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Kevin Andres Sanchez Gomez

Código 0602679
Grupo 5 D

EL CONTROL DE LA PRUEBA EN EL PROCESO PENAL

RESUMEN

En cuanto un sector importante de la doctrina se ha inclinado históricamente por


señalar que el proceso penal persigue el establecimiento de la verdad , la prueba
no sería nada diferente del vehículo procesal a través del cual se llegaría a esa
verdad; sin embargo, el hecho de que el funcionario judicial deba permanecer atado
a la prueba judicial como único mecanismo válido para obtenerla ha llevado a
plantear la existencia de un concepto de “verdad formal o judicial” que solo tendría
validez dentro del preciso ámbito del proceso y, que por consiguiente, se
contraponía a la más amplia noción de “verdad material o real”, en cuanto esta
desbordaba los límites de la controversia judicial, lo cual a su vez lleva a
cuestionarse si el proceso penal debe buscar la “verdad real” o debe conformarse
con el establecimiento de una “verdad formal o procesal”.

PALABRAS CLAVE
● verdad formal
● verdad material
● garantías fundamentales
● derecho a la defensa
● elementos materiales probatorios

INTRODUCCIÓN

En el curso de los procesos penales en Colombia bajo la vigencia de la ley 906 de


2004, con la implementación de un sistema procesal penal oral de carácter
adversarial en el que la titularidad de la acción penal radica en la Fiscalía General
de la Nación, se ha hecho necesario realizar ejercicios argumentativos en las
diferentes audiencias de las que consta el proceso penal, en sus diferentes fases.
Es así que el proceso penal colombiano contempla dos fases formales: la
investigación, que inicia con la formulación de imputación que se realiza bajo la
supervisión de los jueces penales municipales con función de control de garantías, y
el juicio, que tiene su inicio en un acto complejo conocido como la acusación, que a
su vez se compone de dos partes: la presentación del escrito de acusación ante el
juez penal con función de conocimiento, y la audiencia de formulación de la
acusación.

DESARROLLO

La Corte suprema de Justicia ha recordado en varias ocasiones que el proceso


penal actual tiene tres características importantes: un enfrentamiento de partes en
nivel de igualdad y, con paridad de armas; la contienda es mediada por un juez
imparcial, vale decir, ubicado a la misma distancia conceptual de las partes e
intervinientes; y, proceso en el que cada parte e interviniente tiene perfectamente
diferenciado su rol. Pretensión que por ser del resorte del ente persecutor solo
requiere como soporte la obtención de elementos materiales probatorios, evidencia
física o información legalmente obtenida, sin que exista la más mínima posibilidad
de controvertir las, acompañada de su criterio y convencimiento, dejando de lado o
tomar relevancia el análisis del juez de conocimiento, toda vez que no le es
permitido inmiscuirse en el criterio que sirvió de fundamento para acusar, menos de
las partes en consideración de tratarse de un acto de mera comunicación que no es
objeto de reproche ante el juez que preside la audiencia o el superior jerárquico.

Lo anterior puede constituirse en una flagrante vulneración a derechos del implicado


que merecen ser analizados a la luz de la Constitución y el bloque de
constitucionalidad, que conlleva a realizar esta investigación con miras a cuestionar
lo hasta hoy reglado para la acusación en el nuevo sistema penal acusatorio; de ahí
la imperiosa necesidad de hacer un recorrido por los diferentes pronunciamientos de
la altas cortes referente a derechos fundamentales y el nuevo sistema penal
acusatorio que rige el territorio nacional, retrotrayendo los dos sistemas anteriores
implementados en el ordenamiento jurídico teniendo como base garantías
fundamentales, la transformación constitucional y las avances obtenidos desde la
Constitución del 1991 para cotejar con sistemas similares ya implantados en otros
países.

PREGUNTA

¿Siendo la acusación un acto de parte que no es susceptible de control judicial,


existe una herramienta jurídica idónea para evitar que éste no vulnere el derecho a
la defensa?
REFLEXIÓN

Se está en un entorno en el que no se ha previsto un control sustancial de la


acusación ante un juez de audiencias preliminares, sino solo un control formal ante
el juez de conocimiento, son legítimos los esfuerzos que despliega la jurisprudencia
para que este control formal no se trastoque en un control material, que comprenda
la verificación de la existencia de un fundamento sustancial para acusar.

BIBLIOGRAFÍA

● https://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2015/C-496-15.htm
● https://litigacionoral.com/wp-content/uploads/2017/03/Modulo-de-Pruebas.pdf
● http://legal.legis.com.co/document/Index?obra=rpenal&document=rpenal_7680752a8
069404ce0430a010151404c
● http://legal.legis.com.co/document/Index?obra=rpenal&document=rpenal_120ade87a
32b01a4e0530a01015101a4

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