Está en la página 1de 8

Si examinas la última semana, o simplemente el día de hoy, seguro

que recuerdas algún momento en el que has hecho algo por


alguien. Algo que te ha supuesto un coste personal, ya sea en
tiempo dinero u otro tipo de recursos. Igual también recuerdas
algún momento en el que has rechazado esta petición porque has
considerado que este coste era demasiado alto.

Las personas no solemos ser una virtud de generosidad ni un


continuo de comportamientos egoístas, más bien nos encontramos
en un intermedio en el que nos movemos dependiendo de varios
factores, entre ellos nuestro momento vital.

Infinidad de veces me he hecho la pregunta de “¿Soy egoísta si


hago o no hago tal cosa?”. Esta pregunta surge cuando alguien nos
hace una petición razonable y tenemos que valorar si accedemos o
no. Cuando acceder supone un coste, o cuando se nos ocurren
formas de ayudar que pueden o no ser desmedidas para la
responsabilidad que tenemos. Seguro que a ti se te ocurren más
situaciones en las que te has hecho esa pregunta y a menudo la
respuesta no es sencilla.
8 rasgos de comportamientos egoístas

Por ello, os traigo estos 8 rasgos que os pueden ayudar en el


camino a descubrir comportamientos egoístas, tanto propios como
ajenos. Cuando se reproducen de manera constante podemos decir
que son característicos de personas con exceso de ego:

1. No muestran sus debilidades y vulnerabilidades.

Un motivo común y egoísta para no prestar ayuda es el temor a


mostrar debilidad, a intentarlo y quedar en evidencia al sentir que
nuestra acción en realidad no sirve de mucho. La persona piensa
que, por echar una mano a la persona que la necesita, están
mostrando debilidad e inseguridad interior.

Dejarán de lado la verdadera creencia de que todas las personas


tenemos debilidades que nos convierten en humanos necesarias
para aprender y evolucionar.
2. No aceptan las críticas constructivas.

Las personas con una actitud egoísta sostienen el pensamiento de


que su entorno intenta menospreciar su trabajo y potencial. De
este modo, intentarán a toda costa no reconocer una crítica
constructiva. A menudo se defienden con la ironía y es muy
complicado que reconozcan que están equivocados.

3. Consideran que merecen todo.

Las personas en una actitud egoísta se caracterizan por ser poco


constantes a la hora de seguir sus metas. Podríamos decir que las
cambian continuamente y demandan que cada una de sus
ocurrencias sea valorada y tenida en cuenta de la misma forma que
la de la persona que ya lleva una larga trayectoria.
Pueden llegar a pensar que el éxito estará siempre de su lado
porque sí, dándoles igual a quien tengan que quitarse de en medio
en su camino para conseguirlo.

4. No escuchan a los que están en desacuerdo con ellos.

Las personas egoístas sienten como enemigos a aquellos que son


maduros e inteligentes, ya que estos son capaces de respetar y
escuchar las opiniones ajenas.

Escuchar y aprender de las demás opiniones es una buena


oportunidad de ampliar los horizontes y crecer. Selecciona con lo
que quieres quedarte pero no dejes de escuchar, no ignores porque
temes ni le vuelvas la espalda al mundo.

5. Critican a espaldas de los demás.


Las personas en actitud egoísta prefieren la crítica fácil y por la
espalda. En el fondo temen no tener razón y al hacen desde la
distancia para que la realidad no pueda estropear su idea de como
tienen dibujado el mundo en su cabeza.

Necesitan creer, por ejemplo, que todas las personas que son
pobres lo son porque no quieren trabajar y prefieren vivir en la
calle o porque no tienen la suficiente fuerza de voluntad y
constancia para formarse. Sosteniendo estas explicaciones pueden
separarse mentalmente de las personas que viven en condiciones
precarias, descartando la idea de que un día un golpe de mala
fortuna pueda llevarlas al mismo lugar.

En el fondo temen por su palacio de cristal…

Captura

6. Agrandan sus logros.


Una de las carencias más importantes y notorias de una persona en
actitud egoísta tiene que ver con la falta de humildad. La humildad
es una virtud preciosa y humana necesaria para crecer como seres
humanos y personas sociables con nuestro entorno. Las personas
egocéntricas únicamente taparán este potencial personal buscando
resaltar y engrandecer sus logros.

Se adjudicarán más responsabilidad de la que les corresponde


cuando el resultado ha sido un éxito y buscarán la salida de
emergencia cuando le proyecto no haya terminado bien. Por otro
lado, puedes contar con ellos para navegar, siempre y cuando el
viento vaya a favor.

Los retos difíciles o desafiantes no están echos para ellas

7. Les da miedo arriesgarse. Pánico, terror. Enlazando con el punto


anterior no consideran el fracaso porque nunca se exponen a él.
Eso sí, no dudan en criticar de forma dura y severa cuando otros no
consiguen aquello que pretenden. Son los primeros que te van a
decir, si es que ya se veía venir…

Dentro de mi propio crecimiento personal, pude ser testigo de


algunos de los rasgos anteriores y cuando te das cuenta de ello, de
que no te estás responsabilizándote de tus acciones y comienzas a
ver la luz de la madurez…

Es entonces cuando te das cuenta del daño que has hecho y que
estabas haciendo a las personas que te quieren. Entonces es
cuando comienzas a crecer y arriesgar. Y todo lo anterior
comentado comienza a cambiar positivamente y florecer
adecuadamente. Dejas de ser egoísta y dar amor a la vida y los
demás.

El egoísmo desde la psicología budista

En el budismo el egoísmo viene de un aferramiento excesivo al


Yo/Ego. El Yo sería nuestra identidad, lo que somos desde que
nacemos hasta el momento presente. Cuanto más nos sintamos
identificados con este Yo, tendremos una actitud más egoísta
porque sólo actuaremos buscando aquello que nos beneficia sólo a
nosotros.

Maestros budistas, como Lama Rinchen Gyaltsen, aseguran que


todo es cambiante, por lo tanto el Yo también. Es decir, si
aceptamos que todo cambia nos desapegaremos del Yo y el mundo
dejará de girar en torno a nosotros. No tiene sentido aferrarse a
una identidad única cuando todo a nuestro al rededor cambia,
incluido nosotros. Aquellos con más aferramiento un Yo estático,
serán los que presenten conductas más egoístas y al mismo tiempo
tolerarán peor los cambios.

También podría gustarte