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Son muchas la causas que pueden derivan en conflicto, pero la experiencia señala a los siguientes como
los motivos más frecuentes: un clima excesivamente competitivo,
actitudes egoístas, falta de habilidades para trabajar en equipo, déficit de autoestima en los alumnos
y falta de confianza en los maestros y la dirección del centro, problemas de comunicación entre los
alumnos entre ellos o con los profesores y ausencia de habilidades para la resolución de conflictos.
La carencia de habilidades en la gestión de problemas y conflictos se debe a muchos factores, desde
un problema de madurez de los chicos a un desarrollo inadecuado de la inteligencia emocional, casi
siempre por no haber sido incorporada como una enseñanza fundamental en la formación del alumno.
Arbritajes La mayoría de prácticas de resolución de conflictos que usted realizará entre los niños será
la mediación o arbitraje, ya que es una buena forma de ayudar a las personas a manejar sus diferencias
en presencia de un observador imparcial, calmado y que mantiene la justicia. En cierta manera el maestro
se convierte en un pacificador. Un procedimiento concreto de arbitraje consiste en una estrategia
dividida en los siguientes pasos:
1. Permitir a los niños contar su versión de lo ocurrido, explicando primero cuál es el problema y
luego lo que ha pasado durante el conflicto.
2. Si el problema todavía persiste, el maestro debe ayudar a los participantes a desarrollar algunas
soluciones posibles y escoger una para llevar a cabo.
3. Si el problema se ha resuelto, preguntar a los participantes cómo han conseguido llegar a un
acuerdo o consenso.
Escucha reflectiva
La escucha reflectiva o activa consiste en parafrasear y repetir a la persona que habla lo que ha dicho,
para que de esta forma tome conciencia de su percepción y de la posición y actitud que está tomando.
No se trata de una técnica de resolución de conflictos por sí misma, sino más bien un mecanismo para
clarificar su percepción. También permite al maestro identificar con mayor claridad lo que los
alumnos piensan y sienten sobre una situación de conflicto, lo que puede ser de gran ayuda para su
resolución. Otro aspecto beneficioso de la escucha reflectiva es que tiende a desacelerar las interacciones.
Esto puede ser positivo para aliviar la tensión del momento y luego, con las cosas más calmadas, aclarar lo
ocurrido y llegar a un entendimiento.
Juego de roles
A través de los juegos de roles se pueden dramatizar las situaciones de conflictos que ya han tenido
lugar, siendo muy efectiva para que los estudiantes vean las cosas desde distintas perspectivas y, al ponerse
en el lugar del otro, desarrollar una actitud empática. Una estrategia concreta de juego de rol sería la
siguiente:
Algunos maestros y profesores prefieren que los niños practiquen primero con situaciones inventadas e
hipotéticas, antes de dramatizar situaciones reales que ya han ocurrido. Es una técnica que se puede realizar
tanto con público como en privado, es decir solo con los actores y el maestro o maestra. quien actuará como
necesario guía.
INTRODUCCIÓN
Los conflictos son hechos inevitables e importantes en la vida social, aún cuando es un aspecto familiar de
nuestra existencia. El conflicto tiene formas, procesos y resultados contradictorios, de ahí que su estudio
motiva a diversos grupos de psicólogos, sociólogos, economistas, docentes, etc.
Desde el punto de vista personal nos enfrentamos a conflictos desde que tenemos uso de memoria. El
conflicto como proceso cambiante nace, crece, se desarrolla y puede a veces transformarse, desaparecer o
disolverse y otras veces permanecer estacionario.
En el siguiente trabajo se trata principalmente de aprender estrategias para resolver cualquier tipo de conflicto
ANÁLISIS
"Estrategias para Resolver un Conflicto"
El conflicto es parte de nuestra convivencia social, surge desde que nacemos cuando necesitamos aprender a
vivir haciendo uso de muchas herramientaspara asegurar nuestra sobrevivencia. Luego, la vida familiar nos
enseña a negociar con las demandas contradictorias u opuestas de nuestros padres y el medio ambiente. En
el camino de crecer, desarrollarse y diferenciarse de los demás, tratando de alcanzar metas propias, el ser
humano siempre estará determinado por las limitaciones de un universo con recursos insuficientes y
demandas crecientes. De este modo la vida sin conflictos es una falacia pues sin ellos nos privaríamos de la
oportunidad para desarrollar nuestras habilidades pues se aprende a través y gracias al conflicto.
La interacción y desarrollo del ser humano en sociedad se suscita por etapas que son generalmente
situaciones de cambio movilizadas por el conflicto generado por la etapa anterior que no se resolvió
totalmente.
Entendiendo el conflicto como una incompatibilidad entre conductas, percepciones, objetivos o afectos entre
individuos y grupos que definen estas metas como mutuamente incompatibles, podemos decir que en éste
intervienen conducta y afectos, elementos básicos del conflicto.
Para manejar los conflictos se necesitan varias habilidades:
1. La habilidad de comprender sus propios sentimientos hacia el conflicto.
Esto significa reconocer la causa del conflicto, o sea, las palabras o acciones que inmediatamente provocan
en usted una reacción emocional como el enojo o la ira. Una vez reconocida la causa del conflicto será más
fácil controlar las emociones.
2. La habilidad de escuchar atentamente. Se debe tratar de comprender lo que la otra persona está
diciendo.
Escuche con todo cuidado en lugar de pensar en lo que deberá decir usted después. Escuchar atentamente
requiere concentración y lenguaje corporal que indique que usted está prestando atención.
3. La habilidad de brindar opciones para resolver el conflicto.
Muchas personas sólo pueden concebir dos maneras de manejar el conflicto – pelear o evitar el problema.
Asegúrese de que sus datos son los correctos, explore todas las ideas que pueden ayudarle a resolver la
discusión y debata los pros, los contras y las consecuencias.
Cinco formas de resolver un conflicto:
1. Competición: Distributiva (ganar-perder) regateo. Satisfacer sus necesidades es importante; satisfacer las
necesidades de los demás no es importante para usted.
2. Colaboración: Integrativa (ganar-ganar). Satisfacer las necesidades tanto suyas y las de su contraparte es
importante.
3. Compromiso: Satisfacer las necesidades suyas y las de su contraparte es moderadamente importante.
4. Evitar: Usted es indiferente tanto a sus necesidades como a las de
los demás: no actúa gustosamente.
5. Acomodar:
Simplemente rendirse o conformarse (no es problema para usted y es problema de la otra persona).
En general, los más exitosos negociadores inician asumiendo una negociación colaborativa (integrativa) o
ganar-ganar. Los buenos negociadores tratarán una negociación ganar-ganar o contribuirán a una situación
donde ambas partes se sientan ganadores. Las negociaciones tienden a ser mejores para ambas partes
cuando están en una situación ganar-ganar o ambas partes se acercan a la negociación deseando
"crear valor" o satisfacer tanto sus necesidades como las de la otra persona.
Para solucionar un conflicto es importante tener en consideración que no hay una sola vía o estrategia para
dar solución a todos los problemas, sino que hay que averiguar la diversidad de los aspectos que caracterizan
a cada situación, y hacer un análisis individualizado que proporcione elementos precisos para la adecuación
de las estrategias para la solución del conflicto específico, buscando acuerdos de carácter cooperativo.
“La resolución de conflictos tan solo pretende evitar la aparición de respuestas claramente erróneas y,
sobretodo, intenta transmitir algunos conocimientos y algunas pautas de conducta para tratar de modos
cooperativos a los conflictos. Eso a veces significará su solución, pero en otros casos obtendremos resultados
aparentemente más modestos: la gestión positiva de los conflictos, el logro de acuerdos limitados pero
constructivos, o la pacificación de las partes aunque las posturas respectivas puedan seguir estando
frenadas. Por lo tanto, no debemos esperar resultados milagrosos de las técnicas de resolución de conflictos,
sino la posibilidad de desarrollar capacidades personales que predisponen al acuerdo y a la resolución
cooperativa de las situaciones de conflicto” (Puig, 1997:59).
Son diversas las posibilidades para la gestión de los conflictos de manera positiva, si puede situarse
desde la psicología, la filosofía, la antropología, la justicia, la sociología, etc. Pero partiendo de nuestras
premisas buscaremos aproximarse de la gestión de los conflictos en el ámbito educativo teniendo como
fundamento un enfoque psicosocial.
Para resolver un conflicto, es necesario analizar inicialmente las causas que lo originan, sus
características, los sentimientos y emociones implicados, los cuales son responsables directos por el
desencadenamiento de la situación. Conocer las circunstancias en que se manifiesta con la finalidad de
identificar los factores que enlazan el problema, para de esta forma atenuar sus efectos colaterales.
Es fundamental saber identificar el problema que afecta a las partes implicadas en el proceso del conflicto,
evaluar las causas y sus efectos para la solución del conflicto pautada en el consenso de sus actores, puesto
que en el momento del conflicto los intereses de las personas parecen incompatibles..
Solucionar los conflictos es tener antes que nada Consciencia de que existen opiniones y posturas
distintas y que no todas las personas piensan y actúan de la misma manera. Por lo tanto el conflicto no debe
servir como punto negativo, sino bien como un punto positivo basado en la transformación, esto es, utilizando
las estrategias eficaces para la superación de un estadio a otro.
“La prevención de los conflictos desde la cultura de la paz, pone énfasis en los siguientes aspectos: es
aprender a reconocer los intereses del oponente. Esto significa olvidarnos de una vez de la palabra “victoria”,
porque la victoria sólo conduce a la victoria, no a la paz. Todas las técnicas de resolución de conflictos parten
de esta importante premisa que concierne exclusivamente a los actores y a su capacidad de realizar
transferencias positivas de negociar e intercambiar, de transformar voluntariamente objetivos iniciales y de
generar empatía, esto es, de comprender las emociones y los sentimientos de los demás, de colocarnos en
su lugar y circunstancia” (Bejarano, 1995).
Según Ferreira Benedita (2002) los mediadores o mediadoras, necesitan desarrollar las siguientes
capacidades:
b Capacidad de escuchar
b Capacidad de comunicar
b Responsabilidad
b Distanciamiento
b Paciencia
b Creatividad
Con frecuencia, el resultado de los conflictos dependen de la forma como las personas comunican sus
sentimientos unas a otras (Myers, 2001: 557). Cuando manejan los conflictos de manera constructiva, sin
duda la reonciliación y la armonía es posible.
Gotlib y Colby (1988) proponen como evitar disputas destructivas y tener disputas apropiadas a partir de
los siguientes aspectos:
Qué no hacer:
Qué hacer:
En medio de un conflicto en el que existe amenaza y tensión, es usual que las emociones perturben la
capacidad para entender el punto de vista de la otra parte. La comunicación puede entonces llegar a hacerse
muy difícil, exactamente cuando más se necesita (Tetlock, 1985). Es por ello que el mediador, por lo general
estructurará el encuentro para ayudar a cada parte a entender y a sentirse entendida por la otra. << El
mediador puede pedir a las partes en conflicto que restrinjan sus argumentos a afirmaciones de hecho,
incluyendo declaraciones sobre cómo se sienten y cómo responden cuando el otro actúa de una manera
determinada (…)>> Myers (2001: 560). Tal aspecto consideramos fundamental y adentramos en el siguiente
capítulo