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Conf Esperanza en tiempos inciertos

Tema 1

Momentos difíciles que interrumpen nuestras vidas


No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas
antiguas. He aquí que yo hago una cosa nueva; pronto saldrá a la luz;
¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la
soledad. Isaías 43:18-19 (RVR 1960)

Todos experimentamos momentos muy difícil:

Hoy vivimos tiempos peligrosos ante la ansiedad de un nuevo año

Estamos dejando el pasado reciente pero las transiciones en la vida son


inevitables.

Debemos avanzar para crecer.

las palabras me dieron esperanza:

 No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas


antiguas. He aquí que yo hago una cosa nueva; pronto saldrá a la luz;
¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la
soledad (Isaías 43:18-19).f

Estas palabras me dieron esperanza

El profeta Isaías les recuerda a los israelitas que Dios no solo los librará del
cautiverio en Babilonia, sino que también proveerá para sus necesidades y
los llevará a salvo a su propia tierra.

Dios ya había traído a Su pueblo a través del Mar Rojo siglos antes.

Isaias 43:16 dice: Así dice Jehová, el que abre camino en el mar, y


senda en las aguas impetuosas (RVR1960).
Me enfrenté a una temporada de aridez en el desierto cuando experimenté
ese momento difícil

Pero el mismo Dios que me ayudó a superar mis angustias

Tal vez hoy estás enfrentando un momento difícil que interrumpe tu vida:

Una tormenta amenazante y tumultuosa

Una estación de sequía en el desierto.

Dondequiera que te encuentres en el viaje de la vida,

Dios puede acompañarte y hacer nuevas todas las cosas.

En el mundo real, todo se descompone.

Las cosas se estropean.

Si dejas una cáscara de plátano afuera, no se va a convertir en un


plátano nuevo ni en una cosa nueva. Se deteriora y se descompone.
Así es el mundo en donde vivimos.

Pero esa no es la manera del Reino de Dios, el mundo espiritual.

¡Él toma lo viejo y lo hace nuevo!

2 Corintios 5:17 dice: Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una


nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo! (NVI).

Dios puede tomar nuestros viejos errores y angustias y convertirlos en algo


hermoso.

Hay muchos momentos difíciles que interrumpen nuestras vidas.

La pérdida de un trabajo, un cónyuge o de nuestros padres.

Cambiarse de casa. El nacimiento de un bebé. Graduaciones. Un diagnóstico


no deseado.
En este momento de tensión, recuerda que Dios está haciendo algo nuevo.

Apóyate en el poder de la esperanza en tu momento de transición.

La nueva forma que Dios está haciendo no será inferior a la anterior.

No, en cambio Dios promete hacer cosas aún mejores por nosotras hoy de lo
que ha hecho en el pasado.

No te sorprendas, como dice Isaías 43:19: ¿no se dan cuenta? (NVI).

Anticipa la provisión de Dios y la novedad de la próxima temporada, y no


serás decepcionada.

No dejes que el desierto te intimide. Con cada paso sobre terreno árido, Dios
abrirá un camino.

El DESIERTO es el lugar donde pueden ocurrir milagros. La dirección y


consuelo divino te esperan.

Dios podra hacer un camino.

El Convierte el desierto en un lugar soportable,

El guiára y proveyendo en todo el camino.

Realmente haces todas las cosas nuevas.

Estoy seguro que nos mostrará el camino de la vida y cómo caminar a través
de mis circunstancias en la victoria.

Tema 2 : Como vivir en tiempos inciertos


Isaias 43:18-19
«Olviden las cosas de antaño; ya no vivan en el pasado. ¡Voy a hacer algo
nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en
 

el desierto,  y ríos en lugares desolados.

Este 2020 Dios nos enseñó muchísimas cosas, entre las más importante:

1. Los planes que se van a cumplir siempre son los de Dios , no los
nuestros.

2. El cielo y la tierra pasarán, pero sus palabras no pasarán.

3. Dios es Soberano por sobre todo y todos, en su Trono está y en Él no hay


sombra de variación.

4. Los seres humanos somos sumamente frágiles , un simple bicho


microscópico puede poner nuestra vida de cabeza, y hasta acabar con ella, si Él lo
permite.

5. Su gracia es suficiente en medio de cualquier dificultad , tribulación,


angustia, preocupación, incertidumbre o miedo.

Podemos concluir entonces, que Dios nos dijo este 2020:

“Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las
naciones; enaltecido seré en la tierra.” Salmos 46:10

Su voluntad soberana y Su propósito Eterno siempre estan ahora y


siempre!!  

El éxito de nuestra vida no es por la mano o el rito de alguna


liturjia o amuletos

Un pastor dijo a algunos jóvenes sobre la suerte que


tendrían si x pastor los casaba … NO una vida de bendición
es el resultado de nuestra relación con Dios
El probervista nos da la clave para tener un mejor año
prospero y bendecido 7 claves para ser prosperado en Dios
Proverbios 3:1-10 Hijo mío, no te olvides de mí ley, Y tu corazón guarde mis
mandamientos; Porque largura de días y años de vida Y paz te aumentarán.

Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; Átalas a tu cuello, Escríbelas en


la tabla de tu corazón; Y hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los
hombres.

Fíate de Jehová de todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia.

Reconócelo en todos tus caminos y él enderezará tus veredas.

No seas sabio en tu propia opinión;

Teme a Jehová, y apártate del mal; porque será medicina a tu cuerpo y refrigerio para
tus huesos.

Honra a Jehová con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos; y serán
llenos tus graneros con abundancia y tus lagares rebosarán de mosto”.

Somos buenos para hacer nuevos propósitos, trazarnos


metas, soñar y desear muchas cosas para nuestras vidas cada año que
empieza.

¿estamos incluyendo al Señor en nuestros planes, sueños y deseos?

Sin Él no podremos lograr nada.

Aún en las cosas más simples y pequeñas de la vida debemos tenerlo en


cuenta.

Este pasaje de proverbios nos da la clave para tener un año


bendecido y que veamos resultados en todo lo que hagamos.
1.- Dios nos pide obediencia, que no olvidemos su Palabra. Cuando le
buscamos de corazón en oración y lectura de la Escritura, estaremos más
dispuestos a guardar sus mandamientos y esto nos garantiza años de
vida y paz.

2.- caminemos en misericordia y verdad. Cuando nuestro corazón es


misericordioso, sensible, perdonador y veraz hallaremos gracia no sólo delante de Dios
sino de las personas que nos rodean.

3.- Debemos confiar en Dios entregándole todos nuestros


planes, es mejor tener el respaldo de Dios que apoyarnos en nuestra propia opinión.

4.- Reconozcámoslo en todo lo que hagamos darle siempre


el primer lugar a Él en cada aspecto de la vida. Entonces Él nos guiará por
sendas seguras y enderezará nuestros caminos.

5.- Apartémonos de lo malo, de lo que nos aleje de la


presencia de Dios y nos conduzca a problemas.

6.- Escuchemos su consejo y veremos bendición espiritual, emocional y


nos dará salud.

7.- Honrémoslo con nuestros bienes, talentos, tiempo y


habilidades y el bendecirá la obra de nuestras manos, proveerá siempre lo que
necesitemos y no nos faltará nada.

Si queremos un año repleto de bendiciones entonces esforcémonos


por obedecer y hacer lo que a Él le agrada.

Algo nuevo para ti


RV60 He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la
conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la
soledad. Isaias 43:18-19

NTV No recuerden lo que paso, voy a hacer algo nuevo. Eso


es lo que esta pasando ahora ¿ No se dan cuenta? hare un
camino en el desierto y ríos en tierra desolada Isaias 43:18-
19
Cuando Dios dice que te va a hacer algo nuevo, no tengas en cuenta los obstáculos y
sigue caminando.

TU Le importas demasiado a Dios como para ser desviado por una


situación cuyo único propósito era darte carácter y dirección.
Una de las actividades de un BUEN LABRADOR es de tiempo en tiempo hace podas a
los arboles con el propósito de que el arboles puedan ser mas fuertes y
lleven mejor frutos

Leia esta semana un pasaje que me hizo pensar que este tiempo fue una poda para
todos con el propósito de que aquellos arboles que lleven fruto lleven mas y los que no
sean cortados definitivamente

Lucas 13:8 “ Déjala todavía este año mas hasta que yo cave
alrededor de ella y la abone”

Quieres pedirla a Dios que te permita un año mas para que llevemos ,mejor fruto

Tema 3 Guiados en tiempos inciertos


Salmo 32.8-11
LECTURAS DE APOYO: Juan 16.13
INTRODUCCIÓN

Vivimos en un mundo lleno de dificultades y por eso que


necesitamos ser guiados por el Señor.
Algunas de las decisiones que tomamos son tan importantes que pueden llegar a
cambiar nuestro futuro.

Enfrentamos dificultades económicas, problemas de salud, situaciones


familiares y toda clase de desafíos.
Puede que hayamos dedicado tiempo para investigar algún asunto en específico, pero
quizás aún no sepamos qué decisión debemos tomar.

Puede que nuestro problema pareciera no tener solución, o quizás otras personas
hayan pedido nuestro consejo, y no sepamos cómo orientarlas.

Situaciones como estas necesitamos de alguien que nos dé buenos consejos. Y el


único que puede guiarnos bien en todo momento es Dios.

Nuestro Padre celestial nunca está demasiado ocupado para escucharnos cada vez
que buscamos su guía.
Nos da una maravillosa promesa en Salmo 32.8-11, para animarnos cada vez que
necesitemos su dirección.
La base de la promesa radica en la naturaleza de nuestro Dios Todopoderoso.
Es el Creador de todo lo que existe, quien tiene todo el conocimiento y poder, quien
nos ha prometido:
“Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos”
(v. 8).

Nuestro Señor se ha comprometido a hacerlo. Si creemos en Cristo y venimos ante su


presencia, nos guiará e indicará la mejor decisión que debemos tomar. Dios conoce
cada detalle de nuestra vida, sabe aquello que enfrentamos, cómo ha comenzado y
cómo terminará, si lo obedeceremos o no.

Nuestro Padre celestial ha prometido guiarnos, y esa promesa se aplica para todos los
seguidores de Jesucristo.
El valor de la promesa proviene de Aquél que nos la ha dado.
Esa promesa proviene de Dios, quien siempre cumple su Palabra. No tenemos por qué
preocuparnos, pues hará aquello que ha prometido, ya que siempre es fiel.
Es una promesa perfecta.
Incluye todo lo que necesitamos conocer para llegar a tomar la decisión correcta.
 Instrucción. Ha prometido instruirnos con su Verdad (v. 8). La guía que el
mundo nos ofrece está llena de errores, pero la dirección que el Señor nos da
siempre nos guía por el camino correcto.

 Enseñanza. Es el Señor quien nos enseña y nos ayuda para entender lo que
leemos en su Palabra (v. 8). No solo debemos conformarnos con adquirir
conocimiento, sino que tenemos que aplicar lo que hemos aprendido, para así
beneficiarnos de sus enseñanzas. Algunas de nuestras decisiones no están
relacionadas con lo que es bueno o malo, sino con aquello que es mejor para
nuestra vida. Por esta razón necesitamos tener sabiduría y discernimiento
para tomar la decisión correcta. El Espíritu Santo que mora en nosotros ha
prometido guiarnos hacia la Verdad (Jn 16.13). Su deseo es dirigirnos hacia la
voluntad de Dios, al ayudarnos a distinguir entre lo bueno y lo malo. Como
conoce el futuro, sabe lo que podría suceder si tomamos la decisión
equivocada. Él nos guía para que podamos obedecer a Dios y recibir sus
bendiciones. Si nos dejamos guiar por el Señor, no sufriremos el
remordimiento inevitable que viene de las malas decisiones.

 Consejo. Nuestro Padre celestial promete tener sus ojos sobre nosotros y
aconsejarnos (v. 8). Esa promesa nos muestra cuán cerca está Dios de
nosotros, pues toda consejería necesita del compañerismo. También revela
que andamos bajo la mirada del Señor. Nos ama tanto, que no solo nos
observa, sino también nos da consejos sabios para nuestro diario vivir. No
podemos ignorar su sabiduría y tomar decisiones basadas en nuestro
conocimiento, pues Dios nos ama, quiere lo mejor para nosotros y conoce
cada detalle de nuestra circunstancia.

 Protección. Al afirmar que tiene su mirada puesta en nosotros, nos hace
saber que también nos protege. No importa dónde estemos, el Señor está con
nosotros. Conoce todo lo que sucederá cada día de nuestra vida, y nos guía
por el camino correcto. Nuestra responsabilidad es estar atentos a su voz y
poner nuestra mirada en Cristo. Cada vez que debamos tomar una decisión,
debemos preguntarle lo que desea que hagamos. Y si otros nos piden
consejos, debemos buscar la dirección del Señor inmediatamente. Cada vez
que ofrezcamos consejos, debemos depender de esta promesa, pues somos
responsables ante Dios por los consejos que damos.

El Señor advierte a los que no escuchan.


Después de haber dado a su pueblo esta maravillosa promesa, también advierte a los
que no están dispuestos a buscar su instrucción, sus enseñanzas y su consejo.
No sean testarudos (v. 9). El Señor desea que sigamos su dirección de manera
voluntaria. Si le resistimos, vendremos a ser como esos caballos o mulas que
solo son controlados a la fuerza por el cabestro y el freno. Si rechazamos el
consejo de Dios, recibiremos las consecuencias por no haberlo escuchado.

El impío sufrirá dolores (v. 10). Cada vez que ignoremos el consejo de Dios,
sufriremos problemas y dificultades. En ocasiones vivimos en rebeldía al
depender de nosotros mismos y al tomar decisiones según lo que creemos
que es mejor para nuestra vida. Y como no dependemos del Señor, andamos
en desobediencia, indiferencia y orgullo. Ese es un estilo de vida insensato y
eventualmente producirá frutos de amargura.

Dios bendice a los que escuchan.

A diferencia de los testarudos y rebeldes, los que confían en el Señor recibirán los
frutos de obediencia.
 El amor y la misericordia les rodeará (v.10). Si buscamos a Dios y
seguimos su dirección, disfrutaremos de su compasión. Eso no significa que
estaremos exentos de problemas y dificultades, pero Dios los usará para
aumentar nuestra fe y edificar nuestra comunión con Él. Su misericordia nos
rodeará, para así protegernos. Puede que en ocasiones flaqueemos, pero si
confesamos nuestro error y le pedimos que nos perdone, nos guiará de
regreso hacia su voluntad.

 Se alegrarán y se gozarán (v. 11). Cuando seguimos las instrucciones
del Señor recibimos paz, gozo y contentamiento en medio de las pruebas y las
dificultades.

REFLEXIÓN
¿A quién acude cuando necesita consejo? ¿Ha experimentado las
consecuencias de haber buscado consejo en la persona equivocada? ¿Qué
fue lo que sucedió?
¿Puede recordar alguna ocasión en su vida, en la que fue testarudo y
desobediente?
¿Qué sucedió como resultado de eso?
¿Qué lecciones aprendió de esa situación?
Recuerde alguna ocasión en la que buscó la dirección de Dios y obedeció el
consejo que le dio. ¿Qué aprendió? ¿Qué bendiciones recibió como
consecuencia de su obediencia?

Cómo escuchar a Dios


PASAJE CLAVE:  Marcos 4.1-3, 23, 24; 7.14 Salmo
32.8  |  Proverbios 3.5, 6  |  Juan 3.3

Nos anima saber que Dios nos ama lo suficiente como para trazar un plan específico para
cada uno de nosotros.
De hecho, sabemos que diseñó ese plan mucho antes de que naciéramos. Nada en nuestra vida
ocurre al azar o por casualidad.

Aunque el plan de Dios es el mejor camino, no siempre será el más fácil de transitar. Quizás
tendremos que escalar algunas montañas y recorrer diversos valles de sombra, pero si seguimos
sus instrucciones, descubriremos las recompensas de vivir en su voluntad.

Es por eso que debemos pedirle al Señor que nos indique su plan, y nos ayude a estar preparados
y dispuestos para escuchar sus palabras.

Podemos confiar en que el Señor desea guiarnos, pues ha trazado un plan específico para
nosotros (Sal 32.8).
En Proverbios 3.5, 6 nos dice: “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia
prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas”. Reconocer al Señor
significa considerar sus palabras, reconocer su poder, confiar en su dirección y seguir sus
instrucciones. En todo momento desea guiarnos, pero si no estamos atentos a su voz, no
escucharemos sus instrucciones, y tomaremos el camino equivocado.

Jesús desea que le escuchemos cada vez que nos hable.


Marcos 4.1-3. Mientras enseñaba a una gran multitud, Jesús captó su atención al decirles:
“Oíd”.
Marcos 4.23, 24. Cristo también dijo que “Si alguno tiene oídos para oír, que oiga”. Y
les advirtió al decirles: “Mirad lo que oís”. No solo es importante oír, también es
necesario discernir lo que escuchamos.
Marcos 7.14. En otra ocasión, Jesús dijo: “Oídme todos, y entended”. Pues su meta es
que comprendamos sus palabras.
Juan 3.3. Cuando Jesús habló con Nicodemo le dijo: “De cierto, de cierto te digo, que el
que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”. Esta frase “de cierto, de cierto
te digo” es usada por Jesús veinticinco veces en el evangelio de Juan. Era la manera
que usaba para enfatizar la autoridad que tenían sus palabras y la atención que
debíamos brindarles.

¿De qué manera nos habla Dios ahora?
Sabemos que el Señor se comunicaba con las personas en los tiempos bíblicos, pero también
desea hablar personalmente con cada uno de sus hijos hoy. Eso significa que debemos estar
atentos.
La manera principal en la que Dios nos habla es por medio de su Palabra. La Biblia
no es solo un libro antiguo, también es la inerrante e infalible Palabra de Dios. Es al
leerla que recibimos su mensaje de manera directa. Todos los demás métodos para
escuchar a Dios deben ser discernidos por medio de las Sagradas Escrituras, para poder
así determinar si en verdad lo hemos escuchado.

También nos habla por medio de la oración. La oración es un método efectivo para
comunicarnos con el Señor. No solo debemos usarlo para hablar con Él, sino también
para escucharle. En vez de sencillamente compartir la lista de peticiones que tenemos,
debemos aprender a permanecer quietos y esperar para escuchar aquello que Él desea
decirnos.

Puede que el Señor nos hable por medio de las circunstancias. En medio de las
situaciones difíciles, debemos recordar que es más importante escuchar la voz de Dios
que sentirnos cómodos. Él usa las dificultades y el sufrimiento para captar nuestra
atención. Desea enseñarnos algo importante en cada momento de la vida. En vez de
poner nuestra atención en la prueba, debemos preguntarle: “Señor, ¿qué deseas
decirme por medio de esta situación?”

A veces, Dios nos habla por medio de otras personas. Puede que venga en la forma de
una afirmación, confirmación, aliento, amonestación o advertencia. Y el Señor puede
usar a cualquiera que escoja para traernos su mensaje. Sin importar de dónde provenga,
debemos considerar en oración lo que nuestro Padre celestial nos ha dicho.

¿Cómo podemos identificar la voz de Dios?


Mientras tratamos de escuchar la voz de Dios, debemos estar seguros de que el mensaje que
hemos recibido proviene de Él y no de otros lugares.

La voz de Dios siempre concuerda con la Biblia. Cualquier mensaje que recibamos de
Él coincidirá con lo que nos ha dicho en las Sagradas Escrituras.

Su voz es silenciosa. Aunque Dios nos habla por medio de su Espíritu Santo de manera
inaudible, su mensaje es muy convincente.

El Señor nos habla claramente. Si sintonizamos nuestro corazón con Dios al dedicar
tiempo para leer su Palabra y escuchar la voz de su Espíritu, nos guiará de manera
clara y específica.
¿De qué manera Dios capta nuestra atención?
En ocasiones nos hace sentir inquietos. Puede que ya hayamos trazado nuestro propio
plan, pero entonces comenzamos a sentirnos inquietos y sin paz. Si oramos y le
pedimos a Dios que nos guíe, es posible que nos lleve por el camino que menos
pensaríamos.

Hay veces en las que nos susurra al oído. Aunque nos habla de manera inaudible,
escuchamos su voz de manera clara y específica en nuestro espíritu.

¿Por qué no escuchamos a Dios?


Puede que no creamos que el Señor nos habla. Si ese es el caso, no estaremos atentos
para escucharle. Pero aquellos que le buscan diariamente, saben que Él habla de
manera personal a nuestro espíritu.

Puede que sintamos temor de lo que nos dirá. ¿Qué sucederá si Dios nos pide algo que
no deseamos hacer? Esa actitud demuestra falta de confianza de aquellos que no creen
que el plan del Señor incluye lo que es mejor para ellos.

Puede que estemos enojados con el Señor. Si le culpamos por aquello que ha sucedido
en el pasado, no estaremos interesados en lo que desea decirnos.

Puede que tengamos un espíritu rebelde. Si nos negamos a dejar el estilo de vida
pecaminoso que llevamos, no desearemos escuchar la voz de Dios.

¿Cuáles son las consecuencias de no escuchar a Dios?


Sabemos que el Señor hablaba en los tiempos bíblicos, pero también lo hace de manera personal
en nuestros días con cada uno de sus hijos. Esto significa que debemos estar atentos a su voz.

No recibiremos su dirección y no podremos disfrutar del plan que ha trazado para
nuestra vida.

Escucharemos las voces equivocadas, seremos engañados, tomaremos decisiones
erradas y nos perderemos las bendiciones de Dios.

Otros sufrirán. No solamente nosotros seremos afectados por no escuchar al Señor, sino
que también nuestros seres queridos pagarán el precio.

REFLEXIÓN
¿En alguna ocasión ha sentido la convicción de que está pecando?

Si eso le ha sucedido es porque Dios le ha hablado.

¿En alguna ocasión ha leído un pasaje de la Biblia que está relacionado con lo que
enfrentaba en ese momento? ¿De qué manera ha sido guiado, consolado, amonestado o
advertido por la Palabra de Dios en relación con la situación que enfrentaba?

¿Qué cambios debe hacer en su vida para poder llegar a ser más sensible a la voz de
Dios?

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