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Resultados - Metodología de Zonificación
Resultados - Metodología de Zonificación
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7. ZONIFICACIÓN SOCIOECONÓMICA INTEGRADA
Por esto se recomienda leer y revisar este Subcapítulo, el cual aborda el Análisis de la
Configuración Socioeconómica Territorial, que asume “variables síntesis”, que tienen
como soporte metodológico y analítico el calculo y combinación de 79 variables iniciales
(véase Documento Enfoque Técnico y Metodológico, en lo referente a la información
consignada en la ficha metodológica de cada categoría empleada), lo cual garantiza que
estas variables síntesis se pueden considerar resultados consistentes, que expresan un
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estado de configuración socioeconómica territorial de los municipios de la jurisdicción (Ver
Mapa: Configuración Socioeconómica Territorial).
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para el caso de Medellín, el cual se define con una configuración socioeconómica muy
buena:
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crítica, lo que coincide, en parte, con los bajos índices de calidad de vida que reportaron
estas territoriales. Adicionalmente, se trata por lo general de municipios que se
encuentran en una relativa situación de aislamiento a través de vías que no proporcionan
las mejores condiciones de accesibilidad.
De otro lado, las territoriales Aburrá Norte y Aburrá Sur tienen ubicados la mayoría de sus
municipios en condiciones socio-económicas buenas y/o aceptables, en parte debido a
que hacen parte del centro urbano dominante (Área Metropolitana del Valle Aburrá), que
ofrece más y mejores oportunidades socioeconómicas, alta convergencia urbano-regional,
acceso y estructura metropolitana físico-espacial, posición dominante en la geografía
urbano-regional, lo que se traduce en una mejor localización de oportunidades y calidad
de vida. Es el caso de Amagá y Caldas que actúan como lugares de residencia de
trabajadores urbanos.
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compartida con los municipios vecinos de Envigado, Sabaneta y Copacabana en el Valle
de Aburrá.
En Remedios se asumió que este municipio posee una “muy crítica configuración
socioeconómica territorial”, a la cual se le asignó una calificación de uno(1), ya que su
situación es similar a la de municipios cercanos como Yondó, Yalí y Amalfi.
Se recomienda leer y revisar el Capítulo 3.5 que aborda el Análisis de los Paisajes
Productivos Dominantes en la jurisdicción de Corantioquia, de los cuales cinco de ellos
se valoraron cuantitativamente para determinar su importancia e incidencia económica al
interior de la Corporación y los restantes ocho paisajes productivos se valoraron
cualitativamente, sin realizar un análisis comparativo que indicara la importancia de cada
paisaje productivo en relación a los otros. Estos cinco paisajes dominantes valorados
cuantitativamente a su vez, se subdividieron respectivamente en tres tipos de paisajes
que dependen de las condiciones topográficas, agrológicas, nivel tecnológicos y de
productividad.
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carne extensiva marginal (PGC3), Ganadería de Leche Extensiva con Altos Niveles
Tecnológicos (PGL1), Ganadería de Leche Extensiva (PGL2), Ganadería de leche
extensiva marginal (PGL3), Cafetero Tecnificado (PC1), Cafetero Semi Tecnificado
(PC2), Cafetero Marginal (PC3), Cañero Semi Tecnificado (PCÑ1), Cañero Tradicional
(PCÑ2), Cañero Tradicional Marginal (PCÑ3), Economías mixtas de Colonización (EMC),
Arrocero (PAr), Frutícola Altamente Comercial (PF1), Frutícola Comercial (PF2), Frutícola
Marginal (PF3), Hortícola (PHo), Bosque Natural Intervenido (BNI), Bosque Natural poco
intervenido declarado (BNPD) y no declarado (BNPND), Plantaciones Forestales (PFo),
Ocio con fines Recreativos y Turísticos (POC), Minero (PMi).
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Mapa 8. Paisajes Productivos Dominantes. Jurisdicción de Corantioquia.
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Para la construcción de este mapa, se recurrió a tres insumos básicos que fueron: el
mapa de coberturas vegetales homologado por Corantioquia a partir de los POT (Planes
de Ordenamiento Territorial) municipales escala 1:100.000, los esquemas o mapas
veredales dibujados con cada uno de los funcionarios de Umatas visitados en municipios
y por último la información restituida a partir del trabajo de campo realizado en el territorio
de la jurisdicción de Corantioquia.
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Tabla 60. Valoración de los Paisajes Productivos Dominantes
A los paisajes Forestales definidos en las unidades de Bosque Natural poco intervenido
declarado y no declarado, no se les asignó ninguna valoración por considerar que la
sociedad aún no le ha dado un valor en términos monetarios y de productividad
económica a este tipo de paisajes. Esta ausencia de valoración determina que estas
áreas no fueran consideradas en el momento de cruzar la información socioeconómica y
físico espacial, con la cual se produjo el mapa de Zonificación Socioeconómica Integrada
(ZSEI). Sin embargo estas unidades se tendrán en cuenta al momento de integrar las
Áreas de Interés Ambiental de Corantioquia, con el objeto de generar el mapa de
Zonificación Socioeconómica Ambiental (ZSEA).
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7.1.3 Capacidad Funcional Urbano Rural
Los asentamientos urbanos hacen parte integral del territorio, y de la forma como se
distribuyen, sus características funcionales y sus relaciones, depende significativamente
la estructura, la funcionalidad y el desarrollo territorial; este concepto de “integración
funcional espacial” hace referencia a un sistema articulado e integrado de centros de
crecimiento de diferentes tamaños y características funcionales que facilita la difusión del
desarrollo regional.
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Tabla 61. Rangos de capacidad funcional
VALORACIÓN CARACTERÍSTICAS
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Ejerce funciones diversificadas en Polariza centros y espacios geográficos de la estructura urbana
servicios financieros, comerciales, Se constituye como centro receptor de población proveniente de otras
industriales y especializados ciudades
Su influencia alcanza niveles nacionales
Suministra a las subregiones los servicios que estas carecen
Ofrece toda gama de servicios propios de una gran ciudad
Posee los equipamientos más numerosos y especializados
Concentra servicios financieros y comerciales
En ella se emplazan grandes empresas de transporte de carga y
pasajeros
Su Industria es de trascendencia nacional
Ofrece servicios médicos y universitarios especializados
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3
Funciones económicas y Presentan un carácter más urbano que los centros locales secundarios
comerciales de apoyo a Sus equipamientos permiten servir a comunidades vecinas de centros
centros de nivel superior; menores
servicios básicos en lo No polarizan a su alrededor otros asentamientos
publico y social local Su producción surte los centros de relevo que se encuentran en sus
proximidades
Están dotados de los servicios mínimos necesarios para atender a la
población residente en su núcleo o proximidades inmediatas
Poseen los equipamientos básicos necesarios para su categoría urbana, y
algunos esporádicos que incrementan su importancia
Aunque sus servicios tienen una marcada función para sus habitantes
locales, tiene la tendencia a servir fuera de su jurisdicción
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Funciones económicas y Son de menor importancia que la de los centros locales principales
comerciales básicas; Sirven a núcleos pequeños de población circundante
abastece poblaciones Abastecen a centros urbanos de mayor importancia que le son próximos
próximas de mayor No poseen equipamientos para el servicio de gente que proceda de las
importancia, posee servicios afueras.
básicos locales. Presentan un carácter más rural que los centros locales principales
Su equipamiento urbano se limita a la población local
1
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Mapa 13. Capacidad Funcional Urbano Rural. Jurisdicción de Corantioquia
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Los 6 rangos del mapa de accesibilidad se valoran como se expresa en el siguiente
cuadro.
Muy Baja 1
Baja 2
Media Baja 3
Media Alta 4
Alta 5
Muy Alta 6
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Mapa 18. Accesibilidad por Trazado Velocidad. Jurisdicción de Corantioquia
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respectivamente, por considerar que estas tienen un gran número de datos incorporados
en su construcción y por tanto ofrecen un mayor nivel de confiabilidad.
DINÁMICA INTEGRACIÓN
TERRITORIAL TERRITORIAL D+I Territorial
CSE 30% SPP 20% SCF 30% SAC 20% Rangos Calificación
1 0.3 1 0.2 1 0.3 1 0.2 0.0 - 1.7 Marginal
2 0.6 2 0.4 2 0.6 2 0.4 1.7 -2.2 Muy Baja
VALORES
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La Dinámica Territorial esta asociada a las manifestaciones que sobre el territorio
traduce la relación entre la Configuración Socioeconómica y los Paisajes Productivos
Dominantes. Por tanto el concepto de dinámica territorial como su nombre lo indica,
permite realizar una radiografía rápida del comportamiento actual de la situación
socioeconómica del territorio de la Corporación, lo que muestra distintos niveles de
desarrollo territorial que se manifiesta en niveles de calidad de vida y distribución de la
propiedad de la tierra rural, al tiempo que combina los usos predominantes de la tierra
donde se destacan las actividades productivas que mayor incidencia en la vida económica
local y regional.
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Mapa 19. Zonificación Socioeconómica Integrada. Jurisdicción de Corantioquia
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7.3 UNIDADES HOMOGENEAS POR DINÁMICA E INTEGRACIÓN TERRITORIAL
Espacios Marginales
Estos espacios corresponden a aquellos territorios que presentan una configuración
socioeconómica muy crítica, unos paisajes productivos muy marginales, unos centros
urbanos básicos y una muy baja accesibilidad regional.
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Estos espacios también se encuentran localizados de modo disperso en varias regiones
de la jurisdicción de Corantioquia, de los cuales se destacan las áreas que coinciden en
parte con las reservas de la Ley 2ª y Bajo Cauca – Nechí; además del interior de la
jurisdicción del municipio de Yondó, la cuchilla de los farallones de Citará en el municipio
de Andes y Ciudad Bolívar.
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Grande en el altiplano norte; además del entorno no inmediato de la cabecera de Andes,
Támesis, Santa Fe de Antioquia y San Jerónimo; en las cuencas medias de los ríos
Piedras en Jericó, Poblanco en Fredonia, Man en Cáceres y la quebrada Sinifaná en
Venecia.
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8. SÍNTESIS BIOFÍSICA
Las unidades ecogeográficas son un instrumento espacial, que permite georefenciar las
diferentes regiones que conforman la jurisdicción de la Corporación. Los criterios que
permiten hacer esta diferenciación son las macrounidades geomorfológicas y el sistema
de Zonas de Vida de Holdrigde asociados a las grandes cuencas hidrográficas que
estructuran cada una de estas regiones.
De acuerdo con lo anterior, esta diferenciación regional esta soportada sobre una lectura
biofísica del territorio como tal, ya que esta aproximación geográfica contempla variables
biofísicas pertenecientes a las zonas de vida, tales como la humedad relativa, la
precipitación y la altura sobre el nivel del mar, además de diferentes geoformas del
diverso y variado relieve antioqueño.
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Tabla 64. Caracterización Unidades Ecogeográficas
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Rango Rango de Cuenca
Unidad Zona de Clase
No. Altitudinal Biotemperatura Hidrográfica
Ecogeográfica Vida Agrológica
(m.s.n.m.) (°C) Estructurante
6.1 Vertientes medias 1000-2000 18-24 bmh-PM VIIes-3 ; Río Nechí
húmedas y muy VIes-5 ; IIIs-3
húmedas del Porce
6.2 Vertientes medias 1000-2000 18-30 bmh-PM; VIIes-3 ; Río Cauca
húmedas y muy bh-T VIes-5 ; IIIs-3
húmedas del Cauca
6.3 Vertientes medias 1000-2000 18-24 bmh-PM VIIes-3 ; Ríos San
húmedas y muy VIes-5 ; IIIs-3 Bartolomé y
húmedas del Porce
Magdalena
7 Vertientes y 200-1000 24-30 bmh-T; VIIes2 ; VIes- Río Cauca
serranías calidas bmh- 2
muy húmedas del PM(tc);
Cauca bh-T
8.1 Vertientes de colinas 600-1000 24-30 bh-T; VIIes-2; VIIe- Río Magdalena
bajas cálidas muy bmh- 1; VIec-2;
húmedas del PM(tc); VIes-2; IIIs-3
Magdalena bmh-PM
8.2 Vertientes de colinas 200-1000 24-30 bh-T; VIIes-2; VIIe- Río Cauca
bajas cálidas muy bmh- 1; VIec-2;
húmedas del Cauca PM(tc); VIes-2; IIIs-3
bmh-PM
9 Vertientes cálidas 100-600 24-30 bh-T; IIIh-2 ; IIIh-1, Río Magdalena
onduladas muy bmh- IIIes-3 ; IIIs-
húmedas del PM(tc) 3 ; Vh-1
Magdalena
10 Vertientes y 400-1000 24-30 bs-T IVes-1; Río Cauca
cañones cálidos VIIes-1;IIIes-
secos del Cauca 3
11 Planicie aluvial 450-800 24-30 bs-T IVsc-2; VIes- Río Cauca
cálida seca cañón 3; VIIes-1
del Cauca
12 Planicies de colinas 50-200 24-30 bh-T; VIIes-2; IIIes- Ríos Cauca y
bajas cálidas muy bmh- 3; IVec- Nechí
húmedas del Bajo PM(tc) 3;VIes-2; IIIs-
Cauca 2; IIIs-3
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Rango Rango de Cuenca
Unidad Zona de Clase
No. Altitudinal Biotemperatura Hidrográfica
Ecogeográfica Vida Agrológica
(m.s.n.m.) (°C) Estructurante
13.1 Llanura de 0-200 24-30 bh-T; IIIs-2; VIec-2; Río Magdalena
inundación cálida bmh- VIes-2;
húmeda del PM(tc), VIIes-2;
Magdalena bmh-T IVes-3
13.2 Llanura de 0-100 24-30 bh-T; Vh-1; IIIh-2; Ríos Cauca y
inundación cálida bmh- IIIh-1 Nechí
húmeda del Cauca PM(tc)
14 Valle y Vertientes 1400-2000 18-24 bmh-PM; IVes-5; VIes- Río Medellín
medias húmedas y bh-PM 7; VIIes-
muy húmedas – 3;VIIes-4
Área Metropolitana
del Valle de Aburrá
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Mapa 20. Unidades Ecogeográficas. Jurisdicción de Corantioquia
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Las unidades ecogeográficas están caracterizadas en su interior, por una o varias Zonas
de Vida, las cuales tienen planteadas implícitamente unos usos potenciales del suelo, que
para efectos de la ZSEA, se asocian directamente a unos criterios de manejo que no son
aplicados a la Zona de Vida directamente, sino a la unidad ecogeográfica que es la
contenedora de una o varias zonas de vida.
A continuación se hace una pequeña reseña por zona de vida, extraído del estudio
anteriormente mencionado, en la cual al final se plantean los usos potenciales para cada
una de estas zonas de vida:
El pastoreo debe limitarse a los suelos planos, bien drenados y moderadamente fértiles.
El aprovechamiento forestal si las condiciones de accesibilidad lo permiten, es quizás el
uso más adecuado para la mayor parte de esta zona de vida, sin embargo se requiere de
la investigación previa sobre la dinámica del bosque, los diversos sistemas de
regeneración natural y de manejo silvícola.
Esta zona de vida, por su extensión y sus características climáticas, merece especial
atención en el ordenamiento de uso de la tierra. Normalmente se ha tratado de usar esta
zona de vida en la misma forma que la zona de vida subhúmeda tropical, dedicándola
principalmente al pastoreo en las áreas de colonización y desaprovechando la alta
productividad biológica de los ecosistemas forestales.
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limitada principalmente a los bosques de producción, sin embargo no se conocen aún
muy bien los sistemas silvícolas que permitan un posible aprovechamiento, tratamiento y
manejo.
Los cultivos permanentes están también muy restringidos por las condiciones climáticas,
no sólo por las características de los suelos sino por la incidencia de plagas y
enfermedades. El pastoreo en estas áreas, es una actividad que normalmente destruye la
capacidad productora de los suelos y deteriora el medio ambiente.
Los policultivos permanentes en los diques aluviales podrían ser una de las pocas
utilizaciones agrícolas de la tierra en esta zona de vida y debe tratar de mantenerse bajo
cubierta forestal para la producción de madera y otros productos forestales y para su
protección. La alteración ocasionada por la colonización, puede producir graves
problemas ecológicos, económicos y sociales como ya se evidencian en algunas regiones
del país.
La producción de agua es uno de los usos más importantes de esta zona de vida aunque
ella se encuentra localizada en partes bajas. Sin embargo, hay posibilidad de ciertas
formas de aprovechamiento de este potencial hídrico, no sólo para la navegación sino
para la producción hidroeléctrica.
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Esta zona de vida presenta condiciones climáticas favorables para el uso agropecuario de
la tierra. La capacidad de uso de estas tierras pueden ser los cultivos limpios, con
cualquier sistema de manejo agrotecnológico. El pastoreo está limitado a los suelos
menos profundos en las partes planas; se considera que en términos generales, la
fertilidad de los suelos es alta a moderadamente alta, debido a las condiciones climáticas
que no han permitido una excesiva lixiviación de los mismos. Aquellas áreas con
pendientes más fuertes, deben mantenerse bajo protección con la vegetación natural.
Por sus condiciones climáticas, esta zona de vida ofrece una capacidad de uso muy
amplia así como la posibilidad de establecer un gran número de cultivos tanto limpios
como permanentes. Sin embargo dicha capacidad está limitada por las pendientes tan
fuertes que se presentan en la mayor parte del área. El pastoreo es posiblemente uno de
los principales factores de erosión y deterioro del suelo; las áreas planas deben
aprovecharse para el pastoreo y las quebradas para pastos de corte.
La protección para conservación de suelos y aguas es el uso más indicado en las áreas
que presentan una topografía más quebrada. Es posible considerar la reforestación con
especies nativas (Nogal – Cordia alliodora) en combinación con el café.
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La capacidad máxima de uso de la tierra está limitada por las condiciones climáticas y
topográficas, excepto en los suelos de cenizas volcánicas con cultivos permanentes. En
suelos de pendientes moderadas, profundos bien drenados y con moderada fertilidad se
pueden tener cultivos limpios.
El pastoreo debe restringirse en la mayor parte de esta zona de vida; en las áreas
quebradas y onduladas este uso puede producir un fuerte deterioro de los suelos y en
general del medio ambiente.
Se debe evitar la tala de los bosques que aún queda y reestablecer la cubierta forestal
protectora, bien sea mediante regeneración natural o mediante el establecimiento de
especies nativas. El bosque natural puede manejarse para producción de madera en una
forma sostenida pero atendiendo primordialmente el aspecto de protección.
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En esta zona se debe mantener la vegetación natural primaria y evitar la construcción de
vías de comunicación por los costos de dicha construcción y de su mantenimiento.
Los cultivos son restringidos debido a las condiciones climáticas y edáficas; en los suelos
volcánicos se cultiva maíz, papa y fríjol. La reforestación con especies exóticas,
especialmente coníferas, ha tomado notable incremento en los últimos años.
Una especie característica de esta zona de vida es la palma de cera y el roble en las
partes altas de las cordilleras en áreas más restringidas.
Solo en los suelos excepcionalmente buenos puede llegar a tenerse cultivos limpios con
sistemas de manejo agrotecnológico avanzado artesanales. Entre los cultivos
permanentes se pueden considerar las plantaciones forestales y los pastos de corte. El
pastoreo debe limitarse a suelos con pendiente suave y moderada fertilidad.
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bp-MB, bosque pluvial montano bajo:
El bosque primario está prácticamente intacto, excepto en aquellas áreas de influencia de
las carreteras que las atraviesan.
Esta zona de vida no es muy extensa con muy bajo potencial agropecuario y con una alta
capacidad de producción de agua, cuyo manejo debe estar dirigido a este fin.
La capacidad de uso de la tierra está limitada por las condiciones climáticas, fisiográficas
y edáficas únicamente a la protección, especialmente para la producción de agua y debe
mantenerse la vegetación natural.
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8.2 ÁREAS DE INTERES AMBIENTAL DE CORANTIOQUIA
Reservas regionales, reservas locales (Sic), humedales y bosques (para este último se
consideró el polígono correspondiente al mapa de Paisajes Productivos Dominantes).
Áreas Degradadas por condiciones climáticas más intervenciones humanas, así como las
áreas degradadas por minería de oro en terrazas y llanura aluvial.
Estas áreas de interés ambiental, están seleccionadas del mapa original y representadas
en el Mapa 21.
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Mapa 21. Áreas de Interés Ambiental Seleccionadas para la Zonificación
35
9. ZONIFICACIÓN SOCIOECONÓMICA AMBIENTAL
las cualidades y calidades de los recursos naturales y estado del medio ambiente,
esto es, de las modalidades de transformación del territorio ejercidas por las
dinámicas antrópicas.
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cuenta las condiciones de Gobernabilidad Ambientales
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existentes en una determinada sociedad –
nacional, regional, local- como base para la gestión ambiental territorial.
Conocimientos, gestión y gobernabilidad ambiental son, por tanto, una base para construir
las capacidades de mediación de las tensiones existentes entre dinámicas humanas y
dinámicas de la naturaleza, tensiones que se expresan territorialmente en demanda de
espacios para el Habitar y el Producir y en la necesidad de espacios para Conservar y
garantizar viabilidades ecológicas, económicas y culturales de una sociedad.
Las relaciones sistémicas entre las modalidades del Habitar – Producir – Conservar no se
resuelven automáticamente y sin generar distorsiones y desequilibrios en el territorio, por
lo que dichas capacidades de mediación [ Respuestas ] son un asunto de políticas
debidamente orientadas y generadoras de desarrollo sostenible.
Ahora bien, la orientación de los procesos de ordenación ambiental del territorio supone
un avance en el conocimiento que permita identificar, representar y comprender la
organización diferencial de dinámicas naturales y humanas en el espacio, pues proyectar
políticas de ordenación parte de esa diferenciación para establecer un marco apropiado y
diverso de actuaciones ambientales.
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Entendida esta gobernabilidad como lo plantea el Banco Interamericano de Desarrollo BID, como
el “proceso que armoniza políticas, instituciones, procedimientos, herramientas e información en
una manera que hace posible la participación de un mayor rango de actores, sean públicos o
privados en manejo de conflictos, construcción de consensos y toma de decisiones, aceptando la
responsabilidad por sus iniciativas. Estos asuntos son manejados no por un grupo individual,
sector o institución, sino por todos los involucrados, sobre la base de normas claramente
establecidas, participación informada, responsabilidades claramente definidas, asumiendo
empoderamiento a los territorios, seguridad jurídica y trasparencia” (1992).
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Por ello, las políticas de ordenación tienen que ver con un procedimiento de adopción de
criterios de manejo y gestión ambiental territorial que están basados en las
situaciones que para la jurisdicción presenta el sistema de relaciones entre la estructura
[ Estado ] de los recursos naturales, las actividades [ Presiones ] ejercidas por la
intervención humana y las necesidades de fortalecimiento e innovación desde la gestión
[ Respuesta ] ambiental territorial.
En este sentido, los criterios de manejo y gestión ambiental permiten identificar los
territorios donde es imperativo actuar con políticas y estrategias de diverso contenido,
intensidad, gradualidad y prioridad, adaptadas a las necesidades de Gestión de los
espacios para Habitar, Producir y Conservar, existentes en la jurisdicción. El siguiente
gráfico es elocuente en la representación de las ideas expresadas.
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Gráfico 56. Esquema de la Gestión Ambiental Territorial
El estudio definió seis criterios que están orientados a dar respuesta a situaciones
territoriales que van desde aquellos escenarios con una alta dinámica antrópica (valor de
1), hasta escenarios de un alto dominio natural (valor de 6), los cuales se enuncian y
definen en la siguiente tabla:
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Tabla 65. Criterios de manejo y gestión ambiental territorial
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9.2 DETERMINACIÓN DE UNIDADES DE MANEJO SOCIOECONÓMICO AMBIENTAL
De acuerdo a la valoración de los seis criterios y aplicándolos a las tres unidades síntesis
mencionadas, se puede observar en la Tabla 66 la ilustración y explicación gráfica de
esta metodología de zonificación, que da la posibilidad de generar 162 combinaciones
diferentes de unidades socioeconómicas ambientales.
La aplicación de cada uno de los criterios en la tabla se expresa mediante el color que
tiene asignado cada criterio, tal como se muestra en el siguiente esquema:
En la tabla, se puede apreciar la frecuencia y la distribución que tienen los seis colores,
que representan los respectivos criterios de manejo, en cada una de las unidades
síntesis, es decir, en las 23 unidades ecogeográficas, las 6 unidades socioeconómicas
integradas y las 7 unidades o áreas de interés ambiental de la Corporación.
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En la Tabla 67, se da especial interés a las unidades ecogeográficas por tener una
expresión geográfica definida bajo criterios ambientales, por la naturaleza misma de
dichas unidades y por ser espacialmente confiables y continuas.
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Tabla 67. Unidades Síntesis para la ZSEA.
NDA:
AM: Áreas de Amenazas ER: Ecositemas y Reservas AD: Áreas Degradadas
IL+AT: Inundación Lenta + Alta Torrencialidad RR+RL: Reservas Regionales + Reservas Locales CC+IH: Condiciones Climáticas + Intervenciones Humanas
MM: Movimientos en Masa B: Bosques MT+MLL: Minería de Oro en Terrazas + Minería en Llanura Aluvial
H: Humedales
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Estás unidades permiten espacializar distintos niveles y propósitos de manejo
socioeconómico ambiental en la jurisdicción de Corantioquia. En la anterior tabla
aparecen referenciadas las unidades que fueron consideradas para este cálculo:
Unidades Ecogeográficas, Unidades Homogéneas por Dinámica e Integración Territorial y
Áreas de Interés Ambiental.
Estas unidades fueron definidas con sus respectivos rangos y valores otorgados por la
aplicación de los seis (6) criterios de manejo y gestión, posteriormente fueron combinadas
mediante la sumatoria de algebra de mapas, y finalmente se adoptaron como resultado
ocho unidades de manejo socioeconómico ambiental, en la medida en que se crearon dos
(2) unidades adicionales que dieran cuenta de la transición, de un lado, entre unidades de
gestión urbana y de producción – convergencia urbano-rural - y entre unidades de
producción y de gestión para la conservación – reconversión territorial -, puesto que su
consideración e inclusión está acorde con dinámicas territoriales no tan consolidadas, es
decir, en relativa insinuación y proceso de configuración, comportándose como espacios
de transición que es necesario diferenciar, en tan representan situaciones territoriales
existentes e identificadas en la jurisdicción, de acuerdo con los análisis establecidos
durante el trabajo de campo y en el tratamiento temático e integrado de datos y mapas.
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Gráfico 57. Unidades Socioeconómicas Ambientales para la Gestión Territorial
Espacios de mejoramiento y
A M BIENTAL desarrollo territorial rural
GP
Produccción Espacios de consolidación productiva
y enriquecimiento ambiental
GH
Habitar Espacios de sostenibilidad metropolitana
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habitabilidad. Se trata del centro urbano dominante, el núcleo metropolitano del Valle
Aburrá, y como tal presenta la más alta dinámica e integración territorial, ofrece, en el
contexto espacial de toda la jurisdicción, más y mejores posibilidades de integración social
y económica, por lo que la mayoría de los centros urbanos conturbados en los municipios
de este valle, se encuentran en condiciones socio-económicas buenas y/o aceptables.
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La política territorial está orientada a que su crecimiento y desarrollo contemple procesos
de ecoeficiencia urbana, a que se mejore la ocupación sostenible del territorio, que se
posible la incorporación sostenible de áreas de borde y frontera, la gestión ambiental de
usos extractivos, teniendo en cuenta que aún es posible definir espacios que deben ser
conservados e integrados a un sistema de protección ambiental y patrimonial, donde la
estructura urbana responda a una relación equilibrada con su territorio periurbano y rural.
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Como políticas que deben orientar su desarrollo, se considera la consolidación territorial
mediante el mejoramiento y eficiencia de los procesos productivos, la diversificación y
ampliación de la oferta agraria, el desarrollo de proyectos agroindustriales sostenibles, la
innovación con una fuerte capacidad de aplicación de tecnologías ambientales y
desarrollo de nuevos productos competitivos y sostenibles. Así mismo, uno de los fines
principales de la gestión es el enriquecimiento ambiental de estos paisajes, de tal modo
que mejore la base biológica y de la biodiversidad, el establecimiento de sistemas de
producción integrados e intensivos, la implementación de sistemas agroecológicos y la
producción limpia ecocertificada. Además plantea una consolidación de los niveles de
funcionalidad territorial, especialmente en la provisión de servicios urbanos apropiados
para la habitabilidad rural, así como en la integración mediante una mayo y mejor
accesibilidad, con desarrollos viales y de conectividad sostenibles.
Por ello la política general se debe dirigir a implementar un proceso de desarrollo territorial
que debe ser integral y con énfasis en la sostenibilidad de los espacios rurales, en la
medida en que no sólo se busca mejorar los procesos productivos, sino que se deben
elevar los niveles en la calidad de vida de la población y el acceso a servicios sociales y a
la producción.
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Espacios de reconversión territorial
Se trata de espacios cuya transformación está activa debido a procesos de reciente o no
muy lejana colonización y roturación de la tierra, donde no obstante predominar
limitaciones biofísicas para la producción agropecuaria tradicional, su uso está
relacionado con estas actividades, haciéndolas ecológicamente ineficientes y
estableciendo una tendencia a la configuración de conflictos en el uso del suelo, ya que
las intervenciones antrópicas que se practican, ocasionan un deterioro de los ecosistemas
naturales y hacen igualmente poco sostenibles económica y culturalmente estos sistemas
de producción, los cuales se expanden reproduciendo un modelo de ocupación de baja
eficiencia, en tanto se enfrentan a condiciones naturales restrictivas y frágiles, como altas
pendientes, condiciones climáticas extremas, suelos muy pobres, en los que habita una
población en condiciones socio-económicas muy críticas y con un alto nivel de aislamiento
y marginalidad.
Como política se propone una reconversión territorial, que implica uno de los más
exigentes retos en la configuración de un modelo de ocupación sostenible del territorio,
donde los patrones de uso del suelo deben ser de la mayor innovación para implementar
agroecosistemas intensivos, aunque la realidad en la capacidad de soporte natural de
estas áreas, hace recomendar la necesidad de desestimular o revertir la producción
agrícola y pecuaria, hacia actividades ecológicamente sostenibles, en la medida en que
se consulte con la vocación forestal y de protección que tienen muchos de estos
territorios, en los que será necesario intensificar la ordenación de los procesos extractivos
y de la biodiversidad, la reconectividad biológica y física de los ecosistemas
fragmentados, los procesos de investigación para la aplicación de tecnologías
ambientales y la generación de nuevos productos sostenibles, así como el manejo y
seguimiento estratégico a los impactos negativos de las actividades antrópicas.
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los recursos naturales, que ha caracterizado históricamente la incorporación de tierras no
aptas para usos productivos convencionales en Colombia. Estos espacios deben ser
ordenados y restaurados en dirección a la preservación, a través de la rehabilitación
ecológica y de su biodiversidad, con el propósito de reestablecer los valores
ecosistémicos y la generación de servicios ambientales que deben tener los sistemas
naturales de la jurisdicción.
Por tanto, la política territorial de esta unidad de manejo debe restringir acciones y
funciones que sean diferentes a la conservación ambiental, admitiendo solamente como
uso sostenible, además de la investigación básica y aplicada, actividades de ecoturismo
muy controladas. En algunos casos debido a la presión antrópica ejercida por la frontera
agrícola, será necesario contemplar el aprovechamiento de productos maderables y no
maderables, a partir de un adecuado manejo silvicultural del bosque, en concertación con
las comunidades y minorías étnicas a ellos asociadas, para una ordenación y control de
impactos en las actividades de extracción.
51
Por ello en estos espacios se debe aplicar un proceso de gestión ambiental que garantice
la permanencia y existencia en el tiempo de sus condiciones naturales y autoecológicas.
La ordenación sólo debe estar dirigida a conocer la original composición de estos
ecosistemas, a desarrollar una alta capacidad de investigación in situ de la conservación,
la biodiversidad, la biotecnología y el establecimiento y uso sostenible de bancos de
germoplasma.
52
Mapa Base de Zonificación Socioeconómica Ambiental. Jurisdicción de
Corantioquia
Este Mapa por ser un insumo para la construcción del Mapa de Zonificación Socioeconómica Ambiental, no se
presenta en el atlas Cartográfico.
53
10. COROGRAFÍA DE LA ESTRUCTURA URBANO REGIONAL
55
La conectividad tanto interna como externa de la región Medellín – Antioquia, se
estructura a partir de la Troncal Occidental que pasa de sur a norte por todo el epicentro
urbano regional, y todas las demás vías primarias y secundarias convergen en Medellín
formando una punto cero que se bifurca en distintas direcciones, que tienen como destino
en algunos casos, las fronteras funcionales que sirven para la articulación con los demás
centros urbano regionales a nivel nacional, como son La Pintada, Puerto Berrio, Caucasia
y Puerto Triunfo; y otros más regionales como son Ciudad Bolívar, Segovia y Turbo. Las
vías que están integradas a la Troncal de Occidente, son las siguientes: Medellín – Puerto
Berrío, Medellín – Puerto Triunfo, Medellín – Turbo, Medellín – Ciudad Bolívar, Medellín –
Sonsón y Medellín – Segovia, todas con punto de conexión en Medellín.
Para solucionar los problemas de la Troncal Occidental, las demás vías que están
integradas a este eje, y al sistema concéntrico, se tienen proyectadas las siguientes vías:
la Troncal Occidental ya cuenta con una variante La Pintada – Bolombolo - Santa Fé de
Antioquia o vía Marginal del Cauca, vía secundaria que cumpliría un nivel de funcionalidad
56
adecuado, si se construye la continuación de la misma, siguiendo el cauce del Río Cauca,
Santa Fé de Antioquia – Puerto Valdivia. Esta vía reemplazaría por eficiencia operativa el
tramo de la Troncal Occidental, La Pintada – Medellín - Caucasia, considerada hoy
inviable por ineficiencia operativa y por problemas geotécnicos. Se prevé también el
proyecto que reemplazaría el tramo La Pintada – Santa Bárbara – Medellín, para hacer un
nuevo acceso La Pintada - Valle del río Poblanco y ascender la cordillera hasta el sector
de Primavera en Caldas.
La vía Nordeste - La Paz, tiene como función vincular los centros urbano regionales del
centroriente, nororiente del país y Venezuela, produciendo en Caucasia un punto de
intercambio nodal para la conectividad con el Golfo de Urabá, y continuar con el futuro
empalme de la vía al Mar en el sitio Barranquillita con la vía Panamericana e integración
con Centroamérica y Norteamérica, y también, con el sistema de puertos del Atlántico.
Otro escenario vial que convergiría en el nodo de Caucasia, sería la vía marginal del
Cauca, La Pintada – Bolombolo - Santa Fé de Antioquia – Caucasia, que serviría para la
comunicación del Eje Cafetero, el suroccidente del país y el sur del continente a través de
la vía Panamericana.
57
El Túnel de la conexión Aburrá – Cauca sería el enlace de las vías proyectadas, para la
articulación de las vías Medellín – Puerto Berrío y Medellín – Yondó con la vía
Panamericana.
Para el caso de Porce III, el proyecto está integrado en forma directa con el mejoramiento
de las especificaciones técnicas de la vía del nordeste Medellín – Porce – Amalfi -
Vegachí. El Proyecto Nechí se articularía a la vía Troncal de la Paz y del Nordeste, y el
Proyecto Pescadero – Ituango con la vía marginal del Cauca Santa Fe de Antioquia –
Puerto Valdivia.
58
De acuerdo a los planes y proyección de nuevos escenarios territoriales futuros, que
contemplan los planes de expansión hidroenergética y viales del orden nacional con
incidencia en el territorio regional, podemos constatar que los primeros tienen lugar sobre
las vertientes, estribaciones y el fondo de los valles de los ríos Porce, Nechí y Cauca; y
los segundos, conexos a los primeros, sobre las planicies aluviales, terrazas y colinas
bajas y medias, y fondo de valles de los ríos Porce, Nechí, Cauca y Magdalena.
Lo anterior nos avizora un nuevo modelo de organización urbano regional para Medellín –
Antioquia, por medio del cual se pasará de la actual estructura cerrada y concéntrica
dominada por el mayor centro urbano que tiene como eje la Troncal Occidental, y
desarticulada de las subregiones y periferias, a otra estructura abierta y periférica donde
jugarán un papel muy importante los nuevos ejes y corredores de conectividad, como son
la vía marginal del Cauca entre La Pintada – Puerto Valdivia – Caucasia, la vía del
Nordeste – La Paz con punto de convergencia en Caucasia, y la vía hacia Puerto Berrio y
Yondó, que formarán un circuito periférico e integración subregional, al conectar al
suroeste, el occidente, el bajo cauca, el nordeste y el magdalena medio.
59
Gráfico 58. Corografía de la Estructura Urbano Regional
60
dominio general de los Farallones del Citará, conformado por el Pico Bolívar, San Nicolás,
San Fernando, Paramillo, Caramanta y Cerro Plateado como los más representativos, e
integrado a esta misma unidad en dirección norte esta localizado el Páramo de Frontino, y
como remate en el noroccidente el Nudo de Paramillo.
Integrado al anterior eje longitudinal que corresponde a la frontera occidental del territorio
de la jurisdicción, encontramos un eje horizontal con un sentido noroccidente – nororiente,
conformado por una continuidad boscosa que va desde la parte alta de las cuencas de los
ríos Sinú, San Jorge, Man y Tarazá, al que se suman las grandes extensiones de bosques
en la parte central que se encuentran en la Reserva Bajo Cauca Nechí, y los de la
Reserva conocida como Ley Segunda en el extremo nororiental de la jurisdicción, hasta la
Serranía de San Lucas.
Finalmente, encontramos en esta unidad, el corredor que forma el fondo cálido seco del
Cañón del río Cauca que va desde Bolombolo hasta Puerto Valdivia, que además de
dividir la cordillera Occidental de la Central, es el río que ejerce mayor dominio en la
estructura y ordenación biofísica del territorio.
61
Espacio peri y metropolitano
Es el espacio donde tiene lugar el epicentro urbano regional y donde se concentran las
funciones de los municipios de Medellín, Caldas, Itagüí, La Estrella, Sabaneta, Envigado,
Bello, Copacabana, Girardota y Barbosa, emplazados y distribuidos a lo largo del Valle de
Aburrá.
Al eje vial de la troncal Occidental, que recorre el Área Metropolitana de sur a norte, y en
el mismo sentido longitudinal se extiende el área perimetral al sur hasta la Pintada y norte
hasta Santa Rosa de Osos; al occidente se integra por medio de la vía al Mar hasta Santa
Fe de Antioquia.
Por otro lado y en el mismo altiplano, tenemos la cuenca de los ríos Grande y Chico que
son embalsados en Río Grande II, con aprovechamiento en Tasajera y Niquía, que
depositan los caudales en el río Aburrá – Porce.
62
El río Nechí, nuevamente será aprovechado en la cuenca media, donde será embalsado
aprovechando el superávit hídrico, producto de las condiciones ecológicas y el
escalonamiento altitudinal del relieve al pasar del altiplano norte al valle del río Porce.
Como también, integrado a la cuenca del río Cauca, tenemos el aprovechamiento del río
Piedras en la parte alta y media, en el descenso por la cordillera Occidental, antes de la
desembocadura al río Cauca.
63
Zona de convergencia norte y noroccidental del país
La zona formada en la frontera norte de la jurisdicción, está conformado por un área
funcional con epicentro en Caucasia. En este centro se concentrará la articulación y
conectividad de los centros urbanos regionales de Bogotá – Cundinamarca, el nororiente
y Venezuela, por que será el punto de contacto entre las troncales Occidental y Oriental;
también, será una de las salidas de Medellín hacia los puertos del Atlántico; y confluencia
del suroccidente del país y el eje cafetero, en el caso de habilitarse y construirse la vía
marginal del Cauca.
Estas fronteras naturales se caracterizan por ser espacios de contención frente a las
modalidades de expansión más dinámicas del sistema urbano-regional, como son los
cetros urbanos, el desarrollo vial primario y el establecimiento de infraestructura de
aprovechamiento, constituyen los lugares más apartados y desarticulados de los centros
de producción y consumo regionales, localizados en el noroccidente, centroriente y
nororiente de la Jurisdicción.
64
Centros de convergencia Urbano regional
Los conforman Puerto Berrío y Caucasia por ser los nodos de las troncales Occidental y
del Magdalena respectivamente, y en menor nivel La Pintada y Santa Fe de Antioquia, y
por último, Yondó que se incorporará una vez este en funcionamiento el puente que unirá
a Barrancabermeja con esta localidad.
Estos son los centros de convergencia y de conectividad para los intercambios viales de
los centros urbanos regionales, que prestarán servicios funcionales por ser punto de
entrada y salida para la articulación del centro urbano regional de Medellín con el resto del
país, y viceversa.
También, con el futuro corredor de comunicación por la vía marginal del Cauca desde la
Pintada hasta Puerto Valdivia y llegada a Caucasia, ambos formarán un perímetro de
circulación y comunicación intraregional, e integración con los demás centros urbano
regionales a nivel nacional, e internacional con la vía Panamericana y comunicación de
Suramérica y Centroamérica.
65
centro de producción y consumo como es Medellín y los demás municipios localizados en
el Valle de Aburrá. Al eje vial de la carretera Medellín – Bogotá encontramos al subcentro
regional de Rionegro y demás municipios del oriente antioqueño.
66
Mapa 22. Zonificación Socioeconómica Ambiental Jurisdicción de Corantioquia
67
De acuerdo con este instrumento de zonificación, que tiene la importancia de estar
basado en un cuerpo complejo de datos, mapeos y análisis de la jurisdicción, es posible
contribuir al proceso de ordenamiento ambiental territorial, mediante la formulación básica
–no exclusiva- de lineamientos estratégicos de política territorial, tomando en contexto
once principios esenciales de la gestión ambiental territorial, los que sirven de
orientación para la adopción de cuatro objetivos estratégicos del desarrollo territorial
sostenible, objetivos que a su vez permitieron contemplar un conjunto inicial de siete
políticas generales para la gestión, dentro de las que están identificadas las cuarenta
estrategias de gestión ambiental territorial con las que este estudio concluye su
propósito, cual es el de aportar recomendaciones generales de manejo territorial
ambiental, soportadas en un modelo analítico debidamente sustentado, documentado,
representado y formalizado.
68
11. LINEAMIENTOS ESTRATÉGICOS DE POLÍTICA TERRITORIAL AMBIENTAL
Las consecuencias de esta perspectiva del desarrollo en la que se considera actuar con
todos los medios, capacidades e innovaciones posibles, para propiciar mejores
condiciones en la sostenibilidad de espacios destinados a la conservación, producción y
habitabilidad, conduce a la reafirmación y visibilidad de principios insustituibles de la
política territorial ambiental.
Para efecto de las recomendaciones de este estudio, que giran en torno a sumar nuevos
avances en la concepción y manejo del proceso de ordenamiento ambiental del territorio
de la jurisdicción, se contemplan algunos principios de política que configuran el cuerpo
central de propósitos para el desarrollo territorial sostenible.
69
Estos principios asumen la preeminencia de intereses corporativos que le dan orientación
y sentido estratégico a su rol como actor institucional ambiental en el desarrollo integral
del territorio. Por ello reafirma la significación del desarrollo humano sostenible como
principio de los principios, y razón inajenable de la gestión ambiental. A esta prioridad
contribuye la persistencia social por privilegiar en dicha gestión el interés colectivo, es
decir, el valor público que tiene la interacción con los recursos –de toda índole- existentes
en el territorio.
70
En consecuencia, los principios de política territorial ambiental adoptados para estos
lineamientos, se enuncian a continuación:
El desarrollo sostenible es una aspiración social que se basa en la primacía del interés
colectivo, en tanto este interés promueve decisiones que deben concertar
responsabilidades y beneficios de valor público. La gestión ambiental debe propiciar
que las conductas individuales y sociales sean mediadas por códigos culturales
favorecedores de un desarrollo viable, duradero e incluyente, privilegiando los efectos
positivos de los pactos públicos.
71
la vocación de uso de las áreas de preservación, protección y reconversión territorial,
en el marco de un desarrollo sostenible e integral del territorio. Los avances en la
gestión ambiental de los espacios metropolitanos, de interacción urbano-rural y de
convergencia del desarrollo territorial, deben ser complementados con nuevas
estrategias, programas y proyectos de gestión ambiental para el desarrollo sostenible,
de tal suerte que la Corporación pueda establecer una capacidad institucional de
mayor peso en los modelos de uso y aprovechamiento del territorio.
Por otra parte, la accesibilidad regional y local debe ser un instrumento de ordenación
que puede contribuir a la conectividad e integración de los territorios con mayor
demanda de consolidación, bajo un contexto de equilibrio con ecosistemas y espacios
que brindan capacidad ambiental para el desarrollo y articulación física. La
implantación de sistemas multimodales de menor impacto, como transportes fluviales,
férreos e infraestructuras de cableado aéreo, deben contar con las mayores
voluntades y propósitos políticos de carácter intersectorial.
Para estimular procesos de consolidación en los que son sostenibles las modalidades
de intervención humana y aprovechamiento del territorio, al mismo tiempo que se
deben desestimular procesos de ocupación en los que por condiciones bío-físicas,
urbano-regionales y de inviabilidad en la formación de paisaje antrópicos y uso de
recursos naturales, sea necesario fortalecer procesos de conservación para proteger
espacios relativamente transformados y preservar ecosistemas que aún cuentan con
una estructura y organización natural. Se trata que los diferentes asentamientos
humanos, establecidos en patrones de configuración metropolitana, urbana, rural, en
áreas de tránsito de la colonización a la estabilización, así como en poblamientos que
tienen una connotación étnico-territorial, cuenten con mejores condiciones de vida, en
medio de la diversidad territorial existente, la cual permite balances de ocupación
positivos, si se orientan modelos de uso, integración, articulación y capacidad
funcional del territorio, en virtud de sus vocaciones e imperativos de sostenibilidad.
72
• Desarrollo de capacidades para la construcción social del territorio
Estas capacidades tienen que ver con el manejo del proceso de administración
ambiental, teniendo en cuenta iniciativas de desconcentración y descentralización de
actividades de autoridad ambiental y de actuación en el desarrollo sostenible del
territorio. Igualmente supone avanzar en el establecimiento de los mecanismos de
gestión regional de la política territorial, establecer agendas de trabajo intersectoriales
para la construcción integral de programas, propiciar la participación y reafirmación de
pactos institucionales y comunitarios, de diversa naturaleza territorial, en torno al
desarrollo sostenible. Se deben mejorar capacidades para contribuir a la generación
de conocimientos, información, innovaciones y aplicación de tecnologías, que
contribuyan a una gestión territorial ambiental estratégica, soportada en investigación
pertinente, con efectos en la competitividad de sistemas de producción sostenibles.
La formación de capacidades también está basada en el establecimiento de
estrategias de gestión de recursos para apoyar procesos de ordenación, y propiciar
modalidades de cooperación nacional e internacional que aporten conocimientos
técnicos y de ciencia y tecnología ambiental.
73
ambiental de los espacios de habitabilidad, producción, extracción, conservación y
usufructo público, debe consolidar las interacciones positivas que ha establecido
históricamente la gente con el medio, generando los estímulos de sostenibilidad
necesarios y las posibilidades de mejoramiento hacia acervos simbólicos y materiales,
es decir estilos de vida, culturalmente resistentes.
Hoy se reconoce que una noción tradicional de pago por estricta conservación tiene
un enfoque territorial limitado. Conservar grandes globos de tierra, expandirlos o
amortiguarlos con áreas adyacentes relativamente protectoras, que incluso suponen
programas de reconectividad biológica, conduce a que los mecanismos de
compensación sean orientados de manera sesgada hacia la preservación del bosque
o a garantizar procesos de sucesión ecológica secundaria. Bien sabemos que la
existencia de naturalezas “puras” es un concepto territorialmente inexacto, pues todo
entorno natural está asociado y relativamente integrado con culturas y asentamientos
humanos, como en el caso de sociedades rurales y de los espacios rurales en los que
buscan sus medios de vida, donde coexisten de manera compleja entramados de
ecosistemas naturales y ecosistemas intervenidos, es decir, interacciones paisajísticas
de la diversidad de usos y estados del medio.
74
Para la política ambiental territorial es importante reconocer que la generación y
conservación de los servicios ambientales demanda esquemas integrados de gestión
que incluyan, armonicen y valoren todos los componentes presentes en el paisaje.
Aunque la compensación por servicios ambientales no es una panacea para
solucionar los niveles de pobreza y degradación de los recursos naturales, sí
representa una oportunidad para revalorizar el papel de los espacios y las
comunidades rurales. En esta perspectiva, esquemas de compensación por servicios
ambientales pueden convertirse en instrumentos valiosos para introducir prácticas de
producción y manejo más sostenibles, un medio útil para promover estrategias que
asuman con sentido de innovación las necesidades de desarrollo rural, ambiental y
cultural.
75
Además del enriquecimiento ambiental de los sistemas de producción y de los
paisajes que les confieren contexto territorial, es necesaria la continuidad de
estrategias de mejoramiento de la biodiversidad, incorporar ciclos ambientales en los
sistemas de producción y ecocertificarlos, aumentar las capacidades de protección de
ecosistemas asociados a entornos de producción, favorecer la regulación
hidroecológica tanto para el consumo humano como para la disponibilidad de recursos
con calidad, al igual que orientar la implantación y localización de procesos
industriales.
76
procesos de difusión y adquisición de conocimientos, especialmente los integrados a
la gestión ambiental, a la generación de tecnologías ambientales, al establecimiento
de proyectos económicos y culturales que generen sinergias para el desarrollo
territorial.
77
• Gestión del riesgo y la amenaza
17
El “desarrollo humano sostenible” se concibe como un desarrollo que: no sólo genera crecimiento
económico sino que distribuye sus beneficios equitativamente; conserva y regenera el medio ambiente en
lugar de destruirlo; y potencia a las personas en lugar de marginarlas. Es un desarrollo que otorga prioridad
para la creación de oportunidades a los grupos más pobres de la población, ampliando sus opciones, y a la
vez hace aportes para la participación del mismo en las decisiones que afecten su vida. PNUD, 1994.
78
En consecuencia, estos Objetivos son “Capacidad Institucional para el Desarrollo
Territorial Sostenible”, “Conservación para el Desarrollo Territorial Sostenible”, “Sistemas
Productivos para el Desarrollo Territorial Sostenible”, y “Habitabilidad para el Desarrollo
Territorial Sostenible”. En cada uno de estos objetivos se despliegan las Políticas
Generales para el Ordenamiento Ambiental Territorial, las que a su vez contienen las
cuarenta Estrategias sugeridas por este estudio, estrategias que están asociadas con las
Unidades Socioeconómicas Ambientales obtenidas mediante un riguroso proceso de
indagación de determinantes socioeconómicos, físico-espaciales y urbano-regionales,
debidamente soportado y metodológicamente formalizado en el tratamiento con datos,
análisis, representaciones y mapeos, de las distintas categorías operativas asumidas por
esta investigación.
79
avances significativos, y sobre otras será necesario impulsar nuevas capacidades para el
desarrollo territorial sostenible.
80
instituciones, procedimientos, herramientas e información en una manera que hace
posible la participación de un mayor rango de actores, sean públicos o privados, en
manejo de conflictos, construcción de consensos y toma de decisiones, aceptando la
responsabilidad por sus iniciativas. Estos asuntos son manejados no por un grupo
individual, sector o institución, sino por todos los involucrados, sobre la base de normas
claramente establecidas, participación informada, responsabilidades claramente definidas,
asumiendo empoderamiento a los territorios, seguridad jurídica y trasparencia”.18
18
Banco Interamericano de Desarrollo BID, 1992.
81
En particular, en el ámbito de la sociedad civil, la discusión se abre también a la
necesidad de empoderamiento de los actores del desarrollo. Este empoderamiento
significa el fortalecimiento y relacionamiento horizontal de organizaciones de gente que
transforma y construye su propia realidad, es decir, la recuperación de maneras de
relacionarse, históricamente reconocidas y ampliamente aceptadas.
82
políticas diferenciadas para cada uno de ellos, es necesario focalizar acciones que
potencien el papel de jóvenes, mujeres, empresas familiares, microempresas urbanas y
rurales existentes en la jurisdicción.
Por otra parte, uno de los asuntos estratégicos en la renovación del proceso de
gobernabilidad ambiental, que compete a las localidades y a su empoderamiento en la
perspectiva de una futura mayor descentralización de la gestión ambiental corporativa,
está en atender las recomendaciones internacionales para mejorar la acción municipal
medioambiental, a partir de la formulación y gestión de Programas 21 Locales, con
participación de la comunidad y de las autoridades locales.
83
el establecimiento de pactos y procesos de mayor innovación en la gestión ambiental
territorial local y subregional.
En el panorama latinoamericano y colombiano son pocos los municipios que hacen las
veces de autoridad ambiental. La competencia para establecer regulaciones ambientales,
otorgar licencias y permisos ambientales, así como para ejercer las funciones de control
propias del proceso orientado a hacer cumplir estas regulaciones, siguen descansando
principalmente en autoridades de mayor nivel, regionales y nacionales. Frente a la
gestión ambiental, el proceso de descentralización ha tenido un ritmo lento, en muchos
casos como consecuencia de que los niveles intermedios, y en particular los municipios,
no están preparados para recibir muchas de las responsabilidades de la gestión ambiental
en virtud de dificultades técnicas y financieras. Se señalan como factores limitantes para
la gestión municipal, la insuficiencia jurídica, las restricciones presupuestarias, la falta de
estructuras administrativas y la ausencia de personal capacitado.
Con referencia a los municipios y centros urbanos pequeños, se sabe que se requiere de
un fuerte proceso de desarrollo de capacidades de gestión a este nivel. No obstante se
registran experiencias particulares, como son, por ejemplo, las relacionadas con la puesta
en marcha de las Agendas 21 Locales, muchas veces con el apoyo de agencias
internacionales, y las expresiones de gestión vinculadas a asociaciones municipales.
Es sabido que en los foros internacionales, se reconoce que las experiencias positivas de
la gestión ambiental a nivel subnacional en el marco de procesos de descentralización,
evidencian la pertinencia de ir en esta dirección. Se argumenta cómo la descentralización
84
es una forma de hacer más eficaz y eficiente la protección ambiental al acercar los
procesos decisorios al ciudadano y a los escenarios en los cuales se juega la calidad
ambiental.
Así, la descentralización debe tener un enfoque estratégico y territorial. Debe contar con
criterios como la permanencia de la jurisdicción ambiental en niveles y/o entidades
territoriales de mayor capacidad, cuando se deben planificar y gestionar espacios con
alto riesgo o vulnerabilidad de pérdida de sus funciones ambientales, donde existen
ecosistemas que son de escala regional estratégica, en aquellas situaciones que ponen
en peligro la vida y la salud, o que afectan gravemente la base ecológica del desarrollo
económico actual potencial, como ocurre con la pérdida de la biodiversidad o de los
suelos.
85
La descentralización sólo será viable si efectivamente aumenta la eficiencia de la gestión
ambiental, si es el resultado de acuerdos de coordinación, si se cuenta con una capacidad
no sólo institucional de los receptores de funciones y atribuciones, sino también de una
sociedad civil local participativa, si fomenta las relaciones intergubernamentales, si define
criterios de permanencia y centralidad de funciones debido a un enfoque estratégico y
territorial de las prioridades en materia de protección ambiental y aprovechamiento
racional de los recursos.
Ahora bien, se reconoce cada vez más que una descentralización de recursos y de
competencias, es viable si va acompañada del establecimiento de una estructura de
incentivos que estimulen la eficiencia en el uso de los recursos que se transfieren y la
generación de recursos propios a nivel local. Además las transferencias deben cumplir no
sólo un papel de "nivelar" desigualdades territoriales sino también el de premiar el uso
eficiente de recursos públicos.
86
territorial para la gestión y planificación ambiental, en virtud de cambios de situación que
se han producido en el propio territorio jurisdiccional –una más evidente expansión
metropolitana, pero a la vez una más evidente identificación de espacios socio-
económicamente marginales, desintegrados y rezagados, con dificultades de soporte a la
sostenibilidad ambiental-, así como en la perspectiva de la consolidación y mejoramiento
de estrategias de trabajo corporativo para el desarrollo territorial sostenible.
87
de los procesos de conservación y producción sostenibles, mediante una amplia variedad
de modalidades e instrumentos de generación de dichos recursos, al igual que de actores
y beneficiarios. En tras palabras, la gestión ambiental para la conservación, la producción
y habitabilidad sostenibles es, en última instancia, insostenible financieramente, dado no
sólo el largo plazo de sus ciclos, sino, especialmente, si no cuentan con la capacidad de
auto-generación de recursos virtuosos para su sostenimiento.
El pago por servicios ambientales se brinda como retribución por los servicios que
proporciona la conservación de un ecosistema, el establecimiento de sistemas de
producción favorables a la protección ambiental y la propia sostenibilidad de paisajes
patrimoniales, como casos más conocidos se tiene el pago por la preservación de
bosques y las plantaciones forestales, dada la mitigación de gases de efecto de
88
invernadero, la protección de agua para uso urbano, rural o hidroeléctrico, la protección
de la biodiversidad, el uso científico y farmacéutico, la investigación y mejoramiento
genético, la protección de ecosistemas, formas de vida y belleza escénica natural para
fines turísticos y científicos, y la protección del suelo.
Una visión de paisaje se vuelve importante, no sólo si nos interesan estrategias integrales
de manejo y compensación por servicios ambientales que buscan incorporar
estratégicamente a las comunidades asociadas con diversidad de recursos transformados
y no transformados, sino también desde una perspectiva estrictamente ambiental, porque
crecientemente lo que se debe gestionar en la realidad para generar servicios
ambientales son territorios heterogéneos.
La compensación por servicios ambientales, por si misma, resulta insuficiente como una
estrategia para fortalecer significativamente los medios de vida de las comunidades
indígenas y campesinas, pero pueden agregar valor a las estrategias existentes de
medios de vida. La implicación es que las estrategias de compensación deben insertarse
dentro de estrategias más amplias, pues de lo contrario se puede fracasar o crear
expectativas irrealizables.
Bajo esa lógica, los esquemas de compensación por servicios ambientales pueden
convertirse en instrumentos valiosos para diversificar las estrategias comunitarias
existentes. Dichos esquemas pueden catalizar esfuerzos locales y territoriales para
introducir prácticas de producción y manejo más sostenibles, pueden facilitar la
construcción de una visión compartida entre una gran diversidad de actores que revalorice
los diferentes paisajes, especialmente los manejados por comunidades rurales indígenas
y campesinas.
89
Dentro de los instrumentos de pago por servicios ambientales, existen pagos de usuario,
pagos directos, sistemas de venta permitidos, convenios voluntarios contractuales, venta
de derechos de desarrollo, y certificación y rotulamiento de productos. Las iniciativas
individuales pueden consistir en una mezcla de mecanismos basados en incentivos de
mercado, de regulación, y de política. En general, los beneficios son más tangibles, y los
convenios contractuales más factibles, en escalas menores, donde los vínculos entre
causas y efectos puedan ser más fácilmente establecidos, donde los derechos de
propiedad y los interesados puedan ser mejor definidos, y los acuerdos puedan ser
hechos de manera más específica y consistente con las condiciones locales. En las
escalas mayores, donde es más difícil vincular causas y efectos, y derechos y
responsabilidades, y las definiciones son más trabajosas de establecer porque los
recursos tienen características de propiedad común, habrá una mayor necesidad de que
el gobierno se involucre, con instrumentos más complejos, de mayor funcionalidad y
operatividad en el recaudo y con una gran dosis de viabilidad política y trasparencia de
aplicación y uso, algo en lo que ya se ha avanzado en nuestro medio.
90
Como es un mandato de la cooperación internacional contribuir con el aumento de las
capacidades nacionales y endógenas relacionadas con el desarrollo sostenible, es obvia
la participación coordinada del gobierno, academia, empresa privada y organizaciones
pertinentes de la sociedad. En este sentido, sabemos que los actores internacionales
deben y están interesados en apoyar la formulación participativa de proyectos que los
países presentan a la cooperación y banca internacional, además para fortalecer una
dinámica económica y comercial que favorezca la apertura de nuevos mercados, el
desarrollo de nuevos productos y servicios, el establecimiento de mecanismos novedosos
de comercialización para un mayor beneficio del productor y consumidor.
Ahora bien, esto sólo es posible con adecuados niveles de capital social, es decir, con
apropiados niveles de organización de una sociedad. Existe una relación directa entre los
grados de asociacionismo, de confianza y de cooperación alcanzados por una sociedad
organizada desde un punto de vista de ciudadanía y de buena gobernabilidad y mejoestar
económico. Tal relación puede concebirse como capital social. Bajos niveles de capital
social indican bajos niveles de desarrollo local. Esto es tan importante como que el
capital social constituye un elemento crítico para la gestión ambiental de paisajes y la
provisión de servicios ecosistémicos, ya que en muchos casos el área implicada excede la
parcela, la finca, o un grupo de unidades productivas. Por lo tanto, los actores presentes
en el paisaje -productores, propietarios, usufructuarios- necesitan actuar de una forma
concertada para asegurar una gestión adecuada.
91
I.A.6 Participación y educación ambiental
92
que por su capacidad de relacionamiento técnico, social y político, pueden tener una
mayor proyección e incidencia educativa.
93
ambientales que contribuyan a la competitividad, al mejoramiento de la calidad de vida y a
un desarrollo ambientalmente más apropiado.
Debemos avanzar en nuevos conocimientos como el valor real -de mercado e intangible-
de los servicios ecosistémicos. Si se tuviera un mejor panorama de cuánto realmente
valen los servicios ecológicos que los ecosistemas proveen a la sociedad, muchas
prácticas que son aparentemente justificables desde el punto de vista económico ya no se
percibirían como tales, por ejemplo, la expansión de fronteras agrícolas bajo modelos
insostenibles.
Debemos entender cuáles son los niveles aceptables de deterioro que permitan tener un
tiempo de respuesta apropiado para conducir, con un manejo adaptativo, a un uso
sostenible de los ecosistemas o a su conservación. A esto se suma comprender cuáles
son los costos en términos de diversidad, servicios ecosistémicos, disponibilidad de agua
y ciclos biogeoquímicos de plantaciones para secuestrar carbono, propuestas dentro del
marco de medidas globales de mitigación de la emisión de gases de efecto invernadero.
94
Necesitamos comprender cómo se relacionan las dinámicas económicas y distributivas
con la energía, la materia y los ciclos bióticos del medio ambiente, en las distintas escalas
como espacios locales y subregiones. Se requiere realizar investigaciones que provean la
información que nos permita tener cada vez mejor idea sobre los umbrales, límites y
vulnerabilidad de los ecosistemas prioritarios, de acuerdo a la resiliencia y capacidad de
carga de los mismos.
La promoción de investigación ambiental básica es una de las tareas más exigentes para
un territorio con alta diversidad y riqueza biológica. A las actividades de inventario,
clasificación, registro genético de nuestros recursos, se suman las de bioprospección,
análisis sociocultural, investigación de propiedades y umbral de aplicaciones, así como los
procesos de laboratorio y fundamentación científica para posibles usos, tangibles e
intangibles. No es posible desligar la investigación ambiental aplicada sin una sólida
investigación ambiental básica, ambas son esenciales si se quiere, finalmente que el
conocimiento de nuestros recursos potenciales conduzca a un desarrollo en que la ciencia
y la tecnología pueden brindar posibilidades para reestructurar nuestro modelo de
producción, generar competitividad y, especialmente, propiciar mejores condiciones para
el bienestar de la población.
95
Será necesario saber cómo transformar la heterogeneidad ecológica, característica de
muchos ecosistemas de la jurisdicción, de obstáculo a la producción a una oportunidad,
diseñando nuevos sistemas de producción, comercialización y acopio que garanticen una
adecuada regularidad en la disponibilidad de los productos para el consumidor final. Esto
significa también avanzar en el manejo de la pluralidad tecnológica y productiva,
combinando cuando corresponda, tecnologías de punta, modernas y tradicionales.
96
En el proyecto “Agenda de Innovación y Desarrollo Científico y Tecnológico para Medellín
y Antioquia”19, , se identificaron tecnologías y productos de futuro para cada sector objeto
del proceso de definición de la Agenda, buscando dar referentes sobre los campos
científicos a abordar en un corto y mediano plazo, necesarios para la creación de
capacidades que permitan tener una dinámica de oferta de conocimiento para la
innovación en productos y servicios en esos sectores. Innovaciones que ayudan a la
creación de nuevas actividades económicas, reforzar las ya existentes en la región, todo
en función de una mayor de inserción de Antioquia en cadenas internacionales de valor.
19
Este proyecto contó con la financiación y el apoyo permanente en su concepción, ejecución y difusión de
Colciencias, la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia y los gobiernos municipal y departamental.
Su desarrollo estuvo a cargo del Centro de Ciencia y Tecnología de Antioquia - CT A – y contó con el apoyo
conceptual y logístico del Centro de Estudios en Economía Sistémica, - ECSIM.
97
renovable en edificios: calefacción solar pasiva, luz de día, refrigeración natural, sistemas
solares. Diseños de eco-estructuras livianas de construcción.
Además en técnicas analíticas de calidad del agua “in situ”, bioensayos rápidos y fiables,
tecnologías de control analítico, tecnologías de caracterización de suelos. Monitorización
y control a tiempo real de caudales. Control de los vertidos, de la captación, tratamientos
avanzados, abastecimiento y distribución del agua. Desarrollo de técnicas analíticas de
medición en continuo de la contaminación de suelos, aire, agua y materiales. Redes
integradas de vigilancia y control de la contaminación basadas en Sistemas de
Información Geográfica (SIG). Desarrollo de protocolos de comunicación y transmisión de
datos medioambientales seguros, on line y en tiempo real. Técnicas de detección y
seguimiento vía satélite de contaminantes. Desarrollo de herramientas de simulación que
ubiquen en tiempo real los focos de contaminación y predigan su posible evolución y
consecuencias. Equipos para la corrección ambiental del ruido. Equipos para la
obtención de combustibles derivados de residuos. Equipamientos para el tratamiento de
la contaminación atmosférica que generen subproductos valorizables. Equipos y sistemas
de recogida selectiva de residuos. Tecnologías de gasificación y aprovechamiento
energético de residuos orgánicos (industriales y agropecuarios). Tecnologías y equipos
para el aprovechamiento de residuos de la construcción. Incineración e inertización de
residuos peligrosos no valorizables
Por otra parte, las líneas de investigación identificadas desde el Cátedra del Agua, buscan
desarrollar metodologías y actividades de prevención para el cuidado y descontaminación
del recurso hídrico. Estas líneas son Inventario general de aguas y sus calidades en
Antioquia, métodos biológicos de descontaminación, crecidas, torrentes y asentamientos
humanos, interacciones suelo-agua-vegetación, generación, transporte y depositación de
lodos y sedimentos.
Este es un panorama posible, si los esfuerzos son coordinados, si cada institución y actor
de la región está integrado, de manera ajustada a sus especificidades, con un propósito
tan estratégico como el de hacer del conocimiento sobre nuestros recursos territoriales,
un factor de poderoso desarrollo endógeno sostenible.
98
I.B.3 Consolidación de sistemas de información e indicadores ambientales
Un sistema de monitoreo de la gestión ambiental debe contar con los indicadores básicos
relativos a la sostenibilidad de las decisiones tomadas, desempeño y capacidad de
gestión, además de indicadores de política fiscal ambiental relacionados con diversos
instrumentos económicos. Se trata de maximizar las capacidades reales de una gestión
ambiental eficiente, eficaz y efectiva.
99
como generar nuevos espacios de gestión intersectorial de los programa y proyectos en
curso y favorecer de esta forma las acciones de control reciproco. Esto tiene que ver con
relaciones entre técnicos de las entidades públicas, entre las entidades públicas y las
privadas y entre las entidades y los ciudadanos.
El sistema de información ambiental debe articular los componentes del Plan Estratégico
de Gestión, debe permitir, a futuro, la captura de la información para la construcción de
Agendas Locales; para la formulación actualizada de diagnósticos y, de acuerdo con las
indicaciones del sistema de seguimiento, para la revisión de los indicadores de gestión y
calidad de los recursos humanos y naturales de la jurisdicción. Además, debe facilitar
procesamiento de la información solicitada por los diferentes usuarios, analizar y construir
la información con un valor agregado y por medio de un sistema de divulgación difundir la
información a todos los niveles.
Finalmente, se debe contar con una mayor integración de productos del Sistema de
Información Geográfico corporativo, con espacial énfasis en productos ligados a las
políticas y estrategias de actuación en la ordenación ambiental del territorio. Es
recomendable que el uso del sistema de monitoreo de la gestión ambiental sea coherente
con el modelo de presión-estado-respuesta de la estrategia de la OCDE, sugerido en el
1997 en Desarrollo sustentable: estrategia de la OCDE para el siglo XXI.
100
Establecer un proceso de cooperación tiene que ver con la claridad de nuestros
requerimientos estratégicos en ciencia y tecnología para el desarrollo sostenible, así como
en la existencia de capacidades de gestión y trabajo interinstitucional y programático. De
esta manera explicitamos sobré qué campos y estrategias generamos procesos de
cooperación endógenos e internacionales, y cómo logramos llevar a cabo, mediante el
uso de sinergias y complementariedades institucionales, los propósitos de un desarrollo
efectivo de proyectos con incidencia en el mejoramiento de esta capacidades y, con
impactos sociales y territoriales, visibles y verificables.
Esta política se enmarca en un objetivo preciso del ordenamiento ambiental territorial, que
es la conservación para el desarrollo sostenible. Pero antes de emprender acciones hacia
101
la ordenación de la biodiversidad y de los ecosistemas especiales, se deben encausar los
esfuerzos hacia el conocimiento del potencial estratégico de la biodiversidad para evitar
que esta sea una de las causas indirectas de la pérdida continua de la biodiversidad. Es
necesario advertir y recomendar que este propósito sólo es posible, si se adopta una
estrategia real y clara de investigación ambiental básica y aplicada en los espacios de
conservación para la protección ambiental y la preservación ecológica, además de los
espacios de reconversión territorial.
La estrategia anterior abonaría el terreno para emprender una integración del sistema de
áreas protegidas, al reconvertir aquellos ecosistemas especiales modificados como
potenciales espacios de amortiguamiento, aunque actualmente hayan sido intervenidos y
presenten una vulnerabilidad a seguir siendo modificados por la amenaza constante de un
modelo de ampliación de la frontera agrícola que es improcedente económica y
ambientalmente. Si se toman medidas en estos espacios se garantizaría que el sistema
de áreas protegidas permanezca en el tiempo, al disminuir la presión externa que ellas
soportan.
102
En esta misma dirección apunta la estrategia de reconectividad biológica de ecosistemas
regionales, porque al iniciar un proceso de ordenación y conocimiento de la biodiversidad
que presentan estos ecosistemas especiales que poseen un gran valor a nivel regional,
se estarían dando las bases primero para garantizar la permanencia de estos
ecosistemas regionales y luego se podría pensar en promover la reconectividad biológica
entre diferentes espacios destinados a la conservación ambiental y ecológica.
La Corporación debe emprender esta estrategia como una medida de revertir aquellos
procesos de degradación que han sufrido algunos ecosistemas naturales al ser
destinados y transformados a la práctica de actividades antrópicas que siempre serán
ineficientes e inviables tanto en términos productivos y económicos como ambientales.
103
Por lo cual la vocación territorial de estos espacios depende de estímulos en la gestión
ambiental para consolidar su naturaleza como áreas de protección, teniendo en cuenta
que son paisajes intervenidos en los que necesariamente se debe intensificar la aplicación
de programas de evaluación estratégica de impactos, mejoramiento agroecológico y
compensación por la generación de servicios ambientales. Esta estrategia es muy
sensible dentro de la política territorial y consolidación de un modelo de ocupación
sostenible del territorio. La reconversión para la protección ambiental es una estrategia
de gestión para la conservación, dirigida a actuar con énfasis en los espacios de rurales
donde la competencia urbana y de sistemas de producción por el uso de la tierra
desfavorece los ecosistemas y la propia formación de espacios de biodiversidad.
104
necesidad de coordinar e integrar los modelos de ordenación, manejo y conservación de
estas áreas en el departamento.
105
II.A.5 Biocomercio sostenible
El biocomercio sostenible también debe ser una de las fases que dan efectividad y
visibilidad a los procesos de investigación ambiental aplicada, especialmente en cuanto al
escalamiento de desarrollos biotecnológicos, a la aplicación fabril de la bio-prospección, al
escalonamiento tecnológico de agroecosistemas, a la generación de servicios culturales
del paisaje y de la biodiversidad, de suerte que su fortalecimiento e impulso, constituye
uno de los pilares en el proceso de integración socioeconómica de espacios urbanos de
relativa menor jerarquía, espacios de producción agraria en entornos rurales y espacios de
conservación que proveen servicios como el ecoturismo y que, a mayor, preservación,
constituyen reservorios de material genético y recursos naturales de potencial para la
investigación básica y aplicada, y la generación de productos con tecnologías ambientales,
que deben contribuir a fortalecer los usos de conservación y el desempeño
socioeconómico y estilo de vida de las comunidades y etnias asociadas a estos territorios.
106
III.A Ordenación de Aprovechamientos y Usos Extractivos
Dentro de las estrategias ambientales territoriales que se deben implementar en las áreas
de aprovechamiento y extracción, se propone un programa de integración territorial de los
modelos de ordenación ambiental de usos extractivos, intensificar las acciones y pactos de
recomposición y mejoramiento de paisajes, consolidar un sistema estratégico y
permanente de evaluación y seguimiento de impactos, establecer un programa de
compensación territorial por el uso de los recursos, garantizar procesos de producción
limpia y la ecocertificación de las actividades extractivas.
107
en los altiplanos de la cordillera Central en la región central antioqueña, a valles y
regiones periféricas del territorio jurisdiccional de la Corporación. Es decir, se producirá
un nuevo modelo de ordenación ambiental producto del aprovechamiento de los ríos
Porce, Nechí y Cauca en regiones fronterizas, que hasta el momento han tenido una baja
integración a dinámicas territoriales regionales.
Este nuevo escenario territorial necesita ser manejado con especial atención y tener un
lugar protagónico en el proceso de planificación y gestión ambiental de los próximos 10
años de la Corporación, y demás instrumentos que se formulen, porque tienen como
punto de partida el aprovechamiento del recurso agua para la producción de energía a
gran escala, los cuales suplirán demandas y consumos a centros urbanos y de producción
a nivel nacional e internacional.
108
III.A.2 Recomposición y mejoramiento de paisajes
La política ambiental para todo tipo de aprovechamiento de los recursos naturales, debe
estar conformada por un acuerdo político y técnico de viabilidad y manejo de impactos,
donde se estipule el cumplimiento de las normas y los criterios técnicos de manejo bajo
parámetros ambientales, en el que todos los usos extractivos deben considerar la
implementación de un plan de recomposición y mejoramiento de paisajes, que contemple
tanto sistemas de extracción artesanales, como sistemas industriales o de mayor
refinamiento tecnológico para la intervención de recursos naturales –por ejemplo, los
aprovechamientos hidroenergéticos a diferentes escalas de generación-, los cuales deben
estar monitoreados mediante una estrategia integrada de evaluación y seguimiento de
impactos, que igualmente tiene en cuenta un programa de retribución por usos extractivos
y de desarrollo tecnológico ambiental en proyectos de restauración, recomposición y
mejoramiento de paisajes intervenidos.
109
de las políticas públicas con incidencia territorial, lo que constituye un tema clave de
agenda y negociación intersectorial.
Según lo dispuesto en los Planes de Ordenamiento Territorial POT municipales, que rigen
la política territorial a nivel local, los ecosistemas buscan contribuir al desarrollo de la
función ecológica, la productividad ambiental y agropecuaria de las zonas urbanas y
rurales, el crecimiento ordenado de los suelos urbanos y la conservación de los suelos
protectores. Además, dentro las economías locales y regionales, son un renglón
importante por la oferta de servicios y bienes ambientales, lo que los convierte en vitales
para el mantenimiento de los sistemas de asentamientos humanos y el sistema de
ciudades.
110
y el desplazamiento de la sociedad hacia paisajes externos para fines de ocio, recreación,
contemplación, lúdica, descanso y esparcimiento.
Todos estos factores han generado un desbalance entre los sistemas naturales y los
construidos, en donde la degradación de los sistemas naturales se manifiesta en términos
de desequilibrios que se presentan entre la oferta y la demanda de bienes y servicios
ambientales, por lo que se debe implementar un programa integral de compensación que
la sociedad debe contribuir y cooperar por el uso y consumo de los recursos naturales,
para garantizar el manejo y la sostenibilidad de los ecosistemas de los cuales depende.
Es imprescindible contar con una política integral que agrupe todos los sectores
productivos, de servicios y tipos de actividades extractivas, que dependen de recursos
naturales e insumos que son transformados en procesos productivos. Dicha política debe
consolidar un portafolio de programas de gestión ambiental, con las líneas base de los
diferentes cluster de cadenas productivas y de servicios, donde la Corporación pueda
contar con unos instrumentos eficaces para la implementación de medidas de control, con
las cuales se pueda evaluar y monitorear los límites y rangos permisivos, como también,
los que se registran por fuera de dichos rangos, que afectan e impactan los recursos
naturales.
111
III.B Sostenibilidad de Sistemas Territoriales Rurales y Periurbanos
Esta política reconoce el hecho de que son numerosas y diversas las actividades
productivas que se practican en las áreas rurales y periurbanas e igualmente diferentes las
interacciones territoriales a las que están asociadas estas actividades, algunas de las
cuales tienden a ser muy consolidadas, con relativo menor impacto ambiental, mientras
que otras producen efectos insostenibles y degradantes sobre el medio, por lo que es
necesario aplicar estrategias de sostenibilidad que orienten espacialmente las
intervenciones de la Corporación, para construir sistemas de producción más diversos,
enriquecidos ecológicamente, tratados como agroecosistemas susceptibles de
mejoramiento, proveedores de condiciones de seguridad alimentaria, en los que la gestión
cultural y el aprovechamiento intangible del paisaje hacen parte de su valoración, con un
adecuado uso y manejo racional de los recursos naturales, integrados territorialmente, con
inmejorables condiciones de accesibilidad y de servicios urbano-rurales, articulados con
implantaciones industriales y espacios urbanos de menor complejidad que en los
asentamientos metropolitanos..
Se trata de enriquecer la base ecológica que soporta todo sistema de producción para
aumentar su grado de heterogeneidad o de diversidad agroecosistémica, la cual tiene que
ver con procesos de diversidad vertical (capas horizontales diferentes), con diversidad
horizontal (patrón de distribución espacial de los organismos), diversidad estructural
(nichos en la organización del sistema), diversidad funcional (complejidad de la
interacción, del flujo de energía y del ciclo de materia entre los componentes del sistema)
y diversidad temporal o grado de heterogeneidad de los cambios cíclicos.
112
insumos orgánicos y reduciendo agroquímicos. Es de resaltar la importancia de la
vegetación secundaria presente en cercas vivas, huertos caseros, sistemas agroforestales
(por ejemplo en agroecosistemas con caficultora de sombra) y áreas de pastizales
improductivos o muy marginales, dedicadas al avance de estado de sucesión vegetal
secundaria.
Por otra parte, esta estrategia supone un avance en el escalonamiento –o difusión social-
de tecnologías de enriquecimiento ambiental, para construir mosaicos territoriales socio-
económicamente distinguibles y funcionales, en los que se crean “cuerpos” culturales de
paisajes con agroecosistemas integrados tecnológica y territorialmente, que a la postre se
113
convierten en huellas tangibles de modos de uso y aprovechamiento singular de la tierra,
como una base que sustenta el carácter distintivo y la personalidad cultural que le da
identidad y valor a una localidad.
Este es uno de las estrategias más sensibles al mejoramiento de las condiciones de vida y
de desarrollo humano de la población, tanto la que está asociada con los sistemas de
producción, como la que habita en los espacios urbanos y de demanda de bienes agrarios.
La salud pública integral es unos de los factores de mayor capacidad de fijación sostenible
de población en un territorio, por ello la contribución con el mejoramiento de las
114
condiciones ambientales que hacen parte del mejoramiento de las condiciones de salud de
la población, representa uno de los mayores aportes a la calidad de vida. Por otra parte,
la seguridad alimentaria es una cuestión indisolublemente ligada al bienestar y salud de la
población localizada en áreas de producción agraria, pues sin esta condición sería muy
difícil estimular la habitabilidad de estos espacios y, en consecuencia, la seguridad
alimentaria de su propia población y la de los habitantes de sistemas urbanos cercanos o
de mayor jerarquía, lo que genera complicaciones a un modelo de bienestar basado en un
relativo e importante autoabastecimiento alimenticio, una cuestión que es cada vez más
considerada como de seguridad estratégica por diferentes sociedades y países del mundo.
115
afectivos con los lugares, generando sentido de pertenencia y de arraigo territorial, lo que
a su vez, se traduce en un potencial para la valoración y gestión del patrimonio
paisajístico, y en beneficios para los pobladores a ellos asociados, sea porque generan
confort y riquezas escénicas, o porque, además, propician bienes y servicios ambientales.
Como una alternativa a las áreas rurales y dada la riqueza natural que se posee, el
ecoturismo es una opción válida y deseable para territorios rurales que tengan sitios de
interés histórico, ambiental y paisajístico, lo que plantea la necesidad de intensificar la
gestión y promoción de un turismo de calidad y sostenible, donde se genere un equilibrio
entre infraestructura para el turismo y lugares que ameriten ser visitados. El ecoturismo es
una estrategia que se viene adoptando bajo muy diferentes opciones, modalidades,
destinos y “operadores”. De esta alternativa debemos aprender de otras regiones de
Colombia y países que han construido industrias de “ocio ecológico”, especialmente en
cuanto a hacerlas propicias –dotando y enriqueciendo la oferta-, y viables ecológica y
económicamente –educando y estimulando la demanda.
Por otra parte, es necesario insistir en el potencial de los recursos agroturísticos, los
cuales si se saben aprovechar adecuadamente, pueden significar ingresos adicionales a
los productores, a los agroindustriales y a los pequeños empresarios rurales y contribuir, y
en algunos casos dar respuesta a muchos de los problemas económicos que están
experimentado los productores agrícolas y agroindustriales, a causa de factores como la
116
baja de los precios internacionales que están sufriendo el café, la caña de azúcar y
algunas frutas tropicales.
Existen numerosos casos de agroindustrias, que por su relativa antigüedad, por el tipo de
productos que elaboran, por la naturaleza de la propiedad, por el uso de técnicas
tradicionales y por estar ubicadas en un entorno rural de gran belleza paisajística,
resultarían de interés para los turistas. Sin embargo, la principal traba al desarrollo del
agroturismo es que hay poco personal entrenado para interpretar en forma atractiva y con
suficientes conocimientos científicos y técnicos aquellas prácticas más llamativas que
atraen a los turistas. Este es, por tanto, un potencial para un programa de apoyo
educativo ambiental, del cual hay posibilidades de recibir cooperación técnica
internacional, tal como se ha hecho en otras regiones del país.
Los proyectos agroturísticos deben ser gestados y administrados por las familias
propietarias de las fincas y/ o plantas agroindustriales, a fin de que el valor agregado
quede en el lugar y se conserven las tradiciones agroindustriales, gastronómicas y
culturales que son la razón de ser del turismo rural. La mujer campesina puede tener una
alta participación en la prestación de los diferentes servicios.
117
entornos del epicentro dominante. De hecho se trata de la articulación de los POT
municipales de las localidades relativamente vecinas al Valle de Aburrá, en los que se han
definido suelos con vocación para la implantación industrial, en un proceso que debe
aprovechar este tipo de dinámica característica de la expansión de actividades
económicas hacia zonas urbano-rurales, que deben contar, además de los servicios
básicos, con condiciones adecuadas de habitabilidad, con el cumplimiento de procesos de
producción más limpia, para atenuar los impactos sobre el ambiente de manera preventiva
y planificada.
Esta es una de las políticas más esenciales de la ordenación ambiental, como quiera que
hace énfasis en modelos socio-espaciales de poblamiento, uso, aprovechamiento,
estructuración, organización, valoración y desarrollo sostenible del territorio. Tiene que
ver con procesos de estímulo y desestímulo a diversas modalidades de configuración
paisajística, de acuerdo con las vocaciones y el funcionamiento potencial de los territorios
para la conservación, la producción y la habitabilidad.
118
IV.A.1 Desestímulo a la transformación negativa de ecosistemas naturales
119
Desde el punto de vista urbano regional, el sistema de movilidad y conectividad territorial
de Medellín - Antioquia, inicia una nueva fase de desarrollo de la infraestructura vial y de
transporte, inaugurando un nuevo modelo de comunicación e integración regional,
nacional e internacional.
Otro escenario vial que convergiría en el nodo de Caucasia, sería la vía marginal del
Cauca, La Pintada – Bolombolo - Santa Fé de Antioquia – Caucasia, que serviría para la
comunicación del Eje Cafetero, el suroccidente del país y el sur del continente a través de
la vía Panamericana.
El Túnel de la conexión Aburrá – Cauca sería el enlace de las vías proyectadas, para la
articulación de las vías Medellín – Puerto Berrío y Medellín – Yondó con la vía
Panamericana.
120
con la participación en agendas intersectoriales a nivel regional y nacional, que le
permitan orientar un desarrollo sostenible a partir de la infraestructura vial, que
reconfigurará el nuevo modelo de comunicación y articulación urbano regional.
121
consolidar el programa, por las presiones que ejercerán los proyectos y la población que
se relocalizará en los entornos de los corredores viales.
Otra acción prioritaria, tiene que ver con el apoyo a los procesos de formulación de los
Planes de Vida y de ordenamiento de los territorios de comunidades indígenas y negras,
para el fortalecimiento, integración y sostenibilidad de los grupos en los territorios
asignados, y también, para la interacción social, política, económica y cultural con el
mundo exterior.
De acuerdo al modelo urbano regional, encontramos una ciudad que se caracteriza por
tener un alto nivel de desarrollo y consumo de bienes y servicios, un segundo segmento
de municipios que se extienden por el Valle de Aburrá articulados espacialmente a la
ciudad de Medellín, y a continuación una estructura centros subregionales que se
prolongan por todo el territorio de la jurisdicción de la Corporación.
122
Según lo anterior, tenemos un centro urbano regional con la mayor capacidad funcional,
lugar donde se concentra el mayor número de población, con buena accesibilidad,
infraestructura vial y tecnologías de comunicación que garantizan el funcionamiento, la
operatividad y la movilidad de bienes y servicios disponibles para la población urbana que
habita en la ciudad de Medellín, y por otro lado, tenemos en una gran extensión territorial,
sociedades locales aisladas y fragmentadas, con limitadas posibilidades de implementar
un desarrollo endógeno y autosostenible.
Los centros subregionales que poseen una capacidad funcional intermedia que prestan
servicios urbano-rurales, se encuentran distribuidos en diferentes ejes de poblamiento a lo
largo y ancho de la jurisdicción, son ellos: Andes, Ciudad Bolívar, Fredonia, Santa Fe de
Antioquia, Santa Rosa de Osos, Yarumal, Caucasia y Puerto Berrío. Estos centros,
establecen relaciones de interdependencia y complementariedad subregional con el
epicentro regional, y a su vez, prestan los servicios administrativos, bancarios,
comerciales, públicos, sociales y culturales, en el propio radio de acción local y en la zona
rural del entorno geográfico.
Las decisiones y las inversiones con efectos territoriales deben basarse en un modelo de
desarrollo policéntrico a nivel regional. Esto es particularmente importante para cetros
aislados y periféricos que poseen grandes extensiones rurales. Para su logro, estos
centros subregionales y los municipios, con el acompañamiento de la Corporación,
deberían desarrollar una capacidad técnica de llevar a cabo una política activa de
ordenación territorial, basada el uso y consumo del patrimonio natural y cultural.
123
IV.A.7 Manejo y gestión preventiva de amenazas naturales
Con mayor frecuencia e impactos de magnitud creciente, los desastres naturales están
ocasionando pérdidas de vidas humanas, degradación y pérdida de los recursos
productivos, en medios urbanos y rurales. En estricto sentido, el manejo de riesgos
naturales es una cuestión de armonización entre los procesos ecológicos regionales y los
de ocupación y construcción.
La Corporación, en coordinación con las entidades que conforman los Sistemas para la
Prevención y Atención de Desastres, debe identificar y priorizar el componente de
prevención de desastres, y especialmente, estar alerta con las disposiciones relacionadas
con el ordenamiento territorial urbano, las zonas de riesgo, la expansión urbana, los
proyectos viales, estableciendo medidas de control y la implementación de políticas
ambientales, que permitan prevenir eventos y catástrofes naturales, tales como:
inundaciones, avalanchas y movimientos en masa, que producen en la gran mayoría de
casos, considerables pérdidas y consecuencias negativas para la vida y la salud de las
personas, como también, para los sistemas productivos, comercial y de servicios a nivel
local y regional.
124
IV.B Ecoeficiencia de Sistemas Territoriales Urbanos
La ciudad ecoeficiente potencia y vincula la industria y los mercados locales a las ventajas
económicas de la escala urbana y facilita su integración según su aporte al mantenimiento
del nivel y forma de vida de los distintos grupos humanos que componen la ciudad y la
región.20
20
Plan de Gestión Ambiental 2001-2009. Bogotá Distrito Capital.
125
Esta política atiende a funciones urbanas claves cuyo manejo incide de manera
importante, en la funcionalidad del ecosistema urbano buscando optimizar la utilización de
recursos como el espacio, el tiempo y algunos de los varios circuitos energéticos que
transcurren por la ciudad. Su desarrollo debe articularse a los mecanismos operados
desde las estrategias generales de intervención física, la educación ambiental y la
investigación.
Esta estrategia tiene como objetivo enfocar el flujo de recursos y espacios a través del
metabolismo urbano-regional, es decir, la relación fundamental entre entradas,
transformaciones y salidas, en relación con parámetros de eficiencia del crecimiento y el
funcionamiento urbano, posibilitando la medición útil de la sostenibilidad.
El uso eficiente del espacio, del tiempo, del agua, de la energía y de los materiales son
objetivos esenciales de la gestión ambiental. El espacio es un recurso limitado, de cuyo
manejo depende tanto la generación de condiciones internas a la ciudad, como la
definición de parámetros de relación con el entorno regional, determinando importantes
características dentro del sistema urbano-regional. La gestión ambiental en el espacio
urbano atenderá a variables determinantes como: el crecimiento urbano, la densidad de
ocupación, la heterogeneidad funcional y la calidad de los espacios.
126
ciudadanía, así como para estimular su desarrollo psicosocial y la generación de
identidad, arraigo y apropiación sobre el ambiente urbano-regional.
Controlar la mezcla de usos y actividades, así como las medidas de aislamiento y manejo,
de modo que se prevenga la generación de riesgos tecnológicos sobre la población
humana, en especial sobre el tejido residencial, el espacio público y los grupos humanos
vulnerables. Controlar los riesgos sobre la salud humana, los sistemas productivos y la
biodiversidad de los ecosistemas, derivada de la introducción, tráfico o manipulación
genética de organismos vivos o productos derivados de los mismos, conforme a las
normas nacionales e internacionales al respecto. En lo que se refiere a los riesgos
127
naturales, como se expresó, se trata de una cuestión de armonización entre los procesos
ecológicos regionales y los de ocupación y construcción.
Por tanto, la gestión considerará tres variables determinantes del problema: disminuir el
porcentaje de población que habita en áreas de alto riesgo no mitigable, aumentar en las
zonas de alto riego mitigable la aplicación de medidas técnicas de mitigación, y aplicar
medidas tendientes a disminuir la probabilidad de ocupación de áreas de alto riesgo.
Por último, los riesgos biológicos son hoy un tema emergente en la gestión ambiental, con
desarrollos normativos y técnicos recientes. A pesar de su poca difusión pública, el tema
es de gran importancia, dado el incremento en la manipulación de material biológico y la
alta vulnerabilidad de los grandes asentamientos a estos factores.
La calidad del aire es uno de los aspectos de mayor sensibilidad social en la gestión
ambiental urbana, con una alta repercusión en la calidad ambiental real y percibida. Su
comportamiento espacial se distingue de otros parámetros por su rápida y extensa
128
difusión a través de la ciudad, si bien se concentra problemáticamente en determinadas
áreas.
Esta estrategia implica tanto el control de las emisiones de las fuentes móviles y fijas,
como el de la calidad del aire resultante de la interacción de estos factores con los
procesos meteorológicos en la atmósfera.
129
Aquí se restringe su acepción a la de soporte ecológico de la vegetación, los procesos
biogeoquímicos y, en general, de los ecosistemas terrestres, al tiempo que soporte físico
de las construcciones y los asentamientos. Por tanto, el objetivo atiende a las propiedades
físicas, químicas y biológicas del suelo que le permiten cumplir con tales funciones y los
servicios ambientales derivados.
Aunque dichos atributos son afectados prácticamente por toda actividad y factor en la
ciudad-región, determinados problemas, como erosión, inestabilidad y contaminación, se
concentran en áreas y actividades precisas. En tales áreas, dichos problemas tienen
efectos profundos sobre la seguridad y la salubridad de los asentamientos, así como en el
funcionamiento de los ecosistemas agrícolas y silvestres.
Así como en cuanto al aire, se destaca la extensa difusión de las alteraciones y en cuanto
al agua, su amplio encadenamiento espacial de todos los actores e impactos urbanos, en
el recurso suelo son notorias la difícil reversibilidad del deterioro y las drásticas
consecuencias del mismo. Es, por tanto, un tema en el que la prevención juega un papel
preponderante.
Asegurar que la incorporación de áreas a nuevos usos dentro del territorio urbano-rural y
los entornos de competencia por el uso de la tierra optimice el aprovechamiento de la
oferta territorial en términos de la diversidad de modos de vida, paisajes y ecosistemas y
el manejo prudente de las limitantes de cada área, generando asentamientos seguros y
con una alta calidad ambiental, es el objetivo de esta estrategia.
La ciudad crece, básicamente, sobre tres tipos de áreas: áreas naturales (generalmente
deterioradas), áreas rurales (con algún nivel de urbanización socioeconómica) y áreas
degradadas (usualmente, fuentes de materiales de construcción vecinas de los bordes del
crecimiento urbano). La forma como la ciudad incorpora la oferta y las restricciones de las
distintas áreas a su propia estructura y funcionamiento, es un aspecto fundamental de la
ecoeficiencia del crecimiento urbano o, con más exactitud, del desarrollo físico del sistema
130
ciudad-región, el cual puede estar más o menos concentrado en uno o más centros
urbanos.
131
11.3 MATRIZ DE ESTRATEGIA TERRITORIAL AMBIENTAL
132
133