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EXPIACIÓN
Cuando leemos el Antiguo Testamento, algo que resalta y llama la atención de todos
es la costumbre milenaria por parte del ser humano de sacrificar un cordero u otro
animalito como ofrenda a Dios por el pecado del hombre. ¿Por qué el ser humano ha
realizado esta práctica a través de las edades?. Desde el momento de la caída de la
gracia, vemos a Dios tomando la iniciativa para cubrir la vergüenza y desnudez del
hombre por medio de pieles, lo que implicó el sacrificio de un cordero.(Génesis
3:21) Posteriormente, nuestros primeros padres enseñaron a sus hijos sobre la
necesidad de adorar a Dios, mediante la ofrenda de un cordero sacrificado sobre un
altar para satisfacer las demandas justas de un Dios justo. (Gén. 4;4) Los patriarcas
estaban conscientes de ese tipo de sacrificio como el único medio de allegare a Dios;
(Gén. 8:20-21; Gén. 22:13) y bajo el régimen de la Ley Dios organizó todo un sistema
de sacrificios como la base fundamental de todo el ritual religioso y adoracional para
Israel. (Libro de Levítico, etc.)
COMPRENDIENDO LA EXPIACIÓN
Para entender el concepto de expiación en el Nuevo Testamento, es necesario que
analicemos la naturaleza y características de este acto en el Antiguo Testamento. En
el A. T. se utiliza la palabra hebrea “kaphar” para designar el acto de la
“expiación”. A la vez se traduce como “perdonar” (Salmo 65:3; 79:9, “reconciliar”
(Levítico 16:6), sin embargo, literalmente “kaphar” significa “cubrir”. La idea de
cubrir el pecado está inmersa dentro de todo el ritual del A. T., o sea cuando en el
A. T. se dice que “se hizo expiación por el pecado” o “por su pecado”, quiere decir
que, él, o su pecado son cubiertos. Es necesario que mantengamos en mente este
concepto para cuando analizamos el sacrificio de Jesucristo.
1. La base de la expiación.
2º. "Si tu ofrenda fuere holocausto ( quiere decir, del todo quemado) vacuno,
macho sin defecto lo ofrecerá; de su voluntad lo ofrecerá a la puerta del
tabernáculo de reunión delante de Jehová” (v. 3). Realmente el animalito ofrecido
tomaba al lugar del oferente. El factor sustitución, está implicado en el acto del
sacrificio expiatorio. Es el cordero o vacuno muriendo por el oferente pecador y a la
vez siendo aceptado por Dios.
3º. “Y pondrá su mano sobre la cabeza del holocausto, y será aceptado para
expiación suya”. v. 4. El acto de colocar las manos sobre el animal es símbolo de
identificación con el sacrificio hecho. Era como si él participara del hecho.
Simbólicamente: el pecador sentenciado a muerte y recibiendo el justo castigo que
la justicia divina demandaba.
¿Cómo los paganos llegaron a conocer estos mecanismos? Pablo nos lo revela en
Romanos 1:21. Originalmente el hombre conocía a Dios, sabía como hacer las cosas
(Gén.4:3-4) pero “el hombre se envaneció...cambiaron la gloria de Dios...cambiaron
la verdad por la mentira, honrando y dando culto a las criatura antes que al creador”
Rom. 1:18-32)
Lo sacrificios mosaicos fueron los medios por medio de los cuales los Israelitas
cumplían con su obligación principal hacia Dios: la adoración. A ellos se les estipuló
diferentes tipos de sacrificios y ofrendas que cada uno/a cumplían un propósito
dentro del trato de Dios con ellos como viste en el estudio del libro de Levítico.
¿En qué sentido eran buenos los sacrificios del Antiguo Testamento?
Cuando los Israelitas traían sus ofrendas ellos estaban conscientes de dos cosas: una
de carácter externa y otra de carácter interna.
a. El arrepentimiento tenía que producir el acto visible de la transacción, para
indicar que su pecado había sido remitido o perdonado. (Heb. 9:22)
b. Por otra parte, el ritual sin una disposición interna, era una simple formalidad
sin valor.
El acto del sacrificio debe ser la expresión de los sacrificios internos de alabanza,
oración, justicia y obediencia; los sacrificios de un corazón contrito y humillado
(Salmo 26:6; 50:12-14; 4:5; 51:17; Proverbios 21:3; Amós 5:21-24; Miqueas 6:6-8;
Isaías 1:11-17).
a. Existía una diferencia muy grande entre una criatura irracional e irresponsable,
y un hombre hecho a la imagen de Dios.
Es evidente que el animal no realizó el sacrificio en forma inteligente y
voluntaria.
No existía comunión entre el oferente y la víctima.
El sacrificio de un animal no podía compararse ni equipararse al valor de
un alma, ni el sacrificio del animal podía ejercer poder espiritual en el
hombre interior.
No había elemento alguno en la sangre de un ser irracional que
pudiera realizar la redención espiritual del alma.
Esto podía obtenerse solamente por la ofrenda de una vida humana perfecta.
b. Los sacrificios eran medios transitorios e imperfectos para cubrir el pecado
(Romanos 3:20), y los sacrificios solo tenían la virtud de evitar que los pecados no
provocaran la ira de Dios. (Heb. 10:14)
e. Los sacrificios de animales eran efectuados por hombres imperfectos. Esto queda
demostrado por el hecho de que no podían entrar en ningún momento en el Lugar
Santísimo, y por lo cual eran incapaces de conducir al adorador directamente a la
presencia divina. (Heb. 9:8 y 9)
f. ¿Es cierto que las gentes fue verdaderamente justificada antes de la obra
expiatoria de Cristo? Abraham fue justificado por la fe (Romanos 4:3; y entró en el
reino de Dios (Mateo 8:11; Lucas 16:22); Moisés fue glorificado (Lucas 9:30 y 31), y
Enoc y Elías fueron trasladados. Hubo muchos hombres piadosos que alcanzaron una
estatura espiritual al igual que estos hombres.
Para concluir este aspecto, debemos resaltar que los santos del A. T. no participaron
de los beneficios plenos de la redención por la siguientes razones:
1o. No tenían el don permanente del Espíritu Santo (Juan 7:39: 14:16-18)
2o. No participaban del conocimiento pleno respecto a la inmortalidad, sacado a
la luz por Cristo (2 Tim. 1:10)
3o. Se vieron limitados por las imperfecciones de la era o dispensación en que
vivían; cuando más, podían “pregustar las cosas venideras”.
NECESIDAD DE LA EXPIACIÓN
1. Santidad.
Dios es “santo, santo, santo” (Isaías 6: ). Este es un atributo que tiene que ver con la
naturaleza de Su carácter. Estos atributos quedan manifiestos en el trato con su
creación: “Él ama justicia y juicio” (Salmo 33:5). “Justicia y juicio son el asiento de
su trono”. (Salmo 89:14), Sus leyes son justas y forman el fundamento de la
personalidad del hombre, al ser escritas en el corazón. (Romanos 2:14-15). Estas
leyes atan al hombre a su Creador en una relación personal y forman la base de la
responsabilidad del hombre hacia Dios. Cuando el hombre se revela contra la ley de
Dios, afrenta la santidad de Dios, lo que produce ruptura de relaciones, corte de
comunión. Dios se revela contra la desobediencia del hombre. Todo pecado choca
contra la santidad de Dios. La Biblia declara, desde el principio hasta el fin que la
vida y la obediencia marchan juntas. (Génesis 2:17; Apocalipsis 22:14).
2. Pecaminosidad.
La relación con Dios ha sido empañada por el pecado, que es una perturbación de las
relaciones con Dios. Es violencia a la constitución bajo la cual Dios y el Hombre
viven, de la misma manera que la infidelidad viola el pacto según el cual viven
marido y mujer. (Jer. 3:20). Ver. Isaías 59:2.
3. Ira.
4. Expiación.
a. No es posible
b. No es necesaria
c. La Biblia: es posible y necesaria.
a. Algunos creen que la expiación no es posible. La vida está gobernada por
leyes inexorables que castiga las acciones malas sin remordimiento alguno. Lo que el
hombre sembrare, eso también segará, y no hay escape, dicen ellos. El futuro está
hipotecado al pasado y no hay escape: no puede ser redimido o rescatado. Esta
teoría hace al hombre esclavo de las circunstancias. No puede hacer nada para
cambiar su destino y a Dios lo hacen esclavo de sus propias leyes de tal forma que no
puede hacer provisión de un camino de salvación para el hombre.
b. Al otro lado de la calle, están los que dicen que la expiación no es
necesaria. Dios es demasiado bondadoso para castigar al pecador y demasiado bueno
para reclamar satisfacción por la ley quebrantada, por lo tanto es innecesaria la
expiación. Esta posición presenta a un Dios indiferente a la conducta moral de sus
criaturas racionales y en esta forma hace responsable a Dios de todo el mal
producido por la conducta incontrolada del hombre.
c. ¿Qué enseña el Nuevo Testamento? El Nuevo Testamento nos enseña que la
expiación es tanto posible como necesaria. Las dos posiciones antes consideradas son
dos errores extremos en la interpretación de una verdad. La primera posición
recalca a tal extremo la justicia de Dios, que excluye su gracia salvadora y la
segunda recalca a tal extremo la gracia salvadora de Dios que anula su justicia.
La solución es la expiación. Esta hace justicia a estos dos aspectos del carácter de
Dios interpretándolos adecuadamente. En la muerte expiatoria de Jesucristo él
procede tanto con justicia como con misericordia. Al tratar con el pecado, él
necesita mostrar su gracia, puesto que él no desea la muerte del pecador y sin
embargo, al perdonar el pecado, él necesita revelar su justicia, puesto que ésta se
constituye en el factor estabilizador del Universo.
Ilustración: el Juez dictó sentencia contra el reo acusado de infracción a la ley del
tránsito: Cincuenta pesos de multa. El reo suplicando le pidió al juez que lo
perdonara por esa vez. El juez, para hacer cumplir la ley y al ver la incapacidad del
reo y a la vez movido a misericordia, sacó de su bolsillo los cincuenta pesos y pagó la
deuda por la violación. El juez satisfizo la justicia y mostró misericordia y perdón al
acusado. Así hizo Dios con nosotros: él pagó, con la vida de su Hijo la deuda que
nosotros no podíamos pagar. De esta forma satisfizo su justicia y proporcionó perdón
al hombre.
NATURALEZA DE LA EXPIACIÓN
1. Expiación.
Expiar significa ocultar (los pecados y pecador) de la vista de Dios a fin de que
pierda el poder de provocar Su ira. Traigamos a la mente la acción del sacerdote:
cuando éste aplicaba la sangre sobre el altar el israelita tenía la confirmación de
que la promesa que fuera hecha a sus antepasados se cumpliría para él: “Y veré la
sangre y pasaré de vosotros” (Éxodo 12:13). ¿Cuáles eran los efectos de la expiación
o cubierta?
a. El pecado era borrado o deshecho (Jeremías 18:23; Isaías 43:25; 44:22).
b. El pecado era quitado (Isaías 6:7).
c. El pecado era echado tras las espaldas de Dios (Isaías 38:17).
d. El pecado era echado a lo profundo del mar (Miqueas 7:19).
e. El pecado era perdonado (Salmo 78:38).
Primero: Porque quitó y deshizo el pecado (Hebreos 9:26-28; 2:17; 10:12-14; 9:14
Segundo: Porque fue una muerte inmoladora, o sea una muerte que tuvo que
verdirectamente con el pecado (1 Pedro 2:23; 2 Corintios 5:21).
Expiar el pecado quiere decir cargar con él, quitarlo del corazón del transgresor. El
pecador queda libre de toda injusticia. Muere para el pecado para vivir para Cristo.
2. Propiciación.
Sin embargo la obra expiatoria de Cristo va más allá que un mero perdón del pecado,
la expiación proporcionó la amplia cancelación del pecado, las consecuencias de
este y proporcionó suficiente eficacia para el perdón de los pecados posteriores
(Juan 2:1-2 compare con Levítico 4).
3. Substitución.
4. Redención.
El Señor Jesucristo reunía todas estas condiciones: se hizo pariente nuestro al tomar
nuestra naturaleza; estaba dispuesto a darlo todo para redimirnos (2 Corintios 8:9) y
por ser divino estaba capacitado para pagar el precio: su propia sangre preciosa.
(Hechos 20:28. Véase también Mateo 20:28; Mateo 16:25-26; 2 Corintios 8:9).
Jesucristo nos ha librado de la esclavitud el pecado, nos ha redimido del poder del
pecado y la muerte, él pagó el precio, nos “rescató... no con cosas corruptibles
como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como un cordero sin mancha
ni contaminación...” (1 Pedro 18 y 19 y ss).
Esta es la esencia del mensaje del Evangelio: La muerte de Cristo era una obra
consumada de reconciliación, lograda independientemente de nosotros, a un costo
infinito, a la cual él hombre es llamado ahora mediante el ministerio de la
reconciliación. (Romanos 5:11).
EFICACIA DE LA EXPIACIÓN
La expiación no solo asegura el perdón de los pecados pasados y presentes, sino que
asegura la liberación del poder del pecado. Jesús dijo: “Al que el Hijo libertare será
verdaderamente libre” . Esto determina la declaración de libertad. Las puertas de la
cárcel se abren por decreto. Somos libres ahora. También dijo: “Y conoceréis la
verdad y la verdad os hará libres”. Nos habla de vivir una vida de libertad continua
por medio del conocimiento de Su verdad. El nos enseña a vivir en libertad (Juan
8:36; Romanos 6:18; Gálatas 5:1).
¿Qué es vida eterna? La vida eterna es algo más que simplemente existir. Significa
gozo pleno de comunión con Dios y el goce de su protección. ¿Cuándo es impartida la
vida eterna en el hombre? Desde el mismo momento que el hombre cree a Jesús le
es concedida la vida: “El que cree en mi tiene vida eterna y no verá condenación,
sino que ha pasado de muerte a vida” (Juan 6:47). Sin embargo la vida eterna se
describe como algo futuro también ya que se proyectará, en su segunda etapa en la
eternidad donde gozaremos de eterna y perfecta comunión con Dios, después de
nuestra resurrección. (Véase Tito 1:2; Romanos 6:22)