Está en la página 1de 3

SEGUNDA PREMISA.

LAS MAGISTRATURAS ROMANAS

Organización política en Roma


Cuando Roma aproximadamente en el 753 a.c inició su proceso de estado, este
implemento un sistema de gobierno monárquico, en el cual todo el dominio absoluto del
territorio recaería en el Rex (rey). Las magistraturas en la época monárquica de Roma se basaban
en tres importantes divisiones: rey (rex), senado (senatus) y en el pueblo romano. El magistrado
más importante de la época: Rey, el cual poseía la potestad absoluta del imperium. Por otro lado,
el senado como institución en la monarquía romana, fue creada como un órgano con el propósito
de aconsejar al rey en sus decisiones como autoridad máxima de Roma y aprobar leyes
populares. El senado conformado por ancianos patricios sabios y los comitia curiata (comicios
por curias) conocidos por ser una asamblea donde se reunían los patricios de tres tribus
(Rammes, Tities y luceres) en gestion de elección de rey o con el fin de asistir a ceremonias por
el pontifex maximus.
Con la expulsión de Tarquino el soberbio del poder, Roma para evitar regímenes tiranos
como formas de mando, dictaron un nuevo sistema de gobierno el cual fue: la República romana
que significaba que la soberanía estaba en manos del pueblo por medio de representantes, la
república que fue aproximadamente impuesta para el año 509 a.c. La republica al pasar los años
pasó por tres determinadas épocas las cuales fueron: La república aristocrática (representada
únicamente por los patricios), república democrática (cargos políticos representados por patricios
y plebeyos) y republica decadente (magistraturas en crisis y surgen los triunviratos). El rex el
cual gobernaba absolutamente el territorio en la monarquía, para la republica simplemente tendrá
funciones religiosas, y en su lugar para las instituciones republicanas romanas, como expone en
la cita a continuación: “Quienes asumieran el consulado (…) tendrían las funciones políticas y el
imperium o mando militar que había correspondido al monarca –mientras este se convertía en
simple rex sacrorum, figura “respetada pero inocua, de maestro de sacrificios” en la
organización sacerdotal” [1]. El poder jerárquico más importante en las magistraturas será el de
los cónsules (al principio de la república fueron llamados pretores): el poder de Roma estaba en
manos de dos cónsules anuales, colegiados y eran elegidos por los ciudadanos romanos a través
de los comicios centuriados. Sus funciones eran: dirigir al ejército, alistar tropas para la guerra,
convocar al senado y a las asambleas, nombrar sacerdotes, promover leyes y promulgar edictos.
Las magistraturas estaban en función de los ciudadanos romanos que poseían el ius
honorum que, en el derecho público romano, era la atribución que tenían ciudadanos de optar a
un cargo público, órganos de participación política, que a su vez esta tenía que ser aplicado el
cursus honorum, es decir, que los políticos romanos iban ascendiendo en función de méritos
propios. Las magistraturas estaban divididas en dos: las magistraturas ordinarias, que se daban en
época de paz y normalidad y eran ciudadanos en su mayoría patricios, con cargos y atribuciones
que se desempeñaban en funciones administrativas y políticas. Y las magistraturas
extraordinarias eran aquellas que se establecían en periodos de orden público o conflictos
bélicos; la única que existía era la magistratura dictatorial en el cual se le daba a un cónsul el
magister equitum, no obstante, al pasar de los hechos históricos se implementaron distintas.
Como lo expone Luis Carlos Longobardi: “[…] que provocaba la suspensión de todas las
garantías de libertad ciudadana y cuyo titular, el dictador con quien colaboraba un magister
equitium, era también designado praetor maximus, como el cónsul o magister populi, como rey”
[2]
De las magistraturas ordinarias, el segundo cargo más importante fue el de los pretores
(praetor), eran los jefes de justicia republicanos, entre sus cargos tenían el poderío de:
administrar justicia (in iure procesal), conceder interdictos (interdictum), estaban dotados del ius
edicendi (dictar edictos) y podrian sustituir al los consules si estos estaban ausentes, era elegidos
igualmente por los comicios centuriados. Por otro lado, los ediles (aedilis) eran administradores
municipales, que vigilaban Roma, su origen empezó al ser ayudantes para los tribunos de la
plebe, luego los patricios para obtener mayor poder crearon los ediles curales y para finalizar
quedaron constituidos en dos ediles curales patricios y dos ediles plebeyos, elegidos por
comicios tribales. Asimismo, estaban los cuestores, eran los encargados de administrar las
finanzas públicas de Roma; duraban alrededor de un año en función y eran elegidos por los
comicios tribales de igual manera. Debido a la primera secesión de la plebe (seccessio plebis) del
494 a. se incluyó una nueva magistratura: tribunado de la plebe, su labor consistía en hacer valer
los derechos de los plebeyos y que tuvieran una mayor participación política. Por último,
estaban los censores, encargados de realizar el censo de la ciudad, elaboraban la lista de los
senadores y hacían la respectiva vigilancia en el senado para evitar los abusos de poder o la
corrupción, duraban 5 años y eran elegidos por los comicios centuriados.
Todas las magistraturas ordinarias poseían consigo las potestas, entiéndase por potestas
como la facultad jurídica, donde de manera coercitiva los magistrados hacían cumplir sus
decisiones, el oponerse a la misma traería consigo la coactividad como efecto. Las potestas
también estaban organizadas jerárquicamente siendo estas menores, mayores o iguales, lo cual
las hacían vinculantes hacia otras magistraturas. De la misma manera, los únicos magistrados
que poseían el imperium eran los cónsules y los pretores, entiéndase como imperium la facultad
de dominio en Roma, a su vez, el poder de mando y castigo sobre los ciudadanos que infringían
alguna norma, podían arrestar gente y juzgarla o mandar al ejército a los ciudadanos.
Y en último lugar, la institución que más perduró: el senado (senatus), de carácter
colegiado que simbolizaban a la clase más adinerada de los patricios, eran elegidos por los
cónsules, y su ocupación era: aconsejar a los cónsules, ratificar decisiones de otras asambleas,
fijar el presupuesto, declarar guerras, crear comisiones judiciales. El senado romano disponía de
auctoritas patrum senatorial, era una forma de soberanía que tenía el senado romano sobre las
deliberaciones legislativas de los comicios y de los patres de las mismas, donde en otras
palabras, ratificaban las decisiones. La republica contaba con 300 senadores antiguos
magistrados, que ocupaban el cargo de forma vitalicia. Para Marco Tulio Cicerón las formas de
gobierno de las distintas magistraturas vienen clasificadas de la siguiente manera: “por un lado,
el poder de las (auctoritas) de una aristocracia prestigiosa, reunida en el senado (senatus), por
otro, el poder (imperium y potestas) de los diversos magistrados (magistratus) colegiados y
temporales y, pot último, el poder (maiestas) del pueblo (populus).” [3]
Asimismo, los comicios junto con el senado eran la representación política de los
ciudadanos romanos, eran asambleas del pueblo romano reunido, esta estaba compuesta por tres
comicios: comicios curiados: asamblea legislativa impuesta desde la monarquía romana donde
participaban solo los patricios, en la republica solo tendrían funciones religiosas, comicios
centuriados: la asamblea con posición jerárquica superior, ejercieron autoridad judicial,
legislativa y electoral, conformada por 190 aproximadamente ciudadanos soldados o patricios,
organizados según las 5 clases; eligen a los cónsules y pretores y por último, comicios tribales:
posterior a la ley hortensia, la asamblea comitia tributa creada para deliberar los plebiscitos y
darles la participación política a la plebe, con el tiempo fue los comicios tribales que tiene el
carácter civil dentro de sus funciones. Los miembros eran divididos por 35 tribus, 4 de la ciudad
romana, 15 de áreas cercanas a roma y 16 de vecindades; eligen a los censores, ediles y
cuestores.
Como se puede evidenciar, las magistraturas romanas fueron base fundamental para
llevar a cabo las organizaciones políticas actuales de cada estado, fue una estructura política que,
al pasar de los años y los conflictos bélicos, tomó un rumbo más democrático y equitativo hacia
los ciudadanos. La capacidad de las instituciones en roma siempre se basó en la búsqueda del
ideal de justicia para todos homogéneamente, con base en el ius dado que este se formado
mediante la ciencia de lo justo. El derecho romano como base principal para la creación y
modernización de los organismos principales del derecho publico y privado, tuvo una relevancia
absoluta en lo que hoy en día en cada estado denomina: derecho.

BIBLIOGRAFIA
1. Espitia, Fabio. Historia del derecho romano. Universidad Externado de Colombia,
2016. ISBN 9789587725292
2. Longobardi, Luis. Las magistraturas romanas. Abeledo- Perrot, 1971.
3. Ciceron, Marco. De las leyes. Recuperado de: Institutos de investigaciones jurídicas
de la UNAM, 2016. ISBN 978-607-02-7234-9
Tito, Livio: la historia de Roma. Edición escaneada por Google Books de la edición
de la Imprenta Real de Madrid (España) de 1793, 1794 y 1795 de "DÉCADAS DE TITO
LIVIO, Príncipe de la Historia Romana"
Polo, Francisco. La res pública romana: instituciones y participación popular. 2019.

También podría gustarte