Está en la página 1de 8

UNIVERSIDAD ITIAN

INGENIERIA INDUSTRIAL
Y
EN SISTEMAS

PROFESOR:
MTRO. FRANCISCO VILLAVERDE SANTIAGO

INVESTIGACIÓN
EL CONSUMO Y LA INVERSIÓN
TRABAJO

ALUMNA:
Ericka Yannely Hernández Bautista

POZA RICA VERACRUZ A 28 DE NOVIEMBRE DE 2020


La Función del consumo
En Economía, la función de consumo, o, mejor dicho, la función de gasto en
consumo, es una simple función matemática usada para expresar el gasto de los
consumidores. Fue mencionada por primera vez por John Maynard Keynes, que
trató de detallarla en su libro más famoso Teoría general del empleo, el interés y el
dinero. La función se usa para calcular la cantidad total de consumo en una
economía. Debido a la falta de herramientas matemáticas cuando fue diseñada por
primera vez, se ideó una función muy simplista. Constaba de un consumo autónomo
que no es influenciado por la renta corriente y de un consumo inducido que si resulta
influido por el nivel de renta de la economía.

Esta función podría escribirse de distintas formas, siendo la más simplista .


Una versión refinada de la función de gasto en consumo inicial se muestra a
continuación:

donde

• C = consumo total,
• c0 = consumo autónomo (c0 > 0),
• c1 es la propensión marginal a consumir (0 < c1 < 1), y
• Yd = renta disponible (renta que queda tras la intervención del Gobierno
– beneficios, impuestos pagos por transferencia – o Y + (G – T)).
El consumo autónomo representa el consumo cuando la renta actual es cero. Se
considera normalmente asumido que este consumo es positivo. La propensión
marginal a consumir (PMC), por otro lado, mide la tasa a la que cambia el
consumo cuando cambia la renta. Desde el punto de vista de su representación
geométrica la PMC es la pendiente de la función de consumo.
La PMC se asume como positiva. De esta forma, según la renta se incrementa, el
consumo aumenta. Sin embargo, Keynes mencionó que los incrementos (de la
renta y el consumo) no son iguales. De acuerdo con su exposición, "según la renta
se incrementa, el consumo aumenta, aunque no tanto como aumenta la renta".
La función de consumo Keynesiana se conoce también como hipótesis de la renta
absoluta, pues solo basa las variaciones del consumo en las variaciones de la
renta corriente e ignora la posible renta futura (o la falta de ella).
El Ahorro Marginal
La propensión marginal al ahorro mide la parte de la renta destinada al ahorro
o inversión cuando la renta se incrementa en una unidad.
En otras palabras, la propensión marginal al ahorro mide la parte que los
consumidores, ya sean organizaciones, personas o territorios, dedican al ahorro
cuando crece su renta. Se trata de un indicador, entre otros, del nivel de desarrollo
de una sociedad, ya que a medida que una sociedad disfruta de un mayor nivel de
desarrollo económico, destinará una mayor parte de la renta al ahorro o inversión,
por tener copado todo el consumo posible, que es la otra parte a la que se dedica
la renta.
Esta ratio es un indicador de la distribución de la renta disponible, por lo que, si la
propensión marginal al ahorro se sitúa en torno al 0,25, supone que, de cada
incremento de renta, el individuo destina el 25% al ahorro. En tanto, el 75% restante
iría al consumo. El término marginal hace referencia a movimientos (incrementos o
decrementos) de variables económicas, en este caso la renta. De ese modo, permite
aclarar en qué medida un individuo, organización o país utiliza los crecimientos en
los ingresos.
Formulación
La función del consumo agregado es:
donde:
C: Gasto en consumo
Y: Renta disponible
a: Consumo autónomo
c = 1 – s: Propensión marginal a consumir o, dicho de otra manera, la parte de los
incrementos de renta destinada al consumo.
En este caso, puesto que se tratan de valores marginales, es decir, de incrementos
por unidad, despejamos c.
c: C / Y = a/Y + c
y a su vez, tenemos que C / Y = a/Y + (1-s), ya que c=1-s

Sustituimos c por 1-s, siendo s la propensión marginal al ahorro, es decir, aquella


parte de los incrementos de la renta que no dedicamos al consumo, tal que Y = C +
S (donde S es la renta destinada a ahorro), y para calcular los incrementos en la
renta por unidad, utilizamos la siguiente expresión:
siendo Δ los incrementos de las variables en una unidad.

Finalmente, volvemos a sustituir para que el ahorro y el consumo sumen la totalidad


de la renta (1 = ΔC/ΔY + ΔS/ΔY), llegando a la conclusión inicial de 1 = c + s, donde
s es la propensión marginal al consumo.
La Curva de Demanda de
Inversión
En microeconomía, la curva de demanda es el gráfico que representa la
relación entre el precio de un determinado bien o servicio y el nivel o cantidad
de demanda que los consumidores aceptan.
En la teoría económica neoclásica, la curva de demanda es una de las herramientas
para estudiar el efecto de los precios. Se representa a partir de un gráfico donde se
recoge la relación entre nivel de demanda y precios, siendo ésta decreciente puesto
que la relación es inversa. Esta característica (pendiente negativa) está recogida en
la famosa ley de la demanda.
Con excepción, eso sí, de que la competencia sea perfecta. Ya que cuando la
competencia es perfecta, la curva de demanda es horizontal. No obstante, es
importante indicar que las situaciones de competencia perfecta suelen centrarse en
marcos teóricos.
Así, una ecuación de demanda que sea:
Qd= 190-2P
Indica que a medida que el precio sea mayor los consumidores querrán una menor
cantidad.
De esta relación también podemos obtener las elasticidades, que señalan en qué
proporción varía la demanda cuando hay un movimiento incremento o decremento)
en el precio de una unidad. Podemos así estudiar la incidencia en los consumidores
de los cambios en los precios.
En el mismo gráfico se incluye también la curva de oferta, con la que se
establece la relación directa entre precio y nivel de oferta, que es
creciente debido a la relación directa entre precios y nivel de oferta.
De la intersección de ambas, surge el precio de equilibrio, que es aquel
que determina el precio a partir del cual se produce una situación ideal
de estabilidad sin excedentes, a partir del cual toda la oferta de los
productores es adquirida por los demandantes.
Desplazamientos de la curva de demanda
La demanda no es estática, y no permanece inalterable en el tiempo si no que varía
en función de algunos factores externos a la ecuación. En consecuencia, se pueden
producir desplazamientos de la curva de demanda en función de otros cambios de
otros factores relacionados. Gráficamente señala de forma estática el nivel de
demanda que se obtiene para cada precio.
Sin embargo, los desplazamientos pueden ser debidos a diversas circunstancias,
originando un nuevo precio de equilibrio y una nueva curva gráfica que suponen
niveles de demanda diferente para un mismo precio. Los desplazamientos de la
curva de demanda pueden deberse a:
• Aumentos en el número de demandantes del bien.
• Cambios en las perspectivas de precios futuros.
• Cambios en los gustos de los consumidores.
• El aumento de la renta en los consumidores.
• Cambios en los precios de bienes sustitutivos.
El Equilibrio Del Ahorro Y
La Inversión
El ahorro que realiza un país es fundamental para poder financiar las nuevas
inversiones que quiera acometer, lo que redundará en un mayor crecimiento de su
economía y, a largo plazo, en un mayor nivel de vida.
La renta que genera un país se destina, una parte al consumo y otra parte al ahorro,
existiendo una relación directa entre dicho ahorro y la inversión.
En toda economía siempre se cumple:
Ahorro = Inversión
Por tanto, para que un país invierta más, debe consumir menos y ahorrar una parte
mayor de su renta.
Vamos a tratar de explicar el porqué de esta igualdad (Ahorro = Inversión) (a ver si
lo conseguimos).
Para simplificar la explicación (falta nos hace), supondremos que se trata de un país
que no tiene comercio exterior (no exporta ni importa), por lo que el PIB viene
definido como:
Y=C+I+G
Donde: Y (PIB), C (Consumo), I (Inversión), G (Gasto Público).
Si despejamos la inversión, tenemos que:
I = Y - C - G (Ecuación 1ª)
Por otra parte, la renta generada se destinará, una parte al ahorro (S) y otra al
consumo (tanto al privado "C", como al público "G"):
Y=S+C+G
Si se despeja el ahorro (S) tenemos que:
S = Y - C - G (Ecuación 2ª)
Ahora, relacionando la Ecuación 1ª con la Ecuación 2ª tenemos que:
I=S
Luego, hemos demostrado (sí, sí, lo hemos demostrado... que corra el champán)
que el ahorro es igual a la inversión.
Economía con sector exterior
La relación que acabamos de explicar (S=I) también se cumple cuando
se considera el sector exterior. En este caso:
Y = C + I + G + NX
Donde (NX) es la posición neta de comercio exterior (exportaciones importaciones).
Si operamos con la ecuación tenemos:
Y - C - G = I + NX
Por otra parte, ya vimos antes que el ahorro se puede expresar:
S=Y-C-G
Luego, podemos concluir que:
S = I + NX
Por otra parte, la posición neta de comercio exterior (NX) es igual a la inversión
exterior neta (IEN). Más de uno se preguntará que "¿por qué?". Vamos a tratar de
verlo con un ejemplo:
Supongamos que España tienen un superávit comercial con Japón (NX > 0) (se
trata de un ejemplo, que nadie ponga el grito en el cielo).
Las empresas exportadoras españolas irán al Banco de España a cambiar los yenes
recibidos por pesetas, lo que producirá un aumento de sus depósitos en yenes. Por
tanto, España aumentará su posesión de activos japoneses (el yen es un activo
japonés), o lo que es lo mismo, incrementará su inversión exterior neta (en la misma
cuantía que el superávit comercial).
Por tanto:
S = I + IEN
Es decir, que el ahorro es igual a la inversión interior más la inversión exterior neta.
Si España ahorra una determinada cantidad, ésta se destinará bien a financiar la
inversión interior, bien a financiar la inversión exterior.

También podría gustarte