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Las consecuencias: Diáspora, impunidad y Negación

Carta de un sobreviviente del Genocidio Armenio

Abg. Brunno La Cruz Llaury

Todo empezó la última semana del mes de abril de año 1915 en Armenia, se vivía un caos el
gobierno Turco – Otomano, tomaba las calles con armamento militar que generaba susto en la
población, existía por parte de los soldados abuso de autoridad al arrestar a intelectuales y
líderes comunitarios armenios, con el fin posterior de aniquilarlos y desaparecerlos, no obstante
mi situación fue delicada, me refugie en casonas y algunas veces en Iglesias abandonadas,
rezando y pidiendo a Dios que acabe este infierno, más aun que se desató una Guerra Mundial
donde no recibíamos protección de ningún país o potencia por falta de información de nuestra
situación interna, prácticamente el gobierno tenía a la población civil con vendas en los ojos y
cinta en los labios sin poder exteriorizar los abusos debido a que nos eliminaban si es que
hacíamos eco de nuestras suplicas para acabar con esto. Recuerdo solicitar ayuda a personas de
nacionalidad francesa que se encontraban en altas esferas del poder estatal en Francia, hice lo
mismo con unos familiares que se encontraban perennes en Suiza, como respuesta lamentable
recibí la negativa de ayuda por parte de estos y de sus gobiernos, debido a que sus gobiernos no
veían abuso en el territorio donde me encontraba generando un miedo e impotencia de no poder
salvar a mis compatriotas y sacarlos de esta situación, habían situaciones donde inclusive no
tenía que comer, que beber, momentos donde enfermaba y no había medicamentos para poder
estabilizar mi situación de salud, imagino que lo mismo le pasaba a mis compatriotas, me
refugiaba mucho en Dios para poder salir de esta situación muy difícil. Posteriormente,
escuchaba noticias de una pequeña radio que tenía escondida en donde se percibía que los altos
funcionarios y militares Turcos deportaban a mis compatriotas, perdonándole algunas veces la
vida y su integridad física, lamentablemente esto fue una pantomima, porque los trasladaban a
Siria donde una gran parte de la población fue enviada al desierto para morir de hambre y sed,
otro punto importante es que algunas veces para perdonar la vida de los armenios, el Gobierno
Turco expropiaba las tierras considerándolos precarios a los propietarios y poseedores; sin
embargo existían Turcos sanguinarios que vulneraban el derecho a la vida en la doble
dimensión de la integridad física y mental , secuestrando, torturando , masacrando a mi gente,
fue muy duro no saber más de mi familia cercana , debido a que fueron asesinados por el propio
gobierno, seguía refugiándome , escondiéndome y muchas veces falsificando mis documentos
con personas de mi círculo social que me daban ayuda sin pedir nada a cambio tan solo que
acabe la situación que se estaba viviendo en esa época. La escases de alimentos en los
establecimientos eran nulas para nosotros, incluso amigos muy cercanos a mi murieron por
inanición, lo cual fue muy doloroso verlos partir, lo que me mantenía vivo era mi religión
cristiana y tenía que tomar agua de los grifos para poder evitar las llagas o gastritis de mi
estómago, me mantenía vivo con la esperanza de que esto acabe pronto. Lo más doloroso que
pude ver era que los militares abusaban sexualmente de las mujeres armenias y de los niños,
viéndolos de manera despectiva como objetos sexuales inhumanos, fue doloroso ver y sentir la
impotencia de no hacer justicia con mi propia mano, mi idea era sobrevivir y escapar de este
territorio con la finalidad de contar la verdad alrededor del mundo y reciban el castigo
respectivo el imperio Turco.

Después que se calmó en parte la violencia de la Primera Guerra Mundial, dejando notorias
secuelas dentro del territorio. Pero las atrocidades contra el pueblo Armenio fueron reanudadas
entre 1920 y 1923, donde los restantes armenios fueron víctimas de más masacres y
expulsiones.

Siendo uno de los sobrevivientes pude realizar reportes y tomar algunas fotografías, pese a las
restricciones de las mismas por los acontecimientos que se estaban suscitando de manera
sanguinaria y terrible. Me pude percatar de que en nuestro territorio habían varios extranjeros,
la mayoría de estos eran diplomáticos y misioneros de los Estados Unidos de América. Gracias
a estas personas, el mundo pudo percatarse y tener conocimiento del Genocidio Armenio que
estaba ocurriendo en nuestro territorio, siendo indispensable los medios periodísticos para la
divulgación de los abusos que vulneraban los múltiples derechos del pueblo Armenio.
Poco a poco la situación cambió favorablemente, debido a que algunos oficiales alemanes
condenaron las acciones de los Jóvenes Turcos y otros informaron a sus superiores en Alemania
sobre las masacres realizadas a la población civil armenia. Muchos rusos pudieron observar por
ellos mismos las atrocidades cometidas contra las comunidades armenias cuando el ejército
ruso ocupó parte de Anatolia. Muchos árabes de Siria, donde la mayoría de los deportados eran
enviados, pudieron ver la espantosa condición de los escasos sobrevivientes de tan cruel
proceder. Por último, muchos oficiales turcos fueron testigos de la masacre mientras tomaban
parte de ésta. Muchos de ellos dieron sus testimonios bajo juramento en los tribunales de
posguerra donde se sometió a juicio a los Jóvenes Turcos, organizadores del Genocidio
Armenio.

Gracias a esto, pude lograr escapar a Rusia con una identificación falsa, pudiendo al fin dar a
conocer las desgracias que pasaban en el pueblo armenio, dándome con la sorpresa que La
comunidad internacional condenó el Genocidio Armenio, dicha comunidad conformada por
Rusia, Francia y Reino Unido, dieron una advertencia a los líderes de los Jóvenes Turcos que
serían responsables de un crimen contra la humanidad.

Al ver los diarios del país Ruso, mostraban noticias e imágenes a la luz de los abusos que
habían cometido el pueblo turco, asimismo al final de la guerra los aliados victoriosos
demandaron al Gobierno Otomano que citara ante la justicia a los Jóvenes Turcos acusados por
crímenes de guerra. También se realizaron esfuerzos para socorrer a los armenios que morían
por inanición. Los gobiernos de los Estados Unidos de América, Reino Unido y Alemania
patrocinaron la preparación de reportes sobre las atrocidades cometidas y muchos de estos
fueron dados a publicidad. Sin embargo, ninguna medida se tomó contra el Estado de Turquía,
sea para sancionarlo o para rescatar al pueblo armenio del exterminio. Además, tampoco se
tomó ninguna medida contra el Gobierno Turco para la restitución de la inmensa pérdida
material y humana que sufrió el pueblo Armenio.

Muy lamentable a pesar de las pruebas, testimonios, reportes contundentes, no pudieron en su


totalidad aplicar las consecuencias jurídicas del delito a los responsables de semejante acto
internacional, que no debió quedar impune, de alguna manera me siento en parte con
satisfacción porque se dio a conocer a nivel mundial los abusos suscitados en mi país, tarde o
temprano llega justicia, lo único que me queda es transferir todas las vivencias a las
generaciones futuras para que no quede olvidado.

Atte. Brunno La Cruz Llaury – Sobreviviente.

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