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La mayoría de los parlantes de bobina móvil tienen 5 partes básicas (ver Figura): bobina
móvil cilíndrica (1), imán anular (2), disco (3) y cilindro central (4) concéntricos (ambas
piezas de material ferromagnético muy permeable al campo magnético), y 'cono' o
diafragma cónico (5) de cartón o plástico, adherido a la bobina.
Algunas de las antiguas "muñecas que hablan" usaban el principio del viejo fonógrafo: en
su interior tenían una púa de cristal que recorría los surcos de un pequeño disco plástico que
giraba al presionar la muñeca. El surco tenía relieves con la información sonora, y una
lengüeta de latón transmitía las vibraciones de la púa a un cono plástico, que al vibrar
reproducía un "ma-má". En este caso, el parlante era un transductor de energía mecánica en
energía mecánica, y sin bobina.
El voltaje de salida del amplificador de un equipo de música, radio o TV, tiene las
variaciones del sonido que se quiere reproducir. Si se conecta la salida del amplificador a la
bobina móvil, circula una corriente con las variaciones correspondientes al sonido. Debido
a un principio básico de la Naturaleza (Ley de Ampère, una de las 4 leyes del
Electromagnetismo), la corriente en la bobina genera un campo magnético igualmente
variable.
El imán y las dos piezas ferromagnéticas (disco y cilindro central), forman un circuito
magnético con entrehierro en la zona donde está la bobina. En la Figura se ha
esquematizado con 3 flechas el sentido del flujo magnético dentro del circuito magnético.
Las piezas ferromagnéticas desvían el campo del imán al entrehierro donde, por otro
principio (Ley de Gauss del magnetismo), se cierran las líneas de campo magnético entre el
polo magnético norte N´ inducido en el cilindro central, y el polo magnético sur S del imán,
dejando a la bobina inmersa en el campo estático.
Como la bobina móvil se encuentra adherida al cono, éste se mueve desplazando el aire
hacia atrás y adelante (como se esquematiza con una doble flecha), generando
longitudinalmente ondas elásticas de presión (es decir, ondas acústicas). De éstas, las que
varían aproximadamente entre unos 20 y 20000 ciclos por segundo (20 Hz - 20 kHz),
producen vibraciones en pequeños huesos del oído, que son detectadas por el sistema
auditivo humano.
Los teléfonos solo requieren parlantes para reconocer la voz humana, y generalmente
reproducen bien el rango 350 - 3500 Hz. Pero cuando un equipo de música usa un único
parlante, éste debe cubrir un rango mayor de frecuencias de sonido, y por lo tanto se
utilizan los denominados parlantes de "rango extendido". Sin embargo, este tipo de
parlantes suele atenuar las frecuencias muy bajas y/o las muy altas. Por lo tanto, en alta
fidelidad ("Hi-Fi") se utilizan tipos especializados de parlantes.
Muchas cajas acústicas o "baffles", poseen un parlante de rango extendido con un parlante
de baja frecuencia denominado "woofer", diseñado para reproducir eficientemente sonidos
bajo los 2 kHz. Otros tienen además un transductor de alta frecuencia más pequeño,
denominado "tweeter". Algunos tienen hasta un cuarto transductor denominado
"supertweeter", para las frecuencias más altas. Sin embargo, hay que destacar que muchos
de estos transductores de alta frecuencia están basados en un principio físico diferente, ya
que no tienen bobina móvil. En cambio, utilizan cristales piezoeléctricos que se contraen y
dilatan según el voltaje aplicado.
Los terminales eléctricos de la bobina móvil, en principio no tienen polaridad. Sin embargo,
cuando el equipo tiene más de un parlante, es importante que las ondas sean emitidas en
fase (para evitar distorsión), y por lo tanto, uno de los terminales se indica como positivo
con un "+" o con una marca de color rojo. Si se conecta una pila a la bobina móvil, el cono
se mueve hacia adelante cuando el positivo de la pila está conectado al terminal rojo.
En general, los terminales negativos de los parlantes de un baffle, se conectan todos juntos
al negativo de la salida del amplificador, mientras que los positivos pasan a través de un
filtro pasivo formado por resistencias, bobinas y condensadores, denominado "divisor de
frecuencias". Estos filtros hacen que a cada tipo de parlante llegue sin atenuación solo el
rango de frecuencias de interés (sin calentar la bobina con frecuencias que no van a salir
fielmente reproducidas).
Los materiales más utilizados en imanes permanentes para parlantes son cerámicos de la
familia de las "ferritas duras" (óxidos de bario, manganeso, zinc, hierro y otros
elementos). Es importante señalar que con imanes permanentes más potentes
(magnéticamente más duros) se pueden fabricar parlantes de mayor potencia, menor
atenuación de bajas frecuencias y menor tamaño.