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TALLER – EL HOMBRE

Después de haber leído el capítulo 11 - EL HOMBRE, del libro invitación a la filosofía,


responder las siguientes preguntas:

 
1. ¿Por qué ha sido importante la constante pregunta por el ser humano a lo largo de
la historia?

La pregunta por el hombre o ser humano, es una pregunta existencial que ha tenido
múltiples definiciones desde los primeros pensadores pero que aún hoy no queda del
todo clara y sigue rondando en la mente de muchos. Es importante cuestionarnos
sobre qué es el ser humano por el simple hecho de que somos seres humanos, y si
no sabemos qué somos, ¿cómo vamos a buscarle sentido a nuestras vidas y cómo
vamos a encontrar nuestro lugar en el mundo?
Hoy las respuestas a la pregunta por el hombre son muy vagas, aún no existe una
definición sólida y coherente a pesar de ser una incógnita que viene desarrollándose
desde hace mucho tiempo y es vital que siga siendo cuestionada por el tiempo que
sea suficiente para ya no tener dudas sobre ello.

2. Al final de la página 144 se encuentra esta afirmación: “Un hombre sigue siendo
hombre, incluso cuando ha dejado de funcionar normalmente. Lo que equivale a decir
que ni las funciones ni las normas pueden valer como definición”. Con base en lo
anterior, ¿Cómo garantizar en la era tecnocientífica la dignidad inviolable de un
ser humano?

La dignidad es la cualidad de hacerse valer como persona y desde mi punto de vista,


es subjetiva. Por ejemplo, el trabajo de una prostituta, para mí, sería perder por
completo ese valor que me doy, pero en el punto de vista de ellas, pueda que ese no
sea el caso y perder la dignidad sea otro tipo de situación. Esto se evidencia desde la
educación del hogar, si la prostituta nació en un ambiente de prostitución, para ella es
un tema normal que no afecta a su dignidad.
En la era tecnocientífica, pasa lo mismo, si hay una persona que se exhibe en redes
sociales y en el internet en general, su dignidad se puede ver afectada o no, no se
puede garantizar una dignidad inviolable ya que el “grado” de dignidad va en cada
persona.

 3. Al final de la página 147 se encuentra la siguiente afirmación: “La humanidad no es


un juego; es lo que está en juego. No es fundamentalmente una creación, sino una
transmisión. No es una invención, sino una fidelidad”. Con base en lo
anterior, ¿Cómo generar procesos interdisciplinares, que vuelvan a poner en el
centro de la realidad social, académica y cultural, la pregunta por el ser
humano?

Para que la pregunta por el ser humano sea nuevamente un pilar en nuestro
pensamiento, se debe de inculcar al ser humano desde muy pequeño a cuestionarse
y a preguntarse por sí mismos para que crezcan con un ideal y puedan vivir
conscientemente.
También creando espacios de charla tanto en el colegio como en el mundo
universitario para que los jóvenes se planteen preguntas por sí mismos y puedan
centrarse más en ellos y dejar de vivir solamente por hacerlo sin ningún sentido.

 4. Este apartado se encuentra en la página 149: “La moral no es ya la sumisión a una


prohibición absoluta o trascendente, sino la consideración de los intereses de la
humanidad, y sobre todo del otro, hombre o mujer. No es ya un apéndice de la
religión, sino lo esencial, repitámoslo, del humanismo práctico. ¿Por qué práctico?
Porque concierne a la acción (praxis) más que al pensamiento o a la
contemplación (théoria): Lo que está en juego no es lo que sabemos o creemos
acerca de la humanidad, sino lo que queremos para ella”. Con base en lo
anterior, ¿Cómo y a partir de qué construir hoy puntos de encuentro, en medio
de la diversidad natural de nuestras sociedades, que nos permitan hacer un
mundo más habitable y humano para todos?

Lo que queremos para la humanidad parte de su definición como tal, la humanidad es


conjunto de seres humanos, que conviven entre ellos, sienten afecto y comprensión
hacia las demás personas. Pero ¿esta definición la podemos evidenciar hoy en día?
Anteriormente la humanidad no estaba dividida por tantos grupos sociales, hoy
existen múltiples de ellos y los evidenciamos fácilmente, pero no se convive como
humanidad, vemos diferente a cada grupo social, por ser algo fuera de lo “común” los
excluimos y no tenemos tolerancia hacia ellos. Sufren de reproche por vestirse, hablar
o pensar diferente.
Para hacer alto a tal situación, dentro de la crianza de los niños, se les debe de
enseñar la variedad de pensamientos que existen y mostrarles que cada ser humano
es diferente, para que con esto crezcan con un pensamiento de tolerancia hacia el
otro y comportarse como humanidad. Con los adultos (aún más si son mayores), el
tema es un poco diferente, son personas que mantienen un pensamiento anticuado y
no se adaptan tan fácil a la situación de diversidad que vive hoy la humanidad, pero, si
existe iniciativa, se pueden crear talleres o charlas en donde se les de a conocer esta
diversidad que hoy vivimos.

 5. El texto termina afirmando lo siguiente: “El hombre no ha muerto: ni como especie,


ni como idea, ni como ideal. Pero es mortal; razón de más para defenderlo”. ¿Usted
cree que vale la pena seguir apostando por el ser humano, cuando la historia
nos ha demostrado que somos capaces de destrucción a gran escala?

Si creo que vale la pena, así como el ser humano tiene una gran capacidad de
destrucción, puede (con esfuerzo) llegar a reinventarse y construir una humanidad
moralmente diferente a la que vivimos actualmente. Querer es poder y si el hombre
quiere defenderse como especie y evolucionar en pensamientos y actos, puede
hacerlo sin importar el ser destructivo que es en el presente.

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