de un cierto dominado de sí.
Tan difícil es el cometido del juez, lo mismo en materia de pruebas que de razones, que no consigue llenarlo por sí solo; por lo cual, la
experiencia ha elaborado un dispositivo que le ayude. Este dispositivo tiende a procurarle la colaboración de las partes. Conviene
partir del principio de que cada una de las partes tiene interés en que el proceso concluya de un modo determinado: el imputado tiende
a ser absuelto; quien pretende ser acreedor, aspira a la condena del deudor, y este, a su vez, a que se lo absuelva.
El contradictorio se desenvuelve a la manera de un diálogo, para cuya eficacia se necesita de una cierta preparación técnica y de un
cierto dominio de sí: dos cualidades de que raramente están dotadas las partes; por lo común, son ellas inexpertas y están dominadas
por la pasión. Por eso, al menos en los procesos de mayor importancia, las partes actúan por medio de ciertos técnicos a los cuales se
les da el nombre de defensores (abogados y procuradores).
Estos no son, ni deben ser, como los jueces, empleados del Estado, pero ejercen igualmente, si bien en régimen privado, un oficio
público; a este fin están inscritos en un registro al que no llega sino quien esté provisto de ciertos títulos, en primer lugar del doctorado
en jurisprudencia, y haya superado ciertos exámenes; además, están sometidos a una disciplina. Los defensores prestan su servicio
en virtud de un contrato con la parte que se llama contrato de patrocinio y pertenece a la gran familia del contrato de trabajo: por tanto,
el defensor, en reciprocidad con el servicio prestado, tiene derecho al pago de una merced o, como se suele decir, de unos honorarios,
salvo que a la parte, cuando se encuentre en condiciones de pobreza, se le conceda el beneficio del patrocinio gratuito.
Proceso de partes es el proceso contencioso. El proceso civil, diríamos, opera con un contradictorio natural; el proceso penal, con un
contradictorio artificial. El ministerio público es la figura más ambigua del proceso. El Código de Procedimiento Penal dice que es una
parte; pero el Código de Procedimiento Civil lo distingue de la parte verdadera y propia; en efecto, pertenece, como los jueces, al
orden judicial. Pero su función original, ciertamente, es la de integrar el contradictorio, oponiéndose al imputado, o más bien a su
defensor.
Por otra parte, el defensor penal no está en el mismo plano que el defensor civil. Este último debe representar el interés de la parte
que lo ha nombrado, mientras que el defensor del imputado no está en modo alguno obligado a hacer y decir lo que este quiera. La
diferencia entre defensor civil y defensor penal no está todavía del todo desarrollada según la costumbre vigente; pero resulta hoy de
una importante innovación introducida en el Código Procesal Penal a principios del presente siglo, cuando se admitió la defensa del
imputado contumaz (así se denomina a la parte que no se presenta ante el juez).
p
IX – LA INTRODUCCIÓN
El capítulo nueve la introducción, hace referencia a “la vida” del proceso, es decir tiene su principio y su fin, o sea, se abre, se
desarrolla y se cierra
En materia civil está en vigor el principio de la demanda de parte, tanto si el proceso es contencioso como si es voluntario. Este
principio se expresa por medio de una fórmula antigua: neprocedat iudex ex officio [no proceda el juez de oficio]; el juez no puede
hacer un proceso si no es solicitado para ello. También en materia penal, en el papel ocurre lo mismo, con la diferencia de que
mientras la iniciativa del proceso civil puede tomarla indiferentemente una parte u otra, la del proceso penal pertenece solo al
acusador, es decir al ministerio público. Si el derecho penal fuese lo que verdaderamente debería ser y si de la pena se tuviese el
concepto medicinal, los que comenten un delito se dirigirían al juez, como el enfermo al médico.
Una profunda diferencia entre proceso penal y proceso civil se nota, no solo en cuanto a la iniciativa, sino también en cuanto al modo
de introducir el proceso: esta diferencia atañe al contradictorio. Precisamente en el proceso civil lo primero que se debe hacer es
posibilitar al contradictorio, mientras que en el proceso penal la instauración del contradictorio se hace más adelante, una vez llevada a
cabo la instrucción, que constituye la segunda fase del desarrollo del proceso. Tratemos de aclarar esta diferencia, que incide
profundamente sobre la estructura de los dos tipos procesales.
Es de experiencia común que el proceso civil, al menos en cuanto se trate de proceso de partes, es decir de proceso contencioso, se
inicia con un acto que toma el nombre de citación. La citación es un acto complejo, que contiene a la vez la demanda dirigida al juez y
la invitación a la otra parte a que comparezca ante el juez para oír un juicio sobre dicha demanda. la introducción del proceso penal; un
poco por razones dependientes de su naturaleza, y un poco por imperfecciones técnicas que todavía ensombrecen su estructura, no
hay en él, proceso penal un acto que corresponda a la constitución de las partes o al menos de una parte ante el juez, en que se
resuelve la introducción del proceso civil. El proceso penal comienza verdaderamente cuando el ministerio público o el juez,
considerando fundada la noticia del delito, deciden proceder.

X – LA INSTRUCCIÓN
Al realizar el proceso, se obtiene un juicio, el cual necesita de pruebas y de razones, son el fruto de un trabajo que ocupa la fase
intermedia del proceso; En un proceso penal no es fácil recoger las pruebas, puesto que se ocultan en la oscuridad, debido a ello en
ocasiones se culpan inocentes; en el proceso civil no pocas veces se presentan a plena luz. En el proceso penal se entiende, pues,
que en razón de estas dificultades, la instrucción debe proceder de ordinario con pies de plomo, tanto más cuanto que el error judicial
cuesta caro. Cuando un imputado termina por ser absuelto, no se pierde solamente tiempo y se causa fatiga, sino que muchas veces
se infiere un daño irreparable al individuo y a la sociedad, existen dos fases en el proceso penal (preliminar y definitivo):
La fase preliminar, a la cual se da el nombre de instrucción en sentido estricto, sirve precisamente para un examen superficial de la
sospecha de la cual nace el proceso, a fin de ver si es fundada o no; si es infundada, el proceso aborta con lo que se llama la
absolución del imputado en sede instructoria; en caso contrario, el proceso continúa en una segunda fase que se llama debate; pero
también es instrucción en cuanto en él se asumen las pruebas, y en particular los testimonios.
Esta diferencia fundamental entre instrucción penal e instrucción civil tiene sus excepciones: hay procesos civiles que por su
naturaleza particular presentan también una fase preliminar (de examen superficial) de la instrucción (por ejemplo, el proceso de
interdicción o el proceso de paternidad) y hay procesos penales sin fase preliminar (tal es el llamado proceso directísimo); pero la regla
es el sentido de una estructura más compleja de la instrucción en materia penal.

XI – LA DISCUSIÓN
La ciencia del proceso habla poco de la discusión; y, sin embargo, es este uno de los aspectos más interesantes de su realidad.
Discutir del latín discuito, viene de quaestio: sacudir: sacudir de aquí y de allá. Lo que las partes hacen en la discusión es, en definitiva,
lo mismo que hará el juez para decidir. Cada una de ellas propone y aconseja al juez la decisión que le parece justa. Su cometido
consiste, pues, en un proyecto de decisión. Ella reconstruye los hechos a través de la crítica de las pruebas; busca e interpreta
después las normas de ley por las que se regulan los hechos; y finalmente concluye que, supuestos así el hecho y el derecho, el juez
debe adoptar una determinada decisión.
Se comprende inmediatamente cómo, para que discusión resulte eficaz, no debe ser hecha por las partes en sentido material, ya que
ellas no tendrían no solo la preparación técnica, sino que tampoco tendrían el necesario dominio de sí. La discusión es por eso, de
ordinario, obra de los abogados en el proceso civil, y de los abogados y del ministerio público en el proceso penal.
En cuanto a la que podemos llamar la cuestión de conciencia de los defensores, su deber no es juzgar, sino combatir. Saben que la
justicia exige de ellos el combate. Lo que ellos dicen, no debe ser considerado en sí, sino en función del necesario contraste con las
afirmaciones del adversario. Ellos se asemejan a dos caballos de tiro, cada uno de los cuales, en el esfuerzo común, arrastra el carro
por su parte; pero si no lo hiciesen así, el carro se desviaría hacia la parte del otro.
Desde el punto de vista formal, la discusión se resuelve en un discurso que cada una de las partes dirige al juez. El discurso puede ser
directo o indirecto, oral o escrito. Tanto la oralidad como la escritura tienen sus pros y sus contras, como todas las cosas de este
mundo. La escritura se presta mejor a la meditación de quien escribe y de quien lee; el discurso hablado mueve más fuertemente el
ánimo de quien habla y de quien escucha. Es natural que el ordenamiento del proceso trate de integrar un método con otro, de manera
que la discusión, por lo común, no sea, o mejor, no debiera ser, ni únicamente escrita ni únicamente oral.
En el proceso civil los defensores exponen antes sus razones, haciendo ciertas escrituras que toman el nombre tradicional de escritos
de comparecencia, y pronunciando después en la audiencia discursos que se denominan, también tradicionalmente, informes. Por
desgracia, sin embargo, la costumbre forense en materia civil ha venido desarrollándose en el sentido de una progresiva decadencia
de la discusión oral, al punto de que la reciente reforma del ordenamiento del proceso consiente que la discusión se limite a la forma
escrita.
También el proceso penal admite la discusión escrita sobre todo en la fase instructora, precisamente cuando se trata de valorar los
resultados de la instrucción preparatoria para decidir si el proceso debe proseguir o no con el debate; entonces el ministerio público y
los defensores presentan al Juez instructor escrituras que se llaman memorias cuando provienen de los abogados y requisitorias
cuando emanan del ministerio público. Así pueden hacerlo también en el debate; pero la forma predominante de la discusión es oral.
El discurso del ministerio público se llama también requisitoria; el de los defensores, defensa. El proceso penal es por tanto el campo
clásico de la elocuencia forense, que probablemente es la más genuina de las varias especies de elocuencia.
XII – LA DECISIÓN
La decisión es una declaración de voluntad del juez, no solamente un juicio. Aquí conviene recordar la diferencia ya indicada entre la
decisión del juez y la del consultor; esta última es precisamente una declaración de ciencia; aquella es una declaración de voluntad: el
juez, no solo juzga, sino que manda, expresa su opinión y quiere que se la siga. No todas las declaraciones de voluntad del juez son
decisiones; otras veces pronuncia órdenes (que se llaman precisamente ordenanzas), para regular el curso del proceso (por ejemplo,
para hacer arrestar a un imputado o hacer que comparezca un testigo). No todas las decisiones adoptan forma de sentencias;
sentencia es la decisión solemne que pronuncia el juez para concluir el proceso penal o el proceso civil contencioso; al lado de la
sentencia están los decretos, con los cuales provee normalmente el juez, en el proceso civil voluntario (por ejemplo, cuando concede o
niega al esposo la autorización para enajenar un bien dotal, decide, no por medio de una sentencia, sino por medio de un decreto).
La decisión puede ser positiva o negativa. Es positiva cuando el juez pronuncia su juicio sobre el negocio, sobre el litigio o sobre el
delito que ha constituido objeto del proceso; es negativa cuando juzga que no puede juzgar sobre él, por ejemplo, porque no es
competente o porque una de las partes no está legitimada para accionar o para contradecir (lo cual significa que no es la persona
idónea para hacer valer el derecho que quiere que se reconozca, o para discutirlo), o porque la demanda no se propuso en las formas
que la ley prescribe bajo pena de nulidad. En tales casos decimos que el juez juzga sobre la procedibilidad, es decir, sobre la
posibilidad de conducir el proceso, y no sobre el mérito, es decir, sobre el negocio, litis o delito deducido en el proceso; y es evidente
por qué aquí la decisión es negativa. El proceso se resuelve en estos casos en una nada de hecho; se podría hablar de un proceso
abortado.

Al declarar la certeza de la existencia de una obligación o de un derecho, y también al condenar a que se cumpla la obligación o se
respete el derecho, el juez no agrega, sin embargo, nada a lo anteriormente existente, excepción hecha de la certeza. El deudor y el
acreedor, el propietario y el poseedor, continúan como antes, en el sentido de que también antes el acreedor era acreedor y el
propietario era propietario. De nuevo hay únicamente esto, que antes el derecho existía, pero no estaba declarado cierto; es decir,
antes se lo podía discutir, y después no.
Pero hay casos en que la decisión del juez agrega, en cambio, algo a la situación jurídica tal como antes existía. Por ejemplo, cuando
uno de los cónyuges comete contra los otros ciertos actos incompatibles con los deberes matrimoniales (por ejemplo, malos tratos,
sevicias, injurias graves), la ley admite que desaparezca entre ellos la obligación de cohabitación, y atribuye al cónyuge ofendido el
derecho a vivir separado;

XIII – LA EJECUCIÓN
En otros tiempos la ejecución forzada, fuera en materia civil o en materia penal, se creía que no continuaba el proceso; era, sí, una
actividad del Estado la del oficial judicial que se llevaba los bienes del deudor renitente o la del carabinero que arrestaba al condenado
para ponerlo en prisión; pero se conceptuaba que tenía un carácter distinto de la actividad del juez, y precisamente de carácter
administrativo; por eso, entre otras cosas, los institutos penitenciarios estaban bajo la dependencia del Ministerio del Interior, mientras
que ahora dependen del Ministerio de Justicia.
La ejecución forzada se resuelve, como lo dice la palabra misma, en el uso de la fuerza para hacer que las cosas marchen como
quiere la ley, es decir, en poner las manos sobre alguien: manus iniicere, decían los romanos. Quien pone las manos encima,
naturalmente, no es ya la otra parte, como ocurría en las fases primitivas del ordenamiento jurídico, sino el juez, o más propiamente
aún, un miembro del oficio judicial; en este aspecto, hoy debe incluirse en el ámbito del oficio judicial también al personal de los
institutos penales.

XIV – LA IMPUGNACIÓN
El principio de la impugnación es muy simple: en efecto, se trata de volver a juzgar. ¿Cómo se verifica la exactitud de una operación
aritmética? Se la vuelve a hacer otra vez; y si no basta una vez, dos, tres veces seguidas. Si el resultado no cambia, se adquiere, si no
propiamente la certeza, sí, por lo menos, una razonable confianza. De igual modo se procede para verificar la justicia de la decisión.
XV – BALANCE

17-02-2021
Se ubica dentro de las primeras instituciones para después poder aplicar, cod sustantivo del trbajo, penal, de comercio.
Derecho de carácter sustancial- se acude a la jurisdicción, jueces, van a conocer de diferentes materias para que ellos administren
justicia,
Inconstitucionalidad,
Acceso a la administración de justicia. También llamado a la tutela de derecho para la protección de los derechos con estrictos
procedimientos. El derecho o teoría general efectiviza los derechos fundaméntale so sustanciales sea una persona jurídica no cumple
el pago los alimentos, y se acude al juez.
DERECHO está compuesto de reglas y principios después de esto viene las normas jurídicas. Que imperan frente las normas de
carácter legislativo , este se compone por reglas y principios a partir de esto se desarrolla las normas legislativas, prin, derecho
fundamental, art 2 const en este se deja reglas y principios para que se desarrolle, pueblo proviene el poder público este es un
elemento del estado, y es uno solo,
Sobre el pueblo cae el poder público, se somete todo al pueblo, reformar una constitución rígida que exige para que se puede
reformar, legislativo, asamblea, referendo.
La esencia del estado no se puede cambiar ya que esto proviene desde el pueblo, cargos de elección voto nominal y el voto . .. existen
mecanismos que están en cabeza del pueblo colombiano, equilibrio de poderes donde todas las entidades deben cumplir los fines del
art 2 de la cons
Art 150 cod general numeral 2
Expedir códigos,
Poder público uno solo.
Art 4 acción de sección control constitucional
Vía de excepción: juez que no está de acuerdo con alguna ley que va en contra de la constitución. La autoridad administrativa o
judicial texto, este contravienen la constitución, alcalde municipio x tiene una política dirigida a entregar subsidios a personas de
escasos recursos, alcalde expide un…
Art 5 derechos inanienalables, familia derechos, servicio prosperidad, derechos deberes, que no se vulneren.
TUTELA JUDICIAL EFECTIVA cod civil art 411
Alimentos, familia, pagar, juez, efectivizar los derechos sustanciales, o subjetivos.
Derecho objetivo- existen unas normas de carácter estricto abstractas que están dirigidas para todas las personas. art 1 cod civil, se
da el amparo de los derechos, en ellas van inversas los derechos y obligaciones, regula acciones contratos, no determinan nombre, no
hay persona determinada.
D SUBJETIVO: facultad de un sujeto para obtener la satisfacción de un interés, tutelado por una norma de derecho objetivo
Tutela judicial efectiva: en ella el ciudadano al cual no se le garantizan los derechos, puede acudir ante el juez, para que le haga
efectivos sus derechos. Se convierte en Estatuto procesal o derecho procesal ya se encuentra una persona determinada
Ejemplo: empleada de servicio doméstico, a la cual no se le cancelo todo, garantizados por el código sustantivo del Trabajo, se acude
ante el juez laboral.
2 pago de alimentos a la mujer embarazada, acudo al 411, Código Civil, obligaciones de alimentos con el Código de Infancia y
Adolescencia. El derecho procesal pone en marcha el derecho sustancial
390 numeral 2 TEMA DE ALIMENTOS, fijar los alimentos, se toma siempre normas de carácter sustancial.
ALIMNTOS:
Congruos, son los que habilitan al alimentado para subsistir modestamente, de un modo correspondiente a su posición social.
Necesarios, bastan para subsistir
397 cod general del proceso
Derecho subjetivo esta integrado por varios elementos que son comunes tanto en el D civil D penal, en el campo civil elementos
constitutivos existe.
1 sujeto determinado, persona natural o jurídica en la cual existe una protección directa de la norma ejem art 411 a quien se deje
alimentos. Señora la norma le personifica o le otorga unos derechos que le permiten exigirlos.
2 UN INTERES está constituido por satisfacer una necesidad de carácter económico necesidad de carácter psicológico.
3 VOLUNTAD que determina al sujeto para llegar a satisfacer la necesidad. Teoría de la autonomía de la voluntad, manifestar que con
ello se está obligando, aborda un taxi, salirse de clase.
4 FACULTAD JURIDICA conocida como un poder otorgado por la norma al sujeto de querer y actuar para satisfacer su interés e
imponer su… en el campo del derecho penal el der subjetivo encuentra los mismos elementos, el sujeto está sujeto al estado, fiscalía
rama judicial,
5 INTERES POR PARTE DEL ESTADO que radica en garantizar y asegurar las condiciones de las libertades públicas de las
personas, la vida es inviolable, integridad personal.
LA VOLUNTAD PARA SATISFACER ESE INTERES que se dirige en sancionar al infractor de la ley penal.
FACULTAD DE CASTICAR o imponer la pena al delincuente
PROX CALSE
DEFINICIONN DE DERECHO SUSTANCIAL
DERECHO PROCESAL, QUE ES EL D PROCESAL, QUE FIN TIENE EL DER PROCESAL, CARACTERISTICAS DEL DER
PROCESAL.

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