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17-37
ISSN: 0123-8418
ISSNe: 2215-7484
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Resumen
Palabras clave Nos proponemos compartir una reflexión y analizar algunas variables que se conjugan en la con-
Utopía, inundaciones, Re‑ figuración urbana de una ciudad —Resistencia—, una afectación recurrente que aparece como un
sistencia, Chaco, Lefebvre. castigo de la naturaleza —la inundación— y un estado de conciencia que impide al pensamiento
generar cierto orden de ideas.
Intentamos mostrar cómo la ciudad se desarrolla en una total ajenidad con el medio en donde
se inserta, cuya concepción de “lo urbano”, fundada en un modelo de ciudad a imagen y semejanza
de la ciudad pampeana, desempeña un papel preponderante en su configuración.
Dicho modelo supone no solo aspectos formales o estructurales, sino también una práctica le-
gitimada y legalizada de transformación de la tierra urbana en mercancía.
Las inundaciones recurrentes mostraron, a quien quisiera ver, la crisis profunda del modelo; no
obstante todas las nuevas propuestas urbanas, de defensas y ordenamiento, no se puede escapar al
destino de la ciudad contra natura.
Rescatamos como propuesta la ruptura de esa no‑conciencia, en la que la relación con el am-
biente es el elemento articulador a partir de la que puedan materializarse, en hechos, las armas de
la crítica.
Abstract
Keywords We intend to invite to share a reflection about a city: Resistance; a recurrent involvement appears
Utopia, floods, Resistencia, as a punishment of nature: the flood, and a state of consciousness that prevents thinking generate
Chaco, Lefebvre. some order thoughts.
We try to show how the city develops in total alienation with the environment in which is inser-
ted where a concept of “urban” based on a model city in the image and likeness of Pampas town,
plays a role in their configuration.
This model assumes, not only formal or structural aspects but also legitimized and legalized
practice of urban land transformation into merchandise.
The recurring floods showed anyone who would see the profound crisis of the model, however,
all new proposals urban defenses, sorting, etc. cannot escape the fate of city against nature.
Rescued as proposed, the rupture of that consciousness is not where the relationship with the
environment is the linchpin, and from which they can materialize into action, the weapons of cri-
ticism.
Resumo
Palavras-chave Propomos-nos compartilhar uma reflexão e analisar algumas variáveis que se conjugam na configu-
Utopia, inundações, Resis‑ ração urbana de uma cidade (resistência), uma afetação recorrente que aparece como um castigo da
tência, Chaco, Lefebvre. natureza (a inundação) e um estado de consciência que impede ao pensamento gerar certa ordem
de ideias.
Tentamos mostrar como a cidade se desenvolve em uma total estranheza com o meio onde se
inserta, cuja concepção “do urbano”, fundada em um modelo de cidade a imagem e semelhança
da cidade pampeana, desempenha um papel preponderante em sua configuração.
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18 Jorge Próspero Roze
Dito modelo supõe não só aspectos formais ou estruturais, más também uma prática legitimada
e legalizada de transformação da terra urbana em mercadoria.
As inundações recorrentes mostraram, para quem quiser ver, a crise profunda do modelo; não
obstante todas as novas propostas urbanas, de defensas e ordenamento, não podem se escapar ao
destino da cidade contra natura.
Destacamos como proposta a ruptura dessa “não consciência”, na que a relação com o ambiente
é o elemento articulador a partir da que podam se materializar em fatos as armas da crítica.
Desde el momento que hay movimiento hay den de pensamientos y los quehaceres pro- 1
Situada al nordeste de
Argentina, cerca de la ri‑
utopía. ¿Cómo un movimiento real, social pios de un nuevo orden de pensamiento.
bera oeste del caudaloso río
y político no propondría, en el camino que Isotopías, heterotopías y utopías nos Paraná. Es la capital de la
conduce a lo posible, sus representaciones conducirán en la reflexión sobre los espa- provincia del Chaco.
de lo posible y lo imposible? La unidad y cios que conformaron este asentamiento.
el conflicto dialéctico entre posible e im-
posible forman parte del movimiento real. Isotopías: lugares de lo idéntico, idénticos lu-
En la medida en que los “revolucionarios” gares. Orden próximo. Heterotopías: el otro
condenen la utopía, habrán formulado y ra- lugar y el lugar del otro, excluido e implicado
tificado su propio estancamiento (Lefebvre, a la vez. Orden lejano. Entre ambos espacios
1972c, p. 58). neutros, encrucijadas, lugares de tránsito,
lugares que no son nulos, sino indiferentes
(neutros) [...]. Los grupos anómicos forjan
La propuesta heterotópicos, que, tarde o temprano, son
asimilados por la praxis dominante [...]. La
Inicialmente, proponemos un juego en el utopía no es legible ni visible, y sin embargo
ámbito del pensamiento, a partir de tres allí está claramente; es el lugar de la mirada
momentos que se articulan en la cotidiani- que domina la gran ciudad; lugar mal termi-
dad de los habitantes de un asentamiento nado, pero bien concebido y bien imaginado
en la periferia de la globalización. (lleno de imágenes); lugar de la conciencia,
El primero, compartir una reflexión y es decir, de una conciencia de la totalidad
analizar estrategias que se conjugaron en (Lefebvre, 1980, pp. 134-136).
una equívoca configuración urbana de una
ciudad: Resistencia;1 luego, una afectación La tensión entre la centralidad inicial,
recurrente, una amenaza que se hace pre- trabajosamente sostenida al conservar una
sente —en el imaginario social— como un isotopía deseada y un complejo juego de
castigo de la naturaleza: la inundación; por heterotopías: unas, generadas por la avi-
último, un estado de conciencia que impide dez de los mercaderes inmobiliarios, que
pensar, en particular generar un nuevo or- inventan suelo urbano —inclusive donde territorios 29
Realidades y utopías de una ciudad en la periferia del mundo globalizado 19
2
Las utopías que se plan‑ no había suelo—; otras, por las políticas de tratamos aquí de renovar la imagen revolu-
tean los guardianes del
viviendas del Estado; una tercera, original cionaria del futuro restituyendo a la utopía
orden tienden a realizar‑
se. Michel Foucault (1976, y contrahegemónica, como la ocupación su realismo y su empuje, imaginando una
p. 199) nos muestra un sin‑ masiva de tierras y la creación de nuevas ba- estrategia de lo posible” (Lefebvre, 1972b,
gular ejemplo en relación rriadas, determinaron un asentamiento que p. 58).
con los reglamentos aplica‑ calificamos como “ciudad contra natura”.
bles a las ciudades apestadas
(Roze, 1995, p. 20). De allí nuestra necesidad, de la mano
de Henri Lefebvre, de hacer operante una Primer movimiento, la tesis:
utopía, pensamiento que, en general, se al buscar la isotopía se crea
realiza cuando ayuda a potenciar el orden una ciudad contra natura
dominante o aparece como ilusiones, sue-
ños, conciencia enferma, cuando lo nuevo Cuando, a fines del siglo XIX, un grupo
escapa al sistema de acumulación vigente.2 de esforzados inmigrantes fundó la colonia
que denomina Resistencia traía lo mejor
En verdad, hay actualmente dos formas o de sí: el esfuerzo laborioso, el tesón y el
tipos de Utopías. Cuando uno imagina una espíritu de progreso, todas ellas virtudes
ciudad cibernética, construida según los para hacer grande esta tierra, excepto una:
imperativos de la circulación, tenemos una el ingenio necesario para fundar un asen-
utopía de derecha, una locura reaccionaria. tamiento en un paisaje donde operaba un
Cuando uno imagina un salto inmediato de sistema hídrico complejo.
la vida cotidiana hacia la fiesta, es un mito de Sentaron las bases de la colonia en una
la revolución, una utopía de izquierda. Su estrecha llanura entre dos ríos tributarios
sentido no es el mismo (Lefebvre, 1972b, del Paraná, rodeado de lagunas, donde
p. 58). cualquier nativo podía indicarles que, por
pertenecer al valle fluvial del gran río Para-
Entre la ciudad que ha crecido contra- ná, las aguas ensanchaban de manera perió-
natura y el flagelo convocamos a una utopía dica las lagunas, a expensas de las áreas secas
de nuevas armonías con la naturaleza para y ocupaban grandes espacios de sus costas.
constituir un perfil desde donde lo posible Como era norma en América Latina,
no se limite a las mezquindades del orden a partir del Libro 4 de las Leyes de Indias
que ese discurso esconde, en el que nues- el trazado fue una cuadrícula, con su pla-
tros postulantes a estadistas rinden culto a za, sus cuadras y sus quintas que se mal
los poderosos. acomodaban a las discontinuidades cons-
Junto con Henri Lefebvre postulamos tituidas por los espejos de agua que aquí y
que la utopía posible determinada por la allá aparecían para interrumpir la prolijidad
autonomía de las multitudes es aquella del plano.
que, desde los saberes, potencia el cambio Por razones diversas, esta colonia pros-
territorios 29 y convoca al enfrentamiento. “Nosotros peró muy rápido en lo que es el tiempo
20 Jorge Próspero Roze
de las ciudades y creció con su cuadrícula, No crecieron las cercanas ciudades 3
La llamada Área Metro‑
politana del Gran Resisten‑
haciendo tabla rasa de los accidentes natu- como Puerto Vilelas —“ciudad fabril”—
cia está compuesta por los
rales (lagunas, riachos, esteros) inmediatos o Barranqueras —“puerto del progreso municipios de Resistencia,
al trazado original que se expandía a los chaqueño”—, como tampoco las vecinas Barranqueras, Tirol, Fon‑
cuatro costados. El costo de sostener la ciudades tanineras de Fontana o Tirol. Re- tana, Puerto Vilelas, Mar‑
isotopía del espacio lo pagaba la naturaleza, sistencia creció hasta convertirlas en barrios garita Belén y Colonia Be‑
nítez. Los municipios que
degradada como paisaje, pero también en de la capital, delimitadas organizativamente forman un continuo con
su estructuración, sistema de equilibrios por alguna calle no por todos conocida o el Resistencia —inscritos en
que regulaban los ritmos de las crecientes recorrido de un colectivo suburbano. la linealidad N0‑SE— han
del caudaloso río Paraná y sus tributarios. ¿Cómo creció? Con la inercia de la crecido a la par del núcleo
central, resignados al pa‑
Coexistían allí dos tipos de habitantes expansión de la cuadrícula y de las calles pel de áreas suburbanas. En
en Resistencia (¿resistencianos?): rectilíneas, a cualquier costo. No importó cambio, aquellos apartados
tapar espejos de aguas para hacer tierra por el río Negro y fuera de
a) Aquellos que, situados en las márgenes, edificable ni terminar con el río Arazá que, la linealidad señalada
—Margarita Belén y Colo‑
debían coexistir de y con su medio. si bien aparecía y desaparecía en lagunas, nia Benítez— apenas cre‑
b) Los nuevos citadinos, individuos ur- zanjones o pequeños esteros, configuraba cen o decrecen.
banos que ocupaban el centro —aten- la topografía entre cuyos límites habíase
tos a la imagen de las ya consolidadas fundado Resistencia: el río Negro al nor-
ciudades pampeanas— y proyectaban deste, el río Arazá al sudoeste.3
esos espacios isotópicos en su génesis El precio puesto a la tierra que se ur-
y expansión. Eran portadores de un banizaba a bajo costo, las altas ganancias
proyecto expansivo acorde con el or- y los nuevos vecinos migrantes deseosos
den y el progreso y de una existencia de construir su cotidianidad, fundaron los
sin la espectacularidad del entorno que barrios, donde una parroquia, un almacén
va siendo acorralada por su deseo de y una comisión que demandaba servicios
apropiación de cosas, cuerpos y natu- ensanchaban a Resistencia.
raleza. Así, de la mano de la ambición, Se avanzaba sobre las aguas próximas,
el capital y el trabajo, Resistencia fue la a pesar de que muchas de ellas sirvieron
“ciudad del progreso”. de balnearios durante los tórridos veranos
chaqueños. Se trató de ganar tierras para
La equívoca localización, desde el pun- la especulación y, en otros casos, para de-
to de vista ecológico, fue una excelente pósito de basuras o conexión de sistemas
elección pensada en términos de comuni- cloacales caseros.
caciones: centro de provisión del conjunto Crece a la sombra de sucesivas crisis de
de ciudades que constituían el llamado la producción rural que la sostenía: en la
nordeste argentino y su vinculación con década del cuarenta, la crisis de los enclaves
los vecinos países. forestales que producían tanino y, a partir
de la década del sesenta, las crisis del cultivo territorios 29
Realidades y utopías de una ciudad en la periferia del mundo globalizado 21
4
La existencia de un mo‑ de algodón; se conformaron anillos margi- recía a la cabeza en la estadística sobre rit-
vimiento agrario de pro‑
nales y villas, cuyo ordenamiento siempre mo y cantidad de viviendas en construcción
testa influido luego por las
organizaciones armadas pasaría por el amanzanamiento, para ganar con los fondos de Secretaría de Vivienda.4
populares situaron al Cha‑ tierras a los bajíos naturales (Roze y Pratesi, Se construye mucho; unos dicen que para
co como área potencial de 2004). paliar la desocupación de los expulsados
conflictos subversivos, lo que La deseada isotopía de los recientes rurales; otros, con terceras intenciones,
motivó la ocupación militar
del territorio y un conjun‑ urbanícolas implicaba no alejarse del “cen- exhiben pruebas del enriquecimiento de
to de medidas destinadas tro”, del macadam, de las luces y de los funcionarios civiles y militares. En fin, se
a “erradicar las causas de negocios que exhiben en sus vidrieras la construye mucho, pero ¿qué se construye?
la subversión” en el plano gama de deseos a la medida de cada uno. ¿Y dónde?
de la producción; la cons‑
trucción masiva de vivien‑ Pavimentación y mejoras edilicias extien- ¡No importa dónde!, dicen los busca-
das fue uno de los elementos den el centro y nuevos barrios se vuelven dores del lucro y proyectan sobre lagunas
destinados a llevar la paz a residenciales, pero sin alejarse mucho de las urbanizadas, tras alegar diversas razones de
la provincia (Roze, 2007). cuatro avenidas que delimitan la centrali- Estado ante la demanda de algo tan fútil
dad heredada de las Leyes de Indias. como el certificado de no inundabilidad
Los conflictos de la década del setenta que pedía la Secretaría de Vivienda. Otros
en Argentina mostrarían la resistencia de los pensaban que sí importaba y compraron
productores agrarios chaqueños a la expo- terrenos baratos, altos, donde pudieran
liación capitalista, que pusieron al Chaco en hacer muchas, muchas viviendas. El precia-
el discurso de los militares como “área de do centro empezaba a estar lejos, pero eso
acciones subversivas” y, tras el golpe cívico también era una consecuencia del progreso.
militar, la ocupación militar del territorio y Así, a pesar de haberse diezmado la
una política de la intervención orientada a naturaleza, la mayor parte de los resisten-
revertir “las causas de la subversión” (Roze, cianos vive lejos, en barrios de viviendas Fo-
2007), definió —con los Gobiernos milita- navi, que empiezan a configurar sus propios
res (1976-1983)— una nueva heterotopía pequeños centros.
fundada ahora en la plusvalía de los obreros
de la construcción, de la especulación con “¡Cambiar la vida!”. Esta idea, venida de los
la tierra y los sobreprecios de las viviendas poetas y de los filósofos, formulada como
del Estado y la obra pública, en particular una utopía negativa, ha llegado hace poco al
la construcción masiva de urbanizaciones ámbito público, es decir político. Se difunde
financiadas por el Estado nacional median- degradándose: en consignas políticas. “Vi-
te lo que se conocería como Planes Fonavi vir mejor…”, “Vivir de otra manera”, “La
(Fondo Nacional de la Vivienda). calidad de la vida…”, “El marco de vida…”.
Durante el período conocido como De ahí se pasa naturalmente a las conta-
“El Proceso” —dictadura militar, genoci- minaciones, al respeto de la Naturaleza, al
dio y orden, sobre todo, el orden del terror
territorios 29 y el silencio—, la provincia del Chaco apa-
“medio ambiente”. Y ya se pegó el cambiazo:
quedan escamoteadas la presión del mercado
territorios 29 una estrategia (Lefebvre, 1972b, p. 167). del arquitecto un poco soñolienta. En la nue-
territorios 29
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Figura 1. Anexo VI: Resolución N˚ 1111/98.
Restricciones al uso del suelo en Gran Resistencia
RÍO
Sistema hidrico río Tragadero
PA
RA
NÁ
Ris
cho
Bar
río Isla
ran
Negro Santa Rosa
que
ras
PROVINCIA DEL CHACO
Zona 2: Gran resistencia
Zona Línea de ribera Resticción Resticción Zona de
severa leve advertencia Administración Provincial del Agua
2.A Resoluc. 326/97 L.R. – < 50,5m 50,5m – 51,5m > 51,5m REFERENCIAS Presidente: DIG. Oscar R. Bonfanti
2.B Resoluc. 59/94 L.R. – < 50m 50m – 51m > 51m ÁREA ESTUDIOS BÁSICOS
Vocales: LIC. Julio C. Burgos
2.C Resoluc. 59/94 No tiene L.R. – 51m > 51m Zona prohibida Restricción severa LIC. Ramón Vargas
2.D Resoluc. 326/97 Si tiene 45.5m – 50m > 50m Restricción leve Restricciones al uso del
2.E Resoluc. 326/97 L.R. – < 49m 49m – 50m > 50m Zona de advertencia Director: ING. Hugo R. Rohrmann
suelo gran resistencia
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