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Lecturas para Taller
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2. LA RESPONSABILIDAD SOCIAL
Del pasaje de los 225 estudiantes de 1950 a los 16,5 millones en el 2006 que
en la región, no hay una simple expansión, sino un cambio sociológico radical.
Este pasaje de la educación de castas a la educación de masas en la
educación superior ha significado un cambio del perfil social de los
protagonistas, de las instituciones y los circuitos de calidad. Desde fines de los
sesenta comenzaron a entrar cada vez más capas medias a la educación
universitaria. Desde fines de los setenta se vigorizó el proceso de feminización
que ya ha alcanzando al 56% de la matricula regional. Desde los ochenta por
su parte le ha tocado a los sectores medios trabajadores de cuello blanco que
han poblado a los sistemas de terciarios de una educación nocturna y flexible,
tanto pública como crecientemente privada.
Sin duda, los exámenes de ingreso y las matrículas caras han sido los
mecanismos que han propendido en toda la región a detener la masificación al
interior de las instituciones para preservar sus niveles de calidad. Sin embargo
al exterior de esas fortalezas de elite, las políticas públicas han favorecido la
creación de una multiplicidad de nuevas instituciones pero sin los mismos
niveles de recursos económicos y de libertad de investigación y por ende no
han logrado construir los espacios de aprendizaje de calidad que reclaman las
personas y una sana vida democrática de igualdad de oportunidades para
todos.
Hasta aquí hemos logrado expandir la cobertura con una educación poco
flexible, monocultural, generalista, con las mismas carreras y metodologías y
con crecientes brechas de calidad. En los nuevos contextos para realmente
permitir el acceso de todos a una educación superior de calidad para todos se
necesita profundizar los sistemas de aseguramiento de la calidad, una
educación individualizada y diferenciada abierta a las diversidades y al mundo.
Por encima de todo, la masificación deberá tener calidad, lo cual implica los
mismos recursos que los tienen las instituciones de calidad. Sin eso, la
masificación de la educación no se traducirá en una deselitización de la
educación superior. Y como los recursos son finitos, ¿no será tiempo de pensar
si los que tienen recursos no deberían aportar a la educación?