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PRESENTADO POR:
CODIGO: 1007664709
GRUPO: 139
11 OCTUBRE 2019.
INTRODUCCION:
La parte donde el autor menciona “La conclusión es clara: cerca de la mitad de los hogares en
Colombia, maltratan a sus hijos. La cifra debería preocupar a la sociedad, porque un niño
maltratado tenderá a tener dificultades emocionales, afectivas y sociales a mediano y largo
plazo.”
Esto es totalmente cierto, ya que muchas de las personas que fueron maltratados desde niños son
grandes delincuentes hoy en día, y esto deriva del maltrato y el sufrimiento de niños.
En mi escuela habían muchos niños maltratados en casa y eran muy impulsivos a la hora de
responderle a los profesores, luego de hacer varias investigaciones los Psicólogos de la escuela
se dieron cuenta que el problema provenía de la casa, de la educación que les estaban dando a
sus hijos y la forma de corregirlos, luego de ello ya los padres después de varias terapias con los
psicólogos de la escuela se dieron cuenta que no podían corregir a los hijos de la misma forma
que los corrigieron a ellos de niños.
El autor del texto concluye que: Están equivocados quienes creen que se necesita golpear
a los niños para que aprendan. No aprendemos así los adultos, ¿por qué van a aprender de
esa manera los menores? Están equivocados quienes siguen creyendo en pleno siglo XXI,
que “la letra con sangre entra”. No se educa con rejo, ni con palos. Sin duda, hay que
educar a los padres para que aprendan a poner los límites, y para que lo hagan
escuchando y respetando la identidad y los derechos de cada hijo. En palabras más
cotidianas, necesitamos una Pedagogía Dialogante y no una humillante. A eso se refería
Kafka, cuando caracterizaba el “sistema educativo” de su padre: es un sistema para
formar niños obedientes, pero dañados interiormente. ¿Eso es lo que queremos para
nuestros hijos y para la sociedad?
Esto es de gran importancia primero debemos educar a los padres para que aprender a
poner los límites y enseñarles que no se debe corregir de la misma forma que los
corrigieron a ellos.
[ CITATION Luc \l 9226 ]
Resumen del artículo de opinión, Las consecuencias del maltrato infantil de la revista
semana del pedagogo Julián de Zubiría.
El pedagogo analiza los resultados de diversas investigaciones sobre el castigo físico a los
menores y reflexiona sobre las consecuencias que dichas prácticas generan en el desarrollo de la
personalidad de los niños y en la cultura del país.
La carta al padre por Franz Kafka, es una de las joyas universales de la literatura. Todos los
padres y madres deberían de leerla en algún momento de la vida y esta debería ser lectura
obligada en caso que se sospeche autoritarismo o maltrato del padre o la madre hacia su hijo.
Citando una de las partes, de la carta al padre de Kafka “Al ver que unos cuantos gritos de
amenaza no producían efecto, me sacaste de la cama, me llevaste a la terraza y allí me dejaste
(…), en camisón, ante la puerta cerrada. No voy a decir que estuviese mal hecho; es posible que
no hubiese realmente otra manera (…); pero lo que pretendo, al mencionar este hecho, es
caracterizar tu sistema educativo y su efecto sobre mí. Sin duda después me mostré ya obediente,
pero quedé interiormente dañado”.
Con estas palabras Kafka describe uno de los efectos más lesivos y prolongados del maltrato
infantil. Los niños maltratados son fácil de reconocer, por lo regular son: son huraños, miedosos
y, especialmente tristes. Casi siempre los niños que son maltratados en casa lleva sus problemas
al colegio o la escuela y esto se refleja mucho en sus notas y su convivencia con los demás,
siempre tiende hacer agresivos e impulsivos.
Según un estudio adelantado por la Universidad de la Sabana, el 52% de los padres maltrata a sus
hijos. Lo hacen en su mayoría con palmadas, pero también es muy alto el porcentaje que recurre
al rejo o al palo (47%). Esto es preocupante ya que claramente la mitad de los hogares
colombianos maltratan a los hijos, y esto se ve reflejado en la delincuencia que hay hoy en día,
casi siempre los grandes delincuentes, violadores son producto de maltrato en su niñez y tienden
a repetir esto con sus hijos y no corregir esta parte fundamental de sus vidas que los deja muy
marcados.
En los barrios, los conflictos suelen resolverse a las patadas; lo mismo en los bares, en las
canchas deportivas y en las calles. Nunca hay que olvidar que hemos convivido con la guerra, las
mafias, los secuestros, las masacres, las desapariciones y el asesinato. Se nos endureció el
corazón de ver tantas muertes: ¡ya hemos perdido la cuenta! Por eso, a algunos llega a parecerles
casi natural, que asesinen los líderes sociales, que se generalice la corrupción en los diferentes
cargos administrativos. Tal vez por eso la reconciliación y el perdón, le están quedando grandes
a un país que se acostumbró a resolver a bala, machete, y sin ética, los problemas que enfrenta a
diario. Nos acostumbramos a ver lo mismo y nos parece normal, pero esto es un problema que
radica desde la casa. Y muchas personas aún no se dan cuenta de esto.
El autoconcepto es uno de los factores más asociados al éxito en la vida. Es relativamente común
que lleguen más lejos, los niños que sienten más apoyo, seguridad y confianza de sus padres y
profesores. A esto le han denominado como el Efecto Pigmalión que se conoce como la
influencia que una persona puede ejercer sobre otra, basada en la imagen que esta tiene de ella.
Sus creencias podrán influir en el rendimiento del otro, de esta manera se buscará que sus
expectativas sean ciertas y se hagan realidad con conductas que tiendan a confirmarlas.
Esto es importante porque una persona que se siente apoyada y segura desde casa puede llegar
muy lejos, porque tiene unas bases muy bunas en las cuales apoyarse si cae en el proceso por el
contrario los niños maltratados tienen el autoconcepto por el suelo. Se sienten rechazados y, por
eso, su confianza y seguridad son ínfimas. Son niños que viven con miedo, porque temen que, en
cualquier momento, los van a golpear, sin saber cuándo, dónde, ni por qué. La arbitrariedad la
han aprehendido conviviendo con sus padres: ¡Paradójicamente son maltratados por quien afirma
quererlos!
Aunque resulte increíble, el maltratador cree que a golpes se “formará” el carácter del niño o
niña. Supuestamente, así se volverá un adulto más fuerte. Si él hablara y escuchara a sus hijos,
sabría que eso no es cierto, que le mienten sus creencias. En los hogares muy autoritarios se
disminuye la comunicación, ya que solo se escucha la voz del padre o la madre que es el que
manda, casi siempre el padre es el que influye en esto y muchas veces las madres también son
sometidas a ello. Y el niño simplemente se somete a lo que diga el padre.
Los niños maltratados tienen gran dificultad para expresar sus sentimientos. Es como si tuvieran
un gran peso encima, porque sus vidas han sido invadidas. A eso se refiere Kafka cuando dice
que quedó “interiormente dañado”: disminuido, arrugado emocionalmente, incapaz de decir lo
que siente. Estos niños vivirán como jóvenes y adultos, con mayor tristeza, depresión y soledad.
Sin ninguna duda, son niños más propensos al suicidio, porque carecen de identidad, seguridad,
proyectos y esperanza.
Esto impacta profundamente la estructura emocional, social y comunicativa del menor, casi
siempre el niño que es maltratado es muy callado y solo y así crecen, el daño provocado por ellos
es difícilmente reparable.
Lo más grave, es que el contexto social y cultural tan violento en el que hemos vivido como
sociedad, tiende a justificar el maltrato, el golpe y la humillación. Muchos padres y madres
todavía creen que es necesario golpear y castigar a sus hijos, ya que presuponen que a futuro, los
hará más fuertes. Todo esto está desde casa, por eso Colombia esta como esta por que utilizamos
el maltrato como la solución de todo, pareciera que en vez de evolucionar hemos involucionado
en este sentido y seguimos siendo un poco cavernícolas en la hora de corregir a nuestros hijos.
Es de gran importancia establecer límites a los niños, no se les debe dejar tanta libertad porque
ello también implica en formar personas de mal, ya que lo pueden tomar como abandono en la
casa, porque no les prestan atención adecuada para corregir las cosas que están mal, desde que un
pequeño niño lleve un útil escolar que no es de el, al ver que no le dicen nada los padres sigue
haciendo lo mismo y puede terminar siendo un delincuente en un futuro.
En las familias ocurre algo similar a lo que sucede en las naciones: las democráticas son las que
forman hijos más felices y sanos emocionalmente. Del mismo modo, sólo las naciones
democráticas garantizan el desarrollo humano. Si queremos construir familias más democráticas,
debemos elevar la calidad de la comunicación en el hogar, crear condiciones para ampliar la
participación de todos los miembros.
Están equivocados quienes creen que se necesita golpear a los niños para que aprendan. No
aprendemos así los adultos, ¿por qué van a aprender de esa manera los menores? Están
equivocados quienes siguen creyendo en pleno siglo XXI, que “la letra con sangre entra”. Ya
han cambiado la forma de educar a los niños, no podemos seguir involucionando, no podemos
repetir lo mismo de antes. Hay que educar primero a los padres y enseñarles que de la forma que
los corrigieron a ellos de pequeños no es la mejor forma para corregir a los niños, que hay otros
métodos, el dialogo es muy importante para forjar a jóvenes de bien. No hacer lo mismo que te
hicieron, no hacer sufrir a los niños de la misma forma que esa persona sufrió hace algunos años
atrás. A eso se refería Kafka, cuando caracterizaba el “sistema educativo” de su padre: es un
sistema para formar niños obedientes, pero dañados interiormente. [ CITATION JUL19 \l 9226 ]
CONCLUSIONES:
Las lecturas son unas explicaciones a sucesos reales, diarios y ficticios que vivimos y podemos
contar.
El resumen es un escrito donde con nuestras propias palabras relatamos una idea que nos queda
de una lectura.
Referencias
Rearte, L. B. (s.f.). https://cdn.educ.ar. Obtenido de
https://cdn.educ.ar/dinamico/UnidadHtml__get__1dea33e2-7a07-11e1-82d2-
ed15e3c494af/index.html