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Cuando un niño o niña empieza a formar parte de la comunidad educativa,

debemos tener en cuenta cómo ha sido su primera enseñanza, cómo es su


familia, qué valores se les está transmitiendo, cómo es su barrio, su localidad, qué
gente está implicada en las organizaciones que tienen en cuenta la infancia, qué
espacios marcan la vida de los niños y las niñas para la posterior evolución de sus
conocimientos. Los niños desarrollan su aprendizaje mediante la interacción
social: van adquiriendo nuevas y mejores habilidades cognoscitivas como proceso
lógico de su inmersión a un modo de vida. Aquellas actividades que se realizan de
forma compartida permiten a los niños interiorizar las estructuras de pensamiento
y comportamientos de la sociedad que les rodea, apropiándose de ellas.

Las emociones Juegan un papel importante, sobre todo en el proceso de


adaptación, las diferentes situaciones, experiencias y acontecimientos nos dan
lugar a unas emociones, las cuales son las que envuelven nuestra mente y
energía hacia el hecho que ha provocado tal emoción. Las emociones,
reconocidas como emociones negativas, tales como la tristeza, el enfado, el
miedo, etc. son emociones que pueden suponer un obstáculo para el aprendizaje,
ya que nos controlan y hacen que nuestra mente se centre en el evento que causo
la emoción y por lo tanto es más difícil centrar la atención en el aprendizaje. En
cambio cuando las emociones son positivas, nos sentimos cómodos y relajados y
por lo tanto estamos dispuestos al aprendizaje.

Por otro lado, una de las quejas más frecuentes entre los personajes entrevistados
en el documental “Un Crimen Llamado Educación” es la que se refiere a la
estandarización de la educación, que no deja espacios para otros tipos de
inteligencias y pretende meter a todos los estudiantes dentro de un molde y si
alguno tiene la mala suerte de no encajar, le toca soportar la presión o acoso
moral por parte de los profesores y directivas del colegio, hasta que se amolda o
empieza a rodar de colegio en colegio o, en el peor de los casos, entra a engrosar
las estadísticas de suicidio en jóvenes, debido al matoneo y al estrés estudiantil.

A lo largo de la historia se han planteado diferentes tipos de inteligencia por lo que


enseñarles a todos de la misma manera hace daño, cada individuo tiene una
inteligencia diferente y aprende de acuerdo a sus conocimientos, habilidades y
capacidades que necesite desarrollar, manteniéndose motivado con las
experiencias adecuadas.

Empeñarse en forzar al estudiantado a seguir los patrones de educación


establecidos es correr el riesgo de que se formen profesionales emocionalmente
inestables, lo que refleja que no se desarrolla una educación integral.

Conclusión

En conclusión, el mundo ha progresado y la educación no, necesitamos una


reforma extraordinaria, inmediata, que motive a la creatividad, la innovación, la
curiosidad, el trabajo en equipo y sobre todo que se enseñe de y con el corazón
en el colegio como escenario de aprendizaje y territorio de paz, que iniciemos una
verdadera revolución pedagógica en la formación de los docentes y en el
replanteamiento estructural del currículo y en la familia, núcleo fundamental de la
sociedad como lo dice la Constitución Política de Colombia. (1993).

La escuela, la familia y la sociedad en general, somos los directamente


responsables de la educación, por tanto es nuestro deber incentivar y fortalecer el
trabajo colaborativo en vez de crear competencias, sino que estas sean prácticas
para la vida y la comunicación asertiva; por una educación en donde se nos
motive y se libere nuestro potencial como persona para el logro de los sueños de
los niños y los nuestros.
ste es el contundente título de un documental realizado por Jürgen Klaric,
un docente, escritor e investigador, que además trabaja en un área de
conocimiento muy vanguardista, que se llama Neuroinnovación. Su principal
motivación para realizar el documental fue la fuerte experiencia que
atravesó su hija, quien a los 15 años fue diagnosticada con estrés escolar,
por el cual terminó hospitalizada. 

La primera falla que pone en evidencia Klaric en el documental es la poca


evolución que ha tenido el sistema educativo en los últimos años, con
respecto a un mundo que ha cambiado vertiginosamente. La pregunta de la
que parte este investigador es si el sistema educativo ayuda o más bien
afecta al individuo. Para tratar de encontrar una respuesta recoge opiniones
de diferentes personas, entre ellos estudiantes, docentes, directores de
colegios y universidades, psicólogos y neurocientíficos de diferentes países
de Hispanoamérica y del mundo. Algunas de las opiniones de los
entrevistados son muy extremas y tienen una visión muy negativa de la
educación, pues creen que básicamente la educación está preparando a los
niños y jóvenes para soportar el abuso laboral y desensibilizarlos frente a
las injusticias, para así hacerlos más dóciles frente a un sistema que lo que
quiere es manipularlos. 

El documental también busca poner en evidencia no solo los errores, si no


la manera de enmendarlos, mostrando nuevos paradigmas educativos,
como el ejemplo de un colegio en Bolivia que no evalúa a sus estudiantes
por sus conocimientos si no por parámetros diferentes: Ser, Hacer, Decidir y
Saber, privilegiando la formación del ser humano integral, porque finalmente
lo importante es la persona en la que se va a convertir ese niño que está en
el aula y no la cantidad de cartones que acumule durante su vida, creo que
por este camino se debería enfocar el nuevo paradigma de la educación,
pues ¿de qué sirve un profesional con un doctorado, si es totalmente
insensible a la realidad social en la que puede aplicar su conocimiento?

Una de las quejas más frecuentes entre los personajes entrevistados es la


que se refiere a la estandarización de la educación, que no deja espacios
para otros tipos de inteligencias y pretende meter a todos los estudiantes
dentro de un molde y si alguno tiene la mala suerte de no encajar, le toca
soportar el “mobbing” (presión o acoso moral sobre un individuo) por parte
de los profesores y directivas del colegio, hasta que se amolda o empieza a
rodar de colegio en colegio o, en el peor de los casos, entra a engrosar las
estadísticas de suicidio en jóvenes, debido al matoneo y al estrés
estudiantil.
Según las cifras que muestra el documental, de 2 a 3 jóvenes se suicidan al
día en el mundo por esta causa. El documental cuenta la historia de un niño
español de 11 años, que prefirió suicidarse para no tener que volver al
colegio.

Otro de los nuevos paradigmas educativos que presenta el documental es el


de Finlandia, país con una educación muy diferente a la mayoría del mundo,
personalizada y colaborativa, que apoya el tipo de aprendizaje que se
enfoca en las necesidades específicas de cada niño y promueve la
colaboración entre los estudiantes en vez de la competencia, que en países
como Corea del Sur es tan fuerte, que el 50% de los estudiantes tienen
ideas suicidas, por ser una sociedad que promueve unos parámetros de
excelencia académica casi de manera obsesiva. Me viene a la mente la
pregunta ¿qué es más importante, ser exitoso o ser feliz? Y también me
viene a la memoria mi amiga, que se suicidó el año pasado, a quien
acompañé a sustentar su tesis de doctorado pocos meses antes, lo cual no
le sirvió para nada a la hora de tomar la decisión de irse o quedarse.

Una de las cosas que marca la diferencia en la educación de países como


Finlandia es la calidad de los profesores, allí ser maestro es una profesión
muy respetada en la sociedad, como lo era en Colombia en la época en la
que mis abuelos fueron maestros y fundaron colegios que ayudaban a
formar buenos ciudadanos y como tendría que seguir siendo, pues ¿qué
oficio podrá ser más importante que el de ayudar a formar seres humanos?
En ese país el estado se preocupa por preparar a sus docentes, los cuales
mínimo cuentan con una maestría para ejercer su cargo. 

En fin, este documental da para escribir mucho más, les prometo otro
artículo al respecto, pues me parece un tema tan importante en una
sociedad que requiere cambios de fondo como la nuestra, cambios que sin
duda deben venir de la mano de una mejora en la educación.
Hoy quiero detenerme en un aspecto que los investigadores abordan con
especial énfasis y que ciertamente para mí es de carácter trascendente: la
inmensa mayoría de los sistemas educativos del mundo buscan optimizar el
coeficiente intelectual en menoscabo del coeficiente emocional.
Efectivamente, son sistemas concebidos para desarrollar las competencias
cognoscitivas, mas no las competencias artísticas, estéticas, y lúdicas. 
La gran mayoría de países que integran la OCDE están muy desesperados
por entregar buenos resultados en matemáticas y lenguaje (lectura y
escritura), mientras que muchos de los que no la conforman buscan
afanosamente su admisión. Por eso, diseñan sus políticas educativas para
alinear los currículos y los estándares a las demandas de las pruebas
internacionales. En Colombia, por ejemplo, las pruebas estandarizadas para
tercero, quinto y noveno, así como las Pruebas Saber 11, se corresponden
a los requerimientos de este organismo internacional, es decir, la política
educativa está diseñada para cultivar el intelecto, el conocimiento, el saber;
poco importan las competencias emocionales, poco importan los niveles de
felicidad de los niños. 
Ya vamos entendiendo por qué la Ley 715 abolió a los profesores de
educación física y de artística de las escuelas de Colombia. Ya nos vamos
dando cuenta por qué se exterminó el movimiento artístico escolar. Ahora
entendemos por qué ampliar la jornada de estudio para que los escolares
vean más horas de matemática y lenguaje. Es indudable que los gobiernos
de estos países buscan mejorar sus indicadores en referentes
internacionales, y no importa que para lograrlo el precio que haya que pagar
sean la depresión y el estrés de nuestros estudiantes y maestros.
Para el caso concreto de nuestro país, el trabajo investigativo de Jürgen
Klaric pone en blanco y negro la realidad del sistema educativo colombiano,
que, según los datos arrojados por la investigación, no se aleja
significativamente de la realidad internacional en materia educativa. Sin
embargo, debo reconocer que si se está develando un crimen, no menos
importante sería indagar y denunciar quiénes son los criminales.

EMOCIONES
Las emociones Juegan un papel importante en el proceso de aprendizaje: Las emociones,
reconocidas como emociones negativas, tales como la tristeza, el enfado, el miedo, etc.
son emociones que pueden suponer un obstáculo para el aprendizaje, ya que nos
controlan y hacen que nuestra mente se centre en el evento que causo la emoción por lo
que es más difícil centrar la atención en el aprendizaje. En cambio cuando las emociones
son positivas, nos sentimos cómodos y relajados y por lo tanto estamos dispuestos al
aprendizaje.

INTELIGENCIA EMOCIONAL

La mayoría de los sistemas educativos del mundo buscan potenciar el coeficiente


intelectual dejando a un lado el coeficiente emocional, se busca desarrollar las
competencias cognoscitivas y restan relevancia a las competencias artísticas, estéticas y
lúdicas, por el afán de responder a la demanda de las pruebas internacionales, es decir,
se quiere cultivar el intelecto, el conocimiento, el saber; poco importan las competencias
emocionales, poco importan los niveles de felicidad de los niños. 

La escuela es el primer sitio donde se socializa el niño o la niña, es el sitio en el


que se va a dar cuenta que, además de su familia, hay otra gente en el mundo, es
el sitio en el que empieza a convivir, donde experimenta y aprende que algo
sucede de forma diferente en cuanto a toda la realidad que les rodea.

En las familias se ejercen influencias positivas o negativas en cuanto a la


educación; siempre, bueno… no en todos los casos, es mucho el cariño que se le
va transmitiendo en el círculo más cercano y eso favorece
el desarrollo cognitivo del niño o la niña, su cerebro se va desarrollando en base
a las interacciones que va teniendo con la gente que le rodea.

Cuando el hogar en el que se vive la primera infancia no es el


adecuado, hay esa falta de amor y cariño, quedan vacíos en el propio
desarrollo de la persona que al final pasarán factura en la vida adulta.
Por eso, cuando el niño o la niña empieza a formar parte de la comunidad
educativa, debemos tener en cuenta cómo ha sido su primera enseñanza, cómo
es su familia, qué valores se les está transmitiendo, cómo es su barrio, su
localidad, qué gente está implicada en las organizaciones que tienen en cuenta la
infancia, qué espacios marcan la vida de los niños y las niñas para la posterior
evolución de sus conocimientos…

Cuando en algunas ocasiones las familias me preguntan sobre el colegio al que


llevar a su hijo o hija, siempre les digo que debe ir al de su zona de referencia, al
de su barrio, al más cercano que tenga a su domicilio, de esa forma empezarán a
incluirse en su sociedad, en su contexto, con las ventajas de que tendrán
amistades con las que relacionarse con facilidad.

Vygotsky nos dice que el desarrollo intelectual del niño no puede entenderse como
independiente del medio social en el que está inmerso, entiende que el desarrollo
de las funciones psicológicas superiores se da primero en el plano social y
después en el nivel individual

La teoría de Vigotsky se basa principalmente en el aprendizaje sociocultural de


cada individuo y por lo tanto en el medio en el cual se desarrolla.
«Los niños desarrollan su aprendizaje mediante la interacción social:
van adquiriendo nuevas y mejores habilidades cognoscitivas como
proceso lógico de su inmersión a un modo de vida. Aquellas
actividades que se realizan de forma compartida permiten a los niños
interiorizar las estructuras de pensamiento y comportamentales de la
sociedad que les rodea, apropiándose de ellas».

Psicología y mente

I DENTIFICACIÓN CULTURAL

Si pasamos a la vida adolescente, las influencias contextuales marcan su


educación. No es lo mismo que el adolescente se desarrolle en libertad, por
ejemplo en un pueblo, a que esté viviendo en una gran ciudad, a veces en
comunidades grandes en las que ni siquiera se conocen.

Las posibilidades de la gran ciudad son muchas y la oferta es variada, pero a la


hora de moverse siempre tendrá más problemas, su autonomía será menor que
en las localidades pequeñas, esas son las ventajas de vivir en sitios más
pequeños.

Pero mi reflexión quiere ir por la importancia de tener en cuenta los contextos a la


hora de hacer una programación educativa. No en todos los centros se puede
trabajar de la misma forma, eso nos demuestra que el trabajo con libros de texto,
de forma rígida, no se debe llevar a cabo porque varían las familias, varían los
contextos culturales, varía la sociedad en la que se desarrollan las actividades, en
las que viven las familias y esto va marcando unas señas
de identificación cultural que no puede ser la misma en todos los centros. Es
necesario contextualizar el desarrollo del aprendizaje a cada zona social y
culturalmente.

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