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ENSAYO

GABRIELA TORRES RAMÍREZ

Mg GIOVANNA YALILE GARCÍA CARDONA


DOCENTE

FACULTAD DE EDUCACIÓN
LICENCIATURA EN PEDAGOGÍA INFANTIL
PRÁCTICA II: ESTIMULACIÓN DE 0 A 6 AÑOS
VIII SEMESTRE
VILLAVICENCIO
2019
La razón y la emoción en los procesos de aprendizaje

El aprendizaje es la adquisición de conocimientos que le permiten al ser humano desempeñarse


en distintas áreas o contextos. Años atrás se creía que el sujeto aprendía por transmisión de
conocimientos, básicamente el niño de los 0 a los 6 años era un sujeto “vacío” que se iba
llenando con la información “conocimientos” que su maestro le transmitía por medio de la
pizarra; las escuelas se centraban únicamente en la mente racional. Aunque desde la Edad
Antigua se había venido presentando un sin número de investigaciones del actuar del ser humano
como un acto impulsado por algo más allá de la razón fue solo hasta a la Edad Moderna que se
empezó a darle un enfoque binario (razón y emoción) a la educación aún más en los años 90
cuando se habla por primera vez de desarrollo integral como objetivo de la escolarización.

El desarrollo integral es el reflejo de haber recibido los estímulos correctos tanto emocional
como racionalmente porque el aprendizaje es el resultado del trabajo en equipo de estos aspectos.
Los conocimientos forjan el aprendizaje y no hay herramienta más útil para adquirir
conocimientos que la experiencia; y la mayor fuente de experiencia son los sentidos. Esto nos
comprueba que el ser humano es un ser pensante y sintiente, de manera que el ambiente en el que
se desarrolle durante sus primeros años de vida debe estar rico en estímulos, ya que en esta etapa
se forman conexiones neuronales que no se repiten y forjan la bases emocionales que dan lugar a
la personalidad.

La inteligencia racional es una facultad humana que al trabajarse adecuadamente le permite al ser
humano desenvolverse individual y socialmente en aras de su aprendizaje; cuando se habla de
inteligencia emocional se hace referencia al conjunto complejo de destrezas, actitudes,
habilidades y competencias que determinan la conducta individual. Por lo tanto, es aceptable
hablar de la existencia de dos tipos de intelecto, la inteligencia racional y emocional, valiosas por
su trabajo en equipo que se refleja en las reacciones y respuestas que da el ser humano ante las
situaciones que se presentan en la vida cotidiana.

El PEI, las mallas de aprendizajes, los currículos y los DBA son las herramientas modernas que
el sistema educativo ha desarrollado con el objetivo de brindar una atención integral al niño.
Permitiendo que esté se encuentre a diario con objetos y situaciones que le permitan expresar sus
emociones y obtener conocimientos. Actualmente, se puede decir en términos generales que el
niño asiste a centros educativos con maestros capacitados para atenderlo en todas sus
dimensiones.

Es fundamental que los niños crezcan en un ambiente donde se les enseñe a darle el valor e
importancia a ambos tipos de inteligencia, teniendo en cuenta que para triunfar en la vida, no es
suficiente tener muchos conocimientos sino que es indispensable ser capaz de relacionarse
positivamente con los demás, poseer un alto nivel de resiliencia, automotivación, autocontrol y
valores como la empatía. Araya (2002) afirma “ambos aspectos del ser humano (racionalidad y
emoción) están íntimamente ligados e interactúan cada vez que se genera una conducta. Claro
que la efectividad con que el administrador funcione, depende tanto de su maduración con los
años como de su entrenamiento (p.1).
Referencias bibliográficas

Araya, M. (2002). La agenda de la emociones [Documento en línea]. Recuperado de


www.gestiondelconocimiento.com

Molina, N. (2002). Inteligencia raciona versus inteligencia emocional: implicaciones para la


educación integral. Laurus, vol. 8, núm. 14, p. 61 – 70.

Infante,C. G. (Enero de 2009). El ser educable: razón y sentir – reflexión en torno a la labor de
educar. Revista latinoamericana de estudios educativos, vol. 5, núm. 1, p. 57 – 70.

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