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En los años 70s, el macramé era uno de los materiales más populares, y era
muy común verlo en las sandalias, en adornos para colgar en la pared, y, por
supuesto, como bijouterie.
En los 80s, el macramé tomó aun más renombre, los pedidos fueron mayores,
y muchos artesanos comenzaron a vivir de él.
Además, hoy en día, existe toda clase de hilos disponibles. El más popular es
el de cáñamo, que está sacado de ésta misma planta, ya que es muy
resistente y está disponible en una amplia gama de colores. No mucho tiempo
atrás, solo se podía conseguir en un aburrido beige, pero actualmente se
pueden adquirir paquetes de un metro de hilo de cáñamo natural, en rojo y
verde, por un precio mucho menor que hace unos años atrás.
Una vez que consiga el material principal, es decir el hilo, solo necesitará
unas pocas herramientas más para comenzar a fabricarlo. La más importante
será el área sobre el que usted trabajará. Se necesita una base donde pueda
diseñar el modelo, antes de comenzar a entrelazar los hilos. Muchos
recomiendan una almohadilla de goma espuma, que se venden en cualquier
negocios de telas. Para otros, una opción interesante es una tabla de cuerdas,
que se puede adquirir en la mayoría de las fruterías. Tenga en cuenta que
necesitará un pedazo lo bastante grande como para que pueda fijar sin
problemas su regazo de hilos.
Luego, solo necesita usar los aros de enlaces que más les guste. Puede
emplear los de arcilla, plástico, madera, o cualquier otro tipo de aro de
enlace. Las únicas restricciones que tendrá serán los tamaños del agujero, ya
que la cuerda deberá poder pasar por ellos. Normalmente, la mayoría de los
hilos tienen un diámetro de grosor de 1 milímetro.
De esta manera, con hilos, aros de enlace, y una buena base, podrá comenzar
su “fabrica” de bijouterie de macramé.
¡Buena suerte!