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Buenas noches Mtra.

Lizzette y compañeras les comparto mis comentarios


1. ¿De qué forma podemos asegurar la objetividad en las certificaciones
relacionadas con la protección del medio ambiente?
Como lo señala San Martín y Salcedo (2007), la certificación de la sustentabilidad
es un mecanismo con el cual es posible medir cualitativa y cuantitativamente el
desempeño del turismo a través de sus prácticas de operación, en este sentido las
evaluaciones pueden ser realizados por parte de primeros, segundos o terceros.
De acuerdo a Bien (2008,) en el primer caso la misma empresa realiza una
autoevaluación y concluye indicando que su producto o servicio cumple con
ciertos estándares, sin embargo, esta información no puede ser verificada
externamente; en el caso de la certificación por parte de segundos, la evaluación
la realizan un comprador u órgano industrial que garantiza que el producto
satisface los estándares del comprador, pero el resultado se puede ver
influenciado por la relación entre la empresa y la segunda parte; y finalmente la
certificación por parte de terceros es cuando un tercero independiente y neutral
evalúa el cumplimiento del producto con estándares claramente definidos.
En los dos primeros casos no puede existir una completa imparcialidad ni
objetividad en la evaluación, pero en el caso de la realizada por terceros la
objetividad está garantizada, ya que la certificación se realiza por organismos
acreditados que tienen que cumplir con normas, guías, códigos de ética y de
conducta emitidos por las mismas entidades de normalización.
Por ejemplo en el caso de las Normas ISO, esta misma instancia ha emitido
directrices para garantizar la objetividad, justicia e imparcialidad por parte de los
organismos acreditadores, tales como:
 ISO/IEC Guía 60:2004. Evaluación de conformidad – código de buenas
prácticas
 ISO/IEC Guía 65. Requisitos generales para organismos que operan
sistemas de certificación de productos.
 ISO/IEC Guía 67. Elementos fundamentales de la certificación de
productos.
 ISO 14024:1999. Etiquetas ambientales y declaraciones.
 ISO/IEC 17021:2006. Evaluación de conformidad: requerimientos para
entidades proveedores de auditoría y certificación de sistemas de gestión
de calidad y ambiental.
 ISO 19011:2002 Guía para auditar sistemas de gestión de calidad y/o
ambiental.
 ISO/IEC Guía 59 Código de buenas prácticas para la estandarización.
Así mismo la Alianza Internacional de Acreditación y Etiquetado Social y Ambiental
(ISEAL), la cual también es una organización de normalización enfocada a
aspectos sociales y ambientales, establece dentro de sus directrices el Código
ISEAL también dominado “Código de Buenas Prácticas para Establecer
Estándares Sociales y Ambientales”, Bien (2008).
También es importante señalar que como lo afirma Bien (2008), las instancias de
normalización basan sus conductas en las siguientes pautas:
 No discriminación.
 La certificación debe estar basada en criterios claramente definidos.
 Evaluación imparcial basada en criterios predefinidos.
 El organismo que evalúa no debe verse influenciado por presiones
comerciales ni financieras.
 La evaluación permite procedimientos establecidos para apelaciones,
revocar certificaciones, revisar y cambiar los criterios y los estándares.
Todo esto garantiza la objetividad cuando la certificación se realiza por parte de
terceros.
2. ¿Deberían las empresas alcanzar no solamente una certificación en
materia de turismo sustentable, sino también conseguir una ecoetiqueta? ¿O
crees que no sea necesario? Explica ampliamente tu respuesta.
Las certificaciones evalúan los procesos que realizan las empresas con la finalidad
de identificar si se cumplen con estándares o criterios establecidos, de esta
manera se asegura la calidad en los procesos de la empresa. En materia
ambiental por ejemplo la ISO 14000 evalúa que las empresas cuenten con un
sistema de gestión ambiental y su correcta aplicación con base en los estándares
de la norma.
Por otro lado, las eco-etiquetas como lo indica Miranda (2004), son aquellas que
certifican que el producto cumple con un conjunto de criterios de carácter
medioambiental que le hacen ser, en términos globales, menos dañino para el
entorno natural que otras marcas competidoras dentro de la misma categoría de
producto. En este caso lo que se evalúa es principalmente es el ciclo de vida del
producto o servicio y el impacto que éste tiene el medio ambiente, considerando
desde la extracción de la materia prima hasta su eliminación tras su uso, pasando
por la fase de fabricación.
Como se puede observar la certificación abarca a toda la empresa puesto que
tiene la finalidad de analizar y mejorar sus procesos, esto permite, en materia
ecológica un mejor aprovechamiento de sus recursos y un menor impacto
ambiental. Por otro lado, la eco-etiqueta, se enfoca al producto, a su ciclo de vida
y al impacto de éste en el ambiente.
Ahora bien, la certificación le permite a la empresa contar con un sistema de
gestión ambiental que aporte competitividad, no solo por la obtención de la
acreditación y su prestigio ante clientes, proveedores y el gobierno, sino también
porque durante la auditoria será posible identificar varias áreas de mejora, y con
esto incrementar su rentabilidad, sin embargo, la certificación no permite
compararse directamente con otras empresas, ya que se basa principalmente en
los procesos, por otro lado las eco-etiquetas permiten comparar directamente los
productos y servicios entre las empresas, debido a que este se otorga a aquellas
que tengan un mejor desempeño respecto a las demás del sector.
En este sentido si bien es cierto que la certificación contribuye a la mejora
continua de la organización, no es suficiente para ser competitivo, por lo que en la
medida de lo posible las empresas deben también obtener eco-etiquetas que les
permitan demostrar que sus productos o servicios son los mejores del mercado.
3. ¿Crees que la gestión turística sustentable requiere de procesos
novedosos de certificación? 
“Lo Único Constante es el Cambio” (Heráclito).
La frase anterior es muy cierta y aplicable a todos los contextos y el turismo no es
la excepción, hace 60 años el sector estaba enfocado al turismo de masas y a
partir de 1980, comenzó el cambio hacia un turismo alternativo con un enfoque
sustentable, partir de los 2000 la tecnología ha permitido que los turistas puedan
acceder a toda la información que requieran para elegir sus destinos y reciente
mente el COVID-19 cambió completamente el sector turístico.
De esta manera, como lo señala Hjalager (2001) citado por Damian y Suárez-
Barraza (2015), las empresas modifican su gestión en función de factores Push
que son las nuevas tecnologías, los métodos que ofrezcan soluciones más
eficientes para los procesos de producción o para hacer el producto más atractivo
al cliente y los factores Pull que son principalmente las demandas de los clientes o
en los grupos de clientes.
Por lo tanto, la gestión turística debe evolucionar a la par de los cambios del
entorno, así como de los requerimientos del mercado, y estos cambios deben
motivar también procesos novedosos de certificación.
Por ejemplo, la actual pandemia obligó al gobierno mexicano a realizar una
modificación al distintivo H, creado en el año 2009 para generar confianza en los
turistas. A nivel internacional en mayo del año pasado se creó el Certificado Global
Covid-Free, por Excelencia Turística –empresa de certificación voluntaria con sede
en Valladolid, España–, en colaboración con la Organización Mundial de Turismo
(OMT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cual reúne los protocolos y
requisitos que garantizan a los viajeros una estadía segura y libre de Coronavirus.
Por otro lado, instancias normalizadoras como ISO no han innovado en normas
que contribuyan que el sector turístico afronte esta crisis.
Por lo anterior es necesario que los procesos de certificación evolucionen junto
con las necesidades del sector, no solo en el tema de la inocuidad y protección de
los turistas ante la pandemia actual, sino también en temas tecnológicos y de
intercambio de información lo cual serán las tendencias en esta década.

Referencias
Bien, A. (2008).  Una guía básica sobre la acreditación de programas de certificación de
turismo sostenible [documento electrónico de Rainforest Alliance]. Disponible
en http://www.ucipfg.com/Repositorio/MGTS/MGTS14/MGTSV-
10/SEMANA1/1.5_Guia_simple_sobre_acreditacion_en_turismo_sostenible.pdf

Damian, I. E. y Suárez-Barraza, M. F. (2015). Innovación de procesos en la gestión turística:


Una revisión de la literatura. En Intangible Capital. 11(2), 147-165. Disponible en
http://www.redalyc.org/pdf/549/54941137001.pdf

mdcmagazine.com (07 de mayo del 2020). CREAN CERTIFICACIÓN COVID-FREE.


mdcmagazine.com. Recuperado de https://mdcmagazine.com/articulos/meeting-
news/trade/creancertificacioncovid-free

Miranda, F. (2004). Clarificando el concepto de certificiación. El caso español. Boletín


económico de ICE, Información Comercial Española. Recuperado de
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2327188

San Martín, F. y Salcedo, M. P. (2007). Turismo, sustentabilidad y certificación: Un reto


global. En  Revista del Centro de Investigación de la Universidad la Salle. 7(27), 77-91
Disponible en http://www.redalyc.org/pdf/342/34202706.pdf
Que tal Michelle buenas noches

Como bien lo señalas las certificaciones por tercera parte, brindan objetividad y
justica en los procesos de certificación ya que son realizadas con base en criterios
establecidos previamente y por entidades que deben realizar su función basados
en guías y códigos de estima de la misma instancia normalizadora.
Respecto a la certificación y a las eco-etiquetas, considero que las primeras
sirven de mucho a las grandes empresas, sobre todo a aquellas cadenas que
tienen un gran número de establecimientos, ya que les permite estandarizar sus
procesos y contar con sistema de gestión de calidad que aminoren el uso de
recursos y maximicen sus ganancias, además de que, aunque la inversión es
considerable, les es muy redituable en términos de que pueden replicar el SGC a
todos sus establecimientos.
Por otro lado, las eco-etiquetas permiten a las empresas “coronar” a su producto o
servicio como el mejor del sector incluso sin contar con una certificación
internacional, además ser menos costosas.
Por lo anterior considero que si una empresa ya invirtió en una certificación
internacional vale la pena enfocar tiempo y recursos en obtener eco-etiquetas que
demuestren más su competitividad.

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