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LA NIÑA DE PAPÁ: LA ABSORCIÓN DE LO FEMENINO

MAUREEN MURDOCK
 
La eliminación de la madre y la identificación con el padre está bien ilustrada en la historia de Atenea,
hija de Metis y de Zeus. La absorción de Metis por Zeus puede verse también como un símbolo de la
transición de la historia de la cultura griega, desde una sociedad matrilineal a una sociedad masculina, a
un mundo dominado por el ego.
Atenea surgió de la cabeza de Zeus, como una mujer ya desarrollada, portando una resplandeciente
armadura de oro, sosteniendo una afilada lanza en una mano, y emitiendo un poderoso grito de guerra. A
partir de este espectacular nacimiento, Atenea se vinculó con Zeus, reconociéndole como su único
progenitor. La diosa nunca reconoció a su madre Metis siempre pareció ignorar el hecho de tener una
madre.
Atenea era la bella diosa guerrera, protectora de los héroes griegos en la batalla. Era la diosa de la
sabiduría y de las artes, maestra en estrategia y diplomacia, tejedora y patrona de las ciudades y  de la
civilización. Ayudó a Jason y a los Argonautas a construir su barco antes de proclamar la captura del
Vellocino de oro, y también ayudó a los griegos a conquistar Troya. Se colocó junto al patriarcado, al
decidir el voto de liberar a Orestes, que había matado a su madre, Clitemnestra, para vengar el asesinato
de su padre, Agamenón, tras la guerra de Troya. Con esta acción, Atenea colocó los valores patriarcales
por encima de los vínculos maternos.
Una “mujer Atenea” es una “hija del padre”: desprecia a su propia madre y se identifica con el padre; es
brillante, ambiciosa y hace todo lo que puede para conseguir sus propósitos. Da poco valor a sus
relaciones emocionales y no siente simpatía ni compasión por la vulnerabilidad. Si no se toma tiempo
para descubrir la fuerza de la madre y reclamar una conexión profunda con el vínculo materno, tal vez
nunca llegue a sanar su separación de lo femenino. Metis no fue la última mujer en ser tragada por un
ego masculino, y Atenea no fue la última hija que descartó a su madre en favor de su padre.
 
Maureen Murdock
"Ser Mujer. Un viaje heroico"

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