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A principios de 1819, José María Barreiro quien se encontraba

al mando de las tropas realistas en Nueva Granada, contaba con al


menos 4.500 hombres entrenados y pertrechados. Al mismo tiempo
Simón Bolívar lograba reunir solamente unos 2.200 efectivos, tres
regimientos, un escuadrón y una compañía de artillería que carecía
de cañones.El 26 de Mayo de 1819 se puso en marcha el ejército de
2.186 efectivos desde Mantecal hacia Guasdualito, esta última, una
población fronteriza con Colombia, a orillas del río Arauca. Este
constaba de cuatro batallones de infantería: Rifles, al mando
del coronel

Arturo Sandes; Barcelona, al mando del coronel Ambrosio Plaza;


Bravos de Páez al mando del coronel José de la Cruz Carrillo y la
Legión Británica, al mando del coronel James Rooke que tenía entre
160 y 200 hombres.Desde la población de Pore, el ejército libertador
prosiguió la marcha en ascenso por la cordillera Oriental, arribando
al Fuerte de Paya, donde la vanguardia al mando de Santander,
pone en fuga a los 300 soldados realista de la guarnición el día 27
de Junio que huyeron a Labranzagrande, episodio conocido como la
Batalla de Paya. El día 2 de Julio reanudan la marcha, pasando la
cordillera de los Andes (Paso de los Andes). Durante esta travésía
ocurrieron varias muertes y deserciones dentro de la tropa, y
muchos cayeron enfermos. El mismo día de la batalla de Boyacá, el
coronel Barreiro fue capturado y con otros 37 oficiales españoles
prisioneros fue ejecutado el 11 de Octubre de 1819 por orden de
Francisco de Paula Santander, dentro de la consigna de guerra a
muerte.Luego de la derrota de los realista, el virrey Juan de Sámano
fue informado en Bogotá de la derrota realista y pudo escapar a
tiempo tomando rumbo a Cartagena de Indias.Bolívar llegó a
Santafe de Bogotá donde entró sin resistencia el día 10 de Agosto
de 1819 dando por terminada la campaña libertadora de la Nueva
Granada.La batalla de Boyacá fue un triunfo decisivo sobre el poder
español en la Nueva Granada. A pesar de que los realistas se harían
fuertes en otras provincias del virreinato como Santa Marta y Pasto,
en donde resistirían varios años; la capital del virreinato cayó en
manos de los patriotas neogranadinos y con ello se abríó el camino
para la uníón de la Nueva Granada con Venezuela en la República
de Colombia.

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