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Control genético del desarrollo

El desarrollo de un individuo multicelular ocurre a partir de un cigoto que prolifera mediante


mitosis y mediante el proceso de determinación celular. En un principio todas y cada una de las
células que constituyen el embrión pueden convertirse en cualquier tipo celular, son células toti
potentes, pero en la mayoría de los individuos tras algunas divisiones del embrión cada célula
determina a qué tipo celular corresponderá y ya no podrá volver a formar otro tipo de célula. La
Genética del desarrollo estudia cómo a partir de una célula aparece un organismo completo a nivel
intracelular, a nivel de los genes y de su expresión o no expresión. Las etapas que engloba el
desarrollo temprano en animales son:

 Fecundación: Por fusión de dos gametos surge el cigoto que acabará constituyendo el
organismo. En mamíferos el gameto no es un óvulo propiamente dicho, sino que es un
ovocito ya que está detenido en metafase de segundo orden, y pasa a óvulo una vez
fecundado. Dentro de la fecundación se distinguen varias fases: aproximación, activación
del ovocito, penetración y anfimixis (en mamíferos)

 Segmentación: Mediante divisiones por mitosis se forman primero blastómeros que a


medida que se dividen van bajando por la trompa de Falopio hacia el útero. Divisiones
sucesivas originan la mórula y finalmente la blástula. Después de la segmentación ocurre la
compactación que consiste en los procesos que comunican los blastómeros entre sí e
impedirían su separación si no hubiera zona prelucida. Ya las células internas forman el
embrioblasto que formará más adelante el embrión, y las células externas forman el
trofoblasto que dará lugar a la placenta.

 Gastrulación: Menos divisiones mitóticas, comienzan los movimientos morfogenéticos al


desplazarse conjuntos de células. Se forman las tres hojas embrionarias: ectodermo,
mesodermo y endodermo.

 Organogénesis: El embrión experimenta la organización estructural, se delimitan los


órganos.

 Histogénesis: Diferenciación de tejidos: epitelial, glandular, conjuntivo, sanguíneo, muscular


y nervioso. La genética es muy importante a la hora de estudiar el desarrollo ya que la
expresión de los genes regula eventos muy importantes en el mismo, es importante por
tanto el estudio del control genético del desarrollo. Se manipula el ADN del embrión,
básicamente se realiza para detectar posibles problemas hereditarios en los bebes antes de
su formación en la barriga y se manipula su ADN para evitar que estas enfermedades se den,
tal como exceso de cromosomas en uno de los pares o déficit de los mismos. Esto se realiza
cuando las parejas tienen dificultades para procrear y desean hacerlo a través de la
fertilización in vitro y el examen de control genético les asegura que el bebé podrá
sobrevivir.
Apoptosis

La apoptosis es una destrucción o muerte celular programada o provocada por el mismo


organismo, con el fin de autocontrolar su desarrollo y crecimiento, está desencadenada por
señales celulares controladas genéticamente. La apoptosis tiene una función muy importante en
los organismos, pues hace posible la destrucción de las células dañadas, evitando la aparición de
enfermedades como el cáncer, consecuencia de una replicación indiscriminada de una célula
dañada

la apoptosis es un proceso ordenado, que generalmente confiere ventajas al conjunto del


organismo durante su ciclo normal de vida. Por ejemplo, la diferenciación de los dedos humanos
durante el desarrollo embrionario requiere que las células de las membranas intermedias inicien
un proceso apoptótico para que los dedos puedan separarse.

Funciones de la apoptosis

Tejidos dañados o infección


La apoptosis puede ocurrir por ejemplo, cuando una célula se halla dañada y no tiene posibilidades
de ser reparada, o cuando ha sido infectada por un virus. La "decisión" de iniciar la apoptosis
puede provenir de la célula misma, del tejido circundante o de una reacción proveniente del
sistema inmunológico. Cuando la capacidad de una célula para realizar la apoptosis se encuentra
dañada (por ejemplo, debido a una mutación), o si el inicio de la apoptosis ha sido bloqueado (por
un virus), la célula dañada puede continuar dividiéndose sin mayor restricción, resultando en un
tumor, que puede ser un tumor canceroso (ver cáncer).

Regulación del sistema inmunitario


Ciertas células del sistema inmunitario, los linfocitos B y linfocitos T, pueden llegar a desarrollar
propensión a atacar células de tejido sano del propio organismo al que pertenecen. Estas células
autorreactivas son eliminadas mediante apoptosis. Por ejemplo, antes de ser liberados hacia el
resto del organismo, los linfocitos T, una vez formados en la médula ósea, son sometidos a
pruebas de reacciones autoinmunes dentro del timo, que es el órgano encargado de su
maduración para evitar reacciones de autoinmunidad. De esta forma, alrededor del 95% de los
linfocitos T recién creados --y que son los que han mostrado propensión a atacar tejido propio--
son destruidos vía apoptosis.

Desarrollo
La muerte celular programada es parte integral del desarrollo de los tejidos tanto de plantas
(viridiplantae) como de animales pluricelulares (metazoa), y no provoca la respuesta inflamatoria
característica de la necrosis (sobre apoptosis en metazoarios, véase "Mechanisms and Genes of
Cellular Suicide", por Hermann Steller, Science Vol. 267, 10 de Mar., 1995, p. 1445). En otras
palabras, la apoptosis no se parece al tipo de reacción resultante del daño a los tejidos debido a
infecciones patogénicas o accidentes. En lugar de hincharse y reventar -y, por tanto, derramar su
contenido, posiblemente dañino, hacia el espacio intercelular-, las células en proceso de apoptosis
y sus núcleos se encogen, y con frecuencia se fragmentan. De esta manera, pueden ser
eficientemente englobadas vía fagocitosis y, consecuentemente, sus componentes son reutilizados
por macrófagos o por células del tejido adyacente.
Homeóstasis
En un organismo adulto, la cantidad de células que componen un órgano o tejido debe
permanecer constante, dentro de ciertos límites. Las células de la sangre y de piel, por ejemplo,
son constantemente renovadas por sus respectivas células progenitoras. Por lo tanto, esta
proliferación de nuevas células tiene que ser compensada por la muerte de otras células. A este
proceso se le conoce como homeostasis, aunque algunos autores e investigadores como Steven
Rose y Antonio Damasio han sugerido homeodinámica como un término más preciso y elocuente

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