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D. Ramón J.

Velásquez (+)
Sillón Letra "A"

Nació en San Juan de Colón, estado Táchira, el 28 de noviembre de 1916 y fallece en


Caracas el 24 de junio de 2014. Político, jurista e historiador, Presidente interino de la
República designado por el Congreso (1993-1994).

Doctor en Ciencias Políticas y sociales en 1942 y como abogado en 1943 por la


Universidad Central de Venezuela. Reportero del periódico Últimas Noticias y director
del diario El Nacional. A partir de 1958 fue parlamentario por Acción Democrática.
Secretario General de la Presidencia durante el gobierno de Rómulo Betancourt. En
1978 puso en marcha la Fundación para el Rescate Documental Venezolano. Presidió la
Comisión para la Reforma del Estado (Copre) en 1984-1986. Presidente por Venezuela
de la Comisión Presidencial para Asuntos Fronterizos Colombo-venezolanos (COPAF)
entre 1989 y 1993.

Editor de las colecciones Venezuela Peregrina (10 volúmenes), Nuestro Siglo XIX,
Fuentes para el Estudio de la Historia de la República, Pensamiento Político
Venezolano del Siglo XX (130 volúmenes) y la Biblioteca de Autores y Temas
Tachirenses (BATT), con 174 volúmenes publicados entre 1961 y 2002.

Doctor Honoris Causa por las universidades de Los Andes, Carabobo, Rafael Urdaneta
(URU) y Nacional Experimental del Táchira (UNET). Miembro de número de la
Academia Venezolana de la Lengua.

Obra publicada
La caída del liberalismo amarillo, Confidencias imaginarias de Juan Vicente Gómez
(1979), El Táchira y su proceso evolutivo; Apuntes para la historia cultural de
Venezuela; Caudillos y masas en Bolivia (1954); El proceso político venezolano del
siglo XIX (1960); Coro, raíz de Venezuela (1961); Manuel María Montañez, el
prisionero imaginario (1965); La obra histórica de Caracciolo Parra Pérez (1971);
Venezuela y la Primera Guerra Mundial (1973); Pocaterra, actor y testigo de una época
(1973); Aspectos de la evolución política de Venezuela en el siglo XX (1976); Rómulo
Betancourt en la historia de Venezuela (1980); Los héroes y la historia (1981); e
Individuos de número (1981).

Premios

Premio Nacional de Literatura en 1973.

Premio Nacional de Humanidades en 1998, del Conac

(Calzadilla, L. y Torres, P)

Ramón José Velásquez Mujica, tachirense de la población de Colón, nace el 28 de


noviembre de 1916 en el seno de una familia de intelectuales y católicos
militantes. Su madre Doña Regina Mujica de Velásquez, educadora; su padre Don
Ramón Velásquez Ordóñez, periodista y corrector de prueba de El Diario Católico
de San Cristóbal, dos personajes que sin duda despertaron su pasión por el
conocimiento.

Cursa los estudios primarios en el liceo Simón Bolívar de San Cristóbal. En 1935
viaja a Caracas y culmina el bachillerato en el liceo Andrés Bello, al tiempo que
declina el régimen gomecista. Se matricula en la Universidad Central de
Venezuela para estudiar Derecho y se alista en las filas de la Federación
Venezolana de Estudiantes, hecho que no lo desvió de su objetivo, recibiéndose
como jurista en 1942.

Aunque abogado de profesión prefiere la agitada y movida sala de redacción,


ingresando a la plantilla de reporteros del diario Últimas Noticias, junto con María
Teresa Castillo. El ejercicio periodístico lo conduce a dirigir importantes diarios y
revistas entre ellos El Nacional, en dos oportunidades. Lo que no significó su retiro
de otros diarios, como redactor de columnas, artículos y reportajes que reflejan la
historia política y social del país.

La profunda etapa de transformación política y social que vivía el país durante el


gobierno de Eleazar López Contreras e Isaías Medina Angarita, lo hicieron
involucrarse necesariamente con la política y comprometerse con la democracia,
detentando a lo largo de su vida cargos de importancia como: Senador, Diputado,
Ministro, Secretario de la Presidencia e incluso Presidente de la República en
1992.

Pero no solo se ha dedicado a la política y al periodismo, se ha mantenido a lo


largo del tiempo produciendo una vasta bibliografía de carácter histórico y que han
significado éxitos editoriales como es el caso de La caída del liberalismo amarillo:
tiempo y drama de Antonio Paredes (1972) y Confidencias imaginarias con Juan
Vicente Gómez (1980).

Adicionalmente se ha preocupado por rescatar la memoria colectiva venezolana,


fundando el Archivo Histórico de Miraflores, compilando el Pensamiento Político
Venezolano del siglo XIX y del siglo XX y creando la Fundación para el Rescate
del Acervo Documental de Venezuela (FUNRES).

Ramón J. Velásquez nace bajo la tiranía gomecista, no conoce otra forma de


gobierno, ni de vida. La noche del 17 de diciembre de 1935, con la muerte de Juan
Vicente Gómez, despierta a una nueva forma de vivir en sociedad y de entender la
política, enfrentándose a uno de los roles que ejercerá durante años y desde
diferentes estadios, el de hombre político.

Comprometido con el desarrollo y la consolidación de un país democrático,


comienza a formar parte de comisiones que orientan sus esfuerzos hacia esta vía.
En 1945 está entre los fundadores de la Comisión Venezolana de Fomento (CVF),
creada por la Junta Revolucionaria de Gobierno para impulsar el desarrollo
nacional.

Pero pronto le sorprendería la dictadura de Marcos Pérez Jiménez que le cuesta la


libertad en 1953 y en 1956, siendo este último su presidio más largo. Tras la caída
del dictador es liberado el 24 de enero de 1958, enfrentándose a un nuevo sistema
democrático que lo interesa aún más por la política.

Su retorno a la vida política es en las listas de Acción Democrática (AD) como


senador principal por el Táchira y como diputado principal por el estado Miranda,
elecciones ganadas en 1958.

Un año más tarde responde al llamado del presidente de la república, Rómulo


Betancourt, para que fuera el Secretario de la Presidencia, cargo que ejerce hasta
1963, pese al clima de tensión política que se vivía debido a los intentos de golpe
de Estado por parte de sectores de izquierda y de derecha.

Entre 1968 y 1969 asume la presidencia de la Asociación Pro-Venezuela, hasta


que el recién electo presidente Rafael Caldera, lo nombra Ministro de
Comunicaciones, colaborando con la política de pacificación del Presidente de la
República. Pero su intensa actividad no tiene descanso, pues regresa en 1974 al
congreso nuevamente como senador principal por el estado Táchira

Es precisamente su labor como congresista la que lo lleva a presidir la Comisión


de Política Exterior del Senado, desde 1974 hasta 1979. Paralelamente, se
desempeña como vicepresidente de la Comisión Asesora de Relaciones
Exteriores. Sin duda alguna, preparaba una fructífera carrera política.
La necesidad de un cambio en el sistema político del país, lo coloca en 1984 al
frente de la Comisión para la Reforma del Estado (COPRE), logrando emprender
reformas importantes orientadas hacia el fortalecimiento de la democracia. Tales
medidas favorecieron la pluralidad de partidos políticos, accediendo éstos a todas
las ramas del Estado.

La sólida experiencia adquirida frente a importantes instituciones, además de una


acertada visión progresista en cuanto a políticas de Estado, fueron cualidades
suficientes para integrarlo al Consejo Consultivo creado por la Presidencia de la
Republica, tras el intento de golpe de Estado del 4 de febrero de 1992, cuya
finalidad era consolidar el sistema político debilitado.

Pero pese a los intentos de estabilizar el sistema y llevar a término el gobierno del
para entonces presidente de la república Carlos Andrés Pérez, las denuncias por
malversación de fondos llevan a juicio al primer mandatario y a su consecuente
destitución del cargo. Es en este momento cuando se piensa en Ramón J.
Velásquez como posible presidente interino, dada su destacada actuación política.
El cinco de junio de 1993 fue electo Presidente transitorio ante el Congreso
Nacional.

Su paso por Miraflores le permitió materializar una idea que manejaba desde
hacía algún tiempo, la descentralización del Estado, creando un Ministerio para
llevar a cabo este proyecto. La labor descentralizadora de Ramón J. Velásquez
significó un gran paso en cuanto a la consolidación de la democracia y a la
modernización del Estado.

Ramón J. Velásquez lector consumado y escritor apasionado por la historia, ha


dedicado buena parte de su vida a entender el desarrollo político y social del país,
contando la historia de los personajes y gobiernos del pasado. Se ha
caracterizado además, por consumar importantes iniciativas culturales.

Haciendo gala de su gentilicio y con motivo del cuatricentenario de la ciudad de


San Cristóbal, el 31 de marzo de 1961 se funda la Biblioteca de Temas y Autores
Tachirenses, con el objeto de lograr que las publicaciones allí recogidas,
trasciendan nuestras fronteras, dando a conocer la producción editorial de su
estado natal. Esta biblioteca cuenta actualmente con 178 volúmenes.

Poco tiempo después, en diciembre de 1964, se incorpora como individuo de


número de la Academia Nacional de la Historia, ocupando el sillón letra T que dejó
vacante Caracciolo Parra Pérez.
Todo su trabajo ha sido el producto de una profunda labor de investigación y sus
esfuerzos han estado siempre orientados hacia el rescate de la memoria histórica
de Venezuela. Por esta razón crea en 1976 la Fundación para el Rescate del
Acervo Documental Venezolano (FUNRES), proyecto de un valor incalculable,
pero que veinte años después es clausurado, pasando todo el material a la
Biblioteca Nacional.

Pero su tarea de rescate documental para preservar la memoria colectiva, no


termina allí. Durante su estadía en Miraflores como Secretario de la Presidencia,
pudo acceder a material histórico invaluable que es organizado para crear el
Archivo Histórico de Miraflores. Posteriormente se edita el Boletín del Archivo, en
donde Ramón J. Velásquez funge como redactor de los epígrafes.

Es también destacable su trabajo junto a Manuel Pérez Vila y Pedro Grasses


sobre el Pensamiento Político Venezolano del siglo XIX (1982), editado en 15
volúmenes. Luego editaría la segunda serie del Pensamiento Político Venezolano
del siglo XX (1983) (documentos para su estudio), dando como resultado para
1990, la edición de 75 volúmenes.

En cuanto a su producción editorial, los trabajos sobre Juan Vicente Gómez son el
reflejo de un exhaustivo trabajo de investigación y de una completa
documentación, específicamente Confidencias imaginarias con Juan Vicente
Gómez (1980), obra emblemática que logra dibujar con exactitud al personaje en
su contexto, permitiendo además entender el proceso político, económico y social
venezolano que culmina con la muerte de Gómez.

No menos importante es la publicación de La caída del liberalismo amarillo: tiempo


y drama de Antonio Paredes (1972), pues reconstruye una etapa de la historia
venezolana de la cual no se tenía una idea clara y precisa. Este libro, que se
convierte en un éxito editorial, le otorga el Premio Municipal de Prosa en 1973.

Abogado de profesión y periodista de vocación. Desde joven prefiere la agitada


dinámica de la mesa de redacción y el reporterismo de calle, tomando como suyo
este oficio y desempeñándose como reportero, articulista, ensayista, editor e
incluso director.

Su fructífera actividad periodística comienza en 1941, cuando ingresa como


reportero de calle al Últimas Noticias de Pedro Beroes y Kotepa Delgado,
además colabora en diarios como La Esfera y La Provincia y es co-fundador en el
Táchira, junto a Humberto Spinetti Dini, de El Nacional.

Ya demostradas sus destrezas innatas como reportero, en 1945 realiza una


entrevista al entonces embajador y candidato a la presidencia, el Dr. Diógenes
Escalante, que lo consagra como un habilidoso entrevistador, pese a lo poco
colaboradora y en ocasiones silenciosa cita. El resultado le costó una llamada del
candidato para que colaborara con él en calidad de Secretario, trabajo que duró
poco debido a la repentina locura del Dr. Escalante.

Paralelo a su trabajo en el Últimas Noticias, es llevado de la mano de Miguel


Otero Silva a la redacción de El Nacional para que se encargara de la columna
Belvedere, pero bajo la figura del seudónimo, que para ese entonces era RJV.
Luego pasa a cubrir la fuente económica, sección que continuaría trabajando en la
revista Élite, al tiempo que hacía las veces de jefe de redacción, cargo que ejerció
bajo perfil, pues sus créditos no aparecían en el directorio.

En 1949, época de fuerte represión, Ramón J. Velásquez junto a Simón Alberto


Consalvi y José Agustín Catalá, deciden llevar a cabo un proyecto editorial que se
llamaría Hechos. Esta empresa no llegó a consumarse pues la edición de prueba
no pasó los estrictos controles de censura. Esta iniciativa da origen en 1951 a la
revista Signo, donde los reportajes centrales, a cargo de Velásquez, buscaban
dibujar la realidad política del país a través de personajes de la historia nacional y
latinoamericana.

Tras ser privado de su libertad en dos oportunidades por supuesta apología a la


subversión en sus escritos y por la redacción e impresión del Libro Negro de la
Dictadura, es liberado el 24 de enero de 1958. Su reincorporación al periodismo
fue inmediata, pues responde al llamado que le hiciera Miguel Ángel Capriles, para
que asumiera la dirección del vespertino El Mundo, un diario vanguardista que
buscaba reflejar el espíritu de los nuevos tiempos de libertad.
En 1964 se coloca frente a la dirección de El Nacional, realizando importantes
cambios editoriales, como fue la creación de la página C-1, donde se daban cita
periodistas de la talla de Jesús Sanoja Hernández, Cipriano Heredia y Simón
Alberto Consalvi, todos ellos firmando con seudónimos. En 1968 renuncia,
imponiendo el recto ejercicio periodístico sobre la política. Regresa en 1979 pero,
curiosamente, por razones similares a las anteriores, pone su cargo a la orden en
1982.

Su continua labor periodística aún no termina, se rehúsa a dejar en reposo su


pluma y su capacidad de análisis. Esta destacable labor, le ha significado
innumerables reconocimientos, entre ellos el premio “María Moors Cabot” en 1967,
que otorga la Facultad de Periodismo de la Universidad de Columbia (NY-EE.UU).

Por Eliana Da silva

En 1964 primero y en 1979 después, Ramón J. Velásquez dirigió el cerebro del


diario El Nacional. Según propia confesión, lo llevó a aceptar este cargo el deseo
de volver al diarismo; de hacer periodismo, porque a su juicio, en esta profesión se
puede trabajar en forma eficaz y constante por los intereses nacionales.

A diferencia de los años 40 Velásquez llegaba a El Nacional, ya no como el


reportero, sino como el jefe supremo del diario más importante del país.
Su experiencia previa en la creación y dirección de proyectos editoriales, como El
Mundo de la Cadena Capriles, lo definía como un buen gerente para el cargo. La
sociedad de la época veía a Velásquez como el vehículo para la defensa y sostén
de la democracia, por lo que su designación fue aceptada inmediatamente y el
recibimiento se hizo sentir al día siguiente en los titulares de varios periódicos en
todo el país.

La apertura de mente de Ramón J. Velásquez y su preocupación por mantener


viva la historia de Venezuela, lo impulsan a la creación de varios proyectos
periodísticos donde destacaron la famosa página de las crónicas (C-1), la
sección Memorias de Venezuela y la página dominical de historia.

Su trabajo no se limitó a la recepción de oficina, fue una labor de contacto con la


realidad de la publicación. “Siempre, en las 2 direcciones, tuve contacto directo
con los reporteros, es decir, yo conversaba con ellos; todos los días con uno o
dos, distintos, pero reporteros, aparte de las reuniones que se hacían para
encaminar al periódico. Yo mantuve esa línea en relación directa con el reportero”,
apunta hoy Velásquez.

Por Eliana Da silva

A comienzos del año 1964 Ramón J. Velásquez quería salir de Venezuela a


estudiar en el exterior, pero una repentina propuesta del periodista Miguel Otero
Silva frenó su destino: “No se vaya. Le entrego la dirección de El Nacional”.

Sin mucho pensarlo, el 1º de abril de 1964 Velásquez entra en el edificio de El


Nacional diciendo: “procuraré, en unión del equipo de magníficos trabajadores con
que cuenta el periódico, el adelantar las iniciativas que buscan mantener el gran
crédito del diario y hacerlo, a través de nuevas secciones, el vocero de la
mayoría”. Según propia confesión, lo llevó a aceptar este cargo el deseo de volver
al diarismo; de hacer periodismo, porque a su juicio, en esta profesión se puede
trabajar en forma eficaz y constante por los intereses nacionales.

Con esas palabras asumía el reto de dirigir un diario que se encontraba reducido
en páginas, vinculado a la ideología comunista y con sólo el 15% de la publicidad.
En una oficina amplia, que convirtió en una biblioteca de artículos, iniciaba el
camino para cubrir su objetivo de mantener el crédito del periódico y hacerlo el
vocero de las mayorías.

Entrando al cargo escribió su primera mancheta: “Donde hay camino real, no se


inventan las veredas”, que como lo explica el periodista Julio Barroeta Lara, hacía
alusión a su decisión de mantener la línea editorial del periódico. “Aunque
introdujo cambios, Ramón J. Velásquez siempre estuvo apegado a la norma
editorial”.
Por Eliana Da silva

Por su constancia y su capacidad humana, Ramón J. Velásquez es necesitado una


segunda vez en El Nacional. El 5 de abril de 1979 asume la dirección nuevamente tras
analizar las posibles consecuencias que traería la campaña electoral de 1983.

En esta dirección contaba con un equipo de periodistas de gran importancia para el


periódico a la cabeza de Mario Delfín Becerra, quien se entendía con la nueva generación
de periodistas, donde entró a figurar un grupo de mujeres y hombres egresados de la
universidad. También Velásquez pudo iniciar la creación de un nuevo equipo de trabajo
permitiendo la entrada de periodistas internacionales como Tomás Eloy Martínez, Miguel
Shapira, Ted Córdova Claure, Víctor Hugo Irazábal y Miguel Díaz.

En esta segunda oportunidad Velásquez tuvo que competir con El Diario de Caracas un
proyecto editorial que se asomaba como un periódico de interés para el público general
por su manera de tratar las noticias, su cultivo de la crónica, la nota intencionada, la
precisión de los datos, los titulares con verbos de acción, la fotografía editorial y el
profundo respeto por el amplio y cultivado bagaje cultural.

Una vez colapsado el nuevo diario, Velásquez aprovechó de adoptar a todas las plumas
intelectuales que lo conformaban y así formó un equipo rígido de periodistas. Con ese
nuevo grupo de trabajo y las puertas abiertas para la introducción de los avances
tecnológicos, Velásquez inició una nueva etapa de modernización para El Nacional.

Velásquez modificó el diseño y estructura del periódico, por lo que se le llamó era de
automatización del periódico, llegaron las primeras computadoras con lo que se erradicó
el antiguo proceso de escribir a máquina y esperar las correcciones del jefe para volver a
escribir el artículo final y se pasó del linotipo antiguo al linotipo relámpago para la
reproducción de los ejemplares.

Ramón José Velásquez


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Este aviso fue puesto el 24 de junio de 2014.

Ramón José Velásquez


Ramón José Velásquez en 2009.

46.º Presidente de la República de Venezuela

5 de junio de 1993-2 de febrero de 1994

Gabinete Gabinete de Ramón José Velásquez

Predecesor Octavio Lepage

Sucesor Rafael Caldera

Senador de Venezuela
por Estado Táchira

23 de enero de 1974-4 de junio de 1993


Ministro de Comunicaciones de Venezuela

11 de marzo de 1969-23 de abril de 1971

Presidente Rafael Caldera

Predecesor Lorenzo Azpúrua Marturet

Sucesor Enrique Bustamante Luciani

Secretario de la Presidencia de Venezuela

13 de febrero de 1959-12 de agosto de 1963

Presidente Rómulo Betancourt

Predecesor Vacante (Junta de Gobierno)

Sucesor Mariano Picón Salas

Información personal

Nombre de
Ramón José Velásquez Mujica 
nacimiento

Nacimiento 28 de noviembre de 1916


 San Juan de Colón, Venezuela

Fallecimiento 24 de junio de 2014 (97 años)


 Caracas, Venezuela

Nacionalidad Venezolana

Religión Católico

Partido
Independiente
político

Familia
Cónyuge Ligia Margarita Betancourt Goicoechea

Educación

Educación Ph.D. 

Educado en Universidad Central de Venezuela 

Información profesional

Ocupación Político, abogado, jurista, historiador, parlamentario

Empleador El Nacional
Universidad Central de Venezuela 

Miembro de Academia Venezolana de la Lengua 

Distinciones Premio Nacional de Humanidades de


Venezuela
Premio María Moors Cabot (1967) 

Firma

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Ramón José Velásquez Mujica (San Juan de Colón, Táchira, Venezuela, 28 de


noviembre de 1916 - Caracas, Venezuela, 24 de junio de 20141) fue un político,
jurista e historiador venezolano, presidente de la república electo por el Congreso
Nacional durante el período 1993-1994.

Índice

 1Biografía
 2Gobierno de transición (1993-1994)
 3Bibliografía
 4Libros sobre la obra de Velásquez
 5En obras de ficción
 6Véase también
 7Referencias
 8Enlaces externos

Biografía[editar]
Velásquez junto al presidente entrante, Rafael Caldera, y al saliente, Raúl Leoni, durante una cena de
gala ofrecida a la familia Leoni en La Casona, el 25 de marzo de 1969.
Ramón José Velásquez en 2008.

Aunque abogado de profesión, fue colaborador de Diógenes Escalante en tiempos


de Isaías Medina Angarita, ingresa a la plantilla de reporteros del periódico Últimas
Noticias por preferir la agitada y movida sala de redacción. En 1958 luego de
largos años de cárcel durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, Velásquez
sale a la calle a ejercer como el primer director del diario El Mundo. Su ejercicio
periodístico lo conduce a dirigir importantes diarios y revistas como el diario El
Nacional, en dos oportunidades. Esto no significó su retiro de otros diarios como
redactor de columnas, artículos y reportajes que reflejan la historia política y social
del país.1
Ingresó desde muy joven a la actividad política. Fue preso político durante la
dictadura de Pérez Jiménez.2 A partir de 1958, fue elegido parlamentario en
diversas ocasiones en las listas del partido Acción Democrática. Fue el Secretario
General de la Presidencia durante el segundo gobierno de Rómulo Betancourt y
ministro de Comunicaciones durante el primer gobierno de Rafael Caldera.34
Creyente en la descentralización, promovió la creación de la Corporación de
Desarrollo de Los Andes Corpoandes. Presidió la Comisión para la Reforma del
Estado (COPRE) creada por el presidente Jaime Lusinchi en el lapso 1984-
1986 siendo sustituido por Arnoldo José Gabaldón Berti en 1987 cuando renuncia
al cargo. Participó activamente en la campaña electoral mediante la cual Carlos
Andrés Pérez buscó una segunda presidencia en las elecciones presidenciales del
4 de diciembre de 1988. En el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez fue
senador y Presidente por Venezuela de la Comisión Presidencial para Asuntos
Fronterizos Colombo Venezolanos (COPAF) entre 1989 y 1993.56
La autorización del Congreso Nacional para la apertura de un juicio a Carlos
Andrés Pérez desató una grave crisis, que se resolvió mediante la decisión de los
grandes partidos históricos de elegir a Velásquez para que concluyera como
Presidente el periodo constitucional. La decisión fue tomada mediante común
consenso entre las fracciones en el parlamento que no querían como sucesor
a Octavio Lepage, presidente del congreso en esos momentos.7
Como historiador ha dejado perdurable huella de su trabajo impreso en varias
obras y numerosos trabajos periodísticos. Entre sus obras más reconocidas se
encuentran La caída del liberalismo amarillo y Confidencias imaginarias de Juan
Vicente Gómez. Fue Presidente de la Academia Nacional de la Historia y de la
Fundación para el Rescate del Acervo Documental Venezolano, así como
Coordinador de la Colección Pensamiento Político Venezolano del Siglo XX,
editada por el Congreso de la República.8
Gobierno de transición (1993-1994)[editar]
El 5 de junio de 1993 el Congreso eligió al entonces Senador por el Estado
Táchira, Ramón J. Velásquez, como presidente constitucional para sustituir
a Carlos Andrés Pérez, recientemente suspendido. Su principal contendor, el
entonces presidente del congreso Octavio Lepage generó disensiones en el
Congreso, que favorecieron la designación de Velásquez. Los partidos Acción
Democrática y COPEI decidieron apoyar a Velásquez pero no aportar militantes
suyos para integrar el gabinete ministerial. El gobierno provisional de Velásquez
quedó opacado por el llamado narcoindulto del traficante Larry Tovar Acuña, caso
en el cual la Secretaria Privada de la Presidencia obtuvo de forma irregular la firma
del Presidente para dejar en libertad a un conocido narcotraficante. Otros hechos
ocurridos bajo su breve gobierno incluyen la quiebra del Banco Latino con la
subsecuente fuga de divisas al exterior y la tragedia de Las Tejerías. Entre sus
medidas gubernamentales estuvo la implantación del Impuesto al Valor Agregado,
como parte de la Ley Habilitante que le confió el Congreso Nacional. 9

Bibliografía[editar]
 Coro. Raíz de Venezuela. (Coro, Ediciones del Ateneo de Coro, 1962)
 San Cristóbal. Donde la Patria empieza. (Caracas, Imprenta Nacional,
1972)
 La caída del Liberalismo Amarillo. Tiempo y drama de Antonio Paredes.
Primera edición: 1972. Edición más reciente: (Caracas, Grupo editorial Norma,
2005). ISBN 980-6779-04-5
 Aspectos de la evolución política de Venezuela en el siglo XX. Primera
edición: 1976. Edición más reciente: (“Venezuela Moderna”,Caracas, Grijalbo,
1993) ISBN 980-293-162-4
 Confidencias Imaginarias de Juan Vicente Gómez. Primera edición: 1978.
 Individuos de Número. (Caracas, Biblioteca de Autores y Temas
Tachirenses, 1981).
 Los héroes y la Historia. (Caracas, Biblioteca de la Academia Nacional de la
Historia,1981).
 Los pasos de los héroes. Primera edición: 1983. Edición reciente (Caracas,
Ipasme, 1988) ISBN 980-6122-01-1
 Con segunda intención. Reportajes en tiempos de dictadura 1951-1955.
(Caracas, Ediciones Centauro, 1990) (2 tomos) ISBN 980-263-147-7
 Memorias de Venezuela. (Caracas, Ediciones Centauro, 1990) (4
tomos) ISBN 980-263-148-5
 Los alemanes en el Táchira. (Caracas, Edición del autor, 1993)
 Joaquín Crespo. (Caracas, Biblioteca Biográfica Venezolana, Diario El
Nacional, 2005) (2 tomos) ISBN 980-6518-62-4 y 980-6518-61-6
 Memorias del Siglo XX. (Caracas, Biblioteca Últimas Noticias, 2005) ISBN
908-6509-03-X lalaaa
 Caudillos, historiadores y pueblo (Fundación Bancaribe para la Ciencia y la
Cultura) Edición 2013 Depósito Legal If78320139001318

Libros sobre la obra de Velásquez[editar]


 Mijares, Augusto.; Malaver, Manuel.; Prieto Figueroa, Luis Beltrán.; et.al.
(1987). Juicios sobre dos obras de Ramón J. Velásquez. Caracas: Ediciones
Centauro. ISBN 978-980-263-083-7.
 Rincón Noriega, Fredy (1987). Ramón J. Velásquez, un venezolano que
hace historia. Caracas: Ediciones Centauro/Avilarte, ISBN 980-263-084-5
 Aveledo, Ramón Guillermo.; Müller Rojas, Alberto.; Caballero, Manuel.;
et.al. (1988). Testimonios sobre la obra de Ramón J. Velásquez. Caracas:
Ediciones del Congreso de la República. ISBN 980-231-051-4.
 Consalvi, Simón Alberto. (1988). Ramón J. Velásquez: la historia y sus
historias. Caracas: Editorial La Draga y El Dragón.
 Grases, Pedro; Brewer Carias, Allan; Polanco Alcantara, Tomás (2003).
Febres, Laura, ed. Ramón J. Velásquez: Estudios sobre una trayectoria al
servicio de Venezuela. Caracas: Universidad Metropolitana - Universidad de
los Andes. ISBN 980-366-273-2.
 Otálvora, Edgar C. (1994). La Paz Ramónica. Caracas: Editorial
Pomaire. Segunda edición ampliada y revisada, en versión digital
(2011) ASIN B00507QJYE.
 Hernández Contreras, Luís. (2012). El Doctor Velásquez: una historia
nunca contada. San Cristóbal: Proculta. ISBN 978-980-12-5756-1
 Banko, Catalina.; González Escorihuela, Ramón. (2016). Ramón J.
Velásquez. Caracas: Biblioteca Biográfica Venezolana El Nacional. ISBN 978-
980-388-754-4

En obras de ficción[editar]
 En 1990, la escritora venezolana Laura Antillano publicó su novela Solitaria
Solidaria. Ramón J. Velásquez aparece como uno de los personajes de la vida
real con los cuales se reúne Zulay, el personaje de ficción que protagoniza la
novela. La obra fue finalista del Premio Miguel Otero Silva de novela del
año 1990.
 En 1993, luego de su ascenso a la Presidencia de la República, Ramón J.
Velásquez fue incluido como uno de los personajes de la telenovela Por estas
calles, producida y difundida por el canal RCTV.
 En el año 2008, el escritor venezolano Francisco Suniaga, publicó la
novela El pasajero de Truman, sobre los hechos políticos de 1945 alrededor de
la frustrada candidatura presidencial de Diógenes Escalante. Ramón J.
Velásquez es uno de los personajes centrales de la novela bajo el nombre de
Román Velandia.
 El 1 de julio de 2011 fue estrenada en Caracas la obra de teatro Diógenes y
las camisas voladoras escrita por Javier Vidal, bajo la dirección de Moisés
Guevara. El actor José Miguel Dao personificó a Ramón J. Velásquez en esta
reconstrucción de los hechos alrededor de Diógenes Escalante.

Luis Herrera Campins

Ramón José Velásquez Mújica, (San Juan de Colón, antiguo distrito Ayacucho, estado

Táchira, Venezolano 28 de noviembre de 1916) Politico, jurista e historiador


venezolano,

presidente interino de Ia república designado por el Congreso (1993-1994). Ingresó


desde muy

joven a la actividad política. Fue preso político durante la dictadura de Marcos Pérez
Jiménez. A

partir de 1958, fue electo parlamentario en diversas ocasiones en las listas del partido
Acción

Democrática. Fue el Secretario General de la Presidencia durante el gobierno de


Rómulo

Betancourt.

Presidió la Comisión para la Reforma del Estado (COPRE) en el lapso 1984-1986. Fue

Presidente por Venezuela de Ia Comisión Presidencial para Asuntos Fronterizos


Colombo

Venezolanos (COPAF) entre 1989 y 1993. En el segundo gobierno de Carlos Andrés


Pérez fue

senador, pero la destitución del presidente desató una crisis, que se resolvió
políticamente

eligiendo a Velásquez para que concluyera como Presidente el periodo constitucional.


La decisión

fue tomada mediante común consenso entre las fracciones en el parlamento que no
querían como

sucesor a Octavio Lepage, presidente del congreso en esos momentos.

El 5 de junio de 1993 el Congreso eligió al entonces senador Velásquez como


presidente
constitucional, para sustituir a Pérez, recientemente suspendido. Su principal
contendor, el

entonces presidente del congreso Octavio Lepage generó disensiones en el congreso,


que

favorecieron la designación de Velásquez.

Aspectos Negativos

El gobierno provisional de Velásquez quedo opacado por el llamado narcoindulto del


traficante

Larry Tovar Acuña

Otros hechos ocurridos bajo su breve gobierno incluyen la quiebra del Banco Latino y
la fuga

de divisas al exterior; hechos estos que son imputables a gobiernos anteriores. Entre
sus medidas

gubernamentales estuvo la implantación del Impuesto al Valor Agregado, aprobado


durante la

administración de Pérez.

Aspectos Positivos

Como historiador ha dejado perdurable huella de su trabajo impreso en varias obras y

numerosos trabajos periodísticos. Entre sus obras más reconocidas se encuentran “La
caída del

liberalismo amarillo” y “Confidencias imaginarias de Juan Vicente Gómez” y decia que


jugar en la

computadora todo el dia era sano para los niños Mayores de 15 años

Nace un 28 de noviembre de 1916

La designación de Ramón J. Velásquez como Presidente de la República fue hecha


por el Poder Legislativo Nacional, en sesión conjunta de sus cámaras del 4 de junio de 1993.
Luego de que el 20 de mayo de 1993 el Congreso de la República, a solicitud de la Corte
Suprema de Justicia y de acuerdo con el artículo 150, atribución 8ª de la Constitución
Nacional, suspendiera a Carlos Andrés Pérez de su cargo de Presidente de la República. Por
haber transcurrido para aquella fecha más de la mitad del período de ejercicio de Pérez, y a
tenor de lo establecido en el artículo 180 de la Ley Fundamental para ese caso, la designación
de Ramón J. Velásquez como Presidente de la República. 

El Congreso de la República de Venezuela Constitución de 1961:


Artículo 150º 

Son atribuciones del Senado:


8.- Autorizar, por el voto de la mayoría de sus miembros, el enjuiciamiento del
Presidente de la República, previa declaratoria de la Corte Suprema de Justicia de que hay
mérito para ello. Autorizado el enjuiciamiento, el Presidente de la República quedará
suspendido en el ejercicio de sus funciones. 

Artículo 180º 

La Comisión Delegada informará de sus actuaciones al Congreso. 

Título VI. Del Poder Ejecutivo Nacional 


Capítulo I. Del Presidente de la República

Con ese acto se completó un proceso absolutamente desconocido en la historia


republicana de Venezuela: el de la interrupción del mandato de un gobernante electo por
votación universal, directa y secreta para ser sometido a un proceso judicial y su sustitución
por un nuevo Jefe de Estado resultante de una elección parlamentaria. 

A pesar de las serias dificultades, el gobierno realizó diversas acciones y alcanzó


varios logros fundamentales. Uno de los más significativos se produjo en el área de la
descentralización política y administrativa.

Aspectos importantes durante su presidencia:

 El 7 de junio el Presidente Velásquez decretó la creación del Ministerio de Estado para


la Descentralización; estableció además, el Consejo Nacional de Alcaldes y también el
Consejo de Alcaldes de los Municipios del Área Metropolitana y realizó los primeros convenios
de transferencia de competencia concurrentes con los Estados Bolívar, Aragua, Carabobo y
Anzoátegui.

Velásquez, Ramón José, gobierno de

5.6.1993 - 2.2.1994

Gobierno formado con el propósito de completar el período constitucional 1989-1994, luego que
el 20 de mayo de 1993 el Congreso de la República, a solicitud de la Corte Suprema de Justicia y de
acuerdo con el artículo 150, atribución 8ª de la Constitución Nacional, suspendiera a Carlos Andrés
Pérez de su cargo de presidente de la República. Por haber transcurrido para aquella fecha más de
la mitad del período de ejercicio de Pérez, y a tenor de lo establecido en el artículo 180 de la Ley
Fundamental para ese caso, la designación de Ramón J. Velásquez como presidente de la
República fue hecha también por el Poder Legislativo Nacional, en sesión conjunta de sus cámaras
del 4 de junio de 1993. La juramentación del nuevo presidente tuvo lugar el 5 de junio y con ese
acto se completó un proceso absolutamente desconocido en la historia republicana de Venezuela:
el de la interrupción del mandato de un gobernante electo por votación universal, directa y
secreta para ser sometido a un proceso judicial y su sustitución por un nuevo jefe de Estado
resultante de una elección parlamentaria. El gobierno de Ramón J. Velásquez se desenvolvió en
circunstancias de grave crisis general del país, cubriendo los 8 meses finales de un quinquenio en
cuyo curso se produjo un acentuado deterioro de la economía nacional y de las condiciones de
vida de los ciudadanos, un incremento notable de la inseguridad personal por el auge de la
delincuencia, un aumento igualmente notable de la corrupción y 3 hechos resultantes de esa
situación: el estallido social iniciado el 27 de febrero de 1989 y los alzamientos militares del 4 de
febrero y del 27 de noviembre de 1992.

Dentro de ese cuadro crítico, la suspensión de Pérez y la asunción a la presidencia de la República


de Velásquez fueron apreciadas en general como un logro del país ante quienes hacían un manejo
incorrecto de la función pública, dando lugar a la atenuación de las tensiones sociales y generando
expectativas de cambio en diversos sectores de la población. En relación con este último aspecto,
Velásquez fue enfático al señalar en el acto de su juramentación -y en muchas oportunidades
posteriores- que el lapso de su mandato era muy breve y, por tanto, no cabía pensar en acciones
de fondo para atacar los serios problemas afrontados por el país, y que se planteaba como
propósitos esenciales, por una parte, llevar a Venezuela a la cabal realización de las elecciones
convocadas para el 5 de diciembre de 1993 con el objeto de escoger el presidente de la República
y los senadores y diputados, y por la otra, trabajar por la concertación de un gran acuerdo nacional
que sentara las bases para la solución de la crisis a partir del nuevo período constitucional 1994-
1999. El primero de dichos propósitos fue logrado no obstante las dificultades que se mencionarán
más adelante, resultando electo el 5 de diciembre de 1993 como presidente de la República Rafael
Caldera y escogiendo el voto popular un nuevo Congreso de la República cuya integración varió
sustancialmente con respecto a la que había caracterizado a la institución parlamentaria en los
últimos 4 períodos constitucionales. En cuanto al gran acuerdo nacional, este propósito no pudo
ser concretado. Se trataba de coordinar planes y establecer normas para una acción coherente
frente a la crisis económica entre gobierno, empresarios, trabajadores y la sociedad civil. Entre el
15 de junio y el 30 de noviembre se celebraron en el Palacio de Miradores numerosas reuniones
con diversos sectores de la economía nacional, grupos representativos de la Iglesia, universidades,
etc., mostrando todos receptividad y apoyo a la consecución del acuerdo, pero este proyecto
fracasó frente a la reticencia de figuras y organizaciones políticas cuya adhesión era indispensable.
En rigor, junto a la brevedad del lapso de gestión que correspondió a este gobierno, otros factores
contribuyeron a limitar su capacidad de acción y aun a crearle trabas. Uno de esos factores fue
precisamente la carencia de respaldo político sólido, ya que los partidos más importantes durante
aquel lapso, luego de promover la designación de Velásquez por el Congreso, no aceptaron formar
parte de su equipo de gobierno y, por ende, no asumieron responsabilidad respecto a la actuación
de este, el cual quedó integrado por personalidades políticamente independientes. Otro factor,
vinculado al anterior, fue el de la dualidad de poderes que de hecho existió hasta el 15 de agosto
de 1993, fecha en la cual la Corte Suprema de Justicia determinó definitivamente que sí había
méritos suficientes para someter a juicio a Carlos Andrés Pérez, ya que este continuó influyendo
en el gobierno, no obstante encontrarse suspendido, y con el visto bueno de importantes grupos
de su propio partido. Un tercer factor fue la brevedad de su período de gobierno, ya que después
del 5 de diciembre, una vez electo presidente Rafael Caldera y faltando apenas 2 meses para que
este tomara posesión, al gobierno solo le quedó la alternativa de preparar la transmisión de
mando con las comisiones de enlace del nuevo mandatario. A pesar de los factores señalados, el
gobierno de Velásquez realizó diversas acciones y alcanzó varios logros fundamentales. Uno de los
más significativos se produjo en el área de la descentralización política y administrativa. En efecto,
por considerar que dicha descentralización es fundamental para asegurar el armónico desarrollo
de las regiones, y tomando en cuenta que después de la promulgación de las leyes para la elección
directa de los gobernadores de los estados y referente a la transferencia de atribuciones del poder
nacional al de los estados, no se había legislado sobre la materia, el 7 de junio el presidente
Velásquez decretó la creación del Ministerio de Estado para la Descentralización. Una de las
atribuciones principales del nuevo despacho ministerial fue poner en ejecución las 2 leyes citadas
y reglamentarlas con el objeto de convertir el proceso descentralizador en una política respecto a
cuya ejecución el gobierno nacional y la Administración Pública Nacional estuvieran
permanentemente comprometidos. El ministerio creó los mecanismos necesarios para la
realización de esos propósitos y, en tal sentido, fundó el Consejo Territorial de Gobierno que
integraron el presidente de la República, los ministros y gobernadores, convirtiéndolo además en
un organismo permanente en busca de soluciones comunes de gobierno; estableció el Consejo
Nacional de Alcaldes y también el Consejo de Alcaldes de los Municipios del Área Metropolitana y
realizó los primeros convenios de transferencia de competencia concurrentes con los estados
Bolívar, Aragua, Carabobo y Anzoátegui. En ejecución de la Ley Habilitante que le había sido
otorgada por el Congreso Nacional, el gobierno también dictó el Decreto-Ley número 3.265 -del 25
de noviembre de 1993- que estableció los mecanismos de participación de los estados y
municipios en el impuesto al valor agregado (IVA) y creó el Fondo Intergubernamental para la
Descentralización (FIDE), organismo receptor de esos recursos del Tesoro Nacional para luego
destinarlos a estados y municipios a fin de financiar las transferencias efectivas de competencias.
Otras acciones y logros relevantes tuvieron lugar en el área financiera y económica. En tal sentido,
un instrumento fundamental para buscar soluciones a la crisis fiscal y económica por la que
atravesaba Venezuela fue la Ley Habilitante que el Congreso Nacional le otorgó al gobierno del
presidente Velásquez el 23 de agosto de 1993, autorizándolo a estudiar y promulgar mediante
decretos-leyes un conjunto de instrumentos legales en materia de reforma fiscal y financiera que
permanecían desde 1989 en el Parlamento sin ser debatidos. En cumplimiento de ese mandato, el
gobierno dictó un conjunto de decretos-leyes relativos a: 1) el establecimiento del impuesto al
valor agregado (IVA) y un impuesto a los activos empresariales como medio de diversificar y
fortalecer el sistema tributario; 2) la reforma de la Ley de Timbre Fiscal; 3) la Ley de Arancel
Judicial; 4) la Ley de Registro Público; 5) la reforma a la Ley de Impuesto sobre la Renta para crear
una estructura tributaria dirigida a las empresas petroleras establecidas en el país mediante
convenios de asociación; 6) la Ley General de Bancos y otros institutos financieros, y 7) las
reformas a las leyes del Sistema Nacional de Ahorro y Préstamo, la Ley de Política Habitacional y la
Ley del Deudor Hipotecario. En materia internacional, el gobierno mantuvo una intensa actividad
en el campo de la integración latinoamericana y se hizo presente en las reuniones del Pacto
Andino, del Grupo de los Tres (G-3) y en el acuerdo celebrado entre las naciones del Caribe
(Caricom) y el G-3 (México, Venezuela y Colombia). Junto con los problemas políticos que afrontó
y los logros diversos obtenidos, el gobierno de Velásquez debió actuar frente a una situación muy
especial que agravó notoriamente el cuadro de crisis general del país: el colapso del sistema
financiero venezolano, básicamente generado por el manejo irregular que varios banqueros
dieron a los fondos depositados en las instituciones que dirigían. Como hecho más relevante
dentro de la situación mencionada, en enero de 1994 el gobierno intervino el Banco Latino,
institución financiera acusada de incurrir en delito en detrimento de sus depositantes y en otras
violaciones a las leyes. Tuvo lugar durante su gestión un hecho fuera de lo común, cuyo desarrollo
conmocionó a la opinión pública en el momento, creando una ola de rumores que tuvo amplia
cobertura en los medios de comunicación, pero que no incidió finalmente de manera negativa en
la actuación del presidente Velásquez y de su gobierno. En julio de 1993, al mes de iniciar su
ejercicio, se desató una serie de atentados con bombas en distintos sitios públicos de Caracas, los
cuales pudieron ser detenidos como resultado de una intensa investigación, de la cual se concluyó
que esa acción fue adelantada por personas que perseguían lograr beneficios económicos y no
políticos. Los autores de tales sucesos fueron detenidos y encausados.

Ramón José Velásquez Mújica


Actualización: 24 enero 2019

Venezuela
Presidente interino de la República (1993-1994)

 Mandato: 5 junio 1993 - 2 febrero 1994
 Nacimiento: San Juan de Colón, estado de Táchira, 28 noviembre 1916
 Defunción: Caracas, Distrito Capital, 24 junio 2014
 Partido político: Acción Democrática (AD)
 Profesión: Periodista e historiador

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Editado por: Roberto Ortiz de Zárate

Presentación
La interinidad presidencial vivida por Venezuela entre la destitución por el Congreso de
Carlos Andrés Pérez, en 1993, y la toma de posesión de Rafael Caldera, en 1994, fue
titularizada por Ramón Velásquez, un emérito hombre de letras y de Estado, más
politólogo que político, tras dedicar medio siglo de una vida erudita al periodismo, la
denuncia de la dictadura, la literatura y la investigación histórica. En su breve mandato
concedido por el Poder Legislativo, Velásquez, miembro del partido Acción
Democrática (AD), salvaguardó el orden constitucional e intentó contener, sin ningún
resultado, la grave crisis financiera que asolaba el país a través del decreto-ley y el
intervencionismo económico. El ex presidente interino falleció en 2014 a la avanzada
edad de 97 años.

(Texto actualizado hasta junio 2014)

Biografía
1. Trayectoria profesional en el mundo de la cultura y política en AD
2. Presidente interino de Venezuela en tiempos de tribulación económica

1. Trayectoria profesional en el mundo de la cultura y política en AD


Nacido en una familia de católicos militantes, es hijo del matrimonio formado por los señores
Ramón Velásquez y Regina Mújica. Cursó los estudios primarios en el Liceo Simón Bolívar de
San Cristóbal, capital de su Táchira natal, y terminó el bachillerato en Caracas, en el Liceo
Andrés Bello. Posteriormente emprendió la carrera de Derecho en la Universidad Central de
Venezuela (UCV) y figuró entre los dirigentes de la izquierdista Federación de Estudiantes de
Venezuela (FEV), en cuyo seno descubrió su vocación periodística, como editor de diversas
gacetas y manifiestos de oposición a la dictadura militar imperante.

En 1942, luego de obtener la licenciatura, terminó también el doctorado en Ciencias Políticas y


Sociales y se cualificó como abogado, pero sus apetencias profesionales no apuntaban a los
juzgados, sino a las salas de redacción, comenzando por la del diario caraqueño Últimas
Noticias. En 1945, año que el general Isaías Medina Angarita fue derrocado por una Junta
Revolucionaria de Gobierno cívico-militar presidida por Rómulo Betancourt Bello, también
periodista y líder del partido Acción Democrática (AD, socialdemócrata), Velásquez ejercía de
reportero y columnista en el diario El Nacional. Su activismo político en el ámbito de AD se
inició tras el derrocamiento en noviembre de 1948 del democráticamente y recién elegido
presidente adeco, el literato Rómulo Gallegos Freire.

Hombre más de denuncia intelectual que de acción subversiva, bajo la dictadura del general
Marcos Pérez Jiménez sufrió dos períodos de prisión, en la cárcel Modelo de Caracas y en la
de Ciudad Bolívar, a raíz de haber publicado en 1952 junto con el poeta Juan Liscano y el
editor José Agustín Catalá El Libro Negro de la Dictadura, en el que documentaba los abusos
y violaciones del régimen castrense, y que tuvo un gran impacto social. Tras la caída de Pérez
Jiménez en enero de 1958, recobró la libertad y volvió con brío a la profesión periodística
como director de El Mundo, cabecera informativa fundada al socaire del nuevo clima de
libertad. Ese mismo año fue director fundador del Instituto de Investigaciones Históricas del
Periodismo Venezolano en la Facultad de Humanidades de la UCV, y en las elecciones
generales del 7 de diciembre, que otorgaron la victoria a Betancourt en la liza por la
Presidencia de la República, obtuvo su primer mandato de senador por Táchira, a la par que
el mandato de diputado por el estado de Miranda.

Con la toma de posesión de Betancourt en febrero de 1959, Velásquez fue escogido por su
correligionario y colega de la pluma para hacerse cargo de la Secretaría General de la
Presidencia, oficina desde la que desarrolló una sobresaliente labor cultural e institucional
como artífice del Archivo Histórico del Palacio de Miraflores (sede oficial del Ejecutivo
venezolano), el Boletín del mismo Archivo y una obra historiográfica y compilatoria
monumental, el Pensamiento Político Venezolano del siglo XIX, enciclopedia de quince tomos.
Todo ello se vino a añadir a un bagaje personal como ensayista sobre historia política
nacional. En añadidura, en 1961 fundó la Cátedra de Historia del Periodismo Venezolano en la
Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).

En 1964 dejó la función pública en el Ejecutivo con la conclusión del período de Betancourt y
retomó el periodismo como director de El Nacional, labor que desempeñó durante un lustro.
En 1968 ingresó en la Academia Nacional de la Historia y recibió el Premio Internacional de
Periodismo Maria Moors Cabot de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia,
Estados Unidos. En 1969 retornó por breve tiempo al Gobierno como efímero ministro de
Comunicaciones en el Gabinete entrante de Rafael Caldera Rodríguez, del Partido Social
Cristiano (COPEI).

En 1973 fue Premio Nacional de Literatura por su obra en prosa La caída del liberalismo
amarillo, en 1978 puso en marcha la Fundación para el Rescate Documental Venezolano
(Funres), en 1980 el Consejo Nacional de la Cultura (CONAC) le galardonó con el Premio
Nacional de Historia y en 1983 organizó en Caracas el I Congreso del Pensamiento Político
Latinoamericano del Siglo XX. Entre medio, de 1979 a 1981, dirigió por segunda vez El
Nacional de Caracas.

Luego de un largo período dedicado fundamentalmente a sus menesteres periodísticos,


literarios e investigadores, en diciembre de 1984, ocupando la Presidencia de la República el
adeco Jaime Lusinchi, Velásquez fue nombrado presidente la flamante Comisión Presidencial
para la Reforma del Estado (COPRE), organismo concebido para elaborar políticas de
descentralización territorial, de reforma del poder judicial y otras de estrategia económica. En
1987 renunció a este cargo funcionarial, siendo sustituido por Arnoldo José Gabaldón. A partir
de 1989, bajo la Administración de Carlos Andrés Pérez Rodríguez, Velásquez se destacó
como presidente de la Comisión Presidencial para Asuntos Fronterizos (COPAF).

2. Presidente interino de Venezuela en tiempos de tribulación económica


El 4 de junio de 1993 el veteranísimo político e intelectual, con 76 años, continuaba fungiendo
de senador "independiente" de AD cuando una pirueta del agitado devenir político venezolano
le colocó en la jefatura del Estado de la manera más inopinada. Ese día, por consenso de los
principales grupos parlamentarios y con el respaldo de la Fuerzas Armada, la patronal
empresarial y la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), los diputados y
senadores reunidos en sesión conjunta y extraordinaria de las dos cámaras del Congreso le
designaron presidente en funciones de la República; al día siguiente, el académico tomó
posesión del cargo en sustitución del presidente del Congreso, su colega de partido Octavio
Lepage Barreto.

Lepage, a su vez, había recibido el mandato funcional el 21 de mayo como consecuencia de


la suspensión por el Senado del presidente Pérez, que afrontaba un juicio por la Corte
Suprema de Justicia (CSJ) bajo la acusación de malversación y apropiación indebida de
fondos reservados del Gobierno. Dado que el 31 de agosto el Congreso, creando un
precedente en la historia política venezolana, destituyó definitivamente a Pérez "en resguardo
de la convivencia pacífica de los ciudadanos y para garantizar la vigencia del orden
democrático", Velásquez se convirtió automáticamente en presidente titular interino de la
República por mandato del Poder Legislativo, hasta la conclusión el 2 de febrero de 1994 del
período presidencial de cinco años para el que Pérez había sido elegido en diciembre de
1988.

Hombre bienintencionado, de carácter apacible y que gozaba de un gran caudal de simpatía y


respeto por su trayectoria como erudito, Velásquez asumió la dirección del país en un
momento muy negativo en todos los ámbitos, con la actividad económica en franco retroceso
(el año iba a terminar con una recesión del 1%), la inflación remontando el 20% interanual y el
déficit presupuestario marcando los 5.700 millones de dólares, amén de toda la tensión
política y social que estaban causando los enjuiciamientos de los ex presidentes Pérez y
Lusinchi por corrupción, el último de los cuales fue vinculado a una campaña de cartas bomba
dirigida contra la CSJ con atribuida finalidad intimidatoria. Por si fuera poco, no se habían
apagado los ecos de las dos intentonas golpistas militares de 1992, que dejaron un reguero de
muertos y mandaron a prisión a su popular cabecilla, el teniente coronel de
ideología bolivarianaHugo Chávez Frías.

Para curarse de espantos, Velásquez formó un gobierno compuesto casi en su integridad por
personalidades independientes, en el que la ausencia de nombres conocidos de AD y COPEI
le confería una cierta libertad de acción, si bien el voluntario repliegue de los dos partidos
mayoritarios se antojó más una concesión táctica para no involucrarse en las
responsabilidades gubernamentales en una tesitura muy complicada y así llegar lo más
indemnes posible a las elecciones generales de diciembre. Ya en su asunción en junio, el
presidente explicó que su mandato iba a ser muy breve y que no cabía esperar resultados
tangibles de las contramedidas económicas y financieras que pensaba aplicar en los ocho
meses que tenía por delante: los frutos vendrían posteriormente.

El mandatario demandó y obtuvo del Congreso poderes extraordinarios para gobernar por
decreto-ley. Concretamente, los diputados aprobaron en agosto la llamada Ley Habilitante,
que facultaba al Ejecutivo para gobernar, en materia económica exclusivamente, sin el
concurso parlamentario hasta el 31 de diciembre de 1993. Así investido, Velásquez dictó un
conjunto de decretos-ley relacionados con la reforma en profundidad del sistema fiscal, que
buscaba subsanar el abultado déficit presupuestario y los apuros del Tesoro público.

Las novedades tributarias más significativas fueron la introducción del IVA, la reestructuración
del impuesto sobre la renta y la Ley de Impuestos a los Activos Empresariales. Entre el
torrente de disposiciones ejecutivas de Velásquez figuraron asimismo la reforma del Fondo de
Garantías de Depósitos y Protección Bancaria (FOGADE), la nueva Ley General de Bancos y
Otras Instituciones Financieras, que eliminó trabas a las inversiones foráneas en el sector
financiero, y la creación del Fondo Intergubernamental para la Descentralización (FIDE). Sin
embargo, el ambiente nacional, trufado de tensiones, escepticismo y, sobre todo, de actitudes
de compás de espera hasta las elecciones del diciembre, no facilitó el dinamismo normativo
de Velásquez, quien en realidad tampoco tomó decisiones enérgicas de emergencia
económica con resultados a corto plazo. Así, el verdadero y doloroso ajuste, así como el
impostergable combate contra la corrupción, los iba a tener que afrontar el sucesor que
decidieran los venezolanos en las urnas.

Las elecciones del 5 de diciembre fueron ganadas por el anciano ex presidente Caldera –
nacido en 1916, el mismo año que Velásquez-, que había roto con el COPEI y se había
lanzado al ruedo como candidato de la coalición Convergencia Nacional. El 2 de febrero de
1994, dos semanas después de ordenar la incautación del Banco Latino, vaciado de liquidez
por la fuga de depósitos, Velásquez hizo entrega de la banda presidencial a Caldera, quien
heredó un sistema financiero en bancarrota, una vertiginosa espiral inflacionaria y un paralelo
descenso de las reservas de divisas, empleadas generosamente por el Gobierno saliente para
defender el bolívar de los ataques especulativos.

En el haber presidencial de Velásquez ha de destacarse sobre todo la conclusión sin novedad


de la interinidad constitucional, remontando perturbaciones tan inquietantes como los rumores
de golpe militar, y la celebración, en impecables condiciones democráticas, de los comicios
nacionales. Un legado en gran medida eclipsado por el tremendo desbarajuste económico y
por un episodio particularmente escandaloso, el indulto y excarcelación del narcotraficante
Larry Tovar Acuña, representante del cártel de Medellín en Venezuela, que Velásquez firmó
de puño y letra el 21 de octubre de 1993. Medios oficiales adujeron entonces que la situación
había sido manipulada por determinadas personas que, supuestamente, se habrían
aprovechado de la buena fe del mandatario. El caso condujo a la detención de varios
funcionarios del Gobierno, entre ellos la secretaria privada de Velásquez, María Auxiliadora
Jara de Tarazona, quien fue encarcelada y procesada.

Casado con la señora Ligia Betancourt Mariño y padre de cuatro hijos (Ramón Ignacio,
Regina, José Rafael y Gustavo Luis), Ramón Velásquez fue autor de célebres ensayos
político-literarios, como el ya citado La caída del liberalismo amarillo (1972) y Confidencias
imaginarias de Juan Vicente Gómez (1979), y de numerosos estudios históricos, entre los que
se citan: El Táchira y su proceso evolutivo; Apuntes para la historia cultural de
Venezuela; Caudillos y masas en Bolivia (1954); El proceso político venezolano del siglo
XIX (1960); Coro, raíz de Venezuela (1961); Manuel María Montañez, el prisionero
imaginario (1965); La obra histórica de Caracciolo Parra Pérez (1971); Venezuela y la Primera
Guerra Mundial (1973); Pocaterra, actor y testigo de una época (1973); Aspectos de la
evolución política de Venezuela en el siglo XX (1976); Rómulo Betancourt en la historia de
Venezuela (1980); Los héroes y la historia (1981); e Individuos de número (1981).

El ex presidente fue también responsable editorial de las colecciones Venezuela Peregrina (10


volúmenes), Nuestro Siglo XIX, Fuentes para el Estudio de la Historia de la
República, Pensamiento Político Venezolano del Siglo XX (130 volúmenes) y la Biblioteca de
Autores y Temas Tachirenses (BATT), formada por 174 volúmenes publicados entre 1961 y
2002, en adición a las empresas culturales arriba mencionadas. En 1998 el CONAC le
concedió el Premio Nacional de Humanidades y en julio de 2002, a los 85 años, se convirtió
en miembro de número de la Academia Venezolana de la Lengua. Fue doctor honoris causa
por las universidades de Los Andes, Carabobo, Rafael Urdaneta (URU) y Nacional
Experimental del Táchira (UNET)

Ramón José Velásquez falleció el 24 de junio de 2014 frisando el siglo de vida, con 97 años,
en Caracas. El óbito, producido cuatro años después del de Carlos Andrés Pérez y a poco
más de un mes del fallecimiento de Jaime Lusinchi, fue anunciado por Henry Ramos Allup, el
secretario general de AD.

El ex presidente venezolano asumió como pieza esencial de reforma


del Estado, la política de descentralización.
24 de Junio de 2014, 13:00

 
Una de las políticas que caracterizó al Gobierno de Ramón J. Velásquez, presidente de la
República electo por el Congreso en al año 1993, fue convertir la descentralización en una
política nacional.

Por tanto una de sus primeras decisiones fue designar un ministro de Estado para la
descentralización. Además creó la Comisión nacional para la descentralización y el consejo
territorial de Gobierno, con el fin de regular las relaciones intergubernamentales y profundizar
el proceso de en el ámbito local junto a gobernadores y alcaldes.

Además, creó el fondo intergubernamental para la descentralización, con el objetivo de crear


un mecanismo de financiamiento.

Vale mencionar que mediante decreto-Ley, en 1993 se estableció el Impuesto Al Valor


Agregado, vía Ley Habilitante.

Además se estableció el FIDES para administrar los recursos provenientes del IVA, el cual
estaba adscrito al Ministerio de Relaciones Interiores. La idea del fondo era apoyar
administrativa y financieramente el proceso de descentralización.

En su lucha por su principal política, desarrolló varios reglamentos para su aplicación, entre
ellos algunos mencionados anteriormente y otros como para la : desconcentración de
atribuciones en materia de transporte, nombramiento de directores de las dependencias de los
ministerios en los estados, creación del consejo de gobiernos del Área Metropolitana de
Caracas, transferencias a los estados de los servicios de salud pública.

También fue creador de la Ley de Protección al Consumidor sobre encomienda a los


gobernadores y alcaldes en cuanto a las atribuciones de fiscalización y control de precios.

"Narcoindulto". El Gobierno de Velásquez fue opacado por el llamado "narcoindulto" a Larry


Tovar Acuña, caso en el que la secretaria del expresidente obtuvo de forma irregular la firma
del presidente para dejar en libertad al narcotraficante, representante del cartel de Medellín en
Venezuela.

Ramón José Velásquez: Biografía,


características de su gobierno y más
por Carina Mendoza

El reconocido Jurista Venezolano Ramón José Velásquez Mujíca


fue un funcionario del gobierno, especialista  en historia, fue un
líder elegido por el Congreso Nacional para encargarse de manera
transitoria del gobierno de la República de Venezuela en el
período que abarcó desde el año de 1993 a 1994. Siendo este un
gobierno bastante corto. Es tan importante su vida como fue la
de  don Cipriano Castro.

Indice De Contenido [Ocultar]
 1 ¿Quién fue Ramón José Velásquez?
 2 Biografía de Ramón José Velásquez
o 2.1 Muerte
 3 Características del gobierno de Ramón José Velásquez
 4 Aspectos políticos de Ramón José Velásquez
 5 Obras de Ramón José Velásquez
o 5.1 Realizadas
 6 Logros de Ramón José Velásquez
¿Quién fue Ramón José Velásquez?
Don Ramón fue un personaje ilustre de marcada importancia que
ocupó importantes cargos como la jefatura del periódico El
Mundo y por  dos veces consecutivas de El Nacional que ha sido
uno de los periódicos  más grandes  e importantes de la nación.
Fue tal su labor que se encargó de fundar y coordinar el
reconocido Instituto de Investigaciones Históricas de la
Universidad Central de Venezuela que es el más grande y más
experimentado de la nación. Fue profesor acreditado del
contexto histórico de periodismo venezolano en la Universidad
Central de Venezuela,  también como profesor titular  de una
materia similar en la Universidad Católica Andrés Bello y
valoración del proceso crónico venezolano en la Universidad
Metropolitana de Caracas.

A pesar del hecho de que era una profesional del Derecho fue
asociado directo de Diógenes Escalante en la temporada del
gobierno de  Isaías Medina Angarita, se unió  también al personal
de los corresponsales del periódico Últimas Noticias por
inclinarse mucho hacia la agitada y conmovedora sala de
redacción, que tanto le apasionaba y disfrutaba con cada trabajo
que hacía.
En el año de 1958, tras extensos períodos de cárcel que vivió en
medio del fascismo del dictador Marcos Pérez Jiménez, es a
partir de allí que Velásquez se desempeña como el principal
director editorial del periódico El Mundo. Su práctica
periodística lo impulsaba en gran manera a coordinar diarios y
revistas vitales por ejemplo el periódico El Nacional, cuya labor la
hizo en dos grandes oportunidades muy seguidas.
Esta labor no le alejó de los otros diarios donde se desempeñaba
como redactor de artículos, de columnas, haciendo reportajes
que mostraban las crónicas políticas y sociales del País,  fue un
ilustre historiador  y jurista Venezolano así como también
presidente elegido por el Congreso Nacional durante el lapso del
año de 1993 a 1994, siendo este un gobierno de transición que
además se forjó  en la historia, no fue nada largo ese lapso de
gobierno, pero fue lo suficientemente enfático para alcanzar
mejoras y logros en un País que sufrió momentos difíciles de
decadencia.

Como ilustre  de la  historia ha dejado un grabado duradero de su


obra impresa en algunas obras y en varias obras periodísticas.
Entre sus obras más percibidas se encuentran La caída del
liberalismo amarillo y Confidencias imaginarias de Juan Vicente
Gómez. Se desempeñó  como presidente de la majestuosa
Academia Nacional de Historia y de la gran Fundación para el
Rescate de la Colección Documental Venezolana, así como
Coordinador de la Colección de Pensamiento Político Venezolano
del Siglo XX,  asignado por el Congreso de la República.
Se unió desde una edad bastante  juvenil a la acción política. Era
un detenido político en medio de la autocracia de Pérez Jiménez.
A partir del año de 1958, fue elegido parlamentario en algunos
eventos en los acuerdos del partido Acción Democrática.  Asumió
el cargo de  Secretario General de la Presidencia en medio de la
segunda legislatura de Rómulo Betancourt además del cargo de
Ministro de Comunicaciones en medio de la administración
principal de Rafael Caldera.
Devoto de la descentralización, avanzó en la fabricación de la
Corporación de Desarrollo de Los Andes Corpoandes. Dirigió la
Comisión para la Reforma del Estado hecha por el presidente
Jaime Lusinchi en el período de los años de 1984 a 1986 porque
fue reemplazado  por Arnoldo José Gabaldón Berti en el año de
1987 al desistir renunciando a su cargo.

Ramón José Velásquez y Jaime Lusinchi

Tomó parte activa en la  campaña electoral donde Carlos Andrés


Pérez Participó  buscando un segundo gobierno en las elecciones
presidenciales del 4 de diciembre del año de 1988. En la segunda
legislatura gubernamental de Carlos Andrés Pérez fue
representante en el senado  y presidente para Venezuela de la
Comisión Presidencial para Asuntos Fronterizos Colombo
Venezolanos entre los años de  1989 y 1993.

La aprobación del Congreso Nacional para la apertura de un juicio


preliminar al ciudadano Carlos Andrés Pérez dio lugar a una
verdadera situación bastante crítica que se resolvió mediante la
elección de las reuniones crónicas extraordinarias para elegir a
Velásquez para que terminara como Presidente el período 
constitucional.

La elección se hizo por acuerdo formal entre las divisiones que


sucedieron  en el parlamento que no necesitaban ni querían como
sucesor a Octavio Lepage quien fuera el líder del congreso en ese
momento. Fue muy importante el prestigio que tenía Ramón José
Velásquez y el buen concepto que de él se tenía. su buen nombre
le ayudó en gran manera.

Biografía de Ramón José Velásquez


Don Ramón José Velásquez nació en una parentela de
profesantes y practicantes católicos en San Juan de Colón del
hermosísimo estado Táchira el 28 de noviembre del año de 1916 
siendo  hijo de la pareja matrimonial  conformada por el señor
Ramón Velásquez y doña  Regina Mújica una familia muy  especial
que gozaba de un buen nombre.

Fue a cursar estudios básicos y primordiales en el plantel


secundario Simón Bolívar ubicado en San Cristóbal, capital de su
local Táchira culminando la escuela secundaria en Caracas en el
Liceo Andrés Bello. Posteriormente comenzó sus estudios en
derecho en la Universidad Central de Venezuela.

Fue uno de los precursores de la Federación de Estudiantes de


Venezuela, fue allí en ese recinto donde encontró su vocación
periodística por lo que se destacó como supervisor de diferentes
publicaciones periódicas y declaraciones de oposición al fascismo
militar que imperaba en ese entonces, realizaba un impecable
trabajo periodístico con toda devoción y esmero.

Este ex presidente que fue concebido en el territorio sudoeste


de Táchira el 28 de noviembre de 1916 se desempeñó como
asesor legal, humanista, escritor y especialista  de historia y
sufrió en algunas circunstancias la cárcel bajo la autocracia de
Marcos Pérez Jiménez que gobernó a Venezuela en el lapso de
tiempo del año de 1953 y 1958. Contrajo matrimonio con la
ciudadana Ligia Betancourt Mariño  con quien tuvo cuatro hijos:
Ramón Ignacio, Regina, José Rafael y Gustavo Luis.

En el año de  1942, luego de obtener una certificación con una


licenciatura y  finalizó su doctorado en Ciencias Políticas y
Sociales y se calificó como asesor legal. Sin embargo, sus
necesidades de expertos no se dirigían a los tribunales, sino a las
salas de redacción, comenzando por la del diario Caraqueño de
Últimas Noticias.
En el año de 1945 el año en que el general Isaías Medina Angarita
fue destituido por una Junta Revoltosa de Gobierno Cívico-
Militar administrada por Rómulo Betancourt, también escritor y
precursor del partido Acción Democrática, Velásquez trabajaba
como corresponsal. Y escritor de largometrajes en el periódico El
Nacional.
Su activismo político en el campo de la línea partidista Acción
Democrática  comenzó después del derrocamiento  acontecido en
noviembre del año de  1948 del presidente Adeco quien fue
elegido equitativamente Don  Rómulo Gallegos Freire el
ensayista .
Fue un hombre más de demanda académica e intelectual que de
acción  rebelde en medio del  fascismo del general Marcos Pérez
Jiménez, experimentó dos veces estar encarcelado en la cárcel
modelo de Caracas y en Ciudad Bolívar, luego de sus publicaciones
en el año de  1952 junto con el artista Juan Liscano y el editor
José Agustín Catalá.

 El Libro Negro de la Dictadura  en el que archivó el maltrato y la


infracción de la rutina militar  y que tuvo un increíble efecto
social. Después de la caída de Pérez Jiménez en enero del año de
1958, recuperó su libertad y regresó con poder al llamamiento
periodístico como jefe de El Mundo, un documento útil
establecido a raíz de la nueva atmósfera de libertad.

Ese mismo año fue director general del Instituto de


Investigación Histórica del Periodismo Venezolano en la Facultad
de Humanidades de la Universidad Central de Venezuela, y en las 
elecciones generales del 7 de diciembre  que concedieron el
triunfo a Betancourt para la Presidencia de la República. Adquirió
su primer mandato como senador por el Táchira mientras tanto
como diputado de nombramiento para el territorio de Miranda.

Con la imperiosa entrada de Betancourt en febrero del año de


1959, Velásquez  resultó ser elegido por su partidario y socio de
la pluma para asumir el control de la Secretaría General de la
Presidencia, dependencia desde la cual construyó un
extraordinario trabajo social e institucional como diseñador de la
Historia sobre el marco del Palacio de Miraflores sede oficial del
Ejecutivo venezolano.

El Boletín de un Archivo similar con un asombroso trabajo


registrado y de incorporación extraordinaria del Pensamiento
político venezolano del siglo XIX, un libro de referencia de
quince volúmenes. Esto se agregó a una cosa individual como
escritor en la historia política nacional. Asimismo en el año de
1961  estableció la Asignatura de Historia del Periodismo
Venezolano en la Universidad Católica Andrés Bello.
En el año de 1964  se retiró de la función pública  en el Ejecutivo
con el final del marco de tiempo de Betancourt y continuó la
cobertura de noticias como jefe de El Nacional una ocupación que
completó durante mucho tiempo. En el año de 1968 ingresó en la
Academia Nacional de Historia y obtuvo el Premio Internacional
de Periodismo María Moors Cabot de la Escuela de Periodismo de
la Facultad de Columbia, Estados Unidos.

En el año de 1969 regresó rápidamente al gobierno como un


ministro de comunicaciones en el gabinete de Rafael Caldera
Rodríguez de la aclamada y reconocida línea partidista Social
Cristiano Copey  En el año de 1973 obtuvo el Premio Nacional de
Literatura por su magnífico  trabajo escrito en prosa sobre la
caída del radicalismo amarillo.

En el año de 1978 impulsó la Fundación para el Rescate


Documental Venezolano (Funres), en el año de 1980 el Consejo
Nacional de Cultura (CONAC) le otorgó el Premio Nacional de
Historia.  En el año de  1983 se resolvió en Caracas el primer
congreso del pensamiento político latinoamericano del siglo XX. A
mediados del año de 1979 a 1981, coordinó por segunda vez El
Nacional de Caracas.

Después de un extenso período de tiempo dedicado en un nivel


muy básico a los emprendimientos periodísticos, abstractos y
analíticos, se da la oportunidad de que en diciembre del año de
1984, Jaime Lusinchi asumió la administración de la República, allí
Velásquez fue nombrado líder de la nueva Comisión Presidencial
para la Reforma del Estado (COPRE).

La cual es un ente  constituido para realizar estrategias de


descentralización regional que permitan un cambio del poder legal
y otras de procedimiento financiero. En el año de 1987 se hace
mención a que renunció  a este puesto de trabajado del gobierno,
siendo sustituido por Arnoldo José Gabaldón. A partir del año de
1989  bajo la administración de Carlos Andrés Pérez Rodríguez,
Velásquez surgió como líder de la Comisión Presidencial para
Asuntos Fronterizos (COPAF).
Muerte
El ex presidente venezolano Ramón José Velásquez  quien
asumiera el cargo ocho meses después de la destitución del ex
presidente Carlos Andrés Pérez en el año de 1993  quien fue
presidente de gobierno entre junio del año de 1993 y febrero de
1994, muere a su 97 años en Caracas el 24 de junio del año 2014.

Características del gobierno de Ramón José


Velásquez
Dentro de las características puede hacerse referencia a que en
medio de su mandato se  permitió la aprobación de afirmar una
Ley de Habilitación que le permitía dictar leyes de orden, por
ejemplo, el Impuesto al Valor Agregado (IVA), la Ley General de
Bancos, la Ley de Sistemas de Ahorro y Préstamo y la Reforma
de la Ley del Impuesto a la Renta.
A pesar de que lo más importante de sus actividades es que dio
curso y preferencia al procedimiento de descentralización, que
acababa de comenzar en medio de su administración en Copre
cuando el 7 de junio anunció la producción del Ministerio de
Estado para la Descentralización.

Estableciendo  el Consejo Nacional de Alcaldes, el Consejo de


Alcaldes de los distritos del Área Metropolitana y realizó las
principales asambleas de intercambio simultáneas de rivalidad
con los estados de Bolívar, Aragua, Carabobo y Anzoátegui.
Entre las diferentes  atribuciones  dirigió la Delegación para la
Reforma del Estado (Copre) hecha por el presidente Jaime
Lusinchi  en los años de 1984-86. En el mandato  de Carlos
Andrés Pérez periodo que marcó desde los años de 1989-93, fue
representante y presidente para Venezuela de la Comisión
Presidencial para Asuntos Fronterizos Colombo-Venezolanos.  El
presidente Velásquez  mantuvo su cargo hasta el 2 de febrero
del año de 1994,  evento cuando pasó  la banda presidencial
juramentando ante el Congreso Nacional al  recientemente
elegido líder de la república  Rafael Caldera.

Aspectos políticos de Ramón José Velásquez


Uno de los aspectos políticos que describió el gobierno de Ramón
José Velásquez como líder de la República elegido por el
Congreso en el año de 1993, fue cambiar la descentralización a un
acuerdo político  nacional. Aun cuando su mandato fue transitorio.

También dentro de sus primeras designaciones figuró el


nombramiento de  un Ministro de Estado para la
descentralización. Asimismo, formó parte de la Comisión Nacional
para la Descentralización y el Consejo Territorial de Gobierno a
fin de controlar las relaciones intergubernamentales y
desarrollar el procedimiento en una dimensión cercana con los
gobernadores y presidentes cívicos.
Además, realizó el apoyo intergubernamental para la
descentralización con el objetivo de hacer un componente de
financiamiento. Merece la pena hacer referencia a que mediante
el pronunciamiento de Ley  decretado en  el año de 1993 dio
curso a lo que es el Impuesto al Valor Agregado a través de la
Ley  Habilitante.

Se menciona además al  FIDES que  se creó para controlar los


activos del IVA que fue relegado al Ministerio del Interior. La
posibilidad de subvencionar era reforzar de manera autoritaria y
monetaria el procedimiento de descentralización.

En su batalla por su disposición política fundamental creó algunas


pautas para su aplicación incluidas la desconcentración de los
poderes de transporte, la disposición de los ejecutivos de la rama
de los servicios de transporte en los estados, la formación de la
cámara de  gobierno del Área Metropolitana de Caracas,
intercambios a las condiciones de administraciones de bienestar
general como salud pública.

Además, durante su periodo de gobierno se encargó de crear la


Ley de Protección al Consumidor, dotando a los gobernadores y
líderes de los ayuntamientos en relación con las fuerzas de
control y fiscalización de costos.

Otro de los aspectos políticos y que no fue del todo favorecedor


fue el mal reconocido Narco indulto. La gobernación de Velásquez
estuvo opacada y marginada por el presunto narco indulto de
Larry Tovar Acuña, en cuyo caso  su secretaria obtuvo la firma
del presidente de manera esporádica para liberar al
narcotraficante, agente del cartel de Medellín en Venezuela.
Obras de Ramón José Velásquez
Dentro de sus obras escritas que publicó una que vez que quedó
en libertad, entre ellas Confidencias Imaginarias de Juan Vicente
Gómez y La Caída del Liberalismo Amarillo. Tiempo y espectáculo
de Antonio Paredes, coordinando también la Colección del
Pensamiento Político Venezolano de los siglos XIX y XX y las
actividades en dos períodos únicos del encabezado del periódico
El Nacional.
Su vida y obra reflejan en gran medida la verdad de la Venezuela
del siglo XX y del siglo XXI. Fue congresista, secretario de la
Presidencia en el mandato de Rómulo Betancourt y Ministro de
Desarrollo dirigido por Rafael Caldera y responsable de la
Presidencia de la República, luego de la expulsión de Carlos
Andrés Pérez, donde cumplió la orden de proteger a la mayoría.
Conservando el equilibrio con la buena  gestión de elecciones
libres.

El 4 de junio del año de 1993,  fungiendo como senador,  fue


elegido por el Congreso como presidente establecido para
suplantar todo lo que quedaba del período presidencial que
terminó en febrero del año de 1994. Tomó la dirección de la
república en un contexto algo desfavorable debido a la terrible
situación financiera.

El déficit de gasto,  la presión política y social producida por los


juicios de los presidentes Pérez y Lusinchi, al igual que la
memoria cercana de los esfuerzos de derrocamiento de 1992.
Enmarcaron una mayor parte de las delegaciones independientes
y se le concedió una Ley  Habilitante para  legislar en cuestiones
financieras.
En este sentido, los cambios más notables que hizo fueron la
presentación del IVA la reconstrucción de FOGADE y la
formación de la FIDE. Asimismo, en cuanto a la descentralización,
hizo el Ministerio de Descentralización el 7 de junio. Su
transitoria terminó con la decisión de Rafael Caldera.

Realizadas
Afirmó una Ley habilitante que le concedió emitir Decretos-
Leyes, por ejemplo, la base del Impuesto al Valor Agregado, la
Ley General de Bancos, el cambio de la Ley del Sistema de
Ahorros y Préstamos como también  la Reforma de la Ley del
Impuesto a la Renta. A pesar de los desafíos genuinos,  su
gobierno completó diferentes actividades y logró algunos
beneficios clave. Un destacado entre los más críticos ocurrió en
el territorio de la descentralización política y regulatoria.
En medio de su mandato, se incrementó la problemática
desencadenando una fuerte crisis económica, dándose también la
absolución del narcotraficante Larry Tovar Acuña. Las diferentes
ocasiones que sucedieron bajo su breve organización incorporaron
la liquidación o quiebre  de Banco Latino con el viaje resultante
de dinero externo y la fatal tragedia de Las Tejerías.

Logros de Ramón José Velásquez


Velásquez fue positivo al señalar en la demostración de su
juramento y en numerosos eventos resultantes que su mandato
sería  breve y que de esta manera no había ninguna razón
convincente para considerar actividades fundamentales para
abordar los principales problemas que la nación buscaba.
Y que se propuso como planes básicos desde un punto de vista
para transmitir a Venezuela el pleno reconocimiento de las
decisiones tomadas para el 5 de diciembre del año de 1993, a fin
de elegir al Presidente de la República,  los congresistas 
designados y por el otro trabajar por la determinación de una
increíble asamblea nacional que estableciera los marcos para la
organización de la búsqueda de una resolución  a partir del nuevo
período consagrado constitucionalmente durante el lapso de los
años de  1994-1999.

La primera de estas razones se logró a pesar de los desafíos más


fuertes que imperaron, siendo elegido el 5 de diciembre del año
de 1993 como Presidente de la República el ciudadano Rafael
Caldera, dándose también la escogencia de la elección del voto
popular para otro Congreso de la República cuya reconciliación
fluctuó generosamente con respecto  a la que había descrito el
establecimiento parlamentario en los últimos 4 lapsos
constitucionales.
Durante  el corto  mandato de Velásquez se completaron
diferentes actividades realmente fundamentales que propiciaron
algunos logros principales. Entre los más destacados se hace
mención  al hecho  que ocurrió en el territorio de la
descentralización política y regulatoria.

De hecho, teniendo en cuenta que dicha descentralización era


básica para garantizar el agradable avance de las regiones como
punto de partida esencial,  considerando que luego de la
aprobación de las leyes para la elección inmediata de los
gobernadores de los estados aludiendo al intercambio de fuerzas
de intensidad nacional a la de los estados, que no había legislado
sobre el tema, es por ello que el 7 de junio el presidente
Velásquez anunció la formación del Ministerio de Estado para la
Descentralización.
Uno de los elementos principales de la nueva dependencia
ministerial  fue actualizar las 2 leyes facultadas para  controlar
el proceso de descentralización que se requería con la finalidad
de que  se convirtiera en un acuerdo según el cual el gobierno
nacional y la Administración Pública Nacional se mantuvieran
siempre comprometidos.

Cabe mencionarse que el  Ministerio hizo los componentes vitales


para el reconocimiento de esas razones y en este sentido
estableció el Consejo Territorial de Gobierno que fue
conformado por el  Presidente de la República, los gobernadores
y los ministros, además de cambiarlo a un cuerpo perpetuo en
busca de acuerdos gubernamentales básicos.
 Por lo que  logro establecer  el Consejo Nacional de Alcaldes 
además del Consejo de Alcaldes de las demarcaciones del Área
Metropolitana, realizando así el principal intercambio simultáneo
de concurrencia de competencias con los estados de Bolívar,
Aragua, Carabobo y Anzoátegui. En cumplimiento de la Ley de
Habilitación que le había sido concedida por el Congreso Nacional.

El gobierno se encargó mediante esta de emitir adicionalmente el


Decreto-Ley número 3.265 – 25 de noviembre del año de 1993 
que  decretó los instrumentos para la inversión de los estados y
distritos en la estimación incluida del impuesto incluido (IVA) e
hizo el Fondo Intergubernamental para la Descentralización
(FIDE), la organización que obtiene estos activos del Tesoro
Nacional y luego los distribuye a los estados y regiones para
respaldar los intercambios de habilidades viables.
Otros movimientos que fueron de gran importancia y los mejores
logros que fueron pertinentes y que se hicieron en el territorio
monetario muy relacionado con la esfera financiera. En este
sentido crear un instrumento central para conseguir las
respuestas a la emergencia monetaria y económica  que
experimentaba Venezuela.

Para ello surge la gran y magnánima  Ley de Habilitante  que el


Congreso Nacional concedió a la legislatura del Presidente
Velásquez el 23 de agosto del año de 1993, aprobándolo para que
lo considerara y proclamara mediante métodos que tuviesen gran
relevancia y que a la vez estos figurasen en la ley como una gran
cantidad de instrumentos legítimos en servicio y cambios
presupuestarios que se mantuvieron desde el año de 1989 en el
Parlamento sin ser discutidos.

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