La Neisseria gonorreae puede ser transmitida por distintos mecanimos.

Entre ellos, la
vía sexual cobra particular relevancia. Se ha comprobado que el mayor factor de riesgo
es el coito con una pareja infectada. La transmisión es más difícil por prácticas sexuales
como felación o cunnilingus. En el caso del coito anal se ha comprobado que si es
eficiente pero aún no se ha cuantificado el riesgo por episodio.
El riesgo de transmisión de varón a mujer es de 50-70% por contacto; mientras que, de
una mujer infectada a la uretra de su pareja es de alrededor del 20% por episodio de
coito vaginal sin protección, y aumenta al 60-80% tras cuatro o más exposiciones.
Según cálculos realizados siguiendo el modelo matemático de May y Anderson, se ha
propuesto que para mantener la infección por gonorrea endémica la tasa de cambio en el
número de parejas sexuales, es de cuatro nuevas parejas en el transcurso de un año.
Otros autores han concluído que como la eficiencia de transmisión de la gonorrea no
complicada a través del coito heterosexual es de aproximadamente del 50%, para
mantener la transmisión en la población se necesitan tasas elevadas de cambio de pareja
sexual, es decir, una media de dos nuevas parejas cada 1-2 semanas.
La parte de la población que cumple con las condiciones mencionadas se los define
como transmisores esenciales quienes a su vez, generalmente, son individuos con
infecciones asintomáticas o con síntomas que pasan por alto.
A todo lo expuesto debe agregarse la relevancia de ciertas características
socioeconómicas y demográficas como edad, bajo nivel socioeconómico, escaso acceso
a los servicios de salud, prostitución y drogadicción.

Es esencial considerar que quienes transmiten la gonorrea son los. En efecto, debe
enfatizarse la importancia de tomar medidas activas para garantizar el tratamiento de
todas las parejas sexuales de los individuos infectados, dado que estos no muy
frecuentemente solicitan espontáneamente asistencia.

Debe tomarse en cuenta que frecuentemente es transmitida por personas que

son asintomáticas o que tienen síntomas leves que no consideran de
importancia para acudir a consulta médica ya que evaden la atención médica.

Perinatal puede ocasionar conjuntivitis gonocócica.

 Debido a la anatomía femenina puede haber propagación del exudado
cervical al recto causando gonorrea anorrectal.
 El adulto puede autoinocularse la región ocular a partir de la zona genital
afectada, originando la gonorrea ocular.

El período de incubación es breve y, con frecuencia, la notoriedad de los síntomas

genitales hace que el individuo infectado solicite tratamiento, de modo que la duración
media de la infección es corta, en general de varios días en varones y con frecuencia de
menos de 2 semanas en mujeres. La eficiencia de transmisión aproximadamente del
50% de la gonorrea no complicada a través del coito heterosexual hace que se necesiten
tasas elevadas de cambio de pareja sexual, es decir, una media de dos nuevas parejas
cada 1-2 semanas entre la adquisición de la infección y su resolución, o el equivalente a
50 o más parejas/año, para mantener la transmisión en la población. Los individuos que
tienen relaciones sexuales sin protección con nuevas parejas con la frecuencia suficiente
como para mantener una prevalencia estable en la comunidad se definen como
transmisores esenciales. Originalmente desarrollada como un modelo matemático, la
hipótesis de la transmisión esencial ha sido confirmada empíricamente por varios
estudios 98 , y el control de la gonorrea se dirige en particular a identificar al grupo
esencial y a los miembros diana para el hallazgo y tratamiento de casos y otras
estrategias de prevención. Entre las características demográficas y sociales que influyen
directa o indirectamente en la frecuencia con la que se adquieren nuevas parejas se
incluyen la edad joven, un bajo nivel cultural y socioeconómico, la prostitución, el
consumo de drogas y factores similares. Otras características de los transmisores
esenciales son determinantes psicosociales mal conocidos de la selección de pareja,
factores culturales que afectan a la respuesta a los síntomas y una disminución del
acceso a la asistencia sanitaria (independientemente de que sea real o percibida). Una
variación reciente del concepto del grupo esencial es la hipótesis del «espacio de
riesgo», es decir, que las localizaciones donde viven las poblaciones de riesgo y los
lugares de las exposiciones sexuales pueden ser determinantes de la misma importancia
o mayor de la incidencia de enfermedades venéreas que otras variables pronósticas
demográficas 98 . El análisis de las redes de compañeros sexuales en los brotes de
gonorrea es cada vez más importante para comprender estos procesos e indica, por
ejemplo, que la probabilidad de exposición de un adolescente afroamericano que reside
en una comunidad con una prevalencia elevada de enfermedades venéreas se relaciona
con la presencia de vínculos sexuales entre sus parejas recientes y la comunidad

Como el principal mecanismo de transmisión es la vía sexual hay que tener en

cuenta que la duración de la enfermedad en el hospedero y una medida de
interacción entre transmisores, que representa el número de parejas sexuales
diferentes durante el periodo de un año. Según los cálculos del modelo
matemático expuesto por May y Anderson muestran que la tasa de cambio en
el número de parejas sexuales, para mantener la infección por gonorrea
endémica es de cuatro nuevas parejas en el transcurso de un año en esto
influyen algunas características socioeconómicas y demográficas como la
juventud, bajo nivel socioeconómico, escaso acceso a los servicios de salud y
drogadicción.
Debe tomarse en cuenta que frecuentemente es transmitida por personas que
son asintomáticas o que tienen síntomas leves que no consideran de
importancia para acudir a consulta médica ya que evaden la atención médica.

A todo lo expuesto debe agregarse la relevancia de ciertas características

socioeconómicas y demográficas como edad, bajo nivel socioeconómico, escaso acceso
a los servicios de salud, prostitución y drogadicción.