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Diversidad Sexual y Derechos Humanos

Módulo 4. Diversidad Sexual y Marco Jurídico

Matrimonio igualitario

Todas las personas, sin distinción de sexo, tenemos derecho a una vida libre de discriminación
basada en el sexo, género, raza, etnia, orientación sexual u otra condición; tenemos derecho al
goce de derechos iguales.

En la actualidad, el debate sobre matrimonio entre personas del mismo sexo es uno de los que
más revuelo causa en la sociedad. Quienes se oponen opinan que el matrimonio debe basarse en
la unión de un hombre y de una mujer y que su fin es la reproducción en un principio de “orden
natural”, es decir, que la reproducción posibilita la continuidad de la especie y que esto es bueno
para la sociedad.

El matrimonio igualitario corresponde a los matrimonios legalmente reconocidos entre personas


del mismo o diferente sexo. Esta unión reconoce por la vía jurídica relación y convivencia de
familias que parten de parejas del mismo sexo y reconoce derechos y obligaciones, a veces iguales
y a veces diferentes a los matrimonios heterosexuales; estos derechos varían de país en país, pero
se otorgaron por primera vez en los Países Bajos en el 2001, con la aprobación de la ley en el 2000.

Estos derechos se encuentran establecidos tanto en nuestra Constitución, como en la Declaración


Universal de los Derechos Humanos, los Pactos Internacionales y otros tratados y declaraciones
internacionales.

El matrimonio igualitario ha venido a poner de relieve el tema de la discriminación debida a la


orientación sexual. El goce y ejercicio de todos los derechos humanos debieran ser universales
para toda persona sin distinción. El matrimonio como tal también es un derecho, por lo que
debiera estar garantizado para todas las personas sin distinción alguna, ni por sexo ni por
orientación sexual.

Las siguientes tablas son de elaboración propia de la CNDH, desarrolladas a partir de búsquedas
hemerográficas de noticias web, de notas periodísticas del tema:

PAÍS DÍA Y MES AÑO

Holanda 1 de abril 2001

Bélgica 30 de enero 2003

España 3 de julio 2005

Canadá 20 de julio 2005

1
PAÍS DÍA Y MES AÑO

Sudáfrica 30 de noviembre 2006

Noruega 1 de enero 2009

Suecia 1 de mayo 2009

Portugal 5 de junio 2010

Islandia 27 de junio 2010

Argentina 22 de julio 2010

Dinamarca 15 de junio 2012

Uruguay 10 de abril 2013

Nueva Zelanda 17 de abril 2013

Groenlandia 26 de mayo 2015

Brasil 14 de mayo 2013

Francia 18 de mayo 2013

Inglaterra 13 de marzo 2014

Gales 13 de marzo 2014

Escocia 16 de diciembre 2014

Luxemburgo 1 de enero 2015

Japón (algunos distritos) 31 de marzo 2015

Eslovenia 3 de marzo 2015

Irlanda 22 de mayo 2015

Estados Unidos de América 26 de junio 2015

Puerto Rico 17 de julio 2015

Colombia 28 de abril 2016

2
PAÍS DÍA Y MES AÑO

Finlandia 1 de marzo 2017

Malta 12 de julio 2017

Alemania 1 de octubre 2017

Austria 5 de diciembre 2017

Australia 7 de diciembre 2017

Resoluciónes a favor de supremas cortes de justicia

México 12 de junio 2015

Taiwán 24 de mayo 2017

En México, la discusión en torno al matrimonio igualitario y su legalidad ha causado controversia;


el argumento de quien se opone a éste es que sólo debe basarse en la unión de un hombre y
una mujer, con el objetivo de procrear, como es el “orden natural” (en este caso, las personas con
esterilidad no podrían casarse).

De acuerdo con la SCJN, limitar este derecho es discriminatorio y responde en muchas ocasiones a
homofobia basada más en un prejuicio religioso que en el marco de la ley. El matrimonio igualitario
es un tema de igualdad ante la ley, es decir, que personas heterosexuales y homosexuales tengan
los mismos derechos. Crear leyes alternativas para las uniones de personas del mismo sexo es
discriminatorio, ya que establece una distinción basada en la orientación sexual prohibida por
nuestra Constitución. En muchos sectores del país sigue predominando una visión basada en
la heteronormatividad, esto es, una manera en la cual muchas instituciones políticas, legales y
sociales refuerzan ciertas creencias, como que los seres humanos caen en dos categorías distintas
y complementarias: hombre y mujer. También, que las relaciones sexuales y maritales son normales
sólo cuando son entre dos personas con sexos diferentes y que cada género tiene ciertos roles
en la vida, así como la consideración de la heterosexualidad como única orientación sexual. Las
instituciones heteronormativas bloquean el acceso a la educación, participación legal, política y
laboral de las personas con orientaciones sexuales e identidades de género distintas.

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Revise las siguientes tablas de elaboración propia.

Estados de la república mexicana donde se puede contraer


matrimonio por reforma legislativa

1 Ciudad de México 2010

2 Quintana Roo 2011

3 Coahuila 2014

4 Nayarit 2015

5 Colima 2016

6 Campeche 2016

7 Morelos 2016

8 Michoacán 2016

Estados de la república mexicana con matrimonio igualitario


por acción de inconstitucionalidad promovida por la CNDH
y sentencia de la SCJN
1 Jalisco 2016

2 Chiapas 2016

8 Puebla 2017

En Sonora y Chihuahua se otorgó por decisión ejecutiva, sin embargo, en Sonora fue revocado por
la actual gobernadora. Por otro lado, en todo el país se han celebrado matrimonios por amparos
individuales. En el país también se cuenta con una figura denominada “Figura de unión civil”.

Figura de unión civil

Coahuila Pacto civil de solidaridad 11 de enero de 2007

Distrito Federal Sociedad de convivencia 16 de noviembre de 2006

Colima Enlace conyugal 4 de julio de 2013

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Figura de unión civil

Jalisco Ley Libre de Convivencia 31 de octubre de 2013

Campeche Ley de Sociedades Civiles de Convivencia 16 de diciembre de 2015

De acuerdo con la ONU, la no discriminación y la igualdad son componentes fundamentales de


las normas internacionales de derechos humanos y son esenciales para el goce y el ejercicio de los
derechos económicos, sociales y culturales.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos en su artículo 7.° establece que todas las
personas somos iguales ante la ley y que, por lo tanto, tenemos, sin distinción alguna, derecho
a igual protección de la ley. “Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación
que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación” (ONU, 1948). El
artículo 16.° establece que los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho,
sin restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia,
y disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de
disolución del matrimonio.

Por su parte, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en el artículo 23-2 reconoce el
derecho del hombre y de la mujer a contraer matrimonio y a fundar una familia si tiene edad para
ello. En la Observación General Nº 20 del Consejo Económico y Social de la ONU referente a la no
discriminación y los derechos económicos, sociales y culturales, especifica que la discriminación
dificulta el ejercicio de dichos derechos en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Los
principios de no discriminación e igualdad están reconocidos en el Pacto, pues en el preámbulo se
destacan los “derechos iguales e inalienables” de todos, y se reconoce expresamente el derecho de
“todas las personas” al ejercicio de los distintos derechos previstos, por lo que la no discriminación
es una obligación inmediata para los estados y de alcance general. Dicho pacto establece que
en derecho internacional se infringe el pacto al no actuar de buena fe para cumplir la obligación
enunciada en el artículo 2.2 de garantizar que los derechos reconocidos en el Pacto se ejerzan sin
discriminación. De acuerdo con esta misma observación general, el artículo 2.2 menciona que
“se enumeran como motivos prohibidos de discriminación la raza, el color, el sexo, el idioma, la
religión, la opinión política o de otra índole, el origen nacional o social, la posición económica, el
nacimiento o cualquier otra condición social”.

Entonces ¿dónde entra la orientación sexual e identidad de género? Acorde con la Observación
General 20, este tema se incluye en “cualquier otra condición social, tal y como se recoge en el
artículo 2.2 del Pacto”. Los Estados que forman parte de la ONU deben estar seguros de que la
orientación sexual, o la identidad o expresión de género de las personas no constituya un obstáculo
para ejercer los derechos que reconoce el Pacto; en esta observación general se reconoce a las
personas transgénero, los transexuales o intersexuales como víctimas de graves violaciones a los
derechos humanos.

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En este panorama internacional para la CNDH, la orientación sexual, identidad o expresión de
género de las personas se encuentran protegidas tanto por los tratados internacionales, así como
por el orden jurídico mexicano, lo que debería traducirse en el hecho de que nadie debe ser objeto
de discriminación por estos motivos.

Suprema Corte de Justicia de la Nación


Jurisprudencia 43/2015 (10a.) 3 de junio de 2015

Su aplicación es obligatoria a partir de esta fecha para todos los operadores jurídicos del
país: Matrimonio. La ley de cualquier entidad federativa que, por un lado, considere que
la finalidad de aquél es la procreación y/o que lo defina como el que se celebra entre
un hombre y una mujer, es inconstitucional. Considerar que la finalidad del matrimonio
es la procreación constituye una medida no idónea para cumplir con la única finalidad
constitucional a la que puede obedecer la medida: la protección de la familia como realidad
social. Pretender vincular los requisitos del matrimonio a las preferencias sexuales de
quienes pueden acceder a la institución matrimonial con la procreación es discriminatorio,
pues excluye injustificadamente del acceso al matrimonio a las parejas homosexuales
que están situadas en condiciones similares a las parejas heterosexuales. La distinción es
discriminatoria porque las preferencias sexuales no constituyen un aspecto relevante para
hacer la distinción en relación con el fin constitucionalmente imperioso. Como la finalidad
del matrimonio no es la procreación, no tiene razón justificada que la unión matrimonial
sea heterosexual, ni que se enuncie como “entre un solo hombre y una sola mujer”. Dicha
enunciación resulta discriminatoria en su mera expresión. Al respecto cabe recordar que está
prohibida cualquier norma discriminatoria basada en la orientación sexual de la persona.
En consecuencia, ninguna norma, decisión o práctica de derecho interno, tanto por parte
de autoridades estatales como de particulares, pueden disminuir o restringir los derechos
de una persona a partir de su orientación sexual. Así pues, en ninguna circunstancia se
puede negar o restringir a nadie un derecho con base en su orientación sexual. Por tanto,
no es factible hacer compatible o conforme un enunciado que es claramente excluyente
(SCJN, 2015).

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió la Recomendación General


23, dirigida a los Titulares de los Poderes Ejecutivos y a los Órganos Legislativos de todas las
entidades federativas del país, sobre el “matrimonio igualitario”, con el fin de que adecuen los
correspondientes ordenamientos en materia civil o familiar, para permitir el acceso al matrimonio
a todas las personas y en condiciones tales que se impida cualquier tipo de discriminación, en
términos del quinto párrafo del artículo primero de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos. Cabe aclarar que las recomendaciones generales no requieren de aceptación por
parte de las instancias destinatarias.

Con base en un minucioso análisis de la situación que guarda el acceso al matrimonio por parte
de las personas del mismo sexo, tanto a nivel federal como en las distintas entidades federativas,
este Organismo Nacional enfatiza que la orientación sexual no puede ser un criterio relevante
para diferenciar el acceso al disfrute del derecho de protección a la familia que se encuentra
consagrado en nuestra Constitución, el cual puede ser el mismo, tanto para las parejas del mismo
sexo como las heterosexuales.

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