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Georg Friedrich List (6 de agosto de 1789 - 30 de noviembre de 1846) fue un

destacado economista alemán del siglo XIX que desarrolló el Sistema Nacional del
Mundo Monetario o lo que algunos1 hoy llamarían el Sistema de Innovación Nacional .
Fue un antecesor de la escuela historicista alemana de economía,2 y considerado el
teórico original de la unión europea3 cuyas ideas fueron la base de la Comunidad
Económica Europea.4

Índice
1 Biografía
2 Influencias
3 Economía basada en las naciones
4 Desacuerdos con las ideas de Adam Smith
5 Etapas del desarrollo económico
6 Visión de Gran Bretaña y el comercio mundial
7 Ferrocarriles
8 Legado
9 Referencias
10 Enlaces externos
Biografía
Nació en Reutlingen, Württemberg. No deseando continuar la ocupación de su padre,
que era un próspero curtidor, fue empleado en el servicio público, y hacia 1816
había llegado al puesto de subsecreteario ministerial. En 1817 fue designado
profesor de administración y política en la Universidad de Tübingen, pero la caída
del ministerio en 1819 le obligó a renunciar. Como diputado de la cámara de
Württemberg, abogó activamente por reformas administrativas. Finalmente fue
expulsado de la cámara y en abril de 1822 fue sentenciado a diez meses de prisión,
con trabajos forzados en la fortaleza de Asperg. Escapó a Alsacia, y después de
visitar Francia e Inglaterra regresó en 1824 a terminar su sentencia, y fue
liberado bajo palabra de emigrar a Estados Unidos. Allí residió de 1825 a 1832,
primero dedicándose a la agricultura y luego al periodismo.

Fue en Estados Unidos donde obtuvo la inspiración, a partir del estudio del trabajo
de Alexander Hamilton, que lo llevó a la economía y a sus visiones englobadas en el
llamado Sistema Nacional, que fue posteriormente realizado en el Sistema Americano
de Henry Clay. Su independencia económica vino dada por el descubrimiento de
yacimientos de carbón en tierras que había adquirido, y fue cónsul de los Estados
Unidos en Leipzig en 1832. Abogó con firmeza por la extensión del sistema de
ferrocarriles en Alemania, y el establecimiento del Zollverein, que unificó
económicamente a Alemania, fue logrado en gran medida gracias a su entusiasmo y
ardor. «En 1841 le ofrecieron el puesto de editor del Rheinische Zeitung, un nuevo
diario liberal que se estaba estableciendo en Colonia. Pero declaró que problemas
de salud le impedían aceptar el puesto - que eventualmente fue para Karl Marx.»5
Sus últimos días fueron desafortunados; perdió muchas de sus propiedades en Estados
Unidos en una crisis financiera, la enfermedad lo invadió, y se quitó la vida el 30
de noviembre de 1846.6

Influencias
Las conclusiones prácticas de List fueron diferentes a las de Adam Müller (1779-
1829) que también se oponía a Adam Smith. Estuvo muy influido por Alexander
Hamilton y la Escuela Americana basada en los principios económicos de Hamilton,
incluyendo a Daniel Raymond,7 y sus críticas a la doctrina de Adam Smith. Se opuso
al principio cosmopolita del sistema económico de la época y la doctrina absoluta
de libre comercio que estaba en armonía con ese principio, y como alternativa
desarrolló el argumento de la industria naciente, a la que había sido expuesto por
Hamilton y Raymond.7 Resaltó la idea nacional e insistió en los requistos
específicos de cada nación de acuerdo a sus circunstancias y, especialmente, su
grado de desarrollo. Se le conoce por dudar de la sinceridad de las llamadas al
libre comercio de los países desarrollados, en particular Gran Bretaña:
Para cualquier nación que, por medio de medidas protectoras y restricciones a la
navegación, haya elevado su poder industrial y su capacidad de transporte marítimo
hasta tal grado de desarrollo que ninguna otra nación pueda sostener una libre
competencia con ella, nada será más sabio que eliminar esa escalera por la que
subió a las alturas y predicar a otras naciones los beneficios del libre comercio,
declarando en tono penitente que siempre estuvo equivocada vagando en la senda de
la perdición, mientras que ahora, por primera vez, ha descubierto la senda de la
verdad 8

Economía basada en las naciones

Das nationale System der politischen Ökonomie, 1930.


La teoría de economía nacional de List se diferenciaba de las doctrinas de economía
individual y economía cosmopolita de Adam Smith y Jean-Baptiste Say. List compara
el comportamiento económico de un individuo con el de una nación. Un individuo
promueve sólo sus propios intereses personales mientras que un estado promueve el
bienestar de todos sus ciudadanos. Así:

Un individuo puede prosperar a partir de las actividades que perjudican los


intereses de una nación. «La esclavitud puede ser una calamidad pública para un
país; sin embargo, a algunas personas les puede ir muy bien en el ejercicio de la
trata de esclavos y en la posesión de ellos».
Del mismo modo, actividades beneficiosas para la sociedad podrían lesionar los
intereses de ciertos individuos. «Los canales y los ferrocarriles pueden hacer
mucho bien a una nación, pero todos los carreteros se quejarán de esta mejora. Cada
nuevo invento tiene algún inconveniente para cierto número de individuos y, no
obstante, ser una bendición pública».
List argumentaba que, aunque cierta acción del gobierno era esencial para estimular
la economía, un excesivo entusiasmo gubernamental podría hacer más daño que bien.
«Es una mala política regular todo y promover todo mediante el empleo de fuerzas
sociales, cuando hay cosas que se pueden regular mejor por sí mismas y pueden ser
promocionadas por el esfuerzo privado; pero no es menos mala la política dejar a su
aire aquellas cosas que únicamente pueden ser promovida a través de la interfencia
del poder social».

Debido a la «unión universal» que las naciones tienen con su pueblo, afirmó List
que «de esta unión política se origina su unión comercial, y es a consecuencia de
la paz perpetua así mantenida que la unión comercial ha llegado a ser tan
beneficiosa para ellas. ... Que el resultado de un libre comercio generalizado no
sería una república universal, sino un sometimiento universal de las naciones menos
avanzadas a las que dominan en manufactura y en poder comercial y naval, es una
conclusión apoyada por razones muy poderosas. ... Una república universal ..., es
decir, una unión de las naciones de la tierra por el que se reconocen las mismas
condiciones de derecho entre ellas y renuncian a la auto-compensación, sólo se
puede lograr si un gran número de nacionalidades alcanzan el mismo grado que sea
posible de industria y civilización, refinamiento político y poder. Sólo con la
formación gradual de esta unión puede el libre comercio ser desarrollado; sólo como
resultado de esta unión se pueden atribuir a todas las naciones las mismas ventajas
que ahora están experimentado las provincias y estados que están políticamente
unidos. El sistema de protección, en la medida en que constituye el único medio de
poner a las naciones que están muy lejos de la civilización en igualdad de
condiciones que la nación predominante, parece ser el medio más eficaz de fomentar
la unión definitiva de las naciones, y por lo tanto, de promover la verdadera
libertad de comercio.»9

En su séptima carta List repitió su afirmación de que los economistas deberían


darse cuenta de que, dado que el género humano está dividido en estados
independientes, «una nación actuaría imprudentemente tratando de promover el
bienestar de toda la raza humana a expensas de su fuerza, bienestar e independencia
particular. Es un dictado de la ley de auto-conservación hacer que sus avances
particulares en poder y fortaleza sean los primeros principios de su política» . Un
país no debería contar el coste de la defensa del comercio exterior de sus
comerciantes. Y «los intereres manufactureros y agrícolas deben ser promovidos y
protegidos incluso por medio de sacrificios para la mayoría de las personas, si se
puede demostrar que la nación nunca adquiriria la perfección necesaria ... sin las
medidas de protección.»10

Desacuerdos con las ideas de Adam Smith


List argumentó que los estadistas tenían dos responsabilidades: «una a la sociedad
contemporánea y otra a las generaciones futuras». Normalmente, la mayor parte de la
atención de los líderes está ocupada por asuntos urgentes, dejando poco tiempo para
examinar los problemas del futuro. Pero cuando un país haya llegado a un punto de
inflexión en su desarrollo, sus dirigentes se verán obligados moralmente a hacer
frente a cuestiones que afectan a la próxima generación. «En el umbral de una nueva
fase en el desarrollo de su país, los estadistas deben estar preparados para mirar
a largo plazo, a pesar de la necesidad de abordar también las cuestiones de
inmediata urgencia».11 La doctrina fundamental de List era que la verdadera riqueza
de una nación es el pleno y polifacético desarrollo de su fuerza productiva, en
lugar de sus valores de cambio actuales. Por ejemplo, la educación económica debe
ser más importante que la producción inmediata de valor, y puede ser que sea justo
que una generación deba sacrificar su ganancia y provecho para asegurar la fuerza y
habilidad en el futuro. En condiciones normales, un país económicamente maduro
también debe desarrollar la agricultura, la industria y el comercio. Pero los dos
últimos factores son más importantes porque influyen mejor en la cultura e
independencia de la nación. Estos factores estaban especialmente relacionados con
la navegación, los ferrocarriles y la alta tecnología, mientras que un estado
puramente agrícola tiende a estancarse. Sin embargo, List proclama, que sólo los
países en regiones templadas estaban adaptados para hacer crecer las formas
superiores de la industria. Por otro lado, las regiones tropicales tenían un
monopolio natural en la producción de ciertas materias primas. Por lo tanto, hubo
una espontánea división del trabajo y confederación de poderes entre estos dos
grupos de países.

List sostenía que el sistema económico de Smith no es un sistema industrial, sino


un sistema mercantil, y lo llamó «el sistema de valor de cambio». A diferencia de
Smith, sostenía que el interés inmediato privado de las personas no daría lugar al
mayor bien de la sociedad. La nación se situaba entre el individuo y la humanidad,
y estaba definida por su lengua, costumbres, desarrollo histórico, cultura y la
constitución. Esta unidad debe ser la primera condición de seguridad, bienestar,
progreso y civilización del individuo. Los intereses económicos privados, como
todos los demás, deben estar subordinados al mantenimiento, la realización y el
fortalecimiento de la nación.

Etapas del desarrollo económico


List teorizó que las naciones de zona templada (que están equipadas con todas las
condiciones necesarias) naturalmente pasan por etapas de desarrollo económico en el
avance de su normal estado económico:

vida pastoral
agricultura
unión de agricultura y manufactura
la agricultura, las manufacturas y el comercio se combinan
El progreso de la nación a través de estas etapas es la tarea del estado, que debe
crear las condiciones necesarias para el progreso mediante el uso de la legislación
y la acción administrativa. Este punto de vista conduce a la clasificación de List
de la política industrial. Toda nación debe comenzar con el libre comercio,
estimular y mejorar su agricultura por el comercio con las naciones más ricas y
cultivadas, importando manufacturas extranjeras y exportando materias primas.
Cuando es tan avanzada económicamente que puede fabricar por sí misma debe
utilizarse la protección para permitir que las industrias nativas se desarrollen, y
salvarlas de ser dominadas por la competencia más fuerte de las industrias
extranjeras en el mercado interno. Cuando las industrias nacionales han crecido lo
suficientemente en fuerza para que esta competencia no sea una amenaza, entonces la
etapa más alta de progreso se ha alcanzado, el libre comercio de nuevo debería ser
la regla, y la nación podría perfectamente ser incorporada a la unión industrial
universal. Lo que una nación pierde en el intercambio durante el período de
protección, lo supera en el largo plazo en fuerza productiva. El gasto temporal es
análogo a la del costo de la educación industrial del individuo.

«En un millar de casos, el poder del Estado se ve obligado a imponer restricciones


a la industria privada. Evita que el propietario de un buque embarque esclavos en
la costa occidental de África y los lleve a América. Impone normas en cuanto a la
construcción de barcos de vapor y las reglas de navegación en el mar, con el fin de
que los pasajeros y marineros no puedan ser sacrificados por la avaricia y capricho
de los capitanes. ... En todas partes considera el Estado su deber proteger al
público contra el peligro y la pérdidas, como en la venta de lo necesario para la
vida, así como también en la venta de medicamentos, etc»12

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