DIARIO JAÉN.

JUEVES 14 DE MAYO DE 2020

AL DÍA | 12 | LA CRISIS DEL CORONAVIRUS

T RIBUNA Sentidas lágrimas en la primavera de

tulipanes negros J OSÉ A NTONIO S ÁNCHEZ O RTIZ
PÁRROCO DE JAMILENA

e necesitado un mar- manas y su madre. Con lo fácil

H gen de tiempo antes

de escribir una mira-
da sobre una de las
experiencias más impactantes
que he tenido que afrontar y
que, desgraciadamente, están
sufriendo cada día centenares
de personas de nuestro país:
enterrar a un difunto, ya sea
por el virus o no, durante el es-
tado de alarma. Los que lo ha-
béis vivido sabéis lo que se
siente y, para los que no, os
puedo asegurar que se palpa la
tristeza y la aflicción.
No hay palabras que puedan
describir el dolor desgarrador
de quienes no han podido
acompañar a un ser querido en
los últimos instantes de su
vida; la pena de no haber esta-
do allí, junto a él, cogiéndole
de la mano antes de empren-
der el camino sin retorno; y el
sufrimiento de una despedida
rápida, con mascarillas y sin
abrazos. Es el dolor de la sole-
dad que atraviesa al moribun-
do en tiempos de pandemia, de
la gangrena del corazón de
quien quiere y no puede miti-
gar esa soledad, del desgarro
de quien le arrancan una parte
de sí mismo a sangre fría.
La situación está siendo muy
dura, durísima, para muchas
personas. Este microorganismo
hostil campa por nuestro mundo
firmando sentencias de soledad
y de muerte; dispensando laudos
de desgarro y de llanto; e impar-
tiendo condenas que no siem-
pre, gracias a Dios, son letales,
pero que sí acercan al precipicio
de nuestra vulnerabilidad defini-
tiva. El coronavirus se ha conver-
tido actualmente en esa Santa
Compaña que está truncando la
vida y la historia de muchas per-
sonas. Porque, ni lo obviemos ni
nos acostumbremos, cada falleci-
do comprende un nombre, un
rostro, una vida y una familia.
Según las cifras oficiales,
hemos superado los veinte mil
muertos a causa de la covid-19
(en realidad bastantes más), y
a esa cifra de fallecidos habría
que añadir todos aquellos a los
que el maldito virus les está
arrebatando la propia vida con
la muerte de sus seres queri-
dos. No podemos ni debemos
obviar esta cara de la pande-
mia. Mientras cada tarde sali-
mos a hacer palmas y monta-
mos verdaderas fiestas de ba-
rrio, son muchas las personas
que están intentado superar
las cuatro fases del duelo,
según Bowlby: aturdimiento o
shock; anhelo y búsqueda; de-
sorganización y desesperación;
y reorganización (ver J. Bowl-
by, “La pérdida afectiva”, Pai-
dós, Barcelona 1993).
Nadie de nuestra genera-
ción olvidará esta primavera.
Desgraciadamente, este año no
podremos disfrutar del color y
del olor de nuestros campos, a
los que nos tiene acostumbra-
do el equinoccio de las flores.
En esta ocasión, en nuestras
retinas no quedará impreso
ningún hermoso paisaje de
montaña o de sembrado verde
salpicado por el rojo de las
amapolas o el amarillo de los
jaramagos. La imagen de la
primavera del año 2020 será la
de hospitales desbordados, la
de cajas de fallecidos apiladas
en morgues; la de coches fúne-
bres continuamente saliendo
de algún hospital o residencia
de ancianos. Esta primavera
nos toca sufrir y contemplar
atónitos la eclosión de miles
de muertos, de miles de “tuli-
panes negros” .
Aún más, los que han perdi-
do a alguien cercano tendrán
impresa para siempre la ima-
gen de un tarro de cenizas con
los restos de su ser querido; o
la imagen de no más de tres
personas presenciando el entie-
rro de ese familiar que forma
parte de su historia. Evidente-
mente, esos sí tienen suerte.
Porque hay familiares que ni si
quiera han podido tener esa
imagen, pues el virus los ha
confinado por el riesgo de con-
tagio; o lo que es peor todavía,
porque una ley totalmente in-
justa limita a tres familiares los
asistentes al entierro. Por su-
puesto, es comprensible que no
se permitan las habituales aglo-
meraciones de cualquier sepe-
lio. Eso es algo que todo el
mundo entiende y acepta. Lo
intolerable es que un hijo no
pueda despedir a su padre para
que puedan asistir sus dos her-
que hubiera sido haberlo limi-
tado al parentesco del primer
grado de consanguinidad.
Esta pandemia nos postra en
la cama y nos roba la vida; nos
arrebata la libertad y nos priva
de cualquier muestra de cariño
y afecto; cambia nuestros hábi-
tos sociales y altera nuestra co-
tidianidad... El virus se está en-
sañando con lo que somos y lo
que tenemos. Sin embargo, hay
una cosa que nunca nos podrá
quitar, y menos en los momen-
tos en los que la muerte llama
a nuestra puerta: las lágrimas.
Las lágrimas nos acompañan
durante toda nuestra vida y son
el lenguaje (muchas veces el
único) para expresar lo que ver-
daderamente sentimos. Y eso es
algo que no nos puede arreba-
tar ni este virus ni ningún otro.
San Gregorio Nacianceno
(329-389) consideraba que las
lágrimas eran el bautismo al
que siempre tenemos acceso. Es
decir, ellas nos permiten rena-
cer, purificarnos y abrirnos a
una vida nueva. Son el idioma
de la emoción y del dolor, la
compañera de las grandes eufo-
rias y de las noches oscuras. Por
eso, en estos momentos de su-
frimiento, las lágrimas van a ser
el mejor bálsamo para expresar
lo que sentimos y también para
mitigar la aflicción y el dolor de
no poder despedir al ser queri-
do. Las lágrimas permiten cica-
trizar heridas y se imponen a la
muerte. Es más, las lágrimas
(incluso las no lloradas) “dan
un sentido de eternidad a nues-
tro devenir. Nos conducen de la
orfandad al éxtasis” (J. Tolenti-
no, Tengo sed, Sal Terrae, Ma-
liaño 2019, página 90).
Espero que estos días, en los
que tenemos tiempo para todo,
no nos falte un tiempo de lágri-
mas por los que han muerto y
sus familiares. Porque Dios co-
noce todas nuestras lágrimas y
las acoge como una oración.

EN DETALLE
PROMOCIÓN DE LOS
AOVE “JAÉN SELECCIÓN”
ACEITE. El presidente de la Diputa-
ción de Jaén, Francisco Reyes,
mantuvo una reunión telemática
con responsables de los ocho acei-
tes de oliva virgen extra que cuen-
tan con el distintivo Jaén Selección
2020 con el objetivo de informarles
sobre las próximas acciones pro-
mocionales que la Administración
va a realizar. En este encuentro se
ha puesto de manifiesto que pese a
que la planificación original se ha
visto afectada, la Diputación va a
seguir haciendo un esfuerzo para
difundir y dar a conocer estos acei-
tes de oliva premium.
DENUNCIAN LA “PARÁLISIS
POLÍTICA” EN LA CAPITAL
PARTIDO POPULAR. El concejal del
PP en el Ayuntamiento de Jaén, Je-
sús Ortega, denunció la “parálisis”
en la que se encuentra el Ayunta-
miento de Jaén en materia econó-
mica “ante la incapacidad del al-
calde Julio Millán y de su concejal
de Hacienda, para adoptar medidas
inmediatas frente a las consecuen-
cias económicas y sociales del co-
vid-19, más allá de cargar el im-
puestazo del IBI en las cuentas de
los jiennenses, en plena crisis, algo
que podrían haber evitado apla-
zando el envío de las remesas de
cargo, al menos hasta julio”.
NUEVA REUNIÓN ENTRE
REYES Y LOS ALCALDES
ACCIONES. El presidente de la Dipu-
tación de Jaén, Francisco Reyes, se
reunió telemáticamente con los al-
caldes de Arjona, Juan Latorre; Ca-
bra del Santo Cristo, Francisco Ja-
vier Justicia; Noalejo, Antonio
Morales; Castillo de Locubín, Cristó-
bal Rodríguez; Quesada, Manuel Va-
llejo; Santisteban del Puerto, Dolores
Sánchez; Villatorres, Miguel Manuel
García; y Vilches, Adrián Sánchez,
para conocer de primera mano la si-
tuación en la que se encuentran es-
tos municipios con motivo de la cri-
sis sanitaria y analizar las acciones
llevadas a cabo hasta ahora.
“LA JUNTA NINGUNEA A
LA PROVINCIA DE JAÉN”
PSOE. “La Junta de Andalucía nin-
gunea a Jaén y a los colectivos más
vulnerables en materia de vivienda”.
En estos términos se expresó el par-
lamentario Felipe López para denun-
ciar que la Junta “ha mantenido pa-
ralizada en Andalucía la convocatoria
de ayudas al alquiler de la vivienda
de 2018 hasta hace apenas unos
días y que en el caso de la provincia
de Jaén ni siquiera se ha publicado
todavía la resolución de beneficia-
rios en el BOJA”. López explicó que
en marzo el Gobierno de España
aprobó 3 decretos sobre vivienda
mientras la Junta “esperaba”.