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Desde hace muchísimos años atrás, el aloe vera se ha cultivado por sus 

usos medicinales y
sus propiedades saludables. Así pues, no resulta extraño que sea una de las plantas más
utilizadas para tratar diferentes afecciones tanto a nivel interno como externo.

¿Qué es lo que se usa del aloe vera?


A pesar de que la planta está compuesta por raíz, tallo, hojas y flores en época de floración,
lo que realmente se aprovecha de ella son sus hojas, conocidas como ‘pencas’ en algunos
países de Latinoamérica. Éstas, no sólo almacenan agua y nutrientes, de ellas se obtiene un
gel que es donde están todas las propiedades y beneficios del aloe vera.

El gel es la sustancia gelatinosa que se encuentra en la pulpa del interior de las hojas.
Constituido principalmente de agua, mucílagos y otros carbohidratos, ácidos y sales
orgánicas, enzimas, aminoácidos, vitaminas y diversos minerales. La aplicación tópica del
gel de sábila estimula la proliferación de colágeno, favoreciendo la cicatrización y la
angiogénesis. Todas estas sustancias aportan al organismo muchos nutrientes
importantes para su correcto funcionamiento, y aunque de origen vegetal, son
reconocidas por el organismo como propias, siendo perfectamente asimiladas sin
producir ningún efecto colateral indeseable.
De la hoja también se extrae el acíbar, el líquido verde amarillento que secreta la planta,
que contiene propiedades analgésicas y antibióticas. Este se encuentra presente en la
‘savia’ secretada por las células entre la piel y el gel.

U
sos del Aloe Vera que debes conocer (Unsplash)
Este acíbar contiene antraquinonas formadas por aloína, emodina, barbaloína y aloesina,
un grupo de moléculas conocidas por sus propiedades a la vez curativas y tóxicas. Como
cualquier otra molécula o alimento, a grandes cantidades desfavorece el funcionamiento
natural del cuerpo. En ese caso, el consumo de la aloína puede causar diarrea, funcionar
como un potente laxante gracias a su capacidad de aumentar el movimiento de los
intestinos, reducción de la absorción de los nutrientes y reducción de la tonicidad del colon.
Pero una cosa es cierta: el grupo de las antraquinonas a cantidades controladas, tienen un
poder curativo, antibiótico y de desintoxicación excepcional.
La aplicación tópica del gel de sábila estimula la proliferación de colágeno, favoreciendo la cicatrización y
la angiogénesis 

Son muchos los usos que se pueden hacer con el aloe vera, ¿quieres saber cómo usar el aloe
vera?

Usos medicinales del aloe vera


Según un estudio publicado en la Scientific Electronic Library de México, el aloe vera tiene
numerosos usos en la industria alimentaria, farmacéutica y cosmética; debido a sus
propiedades funcionales, antioxidantes y terapéuticas extraídas del gel. Un adecuado
aprovechamiento de la planta está asociado al contenido de sus componentes bioactivos,
microestructura y los métodos para preservar y estabilizar los productos obtenidos a partir
del gel.

Los componentes químicos del aloe vera le han otorgado la capacidad de tratar diferentes
afecciones o enfermedades además de ayudar a mejorar la piel, mejora las defensas,
previene úlceras, evita el envejecimiento prematuro, es anticancerígeno, antiinflamatorio,
reduce el colesterol, mejora la digestión, regula el azúcar en sangre.

Así pues, los usos medicinales del aloe vera más importantes son:

• Ayuda a curar quemaduras gracias a sus propiedades antiinflamatorias

• Es un potente cicatrizante. Elimina células muertas de la piel y favorece la salud de los


tejidos.

• Eliminar orzuelos: es una de las sustancias más usadas en el tratamiento de orzuelos por
su poder antibacteriano.

• Protege la piel del daño que ocasionan los radicales libres.

• Combate las irritaciones y la dermatitis, estimulando y fortaleciendo las fibras de


colágeno y elastina.

• Herpes: alivia las zonas afectadas disminuyendo el dolor y evitando que se infecten.

• Previene y ayuda a disimular las incómodas estrías.

• El jugo de esta planta es especialmente indicado en casos de gingivitis, llagas u otras


afecciones de la boca.

¿Cómo usar el aloe vera?


Las tiendas de belleza, herbolarios y farmacias se han vuelto los lugares más visitados para
encontrar aloe vera en múltiples formatos, aunque el más vendido es el gel puro envasado.
Lo más recomendable es estar atentos al porcentaje de concentración del gel, que debería
ser cercano al 100%. Una buena pista es que el gel natural es transparente. También se
utiliza como componente en numerosas cremas. Las mejoras pueden variar dependiendo del
extracto de aloe que contengan.

Pero si lo prefieres, también podrías tener una maceta en casa y así disfrutar de todos
los usos del aloe vera directamente de la planta. El aloe vera es una planta bastante noble,
necesita de pocos cuidados además de ser bastante fácil de tratar. Lo más importante es que
la tengas en un sitio donde haya mucha luz, pues es una planta consumidora de luz solar.

U
sos del Aloe Vera que debes conocer (Unsplash)

Entonces, el primer paso será cortar un pedazo pequeño de la base de la hoja para retirar la
aloína y acceder al gel. Retirarla es muy importante porque puede resultar muy irritante. Es
necesario un vaso o recipiente grande con agua y dejar en remojo las hojas cortadas pero
sin pelar (o cada una en un vaso si son muy grandes). Deja las hojas en remojo por 24
horas, pero cambia el agua dos o tres veces a lo largo del día para ir retirando la aloína.

El aloe vera es una planta bastante noble, necesita de pocos cuidados además de ser bastante fácil de tratar

Para cortar las hojas, es importante y necesario dejar de regar la planta al menos 5 días
antes. Una vez haya transcurrido ese periodo de tiempo, corta las hojas lo más cerca del
tallo o base posible. Conviene cortar las más grandes y que están situadas más alejadas del
tallo con un cuchillo o tijera afilada, no las que estén en el centro de la planta, puesto que
son las más nuevas. Corta un pequeño trozo de la hoja y retira la piel y las espinas. Allí
encontraremos un tejido gelatinoso y transparente, el gel.

El gel se puede aplicar directamente sobre la piel, por ejemplo, sobre una quemadura o una
herida ya cicatrizada, aportándole numerosos compuestos nutricionales a la piel. Este
método hace que sus propiedades no se pierdan.

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