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“Año de la universalización de la salud”

INTEGRANTES:

Rodríguez Alvido, Sthefanny


Rodríguez Arteaga, Herbert
Rodríguez Lozano, Héctor
Rodríguez Rebaza, Renzo
Rojas Ruesta, Hilda
Rubio Chávez, Luis
Ruiz Sandoval, Antonella
DOCENTE:

Dr. Guillermo Cevallos López

FACULTAD:

Derecho y Ciencias Políticas

ESCUELA:

Derecho

CURSO:

Teoría General del Proceso

NRC:

7168 - 7169

FECHA DE ENTREGA:

29/12/2020

AÑO LECTIVO:

2020
INTRODUCCIÓN

La presente investigación se refiere al tema Derecho a la prohición de reformatio in peius,


El principio acusatorio y El principio de legalidad penal, el objetivo de este trabajo
monográfico es reconocer la importancia de estas garantías en el ordenamiento jurídico, ya
que cada una juega un papel importante en cada caso.

El Derecho a la prohición de reformatio in peius, El principio acusatorio y El principio de


legalidad penal, son indispensables en el derecho. Cada ser humano tiene derecho a poder
tener un juicio justo, imparcial y transparente, en donde se pueda ver la equidad para ambas
partes.

Es importante resaltar los diferentes puntos que vamos a tocar en nuestro trabajo
monográfico, los ítems son los siguientes: El Derecho a la prohición de reformatio in peius,
El principio acusatorio y El principio de legalidad penal, asimismo es de gran importancia
señalar que a cada tema se le aumentado el marco teórico, marco normativo y la
jurisprudencia, además hemos considerado indispensable añadir casos para que sea más
entendible en el momento de sustentar nuestro trabajo monográfico.

Para concluir, presentaremos unas cuantas resoluciones del Tribunal Constitucional, en


donde veremos como es que funciona, asimismo observaremos de qué manera se aplica las
garantías ya antes mencionadas.
DEDICATORIA

Dedicamos el presente trabajo monográfico, a nuestro querido docente, por su orientación y


paciencia para con nosotros a lo largo de todo el proceso ¸sin sus conocimientos impartidos,
nada de esto hubiera sido posible.

A nuestros padres, porque a pesar de todo, están con nosotros sin importar las
circunstancias, por su apoyo emocional como económico, nos instan a seguir adelante.
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN ……………………………………….
DEDICATORIA …………………………………………….
CAPITULO I: DERECHO A LA PROHICIÓN DE REFORMATIO IN PEIUS………
1.1. MARCO TEORICO ………………………………………
1.1.1. ¿EN QUÉ CONSISTE?………………………………….
1.1.2. ¿PARA QUÉ SIRVE? ………………………………………
1.2. MARCO NORMATIVO……………………
1.2.1. DERECHO A LA DEFENSA ………………………………….
1.2.2. EL REENVIO A JUICIO………………………………
1.3. ANALISIS JURISPRUDENCIAL ……………….
CAPITULO 2: PRINCIPIO DE LEGALIDAD PENAL ………………
2.1. MARCO TEORICO…………….
2.1.1. ¿EN QUÉ CONSISTE?…………………………….
2.1.2. ¿PARA QUÉ SIRVE? …………………………………………………
2.2. MARCO NORMATIVO …………………………….
2.2.1. PRINCIPIO DE LEGALIDAD EN LA CONSTITUCIÓN…………………….
2.2.2. PRINCIPIO DE LEGALIDAD EN EL ARTÍCULO II DEL TÍTULO PRELIMINAR
DEL C.P………………
2.3. ANALISIS JURISPRUDENCIAL ………………………………
CAPITULO III: PRINCIPIO ACUSATORIO ………………………………
3.1. MARCO TEORICO………………………………………………
3.1.1¿EN QUÉ CONSISTE?…………………………………………………………
3.1.2. ¿PARA QUÉ SIRVE?....................................................................
3.2. MARCO NORMATIVO………………………………………………….
3.4. ANALISIS JURISPRUDENCIAL …………………………….
CONCLUSIONES ………………………………………………………
BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………….
ANEXOS…………………………………………………………………….
CAPITULO I: DERECHO A LA PROHICIÓN DE REFORMATIO IN PEIUS
1.1MARCO TEORICO

1.1.1. ¿En qué consiste?

El principio de la reformatio in pejus, consiste en la prohibición al juez superior de


empeorar, agravar o perjudicar la situación del apelante. Bajo ese postulado tuitivo no
resulta dable inferir, de modo alguno, que confirmar una decisión, así fuera incluso por
motivaciones jurídicas y fácticas diferentes a las de primera instancia, comporta una
vulneración a sus derechos, pues ello en nada desmejora la situación del apelante en la
medida en que no introduce variación alguna a lo decidido por el inferior en la providencia
revisada.
Principio por el que el Juez que conoce de un recurso no puede reformar
la resolución recurrida en perjuicio del recurrente. De hecho, ha afirmado nuestro Tribunal
Supremo que la prohibición de la reformatio in peius es una garantía fundamental que
forma parte del derecho al debido proceso, lo que supone limitar el
poder punitivo del Estado, garantizando la efectividad del derecho fundamental de defensa.
Expresión traducible por reforma empeoradora, se utiliza para expresar la limitación del
objeto procesal de la apelación, cuya sentencia no podrá empeorar
la condena en perjuicio del apelante único. La prohibición de la «reformatio in peius» no es
más, pues, que una consecuencia de la regla según la cual la pretensión de apelación es
eliminar y sustituir la resolución que se impugna, pero sin revisarla más allá de lo
solicitado.
La regla prohibitiva tiene sus excepciones. Así, cuando la parte contraria también apela, o
se ha adherido a la apelación, o se formulan pretensiones alternativas o subsidiarias y se
apela por una de ellas. En estos casos, el tribunal de apelación no está limitado en cuanto al
objeto procesal.
1.1.2. ¿Para qué sirve?

La prohibición de la reforma peyorativa o reformatio in peius es una garantía implícita en


nuestro texto constitucional que forma parte del debido proceso judicial y está orientada a
salvaguardar el ejercicio del derecho de impugnar la decisión en una segunda instancia sin
que dicho ejercicio implique correr un riesgo mayor de que se aumente la sanción en
perjuicio del impugnante. Entre sus expresiones ésta la prohibición por la cual el Superior
Jerárquico no podrá reformar la resolución impugnada en perjuicio del que impugnó; como
también la prohibición de aplicar una sanción superior a la que impuso en la resolución
sancionatoria emitido en un proceso que fue anulado por razón de un recurso impugnatorio
promovido por el afectado.

1.2. MARCO NORMATIVO


La reformatio in peius, el cual conforme lo ha reconocido el propio tribunal constitucional
“es una garantía del debido proceso, implícita en nuestro texto constitucional”

Consiste en la situación que se produce cuando la situación jurídica de la parte procesal que
interpone un recurso resulta empeorada exclusivamente como consecuencia de un recurso,
es decir, sin que medie impugnación directa o incidental de la contraparte y sin que el
empeoramiento sea debido a los poderes de actuación de oficio del órgano jurisdiccional.

JUSTIFICACIÓN

La reformatio in peius. Tiene que encontrar una justificación jurídica por cuanto no se
puede sin motivo alguno limitar a capacidad decisoria del ad quem (hace referencia al juez
superior (tribunal en este caso) frente al que se interpone el recurso o la apelación).

Para el Doctor Carlos Alfonso Silva Muñoz, la justificación responde más a la lógica pues
señala “si una parte recurre de una decisión judicial es obviamente pretendiendo que el
superior en grado ampare su pretensión impugnatoria dándole la razón, pero en ningún caso
para que agrave su situación. Por otro lado, si se permitiese la indicada reforma, sería irse
contra la voluntad del no impugnante, pues si no cuestionó la decisión judicial fue porque
consideró que la decisión del a quo tal, era la más justa para su parte.

El principio de la reformatio in peius es la que limita la facultad revisora del ad quem


(siendo este el tribunal) respecto del fallo expedido por el ad quo (refiriéndose al juez)
aplicándose únicamente en la etapa del juzgamiento por cuanto el superior encuentra
condicionada su competencia respecto a la materia del grado o la impugnación, debiendo a
lo sumo confirmar la sentencia, pero no reformarla en contra del procesado.

1.2.1. EL DERECHO A LA DEFENSA

La reforma peyorativa (in peius) está identificada de manera íntima con el derecho a la
defensa, pues agravar una pena para condenar por un ilícito que no haya sido materia de
acusación, importa una grave afectación del derecho a la defensa. Y al sostener esto
básicamente lo que estamos diciendo es que no se puede extralimitar la capacidad decisoria
tomada por el tribunal (ad quem), más allá de los extremos expresamente cuestionados por
las partes, ya que ello puede ocasionar en el recurrente la indefensión, lo cual esta legal y
constitucionalmente proscrita.

1.2.2. EL REENVIO A JUICIO

Existen casos en los que el recurso es interpuesto con la finalidad de que se celebre un
nuevo juicio, recursos que en buena cuenta denuncian vicios en el procedimiento, que
invalidan de algún modo la decisión al punto de hacerla caer. Declarado esto se tendrá que
realizar un nuevo juicio, lo cual nos dice tácitamente que “todo” se repetirá, con lo cual las
partes, incluso el tribunal, recobraran la plenitud de sus derechos y facultades para así
libremente ejercer su criterio y su discrecionalidad, este y su derecho de defensa, aquellos.

Dos posibilidades:

a) Si nos atenemos al hecho de que el nuevo juicio presupone plena libertad de los
intervinientes estos podrán actuar sin ningún tipo de limitación o atadura proveniente del
hecho de haber existido un juicio anterior (hipotéticamente anulado).

b) Si, por el contrario, damos prioridad al hecho de que le nuevo juicio es producto de un
recurso, interpuesto solo por la d e f e n s a ¸ debemos admitir que la nueva sentencia que se
dicta no podrá empeorar la situación del recurrente en comparación con la sentencia que
sólo el recurrió

Con las palabras del propio tribunal constitucional peruano “este es el espíritu que subyace
en la ley Nº 27454 que modifica el artículo 300° del código de procedimientos penales, esta
ley es clara en definir que, si solo el sentenciado solicita la nulidad de la sentencia
condenatoria, entonces el ius puniendi del estado, cuyo poder se expresa en la actuación de
la instancia decisoria, ha encontrado un límite: el quantum de la pena no podrá ser
aumentado. Distinto como es lógico, será el caso en que el propio estado haya mostrado su
disconformidad con el establecimiento de la pena, a través de un recurso impugnatorio,
pues en tal circunstancia el juez de segunda instancia queda investido incluso de la facultad
de aumentar la pena, siempre que ello no importe la afectación del derecho de defensa, esto
es, siempre que no se sentencie sobre la base de un supuesto que no haya sido materia de
acusación, como ha quedado dicho”.

El texto actual del artículo 300° establece el siguiente procedimiento:

1.- Si el recurso de nulidad es interpuesto por uno o varios sentenciados la corte suprema
solo puede confirmar o reducir la pena impuesta y pronunciarse sobre el asunto materia de
impugnación.

2.- Las penas o las medidas de seguridad impuestas a los sentenciados que no hayan sido
objeto de recurso de nulidad, solo podrán ser modificadas cuando les sea favorable.

3.- Si el recurso es interpuesto por el Ministerio Publico, la Corte Suprema podrá modificar
la pena o la medida de seguridad impugnada, aumentándola o disminuyéndola, cuando esta
no corresponda a las circunstancias de la comisión del delito.

4.- Si el recurso de nulidad se refiere a la reparación civil, la Corte Suprema en todos los
casos solo podrá decidir en los estrictos ámbitos de la pretensión impugnatoria.

1.3. ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

CASO PROHIBICIÓN DE REFORMATIO IN PEIUS


-Sabemos que la prohibición de la reforma peyorativa o reformatio in peius es una garantía
implícita en nuestra constitución que forma parte del debido proceso judicial y está
orientada a salvaguardar el ejercicio del derecho de impugnar la decisión en una segunda
instancia sin que dicho ejercicio implique correr un riesgo mayor de que se aumente la
sanción en perjuicio del impugnante.

-En el caso presentado, la convivencia de los derechos procesales: el de defensa y al de


doble instancia(esta última que permite que toda persona afecta con una decisión, pueda
acudir a una instancia superior para revertir o anular a su favor una decisión) es que se
origina el surgimiento implícito de una garantía constitucional como es la denominada
garantía constitucional como es la denominada denominada interdicción a la reformatio en
peius o reforma peyorativa también llamada non reformatio in peius que exige la
prohibición de que el resultado de la apelación sea en perjuicio para el promotor del recurso
de apelación. De ello podemos colegir claramente que la prohibición de reforma in peius es
una garantía implícita del debido proceso.

-En este sentido se declara que debe entenderse como una garantía que proyecta sus efectos
también en el procedimiento administrativo sancionador y en general en todo
procedimiento donde el Estado ejercite su poder de sanción y haya establecido un sistema
de recursos para su impugnación.

PRINCIPIO A LA PROHIBICIÓN DE REFORMATIO IN PEIUS:

-EL recurso de nulidad fue interpuesto por ende solo se puede confirmar o reducir la pena
impuesta, por lo que no se pudo modificar la sentencia en contra del acusado dando como
resultado que el caso de que el sentenciado decida interponer el recurso impugnativo se
podrá varias el grado de consumación del delito, grado de participación, pena de principal a
accesoria (o viceversa) y el tribunal de revisión no puede integrar el fallo e imponer una
pena omitida aun cuando la ley penal lo establezca, entonces podemos decir que no se le
modifico la sentencia por el principio de prohibición reformatio in peius el cual limita al
juez haciendo que no pueda empeorar la situación del apelante.

-Se propuso una sanción mayor al actor basado en la decisión del jefe de la ODICMA el
cual decidió utilizar la medida disciplinaria de suspensión, la cual actuó dentro de las
funciones contraloras conferidas por la ley orgánica del poder judicial, expresado esto se
puede estimar que se hubiere vulnerado el principio de prohibición de la rejormatio in peius
generando así la desestimación de esta demanda para posteriormente ser declarada
infundada además de ser improcedente respecto al principio ne bis in ídem el cual consiste
en la prohibición de que un mismo hecho resulte sancionado más de una vez, es decir,
supone que no se imponga duplicidad de sanciones.

CAPITULO II: PRINCIPIO DE LEGALIDAD PENAL


2.1. MARCO TEORICO

2.1.1. ¿En qué consiste?

El principio de legalidad penal postula que el delito se define sólo por mandato legal
(reserva de ley); pero no por cualquier mandato con rango de ley, sino sólo por una ley que
reúna cuatro condiciones de validez constitucional (reserva absoluta de ley). Este principio
liberal contiene dos manifestaciones normativas que se esquematizan de la siguiente forma:

Luego, la impregnación del contenido normativo de la doble dimensión del principio de


legalidad sobre el dispositivo normativo permite configurar el aspecto inicial o formal del
tipo penal: nullum crimen sine lege penale.

En efecto, el sometimiento de la ley punitiva al doble filtro del principio de legalidad


penal genera únicamente la dimensión formal del tipo penal que es un instrumento
necesario, pero aún insuficiente para analizar el fenómeno conductual exteriorizado,
voluntario y circunstanciado.

2.1.2. ¿Para qué sirve?

Para comenzar, el principio de legalidad penal, es esencial en el ordenamiento jurídico, se


ve reflejado en los principios tales como, Nullum crimen, que significa (No hay delito ni
pena sin ley previa), es decir, el principio de legalidad penal sirve para que pueda haber un
orden en la justicia. Por ejemplo, Para que una ley este en vigencia se tiene que dar desde el
día siguiente de su publicación, por lo que no rigen para el pasado, sino para el presente y
futuro

A ningún sujeto se le puede enjuiciar o condenar por un hecho que realizo que en ese
momento no se encontraba tipificado como delito, es decir, la ley no tiene una pena para
aquel sujeto que actuó en contra de las normas.
Es importante destacar que todos los delitos deben estar descritos o tipificados en la ley.

Con esto queremos decir que el principio de legalidad penal sirve para que se pueda
condenar a un sujeto o individuo que infringió la ley, esto se da para que pueda haber un
juicio, debido a que, si no hay una ley descrita en el ordenamiento jurídico, el estado no
puede juzgar a un individuo por un hecho típico que cometió.

Pongamos por caso a María, ella tiene una amiga llamada Rosa. Esta joven sale a
escondidas con el novio de María, llamado Juan.

María al verse traicionada por su amiga, decide prenderle fuego, por lo que quema a Rosa,
hasta causarle la muerte.

Es condenada por homicidio calificado que se encuentra tipificado en nuestro código penal
en el art 108, el cual nos manifiesta que la persona que utilice fuego, explosión o cualquier
otro medio capaz de poner en peligro la vida o salud de otras personas. Sera reprimido con
pena privativa de libertad no menor de quince años el que mate a otro concurriendo en
cualquiera de esas circunstancias.

María es condenada por 15 años, sin embargo, a los dos días sale una ley afirmando que el
individuo que es acusado por homicidio calificado tendrá que estar en prisión no menos de
20 años, por lo tanto, María no logra ser condenada por esa ley debido que en el momento
que ella ejecuto el delito no estaba en vigencia, asimismo la ley no es retroactiva, salvo en
materia penal, pero tiene la condición de favorecer al reo.

2.2. MARCO NORMATIVO

2.2.1. PRINCIPIO DE LEGALIDAD EN LA CONSTITUCIÓN

Se encuentra regulado en el artículo 2, inciso 24. El cual establece “Nadie será procesado ni
condenado por acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté previamente calificado
en la ley de manera expresa e inequívoca, como infracción punible; ni sancionado con pena
no prevista en la ley”.

El texto constitucional no hace referencia en forma expresa a las medidas de seguridad, por
lo que una ligera interpretación conduciría a la conclusión errónea de considerar que el
principio de legalidad constitucional no abarca a las medidas de seguridad.

Pero, la constitución no tiene por qué ser un reglamento de prohibiciones y permisiones.


Por el contrario, como la suprema norma jurídica y política del país, que se caracteriza por
ser un faro orientador para todo el ordenamiento jurídico. Solamente consagra principios o
valores supremos de la sociedad y del estado.

2.2.2. PRINCIPIO DE LEGALIDAD EN EL ARTÍCULO II DEL TÍTULO


PRELIMINAR DEL C.P.
El Código Penal, en el art. II (también llamado, “El principio no hay delito sin ley” del
Título Preliminar establece que: “Nadie será sancionado por un acto no previsto como
delito o falta por la ley vigente al momento de su comisión, ni sometido a pena o medida de
seguridad que no se encuentren establecidas en ellas.

El principio nullum crimen sine lege en el delito

Por su importancia se aplica tanto a la parte general como a la parte especial del C.P.
Dentro de la parte general, tiene vigencia en las causas de acción, las reglas de autoría y
participación, las condiciones objetivas de punibilidad, las leyes penales en blanco, las
reglas de la tentativa, los delitos culposos y dolosos.

Tanto en la parte general y especial, el principio se manifiesta en sus 4 consecuencias


como: la prohibición de aplicar retroactivamente la ley penal, la prohibición de dar y
aplicar leyes indeterminadas, la prohibición de aplicar el derecho consuetudinario y la
prohibición de aplicar la analogía.

El principio nullum crimen sine lege en las faltas

Se aplica también a las faltas. Es totalmente lícito y legítimo sostener que si el principio de
legalidad protege al ciudadano frente al estado. A pesar que pueda haber puesto en peligro
bienes jurídicos fundamentalmente que están tutelados por el Dº Penal, con mayor razón
aún, este principio debe proteger al ciudadano cuando su conducta no es tan grave.

En caso de no aplicarse el principio de legalidad a las faltas. De algún modo se estaría


protegiendo a quienes tienen conductas graves (homicidio) y se deja en desamparo a
quienes tienen conductas menos graves (sustracción de 50 soles).

2.3. ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

CASO DE PRINCIPIO DE LEGALIDAD

El caso nos presenta como resultado declarar fundada la presente acción de amparo exigida
por Gonzalo Antonio Costa Gómez Martha Elizabeth Ojeda Dioses en contra del alcalde de
la Municipalidad Provincial de Tumbes manifestando que se vulneraron sus derechos
constitucionales a la igualdad ante la ley, a la legítima defensa, a la libertad de trabajo y al
debido proceso.

Ellos afirman que la Comisión Permanente de Procesos Administrativos Disciplinarios de


la Municipalidad Provincial de Tumbes no cumplió con realizar una investigación
imparcial para determinar su responsabilidad en unas faltas administrativas que se les
imputa, y que, además, ignoró los resultados de las investigaciones policiales referidas a los
mismos hechos y en la cual se descarta su responsabilidad penal.
Señalando al artículo 2°, inciso 24, literal d) de la Constitución Política, este establece que
nadie será procesado ni condenado por acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté
previamente calificado en la ley, de manera expresa e inequívoca, como infracción punible;
ni sancionado con pena no prevista en la ley.

El TC después de estudiar el recurso de amparo en vía de Recurso de Agravio


Constitucional en el presente caso, interpuesto contra la resolución de Sala Especializada en
lo Civil de Tumbes, declaró fundada la demanda de Autos, y ordenó la reposición en sus
respectivos puestos de trabajo de los demandantes dentro de la Municipalidad Provincial de
Tumbes.

Lo que se alega como recurso de principio de legalidad en el presente es que este principio
exige no sólo que por ley se establezcan los delitos, sino también que las conductas
prohibidas estén claramente delimitadas por la ley, prohibiéndose tanto la aplicación por
analogía, como también el uso de cláusulas generales e indeterminadas en la tipificación de
las prohibiciones.

CAPITULO III: PRINCIPIO ACUSATORIO

3.1. MARCO TEORICO

3.1.1. ¿En qué consiste el Principio Acusatorio?

Para empezar, el principio acusatorio es calificado como una de las garantías indispensables
para nuestro ordenamiento jurídico debido al gran impacto que tiene en el derecho, es decir,
el objetivo de esta garantía es poder conocer la acusación manifestada por el fiscal y la
sentencia emitida por un juez, asimismo necesita haber una relación en dichos procesos.

Pongamos el caso de José, él es un joven que es acusado del delito de robo, este individuo
robo una laptop a una joven estudiante de la “Universidad Privada Antenor Orrego”
(UPAO), José ha confesado su delito y dice estar arrepentido, en efecto, el sujeto le
devuelve la laptop y le pide disculpas por el gran susto que le hizo pasar debido a que este
utilizo la fuerza para apoderarse del bien ajeno, en consecuencia, el juez lo condena a 9
años de prisión.

Respecto al caso, es importante señalar que José es acusado de robo, es decir, el juez debió
de darle una pena entre 3 a 8 años de prisión, sin embargo, el operador del derecho le dio
una condena de 9 años, dicho de otra manera, no existe ninguna relación entre la acusación
formulada por el fiscal y la sentencia expresada por el juez.

Es por eso que existe el principio acusatorio para poder determinar si hay una correlación
en el proceso judicial de un sujeto.
Consideramos que ha llegado el momento de preguntarnos: ¿En qué consiste el principio
acusatorio?

El principio acusatorio informa aquel proceso que no va a poder dar inicio sin un previo
ejercicio de un sujeto que no es el juez.

La consecuencia más cercana y deseada, es poder contar con una equidad, imparcialidad, y
rectitud, asimismo busca que el individuo no alcance condena por hechos distintos de los
acusados.

El principio acusatorio como lo manifiesta ARANA (2014) es indispensable para el


modelo procesal actual, debido a que se relaciona con el aspecto característico fundamental
del modelo procesal acusatorio ; es decir , por esta garantía reconocida
constitucionalmente se encarga al Ministerio Público de manera exclusiva la persecución
del delito, el deber de la prueba y la obligación de actuar con objetividad en la
investigación, pues dentro del proceso penal la mencionada institución del Estado velará
por acreditar con suficiente valor probatorio la comisión de un hecho ilícito y la
responsabilidad penal de quien lo cometió.

Estamos de acuerdo con Arana Morales, ya que el principio acusatorio transmite un orden
en el derecho penal debido a que la visión de esta garantía es buscar la imparcialidad y
equidad en un proceso judicial, es decir, aspira a un proceso justo y equitativo para ambas
partes.

CARACTERÍSTICAS

La Característica principal del principio acusatorio es la siguiente: Es la incapacidad de


actuar en juicio oral sin la existencia previa de una acusación fiscal.

Es fundamental resaltar que si no existe una acusación de un hecho típico va hacer


imposible que se realice un juicio oral debido a los procesos que se tiene que cumplir.

En definitiva, debemos distinguir que, por principio acusatorio, la única alternativa para
que se pueda dar un juicio en contra de un sujeto por la comisión de un delito es que se
encuentre una acusación por parte del ministerio público.

3.1.2. ¿Para qué sirve?

El principio acusatorio sirve en el ámbito del proceso penal peruano, es decir, es esencial
para nuestro sistema procesal penal, debido a que exige una variedad de condiciones
procesales, así como la inviabilidad de generar un juicio oral sin una acusación anticipada,
asimismo el principio acusatorio sirve para poder corroborar la sentencia emitida por un
juez y la acusación formulada por un fiscal.

Se da esas condiciones para que pueda existir un juicio justo, equitativo e imparcial.
Es importante destacar la correlación que debe tener una acusación y una sentencia, puesto
que, esta relación ayuda que pueda existir un proceso justo para ambas partes, asimismo
hace referencia a la necesidad de respetar el derecho de defensa; es decir, a no poder
condenar por hechos frente a los que, el acusado no haya podido defenderse.

En resumen, por tanto, el principio acusatorio sirve como una garantía indispensable para
que pueda existir un juicio imparcial en ambas partes, es decir, el principio acusatorio nos
brinda aquellas condiciones para que pueda existir un juez equitativo.

3.2. MARCO NORMATIVO

En el año 1940 entró en vigencia la Ley N° 9024, Código de Procedimientos Penales 18,
que estableció el llamado «proceso ordinario». Este proceso consistía en dos etapas: la
instrucción, fase de investigación realizada por el juez, y el juzgamiento, fase en la cual, el
órgano jurisdiccional superior realiza el juicio oral y emitía sentencia. Como podemos
apreciar, el proceso ordinario tenía una mixtura de dos sistemas (inquisitivo y acusatorio).

En el Perú está previsto por el inciso 1 del art. 356" «El juicio es la etapa principal del
proceso. Se realiza sobre la base de la acusación, sin perjuicio de las garantías procesales
reconocidas por la Constitución y los Tratados de Derecho Internacional de Derechos
Humanos aprobados y ratificados por el Perú».

Consiste en la potestad del titular del ejercicio de la acción penal de formular acusación
ante el órgano jurisdiccional penal, con fundamentos razonados y basados en las fuentes de
prueba válidas, contra el sujeto agente del delito debidamente identificado.

El órgano jurisdiccional no puede iniciar de oficio el juzgamiento. «La acusación


válidamente formulada y admitida produce eficacia (efecto) vinculante. Su fundamento es
la idea rectora de que sin previa acusación es imposible jurídicamente el advenimiento del
juzgamiento oral, público y contradictorio». (MIXAN MASS, Florencio, 2003).

Se reconoce la separación de poderes para el inicio del proceso penal, el ministerio público
le corresponde la función persecutoria del delito, por ello es titular del ejercicio de la acción
penal y publica de la carga de la prueba, asume la conducción desde el inicio y está
obligado a actuar con objetividad indagando los hechos del delito que acrediten
responsabilidad. Al órgano jurisdiccional le corresponde la función decisoria, es decir la
función del fallo; dirige la etapa intermedia y la etapa del juzgamiento y resolver los
conflictos del contenido penal expidiendo las sentencias y demás resoluciones previstas en
la ley. Todo esto está previsto por los artículos IV y V del título preliminar.

El principio de división de poderes restringe la tarea de los jueces a funciones estrictamente


decisorias, propias del Poder Judicial, en este esquema el Juez asume su rol de garante de la
vigencia plena de los derechos humanos. Como lo sostiene Alberto Bovino el principio
acusatorio «es un principio estructural del derecho positivo, de alcance formal en los
supuestos de persecución penal pública, este principio tiene como finalidad principal
realizar la garantía de imparcialidad del tribunal, esto es la actuación objetiva del tribunal,
limitada a las tareas. decisorias que no se comprometen con la hipótesis persecutoria»
(Bovino, Alberto.1966).

La finalidad es aplicar la ley penal de forma justa y directa.

Exigencias planteadas por el principio acusatorio

Una de las exigencias es la correlación entre la acusación y sentencia. La congruencia es el


deber de dictar sentencia impuesto al juez conforme a las pretensiones deducidas por las
partes en el proceso, esto es, la imposibilidad de variar el sustrato fáctico por el cual el
sujeto ha sido sometido a proceso y posteriormente resulta acusado. En efecto, debe existir
congruencia fáctica, por ende, el juzgador no puede introducir en la sentencia ningún nuevo
hecho que sea perjudicial para el acusado, que no figurara previamente en la acusación.

Se vulnera el principio acusatorio si la Sala Penal Superior condena por una conducta que
no fue materia de acusación. Esto es así porque una de las exigencias planteadas por el
principio acusatorio es la correlación entre la acusación y sentencia.
La Corte también ha señalado que “debe existir congruencia fáctica, por ende, el juzgador
no puede introducir en la sentencia ningún nuevo hecho que sea perjudicial para el acusado,
que no figurara previamente en la acusación”.

3.4. ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL

CASO DE PRINCIPIO ACUSATORIO

En el presente caso, como ya se refirió, se solicita la nulidad de la resolución suprema que


confirmó la sentencia condenatoria alegándose que dicho pronunciamiento judicial vulnera
el principio acusatorio ya que condenó al favorecido, pese a que el fiscal supremo en el
marco de la absolución del recurso de nulidad promovido por el beneficiario, se decantó
por la nulidad del juicio oral. Al respecto, cabe señalar que el supuesto acto vulneratorio no
se encuentra dentro del ámbito de tutela del principio acusatorio conforme el Tribunal
Constitucional lo ha manifestado. En efecto, el caso de autos no trata de una condena sin
acusación, de una condena por hechos distintos de los acusados y menos que en doble
instancia fiscal se haya decantado por no acusar. En el escenario descrito el examen del
fondo de la demanda resulta inviable por estar fuera del contenido protegido por el derecho
invocado, lo que importa el rechazo del hábeas corpus.

El principio acusatorio debe ser entendido como una garantía constitucional del proceso
penal actual, lo que importa, conforme ya lo ha señalado el propio Tribunal Constitucional,
las siguientes características : " Que no puede existir juicio sin acusación, debiendo ser
formulada ésta por persona ajena al órgano jurisdiccional sentenciador, de manera que si ni
el fiscal ni ninguna de las otras partes posibles formulan acusación contra el imputado, el
proceso debe ser sobreseído necesariamente; Que no puede condenarse por hechos distintos
de los acusados ni a persona distinta de la acusada; Que no pueden atribuirse al juzgador
poderes de dirección material del proceso que cuestión en su imparcialidad.

PRINCIPIO ACUSATORIO:

El enunciado de este principio, tanto a nivel constitucional como a nivel legal, podemos
concluir que el mismo tiene un doble fundamento; por un lado, se muestra como una
exigencia de seguridad jurídica que requiere la posibilidad de conocer de manera previa los
delitos y las penas; y, por otro lado, es una garantía política de que el ciudadano no podrá
verse sometido a comportamientos arbitrarios provenientes del Estado. El desarrollo de
dicho principio no ha sido ajeno a la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, el cual en
innumerables ocasiones ha señalado que el principio de legalidad tiene una doble acepción,
siendo por un lado un principio de carácter constitucional que informa y limita los
márgenes de actuación de los que dispone el Poder Legislativo al momento de determinar
cuáles son las conductas prohibidas, así como sus respectivas sanciones; y por otro lado un
derecho fundamental que garantiza a toda persona que es sometida a un proceso o
procedimiento sancionatorio que lo prohibido se encuentre previsto en una norma previa,
estricta y escrita. Como se ha podido apreciar en los considerandos precedentes, una de las
exigencias que se derivan de este principio es que la conducta que se imputa como punible
o pasible de sanción, se encuentre previamente descrita como tal en una norma jurídica,
caso contrario el Juez o la autoridad administrativa que apliquen las consecuencias jurídicas
previstas en ellas no podrán concretizarlas.

El principio acusatorio constituye un elemento del debido proceso que "imprime al sistema
de enjuiciamiento determinadas características: Que no puede existir juicio sin acusación,
debiendo ser formulada esta por persona ajena al órgano jurisdiccional sentenciador, de
manera que si ni el fiscal ni ninguna de las otras partes posibles formulan acusación contra
el imputado, el proceso debe ser sobreseído necesariamente; Que no puede condenarse por
hechos distintos de los acusados ni a persona distinta de la acusada; Que no pueden
atribuirse al juzgador poderes de dirección material del proceso que cuestionen su
imparcialidad."
CONCLUSIONES

1. En definitiva, el principio acusatorio es indispensable para el derecho penal, debido a los


grandes aportes que nos transmite a través de aquellas condiciones, con el fin de que se
pueda corroborar la sentencia y la acusación, y en efecto pueda existir un juicio, justo,
imparcial o neutral.

2. El principio de legalidad penal contiene doble dimensión normativa: la reserva de ley y


la reserva «absoluta» de ley, la primera consagra competencia constitucional exclusiva en
el Parlamento y en la ley para definir el delito, la segunda refuerza la legitimidad de la
delimitación delictiva a través de exigencias de validez como taxatividad, restricción
interpretativa, anterioridad y escrituralidad.

3.El principio de legalidad es acorde con los Estado de Derecho, ya que limita el ius
puniendi del cual gozan los Estados a través de sus aparatos jurisdiccionales. Este principio
lo puedo entender de dos maneras, la primera es que el ciudadano al saber las
consecuencias que puede generar su actuar desiste de realizar tales actos delictivos
(prevención general positiva), pero también puede positiva), pero también puede darse que
el Estado mediante la sobre criminalización intente intimidad a la ciudadanía (prevención
general negativa), pero en ambos casos se sabrá qué es lo prohibido y que es es lo prohibido
y que es lo permitido, quedando a lo permitido, quedando al arbitrio de cada uno el a
arbitrio de cada uno el actuar personal.

4.El principio de legalidad se debe aspirar cumplir, ya que, de esta manera, se consigue que
la ciudadanía vuelva a confiar en su aparto jurisdiccional, ya que muchas veces las
decisiones no tienen sólo un respaldo objetivo, sino también una fundamentación subjetiva
por parte de los jueces, más aún en esta época en la que el Cuarto Poder -medios de
comunicación social- dominan la mente humana.

5.La prohibición de reformatio in peius no solo expresa un tema de competencia y


juridicidad desde el punto de vista del Órgano, sino que garantiza en forma directa el
derecho al recurso y en forma indirecta, el derecho de defensa y, por ende, la Tutela
Administrativa Efectiva.

6.la prohibición de la reformatio in peius es una institución procesal que incorpora para el
sujeto que recurre (y que ha resultado condenado) una ventaja añadida, un omatiz de
predicción en la fase del recurso, lo que sin duda contrasta con la característica que, por
antonomasia, acompaña al proceso: la incertidumbre de su resultado. a través de la
prohibición de la reformatio in peius una parte procesal (que impugna en solitario) ve
asegurado un concreto resultado instantes antes de proceder a impugnar la resolución que le
infringe gravamen.

BIBLIOGRAFÍA

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operadores jurídicos del nuevo sistema procesal penal acusatorio garantista.
Gaceta Jurídica S.A. Lima 2014.
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peius.htm
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sancionador/
 Víctor Cubas Villanueva, (2005), “Principios del proceso penal en el nuevo código
procesal penal”. Pg. 1-2
 MIXAN MASS. Florencio. (mayo, 2003)” Juicio Oral, sexta edic1ón”. Ediciones
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 Bovino, Alberto. (1966) “temas de derecho procesal penal”.
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acusatorio? Diario la ley
 SILVA MUÑOZ. Carlos Alfonso. (2008) “La prohibición de la Reforma en Peor en
el Proceso Civil Peruano”
 EXPEDIENTE Nº 1918-2002-HC/TC. Fundamento cinco. Tribunal Constitucional
del Perú. Fuente: Pagina Web del Tribunal Constitucional del Perú.)
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 https://img.lpderecho.pe/wp-content/uploads/2018/04/LP-Exp.-00196-2016.pdf
 https://www.mef.gob.pe/contenidos/tribu_fisc/jurisprude/acuer_sala/2008/resolucio
n/2008_5_13640.pdf
 https://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2005/02192-2004-AA.html
ANEXOS
EXP. No. 10251-06/ARBITRIOS MUNICIPALES/CARLOS GUILLERMO MARTEL
CASTIGLIONE/LINCE – LIMA

Se presenta a el señor Carlos Guillermo Martel Castiglione incurre a la apelación de puro


derecho en contra de la resolución emitida por la Municipalidad Distrital de Lince.

Con respecto al principio de legalidad, cabe indicar que implica utilizar el instrumento legal
idóneo previsto constitucionalmente. Este principio constituye una garantía esencial en el
Derecho Tributario en cuya virtud se requiere que todo tributo sea sancionado por ley,
entendida esta como la disposición que emana del órgano constitucional que tiene la
potestad legislativa conforme a los procedimientos establecidos por la Constitución para la
sanción de las leyes, y que contiene una norma jurídica, en este caso consiste en la
imposibilidad de requerir el pago de un tributo si una ley o norma de rango equivalente no
lo tiene regulado.

Asimismo, a criterio del citado Tribunal, el principio de legalidad, en sentido general, se


entiende como la subordinación de todos los poderes públicos a leyes generales y abstractas
que disciplinan su forma de ejercicio y cuya observancia se halla sometida a un control de
legitimidad por jueces independientes.

En el presente caso, la Constitución y La ley Orgánica de Municipalidades han establecido


que la creación de tributos por parte de los gobiernos locales se debe efectuar mediante una
ordenanza, norma a la que se ha reservado la posibilidad de regular materia tributaria en el
ámbito municipal, siendo que, en el caso de Municipalidades Provincial respectiva, en un
plazo determinado, pero se manifiesta a que la ordenanza que sustenta los cobros arbitrales
municipales, no se ajusta a lo previsto por la Ley de Tributación Municipal ni a los criterios
establecidos por el Tribunal Constitucional.

De este modo se sostiene que las normas mencionadas no explican los costos de los
servicios públicos a la vez que no cuentan informe técnico-financiero que sustente el
respectivo plan operativo, en este caso sin la debida justificación.

CRÍTICA GENERAL

Respecto a ambas prohibiciones concluyo que se puede aprender distintas cosas referentes a
la teoría general del proceso y cabe recalcar que es muy basto y arduo el conocimiento que
se emplea para el entendimiento de documentos jurídicos siendo estos más un trabajo de
investigación debido a los diferentes términos empleados, que al ser comprendidos facilitan
lectura de estos, hablando más concretamente de las prohibiciones en sí, puedo decir que
son interesantes y expresan muy bien con pocas palabras conceptos que si bien no son muy
extensos, pueden llegar a confundir nuestra capacidad de entendimiento referente al
material jurídico al cual estemos comprendiendo.

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