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Universidad de Murcia

Facultad de Comunicación y Documentación

“El periodismo es libre o es una farsa”


Rodolfo Walsh, un periodista tras las huellas de la libertad

Por
Ana Belén Jara
FannyDesfray
Gracia Cristina García López
“El periodismo es libre o es una farsa”
Rodolfo Walsh

Índice
1- La vida de Rodolfo
2- Periodista
3- Adiós a la libertad
4- Periodista al pie del cañón
5- El hombre desaparecido
6- Sus obras literarias
8- Su legado en el periodismo
9- Su nombre, la marca del periodismo
10- Ecos de su voz
11- Conclusión y opinión personal

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“El periodismo es libre o es una farsa”
Rodolfo Walsh

1. La vida de Rodolfo
Rodolfo Jorge Walsh, nació en Lamarque, Argentina, el 9 de enero de 1927 y
desapareció en Buenos Aires el 25 de marzo de 1977. Era un famoso periodista,
escritor, dramaturgo y traductor pero sobre todo es considerado como uno de los
fundadores del periodismo de investigación.

Perón y su esposa "Isabel" Martínez cuando asumían la presidencia de la república Argentina el 12 de


octubre de 1973.

Carnet de Identidad de Rodolfo

Criado en el seno de una familia conservadora de ascendencia irlandesa, la infancia


de Walsh dejó huellas en su escritura. Llegó a Buenos en 1941, cuando tenía 14 años
para realizar sus estudios secundarios. Luego, comenzó a estudiar filosofía y letras
pero abandonó para emplearse en los más diversos oficios: fue oficinista de un
frigorífico, obrero, lavacopas, vendedor de antigüedades y limpiador de ventanas. El
mismo decía: "Fui lavacopas, limpiavidrios, comerciante de antigüedades y
criptógrafo", queriendo alivianar esa imagen deshumanizada con la que se mira a los
grandes humanos. A los 17 años, empezó a trabajar en la editorial Hachette como

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corrector de pruebas de imprenta, lector, antólogo y traductor. Colaboró también en


las revistasLeoplán y Vea y Lea. En 1953 publicó Variaciones en rojo y la primera
antología de cuentos policiales argentinos.

“Mi vocación se despertó tempranamente:


a los ocho años decidí ser aviador. Por una
de esas confusiones, el que la cumplió fue
mi hermano, supongo que a partir de ahí
me quedé sin vocación y tuve muchos
oficios: El más espectacular: limpiador de
ventanas; el más humillante: lava copas; el
más burgués: comerciante de
antigüedades; el más secreto: criptógrafo
en Cuba”.

En una noche de junio de 1956, recibió las primeras noticias sobre el levamiento de
los generales Valle y Tanco; seis meses después comenzó su investigación sobre los
fusilamientos clandestinos de civiles. El año siguiente, apareció Operación Masacre
con el que Walsh inauguró en Argentina, “la novela de no ficción” en la cual la
investigación periodística sirve de punto de partida para la narración de hechos
reales pero recurriendo a la ficción. Tanto en este libro como en sus investigaciones
posteriores como “¿Quién mato a Rosendo?”, Walsh incorporó las técnicas de la

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investigación y los procedimientos del género político, como el uso del enigma y del
suspenso.

En 1959, viajo a Cuba para participar a la fundación de la agencia Prensa Latina


junto con su colega y compatriota Jorge Mascetti. A partir de este momento Walsh
había decidido que no sería nunca más un simple observador privilegiado del
mundo, sino que quería formar parte activamente de él, como jefe de Servicios
Especiales en el Departamento de Informaciones de la Prensa Latina. Con sus
conocimientos de criptógrafo, descubrió, a través de unos cables comerciales, la
invasión a Bahía de Cochinos por los Estados Unidos.

2. Periodismo
Meses después de producidos los fusilamientos clandestinos en el basural de José
León Suárez por órdenes del gobierno de la “Revolución Libertadora”, recibió la
información de que había un superviviente: Juan Carlos Livraga.

Tras la reunión que mantuvo con el fusilado vivo, se dispuso a escribir un libro, del
que decía: “es la historia que escribo caliente y de un tirón, para que no me ganen de
mano, pero que después se me va arrugando día a día en un bolsillo porque la paseo
por todo Buenos Aires y nadie me la quiere publicar, y casi ni enterarse”.

Al fin, consiguió la publicación, en 1957, en un diario nacionalista llamado


Revolución Nacional. Los dueños de la revista Mayoría, los hermanos Tulio y

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Bruno Jacovella, recomendaron a Walsh presentarse en el Estudio Ramos Mejía y


apalabrar dicha publicación con el director, el doctor Marcelo Sánchez Sorondo.

De esta manera Rodolfo Walsh se abrió camino por vez primera en lo que suponía la
salida al público de sucesos tan importantes como fusilamientos ilegales. Su madera
de periodista serio, pero no convencional, lo llevó a meterse en la piel de toda
víctima, al punto de dejar a un lado su propia seguridad para poder informar con
franqueza de todo cuanto ocurría al margen de la ley por parte de las autoridades.

3. Adiós a la libertad
Para entender el clima que se vivió durante la vida
de Rodolfo en Argentina, es necesario delinear los
cambios que se vivieron en el Estado en esos años.

Perón y su esposa "Isabel" Martínez cuando asumían la


presidencia de la república Argentina el 12 de octubre de 1973

Desde fines de la década del '60 fue creciendo en la


sociedad la imagen de una realidad atravesada por
la violencia institucionalizada e indiscriminada que
se expresaba en distintos niveles. Así se sucedieron
diversos golpes de Estado, hasta el regreso de
Perón al país, quien tras años de ser proscripto, fue
reelecto.

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.El tercer gobierno de Perón estuvo signado por permanentes conflictos entre sus
seguidores de izquierda y derecha, grupos parapoliciales con apoyo estatal que
persiguieron y mataron a militantes de izquierda. Perón falleció el 1 de julio de
1974 y fue sucedido por su esposa Estela, quien en medio de la violencia política
imperante, y tras la influencia de López Rega, perdió el control de la situación.
LopezRega dirigió La Tiple A que estuvo a cargo de instalar la idea de
“subversión” para denominar a los que estaban en las guerrillas. Pero en realidad,
esta palabra podía abarcar a un sacerdote, un delegado gremial, un profesor, un
militante político o un estudiante. Al no ser grupos sino personas subversivas, se
incluía a cualquier izquierdista o cualquier opositor, aunque no empeñase armas ni
formase parte de grupos guerrilleros.

El 24 de marzo de 1976 tomó el poder de la Nación Argentina el golpe de estado


que se autodenominó Proceso de Reorganización Nacional destituyendo así a Estela
Martinez de Perón y continuando la idea de combatir a la “subversión”. A partir de
ese día, Jorge Rafael Videla, el almirante Emilio Eduardo Masera y el brigadier
Orlando Ramón Agosti serían los encargados del país.

Durante este régimen de facto se disolvieron todos los cuerpos legislativos y se


removieron a todos los funcionarios. Además, se caracterizó por la prohibición de la
actividad de todas las asociaciones, partidos políticos y entidades gremiales, y por
asumir la totalidad del poder.

Jorge Rafael Videla presidió el gobierno desde el inicio del golpe en 1976 hasta el
29 de marzo de1981, cuando lo sucedió el general Roberto Viola. Tras una
enfermedad, éste abandonó su cargo el 11 de diciembre de 1981 y asumió el
general Leopoldo Galtieri, quien gobernó hasta junio de 1982. El último
presidente militar fue el general Reinaldo Bignone.

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Se instituye el proceso de Reorganización Nacional.

Durante esta dictadura, miles de personas fueron asesinadas en las cárceles


clandestinas que el régimen organizó en todo el país. A pesar de que los jefes
militares reconocían haber derrotado totalmente a las organizaciones guerrilleras, la
represión contra la población civil no
cesó. “La historia parece propiedad
privada cuyos dueños son los
Unos de los que más tuvieron que dueños de todas las otras
sufrir durante este periodo fueron los cosas”. (Rodolfo Walsh)
jóvenes, quienes al igual que el resto
de la población, no gozaban de
libertad, eran constantemente vigilados y no podían expresar sus disgustos ni nada
que estuviera en contra del gobierno de facto.

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Un sector de los jóvenes, eligió el camino de la guerrilla para generalizar su


descontento. Pero para otros, la mayoría, el camino elegido el artístico e intelectual,
donde encontraban una forma eficiente para burlar la censura y represión que el
Estado ejercía sobre un vasto sector de la población, y por la cual, podían manifestar
su descontento.

Además muchos intelectuales y artistas debieron dejar el país para poder escapar a la
persecución que el régimen les imponía. Así la clandestinidad se convertía en
moneda corriente para quienes no podían renunciar a sus ideales.

La violencia fue la herramienta principal en la que se basaron para instaurar su


concepto de “orden”. A través de ella se ejerció una matanza sistemática y la tortura
contra las personas que consideraban sospechosas para lograr que estos contaran
quienes eran sus lideres. Pero para ocultar todo esto, utilizaron los medios de
comunicación y crearon el concepto de “desaparecido”, ya que madres y abuelas
comenzaron a reunirse en la Plaza de Mayo para pedir la aparición con vida de sus
hijos y de sus nietos.

El secuestro, la tortura y la muerte fueron los tres elementos básicos de la represión.


La metodología empleada fue ensayada durante el Operativo Independencia en
Tucumán, luego abarco todo el país desarrollándose en la absoluta clandestinidad en
los centros de tortura.

Desde la lógica represiva, todo individuo calificado del izquierdista era un enemigo
a exterminar. Cada fabrica, oficina, universidad y colegio debería ser depurada, y
aquellas que estaban al servicio de la “subversión” deberían ser destruidas. Así se
realizaban “listas negras” donde se escribían los nombres de los sospechosos.

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Madres de Plaza de Mayo.

Comunicado N° 19, 24 de marzo de 1976

“Se comunica a la población que la Junta de Comandantes Generales ha


resuelto que sea reprimido con la pena de reclusión por tiempo
indeterminado el que por cualquier medio difundiere, divulgare o propagare
comunicados o imágenes provenientes o atribuidas a asociaciones ilícitas o
personas o grupos notoriamente dedicados a actividades subversivas o al
terrorismo. Será reprimido con reclusión de hasta diez años, el que por
cualquier medio difundiere, divulgare o propagare noticias, comunicados o
imágenes, con el propósito de perturbar, perjudicar o desprestigiar las
actividades de la Fuerzas Armadas, de Seguridad o Policiales.”

El propósito de los golpistas de 1976 era fundar una nueva legalidad, una nueva
escala de valores y de normas sociales que redujera el exterminio del disidente
político a la categoría de procedimiento político rutinario, como método
fundamental de ejercicio del poder en un nuevo orden que sustituyera la discusión y
la crítica abierta de lo político y lo social por la obediencia ciega, en una nueva

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pirámide de rígidas jerarquías coronadas por una elite integrada pro los comandantes
golpistas y sus socios civiles.

La muerte del opositor se transformaba en un objetivo y un horizonte político


definido consciente por los jefes militares, ya que eran el fundamento constitutivo de
la sociedad en la que se había suprimido el disenso. Basta para ello como prueba las
palabras de Videla justificando el secuestro y desaparición, la muerte clandestina de
disidentes, para evitar el impacto emocional en la opinión pública de fusilamiento a
la luz del día y masivos. Que la muerte era el objetivo, eso no se discutía. Según éste
nadie en la cúpula o los escalones subalternos de la dictadura dudaba sobre la
decisión de asesinar. La discusión giraba sólo sobre si las ejecuciones de disidentes
debían ser públicas o secretas.

4. Periodista al pie del cañón


Luego de su viaje por Cuba, regresó a la Argentina y comenzó a trabajar en la
revista Panorama y ya durante la dictadura de Onganía en 1966, fundó el semanario
de la CGT (Central General de Trabajadores) de los Argentinos.

A mediados de 1970, Walshcomenzó a relacionarse con el Peronismo de Base,


brazo político de las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) que, en 1973, se fusionó
con Montoneros. En ella su primer nombre de guerra fue “Esteban” y luego fue
conocido como “El Capitán”, “Profesor Neurus” o “Neurus”.

Entre 1972 y 1973, trabajó en un proyecto comunitario de las villas miseria de


Buenos Aires, donde enseñaba periodismo, además de ayudar a los estudiantes a
publicar el Semanario Villero. Para 1973, cuando se publicó su último libro

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verídico, ya había ingresado al área de informaciones de Montoneros, una facción de


izquierda nacionalista peronista que se convirtió en un movimiento guerrillero
urbano. Sirvió como jefe de la sección de nota roja de Noticias, un diario montonero
cerrado por el gobierno al año siguiente.

En 1974 comenzaron las diferencias de Rodolfo Walsh con Montoneros, a partir del
pase a la clandestinidad decidido por la organización. A finales de 1975 algunos
oficiales, entre los que estaba Walsh, comenzaron a elaborar documentos afirmando
que Montoneros debía "volver a integrarse al pueblo, separar a la organización en
células de combate
estancas e
independientes,
distribuir el dinero entre
las mismas y tratar de
organizar una
resistencia masiva,
basada más en la
inserción popular que en
operativos del tipo foquista".

En 1976, dada la censura impuesta por la dictadura militar Walsh creó ANCLA,
(Agencia de Noticias Clandestina), y la “Cadena informativa” un sistema de difusión
de información de mano en mano cuyas gacetillas decían en el encabezado:

"Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a


mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de
cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa

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en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral


de un acto de libertad. Derrote el terror. Haga circular esta información".

El adiós
Walsh con su hija Maria Victoria
“Vicky”

El 29 de septiembre de 1976,
muere en un enfrentamiento
su hija Vicki que tenía 26
años, una hija y era militante
de Montoneros. Luego,
muere también su amigo
Paco Urondo en Mendoza perseguido por fuerzas
militares conjuntas.

Patricia Walsh, la otra hija de Rodolfo.

El caso de Walsh es uno de los más


dramáticos de la Argentina de los
últimos años: después de editar
varias novelas con mucho éxito y
algunos escritos con no menor
impacto (entre ellos el cuento "Esa
mujer"), comenzó a sentir la presión
del peso de las responsabilidades, en
el orden personal, que le llevaron a adquirir un compromiso con la realidad social de

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su país y con la devastación de los criterios de


convivencia y de solidaridad más elementales.
Fragmento de “Carta
El 24 de marzo de 1977 al cumplirse un año de Abierta de un escritor a la
la dictadura, envía su famosa Carta Abierta de Junta militar”
un escritor a la Junta militar (por la que “Colmadas las cárceles ordinarias, crearon
diseñaba el cuadro de violación de los derechos ustedes en las principales guarniciones del
país virtuales campos de concentración
humanos y de perjuicios a la economía nacional
donde no entra ningún juez, abogado,
que caracterizaba al régimen) a las redacciones periodistas, observador internacional. El
de los diarios, y nadie la publicó. secreto militar de los procedimientos,
invocando como necesidad de la
investigación, convierten a la mayoría de
las detenciones en secuestros que permiten
la tortura sin límites y el fusilamiento sin
5. El hombre juicio.

Más de siete mil recursos de habeas corpus


han sido constatados negativamente este
desaparecido año. En otros miles de casos de
desaparición el recurso ni siquiera se ha
El 25 de marzo de 1977, entre las 13.30 y las presentado porque se conoce de antemano
16, Walsh fue secuestrado por un grupo de su inutilidad o porque no se encuentra
abogado que ose presentarlo después que
Tareas de la ESMA ( Escuela Superior de
los cincuenta o sesenta que lo hacían a su
Mecánica de la Armada, que fue durante la turno fueron secuestrados.
dictadura un centro clandestino de detención) De este modo han despojado ustedes a la
comandado por el oficial de Inteligencia García tortura de su límite en el tiempo. Como el
detenido no existe, no hay posibilidad de
Velasco. Según sobrevivientes de la ESMA,
presentarlo al juez en diez días según
Rodolfo debía ser tacleado por el oficial de manda una ley que fue respetada aun en las
Marina y ex rugbier Alfredo Astiz, quien falló cumbres represivas de anteriores
dictaduras”.
en su intento. Esto generó una momentánea
confusión que permitió a Rodolfo gatillar el

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revólver calibre 22 que guardaba en la entrepierna. Así hirió a uno de sus agresores,
que quedó rengo. Luego, fue herido de muerte y su cuerpo nunca apareció. Según
declaraciones de detenidos que sobrevivieron, en la ESMA (Escuela Mecánica de la
Armada) su cuerpo fue exhibido posteriormente a los secuestrados.

La vida y obra de Walsh fue retratada en el documental "P4R+, Operación Walsh"


(2000) de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y ha recibido premios
nacionales (Cóndor de
Plata a la mejor
película, año 2000) e
internacionales.
Los integrantes de la
ESMA fueron juzgados
en un proceso judicial
por el secuestro y la
muerte del escritor.

El 26 de octubre de
2005, fueron detenidos
12 militares, entre los
que estaba el ex marino Juan Carlos Rolón, en relación con la muerte de Rodolfo
Walsh.
El 26 de octubre de 2011, fue leído el veredicto por el Tribunal, luego de casi dos
años de audiencias por los que declararon 160 testigos, 79 de los cuales eran
sobrevivientes del centro clandestino.

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El fallo se leyó ante una masiva concurrencia de militantes políticos y de


organizaciones de derechos humanos, también ingresaron al tribunal el secretario de
Derechos Humanos de la Nación; el presidente del Consejo de la Magistratura; el
Secretario Letrado de la Corte Suprema y la titular de Abuelas de Plaza de Mayo.

A medida que se comunicaban las


sentencias, el público aplaudía y festejaba.
La situación más tensa ocurrió cuando se "El sistema no castiga a sus
leyó la sentencia a Astiz, quien fue hombres: los premia. No encarcela a

condenado a reclusión perpetua. En ese sus verdugos: los mantiene."

momento, aumentaron los gritos en su


contra, lo que motivó una leve sonrisa del
ex militar que, además, se tocó la escarapela que llevaba en su saco.

Fueron también condenados a prisión perpetua: Jorge "Tigre" Acosta, Ricardo


Cavallo, Antonio "Rata" Pernías, Adolfo DondaTigel, Manuel Jacinto García, Oscar
Antonio Montes, Alberto Eduardo "Gato" González, Jorge Carlos "Ruger" Radice,
Néstor Omar "Norberto" Savio, Raúl Enrique "Mariano" Scheller, ErnestoFrimón
Weber, y Ernesto Weber que dijo después de la muerte de Walsh :“Lo bajamos a
Walsh. El hijo de puta se parapetó detrás de un árbol y se defendía con una 22. Lo
cagamos a tiros y no se caía el hijo de puta”.

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Rodolfo Walsh

El último día
Lilia Ferreyra (mujer y compañera de Rodolfo Walsh)“Hace 28 años me separé de
Rodolfo en Constitución, sin saber que ese mediodía radiante de marzo iba a
quedar clavado en mi memoria. Fue el último día que vi su sonrisa cuando le dije
que no se olvidara de regar esa noche el almácigo de lechugas que habíamos
sembrado la tarde anterior en el jardín de nuestra casa en San Vicente.

Era la 1.30 cuando cruzó la calle Brasil apretando bajo un brazo el portafolio
donde llevaba las primeras
copias de la Carta de un
Escritor a la Junta Militar.
Había cumplido con lo que
también fue su última
apuesta: terminar y distribuir
esa carta al cumplirse un año
del nefasto gobierno de
Videla, Massera y Agosti.

Los meses previos habían


sido dolorosamente intensos.
La muerte de su hija Vicki en un enfrentamiento con fuerzas militares y el
allanamiento de la casita en el río Carapachay donde solíamos pasar los fines de
semana, nos habían obligado a salir de la Capital Federal, el “territorio cercado”.
Así llegamos a San Vicente, en el conurbano bonaerense, donde Rodolfo, en su
integralidad como intelectual y militante, imaginó el tiempo por venir trabajando en
sus escritos literarios y políticos sin dejar de pertenecer a la organización
Montoneros. En ese largo verano, comenzó a definir la estructura de la Carta a la

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Junta, pulió el cuento Juan se iba por el río, organizó sus papeles en carpetas con
los despachos de la Agencia Clandestina de Noticias y de Cadena Informativa;
otras que clasificó con los títulos de sus futuros cuentos, como El 27 (un relato
sobre su padre y su infancia en el campo), y también una en cuya carátula escribió
“Los caballos”, donde guardó las páginas de sus memorias sobre su relación con la
política, la literatura y la vida.

La noche del 24 de marzo terminó de teclear en la Olympia portátil la última copia


de la Carta. Había ganado la apuesta. Salimos al jardín bajo la claridad del cielo
estrellado y, como tantas otras veces, señaló las constelaciones. Desde afuera, la
casa, iluminada por dentro con las lámparas de querosén, se veía cálida y
protectora. Caminamos por el pasto recién cortado; todo estaba listo para recibir el
próximo sábado con un asado a nuestras primeras visitas: su hija Patricia con su
marido y sus dos hijos, María de tres años y Mariano, recién nacido.

Al día siguiente, tomamos el tren a Constitución. Al llegar, hizo unos llamados para
arreglar encuentros con compañeros que colaborarían en la distribución de la
Carta. La primera de esas citas era caminando por San Juan, entre Sarandí y Entre
Ríos. No llegó a la segunda, prevista para las 15 horas.

Alrededor de las 2 de la tarde, un grupo de tareas de la ESMA lo había emboscado


en las inmediaciones de la avenida San Juan. Al notar que se les escapaba, lo
acribillaron con su poderoso armamento pese a que Rodolfo sólo llevaba una
pistola Walther PPK calibre 22. Sobrevivientes que vieron su cuerpo en la ESMA
cuentan que su torso estaba casi cortado en diagonal por la ferocidad de los
impactos. Esa noche, el grupo de tareas destruyó la casa de San Vicente y robó todo
lo que había en su interior. Y lo más íntimo e insustituible, sus escritos inéditos.

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En 1972, al enumerar en su diario las cosas que quería, Rodolfo incluyó la


“revelación de lo escondido” y la “esperanza insobornable”. Hoy, la detención de
los responsables de su desaparición demuestra que esa esperanza insobornable por
la Justicia abre las puertas para la revelación de lo escondido, aunque hayan
pasado 28 años de impunidad.”

6. Sus obras literarias


Diez cuentos policiales (argentinos). Constituye el la publicación inicial de todas
las que Walsh escribiría como antologías de otros autores. Ésta en concreto se
elaboró como ensayo de novelas policíacas argentinas.

Variaciones en rojo (cuento) relata las investigaciones del comisario Jiménez y su


ayudante Daniel Hernández, en su propósito de desvelar que se esconde tras los
asesinatos en cada uno de los tres libros que componen esta obra. Hay que destacar
que la crítica argentina alabó con creces esta obra.

Operación Masacre (investigación) es conocido como


la primera novela de ficción periodística, o novela
testimonio, es decir, el relato reportajeado de un suceso
real. Puede decirse que es la obra pionera de este
género, ya que fue publicada años antes que A sangre
fría (Truman Capote), aunque esta última es la conocida
como tal.
El argumento desvela la trama acaecida en los
fusilamientos de José León Suárez.

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Esa mujer (cuento), un cortísimo relato que describe la conversación entre un


periodista de sucesos y su fuente, un coronel. Contó más tarde: “Comencé a escribir
Esa mujer en 1961, lo terminé en 1964, pero no tardé tres años, sino dos días: un día
de 1961, un día de 1964”.

Los oficios terrestres. Compilación de seis cuentos publicados en 1965, encabezado


por Esa mujer. Los otros cinco cuentos permiten descubrir que los temas no se
alejan del periodismo: Fotos y cartas, El soñador, Imaginaria, Irlandeses detrás de
un gato y Corso.

La granaday La batalla. Obras de teatro grotesco, absurdo y burlón, constituidas


como sátiras de la ineptitud e incapacidad de los militares, redactadas una vez haber
prestado servicio en Prensa Latina, en Cuba. Ante el hecho de que el Canal 13 no
premiase estos dos guiones teatrales, Walsh comentaba en una carta a su hija: “Lo
ocurrido aquí demuestra que están equivocados quienes creen que me bastaría
escribir "cosas inofensivas" para que me llovieran los premios. Aquí hay todo un
sector de la cultura "oficial", del periodismo "serio", que nunca me va a perdonar
que haya escrito Operación Masacre y El caso Satanowsky, y que haya estado en
Cuba. Confío en que, con el tiempo comprenderán que las cosas contra las que yo
lucho son cosas vergonzosas, y que los que luchamos contra ellas somos pocos".
Un kilo de oro (cuento) profundiza las investigaciones formales iniciadas en la
anterior obra Los oficios terrestres, planteando una ficción que va volviéndose
radicalmente política conforme se avanza en la lectura. Dedicado a Pirí Lugones, el
libro incluye cuatro cuentos, a saber: Cartas, Los oficios terrestres (concluido, ya
que para la publicación anterior no tuvo tiempo de darle un final), Nota al pie
(dividido en 2, por lo que puede decirse que hay cinco y no cuatro divisiones) y,

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finalmente, el que da título a la publicación, Un kilo de oro, que intenta describir las
relaciones sociales de los 60 entre psicoanálisis y bares de Argentina.

¿Quién mató a Rosendo? (Investigación) Sugiere


profundamente el drama del sindicalismo peronista,
referida superficialmente a la muerte de un matón
capitalista llamado Rosendo García (dirigente de la
Unión Obrera Metalúrgica). Una curiosidad es que
comenzó a escribirla como nota de un semanario; hay
que destacar que, en la línea de su investigación, Walsh
contó con testimonios reales para la redacción de esta
obra.

Un oscuro día de justicia (cuento). En un colegio interno de Irlanda, el pupilo


Collins se siente tan humillado por el celador Gielty, que le pide ayuda a su tío
Malcolm, quien acudirá a la institución a dar una dura lección al trabajador. A partir
de ahí algo sacude los jardines del pueblo…

El caso Satanovsky (investigación). Esta brillante investigación de Walsh había


permanecido desconocida durante 15 años, hasta el momento de su publicación.
Sobre ello, el autor comentó: “A finales de 1958 ya estaba claro que el Gobierno se
hacía cómplice de todo lo que había hecho la Revolución Libertadora, por lo que no
valía la pena reeditar una serie publicada”. La obra revela la profunda corrupción de
un régimen que, mediante un grupo paramilitar, intenta hacerse con la propiedad de
un periódico; a pesar de la extorsión por parte de un periodista, es el sumiso silencio
el que resulta vencedor.

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Póstumamente, han sido publicadas las siguientes obras:


· Cuento para tahúres y otros relatos policiales (1987).
· Ese hombre y otros papeles personales (1995).
· El violento oficio de escribir. Obra periodística (1955-1977) (2008).
· Tres portugueses bajo un paraguas (sin contar el muerto) (1987).

7.Su legado
A más de 30 años de su asesinato y desaparición, su legado es innegable. Sus obras
son materia de estudio en las principales escuelas de periodismo del país y del
exterior, donde su nombre es absolutamente respetado. Ni la dictadura, ni su
posterior muerte, pudieron callarlo y eso ya lo define por si solo.

Periodismo literario
En la noche del 9 de junio de 1956, varias explosiones y tiroteos interrumpieron la
partida de ajedrez que Walsh estaba jugando en el Club Copablanca. Los disturbios
venían de Plaza San Martín, el sitio de batalla más importante de una fracasada
insurrección militar a favor de Juan Domingo Perón y contra el gobierno del general
Pedro Enrique Aramburu. Esa noche, la policía fusiló a un grupo de civiles en un
basurero de la ciudad, cinco murieron, uno resultó mal herido y cinco más escaparon
milagrosamente. La policía había arrestado a los once hombres mientras escuchaban
una pelea de box por la radio en la casa de quien, supuestamente, estaba involucrado
en la insurrección.

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En un principio, Walsh creyó que podía olvidarse del incidente y continuar


escribiendo cuentos policiales, como lo venía haciendo hasta ese momento. Sin
embargo, seis meses después, el 18 de diciembre, un amigo le contó la historia de
una de las víctimas del fusilamiento clandestino que había recibido un impacto de
bala en la cara y que haBía logrado sobrevivir. Su nombre era Juan Carlos Livraga.

“Recuerdo cómo salimos en tropel los jugadores de


ajedrez...Y cómo, a medida que nos acercábamos a la
plaza San Martín nos íbamos poniendo serios y éramos
cada vez menos, y al fin, cuando crucé la plaza, me vi
solo”.

Poco tiempo después, comenzó a publicar artículos en la prensa opositora acerca del
caso. Buscó a otros sobrevivientes, se cambió de nombre, compró un revólver y se
ocultó en dos escondites. Su novela de “no ficción” de este episodio a la que llamó
Operación Masacre, fue publicada por primera vez en diciembre de 1957, ocho años
antes que el libro de Capote, constituyéndose ambos en impulsores del periodismo
literario en América.

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“El periodismo es libre o es una farsa”
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Periodismo comprometido

Rodolfo Walsh luchó por este tipo de periodismo, ese que rechaza ser cómplice de
la injusticia. Él y otros nuevos periodistas latinoamericanos ayudaron a establecer y
mantener medios de comunicación independientes, particularmente en períodos de
extrema represión institucional. Ellos practicaron lo que algunos llamaron
“periodismo comprometido”. El trabajo de Walsh ha influido directa e
indirectamente en el entrenamiento de jóvenes periodistas y ha ayudado a fortalecer
la libertad de expresión.

Periodismo Latinoamericano

Operación Masacre se convirtió, de esta manera, en uno de los primeros ejemplos


contemporáneos de lo que se conoce como nuevo periodismo latinoamericano. Este
informal movimiento literario y periodístico, denunció crímenes de Estado que no

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“El periodismo es libre o es una farsa”
Rodolfo Walsh

fueron registrados por la prensa “seria” de la región e influyó en el desarrollo del


periodismo independiente de América Latina. Relato de un náufrago (1955), de
Gabriel García Márquez, denunció a la marina colombiana por la muerte de un
grupo de hombres que cayeron de un buque de guerra al mar, debido a que había a
bordo un contrabando mal asegurado. Otros ejemplos de este género incluyen: La
noche de Tlatelolco (1971), de Elena Poniatowska, una crónica de la matanza de
cientos de estudiantes en la ciudad de México a manos del ejército en 1968; Araceli
(1979), de Carlos Alberto Luppi, una denuncia del encubrimiento de los secuestros y
asesinatos de jovencitas a manos de magnates locales en la ciudad brasileña de
Vitória; y Recuerdo de la muerte (1984), de Miguel Bonasso, una novela de misterio
acerca de las actividades internacionales de los operativos militares argentinos
durante la llamada guerra sucia.

Nadie pudo callar a Rodolfo Walsh

A pesar del carácter totalitario de la Junta Militar, la voz de Walsh no pudo


silenciarse completamente. Ni la vigilancia militar, ni el riesgo de ser asesinados o
arrestados, impidieron que los estudiantes de periodismo aprendieran de él y que
leyeran sus libros.

Antes del golpe de 1976, el programa de periodismo de la Universidad de La


Plata era el más prestigioso del país. Su planta de profesores incluía gente de gran
renombre como Gregorio Selser, Silvio Frondizi y Eduardo Galeano. En los
primeros años después del golpe, 36 estudiantes y profesores, de un total de 220,
desaparecieron. La escuela cerró por un año y medio, y reabrió bajo fuerte vigilancia
militar en 1978. Se les exigía a las bibliotecarias que llenaran una ficha por cada
libro sacado de la biblioteca, y así brindarles información a los militares para

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“El periodismo es libre o es una farsa”
Rodolfo Walsh

identificar subversivos, aunque algunas empleadas lograron burlar esta burocracia


para que los estudiantes pudieran acceder, de contrabando, a los libros de Walsh.

"El mayor desafío que se le presenta hoy por hoy y que se le presenta
sistemáticamente a un escritor de ficción es la novela. Yo no sé bien de dónde
procede eso, por qué esa exigencia y hasta qué punto la novela es la forma más
justificable, porque hasta cierto punto tiene una categoría artística superior,
aunque hay excepciones”.

9.Su nombre, la marca del periodismo

"Un intelectual que no comprende lo


que pasa en su tiempo y en su país es
una contradicción andante; y el que
comprendiendo no actúa, tendrá un
lugar en la antología del llanto, no en
la historia viva de su tierra."

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“El periodismo es libre o es una farsa”
Rodolfo Walsh

Walsh recibió el Premio Municipal de Literatura de Buenos Aires por Variaciones


en Rojo (1953). Pero su obra fue mucho más reconocida después de su muerte y del
final de la dictadura.
Numerosas entidades llevan hoy en día el nombre de Rodolfo Walsh en homenaje a
su valor y a su implicación contra la dictadura argentina:

El Equipo de Investigaciones «Rodolfo Walsh» es un grupo de investigadores


independientes (periodistas, historiadores, profesores, estudiantes) que vuelcan su
labor profesional y pasión por la investigación en un compromiso diario e
inclaudicable con la causa de la Nación, el Pueblo Argentino y la Patria Grande.
“El Equipo de Investigaciones Rodolfo Walsh no plantea el facilismo arrogante de
ser portador de “toda la verdad y nada más que la verdad”.”
http://www.rodolfowalsh.org

Existe también una agencia de comunicación y noticias. Aquí esta la descripción de


las valores de la agencia : “Creemos que es imprescindible revolucionar el sistema
social vigente que impide todo desarrollo humano, para establecer relaciones de
solidaridad y justicia entre los seres humanos. Desde la Agencia Rodolfo Walsh
intentamos dar nuestro pequeño aporte a la lucha liberadora del pueblo.”
http://www.agenciawalsh.org/aw/

El premio Rodolfo Walsh de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la


Universidad Nacional de la Plata en Argentina se otorga al profesional que en su
trabajo haya demostrado compromiso con la verdad y los valores democráticos
como sostén fundamental de su práctica, considerada a lo largo de los años, se

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“El periodismo es libre o es una farsa”
Rodolfo Walsh

tendrán en cuenta especialmente aquellos candidatos que hagan investigación


periodística más allá de los formatos (audiovisuales, radiofónicos o gráficos).
http://www.perio.unlp.edu.ar/htmls/secretarias/relacionesinst/premios_walsh.php

Existen también una sala Rodolfo Walsh donde se organizan manifestaciones de


artes en general y una escuela Rodolfo Walsh en Buenos Aires

10.Ecos de su voz
Gabriel Fernández, director periodístico de La Señal Medios y titular de la Cátedra
Rodolfo Walsh de la Universidad de Buenos Aires.

<< Rodolfo Walsh funciona como un faro sólido y abarcador; nos recuerda que un
equipo de fútbol, como cuestión subjetiva, es una pasión que define nuestro rumbo
vital. Tenemos la suerte de que nos devuelve la confianza en el carácter cognoscible
de la realidad, una convicción democrática.

Cuando recibió la primera noticia de fusilamientos clandestinos (inicio de la


investigación de Operación Masacre) aún era nacionalista, no peronista ni
revolucionario. Con esto demostró hasta dónde puede llegar un periodista gracias a
la honestidad intelectual.

Puede decirse que, con sus investigaciones arrinconó a la prensa seria con
argumentos fundamentales y complejos. Ni materialismo vulgar ni amarillismo.
Escandalicemos a los intelectuales con mentalidad jerárquica que estudian la
sociedad con parámetros aparentemente despojados pero confían en Clarín.

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“El periodismo es libre o es una farsa”
Rodolfo Walsh

Tengamos en cuenta que Walsh consideraba la prensa seria como aquella que
quería taparse los ojos ante la realidad de casos como este, porque ningún diario de
este tipo quería publicar sus investigaciones, es más, se tapaban los ojos. De hecho,
Walsh denunció a través de los años: “ustedes no cumplen la función básica de un
medio, que es informar; no son objetivos, no son independientes, no trazan
hipótesis, ni investigan, ni comprueban; no dicen que la realidad incluye a los
hechos, a las personas y a las relaciones que los combinan. Están mucho más
posicionados socialmente de lo que admiten.”

La dictadura que comenzó en 1976 lo secuestró y lo asesinó; no sólo por estar


orgullosamente enrolado en la Tendencia Revolucionaria del peronismo, más
precisamente en Montoneros, no sólo por haber colaborado con Cuba, sino también
por haber indagado, tanto tiempo antes, sobre un fusilado que vive y haber
demostrado que el poder en la Argentina no respeta las normas constitucionales,
pero tampoco - siquiera, sobre todo - las disposiciones extraordinarias que decreta
periódicamente.

Qué grande Walsh. La indignación que lo lleva al profesionalismo más exacto está
sostenida por la ternura. Vale recordar, en serio, a Rodolfo Walsh, indignado y
veraz >>.

Jorge Lafforgue, escritor, crítico literario, profesor universitario, editorialista y


redactor en diversos periódicos de Buenos Aires y Montevideo.

<< En los últimos años de su vida, Rodolfo Walsh va asumiendo un creciente


compromiso con la militancia política, la cual deriva en su ingreso a los grupos

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Rodolfo Walsh

armados del peronismo, y un abandono de la escritura. Aquí es cuando redacta las


obras de teatro, un par de libros de cuentos, una antología y varios textos
aparecidos en publicaciones periódicas.

Podríamos preguntarnos por qué Walsh no adopta el camino que por esos tiempos
emprenden algunos jóvenes, las letras, aunando la literatura con el compromiso
político. La respuesta a este y otros interrogantes debemos buscarla en los textos
del propio Walsh, cuando emprendió la investigación sobre los fusilamientos
ilegales de José León Suárez que le llevará, primero, a las denuncias de Propósitos
y Revolución Nacional y luego a aquellas notas ejemplares en la revista Mayoría,
que conformarán el cuerpo de un libro que se publica en diciembre de ese mismo
año: Operación Masacre. Esta obra y sus similares (El caso Satanowsky y ¿Quién
mató a Rosendo?) constituyen híbridos genéricos, lo que podemos llamar “nuevo
periodismo”. Tal vez por ello mismo, son a un tiempo obras fundacionales de la
literatura nacional. Obras renovadoras que violentan los esquemas y los discursos
acordados.

Sin embargo, desde el punto de vista de la eficacia literaria, el género policial es en


el que Walsh emplea sus recursos y técnicas más y mejor. Por eso, cuando la
escritura desiste de recrearse, cuando sus referentes son los vendavales de la
historia y los asume con la plenitud de sus medios, se produce una ruptura. Lo que
de esa ruptura surge es nuevo, inédito, no fácil de digerir. Así ocurre en la escritura
de Walsh. Sin embargo, al romper su pacto con el género, potencia sus enseñanzas,
construyendo, con lucidez, otro saber.

David Viñas, escritor e historiador argentino.

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“El periodismo es libre o es una farsa”
Rodolfo Walsh

Si Federico García Lorca sintetiza, tanto por su producción literaria como por su
asesinato a manos del fascismo español, a la generación del 27 en su país, Walsh
condensa por sus textos y por su eliminación ordenada por el fascismo argentino de
los años 1976-83, la problemática mayor, las búsquedas, aciertos y fracasos de los
escritores de la generación del 60. Los llamados parricidas por Emir Rodríguez
Monegal. Quiero decir: "la generación del Che".

Por otro lado, si tuviera que simbolizar el itinerario de Walsh, echaría mano de
escenarios de la Biblia.Con una cita de Daniel arranca Walsh. Entonces, uno, el
inicio como descifrador frente al semicírculo de los cortesanos de Nabucodonosor.
Dos, hacia 1956, y mediante Operación, el camino hacia Damasco. Y tres, por
último, con su carta abierta a la Junta Militar, en 1977, el sacrificio del Gólgota.

11. Nuestra opinión

“Este gran periodista se consideraba más como un militante y gracias a gente


como él, podemos disfrutar hoy en día de libertades en general.

La personalidad muy fuerte de Walsh quedará en la historia de Argentina y del


periodismo. En efecto, además de luchar hasta la muerte para la libertad y
justicia, Walsh ha cambiado fundamentalmente el periodismo, acarreando la
noción de investigación en el periodismo. Y es una pena que este gran hombre no
sea más famoso fuera de Argentina”.Fanny Desfray

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“El periodismo es libre o es una farsa”
Rodolfo Walsh

“Como argentina y estudiante de periodismo, siempre sentí admiración a este


gran periodista que no ha caído ante el poder de la dictadura y ha sabido
defender sus ideales y ante todo, el ideal del bienestar común. Tras el profundo
interés por defender el ejercicio de la labor periodística en libertad, no dudo
luchar, poniendo en juego su vida. Creo que todos los futuros periodistas
deberíamos contagiarnos de aquellos valores: la ética periodística, la pluralidad
de voces, la libertad de expresión, de ideología, y ante todo el compromiso con
la sociedad.

Tras la realización de este trabajo, espero con toda sinceridad, que la gente
conozca a Rodolfo Walsh, y su legado en el periodismo de mi país”.Ana Belén
Jara

“La historia de este hombre debe servir de ejemplo para cualquier periodista
preocupado por los problemas escondidos, por dar y recibir noticias con
veracidad. Rodolfo Walsh no pretendía hacer historia, sino dar a conocer
sucesos sin dejar de lado sus ideales.

Si el mundo sufre problemas, buena parte de ellos nos son desconocidos, de


modo que más vale que haya gente que se ocupe de hacerlos saber. Ojalá todos
los estudiantes de esta rama tengamos tanta valentía y fuerza como él, sin variar
nuestro pensamiento, siendo honestos con nosotros mismos”.Gracia Cristina
García López

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