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DETENGAMOS EL ABUSO INFANTIL

Por Denton Lotz


Usado con permiso

Jesús dijo, “Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como éste, a mí me recibe; pero al
que haga tropezar a algunos de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgasen
al cuello una piedra de molino de asno, y que le hundieran en el fondo de mar”. Mateo 18:5-6

Jesús dijo, “Dejad a los niños, y no les impidáis que vengan a Mí; porque de ellos es el Reino de
los cielos”. Mateo 19:14.

Los Bautistas siempre han pensado en los niños. Fue William Fox, diácono Bautista quien
comenzara la escuela dominical en 1785 para remediar los horrores de la revolución industrial
que hacía que niños de 10 años trabajaran en las minas durante 12 horas al día 6 días a la semana.
Hoy día pareciera que la situación de los niños en el mundo se ha puesto peor. En Octubre de
2006 las Naciones Unidas, el Secretario General lanzó el primer “Estudio sobre la Violencia
contra los Niños”. Luego de leer este documento, tanto hombres y mujeres, Cristianos de buena
voluntad se enojaron mucho y comenzaron a trabajar para frenar el abuso infantil. Aquí
enumeramos algunas de las trágicas estadísticas informadas por las Naciones Unidas:

Casi 53.000 niños murieron en el mundo durante el año 2002 como resultado de homicidios.
Entre el 80-98% de niños sufren abusos psicológicos en sus hogares y de estos una tercera parte
de ellos sufre castigos físicos con elementos. 150 millones de niñas y 73 millones de niños por
debajo de los 18 años experimentaron relaciones sexuales forzadas u otras formas de violencia
sexual durante 2002. Entre 100 y 140 millones de niñas y mujeres en el mundo han sufrido algún
tipo de mutilación genital. En el África Subsahariana, Egipto y Sudán, 3 millones de niñas y
mujeres sufren mutilación genital cada año. En 2004, 218 millones de niños trabajaron y 126
millones de ellos realizaban tareas de riesgo. Estimaciones del año 2000 sugieren que 1.8
millones de niños fueron forzados a la prostitución y la pornografía y 1.2 millones fueron
víctimas de tráfico. ¡Los Cristianos no podemos permanecer en silencio frente a estos tremendos
y horrorosos actos contra los niños a los que Jesús ama!

¿Qué podemos hacer como cristianos?

Estar informados. Ingresar a la página Web de las Naciones Unidas: “Estudio del Secretario
General de las Naciones Unidas sobre la Violencia contra los Niños.” (www.violencestudy.org).
En las reuniones de la iglesia y en los talleres para los maestros de la escuela dominical crear
conciencia en los padres sobre signos de abuso infantil. Infórmese con las autoridades locales y
policía sobre las leyes en vigencia que protegen a los niños de abusos. Informe sobre abuso
infantil a las autoridades responsables de conocer algún caso. Haga de la iglesia un refugio seguro
para niños abusados. Debemos tener presente que muchas veces estos niños abusados se
convierten ellos mismos en abusadores. Trabaje con otras iglesias, escuelas y autoridades del
gobierno para educar al público y su congregación local sobre todas estas situaciones y temas.

Advertencia: El abuso infantil es un pecado secreto. Pocas personas saben lo que pasa en los
hogares. El hecho que 1 de 4 mujeres es abusada en su hogar antes de cumplir los 18 años nos da
la pauta de la magnitud del problema. Los abusadores de niños que haya en las iglesias deben ser
confrontados y ayudados a través de consejería y grupos de discipulados para prevenir futuros
comportamientos abusivos. No permita que consejeros o personas sin experiencia y la práctica
correspondiente tome posiciones de liderazgo frente a temas y hechos como estos. Falsas
acusaciones pueden envenenar las relaciones. Acusaciones públicas sin un seguimiento apropiado
con las autoridades pueden causar incluso más abusos infantiles en los hogares.

El llamado de Cristo es el llamado a la conversión, el arrepentimiento y la sanación. Las personas


abusadas y abusadoras necesitan saber y experimentar el amor de Dios en Cristo. Necesitan saber
que la regeneración es posible si sinceramente se arrepienten de todos sus pecados ante Dios. Al
mismo tiempo, necesitamos ser concientes que hay personas enfermas y disfuncionales que
necesitan ser internadas y deben permanecer lejos de niños inocentes. Finalmente, un movimiento
renovado de estudio bíblico y escuela dominical entre los niños y jóvenes les dará una gran
oportunidad de dar seguridad, redención y sanación a un mundo de aberraciones sexuales
profundizado por la pornografía y tratantes de esclavitud sexual. La iglesia no debe permanecer
en silencio. El futuro de nuestros niños depende del ministerio profético de la iglesia de
confrontar y prevenir el abuso infantil en el nombre de Jesús.

Obrero Fiel: Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.

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