ESTRUCTURAS Y DINAMICAS DEL ESPACIO

COLOMBIANO

Jean-Paul Deler
Director de Investigación, CNRS / Francia

RESUMEN

Por el fraccionamiento y la gran heterogeneidad de su espacio

físico o natural, largo tiempo poco poblado, y por la histórica
dispersión de su población en focos regionales relativamente aislados,
Colombia parece tener algo de improbable... Pero existe un territorio
nacional colombiano, fruto del concurso de varios elementos que han
venido dando históricamente coherencia al conjunto espacial.
Tomado y traducido de: Jean-Paul DELER: Improbable Colombie, in
Amérique latine (Bataillon Claude, Deler Jean-Paul, Théry Horvé),
Belin/RECLUS, Paris: 1991, pl). 247-263, Góographíe Universelle 3 (sous la
direction de Roger Brunet).
de una bifurcación cuando, al
ACERCA DE TENDENCIAS
interior de un gran movimiento de
FUERTES Y PERIODOS
colonización de las vertientes
CLAVES EN LA
andinas, la expansión del cultivo del
ESTRUCTURACIÓN DEL
café, inicia a la vez el acercamiento
TERRITORIO NACIONAL
de espacios que anteriormente
Entre ellos podemos destacar la estaban separados, suscita la
valorización de la situación modernización, el desarrollo de
estratégica del país y el interés por diversas redes de comunicación y
controlar las ventajas que esta ofrece estimula el despegue de una
dentro de un marco político urbanización multipolar, dentro de
unificado, la indispensable un contexto de acumulación
articulación de los espacios andinos capitalista. La crisis de los años
del interior a las metrópolis y a los 1920, la aceleración del proceso de
mercados por los puertos del urbanización y la existencia de un
Atlántico, han producido una cierto desarrollo industrial
estructuración especialmente confirman la amplitud de un
meridiana de los principales vigoroso movimiento de
itinerarios y son procesos inscritos estructuración del territorio que se
en la larga duración. Durante el produce en el corazón mismo de
período de 1885 a 1930 se trata más una Colombia andina, con la
Cuadernos de geografía, X(1), 2001, pp. 165-180
© 2001, Departamento de Geografía - Universidad Nacional de Colombia
Ciudad Universitaria, Santafé de Bogotá, Colombia
166 Jean-Paul Deler

emergencia del “triángulo de oro”: istmo que acerca el Atlántico al “mar

Bogotá- Medellín- Cali (M. Jiménez). del Sur” mucho más que comunica
las dos partes del continente. Aún
La piedra angular de Suramérica hoy en día el único eslabón que falta
construir de la famosa carretera
La situación del territorio de
panamericana, es el de Darién.
Colombia como punto de encuentro
Unificando la gestión administrativa
de las Américas central y meridional
del territorio en los dos frentes
tiene ciertas ventajas que se
marítimos, la creación del Virreinato
valorizan de una manera parcial y
de Nueva Granada en el siglo
diferente según las épocas. Piedra
XVIII, confirmaba la visión
angular de América del Sur, este
estratégica de un espacio que
territorio es el único que dispone de
mantenía la comunicación entre los
un doble litoral: frente al Atlántico y
dos mares, incluyendo el itinerario
al Pacífico. Extendido entre el istmo
terrestre que llevaba de Cartagena
de Darién y el Orinoco, ribereño del
hacia Guayaquil o Piura por Bogotá,
Amazonas, gracias al trapecio de
Popayán y Quito. Este trayecto,
Leticia, proa septentrional del
seguido por el correo regular, fue
continente en la península de la
recorrido por Alexandre von
Guajira, se enraiza fuertemente en
Humboldt en la víspera de la
las cordilleras y se abre hacia el “lago
Independencia. La separación de la
americano” frente a las grandes islas
provincia de Panamá en l903 da
del Caribe. Lugar de encuentro y de
testimonio de los cambios ocurridos
difusión de técnicas y de culturas en
tanto en la naturaleza como en la
la época precolombina, el espacio de
intensidad de las corrientes de
la Colombia actual aparece, en el
intercambio dominantes y
momento de la Conquista, “como
susceptibles de tomar esta nueva
un vacio entre los poderosos
ruta. El control del istmo pasó de
imperios de los Aztecas y de los
sudamérica a los Estados Unidos de
Incas.
América del Norte: una nueva
El interés estratégico del bifurcación de la historia.
territorio aparece con la
En la segunda mitad del siglo
incorporación de América al sistema
XX, las plataformas aeroportuarias
Mundial; existió ahí durante el
de Colombia gozan de una posición
período colonial, una etapa
de valor, debido a que se encuentran
importante en el trayecto de la flota
situadas en el cruce de dos
española, a medio camino de Sevilla
itinerarios principales del continente,
y de Lima, con sus puntos
a mitad del camino entre Nueva
principales: Cartagena y los puertos
York y Santiago, sobre el eje
de ruptura de carga de Nombre de
meridiano que en el mismo huso
Dios, Portobelo y Panamá, en este
horario pone en comunicación, las
 Estructuras y dinámicas del espacio colombiano 167
costas del Atlántico norte y del
Pacifico sur, la Megalópolis y los
países del Cono sur; a medio camino
también de Méjico y de Brasilia, en
el eje ortodrómico que une
California con el Sudeste del Brasil.
Una vez mas cuentan: la apertura
sobre el mar del Caribe, con su
sistema de zonas francas, a pesar de
la fuerte competencia, la cercanía de
las plazas financieras de Miami y
Panamá, así como los numerosos
paraísos fiscales del cerco dorado de
las islas. Sabemos en qué medida el
tráfico de drogas saca también
provecho, desde 1970, de la posición
estratégica de una Colombia situada
a medio camino de productores y
consumidores de droga y a tan poca
distancia de los canales de blanqueo
de los beneficios ilícitos. El lugar
ocupado por Colombia en el
concierto regional está muy ligado a
su situación geográfica y a su
influencia pues, es en Cartagena que
se firmó, en 1969 el acuerdo que
creaba el Pacto andino, mientras que
en 1980 Bogotá jugó un activo papel
en el seno del grupo de Contadora,
al lado de Méjico y Venezuela, en la
búsqueda de una solución pacífica a
la crisis de América central.
Del río y de la capital
Como en la mayoría de los
países de América hispánica, el
tiempo ha logrado establecer algunas
estructuras espaciales sólidas y
revelar algunas permanencias. En
Colombia también se delinea la
figura clásica de un espacio interior,
con sus hombres y recursos - las
tierras altas de la cordillera Oriental,
el valle alto del Cauca, las zonas
mineras de Antioquia - articulado a
través de itinerarios que conducen
hacia el litoral con sus puertos que
son los nexos de las ciudades del
interior asegurando su comunicación
con la metrópoli. El tropismo
marítimo ha ocasionado una
dirección preferencial meridiana
hacia el mar del Caribe, que es la del
eje Bogotá-Cartagena, parcialmente
materializada en el extenso canal del
Magdalena. Sin duda el Magdalena
no fue el único camino que existió,
pero jugó un papel importante: De
un lado por su amplio valle, como
eje de penetración y de ligazón entre
el archipiélago regional interior y el
frente marítimo; de otro lado como
línea divisoria colonial y de división
administrativa que se mantiene hasta
nuestros días, entre la Colombia
oriental, la de las tierras frías del
Cundinamarca y Boyacá y la
Colombia occidental centrada sobre
el curso del río Cauca y las vertientes
adyacentes de las cordilleras.
El Magdalena era navegable en
las tres cuartas partes de su curso de
1550 Kms; de Neiva a la
desembocadura se sucedían dos
tramos desiguales separados por una
zona de rápidos situada entre La
Dorada y Honda. El río conoció su
edad de oro en los años mil
novecientos, asegurando una
primera forma de integración al
espacio nacional gracias a las
conexiones establecidas entre la
168 Jean-Paul Deler
navegación fluvial a vapor y las
líneas ferroviarias tendidas entre sus
orillas y las principales ciudades
(Bogotá-Girardot, Ibagué-Honda,
Medellín-Puerto Berrío). Sin
embargo la apertura de la vía férrea
hasta el Pacifico en 1915, entre Cali
y Buenaventura, provocó una
captura importante del tráfico de
exportación del café. En los años
1950, la puesta en marcha tardía de
una red nacional de ferrocarril, con
la apertura de la vía del Atlántico
hasta Santa Marta, reemplazó el
sistema fluvial, sin alterar el modelo
del esquema de intercomunicación.
Los dos ejes carreteables principales
que unen los Andes con Cartagena y
Santa Marta, abiertos en los años
1970, participan también de una
lógica de estructuración de la red de
circulación predominantemente
meridiana. Esta lógica se encuentra
reforzada en la mitad norte del país,
por la discontinuidad territorial que
se impone a lo largo de 700 kms. del
curso del Magdalena aguas abajo, a
falta de un puente entre Puerto
Berrío y Barranquilla.
El ejercicio de la centralidad
administrativa correspondiente a la
ciudad de Santafé de Bogotá,
después de cuatro siglos y medio, es
otra permanencia importante. La
intensidad de la misma ha variado,
sin duda, sensiblemente y el marco
espacial de su jurisdicción ha
fluctuado considerablemente. Sin
embargo en ese medio ambiente
compartamentalizado y policéntrico,
el rol de Bogotá, como capital
permanente de la audiencia, del
virreinato, de la república, se afirmó
otro tanto debido a que se nutría del
ejercicio de una tutela directa sobre
la parte más poblada del territorio; lo
que contrasta con los cambios de
localización del centro hegemónico
observados en cada uno de los
demás conjuntos regionales:
Popayán, Palmira y Cali por el
Cauca; Santa Fé de Antioquia,
Rionegro, Medellín por Antioquia
Cartagena, Santa Marta y
Barranquilla por la costa atlántica..
En el esquema policéntrico
colombiano Bogotá ha sido siempre,
por lo menos, primus inter pares. En
contraste con esas largas tendencias
la fase relativamente breve de 1885-
1930, fue capital para la génesis del
espacio nacional. Sucediendo al
apogeo federalista, en esta fase se
revela una bifurcación, con dos
dinámicas específicas y combinadas
cuyos efectos se han alternado. En
primer lugar un poderoso
movimiento de colonización
agrícola, al cual el desarrollo del
cultivo del café da toda su
importancia. En segundo lugar un
fuerte crecimiento urbano, repartido
entre un conjunto de ciudades que
forman una red mejor equilibrada y
jerarquizada que en los otros países
andinos. Estas dos dinámicas se han
nutrido de la expansión demográfica
la cual, sin tomar en cuenta la
inmigración, ha hecho pasar en un
siglo, de tres a treinta millones de
habitantes la población del país.
Dicha población ahora se duplica en
veinte años, mientras que han sido
 Estructuras y dinámicas del espacio colombiano 169

necesarios más de treinta para que se hacia el fondo del valle del Cauca, en
duplique en la primera mitad del manos de grandes propietarios, la
siglo XX. ola de colonización desde la meseta
de Medellín avanzó hacia el sur,
Café y colonización a una altura ocupando a una altura constante las
constante dos faldas de la cordillera central y la
falda interna de la cordillera
La importancia del café en la
Occidental. Los pioneros roturaban
vida económica del país se debe en
el bosque para plantar el maíz, el
primer lugar a su posición como
banano, la caña de azúcar y criar
primer producto de exportación que
ganado; el café solo fue cultivado
provee por lo menos la mitad de los
después, entre 1 890 y 1920, cuando
ingresos del comercio exterior, de
la burguesía comerciante de
una forma casi continua, desde
Medellín buscó un producto de
principios de siglo hasta 1980. Se
exportación capaz de compensar la
debe también a la fuerte correlación
baja de los ingresos provenientes de
que existe entre la colonización
las minas de oro. El café, cuyo grano
rural, el desarrollo de su cultivo y el
es resistente y por lo tanto fácil de
uso de las vertientes de las
transportar, ofrece un valor
cordilleras, particularmente en la
relativamente elevado por poco
parte central del macizo andino.
volumen; la mata que se adapta
Este ámbito ecológico está marcado
fácilmente a los terrenos empinados
por un triple obstáculo: pendiente,
y tolera los suelos de fertilidad
densidad del bosque y abundancia
mediocre, encontró su ecología
de las precipitaciones, obstáculo que
predilecta a la sombra de las
ha jugado un rol histórico de
leguminosas arborescentes, en este
discontinuidad en la organización
“piso” temperado, entre 800 y 1 800
del espacio. Llegó a ser en el siglo
m. de altura. Ahí las temperaturas
XIX el principal lugar de un gran
medianas están comprendidas entre
movimiento pionero, provocado por
17° y 24° C. y la humedad es
la presión demográfica que se ejercía
permanente (2 a 3 m de
sobre los principales centros rurales
precipitaciones anuales). La zona de
de las tierras altas
colonización antioqueña llegó a ser
El movimiento tuvo una en dos generaciones, el corazón del
importancia excepcional en la región área cafetalera.
de Antioquía, en la cual la población
Si en 1835 Colombia producía, a
se sextuplicó entre los años 1840 y
penas 2 500 sacos (de 60 kgs) de
1910, pasando del 10 al 20% del
café, en 1890 produjo 350 000 y tres
total nacional. Por no poder emigrar
millones en los años 1920, durante
hacia las llanuras del Atlántico,
los cuales llegó a ser el segundo
donde la malaria era endémica, o
productor mundial después de
170 Jean-Paul Deler
Brasil. A lo largo de una primera
fase (1840-1890), la difusión del
cultivo del café se hizo a partir de
los departamentos de Santander y
había progresado hacia el sur, en la
falda interna de la cordillera
Oriental, dentro del contexto
dominante de las grandes
propiedades de la aristocracia criolla
de Cundinamarca y de Tolima, que
empleaban una mano de obra
mestiza, oriunda de las altas regiones
vecinas. El café alcanzó el 20% del
valor de las exportaciones nacionales
durante los años 1880. La fase
siguiente (1880-1920) fue decisiva; la
introducción del cultivo del café en
la zona de la colonización
antioqueña favoreció el
establecimiento de una estructura
productiva capaz de amortizar lo
mejor posible las fluctuaciones de
los precios en el mercado
internacional. Eso porque contaba
con una mayoría de pequeñas
propiedades sembradas con algunas
hectáreas de cafetales, donde los
gastos en mano de obra no eran
contabilizados a pesar de que
entraban para más del 80% en el
costo de producción. Esas
explotaciones se insertaban en un
sistema basado en una separación
neta entre la producción atomizada
de los pequeños campesinos que
proveían cerca de dos tercios de la
cosecha y la comercialización
concentrada en las manos de la
burguesía mercantil. Las firmas de
los Estados Unidos, que era el
primer cliente, controlaban los
circuitos de exportación de un
producto que en los años 1920,
proveía las dos terceras partes del
valor de las exportaciones del país.
Aún actualmente, a pesar de que el
café se cultiva por todas partes, en
las faldas de las cordilleras, de los
departamentos de Santander al
Nariño y en la Sierra Nevada, el 80%
de la cosecha y el café de mejor
calidad siguen proveniend1o de esta
región central, situada en el corazón
de la Colombia andina.
El desarrollo progresivo de
redes de comunicación y su
modernización’ iban a la par con la
extensión de la producción. Entre
1898 y 1940, las vías de ferrocarril
pasarán de 600 a 3 300 kms,
llevando los sacos de café hacia los
puertos de embarque; más tarde los
caminos transitables atravesarán las
cordilleras. La colonización de las
vertientes andinas redujo ciertas
discontinuidades de la ocupación del
espacio. La naciente urbanización de
las zonas cafetaleras, el encuadre
especifico de las regiones
productoras por instituciones como
la Federación nacional de cafetaleros
(Fedecafé) y el Banco Cefetero, así
como el crecimiento de Medellín y
Bogotá, polos de inversión para el
capital mercantil, todo esto
favoreció la estructuración y la
cohesión relativa de un área central
en adelante dominante
económicamente y fundamental-
mente andina.
 Estructuras y dinámicas del espacio colombiano 171

Urbanización acelerada y inversiones de los beneficios del café

emergencia del «Triángulo de y a la recomposición de las
oro» estructuras agrarias: la expansión de
las grandes propiedades capitalistas y
Colombia había heredado del
la oposición violenta y eficaz, de los
período colonial un semillero de
grandes propietarios a todo proyecto
ciudades ubicadas ya sea en los
de reforma agraria, contribuirán
sectores con densa población
ampliamente a expulsar los
indígena o cerca de los recursos
campesinos hacia las ciudades.
mineros, el oro en particular, en el
litoral y a lo largo del Magdalena. La
En 1990, el país cuenta con 25
ausencia de una red urbana
ciudades de más de 100 000
precolombina inicial, el
habitantes, en las cuales vive la
subpoblamiento relativo del
mitad de Colombianos, contra
territorio y su división en
solamente 6% y 15% de su
compartimentos habían llevado a la
población en 1951. La originalidad
multiplicación de centros poblados y
del sistema urbano se funda a la vez
sobre todo, a una débil
en la importancia de las ciudades
jerarquización de los mismos. La
medianas y en la existencia de
primera fase de desarrollo urbano
verdaderas metrópolis regionales; la
que se produjo a la vuelta de los
red, relativamente equilibrada en su
siglos XIX y XX, en el marco de una
distribución jerárquica, escapa mejor
economía aún muy regionalizada,
que en otras partes de América latina
inicia un sistema nacional
al fenómeno de primacía de la
caracterizado por la coexistencia de
capital. El aislamiento relativo de
varias metrópolis. Pero es sobre
Bogotá en la cordillera Oriental, ha
todo entre los años 1930 y 1980 que
limitado su influencia por largo
se intensifica el proceso de
tiempo, mientras que Medellín,
urbanización de la sociedad
Barranquilla y Cali, desarrollaban
colombiana. En medio siglo la
una forma de primacía regional y
relación entre citadinos y rurales se
beneficiaban de un cierto reparto de
invirtió al pasar la población urbana
la industrialización basado en la
de 30% a 70%; las ciudades
diversidad de los contextos
conocieron entonces uno de los
económicos y en la diversificación
ritmos de crecimiento más elevados
de las inversiones realizadas por las
del mundo (5% a 6% anual en los
élites locales o las firmas extranjeras.
años 1950 y 1960). Esta aceleración
A pesar de eso, la red de ciudades
del proceso se debió especialmente a
principales refleja muy bien la
la evolución del modelo de
distribución desigual de la población
acumulación de la economía
en el espacio nacional; está
cafetalera, así como a la creación de
distribuida esencialmente, entre la
empleos urbanos, ligados a las
Colombia andina y la región del
172 Jean-Paul Deler
litoral Caribe. Si esta última región
cuenta con seis ciudades de más de
100 000 habitantes, que suman 2,2
millones de personas, la principal
concentración urbana se ha
desarrollado desde el área de
Popayán hacia la latitud de Medellín,
entre las cordilleras Oriental y
Occidental. Aproximadamente en el
10% de la superficie del país se
concentra el 55% de la población
total y el 61% de la población
urbana, 70% de la población que
vive en las ciudades con más de 100
000 habitantes y 80% de la que
habita las grandes metrópolis.
Bogotá, Medellín y Cali son los
vértices del “Triángulo de oro” o
región central - ya urbanizada en
más del 80% de un país que cuenta
con tantas grandes áreas
metropolitanas, como Francia o
España.
HACIA UN MODELO DEL
ESPACIO NACIONAL
Apuntes sobre el método en
forma de apertura
La modelización gráfica,
practicada como tal en la geografía
francesa desde hace unos quince
años, tiene como objetivo principal
hacer más inteligible un espacio
determinado o una problemática
espacial particular. La meta consiste
en generalizar las estructuras,
abstrayéndose de los detalles (o
«ruidos») de la realidad estudiada,
para evidenciar mejor un número
1imitado de formas simples de
organización del espacio
representadas en un marco abstracto
de referencia de corte geométrico
(círculo, triángulo. cuadrado,
hexágono...). Para Colombia se ha
elegido - como en el caso de Francia
- el hexágono (Fig. 1). El método
quiere ser a la vez o
alternativamente, un instrumento de
análisis, una herramienta para
facilitar y agilizar los estudios
comparativos, y una forma de
comunicación gráfica.
Modelizar un territorio no
consiste entonces en esquematizarlo
para facilitar su memorización, sino
en reducirlo a un número limitado
de estructuras espaciales elementales
o coremas (sobre el concepto, Brunet,
1980), a fin de destacar las reglas de
su composición interna y de su
funcionamiento, de comprender sus
dinámicas, sus articulaciones, sus
rupturas mayores. Modelizar un
espacio «requiere una reflexión
previa sobre los principios de
organización del espacio que tienen
probabilidades de estar en juego,
teniendo en cuenta el territorio y el
tema considerado» (Brunet, 1987).
Así, la modelización implica un
doble razonamiento científico,
inductivo - tal fenómeno
corresponde a uno o varios coremas
combinados - y deductivo a la vez -
las hipótesis, enunciadas
previamente, deben ser verificadas y
eventualmente modificadas a las
luces de los conocimientos
disponibles sobre el espacio
considerado.
Figura 1. La forma hexagonal, base de la modelización (coremas) del territorio
colombiano
174 Jean-Paul Deler

La modelización del espacio Los dos modelos regionales y la

colombiano no nace entonces de cuadripartición (1)
una visión del entendimiento o del
El primero expresa una división
deseo de sacrificarse a una «moda
del territorio que nace de la
científica». El razonamiento se apoya
combinación de dos modelos
tanto en el conocimiento del
regionales de división del espacio
«terreno» (incluyendo una amplia
sudamericano, uno andino y pacífico,
bibliografía) como en la
otro guyanés y caribeño. El primero
interpretación de los datos,
asocia un dominio intracontinental
especialmente un cuerpo de
trasandino, con débiles densidades
representaciones cartográficas; no es
humanas, en el borde del continente
una deformación arbitraria de lo
(incluidas las cordilleras), donde se
real. La elaboración de un (y no de1)
reparten los principales focos de
modelo específico de Colombia
actividad. Así, se oponen en
busca dar cuenta de la complejidad
Colombia, una mitad oriental
del espacio nacional, en sus
“vacía” y una mitad occidental
interacciones (no busca representar
“llena”, exceptuando el matiz de que
una división regional ideal que no
la franja litoral, que es aquí
existe) realizando primeramente el
hiperhúmeda y forestal, permanece
inventario de las estructuras
poco poblada, al contrario de lo que
elementales (Fig. 2) cuya
se observa en el Ecuador y en el
composición ulterior permite
Perú. Este modelo sé desvanece más
destacar las líneas de fuerza y las
allá de 7° a 8° grados de latitud N,
características esenciales del
en beneficio del segundo, que
territorio a principio de los años 90,
caracteriza la oposición entre una
en su combinación de ejes y de
banda litoral activa, frente al
nódulos, de áreas y de redes, de
continente y espacios interiores
limitaciones y de dinámicas
débilmente ocupados. Una
diferenciadas (Fig. 3).
zonificación bioclimática completa
esta oposición y se manifiesta con
Una reflexión detenida sobre el
tanta más nitidez cuanto los relieves
“rompecabezas” espacial
“perturbadores” son menos
colombiano, conduce a una
numerosos y menos marcados; de
evaluación de las estructuras fuertes
ahí se da una diferencia sensible,
que componen el territorio nacional,
entre los grandes espacios de la
asimilado aquí a la figura de un
mitad oriental del país y la zona
hexágono, algo modificado en su
ribereña de los Caribes, que es más
regularidad por algunas distorsiones
contrastada. La interferencia de los
contingentes. Seis coremas bastan
dos modelos sugiere una
para dar a entender lo más
cuadripartición del territorio que
importante.
corrobora la descomposición del
FIGURA 2. Estructuras elementales del territorio colombiano
FIGURA 3. Síntesis del modelo territorial
 Estructuras y dinámicas del espacio colombiano 177
espacio en las unidades
socioculturales, andina y caribe al
oeste, amazónica y orinoquiana al
este, que sin embargo constituyen
cuadrantes de desigual importancia
demográfica y económica.
El efecto de eje andino (2)
El efecto del eje andino conforma
una segunda estructura que expresa
aquí el mantenimiento de la fuerte
preponderancia del conjunto
montañoso como lugar de
concentración de hombres y
actividades económicas. Esta
permanencia del peso de las regiones
andinas es una de las especificidades
del segmento septentrional de las
cordilleras, de Quito a Venezuela. La
repartición diagonal, y en “rosario”,
de los principales focos
demográficos y económicos, se
amolda a la línea de curvatura del
macizo montañoso, cuya parte
mediana a la vez dilatada, ha fijado
por ambas partes de la profunda
cesura del Magdalena, el archipiélago
de tres regiones que están al origen
del área nuclear del espacio nacional.
Paradójicamente entre todos los
Estados de la cordillera, es
Colombia, cuyo centro de gravedad
y principales polos de desarrollo
están situados al interior del país, en
el interior del sistema montañoso, el
único país donde los discursos
ideológicos están casi exceptuados
de referirse a los Andes como
“problema”; esto tiene sin duda
relación con la situación descrita
anteriormente.
Circulación meridiana y tropismo
marítimo (3)
El tercer corema señala la
importancia de las circulaciones
meridianas y de un tropismo
marítimo con la misma orientación
dominante; en el se revela el juego
combinado de los cierres
continentales, suscitando un vasto
ángulo muerto, y aberturas oceánicas
con desiguales potencialidades,
dentro del marco de una evolución
histórica marcada profundamente
por el pacto colonial y la
extraversión económica. Los dos
puntos principales de entrada de la
Conquista española, el litoral caribe
a uno y otro lado de la
desembocadura del Magdalena y los
Andes meridionales del Nariño han
contribuido a desarrollar este orden
preferencialmente meridiano de
organización del espacio,
fuertemente orientado por la
dirección de los relieves y de los
grandes ríos. El sistema fluvial del
Magdalena, que desemboca en el
litoral abierto sobre el “lago
americano”, es decir lo más cerca
posible de las principales corrientes
de circulación fue durante un largo
tiempo el vector del tropismo
marítimo dominante. Al contrario, el
otro litoral boscoso que da hacia el
océano absoluto, aunque cercano del
área nuclear, pero de difícil acceso,
cobró importancia solo después de
la apertura del canal de Panamá y del
desarrollo de las exportaciones de
café, sin que dicha evolución haya
amenazado por mucho tiempo la
178 Jean-Paul Deler
preponderancia del litoral caribe. El
cierre oriental y nieridional, que
resulta de la conjunción d e la
continentalidad, del vacío
demográfico amazónico y del
obstáculo de la cubierta forestal, es
roto solamente por algunos
itinerarios fluviales hacia el Orinoco
y la depresión amazónica
Dos zonas antagónicas (4)
La vigencia sostenida del
tropismo marítimo hacia el Caribe
no ha neutralizado, sin embargo la
disimetría fundamental que afecta la
mitad occidental “llena” y “útil” del
territorio Es lo que nos muestra el
cuarto corema, que opone dos zonas
antagónicas: una de atracción y de
crecimiento, la otra de repulsión y
anomia. La primera se identifica con
el área nuclear históricamente
estructurada, en el corazón del
macizo andino, la segunda con la
vasta depresión de Mompós, réplica
estructural de la del lago de
Maracaibo, pero colmada por los
aportes convergentes de grandes
cursos de agua de la vertiente
atlántica. Este verdadero delta
interior del Magdalena, donde el
tráfico es difícil, o aún imposible, es
una zona de débil poblamiento entre
los focos andino y litoral.
Anteriormente eslabón importante
en la ‘ruta principal del río, esta
región se encuentra hoy en día, no
solamente repartida entre ocho
departamentos, sino también aislada
de los grandes ejes nacionales de
tráfico terrestre, que la evitan.
Centro y periferia (5)
La quinta estructura importante
de la organización espacial deriva de
la oposición centro-periferia que
presenta algunas especificidades,
tanto en la geometría de conjunto
como en la significación de ciertas
aureolas De todas las capitales
andinas, Bogotá es la única que se
encuentra en una posición
geográfica casi central en el territorio
nacional, pero al margen de la zona
nuclear que está también
estructurada a partir de otros dos
polos regionales1 Cali y Medellín.
Una periferia heterogénea se
descompone en distintas aureolas; la
primera es el lugar de grandes olas
pioneras centrifugas, sobre todo en
la segunda mitad del siglo XX, al
mismo tiempo que el frente
principal de progresión de grandes
dominios pastorales en tierras
calientes. Ahí , desde los orígenes
del movimiento de colonización, se
han dado luchas sociales por la
apropiación de las zonas roturadas,
favoreciendo a partir de los años 50,
el desarrollo de la lucha armada por
el control del territorio. Aquí se
juega un partido de dos o tres
jugadores, con sus estrategias
entrecruzadas, entre el Estado
colombiano, cuestionado en sus
estructuras, su aparato debilitado,
corrompido o ausente, diferentes
guerrillas que multiplican los teatros
de operación y grupos de
narcotraficantes. Por la cordillera
Central del alto Cauca, en el sur y el
valle medio del Magdalena al norte,
 Estructuras y dinámicas del espacio colombiano 179
la amenaza de este “antimundo”
subversivo tiende a progresar hacia
el núcleo central. Más allá de esta
aureola de cuestionamiento de la
autoridad del Estado, existe una
segunda aureola donde se alternan
focos secundarios de actividades, en
las fronteras andinas con Ecuador y
Venezuela, con espacios débilmente
integrados; estos últimos espacios,
en transición hacia el ángulo muerto
forestal del sur este del país o su
réplica menor del Nor-Oeste, cerca
del istmo de Darién, verdadero
punto ciego entre las dos Américas.
Alrededor de Barranquilla, cuarta
metrópoli del país, el litoral caribeño
se asemeja a un espacio central
secundario, circundado también por
una media aureola de menor control
del Estado, extendida desde el golfo
de Urabá hasta la sierra Nevada
pasando por los piedemontes, al
norte del macizo andino.
El juego de las contingencias (6)
El juego de contingencias, tanto
de tipo físico como histórico, explica
las deformaciones de la figura
hexagonal en la mitad oriental del
territorio, despoblada, salvo en los
parajes inmediatos de la cordillera.
Al nordeste se trata del efecto de
corte político debido a un antiguo
límite histórico. Ya en el año 1528
una primera demarcación de la
América colonial, atribuía la
concesión de los territorios ubicados
al este del meridiano 72 a los Welser,
banqueros alemanes que financiaron
la conquista. La Capitanía de
Venezuela heredó de esta parte la
tierra firme ubicada al este de una
línea extendida entre el norte de la
Guajira y la zona situada al sur de la
cordillera de Mérida y que facilita el
paso entre el sector del lago de
Maracaibo y las sabanas del Apure.
Mucho más tarde el curso del
Arauca y del Meta fijarán el trazado
de la frontera colombo-venezolana
hasta la confluencia de este último
con el Orinoco, en un sector
accesible a la navegación a vapor. Al
borde del macizo guyanés, la cuenca
meridiana recorrida por el Orinoco y
el curso alto del río Negro, marca el
límite oriental del espacio
colombiano; este límite se continúa
rumbo hacia el sur hasta la zona de
intercomunicación fluvial entre
ambas cuencas hidrográficas del
Orinoco y del Amazonas, en esta
famosa región del Casiquiare, antes
explorada por Alexandre von
Humboldt. Del lado sureste, el
trazado de la frontera da testimonio
sobre todo de la importancia de las
preocupaciones estratégicas acerca
del acceso a los grandes ejes de
circulación fluvial; así como también
del control de los puntos claves de la
navegación aguas arriba, dentro de
una cuenca amazónica más fácil de
controlar a partir del Brasil. Como
consecuencia de todo esto hay una
voluntad de avance hacia el sur
mediante la soberanía de Colombia
en el trapecio de Leticia, que le
ofrece un acceso abierto hacia el río
Amazonas; mientras que hacia el
norte, los grandes ríos Caquetá y
Vaupés están cortados por la
180 Jean-Paul Deler

frontera, en las confluencias Sanata, P.ed. 1988. Bogotá 450 años y

mayores, que son también lugares de realidades. Bogotá: Foro
ruptura de carga para la navegación Nacional/Institut Francais
a vapor a favor del Brasil. d´etudes andines.

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