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I.

Exposición

Uno de los problemas planteados en el derecho, a propósito de su relación con la


realidad social, es la adaptación o actualización del derecho a la realidad social
cambiante. Esto implica considerar necesariamente al derecho en relación a una
realidad social no en un momento específico, sino a ésta en su desarrollo en el tiempo.

Es básicamente la posición "antiformalista" la que ha puesto énfasis en esta cuestión,


generalmente exhibiendo el problema como una tensión entre el derecho y la realidad
social, en la que se representa al primero como adoleciendo de cierta inmovilidad y
rigidez, confrontada a la realidad social que va cambiando con el paso del tiempo.

Así, en algunos casos la ley ha sido motejada de "impotente para seguir de cerca la
incesante evolución de las necesidades jurídicas". Igualmente, entre las mismas
formas jurídicas del Derecho Romano, donde algunas de éstas importaban mayor
adaptación a la realidad social que otras.

Por otra parte, Kantorowicz criticaba a la ciencia jurídica de su época como


"escolástica", exigiendo de ella que estuviera en contacto con la realidad social y en
conocimiento de los hechos sociales, desde los cuales el jurista debiera inferir su
modelo explicativo, posicionándose de modo crítico ante la ley, con apertura a recoger
lo que surge desde el seno de la misma comunidad. Asimismo Gény, quien exponía los
pecados de la ciencia jurídica como "excesos del procedimiento tradicional de
interpretación jurídica" ante los cuales se debía reaccionar de modo enérgico,
aceptando la incorporación de otras ciencias y/o disciplinas que coadyuvara al objeto
de estudio del derecho.

Es posible reconocer en la apreciación de los autores, tres observaciones sobre los


modos de desadaptación del derecho a las modificaciones sociales:

1.    Desadaptación de la ley en relación a las modificaciones sociales.

2.    Incongruencia de la ley en relación a otras leyes, que sí habrían de encontrarse


teóricamente en consonancia con la realidad social.

3.    Desadaptación de la jurisprudencia y/o de la doctrina del derecho, ante las


modificaciones sociales.

Estas tres cuestiones que se encuentran de un modo atomizado entre los distintos
autores, en Novoa Monreal aparecen expuestas de modo conjunto, según como
veremos a continuación.

II. Problema general en Novoa entre el derecho y el cambio


social

Podemos identificar en Novoa la exposición de un problema general y tres problemas


específicos en la relación entre derecho y la realidad social y, específicamente, en la
relación entre la adaptación del derecho a las modificaciones sociales.
El problema general es la confrontación entre derecho y cambio social, entendiendo
por derecho no solo la ley, sino, además, el trabajo de interpretación, exégesis y
sistematización realizado a la ley.

Así Novoa expresa:

"Deberíamos imaginar que en el mundo empezó a aplicarse ya un nuevo Derecho que


responde a tan alteradas exigencias sociales. La sorpresa para todos, salvo para la
generalidad de los juristas, que parecen impermeables a esta clase de confrontaciones,
es que el Derecho, salvo mínimas y en su mayor parte irrelevantes modificaciones
parciales, no ha acusado manifiestos cambios".

Tal problema general se traduce en detalle cuando surgen conflictos entre las leyes
existentes y el cambio social, sea que el conflicto se produzca entre las leyes que
dictándose intentan satisfacer las necesidades que provienen de dichos cambios y las
leyes tradicionales, sea que dicho conflicto se produzca en el trabajo científico y la
realidad social.

III. Problemas específicos entre el Derecho y la vida social


cambiante

Los problemas en específico se tratan y se exponen por el autor de la siguiente forma:

a)   El de la "incongruencia" -como le denomina Novoa- entre la ley y la realidad social


cambiante.

b)   La confrontación entre la ley de contenido liberal-burgués y las leyes fundadas en


los cambios sociales, fenómeno que Novoa denomina como "disociación legislativa
interna".

c)   La "incongruencia" entre la Ciencia del Derecho y el cambio social.

1. "Incongruencias" ley/modificación social

El primer problema de los anunciados es designado de modo genérico por Novoa con el
término de "incongruencia", el cual lo fundamenta como la contraposición entre
"Derecho socialmente imperante" y el "Derecho formalmente impuesto". "Es inevitable
-expresa Novoa- que se produzcan incongruencias entre la realidad tan compleja [y] la
preceptiva legal, tan defectuosa en su elaboración".

Básicamente, la exposición de Novoa sobre el punto es considerarla como un divorcio


de la legislación con la realidad, porque "el derecho se ha estancado y ha quedado
muy atrás respecto de las veloces y hondas transformaciones que viven las sociedades
del momento actual", donde "nuevas formas sociales prescinden en gran medida de los
cánones jurídicos, siendo que el Derecho no se ha renovado a sí mismo y no tiene qué
ofrecer a esa nuevas formas".
Para salvar este problema se procura "amoldar la sociedad a las formas de un Derecho
superado, cuando no caduco".

Esto ocurre generalmente porque las leyes en las legislaciones escritas y positivas, el
contenido obligatorio, una vez dictadas, se fija y se cristaliza. Pero la vida social tiene
una movilidad, donde la sociedad está sujeta a diversos cambios como si fuese un
organismo vivo. Es esta movilidad frente a dicha cristalización, que hace que las
normas se desconecten de las realidades sociales a las que están llamadas a ser
aplicadas.

Es así como el autor esquematiza estas diferencias del siguiente modo:

La explicación para esta figura que proporciona Novoa es la siguiente: "Caso de una
ley que se va haciendo cada vez más inadecuada a las necesidades sociales.
Explicación: punto A = momento en que la ley entra en vigencia; línea segmentada
recta A-M = proyección rígida de la ley en el tiempo; línea sinuosa A-N: proyección en
el tiempo de la vida social cambiante" [el resaltado es del autor].

Y además la siguiente figura:

Explica el autor respecto de ésta lo que sigue:

"Caso de una ley que es modificada repetidas veces por el legislador para tratar de
adecuarla a las cambiantes necesidades sociales. Explicación: punto A = momento en
que la ley entra en vigencia; punto B = momento en que la ley es modificada por
primera vez; punto C = momento en que la ley es modificada por segunda vez;
línea segmentada A-M = proyección rígida de la ley en el tiempo; línea sinuosa A-N =
proyección en el tiempo de la vida social cambiante; línea segmentada B-L =
proyección rígida en el tiempo de la primera modificación de la ley; línea segmentada
C-K = proyección rígida en el tiempo de la segunda modificación. Puede advertirse que
aunque la ley sea modificada, de inmediato vuelve a separarse la cambiante realidad
social" [el resaltado es del autor].

2. "Disociación legislativa interna"

Para comprender el segundo de los problemas, Novoa relata cómo después de las
grandes guerras (1a y 2a) se produce un aumento de las leyes en general que es
conceptuado como desmesurado, generando así una maraña y atibo-rramiento de las
leyes, cuestión que se agudiza con la falta de sistematización de las mismas. El
problema más agudo es, principalmente, la disociación entre las leyes antiguas y las
nuevas, por la preexistencia de un conjunto de leyes de origen liberal-burgués e
individualista, en contraposición a leyes que tienen un fin más bien social y el reflejo
de una fuerza social pujante.

Novoa entiende por ideología liberal-individualista o liberal-burguesa aquella que es


expresión del liberalismo y capitalismo ascendente en Europa, la cual se funda en el
desarrollo teórico de las ideas de Hobbes, Locke, Spencer, Kant, Adam Smith, y aun
Malthus, ideas que se debaten entre la libertad y la seguridad como valores
primordiales y en una oposición a la solidaridad social. Importancia tiene un sector del
protestantismo, sobre todo de EUA (sin aludirlo directamente), el cual se funda en el
capitalismo -la cual, en estricto rigor, es una idea de Weber-, y como sostiene Ripert,
habría impregnado todo el derecho francés, y que Novoa hace extensivo, por la
influencia en sus codificaciones, a Latinoamérica. Tal doctrina no sólo "se encuentra
enquistada allí [la legislación latinoamericana surgida de la codificación], sino que en
muchísimas oportunidades hace sentir activamente su presencia para amparar
intereses o preservar situaciones establecidas disfrazándose de teoría jurídica válida,
permanente y universal, siendo que no es sino una doctrina política". Tal ideología
reflejaría intereses de clase, fijaría formas de vida conservadoras e instrumento de
sacra-lización de distorsiones del funcionamiento social.

Entre ambos tipos de leyes -leyes antiguas liberales y leyes con fin social- se
produciría el fenómeno de lo que Novoa denomina como "disociación legislativa
interna".

 3. "Incongruencias" teoría (Ciencia del Derecho)/realidad social

El tercero y último de los problemas es el de la ciencia del derecho y la realidad social,


esta última, en tanto cambio social.

Novoa comprende por Ciencia del Derecho: "aquella que estudia los fenómenos
jurídicos por la vía de su análisis racional y su ordenación sistemática, a fin de obtener
una comprensión profunda de sus fundamentos, de sus características esenciales y de
las relaciones que median entre ellos". Y sobre esta ciencia se pregunta si concurre de
forma satisfactoria para proporcionar soluciones adecuadas al problema normativo
social, respondiendo negativamente:

"porque el Derecho como ciencia ha sido elaborado sobre la base de postulados que ya
no tienen real vigencia social, por corresponder a etapas históricas superadas, y se ha
mostrado y se sigue mostrando enteramente incapaz de percibir su obsolescencia y de
reaccionar con el fin de salir de su marasmo, de convertirse en un instrumentos de
verdadera utilidad para una eficiente organización social y de colmar los
requerimientos de las comunidades humanas del presente.

Se produce, según el autor, porque la dogmática penal sufre de un "estéril


exclusivismo", transformándose en una "moderna escolástica", con "afirmaciones
apriorísticas y los razonamientos puramente abstractos, con olvido de la realidad
humana y social que está dentro de todo problema criminal", lo que genera una
desconexión con la realidad e "incongruencias entre la realidad, su normativa y una
teoría que en torno de ésta se formule".

Esto lo grafica con la disputa causalista-finalista en la ciencia penal y su


"bizantinismo" alejado de los problemas reales. El fundamento de su razonamiento lo
basa en la idea que la ley es obra de hombres, de una ley con "vacíos, contradicciones
y olvidos", y que, por lo mismo, toda sistematización dogmática es construida sobre
esta base. "Todo esto permite apreciar la forma -señala el autor- en que una
elaboración dogmática arriesga alejar al jurista de la realidad y lo que ella puede
contribuir a que pierda un equilibrado sentido crítico". Este desfase se trata de salvar
"forzando las nuevas instituciones sociales dentro de las antiguas e inapropiadas
categorías jurídicas. Pero como la realidad es más fuerte que cualquier intento de
desconocerla o deformarla, pierden con ello prestigio las categorías jurídicas, y cada
vez en mayor grado la sociedad en vital y pujante desarrollo se va acostumbrando a
prescindir de marcos que no van bien con sus necesidades".
Es así como los modelos deben tener una repercusión en la aplicación práctica de la ley
penal.

"Las elaboraciones dogmáticas -señala Novoa- jamás debieran ser consideradas como
conclusiones absolutas, sino, a lo sumo, como modelos aprovechables por el penalista
para una mejor ordenación de su estudio metódico del hecho criminal y de su autor en
sus aspectos normativos, modelos que habrán de ser esquemáticos, dúctiles para
su buena adaptación a la realidad concreta y, en todo caso, eminentemente relativos,
a fin de que nunca puedan sobreponerse a las exigencias o circunstancias de ella".

 4. Formas de solución de los problemas anteriores

Novoa no está tan de acuerdo con las reformas legislativas.

En efecto, el autor considera que las reformas legislativas que van en el sentido de
enmendar a la ley para ajustarse al "cambio social", en muchos casos son "parches",
que traen el problema de no ajustarse al espíritu de las leyes reformadas, al ser las
nuevas leyes distintas en espíritu y ser absorbidas por la intención de aquéllas, lo que
conduce a un quiebre sistemático de la coherencia en razón de pertenecer ambos
grupos de leyes a espíritus diversos que dificultan la interpretación jurídica. Se obtiene
así leyes inarmónicas, que pugnan entre sí, carentes de vertebración, donde aparecen
leyes que tratan de conciliar ideologías y criterios divergentes de quienes participaron
de su elaboración.

Para salvar estos problemas, Novoa propone algunas cuestiones metodológicas que lo
superen:

a)    Hacer primar legislativamente el interés colectivo o general por sobre el interés


privado.

b)    Desarrollar en la legislación la idea de los deberes sociales para "equilibrar al


sistema jurídico individualista basado en la exaltación desmesurada de los derechos
individuales".

c)    Determinar el "proyecto concreto de vida social", mediante la sociología.

d)    "Conceptos nuevos que reemplacen los ya obsoletos"

e)    Uso de métodos deductivo e inductivo, con prioridad del inductivo.

f)    Que la interpretación sea una manera apropiada de actualizar la ley escrita: así


por "manera apropiada" entendería el autor lo siguiente:

i.    Aplicación de la "epiqueya", esto es, el sustraer a un sujeto en un caso concreto de


la aplicación de una ley específica, cuando el sentido de la ley escapa al mandato
general que ella contiene.

ii.    Aplicación de la interpretación progresiva para ajustar la ley a las


nuevas circunstancias de la vida social, siempre y cuando se tengan presentes
ciertos límites:
•    que la adaptación sea hasta donde permita el tenor literal de la ley.

•    que se tenga en consideración que la ley dictada forma parte de un sistema  de
Derecho preexistente en que por su introducción se producen "relaciones activas y
pasivas con las demás disposiciones del mismo sistema", donde tanto la ley impacta al
sistema, como ella es afectada por el sistema al que se incorpora, produciéndose así
"corrientes comunicantes de transformación en uno y otro".

IV. Concepción de "cambio social"

Novoa no define lo que es "cambio social", pero señala una serie de características y
elementos que sirven para conceptuarlo.

El autor hace uso de ideas que se asimilan a un concepto de "cambio social", por
ejemplo, "progreso social", "avance de las estructuras sociales" "avance social",
"nuevas tendencias político-económicas", "nuevo horizonte cultural", "transformaciones
sociales rectificadoras", "proyectos concretos de vida social". En otro prisma, el cambio
social se orienta sobre la idea de movimiento social:

"mientras la vida moderna tiene en nuestros países un curso extremadamente móvil,


determinado por el progreso científico y tecnológico, por el crecimiento económico e
industrial, por el influjo de nuevas concepciones sociales y políticas y por
modificaciones culturales".

Y ya yendo al detalle, señala algunas cuestiones que consistirían en dichos cambios:

•    Cambios científicos y tecnológicos.

•    Cambios en la óptica científica: en la idea de racionalidad y regularidad por la de


irracionalidad [Freud], incertidumbre y azar [Heisenberg].

•    Cambios profundos en las estructuras económico-sociales: régimen


liberal individualista, ascenso del capitalismo, existencia de sociedades
transnacionales, el surgimiento del Derecho Económico, Administrativo y Fiscal.

•    Cambios en la idea del Estado gendarme por el Estado de bienestar.

•    "Alarmantes perturbaciones" en el medio ambiente por causa del


hombre: agotamiento de los recursos naturales no renovables, desequilibrio
ecológico, contaminación ambiental, la radiación nuclear.

•    Nuevas manifestaciones sociales humanas: explosión demográfica, atracción


urbana de la población rural, excesiva concentración poblacional, desintegración
familiar, sentimiento de desarraigo y soledad, tendencia al escapismo vía drogas y
alcohol, abandono de las formas tradicionales.

•    Desarrollo cultural.

•    Creación de organizaciones supranacionales.


Tal cuestión se hace más notoria, mientras la modificación social es a su vez más
ostensible. Esto es así, en aquellos casos en que el mundo ha adquirido una movilidad
muy importante, de modo tal que las transformaciones han aumentado la brecha entre
la ley y la realidad social, tales como las nuevas condiciones de la vida social, los
avances tecnológicos y científico-biológicos, la introducción del azar en la física y la
psicología que privilegia lo irracional e inconsciente del hombre, el cambio de las
estructuras económico-sociales por un capitalismo a gran escala, los problemas
medioambientales, la explosión demográfica que produce éxodo rural a la ciudad y
desintegración familiar, y el aumento de problemas síquicos como consecuencia de
esto último.

 V. Inferencias a partir de las reflexiones de Novoa

1. El concepto de "cambio social"

En primera instancia, se ha de entender que Novoa formula la idea conceptual de


"cambio social" afincado en el contexto social vivido en su época, en su concepción
doctrinaria fundada en un socialismo cristiano y, a consecuencia de ello, la
participación activa en la política de la época de la vía democrática al socialismo de los
años 1907-73. De algún modo, el "cambio social" para Novoa es sinónimo de justicia
social. Señala Novoa de su libro El Derecho como obstáculo al cambio social lo
siguiente:

"En ese libro sostengo que el Derecho que se dicta y aplica en países como los
nuestros tiene por clara finalidad el impedir que sobrevenga una modificación
importante del sistema jurídico-social imperante. Casi todas las leyes -salvo unas
poquísimas que con mucho estudio y perspicacia pueden ser utilizadas como
resquicios- están destinadas a la preservación de ese sistema, por injusto que éste
sea. Lo anterior no significa sostener una contradicción insalvable entre el Derecho y
el cambio social, porque puede concebirse -y sería conveniente elaborar-otro sistema
legal que facilitara la formación de una sociedad más justa.

Esto hace que observe las modificaciones sociales ocurridas entonces con buenos ojos,
ya que ellas propendían a satisfacer un proyecto político social con objetivos de justicia
social, que en Chile era apreciado por algunos sectores como una forma de solución a
la postergación social y económica de la ciudadanía en general.

Por ello, hemos de inferir un concepto de "cambio social" de las palabras de Novoa.
Para ello, se aprehenderán ciertas caracterizaciones que realiza Novoa de su concepto
de "cambio social", tales como utilizar como sinónimas las expresiones de "avance" y
"progreso social", y de "transformaciones sociales rectificadoras", y las diversas
características que Novoa otorga para representar el concepto, cuestiones todas que
podríamos resumir en un único significado: mejora en el proyecto de vida social
concreto del ser humano.

En base a ello, la clase de cambio social a la que se refiere Novoa, no podría


entenderse sólo ni como una mera mutación de las estructuras sociales, ni como una
modificación social por la aparición de nuevas formas de producción en las relaciones
sociales -o "aceleración" social del tiempo-, sino en la medida en que dicho cambio, ya
sea conyuntural o estructural, esté referido u orientado hacia una mejora o ventaja
social humana. Esto excluiría las ventajas sociales funcionales (funcionalismo),
meramente individuales (neoliberalismo) o colectivizantes (marxismo ortodoxo-
estalinista y maoista) como propósitos centrales.

En este nivel, la fundamentación de Novoa sobre las leyes que se encuentren


concordantes o armónicas con el cambio social, se piensa en el sentido que dicho
cambio represente una ventaja del proyecto social concreto humano. Ello implica que
no toda modificación en las relaciones sociales habrá de dar como resultado un cambio
social, ya que puede que dichas modificaciones sean contrarias al proyecto de vida del
ser humano. Por ejemplo, un cambio social puede tener por consecuencia la
liberalización de la economía con costes humanos, generar, por ejemplo, esclavitud
encubierta. En este sentido, cualquier modificación social, consista o no en una mejora
en el proyecto de vida humano, podrá ser un cambio social, pero no en el significado
propuesto por Novoa, porque no tiene por consecuencia favorecer la vida social y el
proyecto concreto del hombre, sino todo lo contrario. Por ende, no toda ley nueva lleva
en sí misma, y por ese solo hecho, el signo del cambio social ventajoso del proyecto de
vida concreto humano.

Por otro lado, y por ejemplo, una simple innovación tecnológica o el cambio de
denominación de la moneda actual, por no tener una profunda
modificación, respondería meramente a una variación social.

 2. Los fenómenos de agonía iussociaí y antagonía iussociaí a partir de


la incongruencia ley/realidad social y ciencia jurídica/realidad social y
la "disociación legislativa interna"

En todos los casos señalados por Novoa -"incongruencia" entre ley y realidad social;
"disociación legislativa interna"; incongruencia teoría/realidad social-existe, o una
realidad social que se ha modificado ante una ley sin actualizar en torno a este cambio,
una ley que fundada en esta realidad social modificada se confronta a leyes internas
dictadas en un tiempo diferente y que no van en el mismo sentido de las primeras, o
una ciencia del derecho sin capacidad de respuesta adecuada ante el cambio social.

Esto se traduciría básicamente en tres fenómenos:

1) La "incongruencia" entre la ley y la vida social, en razón que la primera va


perdiendo actualidad en relación a los movimientos propios de la vida social, los que
por su naturaleza rezaga a la ley en su relación con éstos. Denota ello una falta de
capacidad de adaptación de la ley a dichos movimientos de la vida social, movimientos
que se producen por el paso del tiempo.

En un lado tenemos las variaciones sociales y, por el otro, a los cambios sociales.

Las variaciones sociales pueden dar origen a simples faltas de concordancias entre la
ley y la realidad social, por razones técnicas y/o de forma, como en las expresiones de
la ley que pueden quedar en desuso, frente a avances tecnológicos o por ciertas
modificaciones técnicas, sin que supongan cambios sociales.

Dichos avances o modificaciones pueden entrar al campo de objetos que integren el


contenido de la ley, aunque sin que ello incida en la valoración acerca de su impacto
positivo o negativo al proyecto social y de vida concreto del hombre. Puede que la ley
nombre una serie de elementos en los que se cuenta tecnología y ciencia, por ejemplo,
cuando se nombra "automóvil", "reloj", etc. Estos son casos en que la ley puede
adolescer de obsolescencia legislativa, y con ello, la pérdida de la capacidad de
adaptación de la ley a la realidad social cambiante. La relación de la ley con la realidad
social, en este caso, es de actualización/obsolescencia.

Por otro lado, según ya lo hemos dicho, existen los cambios sociales. La ley puede
encontrarse en "debe" respecto del cambio social ventajoso, con lo cual también puede
encontrarse en una falta de capacidad de adaptación con éste. Al no responder
adecuadamente, colisiona con dicho cambio, convirtiéndose en un obstáculo al cambio
social, aunque no como un obstáculo por antagonía a dicho cambio, cuestión que ha de
ocurrir en los casos activos de obstaculización al cambio social -leyes ideológicamente
opuestas y antitéticas a leyes fundadas en el cambio social, ciencia del derecho
antitética al cambio social-, sino más bien de modo pasivo y como consecuencia del
avance del tiempo, donde la ley pierde "vida" en la medida que se aleja de un cambio
social progresivo. Por ello, dicha obstaculización al cambio social se produce por agonía
de la ley en su capacidad de adaptación a dicho cambio social. Ésta es la razón por  la
que designaremos a este óbice al cambio social como obstáculo agónico, y al
fenómeno como agonía iussocial.

 3. La "disociación legislativa interna", esto es, la inarmonía entre


la veterolegislación y las leyes nuevas, por ser las primeras de origen liberal-
burgués e individualista, y las segundas, de contenido social

Podríamos en este caso señalar que la diferencia es básicamente cronoideológica, ya


que el tiempo de diferencias en la dictación de la ley sólo es relevante en la medida en
que las leyes antiguas y las nuevas se fundan en "ideologías" (en cuanto este término
toma el significado manejado con posterioridad a Marx contrapuestas. Pero dicha
contraposición no es cualquiera: ha de ser la de una ley cuya ideología fundante es el
liberalismo burgués, y por hoy habría que señalar como su nueva versión, al neo-
liberalismo. Tales leyes son ideológicamente opuestas en sentido absoluto, a los
proyectos de vida social que consideren a todos los hombres en sus proyectos de vida
concretos, como proyectos de realización y autorrealización.

La contraposición social al cambio social habría de ser una confrontación directa, donde
el obstáculo importa ser una barrera o muro de contención puesto en el camino, y no
sólo un impedimento que retarda los ajustes al cambio social: existe no una agonía,
sino más bien una antagonía y, por ende, un obstáculo antagónico, con lo que el
fenómeno habría de ser de antagonía iussocial.

Como puede notarse, no hay lugar a las variaciones sociales aquí, y sólo a los cambios
sociales.

 4. La incongruencia entre ciencia jurídica y realidad social cambiante

Esta cuestión se deriva, en parte, de los dos fenómenos anteriores.

Por un lado, se encuentra aquella ciencia jurídica que se apega a la ideología liberal-
burguesa en la que se funda la veterolegislación, con lo cual las interpretaciones serán
siempre en oposición al cambio social. En este caso dicha ciencia jurídica habrá de ser
antagónica.

Por otro lado, se encuentra la actitud de la ciencia jurídica de no usar ni construir


instrumentos, herramientas o recursos teóricos que, sin revertir el texto de la ley,
abran la interpretación al cambio social. Esto implica seguir el sentido de la ley que
pierde adaptación al cambio social, con lo cual es agónica.

 VI. Incongruencia entre ley y realidad social cambiante vista en


detalle. Capacidad de adaptación a la realidad social en el tiempo
o la elasticidad de la ley

El primero de los problemas anteriores, como se pudo ver, es la incongruencia entre la


ley y los movimientos en el tiempo de la realidad social, lo cual siendo una
incongruencia cronológica, expresa una falta de capacidad de adaptación de la ley ante
la realidad social. A esta capacidad de adaptación de la ley a la realidad social frente al
transcurso cronológico, denominaremos elasticidad de la ley o, simplemente,
elasticidad.

Ahora bien, para determinar la capacidad de adaptación de la ley ante la realidad social
cambiante, fuere producto de una variación social o ante un cambio social, es posible
inferir ciertos factores que, a nuestro juicio, intervienen en dicha determinación.

Existen por un lado factores normativos, los cuales se encuentran directamente


relacionados con la hermenéutica jurídica, puesto que es la relación necesaria entre la
ley escrita y su interpretación desde donde surge la elasticidad de una ley. Y esta
relación habría de rezar lo siguiente: la hipótesis de la ley habrá de prevalecer si el
trabajo hermenéutico no demuestra su incapacidad de descripción o referencia a
hechos (de la realidad social), esto es, el no demostrar su obsolescencia legal. Los
factores normativos representan los criterios que, en conjunto, permiten evaluar
hermenéuticamente la elasticidad de la ley. Mientras dichos factores se mantengan
dentro de límites hermenéuticos aceptables, es posible hablar de adaptación de la ley a
la realidad social cambiante.

A este límite hermenéutico aceptables llamaremos límite de elasticidad. A la pérdida de


elasticidad definitiva, que es la superación del límite de aceptación del límite
hermenéutico, nos referiremos con el término ruptura de la elasticidad u obsolescencia
legal.

1. Factores normativos de la elasticidad

Existen, a nuestro entender, tres factores normativos fundamentales en la


determinación de la adaptación de la ley a la vida social cambiante:

a)    El tenor literal (verba sententia).

b)    La razón legal (ratio legis).

c)    El objeto de regulación (ocassio legis).

La inexistencia de algunos de estos, convierte a la ley en un texto obligatorio, pero sin


un fundamento o correlato mínimo con la realidad social cambiante.

Por tenor literal (verba sententia) hemos de entender lo que usualmente se comprende
para el 'elemento gramatical' como método de interpretación. Ello implica que el
ámbito de análisis habría de ser la expresión formal de una relación social, a la que el
derecho se refiere para su regulación en la expresión lingüístico-normativa.

Por razón legal (ratio legis) se ha de colegir el fundamento teleológico de la disposición


legal o la ley en su totalidad, su fin, esto es, el para qué de su regulación o
prescripción.

Esto, en el derecho penal, no puede ser confundido con el bien jurídico, plegándonos,
en este punto, al fundamento señalado por Roxin. Por ejemplo, en el delito de
infanticidio, el antiguo fundamento de la honra de la mujer para la disminución de su
punición sería la ratio legis de la disposición, pero no incide en la definición del bien
jurídico, ya que, en el ejemplo, el bien jurídico habría de ser la vida del sujeto pasivo.

El objeto de regulación (ocassio legis) se refiere al contenido de la regulación, el


porqué se está regulando o prescribiendo un hecho, acto, acción o relación. En el
derecho penal esto se traduciría en el tipo penal, en cuanto contenido de la regulación.

Sin situaciones descritas o referidas, no existe vínculo alguno con realidad alguna. Sin
una razón legal, se tiene una ley sin finalidad. Sin objeto de regulación, una ley sin
fundamento prescriptivo.

 2. Factores sociales de la elasticidad

Los factores ante expresados se interrelacionarían a dos factores sociales, como lo


habrían de ser los de práctica social y juicio social.

Basados en algunos estudios sobre la práctica social, podemos decir que las prácticas
sociales son, para nuestro análisis, el ejercicio de actos sociales dentro de las
relaciones sociales, determinados por sus condiciones materiales de existencia, y
producidos con cierta periodicidad, lo que le proporcionan cierta estabilidad en el
tiempo. Dichos actos sociales provienen de determinadas formas de relación social
producidas en un contexto social igualmente determinado, y que adquieren cierta
continuidad. La ausencia de saludo que entre los habitantes del campo sería una
descortesía, en la ciudad es un hecho normalizado. En el primer caso estamos frente a
una práctica social (el saludo), que en el segundo caso se encuentra ausente.

El juicio social, para nosotros, habría de ser la expresión social de una idea compartida
por los participantes de una comunidad específica, que presenta cierto consenso como
producto de la retroalimentación social, y que se mantiene relativamente constante en
el tiempo. El juicio social pertenece más bien a la doxa que al logos, y está por ello
sujeta al movimiento que experimenta lo social.

 3. Relación entre factores normativos y factores sociales

En el caso del tenor literal, las palabras utilizadas que son regularmente sustantivos, y
que aluden por dicho carácter a objetos, la obsolescencia legislativa se manifestaría
porque el término se refiere a un objeto que se ha ido transformando y ya aquél pierde
la capacidad de representar las características de éste en su modificación social, o
bien, el objeto deja de existir o muta en otra cosa de tal modo que el término deja de
aplicar en la realidad para poder indicarlo. Así, una referencia en la legislación chilena
a "escudos" es anacrónica, puesto que el término no se condice con la realidad social,
por la cual la denominación a la cual apunta ha cambiado. Esta modificación se registra
legalmente casi de modo instantáneo, al momento del cambio de una denominación
monetaria, y ya casi M no se angula con N, en la gráfica que expone dicho cambio,
sino que son coincidentes.

Pero en otros casos la denominación legal puede ser sostenida en el tiempo, pese a no
encontrarse en congruencia con el uso actual de un término referido al mismo objeto,
como en el caso del art. 447 N° 3 del Código Penal el término "posadero" y "posada" o
"fonda" ("Si se cometiere por el posadero, fondista u otra persona que hospede gentes
en cosas que hubieren llevado a la posada o fonda").

En el caso del cambio de denominación de la moneda en Chile de "escudo" por


"pesos", el 29 de septiembre de 1975 por decreto ley N° 1.123, la ruptura de la
elasticidad se produce de modo inmediato y junto a la variación social.

Para el caso de los términos del art. 447 N° 3 del Código Penal chileno, el término es
obsoleto como expresión lingüística, pero es diferente al cambio de denominación
monetaria. En la práctica social las denominaciones que la ley recogió en su momento,
a modo de elementos descriptivos, se encuentran en desuso, por no existir en el hoy el
posadero, fondista ni la posada o fonda. Sin embargo, dos razones hacen que la ley no
se encuentre en obsolescencia.

En primer lugar, si bien las nomenclaturas sociales se han modificado, no lo ha hecho


ni la posición de los sujetos dentro de una relación social ni la relación social en sí
misma: siguen existiendo lugares de hospedaje, sujetos que hospedan y sujetos que
se hospedan. Por lo que la situación descrita en el tipo, esto es, la persona que
disponiendo un lugar para el hospedaje se aprovecha de esta situación para sustraer la
propiedad que por su hospedaje garantiza, no ha dejado de subsistir en la realidad
social, pese a sus variaciones. La práctica social se ha mantenido. Éste es el
fundamento social de su ratio legis, y como aquélla no ha sido modificada en la
realidad social, por consecuencia, ésta tampoco habría de serla. La variación social sólo
afecta las nomenclaturas, no lo que se nombra. Lo mismo habría de sentenciarse para
el N° 1 del mismo art. 447.

En segundo lugar, el art. 447 N° 3 consigna una cláusula analógica, esto es, "u otra
persona que hospede gentes", con lo que se asimila a situaciones de
hospedaje actuales a la dictación de la ley, pero igualmente es homologable a
situaciones de hospedaje futuras y para el responsable de un hotel, motel, residencial
("empresario hotelero"). Pero dicha cláusula, claro está, funciona porque la ratio
legis sigue encontrándose en pie, en virtud que la relación social no ha cambiado.

Así, se podría decir que este caso ilustra lo siguiente: la variación social ha alcanzado
un aspecto lateral de la relación ley/realidad social (terminología social, tenor literal),
pero no medular de dicha relación (fundamento social/ ratio legis). Por lo que la ley es
incongruente sólo en lo que la realidad social ha variado. Pero la ley no adolece de
obsolescencia, ya que no ha variado la relación social, esto es, la situación social y la
relación de los sujetos sociales en ella. Por ello es posible que una hipótesis como la
del empresario hotelero con los clientes, sea homologable a la hipótesis descrita por la
ley. La ley ante ese escenario puede ser adaptada y, por ende, mantiene su
elasticidad.

Caso distinto es el del infanticidio del art. 394 del Código Penal.
Se entiende que dicho artículo consagra una figura privilegiada en razón del honor, en
el sentido de morigerar la penalidad. Su ratio legis se encontraba engarfiada a un
juicio social negativo acerca de la maternidad fuera de nupcias, cuestión que hoy dicho
juicio social en Chile no tiene relevancia, con lo que su ratio legis deja de existir y, con
ello, el sentido teleológico de la ley sobre lo que regula. El hecho de la muerte al recién
nacido podrá seguir existiendo, incluso bajo el mismo contexto de "vergüenza" del
sujeto activo, pero el juicio social ha dejado de existir, al menos, de modo general. Así,
la disposición en comento habría de adolecer de obsolescencia legal.

Otro caso de interés es la situación de la mujer como sujeto activo de violación. Ante
la disposición del art. 361 del Código Penal, esto es, el delito de la violación, parte de
la doctrina chilena quiere hacerla aplicable a la mujer como sujeto activo del delito.

En el hoy, tanto la práctica social como el juicio social reconocen la posibilidad que la
mujer obtenga relaciones sexuales no consentidas de un hombre. En este punto se ha
producido una variación social importante, si no un cambio social, sobre todo de la
mano del juicio social. Dicha variación social ha hecho incongruente el objeto de la ley
(ocassio legis), puesto que ya el juicio social reprocha las relaciones no consentidas
cualquiera sea el agente. Pero claro, no lo ha hecho del todo, sino parcialmente.

Sin embargo, nos encontramos ante un óbice semántico, cual es, lo que expresa el
artículo, en el sentido de que se criminaliza y pena "el que accede carnalmente", es
decir, quien accede (entra, introduce, penetra), no quien es accedido. Ello hace
imposible homologar la hipótesis legal del hombre -jurídicamente con un argumento a
simili- a la hipótesis de la realidad social de la mujer. Y el que se pretenda que prime
un criterio teleológico basado en el bien jurídico (que igualmente usa del argumento a
simili), se le encuentra acomodando una disposición obsoleta por objeto, y aun en
contra del tenor literal el que en materia penal debiera primar, que como bien
señalaba Novoa, "la adaptación" que la interpretación extensiva produce para ajustar
la ley a los cambios sociales, "sea hasta donde permita el tenor literal de la ley", por
lo que no puede su elasticidad ser mayor a lo que la literalidad de la ley permite, por la
gravedad de las consecuencias que la penalidad trae aneja. Por ende, la ley en este
punto se encuentra obsoleta. Pero como sigue regulando la situación del hombre
agresor, entonces en este punto existe plena elasticidad.

La obsolescencia de una ley marcada por la falta de objeto de regulación (ocassio


legis), marca una distancia fuerte con la realidad social, ya que el objeto está muy
determinado por lo que en un tiempo histórico específico quiere regularse de la
realidad social, y está relacionado finalmente con aquellas prácticas sociales en las que
pretende realizarse una prescripción jurídica respecto de ellas (esto es "mandar",
"prohibir" o "permitir" en la trivalencia deóntica). Ocurre, por ejemplo, con las
disposiciones de los artículos 409 a 411 del Código Penal chileno, todas ellas referidas
al delito de duelo.

Es un hecho histórico que el último duelo registrado en Chile fue el que protagonizaron
en 1953 Salvador Allende y Raúl Rettig, por cuestiones de honor (o por un mujer dicen
las crónicas). No obstante realizarse éste (y errar, por ser afortunadamente malos
tiradores), nunca existió la denuncia del hecho vía penal, porque ya su uso parecía,
aun para esa época, una curiosidad histórica.

El duelo como delito, ha sido calificado por la doctrina penal chilena como carente de
significación práctica social y como anacrónico. La moción de ley contenida en el
Boletín N° 7448-07, que "Elimina la figura del duelo de nuestra legislación penal",
señala que "dicha tradición se encuentra en desuso en nuestro país hace varias
décadas, debido a que la sociedad ha encontrado formas más civilizadas de resolver
los conflictos". Fuera de ello, la califica como anacrónica e improcedente.

La variación social al dejar atrás prácticas sociales, deja a su vez en el pasado todas
las leyes relativas a dicha práctica social. La ley, así, entra en absoluta obsolescencia.

Como pudo notarse, una situación planteada fue aquella en que pese a las variaciones
sociales, y en que ellas afectaron la ley (el tenor literal), no existe obsolescencia (caso
art. 447 N° 3 Código Penal), porque la práctica social sigue existiendo, lo que
mantiene la ratio legis de la norma. Por lo cual, existe plena elasticidad. En otras
situaciones, la obsolescencia era total: por falta de ratio legis, al variar socialmente el
juicio social (caso art. 394 Código Penal), y por falta de objeto, ya que la práctica
social desaparece (arts. 409 a 411 del Código Penal). En estos casos, es evidente la
ruptura de la elasticidad. Y en un último caso (art. 361 Código Penal), la obsolescencia
es parcial, ya que el juicio social se ha ampliado a más situaciones de las
contempladas originalmente por la gramática de la ley, quedando, por ende, cubiertas
las situaciones a las que la ley se sigue aplicando. Existe en esta parte elasticidad,
pero a las partes que la ley no cubre por ampliación del juicio social, la ley se
encuentra obsoleta.

Por lo que la elasticidad existe en aquella parte en que se adapta a la variación/cambio


social, y en la que no, se encuentra obsoleta.

 VII. Conclusión

A partir de las reflexiones de Novoa Monreal es posible determinar tres formas de


incongruencias en la relación cronológica derecho-realidad social: a) incongruencia ley-
realidad social; b) incongruencia vetero-neo legislación; c) incongruencia doctrina-
realidad social.

Pero, a su vez, es posible inferir que el cambio social es sólo una parte o factor
determinado dentro de la realidad social ante el transcurso cronológico. Toda
modificación de la realidad social ante el transcurso cronológico, no habría de ser
necesariamente un cambio social, ya que para esto requeriría que la modificación,
además de ser ya un cambio en las relaciones sociales, haya de ser ventajosa para el
proyecto concreto de vida social del ser humano. Fuera de ello, de no existir
modificación en las relaciones sociales, podría producirse una modificación a las formas
de expresión y/o manifestación de las mismas, que hemos denominado como variación
social.

Ante este panorama, se dotan a través de este escrito de ciertas herramientas


conceptuales de análisis de la incongruencia cronológica ley-realidad social. Es así
como se adoptan conceptos como elasticidad de la ley y obsolescencia legal, los cuales
se encuentran en contraposición, y que describirían el grado de relación cronológico
existente entre la ley y la realidad social. Elementos de los mismos como son los
factores normativos y los factores sociales, son importantes a la hora de determinar
esta relación, los que permiten una "medición" cualitativa de la misma y, por ende, los
grados de distanciamiento efectivo de una ley ante la realidad social cambiante.
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Trabajo recibido el 23 de febrero de 2016 y aprobado el 20 de abril de 2016

1. INTRODUCCIÓN

Los grupos sociales existen. Necesitamos relacionarnos con los demás, sea en el marco de los
grupos formales o informales. Interactuamos continuamente con otras personas y vamos
entretejiendo nuevos vínculos; a lo largo de nuestra vida nos vemos insertos en distintas
instituciones y grupos humanos: algunas veces, por elección libre (como un grupo de amigos o la
pareja conyugal...); otras veces, por obligación o por necesidad (como las situaciones laborales, o
de estudio, etc.).

El tema que nos ocupa está dirigido al pequeño grupo, agrupamientos humanos suficientemente
pequeños como para posibilitar que las personas puedan actuar cara a cara, conocerse y
reconocerse por sus nombres y sus identidades específicas, etc.

Un grupo puede ser tanto un lugar que dé profundo bienestar a sus miembros y sea causa de
gratificación y promotor de salud mental, como un lugar donde se produzca sufrimiento y
deterioro psíquico, esto es porque podemos afirmar que a la vez que existen grupos que estimulan
el desarrollo y el bienestar de sus miembros, hay otros grupos donde la persona puede verse
violentada, agredida, postergada y frenada en su proceso de crecimiento personal.

Pero no podemos interpretar la anterior afirmación como que existe una realidad dicotómica.
Debemos entender que observando a los grupos, sea más probable que encontremos en los
mismos algunas facetas positivas y otras negativas.

El Trabajo Social en grupos pretende implicar a los componentes del grupo para que sean ellos
mismos los que participen activamente en sus propios cambios, tanto a nivel personal como
grupal, con el objetivo último de que el espacio grupal sea lo más saludable posible a cada uno de
sus miembros.

(Función educadora del Trabajo Social de grupo (P. Freire). Función concientizadora = enseñar a
los grupos a organizarse, despertar en ellos el deseo de elaborar su propio camino para enfrentar
sus problemas y no esperar que la solución llegue del Estado)

Tanto el T.S. como el grupo debe mantener una “retroalimentación” mutua permanente y
“aprender el uno del otro”, sin ello, el proceso de participación grupal corre el riesgo de
extinguirse.

El T.S. ha cumplido plenamente su función concientizadora cuando el grupo se aleja de éste al


haber alcanzado el grado de concientización en el que ya no lo necesita más.

Así, la Dinámica de Grupos es una disciplina psicosocial que analiza y estudia:

- la formación

- el desarrollo

– los problemas que ocurren

- las leyes dentro de un grupo

- las fuerzas

- las relaciones de interdependencia


Por ello vamos a centrar nuestra atención en los grupos, por ser éste donde se desarrollan todos
los fenómenos de interacción; y las técnicas como herramientas o instrumentos que se aplican
para organizar y desarrollar a aquellos.

2. DEFINICIÓN DE GRUPO

“Es un conjunto de personas, que tienen unos objetivos en común, con un sentimiento de
identidad, organizados y con valores compartidos, que mantienen unas relaciones personales
mínimas y de comunicación”.

3. TIPOS DE GRUPOS

Podemos distinguir atendiendo a varios criterios, los siguientes tipos de grupo:

- a partir de los objetivos: grupo formal (organizado, con objetivo explícito), y grupo
informal (objetivos implícitos)

- a partir de la estructura: grupos espontáneos y grupos institucionalizados.

- a partir de las influencias: grupos de permanencia y grupos de referencia.

- atendiendo a su tamaño: grupos pequeños: se da una relación directa y constante entre


todos los miembros; grupos medianos: se da una relación directa esporádica; grupos grandes: se
da una relación no directa.

Otros elementos que nos ayudan a conocer con qué tipo de grupo estamos trabajando:

- Grupo anárquico: ausencia general de normativa y requisitos formales, ambiente


informal, distendido, oscilaciones del número de miembros.

- Grupo autocrítico: organización férrea, normativa estricta, disciplina y jerarquización.

- Grupo democrático: elabora una normativa clara, aceptada por todos, fluidez de
comunicación, posibilidad de cambio de la jerarquía.

- Grupo de trabajo: centra sus esfuerzos en la solución de un problema.

- Grupo de formación: centra sus esfuerzos en los procesos socioemotivos tratando


perfeccionar la comunicación y autoconocimiento.

- Grupo mixto: solución de problemas provocados por la tarea a realizar, asegurando la


comprensión socioemotiva de los distintos miembros.

- Grupo teórico: enfocado hacia la adquisición de conocimientos e intercambios de


información.

- Grupo práctico: orientado hacia la solución de problemas prácticos.


- Grupo ético: centrado en la conducta individual o grupal y los modos de mejorarla.

- Grupo estético: dirigido a la diversión, el recreo, el esparcimiento.

4. POR QUÉ NACE UN GRUPO //ESTRATEGIAS PARA COMENZAR UN GRUPO

Tres son las fuentes que pueden inducir a la creación y nacimiento de un grupo:

- por una necesidad detectada por el T.S.

- por interés expreso de la institución

- por la demanda de un grupo de usuarios

En los dos primeros casos, es decir cuando el grupo nace por el T.S. o por la institución, se requiere
seguir una estrategia para conseguir la participación de los usuarios, debiéndose seguir los
siguientes pasos:

1º Diseñar un modelo de selección de los futuros participantes

2º Hablar individualmente e informarles (objetivos, quienes,...)

3º Comenzar el grupo cuando se tengan todos los recursos

ELEMENTOS A PREVEER EN LA CREACIÓN DE UN GRUPO

- el nivel de heterogeneidad

- nº T.S. por grupo – edad

- tiempo de duración del grupo

- sexo

- nivel educativo, cultural, clase social

- tamaño del grupo

- temática o contenido del trabajo grupal

ETAPAS POR LAS QUE ATRAVIESA UN GRUPO

Conocer las etapas permite al Trabajador Social reflexionar y analizar en qué fase está el grupo,
cómo se desarrolla y hacia dónde se dirige.

Podemos distinguir fundamentalmente cinco etapas:

1ª Inclusión y seguridad en la situación o formación

2ª Estructuración
3ª Desarrollo de la participación y afecto

4º Autorregulación del funcionamiento del grupo

5ª Disolución del grupo

1ª Inclusión y seguridad en la situación o formación

Es la etapa en la que los miembros tratan de satisfacer su necesidad de inclusión. Se cuestionan:


¿Qué ocurrirá?, ¿quiénes son los demás?, ¿cómo son?, ¿cuál es mi puesto entre ellos?, ¿cómo me
recibirán?, ...

En esta primera etapa, el dinamizador deberá tener en cuenta algunos aspectos que pueden ser
determinantes para el desarrollo de las sucesivas sesiones.

a) que los participantes se den a conocer a través de técnicas de presentación

b) clarificar sus expectativas y objetivos, implicarlos a todos en la consecución de los fines


comunes del grupo

c) negociar y acordar las normas que se establecen en el grupo, determinando claramente si la


asistencia es voluntaria o no

d) discutir y diseñar los métodos que se utilizaran y si es necesario, decidir que se realizará en la
próxima reunión

e) dar a conocer cómo será el rol del dinamizador

f) tratar de cohesionar el grupo y establecer un espíritu de ayuda mutua y compartir


responsabilidades

2ª Estructuración

Es el momento durante el cual se percibe la necesidad de una estructura. Durante esta etapa se
definen responsabilidades. Se toman decisiones. Se analiza el liderazgo y el poder. Se generan las
reglas y normas del grupo.

Por todo lo anteriormente expuesto, esta fase puede ser conflictiva, de ahí que el Trabajador
Social debe tomar todo tipo de precaución (que no se formen bloques, dar oportunidad a todos de
expresarse,...).

3ª Desarrollo de la participación y afecto

Es la fase durante la cual se consolida la participación y los lazos afectivos. Se establece la cohesión
y la unión entre los miembros. Se clarifican y se expresan los sentimientos.
4º Autorregulación del funcionamiento del grupo

El grupo actúa y reflexiona sobre la acción, sobre si cumple sus metas. Modifica si hace falta su
situación.

La autorregulación depende del grado de madurez del grupo. Nos podemos encontrar por tanto
con grupos maduros o con grupos en proceso de madurez.

GRUPO MADURO Se caracteriza porque proporciona una atmósfera de libertad que facilita la
expresión de sentimiento y puntos de vista; logra un alto grado de intercomunicación eficaz; tiene
claros sus propósitos y objetivos; asegura la participación de sus miembros en las
responsabilidades; alto grado de solidaridad; trabaja más sobre hechos que sobre fantasías; tiene
en cuenta la integración satisfactoria de los valores, las necesidades y las metas individuales con
las del grupo.

GRUPO INMADURO Se caracteriza por tener una organización difusa y comunicación pobre; metas
y roles poco claros que proporciona inseguridad a sus miembros; poca cohesión, que da lugar a
una falta de participación.

5ª Disolución del grupo

Ello se debe a que, por lo general, los grupos tienen una vida limitada. La disolución puede
deberse:

a) por un fracaso

En este caso el dinamizador debe intentar clarificar:

- la/s causa/s que lo originaron

- los sentimientos que se están produciendo entre los miembros del grupo (frustración, tristeza,
etc

- los sentimientos o emociones que le están produciendo a él

b) por cumplimiento del programa previsto

El dinamizador debe:

- haber dejado claro al grupo, desde el comienzo, la vida limitada del grupo

- ayudar a que los miembros logren cierta independencia respecto al grupo

- ayudar a que cada participante se evalúe y al grupo

- facilitar la clarificación de “aspectos pendientes”

Cuando se aproxima el fin de un grupo aparecen manifestaciones, tales como:


• aparición de sentimientos contrapuestos (tristeza, alegría, etc.) que se manifiestan en
conductas agresivas, eufóricas,...

• deseo de tener encuentros periódicos

• propuesta de organización de una fiesta final o una cena

6. OBJETIVOS DE LOS GRUPOS

Debemos distinguir entre:

- Objetivos explícitos: son todos aquellos que están definidos y son conocidos por los miembros
del grupo.

- Objetivos implícitos: son los que no están explícitamente indicados ni conscientemente


conocidos.

Algunos de los objetivos implícitos son:

• Satisfacer la necesidad de estar en compañía

• Reducir la ansiedad

• Contribuir a establecer el autoconcepto y a mantener la autoestima

• Proporcionar apoyo para conseguir objetivos personales externos al grupo

• Permitir poner a prueba ideas y capacidades, marco social de comparación

• Reducir los sentimientos de inseguridad e indefensión, eliminando incertidumbre y


proporcionando apoyo social

• Facilitar el entretenimiento, reducir el aburrimiento y aumento de la satisfacción


personal

• Permiten desarrollar las necesidades de poder a través de diferentes medios disponibles


en los grupos

VENTAJAS E INCONVENIENTES DE LOS GRUPOS

VENTAJAS

. Información y conocimientos más completos, aunando capacidades de varios sujetos.

. Diversidad de enfoques, permite visión heterogénea y más amplia frente a la resolución de


problemas

. Son medios para generar nuevas ideas y soluciones creativas a problemas complejos
. Permite afrontar con mayor éxito tareas complejas e interdependientes

. Aceptación y apoyo a las soluciones por los miembros, como resultado de su participación en el
proceso de toma de decisiones

. Legitimidad de las decisiones tomadas, frente a la arbitrariedad de las decisiones individuales

INCONVENIENTES

. Lentitud, el trabajo de grupo requiere más tiempo

. El conformismo y reducción de juicios críticos, derivados del deseo de pertenecer al grupo,


evitando expresar ideas opuestas para no ser excluido

. El control y la manipulación del propio grupo y de sus recursos por parte de unos pocos

. El desarrollo de normas contrarias a los objetivos de la organización

. La reducción del esfuerzo individual Ì

. Procesos que inciden negativamente en la toma de decisiones grupal: inhibición, difusión de


responsabilidades, ...

8. ELEMENTOS ESTRUCTURALES DEL GRUPO

Característica básica en la formación de un grupo es la propia decisión de sus miembros para


constituirse en grupo. Los elementos estructurales son: los objetivos, la cohesión, las normas y la
comunicación.

LOS OBJETIVOS

Son los móviles o motores que permitirán que el grupo vaya caminando hacia el cambio deseado.
Por lo general se tiene un objetivo general y varios específicos.

Podemos distinguir aquellos objetivos ligados a las tareas, que son más explícitos, y aquellos
objetivos ligados al mantenimiento del grupo, que son más inconscientes.

La dialéctica que se establece entre el éxito/fracaso en la consecución de los objetivos, es la que


hace que el grupo se vaya autorregulando.

Las tareas del Trabajador Social se centran en:

1º conseguir que el grupo defina con claridad los objetivos de acuerdo con las
aspiraciones, deseos y posibilidades de todos sus miembros. El hecho de participar en la elección
del objetivo aumenta la productividad del grupo y la satisfacción de sus miembros por sentirse
protagonistas.
2º una vez los objetivos están concreta y claramente definidos, ha de procurar que el
grupo elija los medios, plazos y formas de ejecución, la distribución de tareas y responsabilidades
entre sus miembros.

LA COHESIÓN

Se define como “la tendencia a mantenerse unidos y de acuerdo”.

Los factores que favorecen la cohesión son:

a) La existencia de objetivos motivadores, claros, concretos y evaluables, elegidos por los


participantes, con flexibilidad para reformularlos, la satisfacción que produce sus logros.

b) La comunicación auténtica entre los miembros del grupo, dentro de un ambiente


psicológico que favorezca la satisfacción de algunas necesidades básicas afectivas:. Expresar
sentimientos y pensamientos. Ser considerados valiosos. Sentirse aceptados y comprendidos

c) La colaboración entre los miembros, respeto entre sí, cumplimiento de roles,


responsabilidades y tareas.

d) El prestigio del grupo, conseguido con los éxitos, lleva al grupo a la adquisición de una
identidad propia.

LAS NORMAS

Son acuerdos explícitos entre los miembros del grupo sobre qué comportamientos deben
o no poner en práctica, vienen a ser reglas de conducta. Ayuda a cada una a percibir lo que está
bien y mal. No son fijas, se replantean según las necesidades del propio grupo, y vienen motivadas
por:

- el deseo de mantener la estabilidad del grupo

- rentabilidad de acciones - aprovechar el tiempo del trabajo grupal

- regular comportamientos de los miembros del grupo

El Trabajador Social debe cuidar que los desvíos de las normas se encuentren dentro de un margen
de tolerancia, y que no ponga en peligro la vida del grupo. Debe plantear al grupo el reiterado
exceso de saltare las normas; un grupo maduro encontrará fácilmente el medio de superar el
conflicto.

Ante la transgresión de normas puede suceder:

- que el grupo reaccione y supere el conflicto con flexibilidad

- que el grupo reaccione expulsando al transgresor

- que el grupo se desintegre


LA COMUNICACIÓN El Trabajador Social debe facilitar la comunicación entre los miembros del
grupo, debiendo ser clara, funcional y permanente.

La calidad de la comunicación está en relación directa con el tamaño del grupo:

-nº miembros -tiempo comunicación -cohesión intervención

-nº miembros -tiempo comunicación -cohesión intervención intimidad

Para garantizar la comprensión de la comunicación verbal y no verbal, el Trabajador Social debe


estimular el feed-back, la retroalimentación.

Los Principios Básicos que rigen toda comunicación son los siguientes y que ser conscientes de
ello nos la facilitaría son: Salir de su torre de marfil, Tener algo que decir, Aceptar que el más
importante sea el que recibe, Mensaje difícil es posible convertirlo en accesible, Cada
comunicación es única, Implicarse, Tener objetividad, Provocar reciprocidad.

No obstante, es conveniente conocer aquellas barreras que dificultan la comunicación entre los
miembros de un grupo: las diferencias entre las personas, los juicios de valor sobre las personas, el
repliegue sobre uno mismo, ser refractario al cambio, no estar disponible a los otros participantes,
no sincronizar el ritmo de palabras a la rapidez de escucha, tener un lenguaje inadaptado a los
participantes.

Ante todo lo expuesto, es importante que busquemos y adoptemos estrategias que permitan
superar los obstáculos de la comunicación:

1. En un grupo, cada uno depende de los demás

2. En cada problemas no es más que un punto de vista personal

3. Mi punto de vista no es necesariamente exacto

4. Esto exige que nos conozcamos bien a nosotros mismos

5. Crear una atmósfera de comprensión

Debemos tener presentes una serie de aspectos y manifestaciones de la eficacia comunicativa


dentro de los grupos, es decir, elementos tales como: los rituales, el feedback, la comunicación por
teléfono (visto en el tema 3), la escucha activa y la actuación interpersonal. Veamos a qué nos
referimos cuando tratamos estos aspectos para adentrarnos en los niveles de comunicación que
se producen en el interior de un grupo.

Los rituales son marcos de encuadre que sirven de facilitadores dando modelos y pautas de
conducta, son los que se aprenden durante los procesos de socialización y se pueden definir como
un conjunto de conductas prefijadas que tienen un amplio componente comunicativo y están
destinadas a alcanzar objetivos que también existen de forma permanente, por ejemplo, el
nacimiento y el duelo. Debemos distinguirlos de la rutina, en que el ritual tiene un significado, se
conserva el conocimiento del objetivo que los guía, se sabe de dónde proviene y para qué sirve; en
cambio, la rutina pierde este conocimiento y, por tanto el sentido y objetivo de por qué se hace.

Aunque los rituales y demás fórmulas sociales pudieran ser en algún momento barreras para la
auténtica comunicación, también pueden ser de gran utilidad, si se hace un buen uso de ellos, a
favor de la mejora de las relaciones personales lo que, a su vez, proporcionará un ambiente de
trabajo más eficaz y, con seguridad, más gratificante.

Referirnos al feed-back en el interior de un grupo, es afirmar que la completa comunicación se


produce cuando hay retroalimentación entre sus miembros, concepto que no profundizaremos ya
que habrá sido tratado más extensamente en otras asignaturas de la titulación.

Sin embargo, sí haremos hincapié en la “técnica de la reformulación”, como particularidad del


feed-back. El desarrollo de la retroalimentación del mensaje, tanto en su forma como en su
contenido, se lleva a la práctica aplicando la técnica citada, que consiste simplemente en pedir
más información al interlocutor sobre lo que ha pero no en forma de pregunta simple, sino
volviéndole a decir (con otras palabras) lo que previamente había dicho. El objetivo más
manifiesto es captar realmente lo que se dice, pero es igualmente importante que el interlocutor
lo oiga y lo entienda y pueda reflexionar sobre sí mismo...especialmente cuando las circunstancias
son duras o difíciles. Esta técnica se suele usar en otros muchos tipos de relación interpersonal, y
tiene un triple objetivo desde la perspectiva del que reformula:

a. Quiere hacer hincapié en lo que dijo el otro pero sin evaluarlo, ni calificarlo de ninguna
manera, sólo subrayándolo, reconociéndolo.

b. Quiere que el otro se dé cuenta de lo que ha dicho y, al verlo en otras palabras, es decir
con otra forma, reflexione sobre ello y lo confirme, lo amplíe, lo detalle... o bien lo niegue, lo
reforme, lo matice...

c. Quiere conocer realmente todo lo que significa eso que el otro dijo y cual es su alcance
dentro de la relación comunicativa que tiene establecida.

Repetir al interlocutor con preguntas lo que él mismo ha dicho puede parecer una técnica sencilla
pero no lo es tanto a menos que se haga cuidadosamente y conociendo tres reglas:

- La primera alude a la manera de reformular. Se ha de empezar con una frase


introductoria que indique que la propiedad de lo que vamos a decir no es nuestra sino del
interlocutor, por ejemplo, lo que usted quiere decir es ...

- La segunda regla se refiere a que los contenidos verbales de la reformulación deben


tener un tono neutro, descriptivo, lineal y no pueden llevar ningún mensaje latente de tipo
interrogatorio policial, ni acusatorio, ni que implique evaluación o agresión al otro, porque en este
caso le produciría una sensación de malestar excesiva y podría bloquearse la interacción,
debiéndose cuidar el marco no verbal.
- Finalmente, una tercera regla apunta a la forma que se ha de dar a la parte importante
del mensaje: lo que el otro dijo. La técnica se llama “reformular” precisamente porque es eso, usar
otra “forma” para el mismo contenido, y no es “repetir”. Lo importante es que el mensaje sea el
mismo pero expresado con otras palabras para conducir al interlocutor a un ejercicio de
reconocimiento de lo que dijo y de comprensión de sí mismo y de su situación. Pero es que
además el esfuerzo de reformular es, para quien lo hace, un magnífico ejercicio de comprensión y
de apertura a sus interlocutores. Y, por eso, cuando se pone en práctica y se comprueba que da
tan buenos resultados el que la usa la suele convertir en una herramienta privilegiada en su
actividad profesional.

La puesta en práctica de la escucha activa será otro de los elementos que no ayude a valorar la
eficacia de la comunicación en el grupo, así como la actuación interpersonal que viene
caracterizada por los siguientes rasgos: la intencionalidad, que es aquello que mueve al emisor y al
receptor ponerse en contacto y la competencia o habilidad , que es la posibilidad de poder
elaborar y hacer llegar los mensajes tal como está previsto en las interacciones y motivaciones, se
refiere sobre todo a la capacidad de manejar los lenguajes, signos y símbolos con los que se
pueden expresar los contenidos a intercambiar.

Esta es ocasión para exponer algunas técnicas asertivas útiles para la comunicación, que servirán
al alumno de referentes para intentar ponerlas en práctica. Éstas son (como lectura
complementaria puede verse su desarrollo en el anexo III).

1. Técnica de la autor revelación

2. Técnica del disco rayado

3. Técnica de la oposición asertiva

4. Técnica del banco de niebla

5. Técnica del acuerdo viable

9. LOS ROLES DE LOS MIEMBROS DEL GRUPO

Los roles son los papeles que una persona desempeña cuando participa en la actividad de un
grupo. El término rol puede aplicarse de distintos modos: rol esperado (el que los demás esperan
de quien lo ejerce), rol percibido (es el conjunto de conductas que el ocupante de la posición cree
que debe llevar a la práctica) y rol ejercido (puede ser diferente del rol esperado y/o del
percibido).

Nos centraremos en los roles que primordialmente debemos considerar a la hora de proponernos
dinamizar a un grupo:

A) Se citará el rol de líder.- Que puede o no necesariamente coincidir con la-s persona-s
que desempeñe-n algunos de siguientes roles.
B) Haremos cita a aquellos roles que cualquier miembro del grupo puede asumir
facilitando u obstaculizando la dinámica y ritmo del grupo: 1. roles facilitadores y 2. roles
obstaculizadores

C) Citaremos aquellos roles relacionados con las motivaciones de los miembros del grupo
que se clasifican en: 1. roles centrado en la tarea y 2. roles centrados en el mantenimiento del
grupo.

D) Finalmente citaremos diferentes roles del animador.- Distinguiremos los siguientes


roles: 1. dinamizador, 2. co-dinamizador, 3. observador, 4. negociador, 5. mediador.

A) EL LÍDER

El funcionamiento de un grupo es resultado de los roles que desempeñan los miembros del
mismo, y conocerlos permite comprender los éxitos y dificultades de ciertos grupos, como
consecuencia de algunos comportamientos individuales distinguimos: el que ejerce el rol de líder,
y a un grupo de roles facilitadores y de roles negativos.

Líder es aquel miembro del grupo que ejerce influencia sobre los miembros del mismo en una
situación determinada. Es el guía del grupo hacia la realización de sus objetivos. Distinguimos:

- Líder formal, es aquél que tiene responsabilidades precisas e institucionales en el grupo.

- Líder informal, es el que surge por aceptación implícita de los miembros del grupo. Los
tipos de mando del líder pueden ser: autocrático, laisser-faire (dejar hacer) y democrático. Aunque
existen grupos que rechazan todo líder, es difícil evitarlo, de ahí que el animador en lugar de
eliminar el liderazgo que surja, y para que cada participante pueda serlo en un momento dado,
debe facilitarlo, favorecerlo. El líder se preocupa seriamente de: la vida del grupo, las motivaciones
de los miembros, los objetivos, la armonización. El peligro que supone el liderazgo es que todas las
relaciones giren en torno a él, controlando todas las situaciones, empobreciéndose las de los
demás miembros.

FUNCIONES DE LOS LÍDERES

A) Coordinador, que implica hacer un esfuerzo de síntesis, un esfuerzo de armonización

B) Organizador, facilitando responsabilidades, buscando estructuras y medios de acción

C) Pensador, ayudando a precisar los objetivos, determinando la política a seguir

D) Ser competente, dando ejemplo de puntualidad, preparando sus intervenciones,...

B) ROLES FACILITADORES Y NEGATIVOS

1. Roles facilitadores: Son aquellos que facilitan la tarea y el buen funcionamiento del
grupo.
2. Roles negativos: Son aquellos que perturban el buen funcionamiento del grupo desde el
punto de vista del significado emocional negativo, por intereses personales, por problemas de
personalidad, ...,

En general los roles se desempeñan espontáneamente, pero el conocimiento y el adiestramiento


permite:

- ser conscientes de nuestros roles

- ser capaces de mejorarlos

- corregir aquellos que son negativos

C) ROLES RELACIONADOS CON LAS MOTIVACIONES DE LOS MIEMBROS DEL GRUPO

1. Rol centrado en la tarea

Cuando un miembro del grupo siente gran necesidad de logro centrará su rol en la tarea a
realizar.

2. Rol centrado en el mantenimiento del grupo

Cuando un miembro del grupo siente necesidad de poder o necesidad de afiliación centrará su rol
en el mantenimiento del grupo

Todos estos roles son importantes para el buen funcionamiento del grupo. Los grupos no trabajan
eficazmente hasta que están satisfechas la necesidad de afiliación y resueltos los conflictos
resultantes de la necesidad de poder de sus miembros.

D) ROLES QUE FACILITAN O INHIBEN EL DESARROLLO GRUPAL: dinamizador, co-dinamizador,


observador, negociador, mediador

1. El dinamizador

El trabajador social dinamizador ha de efectuar permanentemente dos funciones básicas:

a) lograr que se desarrollen las tareas destinadas a cumplir con los objetivos

b) tratar que el grupo se mantenga con un nivel de cohesión y afectividad adecuado.

Uno de los métodos que puede emplearse es “preguntar”, no para verificar unos conocimientos,
sino para lograr la participación de los componentes del grupo, su intercambio de ideas, y la
investigación conjunta del tema o problema.

El dinamizador evitará en lo posible responder directamente él mismo a las preguntas que le sean
dirigidas, devolviéndolas al grupo, excepto en aquellos casos en que sea él el portador de
información.
La forma de preguntar puede facilitar o inhibir el desarrollo grupal: todo dependerá de cómo sea
formulada la pregunta.

FORMAS DE LAS PREGUNTAS:

A) Abiertas: para hacer surgir aportaciones diversas (ej. ¿qué debemos tener en cuenta para
organizar nuestro horario?)

B) Cerradas: para orientar respuestas (ej. Fijamos las reuniones a las 8?)

C) Directas: para evitar hablar a cada uno de los miembros del grupo, o sólo a no de ellos (ej. ¿cuál
es tu punto de vista sobre el horario?)

D) Indirecta: lanzar las preguntas al grupo en general, para que cada uno pueda responder según
su conveniencia (ej. ¿qué opinan ustedes del horario?)

2. El Co-dinamizador

Son muchas las ventajas que ofrece para los trabajadores sociales y para el mismo grupo el hecho
de compartir dos de ellos la dinamización de un grupo.

VENTAJAS PARA EL TRABAJADOR SOCIAL

- Enriquecimiento profesional: los dos trabajadores pueden aprender de la experiencia


común y al mismo tiempo retroalimentarse mutuamente.

- Compartir la dirección, control y negociación con la entidad, así como la elaboración de


informes.

- Permitir la continuidad del grupo en caso de que uno de los dos no pueda asistir.

VENTAJAS PARA EL GRUPO

- Oferta de modelos diferentes: aportación por parte de cada trabajador social de formas
diferentes de aproximación a las situaciones que se presenten en el grupo.

- Apreciar estilos diferentes en la conducción de las reuniones.

- Contraste de diferentes modelos de actuación.

REQUISITOS PARA UNA ADECUADO CO-DINAMIZACIÓN

Para que la co-dinamización tenga éxito es necesario que:

a) las dos personas sean “compatibles”, es decir, que se complementen y crean en la


utilidad de la co-dinamización.

b) Los dos trabajadores sociales posean un sistema teórico y de valores semejante.


c) Se clarifiquen los roles de cada uno.

d) Preparen y evalúen conjuntamente las sesiones y dispongan de tiempo para hacerlo.

QUÉ DEBE HACER UN CODINAMIZADOR

- Preparar conjuntamente, con suficiente antelación las sesiones.

- Consensuar los roles que cada uno desempeña durante la sesión.

- Evaluar conjuntamente las sesiones después de finalizadas.

- Repartir las responsabilidades

–búsqueda de material, recursos, etc.

- de forma equitativa. - Aclarar, cada vez que se produzca, los malentendidos.

- Utilizar la observación mutua y retroalimentarse.

3. El Observador

La función del observador consiste específicamente, en observar lo que sucede en el grupo, para
luego entregar a los participantes un feed-back de la reunión.

RECOMENDACIONES

- debe hacerse sobre el proceso

- no participar verbalmente en la situación que observa

- su misión es ayudar, no juzgar - debe describir con un buen resumen

- utilizar ejemplos de lo observado

- debe reforzar los aspectos positivos observados

- cuando la gente se defiende es porque se ha sentido

4. El negociador

La negociación es un medio de resolución de conflictos cuando las partes desean mantener o


continuar la relación de intercambio. La negociación existe porque existe un conflicto, de forma
que las partes pretenden resolverlo de forma que la solución negociada sea satisfactoria para
ambos. No existen intermediarios, sino que las partes afectados son las que buscan
voluntariamente alcanzar una solución, un acuerdo.

Dada la importancia que tiene adquirir habilidades negociadoras, se desarrollará en este tema un
apartado específicamente sobre esta materia.
5. El mediador

Igualmente importante es el buen desempeño del rol mediador cuando estamos trabajando tanto
intra como extragrupalmente, ya que la mediación, al igual que la negociación es concebida como
formas alternativas a solucionar problemas, a solucionar conflictos.

La mediación es concebida como el proceso que valoriza la condición humana y que es capaz de
impulsar cambios. La mediación trata de un sistema de negociación asistida, mediante el cual las
partes involucradas en un conflicto intentan resolverlo por sí mismas, con la ayuda de un tercero
imparcial que actúa como favorecedor y conductor de la comunicación. Los interesados asumen su
protagonismo en la búsqueda de alternativas posibles de solución y controlan por sí mismas el
proceso cuyo desarrollo es rápido e informal. La decisión a la que eventualmente lleguen es
elaborada por ellas mismas y no por un tercero, como lo es en el caso de la sentencia judicial. El
papel del trabajador social alcanza la autorización por las partes implicadas para efectuar
propuestas, intervenir en las discusiones y realizar sugerencias con vistas a llegar a un acuerdo.

Dada la importancia que tiene adquirir habilidades mediadoras, se desarrollará a continuación esta
materia.

“EL ANIMADOR COMO MEDIADOR”

La mediación no producirá en ningún caso ni ganadores ni perdedores ya que todas las partes
deben ser favorecidas con el acuerdo que se logre. Desde este punto de vista, el trabajo social
tiene por finalidad generar procesos participativos a los vecinos de una determinada comunidad,
barrio, pueblo, ciudad, brindando una posibilidad distinta para solucionar sus problemas con otros
miembros de la comunidad, de una manera ágil, económica y amigable, lo que en muchas
ocasiones consigue a través de la participación e implicación en los grupos. El ámbito de aplicación
de la mediación alcanza tanto a los conflictos de naturaleza jurídica, como a aquellos que sin tener
esa envergadura, afectan la concordancia en el grupo humano de que se trate.

Ésta es especialmente recomendable para aquellos casos en los cuales las partes en conflicto
tienen una relación que se continuará en el tiempo, entre los cuales se comparten intereses y
aspiraciones grupales.

Es necesario dejar claramente indicado que la mediación no se plantea como objetivo último la
llegada a un acuerdo entre los vecinos/grupos/instituciones implicadas, sino que los objetivos
esenciales cuando nos proponemos la mediación como alternativa a solucionar conflictos van más
allá que este propósito. Por un lado, cuando nos adentremos en un proceso negociador dentro de
la mediación debemos proponernos facilitar que se establezca una nueva relación entre las partes
en conflicto, es decir, partimos de una situación conflictiva, tensa, y, por tanto, de unas relaciones
dañadas. Desde el conocimiento y reconocimiento de intereses y objetivos compartidos por los
interesados, obtenemos el nacimiento de un nuevo tipo de relación positiva, se produce un
encuentro entre las partes.
Otro objetivo que debemos proponernos es el de aumentar el respeto y la confianza entre las
partes. Si recordamos, lo que más arriba ya indicaba, cómo surge y se alcanza una situación
conflictiva, cité concretamente que la desconfianza era una de los sentimientos que surgían, así
como la búsqueda del daño intencionado. Para poder entrar a negociar se debe hacer desde
posturas respetuosas hacia la persona y de confianza sobre la voluntad e interés de alcanzar un
acuerdo.

Corregir las percepciones e informaciones falsas que se puedan tener respecto al conflicto y/o
entre los implicados, es otro de los objetivos que debemos trazarnos., pues lo frecuente es que se
tenga diferente percepción de una misma realidad, y ninguna percepción es incorrecta, en tal caso
debemos considerarla incompleta. Pero aquí tenemos que discriminar sobre las percepciones
parciales pero válidas y aquellas que no son fundadas e incorrectas. Lo mismo podemos decir de
las informaciones que los miembros del grupo/grupos/instituciones implicados puedan tener
sobre los aspectos que los enfrentan, distorsionando la realidad.

Finalmente citaré que los trabajadores sociales que intervienen como mediadores en el grupo
tienen también como objetivo el crear un marco que facilite la comunicación entre las partes y la
transformación del conflicto. El lenguaje, las actitudes, el momento, el lugar de encuentro, quienes
estarán presentes y dependiendo de para qué, todo ello y otros muchos más aspectos influyen
considerablemente en la comunicación, verbal y no verbal; por tanto, la consecución de una
situación positiva, valorada por los implicados y que responda a intereses de los mismos habiendo
partido de una situación enfrentada, es un camino a recorrer desde la consolidación de una
comunicación fluida y sincera.

Ésta, como alternativa de resolución de conflictos se caracteriza por los siguientes elementos, que
son de gran interés desde la perspectiva de la participación activa y autorresponsabilización. En
primera instancia, citaré la iniciativa voluntaria de las partes implicadas en participar o no en el
proceso de mediación y ponerle fin en cualquier momento, no estando obligadas a llegar a un
acuerdo. La buena predisposición para solucionar la situación parte de los interesados, aspecto
positivo para que la comunicación sea de lo más fructífera, la cual queda favorecida por la no
obligatoriedad de negociar y/o de llegar a un acuerdo, que generalmente hacen que las personas
se pongan a la defensiva. En segundo lugar, la mediación comunitaria no está sujeta a reglas
procesales, el procedimiento es absolutamente informal y flexible, ajustándose a cada realidad, en
este caso es importante que el mediador conozca estrategias y técnicas como recursos a adaptar si
fuera necesaria su aplicación. En tercer lugar, una característica que los ciudadanos reconocen
como algo valioso de la mediación, es su carácter inmediato, ya que son los propios afectados los
que participan en el proceso y en la decisión. Y en cuarto, el éxito de la mediación queda también
determinado por la presencia de la siguiente característica: la cooperación entre las partes, es
decir, éstas actúan, negocian y proponen las soluciones, partiendo del acuerdo/consenso de los
propios interesados, quedando así protegidos los intereses de ambos.

La mediación debe ser un servicio prestado a los grupos, en forma gratuita, mediante el cual el
mediador ayuda a quienes tienen en común una situación de conflicto. Hay que añadir que, si bien
tradicionalmente los trabajadores sociales estamos desempeñando nuestra profesión en contacto
directo con personas y grupos caracterizados porque sus medios socioeconómicos son escasos o
insertos en contextos de pobreza estructural y exclusión social, no debemos olvidar que
específicamente el rol de mediador está dirigido a todos los sectores de población, ya que en los
conflictos vecinales, grupales e institucionales, las respuestas y soluciones que se plantean
repercutirá también a todos.

Todo ello nos trae a colación la importancia que tiene la consecución de procesos participativos,
que permitan expresar, dando a conocer y conociendo qué intereses personales y colectivos
tienen todos y cada uno de los afectados, y que permitan también el protagonismo de la
elaboración de propuestas para llegar a acuerdos válidos para todos.

Debe estar implícito en la labor que desempeñemos conseguir que el grado de comunicación
alcanzado permita nuestra ausencia (lo que requerirá mucho esfuerzo y trabajo a medio plazo) y
que las habilidades comunicativas lleven a los grupos, vecinos e instituciones a alcanzar acuerdos
desde el proceso negociador.

La mediación es un proceso de resolución de disputas que conduce una persona entrenada para
asistir a otras personas/instituciones en conflicto, a comprender, y a explicarse mutuamente las
necesidades de cada uno. Nuestra misión es propiciar, estimular, escuchar y guiar a las partes para
que ellas mismas encuentren una solución satisfactoria a sus problemas.

Cuestiones que nos surgen son cómo debe el trabajador social actuar, qué límites tiene en su
desempeño profesional. Para dar respuesta a ello, podemos hacer referencia a la posición que el
profesional adopte respecto a un tema tan delicado como la neutralidad o imparcialidad y la
confidencialidad en la mediación. Conocer qué límites tiene y cúando podemos hacer una
excepción a esos límites, nos llevará a un desenlace satisfactorio o no tan satisfactorio en la
medida en que tengamos claras respuestas a estas cuestiones, pues ello condicionará también
nuestra actuación.

Cuando hablamos del papel neutral o imparcial a desempeñar por el trabajador social como
mediador, estamos haciendo referencia a que las parte implicadas que acuden a nosotros como
especialista en busca de opinión, recurre en aquellas circunstancias en que las partes se están
viendo impedidas para salvar alguna cuestión técnica por sí mismas. Nuestra intervención es
resuelta de común acuerdo por los interesados, de modo que nuestra participación en la
mediación se reduce al esclarecimiento de puntos específicos cuya determinación depende de
conocimientos científicos o técnicos de los cuáles las partes carecen. Para finalizar este aspecto de
neutralidad del trabajador social, recordar que debemos antes de iniciar una mediación,
preguntarnos si existe alguna circunstancia susceptible de crear parcialidad en el desarrollo de la
misma, es decir, que nos veamos comprometidos porque surgen intereses u otra circunstancia que
razonablemente nos puede situar en el cuestionamiento o a afectar nuestra aptitud para conducir
el procedimiento en forma equilibrada, en tal caso obedeciendo a la honestidad y profesionalidad
deberíamos abandonar nuestro papel en dicho proceso comunicando y explicando a los vecinos
que se han dirigido a nosotros a solicitarnos el desempeño de tal tarea.

Tratar el tema de la confidencialidad nos lleva obligatoriamente a poner sobre la mesa un debate
ético-moral, pues está íntimamente vinculado con el delito de violación de secreto. Por tanto
debemos esclarecer a qué llamamos secreto profesional. La definición más sencilla es la que hace
referencia a aquello que se encuentra reservado, oculto, que no es del dominio de un número
indeterminado de personas o no es disponible el acceso a tal dato sino a personas específicamente
determinadas. En este caso, según Carrara (1958), el secreto de tipo profesional es aquel que se
confía a una persona en virtud de su oficio, es decir, es el que se nos confía porque somos
trabajadores sociales que desempeñamos un oficio de intervención en, con y para la colectividad,
lo cual lleva implícita la condición de no divulgarlo por razones diversas. Así es que de tal
divulgación podría resultar algún daño que perjudicara en los afectos del corazón, en el patrimonio
o en la honra de quien lo confiara a un tercero. Basta que alguien haya llegado al conocimiento de
un hecho con motivo de la confianza creada por la seriedad de su profesión para que deba
guardarlo celosamente. Esto se agrava si tal revelación hubiera contrariado los razonables deseos
del cliente.

Pero, cuando nos encontramos realizando un trabajo que afecta a colectivos y grupos, y cuando
nuestro papel se centra principalmente en mediar ante situaciones conflictivas, esto es que dos
partes se encuentren con posiciones enfrentadas ante una misma situación ¿Cómo resolver la
tesitura en la que se encuentra el profesional cuando la información que le llega por una de las
partes tiene relevancia para la resolución del conflicto?, ¿es confidencial la información que una
de las partes hace llegar el trabajador social mediador, la cual se caracteriza porque, por un lado,
proporciona información contaminada en tanto que la interpretación de los hechos es personal y
por tanto subjetiva y, por otro lado, es información “manipulada”, que responde a una
intencionalidad lógica dentro del conflicto, conseguir que los intereses y la postura del informante
queda reforzada y si es posible, poner de su parte al mediador?.

Estas cuestiones son las que se presentan constantemente sin que obtengamos respuestas
concretas y válidas para todas las realidades. Es importante en tal caso que el mediador, como
figura que se encuentra “en medio de”, disponga en su haber de habilidades y estrategias
comunicativas y de resolución de conflicto (escuchar con atención, tener habilidad para identificar
los temas fundamentales, aplicar su capacidad para tener presente los aspectos objetivos y tratar
apropiadamente las cuestiones generadas por las emociones vivenciadas por los protagonistas, ser
respetuosos con todas las partes, ser creativo a la hora de ayudar a generar soluciones, ser
paciente, capaz de generar una atmósfera y estructura que maximice las posibilidades de alcanzar
un acuerdo).

BIBLIOGRAFÍA (1)

1) Aguilar Idañez, M.J. (2000): Cómo animar un grupo. CCS. Madrid.


2) Ander-Egg (1992): ¿Cómo hacer reuniones eficaces?.Magisterio del Río de la Plata.
Argentina.
3) Barreiro, T. (1992): Trabajos en grupo. Kapelusz Editora. Argentina.
4) Curso Técnicas de Negociación y Gestión de Conflictos. Cámara Oficial de Comercio,
Industria y Navegación de Las Palmas. Las Palmas de Gran Canaria, 1.997.
5) Klaus Antons (1990): Práctica de la dinámica de grupos. Herder. Barcelona.
6) Núñez, T. y Loscertales, F. (1997): El grupo y su eficacia. Técnicas al servicios de la
dirección y coordinación de grupos. EUB. Barcelona.
7) Sánchez Sánchez, A. ( ): La vida de los grupos.
8) Serrano, G. ( ): Técnicas de Dinamización Social. UNED. Madrid.
9) Tschorne, P. ( ): La dinámica de grupo aplicada al Trabajo Social.

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