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aes i is La era de las manufacturas 1700-1820 i LA BRA DE LAS MANUFSCTURAS durante el primer cuarto del siglo svar; a partir de entonce deré. Las importaciones de seda en bruto se incr mente hasta 1740, para descender despué: de comienzos del siglo xvi, y reanimarse se 1730, La ind: de eros de punto d 6 en fa miseria en las das de 1740 y 1730. Le ‘litares durance In guerra de Sucesidn austriaca impulsaron Ja py dluccisn de Birmingham con Jentieud, La industria de ln ceri ‘was experimentar uru gran teansformacidn en el periodo 1690-173 nied en crisis en Ia dézeda de 1750, v s6lo se reanimé en el temee cuarto dei siglo svn. La produceidn de [a industria papelera, despa de cuadtuplicarse enere 1710 y 1720, se estuned hasta 1735-1745 El consumo doméstico de cobre y bronce descendid entre 1735 1743, his esportuciones atravesaban una époex boyente pero a pre cias bajos. La hojalata exa casi invendible en Ia década de 1740, 1, produccién de In industria del hierro inglesa se mantuvo en ly 26.000 toneladas entre 1625 y 1635, pera en la década de 1720 si era de 20.000-25.000 toneladas. En palabras de Phyllis Deane, «Lop 8 fe niveles infertores « Notti 05 suminiseg nentaron lenge ements en la decade ge am y Leiceng slatos sugicren que In industria del hicrro inglesa en Ix primera mital ator slel siglo xvint fue dispersa, intermitense y probablemente decadentes® malestar induscrial ciclico de mediados de siglo pudo bastsr para sentenciar a In clesindustrializacién a algunas de las zonas pre industriales més esplendorosas. Pero s6lo sac a la superficie ley muchos problemas insticucionales de las viejas regiones industria Los largos perfodes de estancamiento, y en el mejor defos cases de incertidumbre, hacian que las perspectivas de nuevos horizontes tesuh taran de lo mis arrayente 55. Este pirrafo ve basa en Lictle, pp. 6585, | eapttvlo La MANUFACTURA DOMESTICA Vet TRABAJO DE LAS MUJERES ante la mayor parte de! sigle svm, la industria estuvo desper paren fa ciudad como en el ambito rural, en unidates donc a ae produceldn y talleres. Hasta aqof he examinacto li relscis tes gl cambio inaserial y Ja economia global y ef process dle fnslus iiexidn a largo térming. Sin embargo, es igualmense importa: mien de los sistemas de preslucciia dorn.ntvo ia fa disensidn coiMteres y de sa fuerza de trabsio, Hie afimado qu fos historiadores se han orientado mayormente i pes ajenas a ki del sistema doméstica hacia el sistent ies transiziores aje HeaI Elsistema Gomestico se ha asoclada a Ins tecnoloiss est.iicas unt aeganizacion industrial primitiva y a valores sociales pocindus 1 fizar avi cl sistema doméstico en stu plenu deve tales. Quisiers on minar en qué med li esia forma de organizachin tuna dinimiea interna propia imeresado por las caraceeristicas artesamos allamente cualificados, doméstiea hn ocupade siensire thoy es < eq todas sus variantes, conteni strt patte, los historiadores se obra f2bril a de los sibajo de la industri n : histévieo. Por tanto, este caf Se dio ef céso de que, al iv dela mano de ta fuera de og sinales en el deba cenuraé en los ebveto: ‘ gue hy poduceisn ee [a uniladl domestica, tambiga muchas manufse tunis preindustriales hicieron uso de ja fuerza de trabajo femenina xopiands ciertos tipos de eamhio teenokégico especialmente apeo- piso ai géneco y pautas de trabajo de su mano de obra MANUFACTURA Lowes HO ¥ ECeNOMEs FAMILIAR al xvitt io demogri tng, 1 ly coneurieng, y con él jerus y: colonialey desde el primers, creciin izucidn socioeeonsmica de la poblaeién rutaly 22, ln en v mercado mundial y especialmente de un metoado colons | ws, una estewetura onganizativa basada ex hi economia fami cf i ste teadicional crientada bacia la sebsistencia autosuficiente:’ David fe vine ba desorito el sistema como el de un ineipicnte capitalisme ” bs los eimentes lel conteol social tradicional a equilibrio demogritico on las soviet gue habia nay compesinas? 1, economia campesina tradicional siempre se habia en! i estrategias femiliares.alternativas: cbligar a los hijos restantes a buscarse in vidas. segundo, subdivig, his un niimero cada vex mayor de henle fs. EL equilibrio de la economia familiar cumpesina, antes de § instaurncidn de Ia industria domestica, se habia consegtiide graces tuna relacisn estable tierra-mano «le obra. La edad matrimonials habia mantenido alts debido a Ia demanda inelistica de mano & vubra de Ta econamfa preindustrial. La economfa tradicional de subsp tencia familiar regufaba la intensidad cle Ja produceién, ta caans ‘ios por el trabajo, y el nivel de consumo can tal & establecer un equilibtiu entre el trabajo y Ia satisfaecin de las nee sidasles familiares. Cuando los miembros de una familia pretendisn, { es def trabajo, cual to demogeatica provociba tin aumento de Las necesidades de { subsistencia, ebligando a un mayor esfuerzo paca incrementar te | honelicios totales del trabajo. Pero cuando las necesidades de subse n ser entbierias mds feilmente (en caso de cose! shel tables o pequetio tamaiio de la familia), la familia reducia su ~ senidlo niado a da primero, restingir ia hetencgy los: bene! ante todo, mantener los ingresos proce teneit pod) de irabajo ¢ inyertfa el tiempo sobrante © el excedente econémice en cl consumo ya fuera de tipo material, cultural © ritual 1. Medich, «Peoteindustt Levine,’ Fursiiy format fanily econo es GL TRABAJO DE Las wt cfama que fae el aumento de industria doméstica con sus 5 mundiales, ct factor que climind las restriccionan se la demanda de mano de obra, ¥ que por sjbatia coa las juss Finitacio la edtad pura el mactimonia y del tamata fh tenencia. Las consceuencias fueron ef increments demoxrigo {a frazmentaciGn de Ia tierra, Pronto se desvelaron Jas trampus que rarracciin por las quevas expectativas cconémicas habia creado. Los : obrieron que ya no poxtian subsistir solamente con st icola; necesitaban de fa produccidn de articulos indus > en bia ttabajelores a vravés de la eual se trans postaba una abultada cantided de arcéeulos pro rie a favés de todo el mundo comercial de kt Europa Oceidentals. Estos i rurales permanecicron ligados a It comunidl raigedos, puzsto que sts condiciones de vida esta por lt economia internacional, no por la economia Jpsul, Sus salavios no tomaban como te(erencia fos precios local sino ia valovecida internacional de sw preduccién’ En muchas regio- aes, sus Vinewles con ky agricultura fuzcon cada vez mie tenes, v lh independencia de que gozaban como proctores agricolas cudlid ante Independencia del proletario respecto a mayores mereadores mane fperwicios, Cada s2z estuvioron mas ligados a fas fuctnaciones comer y no sélo a las de las coseehas, debiendo afrontar perfodes de forzosa como consecuencia de fos cambios de la moda ersupciones del comercio exterior, 0 un ciclo econdmico vez ms acorcle al modelo de espansiga-contraecién que 3 oarinsndo el eapitalismo inekustrial, Tos meve 30 de los obreros rurales a los mercados: frente al anyeros, erento saayor erescta inl ebrores industri pero estaba de Eon detormina ace fos moreades internacionales, podfan forzar los satlarivs hasta nivefes interivees a lo acostumbrado para los cbreros urbanus, ¢ incluso por debajo de los niveles de subsistene! Las respuestas al alcance de estos chreros ruxales consistian 0 bien en organizarse para tesistir al descenso de los silarios, 0 bien os inctementar ta produccién para mantener el nivel de vida alean- aulo. Si bien Ia primera opcidin fue puesta en prictica, las condicio- nes de Ia produceiéa familiar dispersa, ta presiém demogréfica y ha falta de acceso a meteacos alternativos, haeian que esta resistencia 3. TBR, pp. 9 UL. 148 v2 atte In emp did por ebrevos unbanos. El incremento de [a prod wy respuesta que siguid vigente inchiso m: cronémicas tradieionates de los cumpesinos tum campesina el incremento demogssifico neia condy la inversién de industrial famil fue alli de les motivaci ie como en la gr; wes de a 0 de . el inctemeny, jento de Ia inversidn de de la cofda de tos precy, con tal un nivel bésico de ingresy” -ibstorence taellion Te foerge. de athifo indoantal ed esultaba por tanto més barat que la de Iss ciudad, ho Hans Mi edick, el sistema dependia de ta mtoexplors. del proceso de intbajo, ave eupersha Fail de Ia preside competitive condajo a un 20; ws fo familiar ineloso ante Ia amena cnerse bajo las relacianes de produociGn de fos tallese Ee 5 conside. producciéa fabvil. Tradieionalm: fal como subsiciatio. Las rel haberse debilitado, constivuian la retagua win de esta industria con Ins gananelas suplem y de los hijos imposibilitabs el rsconocimienta consue. isario de Ta industria sural como fuente primaria de ingress Como sfirmabs Adam Smith, el eardeter no especializada de ln fuer za de trabajo raral la convertia en fuente de mano de obra barazy suis o de Is raba este 1 tierra, auniue y le idennif Alli clone una persona obtiene subsisiencia de un empleo que de su acio, siem fos inferiores a lo que mee. slea de st empleo producto ce «heh trabajo {mas barato en el mercado ce lo que convendsfi a au ¥ cita ae ejers; alo de las medias qne resultaban més baratas tejidat E que tejidas en telar4 El rasgo distiniivo de lt jucctin basada en fa familia cra que, bajo un sistema, cide cuptealista, creaba parsdéjicamenie las. posibilidades los salerios descendiezan por debajo de los niveles de sub- » Puss cf objetivo primordial de maniener unica la familia enerado nnx mayor inversién de trabajo frente a ta catla A. Smith, Werte of mastonsy woh Top. 1M, | | EL TRABAJO DE LAS MUTERES 4 “de oben 8 ie jo que, por costume r au rab weoero 10 Fer vanto, el sista ups fuente de mano de obra barata ¢ in gimica que wansformé las condiciones ‘Teavoarsl Fue una eet 5 hcl econ ineerente dem de ebra careciera de importance obra en sa conjuneo fut extreme, Ja participacién en I fue dispersa y d sigualn Te onal de It economia familiar, resulta clai os, «Mientras el mereado de mano damince ademifs, dependia de li tierra y del trabajo, pero tos iizar el sistema doméstico. Porque en realidad, en este sistema se sos debian enfrentarse a un rendimiento decreciente « i Meemezclaben el individuo y el goape dame lara aio, le manera suc fis rentus que pagaban por tersis margin. tor dence erdean ‘edad raral operatse de acuerdo a una ley de suk “a Fealidad fas presiones e imperativos eapitalistas heck esino se enfrentara a precios y costes fijades por otros [ irvluso el caso de Rusia prenrevolucfomarin es tam cues. E 14g sujeRas ¥ LA FUERZA ve TaABAyO Honable In dindmica de Ia economia campesina, atin susciia mis ro. i - ints? blemas pars It Inglaterns «lel siglo xvirt. Cada’ vez hay més indivig tle que Jos granjeros ingleses oo estuvieron cominados ni pot lt tees ov por fa familia, en el grupo domen etter et 1am weepecbeih que se te sstria del fino en 1 Urlomda ante= aly ang si bien los tejedores at fy Jabrador ‘pales componentes. hilanderas sui reel |p fndusteta domestica qu 1 ¥ Ja forme mi 5 de Tino, consume ¢ precios paca stupes domésticos 1 mam de obey Lo més importante de todo era ha ne arn las fibras pore ser tefidas » requeride para ung y ora eperacidn ne mantenis use calivaria, hil we iglo xvim, fue realmente mucho mis crucial Iv impor cia de fas mujeres que Ia de fos. hombres para el mantenimieno de fn deslicacicn a la manufaceura del lino de un grupo doméstica, us los hilados de Fino tenfan salids tanto en In propia industria ino, como en Te algodonera, donde se empleaban como urdim- Ine, Por tanto, ef grupo doméstico podfa estar compuesto enieramente por mujeres, y ne era rato que los Tabradores tuvientn «familias de caltivos de lino». Por otza ute, los tejedores debian enfrentarse a Ja altesnativa cle tener hilan- deras en el grupo domeéstico o tener que comprar el hifo cn el merea. th. ¥ «a medida que la extensidn de la industria condujo a Ia espe- ilizicidn geogeéfica, Ios grupos domésticos dediesdos a la hilatura teniccon cada vez mis a penetrar en una vinculacién monetaria independiente de las relaciones familiares con cl tejedor». EI hilo © producian los grupos domésticos del noroeste de Inlanda era ndido a los tejedores del sudeste del Ulster? Los mercado oblicuos de In industria del lino del siglo xvi B. Collins, «Protoindusccisliations, pp. 132-104. 156 LA ERA DE LAS MANUFAGTOEAS solamente reforzaron una tendencia més general horizanial del peoceso productive ene Jos proce el hilsdo, por una parte, y el tejido por otra. Lo: elaboraban preferentemente con line blanqu: bblangueado iequeria vasios meses, Eran gue estaban en condiciones ruses; de abi [a 1endeneia x la divisién por proceso manufactusero, hacia la divig TECNOLOGIAS FENEMINAS ¥ PSPECIALIZACH: iUIERES Las 1 nes impuestas por los sisminis' spl 10 a 1a expe, o dada ah do Jo industria restil es Ia bétsqueda de nueva maguinaria para ef hiledo as fibricas de hilacuras, Pero le importancta’ ye: obra dedicada 2 ta hilauea que presuponen diesas expl nt siguié siendo un o.icio’ entesamens las jeneies, y das baa_en todo el pais siguieron esindo inva ebreros peor remunerados. Eden pudo comp ingresos de las bilanderas doméstiess en Essex, Leicestershire fasts Ls = que le Nosfolk, OxFordshi, orkshire oscilaban entre los 3 y los 8 penigues par dia, 0 de i chelin y 6 peniques a 3 chelines por sera Y que trabajaba en tees hilanderias de algod da Sek indoste wel sat sban en entre Ty ban os mous por debs elines por seman, mientras que_ le lo wbibelota» cle Biemingham pestis lines por semana. I ios de la mayoria de Tas mujetes,trabaja de los tabajes masculinos peor pagaslos. Lo inclores agetoatn anaban alesdsdor de los & chelines sematiates en ‘a sxisma epoca? La pobreza de las hilunderas de lana qued$ muy bien expresda pe Julia Mann, quien se refirié a ellas como «una masz desorganizada é& mano de obra explozada»* Y Arthnr Young cmbistié cn 1788 om tra los pacconos manufactuteras de Norwich por el estado de mi de sus hiladores: tos niveles de remuneracidn s ak Eden, Stete of the poor, vol. I, p. 385, vol. TL. yp. 739, Sl, 5 Chambers, «Rural dame: RL VRALATO DE LAs MUJERES 1 El suftimicnio de miles de individhios miserable ios hiunestos y wubsjadores, que etn 3s para ucclonar la cuecn de tueda y piden p lncapaiz, por euipe de esta m uifactra perf rob que, en 1790, Ia so Iogaban 5 pe miserablese = Los bajos costes de esia mano de obra posible la utilization dv Te vieja rusea mucho des penas sobrevivir hilando, se encuenieun Plea las cuecss de sueda y las jemies. Ello ent debiele cn, a ne durante un cierto sicmpa sé consegufan hilataras mf sins con firieca que con los otros dos sistemas, pero la taain principal port fp supervivencia ere que con lia podia dprevechsise uni mon a gira desaprovecliada por Tos otras sistemas, a saber, da de las de mujeres mayores y In de los niflos, asf como as 1 fas mientéas eonversiban, andaban, gut 1 hs nifios. ‘A finales del siglo gehacia de Ia rueca en Escocia y se eae! norie de Fecocia, con una mujer mayor que ne spoyvla en 10 un haison2* A mabservidor del siglo bs: Hay qui de rueda deprenden de su 2 : xen girar miencras caminans Ta nueea mantenia ccupadas mines que no lo esta miners, 0 dsjaba libres ouras part cuseno fe Es abajos atin, como observs Hugh Miller en kis ti exocesas cn fechas ian tardias como 1823 yitt, Eden comprobé el extenso uso que atin cintura y aggumentaba la eleccién enc sues sujet a ta cinenra, y 26, Cleado en los Hammond, The slilled tuhoarer, p. 145. ny State of the uur, vol, I, p. 821 Ibid. Clack, Worting life of wore, p. ML bs LA PRA BE La EL TRABAJO DE LAS MUJERES 159 es de la Auli, coma en todos los paises helin a 1 chelin y 3 peniques. Bero los oposite: le hs : F buns to escovn vel bore ye a tas Ghimas gansbun ua salacio ade Is testa y [a sismira, Ta espose x mientras que sus pactidarios cules el maiz, to siege, esa las peso de la ex biter con Ia rucsa mienty Spmebin de 2 chelines a 2 cheb i Des EON G peniques, pucsto que fs bilanceras 2 mano ganaban diatiamente ene 3 y 4 peniques cDorante algunes afios, una buena bilandera podia Hegar a ganar fasto © mis que un tejedor>® Sin embargo, la mayorin de los fonllctas se ptoducian en torno a te utilizacién de Ia maquina en las fibricas, mas que en las casas, Baines escribié sobre los esfuctzos gewesperados de los trabujactores en 1779 por d SEL populacho arcasé 12 comarca varias millas en torno a Blaciby destrayendo jenuies, maquinas cardadoras y toda nxiquina sccionada por fuerza hidréulica 0 por caballos, respesando solamente las de menas de 20 husos.»* Y Wadsworth y Mann han descrito cdmo pare del pais estuvo en un estado de aguuensa de guerrillas» durante elotoie de 1779; los eintereses de [as hilanderas coincidian eon fos de toda familia de clase trabajadoray.® La manulactusa de he soda habia suscitado ya antes disputas similares en torna a Ja pérdida de trabajo femenino como consecuencia de Ia introduccién de maquina: fix, Ea Ia déeada de 1739, se introdujeron nuevos telares, coma aidares de cintas que podien hacer el trabajo de 8 0 10 personas mis borato de lo que lo harfan 6 u 8, p 5 estrechas de material pura botones. Esto perjudicaba « poblacivn dedicado a la fabricacién de botones integrado por «mujeres y hom- cjos ¥ dectépitos, y nifios». Yen 1737, las mujeres de Maccles- fed ciniciaron uma revuclta y quemaron algunos telates, y cuando fueron arrestadas sus dirigentes las sacason de la prisidn». La mecanizacién que supuso la industrializacién se veia como una ; ‘ amenazi contra los tan recurtides oficios femeninos de base familiar. es {a inteoduecién de las hiladoras jeaay fue = Eric Richards ha afirmado que con Ja indusirializacién, la pérdida ft sobre sos espa Ler meguirsaria y el trabajo de tes waneae at Iu jenny. Gu nde se inttodujo In hifaclora card una faerte ey n ki industria lanera del suv y del este debido a la man que alli tenia ef hilsclo manual de las mujeres poh Donde menos resistencia encontré fue en el norte, donde hip ermntivas mis factibles —el bilado d nibte, paca el cual ag pleaba Ia joni." De hecho, en ia manufaccura del estamte tniguaina woreédors de un solo hilo perdued havea despiage de ee ‘a en 1790 ef get's propiedad ost Un magistrado de Som roma ef dos manufactureros pa lus de si de Ja depredacién de unos by las cuales aban pend sa trbajo por Les mnigutnay hiledeee Pesos In iftina miguins fnuwoducids en la maputoctors ages supontan que i se peneralizaba su aopeidn, de explication puss de algunas proves lus se consiguié disuadirles de sus intenciones pax que veks dau i bliss « sipise myeee nie yey | goal de ennens wines uci tee ee aS Sieg ane, pees aay de nuevas alternativas. La introduccidn de la nueva tecnolowia incre- sadly de eG eae cat gh auts Giterencias de salarios. Et F meqi6 el desempleo estructural de las mujeres:* Y Clapham hace ya Ja décad de 1760, se deefa que lis hilanderas manuales ganabon & 0 que afizmé que Ia maquinaria para la hilazura v la caleeteria 3.45 peniques por dis, ¥ que las opsrarias de la jozny ganabaa 34, Chtado en Wadsworth y Mana, The costar tnade, 33. Baines, History of the colton manufacture, p. 159. 36. Wadsworth y Mana, The cotton trade, p. 37. Ibid, p. 301, 38. Richards, «Women in the Betish economy, p. 343. Gitado en Richatds, «Women in the British ceonomyn, p. 34 31. Piochbeck, Wouter workers, p. 135, 32. Ls Lammond, The oiled idonrers p. 152, 33 BL, p. 149. 160 LA ERA DE LAS MANUFACTURAS habfa condenado 2 1a ociosidsd a las manos femeni y habia tado los ingresos familiares en todo el mbito sural, en una de hambre y altos precios.” Jones también ha sefalado que la meeg: rizacién habia sumido en el olvido a muchos distritos artesanalg: ensafiindose en «la fuerza de las madves e hijas» del sur y el estat Hubo una crisis importante de los industrias realizidas en q cottage después de 1815. «Fl declive de la hilatura femenina en pas? ticular, probablemente mas notable después de 1800 agravado el desempleo femenino y comprimida los ingresos familg »* Pero esta crisis no babria de ser definiciva, pues afitmar 1, cosa serfa ignorar el proceso de expansidn capitalista. La ctisis de algunas de las manufactures del cottage pueden haber abierto a camino a otras ocupaciones del servicio doméstico més degradadgs, El eambio teenolégico y la produceién fabril no eran sino parte dey via hacia la industrializacion. La biisqueda de for de vucilizaciég de més mano de cbra, de manera que resultara mis barata y g} aprovechamiento mis intensivo, er2 una manera de inctementar log beneficios y ampliar ¢l capital. En palabras de Hobsbawm, «La forma evidente de expansién industrial en el siglo xvint no fue la cone. true ae de fibricas, sino la extensién del Hamado sistema domés” rico». Las wajeres y tas tecnologies de trabajo intensivo Landes hizo referencia a la idéntiea significactén de tas espeesi nes «extensisn del capital» ¢ sintensificacién del capitaly,” y Sidney Pollard Ham6 9 la proclividad de la expansién del capitalismo en ef nnso de 1a mano de obra, «la colonizacién interna de Ia mano de obray." De hecho, fa barata mano de obra femenina, que se vio redu- eso de mecanizacién a niveles salariales atin infe: )pleada sin mas. Se convirtié en wna cida a rate del riores, no se quedé des de nctva igo de obra briata'd Giules del siglo xvir y princpion 39. Clapham, Reonomic Bitory, vol. I, p. 183. 40. Jones, «Consizainss on economic growth, AL, Spell, «Agricultusal seasonal unemployment», p. 436. 42. Hobsbawm, alge of revolution, p. 55. 13. Landes, Unbound Promerbens, p. 17. 11 Pollard, «Labour in the British ceonomy. oF | EL TRABAJO DE LAS MUyTRES 1 hada por nuevas industrias anes y botones de eamisa, y por ron Ia dec arata representaba una fuente de betel notada por los manufaeturere asa Fhunos que Moe slesd a Femenina Bi mros que 0 podia s nuevas industrias las en nuevas pricticas de inte pozar 2g del teabajo. Durance mucho tiempo se siguid -recurtiendy a esta de obra femenina, en combinacién con téenicas mi ° ‘nano alam ¥ sung -generalmente se encoinirahsn nie Cuando aparesicron ls nafiris a una i como al ine 77a peicn pudicra amenazarla, ST de hacer uso de ella. forts de lino, Ia mano de obra fem Sicices mds ligera y simple. Cuando se inv fee rambién precisaban cierta especial S inventaron técnicas alternativas de trabajo .¢ sangranco un gran potencial de fuerza ce tral rmigutinas hia sein, se emplearon ¢ inch srata Fl uso adaptativo de fa estructura de empleo para s pro blenas de especializacién o de técnica era forma de evitar la necesidad de intreducic cambios tecnoligicos glo! Tal vex el nejor ejemplo del desarrollo de nuevas y viejas tecnologsis lipaclis a Jia fuerats de trabajo concretas sea el de los estampados je esia una inclustria que desarrallé reenologins ile insbajo inten= sivo con una divisi6n avanzada de la mano de obra Infocren de trabajo femenina. Los temores frente de his fibricas de estampados, orientales, intensives y mulsren fas innovaciones ts . La primera fue ob peoneee, ¢ reroduccida de bloques de estampado con alfileres 9 tachones. bajo delicado, yx que un bloque grande podia pero Tas mujeres que To realizaban cobra- ton entre 12 y 14 chelines por semana, tras su aprendizaje. Onro de los procesos de trabajo intensive introdueidos por aque! enton. «es fue el pencitfing, 0 pintado a mano de modelos dliscotsns ssbrz Ia tela. Este trabajo era realizado por mujeres ger reproducfan Tos talletes del cottage bajo ka super ducts para aprovechar ramba de unin ener 63.000 isin de Ins 45. Pinchbeels, Wouren seorkers; Alesinder, «Women and the London rule. LA ERA DE LAS MANUFACTURAS En of taller nc lems pnd Ba sane ia repredicitse, y an colores... seging nde una buena wibsjudm pode gaan gt : nfs normal es que $¢ gancce mage Los modelos eambialsin poco de aio en ato. Este laborioss trek era ch ido por mujeres, ¥ por eso se consideraba un pr bo cuslifada, inferior al trabajo de los artesanos que grababee” usaban blogues de estampado de madera yy despues de 1760, pl? chs de cobre, cuyos salaries etan altos. El extampado a bat planchos de cobre introducido en 1760, v al que seguitia el eget pado con rodillos, en 1785, supuso una micjora técnica | p 3 rape importante, peso requeria el empleo de «caballeros oficialesy tn alto nivel de organizacién y muy bien remunerados, de mane ue los manufierareros como Peel evitaron este sistema, organizand, 1 su lume «protofibricas» basadas en técnicas elementales de inte, sificscién del trabajo y una extensa divisién del trabajo, ast com obreros bien preparados y disciplinados. La escasez y el elevais estatus ce los estompadores de indianas fueron el mayor estins pact que Jos empresatios buscasen métodos alternativos de. prodiy «ip ety Tes gue pudietan cmplear a mujeres y achachas mal ge sadas, Oura de las nitevas industras de importancia que aprovechana f a mano de obra de mujeres v nifios en Ias regiones donde la la habia entrado en crisis, fue fa manufactura de ia’ seda. Tanto sine como clespués de In mecanizacién, era la mano de obra mis barate toreis Ia seda, es decir, las mujeres y los nies. La introducca ly macyninaria para toreer Ia seda simplemente reprodujo lus pre cedimientos manuales a gran escala. Se siguicron empleande grands contingentes de mang de obta femenina y juvenil para atar los hile y devanarlos. Alli donde no falté mano de obra de este tipo, ¢ continué devanande y torciendo mannalmente hasta macho despa f le que apareciera la maquinaria secionada mediante energia hides fica o vapor. En particular, ocurrié asi en East Anglia, de manera que los talleres que se desarrollaron en La zona dependieron despropot 46. Chapman y Chassagne, Buropean textile printers, pp. 95, 96, 194. 3 EL TRABAJO PE 14S MIUTERE » del trabajo de amchachas jévenes, y pa aadamence bajo: ys tecnotogias y ta divisidn sexnat det trabajo I del trabajo entre diferentes olicios yen el des diversas ramas de cada uno de los ofos, compl fo li divisién sexval del trabajo cspecifica del proc : Jecenicas de trabajo m: oF eficieia alli mujeres eran tradicionalmente hilanderas, solamente se les permi geguit d2sempeliando esa tarea con rueca, rueca de rueda y Ip insoducei6n de la hiladoca rule, pues el wabajo en esa to puso nunca en peligro el trabajo de los hombres. ELhilado a mano de lanas y estambres fue la principal ocupacién industrial de las mujeres durante todo el siglo xvi. Lus mujeres también dominaron Ia etapa de Ix industria algodenera que se reali nba con hiladoras jew#y instaladas en el hogar, viendo igualmente Is espina dorsal de Ix industtia del lino, al menos hasta que Ia itu. siée de los bastidores de Arkowright permitié producit un algods curdo, y, ms tarde, urdimbre de lino, La productividad de tilanderas domésticas de lino se duplied con la intraduccién de la neca de rucda accionada con ambas manos en 1770, asf como lo fue dos de Jana tras Ia introduccién de la jewny. No obstante, s siguieron fieles a las viejas tecnologias, ya que la fina Ladivisién intensivo ¥ de mei zen Jos hi muchas muje! primera de estas miquinas no se distribuyé ampliamente | ts del siglo xv Une actividad especiatinada como el bilado con ta wale so vela pues condicionada por Ia etapa del sistema doméstico, cindose por supuesto que requeria la mano de obra masculina. Los requisitos fuerza, destceza en el hilado, habilidades para el mantenimiento y reparacidn, asi como cierta cantidad de eapital— abogaban por la smasculinidads cle dicha tarea. Pero la aplicacién de la energia hideiu- fica ye en In década de 1790, con to cual se eliminé el requisito de La rer fisica y la subsiguiente introduccidn de la autopropalsién en 47, Coleman, «Growth and deciy: the case of Fast Anglian, pp. 120, 5.2, isa 1A ERA DE LAS MANUFACTORAS a décads de 1830, eliminaon las difereaci frente a ta divieg’ al del eral , Las mujeres fueron exeluidas de una técnica def y especializad igodén a yeas) inva te fuera de 1a manutys tumbice el telar holanés. Taba sectores menos contraly 9 y.Ios fustanes, Los telares holandeg’ onde co emplek fente ea los maestros tsjedores, y los obreros debfan ser especializados, pasandg renee a los maesttos tras un apsendinge le siete aio: mn en islares holancleses, pero g: tratsba casi siempre de viudas de pequefios tejedores. El caso my cortiente queda ejemplificada por el de Js hija de nn tejedor de furtg res que tenia tres telares. A los veinte aos se casé con un tejede de tejidos a cuachos y patios para vestidas de mujer, y trabajaren 03 con dos telares. Gaando Ios hijos tuvieron edad suficiente, aiiadieron mas tclores hasta un total de cinco. Tras In muctte de a marido, y hasta la edad de setenta afias, mantuvo tres de los telaress firman una especificacién genética del desaes. nolégico en el siglo xvitt muy similar a In expetimentada los sistemas agrarias de Jos actuales paises en vias de desarrolls Fsther Boserup comprobé que los modernos métodos agricolas igan tabaa le fuera de trabajo agricola femenina, fo cusl provocaba una 1n_de los nuevos equipos y métados por parte de hy relegaba a las mujeres a realizar las tareas manuals; inientras que les hombres empleaban equipos elicacess El resulta: er un increments de la productividad de In mano de obta mascuit , miencras Ia de Ta femenina se estancaba, «Un proceso tal tenis mo notable consecuencin acrecentar el prestigio de los hombres y disminuir ef estatus de las mujeres.» fue, 3 Son los hombres los qe hacen tas cosus modernas; los hombrs estienden Jos fertilizantes en los campos, las mujeres estienden dy estigreol, Los hombces van ea is ¥ conducen lis camionetasy mientras las mujeres Hevan fardas sobre sus eabezas. Los hombrs representan los modernor cultivos del pucbios tas mujeres, la vi esclavitud del trabajo.” 48. Wadowosth » Mann, The cotton trade, pp. 285, 325, 332, 336 49. Bosceup, Woneu's role in econouic developneane, ior de tog f EL TRABAJO DE LAS MUJERES 63 vir de la espe ante, existe tambifn otra raain por fa cual Lis tai _pgeniees las que eran relegedas las mujeres no ‘yg simplemente come spevtaban a los proceso: de trabajo wene peane f sen n ae ae la productividladl, » las propins definiciones cle mano de oli ieifiieada ¥ mano d no cualificada hunden sus aie Sires sociales mucha mis significativas que cp 'Como han seBalado las feministas, os empces pct ¢ 1s nes por sus eles dedooy v por su poe « monéionas y complicadas, as que resuftaban, La suilidiel no especiatizadas: Jos atributes especitico: racin en Ja femo por su docilidad y por lo ba fe los dedos femeninos se debia al largo, p recanocimiento, aprendizaje en las artes domésti De ahi fe venéa a la mujer su mafia, su habilidad y su expocia! apliea- dién en el desempeiio de sus quehaceres. Mas estas acuracteristica: femeninas» no \ derecho.” En el siglo xvi, se bus 05 ik wabajos caracterizados por su delie: gumpado de indianas, para el complicada tabaja de sy de Ia cose ¢ consideraron nunca como eualiliczeianes a0) tba especialmente a mu leaa y ropwtitividad com ef cones, para el pintado y decoraeidn et los aficios de cbibelen» fort gcesimicas, 0 para el horneselo y pulimentido de las kcados, Pie mujeres cuafificadas escaban muy solicitadas, pero ipuelmente inf twlotadas. Ea los obradores lonclinenses de Weduwood!, 2 comienzos de la década de 1770, una experimentada pistora de ores ganaba 3 chelines y 6 peniques al dia, es decir les dos tercios det salario misimo masculino para un trabajo similar, que era de 9 chetine diarios.* a las virtudes atidad que se de que los hombres definieran su trabajo como cuallfic mujeres como no cuullificado por razones de ord 50, Elon y Peae Si, McKendliel 52. Prodiero, Avviwns and p fiygers wl, syomen ai \ ERA DE LAS MANUFACTURAS ius social, Como han deserito Phillips y Taylor, los ini fs a América de finales del siglo ux se intredujeron en los oft proliontamence femeriben porte, come igmiseanes, fueme exeluidos de los tradicionales oficios masculizos. Para haces fren esta esclusign social, hubieron de establecer y mantener un ened etal on el seno de sus propias comuniduies + familias, De a «que empezaron a inchuir las tarens que ahora Se empedaban ene aban sus mae liticados. Ta lucha de los hombres por conservar prloridad de mano de obra cualicada frente a Ia maquinaria S * Ia intrusién de las mujezes no cualificadas, era por tanto uo © por mantener su estatus social en el seno de la comunidad y de sus propins familias. Esta divisidn social, consuetudinaria y fant liar, del taria en Ia clivisién técnica lel trabajo, sual del itabajg que estaban some entre los. no ot clos, v aquellos que desemy acin de Ia jerarquizacién social a Fidos Ins actividades. Seyiin Maurice Godelier, en las sociedades prt mitivas In caza «suele valorarse més que la tecoleccién o la agricul tura. En sociedades dominadas pot el hombre, las tareas de las maj res son consideradas inferiores sélo porque han sido madas q mujeres. En oteas palabras, la dlivisidn del trabajo es consecnenes de Is jerarquia social y no su causa El debate sobre Ja relacién entre familia y comunidad, y e5 Fizacign em la manufacturs clos ‘eesti En primer lugar, sé plantea iI cuestién de si, a infravalorada y barata de mano de obra femenina, Ja perspec dc nuevas eportonidades de empleo en las industrias doméstiea, realz6 el estatus de las mujeres en el seno de la familia. En segundo Ingar, debemos preguntarnos si el impacto de la costumbre y de la comunidad sobre el puesto de trabajo ca ht produccién protoindus trial fel que tive sobre los oficios organizados en calle wes: drepercutié la protoindustrializacién sobre los valores asociades « Ios offcios realizades en talleres? Phillins 9 Godelier Wor «Sex and skills, pp. $2.83, and its repre 3 omer ae mon err oe i eee nee veg ee | EL TRABAJO BE LAS MUJERES punts, ESTATUS ¥ APRENDIZAJE Hans Medick ha afirmado que Ja produccién peotoindustrial trajo consigo un cambio de Ja divisién del trabajo en el seno de la familia peclear. La manufactura doméstica premiaba ef matrimonio u edad cemprana y [a fertiliced, ast como Ia mayor capacidad de trabajo iencial y de especializacidn técnica de ambos cSnyuges, Afirma gue «las mujeres estuvieron en Ia vanguardia de las industrias reali- dis en ef dmbito del grupo doméstico campesino», y que con Ia crcciente importancia que adquirieron estas induserias para la subsis- reucia familiar, los hombres fueron de nuevo atraidos hacia el grupo joinéstico desde los campos. La consecuencia positiva fue una asigna- raids flexible de las responsabilidades entre los miembros de la furilia de lo que habia permitido Ja familia campesina, El costco! de los mayores sobre Ios jévenes a través de In distribucisn de la fier se resquebraj6 a raiz de las mayores oportanidades de empleo, asi como por la fragmentacidn de la tictra, Los jévenes pudieron easarse antes a partir de entonces, y formar sus propies geupos domésticos;-cle hecho, tenfan un aliciente para hacerlo, puesto que las oporiunidades de maximalizar sus ingresos dependian de su capa- cidad de trabajo, asf como del niimero de nifios trebajadores que pudieran engendrar, EL trabajador adulto protoindustrial era incapaz Ae vivir solo; su productividad dependia de la cooperacién de toca ss familia? ‘Como ya hemos seftalado, hay prucbas suficientes para afirmar gue Ia mujer desempefié un importante papel en Ia agticultura y la manufactura preindustriales, y es dificil sostener que el advenimiento de Ie protoindustrializaci6n transformara Ia divisién del trabajo del auipo domestic. La precaucién debe guiar nuestras alitmaciones sobre In divisién sexual del trabajo, ya que los datos para el. si glo xvur son muy escasos; tanto coino para los sighs xvr y XVI *Sabemos todavia may poco sobre la divisién sexual en el seno de Jos grupos domésticos de 1a mayoria de la poblacién rural, sobre las diversas actividades y responsabilidades de hombres y mujeres, sobre como tenfa lugar In socializacién Medic, «Protoindustrial family economy», pp. 304, 307, 310. Chavter, «Household and kinship: Rytone, p. 30. sag gereen enn tgneny eS rena meme errr LA ERA DE LAS MANUFACTERAS Los grupos domestics eran, ante todo, complejos y vi Aunque predoming Je familia nuclear, se solia d nidlad pecduetiva del grupo doméstico requiriera mano de obgy * En los casos en que Ja relacién entre edad y sexo en fy tunidad familiar no coincida con Ja de la unidad de pzoduccisn, debug aiiadirse jomaleros, aprendices 6 parientes al grupo doméstica tal de veforzar © aumentar Ia unidad productiva. En la industaig irlandesa del Tino, la insuficiencia de hilanderas podia paliarse median, te Ja wimportacién de mano de obra conveniente al grupo domést con® Los grupos domésticos también debian ser ampliados en épocay de salarios dectecientes, pues la reaccidn del producto doméstica Ha en incrementar la produccién. En Ia industria de fabricacion dle medias con bastidor, cuando descendian los salarios, se recurtia coxresiclencia, antes que retresar los matrimonios. En Shepshed en el siglo x1x, muchos grupos domésticos dedicados a la elaboracign de medias con bastidor alberzaban también a pari compuestos por dos familias.” sariadog Grupos domésticos femeninos Oita opcién que permitia la divisién de los procesos productives y Is utilizacién por parte de éstos de sus propios mereados (como en el caso de los hilados) consistia en crear grupos domésticos inde pendientes integradas por mujeres jévenes 0 por mujeres y_nifos, Fi interés por ef trabajo de las mujeres jdvenes cra eyidente en la industria del Tino irlandesa, donde eran corrientes grupos domésticos semejantes ea el noroeste del pais. También se evidenciaba a través de las quejas de los moralistas y economistas contemporineos. Ander. son levanté sv voz contra la industria doméstica porque el dinero payado para fs constitucin de I manufsetura ixia a parae a manos dle las capas inferfores de la poblacicin, «a menudo a las de mujeres y nifios; los cuales, atolondrados. y_vanos, generalmente destinan la mayor parte del dinero ganado a la compra de telas finas y otras fruslevias de vestir que atrafan stu acioso gustos.? Las hilanderas de 37. Laslett, «Family and household, p. 355 58. B. Collins, «Protoindustealizations, p, 133. 59. Levine, Ezaity formation, p. 48. 60. J. Andetson, Obrereations on national dedustey, vol. T, p. 39. lar el caso de gags | t | 4 EL TRABAJO DE LAS MUJERES 16 fueron igualmente condenailas por la Court ns de Bradford Manor oc en 1687 por reafitmar su independencia: «Puesto < ber Oz jovencs,sanas y fuerte, acverdan vivir junit § an a trabajar en tiempo de cosecha y dan rienca suelea al liber ivi sone timajen seats $i comparamas la situacién de Its mujeres en los nucvos grupos doosstices manufactureras con Ia que tenfan en fa econonita familiar spesina, puede que su estatus hubieca mejorido, segrin woas con Sees scolen eanastriales emmultes aol erp 7 #1 pie pero alli donde permanecieron en la unidad de produccisn familiae, Pe io: Higulds sesclranda uch) cada inte Ue Is ae HB Edo. y de hecho era, en los talleres o primitivas faricas. fey: Pinch. ect culpa al sistema doméstico del dehilitamiento cle la situ wecedenie de las mujeres. La tradicisn de bajos salar Fria unidad industsial familias contribuys a que subsigniencemente fos aiveles salariales ofveeidos a las mujeres que entraron en el siste a labril, fueran bajos. Por una parte, a medida que los diversos gicios alrontaron una competencia ereciente desde cl siglo xvi en ilance, comenzaton a excluir a las mujeres del aprenelizaje. Por ote. qarte, Ia disponibilidad de 1a industria dos el seno feenomfa familiar implicaba que lus muchachas fueran tiiles en frello hacia que muchas ya no se integraran en el aprendizae. “La costumbre de servir en otro grupo doméstico durante Is ado fesencia, aspecto importante de la estructura social inglesa de los siglo XV1-y XVII, parece haber decaido en el siglo svar, Fabia comu- tilades, donde, en periodos anteriores, el ir a serviv se veia como una ettisre alternativa», ya que las muchachas pret fa hasta su matrimonio, Algunas sirvientas quedsbar Himpotentess en comparacién a Ia fuerte posicién social de que yora- imperante arse én los grupos doméstivos de San has mojeses que podfan integrars tbs padres o parientes.” Pero también debe tenerse en cuenta que, Citada en Hudson, irom manor 2 mills, p. 139, Pincheck, Wome ty p. 126, Chaytor, «Housshold and Kinships, 1 @ 3 48 LA ERA BE LAS MAN RAS si bien a estas mujeres les ens posible fe I eh comparacidn a sirvientas de una eomuniad < Joras y como p. pot la aucoridad patriarcal.” F condicional persian anv estinde condicionadas f 5 tensions de la comunidad oe as ae uanidad y de Sstos, junta del grupo doi tia Ia mujer experimentadas 4 nivel de la jorisld en sentido amplio. Motivas sociales como 8 disponiiilidad de mayor empleo en ef erupo doméstico en le ‘nctuen del eatage del siglo xvitt, pueden haber conttibuide a et menor vigencia de la préctica de envine a Jos adolescentes de une otro sexo a servir oa cursar el aprendizaje. ee También debe tenerse en cuenta, no obstante, el importante pa tive jogaron Jas mujeres en la peaduccién doméstica en lo vebeee 1 Ia organizacisn y el aprendizaje. Los niiios eran parte integcante de los procesos de produccién de buena parte de las manaCactursa pres ¥ protindustriales. Sc les empleaba a partir de los seis Gos, tanto en los talleres como en casa. Estampadores de indianas altamente cuslilicados, y que empleaban las técnicas tanto tradicionales coms awanzadas, contaban con nities como ayucantes, y se empleaba muy 4 menudo a nifas-muy pequefias para los procesos de blanqueada Los tel: tradicionales eran accionados siempre por un nifio que sctuabt como ayudante* En las manufacturas desempetiadas. por cl grupo doméstico, su trabajo se dala pot supuesto, Antes de ls aparicién de [as fabrieas de hilades, «los nifios bilanderos eran ense: fiados por mujeres». En el algodén y la lana, «la madre era respon. | ! \ sable de tudo el ees preparatorio y del aprendizaje y puesta a trabajo de los nifiose A los nifios se les ensefaba a desertpenee mismo tipo de actividades industriales que realizaban las mujetes, eran una parte igvalmente impor induserial y- su aprendizaje re Radeliffe, ef inventor del b mte de la fuerza de trabajo proto safa invariablemente en las mujerss tidor de apresto, recordaba eémo 6, 65, ©, Harris, «Households and thei boundaties», pp. 8, 150, Kusimitsu, «laduscrial Revolution and design», p. 118, Vdwarele v Lioyd-Tones, Smelser and the cotton familen, p. 305. EL TRABAIO DE LAS MUJERES Vi mi madre me ensefd fevando todavia era part tejer] a ga el pan cardinde e bi sed th io ia cram o de algocin pura el telar de mi padre o que me hice to basta me pusiert en un tel hermanos fuerte como para que mi pace ¥ las mujeres no sSla ensefiaban Jos procesos preparatorios. y aio, sino también E] matrimonio Hammond seiials que Winijiin weaatlewiles sks majents bs. Misron qeledoiie @ Ehsan fel siglo xvii. Enzre 1797 y 1799, momento de gran escases juna espafiola, la situacién del empleo era mala y muchos hombres ge enrolaron. Poco después Heaaron abundantes suministros de lana y lis mjetes ceuparon Jos puestos de los hombres. Un empresario de Freshford (Somerset) tenia tantas mujeres empleadas como hos bres. En Bradford, en Wiltshire, por lo menos las dos quintas partes de los tejedores eran mujeres, Pero poco se hablé de estas mujeres pais, ¥ las tejedoras que quedaron en I industvia Ianeta del soroeste fteron empleadas hacia 1840 solamente en las tareas més figeras de lo industria, con bajos indices salatiales.* "Las mujeres ensefiaban y supervisaban a los micmbros mas ju nes de It unidacl familiar de produccién; transmitian las «habilice desy a his nuevas generaciones de Ja fuerza de trabajo industrial y se orupaban de sus hijos, todo formando parte del mismo proceso. nchiso los mds pequefios aprendian a devanar Jana torcida y limps La madve de George Jacob Holyoake estaba empleada en al taller de totones de asia que reaia, y al mismo tiempo euidaba de su familia? El auidado de los hijos formaba pare de la actividad productiva de lis mujeres. Las diversas facetas de ln mujer como trabajadora, ges tore y educadora dentro d de produccitin familiar eran todas de la mayor importaneia, pero el valor que se les otorgubu era gencralmente minimo, Ademds, la intensidad de su trabajo se adap- tuba a la necesidad de cubrir In distancia que separsba al grupo doméstico de la indigencia, por mds grande que amenazata hacerse, BI bajo estatus v escasa valoractin de esie trabajo femenino, a pesar clel reconocimiento de su necesidad e importancia pura los ingresos en metilico del grupo doméstico, queda ampliamente expli- G7. Radeliffe, New system of rani 58. Los Hammond, Thy shila? Tebourer, p. 162. Reid, «Decline of Saint Mondava, 9. 95, 172, LA ERA DE LAS MANUFAGTURAS familia, Lo que parece que ocurrié fue que con ef auge de la indo domaéstica, las actividades femeninas mal remuneradas pero as) doras de dinero se asociaron cada vez mis a las tazeas doméaet: A diferencia de las viens familias campesinas y artesanas, den oe valecta el matrimonio tarcio tras uaa etapa de servicio o aprengee fuera del hogar, ahora las muchachas trabajaban en In casa de® padres hasta que se casaban a edad temprana, Entonces establech su propia unided de produccién en el seno de un-nuevo grupo fas liar, y tenfan mas hijos a edad mts temprana, dehido a la yenie Sue suponia contac con mano de obra infantil. Su produccisn inde tial por tanto se entrelazrba eon Ia formacién del grupo doméstg y con Jo que ahora conocemos como trabajo doméstico. No exiag isién alguna entre sus actividades remuneradas y las eareas domes: s. El grupo familiar también afecté al aprendizaje de las “muue} Aunque en muchas industrias textiles tanto nifios como eran educwlos pata ayudar en cualguiera de Ins labores del of, mayeria de Iss veces las nifias compaginaban las tareas doméstigg? con empleos industriales ocasionales, Eran precisomente estas tare domésticas, especialmente In costura, por mas primitivas que fucranay apartibsn a la majer ta destreza especifiea » la laboriosidy con has que abordaba el proceso productivo. Pero lo mas importante? ea que esta combinacién de actividades también suponia un apres Gizaje muy inegular de las mujeres, y exa precisamente a través al proceso de aprendizaje v las costumbres y convenciones a él asocis, las como se controlaba ef acceso aun offcio y come se definta cualiflcacién. Por mis necesatio ¢ importante que fuera el trata, femenino en fas industrias domésticas, el control de éstas revertia + manos de los hombres, mientras que las mujeres eran relegadas a post clones subordinadas. Es asimismo probable que esta subordinaciéa de las mujeres eo Ia preduccién protoindustrial afectara a la sinué cin de sus hermanas en Jos offcios de talleres de aprendices Sin embarso, David Sabsen ove ha sugerida que muchas de las area fipicamente se asocian eon la economia doméatica en realidad no nacieran Jos sislox xviit y IX. La coseura ins fina que se tequeria pace fa elabo 5 de algodén y de lino oo eta practicady en fa mayorfa de let a, donde Ins personas usaban prem, a as asin le vel ss campesinws ¥ de clase traba 2 barb de laa « gas domésticas se desarrollaron.siguiendo® directrices especilica cOSTUMBRE Y COMUNIDAD iN LA MANUFACTURA DOMESTICA YEN LOS OFICIOS las ind Sita fuerza de trabajo y las tecnologias de muchas < Samo ocurtid con his redes, conswetudina penatan eh torn 0.196 eeub on bus ee ruypuctiidadie rultocaler'¢ boeiiea , tuna marcada diferencia entre lis bases cultures yc Ja manuiactara rusal o basada en la unical familiar los en talleres, Esta diferencia jador de produceién feneral. Parece habe prodacido, exclayé a Jas mujeres de tos taller ti upaciones laborales diferentes a las de los hombres. Los eros cualificados de los oficios artesanales hablaban en cérminos : 10 y solidaridad. Consideruban sus et decorporativisma, colectivis daliéates como «comunidades morales», y su arte u oficiales braron una batalla ‘comtea ss ma comienzos del x1x, para que evitaran la quicbra es morales ante la embestida cle 1a comperirividal indi red el reforzamiento del aprendizaje y la defensa deh «antigua exclusividad de Ta Tibertads.* Los artesunos eran cos snes de que ef resquchrajamiento de las comunidades protesionale ci uta serie de individuos iguales, como consceuencia del I bre, acurrearfa sin duda un divarcio entre propietarins y lesposet L Sowell, Work and revolution; Rule, Experience of lubuury doisans ond politica.

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