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Con el ánimo de entender la importancia, así como, el posible impacto que los
microorganismos presentes en el medio ambiente, ocasionan sobre las actividades
productivas y la salud de las comunidades de seres humanos, permitiendo, por una parte, el
procesamiento y producción de alimentos como el pan, el queso, y de bebidas como el vino,
a la par que pueden deteriorar la calidad de las aguas naturales, contaminando fuentes de
abastecimiento poblacional, el aire que se respira, o el suelo; es necesario revisar algunos
conceptos e ideas fundamentales sobre la Microbiología.
De entre los microorganismos se puede identificar una pequeña porción de ellos, reconocidos
como agentes causales o etiológicos de enfermedades, denominados patógenos , y por la
otra, simples fermentadores de los glúcidos – azúcares - presentes en las harinas , así como,
otros que promueven la fermentación alcohólica permitiendo la producción de cerveza y vino y,
otros que hacen posible la maduración de los quesos, al actuar sobre la lactosa y la caseína
presente en la leche ya sea que se encuentren en cualquiera de los medios: acuático, terrestre
o aéreo.
1 Stanier, R.Y.; et al; Introduction to the Microbial World; Prentice-Hall, INC.,Englewood Cliffs, New Jersey; EEUU; 1979
género especie
De acuerdo con las reglas impuestas por esta clasificación, el nombre científico de cualquier
organismo incluye tanto el género, así como el nombre de la especie. Puesto que se ofrece en
primer lugar , el nombre del género se escribe con mayúsculas y ambos (género y especie) se
escriben en itálica. Por ejemplo, el nombre científico de los seres humanos es:
“Homo sapiens”
esto es, que los seres humanos pertenecemos al género Homo (hombre) y a la especie
sapiens (sabio). Adicionalmente pertenecemos a la familia hominidæ (homínidos), el orden
primate, la clase mammalia (mamíferos), el phylum chordata (cordados) y finalmente al reino
animal.
Animal: crustáceos
gusanos (anélidos)
rotíferos Células eucarióticas
(poseen un núcleo
Vegetal: plantas acuáticas radiculadas envuelto por una
plantas con semilla membrana nuclear
helechos bien definida)
musgos
Protista: protozoarios Células procarióticas
superiores algas (núcleo no incluido
hongos(mohos y levaduras) dentro de una membrana
nuclear bien definida)
inferiores algas verdi-azules, bacterias
¿Cuál es la estructura de una célula?. Todas las células poseen una barrera denominada
membrana citoplasmática o celular que separa el interior de la célula del medio ambiente
exterior. A través de ella entran los nutrientes y otras sustancias necesarias para la célula, y
permite la salida de sustancias de desecho y otros productos.
Los principales componentes del citoplasma son, además del agua, las macromoléculas (en
particular las proteínas y los ácidos nucleicos), los ribosomas, pequeñas moléculas orgánicas -
muchas de ellas precursoras de macromoléculas - y varios iones inorgánicos.
Los ribosomas constituyen las fábricas celulares donde ocurre la síntesis de las proteínas,
presentándose como estructuras particuladas compuestas de ácido ribonucleico (ARN) y
diversas proteínas que interaccionan con otras proteínas solubles y con el ARN mensajero en
el importante proceso de síntesis de proteínas.
Las células del tejido vegetal así como la mayoría de los microorganismos poseen pared
celular, mientras que la gran mayoría de células del tejido animal carecen de ella. (En su lugar,
las células animales se refuerzan con una especie de estructura reticular, semejante a un
andamiaje, dispuesta en el citoplasma que constituye el citoesqueleto.)
Los orgánulos comprenden el núcleo, las mitocondrias y los cloroplastos (estos últimos
presentes en las células vegetales fotosintéticas). Las mitocondrias y los cloroplastos
desempeñan funciones específicas en la generación de energía, permitiendo los procesos de
respiración y fotosíntesis, respectivamente.
Ejemplos de microorganismos eucarióticos son las algas, los hongos y los protozoarios.
Todos los metazoarios (animales y vegetales) están formados por células eucarióticas.
A diferencia de las células eucarióticas, las células procarióticas poseen una estructura interna
más simple, careciendo de orgánulos rodeados por membranas. Los procariotas están
representados por las Bacteria y las Archaea. Aunque las distintas especies de Bacteria y de
Archaea comparten una estructura celular procariótica, se diferencian notablemente entre sí
por su historia evolutiva.
Las células microbianas generalmente son muy pequeñas. Un bacilo procariótico mide de 1 a
5 µm (micrómetros) de largo por 1µm de ancho y, por lo tanto, resulta invisible a simple vista.
Para hacerse una idea de esta magnitud se puede considerar el disponer en una fila 500
microorganismos bacterianos, los cuales caben perfectamente en el punto final de este
párrafo. Las células eucarióticas por lo general son mucho mayores que las procarióticas,
pero el tamaño puede variar dentro de un amplio margen.
Atribuible al hecho de que las células constituyen las unidades morfológicas y fisiológicas
fundamentales del organismo de los seres vivientes, es apropiado identificar las características
básicas de las células.
En términos generales, la mayoría de las células vivas son bastante similares, de forma que,
una membrana conforma el límite exterior, pero para el caso de las bacterias, las algas, los
hongos y las plantas, estas poseen una pared celular por fuera de la membrana lo cual ofrece
a la célula una forma característica.
Si es que las células individuales son motiles, usualmente poseen flagelos o algún apéndice
parecido a vellosidades denominadas cilios . Tal como se explicó anteriormente, el interior
de la célula contiene varios orgánulos así como una suspensión coloidal compuesta por
proteínas, carbohidratos y materia orgánica compleja (macromoléculas), cuyo conjunto
constituye el citoplasma.
Cada célula contiene ácidos nucleicos , el material genético vital para la reproducción. El
ácido ribonucleico (ARN), el cual es importante en el proceso de síntesis de las proteínas, se
encuentra presente en el área citoplasmática. Para el caso de las células procarióticas,
solamente existe un área nuclear , si se considera las células eucarióticas existe un núcleo
bien definido, incluido dentro de la membrana. El núcleo (o área nuclear) es rico en ácido
desoxirribonucleico (ADN), el cual contiene la información genética necesaria para la
reproducción de todos los componentes celulares.
En las figuras 3.1 y 3.2, se representan en forma esquemática: una célula procariótica, una
célula propia del tejido vegetal, una célula eucariótica, así como las diversas formas que
presentan los microorganismos bacterianos.
Para desarrollarse, los microorganismos, entre los cuales se incluyen los unicelulares como es
el caso de las bacterias, deben obtener del medio ambiente aquellas sustancias necesarias
para cumplir con sus procesos de síntesis de nuevo tejido celular, así como con la generación
de energía para el mantenimiento celular.
Generalmente, estas sustancias se conocen con el nombre de nutrientes, puesto que para
continuar desarrollándose de manera apropiada cualquier organismo debe disponer de una
fuente de carbono y de energía, adicionalmente de elementos tales como nitrógeno, fósforo y
micronutrientes, y otros elementos conocidos como micronutrientes o de traza entre los que se
incluye el azufre, el potasio, el calcio y el magnesio.
Las fuentes de carbono disponibles para la síntesis de tejido celular son el dióxido de carbono
(CO2), forma inorgánica del carbono y el carbono existente en la materia orgánica, en el caso
de que un organismo obtenga su carbono tisular a partir del dióxido de carbono, se denomina
autotrófico; si por el contrario utiliza carbono orgánico se llama heterotrófico. La energía para
que ocurra el proceso de síntesis celular puede obtenerse de la luz así como de los procesos
de oxidación y reducción de materia orgánica o inorgánica.
Aquellos organismos que utilizan la luz como fuente de energía se denominan fototróficos,
mientras que los que usan la energía generada por las reacciones químicas se conocen con
el nombre de quemotróficos. En la Tabla 3.2, se ofrece una clasificación de los
microorganismos de acuerdo con sus fuentes de carbono y energía.
2 Debido a la importancia de este concepto se considera necesaria su ampliación en el aparte 3.5 (d) del presente libro de texto.
Aquellos organismos para los cuales la presencia de oxígeno molecular es tóxica, se conocen
como anaerobios obligados. , estos obtienen el oxígeno necesario para la síntesis celular a
partir de compuestos químicos.
Existe una clase de organismos que pueden desarrollarse en presencia o ausencia de oxígeno
y se conocen con el nombre de anaerobios facultativos. Debido a la variabilidad de los
organismos que se hallan en la naturaleza existen ciertas cepas de aerobios obligados que
realizan sus funciones con mayor eficiencia en presencia de concentraciones bajas de
oxígeno, estos microorganismos se denominan microaerofílicos.
Fuente de Organismo
Clasificación Fuente de Energía
Carbono Representativo
foto-autotróficos luz CO2 plantas superiores, algas
bacterias fotosintéticas
(a) la temperatura; (b) el pH; (c) los efectos osmóticos; (d) el oxígeno
a) Temperatura:
Se considera como uno de los factores más importantes que afectan el crecimiento,
así como, la supervivencia de los microorganismos, puesto que a temperaturas
extremas, ya sea que se trate de muy frías o muy calientes, se inhibirá el crecimiento
bacteriano.
La temperatura ejerce dos tipos de efectos contrapuestos sobre los seres vivos,
puesto que a medida que se eleva, las funciones metabólicas se aceleran y se
incrementa la tasa de los procesos anabólicos – bioquímicos catalizados por enzimas -
o de síntesis. Sin embargo, por encima de cierta temperatura algunas de las
macromoléculas proteicas tienden a desnaturalizarse y sufrir daños irreversibles.
Para el caso particular de cada organismo existe una temperatura mínima por debajo
de la cual no es posible el crecimiento, una temperatura óptima en la que se maximiza
la tasa de síntesis, y una máxima por encima de la cual el crecimiento se inhibe
considerablemente y se detiene. La temperatura óptima se ubica siempre en las
inmediaciones de la máxima y no de la mínima.
b) pH:3
3 En el aparte correspondiente del Capítulo IV (Estudio del Agua), se hace una presentación más completa de este tema.
Capítulo IV de este libro de texto; el agua es el solvente vital por excelencia, todos los
organismos vivientes necesitan del agua para realizar sus funciones naturales, y es
por esto que la disponibilidad de agua sea un factor de importancia capital que en el
hábitat natural determina el potencial de crecimiento de los microorganismos.
La disponibilidad del agua se expresa en términos físicos como la actividad del agua,
y se simboliza como aw , y se expresa como el cociente entre la presión de vapor del
aire en equilibrio con una sustancia o solución y la presión de vapor del agua
químicamente pura a la misma temperatura. Los valores de aw oscilan entre 0 y 1.
Puesto que los seres humanos para poder vivir, tienen una necesidad absoluta de
concentraciones adecuadas de oxígeno molecular (O2), es por demás lógico suponer
que todas las formas de vida dependen también del O2, sin embargo esto no es cierto
y muchos microorganismos pueden, y de hecho algunos están obligados, a vivir en
ausencia total de O2.
• los aerobios, especies capaces de proliferar a presiones de oxígeno normales (el aire
contiene a nivel del mar 21% de O2), existiendo algunas cepas capaces de sobrevivir
en ambientes hiperbáricos con elevadas concentraciones del gas;
• los aerobios facultativos, que pueden realizar sus procesos metabólicos en sustratos
adecuados ricos en nutrientes, en condiciones aerobias, o anaerobias;
• Virus:
Los virus, quienes constituyen una clase importante de microorganismos, no son células vivas.
Carecen de muchos de los atributos de estas y, se diferencian fundamentalmente de las
células en que no son sistemas dinámicos abiertos que toman nutrientes y eliminan sustancias
de desecho del medio ambiente externo. Por el contrario una partícula vírica es una estructura
estática, muy estable e incapaz de modificar o sustituir sus constituyentes.
Un virus sólo adquiere el atributo clave de los sistemas vivos - la capacidad de reproducirse -
cuando infecta a una célula. A diferencia de las células, los virus no poseen capacidad
metabólica propia. Además, aunque contienen sus propios genes, carecen de ribosomas y,
por lo tanto, dependen de la maquinaria biosintética celular para procesar y sintetizar
proteínas.
Estos microorganismos infectan todo tipo de células, incluso las células microbianas,
causando reacciones patológicas en los organismos que infectan, aún cuando la infección
vírica no siempre conduce a la enfermedad. Pueden producir efectos muy profundos sobre las
células, llegando incluso a ocasionar alteraciones genéticas que, en ciertas ocasiones,
mejoran la capacidad de las células y, en otras, inactivan ciertas funciones (virus de
inmunodeficiencia adquirida VIH). Su tamaño medio es mucho menor que el de una célula,
aún de las procarióticas.
Los virus son partículas parasitarias obligadas consistentes en una hebra de material genético
– ácido desoxirribonucleico (ADN) o ribonucleico (ARN) – incluido en una cubierta protectora,
dichas partículas no poseen la habilidad para sintetizar nuevos compuestos, por ello necesitan
invadir células vivas, en donde el material genético viral reorienta las actividades de la célula
huésped hacia la producción de nuevas partículas virales a expensas del desarrollo y
mantenimiento de la célula huésped, cuando la célula invadida muere, grandes cantidades de
virus se liberan e infectan nuevas células.
Todos los virus son extremadamente específicos con respecto al huésped, en consecuencia,
una cepa viral particular está en capacidad de atacar solamente una especie de organismo.
Adicionalmente, ciertas subespecies genéticas pueden ser particularmente susceptibles o
inmunes a los ataques de cepas virales; ejemplos de ello constituye la inmunidad de ciertos
individuos hacia el virus del “resfriado común”, o del denominado herpes simplex I ( agente
causal del herpes labial).
El virus alterna su ciclo vital entre dos fases: una extracelular y la otra intracelular: en su fase
extracelular un virus existe como una partícula metabólicamente inerte e infecciosa, o virion. El
virion está constituido por hebras de ADN o de ARN (nunca de ambos) contenidas dentro de
una cubierta proteica o capsid, pudiendo incluir unas pocas enzimas, las cuales no son
suficientes como para reproducir un nuevo virion. No esta presente la maquinaria biológica
necesaria para la generación de TPA (trifosfato de adenosina) o para la síntesis de
proteínas.
Un numero importante de enfermedades virales se pueden trasmitir por vía hídrica, como por
ejemplo: la poliomielitis y la hepatitis infecciosa tipo A, razón por la cual los métodos de
inactivación así como de enumeración de especies víricas son de bastante importancia para
los ingenieros. Infortunadamente, la especificidad del huésped propia de las especies víricas
hace que su enumeración sea bastante difícil, y que debido a su simplicidad estructural los
métodos tradicionales de inactivación, ya sea que se trate de operaciones unitarias mecánicas
o de procesos químicos, sean bastante costosos.
• Bacterias:
Las bacterias son microorganismos unicelulares que pertenecen al reino de los protistas. Aún
cuando existen en la naturaleza centenares de especies de microorganismos bacterianos, la
gran mayoría pueden agruparse en cuatro categorías generales de acuerdo con la forma que
presentan: esferoidales, bastoncitos, bastoncitos curvos, o espirales y filamentos. (ref. Fig.
3.2)
Las bacterias de forma esferoidal se conocen como cocos (del latín cocci, plural de coccus),
generalmente exhiben entre 1 y 3 µm de diámetro. ( 1 µm = 1x 10- 6 m, o lo que es lo mismo,
0,000001 m ).
Las bacterias con forma de bastoncitos se conocen como bacilos (del latín bacilli, plural de
bacillus ) y presentan una gran variabilidad en su tamaño, con un rango entre 0,3 y 1,5 µm de
ancho (o diámetro) y entre 1 y 10 µm de longitud, un representante típico de este grupo, el
Escherichia coli, microorganismo que habita comúnmente en el intestino grueso de animales
de sangre caliente, siendo este el caso de los seres humanos, los cuales lo expulsan en
cantidades apreciables, posee unas 0,5 µm de diámetro por 2,0 µm de longitud.
Las bacterias en forma de bastoncitos curvos se conocen como vibriones (del latín vibrio) y
típicamente exhiben entre 0,6 y 1,0 µm de diámetro y de 2 hasta 6,0 µm de longitud.
Las bacterias con forma de tirabuzón, conocidas como espirilos (del latín spirilla, plural de
spirillum ), pueden hallarse con dimensiones de hasta 50 µm de longitud.
Las bacterias de tipo filamentoso, conocidas con una gran variedad de nombres, poseen
longitudes de 100 µm o más.
El proceso de uso corriente para lograr la inhibición y muerte de los microorganismos consiste
en la aplicación de cloro, ya sea en forma gaseosa (Cl2) o de sales solubles conocidas como
hipocloritos, ya sea de calcio [H(OCl)2] o de sodio (NaOCl), en términos generales este
proceso se denomina cloración, el cual esta actualmente en boga en todos nuestros países.
• Hongos:
Ecológicamente, los hongos poseen dos ventajas con respecto a las bacterias:
a), pueden desarrollarse en áreas de humedad baja, b), resisten medio ambientes de pH bajo.
A medida que la materia orgánica se descompone, los hongos liberan dióxido de carbono a la
atmósfera y nitrógeno al medio ambiente terrestre, esto es, que sin la presencia de los hongos
en el proceso de descomposición de la materia orgánica, el ciclo del carbono dejaría de existir
y la materia orgánica tendería a acumularse.
Los hongos presentan una gran variedad de tamaños pudiendo ser desde microscópicos
hasta macroscópicos, como es el caso de las setas.
Con referencia a los problemas ambientales, relacionados con la calidad del agua, las dos
primeras clases tienen una gran importancia, puesto que generan problemas asociados a
color y olores desagradables.
• Algas:
La característica más resaltante, la cual se usa para diferenciar las algas de los hongos, es la
presencia de la clorofila. Además de la clorofila, se pueden hallar otro tipo de pigmentos en las
algas, entre los que se incluyen: los carotenos (anaranjado), la ficocianina (azul), la ficoeritrina
(rojo), la fucoxantina (marrón) y la xantofila (amarillo). Las combinaciones de estos pigmentos
resultan en la gran variedad de coloraciones que ofrecen las algas en su estado natural.
Metabólicamente, las algas utilizan el CO2 presente en el agua para la síntesis del carbono
celular. Tres clases de pigmentos - clorofila, carotenoides y ficobilinas - se usan para absorber
la energía luminosa para la reproducción fotosintética y el mantenimiento celular. Se genera
oxígeno molecular durante el proceso fotosintético. Durante la noche, en ausencia de la luz,
las algas consumen oxígeno (respiración).
Aún cuando la respiración también ocurre durante las horas de luz solar, la cantidad de
oxígeno generado excede, usualmente, a la cantidad utilizada. A continuación se presentan
las reacciones simplificadas para definir los procesos de fotosíntesis y respiración algácea:
Fotosíntesis:
luz
nCO2 + nH2O+ nutrientes = ( CH2O )n + nO2 (3.1)
nuevas células algáceas
Respiración:
Las algas son microorganismos de gran importancia en relación a los problemas de calidad del
agua. En el medio ambiente acuático, las algas tienden a establecer relaciones de tipo
simbiótico con las bacterias.
Cuando ocurre la reacción que se define por medio de la ecuación (3.3) , el valor para el pH
del agua generalmente aumenta debido a la remoción del bicarbonato y su sustitución por el
ión carbonato, escapando el dióxido de carbono hacia la atmósfera. Dependiendo de las
condiciones locales, el carbonato de calcio, CaCO3, puede llegar a precipitarse a medida que
se incrementa el pH.
Muchas especias algáceas se han asociado con los problemas atribuibles a la generación de
malos olores y sabores. En la figuras que acompaña al texto, (Fig. 3.3); se han representado
algunas de las especies mas comunes halladas en aguas residuales sometidas a tratamiento
en lagunas de estabilización .
• Protozoarios
Los hospederos pueden variar desde organismos primitivos, tales como las algas, hasta
organismos de gran complejidad entre los que se incluyen los seres humanos. Debido a ello,
poseen una gran importancia en el estudio de la salud pública de las comunidades, puesto que
se identifican como los agentes causales o etiológicos de un sinnúmero de enfermedades
trasmisibles, de entre ellas algunas tan notables, y que han aquejado a la humanidad desde
los inicios de su historia, como es el caso de la malaria y de la tripanosomiasis americana o
enfermedad de Chagas.
• Rotíferos
Los rotíferos constituyen las formas más simples de animales multicelulares, su nombre se
deriva del movimiento aparente de los cilios localizados en la cabeza de estos
microorganismos. Los cilios se utilizan para la locomoción así como para capturar los
alimentos. Metabólicamente los rotíferos pueden clasificarse como aerobios
quemoheterotrofos. Las bacterias son la fuente principal de alimentos de los rotíferos.
• Crustáceos
Al igual que los Rotíferos, los crustáceos son aerobios quemoheterotróficos que se
alimentan de bacterias y algas, cabe mencionar el hecho de que estos son animalitos
multicelulares que poseen un exoesqueleto en la forma de un carapacho y constituyen una
fuente importante de alimentos para los peces ( zooplankton).
Un gran número de anélidos revisten importancia con respecto a la salud pública, y la calidad
del agua. Existen dos importantes Fila, ( del latín Phyllum, singular de Phylla ); los
denominados Platelmintos o gusanos planos, en forma de cinta y los Aschelmintos, o
gusanos de forma cilíndrica.
La mayoría de los nematodos constituyen formas de vida libres. Revisten una gran
importancia las especies de nematodos parásitos, de entre los cuales se puede mencionar: la
Trichinella spyrallis, agente causal de la triquinosis; el Necator americanus y su variedad
europea el Ancylostomo duodenale, agentes causales de la anquilostomiasis; el Ascaris
lumbricoides, uno de los parásitos más frecuentes en el intestino de todos los seres humanos,
y en particular de nuestros pueblos del tercer mundo, el cual causa la ascaridiasis; el
Enterobious vermicularis; la Trichiuris trichiura; parásitos de la porción terminal del intestino
grueso (recto y ano), y el Eschistosoma Mansoni, agente causal o etiológico de la
esquistosomiasis o bilharziosis. En la Fig. 3.5 se representan algunos helmintos comunes en
aguas naturales y residuales.
De manera genérica se tiende a clasificar las dolencias producidas por estos helmintos como
“parasitosis intestinales”, o “helmintiasis trasmitidas por el suelo”, esto es, que se trata
de enfermedades endémicas trasmitidas por la existencia de huevecillos de helmintos que
prevalecen – por largos períodos de tiempo - en el suelo, en los alimentos mal procesados, y
en las fuentes de agua contaminadas con heces fecales. Los niños son el grupo de edad
mayormente expuesto a este tipo de dolencias, debido a que por lo general consumen los
alimentos sin la higiene adecuada ( la más sencilla: lavarse bien las manos, utilizando jabón o
detergentes).